NUTRICIÓN MINERAL EN LOS CÍTRICOS JUAN PONS DR. INGENIERO AGRÓNOMO ASESOR INTERNACIONAL EN CITRICULTURA 6ª Semana Internacional de la Citricultura Martínez de la Torre. [email protected] NUTRICION MINERAL. FERTILIZACION El conocimiento de las necesidades en elementos minerales de la plantas en las condiciones locales de su cultivo, es un requisito necesario para obtener cosechas elevadas y de buena calidad. Sin embargo, el diagnóstico no es sencillo ya que producción y calidad son el resultado de la interacción de diversos factores endógenos y externos a la planta. Además, su influencia en la absorción y utilización de los elementos minerales dificulta el estudio de la nutrición mineral. Objetivos de la fertilización El objetivo de la fertilización es compensar las extracciones de elementos minerales del suelo que las plantas llevan a cabo durante su desarrollo, cultivo o ciclo vegetativo y suplir los nutrientes ausentes en el mismo. Consiste, por tanto, en incrementar la fertilidad natural de los suelos para aumentar la producción y la calidad de los productos de las plantas cultivadas en ellos. Objetivos de la fertilización Es necesario conocer las exigencias nutricionales de las plantas en cultivo. La restitución de elementos minerales al suelo es imprescindible, pero el abuso en el aporte de los mismos acarrea una reducción de cosecha y de calidad, así como desequilibrios nutricionales entre diversos elementos minerales y alteraciones de las características físicas y químicas del suelo de difícil corrección. Por tanto hay que utilizar las dosis necesarias de fertilizantes para obtener una cosecha óptima, unos rendimientos económicos satisfactorios y el menor grado posible de contaminación de las aguas subterráneas. Necesidades nutricionales de los cítricos Las necesidades nutritivas de los agrios están constituidas por el consumo de elementos minerales que la planta precisa para satisfacer su desarrollo vegetativo y fructificación. El balance incluye: • Las reservas acumuladas en ciclos anteriores, siendo retranslocados desde los órganos de reserva (sobre todo hojas viejas) hasta los órganos de consumo. • Nutrientes extraídos por la cosecha • Restitución al suelo por la caída de órganos en desarrollo (flores y frutos), desde dónde puede ser reabsorbida por la planta a medio plazo; • La parte incorporada por la planta como constituyente de sus órganos (raíces, tronco y ramas). Necesidades nutricionales de los cítricos EDAD (años) Consumo anual en el desarrollo (g) Cubierto por las reservas (%) Necesidades anuales (g) N P K N P K N P K 2 6.8 0.8 3.6 25 12 22 5.1 0.7 2.8 6 210 18 121 32 16 28 142 15 87 12 667 53 347 32 17 29 453 44 246 Legaz y Primo Evolución estacional del contenido en nutrientes Guardiola y Agustí Análisis foliares El contenido foliar en elementos minerales es un buen indicador de su disponibilidad pero no es constante durante todo el ciclo. El contenido es más estable en otoño (climas templados) que es la época más adecuada para realizarlo debido a que los niveles son más estables. El resultado del análisis foliar representa una visión estática de la situación y ha llevado a proponer la revisión de los criterios de diagnóstico foliar, de modo que el establecimiento de valores estándar de normalidad, deficiencia y exceso para cada elemento mineral, tienen un valor relativo si no se conoce y se tiene en cuenta su dinámica en el tiempo, dada la gran variabilidad que sus valores experimentan a lo largo del ciclo vegetativo y que, además, es distinta para cada variedad. Análisis foliares Legaz Análisis foliares Legaz Aplicación de fertilizantes Para la aplicación de fertilizantes al suelo es necesario tener en cuenta: 1) textura del suelo (arenosa o arcillosa) 2) contenido en materia orgánica, caliza y elementos minerales (salinidad), pH, etc. 3) estado hídrico del suelo 4) edad del arbolado 5) Especie y variedad 6) etapa del desarrollo 7) tipo de fertilizante a aplicar 8) uniformidad de reparto. Los criterios básicos a manejar para el cálculo de la fertilización mediante el riego localizado, son los mismos que para el abonado manual de superficie. Aplicación de fertilizantes Primo y Legaz Aplicación de fertilizantes El fertilizante a utilizar será distinto según el tipo de fertilización (mucho más exigente en fertirrigación). Los fertilizantes a emplear han de asegurar: 1) uniformidad de distribución 2) una reducida acumulación de sales en el suelo; se han de utilizar fertilizantes exentos de Cl-, SO4= y Na+, que pueden incrementar el contenido salino del suelo 3) una rápida absorción por las raíces 4) la ausencia de obturaciones en las tuberías 5) la ausencia de efectos corrosivos En fertirrigación hay que prescindir de fertilizantes durante la primera y la última fase del riego y vigilar la conductividad del agua tras la disolución del fertilizante. Fertilización al suelo CANTIDADES DE FERTILIZANTE POR CADA 1.000 Kgs DE LIMÓN Época: Febrero-Marzo Abril-Mayo Junio-Julio Agosto-Septiembre Tipo de abono Sulfato Amonico Cantidad en Kgs 4,00 Fosfato Monoamonico 5,00 Sulfato Amonico 3,00 Nitromagnesio 14,00 Sulfato Amonico Nitrato Calcico 4,00 4,00 Sulfato de Potasa 12,00 Sulfato Amonico 4,00 Fertirrigación % mensuales de macronutrientes Mes N P2O5 K2O Enero 0 7 0 Febrero 5 10 5 Marzo 10 12 5 Abril 12 8 10 Mayo 15 8 10 Junio 15 8 15 Julio 18 12 10 Agosto 10 8 20 Septiembre 10 8 20 Octubre 5 7 5 Noviembre 0 7 0 Diciembre 0 5 0 Fertilización foliar La deficiencia de un elemento mineral se puede presentar a lo largo de la estación o en una época crítica del desarrollo de los frutos, lo que aconsejaría restituirla del modo más rápido posible. En estos casos debe recurrirse a la aplicación foliar del elemento mineral. La absorción de elementos minerales por las hojas y otras partes aéreas se halla restringida por la pared externa de las células epidérmicas. Esta pared se halla recubierta por ceras y cutina y contiene pectina, hemicelulosa y celulosa, sustancias que establecen un gradiente entre la zona hifrófoba exterior e hidrófila interna. La primera protege a la hoja de la pérdida excesiva de agua por transpiración. Fertilización foliar Factores que influyen en la absorción foliar de nutrientes: 1) El espesor de la cutícula 2) El estado nutricional de la planta (la absorción de un elemento por las hojas y su transporte es mayor en plantas deficitarias) 3) La absorción foliar disminuye con la edad de las hojas (pérdida de la capacidad sumidero, el incremento de la permeabilidad cuticular y el incremento del espesor de la cutícula) 4) La luz es un factor reductor indirecto de la absorción foliar; con el aumento de la temperatura por efecto de la luz, se reduce la HR ambiente, lo que permite una evaporación más rápida de la solución aplicada, que se seca antes, y ve reducido su periodo de absorción. Fertilización foliar La respuesta es temporal y se pueden presentar problemas: 1) el nivel de absorción es bajo, sobre todo en aquellas especies con hojas de cutícula gruesa, como en los cítricos 2) las pérdidas de la solución aplicada por goteo desde las hojas al suelo suelen ser muy importantes 3) las lluvias a las pocas horas (4-6 h) de efectuada la aplicación reducen la eficacia del tratamiento efectuado 4) algunos nutrientes (Ca), tienen una tasa de transporte desde los puntos de absorción a otras zonas muy baja 5) la cantidad de macronutrientes que se puede aportar por esta vía es limitada 6) se pueden producir daños (fitotoxicidad) a las hojas como consecuencia de una concentración elevada del elemento (importancia de las formulaciones: AA’s, coadyuvantes, etc.) Nitrógeno El nitrógeno es un elemento esencial para las plantas, ya que forma parte de diversos compuestos orgánicos (aminoácidos, proteínas, ácidos nucleicos, clorofila, etc.) Es el elemento más importante en la programación anual de la fertilización. Su influencia sobre el crecimiento, la floración y la productividad es importante. El N se encuentra en el suelo como: a) constituyente de la materia orgánica, de la que debe transformarse en formas inorgánicas para poder ser directamente asimilado por las plantas b) fijado de modo estable en la red de silicatos c) en forma inorgánica, como iones NH4+ o NO3-, siendo este último el absorbido principlamente por las raíces. Nitrógeno El N asimilable del suelo puede perderse. Las causas más importantes de estas pérdidas son: a) conversión en N orgánico, especialmente si se incorpora al suelo materia orgánica con una elevada relación C/N b) Conversión de NO3- en N2, que se evapora con facilidad, por acción de bacterias desnitrificantes del suelo en condiciones anaeróbicas c) lavado de NO3- por el riego y las aguas de lluvia (interesante uso de inhibidores de la nitrificación) d) fijación en las arcillas (NH4+) e) erosión de las capas superficiales del suelo Ciclo del Nitrógeno Nitrógeno La deficiencia en N se caracteriza por una reducción del tamaño de las hojas y un amarilleamiento general del árbol. Es más acusado en los nervios y en las hojas de los brotes con fruto, sobre todo después de la floración en hojas adultas. No debe confundirse con clorosis debidas a otras causas, ya que alteraciones radiculares producidas por excesos de agua, lesiones de origen mecánico o patológico, virosis, fitotoxicidades producidas por herbicidas, etc., pueden mostrar síntomas similares. En los árboles deficientes en N, el cuajado tiende a ser deficiente y los frutos, cuando alcanzan la madurez, son de pequeño tamaño, de corteza fina y buen sabor Fósforo El fósforo es un elemento absolutamente esencial para los agrios, ya que se encuentra formando parte de importantes metabolitos, como nucleótidos, ácidos nucleicos, fosfolípidos, fosfatos de azúcares, algunos coenzimas, etc. Este elemento participa en el metabolismo de los azúcares, de los ácidos nucleicos y en los procesos energéticos de la planta, en forma de ATP o como diversos productos fosforilados. Por otra parte, el P es un nutriente muy móvil en la planta, y su concentración es mayor en las células con un metabolismo más activo, como es el caso de las meristemáticas (floración). Es por ello que, en condiciones de deficiencia, el P se desplaza desde las células de los órganos más viejos a las de los órganos jóvenes, metabólicamente más activas. Fósforo El fósforo del suelo está, en su mayor parte, en forma inorgánica, formando parte de minerales estables. Algunos suelos tienen una parte importante de su fósforo formando parte de la materia orgánica, pero la cantidad en este estado disminuye con la profundidad. El fósforo que se aporta al suelo se fija al reaccionar con bases cálcicas y con óxidos de hierro y aluminio, o con los minerales arcillosos. Los iones fosfato se fijan en las posiciones de intercambio iónico de las arcillas sobre todo en suelos arcillosos cálcicos. El fosfato retenido de esta forma es fácilmente liberable. La arena no fija los fosfatos y el limo lo hace en pequeña proporción. En la solución del suelo puede encontrarse como iones PO4H= o PO4H2-, que son absorbidos por la planta. Fósforo Fósforo La deficiencia en este elemento mineral es muy difícil de detectar en el campo, no sólo porque no es frecuente, sino porque no presenta manifestaciones claras. En las plantas deficientes en este elemento la floración es más escasa, los brotes jóvenes se rompen fácilmente, los frutos son de mayor tamaño pero con menos zumo, corteza más gruesa y menos consistentes, separándose los gajos en su eje central, aunque los síntomas sobre la calidad del fruto inducidos por la deficiencia en P han sido relacionados con el nivel de N. Fósforo Un incremento en P de las hojas se relaciona con una reducción del tamaño del fruto, un descenso del espesor y la rugosidad de la corteza, un reverdecimiento del fruto en variedades tardías y un descenso del contenido en sólidos solubles totales y acidez libre, si bien también en este caso existen numerosas excepciones. La cantidad de fertilizante fosforado a aplicar en una plantación varía considerablemente en función del contenido en el suelo de este elemento, así como con las características del arbolado (edad, tamaño, producción, etc.). Es necesario, por tanto, disponer de análisis foliares para la correcta fertilización del P. Potasio El K es esencial como coenzima de numerosas enzimas; además se precisan grandes cantidades de K durante la síntesis proteica. Es importante su papel en la fotosíntesis y en el metabolismo de los carbohidratos. Existe una relación con la translocación de los azúcares. Este proceso tiene gran importancia en la fotosíntesis, ya que ésta reduce su actividad al acumular sus productos en las hojas, siendo, por tanto, la exportación rápida una condición necesaria para mantener una fotosíntesis neta elevada. El K también posee una función como regulador del agua en las células vegetales, participando en el ajuste osmótico de las plantas sometidas a déficits hídricos, impidiendo que pierdan humedad y se sequen. Finalmente, el potasio interviene en el mecanismo de apertura y cierre estomáticos, modificando su concentración en las células oclusivas Potasio El potasio en el suelo se encuentra en diversas formas : a) en la solución del suelo, en forma de ion K+, fácilmente absorbible por las raíces b) como ion K+ ligado al complejo de cambio de suelo (fracción intercambiable) que puede ser remplazada por otros iones. Este K es fácilmente absorbido y está en equilibrio con el de la solución del suelo c) formando parte de la red cristalina de algunos minerales, como feldespatos y micas; esta fracción constituye la mayor parte del potasio total presente en el suelo y no interviene en los equilibrios de intercambio iónico; este potasio va pasando a formas solubles, de forma lenta y paulatina, por meteorización de estos minerales Potasio d) fijado en los huecos de las interláminas de la red cristalina de los minerales arcillosos; este potasio también se libera, lentamente, pasando a disposición de las plantas; e) en forma insoluble no intercambiable, pero absorbible por la planta a medida que se libera; la velocidad de esta liberación depende de diversos factores, como son el tipo de suelo, naturaleza de los minerales que lo componen, así como la humedad, temperatura y condiciones del cultivo. Normalmente, el potasio asimilable que se aporta por estos procesos no es suficiente para cubrir las necesidades de las plantas cultivadas, aunque debe tenerse en cuenta al calcular las dosis de abonado. Potasio Potasio Los síntomas de la carencia de K son poco visibles y específicos, precisándose de análisis foliares para su detección. Afectan, sobre todo, a las hojas viejas, dada la movilidad de este elemento en la planta, que se arrollan y arrugan. Las hojas jóvenes son pequeñas, débiles y se desprenden con facilidad durante su crecimiento, y en casos muy graves los brotes pueden llegar a secarse. Potasio La cosecha puede verse reducida por la deficiencia en K; el cuajado de algunas variedades partenocárpicas de baja productividad se ha relacionado con la presencia de este elemento, y también se ha demostrado una abscisión muy elevada de frutos al final de la caída fisiológica de éstos (julio) en los árboles deficientes. Los frutos son de pequeño tamaño, de corteza fina, elevado contenido en zumo, poco ácido, y cambian de color prematuramente. Potasio Un aumento del nivel de K en las hojas se traduce en un incremento del número de frutos, pero sólo cuando ello significa corregir valores deficientes de K; el tamaño del fruto, el espesor y la rugosidad de su corteza, la acidez libre en el zumo y el contenido en vitamina C aumentan ligeramente con el contenido en K, mientras que el contenido en zumo y en sólidos disueltos decrece o no se modifica. El exceso de potasio reduce la calidad del fruto. Aunque los frutos suelen ser grandes, su corteza es gruesa, la pulpa densa y con escaso zumo, normalmente muy ácido, y con una marcada tendencia a pudrirse fácilmente. Las concentraciones excesivas en el suelo pueden dificultar la absorción de otros, tales como el Mg o el Ca, cuando su contenido en el suelo es bajo. Potasio En suelos con baja CIC se recomienda aportar, de modo fraccionado, una dosis anual de 750-1000 g de K2O por árbol para árboles adultos en plena producción (200-300 UF), y evitar los riegos con grandes volúmenes de agua. En suelos con un nivel de potasio normal, las dosis pueden reducirse a la mitad, y en aquellos con alta riqueza en este elemento, puede considerarse no efectuar la fertilización potásica. Solamente cuando la concentración de este elemento en las hojas decaiga habrá que aplicar de forma inmediata fertilizantes potásicos. En suelos ricos en Mg o Ca, la absorción de K+ se dificulta por el efecto antagónico del Mg++ o Ca++. En estos suelos la dosis de abonado potásico debe incrementarse, para neutralizar este efecto. Magnesio La función más importante del magnesio en las plantas es su papel como átomo central de la molécula de clorofila. A pesar de ello, en las hojas sólo una pequeña proporción del Mg++ se halla formando parte de esta molécula y cerca del 70% del Mg total puede ser extraído de ella con agua. El Mg tiene también una función esencial facilitando la unión de las dos subunidades de los ribosomas, organulos responsables de la síntesis proteica. Además, son muy numerosas las reacciones enzimáticas que requieren o son promovidas por el catión Mg++. Un elevado porcentaje del contenido total de este elemento está envuelto en la regulación del pH celular y de su balance iónico (cationes/aniones). Las necesidades anuales en este elemento mineral se estiman en 40-70 g por árbol. Magnesio La carencia de este elemento mineral se manifiesta por una amarilleamiento de la hoja que no alcanza toda la superficie, quedando una V rellena de color verde, con su vértice apuntando hacia el ápice de la hoja. Dada la movilidad de este elemento en la planta, las hojas afectadas son las más viejas. Es frecuente encontrarla durante el otoño e invierno, cuando el fruto ya ha madurado y/o tras la recolección. Magnesio El origen puede ser múltiple y se han señalado como posibles causas: o su antagonismo con el Ca y, sobre todo, con el K o dosis elevadas de fertilizantes nitrogenados, que origina una mayor absorción de K o una acumulación de P en el suelo Las pérdidas por lixiviación, que pueden llegar a ser importantes, están en relación con la naturaleza del suelo (son mayores en suelos arenosos), con su reacción (en los suelos ácidos las pérdidas son más elevadas) y con la frecuencia e intensidad de los riegos y la lluvia. Magnesio La deficiencia en Mg provoca defoliación prematura, reducción del desarrollo radicular, disminución de la cosecha, menor resistencia al frío, frutos de menor tamaño, con una corteza más delgada y fina y con menor contenido en azúcares, acidez total y vitamina C; asimismo, esta carencia se ha relacionado con un comportamiento deficiente del fruto durante su manipulado y transporte y con la alternancia de cosechas Calcio El calcio es un macronutriente esencial de las plantas. Este elemento presenta diferencias muy notables respecto a los hasta aquí estudiados. La mayor parte de su actividad en la planta se debe a su capacidad de coordinación, ya que es capaz de establecer uniones estables y, al mismo tiempo, reversibles entre moléculas, predominantemente en la pared celular y en el plasmalema. Estas uniones mediatizadas por el Ca++ responden a cambios de las condiciones ambientales y forman parte del control de los mecanismos del desarrollo. El albedo de los frutos está formado por pectato de Calcio, que da la resistencia de la corteza a alteraciones fisiológicas. Calcio Entre sus funciones más importantes se encuentran el papel citado como estabilizador de la pared celular y del plasmalema, su influencia (poco explorada todavía) en la división y elongación celulares y, en particular, durante el desarrollo radicular, su influencia en la activación de unos pocos enzimas, como la -amilasa, fosfolipasas y ATPasas, su influencia sobre el crecimiento del tubo polínico quimiotropicamente dirigido por el Ca++ extracelular, su papel osmorregulador del balance iónico desde la vacuola, y su papel en la evolución de la senescencia de diferentes órganos. Calcio El Ca se pierde fácilmente por lixiviación, y en los suelos deficitarios, como los arenosos, debe recurrirse a enmiendas calizas, generalmente con yeso, según su pH. Este último es el que se recomienda para pHs neutros o alcalinos. La carencia de Ca también puede aparecer en suelos turbosos, con pH ácido, en suelos con arcillas montmorilloníticas y no caoliníticas y en suelos salinos con un alto contenido en Na+ intercambiable. Calcio Los síntomas más característicos de la deficiencia de Ca son la reducción del desarrollo, pérdida de vigor, desecación de las puntas de las ramas y defoliaciones. En los casos más graves, y como consecuencia de una reducción del desarrollo radicular y pudrición de la barbada, aparece un amarillamiento de las hojas y una clorosis del nervio central. El rendimiento de la cosecha y el tamaño del fruto pueden verse ligeramente reducidos en condiciones de deficiencia. Contenidos foliaresvde Ca entre 3 y 6% de materia seca se consideran adecuados en los cítricos SI NO ESTÁN MUY CANSADOS PODEMOS SEGUIR CON OTROS ELEMENTOS Hierro El hierro es un elemento esencial en la vida de las plantas, a pesar de la pequeña cantidad con que se encuentra en sus tejidos. Este elemento forma parte de la ferredoxina y los citocromos, sustancias transportadoras de electrones y, por lo tanto, fundamentales en la fotosíntesis y en la respiración. Además, son cofactores enzimáticos de la citocromooxidasa, la catalasa y peroxidasas. En las hojas, el Fe está ligado a la fitoferritina, una fosfoproteina de los cloroplastos que se constituye en reserva de este elemento mineral. Hierro El hierro en el suelo está como mineral que se descompone, por hidrólisis y oxidación, en presencia de agua, CO2 y O2, formando a iones ferroso (Fe++) solubles. En condiciones ácidas y no oxidantes, este ion permanece estable, pero en presencia de O2, cuando el suelo es alcalino, se forma hidróxido férrico que es insoluble. Por lo tanto, la solubilidad del Fe en la solución acuosa del suelo está controlada por el pH, predominando las formas iónicas solubles en los suelos ácidos y el Fe(OH)3, insoluble, en los alcalinos. En los suelos ácidos también pueden formarse compuestos insolubles (fosfatos de hierro). Contenidos elevados de materia orgánica favorecen la reducción a ion Fe++, que puede formar complejos con moléculas orgánicas. La reducción del pH del suelo reduce la adsorción y favorece la solubilización de Fe++. Hierro La carencia de Fe, también denominada clorosis férrica, en los cítricos se halla inducida, en la mayor parte de los casos, por las condiciones del suelo que favorecen la transición a formas insolubles. Dada la falta de movilidad del Fe por la planta para translocarse desde las hojas viejas, la carencia de hierro se manifiesta por la tonalidad inicialmente verdeamarillenta y finalmente amarilla que adquieren las hojas de las brotaciones jóvenes, excepción hecha de sus nervios que permanecen verdes. Hierro Estos brotes son cada vez menos vigorosos y sus hojas, pequeñas, pueden caer prematuramente, comenzando por las más apicales. La reducción del número y tamaño final de los frutos, así como del contenido en sólidos solubles totales de su zumo, son consecuencias que también se derivan de una deficiencia de Fe Hierro Zinc El zinc es un micronutriente esencial de las plantas y de gran importancia en el cultivo de los cítricos. En las plantas, el Zn no es oxidado ni reducido y su acción está basada en sus propiedades como catión divalente. Al menos cuatro enzimas precisan al Zn como cofactor: alcohol deshidrogenasa, superóxido dismutasa, anhidrasa carbónica y ARN polimerasa. Este último caso indica que, indirectamente, su deficiencia inhibe la síntesis proteica. Finalmente, las plantas requieren Zn para la síntesis de triptófano, un aminoácido precursor de la síntesis del ácido indolacético. Por tanto, el Zn interviene, también, en el control del desarrollo a través de su acción indirecta sobre el metabolismo de las auxinas Zinc Al aumentar el pH, la adsorción de Zn en las arcillas y la materia orgánica aumenta; además, en estos suelos se forma Zn(OH)2, insoluble. Al contrario, cuanto más bajo es el pH del suelo mayor es la solubilización del Zn++. Las plantas absorben los iones Zn++ directamente de la solución acuosa del suelo a través de un mecanismo activo. Es por ello que la presencia de inhibidores metabólicos y las bajas temperaturas reducen su absorción. El transporte de Zn por la planta tiene lugar vía xilema en el que se encuentra unido a ácidos orgánicos o como catión divalente libre. Después es fijado en diferentes órganos en los que queda mayoritariamente inmovilizado. El transporte secundario del Zn, es decir, su movilidad por la planta, es muy escaso. Zinc La deficiencia de Zn se caracteriza por la formación de zonas amarillentas alrededor de los nervios secundarios de las hojas que destacan sobre un fondo verdoso, y tanto más intensas cuanto más acusada es la deficiencia; en estados graves de carencia, las hojas alcanzan un tamaño inferior al normal, se vuelven estrechas y puntiagudas, y suelen caer prematuramente. Estos síntomas se presentan en las hojas jóvenes, dada la escasa traslocación del Zn por la planta. En los cítricos cultivados en la cuenca mediterránea, la deficiencia de Zn suelen presentarse más frecuentemente en primavera. Zinc Los estados más agudos de esta deficiencia reducen el desarrollo de los brotes, que acortan sus entrenudos, adelgazan los tallos y provocan una defoliación generalizada. Además, la cosecha se reduce y los frutos son de menor tamaño, con la corteza fina, pulpa densa, poco zumo y de baja concentración de sólidos solubles. Zinc Manganeso El manganeso es un micronutriente esencial involucrado en la activación de numerosos enzimas, particularmente descarboxilasas y deshidrogenasas del ciclo de los ácidos tricarboxílicos (ciclo de Krebs). Pero su papel específico como nutriente mineral deriva de su estrecha relación con las metaloproteinas, de las que es parte estructural, y actúa como elemento de enlace y como sistema redox [Mn(II)/ Mn(III)]. El Mn también se ha relacionado con el crecimiento, en particular de las raíces. La inducción de su carencia en cultivos de raíces de tomates reduce el crecimiento de éstas; la superación de la carencia promueve la elongación celular y restituye, de este modo su crecimiento. La división celular, sin embargo, no se ve alterada. Manganeso Las causas más relevantes de las deficiencias de Mn en los cítricos son: a) Un pH elevado que favorece la adsorción de los iones Mn++ solubles por el complejo arcillohúmico o la formación de óxidos de Mn inasimilables por la planta b) Un pH ácido en suelos pobres en Mn y arenosos que facilitan, por una parte, la liberación del Mn++ soluble, y por otra, su lavado por las aguas de lluvia y por el riego c) El exceso de iones fosfato en el suelo, a través de un mecanismo similar al escrito para el Zn. Manganeso Su deficiencia se caracteriza por la aparición de lagunas amarillas, relativamente irregulares en su forma y distribución, sobre las hojas jóvenes, pero sin alterar su tamaño ni forma. En las condiciones climáticas mediterráneas, estos síntomas aparecen más frecuentemente en primavera y suelen coexistir con las carencias de Zn. Su influencia sobre el rendimiento y la calidad de la cosecha parece menos importante que en otros casos de deficiencia. Manganeso La corrección de la deficiencia en Mn se lleva a cabo mediante el aporte de sulfato de manganeso (28% Mn) al suelo durante la primavera, a razón de 50-250 g/árbol, según su edad y tamaño, el tipo de suelo y la concentración foliar de Mn. Pero al igual que para el Zn, la forma más eficaz de corregir la deficiencia es la aplicación foliar de sulfato de manganeso (28% Mn) a una concentración variable con la intensidad de la deficiencia. Tratamientos con nutrientes para el aumento del tamaño final del fruto Las aplicaciones de nutrientes foliares tienen un efecto importante sobre el crecimiento del fruto después de la caída fisiológica: El POTASIO es el catión osmótico de la planta que regula la entrada de agua en el fruto y por tanto su crecimiento durante la fase de crecimiento lineal. El CALCIO es el elemento que forma en mayor proporción la corteza de los frutos y su efecto aumenta además la resistencia de la corteza. El NITRÓGENO influye directamente en la formación de nuevas estructuras del fruto a partir de los Aminoácidos. Tratamientos con nutrientes para mejorar la calidad del fruto Las aplicaciones foliares pueden mejorar la calidad de los frutos, sobre todo si se aplican durante las fases finales de su crecimiento: El POTASIO es el catión que regula la acumulación de jugo en las últimas fases de crecimiento y el transporte de azúcares al fruto. El ZINC es un elemento cuya deficiencia provoca una reducción del tamaño de los frutos El CALCIO es el elemento que forma el albedo de los frutos (pectatos de Calcio) y tiene gran influencia en la resistencia de la corteza a alteraciones. El NITRÓGENO influye en el crecimiento en las últimas fases del desarrollo de los frutos por intervenir en el metabolismo del Nitrógeno (Aminoácidos).