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MAESTRIA FAMILIA DIVORCIO

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DERECHO DE FAMILIA
Temas:
Alimentos entre conyugues divorciados
Divorcio y separación de cuerpos causal octava
Demanda de reconvención
Presentado a:
xxxxxxx
Presentado por:
Seidy Katerine Figueroa
Bogotá, octubre de 2019
La palabra matrimonio proviene de la derivación de la expresión “matris munium “ del latín
matris que significase (madre) y monium que significase (gravamen o cuidado), es entonces
que se ha tratado de expresar (el cuidado de la madre por el marido/padre) y por lo tanto se
llegó a considerar que la madre era quien realmente contribuía de forma definitiva en la
formación y crianza de los hijos contraídos por una pareja. De las tantas y posibles
derivaciones, también se puede mencionar la que provendría de "matreum muniens",
figurando la idea de defensa y protección de la madre, para con sus hijos, involucrando
obligaciones inherentes del hombre hacia la madre de sus hijos, su esposa.
La palabra Matrimonio tiene un origen similar a patrimonio, formado del pater (padre) y el
sufijo monium. El patrimonio refleja los bienes adquiridos por herencia, mientras que
matrimonio refleja la unión entre marido y mujer.
Para una comprensión más amplia de la expresión "matrimonio" en su aspecto etimológico
en muchas de las lenguas romances se debe tener en cuenta el concepto del contrato de
matrimonio considerado por el Derecho Romano, que tiene su fundamento en la idea de que
la posibilidad de ser madre, que la naturaleza da a la mujer, la llevase a procrear una familia
como su principal propósito.
El origen etimológico de la palabra matrimonio como denominación de la institución bajo
ese nombre no es claro del todo en estos tiempos, debido a la relación de origen entre
términos como matrimonio y patrimonio que no solo indicaría el sentido general con el que
se desarrollan dichos vínculos sociales entre nosotros, sino que del mismo modo al tratarse
de la unión de un hombre y una mujer concretado a través de algunos de los ritos, o trámites
legales. Debemos añadir que cada vez más estados han aceptado el matrimonio entre
personas del mismo sexo con lo que esta unión conyugal ha dejado de ser patrimonio de la
heterosexualidad.
Tradicionalmente el matrimonio exige la pertenencia de cada contrayente a uno de ambos
sexos, de manera que un hombre y una mujer son los únicos que, en principio, pueden
contraer matrimonio. Este principio está siendo modificado en algunos países en favor del
principio de igualdad, a fin de reconocer la paridad de derechos y obligaciones entre hombre
y mujer y extender los beneficios que implica la institución del matrimonio a parejas
formadas por personas del mismo sexo.
Es posible diferenciar, al menos en el mundo occidental, entre dos grandes tipos de
matrimonio: el matrimonio civil que se concreta frente a una autoridad estatal competente y
el matrimonio religioso (que legitima la unión ante los ojos de Dios).
Para la Iglesia Católica, el matrimonio es un sacramento y una institución cuya esencia está
en la creación divina del hombre y la mujer. El matrimonio católico es perpetuo: no puede
romperse según los preceptos religiosos (a diferencia del matrimonio civil, donde existe el
divorcio). Una persona separada, por lo tanto, no podrá volver a casarse por la Iglesia
católica.
Teniendo en cuenta la relevancia que representa el Derecho de Familia para la vida en
sociedad, en conjunto con las normas que regulan la institución de la familia, y El estado
como ente regulador de la sociedad, es importante destacar que este, está encargado de velar,
resguardar y proteger a todos los miembros de la familia a partir de las obligaciones, deberes
y derechos de las personas que la integran.
La posición que han tenido las cortes sobre los temas referentes a los derechos y las
obligaciones entre los conyugues, los alimentos entre cónyuges, el divorcio y la separación
de cuerpos y sus efectos jurídicos, en todos los casos se puede determinar que el estado debe
velar por proteger los derechos de las personas que integran el núcleo familiar, en especial
las que se encuentran en un estado de indefensión manifiesta, especialmente aquellas
personas que por su condición económica, física o mental se encuentren en circunstancia de
debilidad. como los hijos menores de edad, o el cónyuge que depende económicamente del
otro. Debido que el estado social de derecho se rige por la constitución política, donde se
encuentran consignados los derechos fundamentales como la vida y la salud y la igualdad.
Si bien es cierto que el matrimonio es un contrato civil, priman por encima de este los
derechos fundamentales de cada miembro de la familia y para esto el juez deberá analizar
cada caso en concreto de tiempo modo y lugar para proteger si es necesario cualquier
vulneración de un derecho fundamental que se pueda ver amenazado con la ruptura
matrimonial.
Se procura en todo caso ceñirse a los origines primarios que dieron comienzo al objeto común
de crear un vínculo conyugal entre sus miembros, estos, reconocidos socialmente ya sea por
medio de disposiciones jurídicas o por la vía de los usos y las costumbres. Se procura
entonces conservar y dar cumplimiento a las obligaciones y derechos fijados por las normas
legales.
Concertamos analizar propiamente y en orden con el ánimo de preservar el concepto jurídico
y practico de la familia.
Tal como hace referencia el código civil colombiano en el Título IV acerca del Matrimonio
en el ARTICULO 113, donde se define el matrimonio como un contrato solemne por el cual
un hombre y una mujer se unen con el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse
mutuamente.
En el Marco constitucional y desarrollo jurisprudencial la *Sentencia T-070/15 proferida por
el magistrado LUIS ERNESTO VARGAS SILVAPodemos encontrar que La Constitución Política de Colombia, establece en su artículo 42,
que la familia puede constituirse por medio de vínculos naturales o jurídicos, mediante la
determinación de dos personas de contraer matrimonio o por la voluntad libre y responsable
de conformarla. Así mismo, la Carta Política señala que dicha institución, es el núcleo básico
de la sociedad, por lo que el Estado y la Sociedad, deben garantizar su protección integral.
CONCEPTO DE FAMILIA-Jurisprudencia constitucional/FAMILIAEvolución del concepto: La Corte ha dicho que se entiende por familia, “aquella comunidad
de personas emparentadas entre sí por vínculos naturales o jurídicos, que funda su existencia
en el amor, el respeto y la solidaridad, y que se caracteriza por la unidad de vida o de destino
que liga íntimamente a sus integrantes más próximos”
Como se ha demostrado la familia conformada por los conyuges se regirá por el debido
cumplimiento de los deberes y obligaciones del matrimonio:
El lazo matrimonial es reconocido a nivel social, tanto a partir de normas jurídicas como por
las costumbres. Al contraer matrimonio, los cónyuges adquieren diversos derechos y
obligaciones. El matrimonio también legitima la filiación de los hijos que son procreados por
sus miembros.
En cuanto a derechos y deberes de los conyugues el contenido varía en función del
ordenamiento jurídico de cada país, pero por lo general está impresa la obligación de vivir
juntos, guardar fidelidad, socorrerse mutuamente, y ejercer conjuntamente potestades
domésticas y la patria potestad sobre los hijos.
De los deberes y obligaciones de los conyugues derivan de cada país de su propia concepción
cultural e institucional la cual da forma en su legislación, y práctica jurídica.
Como por ejemplo normas de la UE sobre las obligaciones de alimentos varían de un país a
otro y la cuantía de la pensión no es la misma en todas partes.
La «obligación de alimentos» es la cantidad que una persona paga a otra para satisfacer sus
necesidades legítimas. Un requisito esencial para la concesión y duración de la obligación de
alimentos, de conformidad con el Código Civil de la UE, es la existencia de una familia o
una relación similar, ya sea conyugal, ex conyugal o de parentesco de línea directa, o una
relación entre una pareja de hecho o una ex pareja de hecho de personas del mismo sexo.
El Código Civil de la UE especifica, las personas que tienen la obligación de pagar alimentos
y las que tienen derecho a percibir una pensión alimenticia de la siguiente manera:
La pensión alimenticia entre cónyuges divorciados: surge si uno de los cónyuges divorciados
es incapaz de hacer frente a sus necesidades y tal incapacidad se origina en el matrimonio y
puede reclamarse de forma legítima al ex cónyuge, principalmente dependiendo de la edad o
del estado de salud del cónyuge divorciado en el momento del divorcio o de la finalización
del cuidado del hijo común de la pareja divorciada. La obligación cesa cuando el cónyuge
beneficiario vuelve a contraer matrimonio o cuando transcurre el plazo establecido para el
pago de la pensión alimenticia a favor del cónyuge divorciado (máximo de tres años).
la obligación recíproca de alimentos entre los miembros de la pareja de hecho registrada. El
alcance de la obligación de alimentos se establece de tal manera que garantice que el nivel
de vida material y cultural de ambos miembros de la pareja sea prácticamente el mismo,
la obligación de alimentos tras la disolución de la convivencia de los miembros de la pareja:
la ex pareja que no sea capaz de hacer frente a sus necesidades puede reclamar al otro
miembro de la pareja una contribución razonable en función de sus capacidades y situación
económica. Si la parte que no contribuyera a la ruptura permanente de la unión se ve
gravemente perjudicada por la disolución de la misma, puede obtener una pensión alimenticia
durante un periodo de tres años por la misma cantidad que hubiera percibido si la unión no
se hubiera disuelto.
La obligación de alimentos entre los miembros de la pareja está regulada por ley y no puede
transferirse, sustituirse ni cederse por adelantado.
Uno de los requisitos para conceder una obligación de alimentos, aplicable siempre que se
cumpla tal obligación, es la coherencia con la moral pública.
En Colombia el divorcio es la figura mediante la cual se disuelve el vínculo legal del
matrimonio civil o cesan los efectos civiles del matrimonio religioso, y se interrumpe la
sociedad matrimonial.
El artículo 154 del código civil rotula las causales por las que se puede demandar el divorcio,
entendiendo estas como las que puede citar quien procura el divorcio mediante dictamen
legal:
1- Sostener relaciones sexuales extramatrimoniales de uno de los cónyuges.
2- El grave e injustificado incumplimiento por parte de alguno de los cónyuges de los
deberes que la ley les impone como cónyuges y como padres.
3- Los ultrajes, el trato cruel y los maltratamientos de obra.
4- La embriaguez habitual de uno de los cónyuges.
5- El uso habitual de sustancias alucinógenas o estupefacientes, salvo prescripción
médica.
6- Toda enfermedad o anormalidad grave e incurable, física o psíquica, de uno de los
cónyuges, que ponga en peligro la salud mental o física del otro cónyuge e
imposibilite la comunidad matrimonial.
7- Toda conducta de uno de los cónyuges tendientes a corromper o pervertir al otro, a
un descendiente, o a personas que estén a su cuidado y convivan bajo el mismo techo.
8- La separación de cuerpos, judicial o de hecho, que haya perdurado por más de
dos años.
9- El consentimiento de ambos cónyuges manifestado ante juez competente y
reconocido por éste mediante sentencia.
Basados en las causales el Cónyuge que se encuentra normalizado para realizar la solicitud
o demandar el divorcio se sujetará al tipo de causal que fundamenta, pues estas se clasifican
en dos grupos de causales: objetivas y subjetivas.
Como podemos ver el l artículo 156 del código civil nos indica que «El divorcio sólo podrá
ser demandado por el cónyuge que no haya dado lugar a los hechos que lo motivan», la
jurisprudencia ha matizado esa limitación al clasificar los tipos de causales en objetivas y
subjetivas.
El Cónyuge legitimado para demandar el divorcio por causales objetivas:
Según lo señala la Corte constitucional en sentencia C-985 de 2010, las causales objetivas de
divorcio son las 6,8 y 9 y cualquiera de los cónyuges podría entonces alegarla.
Estas causales tienen tres características importantes que la diferencian de las otras:
-
No tienen caducidad pues se pueden invocar en cualquier tiempo.
-
El juez no requiere valor la conducta que se alega.
-
Cualquiera de los cónyuges puede invocarlas.
En estos casos o formas el conyugue culpable, si lo hay podrá solicitar el divorcio del mismo
modo el inocente.
El Cónyuge legitimado para demandar el divorcio por causales subjetivas:
Las causales subjetivas se derivan del incumplimiento de las obligaciones o deberes de uno
de los cónyuges, donde el incumplido tiene responsabilidad o culpa.
En relación a lo anterior la Corte en la misma sentencia, señaló:
«Por otra parte, las causales subjetivas se relacionan con el incumplimiento de los deberes
conyugales y por ello pueden ser invocadas solamente por el cónyuge inocente dentro del
término de caducidad previsto por el artículo 156 del Código Civil (…), con el fin de obtener
el divorcio a modo de censura; por estas razones el divorcio al que dan lugar estas causales
se denomina “divorcio sanción”. La ocurrencia de estas causales debe ser demostrada ante
la jurisdicción y el cónyuge en contra de quien se invocan puede ejercer su derecho de
defensa y demostrar que los hechos alegados no ocurrieron o que no fue el gestor de la
conducta.»
A este grupo podemos asociar las causales 1, 2, 3, 4, 5 y 7 antes señaladas.
En el Divorcio alegando la causal número 8, por separación de cuerpos de hecho mayor a
dos años es una de las causales para demandar el divorcio donde lo único que se requiere
probar es que los cónyuges han estado separados por más de dos años, tiempo en el cual no
ha existido ningún vínculo y los cónyuges no han cumplido con sus deberes y obligaciones.
La separación no es solo de cuerpo sino que debe haber un abandono de las obligaciones y
deberes, lo que implica que una pareja que debe separarse por motivos de trabajo durante
más de dos años pero siguen actuando como pareja en la medida en que cada uno cumple con
su obligación como apoyo económico, cuidado de los hijos, etc., no incurre en esta causa.
Esta causal aplica cuando uno de los cónyuges abandona al otro y hace vida aparte dejando
de cumplir con las obligaciones que le impone el matrimonio.
La separación de cuerpos es una causal que puede ser utilizada de forma premeditada por
uno de los cónyuges, la cual se configura por el solo paso del tiempo.
Con esta causal el cónyuge culpable, que no puede invocar su propia culpa para conseguir el
divorcio, entonces decide esperar que pasen los dos años para luego exigir judicialmente el
divorcio y de esa manera superar la limitación que el impone su propia culpa para demandar
el divorcio.
Esto es relevante porque el cónyuge culpable de un divorcio puede ser condenado a pagar
alimentos al cónyuge inocente, por lo que el cónyuge culpable, para evitar esa condena espera
que pasen los dos años para invocar la separación de cuerpos como causal de divorcio, causal
que por sí sola no permite condenar al cónyuge culpable en favor del inocente, pero esta
maniobra puede ser contrarrestada en los términos que lo expone la Corte constitucional en
sentencia C-1495 de 2000:
«Empero, el hecho de que uno de los cónyuges, en ejercicio de su derecho a la intimidad,
invoque una causal objetiva para acceder al divorcio, no lo faculta para disponer de los
efectos patrimoniales de la disolución, de tal manera que, cuando el demandado lo solicita,
el juez debe evaluar la responsabilidad de las partes en el resquebrajamiento de la vida en
común, con miras a establecer las consecuencias patrimoniales.
Lo anterior por cuanto es el inocente quien puede revocar las donaciones que por causa del
matrimonio hubiere hecho al cónyuge culpable -artículo 162 C.C.-; y a favor de aquel y a
cargo de quien dio lugar al rompimiento subsiste la obligación alimentaria, de tal manera
que no pronunciarse respecto de la demanda de reconvención que inculpa al demandante,
como omitir decidir respecto de su defensa, cuando este pronunciamiento se demanda para
establecer las consecuencias patrimoniales de la disolución del vínculo, no solo resulta
contrario al artículo 29 de la Constitución Política sino a los artículos 95 y 229 del mismo
ordenamiento por cuanto, el primero obliga a todas las personas a respetar los derechos
ajenos y a no abusar de los propios, y el segundo le garantiza a toda persona el acceso a un
pronta y cumplida justicia.»
Recordemos que la separación de cuerpos es una causal objetiva donde en principio no se
evalúa la culpabilidad de uno y otro cónyuge, pero sí el inocente lo exige en una demanda de
reconvención, el juez debe hacer esa valoración para reconocer los efectos patrimoniales de
la culpabilidad de quien invoca el divorcio por esta causa, tal como lo señala la Corte
constitucional en la misma sentencia:
«De tal manera que si la causa de divorcio tiene consecuencias patrimoniales, vinculadas
con la culpabilidad de las partes, así el demandante opte por invocar una causal objetiva
para acceder a la disolución del vínculo, el consorte demandado está en su derecho al exigir
que se evalué la responsabilidad del demandante en la interrupción de la vida en común.»
De no permitirse lo anterior, el cónyuge culpable terminaría defraudando los intereses del
cónyuge inocente simplemente esperando que pase el tiempo para que se configure una
causal que le permita escapar a la su obligación de indemnizar al cónyuge inocente.
Igual criterio ha mantenido la Corte suprema de justicia como por ejemplo en sentencia de
tutela 442 del 24 de enero de 2019, donde señaló:
«En apoyo a lo resuelto por el sentenciador acusado y en contraste con el reproche de
desconocimiento del precedente aludido por el actor para fundar el amparo, encuentra la
Sala que los razonamientos esbozados por el tribunal siguen las directrices que en casos
semejantes ha analizado la jurisprudencia constitucional, la cual devela no solo la
posibilidad sino el deber del juez que conoce de los procesos de divorcio, en particular de
aquellos en los que se invoca una causal objetiva como la separación de cuerpos de hecho
por más de dos años, de auscultar los motivos reales y concretos que dieron lugar a la
ruptura del matrimonio, a efectos de imponer las consecuencias de orden patrimonial a
cargo de quien provocó el rompimiento de la unidad familiar.»
Es claro cuando se pide el divorcio por separación de cuerpos por más de dos años, el juez
tiene el deber de determinar la culpabilidad del cónyuge que de resultar probada, puede ser
condenado al pago de la cuota alimentaria en favor del cónyuge abandonado o que no tuvo
culpa en la separación por la que se solicita el divorcio.
Separación de cuerpos como alternativa al divorcio por mutuo acuerdo.
Cuando el divorcio por mutuo acuerdo no es posible, sólo queda tramitarlo por la vía judicial,
pero ya vimos que tratándose de causales subjetivas, este solo puede solicitarlo el cónyuge
inocente lo que implica que debe haber un cónyuge culpable, de manera que el cónyuge
culpable no podrá conseguir el divorcio de ninguna manera, excepto si se configura la causal
de la separación cuerpos.
Entonces, cuando el cónyuge que debe dar el divorcio se niega a darlo por la razón que sea,
el que quiere el divorcio, sea culpable o no, tiene como alternativa la separación de cuerpos
por más de dos años, es decir, debe abandonar el hogar por ese tiempo y así quedar habilitado
para solicitar el divorcio.
Pero esta alternativa o estrategia, como antes mencionada y muy usada, no necesariamente
exime al cónyuge culpable de su obligación de indemnizar al cónyuge inocente, reclamación
que debe hacer el cónyuge inocente que ha sido demandado para buscar que se realicen las
investigaciones pertinentes y se determine si tiene lugar o no el divorcio, con la imposición
de una manutención al ex conyugue, si este no reclamara el juez no tendría porque asignarla
ya que no es posible entregar mas allá de la solicitudes expuestas o sugeridas en la
contrademanda.
Respecto a las obligaciones de los cónyuges dice el artículo 176 del código civil:
«Los cónyuges están obligados a guardarse fe, a socorrerse y ayudarse mutuamente, en
todas las circunstancias de la vida.»
Son tomados como los dos mandamientos legales civiles que recapitulan posiblemente todos
los deberes naturales que se tienen entre si los cónyuges.
Conclusiones:
La causal 8 del Artículo 145 del Código del civil Colombiano objeto de estudio, la define
como la separación de cuerpos, judicial o de hecho que haya perdurado por más de dos años.
Entendiendo la separación de cuerpos como la interrupción de la vida en común, de pareja o
de la sociedad conyugal, sin que alguno de los miembros suplique a la administración de
justicia su voluntad de dar por terminado el contrato de matrimonio como por ejemplo cuando
alguno de los conyugues por voluntad propia decide abandonar a su pareja, en este caso
donde nos hallaríamos frente a una separación de cuerpos por vía de hecho cabe resaltar que
debe mediar la voluntad, caso contrario podría suceder en los casos se secuestró en donde no
media la voluntad , figura que fue creada por el legislador para buscar una reconciliación
de la pareja sin que se haya realizado divorcio con el efecto jurídico de que el vínculo civil
conyugal sigue vigente . Pudiendo acudir de común acuerdo los miembros de la sociedad
ante el juez para manifestar su voluntad si la separación es de manera temporal indicando el
termino o si por el contrario es de carácter indefinido cuyo término no puede superar un año
o puede ser declarada en algunas circunstancias de manera oficiosa por el juez.
La separación judicial se presenta cuando se utiliza el aparato jurisdiccional para dar por
terminado el contrato o una vez se ha configurado la separación de cuerpos por vía de hecho
cuyo objetivo principal es extinguir el vínculo social conyugal, una vez se configure la
separación de cuerpos por un periodo de más de dos años el Juez podrá dar por terminado el
contrato mediante sentencia judicial.
La causal octava al ser una causal objetiva, es el principio de las cosas conocer desde el
comienzo que ninguno de los conyugues es condenado al pago de alimentos debido a que el
problema jurídico de esta causal no es determinar la conducta subjetiva del conyugue que
causo la disolución de la sociedad conyugal.
Esta postura que por línea jurisprudencial se había mantenido durante los últimos años en los
fallos judiciales de las cortes Colombianas, sufrió una variación judicial debido a que la Corte
Suprema de Justicia, determino que en los casos en los que el demandante dentro de sus
pretensiones en la demanda , solicitara que se condenara en alimentos al demandante, el Juez
ostenta la facultad o la posibilidad por iniciativa oficiosa en su pronunciamiento judicial
frente a la causal octava causal objetiva , tener en cuenta también las causales subjetivas de
quien dieron lugar al Divorcio para determinar las consecuencias patrimoniales no sin atender
los medios probatorios , condiciones temporales , tiempo y espacio “ tiempo modo y lugar “
la gravedad la Litis con el fin de motivar adecuadamente y en derecho el fallo jurisprudencial
cuyo efecto jurídico podrá terminar con una condena de alimentos .
La necesidad del reconocimiento de alimentos en el estado social de derecho colombiano lo
encontramos tipificado en el artículo 411 del código civil Colombiano para el Cónyuge o
compañero permanente.
Uno de los requisitos para que se pueda conceder el derecho a recibir alimentos al ex
conyugue o ex compañero permanente es iniciar un procedimiento judicial mediante una
demanda en reconvención , debido a que nuestro estado social de derecho en materia de
familia es de manera rogada lo cual quiere decir que la resolución judicial del juez no puede
fallar en ultra Petita no puede conceder más allá de lo que no se le ha Solicitado , si en la
demanda no se solicitó alimentos o no se inició procedimiento para el reconocimiento de
alimentos el juez no puede condenar .
Por otro lado en la ley Colombiana se encuentra contemplado ahora y por sentencia de la
Corte Suprema de Justicia a cargo del magistrado Luis Armando Tolosa el 17 de junio de
2019, que toda relación de pareja con ánimo de permanencia, es un contrato entre dos
personas con el fin de vivir juntos, procrear y auxiliarse mutuamente, “su finalización por
motivos personales morales o económicos puede ocasionar la prolongación de diferentes
obligaciones, entre ellas las alimentarias, según se viene razonando a pesar de la extinción
del vínculo familiar”
Esto lo podemos ver en la sentencia proferida a una tutela interpuesta por una mujer que
reclamó este tipo de apoyo económico a su expareja tras haber convivido durante más de 20
años, en una relación de tipo marital de hecho donde logró evidenciar la necesidad del mismo,
ya que se encuentra en una situación de especial cuidado de salud.
Los argumentos centrales del fallo, se refiere a que el apoyo lo pueden exigir cualquiera de
las partes, aunque se haya dado culminación al vínculo de unión, siempre y cuando se
evidencie la necesidad del mismo.
También ha dejado muy claro los magistrados que votaron la ponencia por que no se debe
tener en cuenta los motivos de la separación, más se debe tener siempre presente, las
condiciones vitales, condiciones que garanticen la igualdad de cada uno de los integrantes de
la familia, que no desmerezcan la vida en sociedad de cualquiera de los que componen esta
sociedad conyugal, si fuere el caso.
De esa manera podemos entre ver como el máximo tribunal equipara a las uniones maritales,
con el matrimonio, ya que, a los ojos de la ley hay igualdad entre los derechos y las
obligaciones del matrimonio y la unión marital de hecho, “dos estados civiles con pleno
vigor, admitidos en plano de igualdad por la doctrina de esta Sala” al considerar que cuando
finaliza una relación sentimental entre compañeros permanentes, no siempre “puede darse al
traste con la pretensión alimentaria del desamparado”.
En Europa, específicamente en Francia y en España, llaman a esta obligación como
“solidaridad familiar; El término “solidaridad familiar” se refiere a las normas y prácticas
de ayuda mutua entre los miembros de la familia. – La “solidaridad estructural” refiere al
número de familiares próximos, cercanos, que podrían constituir oportunidades de
intercambio de ayudas.
Montserrat la Miniatra de saniada de Madrid, Epaña, destaca la "solidaridad" de la familia:
"Nos ha permitido salir de unas de las peores crisis económicas"
Subraya el "compromiso" del Gobierno con las políticas públicas en favor de las familia,
como el empleo o la conciliación MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) - La ministra de
Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, ha destacado este miércoles en el
Congreso la "solidaridad" y los "valores" que transmite la familia y que, en España han
permitido, a su juicio, que se haya superado "una de las peores crisis económicas" que ha
sufrido el país.
Intentaremos hacer un llamado a la humanización del derecho, sobre todo al derecho
familiar, el cual basa su objetivo particular como ya se ha hablado, en la prioridad de la
preservación de la familia, de proteger su integridad y la de los seres que la conforman, de
garantizar la permanencia en todo caso y el cuidado de sus derechos.
De no desmejorar en ningún modo al otro, y por el contrario generar una conciencia por el
otro, de respeto y conservación de los valores y principios familiares que mejoren la crianza
y la convivencia en sociedad de las futuras generaciones, mucho más responsables de
nuestros actos y decisiones de vida, las cuales repercutirán en todos los ambientes de la vida,
de la sociedad y de las leyes que garantizan la persistencia de los derechos comunes, los
cuales nos permitirán vivir en comunidades más sólidas en valores, con mayor seguridad y
estabilidad.
El propósito es que lleguemos a entender que socorrer al otro, y más a nuestra familia, o más
aun a quien ha contribuido con tus propósitos de vida y de familia, no deberá ser un castigo
y por el contrario, deberíamos aprender o apelar al principio de “Solidaridad familiar “ que
se practica en UE, para que las familias sean en primera instancia las primeras empresas
sólidas y seguras que briden o proporcionen mejoras a la economía de las sociedades.
REFERENCIAS:
De la corte Constitucional, año 2015,
http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2015/t-070-15.htm
De la corte suprema, año 2019
http://www.cortesuprema.gov.co/corte/wpcontent/uploads/prensa/11001020300020190059100.pdf
(c) 2019 Europa Press
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