Subido por Carlos Chavez Lopez

coacha educativo teoria

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El coaching educativo para profesores aplicado a estudiantes
Está de moda hablar de motivación. En una sociedad permanentemente
estresada y llena de dificultades para todo, parece buena idea encontrar
a quien nos ofrezca un «empujón» y nos allane un poco el camino con
técnicas y herramientas orientadas a mejorar el rendimiento y
optimizar procesos.
Pero ¿realmente el coaching sirve sólo para motivar?
No. El coaching es una disciplina más compleja, que lo primero que
necesita es tiempo. Porque nadie gana unas olimpiadas en dos días, ni
aunque tenga el mejor coach del planeta.
Por eso existe un coaching específico para el sector educativo, donde
los cambios que se han producido en los últimos años en nuestra
sociedad han sido profundos, y en muchos casos, dramáticos.
Las aulas son más diversas que nunca, con alumnos (en el entorno
escolar) procedentes de culturas y puntos geográficos muy diferentes. Y
en el sector empresarial la cosa no mejora, con estructuras cada vez
más desdibujadas que alteran todo lo que habíamos aprendido de la
empresa y del mundo de los negocios.
El Coaching es «una poderosa herramienta de cambio que permite
orientar a la persona hacia el éxito, facilitando la consecución de sus
objetivos, metas o retos.»
Por qué aplicarlo a la formación
No es frecuente oír hablar de coaching educativo para profesores. Sin
embargo, poco a poco se va presentando como una herramienta
fundamental para devolver la eficacia y el prestigio a una profesión que
en los últimos años ha sufrido y evolucionado de forma notable.
Los cambios que se materializan en la sociedad siempre vienen
precedidos por cambios en las aulas, ya sea a nivel escolar, universitario
o empresarial. La formación es la primera que acusa los nuevos
paradigmas y entornos humanos.
Por eso, aplicar el coaching en el entorno formativo como colegios,
institutos, universidades, instituciones y áreas de formación de las
empresas es tan necesario, pues mejora el rendimiento profesional y
personal del profesorado, así como de los equipos directivos de los
centros de formación y de los propios estudiantes.
Para que este cambio sea posible, no sólo se debe involucrar a los
docentes. Será necesaria la participación de toda la comunidad, es
decir, profesores, alumnos y en su caso, familias.
Coaching educativo para profesores
Al contrario que en el resto de las profesiones, los maestros no reciben
un feedback de los destinatarios de sus servicios. En casi todos los
ámbitos profesionales, se busca la satisfacción y la retroalimentación de
los clientes, mientras que el área formativa, nos hemos acostumbrado a
no buscar la excelencia en el desarrollo de la profesión.
Positivamente influenciado por otros sectores, el de la docencia ha visto
cómo su falta de eficacia y de saber adaptarse a las nuevas tendencias
formativas ha repercutido negativamente en la profesión. Cada vez más,
la sociedad, los padres y los propios alumnos y estudiantes demandan
un cambio de modelo formativo hacia la flexibilidad, el aprendizaje por
competencias y la experiencia.
«Si piensas que tu profesor es duro, espera a tener un jefe. No tendrá la
vocación ni la paciencia para enseñarte lo que no sabes» Bill Gates”.
Para poder desarrollar esta misión, la profesión docente necesita de
herramientas que ayuden a alcanzar estos nuevos retos. Ahora, el
alumno y estudiante, pasa a ser el protagonista de su propio aprendizaje
y sus tutores se convierte en «facilitadores» de conocimiento y no en
meros transmisores.
El coaching educativo para profesores pretende modelar el proceso de
aprendizaje para que los profesionales de la enseñanza sean capaces
de asimilar estos cambios y que como consecuencia, mejore la eficacia
y el rendimiento de su (ya de por sí) ardua tarea.
En esta guía se presentan algunos aspectos generales que aborda un
proceso de coaching, si bien no es sustituto de las sesiones y estudios
necesarios para un proceso de coaching educativo serio y orientado a
resultados.
El alumno millennial
¿Cómo es el nuevo perfil de estudiante? ¿Cómo afecta su visión del
mundo y de la profesión a los que deben proporcionarles las
herramientas con las que interpretar el mundo?
Se les llama millennials porque han nacido con el nuevo milenio.
También reciben el sobre nombre de «generación digital» o «nativos
digitales» porque desde su nacimiento han estado en contacto con las
nuevas tecnologías.
La tecnología es por tanto uno de los rasgos que más profundamente ha
afectado a esta generación, aunque no es el único. Muchos de los
profesores experimentan una profunda frustración al no ser capaces de
batallar con la falta de atención y la incapacidad de conseguir disciplina
y compromiso en las aulas.
Esto se debe a que el alumno millennial posee periodos de atención
más cortos que sus predecesores. Como solución, se impone un cambio
de paradigma no basado en conocimientos, como antaño, sino en
generar entornos de aprendizaje centrados en el alumno.
«Los «mercados» no reconocen titulaciones, sino competencias»
Nuevas tendencias de aprendizaje
Este panorama hace necesario reaprender todo lo que sabemos sobre
aprendizaje formal y no formal. El coaching educativo para profesores,
lejos de reeducar a los docentes sobre cómo deben enseñar, les
presenta un modelo de aprendizaje basado en las nuevas tendencias,
contrastadas en países situados a la vanguardia educativa, como
Finlandia o el país más avanzado del mundo en este sentido, Corea del
Sur.
1.- Aula invertida
Posiblemente la tendencia más evidente y que pretende transformar el
modo en el que los estudiantes interactúan con el material didáctico.
Si el modelo tradicional de enseñanza se basada en la transmisión de
conocimientos, el estudiante del aula invertida utiliza la tecnología para
avanzar en la material fuera del tiempo de clase. Así, el tiempo en las
aulas se utiliza para debatir y resolver dudas.
¿Funciona?
El enfoque es realmente novedoso, porque incorpora dos conceptos
nuevos: por un lado, la responsabilidad del estudiante y por otro, el
cambio del rol de profesor como facilitador y no transmisor de
conocimientos.
Así, se potencian en las aulas el diálogo, la cooperación, la
independencia de criterio o la creatividad para plantear nuevas ideas.
Además, a nivel cognitivo, se hace mayor uso de los recursos cognitivos
superiores, como el análisis, la evaluación y la aplicación.
2.- Aprendizaje basado en problemas
Es evidente que la formación tradicional no capacita para la resolución
de problemas en la vida profesional. Por eso, la segunda de las
tendencias de aprendizaje que resaltamos es la orientada a la solución
de estos problemas.
También recibe el nombre de aprendizaje basado en proyectos. De
esta forma, los estudiantes analizan problemas reales a los que deben
aplicar los conocimientos adquiridos.
Así, se promociona el pensamiento crítico y el concepto americano de
«Think outside the box«. “ Piensa fuera de la caja”.
3.- Aprendizaje profundo
Esta concepción es tan nueva, que ni siquiera tiene una traducción al
castellano. Algunos autores lo llaman «aprendizaje profundo» y por eso
aplicamos ese nombre en esta guía.
El aprendizaje profundo, huye de la memoria a corto plazo y de la falta
de desarrollo de competencias tan característico del sistema tradicional.
En oposición, se adquieren habilidades que se pueden aplicar a la vida
real para preparar mejor el camino a un futuro profesional.
4.- Ruleta de la vida académica
La rueda académica se utiliza para que el coachee (persona con la que
trabaja el coach) evalúe una serie de parámetros que permiten
conocerse mejor y establecer las prioridades de las acciones que se
diseñen.
Estos parámetros son básicamente las 10 áreas que influyen en los
resultados de la vida académica o escolar:

Ambiente de estudio

Agenda escolar

Material escolar

Tiempo total dedicado a las tareas y el estudio

Tiempo dedicado a las prácticas

Tiempo dedicado al estudio teórico

Técnicas de estudio empleadas

Motivación

Apoyo externo

Relación interpersonal y autoevaluación
Analizadas todas estas áreas, se diseñan acciones concretas para
alcanzar las metas y un calendario de actuación con las fases, así como
los controles y sistemas de evaluación necesarios para lograrlas.
5.- Modelo Grow
Este modelo de coaching proviene del mundo empresarial, pero es
perfectamente aplicable al mundo de la formación.
Comprende cuatro etapas:

Metas

Realidad Actual

Estrategias

Plan de Acción
A lo largo de estas cuatro etapas, el coachee responde a preguntas
abiertas, gracias a las cuales aprende a conocerse, describir sus
progresos, puntos a mejorar, metodologías y estrategias para lograrlo,
etc.
Así, el profesor se siente parte de la solución que aplicará a sus
conocimientos y podrá desarrollar acciones que permitan la mejora de la
práctica educativa. El resultado final es un modelo personalizado,
diseñado según las necesidades de cada docente, que permite crear un
camino propio y por tanto de recorrido más amable y sencillo.
Si hasta ahora no me he centrado en los beneficios del coaching para el
personal docente, no deseo dejar de terminar este manual haciendo
hincapié en la necesidad de transformar las aulas hacia un modelo de
aprendizaje abierto y plural.
Este modelo también pasa por aplicar técnicas de coaching para
alumnos, sea en su etapa escolar o como estudiantes universitarios.
Además, es posible aplicar el modelo a enseñanzas no regladas o no
formales, como las presentes en instituciones, organizaciones, y
empresas.
El coaching educativo para estudiantes basa sus principios en siete
puntos. Estos puntos son aplicables de forma individual o colectiva,
aunque muchos de ellos dependerán de la evolución del entorno de las
aulas de clase para progresar, estos son:
a) Escucha activa
No todos los alumnos o estudiantes tienen la misma capacidad para
escuchar. Sin embargo, el ser humano nació con dos orejas, y necesita
la escucha para relacionarse con el mundo que le rodea. Por eso, no
debemos dejar que creencias limitantes frenen la capacidad que poseen
los alumnos para escuchar.
Enseñar y fomentar la escucha activa en las aulas comienza por
escuchar, evidentemente. Para que nos escuchen, debemos aprender a
escuchar. Sólo cuando se desarrolla un auténtico diálogo, ambas partes
son capaces de aportar a la conversación.
b) Optimismo
Evitar por todos los medios los roles tradicionales de desconfianza entre
docente y estudiante. Trabajar alianzas para objetivos comunes sin que
los estudiantes tenga la sensación de ser una «patata caliente».
c) Estilo colaborativo y abierto
Está demostrado que los grupos de trabajo generan mayores niveles de
productividad. Saber qué roles corresponden a cada uno, aportando
capacidades e ideas, consigue que todo se sientan valorados.
d) Carácter sorpresivo
Despertar la capacidad de sorpresa, buscar lo inédito y original ayuda a
salir de la rutina y a ver las aplicaciones prácticas para la vida diaria de
los conocimientos y habilidades desarrollados en las aulas.
Acuerdos individuales y de grupo
Este tipo de acuerdos ayudan a avanzar y a mejorar el respeto entre los
miembros de la dinámica educativa. Es una de las grandes aportaciones
del coaching educativo para profesores.
e) Refuerzo positivo
Avances y metas a corto plazo hacen que los alumnos experimenten un
aumento de la autoestima y mejora la motivación de los mismos.
Introducir este tipo de sistemas de refuerzo positivo en las estrategias
educativas debe ser una de las prioridades de los docentes.
f) Feedback constructivo
Tanto docentes como estudiantes acuerdan al inicio de las sesiones de
coaching educativo para profesores un feedback constructivo como
forma de mejorar.
Paulo Freire, uno de los más significativos pedagogos del siglo XX, dijo:
«La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a
cambiar el mundo» pedagogía liberadora de paulo Freire.
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