Subido por Nicole Betancourt

trastorno negativista desafiante

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD RAFAÉL URDANETA
ESCUELA DE PSICOLOGIA
PSICOLOGÍA DEL ADOLESCENTE
TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE
Flores, Luz
Medina, Gabriela
Santeliz, Joalmarys
Maracaibo, Mayo de 2019.
TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE
1. DEFINICIÓN DEL TRASTORNO
Según el DSM-V (APA, 2014), el Trastorno Negativista Desafiante es un patrón recurrente de
comportamientos negativistas, oposicionistas, desafiantes, desobedientes y hostiles dirigidos a las
figuras de autoridad relacionadas al paciente, que, para ser diagnosticado, debe persistir por lo
menos durante seis meses de afección continua.
Cabe destacar, es necesario distinguir los criterios diagnósticos del trastorno mencionado
debido que puede ser similar a la conducta desarrollada por los adolescentes, sin embargo los
comportamientos oposicionistas de estos van al extremo de lo que se puede evidenciar en
adolescentes de su misma edad e incluso mayores. Es importante mencionar que dicha conducta
puede observarse o presentarse en el sujeto luego de un evento estresor el cual se tomaria como
detonante de dicha patologia.
2. ENFOQUES TEÓRICOS
Con la finalinidad de explicar las perspectivas existentes relacionadas al Trastorno Negativista
Desafiante (TND), es una necesidad apoyar lo que los enfoque refirieron:

Enfoque del desarrollo:
Sugiere que los problemas inician cuando la persona tiene entre uno y dos años y medio de
edad. Los niños y adolescentes que desarrollan el Trastorno Negativista Desafiante, pueden haber
tenido dificultades para aprender a separarse de su figura de apego primaria. Para la teoria del
apego los exponentes principales son Bowlby (1950) y Ainsworth (1970), quienes basan sus estudios
en los efectos producidos por la separación de un niño pequeño y su figura de apego (cuidador), en
el desarrollo del infante a lo largo de su periodo evolutivo y su personalidad, entrando entonces en la
mencionada patología.
En concordancia, dicha teoría establece que las experiencias del niño con el adulto,
repercuten considerablemente en la formación de las primeras estructuras cognitivas patológicas o
sanas, capaces de definir a futuro el comportamiento del infante.

Enfoque del aprendizaje
Refiere que las características del TND son actitudes aprendidas que reflejan efectos de las
técnicas de refuerzo negativo, empleadas por los padres y personas en posición de autoridad, para
modificar la conducta del niño encontrada como desagradable. Se considera que el empleo de
refuerzos negativos por parte de los padres incrementa la frecuencia e intensidad de los
comportamientos oposicionales, debido a que el infante obtiene así la atención, tiempo y
preocupación que desea recibir de las mencionadas figuras, incluso cuando las respuestas
consecuentes puedan acarrear repercusiones desagradables para sí.
En base a esto, Bandura (1977), establece la teoría del aprendizaje social o aprendizaje
vicario, la cual expone al aprendizaje como un proceso modelado de conductas que son
observables. De tal modo, señala que las personas aprenden a través de la observación y el
autocontrol.

Enfoque biológico
Refiere que en los niños con problemas de conducta existen factores hereditarios de tipo
neurofisiológico, psicofisiológico y bioquímico, que predisponen el accionar del paciente hacia las
reacciones inmaduras, regresivas y de baja tolerancia a la frustración. En continuidad, Olweus (1984)
refiere que la testosterona, tiene efectos directos en la tolerancia a la frustración, mientras que Brain
(1984), refuerza dicha teoría al encontrar niveles superiores de la mencionada hormona en la saliva
de adolescentes agresivos, por lo que se concluye que ciertos químicos corporales han de verse
relacionadas con la conducta agresiva, afectando zonas del cerebro como el hipotálamo, el cual se
encuentra estrechamente relacionado con la conducta agresiva.
Por otro lado, desde una perspectiva neuroanatómica se han generado numerosos estudios
con el fin de determinar la correlación de la mencionada patología con los trastornos del control de
impulsos. Burkes (2002), resume varios hallazgos significativos de la última década, al referirse a la
relación entre el lóbulo frontal y la agresión; de igual forma, el daño en la amígdala ocasiona la
incapacidad de suprimir la emoción negativa, por lo que la persona desemboca en conductas
violentas y desadaptativas en un intento por aminorar o contrarrestar el efecto de estímulos
estresores en sí.

Enfoque Cognitivo: Para esclarecer las causas psicológicas de la conducta
oposicionista, los teóricos cognoscitivos señalan que los síntomas pueden nacer debido a
deficiencias cognitivas que implican una insuficiencia para la adaptación del sujeto ante estímulos y a
la presencia de distorsiones cognitivas.
En cuanto a las distorsiones cognitivas, se hace mención al hecho de que los adolescentes
agresivos presentan una percepción social – cognitiva alterada, tras lo que interpretan los eventos de
un modo diferente a los no agresivos. Doge y Newman (1981), refuerzan tal idea señalando que
dichos sujetos son hipervigilantes y consideran señales inmediatas, especialmente si estas se
relacionan con la hostilidad, tras lo cual presentan la imposibilidad de analizar la situación para
planificar o inferir de una manera profunda y acertada, anticipando que será violento y subestimando
su propia agresividad, por lo que tienden a responder de manera desproporcional en muchos casos.
Al hablar del TND, los adolescentes muestran serias dificultades para reconocer y nombrar
sus sentimientos, por lo que tienden a sobre-generalizar y confundir el enojo con otros estados
afectivos como la tristeza, revelando una pobre capacidad para empatizar; cabe destacar, la empatía
inhibe la tendencia a agredir.

Enfoque psicodinámico
Esta teoría, indica que la agresividad e impulsividad de los adolescentes es un reflejo de la
tendencia oculta de sus padres a proyectar las necesidades, deseos, carencias, frustraciones y
rasgos inaceptables de su propia personalidad en ellos, por lo que, de tal modo, tal comportamiento
impredecible e incoherente, genera en el adolescente actitudes retadoras en miras de provocar la
reacción a la que tanto temen los padres. Symond (1939), afirma que la seguridad emocional del
niño deriva de los sentimientos, actitudes, necesidades y propósitos de los padres, pero solo si le
son abiertamente expresados por medio de palabras y acciones.
3. CAUSAS O ETIOLOGÍA
Al hacer referencia a las causas etiológicas del Trastorno Negativista Desafiante, es necesario
mencionar que la conducta oposicionista es una característica típica dentro del margen de lo normal
en ciertas etapas del desarrollo de la persona, como por ejemplo, en la niñez y adolescencia, debido
a que resulta idónea para asumir individualidad y establecer normas o controles internos sin la
necesidad de violentar a terceros o atentar contra la norma social ni la salud.
En concordancia, resulta erróneo el pretender que una teoría en singular englobe la etiología
del Trastorno Negativista Desafiante, ya que está influenciado por múltiples factores que se
encuentran, a su vez, interrelacionados, pudiendo funcionar como variables que actúan como causa
o como efecto. Existen claras evidencias de que la mencionada patología es moldeada y mantenida
por la naturaleza de los intercambios recíprocos producidos en el ambiente del adolescente. En
algunos, la sintomatología negativista puede aparecer como reacción a un accidente, enfermedad o
después de un evento traumático, así como también, en defensa contra sentimientos de incapacidad,
incompetencia, ansiedad, pérdida de autoestima o tendencias de sumisión.
En otro orden de ideas, para la Unidad de Salud Mental Infantil de Alicante, España, las
causas del TND obedecen aspectos multicausales, este enfoque fue asumido por Cecila Montiel en
Venezuela y otros especialistas del área:
Factores individuales
1. La genética, aunque menor que en otros trastornos psiquiátricos, queda claro la existencia de
una carga mayor en el sexo masculino y una carga familiar aumentada.
2. La presencia de retardo intelectual y problemas de aprendizaje, mediados por niveles altos de
impulsividad y tasas de fracaso académico y problemas de autoestima.
3. Los déficits de habilidades sociales (dificultades de interacción, distorsión en las relaciones
sociales de estos niños y adolescentes y relaciones conflictivas con figuras parentales).
Factores de riesgo familiar:
1. Estilo de crianza inadecuado (presencia de una pobre supervisión, disciplina, dura o errática,
inconsistencia entre los padres, rechazo del niño y a baja implicación parental).
2. Estado mental de las figuras parentales (presencia de depresión, ansiedad, consumo de
sustancias).
3. Vínculo Afectivo.
4. Problemas de Pareja.
5. Abuso emocional, físico o sexual (siendo este uno de los factores de riesgo más potentes para
el desarrollo de trastornos de conducta en la infancia).
Factores de riesgo del entorno
1. Clase social baja, ausencia de vivienda o vivienda en malas condiciones, pobreza, aislamiento
social.
2. Asociación con un grupo de iguales conflictivos.
3. Consumo de alcohol o drogas en etapas tempranas.
4. Zonas urbanas de mucha violencia.
Factores escolares
1. Escasa atención de profesores (énfasis en el rendimiento académico y no en las necesidades
e intereses de los estudiantes).
2. Conductas agresivas en la escuela.
3. Separación entre buenos y malos.
4. Inexistencia de las normas de convivencia.
4. CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DEL DSM-5:
Según lo expuesto por el Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales, en su
quinta edición actualizada en el 2014, se encuentran los siguientes criterios para el diagnóstico del
Trastorno Negativista Desafiante.
A. Un patrón de enfado/irritabilidad, discusiones/actitud desafiante o vengativa que dura por lo
menos seis meses, que se manifiesta por lo menos con cuatro síntomas de cualquiera de las
categorías siguientes y que se exhibe durante la interacción por lo menos con un individuo
que no sea un hermano.
Enfado/ Irritabilidad
1. A menudo pierde la calma.
2. A menudo esta susceptible o se molesta con facilidad.
3. A menudo está enfadado y resentido.
Discusiones/ Actitud desafiante
4. Discute a menudo con la autoridad o con los adultos, en el caso de los niños y los
adolescentes.
5. A menudo desafia activamente o rechaza satisfacer la petición por parte de figuras de
autoridad o normas.
6. A menudo molesta a los demás deliberadamente.
7. A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal comportamiento.
Vengativo
8. Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los últimos seis meses.
Nota: Se debe considerar la persistencia y la frecuencia de estos comportamientos para distinguir
los que se consideren dentro de los límites normales, de los sintomáticos. En los niños de menos de
cinco años el comportamiento debe aparecer casi todos los días durante un periodo de seis meses
por lo menos, a menos que se observe otra cosa (Criterio A8). En los niños de 5 años o más, el
comportamiento debe aparecer por lo menos una vez por semana durante al menos seis meses, a
menos que se observe otra cosa (Criterio A8). Si bien estos criterios de frecuencia se consideran el
grado mínimo orientativo para definir los síntomas, también se deben tener en cuenta otros factores,
por ejemplo, si la frecuencia y la intensidad de los comportamientos rebasan los límites de lo normal
para el grado de desarrollo del individuo, su sexo y su cultura.
B. Este trastorno del comportamiento va asociado a un malestar en el individuo o en otras
personas de su entorno social inmediato (es decir, familia, grupo de amigos, compañeros de
trabajo), o tiene un impacto negativo en las áreas social, educativa, profesional u otras
importantes.
C. Los comportamientos no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico,
un trastorno por consumo de sustancias, un trastorno depresivo o uno bipolar. Además, no se
cumplen los criterios de un trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo.
Especificar la gravedad:
Leve: Los síntomas se limitan a un entorno (En casa, en la escuela, en el trabajo o con los
compañeros).
Moderado: Algunos síntomas aparecen en dos entornos por lo menos.
Grave: Algunos síntomas aparecen en tres o más entornos por lo menos.
5.
SINTOMAS Y TRASTORNOS ASOCIADOS
A veces, es difícil reconocer la diferencia entre un niño de carácter fuerte o emocional y un niño
con trastorno negativista desafiante. Es normal observar una conducta negativista en ciertas etapas
del desarrollo de un niño.
Los signos del trastorno negativista desafiante, por lo general, comienzan durante los años
preescolares. A veces, el trastorno negativista desafiante puede manifestarse más tarde pero, casi
siempre, antes de los primeros años de la adolescencia. En algunos niños, es posible que los
síntomas primero se evidencien solo en el hogar pero, con el tiempo, se extiendan hacia otros
entornos, como en la escuela y con los amigos.
6. CURSO
Los primeros síntomas del Trastorno Negativista Desafiante tienen un inicio típicamente gradual y
suelen mantenerse a lo largo de los meses o años; de tal modo, acostumbran aflorar en el ambiente
familiar, pero con el paso del tiempo pueden producirse en otros contextos; en concordancia, suelen
aparecer durante los años preescolares y raramente más tarde de la adolescencia temprana.
El mencionado trastorno a menudo precede al desarrollo del trastorno de conducta, especialmente
en casos de trastornos con inicio de la infancia. Sin embargo, no muchos niños y adolescentes con la
mencionada patología desarrollan posteriormente un trastorno de conducta. En conclusión, los
síntomas de desafío, discusión y venganza suponen mayor riesgo de trastorno de conducta mientras
que los síntomas de enfado-irritabilidad suponen un mayor riesgo de trastornos emocionales.
Los niños y adolescentes presentan un mayor riesgo de experimentar problemas de adaptación al
ser adultos debido a manifestaciones como conductas antisociales, problemas en el control de los
impulsos y abuso de sustancias por ansiedad y depresión. De tal forma, muchos de los
comportamientos asociados, aumentan su frecuencia durante la etapa preescolar y en la
adolescencia. Por tanto, es especialmente importante durante esos periodos de desarrollo que la
frecuencia y la intensidad de dichos comportamientos se evalúe conforme a los niveles normativos,
antes de que se decida si son síntomas o no del trastorno negativista desafiante.
7. PREVALENCIA
Al hablar de la prevalencia del Trastorno Negativista Desafiante, es necesario mencionar que
varía del 1 al 11%, con una prevalencia media estimada cerca del 3.3% de la población y puede
variar en dependencia de la edad y género del portador, siendo más frecuente en varones que en
mujeres en las edades más tempranas y presentando proporciones parecidas a partir de la pubertad
entre ambos sexos. Esto puede relacionarse a que las niñas presentan una agresividad menos
externalizada, siendo derivadas a tratamientos por conflictos con sus padres en proporción superior
a los niños.
8. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
- Trastorno de conducta. Ambos trastornos están relacionados con problemas de conducta
que llevan al individuo a conflictos con personas adultas y otras figuras de autoridad
(profesores, supervisores en el trabajo). Los comportamientos del trastorno negativista
desafiante son claramente de naturaleza menos grave que los del trastorno de conducta y no
incluyen la agresión a personas o animales, la destrucción de la propiedad, ni un patrón de
robos o engaños. Además, el trastorno negativista desafiante incluye problemas de
desregulación emocional (enfado e irritabilidad) que no se incluyen en la definición del
trastorno de conducta.
- Trastorno por déficit de atención/hiperactividad. El TDAH es a menudo cormobido con el
trastorno negativista desafiante. Para realizar el diagnostico adicional de trastorno negativista
desafiante es importante determinar que la alta de realización de las peticiones de los demás
por parte del individuo no se produce únicamente en situaciones que exijan un esfuerzo y
atención continuados, o que el individuo permanezca quieto.
- Trastornos depresivo y bipolar. Los trastornos depresivo y bipolar a menudo conllevan
sentimientos negativos e irritabilidad. Como resultado, no debería hacerse diagnostico de
trastornos negativista desafiante si los síntomas se presentan exclusivamente durante el curso
de un trastorno del estado de ánimo.
- Trastorno de desregulación disruptiva perturbador del estado de ánimo. Estos trastornos
comparten los síntomas del estado de ánimo negativo arrebatos crónicos. Sin embargo, la
intensidad, frecuencia y cronicidad de los arrebatos son más graves en las personas con
trastorno de desregulación disruptiva perturbador del estado de ánimo. Cuando la alteración
del estado de ánimo es suficientemente grave para cumplir los criterios del trastorno de
desregulación disruptiva perturbador del estado de ánimo no se hace un diagnostico de
trastorno negativista desafiante aunque se cumplan todos sus criterios.
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Trastorno explosivo intermitente. Este también conlleva un alto grado de ira. Sin embargo,
los individuos con este trastorno muestran niveles altos de agresividad hacia los demás que
no son parte de la definición de trastorno negativista desafiante.
Discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual). En las personas con
discapacidad intelectual se realiza el diagnostico de trastorno negativista desafiante solo si el
comportamiento negativista es marcadamente mayor que el observado normalmente entre los
individuos con una edad mental y una discapacidad intelectual similares.
Trastorno del lenguaje. El trastorno negativista desafiante debe distinguirse tambien de la
falta de seguimiento de directrices como resultado de un deterioro de la comprensión del
lenguaje (ejemplo; perdida auditiva).
Trastorno de ansiedad social (fobia social). El trastorno negativista desafiante debe
distinguirse también de la actitud desafiante debida al miedo a la evaluación negativa
asociada al trastorno de ansiedad social.
9. EVALUACION
El diagnóstico del Trastorno Negativista Desafiante esta principalmente basado en la
evaluación clínica que toma los criterios diagnósticos descritos en el DSM-5 y un sistema de multi –
informantes que incluye entrevistas con los padres destinadas a conocer las características
evolutivas del niño en las diferentes etapas del desarrollo así como su comportamiento para con sus
familiares y demás personajes con quienes ha convivido; aquí, resulta importante el determinar los
episodios familiares donde se haya presentado una conducta antisocial y trastornos psicológicos,
malestar matrimonial, estrés familiar, contactos extra - familiares positivos y negativos así como la
relación del niño con sus hermanos.
Seguidamente, se realizan exámenes directamente al menor, dando una revisión a la
información procedente del profesor de la escuela donde se engloba el rendimiento académico y las
relaciones con compañeros, en conjunto con las conductas perturbadoras en el aula para así
formular una historia clínica completa. De tal modo, el proceso ha de ser descrito como una
evaluación multi – metódica, donde se aplican entrevistas, escalas, registros y técnicas de
observación.
10. TRATAMIENTO
Para el tratamiento de niños con Trastorno Negativista – Desafiante, el procedimiento más
efectivo es una combinación entre la psicoterapia individual para el adolescente y la asesoría a
los padres puesto que, el alterar el medio del joven puede ser útil, mas, debido a su conducta
provocativa, resulta difícil que el cambio perdure sin la colaboración de las figuras de autoridad,
por lo que es importante que se detenga el reforzamiento del oposicionismo brindado por la
entrega inminente de atención – aunque sea negativa – por su mal comportamiento, adquiriendo
entonces técnicas de crianza con mayor efectividad.
a. RESOLUCION DE PROBLEMAS
Técnica terapéutica para la resolución de situaciones de estrés en la vida diaria, se
caracteriza por su fácil aplicación práctica. Cuenta con objetivos principales que son
1. Identificar cuáles son las causas de los problemas
2. Mostrar los recursos disponibles para hacer rente al problema
3. Proporcionar un método sistemático para solventarlo
4. Establecer pautas para solventar situaciones futuras
Esta técnica se estructura en 5 fases.
1. Orientación hacia el problema: Lo primero es que se debe reconocer que los
problemas existen y que están ahí. Hay que enfrentarse a ellos, pero de un modo
efectivo sin que causen mayores preocupaciones
2. Definición y formulación del problema: Luego de reconocer la existencia de los
problemas, debemos definirlos claramente. Debe determinar, que, donde, cuando,
porque y como de cada problema
3. Generación de soluciones alternativas: Despues de tener definido el problema,
proceda a generar el mayor numero de soluciones alternativas posibles.
4. Toma de decisiones: En la fase anterior se ha elaborado un importante número de
soluciones, de ellas vamos a elegir una, la que resulte mas adecuada y útil.
5. Puesta en práctica y verificación de la información: Luego de decidida la mejor
solución, se debe poner en práctica y verificar si en la vida real es efectiva.
b. ENTRENAMIENTO EN HABILIDADES SOCIALES
Herramienta para mejorar la calidad de vida y prevenir la aparición de problemas. Consiste
fundamentalmente en observar a quienes ejecutan adecuadamente las conductas,
practicarlas, corregirlas, irlas perfeccionando, recibir reforzamiento y practicar lo mas posible
en situaciones variadas reales.
B1. EL MODELAMIENTO DE INICIACION: Una persona competente en las conductas
objeto del entrenamiento las emita de forma adecuada en presencia de los sujetos que
van a ser entrenados y esta ejecución sea reforzada. El modelo ha de ser similar al
observador en cuando a actores sociales y grupo de referencia
B2.
REPRESENTACION PUESTA EN PRÁCTICA: Consiste en practicar
masivamente las conductas que son objeto de la intervención para valorarlas y en
consecuencia reforzarlas o no inmediatamente. El ensayo conductual se puede realizar
de forma real o encubierta. Se les debe dar a los participantes un papel activo.
B3. REFORZAMIENTO: Se trata de proporcionar consecuencias positivas al sujeto
cuando este haya emitido las conductas adecuadas o ha realizado alguna de las
aproximaciones que se desea fortalecer. Según el tipo de reforzadores utilizados puede
haber reforzamiento verbal o material. Debe aplicarse de forma inmediata al
comportamiento, deben ser reforzamientos específicos, que sean importantes para el
sujeto y adecuado a la situación.
C. ENTRENAMIENTO EN AUTOCONTROL: Consiste en promover en el paciente la habilidad
de controlar sus propias emociones y no permitir que estas le superen, brindando de tal
manera, la posibilidad de elegir qué desea sentir el joven en cada momento de la vida. Se
basa en la detección del pensamiento, autoinstrucciones y control de la ira, para así modificar
el diálogo interno de la persona y facilitar el afrontamiento de una determinada tarea, situación
o acontecimiento.
D. ENTRENAMIENTO EN COMUNICACIÓN: Consta de tres pasos:
Feed Back: El terapeuta impulsa al adolescente y a sus padres a mantener una conversación
y observa la interacción entre ellos. Se exponen los aspectos positivos y negativos de la
comunicación verbal y no verbal de ambas partes.
Instrucción y modelaje: Consiste en la explicación del terapeuta de la forma apropiada de
realizar la conducta y luego la va modelando a través del role play, es decir, es modelaje
primeramente en la consulta antes de ser aplicada en el ambiente real
Ensayo Conductual: Consiste en exponer herramientas que permiten mejorar
la
comunicación entre ambas partes y practicarlas en diversas ocasiones dentro de la consulta
hasta que se adquiere un dominio de las mismas. El ensayo conductual puede realizarse de
dos maneras, una es que el sujeto practique la conducta objetiva con otro interlocutor en una
situación real o simulada mientras que la otra manera seria od el sujeto se imagine ejecutando
la conducta objetiva
E. REESTRUCTURACIOCOGNITIVA
Entrenamiento para la solución de problemas cognitivos. Esta clase de terapia está pensada
para ayudar a que el niño o adolecente identifique y cambie los patrones de pensamiento que
lo llevan a tener problemas de comportamiento. La solución de problemas en forma conjunta,
donde los padres y los hijos trabajan juntos para encontrar soluciones eficaces para ambos,
puede ayudar a mejorar los problemas relacionados con el trastorno negativista desafiante.
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