Subido por jauxi arrieta

Algunas recomendaciones para prevenir conductas disruptivas en el aula

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Algunas recomendaciones para prevenir conductas disruptivas en el aula
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Llega al aula relajadamente, si es posible, antes de que llegue el alumnado.

No es recomendable comenzar la clase pidiendo silencio, es preferible mantenerse en un
lugar visible hasta que el ambiente se vaya calmando y empezar a hablar con naturalidad.

Planifica cuidadosamente las clases, evitando dar apariencia de desorganización.
Comienza recordando brevemente lo que se hizo y las conclusiones de la clase anterior,
para reenganchar contenidos y dar continuidad a los temas tratados.

Es recomendable tratar en primer lugar temas de interés para el alumnado,
preguntándoles acerca de ellos y relacionándolos con lo que se va a ver.

Favorece la participación, escuchando a los alumnos, ofreciendo la posibilidad de dar
opiniones y sugerencias para la clase, asignando responsabilidades, etc.

Utiliza tu creatividad y el elemento sorpresa para captar la atención y prevenir el
aburrimiento.
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Es aconsejable moverse por la clase con cierta frecuencia, llevando a cabo una supervisión
activa de la tarea y ayudando al alumnado.
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Es importante cumplir lo pactado. Esto genera en tus alumnos, sentimientos de confianza
y de seguridad.
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Evita considerar la conducta como una agresión personal. Es muy positivo mostrar control
de las emociones, una actitud relajada y de confianza en uno mismo a la hora de
restablecer el orden.

Practica la asertividad.
La Hiperactividad / hiperquinesia
Es el primer nivel, y el menos complejo, de los problemas de conducta en el aula; como lo indica el
vocablo hiper es un exceso de movimiento, generalmente ocasionado por las inadecuadas pautas
de crianza, la falta de límites y los modelos adultos permisivos que no han desarrollado la
socialización primaria y los hábitos básicos de vida social o grupal en el niño. Se tiene evidencia de
que el 1% de los casos de niños reportados con hiperactividad o hiperquinesia están asociados a
una pequeña disfunción neurológica que ocasiona los excesos de conducta y movimiento. Tal
disfunción se relaciona generalmente con antecedentes perinatales patológicos como parto
prolongado, hipoxia neonatal o presencia de convulsiones por fiebre durante el primer año de
vida. Nota: Si no se tienen pruebas neurológicas avaladas por un especialista certificado, se
recomienda abstenerse de etiquetar al niño como enfermo o con una patología como el
“Trastorno por Déficit de Atención con hiperactividad” (TDA+H), ya que eso solamente estigmatiza
al niño y dificulta su aceptación e integración al grupo escolar. Si se ha comprobado que tiene una
disfunción debe ser atendido, de no ser así ni mencionarlo. De cualquier forma: ¡ese niño ya es tu
alumno y estará en tu grupo los próximos 200 días hábiles! En muchas escuelas es común que se
ponga como pretexto de que el niño es “hiperactivo” y se le deja de atender, la consecuencia
lógica es que este chico va a ser etiquetado y se va a ir fraguando el fracaso escolar en un futuro
no muy lejano.
seguimiento del compoRtamiento del niño
y elogio de las conductas apRopiadas
Practicar la técnica del elogio con vuestros hijos o
con los alumnos, especialmente con aquéllos que muestran mayores problemas de comportamiento, para ello:
1. Piensa en las tres conductas más problemáticas del
niño, que serían las conductas inapropiadas.
2. Piensa en las tres conductas opuestas que serían las
conductas apropiadas.
3. Durante la semana observa y registra estas conductas.
4. Elogia al niño cada vez que muestre indicios de
las respuestas apropiadas opuestas a aquellas que
indicio de acercamiento a esas conductas.
5. Como detectives debemos estar muy atentos y “pillar al niño siendo bueno”.
cómo elogiaR a tu hijo, o, alumno
• Presta atención cuando el niño se porte bien. No reserves tus elogios para conductas perfectas.
• No te preocupes de que vayas a darle demasiados
elogios.
• Dale más elogios a los niños más difíciles de controlar.
• Elógiate a ti mismo como ejemplo.
• Elogia con entusiasmo, sonrisas y miradas de aprobación.
• Elogia de forma inmediata a la conducta.
• Cuando elogies hazlo acompañado de palmadas, abrazos y besos.
• Elogia de forma consistente, siempre que aparezca la
conducta a elogiar.
• Dale elogios delante de otras personas.
¿Qué es el Trastorno en el Espectro del
Autismo (TEA)?
Es difícil dar una única definición para el concepto de TEA.
Las clasificaciones que se realizan están en continua modificación y, con frecuencia, la
información que se encuentra en las diversas fuentes se refieren al autismo clásico. Sin
embargo, hay todo un espectro de trastornos con diferente gravedad que se engloban
dentro de los llamados TEA.
El autismo es un espectro de trastornos caracterizados por graves déficits del desarrollo,
permanentes y profundos, que afectan a la socialización, la comunicación, la imaginación y la
conducta, entre otras cosas. La incidencia es de unos 60 casos por cada 10.000 niños.
El Síndrome de Asperger y el Trastorno Generalizado de Desarrollo, son alteraciones
dentro de los TEA.
La Confederación de Autismo de España destaca que cuando hablamos de autismo y de
personas que lo sufren estamos hablando de un conjunto de alteraciones semejantes,
pero la manifestación varía mucho en grado y en forma en función de cada individuo. Por
lo tanto, la idea de tomar el autismo como un espectro continuo, más que como una
categoría única, nos ayuda a entender que estamos empleando términos comunes para
hablar de personas muy diferentes. Podemos decir que, si en otros trastornos ya hay
grandes diferencias entre los diferentes pacientes, en el autismo ocurre mucho más. Así,
se puede decir que hay “autismos”, ya que cada paciente es singular.
El autismo es pues un espectro de trastornos caracterizados por graves déficits del
desarrollo. Afectan a la socialización, a la planificación y a la reciprocidad emocional, y a
veces provoca conductas repetitivas o inusuales.
El término TEA fue empleado por primera vez por Lorna Wing, quien en 1988 expuso que
las personas situadas en el espectro son aquellas que presentan:
1- Trastorno en las capacidades de reconocimiento social.
2- Trastorno en las capacidades de comunicación social.
3- Patrones repetitivos de actividad, tendencia a la rutina y dificultades en imaginación
social.
En España, con una estimación de 13.000 niños afectados, las estadísticas constatan
que existen entre uno y dos casos por cada 1.000 niños. Debido a este aumento, la vigilancia
y evaluación de estrategias para la identificación temprana, podría permitir un tratamiento
precoz y unos mejores resultados.
Su origen se halla en una anomalía en las conexiones neuronales que es atribuible, con
frecuencia, a mutaciones genéticas. Sin embargo, este componente genético no siempre
está presente, ya que se ha observado que los trastornos que sufre una persona autista
pueden tener diversos factores, dado que se ha descrito la implicación de varios
elementos de riesgo que actúan juntos.
El grado de severidad del autismo varía mucho. Los casos más graves se caracterizan por
una completa ausencia del habla de por vida y comportamientos extremadamente
repetitivos, inusuales, autodañinos y agresivos. Este comportamiento puede persistir
durante mucho tiempo y es muy difícil de cambiar. Así, se convierte en un reto enorme
para aquellos que deben tratar y educar a estas personas. Las formas más leves de
autismo pueden ser casi imperceptibles y suelen confundirse con la timidez, la falta de
atención y la excentricidad.
Síntomas de un niño con autismo
Hasta la fecha una de las mayores dificultades a la que se enfrentan los médicos es un
habitual retraso en el diagnóstico.Aunque cada vez hay una mayor sensibilización por parte
de los médicos y de la sociedad en general, hay ciertos factores que dificultan el
diagnóstico precoz como son la variabilidad individual de cada niño, la variabilidad a lo
largo del desarrollo, el miedo de los médicos a equivocarse (son niños de aspecto normal
e incluso algunos niños tienen habilidades hipertróficas) y la ausencia de criterios
diagnósticos consensuados para niños muy pequeños (menores de tres años). Además
muchos profesionales de la pediatría no tienen formación especializada en estos rasgos y
necesitan de una mayor familiarización con las herramientas diagnósticas.
Hablaremos de algunos signos precoces que pueden hacer sospechar del diagnóstico en este
artículo.
Primeros meses de vida
Los niños nacen ya con algunas habilidades. Les gusta mirar las caras, imitar, presentan
cierta sincronía motora y un llanto que resulta informativo de lo que les ocurre. Se dice
que los niños pequeños son “comunicativos antes que intencionales” y son sociales por
naturaleza. Los niños antes de nueve meses ya pueden seguir la mirada de su madre.
En estas edades tan precoces ya hay unos signos tempranos de autismo. Los más
tempranos son el pobre contacto ocular, es un contacto visual reducido, la sonrisa es
escasa, no responden a su nombre, no hay un seguimiento visual... con frecuencia son
niños “muy tranquilos”, “no demandantes”.
Más adelante aparecen signos como la no imitación o simbolización (dar de comer a los
padres, a los muñecos, ponerlos a dormir…), la ausencia de atención compartida (disfrutar,
por ejemplo, de que un cuento se lea con la madre o el padre), la ausencia de juego con los
demás (compartir con otros niños) o el dedicar pocas miradas a las personas.
Se trata de unos déficits tempranos que persisten en el tiempo, probablemente porque tienen
que ver con el aprendizaje social que está alterado.
Entre los 18 y los 36 meses de edad
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Así, entre los 18 y 36 meses de edad se pueden percibir signos como
Sordera aparente, no responde a llamadas o indicaciones. Parece que oye algunas cosas
y otras no.
No persigue por la casa a los miembros de la familia ni alza los brazos cuando está en la
cuna para que le cojan. Parece que nos ignora.
Cuando se le coge de la cuna o el parque no sonríe ni se alegra de ver al adulto.
No señala con el dedo y mira al adulto para comprobar que éste está también mirando
donde él señala.
No señala con el dedo para compartir experiencias ni para pedir.
Tiene dificultades con el contacto ocular, casi nunca lo hace y cuando mira hay veces que
parece que "atraviese con la mirada", como si no hubiera nada delante de él.
No mira a las personas ni lo que están haciendo.
Cuando se cae no llora ni busca consuelo.
Es excesivamente independiente.
Reacciona desproporcionadamente a algunos estímulos (es muy sensible a algunos
sonidos o texturas).
No reacciona cuando se le llama por el nombre.
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Prefiere jugar solo.
No dice adiós.
No sabe jugar con los juguetes.
A partir de los 36 meses
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Tiende a ignorar a los niños de su edad, no juega con ellos ni busca interacción.
Presenta un juego repetitivo y utiliza objetos y juegos de manera inapropiada; como por
ejemplo gira constantemente los objetos, juega con trocitos de papel delante de los ojos,
alinea objetos,...
Puede presentar movimientos esteriotipados o repetitivos como aleteo con las manos,
saltitos, balanceo, caminar de puntillas,…
Ausencia de lenguaje, o este es repetitivo y sin significado aparente, con tono de voz
inapropiado. No dice cosas que antes decía.
No existe imitación.
Evita la mirada y el contacto.
Parece cómodo cuando está solo y tiene problemas para aceptar cambios en su rutina.
Tiene apego inusual a ciertos objetos.
Tiene muchas rabietas.
Está en su mundo.
En caso de presentar uno de los siguientes síntomas, es necesario consultar con el
especialista:
No balbucea o no hace gestos de interacción con 12 meses.
No dice palabras aisladas con 16 meses.
No dice frases completas con 24 meses.
Cualquier regresión o pérdida de habilidades adquiridas a cualquier edad.
Por último, FAROS recomienda la película «María y yo», una historia de un padre que se
va junto a su hija autista de vacaciones a las Islas Canarias y en la cual, de una forma
original, con sentido del humor y con un toque de sinceridad nos relatan cómo se convive con
una discapacidad.
El autismo, en términos generales, es un trastorno neurológico que afecta principalmente a
la capacidad de comunicación verbal y relación con otros individuos
, de una forma más o menos intensa. Es bastante más frecuente en niños que en niñas, y no tiene
nada que ver con clases sociales ni etnias.
El autismo leve se asocia, normalmente, con el conocido Síndrome de Asperger, y los niños no
suelen mostrar ningún síntoma hasta aproximadamente los tres años. Los niños que tienen este
tipo de autismo, a diferencia de los casos más severos de TEA, desarrollan a menudo la
inteligencia y el lenguaje de forma normal, aunque ambas capacidades se pueden ver
reducidas o ampliadas.
No en vano, las personas con Síndrome de Asperger a menudo demuestran una inteligencia
específica superior a la medida, y en algunos aspectos se les suele considerar "genios", si bien
suelen tener muchas dificultades para integrarse en entornos sociales convencionales, y otra serie
de síntomas que detallaremos seguidamente.
(Te interesa: Autismo: Todo lo que debes saber)
Es importante que los padres sepan detectar correctamente los síntomas de autismo leve para que,
en caso de que el niño presente el trastorno, reciba un tratamiento adecuado que le ayude a superar
muchas de las dificultades a las que podría verse sometido en caso contrario.
¿Cuáles son los síntomas del autismo leve?

Los niños con autismo leve no suelen iniciar conversaciones o hacer amistades con
otros niños, y tienen dificultades para mantener discusiones por mucho tiempo.

Suelen involucrarse mucho cuando juegan con los juguetes, tanto, que podrían
olvidarse del resto del mundo. Además, pueden quedarse mirando un juguete en
particular durante mucho tiempo.

En muchas ocasiones, los niños con autismo leve pueden presentar mucho interés y
curiosidad por detalles sin importancia para su edad.
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Algunos niños con autismo leve hablan mucho, repiten ciertas palabras insignificantes
una y otra vez, sin saber, a menudo, qué significan realmente. A veces pueden decir
cosas que no tienen ningún tipo de relación con lo que se está hablando.

Cuando sus rutinas quedan interrumpidas o se presenta alguna situación fuera de lo
normal, muchos se agitan o se balancean hacia delante y hacia atrás, sobre todo, cuando
no entienden esas emociones.
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Una de las características más comunes de niños con autismo leve, es que suelen repetir
las frases de una película de animación, conversación o las líneas de un libro.

Los niños con autismo leve evitan el contacto visual, o no suelen mantenerlo durante
mucho tiempo.

Puede parecer que están en su propio mundo, y tienen problemas para comprender las
emociones y percibir los sentimientos de otras personas. Tampoco les gusta que les
toquen, les den abrazos o les sostengan en brazos. Esto se debe a que son muy sensibles
a las personas.

A los niños con este trastorno neurológico, les puede resultar muy difícil interpretar
el lenguaje corporal. Además, no suelen tener unas habilidades motoras muy
desarrolladas.
Cuando un niño presenta síntomas de autismo leve, puede ser blanco de burlas o algún tipo de
acoso más o menos acusado por parte de sus compañeros y otras personas de su entorno. Por eso,
se hace muy importante que los padres detecten si su hijo sufre este trastorno para que sea tratado
por un especialista lo antes posible.
Si se descuidan este tipo de actitudes, el autismo puede llegar a ser severo.
(Te interesa: Señales de autismo en niños)
Test para detectar el autismo leve
En la actualidad, existen algunos tests que permiten a los padres poder intuir si su hijo sufre
algún tipo de autismo. Estas herramientas no sirven bajo ningún concepto como una forma de
diagnóstico, pero son útiles para que, en caso de sospecha, podamos quitarnos la preocupación
de encima o bien confirmar lo que pensábamos. Cuando los resultados muestran que el niño
podría sufrir autismo, será el especialista quien realice un diagnóstico precoz para iniciar las
terapias adecuadas que ayuden al pequeño a relacionarse más y mejor.

Existe un cuestionario para bebés de entre 6 y 24 meses, que permite identificar los
distintos aspectos del desarrollo del bebé y el niño pequeño. Los resultados nos ayudarán
a saber si se trata de algo preocupante o no. Para puntuarlo e interpretar los datos, se
puede utilizar esta guía.

Cuando los niños tienen de 4 a 11 años se utiliza el cociente del espectro autista, que
en realidad es un test para los adultos pensado para autoevaluarse. Se puede hacer online
desde este enlace de la página web, y el rango es de 0 a 150, siendo 0 la ausencia absoluta
de TEA y 150 el valor máximo. El corte se establece en 76 puntos, es decir, a partir de
este número, sería necesaria la valoración de un profesional.

Para niños de 7 a 16 años, se puede realizar este cuestionario de Cribaje para el
Espectro Autista (ASSQ), y lo pueden realizar tanto padres como profesores de escuela.
Es muy útil para aquellos estudiantes muy inteligentes que parecen no encajar con
ninguno de sus compañeros. Es muy sencillo de hacer, tan solo 27 preguntas. Una
puntuación mayor a 19 indicaría la necesidad de un estudio más profundo por parte de
un profesional.
¿Cómo se trata el trastorno del espectro autista?
Cuanto antes se inicie el tratamiento en un niño con TEA, mucho mejor. En función de las
necesidades del niño, su tratamiento puede incluir terapia de conducta, terapia del habla
(logopedia), terapia ocupacional, medicación y ayudas adicionales en el aprendizaje escolar.
La meta del tratamiento consiste en ayudar a los niños a:

comunicarse mejor

jugar con los demás y desarrollar sus habilidades sociales

reducir comportamientos como las conductas agresivas o repetitivas

mejorar el aprendizaje

saber estar seguros y cuidar de su propio cuerpo
Antes de los 3 años
Hasta los 3 años de edad, algunos niños se pueden beneficiar del tratamiento a través del
programa de intervención precoz de su estado. Las familias trabajan junto con un equipo de
expertos en un Plan de Servicio Familiar Individualizado (IFSP, por sus siglas en inglés). Este
plan define las metas del tratamiento y desarrolla un plan de tratamiento.
Un equipo de terapeutas puede proporcionar terapia a domicilio a aquellas familias que
cumplan los requisitos para beneficiarse de este servicio.
También puede haber servicios disponibles en clínicas asociadas a hospitales o en centros de
la comunidad. Los seguros médicos pueden reembolsar muchos de estos servicios.
A partir de los 3 años
Los niños de entre 3 y 5 años con TEA que cumplan los requisitos, se pueden beneficiar de
servicios de educación preescolar gratuitos gracias a la ley de educación para individuos con
discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés). Los servicios de terapia y educación adicional
se ofrecen a través de los distritos escolares de cada localidad o de otros centros educativos,
sea en el domicilio del niño o en el aula.
Una vez que los niños comienzan Kindergarten, los padres pueden solicitar un cambio a
un programa educativo individualizado (IEP, por sus siglas en inglés) a través del distrito
escolar de su localidad. Un IEP puede incluir objetivos educativos, así como objetivos
sociales, de comportamiento y de cuidado personal. Existen servicios de educación especial
hasta que la persona cumple 21 años.
Los hospitales, los centros médicos y las clínicas que ofrecen servicios de salud a la población
infantil suelen disponer de servicios para niños con TEA. Tanto las clínicas de salud
conductual públicas como las privadas pueden disponer de servicios específicos para niños
con TEA. Centros independientes para tratar el autismo ofrecen servicios de los que se
pueden beneficiar los niños con TEA.
A veces se usan medicamentos para tratar síntomas como la agresividad, lahiperactividad, la
falta de atención, la ansiedad, la depresión y los problemas relacionados con el sueño.
No hay muchas investigaciones que muestren los efectos beneficiosos de muchos enfoques
para tratar el TEA, como los cambios en la dieta; los suplementos; la música, el arte y las
terapias con animales.
Informe al médico y a otros miembros del equipo de su hijo sobre cualquier otro tipo de terapia
o tratamiento que esté siguiendo o que se esté planteando seguir para comentar con ellos sus
riesgos y sus posibles efectos beneficiosos.
Las necesidades educativas de los alumnos
con TEA
Precisamente por la existencia de estas grandes diferencias en cuanto a nivel de
inteligencia, capacidades y potencial de los chicos con autismo, resulta difícil
establecer unas estrategias educativas, pautas y patrones metodológicos que
sean válidos y eficaces para todos los alumnos diagnosticados de TEA.
Los expertos consideran que lo más beneficioso para estos niños, a
excepción de los casos más severos, es que realicen su educación en el aula
ordinaria. Para los maestros, tener entre sus alumnos a un chico con autismo
constituye todo un reto personal y profesional, mientras que para sus compañeros
puede suponer una experiencia única de convivencia con una persona diferente,
ejemplo de la diversidad con que se van a encontrar en el futuro en sus relaciones
laborales y sociales.
Tanto el maestro como el centro no deben olvidar que todos los chicos y chicas
con autismo forman parte del grupo de alumnos con necesidades educativas
especiales (NEE) y que, independientemente de su potencial e inteligencia
individual, siempre va a presentar, en mayor o menor grado, problemas en las
siguientes áreas:
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
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
Problemas de interacción social, consistentes en un cierto grado de aislamiento y
falta de contacto social y afectivo con las personas, así como carencia de empatía e
incapacidad para expresar sus propios sentimientos.
Alteraciones de conducta, conductas repetitivas o disruptivas y obsesión por ciertos
temas normalmente de escaso interés para el resto, como series de números o las
posición de estrellas y planetas.
Alteraciones cognitivas, que afectan principalmente a aspectos relacionados con la
abstracción, la función simbólica, el lenguaje, la atención y la memoria.
Déficit en la comunicación y el lenguaje (verbal o no verbal), que puede ser
inexistente o presentar importantes anomalías en la intencionalidad o el significado.
Problemas motrices, con grandes variaciones entre un caso y otro se observan
problemas de movimiento y coordinación.
Estos problemas derivan en unas necesidades educativas específicas que tengan
como objetivo principalpaliar, potenciar y mejorar en la medida de lo posible
las alteraciones en el plano cognitivo, intelectual y social de estos alumnos. Para
conseguirlo, el profesor cuenta con tres herramientas básicas: adaptación del
currículo, criterios metodologías especiales y actividades específicas.
Estrategias educativas para niños con
diferentes grados de autismo
Objetivos
Los objetivos generales de las estrategias educativas en niños autistas deben
estar dirigidos a laconsecución de las siguientes metas:






Potenciar al máximo la autonomía e independencia personal de los chicos y
chicas.
Desarrollar el autocontrol de la propia conducta y su adecuación al entorno.
Mejorar las habilidades sociales de los alumnos, fomentando su capacidad de
desenvolvimiento en el entorno y de comprensión y seguimiento de las normas, claves
y convencionalismos sociales y emocionales.
Desarrollar estrategias de comunicación funcionales, espontáneas y generalizadas.
Fomentar la intención comunicativa y la reciprocidad en la comunicación.
Desarrollar procesos cognitivas básicos como el pensamiento abstracto, la atención
y la memoria.
Adaptación curricular
En base a estos objetivos, el equipo docente del centro debe realizar
una adaptación personalizada del currículo en función de los siguientes
aspectos:

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
El grado y tipo de autismo del alumno y sus características y potencialidad.
Las posibilidades de desarrollo funcional de cada niño.
La evolución del alumno.
El entorno familiar y social del chico o chica.
El contexto educativo en el que se encuentra inmerso el muchacho: capacidades en
personal e infraestrucutra del centro, posibilidad de que reciba atención y apoyo
extraescolar, etc.
Criterios metodológicos
La metodología de aprendizaje utilizada debe, por un lado, adaptarse al ritmo y
las dificultades en el plano cognitivo, comunicacional y social del niño y, por
otro, incidir en la experimentación y el contacto con los demás y el entorno, ya
que es la mejor forma de romper el hermetismo que caracteriza a estos chicos y
facilitar el aprendizaje funcional. Algunas acciones metodológicas en esta línea
que la experiencia ha demostrado muy eficaces son:


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El aprendizaje en contextos naturales.
Tomar los propios intereses del alumno como punto de partida.
Prediseño de situaciones que favorecen o desencadenan actos comunicativos.
El típico sistema de aprendizaje de ensayo-error no funciona con niños autistas. En
estos casos, es mejor que el profesor le facilite los apoyos necesarios para que pueda
realizar la tarea y luego se los vaya retirando poco a poco.

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Prestar mucha atención a la expresión y comprensión de los estados emocionales
propios y ajenos.
Establecer rutinas y situaciones muy estructuradas.
Evitar elementos de distracción.
La organización espacio-temporal también debe estar muy estructurada,
facilitando la predictibilidad y la anticipación.
Usar agendas para que el alumno pueda tener muy bien organizado el tiempo,
pueda predecir situaciones y le sea más fácil controlar su conducta.
Actividades
Las actividades enfocadas a niños autistas deben ser muy funcionales,
estar muy bien organizadas y estructuradas y destacar por la claridad y la
sencillez. En cuanto a los materiales, se debe procurar que por sí solos muestren
al niño las tareas que debe realizar. Los apoyos visuales (dibujos, fotos, carteles)
son muy útiles en niños autistas como guía y elemento no solo recordatorio, sino
también de refuerzo motivacional de las acciones y tareas diarias.
Los trabajos en mesa deben ser repetitivos, bien estructurados, procurando que
el niño interactúe con sus compañeros y donde predominen los elementos
visuales (pictogramas, puzzles) y con los que pueda experimentar (ceras de
colores, juegos de construcción, plastilina, etc.).
Para facilitar la integración, el tutor puede:

Promover el contacto directo con sus compañeros, creando oportunidades para que participe
en juegos y tareas compartidas y colaborativas.

Permitir que aunque sea con la ayuda de los compañeros, el alumno con autismo tenga las
mismas responsabilidades que el resto de niños de la clase, por ejemplo encargado de borrar
la pizarra, colgar su mochila, subir las sillas al terminar, etc.

Fomentar las relaciones positivas con el fin de mejorar la percepción y aceptación del niño/a
por sus compañeros.

Reforzar positivamente a los alumnos que ayuden al niño/a de algún modo en las tareas.

Reforzar positivamente a los alumnos que inicien interacciones con el niño/a, o le propongan
participar en sus juegos.

Para evitar problemas de conducta, sería conveniente tener un panel visual recordatorio de las
normas de clase en una zona visible del aula y de fácil acceso. Es conveniente hacerles ver a
los niños que el alumno con autismo tiene dificultades para comunicarse y entender cómo se
debe actuar y que a veces hace las cosas mal porque aún está aprendiendo, por lo que ellos
tienen la suerte de poder guiarle y recordarle cuando lo necesite las normas del aula. Reforzar
positivamente a los alumnos que hagan esto, favorecerá la reaparición de este tipo de
actitudes.

Cuando tratemos con conductas problemáticas hemos de actuar impidiendo su refuerzo,
interviniendo con conductas alternativas y/o incompatibles.
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Facilitar la creación en el aula de un espacio llamémosle “santuario”, (puede ser por ejemplo,
un cojín en una esquina de la clase con un apoyo visual para otorgarle sentido a ese espacio y
con algunos objetos que propicien tranquilidad y relajación (juegos de manipulación, bolsas o
botellas sensoriales, etc.), para que tanto el niño/a, como todos los alumnos, siempre que lo
necesiten, puedan ir allí a relajarse cuando sea necesario, puede resultar un estrategia muy
efectiva para evitar problemas de conducta, o al menos, extinguirlos cuando se perciba que
van a suceder.


Para favorecer la concienciación del alumnado, existen multitud de recursos de los que
disponer. Cómo son los cuentos o cortos que tratan sobre la diversidad. Como por ejemplo, el
cuento El Cazo de Lorenzo (disponible en Internet), que ayuda a los niños a valorar la
importancia de su apoyo y ayuda en la vida de los niños con dificultades.
El que el alumno con autismo se sienta querido y comprendido por sus compañeros reducirá
drásticamente los posibles problemas de conducta. Una estrategia a adoptar podría ser el
nombrar encargados “ayudantes”(variando el alumnado cada poco tiempo) y premiar a estos
alumnos con alguna pequeña recompensa como un chupa chups, reforzando lo bien que lo
han hecho ayudándole, y recordándoles la suerte que tiene el niño o niña en cuestión, por
tener a unos compañeros tan buenos. Entre las cosas que deben hacer los ayudantes, está el
intentar ayudar al niño en sus actividades; decirle a al niño/a con TEA, cuando está haciendo
las cosas bien; recordarle las normas cuando sea necesario; ayudarle llevándolo al rincón de
la calma cuando lo vean nervioso; incluirlo en sus juegos en el patio. No castigar ni reprender
cuando estos alumnos no cumplan con su labor de ayudante, deben entenderlo como un
privilegio, una oportunidad, no como una obligación impuesta, por lo que si no lo hacen, no se
les reprochará, pero, por el contrario, se reforzarán claramente las conductas de ayuda.

Es posible que el alumno con autismo presente dificultades o alteraciones sensoriales,
(hipersensibilidad al tacto, ansiedad ante los ruidos fuertes, necesidad excesiva de
movimiento, etc.), y es importante hacer entender al resto de alumnos la necesidad de
respetar las necesidades de su compañero.
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Ante situaciones de conflicto sería conveniente proporcionar a todos los miembros de la clase
un feedback, es decir, verbalizar la información de lo sucedido, tanto desde el punto de vista
del alumno con autismo, como del alumno o alumnos implicados en el conflicto. Poner nombre
a sus acciones, asociando esas acciones a las diferentes emociones. De esta forma se anima
a sus compañeros a interactuar con él y a comprenderle mejor, y promoverá el desarrollo
social y emocional del alumno con TEA y de todos los alumnos. Esta estrategia se puede
aplicar con todos los conflictos que se den en el aula, de hecho, mejor si es así.
“No solo soy autista. También soy un niño… comparto muchas cosas de los niños a los que llamáis
“normales”. Me gusta jugar, divertirme, y quiero a mis padres y a las personas cercanas, me siento
satisfecho cuando hago las cosas bien. Es más lo que compartimos que lo que nos separa”. Ángel
Riviére
Cómo tratar un niño autista en el aula

Es necesario que los docentes aprendan cómo tratar a los
niños con autismo, ya que probablemente en algún momento
tendrán que lidiar con uno y el desconocer cómo entenderlo o
tratarlo podría traerle consecuencias al niño(a).
Algunos de los consejos para saber cómo ayudar a un niño
con autismo en la escuela son:
Promover que el niño(a) tenga más contacto con sus
compañeros. Esto puede hacerse por medio de juegos
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organizados y tareas en grupo. Es importante que se
promueva previamente el respeto entre cada uno.
El ambiente educacional debe de estar muy bien organizado
y estructurado, así como también deben de evitarse los
cambios bruscos.
Para que acate más fácilmente los horarios y las normas
establecidas en clase, es necesario el uso de apoyos
visuales. Por ejemplo, se pueden hacer tarjetas o letreros
con las normas, utilizar temporizadores para respetar los
tiempos de manera adecuada, etc.
Prestar mucha atención a las fortalezas y debilidades del
niño. Esto será de gran utilidad para poder aprovechar esas
fortalezas para motivarlo a estudiar y/o a terminar tareas.
Adapta el entorno escolar para facilitar el aprendizaje del
niño. Por ejemplo, se puede verificar si la ubicación de su
mesa es la que mejor se adapta a sus necesidades, qué
tanto ruido hay en esa zona y si es apropiado para el niño, si
tiene buena luz en su lugar, entre otras cosas.
Recibir apoyo de profesionales en la materia para poder
ofrecer una mejor educación a los niños con este tipo de
padecimiento.
Reforzar positivamente las conductas del niño en caso de
que estas sean positivas.
Tratar con respeto al alumno(a) y brindarle todo el
apoyo posible para que pueda adaptarse de la mejor manera
al entorno escolar (con sus compañeros y en la realización
de sus tareas)
Practicar y reforzar las conductas sociales apropiadas por
medio de los juegos de rolesen donde el niño pueda
observar y participar constantemente en las conductas
sociales aceptadas.
Promover el uso de mapas e imágenes en donde se
describan los conceptos que tiene que aprender de manera
comprensible. Hay que recordar que los niños con espectro
autista aprenden mejor por medio del contenido visual.
Consultar con un profesional
Es aconsejable que los padres que sí tienen problemas con la
educación de su hijo(a), sienten que la manera en la que se
comportan con ellos no es la más adecuada y tienen
problemas para controlarla, pidan ayuda de un
profesional. El profesional se va a encargar de evaluar la
situación particular del niño(a) y, dependiendo de ella, va a
determinar cuáles son las pautas más adecuadas que se
deben seguir para saber cómo ayudar a un niño autista y de
que no salga perjudicado por sus actos. Hay que recordar
que no se puede generalizar y que muchas veces los
consejos que funcionan bien con unos, no funcionan igual con
los otros.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online
no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar
un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que
trate tu caso en particular.
6 tips para trabajar con estudiantes con autismo
por Liz Manolis, profesora de Ed. Básica, autora
blog https://www.theautismvault.com
…
Recuerdo claramente las caras de incomodidad de la gente con que me encontraba
cuando era un niño y les decía que tenía un familiar con autismo. Esto cambió
notoriamente cuando entré a la universidad y me embarqué en una carrera en
educación especial. En la última década ha habido mucha mayor exposición y
conciencia sobre el autismo y sus particularidades. Con la siempre creciente
población de niños y niñas con autismo, es muy importante que todos los
educadores estén bien capacitados en sus necesidades. Aquí hay 6 tips para ayudar
a que los estudiantes con autismo florezcan en las salas de clases:
1.
Evita
la
sobrecarga
sensorial
Muchas cosas inesperadas pueden estar distrayendo a los estudiantes con autismo.
Luces fluorescentes, olores y ruidos pueden dificultarles la concentración. Usar
colores fríos y calmos en la sala de clases pueden ayudar a crear una atmósfera
más relajante. Evita cubrir las murallas con muchos afiches u otros elementos que
puedan distraer la mirada. Algunos estudiantes pueden verse beneficiados al contar
con un espacio especial en el que puedan pasar tiempo lejos de cualquier posible
distracción.
.
2.
Usa
apoyos
visuales
Incluso los individuos con autismo que pueden leer se benefician del uso de apoyos
visuales. Los materiales visuales pueden permitirles recordar las reglas de la sala
de clases, dónde se ubican los materiales de uso de los alumnos. Usar fotos e
imágenes pueden significar más para estos estudiantes que una larga explicación.
.
3.
Sé
predecible
Tener previsibilidad en la sala de clases disminuye la ansiedad de los niños y
jóvenes con autismo y los ayuda a evitar las distracciones. Los estudiantes están
menos inquietos acerca de lo podría ocurrir, y así pueden concentrarse mejor en el
trabajo que están desarrollando en el momento. Dar a los estudiantes un calendario
o programación que pueden ir siguiendo. Si es que llegan a ocurrir cambios no
previstos, se puede aprovechar como momento educativo para modelar cómo
manejar
.
apropiadamente
4.
Mantén
el
los
cambios.
lenguaje
concreto
¿Viste la serie “El mundo de Bobby” durante los ’90? Si lo viste puedes recordar
que cuando Bobby escuchaba a los adultos usando lenguaje figurativo, se ponía a
soñar despierto en locos escenarios y situaciones sobre lo que él se imaginaba que
significaba lo que había escuchado. Muchos individuos con autismo tienen
problemas para entender el lenguaje figurativo y tienden a interpretarlo de manera
muy literal. Esto puede servir como una buena oportunidad pedagógica para
enseñar acerca de los significados ocultos o secundarios de algunos términos.
.
5.
Enseñar
directamente
habilidades
sociales
Este curriculum oculto puede estar muy oculto para algunos individuos con
autismo. Hay ciertas cosas que puede ser necesario enseñarlas de manera explícita
(como las analogías). Modelar apropiadamente las habilidades sociales y discutir
cómo
las
conductas
pueden
hacer
sentir
a
otros.
.
6.
Trata
a
los
estudiantes
como
individuos
Aunque pueda ser innecesario repetirlo, no hay que olvidar que es importante
modelar la paciencia, la comprensión y respeto al trabajar en una sala de clases con
estudiantes con habilidades diferentes. Es importante tener claridad de que el
autismo afecta de diferentes maneras a cada niño, niña y joven, por lo que estas
recomendaciones pueden no ser muy útiles para todos los casos, y es necesario ir
ajustándolos caso a caso.
Cómo saber si un niño es autista: Síntomas o
indicadores
Algunos de los síntomas del autismo en niños que nos pueden hacer sospechar
que podemos estar ante posible un trastorno del espectro autista o que nos
pueden ayudar a descartar aquellos niños que parecen autistas pero no lo son,
son los siguientes:

Rechaza el contacto físico o se muestra incómodo con él.

No emite vocalizaciones o gestos comunicativos al llegar al año.

No produce ninguna palabra espontánea a los 16 meses de edad.

No ha generado ninguna conducta de juego simbólico a partir de los dos
años.

No muestra interés por los juguetes.

Evita el contacto ocular, físico, comunicativo con los niños y niñas de su clase
o con educadores y familiares.

Realiza actividades repetitivas o movimientos estereotipados y reiterados
sobre sí mismo.
Cómo tratar a un niño autista: Pautas qué
podemos adoptar para ayudarle en su día a día
Para empezar es bueno tener presente que el autismo no se trata de una
enfermedad, sino un conjunto de síntomas y signos que indican una
alteración de las funciones esenciales en el desarrollo de la persona.
Podemos contribuir en la mejora de la calidad de vida de la persona autista de
formas muy variadas, enseñándole nuevas habilidades con la intención de hacerla
más autónoma e independiente.
Importancia de la intervención temprana en niños
autistas
El primer paso importante y esencial es que se realice el diagnóstico y se
planifique la intervención educativa lo más tempranamente posible.
A menudo, transcurre un tiempo excesivo entre que la familia y el entorno
educativo del niño se dan cuenta de los primeros síntomas y se deriva al
profesional adecuado para el diagnóstico e intervención correctos.
Este tiempo es clave para ayudar a los niños con TEA a tener un desarrollo lo más
armónico y óptimo posible dentro de sus capacidades y poder inserirse en su
entorno social de la forma más adecuada.
¿Qué hacer si detectamos estos indicadores del
autismo en el aula?
Si somos educadores infantiles o trabajamos con niños y nos percatamos de estos
síntomas, es conveniente que traslademos nuestras observaciones al resto de
miembros del equipo educativo.
Especialmente, al director del centro educativo y a los padres del niño o niña para
que consideren oportuna la realización de un proceso de evaluación
psicopedagógica.
El objetivo de este evaluación es identificar, evaluar y determinar el tipo de
necesidades educativas específicas que pueda precisar el niño.
¿Cómo tratar a un niño autista en el aula?
En el contexto educativo de una aula, siempre y bajo las indicaciones del
psicopedagogo o profesional que esté atendiendo al niño, deberemos adecuar el
espacio educativo a las características individuales de él o ella.
Es bueno que tengamos presente que cada niño autista es único. Por lo tanto,
deberemos dedicar un tiempo para conocerle:
¿Qué actividades le gustan más?
¿Qué otras no tanto?
¿Hay objetos o situaciones que le molesten especialmente?
¿Qué estímulos le sobrepasan y le causan ansiedad?, etc.
Además, hay una serie de pautas que a nivel general suelen ser útiles para
planificar actividades para niños con autismo y hacer posible su aprendizaje
en el aula en las mejores condiciones:

Planificar actividades dirigidas, no libres, ya que los niños autistas no aprenden
de forma espontánea sino que necesitan unas pautas claras y sencillas.

Ayudarnos de refuerzos materiales y sociales para compensar su falta de
interés hacia el entorno y algunos posibles déficits cognitivos que pueda tener.

Reforzarle aquellas habilidades en las que sea más competente, para
potenciar respuestas adaptativas, de forma que iremos retirando progresivamente
los refuerzos a medida que el niño logre lo que se espera, con el fin de no desviar
el objetivo a conseguir y crear dependencias.

Aprovechar sus capacidades visuales y espaciales utilizando soportes
visuales en el aprendizaje, con pistas visuales que le ayuden a estructurar y
prever los sucesos de su entorno.
Como hemos comentado anteriormente, dado que cada niño es único,
utilizaremos unos u otros recursos en el aula o escogeremos unos más que otros
en función de cómo reaccione cada niño o niña.
Por ejemplo, uno de los recursos que se utiliza con frecuencia en el aula escolar
en el caso de un niño autista que no se comunica verbalmente o lo hace con
serias dificultadas es el tablero de comunicación.
Tablero de comunicación: pictogramas para niños
autistas
El tablero o plafón de comunicación se trata de un sistema aumentativo y
alternativo de comunicación basado en pictogramas que expresan
necesidades, acciones básicas, estados anímicos, etc.
El objetivo de este sistema alternativo de comunicación es que el niño con serias
dificultadas para comunicarse y expresarse oralmente, pueda hacerlo mediante un
soporte alternativo.
En este enlace dispones de un ejemplo de plafón de comunicación con varios
pictogramas para niños autistas para que lo podáis imprimir en casa.
Estos pictogramas están pensados para una niña o niño con autismo moderado de
unos 4 años.
¿Cómo comunicarse con un niño autista en casa?
Pautas generales que sirven de ayuda para niños
con autismo
En una de sus conferencias, la doctora Temple Grandin, diagnosticada de
autismo desde niña y reconocida autoridad en el tema, da una serie de pautas a
los familiares de niños con autismo para ayudarles a que sean cada vez más
autónomos y funcionales. Mencionamos algunas de ellas:

Evitar gritarles o hablarles con alaridos
Esta pauta debería aplicarse en el caso de cualquier niño, pero en el caso de
niños autistas todavía deberemos tener mayor cuidado.

Dar instrucciones claras y precisas
La doctora lo explica con el siguiente ejemplo, si el niño está comiendo puré de
guisantes con las manos, en lugar de decirle “no, no comas con las manos” es
mejor darle la instrucción clara de cómo deseamos que coma.
En su lugar podemos decirle: “usa el tenedor”.
Para la doctora Temple Grandin enseñar a un niño con autismo es cómo
enseñarle a alguien que visita un país extranjero por primera vez.

Tratar de ampliar su zona de confort progresivamente
Generalmente, los niños autistas acostumbran a tener intereses reducidos y
suelen preferir quedarse jugando en entornos seguros que ya conocen, como la
habitación de su casa, y que les proporcionan seguridad.
Para evitar que el niño se aísle, es aconsejable tratar de ampliar su zona de
confort.
Podemos probar a que juegue en una habitación distinta de la casa, realizar una
ruta alternativa de casa a la escuela o ir a comprar a un supermercado diferente.
Eso sí, deberemos tener en cuenta que los cambios deberán ser progresivos,
ya que si le exigimos demasiado, le provocaremos pánico o temor.

Empujarles con demasiada insistencia hacia una dirección puede causarles
sobrecarga y obstaculizar su progreso
Como hemos comentado en el anterior apartado, deberemos proponer
pequeños cambios de forma que el niño o niña pueda ir asimilándolos y no se
vea sobrepasado. Para ello, es recomendable que estemos atentos a sus
reacciones.

Evitar las sorpresas repentinas
Los niños autistas necesitan rutinas o acontecimientos que conozcan o puedan
prever. Las sorpresas inesperadas les pueden causar miedos o rabietas.

Es recomendable alentar a que prueben cosas nuevas y a que sigan
aprendiendo
Esta pauta es especialmente importante en el caso de adolescentes o adultos.
Motivándoles a que encuentren nuevos temas en los que interesarse o nuevas
habilidades a aprender, les estamos ayudando a que no se estanquen en unos
pocos intereses reducidos.

Crear oportunidades para que los niños usen el lenguaje
La doctora ha observado que con frecuencia muchos padres tienden a hablar
por su hijo autista, de forma que no les permiten expresarse por ellos mismos.
Para evitarlo, es conveniente proporcionar al niño situaciones en las que le
incentivemos a utilizar el lenguaje y en las que le demos el tiempo suficiente para
que pueda expresarse a su ritmo.

Mantener una comunicación constante entre la escuela y el hogar
Es aconsejable que haya una comunicación diaria entre la escuela y el hogar.
Así nos aseguramos que las normas entre ambos ámbitos sean coherentes y
estamos garantizando al niño o niña una educación continuada y homogénea.

Incentivarlo con aquellas actividades que más le gusten o en las que más
destaque
Si por ejemplo, la niña o el niño es bueno sumando cifras de números y ésta es
una actividad que le causa gozo o bien le calma cuando está ansioso, podemos
facilitarle juegos de aritmética o elaborar con él un juego en el que tenga que
hacer uso de los números.
Una propuesta puede ser la de crear juntos un supermercado casero, en el que
haya varios artículos – en función de cada niño adecuaremos el tipo de artículos
que vamos a seleccionar, el color de los mismos, etc -.
Por ejemplo, si es un niño con una sensorialidad visual extrema que no tolera los
colores fuertes, pondremos artículos y decoraremos nuestro supermercado con
colores pastel más suaves.
Con esta actividad aprovechamos la habilidad y el disfrute del niño, orientándolo a
una actividad práctica de la vida real y ayudándole a socializarse, ya que en este
juego es necesario que haya una persona que ejerza el rol de compradora y otra
de vendedora.
Como esta propuesta, podemos planificar unas u otras en función del perfil,
necesidades y preferencias de cada niño autista.

Acostumbrar al niño a tolerar aquellos estímulos que no soporta bien y que
no son perjudiciales para él
Muchos niños diagnosticados de autismo tienen una sensibilidad sensorial
extrema, especialmente a nivel visual y/o auditivo, de forma que se saturan
rápida y fácilmente ante estos estímulos o reaccionan desproporcionadamente.
La doctora Temple Grandin lo ejemplifica explicando el caso de un niño autista
que teme los globos porque lo que le da miedo de ellos es el ruido que hacen
cuando estallan.
En este caso, propone exponerle progresivamente al estímulo que teme: los
globos.
El primer día, podemos presentarle un globo deshinchado
Al segundo; le presentamos el mismo globo y lo hinchamos ligeramente delante de
él.
Al tercero; le permitimos que lo estalle o lo hacemos nosotros para que se vaya
habituando.
El ritmo y la exposición va a depender del grado de sensibilidad de cada
niño.
Cuando no es posible desensibilizarlo, la doctora sugiere que podemos estar ante
un caso de extrema sensibilidad sensorial.
En estos casos, aconseja comprobar la capacidad auditiva de la niña o niño
llevándolo a un médico especializado para conocer si existe algún problema
auditivo.
En caso que exista un problema, el médico especialista nos ayudará a remediarlo
y a comunicarnos con él o ella de la forma más adecuada.

Dar el tiempo suficiente para que el niño con autismo pueda responder
Los niños autistas no acostumbran a cambiar fácilmente su foco de
atención; algunos lo desplazan lentamente mientras que otros sencillamente no lo
hacen.
Es habitual observar que al mirar películas se centran más en la zona de la boca
que en la de los ojos, a causa del problema que tienen con los detalles auditivos.
Por este motivo, cuando les preguntemos y esperemos de ellos una respuesta o
acción, la doctora aconseja que les hablemos lentamente y les demos el
tiempo suficiente para que puedan acceder a su memoria y responder
ESTRUCTURA Y MEDIDAS GENERALES EN EL CENTRO ESCOLAR
Las recomendaciones que anotaré a continuación resultan aplicables para niños con TEA
verbales, buen nivel de funcionamiento-adaptación y que están llevando un currículo con
adaptaciones o sin ellas pero que están en un modelo de inclusión escolar plena. Es decir no
son aplicables a todos sino a una proporción de los niños con TEA y TDAH.
Las acomodaciones en el aula son un conjunto de medidas que pretenden mejorar el
funcionamiento general. Para su implementación se requiere:
1. Que la autoridad escolar y los profesores reciban la solicitud de aplicación de medidas generales
de apoyo.
2. Es importante que la autoridad escolar y los profesores tengan conocimientos básicos sobre los
diagnósticos formulados al igual que las recomendaciones, para lograr esto se requiere del
apoyo del departamento de psicología y orientación del centro escolar. Si la institución no
dispone de estos servicios entonces el psicólogo tratante (externo) es la persona indicada para
orientarles.
3. Alcanzar un acuerdo entre padres y colegio, también con los profesionales involucrado para
apoyarse en la aplicación de las acomodaciones solicitadas.
Incluyen, entre otras, las siguientes sugerencias generales que se anotan a continuación:
Ubicación dentro del aula
Esto se refiere al área geográfica que ocupa dentro del aula, es uno de los aspectos más fáciles
de modificar y el impacto de pequeñas modificaciones puede ser muy positivo.
– Próximo al escritorio de sus profesores pero no aislado del resto del grupo
– Alejarle de puertas, ventanas o paredes muy cargadas de estímulos porque pueden servir
como distractores
– Ubicarle en un espacio en donde la supervisión sea más fácil.
Grupo de trabajo
No solamente se refiere al trabajo cooperativo, sino al trabajo individual (los compañeros del
alrededor pueden tener influencia muy importante en la atención y conducta)
– Rodearle de compañeros con buenas habilidades atencionales, no necesariamente de alto
rendimiento porque puede no ser conveniente
– Preferir el trabajo individual o en grupos pequeños de dos o tres miembros, en grupos mayores
pueden terminar dispersándose.
Cuando se realiza trabajo en grupo (cooperativo) es conveniente indicarle el papel que
desempeñará, lo que se espera que haga e incrementar la frecuencia de supervisión. Es
recomendable no armar los grupos por afinidad para evitar exclusiones sino buscar que el grupo
tenga beneficios al proveerle de compañeros que ayudan a regularizar su conducta.
Instrucciones
– Establecer contacto visual antes de formular la instrucción
– Formular una sola instrucción por vez
– Luego de formulada la instrucción pedir que la verbalice para verificar que ha sido
comprendida
– Supervisar con frecuencia el seguimiento de la instrucción.
Proporcionar muchas instrucciones de manera simultánea puede provocar que se disperse en
las mismas y no logre el cumplimiento de las tareas asignadas o la eficiencia que se demanda.
Asignación de tarea
– Tareas fragmentadas, es decir divididas en partes más pequeñas
– Exámenes impresos solo al anverso y con una serie por página, de preferencia con
instrucciones muy sencillas apropiadas al nivel escolar
– Entregar cada parte al finalizarla y calificarla de manera inmediata a fin de que pueda corregir
los errores, en el caso de los exámenes es mejor no calificarlos inmediatamente para evitar la
ansiedad en el resto de la prueba.
Lo que se recomienda es trabajar por períodos de acuerdo al umbral de atención estimada o
medida. Intentar trabajar más allá de eso en la misma tarea hará que el tiempo sea utilizado
con menor eficiencia. De manera gradual puede incrementarse el tiempo en el que se le
demanda persistir en una determinada tarea.
Supervisión
– Es conveniente ubicarle en un lugar en donde se facilite la supervisión constante.
– Instruirle en buscar de sus profesores ayuda al momento de reconocer un problema en su
trabajo.
– Revisar con frecuencia el trabajo que está realizando de manera que se realicen las
correcciones oportunamente.
– Al detectar un error ayudarle, en forma positiva, a percatarse del mismo y hacer las
correcciones.
La supervisión estrecha es el elemento fundamental de estructura que se requiere en el manejo
de niños o adolescentes que presentan alguna disfunción atencional. Es importante que los
padres comprendan que la atención individualizada-personalizada es imposible de proveer en
aulas muy pobladas, de manera que el apoyo de los profesores es necesario agradecerlo
cuando en el aula hay más de quince estudiantes.
Tareas
El volumen de tareas que quedan para realizar en casa debe ser razonable. Es importante
tomar en cuenta que aunque la relación en casa sea uno a uno, los niños llegan cansados
después de la jornada escolar diaria.
Las tareas pueden resultar siendo una fuente de conflicto entre padres e hijos, este aspecto es
importante de tomarse en cuenta porque se deteriora la relación familiar. Muchas tareas no
implican que se aprenderá más, de hecho los sistemas escolares más exitosos dosifican de
manera razonable el volumen de tareas académicas.
Por las tareas nunca debe perderse el tiempo de juego o práctica deportiva y mucho menos el
tiempo de sueño.
Si el volumen de tareas está provocando problemas, como los anteriormente anotados, es
conveniente discutir la situación con la autoridad escolar que corresponda.
En casa deben fragmentarse los períodos de trabajo de acuerdo al umbral de atención estimado
y alternarlas con tareas más sencillas o períodos en los que se realicen otras
actividades. También es importante vigilar el ambiente en el que se realizan procurando que
los distractores sean mínimos.
Ayudar a organizar las tareas y a distribuirlas en el tiempo es una forma adecuada de instruirles
en la administración del mismo enseñándoles que el tiempo es un recurso no renovable, muy
valioso que no puede ser malgastado.
Evaluaciones
– Realizarlas en un ambiente más tranquilo.
– Evitar crear una atmósfera de tensión alrededor de las evaluaciones. Los profesores deben
presentarla como una actividad de aprendizaje.
– En algunas oportunidades puede dejarse espacio a la evaluación oral o por otros mecanismos.
Tiempo adicional
Algunos niños presentan velocidad lenta de procesamiento de información como única
manifestación o como manifestación asociada al TDAH.
– Brindar tiempo extra para completar tareas o exámenes.
-Es conveniente colocar una señal del trabajo completado en el tiempo originalmente asignado
de manera que se pueda verificar el porcentaje trabajado a tiempo y el trabajado fuera de
tiempo.
Recursos adicionales
– En algunas oportunidades puede ser necesario disponer de material que presente las tareas
en una forma diferente al resto de sus compañeros
– Al observar que resulta difícil centrar su atención es mejor recurrir a alguno de los recursos
siguientes:
1. Permitirle cambio de actividad
2. Asignarle alguna tarea que le distraiga: llevar un recado a dirección, devolver un libro a la
biblioteca, borrar el pizarrón, recoger los trabajos de sus compañeros, etc.
3. Asignarle una actividad de contenido diferente, para esto es conveniente pedir a los padres que
envíen al colegio material seleccionado (adicional) para cada uno de los curso
4. Cuando la situación resulte difícil de controlar por los mecanismos anteriores puede recurrirse
a alguna de las siguientes opciones: Trabajar en otro sector del colegio bajo supervisión
individual. Ingerir un snack con contenido de proteínas
Gestión de zonas
Cada institución educativa tiene sus reglamentos y deben seguir lineamientos de las autoridades
de educación.
Si las circunstancias lo ameritan podría considerarse la posibilidad de cambios en las
proporciones de zona o permitir la realización de trabajos adicionales para completar punteos
de evaluaciones escritas, etc.
PUNTO FINAL: Las acomodaciones en el aula y adecuaciones curriculares (a esto último no
me he referido en este artículo) no son un beneficio que el colegio da, sino un derecho de
los niños.
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