DERECHO DE FAMILIA Temas: Alimentos entre conyugues divorciados Divorcio y separación de cuerpos causal octava Demanda de reconvención Presentado a: xxxxxxx Presentado por: Seidy Katerine Figueroa Bogotá, octubre de 2019 La palabra matrimonio proviene de la derivación de la expresión “matris munium “ del latín matris que significase (madre) y monium que significase (gravamen o cuidado), es entonces que se ha tratado de expresar (el cuidado de la madre por el marido/padre) y por lo tanto se llegó a considerar que la madre era quien realmente contribuía de forma definitiva en la formación y crianza de los hijos contraídos por una pareja. De las tantas y posibles derivaciones, también se puede mencionar la que provendría de "matreum muniens", figurando la idea de defensa y protección de la madre, para con sus hijos, involucrando obligaciones inherentes del hombre hacia la madre de sus hijos, su esposa. La palabra Matrimonio tiene un origen similar a patrimonio, formado del pater (padre) y el sufijo monium. El patrimonio refleja los bienes adquiridos por herencia, mientras que matrimonio refleja la unión entre marido y mujer. Para una comprensión más amplia de la expresión "matrimonio" en su aspecto etimológico en muchas de las lenguas romances se debe tener en cuenta el concepto del contrato de matrimonio considerado por el Derecho Romano, que tiene su fundamento en la idea de que la posibilidad de ser madre, que la naturaleza da a la mujer, la llevase a procrear una familia como su principal propósito. El origen etimológico de la palabra matrimonio como denominación de la institución bajo ese nombre no es claro del todo en estos tiempos, debido a la relación de origen entre términos como matrimonio y patrimonio que no solo indicaría el sentido general con el que se desarrollan dichos vínculos sociales entre nosotros, sino que del mismo modo al tratarse de la unión de un hombre y una mujer concretado a través de algunos de los ritos, o trámites legales. Debemos añadir que cada vez más estados han aceptado el matrimonio entre personas del mismo sexo con lo que esta unión conyugal ha dejado de ser patrimonio de la heterosexualidad. Tradicionalmente el matrimonio exige la pertenencia de cada contrayente a uno de ambos sexos, de manera que un hombre y una mujer son los únicos que, en principio, pueden contraer matrimonio. Este principio está siendo modificado en algunos países en favor del principio de igualdad, a fin de reconocer la paridad de derechos y obligaciones entre hombre y mujer y extender los beneficios que implica la institución del matrimonio a parejas formadas por personas del mismo sexo. Es posible diferenciar, al menos en el mundo occidental, entre dos grandes tipos de matrimonio: el matrimonio civil que se concreta frente a una autoridad estatal competente y el matrimonio religioso (que legitima la unión ante los ojos de Dios). Para la Iglesia Católica, el matrimonio es un sacramento y una institución cuya esencia está en la creación divina del hombre y la mujer. El matrimonio católico es perpetuo: no puede romperse según los preceptos religiosos (a diferencia del matrimonio civil, donde existe el divorcio). Una persona separada, por lo tanto, no podrá volver a casarse por la Iglesia católica. Teniendo en cuenta la relevancia que representa el Derecho de Familia para la vida en sociedad, en conjunto con las normas que regulan la institución de la familia, y El estado como ente regulador de la sociedad, es importante destacar que este, está encargado de velar, resguardar y proteger a todos los miembros de la familia a partir de las obligaciones, deberes y derechos de las personas que la integran. La posición que han tenido las cortes sobre los temas referentes a los derechos y las obligaciones entre los conyugues, los alimentos entre cónyuges, el divorcio y la separación de cuerpos y sus efectos jurídicos, en todos los casos se puede determinar que el estado debe velar por proteger los derechos de las personas que integran el núcleo familiar, en especial las que se encuentran en un estado de indefensión manifiesta, especialmente aquellas personas que por su condición económica, física o mental se encuentren en circunstancia de debilidad. como los hijos menores de edad, o el cónyuge que depende económicamente del otro. Debido que el estado social de derecho se rige por la constitución política, donde se encuentran consignados los derechos fundamentales como la vida y la salud y la igualdad. Si bien es cierto que el matrimonio es un contrato civil, priman por encima de este los derechos fundamentales de cada miembro de la familia y para esto el juez deberá analizar cada caso en concreto de tiempo modo y lugar para proteger si es necesario cualquier vulneración de un derecho fundamental que se pueda ver amenazado con la ruptura matrimonial. Se procura en todo caso ceñirse a los origines primarios que dieron comienzo al objeto común de crear un vínculo conyugal entre sus miembros, estos, reconocidos socialmente ya sea por medio de disposiciones jurídicas o por la vía de los usos y las costumbres. Se procura entonces conservar y dar cumplimiento a las obligaciones y derechos fijados por las normas legales. Concertamos analizar propiamente y en orden con el ánimo de preservar el concepto jurídico y practico de la familia. Tal como hace referencia el código civil colombiano en el Título IV acerca del Matrimonio en el ARTICULO 113, donde se define el matrimonio como un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen con el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse mutuamente. En el Marco constitucional y desarrollo jurisprudencial la *Sentencia T-070/15 proferida por el magistrado LUIS ERNESTO VARGAS SILVAPodemos encontrar que La Constitución Política de Colombia, establece en su artículo 42, que la familia puede constituirse por medio de vínculos naturales o jurídicos, mediante la determinación de dos personas de contraer matrimonio o por la voluntad libre y responsable de conformarla. Así mismo, la Carta Política señala que dicha institución, es el núcleo básico de la sociedad, por lo que el Estado y la Sociedad, deben garantizar su protección integral. CONCEPTO DE FAMILIA-Jurisprudencia constitucional/FAMILIAEvolución del concepto: La Corte ha dicho que se entiende por familia, “aquella comunidad de personas emparentadas entre sí por vínculos naturales o jurídicos, que funda su existencia en el amor, el respeto y la solidaridad, y que se caracteriza por la unidad de vida o de destino que liga íntimamente a sus integrantes más próximos” Como se ha demostrado la familia conformada por los conyuges se regirá por el debido cumplimiento de los deberes y obligaciones del matrimonio: El lazo matrimonial es reconocido a nivel social, tanto a partir de normas jurídicas como por las costumbres. Al contraer matrimonio, los cónyuges adquieren diversos derechos y obligaciones. El matrimonio también legitima la filiación de los hijos que son procreados por sus miembros. En cuanto a derechos y deberes de los conyugues el contenido varía en función del ordenamiento jurídico de cada país, pero por lo general está impresa la obligación de vivir juntos, guardar fidelidad, socorrerse mutuamente, y ejercer conjuntamente potestades domésticas y la patria potestad sobre los hijos. De los deberes y obligaciones de los conyugues derivan de cada país de su propia concepción cultural e institucional la cual da forma en su legislación, y práctica jurídica. Como por ejemplo normas de la UE sobre las obligaciones de alimentos varían de un país a otro y la cuantía de la pensión no es la misma en todas partes. La «obligación de alimentos» es la cantidad que una persona paga a otra para satisfacer sus necesidades legítimas. Un requisito esencial para la concesión y duración de la obligación de alimentos, de conformidad con el Código Civil de la UE, es la existencia de una familia o una relación similar, ya sea conyugal, ex conyugal o de parentesco de línea directa, o una relación entre una pareja de hecho o una ex pareja de hecho de personas del mismo sexo. El Código Civil de la UE especifica, las personas que tienen la obligación de pagar alimentos y las que tienen derecho a percibir una pensión alimenticia de la siguiente manera: La pensión alimenticia entre cónyuges divorciados: surge si uno de los cónyuges divorciados es incapaz de hacer frente a sus necesidades y tal incapacidad se origina en el matrimonio y puede reclamarse de forma legítima al ex cónyuge, principalmente dependiendo de la edad o del estado de salud del cónyuge divorciado en el momento del divorcio o de la finalización del cuidado del hijo común de la pareja divorciada. La obligación cesa cuando el cónyuge beneficiario vuelve a contraer matrimonio o cuando transcurre el plazo establecido para el pago de la pensión alimenticia a favor del cónyuge divorciado (máximo de tres años). la obligación recíproca de alimentos entre los miembros de la pareja de hecho registrada. El alcance de la obligación de alimentos se establece de tal manera que garantice que el nivel de vida material y cultural de ambos miembros de la pareja sea prácticamente el mismo, la obligación de alimentos tras la disolución de la convivencia de los miembros de la pareja: la ex pareja que no sea capaz de hacer frente a sus necesidades puede reclamar al otro miembro de la pareja una contribución razonable en función de sus capacidades y situación económica. Si la parte que no contribuyera a la ruptura permanente de la unión se ve gravemente perjudicada por la disolución de la misma, puede obtener una pensión alimenticia durante un periodo de tres años por la misma cantidad que hubiera percibido si la unión no se hubiera disuelto. La obligación de alimentos entre los miembros de la pareja está regulada por ley y no puede transferirse, sustituirse ni cederse por adelantado. Uno de los requisitos para conceder una obligación de alimentos, aplicable siempre que se cumpla tal obligación, es la coherencia con la moral pública. En Colombia el divorcio es la figura mediante la cual se disuelve el vínculo legal del matrimonio civil o cesan los efectos civiles del matrimonio religioso, y se interrumpe la sociedad matrimonial. El artículo 154 del código civil rotula las causales por las que se puede demandar el divorcio, entendiendo estas como las que puede citar quien procura el divorcio mediante dictamen legal: 1- Sostener relaciones sexuales extramatrimoniales de uno de los cónyuges. 2- El grave e injustificado incumplimiento por parte de alguno de los cónyuges de los deberes que la ley les impone como cónyuges y como padres. 3- Los ultrajes, el trato cruel y los maltratamientos de obra. 4- La embriaguez habitual de uno de los cónyuges. 5- El uso habitual de sustancias alucinógenas o estupefacientes, salvo prescripción médica. 6- Toda enfermedad o anormalidad grave e incurable, física o psíquica, de uno de los cónyuges, que ponga en peligro la salud mental o física del otro cónyuge e imposibilite la comunidad matrimonial. 7- Toda conducta de uno de los cónyuges tendientes a corromper o pervertir al otro, a un descendiente, o a personas que estén a su cuidado y convivan bajo el mismo techo. 8- La separación de cuerpos, judicial o de hecho, que haya perdurado por más de dos años. 9- El consentimiento de ambos cónyuges manifestado ante juez competente y reconocido por éste mediante sentencia. Basados en las causales el Cónyuge que se encuentra normalizado para realizar la solicitud o demandar el divorcio se sujetará al tipo de causal que fundamenta, pues estas se clasifican en dos grupos de causales: objetivas y subjetivas. Como podemos ver el l artículo 156 del código civil nos indica que «El divorcio sólo podrá ser demandado por el cónyuge que no haya dado lugar a los hechos que lo motivan», la jurisprudencia ha matizado esa limitación al clasificar los tipos de causales en objetivas y subjetivas. El Cónyuge legitimado para demandar el divorcio por causales objetivas: Según lo señala la Corte constitucional en sentencia C-985 de 2010, las causales objetivas de divorcio son las 6,8 y 9 y cualquiera de los cónyuges podría entonces alegarla. Estas causales tienen tres características importantes que la diferencian de las otras: - No tienen caducidad pues se pueden invocar en cualquier tiempo. - El juez no requiere valor la conducta que se alega. - Cualquiera de los cónyuges puede invocarlas. En estos casos o formas el conyugue culpable, si lo hay podrá solicitar el divorcio del mismo modo el inocente. El Cónyuge legitimado para demandar el divorcio por causales subjetivas: Las causales subjetivas se derivan del incumplimiento de las obligaciones o deberes de uno de los cónyuges, donde el incumplido tiene responsabilidad o culpa. En relación a lo anterior la Corte en la misma sentencia, señaló: «Por otra parte, las causales subjetivas se relacionan con el incumplimiento de los deberes conyugales y por ello pueden ser invocadas solamente por el cónyuge inocente dentro del término de caducidad previsto por el artículo 156 del Código Civil (…), con el fin de obtener el divorcio a modo de censura; por estas razones el divorcio al que dan lugar estas causales se denomina “divorcio sanción”. La ocurrencia de estas causales debe ser demostrada ante la jurisdicción y el cónyuge en contra de quien se invocan puede ejercer su derecho de defensa y demostrar que los hechos alegados no ocurrieron o que no fue el gestor de la conducta.» A este grupo podemos asociar las causales 1, 2, 3, 4, 5 y 7 antes señaladas. En el Divorcio alegando la causal número 8, por separación de cuerpos de hecho mayor a dos años es una de las causales para demandar el divorcio donde lo único que se requiere probar es que los cónyuges han estado separados por más de dos años, tiempo en el cual no ha existido ningún vínculo y los cónyuges no han cumplido con sus deberes y obligaciones. La separación no es solo de cuerpo sino que debe haber un abandono de las obligaciones y deberes, lo que implica que una pareja que debe separarse por motivos de trabajo durante más de dos años pero siguen actuando como pareja en la medida en que cada uno cumple con su obligación como apoyo económico, cuidado de los hijos, etc., no incurre en esta causa. Esta causal aplica cuando uno de los cónyuges abandona al otro y hace vida aparte dejando de cumplir con las obligaciones que le impone el matrimonio. La separación de cuerpos es una causal que puede ser utilizada de forma premeditada por uno de los cónyuges, la cual se configura por el solo paso del tiempo. Con esta causal el cónyuge culpable, que no puede invocar su propia culpa para conseguir el divorcio, entonces decide esperar que pasen los dos años para luego exigir judicialmente el divorcio y de esa manera superar la limitación que el impone su propia culpa para demandar el divorcio. Esto es relevante porque el cónyuge culpable de un divorcio puede ser condenado a pagar alimentos al cónyuge inocente, por lo que el cónyuge culpable, para evitar esa condena espera que pasen los dos años para invocar la separación de cuerpos como causal de divorcio, causal que por sí sola no permite condenar al cónyuge culpable en favor del inocente, pero esta maniobra puede ser contrarrestada en los términos que lo expone la Corte constitucional en sentencia C-1495 de 2000: «Empero, el hecho de que uno de los cónyuges, en ejercicio de su derecho a la intimidad, invoque una causal objetiva para acceder al divorcio, no lo faculta para disponer de los efectos patrimoniales de la disolución, de tal manera que, cuando el demandado lo solicita, el juez debe evaluar la responsabilidad de las partes en el resquebrajamiento de la vida en común, con miras a establecer las consecuencias patrimoniales. Lo anterior por cuanto es el inocente quien puede revocar las donaciones que por causa del matrimonio hubiere hecho al cónyuge culpable -artículo 162 C.C.-; y a favor de aquel y a cargo de quien dio lugar al rompimiento subsiste la obligación alimentaria, de tal manera que no pronunciarse respecto de la demanda de reconvención que inculpa al demandante, como omitir decidir respecto de su defensa, cuando este pronunciamiento se demanda para establecer las consecuencias patrimoniales de la disolución del vínculo, no solo resulta contrario al artículo 29 de la Constitución Política sino a los artículos 95 y 229 del mismo ordenamiento por cuanto, el primero obliga a todas las personas a respetar los derechos ajenos y a no abusar de los propios, y el segundo le garantiza a toda persona el acceso a un pronta y cumplida justicia.» Recordemos que la separación de cuerpos es una causal objetiva donde en principio no se evalúa la culpabilidad de uno y otro cónyuge, pero sí el inocente lo exige en una demanda de reconvención, el juez debe hacer esa valoración para reconocer los efectos patrimoniales de la culpabilidad de quien invoca el divorcio por esta causa, tal como lo señala la Corte constitucional en la misma sentencia: «De tal manera que si la causa de divorcio tiene consecuencias patrimoniales, vinculadas con la culpabilidad de las partes, así el demandante opte por invocar una causal objetiva para acceder a la disolución del vínculo, el consorte demandado está en su derecho al exigir que se evalué la responsabilidad del demandante en la interrupción de la vida en común.» De no permitirse lo anterior, el cónyuge culpable terminaría defraudando los intereses del cónyuge inocente simplemente esperando que pase el tiempo para que se configure una causal que le permita escapar a la su obligación de indemnizar al cónyuge inocente. Igual criterio ha mantenido la Corte suprema de justicia como por ejemplo en sentencia de tutela 442 del 24 de enero de 2019, donde señaló: «En apoyo a lo resuelto por el sentenciador acusado y en contraste con el reproche de desconocimiento del precedente aludido por el actor para fundar el amparo, encuentra la Sala que los razonamientos esbozados por el tribunal siguen las directrices que en casos semejantes ha analizado la jurisprudencia constitucional, la cual devela no solo la posibilidad sino el deber del juez que conoce de los procesos de divorcio, en particular de aquellos en los que se invoca una causal objetiva como la separación de cuerpos de hecho por más de dos años, de auscultar los motivos reales y concretos que dieron lugar a la ruptura del matrimonio, a efectos de imponer las consecuencias de orden patrimonial a cargo de quien provocó el rompimiento de la unidad familiar.» Es claro cuando se pide el divorcio por separación de cuerpos por más de dos años, el juez tiene el deber de determinar la culpabilidad del cónyuge que de resultar probada, puede ser condenado al pago de la cuota alimentaria en favor del cónyuge abandonado o que no tuvo culpa en la separación por la que se solicita el divorcio. Separación de cuerpos como alternativa al divorcio por mutuo acuerdo. Cuando el divorcio por mutuo acuerdo no es posible, sólo queda tramitarlo por la vía judicial, pero ya vimos que tratándose de causales subjetivas, este solo puede solicitarlo el cónyuge inocente lo que implica que debe haber un cónyuge culpable, de manera que el cónyuge culpable no podrá conseguir el divorcio de ninguna manera, excepto si se configura la causal de la separación cuerpos. Entonces, cuando el cónyuge que debe dar el divorcio se niega a darlo por la razón que sea, el que quiere el divorcio, sea culpable o no, tiene como alternativa la separación de cuerpos por más de dos años, es decir, debe abandonar el hogar por ese tiempo y así quedar habilitado para solicitar el divorcio. Pero esta alternativa o estrategia, como antes mencionada y muy usada, no necesariamente exime al cónyuge culpable de su obligación de indemnizar al cónyuge inocente, reclamación que debe hacer el cónyuge inocente que ha sido demandado para buscar que se realicen las investigaciones pertinentes y se determine si tiene lugar o no el divorcio, con la imposición de una manutención al ex conyugue, si este no reclamara el juez no tendría porque asignarla ya que no es posible entregar mas allá de la solicitudes expuestas o sugeridas en la contrademanda. Respecto a las obligaciones de los cónyuges dice el artículo 176 del código civil: «Los cónyuges están obligados a guardarse fe, a socorrerse y ayudarse mutuamente, en todas las circunstancias de la vida.» Son tomados como los dos mandamientos legales civiles que recapitulan posiblemente todos los deberes naturales que se tienen entre si los cónyuges. Conclusiones: La causal 8 del Artículo 145 del Código del civil Colombiano objeto de estudio, la define como la separación de cuerpos, judicial o de hecho que haya perdurado por más de dos años. Entendiendo la separación de cuerpos como la interrupción de la vida en común, de pareja o de la sociedad conyugal, sin que alguno de los miembros suplique a la administración de justicia su voluntad de dar por terminado el contrato de matrimonio como por ejemplo cuando alguno de los conyugues por voluntad propia decide abandonar a su pareja, en este caso donde nos hallaríamos frente a una separación de cuerpos por vía de hecho cabe resaltar que debe mediar la voluntad, caso contrario podría suceder en los casos se secuestró en donde no media la voluntad , figura que fue creada por el legislador para buscar una reconciliación de la pareja sin que se haya realizado divorcio con el efecto jurídico de que el vínculo civil conyugal sigue vigente . Pudiendo acudir de común acuerdo los miembros de la sociedad ante el juez para manifestar su voluntad si la separación es de manera temporal indicando el termino o si por el contrario es de carácter indefinido cuyo término no puede superar un año o puede ser declarada en algunas circunstancias de manera oficiosa por el juez. La separación judicial se presenta cuando se utiliza el aparato jurisdiccional para dar por terminado el contrato o una vez se ha configurado la separación de cuerpos por vía de hecho cuyo objetivo principal es extinguir el vínculo social conyugal, una vez se configure la separación de cuerpos por un periodo de más de dos años el Juez podrá dar por terminado el contrato mediante sentencia judicial. La causal octava al ser una causal objetiva, es el principio de las cosas conocer desde el comienzo que ninguno de los conyugues es condenado al pago de alimentos debido a que el problema jurídico de esta causal no es determinar la conducta subjetiva del conyugue que causo la disolución de la sociedad conyugal. Esta postura que por línea jurisprudencial se había mantenido durante los últimos años en los fallos judiciales de las cortes Colombianas, sufrió una variación judicial debido a que la Corte Suprema de Justicia, determino que en los casos en los que el demandante dentro de sus pretensiones en la demanda , solicitara que se condenara en alimentos al demandante, el Juez ostenta la facultad o la posibilidad por iniciativa oficiosa en su pronunciamiento judicial frente a la causal octava causal objetiva , tener en cuenta también las causales subjetivas de quien dieron lugar al Divorcio para determinar las consecuencias patrimoniales no sin atender los medios probatorios , condiciones temporales , tiempo y espacio “ tiempo modo y lugar “ la gravedad la Litis con el fin de motivar adecuadamente y en derecho el fallo jurisprudencial cuyo efecto jurídico podrá terminar con una condena de alimentos . La necesidad del reconocimiento de alimentos en el estado social de derecho colombiano lo encontramos tipificado en el artículo 411 del código civil Colombiano para el Cónyuge o compañero permanente. Uno de los requisitos para que se pueda conceder el derecho a recibir alimentos al ex conyugue o ex compañero permanente es iniciar un procedimiento judicial mediante una demanda en reconvención , debido a que nuestro estado social de derecho en materia de familia es de manera rogada lo cual quiere decir que la resolución judicial del juez no puede fallar en ultra Petita no puede conceder más allá de lo que no se le ha Solicitado , si en la demanda no se solicitó alimentos o no se inició procedimiento para el reconocimiento de alimentos el juez no puede condenar . Por otro lado en la ley Colombiana se encuentra contemplado ahora y por sentencia de la Corte Suprema de Justicia a cargo del magistrado Luis Armando Tolosa el 17 de junio de 2019, que toda relación de pareja con ánimo de permanencia, es un contrato entre dos personas con el fin de vivir juntos, procrear y auxiliarse mutuamente, “su finalización por motivos personales morales o económicos puede ocasionar la prolongación de diferentes obligaciones, entre ellas las alimentarias, según se viene razonando a pesar de la extinción del vínculo familiar” Esto lo podemos ver en la sentencia proferida a una tutela interpuesta por una mujer que reclamó este tipo de apoyo económico a su expareja tras haber convivido durante más de 20 años, en una relación de tipo marital de hecho donde logró evidenciar la necesidad del mismo, ya que se encuentra en una situación de especial cuidado de salud. Los argumentos centrales del fallo, se refiere a que el apoyo lo pueden exigir cualquiera de las partes, aunque se haya dado culminación al vínculo de unión, siempre y cuando se evidencie la necesidad del mismo. También ha dejado muy claro los magistrados que votaron la ponencia por que no se debe tener en cuenta los motivos de la separación, más se debe tener siempre presente, las condiciones vitales, condiciones que garanticen la igualdad de cada uno de los integrantes de la familia, que no desmerezcan la vida en sociedad de cualquiera de los que componen esta sociedad conyugal, si fuere el caso. De esa manera podemos entre ver como el máximo tribunal equipara a las uniones maritales, con el matrimonio, ya que, a los ojos de la ley hay igualdad entre los derechos y las obligaciones del matrimonio y la unión marital de hecho, “dos estados civiles con pleno vigor, admitidos en plano de igualdad por la doctrina de esta Sala” al considerar que cuando finaliza una relación sentimental entre compañeros permanentes, no siempre “puede darse al traste con la pretensión alimentaria del desamparado”. En Europa, específicamente en Francia y en España, llaman a esta obligación como “solidaridad familiar; El término “solidaridad familiar” se refiere a las normas y prácticas de ayuda mutua entre los miembros de la familia. – La “solidaridad estructural” refiere al número de familiares próximos, cercanos, que podrían constituir oportunidades de intercambio de ayudas. Montserrat la Miniatra de saniada de Madrid, Epaña, destaca la "solidaridad" de la familia: "Nos ha permitido salir de unas de las peores crisis económicas" Subraya el "compromiso" del Gobierno con las políticas públicas en favor de las familia, como el empleo o la conciliación MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) - La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, ha destacado este miércoles en el Congreso la "solidaridad" y los "valores" que transmite la familia y que, en España han permitido, a su juicio, que se haya superado "una de las peores crisis económicas" que ha sufrido el país. Intentaremos hacer un llamado a la humanización del derecho, sobre todo al derecho familiar, el cual basa su objetivo particular como ya se ha hablado, en la prioridad de la preservación de la familia, de proteger su integridad y la de los seres que la conforman, de garantizar la permanencia en todo caso y el cuidado de sus derechos. De no desmejorar en ningún modo al otro, y por el contrario generar una conciencia por el otro, de respeto y conservación de los valores y principios familiares que mejoren la crianza y la convivencia en sociedad de las futuras generaciones, mucho más responsables de nuestros actos y decisiones de vida, las cuales repercutirán en todos los ambientes de la vida, de la sociedad y de las leyes que garantizan la persistencia de los derechos comunes, los cuales nos permitirán vivir en comunidades más sólidas en valores, con mayor seguridad y estabilidad. El propósito es que lleguemos a entender que socorrer al otro, y más a nuestra familia, o más aun a quien ha contribuido con tus propósitos de vida y de familia, no deberá ser un castigo y por el contrario, deberíamos aprender o apelar al principio de “Solidaridad familiar “ que se practica en UE, para que las familias sean en primera instancia las primeras empresas sólidas y seguras que briden o proporcionen mejoras a la economía de las sociedades. REFERENCIAS: De la corte Constitucional, año 2015, http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2015/t-070-15.htm De la corte suprema, año 2019 http://www.cortesuprema.gov.co/corte/wpcontent/uploads/prensa/11001020300020190059100.pdf (c) 2019 Europa Press