CONDUCTAS NEUROMOTRICES 1. Disociación de movimientos Posibilidad de mover voluntariamente una o más partes del cuerpo, mientras que otras permanecen inmóviles o ejecutan un movimiento diferente. Ej: Caminar sosteniendo con los brazos un plato con una piedra encima. Consiste en la habilidad de realizar movimientos independientes con diferentes segmentos corporales. Constituye el control motor de las diferentes partes del cuerpo en forma separada y coordinada. Es una actividad voluntaria cuyo objetivo es el movimiento de grupos musculares, independientes unos de otros, realizando de una forma simultánea movimientos que no tienen el mismo objetivo dentro de una misma conducta. Hay varios tipos de disociaciones: Disociación por plano de ejecución. Se produce cuando dos o más segmentos del esquema corporal desarrollan su acción en distintos planos. Disociación por contraste. Se produce cuando dos o más segmentos del esquema corporal desarrollan su acción con intensidades diferentes o distintas velocidades. Disociación por elementos. Se produce cuando se altera el orden de una secuencia lógica de los movimientos que componen la tarea. Por ejemplo: desplazarse, saltar y lanzar. La lógica sería: saltar, desplazarse y lanzar. La disociación, es hacer dos movimientos totalmente opuestos pero que son combinables, por ejemplo, puedes estar moviendo las caderas y al mismo tiempo aplaudir y estar parado en un pie, o en danza folklórica, la mujer es el ejemplo máximo de la disociación, puesto que ella zapatea a un ritmo, lleva un faldeo con ambas manos y al mismo tiempo va con la cara hacia el frente, o sea que utiliza su cuerpo en movimiento en diferente manera pero que es armónico. Otro ejemplo es: que tomes tu brazo derecho y escribas y con la otra mano toques las castañuelas, o con la izquierda haces un movimiento de giros y con la derecha otros movimientos diferentes, quizá en líneas parece difícil pero cuando tienes el cuerpo disciplinado, entonces lo harás. Durante los ejercicios de disociación de movimientos, es importante que el educador enfatice las instrucciones respecto a la posición estática general del cuerpo, el cual debe participar lo menos posible en los movimientos que efectúan las extremidades superiores o inferiores. 2. Lateralidad Con origen en la palabra francesa latéralité, el concepto de lateralidad hace referencia a la predilección que nace de manera espontánea en un ser vivo para utilizar con mayor frecuencia los órganos que se encuentra en el lado derecho o en el lado izquierdo del cuerpo. Se define como el predominio funcional de un hemicuerpo sobre el otro, que se manifiesta en ojo, mano y pie. Le Boulch (1982), la definió como "la traducción de una predominancia motriz llevada sobre los segmentos derechos o izquierdos y en relación con una aceleración de la maduración de los centros sensitivos - motores de uno de los segmentos cerebrales". El origen de la lateralidad, de todos modos, no se conoce con precisión. Los expertos creen que está vinculado a que el hemisferio cerebral izquierdo, que se encarga de ejercer control sobre el lado opuesto, es el predominante. Para poder detectar dicha lateralidad o simplemente para poder comprobar qué parte del cerebro y del cuerpo es la que predomina en una persona en concreto existen una serie de pruebas que se pueden llevar a cabo. Entre ellas destaca, por ejemplo, el conocido Test de Harris que se basa en que aquella lleve a cabo diez acciones diferentes. Clasificación En la literatura encontramos muchas clasificaciones semejantes con otros grupos o subgrupos, pero éstos son los cuatro grupos básicos que, por tónica general, reconocen todos los autores: Lateralidad diestra. Es aquella en la que se usa habitualmente el lado derecho de los miembros dobles (mono, pie, ojo y oído). Lateralidad zurda. Es aquella en la que se usa habitualmente el lado izquierdo de los miembros dobles. Lateralidad cruzada. Es cuando el predominio de la mano, pie, ojo u oído no se sitúan en el mismo lado del cuerpo que el resto. Hace referencia a cuando hay dominancia diestra de mano y pie; pero zurda de oído y ojo, por ejemplo Lateralidad ambidiestra o indefinida. Es cuando no hay predominancia de ninguno de los dos lados del cuerpo. se refiere a cuando se usa ambos lados (ojo, pie, mano, oído), con la misma habilidad y destreza. Lateralidad patológica. Se refiere al hecho de que un niño, a pesar de ser zurdo, tiene que hacerse diestro, debido por ejemplo, a una hemiplejia del lado izquierdo. Lateralidad en los niños A los 7 años se distingue perfectamente entre izquierda y derecha, aunque desde los 5 años la distinguen por referencias como pulseras, reloj. Entre los 8 y los 11 años la puede señalar en el observador (lateralidad cruzada) y a los 12 en el espejo. Sobre los 5 ó 6 años, el niño es capaz de reconocer la derecha y la izquierda en su persona. Entre los 8 y los 11 años puede trasladar esta orientación a las demás personas o cosas. Sobre los 12 años, es capaz de reconocerlo en el espejo. Existe un período entre los 0 y 4 años en el que el niño necesita estimular habilidades motoras y funcionales semejantes en ambos lados corporales para que, llegada la etapa de lateralización, pueda desarrollarla correctamente. La fase final de este aprendizaje se consigue entre los 7 y 10 años. Así, si un bebé voltea más de un lado se le anima a hacerlo del otro también y si un niño de dos años coge un lápiz con la izquierda no se le da ninguna importancia diagnóstica porque no es la época en que tiene que aprender a usarlo. Modificar la preferencia lateral del niño, resulta totalmente contraproducente y pudiera acarrear efectos nocivos sobre su desarrollo psicomotor. Si el niño no presentara ningún problema en relación con el establecimiento de la lateralidad, se aconseja no intervenir. La lateralidad en el ámbito de la educación psicomotriz, constituye la brújula del esquema corporal y según Le Boulch, se manifiesta en la realización de las praxias y se consolida normalmente, por la práctica de ejercicios de coordinación global y los juegos. Para un adecuado aprendizaje de la lectura y la escritura, resulta imprescindible que el niño tenga establecido la noción espacial de derecha-izquierda, unido al reconocimiento de las formas. Como identificar dominancia La dominancia ocular puede determinarse, observando qué ojo utiliza el niño para mirar por un caleidoscopio o un tubo, mirar con una lupa, mirar a través de un papel con un agujero, simular hacer una foto, apuntar con un rifle de juguete, etc. La dominancia de oído puede explorarse, aplicando el oído para ver si se oye algo (el tictac del reloj por ejemplo), escuchar a través de una puerta, volverse al oír hablar bajito, etc. La dominancia manual, puede explorarse muy fácilmente, cuando por ejemplo, se da cuerda a un reloj o juguete, peinarse, cepillarse los dientes, enroscar y desenroscar la tapa de un frasco, hacer trazos con un lápiz, coger la cuchara para comer, o el jarro para tomar, repartir las cartas, enrollar un hilo en un carrete, golpear un clavo con un martillo de juguete, recortar con tijeras, llamar a una puerta, limpiarse la nariz, etc. A nivel podálico puede determinarse, observando que pie usa espontáneamente para simular matar una cucaracha de un pisotón, patear una pelota, saltar a la pata coja, etc. 3. Sincinesias Las sincinesias son movimientos involuntarios e inconscientes, que se producen cuando se realizan otros movimientos voluntarios, y que son conocidos como movimientos parásitos o asociados, debido a que la realización de un movimiento genera la realización de otro involuntario asociado. ` Del griego = syn (con) y kinesis(acción de ponerse en movimiento). Los podemos distinguir de los reflejos porque su origen está condicionado por otro movimiento voluntario. En las personas adultas este tipo de movimientos se generan por una lesión neurológica, pero en lactantes estos movimientos son normales hasta cierta edad de desarrollo motor. Sin embargo, es oportuno señalar, que las sincinesias son un fenómeno natural en el desarrollo del niño, cuyo número e intensidad, disminuye con la maduración. Por tanto, cuanto mayor es el niño, más difícil resulta observarlas. Aproximadamente hasta los tres años de edad, los movimientos más simples del niño, se acompañan de movimientos asociados e inútiles. Algunas sincinesias, nos acompañan durante toda la vida, un ejemplo representativo de esto, es el movimiento de las extremidades superiores, que acompaña la marcha bípeda. Otras sincinesias, aparecen únicamente en momentos de tensión o de especial concentración. Así, la lengua proyectada entre los labios, mientras se realiza una actividad manual que necesita una alta concentración es un buen ejemplo. En situaciones de agresión cerebral, particularmente si hay afectación de la vía piramidal, las sincinesias pueden reaparecer. Clasificación Ajuriaguerra, J. (1976), ha distinguido dos formas de sincinesia: Sincinesias de reproducción o imitación: movimientos involuntarios del miembro opuesto pasivo, que imita exactamente el movimiento inductor; son normales hasta los 12 años de edad. Sincinesias tónicas: movimientos involuntarios de tensión del miembro pasivo, que se difunden a menudo a través del eje vertical (movimientos bucofaciales importantes cuando se mueven las manos y movimientos de los brazos cuando se mueven los miembros inferiores). Otra clasificación es: Como identificar la sincinesia Algunos movimientos útiles para explorar presencia y persistencia de la sincinesia son citados de Connolly y Stratton (1968), por Fernández Alvarez (1997): Hacer movimientos de marioneta con una mano, mientras la otra permanece a lo largo del tronco. Marcha sobre la punta de los pies. Marcha sobre los talones. Marcha sobre los bordes externos de los pies. De pie, con los pies juntos y paralelos: separarlos y reunirlos. El examinador prestará atención a la postura y actividad de las extremidades superiores (previamente se le indicará al niño que mantenga los brazos a los lados del tronco). Se observará si la postura de las manos es simétrica o no, si adoptan una hiperextensión o hiperflexión sobre el antebrazo, así como la posición de los dedos. Una extremada rigidez en la postura, es signo de exageración de sincinesias. 4. Paratonías La paratonía, término acuñado por Dupré en 1911, e incluido por este autor dentro del síndrome de debilidad motriz, fue considerado como una incapacidad o dificultad de relajación del músculo, ligada a factores orgánicos y emocionales. Vayer consideró que no se trata tanto de una anomalía del tono muscular fisiológico, sino más bien a un trastorno persistente en la relación "con el otro". Imposibilidad o gran dificultad de relajación muscular activa. Al igual que ocurre con las sincinesias, las paratonías pueden ser patológicas. Clasificación En el ámbito de la psicomotricidad, se diferencian dos tipos de paratonía, distinguidos por Berges y Bounes (1977): Una paratonía de fondo, o falta de flexibilidad tónica. Se da una inhibición por híper control. Encontramos un niño con un estado tensional considerable. Esta paratonía representa una defensa contra las fantasías de desarticulación, es una manera de tener su cuerpo armado. Una paratonía de acción, o verdadero frenaje tónico. Puede existir una dualidad de comportamientos, pueden comportarse en el hogar como niños dominantes o autoritarios y fuera del hogar, como niños sumisos, aislados y que rehúsan las actividades sociales. El movimiento es limitado, pudiendo existir dificultades práxicas. Características Torpeza de movimientos (realiza pocos movimiento y le falta fuerza al realizarlos. Se nota un “lentecimiento” en el desarrollo normal pudiendo ser parciales o totales reversiblemente. Disminución de sensibilidad vibratoria en los pies Trastornos en el área de la conducta, la motricidad y el lenguaje Dificultad en el área del grafismo y de la construcción. Niños que se caen frecuentemente Usan instrumento de forma inadecuada (tenedor, lápiz, tijera, etc). Tiene torpeza para reproducir movimientos al mostrárselos y para imitar gestos. Como identificar Paratonías “Maniobra de Barré”. El examinador mueve cada extremidad en sus distintas articulaciones con movimientos de rotación, flexión, extensión. “Maniobra de Mingazzini”. El paciente está en decúbito dorsal y le hacemos levantar las piernas, las ponemos con una ligera flexión. Si hay un déficit en una pierna, ésta va cayendo más que la otra. “Maniobra de Romberg”. Mantener el equilibrio con los ojos abiertos y luego cerradas. Prueba talón-rodilla: Decúbito dorsal con el talón en una pierna reseguir la otra pierna hasta la rodilla. Prueba índice- nariz: Con los índices de cada mano tocar la punta de la nariz alternativamente con ojos abiertos El fenómeno del rebote de Gordon Holmes: con el niño sentado, el examinador le ordenará que haga fuerza para flexionar el antebrazo sobre el brazo, venciendo la resistencia de la mano del examinador. Tratamiento Enviarlo al área de psicomotricidad, para la realización de ejercicios de relajación. Realizar ejercicios dentro del aula del espacio-temporal, para apoyar al desarrollo y dominio de su cuerpo. Realizar terapias continuas en conjunto con los padres o una persona cercana, pues esto es un problema relacionado con el hogar 5. Tono Muscular El tono muscular, es un estado permanente de contracción parcial, pasiva y continua en el que se encuentran los músculos. Durante el periodo de sueño el tono muscular se reduce por lo que el cuerpo está más relajado y durante las horas de vigilia se incrementa lo necesario para mantener la postura corporal adecuada para cada movimiento que se realiza. Evolución del Tono Muscular Al nacer, presencia de una hipertonía fisiológica de las extremidades, debido a la posición fetal, por ese motivo presenta una postura característica en flexión de los brazos y las piernas. Entre los 2 a 6 meses se da una disminución el tono muscular empezando de la cabeza y siguiendo por los brazos, lo que le permite una mayor libertad de movimiento de estas partes. A los seis meses se produce un aumento del tono del tronco permitiendo la incorporación de la posición sentada. Llegando al año, el tono muscular del cuello, columna y miembros inferiores se encuentran lo suficientemente desarrollados para dar inicio a la posición de pie. Es a partir del año, que el control del tono se irá incrementando obteniendo mayor control en la postura para finalmente lograr el control total de su cuerpo entre los 8 y 10 años, cuando el tono muscular se encuentra completamente desarrollado. Importancia del Tono Muscular Permite una adecuada succión y masticación, necesarias para la alimentación del niño desde el nacimiento. Facilita la emisión de sonidos, base para el desarrollo del habla y el lenguaje. Estimula los músculos faciales, permitiendo la realización de gestos y muecas, que son medios para expresar emociones. Posibilita la elevación de los párpados y la movilidad de los ojos, necesarios para la exploración del entorno y más adelante para la lectura. Es indispensable para adquirir las posturas y los movimientos necesarios que llevan al logro de la marcha. Permite una evolución adecuada de la lectoescritura. Por tratarse de una función cognitiva, se encuentra íntimamente ligada a la atención, por lo tanto influye en los procesos de aprendizaje. Alteraciones del Tono Muscular Entre los trastornos más comunes tenemos la Hipotonía y la Hipertonía: La Hipotonía es la disminución del tono muscular, aquí los músculos mantienen un estado de flacidez. Hipertonía es todo lo contrario, el aumento anormal del tono muscular que produce un estado de rigidez en los músculos. Eutonía es un estado que consiste en tener las partes del cuerpo en grado óptimo de tensión muscular, en relación con la acción que el individuo se propone. Diferencia entre Hipotonía e Hipertonía HIPOTONÍA Disminución o falta de movimiento. Debilidad Muscular. Cuello y extremidades extremadamente relajadas. Movilidad articular desordenada. HIPERTONÍA Movimientos descontrolados. Aumento de la resistencia muscular. Cuello tenso y extremidades flexionadas o rígidas. Marcha en tijeras y de puntillas. Acciones para Educar el Tono Muscular 1. Sentar al niño, con las piernas abiertas, delante de un bastón y pedir que la tome de los extremos con los pies o con los dedos. 2. Colocar al niño de rodillas y entregarle una pelota, la cual deberá mover con las manos, sin perderla de vista (alejarla, acercarla, hacia un lado y al otro). 3. El niño en el suelo boca abajo, imagina que están nadando moviendo sólo las piernas. Primero de forma alternada y luego las dos juntas. Hacer lo mismo con los brazos. Después se repetirá el ejercicio estando boca arriba. 4. Inventar una historia sobre la selva, en la cual se va encontrando con diferentes animales que deberá imitar. 5. El niño imaginará que es una marioneta, y tendrá que imitar todo lo que hace el adulto. 6. Realizar actividades que proporcionen al niño el máximo de sensaciones posibles, en diversas posiciones. 7. Realizar juegos tranquilos que le permita estar en una actitud estática y juegos de movimiento que propicien una actitud dinámica. 8. Ir incrementando el grado de dificultad de las actividades, permitiéndole adoptar diferentes niveles de tensión muscular.