Subido por Alejandro Chu

CERÁMICA PREHISPÁNICA TARDÍA EN LA CIMA DEL CERRO PEÑA BLANCA, SAN JUAN DE LURIGANCHO, LIMA

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CERÁMICA PREHISPÁNICA TARDÍA EN LA CIMA DEL CERRO PEÑA
BLANCA, SAN JUAN DE LURIGANCHO, LIMA
Bravo Meza Bradymir Bitzen1
Padilla Sinchi Rodrigo José2
Resumen: La exploración de un tramo de la quebrada Colca por la IDI-ZAMHP en San Juan de
Lurigancho valle medio del Rímac, reportó evidencia cultural prehispánica. En la parte alta del cerro Peña
Blanca se evidenció ocupación arquitectónica relacionada a evidencia cerámica de periodos tardíos, posiblemente
relacionada a asentamientos de tránsito.
Palabras claves: Q. Colca, Cerro Peña Blanca, cerámica tardía.
El 29 y 30 de Julio del 2016, la Iniciativa por el Desarrollo Integral de la Zona Arqueológica
Monumental “Huaycán de Pariachi” [IDI - ZAMHP], desarrolló la exploración3 de un tramo
aproximado de 7 km en la parte media de la Quebrada Colca, quebrada subsidiaria de la gran
quebrada Huaycoloro en la margen derecha de la cuenca del Rio Rímac, en el Distrito de
San Juan de Lurigancho, Lima. La exploración tenía como finalidad realizar un primer
reconocimiento de la diversidad ecológica y la presencia de ocupación prehispánica en los
cerros, laderas y asiento rivereño de la Quebrada Colca.
El trayecto seguido, tuvo ascenso por un ramal o brazo4 del cerro Peña Blanca, hasta el punto
más elevado de la parte media de esta cadena de cerros. Desde este punto siguiendo se tomó
la ruta de un camino prehispánico reportado en la cresta del cerro en dirección NW, hasta
el abra Vizcachera (coordenadas UTM: latitud 11.916469, longitud 76.776035, hemisferio
Sur). Por el abra de la quebrada Vizcachera, se descendió hacia la cuenca media de la
quebrada Colca. Ya en la quebrada se prosiguió la ruta natural de su cuenca en dirección
SW, hasta toparse con la quebrada y abra de La Era (coordenadas UTM: latitud 11.944551,
longitud 76.838257, hemisferio Sur) en la margen izquierda de la Q. Colca. Después de este
tramo el trayecto ascendió otra vez a la cadena de cerros de Peña Blanca para luego descender
a la cuenca media del Rímac.
Adjuntamos seguidamente el reporte general de los sitios arqueológicos observados en la
exploración, dando mayor atención a la evidencia reportada en la cima de la cresta del cerro
Peña Blanca5.
Arqueólogo. Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Arqueólogo. Universidad Nacional Federico Villarreal.
3 El equipo de exploración dirigida por el Dr. Guido Lombardi, estaba acompañado por los
conocedores de la quebrada, Cesar Pinchi y Eugenio Torres, el fotógrafo adjunto Junior P. Lastra, y
el arqueólogo Bradymir Bravo.
4 Subiendo por un brazo de la cadena de cerros de Peña Blanca, segundo ramal en el lado Oeste del
camino a Vallecito, en el sector de casas Huerta de la Etapa 1 de la urbanización en expansión del
Vallecito, en la Zona de Huampaní, margen derecha de la cuenca media del Rímac, en Ñaña, distrito
de San Juan de Lurigancho, la cresta de este brazo de cerro nos lleva hasta la parte alta de la cadena
de cerros en mención, a aproximadamente 1450msnm como punto más alto. La franja de cerros de
Peña Blanca, resulta la barrera natural entre la cuenca del Rímac y la Quebrada Colca.
5 Las primeras explicaciones de la evidencia prehispánica y ecológica reportada en la Quebrada Colca
fueron presentadas en los Sábados cultural de Huaycán promovidas por la Iniciativa por el Desarrollo Integral
de la Zona Arqueológica Monumental “Huaycán de Pariachi” [IDI - ZAMHP].
1
2
1
Abra
Vizcachera
Q. Colca
Cerro Peña
Blanca
Q. La Era
Ñaña
Figura 1. Trayecto explorado: del brazo W de la cadena de cerros Peña Blanca, a la cuenca media de la
quebrada Colca y la quebrada y abra de la Era (Margen derecha de la Cuenca del Rímac) (fuente Jaime
Lastra 2016).
I.
Exploración de la Quebrada Colca, Valle medio del Rímac
Ramal de ascenso y la cresta del lado E del cerro Peña Blanca
En el ascenso hacia la cima de cerro Peña Blanca se ha reportado estaciones de descanso.
Las estaciones tienen diversos tamaños, forma irregular y se adecuan al relieve de cerro.
Algunos comparten una configuración similar básica: tienen por tendencia a abrirse lo más
posible, y se hallan intencionalmente librados de cobertura pedregosa, lo que a simple vista
les da la apariencia de relativos llanos de tierra asentada, notoriamente distinguibles. Algunas
de las estaciones están improvisadas con una especie de aterrazado en el flanco de las
pendientes, de forma que estas nivelan su superficie de “estar”. Estos aterrazados están
construidos con rocas grandes, alargadas, de un aplanado natural, escasamente trabajadas,
que se han desprendido de los farallones. Restos de fragmentaria cerámica domestica de pasta
marrón y naranja en la mayoría de estas estaciones sugiere su datación prehispánica.
En las estaciones hemos reportado la presencia de los cimientos de muros de posibles cortavientos o posibles espacios de refugio. Se tratan de recintos de planta irregular, con tendencia
recto-oval (foto 1). Las dimensiones difieren de acuerdo al tamaño de las estaciones pero no
superan los 3m de ancho con 3m de largo. La altura actual de los cimientos no rebasa los
0.30m. Sospechamos que estos corta-vientos no han tenido muros de piedra muy alto, y que
se habrían utilizado material perecible para levantar un posible refugio.
2
También se ha distinguido la presencia de recintos aterrazados adosados a pequeños abrigos
(foto 2). Estos recintos tienen un espacio interno promedio de 1m de ancho con 2.5m de
largo, y el nivel aterrazado sobre el que se levantan estos espacios, tienen una altura de 0.60m
aproximadamente.
Foto 1: Estación con corta-vientos en la cima de la cresta del ramal de accenso del cerro Peña Blanca.
Foto 2. Recinto aterrazado junto al abrigo de una roca.
3
La cuenca media de la Quebrada Colca
El tramo explorado de la quebrada Colca comprende 7km de su curso medio entre la
quebrada y abra de Vizcachera y la quebrada y abra de La Era.
En la parte alta del abra Vizcachera, por el descenso hacia la quebrada Colca, se observó un
amplio edificio de planta rectangular con esquinas ovaladas. Este edificio de muros de roca
montada, está formado por dos recintos contiguos, que comparten un muro interior (foto
3). Este edificio se encuentra parcialmente destruido por la carretera moderna que sube por
la quebrada del Vallecito y desciende en la Quebrada Colca. La presencia de dos recintos
contiguos, sin ningún pasaje o vano de conexión entre ellos, formando un solo edificio, es
muy recurrente en el trayecto de la cima del cerro Peña Blanca –trataremos con más detalle
la evidencia arqueológica en este sector más adelante- y se repiten en otros lugares de la
quebrada Colca, como la ruta de ascenso por el abra de La Era.
Foto 3. Recintos contiguos de datación prehispánica destruidos por la carretera moderna en el Abra
Vizcachera.
En la cuenca media de la quebrada Colca, se han reportado alrededor de 11 pequeños
asentamientos apostados en las laderas y pie de ladera, a ambas márgenes del tramo medio
de la quebrada. Todos estos sitios tendrían una data de épocas prehispánicas por la presencia
de cerámica no diagnostica de pasta de color marrón y naranja. En algunos casos se sospecha
una ocupación más reciente de la época Colonial o posiblemente ya Republicana.
Los sitios observados a ambos lados de la quebrada son agrupaciones de pequeños edificios
construidos sobre bajos niveles aterrazados apostados en lugares pedregosos en la parte baja
de la falda de las laderas, casi junto a la rivera de la cuenca. En la margen derecha de la
quebrada, cerca del abra Vizcachera, se han identificado sitios con espacios grades de planta
irregular con tendencia ovalada, cercados por muros bajos de roca montada en cuyo interior
4
apostados en un extremo se levantan recintos más pequeños de ocupación (foto 4). En
algunos casos también se evidencian espacios de planta recto oval, con subdivisiones
interiores a diferente nivel (foto 5), y en cuyo espacio interior se han podido presenciar
posibles batanes y manos de moler (foto 6).
En la margen izquierda de la quebrada, cerca del tramo medio explorado, se ha identificado
algunos sitios apostados en las faldas de la ladera. Son sitios asentados sobre áreas
pedregosas, cuyos edificios y espacios de ocupación se construyen sobre bajos niveles
aterrazados (foto 7). Estas pequeñas agrupaciones de edificios tienen espacios de plana
rectangular irregular y en algunos casos se ha identificado algunas pequeñas cistas de planta
recto-oval (foto 8). También se ha podido observar en algunos sitios restos de posibles
canales de cause estrecho y paredes de rocas lajas (foto 9).
Otras formas de ocupación, posiblemente no prehispánica también son observables en el
cauce media explorada de la quebrada Colca. Se ha evidenciado en la margen derecha
pequeños espacios abiertos junto a la rivera, con algunos restos de muros rectos donde se ha
observado un horno pequeño construido de rocas pequeñas y mucha argamasa (foto 10). En
algunos de estos espacios se ha identificado algunos restos de cerámica vidriada y restos de
objetos de madera decorada en bajo relieve. También se ha reportado, cerca del abra La Era,
un nicho funerario de tiempos recientes.
Foto 4. Espacio grande de planta irregular asentada en la margen derecha de la quebrada Colca.
5
Foto 5. Edificio de dos espacios interiores en la un sitio de la margen derecha de la quebrada Colca.
Foto 6. Batán y mano de moler en un sitio de la margen derecha de la quebrada Colca.
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Foto 7. Sitio asentado en la falda de ladera de la margen izquierda de la quebrada Colca.
Foto 8. Pequeña cista de planta recta-oval.
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Foto 9. Canal en la margen izquierda de la quebrada Colca.
Foto 10. Posible horno de rocas y barro.
8
El abra de la Quebrada de La Era
Por la cuesta que sube por el abra de la Era, se extiende tramos de los caminos prehispánicos
trasversales que conectan la quebrada Colca con el valle medio de la cuenca del Rio Rímac.
Los caminos se acuestan sobre el pie de las laderas en la parte baja del abra. Se tratan de
largos tramos de sendero libre de superficie pedregosa y allanada, de una ancho promedio de
0.50m que se extienden visiblemente subiendo por el abra (foto 11).
Apostados junto este camino se distinguen algunos restos de los cimientos de recintos de
planta rectangular con esquinas curvas de diversos tamaños (foto 12). Por lo general se tratan
de dos recintos contiguos formando un solo edificio, que también han sido reportados en
otros lugares de la quebrada Colca, y parecen claramente estar asociados a las rutas de transito
prehispánico.
Cerca de la cuesta, antes del último tramo de ascenso por el abra de la Era, el camino se
amplía entre 1 y 3m de ancho, y se encuentra definido por una seguidilla de rocas apostadas
y dispersas alrededor de su curso. En este espacio sospechamos se encuentra una estación
de descanso donde convergen todos los senderos y se direccionan subiendo por la quebrada
La Era. Las rocas apostadas en ambos flancos del camino han mostrado algunas huellas de
posibles petroglifos. Los motivos representados son bastantes sencillos, la mayoría muestra
trazos de líneas delgadas hechas con técnica incisa, y los menos muestras una percusión más
descuidada mediante raspados constantes de la superficie de la roca. Los motivos
representados evidencian asteriscos, triángulos y polígonos de cuatro lados (foto 13).
Algunos motivos más complejos evidencian un círculo de trazo grueso y repasado encerando
un punto grueso e irregular (foto 14).
Foto 11. Camino o sendero en el abra de La Era.
9
Foto 12. Recinto en el abra de La Era.
Foto 13. Petroglifo en el abra de La Era.
10
Foto 14. Petroglifo en el abra de La Era.
II.
Evidencia prehispánica en la cima del cerro Peña Blanca y el sitio Cerro
Peña Blanca-001
En el recorrido de exploración la mayor concentración de evidencia de ocupación
arqueológica ha sido reportada en la cima del cerro Peña Blanca. Evidencia cerámica
diagnostica y detalles de patrón arquitectónico de los sitios reportados sugieren la relevancia
del ramal de la cresta de cerro en tiempos prehispánicos.
Sobre el lomo de la cima del ramal de ascenso seguido hacia el cerro Peña Blanca, a
1440msnm, se extiende una espacio llano de aproximadamente 23m de ancho con 30m de
largo donde se ha reportado presencia de ocupación prehispánica (CPB-001)6 (figura 2). Este
espacio abierto, intencionalmente librado de cobertura pedregosa está ocupada en su parte
central por unos edificios de muros bajos de roca montada, y hacia el N, se encuentra
flanqueada por un camino posiblemente prehispánico que se extiende a lo largo de la cresta
de cerros de Peña Blanca.
Medianamente en el centro del sitio CPB-001 ocupando la parte baja de una elevación natural
ubicada al SW del espacio abierto se ha reportado la presencia de los cimientos de dos
edificios separados (1 y 2) (foto 15 y 16).
El edificio 1, tiene 10m de largo con un ancho aproximado de 6.80m, y está orientado,
siguiendo su eje más largo en dirección NW-SE. Este edificio está formado por dos recintos
conjuntos (A y B), ambas de planta rectangular con esquinas curvas, que comparten el muro
divisorio. Los muros están construidos por roca canteada, y están alineados de forma
irregular, siguiendo hileras superpuestas sin apoyo evidente de argamasa. Tanto los muros
Hemos denominado tentativamente a este sitio arqueológico como Cerro Peña Blanca-001 (CPB001).
6
11
laterales como el interno tienen una sola hilera de rocas superpuestas y presentan un ancho
promedio de 0.30m. El espacio interno en el recinto A (lado SE del edificio 1) (foto 16), tiene
5m de ancho con 6m de largo, su muro NE tiene un ancho de 0.40m, mientras su muro
lateral SE es de 0.30m, y el SW, 0.40m. El espacio interno del recinto B (al NW) (foto 17),
tiene 5m de ancho con 5.60m de largo, y presenta un ancho de sus muros de 0.50m al NE,
0.30m al NW y 0.50m al SW. La altura de estos muros bordea 0.80m. No se ha reportado la
presencia de posibles vanos de acceso/salida al interior del edificio 1. Esto, lo mismo que la
forma descuida con la que se levantan los muros en mención, sugieren que han sido
reutilizados en tiempos posteriores, posiblemente con funciones diferentes de las que tenían
en tiempos prehispánicos.
En el interior de estos recintos se ha reportado poca presencia de fragmentaria cerámica
prehispánica de pasta de color marrón diagnostica y no diagnostica. Entre los fragmentos
diagnósticos se reconocen grandes vasijas de base cónico-aplanado con el cuerpo y hombros
decoración con delgadas bandas aplicadas en forma sinuosa y que se hallan decoradas con
cirulos impresos - aplicación de bandas serpienticas con círculos impresos- (imagen 1).
Figura 2. Vista aérea del sitio CPB-001
12
Foto 15. Vista del espacio central sitio “CPB-001”
Foto 16. Vista del edificio 2, y los recintos A y B que la conforman.
13
Foto 17. Vista del muro del recinto B, del edificio 1
Imagen 1. Bandas serpienticas con círculos impresos.
El edificio 2 (foto 18), ubicado a 6.50m aproximadamente del edificio 1, tiene planta
cuadrada, con una dimensión interna de 4.80m x 4.80m aprox. Está definida por grandes
rocas acomodadas con breves espacios entre las mismas, formando una sola hilera a modo
de muro. Estas hileras de muro tienen alrededor de 0.30m a 0.40m de ancho. Hacia el lado
NE del edificio se ha reportado un posible vano de acceso/salida interrumpiendo la
proyección de la hilera del muro NE. Sobre el lado interno SW y NW, en el interior de este
recinto se ha reportado sobre la superficie un empedrado de lajas a modo de baqueta baja
(foto 19). Otros recintos con empedrados con lajas de piedra se han reportado también en
14
otras estaciones reportadas a lo largo de la ruta prehispánica al NE de la cima del Cerro Peña
blanca, que lleva al Abra Vizcachera.
Dentro de este edificio se ha reportado poca presencia de fragmentaria cerámica. Entre los
fragmentos diagnósticos se ha reconocido el decorado por aplicación de bandas serpienticas con
círculos impresos (imagen 1). También han sido reconocibles fragmentos de platos pequeños y
extendidos de pasta marrón con engobe rojo oscuro, y otros en pasta marrón claro (imagen
2).
Frente al edificio 2, sobre la cima de esta parte de la cadena de cerro se abre un amplio espacio
de forma irregular de aproximadamente 20m de largo con 15m de ancho. Se halla delimitado
hacia el NE por una elevación natural (Elevación 1) y un conjunto de edificios (Conjunto A),
hacia el NW por el trayecto del sendero prehispánico que va por todo lo alto de la cima de
la cadena de Cerros de Peña Blanca, hacia el SE la pendiente de ascenso y al SW los ya
mencionados edificios. En este espacio se ha reportado presencia moderada de fragmentaria
cerámica prehispánica. Entre los fragmentos diagnósticos se distinguen restos de platos
extendidos de pasta fina y naranja, con lengüetas rectangulares en el labio, decorados
interiormente con motivos de diseños geométricos (imagen 3a y 3b), también fragmentos de
pasta marrón con engobe rojo oscuro con decoración interna de rombos y motivos de aves
(imagen 4).
Frente a los edificios 1 y 2, al otro lado del espacio abierto señalado, se encuentra un conjunto
(conjunto A) de pequeños recintos de planta recto-oval y ovalada, distribuidos de forma
aglomerada sin pasajes distinguibles entre los mismos (foto 20). Los recintos del conjunto A,
se encuentran a un lado de la Elevación 1, están constituidos por muros de piedra, con hileras
irregularmente superpuestas, y tienen un diámetro interno de menos de 2m x 2m. Sobre la
Elevación 1, al lado del camino prehispánico, se ha reportado considerable presencia de
fragmentaria cerámica. Entre los fragmentos diagnósticos se observan alfares de pasta
marrón con decoración por aplicación de bandas serpienticas con círculos impresos (imagen 1). Se ha
observado cantaros con engobe rojo oscuro, de cuello recto y boca estrecha (imagen 5). Se
ha observado decoración escultórica a modo de figurina zoomorfa (posiblemente un zorro)
aplicada en el cuello de estos cantaros (imagen 5).
15
Foto 18. Vista del edificio 2
16
Foto 19. Vista de posible empedrado en el lado SW del edificio 2.
17
Imagen 2.
Dibujo 1.
18
Imagen 3a.
Imagen 3b.
Dibujo 2.
19
Imagen 4.
Foto 20. Recintos con muros de piedra frente al espacio abierto, al NE del sitio CPB-001. El camino
prehispánico está flanqueado por estos recintos.
20
Imagen 5.
Imagen 6.
21
Dibujo 3.
Ramal Este del cerro Peña Blanca
El camino prehispánico que atraviesa al sitio arqueológico CPB-001, cruza todo lo largo de
la cadena de cerros de Peña Blanca, desde el Abra La Era hasta el Abra Vizcachera. La
exploración solo recorrió el tramo de camino hacia el E desde el sitio CPB-001. El trazo E
del sendero en mención se extiende adecuándose al relieve. Su proyección se distingue por
ser un delgado tramo de no más de 1m de ancho. El cual puede estar flanqueado por hileras
de piedras, o pedregales o simplemente liberado de cobertura pedregal y relativamente
allanado (foto 21).
El camino en ciertos tramos se encuentra con recintos (posibles cortavientos) de planta
irregular, oval, y rectangular apostados en un canto de su trayecto o sobre el espacio abierto
de grandes estaciones por las que pasa el mismo. Algunos de estos edificios, presentan un
patrón recurrente y bien definido por la presencia de un empedrado a modo de baqueta en
un lado interno de estos edificios (foto 22 y 23). Estos edificios parecen tener el vano de
acceso/salida en algún punto del lado frente a estas banquetas. No podemos precisar la
función exacta de este nivel en superficie con empedrado interno, pero podrían ser lugares
de descanso o pernoctorios. En todo caso, este tipo de arquitectura prehispánica de recintos
con empedrado en un lado interno se muestra recurrente en el cerro Peña Blanca.
En el trayecto del camino prehispánico, en los recintos con empedrado en un lado interno y en los
alrededores de estos, se ha reportado algunos restos de cerámica de pasta marrón y en menor
medida fragmentos de pasta naranja. Algunos fragmentos diagnosticas corresponde a ollas
con cuello corto semejantes a los evidenciados en el lugar del sitio CBP-001 (imagen 6 y
dibujo 3).
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Foto 21. El camino prehispánico que viene por la cresta del cerro Peña Blanca
Foto 22. Recinto con empedrado en un lado de su espacio interno.
23
Foto 23. Recinto con empedrado en uno de sus lados de su espacio interno, que se muestra recurrente en el
cerro Peña Blanca.
III.
Alfares prehispánicos en la cima del Cerro Peña Blanca
Las formas y estilos decorativos característicos del tramo recorrido del Cerro Peña Blanca
están bastante mejor definidos en el sitio CPB-001. En los edificios 1 y 2, el espacio abierto,
el Conjunto A y la Elevación 1 del sitio CPB-001 se han reportado considerable presencia
de fragmentaria cerámica. Las formas reconocidas en el sitio son: platos, cuencos o tazones
de base cóncava, cantaros y ollas con cuello. Se ha podido definir 4 tipos de alfares:
Tipo 1: Platos. Las formas observadas son platos abiertos y hondos, con paredes ligeramente
cóncavas y divergentes, tiene labio ojival. Los platos decorados presentan en el labio detalles
a modo de pequeñas asas lengüeta (dibujo 2). Estos platos presentan decoración interna de
diseño geométrico en tinta llana negra.
Tipo 2: Cuencos o tazones. Las formas observadas tienen paredes convexas divergentes y
labio redondeado (dibujo 1). Algunos presentan engobe rojo y presentan decoración interna
con diseños geométricos y zoomorfos en tinta llana negra.
Tipo 3: Ollas con cuellos. Las formas más recurrentes son ollas con cuello corto y mediano,
combado y de borde divergente (dibujo 3). Se han observado variantes en relación al tipo de
labio en dos formas básicas de borde: ollas con el cuello combado delgado, borde alargado y
paredes divergentes; y en ollas con el cuello combado grueso, borde mediano y paredes
divergentes. Por fragmentos relacionados, se ha podido observar que algunas ollas tendrían
la base plana. Algunas ollas con cuello presentan engobe rojo y otras decoraciones como la
aplicación de bandas serpienticas con círculos impresos.
Tipo 4: Cántaros con cuello. Las formas observadas son cantaros de cuello recto tubular,
de boda estrecha. Las formas observadas presentan posibles asas en el cuello del cántaro y
algunos presentan una aplicación escultórica zoomorfa (posiblemente un zorro).
24
El acabado de la superficie de los alfares, interna como externa en ollas y cantaros es por
medio del alisado, mientras en platos es el pulido, y en los cuencos o tazones se ha distinguido
tanto el alisado como el pulido. Algunas de las ollas, cantaros y cuenco o tazones, presentan
rastros de engobe rojo (oscuro) que cubren la superficie externa, mientras en la superficie
interna se limita al cuello.
En el caso de los fragmentos decorados, el plato y cuenco con decoración geométrica
presenta pintura aplicada post-cocción, siendo el color negro usado en los pocos casos
reportados. Por otro lado, de todos los fragmentos observados pocos corresponden a
cantaros con cuello recto tubular de boca estrecha. De estos, en un solo caso se observó un
cántaro con decoración escultórica zoomorfa (figura de un zorro) en el cuello. En el caso de
las ollas con cuello, se han reportado pocos fragmentos con bandas aplicadas de forma
sinuosa con impresiones circulares (aplicación de bandas serpienticas con círculos impresos). Este
diseño decorativo parte desde la base del cuello de la olla y se extiende por todo el cuerpo.
En cuanto a las pastas, en los tipos de alfares observados se ha podido distinguir ocho
variantes:
Variante
a
b
c
d
descripción
Tipo
Pasta
Pasta de textura gruesa,
dura y compacta. Cocción
3
incompleta con presencia
de núcleo gris. Presencia
Ollas
regular de inclusiones. La decoradas
pasta es homogénea y de
y sin
color marrón oscuro
decoración
Pasta de textura dura. De
cocción completa con
núcleo gris. Presencia
ocasional de inclusiones.
Color de pasta marrón
claro.
Pasta de textura dura. De
cocción completa. Poca
presencia de inclusiones.
Color de la pasta naranja
oscuro.
3
Base de
ollas
1
Platos
Pasta de textura dura. De
cocción
completa.
Raramente presenta un
2
delgado núcleo gris. La
presencia de inclusiones Cuencos o
es casi nula. La coloración Tazones
de la pasta marrón claro.
25
e
Pasta de textura dura. De
cocción completa. La
presencia de inclusiones
2
es casi nula. La pasta es
homogénea.
La Cuencos o
coloración es marrón Tazones
rojizo.
f
Pasta de textura dura. De
cocción completa. La
presencia de inclusiones
es casi nula. Pasta de
color naranja /rojiza.
g
Pasta de textura gruesa,
dura.
De cocción
incompleta con gran
núcleo de color gris.
Inclusiones de presencia
regular.
Pasta
homogénea. Color de
pasta naranja.
1
Plato
decorado
4
Cántaro
4
h
IV.
Pasta de textura gruesa,
dura.
De
cocción Cántaro
completa. Las inclusiones
con
son mínimas. La pasta decoración
presenta una coloración escultorica
naranja.
Conclusión: Ocupaciones tardías en el Cerro Peña Blanca.
El tramo explorado por la IDI-ZAMHP, parte de la quebrada Colca o Rio Seco y parte de la
cima del Cerro Peña Blanca, está próximo a los sitios de La explanada, cerca de la quebrada
La Era, y el sitio de Vallecito en la quebrada del mismo nombre.
Tomando en cuenta la relación geográfica del tramo explorado en el Cerro Peña Blanca con
la quebrada Vallecito, en cuyos tramos altos se ha evidenciado ocupación desde el Horizonte
26
Medio al Horizonte Tardío7 (Guerrero y Palacios 1994: 276), es probable que exista una
ocupación temporal semejante, la cual esté presente en las partes altas del cerro Peña Blanca.
La fragmentaria cerámica diagnostica reportada en el sitio CPB-001 en la parte alta del tramo
Este del Cerro Peña Blanca sugiere la presencia de una ocupación tardía. Los platos hondos
decorados con labio lengüeta y figuras geométricas (triángulos) en su interior (imagen 3a, 3b
y dibujo 2) reportados en el sitio CPB-001, por ejemplo, guardan semejanzas estilísticas con
platos de pasta Lurín G28 del periodo Horizonte Tardío en Pachacamac (Jiménez Moscoll
2014: 54, ver Ilustración 3). Los motivos decorados en los platos reportados en el sitio CPB001 encuentran semejanzas en motivos decorados en platos registrados para el Horizonte
Tardío en contextos excavados en Huaca Trujillo 1 y 2 (Silva 1992 ).
Formas semejantes a las ollas con cuello corte y borde con labio combado del sitio CPB-001
(dibujo 3) ha sido reportada para el Horizonte Tardío en las excavaciones de Huaca Trujillo
en la quebrada Jicamarca, Valle del Rímac (Silva 1992: 67-70, ejem. ver fig. 115, 117 y 120).
También han sido reportados por P. Eeckhout en el valle de Lurín, en tiestos de tipo engobe
rouge (forma V.g.29, forma VI.a.110) en la pirámide III de Pachacamac para el Intermedio
Tardío y Horizonte Tardío (Eeckhout 1997: 241, ver fig. 167C, fig. 176a), y muestra
semejanzas con formas de tipo brun lissé (forma V.d.311) en sitios como Molle, Chaymayanca
y la Pirámide III de Pachacamac propuestas para el Intermedio Tardío y Horizonte Tardío
(P. Eeckhout 1997: 241, ver fig. 205a-f). y también por J. Feltham, en el mismo valle, para
sus tipos orange ware, forma IX, presentes en sitios generalmente ocupados durante el
Intermedio Tardío y Horizonte Tardío (Feltham 1983, ver fig. XXXIII). En el valle del
Chillón formas semejantes también han sido reportadas por J. Silva para el Horizonte Tardío
(1996: 484-485, ejem. fig. 55 gráfico del sitio 587, fig. 54 grafico í y j)
Fragmentos de ollas con aplicación de bandas serpienticas con círculos impresos en el cuerpo (imagen
1), han sido reportadas en Chontay valle medio del Rímac, en los sitios de Lindero (sitio 84)
con ocupación asociados para el Intermedio Tardío y Horizonte Tardío (Feltham 1983: 190191, ver dibujo i: 865) y el sitio 107 con ocupación Intermedio Temprano y Horizonte Tardío
(Feltham 1983: 117-118, fig. XVII, ver gráfico g). En la Pirámide III de Pachacamac y en
Pampa de las Flores también han sido reportados en alfares de tipo brun lissé, forma
serpentiforme, cronológicamente presente desde finales del Horizonte Medio hasta el
Horizonte Tardío (Eeckhout 1997: 219, ver fig. 244a-g).
En el valle de Chillón J. Silva también ha reportado vasijas con aplicación de bandas serpienticas
con círculos impresos para el Horizonte Tardío (Silva 1996: 487, fig. 57, ver gráficos a y c).
Mientras que T. Dillehay en el sitio de Huancayo Alto ha asociado este estilo decorativo para
sus periodos de ocupación II-V que se corresponden desde el Horizonte Medio al Horizonte
Tardío (Dillehay 1976: 120, ver fig. 13).
En la quebrada Vallecito, en los sectores B y E (sector viviendas y terrazas respectivamente) del sitio
de Vallecito (dentro del Golf de Huampaní), sectores más próximos a las cimas del Cerro Peña Blanca
se ha evidenciado ocupaciones tardías (Guerrero y Palacios 1994).
8 La pasta Lurín G2 es correlacionable con las Pasta 3 de la tercera Muralla de Pachacamac, la Pasta
10 de Huaycán de Cieneguilla, la pasta G2 de Pueblo Viejo-Pucará y la Pasta G2 de Pachacamac
(Jiménez Moscoll 2014: 54).
9 La forma V.g.2 son ollas de cuello corto con labio de reborde exterior (Eeckhout 1997: 170).
10 La forma VI.a.1 son cantaros cuello ligeramente abocardado (Eeckhout 1997: 170)
11 La forma V.d.3 son ollas con cuello grande divergente con borde exterior en la abertura (Eeckhout
1997: 170).
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Cantaros con cuello recto estrecho, decorados con aplicación escultórica zoomorfa (posible
zorro) semejantes a los reportados en el sitio CPB-001 han sido reportados en el Cerro
Cuncacucho, valle medio del Rímac, para el Horizonte Tardío (Palacios 2013: 28).
La evidencia cerámica reportada en el sitio CPB-001 sugiere su ocupación durante el
Horizonte Tardío. Algunos estilos decorativos como la aplicación de bandas serpienticas con círculos
impresos, o el tipo cerámico engobe rouge, también reportados en el sitio, están ya presentes en
los valles vecinos para tiempos anteriores al Horizonte Tardío, por lo que no habría que
descartar también su posible ocupación desde el Intermedio Tardío.
En la quebrada Colca, del tramo explorado, la evidencia cerámica no arroja una temporalidad
más clara. Solo algunos fragmentos de pasta marrón con engobe rojo sugieren cierta
correlación ya para los periodos tardíos. Y algunos sitios evidencian material cultural de
tiempos más recientes (colonial y republicano posiblemente).
El patrón arquitectónico de dos edificios contiguos que compartiendo un muro divisorio y
los recintos con empedrado en un lado interno asociados a rutas naturales de comunicación y a
caminos prehispánicos en la parte alta del Cerro Peña Blanca, no hemos podido reportarlo
en otras partes más alejadas del área explorada hasta el momento12.
En el sitio de La Explanada, cerca de La Era, J. Palacios ha reportado y excavado en edificios
domésticos configurados en patrón de dos recintos contiguos compartiendo un mismo muro
divisorio, aunque con accesos diferenciados, los cuales estaban ocupados ya desde el Periodo
Inicial (Palacios 2017: ver imágenes ejemplo dibujo de planta de la Unidad 02 y 04). Este
patrón arquitectónico nos recuerda a los reportados en la cima del cerro Peña Blanca y las
abras de La Era y Vizcachera, con el contraste que estos últimos tiene un patrón rectangular
muy marcado, difiriendo del patrón oval alargado de los primeros.
En La Explanada, unidad 9, J. Palacios también había excavado en un pequeño recinto en
forma de “D” con banqueta interior apoyada en su lado W, al que ha atribuido posibles
funciones rituales para el Periodo Inicial (Palacios 2017: 85-90). La relación con los recintos
con empedrado en un lado interno a modo de banqueta reportada en el área explorada es probable.
Como hemos observado, en la cima del Cerro Peña Blanca, rumbo a la quebrada Vizcachera,
se han reportado varios de estos edificios que bien podría tratarse de un patrón
arquitectónico tipo. Si bien la mayoría de este tipo de edificios reportados aquí, no sobrepasa
los 2m por lado, hemos evidenciado algunos espacios arquitectónicos de más de 3m. de
proyección por lado con presencia de empedrados a modo de banqueta. Difieren de los
edificios en mención por su proyección abierta, sin muro que encierre un espacio interno,
más bien en relación a la inclinación de pequeñas pendientes o espacios abiertos.
Al considerar el camino prehispánico entorno al cual parecen levantarse la gran mayoría de
los edificios reportados en la cima explorada del Cerro Peña Blanca, es claro que hacia el otro
lado del tramo explorado por la IDI-ZAMHP, el camino conecta rumbo al Cerro La Parra,
en cuyas cercanías de sus partes bajas se halla el complejo de la Explanada. La poca evidencia
de material cultural observado en superficie, no nos permite, a diferencia de lo sugerido por
J. Palacios para La Explanada, afirmar la función ritual de estos edificios, no obstante es
probable que trate ya de un patrón arquitectónico específico para los sitios de ocupación
temporal de las parte altas del valle medio del Rímac asociados a las rutas de tránsito de las
cabeceras de cerro.
No se descarta su presencia en puesto que no se ha explorado más de este este tramo de la
cuenca.
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Más clara es la situación funcional del sitio CPB-001, o al menos presenta mayor evidencia
relacionable. La alta presencia de platos, cuencos y cantaros con decoración (inca y estilos
locales cercanos) sugieren cierta predisposición del espacio abierto y los recintos de CPB001 con actividades de índole ritual para los periodos tardíos, Horizonte Tardío sobre todo.
Es posible sospechar que esta predisposición ritual está relacionada con las actividades que
desencadenan las redes de tránsito por las cabeceras de cerro, quizás entre yungas y pueblos
serranos.
Se ha señalado que por la quebrada Huaycoloro o Jicamarca: “bajaba a la Costa un camino muy
antiguo, que fue perfeccionado por los incas, y comunicaba el valle de Lima con las poblaciones del otro lado
de los Andes, situadas en el departamento de Junín. Dicho camino partía de Lima por Caxamarquilla, y
ascendía por Jicamarca, Chaclla, Kilkamachay, Collata, Arahuay, Acobamba, Marcapomacocha, Tarma.
En la época colonial el camino de Nievería pasaba por Lachaqui, Canta, Cullhuay, Cerro de Pasco,
Huánuco. En la meseta de Bombón se unía con el antiquísimo camino real de los Incas o “Kapac-Ñan”, de
la Sierra, que unía Quito y el Cusco. Este camino fue utilizado, principalmente, en las guerras civiles de los
españoles. Durante el Virreynato traficaba mucha gente, principalmente, comerciantes, mineros y ganaderos.
Por este camino se traía el ganado que venía a Lima de Guánuco y los minerales de oro y plata del Cerro de
Pasco (…) En la Guerra de la Independencia se utilizó, también, este camino, cuando O’Relley viajó a
Cerro de Pasco para resistir la expedición del General Arenales…” (Villar Córdova 1985: 343)
La quebrada Colca llamada también Rio Seco desemboca en la margen izquierda de la
quebrada Huaycoloro, como a algo más de 2km del complejo arqueológico de Cajamarquilla.
Al igual que la quebrada de Huaycoloro, la quebrada Colca o Rio Seco termina por
comunicarnos con las tierras altas de Jicamarca. A lo largo del tramo explorado de la quebrada
Colca, entre la quebrada Vizcachera y el abra de La Era, se ha reportado algunos
asentamientos apostados en los pies de ladera, cerca de la rivera de su cuenca. Estos
asentamientos presentan espacios de posible función doméstica. El material cultural
reportado en los asentamientos, sugiere la ocupación desde tiempos prehispánicos (sin
precisar) hasta tiempos más recientes en la quebrada Colca.
Agradecimientos
A los compañeros de la exploración en la Quebrada Colca, el Dr. Guido Lombardi, Cesar
Pinchi, Eugenio Torres, Junior P. Lastra y a la Iniciativa por el Desarrollo Integral de la Zona
Arqueológica Monumental “Huaycán de Pariachi” [IDI - ZAMHP] y los sábados culturales de
Huaycán, por el gran impulso por rescatar el conocimiento del pasado peruano. A El Champal
de Cocachacra, a Inés Heinbach, Jana Brettin y Mírela Wagner por el apoyo y prestación
logística para terminar este ensayo.
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