Subido por Anderson Lombana Ortega

Discipulado de Jesucristo en Vivo 1 parte

Anuncio
Discipulado de Jesucristo en
Vivo
Por tanto, id, y haced discípulos a todas
las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el
fin del mundo. Amén.
Mateo 28:19-20 (RVR1960)
Predicador: Anderson Lombana Ortega
“Descubriendo las Verdades
Fundamentales de Dios”
1
Presentación
LA BIBLIA TE EXPLICA QUÉ ESTÁ
SUCEDIENDO EN TU INTERIOR
¿Recuerdas el momento que aceptaste a Jesucristo
como tu Señor y Salvador?
Ese día fue algo maravilloso, el cielo se abrió
claramente para ti y un velo se cayó de tus ojos. Aunque
para ser más precisos, antes de ese día ya venías
experimentando como un fuego que ardía en tu interior.
Tal vez no podías expresar ni conocer exactamente que
era todo aquello, pero una cosa era cierta: Dios vino a
tu encuentro.
Ha pasado algún tiempo desde entonces ¿verdad?
Ahora ya eres un discípulo o una discípula de Jesucristo
y tienes una meta clara de continuar tu crecimiento en
el Espíritu, pero justo hoy, más que nunca, al recordar
tus inicios, sé que podrás identificarte con esos
preciosos versículos de Jeremías 20: 7(a) y 9(b) que
dicen:
¡Me sedujiste, SEÑOR1,
y yo me dejé seducir!
Fuiste más fuerte que yo,
y me venciste.
SEÑOR es una traducción de las cuatro letras para YHWH, las
cuales son conocidas como el tetragrámaton y algunas veces
es escrita/pronunciada YAHWEH. Esta es probablemente la
1
Tu palabra en mi interior
se vuelve un fuego ardiente
que me cala hasta los huesos.
He hecho todo lo posible por contenerla,
pero ya no puedo más. (NVI)
Jeremías pudo expresar perfectamente las primeras
cosas que sucedieron en tu interior al sentir el obrar del
Espíritu Santo. Pero como ya te has dado cuenta, no
todo acabó allí: esta hermosa y eterna aventura con
Jesucristo apenas está empezando y lo primero que
queremos como tu iglesia Jesucristo en Vivo, para
ayudarte en tu crecimiento espiritual, es que te
profundices cada vez más en las aguas de vida,
mediante
este
primer
discipulado
llamado
“Descubriendo las verdades fundamentales de Dios”.
Pare ello, en las siguientes semanas, deberás colocar
los fundamentos de la doctrina de Cristo, entre los
cuales tenemos:






El arrepentimiento de obras muertas,
La fe en Dios,
La doctrina de bautismos,
La imposición de manos,
La resurrección de los muertos y
El juicio eterno.
mejor pronunciación del nombre divino revelado en Éxodo 20:7,
el cual significa YO SOY EL QUE SOY.
2
Verdades Fundamentales
EL ARREPENTIMIENTO DE OBRAS MUERTAS
Hace unos años, en algún momento se me pasó por mi
cabeza que yo era tan buena persona que no solo había
decido buscar a Dios, sino que ¡lo había encontrado! No
me tomó mucho tiempo en descubrir lo tonto de mis
pensamientos. La verdad, por increíble que parezca al
principio, es que Dios fue quien nos encontró y ninguno
de nosotros llegó al Padre Celestial gracias a esfuerzos
personales, sino que Él fue quien estuvo trabajando “en
silencio” en nuestra mente y corazón a través del
Espíritu Santo.
Tú, por ejemplo, antes que sintieras deseos de aceptar
a Jesús como tu Señor y Salvador, el Espíritu Santo
estaba obrando en silencio para convencerte de
justicia, de juicio y de pecado, para que pudieras
aceptar el regalo de la salvación que se nos dio en
Cristo Jesús en la Cruz. Por eso dice la Escritura en
Juan 16: 7 -11:
“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo
me vaya; porque si no me fuera, el Consolador
no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo
enviaré. Y cuando él venga, convencerá al
mundo de pecado, de justicia y de juicio. De
pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia,
por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y
de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo
ha sido ya juzgado” (RV1960)
Cómo ves, la obra del Espíritu Santo te lleva al
arrepentimiento de las obras muertas, por eso este
fundamento es muy importante para que puedas
entender las Sagradas Escrituras, tu entrada al Reino
de los Cielos, y lo que te demanda llevar una relación
con Dios durante toda tu vida.
¿Sabías que el llamado al arrepentimiento fue el
mensaje central que se predicó en la inauguración
del Reino de los Cielos, a través de Juan el Bautista
y de nuestro Señor Jesús? Juan y Jesús predicaron:
-Arrepiéntase de sus pecados y vuélvanse a Dios,
porque el Reino de los Cielos se ha acercado
¿Qué significa el arrepentimiento?
En la Biblia encontrarás varios términos que fueron
traducidos como "arrepentimiento" entre estos
tenemos:
Nacham" o "nä·kham" (‫ )םַחָ נ‬que significa "cambiar de
parecer". El uso del término casi en todos los casos se
aplica a Dios, y no a las personas; por lo cual, cuando
se llega a decir en la Biblia que Dios “se arrepintió”, el
texto bíblico se refiere al cambio de parecer sobre el
castigo que Él había dispuesto, propuesto o iniciado
hacia el pecador, y que ya no ejecutará, debido a que
este último se volvió de su pecado.
"Nacham" por lo tanto, se refiere a la actitud salvadora
de Dios hacia ti y hacia mí, en función a la forma como
reaccionamos a Su Palabra. Significa que Dios está
dispuesto a cambiar de parecer cuando nosotros
estamos dispuestos a arrepentirnos. La cruz es el más
hermoso mensaje para la humanidad de que Dios
quiere cambiar de parecer: Dios, a través de Jesucristo
quiere llevarse tu condena y a cambio darte la vida
3
eterna. La Biblia testifica cuanto ama Dios a las
personas y por eso, el Padre quiere que tengamos vida
eterna en su Hijo:
Juan 3:16:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que
ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, más tenga
vida eterna. (RVR1960)
"shub" (‫)בּוׁש‬, este término, por su parte, indica el
sentido de “volverse" o "retornar” de un mal camino
pecaminoso. Se refiere a cambiar una persona el
rumbo de sus caminos y alejarse del pecado por el que
se andaba previamente, acompañado de gran
contracción.
Éste es el caso de Job 42:6 donde Job escribió:
“Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en el
polvo y en la ceniza”
y el caso de Números 23:19 donde se dice que:
"Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de
hombre, para que se arrepienta"
Este último versículo no significa que Dios no pueda
cambiar de parecer, sino que expresa que Dios no
puede volverse de algún camino pecaminoso, dado que
Dios siempre ha sido Santo y nunca ha pecado. En
otras palabras, Dios es perfecto y no cambia en su
naturaleza esencial (Malaquías 3:6, hebreos 13:8), lo
que cambia es la relación y la actitud de ira o
misericordia, bendición o juicio que tiene hacia la
humanidad, debido a una contingencia relacionada con
el arrepentimiento genuino de las personas.
Metamelomai:
comunica
el
sentimiento
de
remordimiento por el pecado, pero no necesariamente
resulta en volverse a Dios. Por ejemplo, cuando Judas
sintió remordimiento por traicionar a Jesús, miró atrás
con remordimiento, pero nunca se volvió a Cristo con
arrepentimiento genuino (Mateo 27.3-5).
Epistrephó: es traducido como “girar” o "volverse”, y se
refiere a la conversión. Implica una transformación total
de la vida de una persona por la influencia del Espíritu
Santo. Vemos utilizada esta palabra cuando Pablo fue
comisionado por Cristo para abrir los ojos de los
gentiles para que pudieran “[convertirse] de las tinieblas
a la luz, y del poder de Satanás a Dios” (Hechos 26.18
NVI).
Metanoeó: es la palabra dominante del Nuevo
Testamento para arrepentimiento. Expresa un cambio
de mente, de sentimientos y de voluntad en cuanto al
pecado. Esto supone asumir la plena responsabilidad
por nuestras malas acciones, sentirnos afligidos por
nuestro estilo de vida pasado, abandonar
intencionadamente el pecado y volvernos a Dios. El
resultado es la conversión verdadera (Hechos 2.37,
38).
Dios quiere que nos arrepentimos de las obras que
conducen a la muerte
Estas obras son principalmente de dos tipos:

las obras basadas en una religión con
ordenanzas acerca de la carne y

las obras pecaminosas de la vieja naturaleza.
Las obras muertas que se relacionan con ordenanzas
acerca de la carne son aquellas que se basan en una
4
religiosidad hipócrita y externa, una falsa espiritualidad
basada en un conjunto de prácticas establecidas que
regulan el culto y las ceremonias religiosas, pero que
no pueden salvar. Son una serie de normas e
imposiciones que se alejan del Espíritu Santo y
surgieron por una incorrecta interpretación de las
Sagradas Escrituras, dónde el pecador no entiende que
Jesucristo es el rescate por sus pecados y por esa falta
de entendimiento, intenta salvarse así mismo a través
de los ritos religiosos. Por eso es tan importante
arrepentirnos de nuestro orgullo espiritual, de nuestra
falsa confianza en nuestra propia justicia. El verdadero
arrepentimiento esta basado en la obra de Jesucristo,
no en la práctica de un sistema religioso. La salvación
es por fe, no por obras.
En cuanto a las obras pecaminosas de la vieja
naturaleza o las obras de la carne, las cuales debes
abandonar para agradar a Dios y heredar el Reino de
los Cielos, te podemos enumerar una extensa lista,
pero para que te hagas a una idea de ellas, te
mencionaremos las que aparecen registradas en
Gálatas 5: 19-23
Y manifiestas son las obras de la carne, que son:
adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos,
celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
envidias, homicidios, borracheras, orgías, y
cosas semejantes a estas; acerca de las cuales
os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que
los que practican tales cosas no heredarán el
reino de Dios. (RVR1960)
asistencia de Dios, quien te anima a que lleves a cabo
tu salvación con temor y temblor, pues Dios es quien
produce en ti tanto el querer como el hacer para que se
cumpla su buena voluntad.
Reflexión para tu vida diaria:
Hemos llegado al final de nuestro primer fundamento;
ahora has avanzado unos pasos más hacia tu meta
espiritual de descubrir “las Verdades Fundamentales
de Dios” reveladas en las Sagradas Escrituras.
Se que aun puedes seguir aprendiendo mucho más
sobre esta hermosa doctrina del arrepentimiento de las
obras muertas a media que sigas creciendo en el
estudio de la Palabra; pero por ahora, lo más importante
es que recuerdes que Dios te ha llamado a un
verdadero arrepentimiento, donde necesitas ir más allá
del remordimiento. Como seguidores de Cristo, tu y yo
debemos hacer algo más que simplemente sentirnos
triste por lo que hicimos mal en el pasado; lo que ahora
Dios requiere de nosotros es un cambio de vida guiada
por su Palabra y su Espíritu. Ahora debes seguir
creciendo, a través de una renovación completa tus
pensamientos, sentimientos, emociones y acciones,
hasta que Cristo sea formado en ti.
Recuerda que, si bien es tu responsabilidad dejar de
practicar las obras pecaminosas, tienes la completa
5
LA FE EN DIOS
Primera Parte
Hebreos 11: 6 (NTV)
De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios.
Todo el que desee acercarse a Dios debe creer
que él existe y que él recompensa a los que lo
buscan con sinceridad.
6
(versículo para memorizar)
Parecería extraño pensar que alguien que desea
acercarse a Dios, tiene problemas para creer en su
existencia. También es muy extraño pensar que existen
personas que aun cuando creen en Dios, tienen un mal
concepto de Él y en lo profundo de su corazón piensan
que Dios no sabe recompensar a quienes lo buscan
sinceramente.
Pero la verdad, por extraño que nos parezca, es que la
una gran multitud de cristianos nuevos y antiguos,
muchas veces se cuestionan sobre la Existencia de
Dios y otros tienen problemas para creer que Dios sabe
recompensar a quienes lo aman y obedecen de
corazón.
que Dios tiene preparado desde antes de la fundación
del mundo para ti y porque son parte integral de tu
salvación.
Comencemos por examinar las implicaciones de tener
Fe en Su existencia: Existe una declaración tan
contundente y categórica, que constituye el hecho más
fundamental de toda la creación: "Tan ciertamente
como que YO existo”, es la expresión del
Todopoderoso YAHWEH Y Significa que la existencia
de El Eterno es el fundamento de la existencia de todas
las cosas creadas y el fundamento del Reino de los
Cielos del cual has entrado a hacer parte. La fe en Dios
implica que hay un camino que te lleva hacia El a través
de la Palabra y a medida que buscas Su Espíritu sin
detenerte ni retroceder en este camino que nos abrió
Jesús por medio de su sacrificio. Esto está en la Biblia:
"Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no
agradará a mi alma".
Hebreos 10:38, (RVR1960)
La fe en Dios es una doctrina fundamental, es uno de
los pilares o columnas de tu vida cristiana, y si este pilar
es débil, el resto de lo que sigas construyendo se podrá
derrumbar en cualquier momento.
Existe una idea errónea de la Fe en Dios: muchas
personas confunden la fe con ser crédulas. Dicen creer
en un determinado dios y aceptan sus creencias sin
más, aunque no tengan pruebas. Por ejemplo, en el
mundo existe una multitud de personas que creen en
un dios debido a que eso fue lo que le enseñaron en su
cultura o le heredaron sus padres. Pero en casos como
estos, ¿qué diferencia existe entre tener fe y ser
crédulo?
En esta lección vas a aprender las claves que Dios dejó,
no solo para pudieras comprobar que Él vive, sino que
pudieras aprender a disfrutar de Su Presencia. Vamos
a estudiar los principios de las recompensas eternas
La fe en Dios a diferencia de una mera creencia, se
fundamenta en pruebas verdaderas e irrefutables: una
de ellas es el poder sobrenatural y la inerrancia de las
Sagradas Escrituras:
6
“¡Yo soy YHWH; ese es mi nombre!
No le daré mi gloria a nadie más,
ni compartiré mi alabanza con ídolos tallados.
Todo cuanto profeticé se ha hecho realidad,
y ahora profetizaré de nuevo;
les diré el futuro antes de que suceda”.
Isaías 42:8-9 (NTV)
Otras pruebas vienen de la misma creación, por eso
cuando ves el universo y lo estudias a profundidad,
comienzas realmente a discernir que las cosas no se
pudieron a hacer así mismas y que hay un diseño
inteligente en la naturaleza y la creación que apuntan
claramente hacia el Creador:
Los cielos cuentan la gloria de Dios,
Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Un día emite palabra a otro día,
Y una noche a otra noche declara sabiduría.
No hay lenguaje, ni palabras,
Ni es oída su voz.
Por toda la tierra salió su voz,
Y hasta el extremo del mundo sus palabras.
Salmos 19:1-4 (a) (RVR1960)
Porque en el evangelio la justicia de Dios se
revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el
justo por la fe vivirá. Porque la ira de Dios se
revela desde el cielo contra toda impiedad e
injusticia de los hombres que detienen con
injusticia la verdad; porque lo que de Dios se
conoce les es manifiesto, pues Dios se lo
manifestó.
Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder
y deidad, se hacen claramente visibles desde la
creación del mundo, siendo entendidas por
medio de las cosas hechas, de modo que no
tienen excusa.
Romanos 1:17-20 (RVR1960)
Otro tipo de pruebas vienen de la interacción entre el
creyente y la Presencia y Poder del Espíritu de
Jesucristo en acción. A medida que crees, señales te
empiezan a seguir, lo que aumenta tu fe y a medida que
sigue aumentado tu fe, señales y prodigios aún más
poderosos se seguirán manifestando:
Y estas señales seguirán a los que creen: En mi
nombre echarán fuera demonios; hablarán
nuevas lenguas; tomarán en las manos
serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les
hará daño; sobre los enfermos pondrán sus
manos, y sanarán.
Marcos 16:17-18 (RVR1960)
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre
vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos
en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta
lo último de la tierra”
Hechos 1:8 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
EJEMPLO PRÁCTICO DE LA FE EN DIOS
Abraham fue un hombre de fe que creyó en Dios y le
obedeció, Sin embargo, su fe tuvo que crecer de menor
a mayor y esto fue posible, gracias a la intervención
sobrenatural de Dios. Así vemos que la fe de Abraham
no era estática, sino que a medida que se iba
7
relacionando con Dios, su fe se iba fortaleciendo y
aprendía a creer en esperanza contra esperanza. Esto
apunta a que Abraham no dejaba de creer y que cuando
su esperanza moría debido a circunstancias muy
adversas, como por ejemplo, tener la esperanza
cuando eres joven de que Dios te dará un hijo aunque
tu o te esposa sean estériles; pero luego, cuando ves
que los años pasaron y que ya no solo eres estéril sino
demasiado viejo, es entonces cuando una esperanza
da paso hacía una nueva esperanza aún más “fuerte,
loca o descabellada”. Esta fue la gran fe de Abraham
que se abría paso poco a poco. Todo gracias a que
Dios le demostró una y otra vez que Él era fiel y que
sabía recompensar a quienes le buscan con sinceridad.
Mira lo que dice Romanos:
Escribe un texto de dos párrafos donde argumentes si
es posible o no, que alguien se acerque a Dios sin creer
en El o creyendo que Dios es malo e injusto.
¿Es posible ser creyente y en la práctica negar a Dios
con nuestras obras?
Ora a Dios Padre por medio de Jesús. Dale gracias por
las cosas que Su Espíritu Santo te ha revelado en esta
clase.
El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a
ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le
había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó
en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como
muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la
matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la
promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando
gloria a Dios, plenamente convencido de que era
también poderoso para hacer todo lo que había
prometido;
Romanos 4:18-21 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Reflexión para tu vida diaria:
¿Cómo puedes crecer en tu Fe en Dios?
Medita cuales recompensas tiene Dios para ti, si lo
sigues buscando con sinceridad. Escribe al menos 5 de
ellas.
8
LA FE EN DIOS
Segunda Parte
Hebreos 12:2 (RVR1960)
puestos los ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fe, el cual por el gozo puesto
delante de él sufrió la cruz, menospreciando el
oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
2
En el Libro de los Hebreos se usó la frase “autor y
consumador” de la fe para puntualizar el papel supremo
de Jesucristo en la vida de los creyentes de todos los
tiempos. No solo fue el que inventó la fe, sino que fue
quien la perfeccionó, esto es, supo ponerla en práctica,
mediante el misterio que estuvo escondido por muchos
siglos y ahora está plenamente revelado para nosotros:
La muerte del Hijo de Dios en la cruz.
“El que no cree, ya ha sido condenado” (Juan
3.18).
Es cierto que la salvación es por fe y no por obras para
que nadie se gloríe; pero también es cierto que el que
tiene fe y ha sido verdaderamente salvo produce unas
obras que demuestran su fe y salvación.
Te doy una metáfora a manera de ejemplo: Un ser
humano que ha muerto, no puede caminar, comer ni
respirar y aunque por medio de maquinas lo hicieran
hacer estas cosas, aun así, estaría muerto. De la misma
manera, las obras no pueden revivir al que está muerto
sin Cristo.
Ahora bien, un ser humano que ha vuelto de la muerte,
vuelve a respirar, a comer y a caminar porque está vivo,
así también, el que ha sido salvo, ha pasado de muerte
a vida y una indiscutible evidencia es que produce
buenas obras.
Jesús como autor y perfeccionador de la fe, es el
primero en todo en el Reino de los Cielos. Por esta
razón la verdadera fe y la salvación dependen
necesariamente de poner nuestros ojos y nuestra
esperanza en la obra redentora de Jesús.
Como ves queda demostrado que “sin fe es
imposible agradar a Dios” (Hebreos 11.6) pero
que no es cualquier fe la que agrada a Dios, pues la
única fe que Dios acepta es la fe viva o genuina. Si no
hay fe genuina, no hay salvación.
La fe en Dios, debe ser como una casa que tiene sus
cimientos en la roca. Este símil significa que tu fe debe
estar basada en Cristo Jesús, la Roca que viene del
Cielo. La Biblia dice:
Ahora, has un alto. Antes de seguir leyendo el manual,
medita qué clase de fe has estado practicando hasta
ahora, ¿una fe viva o una fe muerta?
“Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo”
(Hechos 16.31).
Todo aquel que realmente ha creído en Jesucristo
muestra una fe viva, los demás creyentes que
realmente no han creído en el Hijo de Dios muestran
una fe muerta.
9
Veamos según la Sagrada Escritura que clase de fe es
la que vale:
La fe viva: Esta es “la fe que obra por el amor”. Gálatas
5:6 dice: “porque en Cristo Jesús ni la circuncisión
vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra
por el amor”.
Como ves, Dios no está interesado en ritos religiosos;
sino en la fe que brota del amor genuino. Este es el tipo
de fe que estimula al creyente a actuar en obediencia.
Si tu dices tener fe, debes actuar conforme a lo que
dices.
Quiero aclarar que el Evangelio de Jesús hay que
predicarlo y que ese es otro tema; pero cuando se trata
de tu fe, si realmente es genuina, esta no necesitará
demostrarse con multitud de palabras pues quedará
evidenciada por tu buen testimonio y tus obras de amor
al prójimo y a Dios. Esta es la fe que puede salvar. Por
ejemplo, si un hermano o una hermana de la
congragación no tiene con qué vestirse y carece del
alimento diario, y tu le dices: «Que te vaya bien;
abríguate y come hasta saciarte», y luego tu le das lo
necesario para comer y abrigarse, tus hermosas
palabras de aliento se hacen realidad y quedan
demostradas con las obras. Así también la fe para
considerarse viva, debe ir acompañada de las obras.
La fe “muerta”: Leemos acerca de esta clase de “fe”
en Santiago 2.14–26. Aquí dice que “la fe sin obras
es muerta”. En otras palabras, la falta de obras es
evidencia que la fe no es genuina. De esta manera
nadie puede pensar que la fe sin obediencia es
suficiente.
Mateo 7:21 en la NVI dice; No todo el que me dice:
“Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos,
sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que
está en el cielo.
En el Evangelio de Juan 14: 16-24, se repite la idea de
que no solo la fe, sino el amor genuino se manifiesta
cuando el creyente pone en práctica la Palabra de Dios
(guardar).
Leemos en el versículo 16: Si me amáis, guardad
mis mandamientos.
Luego en el versículo 21, se nos dice que el que tiene
sus mandamientos, y los guarda, ése es el que lo ama;
y el que lo ama, será amado por el Padre, y el Hijo.
En el versículo 23 se nos informa que solo el que pone
en práctica la palabra será amado por el Padre y
disfrutará de la presencia del Padre y del Hijo.
Observa como la fe muerta tiene mucha relación con
los creyentes que no aman a Dios, pues el versículo 24
expresa: El que no me ama, no guarda mis
palabras; y la palabra que habéis oído no es
mía, sino del Padre que me envió.
La fe muerta y el desamor hacía Dios van de la mano,
¿de que sirve decir que amas a Dios y tienes fe en Dios,
si no existe una vida transformada que demuestre que
realmente has creído en El y lo has amado de tal
manera que renunciaste al mundo y a tu vida
pecaminosa?
10
Reflexión para la vida diaria
El que se acerca a Dios debe creer que el existe y que
es recompensador de los que le buscan. La fe en Dios
debe estar basada en Cristo Jesús y quedar
demostrada en el amor y las buenas obras.
Ahora, teniendo en cuenta estos principios espirituales,
qué piensas de Hebreos 10: 24-25, dónde se nos dice
que:
d. ¿tiene algo que ver el poder alentar a los demás
al amor y las buenas obras y el buen hábito de
congregarnos, o son dos cosas que no tienen
ninguna relación? Argumenta tu opinión.
e. Del se infiere que no podemos seguir el ejemplo
de los que acostumbran no congregarse; sino
nuestra costumbre debe ser la de exhortarnos
unos a otros, y más, teniendo presente que
aquel día se acerca. ¿de qué día se estará
hablando?
“Y considerémonos unos a otros para
estimularnos al amor y a las buenas obras; no
dejando de congregarnos, como algunos tienen
por costumbre, sino exhortándonos; y tanto
más, cuanto veis que aquel día se acerca”
RVR1960
Responde en tu libreta de apuntes:
a. ¿Puede alguien tener fe en Dios sin mostrar el
amor y las buenas obras?
b. La Biblia dice que los demonios creen en Dios y
tiemblan, ¿entonces significa que ellos tienen fe
en Dios?
c. ¿cómo puedes estimular a tus familiares, pareja
y amigos para que practiquen el amor y las
buenas obras? Haz una lista con algunas ideas.
Compártela en la próxima clase
11
LA DOCTRINA DE BAUTISMOS
Testamento fue el significado y el uso del bautismo, no
la idea de este.
Primera Parte
Marcos 16:16-18
(RVR1960)
El que creyere y fuere bautizado, será
salvo; mas el que no creyere, será
16
condenado. 17 Y estas señales seguirán a los
que creen: En mi nombre echarán fuera
demonios;
hablarán
nuevas
lenguas;
18 tomarán en las manos serpientes, y si
bebieren cosa mortífera, no les hará daño;
sobre los enfermos pondrán sus manos, y
sanarán.
El bautismo cristiano es una orden registrada en varias
partes del Nuevo testamento. Podemos destacar, por
ejemplo, Mateo 28:19 donde se nos ordena: “id y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. El
bautismo cristiano se menciona primeramente en
relación con el ministerio de Juan el Bautista (Mateo
3.1–6; Lucas 3.3, 12). Sin embargo, bajo la ley de
Moisés se conocieron muchos lavamientos o
“bautismos” ceremoniales.
En el período entre los dos testamentos, los que no
eran judíos que querían unirse a las sinagogas fueron
bautizados para iniciarse. En realidad, lo que era nuevo
para los creyentes al comenzar el período del Nuevo
Qué son los diversos bautismos o diversas
abluciones
A. D. Wenger dice lo siguiente del término “diversas
abluciones” (lavatorios ceremoniales):
En Hebreos 9:10 El ‘diaphorois baptismois’ de Pablo se
traduce como ‘diversas abluciones’. Esto muestra que
las ceremonias de purificación en la ley de Moisés eran
de varios bautismos(‘baptismoi’). Estas ceremonias se
efectuaron aplicándose aceite, agua o sangre.
Derramar aceite sobre los sacerdotes escogidos era un
rito de consagración y santificación que se les hacía en
preparación para servir al Señor en los oficios
sacerdotales. ‘Y derramó del aceite de la unción sobre
la cabeza de Aarón’ (Levítico 8.12). Aarón y sus hijos
también fueron rociados con sangre y aceite (Éxodo
29.21). Acerca de los levitas, Dios dijo: ‘Toma a los
levitas de entre los hijos de Israel, y haz expiación por
ellos (...) Rocía sobre ellos el agua de la expiación (...)
Después de eso vendrán los levitas a ministrar en el
tabernáculo de reunión’ (Números 8.5–15). En cuanto a
la lepra, Dios dijo: ‘Lo que quedare del aceite que tiene
en su mano, [el sacerdote] lo pondrá sobre la cabeza
del que se purifica’ (Levítico 14.18). En cuanto a la
inmundicia, Dios mandó: ‘No fue rociada sobre él el
agua de la purificación; es inmundo’ (Números 19.20).
Había muchos otros casos de purificación por medio de
derramar y rociar (diversas abluciones, o sea,
bautismos) que no lavaron la superficie del cuerpo, sino
que limpiaron ceremonialmente todo el ser. Moisés
12
roció a millones de personas con sangre y agua, y
quedaron ‘bautizadas’ (Hebreos 9.10, 19).
aunque el hombre bautiza con agua, Dios bautiza con
el Espíritu Santo.
Las palabras “bautizar” y “bautismo” son solamente
transliteraciones de las palabras griegas (“baptizo”,
“baptisma”) con las terminaciones propias para el
castellano.
El bautismo con el Espíritu Santo es el bautismo que
salva y el bautismo con agua corresponde con ello.
“Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en
un cuerpo” (1 Corintios 12.13).
Al igual que en el Antiguo Testamento, en el Nuevo,
también se conocen varios tipos de bautismos; aunque
para ser más precisos, algunos de estos bautismos
pueden estarse refiriendo a uno solo; pero bajo un
nombre distinto. Ente los distintos bautismos podemos
mencionar, por ejemplo, el bautismo con agua, el
bautismo con el Espíritu Santo, el bautismo en fuego y
el bautismo de sufrimiento y martirio.
2. Tipos de bautismo en el Nuevo Testamento
I.
El bautismo con agua
El bautismo con agua es la ceremonia en la cual la
persona desciende a las aguas o se aplica agua a una
persona que ha creído en Cristo. Esta ceremonia es la
manera en que se llega a ser parte de la hermanad local
de creyentes.
III.
El bautismo en fuego
Juan el Bautista menciona el bautismo en fuego en
Mateo 3.11 y Lucas 3.16. Él lo menciona junto con el
bautismo del Espíritu Santo. Puede ser que se refiera
al bautismo del Espíritu Santo.
IV.
El bautismo de sufrimiento y martirio
Cuando Jesús habló del “bautismo con que yo soy
bautizado” parece que hablaba de su sufrimiento y
muerte (Marcos 10.38–39). Él dijo que sus discípulos
iban a ser bautizados con el mismo bautismo. ¿Por qué
hacer referencia al sufrimiento y el martirio como a un
bautismo? Porque sellan o confirman nuestra fe. Como
dice 2 Timoteo 2.12: “Si sufrimos, también reinaremos
con él”.
3. Importancia del bautismo con Agua
II.
El bautismo con el Espíritu Santo
Propósito del bautismo con agua
Juan el Bautista decía: “Yo a la verdad os bautizo en
agua para arrepentimiento; pero (...) él [Cristo] os
bautizará en Espíritu Santo y fuego” (Mateo 3.11).
Cristo se refiere a este mismo acontecimiento en
Hechos 1.5. De tales escrituras entendemos que
Sella nuestra fe en Cristo
El propósito del bautismo en agua no es para ser
salvos; sino el de ser obedientes y cumplir toda justicia
del Reino de los Cielos. El bautismo con agua tiene
13
valor sólo cuando es “la aspiración de una buena
conciencia hacia Dios” (1 Pedro 3.21). El que tiene una
buena conciencia desea el bautismo para cumplir toda
justicia (Mateo 3.21) porque quiere identificarse con
Cristo (Romanos 6.3) y con su cuerpo, la iglesia
(Hechos 2.41). Solamente la fe genuina produce tal
aspiración.
El bautismo simboliza que el creyente ha muerto y
resucitado con Cristo (Romanos 6.3–4). El mismo
testifica que hemos sido revestidos de Cristo (Gálatas
3.27). El que recibe el bautismo con agua recibe el sello
que dice: “Éste pertenece a Cristo”.
Simboliza que nos hemos arrepentido y que recibimos
el lavamiento de los pecados
Pedro les dijo a los pecadores que sintieron temor en el
día de Pentecostés: “Arrepentíos, y bautícese cada uno
de vosotros (...) para perdón de los pecados” (Hechos
2.38). Esto corresponde con la instrucción de Ananías
a Saulo: “Levántate y bautízate, y lava tus pecados”
(Hechos 22.16). ¿Acaso entendemos por esto que el
agua lava los pecados? De ninguna manera. La Biblia
enseña que el bautismo no quita “las inmundicias de la
carne” (1 Pedro 3.21), que “la sangre de Jesucristo nos
limpia de todo pecado” (1 Juan 1.7) y que fuimos
rescatados de nuestra vana manera de vivir, no por
cosas “corruptibles”, sino “con la sangre preciosa de
Cristo” (1 Pedro 1.18–19). El agua del bautismo sólo
representa la limpieza que efectúa la sangre de Jesús.
Algunos atribuyen erróneamente esa limpieza al agua
misma. En el caso del leproso (Marcos 1.40–44), a
quien Cristo ya había limpiado, vemos que Cristo lo
mandó a que se presentara al sacerdote y ofreciera los
sacrificios para su purificación que según la ley debía
ofrecer. El bautismo con agua, al igual que la ofrenda
mencionada, representa una purificación que ya fue
hecha.
Es un acto de obediencia
Como ya mencionamos el bautismo con agua es un
paso de obediencia: cuando Jesús vino al Río Jordán
para que Juan lo bautizara, Juan se negó diciendo: “Yo
necesito ser bautizado por ti”. Pero Cristo le dijo: “Deja
ahora, porque así conviene que cumplamos toda
justicia” (Mateo 3.13–15). Entonces Juan lo bautizó.
Aquello era un acto de obediencia y no de limpieza.
Cuando el Espíritu Santo fue derramado sobre los
gentiles en la casa de Cornelio, Pedro dijo: “¿Puede
acaso alguno impedir el agua...?” (Hechos 10.44–48) y
mandó que fueran bautizados con agua. ¿Era
necesario que Cornelio fuera bautizado? Creemos que
sí, puesto que, si un creyente no se bautiza por falta de
compromiso o negligencia, no puede llegar al cielo pues
estaría rechazando el mandamiento expresado en
Marcos 16:16: “El que creyere y fuere bautizado, será
salvo; más el que no creyere, será condenado” (ReinaValera 1960).
Ahora bien, existe un caso registrado en la Biblia, de un
hombre que Jesucristo mismo da testimonio de que
creyó, no fue bautizado, pero se salvó. Esto está en
Lucas 23:43: “Entonces Él le dijo: En verdad te digo:
hoy estarás conmigo en el paraíso”. En este caso el
nuevo creyente no pudo ser bautizado porque las
circunstancias se lo impidieron al estar colgado en una
cruz y próximo a la muerte. Creemos que solo en estos
14
casos, es posible ser salvo sin ser bautizado en agua;
pero eso si, habiendo demostrado un arrepentimiento
genuino y habiendo aceptado a Jesús como Señor y
Salvador.
Debe ser el paso de entrada “oficial” a la congregación
de creyentes
Las dos obras principales encomendadas a la iglesia en
Mateo 28.19–20 son: (1) enseñar y (2) bautizar. La
costumbre de todas las iglesias en el tiempo de los
apóstoles era bautizar a los nuevos convertidos.
Hechos 2.41 dice que “los que recibieron su palabra
fueron bautizados; y se añadieron aquel día a la iglesia
como tres mil personas”.
Requisitos bíblicos para el bautismo
Se debe bautizar sólo al que cumple los requisitos
bíblicos. Los requisitos bíblicos para bautizarse son:
La fe
“¿Qué impide que yo sea bautizado?” preguntó el
eunuco etíope. “Si crees de todo corazón, bien puedes”
respondió Felipe (Hechos 8.36–37). “¿Qué debo hacer
para ser salvo?” preguntó el carcelero. “Cree en el
Señor Jesucristo,” se le contestó (Hechos 16.30–31). Al
manifestar tal fe, ellos fueron bautizados. Cristo dijo: “El
que creyere y fuere bautizado, será salvo”. Es
necesario que la persona entienda bien su necesidad
de ser salva y que reciba la salvación por fe antes de
recibir el bautismo.
“¿Qué haremos?” preguntaron los hombres en el día de
Pentecostés. “Arrepentíos, y bautícese cada uno de
vosotros” respondió Pedro (Hechos 2.37–38). Pedro no
dijo: “Bautícense y luego arrepiéntanse”. El
arrepentimiento antecede al bautismo. Juan reprendió
a la “generación de víboras” que quería ser bautizada.
Les dijo que debían hacer “frutos dignos de
arrepentimiento” (Mateo 3.7–8). Se debe bautizar sólo
a las personas arrepentidas.
La conversión
Varios pasajes de la Biblia indican que la conversión es
un requisito que uno tiene que cumplir antes de
bautizarse con agua. Pedro amonestó a los fariseos:
“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean
borrados vuestros pecados” (Hechos 3.19). Esto no se
refiere directamente al bautismo con agua, sino aclara
que la conversión viene antes de la remisión de los
pecados. Saulo de Tarso fue bautizado, pero sólo
después de haberse convertido (Hechos 9.1–18).
Realizar un estudio de lo que sucedió en la vida de
Pablo es muy provechoso al considerar la relación entre
la conversión y el bautismo con agua. Antes de
bautizarse uno tiene que creer y arrepentirse, es decir,
convertirse. Al no ser así el bautismo con agua no se
debe administrar. Para el bienestar de los interesados
y también para el de la iglesia, el bautismo con agua se
aplica solamente a los que muestran una conversión
verdadera por medio de su manera de vivir.
El arrepentimiento
15
Reflexión para la vida diaria
Lee Lucas 23: 40-45 y responde
¿cómo este hombre pudo ir al paraíso, si no fue
bautizado en aguas?
¿qué fue lo que dijo o hizo este malhechor que provocó
las palabras de Jesús que le aseguraron la vida eterna?
Medita en lo siguiente: existen creyentes que no
pueden ser bautizados en agua porque están
condenados a muerte y le quedan pocas horas de vida.
También existen creyente que a pesar de tener muchos
años en la iglesia y quedarles muchos años de vida
todavía no han querido bautizarse. Los dos tipos de
creyentes tienen algo en común. No se bautizaron.
¿crees que hay alguna diferencia entre estos dos tipos
de creyentes, respecto a su fe?
16
LA DOCTRINA DE BAUTISMOS
siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en
aquellos días”.
Segunda Parte

4. Importancia Del Bautismo en el Espíritu Santo Y
Fuego2
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros
hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes
verán
Los siguientes versículos hablan de ser bautizado en el
aquí,
el
bautismo
significa

sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu
derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre
os bautizará en Espíritu Santo y fuego”.


poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la
correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo
sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y
vuestros jóvenes verán visiones. 29 Y también sobre los
Lucas 3:16: “respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la
verdad os bautizo en agua; pero viene uno más
Joel 2:28-29: “Y después de esto derramaré mi Espíritu
vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y
Marcos 1:8: “Yo a la verdad os he bautizado con agua;
pero él os bautizará con Espíritu Santo”.
tus renuevos”.

Mateo 3:11: “Yo a la verdad os bautizo en agua para
yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él
Derramamiento del Espíritu Santo
Isaías 44:3: “Porque yo derramaré aguas sobre el
soñarán
arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado
derramamiento.

ancianos
Bautizados con el Espíritu Santo
dicen que el Espíritu es derramado sobre nosotros y
que
vuestros
profetizarán”.
se derrama sobre un creyente. Si las Escrituras nos
decir
Y
siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y
el derramamiento del Espíritu Santo, ya que el mismo
sentido
visiones,
sueños; 18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis
Espíritu; y esto, no se refiere a inmersión; es más bien
que somos bautizados en el Espíritu, entonces, tiene
Hechos 2:17-18: “Y en los postreros días, dice Dios,
y fuego”.

Juan 1:33: “Y yo no le conocía; pero el que me envió a
bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas
2
http://www.miapic.com/la-palabra-bautismosignifica-inmersion-o-aspersion
17
descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es
el que bautiza con el Espíritu Santo”.

Hechos 1:5: “Porque Juan ciertamente bautizó con
agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu
Santo dentro de no muchos días”.
Importancia de bautizarse no solo en aguas sino ser
Bautizados en un cuerpo por El Espíritu Santo
Este es un bautismo que todos los creyentes deben
conocer o de lo contrario no son creyentes (1 Corintios
12:12-14; Efesios 4:4-5). Los otros bautismos son los
derechos de herencia de los creyentes adquiridos por
Jesús al morir en la cruz. Dada las circunstancias
especiales como el del ladrón en la cruz junto a
Jesucristo, al igual que él, podemos llegar al cielo sin
los otros bautismos, pero debemos ser bautizados por
un Espíritu en un cuerpo. Esto ocurre en la conversión
cuando nacemos de nuevo. Siempre que una persona
sin Cristo se rinde a Él, el Espíritu Santo entra en la vida
de esa persona.
Romanos 8:9 dice que “Y si alguno no tiene el Espíritu
de Cristo, no es de Él”. Inherente en la obra del Espíritu
Santo es la colocación de todo bebé espiritual recién
nacido en el cuerpo de Cristo. La verdad asombrosa de
esta acción es que no es hecha de una forma general.
Cada nuevo cristiano es analizado y categorizado por
el Señor y dado el sitio en el cuerpo donde más le
convenga estar. Problemas serios pueden ocurrir
cuando los creyentes se impacientan con el lugar que
les ha sido dado, e intentan cambiarlo ellos mismos.
Los cristianos debemos tener seguridad sobrenatural
aquí en la tierra porque por la obra del Espíritu somo
hechos parte del cuerpo del cual Jesucristo es la
Cabeza y Jesús ama su cuerpo y se preocupa por él
(Efesios 5:23-32). Tenemos también la seguridad el
uno del otro, pero necesitamos vivir unidos al cuerpo
para poder participar de esta seguridad. Si nos
mantenemos separados de Cristo que es la Cabeza del
Cuerpo o si nos mantenemos alejados del resto de
hermanos, dejando de congregarnos, entonces no
podemos esperar el beneficio. Los nombres dados a la
iglesia (véase abajo) pueden ayudarnos a comprender
la seguridad que puede proveer para nosotros los
creyentes individuales que somos los componentes de
esa iglesia. Necesitamos ser introducidos al cuerpo de
Cristo porque somos parte de él y nuestro futuro
depende de él.
El Bautismo en agua y el Bautismo en fuego
El bautismo en agua es un bautismo visible de un
cambio que se ha realizado por dentro. El Bautismo en
fuego es “invisible” pero se manifiesta mediante unas
señalas poderosas; sin embargo lo más importante es
que el bautismo del Espíritu Santo da entrada al cuerpo
de Cristo de una manera espiritual (1 Corintios 12.13).
El bautismo en agua es un paso y requisito de fe, y este
da testimonio público de tu fe, por lo que también el
bautismo se convierte en el paso de entrada a la
congregación de creyentes (Hechos 2.41–47.) La
enseñanza y la práctica de la iglesia en el tiempo de los
18
apóstoles testifican de la conexión entre el bautismo
con agua y el del Espíritu Santo (Hechos 1.5; 10.44–48;
11.15–16).
Medita que significa la siguiente frase para ti. Explica si
la frase te sugiere que debes hacer algunos cambios en
tu vida:
La Biblia nos habla de nacer del “agua” y del
Espíritu
“un cristiano puede vivir toda su vida en santidad
y sin embargo estar desprovisto de poder; un
cristiano puede vivir su vida en un despliegue de
poder y sin embargo no estar en santidad. Lo
mejor es vivir en santidad y llenos de poder en
el Espíritu”
“El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede
entrar en el reino de Dios” (Juan 3.5).
El Espíritu Santo da poder para vivir en santidad y
para servir
Por ejemplo, note la diferencia que había en los
discípulos antes y después del Pentecostés. Hechos
1.8 se cumple tanto en la vida de los discípulos de
nuestros días como en los tiempos apostólicos. El
poder del Espíritu Santo limpia la vida, santifica la
lengua, une a los cristianos y derrama el amor de Dios
en nuestros corazones. (Lea Hechos 1.8; 2.1–47;
Hebreos 9.14; Romanos 5.5.)
Reflexión para la vida diaria
Hemos estudiado que hay dos bautismos importantes
en la vida del cristiano: El bautismo en agua y el
Bautismo en el Espíritu Santo y fuego
Escribe un ensayo, donde muestres las relaciones y las
diferencias entre estas dos clases de Bautismo.
Describe, además, cómo crees que podemos ser
bautizados en fuego y que señales acompañan a
quienes han recibido esta clase de bautismo.
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