PODOLOGIA EN EL ADULTO MAYOR El cuidado de los pies en los adultos mayores es primordial para su salud y de esta manera prevenir patologías, que podrían originar otras enfermedades, antes de que se agraven y lleguen, incluso, a afectar a su movilidad. Según un estudio de Podología, un 75% de los problemas en los pies de las personas con más de 65 años son derivados de enfermedades osteoarticulares como la artritis o la artrosis. Los problemas más comunes en los pies de este grupo poblacional son problemas en la piel como las queratopatías (23%), distrofias ungueales (29%), uñas encarnadas (16%) e infecciones fúngicas ungueales (15%). Otras de las enfermedades que afectan directamente a la salud de los pies son la obesidad, los trastornos cardiovasculares o la diabetes, debido a que pueden comportar cambios en la estructura de los pies que alteren la marcha, generen molestias o supongan pérdida de sensibilidad, entre otros. Para evitar que su desarrollo derive en trastornos que requieran intervenciones severas, es esencial acudir al podólogo de forma periódica para poder detectar cualquier anomalía de forma precoz y utilizar métodos de diagnóstico y terapéuticos adecuados para abordarlos desde una fase incipiente. "Que el podólogo forme parte de un equipo multidisciplinar dentro de la Sanidad Pública permitirá que un alto porcentaje de los problemas que afectan a los pies de los mayores puedan ser tratados de forma precoz durante la fase más temprana de la enfermedad, lo que mejorará su calidad de vida y, en consecuencia, supondrá una reducción del gasto público sanitario. Un correcto seguimiento por parte de un equipo de podólogos podría ser de gran ayuda a la hora de disminuir intervenciones más severas, como son las amputaciones en el caso de las personas con diabetes”.