Subido por Ruben Perilla

LA CATOLICA RENOVACION CARISMTICA

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LA CATOLICA RENOVACIÓN CARISMATICA
RUBEN ANDRES PERILLA SOTO
ORLANDO ALVAREZ SUÑIGA
JUAN DAVID URUEÑA RODRIGUEZ
ALUMNOS
MABEL LUZ CHAMORRO
PROFESORA
INTRODUCCION AL PENTECOSTALISMO
SEMINARIO BIBLICO DEL TOLIMA
IBAGUE, TOLIMA
2011
LA CATOLICA RENOVACION CARISMÁTICA
Inicio el 18 de Febrero de 1967 en le universidad Duquesne
La Renovación Carismática Católica o Movimiento Carismático es un movimiento
espiritual, presente normal (pero no solamente) a través de estructuras de
movimiento apostólico, o de movimiento organizado, que tiene su origen en el
movimiento neo pentecostal protestante, y dentro del clima de apertura del
Concilio Vaticano II fue acogido en la Iglesia Católica por ser una experiencia
original y esencialmente católica.1
Ya que las experiencias pentecostales llegaron primero a las iglesias protestantes
históricas (como la anglicana o luterana), la frase renovación carismática proviene
del ministro luterano Harald Bredesen, quien en 1962, comenzó a emplear el
término carismático para describir lo que estaba pasando en las iglesias
protestantes históricas, las más tradicionales. Confrontado con el término neo
pentecostal, habló de una "renovación carismática en las iglesias históricas.2
En ese sentido, sería más correcto hablar de Renovación Carismática en la Iglesia
Católica, Anglicana, luterana, etc. Tal es el nombre, por ejemplo, de la renovación
carismática de los católicos alemanes: Charismatische Erneuerung in der
Katholischen Kirche.3
DEFINICIÓN
Es un proceso paulatino de recuperación de la experiencia o experiencias
pentecostales en la Iglesia Católica, renovando así la espiritualidad católica,
promoviendo como su corazón y fundamento la recepción de una experiencia
espiritual frecuente en los primeros tiempos de la Iglesia llamada: el bautismo en
el Espíritu Santo.4 Este es su corazón y propósito, trayendo como consecuencia
normal la aparición de carismas. Se le llama también y más frecuentemente en los
países de tradición católica, efusión (outpouring), y menos frecuentemente
despliegue o manifestación (reléase) de las gracias ya recibidas en la iniciación
sacramental cristiana.
Los católicos que han recibido esta experiencia, normalmente a través de cursos,
retiros, o una forma de preparación llamada los Seminarios de Vida en el Espíritu
comparten su oración comunitariamente, y en ocasiones multitudinariamente
(especialmente con alabanza y adoración) a Dios. Y para mantenerse en esta vida
se busca una conversión radical a Cristo como Señor y Salvador, una activa
comprensión de los sacramentos entendidos como "gracias" por las cuales el
Espíritu Santo da los carismas y dones, que se manifiestan en el testimonio de
vida. La corriente carismática también busca "avivar" la liturgia a través de la
alabanza y la adoración, que es acompañada con elementos musicales y signos
que expresan la acción del Espíritu así como el fuerte acento en una misión de
evangelización hacia los propios fieles de la Iglesia.
Aunque inspirado en la experiencia del pentecostalismo, el movimiento carismático
católico no busca romper con la tradición, dogmas y estructuras organizativas del
catolicismo sino que, al contrario, intenta contribuir a revitalizarlos. Por ello, si el
carismatismo es dinámico e innovador en su concepción de la práctica religiosa,
es por otra parte conservador en el plano dogmático.
HISTORIA
Tuvo sus orígenes en 1967, cuando un grupo liderado por William Storey y Ralph
Keifer, dos profesores laicos de la Universidad de Duquesne, en Estados Unidos,
decidieron orar juntos, para pedir la efusión del Espíritu Santo. Por influencia de
dos jóvenes laicos del Cursillo de Cristiandad, Ralph Martin y Stephen B. Clark,
leyeron un libro pentecostal llamado La Cruz y El Puñal, en donde se narraba el
ministerio cristiano de un pastor pentecostal entre pandilleros neoyorkinos. La
lectura llevó a los interesados a acudir por indicación del párroco episcopal de la
Iglesia Christ Church (Pittsburgh), a un grupo de oración ecuménico, en casa de
Florence Dodge, una presbiteriana carismática, en donde recibieron su primera
efusión en el Espíritu Santo. 5Luego habrían recibido el llamado "don de lenguas"
y otro tipo de carismas, como el de sanación, que son típicos de toda corriente
pentecostal o carismática en cristianos de otras denominaciones. En poco tiempo
el "fuego" se propagó a otras universidades, como Notre Dame, en Indiana y East
Lansing, en Míchigan.
Del 8 al 9 de abril de 1967 noventa personas, entre ellas algunos sacerdotes, se
congregaron en la Universidad de Notre Dame en un retiro, para reflexionar sobre
los acontecimientos producidos en sus vidas, así como contextualizar la
experiencia carismática dentro del libro de los Hechos de los Apóstoles, así como
una nueva comprensión de la acción del Espíritu en la iglesia, produciéndose entre
ellos una fuerte experiencia con el Espíritu Santo. La narración centrada en la
experiencia de Duquesne la recogió el teólogo Kevin Ranaghan, y la relata en su
libro Catholic Pentecostales (Pentecostales Católicos), y la experiencia de Notre
Dame está más desarrollada en el libro de Edward O'Connor, The Pentecostal
Movement in the Catholic Church (El Movimiento Pentecostal en la Iglesia
Católica).
A los pocos años de su nacimiento, la "renovación" traspasó las fronteras de los
Estados Unidos. A comienzos de los años 70, el movimiento carismático arribó a
América Latina, cuando algunos predicadores protestantes bautistas y católicos,
en particular Francis MacNutt, fueron invitados por el sacerdote colombiano Rafael
García Herreros, eudista, quien dirigía una fundación social y eclesial llamada
"Minuto de Dios" para ayudar a familias obreras. Varios sacerdotes y laicos de
dicha comunidad religiosa se adhirieron a esta corriente y desde entonces, el
Minuto de Dios se ha convertido en un importante (mas no único) centro de
difusión del movimiento carismático en el ámbito regional, utilizando los medios de
comunicación como la prensa, la radio y la televisión, organizando seminarios de
iniciación (los ya mencionados "Seminarios de Vida en el Espíritu"), asambleas,
congresos, misas, retiros y otro tipo de actividades.
Sin embargo, hoy existen comunidades muy grandes que son polos de desarrollo
de la Renovación Carismática en todo el subcontinente. En Brasil, por ejemplo,
existen las comunidades Cancao Nova, de Monseñor Jonás Abib y Shalom. Según
recientes investigaciones Brasil, India, Filipinas, y en África son los lugares de
mayor crecimiento de la experiencia carismática a la fecha.6
El movimiento carismático tuvo un gran impulso en la década de 1970 y un
crecimiento más lento, pero sostenido, a partir de los años 80.
En América Latina la Renovación Carismática ha tenido gran acogida, debido en
parte a las particulares características festivas y espontáneas de su población, que
además es proclive a aceptar la presencia sobrenatural como parte de la vida
cotidiana.
En los distintos países latinoamericanos y en España la Renovación Carismática
ha sido liderada por distintos grupos y entidades eclesiales, aunque se ha
respetado el carácter libre del movimiento y nadie ha pretendido institucionalizarlo,
como ha sucedido con otras formas y movimientos espirituales. Esto le ha
permitido "impregnar" con relativa facilidad organizaciones de la Iglesia, tanto de
tipo laical como clerical o de vida consagrada. En Europa no latina, por el
contrario, la Renovación Carismática aparece como un movimiento algo más
estructurado, ligado a ciertas comunidades religiosas de fundación reciente.
ORGANIZACIÓN
La renovación carismática suele tener como vehículo diversos difusores, entre
ellos los "grupos de oración", donde las personas se reúnen periódicamente para
alabar, adorar y bendecir al Señor, leer las Escrituras, ser catequizadas y
compartir su testimonio de conversión. Se organizan congresos carismáticos de
alabanza para grupos en particular, como, por ejemplo, de adolescentes y
jóvenes, de la vida consagrada, de matrimonios, de solteros, etc. o generales.
En estos congresos y en los grupos de oración se enfatiza la predicación, la
oración, la glosolalia, la música, la alabanza, los testimonios de conversión de vida
y las sanaciones milagrosas.
Adoración del Santísimo en un congreso carismático.
En la renovación carismática se encuentran dos grandes modelos de
organización.
El primero, adoptado especialmente en América Latina, se centra en grupos de
oración parroquial, independientes entre sí, generalmente sin estatutos ni
superiores, sino solamente dirigentes, llamados también servidores, sin autoridad
jurídica, pero siempre sujetos a la autoridad eclesiástica. Cada grupo elige algunos
servidores que tienen como funciones principales: reunirse para discernir en la
oración lo que conviene al grupo; proponer y, si es necesario, coordinar los
servicios apropiados, como la acogida, orden, música (cantos para la oración),
biblioteca, etc.; proponer y organizar; estar en contacto con los representantes de
la Iglesia; conectar con la coordinadora de la zona y en general estar siempre al
servicio de los demás integrantes de su grupo o comunidad de oración.
También hay "coordinadores" zonales, regionales, diocesanos, estatales, o
departamentales, según el caso, encaminados especialmente a la organización de
eventos, cursos, asambleas, etc. El único superior religioso de la Renovación
Carismática es la jerarquía de la Iglesia.
El otro gran modelo de organización, es el de las comunidades de alianza, que se
dan cuando un grupo de carismáticos se compromete con estatutos, votos,
diezmos y otras estructuras. Este modelo surgió en los Estados Unidos desde la
Comunidad La Palabra de Dios, y ha tenido gran difusión en países como Francia,
Bélgica, Italia y Alemania. Entre las comunidades de alianza más reconocidas por
su desarrollo y expansión internacional se encuentran el Pueblo de Alabanza, la
Comunidad del Emmanuel, la Comunidad de las Bienaventuranzas y la comunidad
Siervos de Cristo Vivo. En Brasil, 16 de ellas se agrupan en la Fraternidad de
Nuevas Comunidades del Brasil (FRATER).7
Se calcula que alrededor del 12 por ciento de los católicos son carismáticos, de los
cuales la mayor parte son latinoamericanos.
POSICIÓN DE LA JERARQUÍA DE LA IGLESIA
Gracias a la influencia del Cardenal León José Suenens, moderador del Concilio
Vaticano II, la Renovación Carismática ha sido mirada con ojos positivos por el
Vaticano, desde el pontificado de Pablo VI. Por ello, desde finales de los años
1970 éste ha propiciado la realización de congresos mundiales o internacionales
de "servidores", con el fin de articular la corriente a la institución eclesiástica y
evitar que se convierta en motivo de disidencia o ruptura, dadas las inevitables
controversias que el movimiento carismático ha producido. Pues este ha sido
acusado por parte de los tradicionalistas, de ser una vía hacia el pentecostalismo,
y por parte de los católicos "progresistas" o "liberales", de ser un movimiento
conservador.
EL ICCRS. ÓRGANOS DE SERVICIO Y COORDINACIÓN
Habiendo nacido en los Estados Unidos, la Renovación Carismática se comenzó a
estructurar como movimiento organizado (aunque en realidad no lo es, es un
proceso espiritual en la Iglesia) con cierta rapidez desde los años 70. Y tuvo
necesidad de coordinar a través de sus líderes internacionales las comunicaciones
de su desarrollo primero a través del su oficina internacional de comunicación, el
ICO (International Communications Office), que no era sino el escritorio de Ralph
Martin,8 localizado en Ann Arbor, Michigan.
Posteriormente, en 1978, el ICO se convirtió en el ICCRO (International Catholic
Charismatic Office), la oficina internacional de la Renovación Carismática, al
mudarse a Bruselas, Bélgica, bajo los auspicios del Cardenal Suenens obispo de
tal sede. Con ello, la identidad del movimiento carismático cobró un mayor
carácter eclesial.9 El 25 de Marzo de 1985, el ICCRO se mudó al Vaticano.
Finalmente en 1993, el ICCRO se convirtió en el ICCRS (Servicios Internacionales
para la Renovación Carismática, en inglés), al aprobarse sus estatutos. Su actual
presidenta, es la señora Michelle Moran, laica inglesa, magister en teología
pastoral, predicadora y miembro fundador de la comunidad católica de
evangelización Sión.10
REPRESENTANTES DESTACADOS
Originalmente, la mayoría de los promotores del naciente movimiento carismático
católico fueron sacerdotes, laicos y religiosos anglosajones. Entre ellos podemos
mencionar al Dr. Francis MacNutt, que visitó América Latina con la enfermera y
especialista en psiquiatría Barbara Shlemon Ryan y con el pastor metodista
Tommy Tyson; al Padre Tom Forrest,11 que desde Puerto Rico traducía revistas
norteamericana en una propia llamada Alabaré. Tenemos al Padre George
DiPrizio, que con su testimonio publicado movió la fe de otros sacerdotes y a José
Kane, hoy en Canadá, trabajando como exorcista en Ontario.
Otros que han formado a quienes se han iniciado luego como ministros de
sanación han sido los hermanos Matthew y Dennis Linn.,12 que desde su
experiencia e investigación han publicado libros y dictado conferencias sobre
cómo ayudar a otros a sanarse, así como también el Padre Robert deGrandis13
Un caso particular de ministerio de sanación ha sido el de la clarisa Briege
McKenna,14 que ha visitado Latinoamérica en diversas oportunidades, y hoy se
dedica a interceder por los sacerdotes que particularmente atraviesan por crisis
vocacionales. Su ministerio se llama Intercesión por los Sacerdotes.15
El teólogo católico con investigaciones más prolijas hasta hoy del movimiento
carismático en la Iglesia Católica y demás, es el sacerdote benedictino Kilian
MacDonnell. Él ha sido presidente de la comisión oficial de diálogo entre la Iglesia
Católica y las iglesias pentecostales. Además, es presidente de un instituto de
investigación para el ecumenismo,16 y ha publicado un libro que vincula la
patrología latina, griega y oriental de otros orígenes con el bautismo en el Espíritu
Santo. Se titula Christian Initiation and Baptism in the Holy Spirit: Evidence from
the First Eight Centuries (Iniciatión Cristiana y Bautismo en el Espíritu Santo:
Evidencia de los Primeros Ocho Siglos). Fue publicado en 1991 por Liturgical
Press conjuntamente con George Montague en la localidad de Collegeville. La
referencia es su hoja de vida en donde detalla más acerca de él. 17 Otro importante
autor a mencionar es Monseñor Peter Hocken.
Y otro caso de líderes trabajando de cerca al Papa, Cardenales y Superiores de
Congregaciones Religiosas es el del sacerdote capuchino Raniero Cantalamessa,
que es predicador de la Casa Pontificia, especialista en paleocristianismo y difusor
de la renovación carismática, así como del ecumenismo, otro importante líder
internacional es el sacerdote y exorcista de la India, Rufus Pereira.
También pueden destacarse algunos fundadores de comunidades de alianza,
como el caso de los laicos Pierre Goursat (hoy en proceso de beatificación),
Josette Croissant y Gérard Croissant.
A pesar de ser un movimiento originalmente ecuménico en sus fuentes, en
América Latina aún hay serias dificultades para que pueda darse cualquier forma
de colaboración interconfesional entre católicos y no católicos en el movimiento
carismático y en otros ambientes. Hay avances importantes, pero lentos. 18
Entre los predicadores más detacados de la Renovación Carismática en América
Latina y España se encuentran obispos como: Roberto Lettieri (brasileño) Alfonso
Uribe Jaramillo (colombiano), Luis María Estrada (guatemalteco) entre otros,
presbíteros como Emiliano Tardif (canadiense), Marcelo Rossi (brasileño), Jaime
Burke (norteamericano), Jonas Abib (brasileño); Darío Betancourt (colombiano);
Manuel Rodríguez (español), Gustavo Jamut (argentino), y laicos como Rubén
Darío Hoyos (latino residente en EEUU), Osvaldo Cuadro Moreno (argentino),
Martín Valverde (costarricense), Salvador Gómez (salvadoreño), Max Walter
Zimmermann, (chilenos), Pedro Nuñez(estadounidense), Malvina Modesto
(Dominicana), andreis camero(colombia),fray said leon, entre otros.
VOCACIÓN ECUMÉNICA E IDENTIDAD CATÓLICA
La Renovación Carismática Católica, llegó a lugares como América Latina como
una importación eclesial traída de Norteamérica con las novedades del post
Concilio Vaticano II. Para los carismáticos norteamericanos era normal que
católicos y protestantes colaborasen porque provenían de una sociedad plural, 19
con muchas religiones coexistiendo, dado que la tolerancia es exigencia de la paz
social y porque la Iglesia Católica comenzó a buscar puentes de reconciliación
entre cristianos. Por todo ello, se ensayaron iniciativas de grupos y comunidades
interconfesionales e incluso grandes asambleas ecuménicas, como la de Kansas
City, Misuri en 1977.20
A mediados de julio de ese año cincuenta mil personas se reunieron allí, en lo que
fue conocido como la Conferencia de Kansas City sobre la Renovación
Carismática en las Iglesias Cristianas.21
Y de ese número se podía contar bautistas, pentecostales, presbiterianos,
luteranos, católicos, episcopales, menonitas, ortodoxos, judíos mesiánicos, y
grupos no denominacionales. Allí, el Cardenal Suenens compartió el púlpito con el
obispo de la iglesia protestante del movimiento de Santidad más grande de los
Estados Unidos en ese momento.22
En medio de gran comunión espiritual entre todos ellos, el laico católico Ralph
Martin dio un mensaje, al que los carismáticos llaman profecía:23
Laméntense y lloren porque el Cuerpo de Mi Hijo está roto. Laméntense y lloren
porque el Cuerpo de Mi Hijo está roto. Vengan delante de mí con sayal y cenizas.
Vengan delante de mí con lágrimas y lamentos porque el Cuerpo de Mi Hijo está
roto. Yo te habría hecho un hombre nuevo pero el Cuerpo de Mi Hijo está roto. Yo
te habría hecho luz en la cumbre de una montaña, una ciudad gloriosa y
esplendorosa que todo el mundo habría visto pero el Cuerpo de Mi Hijo está roto.
La luz es débil. Mi pueblo está desunido. El Cuerpo de Mi Hijo está roto. Yo dí todo
lo que tenía en el Cuerpo y la Sangre de Mi Hijo. Fue derramada sobre la tierra. El
Cuerpo de Mi Hijo está roto. Apártense de los pecados de sus padres y caminen
en los caminos de Mi Hijo. Vuelvan al plan de su Padre. Vuelvan al propósito de su
Dios. El Cuerpo de Mi Hijo está roto. Laméntense y lloren porque el Cuerpo de Mi
Hijo está roto.
Y según nos narra Michael Scanlan, hubo gran llanto en ese lugar.24
Su puede inferir una eclesiología un tanto general en la profecía, pero su
insistencia no es en el rigor de describir la naturaleza de la Iglesia Católica, sino la
urgencia de reunir a todos los cristianos (en términos clásicos) como un solo
pueblo, tal como lo entiende la perspectiva católica del ecumenismo.
Confirmando eso, el Cardenal León José Suenens dice textualmente en una
publicación:25
No podemos decir con suficiente frecuencia: la unidad es un don de Dios, una
gracia por la cual deberíamos rogar al Señor juntos. Además, en el umbral de
cada esfuerzo ecuménico debemos recordar las palabras del Cardenal Bea: "La
puerta a la unidad está dentro de nuestras rodillas". Debemos orar juntos
fervientemente. Hacemos esto juntos en la Octava por la Unidad del 18 al 25 de
Enero cada año. Este es un primer paso, pero aún uno tímido y esporádico. Es
algo, pero no estamos entrando en la misma impaciencia amorosa de Dios...La
oración juntos, en la cual nos abramos a la acción del Espíritu Santo, es una
prioridad ecuménica.
Así, el movimiento carismático de los católicos aparecía como el espacio natural
de reconciliación y unidad de los cristianos con la Iglesia de Roma que se impulsó
desde que la Iglesia Católica comenzó a promover el ecumenismo. Sin embargo,
hubo dos obstáculos que principalmente han hecho que el ecumenismo ya no sea
prioritario para los carismáticos latinoamericanos:
La falta de experiencia de diálogo de los católicos por haber vivido en una
sociedad cultural y predominantemente católica, en donde la historia y las
estructuras han sido modeladas por ella desde la colonia. Lo que no es católico
luce extraño para ellos.
El trasfondo de los protestantes latinoamericanos: La mayoría sigue siendo de
conversos al protestantismo de primera generación, por hallarse descontentos con
su antigua condición en la Iglesia Católica. Esto suele darles una actitud, muchas
veces, intolerante frente al catolicismo.
Ambas razones crean un caldo de cultivo de mutua desconfianza entre personas
con poca empatía eclesial por carencias formativas y de experiencia, y otras con
un cristianismo que se ha forjado en su oposición histórica y doctrinal, y a malos
precedentes con el catolicismo romano. Aunque han habido algunas experiencias,
al parecer positivas, como la que menciona el P. Carlos García Llerena en un
artículo de La Palabra Entre Nosotros, donde nombra a la organización
Campamentos de Fe y Oración (conocida en inglés como Camp Farthest Out) una
experiencia de compartir ecuménica y con los permisos necesarios de las
autoridades eclesiásticas de 1980 en Lima, Perú.26 En el caso de Costa Rica, una
institución interdenominacional llamada la Fraternidad de Hombres de Negocios
del Evangelio Completo jugó en los años 1970s un rol difusor de la experiencia
carismática mediante almuerzos semanales con fines de evangelización en casas
particulares.27
Asimismo, a diferencia de Norteamérica y Europa, los precedentes de
colaboración interconfesional entre protestantes y católicos no han tenido
resultados usualmente satisfactorios en Latinoamérica. Puede citarse como
ejemplo lo ocurrido en la ciudad de México con el sacerdote Gilberto Gómez
Velásquez de Monte María y su relación con el pastor Víctor Richards,28 o lo
sucedido en las escuelas de servidores en Lima, animadas por la misionera
estadounidense Bette Strombeck (llamada también Betty) y el Padre Rómulo
Falcón MSC a inicios de los años 80. En ambos casos hubo deserciones de la
comunión de la Iglesia Católica. Del caso mexicano surgió la Iglesia Tierra
Prometida, liderada hoy por el pastor Roberto Stevenson E. 29 y del peruano la
Comunidad Cristiana Agua Viva30
Sin embargo, de acuerdo a lo previsto por el Decreto para el Ecumenismo pp. 3-4
del Vaticano II, algunos laicos católicos y líderes protestantes en la Argentina
vienen celebrando congresos ecuménicos llamados CRECES (Comunión
Renovada de Evangélicos y Católicos en el Espíritu Santo). 31 El año 2006,
contaron con la presencia del cantante mexicano Marcos Witt, el padre Raniero
Cantalamessa, el presidente de la fraternidad de comunidades carismáticas de
alianza Mateo Calisi, y el Cardenal Primado de Argentina, Cardenal Bergoglio,
quien recibió de rodillas la oración de pastores evangélicos, y sacerdotes y laicos
católicos frente a 7000 personas en el Estadio Luna Park, Buenos Aires.32
Del mismo modo, América Latina ha sido impactada por un curso básico de
evangelización llamado el Curso Alpha. Este curso fue desarrollado en una
parroquia anglicana renovada carismáticamente llamada Holy Trinity Brompton,
pero hoy tiene gran difusión en Norteamérica y Europa sobre todo. El país
suramericano de Perú fue elegido como sede de sus dos primeras conferencias
latinoamericanas celebradas en el barrio residencial de Miraflores en una escuela
inglesa llamada Markham College.33 A ambas conferencias asistieron tanto
agentes pastorales católicos como protestantes de toda Hispanoamérica. Y en
Octubre del 2009 bajo auspicios de una institución de los obispos católicos de la
región se realizó la primera conferencia católica de la región. A ella asistieron más
de 30 arzobispos y obispos.34
BIBLIOGRAFIA
 El siglo del Espíritu Santo: cien años de renuedo Pentecostal y
Carismatico, Vida, Vinso Synan, 2006.
 Wikipedia, la enciclopedia libre.
 www. Rcc- es.com
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