Henri de ToulouseLautrec 1864-1901 Juventud en Albi Nace en el seno de una familia aristocrática, y desde muy pequeño manifiesta un gran talento para el dibujo. Sus padres eran miembros de las familias nobles más antiguas de Francia. Con poco tiempo de diferencia, en 1878 y en 1879, sufrió dos fracturas de fémur que no se le curaron completamente debido a una debilidad ósea heredada. A consecuencia de ello, Toulouse-Lautrec no pasó de los 1,52 metros de altura y necesitó durante toda su vida un bastón para caminar. Su familia no superó fácilmente las repercusiones de este accidente, ya que a partir de este momento, su único hijo quedaba excluido de numerosas prácticas habituales de la vida aristocrática, como por ejemplo la carrera militar, la caza o los bailes. Además, las perspectivas de contraer matrimonio acorde a su condición social y las posibilidades de continuidad de la familia quedaron reducidas. Por su situación de hijo único, y por su necesidad constante de cuidados, su madre fue desde su más temprana infancia la persona más importante para Henri. Su padre era un hombre con fama de excéntrico, y a lo largo de su vida ordenó varios traslados de residencia, por lo que en la educación de Henri quedaron muchas lagunas. Un compañero de caza de su padre, el pintor de animales sordomudo René Princeteau, se fijó en el extraordinario talento artístico de Henri y recomendó a sus padres que fomentaran el don de su hijo. Primeras obras Ya a la edad de once años empezó a pintar al óleo siguiendo el ejemplo de sus tíos paternos. Estas pinturas representan temas de caza y caballería, motivados por la vida aristocrática de la familia y por la juventud pasada en el campo. La formación que recibió desde 1878 por parte de Princeteau influyó en la elección de motivos, y a su vez se ve influenciado por las obras del pintor romántico Eugène Delacroix. Tal como se desprende del Autorretrato (188283), en esta época Toulouse-Lautrec estaba interesado en la exploración de su personalidad. “La mirada, fatigada y desconcertada, delata el esfuerzo que le supone mantenerse en pie y despalzarse, y el convencimiento amargo de que no sería él, sino su enfermedad, lo que iba a determinar su vida… Así, el presente autorretrato muestra con claridad cómo la amargura llegó a convertirse en una parte integrante de su personalidad, y cómo, a pesar de su temperamento alegre, su defecto le iba a pesar durante toda la vida, como una sombra que intentaría expulsar tratándose a sí mismo con ironía” Llegada a París En 1882 se traslada a París a estudiar en el taller de León Bonnat. Se siente cautivado por el bullicio de la ciudad y por las escenas de la vida nocturna. Amigos y compañeros Entre sus amigos más íntimos estaban los pintores Henri Rachou, René Grenier, Adolphe Albert, Fraçois Gauzi y Louis Anquetin. Conoció a Van Gogh en el taller de Cormon y realizó un retrato de él en un café. Luego de un tiempo, dirige su atención hacia el arte vanguardista de Edgar Degas. El gran éxito conseguido con su pintura en El Moulin Rouge: la danza le anima a continuar trabajando en esta dirección. Su primer obra expuesta públicamente fue Cuadrilla sobre el sillón Luis XIII, la cual colgaba en un cabaret. Vida bohemia A partir de esta época, el consumo abundante de alcohol y las visitas asiduas a los burdeles ocuparon una parte importante de su vida. Moulin Rouge “Me lo he pasado bien. He experimentado una sensación de autoridad sobre mi taller que desconocía” Uno de los primeros carteles que diseñó Toulouse-Lautrec fue rápidamente un éxito absoluto y fue para la inauguración de El Moulin Rouge, el 5 de octubre de 1889. La época del teatro A partir de 1893, la atención de ToulouseLautrec se dirigió intensamente hacia el teatro y la opereta. El necesitaba cambios constantemente, ya que siempre estaba buscando nuevos estímulos y motivos. Hacia el final de su vida, Toulouse-Lautrec fue renunciando a las comodidades para poder dedicarse al arte por completo. A pesar de que su salud empeora cada día más por la sífilis y por el abuso del alcohol, Toulouse-Lautrec trabaja intensivamente elaborando pinturas, grabados e ilustraciones para libros y revistas. Progresivamente la creatividad de ToulouseLautrec se ve afectada por los excesos de su vida. Se suceden los conflictos con amigos y parientes, ya que en otoño de 1898 empieza a desarrollar una manía persecutoria que le aleja de su entorno. El carácter imprevisible de su comportamiento convierte al hombre sociable en un ser conflictivo. Los últimos años 1899-1901 Después de los primeros éxitos artísticos, Toulouse-Lautrec cae en una crisis física y psíquica. Se volvió cada vez más tiránico y nervioso en su comportamiento. En 1897 sufre un ataque de delirium tremens y presenta síntomas de paranoia, como el miedo a los microbios, que le hacía rociar su habitación entera con bencina. Esta evolución culminó en un ataque que sufrió en la calle a finales de febrero de 1899, a consecuencia del cual se rompió la clavícula. Por iniciativa de su primo y de su amigo el doctor, es internado en una clínica frenopática, y esto hace que se dé cuenta de la gravedad de su situación. Desesperado, intenta demostrar a los que le rodean que aún no está acabado artísticamente. Incluso le pide ayuda a su padre, quien no hizo caso de su súplica de sacarle de la clínica. Después de obtener el alta el 20 de mayo de 1899, y a pesar de las limitaciones que le causa su débil salud, sigue pintando hasta el día de su muerte; en sus últimas obras se observa una evolución de su producción anterior. Sin embargo, no le queda suficiente tiempo como para convertir en pinturas todas sus nuevas ideas. Cuando en invierno de 1900-1901 su salud empeora rápidamente, dispone su herencia y vuelve a casa de su madre. El 9 de setiembre de 1902 Toulouse-Lautrec muere, en presencia de sus padres y de su primo Gabriel.