Subido por Morris Varela

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*En la cultura greco-romana el planeta Venus estaba representado por la Diosa Venus, relacionada con el amor, la belleza y la fuerza sexual que unían al hombre con la mujer. Los antiguos griegos llamaron a Venus «He´sperus» cuando apareciía en el cielo del oeste al atardecer y «Phósphorus» cuando aparecía en el cielo del este al amanecer. Los romanos los llamaban Lucifer y Vesper, respectivamente. Lucifer significa ‘el portador de la luz’ —igual que Phósphorus—, nombres que se le dieron a Venus porque, cuando salía por las man~anas, era seguido por la salida del Sol. Vesper —Hésperus para los griegos— significa ‘el portador de la oscuridad’. En la cultura greco-romana llamaban a Venus «Lucifer». El vocablo latino «Lucifer» era un epíteto habitual del planeta Venus. La palabra «Lucifer» viene del latín, formada de lux, ‘luz’; y ferre, ‘llevar’; y significa ‘portador de luz’. Todavía en época de Isidoro de Sevilla y en el siglo VII d. C., Lucifer designa a Venus, como atestiguan sus escritos, y para nada evoca en esta e´poca a los cristianos del momento la figura de un ente demoníaco que fue un ángel caído que se opuso a Dios. Inclusive hay indicios de que algunas comunidades cristianas primitivas emplearon de manera esporádica el epíteto Lucifer referido a Jesucristo, al que consideraban portador de la Luz al mundo. Como muestra del uso del epíteto Lucifer referido a Cristo puede leerse el siguiente pasaje del poeta cristiano Prudencio —fines del siglo IV d. C.:
— Tu, cura dei, facies quoque Christi, addubitas ne te tuus umquam deserat auctor? Ne trepídate, homines; uitae dator et dator escae est. Quaerite luciferum caelesti dogmate pastum, qui spem multiplicans alat inuitiabilis aeui... —Prudencio, Psychomachia, 622-626
— Traducción: Tu´, la providencia de Dios, el rostro de Cristo, ¿dudas acaso de que te abandone tu Creador? No tembléis, hombres, el dador de la vida es también el dador de alimento. Buscad la luz de alimento celestial de la doctrina, para multiplicar la esperanza de crecer y alimentar la vida incorruptible...
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