El coaching educativo para profesores aplicado a estudiantes Está de moda hablar de motivación. En una sociedad permanentemente estresada y llena de dificultades para todo, parece buena idea encontrar a quien nos ofrezca un «empujón» y nos allane un poco el camino con técnicas y herramientas orientadas a mejorar el rendimiento y optimizar procesos. Pero ¿realmente el coaching sirve sólo para motivar? No. El coaching es una disciplina más compleja, que lo primero que necesita es tiempo. Porque nadie gana unas olimpiadas en dos días, ni aunque tenga el mejor coach del planeta. Por eso existe un coaching específico para el sector educativo, donde los cambios que se han producido en los últimos años en nuestra sociedad han sido profundos, y en muchos casos, dramáticos. Las aulas son más diversas que nunca, con alumnos (en el entorno escolar) procedentes de culturas y puntos geográficos muy diferentes. Y en el sector empresarial la cosa no mejora, con estructuras cada vez más desdibujadas que alteran todo lo que habíamos aprendido de la empresa y del mundo de los negocios. El Coaching es «una poderosa herramienta de cambio que permite orientar a la persona hacia el éxito, facilitando la consecución de sus objetivos, metas o retos.» Por qué aplicarlo a la formación No es frecuente oír hablar de coaching educativo para profesores. Sin embargo, poco a poco se va presentando como una herramienta fundamental para devolver la eficacia y el prestigio a una profesión que en los últimos años ha sufrido y evolucionado de forma notable. Los cambios que se materializan en la sociedad siempre vienen precedidos por cambios en las aulas, ya sea a nivel escolar, universitario o empresarial. La formación es la primera que acusa los nuevos paradigmas y entornos humanos. Por eso, aplicar el coaching en el entorno formativo como colegios, institutos, universidades, instituciones y áreas de formación de las empresas es tan necesario, pues mejora el rendimiento profesional y personal del profesorado, así como de los equipos directivos de los centros de formación y de los propios estudiantes. Para que este cambio sea posible, no sólo se debe involucrar a los docentes. Será necesaria la participación de toda la comunidad, es decir, profesores, alumnos y en su caso, familias. Coaching educativo para profesores Al contrario que en el resto de las profesiones, los maestros no reciben un feedback de los destinatarios de sus servicios. En casi todos los ámbitos profesionales, se busca la satisfacción y la retroalimentación de los clientes, mientras que el área formativa, nos hemos acostumbrado a no buscar la excelencia en el desarrollo de la profesión. Positivamente influenciado por otros sectores, el de la docencia ha visto cómo su falta de eficacia y de saber adaptarse a las nuevas tendencias formativas ha repercutido negativamente en la profesión. Cada vez más, la sociedad, los padres y los propios alumnos y estudiantes demandan un cambio de modelo formativo hacia la flexibilidad, el aprendizaje por competencias y la experiencia. «Si piensas que tu profesor es duro, espera a tener un jefe. No tendrá la vocación ni la paciencia para enseñarte lo que no sabes» Bill Gates”. Para poder desarrollar esta misión, la profesión docente necesita de herramientas que ayuden a alcanzar estos nuevos retos. Ahora, el alumno y estudiante, pasa a ser el protagonista de su propio aprendizaje y sus tutores se convierte en «facilitadores» de conocimiento y no en meros transmisores. El coaching educativo para profesores pretende modelar el proceso de aprendizaje para que los profesionales de la enseñanza sean capaces de asimilar estos cambios y que como consecuencia, mejore la eficacia y el rendimiento de su (ya de por sí) ardua tarea. En esta guía se presentan algunos aspectos generales que aborda un proceso de coaching, si bien no es sustituto de las sesiones y estudios necesarios para un proceso de coaching educativo serio y orientado a resultados. El alumno millennial ¿Cómo es el nuevo perfil de estudiante? ¿Cómo afecta su visión del mundo y de la profesión a los que deben proporcionarles las herramientas con las que interpretar el mundo? Se les llama millennials porque han nacido con el nuevo milenio. También reciben el sobre nombre de «generación digital» o «nativos digitales» porque desde su nacimiento han estado en contacto con las nuevas tecnologías. La tecnología es por tanto uno de los rasgos que más profundamente ha afectado a esta generación, aunque no es el único. Muchos de los profesores experimentan una profunda frustración al no ser capaces de batallar con la falta de atención y la incapacidad de conseguir disciplina y compromiso en las aulas. Esto se debe a que el alumno millennial posee periodos de atención más cortos que sus predecesores. Como solución, se impone un cambio de paradigma no basado en conocimientos, como antaño, sino en generar entornos de aprendizaje centrados en el alumno. «Los «mercados» no reconocen titulaciones, sino competencias» Nuevas tendencias de aprendizaje Este panorama hace necesario reaprender todo lo que sabemos sobre aprendizaje formal y no formal. El coaching educativo para profesores, lejos de reeducar a los docentes sobre cómo deben enseñar, les presenta un modelo de aprendizaje basado en las nuevas tendencias, contrastadas en países situados a la vanguardia educativa, como Finlandia o el país más avanzado del mundo en este sentido, Corea del Sur. 1.- Aula invertida Posiblemente la tendencia más evidente y que pretende transformar el modo en el que los estudiantes interactúan con el material didáctico. Si el modelo tradicional de enseñanza se basada en la transmisión de conocimientos, el estudiante del aula invertida utiliza la tecnología para avanzar en la material fuera del tiempo de clase. Así, el tiempo en las aulas se utiliza para debatir y resolver dudas. ¿Funciona? El enfoque es realmente novedoso, porque incorpora dos conceptos nuevos: por un lado, la responsabilidad del estudiante y por otro, el cambio del rol de profesor como facilitador y no transmisor de conocimientos. Así, se potencian en las aulas el diálogo, la cooperación, la independencia de criterio o la creatividad para plantear nuevas ideas. Además, a nivel cognitivo, se hace mayor uso de los recursos cognitivos superiores, como el análisis, la evaluación y la aplicación. 2.- Aprendizaje basado en problemas Es evidente que la formación tradicional no capacita para la resolución de problemas en la vida profesional. Por eso, la segunda de las tendencias de aprendizaje que resaltamos es la orientada a la solución de estos problemas. También recibe el nombre de aprendizaje basado en proyectos. De esta forma, los estudiantes analizan problemas reales a los que deben aplicar los conocimientos adquiridos. Así, se promociona el pensamiento crítico y el concepto americano de «Think outside the box«. “ Piensa fuera de la caja”. 3.- Aprendizaje profundo Esta concepción es tan nueva, que ni siquiera tiene una traducción al castellano. Algunos autores lo llaman «aprendizaje profundo» y por eso aplicamos ese nombre en esta guía. El aprendizaje profundo, huye de la memoria a corto plazo y de la falta de desarrollo de competencias tan característico del sistema tradicional. En oposición, se adquieren habilidades que se pueden aplicar a la vida real para preparar mejor el camino a un futuro profesional. 4.- Ruleta de la vida académica La rueda académica se utiliza para que el coachee (persona con la que trabaja el coach) evalúe una serie de parámetros que permiten conocerse mejor y establecer las prioridades de las acciones que se diseñen. Estos parámetros son básicamente las 10 áreas que influyen en los resultados de la vida académica o escolar: Ambiente de estudio Agenda escolar Material escolar Tiempo total dedicado a las tareas y el estudio Tiempo dedicado a las prácticas Tiempo dedicado al estudio teórico Técnicas de estudio empleadas Motivación Apoyo externo Relación interpersonal y autoevaluación Analizadas todas estas áreas, se diseñan acciones concretas para alcanzar las metas y un calendario de actuación con las fases, así como los controles y sistemas de evaluación necesarios para lograrlas. 5.- Modelo Grow Este modelo de coaching proviene del mundo empresarial, pero es perfectamente aplicable al mundo de la formación. Comprende cuatro etapas: Metas Realidad Actual Estrategias Plan de Acción A lo largo de estas cuatro etapas, el coachee responde a preguntas abiertas, gracias a las cuales aprende a conocerse, describir sus progresos, puntos a mejorar, metodologías y estrategias para lograrlo, etc. Así, el profesor se siente parte de la solución que aplicará a sus conocimientos y podrá desarrollar acciones que permitan la mejora de la práctica educativa. El resultado final es un modelo personalizado, diseñado según las necesidades de cada docente, que permite crear un camino propio y por tanto de recorrido más amable y sencillo. Si hasta ahora no me he centrado en los beneficios del coaching para el personal docente, no deseo dejar de terminar este manual haciendo hincapié en la necesidad de transformar las aulas hacia un modelo de aprendizaje abierto y plural. Este modelo también pasa por aplicar técnicas de coaching para alumnos, sea en su etapa escolar o como estudiantes universitarios. Además, es posible aplicar el modelo a enseñanzas no regladas o no formales, como las presentes en instituciones, organizaciones, y empresas. El coaching educativo para estudiantes basa sus principios en siete puntos. Estos puntos son aplicables de forma individual o colectiva, aunque muchos de ellos dependerán de la evolución del entorno de las aulas de clase para progresar, estos son: a) Escucha activa No todos los alumnos o estudiantes tienen la misma capacidad para escuchar. Sin embargo, el ser humano nació con dos orejas, y necesita la escucha para relacionarse con el mundo que le rodea. Por eso, no debemos dejar que creencias limitantes frenen la capacidad que poseen los alumnos para escuchar. Enseñar y fomentar la escucha activa en las aulas comienza por escuchar, evidentemente. Para que nos escuchen, debemos aprender a escuchar. Sólo cuando se desarrolla un auténtico diálogo, ambas partes son capaces de aportar a la conversación. b) Optimismo Evitar por todos los medios los roles tradicionales de desconfianza entre docente y estudiante. Trabajar alianzas para objetivos comunes sin que los estudiantes tenga la sensación de ser una «patata caliente». c) Estilo colaborativo y abierto Está demostrado que los grupos de trabajo generan mayores niveles de productividad. Saber qué roles corresponden a cada uno, aportando capacidades e ideas, consigue que todo se sientan valorados. d) Carácter sorpresivo Despertar la capacidad de sorpresa, buscar lo inédito y original ayuda a salir de la rutina y a ver las aplicaciones prácticas para la vida diaria de los conocimientos y habilidades desarrollados en las aulas. Acuerdos individuales y de grupo Este tipo de acuerdos ayudan a avanzar y a mejorar el respeto entre los miembros de la dinámica educativa. Es una de las grandes aportaciones del coaching educativo para profesores. e) Refuerzo positivo Avances y metas a corto plazo hacen que los alumnos experimenten un aumento de la autoestima y mejora la motivación de los mismos. Introducir este tipo de sistemas de refuerzo positivo en las estrategias educativas debe ser una de las prioridades de los docentes. f) Feedback constructivo Tanto docentes como estudiantes acuerdan al inicio de las sesiones de coaching educativo para profesores un feedback constructivo como forma de mejorar. Paulo Freire, uno de los más significativos pedagogos del siglo XX, dijo: «La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo» pedagogía liberadora de paulo Freire. endizaje 3.0: Herramientas para una nueva