Ferrocarril Central Argentino c/ Provincia de Santa Fe s/ repetición de pago indebido Buenos Aires, julio 3 de 1887. Considerando: Que la cuestión que está sometida al fallo de esta Corte Sup. se reduce a establecer si el Congreso de la Nación tiene o no la Facultad de eximir del pago de impuestos creados por las provincias, a los ferrocarriles cuya construcción él autorice. Para decidir, a este respecto, la línea que separa las facultades del gobierno federal de los derechos privativos de las provincias, es indispensable estudiar la naturaleza misma y la estructura de las instituciones argentinas. Si bien es cierto que hemos adoptado un gobierno que encontramos funcionando, cuyos precedentes y cuya jurisprudencia deben servirnos de modelo, también lo es que en todo lo que expresamente nos hemos separado de aquél nuestras instituciones son originales y no tienen más precedentes y jurisprudencia que los que se establezcan en nuestros propios tribunales. El punto sometido hoy al fallo de la Corte Sup., es precisamente uno de estos. En la Constitución norteamericana no existe ninguna prescripción análoga a la que consigna el inc. 16 art. 67 CN..Por esa disposición el Congreso tiene el deber de proveer lo conducente a la prosperidad del país, al adelanto y al bienestar de todas las provincias... promoviendo la construcción de ferrocarriles... por leyes protectoras de estos fines, y por concesiones temporales de privilegios y de recompensas de estímulo. La Constitución al imponer este deber al Congreso, y al acordarle la facultad de hacer concesiones y recompensas, no ha establecido más limitación que la de que ellas sean temporales, pero nada ha dicho respecto de la naturaleza o del carácter de esas concesiones. En cuanto a la temporalidad de la exención, el caso sub judice la contiene. Si, pues, para los fines de gobierno, de política, de reglamentación del comercio interprovincial, o simplemente como medio de estímulo para promover la construcción de un ferrocarril el Congreso cree conveniente acordar el privilegio de la exención del pago de impuestos locales, esta disposición será perfectamente constitucional, porque ella no importará sino el ejercicio de una facultad del Congreso, cuyas leyes priman sobre cualquiera disposición contraria que pudieran contener las constituciones o leyes de provincia. Resolver lo contrario sería reconocer en los gobiernos de provincia la facultad de anular o entorpecer los efectos de la legislación del Congreso, en cuanto ella se dirigiese a los objetos previstos en elinc. 16 art. 67. Las provincias, haciendo uso de la facultad de imponer, podrían llegar en sus contribuciones, a hacer imposible la realización de las concesiones y privilegios que el Congreso acordase, destruyendo así uno de los más primordiales propósitos del pueblo argentino, al limitar en aquellas ciertas prerrogativas autónomas que pertenecen a los estados en las confederaciones o federaciones puras, pero que en la unión argentina han sidodadas a la Nación por prescripción expresa de la Constitución. Si se estudian los términos del inc. 16 del art. 67, se verá que la Constitución encarga al gobierno general promover todo lo concerniente... al adelanto y al bienestar de todas las provincias. Ese encargo está dado a la Nación porque nuestros constituyentes comprendieron que tratándose de un país con tan vasta extensión territorial, los elementos aislados de cada provincia, no podían bastar al desarrollo de sus propias riquezas y quisieron que fuera la Nación la que, por medio de estímulos a la industria, a la inmigración, a la construcción de ferrocarriles y canales, a la introducción de capitales extranjeros, etc., etc.,fomentase el desarrollo de la riqueza y del progreso de todas las provincias, sin perjuicio de las facultades concurrentes que a ellas reconoce el art. 170 CN.. Como elementos eficaces a estos altos propósitos nacionales, la Constitución dio al Congreso el derecho de dictar leyes protectoras de estos fines y el de hacer concesiones temporales de privilegios y recompensas de estímulo. En el caso ocurrente, se trata de una ley de privilegio. La Nación ha exonerado del pago de toda clase de impuestos y gabelas al ferrocarril recurrente. Al conceder este privilegio, el Congreso ha puesto en ejercicio una facultad propia, que no pueden ni la Constitución ni las leyes provinciales. El Congreso no ha prohibido, ni podrá hacerlo, que la provincia de Santa Fe, cree y cobre los impuestos que, con arreglo a sus propias instituciones, puedan cobrar y percibir. Lo único que ha hecho la ley nacional ha sido excluir del pago de todo impuesto al Ferrocarril recurrente, porque esa exclusión es uno de los privilegios que tiene facultad de acordar la Nación para promover la construcción de ferrocarriles. Y dados los términos generales de la ley de exención, debe necesariamente reconocer que en ella están comprendidos tanto los impuestos que creare la Nación como los que estableciesen las provincias, con tanta más razón cuanto que el Ferrocarril Central Argentino, en su origen, gozaba de una garantía acordada por la Nación. Conferida al Congreso Nacional la facultad de acordar los privilegios y estímulos que considere convenientes, a los fines del inc. 16 del art. 67, sin limitar taxativamente el alcance de esa facultad y conferida también la de redactar todas las leyes y reglamentos convenientes para poner en ejercicio los poderes acordados, ella debe entenderse comprendida en la limitación de los medios a emplearse para el ejercicio de estos poderes federales, superiores siempre a la acción de las legislaciones locales, y que formen parte de la instrumentalidad del gobierno mismo, en que la Nación provee al bienestar, progreso y prosperidad de todas las provincias. En mérito de estas consideraciones, resulta que el pago efectuado por el Ferrocarril Central Argentino, es contrario a la ley nacional invocada en la demanda, y por tanto, el actor tiene derecho a repetir las cantidades indebidamente pagadas, Por estos fundamentos, y de acuerdo con lo dispuesto por los arts. 31 y 67, inc. 28 CN., y jurisprudencia de esta Corte Sup. en casos análogos, se hace lugar a la demanda de f. 8, condenándose a la provincia demandada al pago de la cantidad reclamada y sus intereses, dentro del término de 10 días. Notifíquese con el original, y repuestos los sellos, archívese.− Benjamin Paz.− Luis V. Varela.− Abel Bazan.− Octavio Bunge.− Juan E. Torrent.