PLAN DE MANEJO DE LA RESERVA PROVINCIAL ISLA DE LOS ESTADOS, ISLAS DE AÑO NUEVO E ISLOTES ADYACENTES Capítulo I: Antecedentes y Caracterización Introducción Por Isla de los Estados se entiende un grupo de islas e islotes ubicados al este de la Isla Grande de Tierra del Fuego. Presenta rasgos naturales e históricos únicos en Argentina y muy particulares para esta región del mundo. Se destaca tanto por las bellezas de su paisaje postglacial, por sus bosques subantárticos, por sus turbales graminosos y pastizales costeros, así como por la presencia de concentraciones reproductivas de aves y mamíferos marinos. Su historia está marcada por la navegación de los mares australes de los siglos XVII a XIX, así como por las actividades loberas y la presencia de dos presidios (Niekisch, 1998). El Artículo 54 de la Constitución de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (T.D.F.A. e I.A.S.), sancionada en el año 1991, declara a la Isla de los Estados, Isla de Año Nuevo e Islotes Adyacentes como “patrimonio intangible y permanente de todos los fueguinos, Reserva Provincial Ecológica, Histórica y Turística”. En 1996, la “Reserva Provincial Isla de los Estados, Isla de Año Nuevo e Islotes Adyacentes” (RPIE) fue incorporada al Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas, cuando el mandato constitucional fue reglamentado a partir de la Ley Provincial Nº 272. La misma norma también dispone que la planificación y la constitución de dicho sistema se basarán en la caracterización, diagnóstico y actualización permanente del Patrimonio Natural de la Provincia, las que estarán a cargo del Poder Ejecutivo Provincial (Loekemeyer, 2005). Las únicas formas de uso que se considera que podrían sostener los ecosistemas de la reserva son el turismo controlado y la investigación científica (Niekisch, 1998). En base a estos criterios, entre los años 1998 y 2015 el desarrollo formal de cualquier actividad, más allá de la netamente científica, fue prohibida debido a un régimen de carácter restrictivo establecido mediante el Decreto Provincial Nº 2603/98 con el fin de asegurar la conservación de esta área protegida hasta tanto se elaborara un plan de manejo de la reserva. El proceso de planificación se inició formalmente en el año 2014 al conformarse un equipo planificador integrado por distintas áreas técnicas de la Secretaría de Desarrollo sustentable y Ambiente (S.D.S. y A.) de la Provincia mediante Resolución S.D.S. y A. N° 152/14 que al mismo tiempo aprobó un cronograma de trabajo. En 2015, mediante el Decreto Provincial N° 584/15 se aprobaron los criterios, condiciones y exigencias para el Uso Turístico Controlado de la RPIE y se derogó el Decreto Provincial Nº 2603/98 con lo que la S.D.S. y A., en su carácter de Autoridad de Aplicación quedó habilitada para autorizar el desembarco de turistas. Los mencionados criterios, condiciones y exigencias que obran en el Anexo I del citado Decreto son incorporados a la primera versión del Plan de Manejo de la RPIE. El conocimiento de la prehistoria, de la historia, de la geografía y de la ecología de la RPIE es, en líneas generales, relativamente limitado y consiste en algunas descripciones del siglo pasado y en 1 estudios científicos muy recientes o actualmente en desarrollo (Niekisch, 1998). Elaborar un plan de manejo es por lo tanto una necesidad impostergable y una herramienta de gestión imprescindible para asegurar la preservación de este sitio tan singular. Prehistoria de la Isla de los Estados Extraído de Hlopec, 2009. (Revisado por Daniel Martinioni y Luis Bobbio) Los primeros grupos humanos que poblaron el extremo austral de la Patagonia arribaron a estas tierras provenientes del norte, a fines del Pleistoceno. Numerosas son las evidencias dejadas en antiguos campamentos y estaciones de cacería en cuevas y aleros de la Patagonia chilena y argentina. Décadas de dedicada investigación arqueológica nos han permitido saber que se trataba de grupos pequeños, muy móviles, que cazaban principalmente guanacos y algunas especies hoy extinguidas como caballos americanos y milodones; estos grupos cazadores-recolectores habitaron las estepas patagónicas y el norte de Tierra del Fuego entre 13.000 y 9.000 años antes del presente. En esos tiempos, la Patagonia no era exactamente igual a la de hoy. Los glaciares tenían una extensión mucho mayor o recién se habían retirado; el nivel del mar se encontraba mucho más bajo que el que hoy conocemos y por lo tanto la forma y extensión de la tierra emergida era distinta. Tierra del Fuego no era una isla, sino que estaba unida al continente por un puente terrestre. El clima era más riguroso aún, los bosques tenían una extensión mucho más reducida y existían varias especies animales hoy extinguidas. Con el retroceso de los glaciares hacia los 10.000 años antes del presente, el clima y la geografía van transformándose gradualmente hasta convertirse en el paisaje actual. Las poblaciones humanas también son parte de este proceso, ya que los cambios geológicos y climáticos influyen en ellas de manera determinante con adaptaciones a condiciones cambiantes. Los grupos cazadores pedestres de Tierra del Fuego quedaron aislados de los del continente por la aparición del Estrecho de Magallanes y unos 6.300 años antes del presente aparece en escena un nuevo sistema adaptativo: los canoeros o nómades del mar. Las poblaciones canoeras habitaron una extensa área que abarcó todo el rosario de islas e islotes del sur y el oeste de Tierra del Fuego, e incluso más al norte. Su economía estaba basada en la explotación de la variada gama de recursos disponibles en el ambiente litoral del archipiélago MagallánicoFueguino. Las canoas, construidas con corteza de árbol, eran una pieza fundamental de su modo de vida ya que brindaban a todo un grupo familiar la posibilidad de trasladarse rápidamente y a largas distancias. El recurso principal lo constituían los lobos marinos, fuente de grasas y calorías en abundancia, fundamentales para cubrir el alto requerimiento metabólico que exigía hacer frente a las inclemencias climáticas. Ocupaciones datadas entre 6.300 y 5.900 años atrás, atribuibles a grupos con este modo de vida, fueron registradas en el canal Beagle, el sur de Isla Navarino, el mar de Otway al norte del Estrecho de Magallanes y hasta en sectores tan orientales como Bahía Valentín en Península Mitre. Esta amplia y explosiva dispersión de un sistema adaptativo denota claramente su eficiencia para aprovechar un 2 ambiente que hoy consideraríamos muy adverso y, sin lugar a dudas, estaba basada en el potencial de movilidad que les brindaban las canoas. Los canoeros habitaron sin mayores cambios tecnológicos el área de los canales Magallánico-Fueguinos hasta momentos históricos, tiempos en los cuales las informaciones vertidas por navegantes, cronistas y etnógrafos dan cuenta de la existencia de los yámanas. En el marco de este proceso histórico-evolutivo, que involucró todo el Archipiélago Fueguino, la Isla de los Estados tiene una larga historia de ocupaciones que se remonta al menos a dos milenios antes de su “redescubrimiento” por parte de los navegantes europeos del siglo XVII. Las investigaciones arqueológicas en la Isla de los Estados se encuentran en un estado inicial. Por el momento sólo fueron realizadas prospecciones en algunos sectores del noroeste de la isla, principalmente Bahía Crossley, algunos sectores de las bahías Franklin y Flinders. En la primera fue excavada una pequeña porción del yacimiento, ubicado a poca distancia de la costa, entre un campo de dunas. Los resultados de esta excavación, si bien reducida, constituyen una prueba fehaciente de la presencia de cazadores-recolectores con movilidad marítima en la isla. Estos grupos, seguramente pequeños, explotaron variados recursos animales presentes en sus costas, principalmente pingüinos. El análisis de los restos óseos faunísticos recuperados en la excavación sugiere que en este sitio se realizaron actividades de matanza y procesamiento de diversas especies además de los pingüinos, tales como lobos marinos, cormoranes, gaviotas y moluscos. Lo poco que se conoce de la prehistoria de la isla genera más preguntas que respuestas, sin embargo es posible aseverar que grupos canoeros se establecieron en bahía Crossley en repetidas ocasiones entre los 2.700 y los 1.500 años antes del presente. Los canoeros, yámanas y sus antecesores, ocuparon diversas islas alejadas de los canales interiores del archipiélago, como las islas del cabo de Hornos, por lo que no resulta sorprendente que hayan logrado cruzar el estrecho de Le Maire. La Isla de los Estados presentaba una abundante oferta de recursos para una sociedad cazadora recolectora. Antes de la explotación industrial de pingüinos y lobos marinos, entre fines del siglo XVIII y principios del XX, estas especies deben haber estado presentes en grandes cantidades. Las bahías ubicadas en el O y NO de la isla presentan características que las hacen aptas para las ocupaciones humanas: playas amplias, relativamente más protegidas de los vientos predominantes, densos bosques de Nothofagus fundamentales para la confección de canoas, agua potables, etc. El estado del conocimiento arqueológico del extremo oriental del archipiélago fueguino, incluida la Isla de los Estados, es aún inicial. Por el momento sólo podemos afirmar que los grupos canoeros ocuparon Bahía Valentín, en la costa sur de Península Mitre, al menos de forma esporádica durante los últimos 6 milenios, y que cruzaron el estrecho de Le Maire en repetidas ocasiones. Los bajos niveles de transformación que han sufrido la Península Mitre y la Isla de los Estados las convierten en espacios ideales para el desarrollo de investigaciones arqueológicas y piezas fundamentales para la reconstrucción del rompecabezas prehistórico del extremo austral del continente americano. Historia de la Isla de los Estados Extraído de Hlopec, 2009. (Revisado por Daniel Martinioni, Luis Bobbio y Juan Pablo Bello). 3 La historia de estas islas se encuentra directamente relacionada con la extensa lista de navegantes que recorrieron y sufrieron sus costas, muchos de ellos recordados con sus nombres en la designación de los fiordos, bahías, caletas y demás accidentes geográficos de la reserva. Los navegantes holandeses Schouten y Le Maire son quienes dan a conocer la existencia de este archipiélago al mundo occidental. Avistan sus costas en enero de 1616, mientras se dirigen hacia el sur en busca de un paso alternativo al estrecho de Magallanes para acceder a los puertos de las especias del Océano Pacífico. La denominaron Tierras de los Estados Holandeses. En 1642-1643, la expedición holandesa de Hendrick Brouwer, continuada luego por Elías Herckmans, fue la primera en darle carácter insular, luego de circunnavegarla, a raíz del mal tiempo reinante, cuando se dirigían a Chile. El 1º de enero de 1775 James Cook, procedente de Nueva Zelanda, visita la isla, atraviesa el estrecho de Le Maire y se dirige hacia el este en busca de un puerto seguro. Fondea en la costa sur de la actual Isla Observatorio, en lo que él denomina puerto Año Nuevo, atraído por la fauna marina que observa al circunnavegar la isla, y la relativa protección de los vientos que otorga dicho sitio. El teniente de navío Juan José Elizalde, al frente de una expedición española que parte de Montevideo, recorre la Isla de los Estados en febrero de 1792, buscando establecimientos ingleses que se habrían construido allí, según los trascendidos que circulaban en la época. Luego de la inspección se dirigen a las Malvinas, donde Elizalde debía asumir como Gobernador. El capitán Alejandro Malaspina, al mando de una expedición española, visita la isla en diciembre de 1789, procedente de las islas Malvinas. Navega la margen norte en sentido O-E en busca del cabo San Juan, luego se dirige hacia el oeste para rodearla y poner rumbo hacia el cabo de Hornos. En 1823 James Weddell releva sus costas, realiza un esquema de la entrada de la caleta de San Juan y la sugiere como un fondeadero seguro. También recorre sus costas la Primera Expedición Hidrográfica Inglesa al Confín Austral, al mando del capitán Parker King. A bordo de la Adventure visita Puerto Año Nuevo en 1829 donde se encuentra con el capitán Henry Foster, quien al mando de otro navío de la expedición es quien recorre exhaustivamente las costas de la isla, asignando topónimos a varios accidentes geográficos. Tanto esta expedición como los viajes realizados por James Weddell sugieren que los archipiélagos del confín austral pueden ser un puerto seguro para náufragos y lugar para aprovisionarse de agua y madera. Como resultado de estas expediciones los marinos empiezan a considerar puertos seguros a las caletas del archipiélago fueguino. El capitán Henry Foster, al frente del buque Chanticleer, no formaba parte de la expedición de Parker King, sino que fue enviado a la zona en forma independiente, para la misma época. A partir de entonces la isla sólo contó con pobladores esporádicos y solitarios (loberos, navegantes) de los que se tiene escaso registro. Hasta 1829 no hay asentamientos fijos en Isla de los Estados. Unos años antes Luis Vernet había obtenido la isla en concesión e instaló allí una factoría lobera en Bahía Hoppner; también se dedicó a la explotación de madera, a través de una concesión forestal, para la colonia instalada en las Islas Malvinas. 4 Luis Piedra Buena fue el argentino que estuvo más estrechamente ligado a la presencia argentina en la Isla de los Estados. Este marino, establecido en la Isla Pavón, cerca de la desembocadura del río Santa Cruz, salía a explorar la costa patagónica hasta el Cabo de Hornos. Sin proponérselo se convierte en defensor natural de la soberanía argentina en el mar austral. Las actividades principales de Piedra Buena estaban concentradas en la caza de lobos marinos y en el auxilio a los buques naufragados. En 1862 establece un puesto en Puerto Cook para su dotación encargada de la caza de pingüinos y lobos marinos y para el auxilio de los náufragos. En 1868 pide y consigue que el gobierno nacional le otorgue la propiedad de la Isla de los Estados. La Ley Nacional N° 269, aprobada el 6 de octubre de 1868, señala: “...Concédase al capitán de Marina don Luis Piedra Buena, la propiedad de la Isla denominada del Estado, situada sobre el Cabo de Hornos, extremidad del Cabo San Diego...”. En 1881 el Instituto Geográfico Argentino encarga al oficial de la marina italiana Giácomo Bove una expedición de carácter científico al extremo austral del país. Junto a Bove visitan la isla el botánico Carlos Spegazzini, el zoólogo Decio Vinciguerra, el geólogo Domingo Lovisato y el teniente Giovanni Roncagli, pintor y fotógrafo. Piedra Buena fue el capitán al mando de la nave “Cabo de Hornos”. El informe de Bove destaca la importancia del puerto de San Juan de Salvamento para la instalación de un destacamento permanente, opinión que fue apoyada por Piedra Buena. A partir de 1881, se decide incrementar la presencia argentina en el extremo austral, e instalar faros y subprefecturas en Isla de los Estados y Tierra del Fuego. El gobierno nacional nombra al Coronel de Marina Augusto Lasserre al mando de la “División Expedicionaria al Atlántico Sur”. A mediados de abril de 1884 la expedición llega a la Isla de los Estados. En San Juan de Salvamento, paralelamente a la instalación del faro, comienza una incipiente colonia penal. Con la expedición de Lasserre llegan diez presidiarios con el objeto de ser empleados en los diversos trabajos que se originen en las Subprefecturas de Tierra del Fuego e Islas de los Estados, y cumplir allí sus respectivas condenas. De allí en más en la Isla de los Estados, en Puerto San Juan de Salvamento, hubo algunos condenados por la Justicia Militar ocupados en las tareas más pesadas que requerían el mantenimiento del faro y de la subprefectura. El pequeño grupo humano fue creciendo hasta llegar a un número aproximado de 56 individuos hacia 1898, entre los que se contaban 6 mujeres, que estaban allí con la clara intención del entonces presidente Julio Argentino Roca de fomentar una colonia penal. En 1898 Roberto J. Payró, en su crónica periodística La Australia Argentina deja un extenso relato de lo que era la colonia en San Juan de Salvamento, que tenía entonces medio centenar de presidiarios, y comenta que se estaban realizando visitas a bahías cercanas en la búsqueda de un ambiente más apto para el establecimiento de la colonia penal. El presidio en San Juan de Salvamento funcionó entre 1884 y 1899. Para marzo de 1899 ya estaban funcionando las nuevas instalaciones del Presidio en Puerto Cook, mientras que en San Juan de Salvamento solamente quedó en funcionamiento el faro. Puerto Cook se encuentra a unos 10 km de San Juan de Salvamento sobre la costa norte de la Isla de los Estados. 5 Según el Ministerio de Marina el cambio mejoró la situación de los penados ya que el nuevo emplazamiento "...es todo lo confortable que permite serlo el clima destemplado de la isla...". Allí, llegaron a convivir 119 penados custodiados por 30 miembros del 1° Cuerpo de Infantería con asiento en Río Grande y 16 hombres como personal subalterno de la Armada. A comienzos de 1902, luego de una inspección a Puerto Cook, se recomendó se procediera a la inmediata clausura del Presidio Militar, en buena parte debido a la rigurosidad del clima y a los estragos que éste producía en penados y guardianes. El sitio escogido para el nuevo cambio fue Bahía Golondrina en la Península de Ushuaia. El 30 de noviembre de 1902 el jefe del presidio llevó a los primeros 36 presos a Ushuaia. Estos serían los encargados de preparar el nuevo presidio. El faro de San Juan del Salvamento presentaba limitaciones de alcance vinculados a la localización donde fue emplazado y a la potencia del equipamiento lumínico. Funcionó hasta 1902, cuando la Armada Argentina construyó el faro Año Nuevo en una de las islas del grupo Año Nuevo que por este hecho pasó a denominarse Isla Observatorio. En 1911, a poco de asumir la presidencia, el Dr. Roque Sáenz Peña inició un viaje por las localidades costeras de la Patagonia donde incluyó una visita a Isla de los Estados y Ushuaia. El viaje se realizó a bordo del buque ARA Buenos Aires, arribando a Puerto Cook el 23 de marzo, convirtiéndose así en el primer presidente en visitar la Isla de los Estados. Finalmente, en 1912 el Estado Nacional decide comprar la Isla de los Estados a los herederos de Piedra Buena. 6 Importancia estratégica de su ubicación Extraído de Hlopec, 2009. Impulsados por los Congresos Geográficos, los últimos años del siglo XIX y principios del XX estuvieron caracterizados por las incursiones científicas de las naciones europeas hacia los polos. Estas expediciones se aventuraban hacia un mundo desconocido, con una meteorología extrema, con medios de movilidad primitivos y sin comunicación con el resto de la humanidad. Muchos dejaron su vida en el empeño, pero otros como Nordenskjöld, de Gerlache, Charcot y Bruce, reconocieron distintas zonas del continente antártico y aportaron fundados conocimientos que enriquecieron el saber del hombre. Casi todas estas expediciones recalaron en Isla de los Estados, antes de internarse hacia las tierras heladas de la Antártida. La primera expedición a la Antártida que visitó la Isla de los Estados lo hizo a bordo de la nave Belgica al mando de Adrien de Gerlache en 1897. Fondearon en San Juan y visitaron las instalaciones del presidio y el faro de San Juan del Salvamento. También recorrieron la lobería y la pingüinera que se encontraba en cercanías del cabo San Juan. El segundo oficial de esta expedición era Roald Amundsen, quien años más tarde se convertiría en el primer hombre en pisar el Polo Sur geográfico. En noviembre de 1903, casi dos años después de su primera visita, la Expedición Antártica Sueca llega nuevamente a la Isla de los Estados al mando de Otto Nordenskjöld. El motivo fue cotejar las mediciones magnéticas de sus instrumentos con los que se hallaban instalados en el observatorio magnético, tarea que había fracasado en su primera visita por encontrarse el faro y el observatorio magnético en etapa de construcción. Arriban a bordo de la Corbeta Uruguay al mando del teniente Julián Irizar, quien fuera enviado por el gobierno argentino en misión de rescate de la expedición sueca, en el que fue el primer rescate realizado en el territorio antártico. También la primera expedición Francesa a la Antártida, al mando del Dr. Jean Baptiste Charcot, visita la Isla Año Nuevo en 1903. De regreso de la expedición sueca, Nordenskjöld manifiesta la idea de donar los perros al gobierno argentino, y consideran que el lugar más apropiado para prestar servicios es la Isla Año Nuevo. Nueve perros groenlandeses, cinco hembras y cuatro machos, fueron desembarcados junto con trineos de tiro con el fin de ayudar al personal en las tareas de traslado de víveres desde el embarcadero hasta las casas, a través de la turba. Observatorio Magnético Meteorológico, puerta de entrada a la Antártida La situación geográfica del archipiélago lo transforma en un sitio muy útil para las observaciones científicas. Es por eso que durante el Congreso Internacional de Geografía celebrado en Berlín en 1899, la República Argentina subscribe un acuerdo de cooperación con la Comisión Internacional Organizadora de la Expedición Antártica. A través del mismo, nuestro país se comprometió a prestar apoyo a las expediciones en forma directa instalando y manteniendo dos observatorios magnéticos. Uno de ellos fue ubicado en la Isla Año Nuevo en 1902, además de instalaciones meteorológicas, depósitos y casas. Éstas funcionaron hasta 1917, momento en que fueron retirados todos los 7 instrumentos. Es a partir de la construcción de estas instalaciones, por parte de la Armada Argentina, que la isla pasa a llamarse Observatorio. En 1899, el Teniente de la Armada Horacio Ballvé presentó en el Ministerio de Marina un proyecto para la construcción de un Observatorio Magnético en Isla de los Estados, esta presentación le dio a Ballvé la posibilidad de cursar estudios para su especialización en Francia. Paralelamente, ese mismo año se realizó el VII Congreso Internacional de Geografía en Alemania, donde se discutieron los resultados del Primer Año Polar Internacional; en ese evento fue acordado entre los participantes, desarrollar un plan de expediciones a la Antártida. Argentina fue invitada a participar en dicha empresa internacional mediante la instalación de una base de apoyo. El sustento de la invitación tuvo tres razones: la cercanía geográfica, el interés argentino en la Antártida y la capacidad de apoyo a las ciencias. En base a la política exterior seguida por el gobierno argentino, el presidente Julio A. Roca, en el año 1900, resolvió brindar la colaboración solicitada; para ello encomendó a la Armada de la República Argentina la tarea de instalar el “Observatorio Magnético y Meteorológico” en la isla más oriental del grupo Año Nuevo, ubicada al norte de Isla de los Estados. Este grupo de islas era denominado “Malvinitas” por Luis Vernet, primer Comandante Político y Militar de la Comandancia de Malvinas, luego de su relevamiento cartográfico. La construcción e instalación del observatorio estuvo a cargo del Teniente Horacio Ballvé, a quien se le asignó el buque ARA Azopardo. El observatorio inició su actividad el 1 de marzo de 1902. El primer buque en pasar fue el Antarctic de la expedición científica sueca en camino a la Antártida, que contaba entre sus integrantes a José María Sobral, primer argentino que invernaría en el continente blanco,. El observatorio brindaba a las embarcaciones el servicio de calibración de compases o registro de algún tipo de error en el instrumental. De allí partían a la Antártida, perdiendo todo tipo de comunicación hasta su regreso. Para reemplazar al poco eficiente faro de San Juan de Salvamento, y aprovechando la instalación del observatorio, se levantó el Faro Año Nuevo que comenzó a funcionar el 1 de octubre de 1902. El Observatorio Magnético y Meteorológico funcionó hasta fines de 1917, en tanto que el Faro Año Nuevo continuó operativo hasta hace unos pocos años. Situación actual de la Reserva La RPIE se encuentra en la actualidad muy poco intervenida por el hombre y constituye probablemente uno de los rincones más apartados y deshabitados de la Argentina. La Armada Argentina mantiene en Puerto Parry el único asentamiento humano de manera continua desde 1977. La permanencia de las cuatro personas que habitan el destacamento por turnos de cuarenta días, está prácticamente restringida a las inmediaciones de las instalaciones, ya que no cuentan con una embarcación y la geografía del sector dificulta todo tipo de exploración por tierra. Debido a estas restricciones, la intervención humana ha estado circunscripta a las costas o sus cercanías (Niekisch, 1998). 8 El Patrimonio Histórico de la Isla de los Estados se encuentra ligado principalmente a los restos de las instalaciones penitenciarias, al faro de San Juan de Salvamento, a los cementerios de San Juan de Salvamento y Puerto Cook, a los restos de naufragios y de unos pocos asentamientos vinculados a las actividades loberas y pingüineras. De las construcciones levantadas a lo largo de la historia, ninguna se mantiene íntegramente en pie y sólo quedan vestigios de su presencia, a excepción del faro Año Nuevo y la casa en Isla Observatorio que hace pocos años recibieron mantenimiento. En el antiguo emplazamiento del faro de San Juan de Salvamento se ha construido un edificio similar al que oficiaba como faro y que servía de alojamiento a los operadores del mismo. A uno de los costados pueden verse aún restos de madera del faro original. Parte de estos restos fueron trasladados a Ushuaia y se encuentran en una “réplica” del faro (maqueta 1:1) ubicada en el Museo Marítimo y del Presidio. El faro de San Juan de Salvamento funcionó desde 1884 hasta 1902, momento en que fue trasladado a la Isla Observatorio. El sitio donde estaba emplazado el faro fue declarado Lugar Histórico Nacional, lo mismo que la totalidad del Puerto de San Juan de Salvamento. Las construcciones que formaron parte de la colonia penal de San Juan de Salvamento habían sido llevadas desde Caleta Misioneros en Santa Cruz y pertenecieron al presidio que funcionó en el lugar. Posteriormente fueron trasladadas, en 1899, a Puerto Cook y finalmente a Bahía Golondrina, en Ushuaia. Recorriendo la playa de Puerto Cook se puede apreciar una línea de postes de unos 30 a 50 cm enclavados en la misma, además de restos de algunas construcciones. Entre ellas sólo se mantienen en pie las paredes de una construcción de material que está emplazada sobre la línea de la costa. En el mismo lugar se registran además, cimientos, pisos y huecos de un posible retrete construido en ladrillos. Unos doscientos metros hacia el SE se ubica el cementerio donde descansan los restos de penados, personal del presidio, de la subprefectura y varios náufragos. Respecto a este tema en el Exp. 9668/09ED (actualmente en Dirección Provincial de Museos y Dirección Provincial de Patrimonio Cultural) se tramitó el Decreto Provincial 888/12, que declaró a todos los cementerios y enterratorios descriptos en su Anexo como patrimonio en el marco de la Ley Provincial N° 370. Incluye dos sitios en Isla de los Estados: San Juan de Salvamento y Puerto Cook. El faro Año Nuevo, en Isla Observatorio, que funciona desde 1902, fue declarado Monumento Histórico Nacional, mediante Decreto Nº 64/99. Se trata de la construcción propia del faro y la casahabitación contigua. En el mes de abril de 2011, por Declaratoria Ratificada por el Cuerpo Plenario de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos (hoy Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos, Ley 27.103), en base a una presentación realizada por la Asociación Amigos de la Isla de los Estados a través del Delegado por la provincia de T.D.F.A. e I.A.S. de dicha Comisión, “…se prestó conformidad a la declaratoria del bien en la categoría de Lugar Histórico Nacional…” al sitio donde estuvo instalado el Observatorio Magnético y Meteorológico “…con la indicación de que los solicitantes gestionen la colocación de un señalamiento in situ…”. Se desconoce si dicho 9 señalamiento se llevó a cabo oportunamente. En la actualidad no se encuentra ningún cartel que identifique la localización de los observatorios. Desde el 21 de diciembre de 2002, hasta fines de enero de 2003 un grupo de hombres del Servicio de Hidrografía Naval, llevaron a cabo las tareas de recuperación del faro Año Nuevo en la Isla Observatorio, realizando trabajos de albañilería y carpintería. Al momento de la elaboración de este plan de manejo, las instalaciones del Faro de Año Nuevo se encuentran cerradas y con evidentes signos de deterioro. Descripción del área La RPIE se encuentra situada en el extremo sur de la República Argentina, en la Provincia de T.D.F.A. e I.A.S. Se ubica aproximadamente entre los 63º 47’ y 64º 45’ de longitud oeste y entre 54º 38’ y 54º 55’ de latitud sur. Está separada de la Isla Grande de Tierra del Fuego por el Estrecho de Le Maire, de unos 30 km de ancho. Tiene una superficie aproximada de 50 000 ha, una longitud en su eje mayor de 75 km en sentido este-oeste, y un promedio de unos 6 km en el sentido norte-sur (rango 0,5 - 8 km). Un cordón montañoso, que puede considerarse el extremo sudoriental de la cordillera fueguina, constituye el cuerpo de la Isla de los Estados. (Niekisch, 1998) (Fig. 1). Lo que se conoce como Isla de los Estados es un conjunto integrado por la Isla de los Estados propiamente dicha, el archipiélago de Año Nuevo, y varias islas e islotes más pequeños que se levantan a poca distancia. Isla Observatorio es la mayor de las islas del grupo Año Nuevo y posee una superficie aproximada de 400 ha. Su elevación máxima es de 51 msnm y es la más alta de ese conjunto de 4 islas, razón por la cual fue el sitio elegido para erigir un faro a principios del Siglo XX. El resto del grupo Año Nuevo está conformado por las Islas Elizalde, Alférez Goffré y Zeballos. Las islas Menzies y Dampier, que en realidad constituyen islotes de gran tamaño, son las de mayor superficie en la costa sur (Niekisch, 1998). El relieve de la Isla de los Estados, así como de las diferentes islas pequeñas es muy variado, con costas irregulares y accidentadas que forman abundantes fiordos, caletas y bahías. Cabe destacar que es el único lugar de Argentina donde se encuentran fiordos. El Monte Bove en la Isla de los Estados, con 823 msnm, es el pico más alto de la reserva. La zona occidental de la isla, presenta un relieve general más bajo que la zona central y oriental y está caracterizada por montañas y costas muy abruptas. Las islas del grupo Año Nuevo tienen un aspecto redondeado y mesetiforme. Emergen del mar suavemente, manteniendo una altura homogénea desde sus márgenes hacia el centro, y su forma, vista en planta, es subcircular (Niekisch, 1998). El viento y el oleaje predominantes azotan las islas desde el suroeste. Esto provoca que la costa sur de la Isla de los Estados sea mucho más abrupta que la costa norte. La conformación litoral de la costa sur incluye acantilados que caen a pico al mar, con montañas que se elevan a gran altura a pocas decenas de metros de la costa. La costa norte ofrece un relieve costero menos pronunciado, y aunque también se pueden encontrar acantilados, la cantidad de fiordos y bahías protegidas es mayor que en la costa sur. Al respecto puede mencionarse que la cantidad de puertos apropiados para embarcaciones menores en la costa sur es de tres, en tanto en la costa norte esta cantidad asciende a siete (Niekisch, 1998). 10 La relación perímetro/área de la isla está maximizada por su forma irregular, hecho que aumenta la disponibilidad de hábitats para especies asociadas a las costas (Niekisch, 1998). Figura 1: mapa físico de la Reserva Provincial Isla de los Estados, Isla de Año Nuevo e Islotes Adyacentes. Climatología El clima de la Isla de los Estados es muy húmedo, con cambios bruscos de las condiciones ambientales a lo largo del día. Las lluvias, aunque no se cuenta con registros confiables, superarían los 2 000 mm anuales. La humedad relativa ambiente se ve enriquecida además por el aporte horizontal de los vientos marinos (Niekisch, 1998). El clima reinante es típicamente oceánico, factor que disminuye la amplitud térmica anual. En la Isla Observatorio se ha registrado para los meses de diciembre, enero y febrero una temperatura máxima media de 11 ºC. Para los meses de junio, julio, agosto y setiembre, la mínima media es de 1 ºC (Kühnemann, 1976; Niekisch, 1998). En cuanto a los vientos, éstos son muy constantes, predominando del noroeste y suroeste. Los temporales son fuertes (fuerza mayor a 8 durante 73 días al año). Los vientos del suroeste producen rachas arremolinadas que llegan a elevar el agua pulverizada en espirales de hasta 40 m de altura (Niekisch, 1998). La nubosidad es alta en la zona. En ocasiones el techo de nubes se apoya virtualmente sobre la isla impidiendo la visualización de las cumbres de las montañas (Niekisch, 1998). Geología En la Isla de los Estados afloran dos unidades litoestratigráficas principales. La unidad geológica más antigua es la Formación Le Maire, complejo estratigráfico volcánico-sedimentario compuesto por tobas 11 y lavas ácidas de edad Jurásica superior, con intercalaciones de tufitas, areniscas tobáceas, limoarcillitas, lutitas negras y conglomerados finos. Esta formación constituye la mayor parte de la isla (García, 1987; Harrington, 1943). La unidad más joven es la Formación Beauvoir, que se apoya sobre la anterior. Está integrada por limo-arcillitas, grauvacas y lutitas negras marinas de edad Jurásica superior a Cretácica inferior. Aflora en el extremo noroccidental de la isla, en los cabos del flanco norte y en las Islas Año Nuevo. En algunos niveles se alojan restos fósiles de belemnites, pelecípodos, braquiópodos, foraminíferos y radiolarios (García, 1987; Harrington, 1943). Los depósitos de till pleistocenos están escasamente extendidos y son de poca potencia, localizándose por ejemplo en el Lago Lovisato o en Puerto Roca. En el área montañosa centro oriental estos materiales se reducen a una capa depositada sobre el piso de las artesas glaciarias. En las partes inferiores su observación sólo es posible en algunos lugares en donde se aprecian cortes en la costa, como en las cabeceras de Puerto Vancouver (García, 1987; Harrington, 1943). Los depósitos holocenos se reducen a una capa delgada de sedimentos de origen glacifluvial, fluvial y lacustre depositadas sobre acumulaciones glaciarias del fondo de los valles. Acumulaciones de limos, arenas y gravas constituyen estos depósitos. Alcanzan su mayor extensión en la parte más occidental de la isla, donde el relieve es más bajo y los valles presentan un fondo amplio (García, 1987; Harrington, 1943). Hidrografía La Isla de los Estados está surcada longitudinalmente por un cordón montañoso con rumbo aproximado este-oeste, el cual define dos vertientes hidrográficas, norte y sur, que aparentemente no presentan rasgos muy disímiles entre sí. De dicho cordón bajan arroyos que en general son de corto recorrido, torrentosos, con pendientes moderadas o abruptas, salvo en algunos casos como en el extremo occidental, donde el paisaje es algo más llano y los cursos fluyen a través de turbales o zonas deprimidas y pantanosas. Los caudales de estos arroyos son poco significativos. La red hidrográfica es de alta densidad y las cuencas están bien drenadas, poseen gran poder de evacuación y un suelo bastante impermeable o bien saturado. Se identificaron 80 cuencas hidrográficas a partir de un relevamiento de fotos aéreas sin control de campo (Sottini, 1989). Más de cien lagos de agua dulce, ubicados a distintas alturas, se encuentran en los valles glaciares en el interior de la isla. En algunos casos están interconectados entre sí por pequeños cursos de agua y desaguan en las costas de la isla a través de numerosos arroyos de tamaño variable. Pocos valles glaciarios desembocan directamente en la costa. Este hecho ha conducido, junto a lo escarpado del relieve, a la formación de numerosas cascadas y saltos (Niekisch, 1998). Los arroyos más grandes de la isla desaguan en Puerto Roca y en la Bahía Flinders. Aparentemente todos los arroyos son permanentes lo que se debería a las abundantes precipitaciones y a la alta capacidad del suelo turboso para retener agua. Cabe destacar que ninguno de los arroyos ha recibido nombre geográfico. 12 A causa del suelo turboso y del alto contenido de ácidos húmicos, el agua dulce de la isla tiene coloración amarronada, y en algunos arroyos se forman pequeños manchones de espuma en la superficie como es típico en aguas corrientes con alto contenido de dichos ácidos (Niekisch, 1998). Flora (Collado, 2015) La RPIE se ubica fitogeográficamente en la provincia Subantártica, dentro del Dominio Subantártico de la Región Antártica (Cabrera, 1976). Esta región constituye, junto a las costas australes de la Isla Grande de Tierra del Fuego, el único sitio de Argentina en el que una formación boscosa toma contacto con el mar (Niekisch, 1998). Para elaborar esta primera etapa del Plan de Manejo de la RPIE se amplió la información generada para el informe de la GTZ (Niekisch, 1998), utilizando el mapa de vegetación de la reserva confeccionado aplicando técnicas de teledetección y fotointerpretación por Lavallol (Lavallol, 2007). Los autores de dicho trabajo de investigación remarcan la necesidad de realizar al menos un viaje de campaña que permita incorporar nuevas comunidades vegetales y ambientes, ajustar los límites altitudinales, revisar los límites entre los distintos ambientes y detectar el grado de avance de las especies exóticas, si es que las hubiera. El mapa de Lavallol fue utilizado como información de base para la realización de la campaña de trabajo multidisciplinaria encarada en octubre de 2014 por el Gobierno de la Provincia de T.D.F.A. e I.A.S. Durante dicha campaña, la Dirección General de Bosques realizo el relevamiento de bosques y vegetación que se basó en la prospección terrestre de 13 puntos de desembarco, 12 en la Isla de los Estados y uno en la Isla Observatorio. El recorrido pedestre sumó 65 km. Se relevaron 70 parcelas de muestreo de vegetación lo que permitió hacer un ajuste de la información previa que sólo se basaba en procesamiento digital de imágenes satelitales. Las regiones naturales (Collado, 2015) Las características de localización, topográficas y climáticas son factores que condicionan la vegetación generando distintos tipos y distribuciones. El viento determina fuertemente la presencia y características de la vegetación dado que es permanente, intenso y azota el archipiélago durante la mayor parte del año. La Isla de los Estados posee los bosques subantárticos de localización más extrema sobre el territorio argentino. Estos cubren un tercio de la superficie de la isla principal, con una superficie de 17 093 ha. El 14% de la superficie, está ocupado por áreas desprovistas de vegetación conformada por cumbres rocosas, playas y roquerios en general. Los cuerpos de agua, que suman 237, cubren el 3,4% de la superficie. El resto está conformado por distintos tipos de cobertura vegetal, predominando fuertemente los turbales (Fig. 2). 13 Figura 2: Reserva Provincial Isla de los Estados, Isla de Año Nuevo e Islotes Adyacentes. Mapa de coberturas de suelo (Collado, 2015). La topografía, al generar áreas protegidas o expuestas a los vientos, además de generar niveles altitudinales que hacen más severas las condiciones climáticas, es un factor determinante para comprender la distribución de la vegetación. Hay que destacar que solo el 25% de la superficie de la isla se encuentra por debajo de los 100 msnm, mientras que el 65% se encuentra entre los 100 y los 400 msnm y el 10% está por encima de esta cota (Tabla 1) (Fig. 3). Tabla 1: Estratificación de la Isla de los estados por Rango de Cotas (Collado, 2015). 14 Figura 3: Reserva Provincial Isla de los Estados, Isla de Año Nuevo e Islotes Adyacentes. Mapa hipsométrico (Collado, 2015). La isla puede dividirse en tres regiones ecológicas determinadas básicamente por la topografía, en las cuales las características y proporciones de los distintos estratos de vegetación asumen características particulares. Hacia el oeste se encuentra la Región Occidental de Valles, única área en la que se llegan a conformar valles verdaderos, con cursos de agua de cierta magnitud. Ocupa alrededor del 23% de la isla y comprende las bahías de Franklin, Crossley y parcialmente la de Flinders. Las cumbres rocosas están ausentes y el estrato de vegetación más conspicuo es la vegetación herbácea o subarbustiva. Los bosques ocupan menos del 40% (Tabla 2) (Figs. 3, 4 y 8). Tabla 2: Distribución de los diferentes estratos de cobertura del suelo en relación a la regionalización de la Isla de los Estados e Islas adyacentes (Collado, 2015). 15 Figura 4: vista del interior de la región occidental de valles, desde el monte Oviedo, al norte de la bahía Franklin, a una cota de aproximadamente 300 msnm (Collado, 2015). El sector central montañoso de la isla conforma una región a la que se denominó Macizo Montañoso Central, que agrupa el área más escarpada y con las mayores elevaciones de la isla. Sus accidentes geográficos más notables son las bahías Canepa al sur, Flinders, compartida con la región anterior, Hoppner y el fiordo Parry al norte. La cobertura de bosques desciende al 20 % de la superficie, la de vegetación herbácea y arbustiva al 40 % mientras que la proporción de áreas desprovistas de vegetación asciende al 36 %. La proporción de lagos de montaña, que ocupan casi el 4 % de la superficie de la región (Tabla 2) (Figs. 3, 5 y 8). 16 Figura 5: vista del aspecto que presenta la topografía y distribución de la vegetación del Macizo Montañoso Central desde una cota de 150 msnm, entre la bahía Hoppner y el fiordo Parry. (Collado, 2015). Finalmente, el sector este de la isla conforma la Región Oriental de Fiordos ya que fisiográficamente esa es su característica sobresaliente. Los accidentes geográficos más notables están constituidos por las bahías York y Blossom, al sur y los fiordos San Juan del Salvamento, Cook, Año Nuevo y Basil Hall al norte. Es una región escarpada, aunque con menor predominancia de cimas rocosas (menos del 10%), por lo que su aspecto es de montañas cubiertas de vegetación La proporción de bosques es similar a la Región Occidental de Valles y la correspondiente a vegetación herbácea y arbustiva algo mayor. Los cuerpos lacustres sin embargo se encuentran en la misma proporción que en Macizo Montañoso Central (Tabla 2) (Figs. 3, 6 y 8). 17 Figura 6: San Juan del Salvamento, Región Oriental de Fiordos (Collado, 2015). La isla Observatorio no posee bosques ni presencia de especies arbóreas de porte arbustivo. Está conformada en un 100% por vegetación herbácea, arbustiva o subarbustiva y de topografía más bien plana. Las islas de Año Nuevo, están cubiertas en un 20 % por bosques y los islotes periféricos poseen menos del 10% de su superficie cubierta de bosques, localizados en los islotes mayores (Tabla 2) (Figs. 3, 7 y 8). 18 Figura 7: Isla Observatorio. Se aprecia la topografía esencialmente plana (Collado, 2015). Figura 8: Reserva Provincial Isla de los Estados, Isla de Año Nuevo e Islotes Adyacentes. Mapa de zonificación ambiental (Collado, 2015). Aspectos Generales de la Vegetación (Collado, 2015) Si bien los bosques comprenden un tercio de la superficie de la isla, estos representan su característica sobresaliente. Las especies arbóreas, independientemente de si conforman bosques, representan la mayor parte de las comunidades vegetales, desde bosques a turbales y están presentes en el 95% de la superficie 19 con vegetación de las regiones central y oriental y en un 60% en la occidental, de características más herbáceas debido a la presencia de valles vegetados (Tabla 3). Tabla 3: Estratificación de la cobertura de la Isla de los Estados e Islas Adyacentes (Collado, 2015). En el análisis actual se denominan bosques a aquellas comunidades, con continuidad espacial, con árboles de más de 5 metros de altura y coberturas superiores al 30%, en tanto llamamos bosques de porte arbustivo, conformados por especies arbóreas o bosques achaparrados de altura, a los casos en que los arboles posean alturas inferiores a los 5 metros y coberturas superiores al 50 %. Por otra parte en aquellas comunidades que denominamos como turbales con presencia de árboles, las especies arbóreas, también de porte arbustivo, poseen alturas inferiores a los 3 metros y coberturas inferiores al 50%. Las comunidades vegetales más conspicuas, empezando por aquellas que conforman bosques son: Bosque Mixto Multiestratificado de Nothofagus betuloides (guindo) y Drimys winterii (canelo). Bosque Puro Biestratificado de Nothofagus betuloides. Bosque de Nothofagus betuloides y Drimys winterii de porte arbustivo sobre turbal juncáceo de Marsipospermum grandiflorum. Bosque de Nothofagus pumilio (lenga) achaparrada sobre turbales juncáceos de Marsipospermum grandiflorum. Entre las comunidades de turbales con presencia de especies arbóreas de porte arbustivo encontramos: Turbal de Astelia pumilia con Nothofagus betuloides y Drimys winterii de porte arbustivo, Turbal juncáceo de M. grandiflorum con Nothofagus betuloides y Drimys winterii de porte arbustivo Turbales de briofitas con Nothofagus pumilio achaparrado. Por ultimo las comunidades más importantes sin especies arbóreas están representadas por: Turbales juncáceos de Marsipospermum grandiflorum. Pastizales graminosos de Poa flabellata, gramínea de gran porte cuya presencia más importante se da en la isla Observatorio y en Bahía Franklin, lugares en donde juega un rol importante en la nidificación de colonias de diferentes aves. Turbales subarbustivos de Empetrum rubrum (murtilla). Turbales de briofitas. 20 En general la vegetación de la Isla de los Estados posee una alta diversidad específica, tanto de especies leñosas, como herbáceas, pero en particular de pteridofitas, briofitas y hepáticas. Los Bosques (Collado, 2015) Prácticamente la totalidad de los bosques de la Isla de los Estados son siempreverdes, con excepción de los bosques achaparrados de lenga y ñire (Nothofagus antarctica), minoritarios y localizados a cotas elevadas. La distribución de bosques se encuentra fuertemente determinada por la topografía y la altitud. Estas determinan la riqueza específica de aquellos y su complejidad estructural. Los bosques más desarrollados, con mayor diversidad y estructura más compleja se localizan cerca de la costa marina y por debajo de los 100 msnm. De hecho, el 75% de los bosques se localiza por debajo de la cota 200 y solo el 3% de los bosques crecen sobre los 300 msnm. La comunidad forestal característica y de mayor diversidad está representada por los Bosques multiestratificados de guindo y canelo. Poseen más de cuatro estratos vegetales conformados por dos estratos arbóreos, uno arbustivo y uno herbáceo y pueden llegar a poseer dos estratos arbustivos y uno subarbustivo, hasta conformar la máxima complejidad estructural, con seis niveles. A nivel de composición específica, estos bosques están conformados por un estrato superior de Nothofagus betuloides con coberturas de copa promedio del 50%, por debajo del que encontramos un estrato minoritario de Drimys winterii con menor nivel de cobertura. Ya en el estrato arbustivo es común encontrar la trepadora Lebetanthus mirsinites con niveles de cobertura elevados cubriendo el suelo del bosque, la base de los troncos y la madera muerta en el suelo del bosque. Acompañando el estrato arbustivo es común encontrar Pernetya mucronata (chaura), Berberis ilicifolia (michay) y Chiliotrichum difusum (mata negra). El estrato basal está compuesto por un denso tapiz compuesto por herbáceas, pteridofitas, briofitas y hepáticas. Entre los helechos encontramos los géneros Hymenophyllum, Gleichenia y Blechnum. Se destaca el helecho Blechnum magellanicum, de gran porte y belleza. Entre las herbáceas es frecuente Luzuriaga marginata. Estas características estructurales y de diversidad específica transforman estos bosques en selvas de difícil tránsito, con todo el espacio vertical ocupado por vegetación, lo que se suma a la característica turbosa y de anegamiento de los suelos forestales. A medida que se asciende en altitud, la complejidad estructural disminuye. Entre los 100 y los 200 msnm solo el 20 % de los bosques posee más de cuatro estratos, mientras que entre los 200 y los 300 msnm nunca superan los dos estratos. A más altas cotas los bosques son bi o uniestratificados en partes iguales, representados por bosques de guindo puros o bosques achaparrados de lenga sobre turbales de Marsipospermum grandiflorum, estos últimos entre los 300 y los 400 msnm, constituyendo los únicos bosques deciduos de la isla, junto a la aparición de ñire en algunos sectores también entre esas cotas. Los bosques de guindo puro son más simples estructuralmente y de menor diversidad especifica. Están conformados por un estrato arbóreo compuesto por Nothofagus betuloides con coberturas elevadas de dosel, un estrato arbustivo que puede no estar presente o en todo caso es menos denso, conformado por Lebethantus mirsinites y Berberis ilicifolia y un estrato basal de briofitas, con presencia de herbáceas como Marsipospermum grandiflorum y Luzuriaga marginata. En estos bosques la cobertura del sotobosque arbustivo y herbáceo nunca cubre por completo el suelo del bosque, dependiendo de la 21 apertura del dosel superior, presentando porcentajes variables de suelo desnudo, con cierto grado de anegamiento. En la Isla de los Estados encontramos en su máxima expresión a los denominados bosques en ondas de viento especialmente por sobre los 100 msnm en laderas expuestas. Esta característica estructural de los bosques, que alternan fajas de bosque muerto en pie con una sucesión de fajas de edades crecientes, perpendiculares a la dirección del viento predominante, es una respuesta y adaptación a la exposición permanente de algunos sectores a fuertes vientos. Se dan principlamente en las comunidades de bosques de guindo puros, aunque es posible también encontrarlos en las de bosques multiestratificados de guindo y canelo. Los bosques de lenga achaparrada, que se dan por sobre los 300 msnm. Son abiertos, con un estrato de Nothofagus pumilio de cobertura incompleta, inferior al metro de altura y un estrato herbáceo en el que predomina la juncácea Marsipospermum grandiflorum con coberturas elevadas del suelo, sobre una base de briofitas. Podemos encontrar asociados a Chiliotrichum diffusum y Pernetya mucronata. Estos bosques no están presentes en toda la Isla de los Estados y son más comunes en la Región Occidental de Valles. Los bosques de Nothofagus antárctica son raros. Se los encuentra excepcionalmente sobre cotas bajas en masas puras y de reducidas dimensiones. La altitud máxima a la que ascienden las comunidades boscosas no supera prácticamente los 350 a 400 msnm. A diferencia de lo que sucede en la Isla Grande de Tierra del Fuego, en la que alcanzan los 600 msnm, lo que está indicando las severas condiciones climáticas a las que está sometida la Isla de los Estados. Más allá de la complejidad estructural, determinada por el reparo climático y la humedad, los bosques en general no son de gran altura. Excepcionalmente alcanzan los 22 metros en los sitios más protegidos del viento. Solo el 50% de los bosques entre la cota 0 – 100 msnm poseen más de 15 metros de altura y solo una cuarta parte supera los 20 metros. 22 Los Turbales y Pastizales (Collado, 2015) La vegetación no boscosa de la isla de los Estados se encuentra dominada por turbales. Son comunidades formadas por especies herbáceas o subarbustivas que tienen la capacidad de acumular materia orgánica parcialmente descompuesta y formar turberas. Estas comunidades en su conjunto ocupan el 50% de la superficie total de la Isla de los Estados e islas asociadas, algo superior a la de los bosques, aunque, como vimos, la mayor parte de estos turbales poseen en su composición, especies arbóreas de porte arbustivo. Las comunidades no turbosas son minoritarias, conformadas por pastizales de gramíneas, que se localizan exclusivamente próximos a las costas y en reducidas extensiones. En relación a su distribución en las regiones, la Isla Observatorio está conformada en su totalidad por vegetación herbácea o subarbustiva, careciendo de bosques. Le siguen las otras islas del grupo Año Nuevo, con un 80 % de cobertura herbácea y subarbustiva del territorio. En la Isla de los Estados propiamente dicha, la Región Occidental de Valles es la que posee la mayor proporción de vegetación herbácea o subarbustiva, con más del 55 % de cobertura del territorio, seguido de la Oriental de Fiordos. La región de menor proporción de vegetación herbácea y subarbustiva es el Macizo Central Montañoso, con un 40% de cobertura de este tipo de vegetación. Las comunidades de mayor extensión están representadas por los Turbales de Astelia pumilia con Guindo y Canelo de Porte Arbustivo, que no llegan a conformar bosques y los Turbales Juncáceos de Marsipospermum grandiflorum con Guindo y Canelo de Porte Arbustivo, que tampoco conforman bosques. La composición específica de la primera, que forma los denominados Turbales en Carpeta, de estructura rígida, en los que es factible la acumulación de turba, está dominada por Astelia pumilia como dominante, con más del 50% de cobertura, seguida de Marsipospermum grandiflorum, con presencia de las especies arbóreas, Nothofagus betuloides, Dimys winterii, que no suman nunca más del 50 % de cobertura, numerosas especies de briofitas y Caltha dioneifolia. También pueden estar presentes Donatia fascicularis, Empetrum rubrum, Rostkovia magellanica, Chiliotrichum diffussum, Blechnum magellanicum, Berberis ilicifolia y la insectívora Drosera uniflora, entre otras. Los Turbales Juncáceos con Guindo y Canelo de Porte Arbustivo están dominados por la juncácea Marsipospermum grandiflorum con coberturas por sobre el 60%, sobre una base de briofitas con más del 50% de cobertura, que es capaz de acumular materia orgánica, conformando turberas, especies arbóreas de guindo y canelo, de porte arbustivo, con menos del 50% de cobertura en conjunto, Empetrum rubrum, Chiliotrichum diffussum y Pernetya mucronata. También podemos encontrar con menos frecuencia, Berberis ilicifolia, Caltha dioneifolia, Astelia pumilia y Luzuriaga marginata, entre otras. El Turbal Juncáceo, sin especies arbóreas, es más frecuente en la Región Occidental de Valles, dominado por Marsipospermum grandiflorum, con más del 80% de cobertura del suelo, sobre una base de briófitas, tal como en el caso anterior y de manera dispersa y menos frecuente, Berberis ilicifolia, Berberis buxifolia como especies arbustivas. Se lo encuentra cubriendo los sectores bajos de los valles en grandes extensiones y algunas laderas. 23 Otras comunidades menos frecuentes son los Turbales de Briofitas con presencia de Lenga Achaparrada de estructura rastrera, por sobre los 300 msnm. Es una comunidad, que debido a su localización en sitios elevados, extremos de distribución de la vegetación, no cubre la totalidad del suelo, en gran parte rocoso, a diferencia de la mayor parte de las comunidades presentes. Los turbales del musgo Sphagnum no están desarrollados en la isla de los Estados. Si bien la especie Sphagnum magellanicum está presente, lo hace como un componente minoritario y esporádico de otras comunidades, especialmente de aquellas dominadas por Marsipospermum grandiflorum y briofitas. La comunidad de Pastizales de Poa flabellata, una gramínea de gran porte que puede alcanzar los 2 metros de altura, también denominada “Tussok” según su nombre común en inglés, se encuentra presente en la mayor superficie de la isla Observatorio, donde comparte el suelo con brezales de Empetrum rubrum y turbales de briofitas con la subarbustiva Pernetya pumilia y sectores de suelo orgánico desnudo, en un mosaico de sucesiones de los pastizales de Poa flabellata, que son utilizados y transformados por las abundantes colonias de aves. En la Isla de los Estados la encontramos siempre sobre las costas, con menos frecuencia en la sur, y cumplen la misma función respecto de la fauna. Se encuentran otras comunidades conformadas por gramíneas, aunque muy minoritarias y siempre cercanas a la costa y baja altitud, como la conformada por Hierocloe redolens. Un aspecto que llama la atención es la presencia de médanos activos en el sector oeste, coincidente precisamente con el área colonizada por los herbívoros introducidos. Se han detectado seis médanos activos, uno en Bahía Franklin, uno en Bahía Crossley y cuatro en Bahía Flinders. Inferimos que es factible que los médanos iniciaran su avance sobre áreas colindantes cubiertas por pastizales de Poa flabellata, especie accesible, palatable y disponible durante todo el año a los herbívoros, prácticamente la única gramínea que tiene algún desarrollo superficie de importancia y que por causa de este sobrepastoreo, las arenas fijadas por esta comunidad vegetal hayan vuelto a desplazarse. Esta consideración merece estudios más detallados que incluyan estudios geológicos de épocas prehistóricas. Usos Extractivos (Collado, 2015) Con respecto al uso extractivo de recursos vegetales, los antecedentes bibliográficos mencionan la extracción de madera alrededor de principios del siglo XIX por Luis Vernet. Según los documentos consultados, el sitio de extracción habría estado localizado en el sector oeste de Bahía Flinders, aunque no se tuvo la oportunidad de visitar ese sector en la campaña de 2014. A partir de 1884 se inician las instalaciones del faro de San Juan del Salvamento y de una primera colonia penal. Aproximadamente, a un kilómetro al sur de las actuales instalaciones se detectó un sector de bosques mixtos intervenidos. El relevamiento detectó la presencia de tocones de antigua data. Pudo constatarse la recuperación exitosa del bosque aprovechado. Si bien no se trató de una intervención drástica, junto a lo favorable del sitio y a la ausencia de herbívoros, hoy podemos observar los arboles surgidos a partir de esta intervención, con diámetros de hasta 30 cm. 24 Según la bibliografía, funcionó la colonia penal en este sitio hasta alrededor de 1889, momento en que se trasladó a Puerto Cook, el fiordo más próximo hacia el oeste, en donde pueden apreciarse hoy, sobre la playa, los restos de las instalaciones del presidio que funcionó allí hasta 1902. En este último sitio no se detectaron indicios de aprovechamientos forestales apreciables. Se sugiere que es posible que se haya traído la madera desde otro sitio. Flora exótica (Collado, 2015) Afortunadamente no se registran invasiones extendidas de especies exóticas. Si bien algunas publicaciones mencionan la presencia de algunas especies de distribución mundial, de los géneros Poa, Rumex, Cerastium y Stellaria, no llegan a conformar comunidades dominadas por ellas. En el único sitio en que se puede observar una verdadera comunidad de especies exóticas es en el entorno del Destacamento Naval de Puerto Parry, en donde encontramos Rumex crispus, Cerastium sp., Poa pratensis, Taraxacum oficinale y Trifolium repens. Esta comunidad de exóticas aún no ha colonizado otros sectores de la isla, posiblemente por la ausencia de herbívoros que transiten por dicho sector y dispersen las semillas. Aunque su dispersión al resto de la isla es solo cuestión de tiempo, de no mediar acciones para evitarlo. Vegetación marina La vegetación marina ha sido descrita por (Kühnemann, 1976), quien identificó como características en el medio litoral a los bosques de Macrocystis pyrifera (cachiyuyo) y Durvillaea antarctica (cochayuyo), ambas macroalgas pardas, siendo la primera de ellas la de más amplia distribución. También existen comunidades aisladas de Lessonia fuscescens, otra alga parda pero de tamaño menor, tipo arbustiva. Son características las praderas de diversas Rodofíceas, con comunidades importantes de coralináceas costrosas. Son numerosas las especies de las Delesseriaceae, muchas de ellas endémicas de la Provincia Fueguina. Por último, cabe mencionar a las comunidades de líquenes crustáceos, como Ochrolechia ocelliformis, con su talo de color blanco grisáceo, característico del piso supralitoral. Las camas de macroalgas atenúan las marejadas y el oleaje, protegiendo de este modo las costas y playas. Por otro lado, estos bancos de cachiyuyo representan un lugar de obtención de recursos para diversas especies de aves y mamíferos marinos, como cormoranes, nutrias y lobos marinos (Niekisch, 1998). Se han observado a ciervos colorados y cabras alimentándose de algas dejadas en las playas por acción de las mareas. Herbivoría (Collado, 2015) Las cabras y los ciervos colorados han desarrollado e incrementado sus poblaciones desde su introducción. Tanto las cabras, que llevan casi 150 años ocupando el territorio, como los ciervos, no han logrado ocupar la totalidad de la Isla de los Estados. Según el relevamiento realizado en octubre de 2014 por la S.D.S. y A., se pudo determinar que estos grandes herbívoros se encuentran confinados en el sector occidental de la isla, ocupando la Región Occidental de Valles y el sector oriental y norte de la Región del Macizo Central Montañoso, correspondiendo a las bahías de Canepa, Franklin, Crossley, Flinders y Hoppner, como accidentes costeros principales, lo que representa no más del 30% de la superficie de la isla y no más del 30% de sus bosques. 25 El hecho de que, en especial los caprinos adaptados a suelos rocosos, no hayan colonizado el sector oriental de la isla, permite inferir que existe en principio una barrera natural que supone la propia región del Macizo Montañoso Central, combinado con la profundidad del fiordo Parry. Si bien estos herbívoros, son capaces en principio de trasponer dicha barrera, la falta de vegetación herbácea o arbórea a mayores altitudes que los 400 msnm genera una amplia zona de escasez de recursos alimenticios que hace que no sea atractivo su uso estacional y por lo tanto no puedan acceder al sector oriental. Por otra parte, la costa sur muy escarpada, posee discontinuidad de cobertura vegetal, a diferencia de la costa norte que presenta bosques densos de guindo y mixtos de guindo y canelo, transitables con dificultad. Puede especularse con que la presencia del destacamento de la Armada Argentina en Puerto Parry podría estar actuando como una barrera antrópica que frenaría el pasaje de los herbívoros hacia el sector oriental. Por lo tanto ambas comunidades de herbívoros introducidos utilizan completamente la Región Occidental de Valles, que es justamente la que presenta la mayor proporción de vegetación herbácea, dominada por Turbales de Juncáceas en primer lugar, Turbales de Astelia en segundo y Pastizales de Poa flabellata en tercer orden, esta ultima la comunidad vegetal más palatable para estos animales, localizada exclusivamente en las regiones costeras. A pesar de ello, se ha detectado que estas especies introducidas hacen uso de recursos que habitualmente no son utilizados por herbívoros en la Isla Grande de Tierra del Fuego, como Marsipospermum y Chiliotrichum, el primero muy abundante. En cuanto a la herbivoría sobre especies arbóreas, pudo comprobarse que ramonean el guindo y en especial la lenga, localizada por sobre los 300 msnm. Particularmente es grave este último efecto, ya que se trata de los bosques más frágiles, deciduos y con un periodo de crecimiento anual corto. Estas comunidades se encuentran muy afectadas, con todos los individuos excesivamente ramoneados, con una tendencia a su desaparición en el tiempo. También provocan efectos sobre cotas algo inferiores, pudiendo observarse sectores boscosos, de bosques mixtos degradados, en laderas expuestas a los vientos, ocupados por especies arbustivas como Berberis ilicifolia y Chiliotrichum diffussum y herbáceas como Marsipospermum grandiflorum. Es común también observar daños en la vegetación arbórea de baja altura lindante a los amplios valles dominados por turbales. Fauna (Andrea Raya Rey y Adrián Schiavini, comunicación personal) Diversas expediciones estudiaron o realizaron observaciones sobre la fauna de la región, principalmente en aspectos sistemáticos y zoológicos. En conjunto, los antecedentes son escasos y tratan sobre los registros faunísticos y en algunos casos éstos se complementan con un detalle de las observaciones sobre el comportamiento de la fauna; como ejemplos vale citar a Castellanos, 1935; Castellanos, 1937; Dabbene, 1904; Murphy, 1936; Oustalet, 1891; Payró, 1898 y Vinciguerra, 1883. Entre 1947 y 1949 se realizó un relevamiento intensivo de las colonias de aves marinas de la Isla de los Estados por Carrara (Carrara, 1952), quien coordinó un estudio de lobos marinos, pingüineras y cormoraneras a lo largo de todo el litoral marítimo e islas adyacentes de la Argentina. Este autor no mencionó la presencia de colonias de aves marinas en la isla, aunque sus datos deben ser tomados con cautela pues su relevamiento de la Isla de los Estados fue incompleto debido a las adversas condiciones climáticas. 26 Más recientemente, Imshaug (1972) describió de modo incidental la presencia de colonias de diversas especies en esta isla. El trabajo de Chebez (1994) resume gran cantidad de información ornitológica dispersa sobre la isla, incluyendo la revisión de los datos históricos y datos propios. La mastofauna de Isla de los Estados también ha sido descripta por diversos autores siendo Massoia y colaboradores (1993) quienes recopilaron la información dispersa y junto con datos de expediciones propias dan cuenta de los mamíferos presentes en la isla. Poco se conoce sobre la fauna de artrópodos terrestres y de otros grupos de invertebrados, ascomo faltan también estudios sobre las zoocenosis de los "bosques submarinos" formados por macroalgas (Niekisch, 1998). En un informe de resultados del proyecto "Taxonomía y relaciones filogenéticas de arácnidos de Tierra del Fuego", solicitado por la Dra. María Vanessa Lencinas, perteneciente al CADIC (CONICET) y el Dr. Martín Ramírez, del Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia", da cuenta de los resultados de una prospección realizada en Isla de los Estados en noviembre de 2014. Durante la campaña de trabajo se colectaron 125 ejemplares, de los cuales fue posible determinar 21 especies (en caso de tratarse de taxones conocidos), 23 géneros y 3 familias, así como la información de los datos geográficos de las colectas y el número de inventario con que fueron ingresados en la Colección Nacional de Aracnología (MACN-Ar) de nuestro museo. Las Aves de Isla de los Estados La avifauna de Isla de los Estados, Islas de Año Nuevo y mar circundante ha sido descripta por diversos autores. Ya en el año 1772 la expedición de James Cook colectó algunas aves que fueron determinadas por el ornitólogo Gmelin años más tarde (Gmelin, 1789), siendo algunas de ellas descriptas por primera vez. Dada la gran extensión de sus costas, la productividad de sus aguas circundantes y los pastizales costeros óptimos para la nidificación, es de esperar que la isla presente una muy diversa y rica avifauna marina como por ejemplo cormoranes, pingüinos, petreles y gaviotas. Las aves marinas al igual que los lobos marinos de la Isla de los Estados han sido objeto de uso extractivo por parte del hombre desde el descubrimiento mismo de la isla. La distribución y la abundancia actuales de estos animales en la isla es un reflejo de dichas actividades. Si bien las aves marinas destacan en la RPIE por su abundancia, otras especies como el carancho austral (Phalcoboenus australis) y la remolinera antártica (Cinclodes antarticus) ocupan un hábitat restringido a las zonas costeras, preferentemente en donde se encuentran pastizales de Tussock (Niekisch, 1998). Se describe a continuación el estado de conocimiento de las especies nidificantes de las que se cuenta con información de abundancia en la totalidad o en parte de la isla, y/o ecología trófica y reproductiva. PROCELLARIIFORMES Familia Procellariidae Petrel gigante común o petrel gigante del sur (Macronectes giganteus) 27 La Isla de los Estados es la localidad típica de la especie, descripta por Chebez, 1994; Dabbene, 1904 y Gmelin, 1789 quienes la observaron alrededor de las islas. Imshaug (1972) informó sobre una colonia con alrededor de 30 nidos en las alturas de la Bahía Franklin. Schiavini y colaboradores (1999) confirmaron la existencia de dos colonias, una mayor en Isla Observatorio y una menor en Península López. La colonia de Isla Observatorio, censada en enero de 2004, alojó 500 parejas (Quintana, 2005), por su parte la colonia de Península López (S 54° 54.7´, O 64° 40´) fue censada en diciembre de 2011 y contaba con 8 nidos activos (Raya Rey datos no publicados). Los nidos en ambas colonias se hallaban localizados en sitios elevados, en turbales graminosos de junquillo (Marsipospermum grandiflorum) y murtilla (Empetrum rubrum), los cuales prosperan entre el pastizal de Tussock. Si bien no existen datos precisos sobre el ciclo reproductivo para las colonias de Isla de los Estados las observaciones realizadas sugieren una semejanza con las colonias del N de la Patagonia (Quintana, 2005). Los estudios sobre áreas de alimentación de petreles gigantes han revelado que las hembras son fundamentalmente pelágicas, mientras que los machos se alimentan principalmente cerca de la costa, en cercanías de colonias de pingüinos y apostaderos de lobos marinos (Copello, 2011). En Isla Observatorio se ha logrado equipar con transmisores satelitales a un macho y seis hembras. En el caso de las hembras se ha encontrado una superposición en su distribución en el mar con las pesquerías de arrastre y palangre y el único macho se movió en coincidencia con la pesquería de arrastre (Copello, 2009). En cuanto a los regímenes oceanográficos utilizados, las hembras concentraron su distribución en zonas del talud mientras que el macho permaneció en cercanía de la costa en la región magallánica (Copello, 2011). Los estudios realizados sobre isótopos estables de carbono y de nitrógeno en plumas de petreles de la Isla Observatorio indican que los individuos de esta colonia se alimentan sobre la plataforma continental y en aguas subantárticas a lo largo de todo el año (Raya Rey, 2012a). 28 Pardela Oscura (Puffinus griseus) Murphy (1936) afirmó que las colonias estaban distribuidas a lo largo del borde marítimo de las islas fueguinas, incluyendo la Isla de los Estados. Hasta la fecha no se han podido hallar las colonias de nidificación de esta especie pero se han observado bandadas de más de 100 ejemplares en cercanías de la isla (Chebez, 1994; Schiavini, 1999) y las vocalizaciones nocturnas han sido escuchadas en diferentes expediciones de nuestro grupo de trabajo y en distintas localidades. Familia Hydrobatiidae Paiño común o petrel de las tormentas (Oceanites oceanicus) Esta especie fue citada por Watson (1975) como nidificante en la isla. No obstante hasta la fecha no han podido detectarse la existencia de colonias de nidificación. Como en el caso anterior esta especie fue avistada en expediciones anteriores en diversas localidades (Chebez, 1994; Schiavini, 1999). Familia Pelecanoididae Yuncos o petreles zambullidores (Pelecanoides spp.) Dos especies de este grupo habitan Tierra del Fuego, el yunco común (Pelecanoides urinatrix) y el yunco ceja blanca o petrel de Magallanes (P. magellani) (Humphrey, 1970; Murphy, 1936). No se encontraron referencias históricas sobre la reproducción de estas especies en la Isla de los Estados. Chebez (1994) las cita como nidificantes probables y registró al yunco ceja blanca. SPHENISCIFORMES Familia Spheniscidae Como especial valor para la conservación de la RPIE se destaca la presencia de las dos colonias más numerosas para Argentina del pingüino penacho amarillo y dos colonias de pingüino patagónico, siendo la de Isla Observatorio probablemente una de la mayores de Argentina (Niekisch, 1998). Pingüino rey (Aptenodytes patagonicus ) Gardiner (1870) explotó para el lobero argentino Luis Piedra Buena dos colonias en Puerto Roca, que incluían unos "20.000 pájaros" durante 1869. Vinciguerra (1883) ubicó esa colonia en 1880 en el extremo este de la playa de Puerto Roca, cerca de un pequeño arroyo a pocos metros del mar, abarcando unos 50 metros cuadrados de superficie y alojando según él unos 50 animales. De Agostini (1956) relató que el pingüino rey vivía tan sólo en algunas localidades de la isla hacia 1910, sin precisar el lugar ni sus fuentes de información. Los avistajes registrados en la literatura que corresponden a la época de reproducción corresponden a Kühnemann (1976), Salvadori (1900) y Vinciguerra, 1883. Durante nuestras expediciones hemos observado numerosas veces entre 1 y 6 ejemplares aislados en Caleta Lacroix, Bahía Franklin, Bahía Colnett y Puerto Roca. En enero de 2004 se registraron tres ejemplares en Puerto Roca, uno de ellos incubando un huevo. En noviembre del mismo año, en una nueva visita, no se detectó la presencia de individuos adultos ni pichones (Schiavini et al., 2005). En octubre de 2014, durante la campaña de trabajo del Gobierno de Tierra del Fuego fue posible observar un ejemplar aislado en Puerto Cook. Pingüino penacho amarillo (Eudyptes chrysocome) 29 La especie ha sido registrada y mencionada por numerosas expediciones (Chapman, 1987; Chebez, 1994; Hartert, 1909; Imshaug, 1972; Murphy, 1936; Payró, 1898). Nuestros trabajos han confirmado la existencia de dos colonias en Isla de los Estados. Una está localizada en el Cabo San Juan y la otra en Bahía Franklin. Se realizaron dos censos uno en 1998-1999 y el otro en 2010. La colonia de Cabo San Juan comprende dos grandes subcolonias ubicadas en una pendiente pronunciada de 100 metros de altura y aloja unas 7.000 parejas. La colonia de Bahía Franklin alojaba en 1999 unas 167 000 parejas distribuidas en 102 subcolonias a lo largo de una bahía de menos de 3 km de radio (Schiavini, 2000). En 2010 un nuevo relevamiento evidenció una disminución en el número de parejas reproductoras cuya cifra se estimó en aproximadamente 127 000 parejas (Raya Rey, 2014). Desde 1998, los autores han realizado numerosas expediciones incrementando el conocimiento sobre la especie en el Atlántico Sudoccidental. El comportamiento reproductivo y el aprovisionamiento de pichones se estudió mediante el uso de un sistema de monitoreo automático de los pingüinos (Raya Rey, 2007). Las hembras alimentan a los pichones durante los primeros 20 días de vida y luego ambos padres hasta la independencia (Raya Rey, 2007). La tasa de retorno o la supervivencia de adultos fue del 72 y 63% en dos años de estudio, mientras que el éxito reproductivo para el mismo periodo fue del 31 y 23% (Raya Rey, 2007). La dieta está compuesta por peces, crustáceos y cefalópodos (Raya Rey, 2005; Raya Rey 2007), alimentándose en aguas de la plataforma durante la temporada reproductiva, en tanto que utilizan aguas exteriores, alcanzando aguas antárticas, durante la dispersión invernal (Pütz, 2006a; Raya Rey, 2013; Raya Rey, 2007b; Schiavini, 2004). La predación en Bahía Franklin es baja y comparable con otros colonias (Liljesthröm, 2008). En la mayor parte de su rango de distribución, esta especie ha sufrido dramáticas disminuciones poblacionales y por eso está declarado como Vulnerable bajo los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Se desconocen aún los motivos para esta disminución aunque se sugiere que podrían estar relacionados con el cambio climático y los cambios oceanográficos asociados (Cunningham, 1994; Guinard, 1998; Hilton, 2006; Raya Rey, 2007b). Pingüino patagónico o de Magallanes (Spheniscus magellanicus) Payró (1898) y Dabbene (1902) mencionaron que esta especie nidificaba en la Isla de los Estados. Castellanos (1935) mencionó que los observó en gran número en Isla Observatorio. Imshaug (1972) citó colonias de esta especie en Isla Observatorio, Isla Goffré y Bahía Flinders. Según Goodall (com. pers. a los autores) esta especie nidificaba en Bahía Franklin en el año 1976. La Bahía Crossley habría alojado colonias de esta especie hacia 1500-1700 AP, pues los restos óseos faunísticos detectados en un sondeo arqueológico comprenden un 74% de huesos de esta especie (Chapman, 1987). Los autores confirmaron la existencia de las colonias y estimaron en 105 000 el número de parejas reproductoras de Isla Observatorio, 14 000 en la Isla Goffré (Schiavini, 1998), y 500 en Bahía Franklin en 1999 (Schiavini et al., 2005). Este número se incrementó en 2010 llegando a contarse 1 600 parejas (Raya Rey et al. 2014). En la RPIE esta especie nidifica en cuevas excavadas en el suelo en todas las localidades. La dieta consiste principalmente en peces (nototénidos y Sprattus fuegensis) y cefalópodos, como el calamarete (Loligo gahi) (Schiavini et al., 2005). Recientemente se colocaron registradores de posición (GPS), profundidad y temperatura en individuos de la colonia de Bahía Franklin durante la temporada reproductiva. Los viajes se extendieron 30 en promedio 22 horas alimentándose primordialmente en aguas cercanas a la costa de la isla grande de Tierra del Fuego hasta 35 km de la colonia (Rosciano et al.2013). PELECANIFORMES Familia Phalacrocoracidae Cormorán cuello negro (Phalacrocorax magellanicus) Cook (1978) mencionó esta especie para Isla Año Nuevo (Observatorio) y Salvadori (1900) para Puerto Roca. Chebez (1994) mencionó avistajes y citó nidificación en Puerto Parry, Bahía Flinders, Bahía Capitán Cánepa e Islotes Dion. El cormorán cuello negro ocupa pequeñas colonias en numerosas localidades a lo largo de la costa de la isla, por lo general en barrancas protegidas del oleaje y viento predominantes. En total la región aloja 65 colonias con 665 nidos activos (Schiavini, 1998). Esta marcada dispersión es un rasgo hallado sólo en esta isla para el cormorán cuello negro (Schiavini et al. 1998). Aparte de la Isla Observatorio, se registraron nidos aislados de cormorán imperial en Islotes Fabián y en Rocas Miretti. 3.1.3.1.2 Cormorán Imperial (Phalacrocorax atriceps) Salvadori (1900) capturó ejemplares en Puerto Roca y en Puerto Cook. Dabbene (1902) menciona esta especie como presente en la Isla de los Estados sin más precisión. Hartert y Venturi (1909) colectaron dos huevos en Isla Observatorio. De Agostini (1956) citó la existencia de una colonia en Punta Pájaros (en el extremo NE de la Isla Observatorio) hacia 1912. Castellanos (1937) colectó ejemplares en Isla Observatorio. Las observaciones de los autores dan cuenta de dos sitios principales de nidificación: Punta Pájaros en Isla Observatorio y Bahía Franklin. En esta última localidad los nidos se encuentran localizados en sectores de las subcolonias de pingüino penacho amarillo. En 1994 se estimó que la colonia de Punta Pájaros albergaba alrededor de 2 600 nidos. Sobre la base de los datos de Schiavini (1999) y los de De Agostini (1929) ésta colonia se mantendría desde principios del siglo XIX. Por su parte en Bahía Franklin se detectó un núcleo de nidificación de 1 300 nidos en 1998, y en los relevamientos de la temporada 2011-2012 los autores detectaron colonias de nidificación en al menos 6 subcolonias de pingüino penacho amarillo de diversos tamaños aunque no se ha determinado el número de parejas para esa población. 31 ANSERIFORMES Familia Anatidae Caranca o cauquén costero (Cholephaga hybrida) Gardiner (1870) cazó a esta especie en Puerto Roca, en tanto que Chebez y Bertonatti (1994) citan a (Casal 1950) quien realizó observaciones de esta especie en Isla de los Estados. En 1995 se contabilizaron 428 ejemplares en las costas, lo que equivale a una densidad de 4,4 individuos/km de línea de costa, habiendo relevado el 67 % de la misma (Parera, 1997). La especie fue más abundante en la costa norte que en la sur, con una proporción de 2,4:1 en favor de la costa norte. Esta diferencia estaría asociada a las características de la costa norte más favorables en cuanto al grado de protección de las playas, y la mayor disponibilidad de costas de pendiente suave apropiadas para el desarrollo de las algas que consumen estas aves (Humphrey, 1970). Por otro lado los autores también detectaron nidos en Isla Goffré, Puerto San Juan de Salvamento, Puerto Back, Bahía Franklin, Bahía Crossley y Puerto Vancouver. OTRAS ESPECIES DE CAUQUENES? Quetro austral o pato vapor austral (Tachyeres pteneres) Gardiner (1870) relató la cacería ocasional de la especie en Puerto Roca. En 1995 se estimó mediante conteo directo una densidad de 0,6 individuos/km de línea de costa, habiendo relevado el 67% de la misma (Parera, 1997). Como en el caso del caranca, la densidad de quetro no volador fue más alta en la costa norte que en la sur, con una proporción de 2:1 y probablemente por las mismas razones. CHARADRIIFORMES Familia Stercorariidae Escúa común o chileno (Catharacta chilensis) Castellanos (1935) citó evidencia de nidificación en Isla Observatorio y en el Islote Colnett. Los autores detectaron nidificación para esta especie en la turbera del valle que une Bahía Franklin con Bahía Crossley. Familia Laridae Gaviota gris o gaviota austral (Leucophaeus scoresbii) Castellanos (1935) citó una colonia en Isla Observatorio. Los autores sólo observaron individuos aislados en esa localidad y en Bahía Franklin detectaron nidos aislados. Gaviota cocinera (Larus dominicanus) Salvadori (1900) y Castellanos (1935) sólo mencionaron avistajes de esta especie en la Isla Observatorio, mientras que Chebez y Bertonatti (1994) la citaron como nidificante en la Isla de los Estados. Los autores detectaron, al igual que para la gaviota austral, nidos aislados en Bahía Franklin e Isla Observatorio, demostrando de ese modo que esta especie nidifica en la isla, aunque no en grandes colonias como en otras zonas de la Patagonia (Yorio et al. 2005). Los Mamíferos de Isla de los Estados 32 Las especies de mamíferos presentes en la RPIE pertenecen principalmente al grupo de los mamíferos marinos. En el caso de los otáridos (lobos y leones marinos) inicialmente se toma conocimiento de sus poblaciones a través de los relatos sobre su explotación, en particular durante los siglos XVIII y XIX. Las primeras estimaciones globales de las poblaciones de lobos marinos fueron realizadas durante las décadas de 1930 (Godoy 1963) y a fines de la década de 1940 (Carrara, 1952), aunque su relevamiento de la Isla de los Estados fue incompleto debido a las condiciones climáticas. Para entonces, las operaciones de caza comercial de lobos que todavía se llevaban adelante en Argentina estaban concentradas exclusivamente en el lobo de un pelo, hasta finales de la década de 1950, cuando cesan. Más tarde, un nuevo relevamiento da cuenta del estado poblacional de lobos de uno y de dos pelos en Tierra del Fuego incluyendo Isla de los Estados (Schiavini, 2001; Schiavini, 2004). A continuación se detalla el estado del conocimiento de las especies de mamíferos nativos que habitan la Isla de los Estados al momento de elaborar la etapa preliminar del Plan de Manejo de la RPIE. CARNIVORA Familia Mustelidae Se ha mencionado la presencia del chungungo (Lontra felina) y de huillín (L. provocax) en la RPIE (Massoia y Chebez, 1993; Schiavini, 1992). El grupo de especialistas en nutrias de la UICN, colocó en posición prioritaria la investigación sobre la situación de ambas especies en la isla (Foster-Turley, 1990). Chungungo (Lontra felina) Diversos son los autores que dan cuenta de la presencia del chungungo (Dabbene, 1904; Payró, 1898; Vinciguerra, 1883). Goodall (1978) expresa que los individuos de esta especie antes abundaban y ahora son escasos. Massoia y Chebez (1993) reportan su presencia en Puerto Parry en donde observan un intento fallido de captura de un cormorán de cuello negro y otra escena de alimentación con bivalvos en la típica postura de flotación de espalda. La especie es netamente marina y se alimentaría de peces y crustáceos. Esta citada como “En Peligro” por la UICN, ya que se registra una notable disminución producto de la caza para piel desde que el hombre blanco está en el continente. Huillín (Lontra provocax) Al igual que la especie anterior, el huillín, fue observado en diversas oportunidades en Puerto Celular, Bahía York, Bahía San Antonio, Puerto Hoppner y Bahía Franklin (Massoia y Chebez, 1993; Pine, 1978; Schiavini, ). Parera (1997) detallan la presencia de signos positivos de presencia de nutria (Lontra spp.), sin poder determinar la especie en cada ocasión, a lo largo de toda la costa de la isla tanto en la margen norte como la sur. Esta especie habita ríos, esteros y lagos cordilleranos y su estado de conservación es “En Peligro” (UICN). 33 Familia Otariidae Lobo marino de un pelo o lobo común sudamericano (Otaria flavescens) Esta especie presentaba numerosas colonias antes de su explotación y fue citada en la isla por diversos autores (Milne-Edwards, 1891; Lahille, 1898; Payró, 1898; De Agostini, 1929; Pine et al., 1978; Goodall, 1978; Massoia y Chebez, 1993). Dabbene (1904) menciona las colonias de Isla Observatorio y cita a la especie para Isla de los Estados. Mediante relevamientos aéreos en varias localidades Carrara (1952) da cuenta del estado de la población. Duguy (1973) visitó Isla Observatorio con el “Calypso” de Jacques Costeau y menciona un centenar de animales mezclados con lobos de dos pelos. El estado de las poblaciones de la Isla de los Estados tanto de esta especie como del lobo de dos pelos ha sido relevado por Schiavini y colaboradores (Schiavini, 2001; Schiavini y Raya Rey, 2004). En Isla de los Estados se registraron dos colonias reproductivas y cinco apostaderos para la especie con aproximadamente 300 individuos. En Bahía Franklin se observaron ejemplares de esta especie capturando activamente pingüinos penacho amarillo cuando estos salen o llegan de sus viajes de alimentación (Raya Rey, 2012b). Para esta especie, las loberías de la Isla de los Estados no representan núcleos de importancia numérica. Aparentemente esta especie no ha podido recobrarse con vigor de la presión extractiva sufrida. Las escasas loberías presentes en la reserva merecen especial atención (Niekisch, 1998). Lobo marino de dos pelos o lobo fino patagónico (Arctocephalus australis) Varios son los autores que mencionan la presencia de esta especie en la isla (Bove, 1883 ; Dabbene, 1904; Payró, 1898; Vinciguerra, 1883). Duguy (1973) encontró la especie junto al lobo de un pelo en la Isla Observatorio. De acuerdo a los relevamientos realizados por (Schiavini y Raya Rey, 2004), la especie se encontraría distribuida en cinco colonias reproductivas y dos apostaderos que alojan aproximadamente 3 500 individuos. Las loberías de la Isla de los Estados están entre las más importantes de la Argentina en términos de producción de cachorros. A pesar de lo escaso de sus números, existe evidencia de que esta especie se estaría recobrando vigorosamente de los niveles inmediatamente posteriores a la actividad lobera (Niekisch, 1998). Familia Phocidae Elefante marino del sur (Mirounga leonina) El elefante marino del sur requiere un trato especial. Se observaron animales en las Islas de Año Nuevo en las tres últimas expediciones realizadas a la RPIE en 1995 y 1997 (Niekisch, 1998), así como en 2015 (Erio Curto, datos no publicados). Parera y colaboradores (1997) reportaron dos grupos de elefantes marinos del sur mudando su piel en las playas de la Isla Goffré y en la isla Elizalde del grupo de las Islas de Año Nuevo. Hasta el momento no se verificó que sea una colonia reproductiva. De hallarse una colonia de cría, sería uno de los muy pocos núcleos de cría extra antárticos (Niekisch, 1998). RODENTIA Familia Cricetidae Ratón de los guindales (Abrothrix xanthorhinus llanoi) 34 La especie es endémica de Isla de los Estados en donde fue descripta por Pine y colaboradores (1978). Massoia y Chebez (1993) dan cuenta de dos ejemplares capturados en Puerto Parry. El principal problema que estaría enfrentando esta especie sería la introducción de la rata parda (Rattus norvegicus) quien la desplazaría por competencia. CETACEA Numerosas son las especies de cetáceos cuya presencia ha sido mencionada para las aguas circundantes (Massoia y Chebez, 1993). En sus expediciones, los autores observaron que dos son las especies que se ven con regularidad: el delfín austral (Lagenorhynchus Australis) y la orca (Orcinus orca). Grupos numerosos, de más de 15 individuos, de delfín austral son observados frecuentemente en el Estrecho Le Maire mientras que, individuos aislados y grupos de alrededor de 5 individuos de orca se han encontrado en cercanías del Cabo San Juan de Salvamento. También son frecuentes los avistajes de tonina overa (Cephalorhynchus commersonii). Especies Introducidas Varias especies han sido introducidas en la RPIE, algunas de las cuales persisten en la actualidad: cabra doméstica, ciervo colorado, rata parda, rata negra, conejo europeo, además de perros y gatos domésticos. La cabra doméstica (Capra hircus) fue introducida por el lobero Luis Piedra Buena en 1868, en la zona de Bahía Crossley (Massoia y Chebez, 1993). Siete ciervos colorados (Cervus elaphus) fueron trasladados a Isla de los Estados en 1973 por la Armada Argentina (Massoia y Chebez, 1993. En base a las observaciones de los autores se evidenciaron efectos de estos animales desde Bahía Capitán Cánepa hasta Bahía Flinders y rastros de cabras en Puerto Roca. Sin embargo, es probable que diversos factores determinen la falta de dispersión de estas especies a la porción oriental de la isla. Estos pueden incluir la existencia de una angostura a la altura de Puerto Parry y lo escabroso del terreno en ese lugar, unido a la falta de pastizales en la porción oriental y a la ausencia de una presión demográfica que impulse a los animales a buscar nuevos hábitat. La rata parda (Rattus norvegicus) está dispersa prácticamente por toda la Isla de los Estados. Su introducción, a través de barcos, probablemente haya comenzado desde los primeros contactos del hombre europeo con la zona, y a fines del siglo pasado ya estaba extendida en la isla (Payró, 1898). Kühnemann (1976); Massoia y Chebez (1993) y Pine (1978) capturaron ejemplares en diversas localidades de la isla. La rata negra (Rattus rattus) también fue introducida pero sólo ha sido registrada en Isla Observatorio (Pine, 1978) y aparentemente habría sido desplazada por la rata parda (Massoia y Chebez, 1993). Se han registrado rastros de actividad de ratas (deslizaderos y defecaciones) en los matorrales costeros de Puerto San Juan de Salvamento, Puerto Hoppner, Bahía Colnett, y en Bahía Franklin (Raya Rey y Schiavini, comunicación personal). Ejemplares de conejo de Castilla (Oryctolagus cuniculus) fueron introducido en San Juan de Salvamento a fines del siglo pasado (Payró, 1898). La especie fue posteriormente liberada en 1902 en Isla Observatorio (Vairo, 1997), donde en la actualidad es común pero su número desconocido. 35 Los gatos domésticos (Felis silvestris catus) y los perros (Canis lupus familiaris) se restringen a los destacamentos de la Armada Argentina en Puerto Parry e Isla Observatorio. En el año 2010 tres gatos fueron introducidos al puesto de Isla Observatorio en un intento por controlar las ratas, dos de los cuales fueron recuperados y vueltos a la Isla Grande de Tierra del Fuego, quedando un individuo en estado salvaje. En el sector del destacamento de Puerto Parry dos perros habitan de manera permanente. Se sabe que realizan excursiones a otras zonas ya que se detectaron ejemplares en Bahía Franklin en 2010 y 2011 (Raya Rey, comunicación personal). La vaca doméstica (Bos taurus) fue introducida sin éxito en Puerto Cook entre 1899 y 1902 (Massoia y Chebez, 1993) y en 1964 en Bahía Crossley (Goodall, 1978), donde fueron observadas en 1982 (Massoia y Chebez, 1993). Durante las expediciones de los autores no se han observado ejemplares ni sus rastros. Efectos de la explotación comercial sobre la fauna actual La Isla de los Estados fue conocida por los aborígenes de la Isla Grande de Tierra del Fuego como "tierra de la abundancia". Estos habitantes alcanzaron la isla y utilizaron las aves marinas, principalmente pingüinos, al menos entre 1500 y 1700 AP (Chapman, 1987). Con la llegada de los navegantes a los mares australes comenzó la explotación de colonias de aves y mamíferos marinos de manera intensiva. La isla ofrece una muy rica y diversa fauna superior costera como lobos y elefantes marinos, nutrias, cormoranes, pingüinos y petreles, entre otras. Las aves marinas y lobos marinos de la Isla de los Estados han sido objeto de uso extractivo por parte del hombre desde su descubrimiento. La distribución y abundancia actuales de estos animales en la isla es un reflejo de las las presiones a que se vieron sometidos entre los siglos XVIII y XIX (Niekisch, 1998). Se puede afirmar que ambas especies de lobos marinos presentan una retracción numérica en relación a los niveles que tenían antes de iniciarse la actividad lobera (Niekisch, 1998). En base a la dispersa y escasa información escrita de que se dispone, se puede decir que algunas loberías han desaparecido de la isla. Tal es el caso de las que se encontraban en cercanías de Puerto Basil Hall y de Puerto Año Nuevo, que eran utilizadas en la época de Vernet (ca. 1830) y de Piedra Buena (ca. 1860). Otro ejemplo es el de las loberías de lobo de un pelo del Cabo Colnett, que habrían sido explotadas durante las primeras décadas de nuestro siglo y que no sobrevirieron a la presión extractiva (Niekisch, 1998). Por otro lado, algunas loberías que han sufrido la explotación han subsistido hasta nuestros días, como es el caso de ubicadas en el Cabo San Juan que eran visitadas hacia principios de siglo XX por los habitantes de las instalaciones del Faro de San Juan de Salvamento. Otro ejemplo es el de las loberías de lobo de un pelo de la Isla Observatorio, que fueron explotadas durante las primeras décadas del siglo pasado y que aún hoy pueden verse (Niekisch, 1998). El lobo de dos pelos sufrió una extensa historia de explotación comercial, siendo muy fuerte durante los siglos XVIII y XIX. Con la declinación de población de lobo de dos pelos a fines del siglo XIX, y su subsecuente protección, la atención de los loberos giró hacia el lobo de un pelo, especie no tan valiosa por su cuero pero que aún proveía los recursos de grasa corporal para la producción de aceite. Su explotación abarcó hasta la mitad del siglo XX. El argentino Luis Vernet instaló una factoría de lobos 36 en la Isla de los Estados en 1828 (Zanola, 1998) y hacia 1850 el argentino Luis Piedra Buena continuó la explotación de lobos marinos y pingüinos (Vairo, 1997). La actividad lobera y ballenera se aprovisionaba de agua dulce y madera en la Isla de los Estados, y además aprovechó las colonias de aves para proveerse de huevos frescos. Más adelante y a medida que los campos de lobeo eran agotados, los loberos comenzaron a explotar pingüinos para obtener aceite. Puerto Roca albergó durante el siglo pasado uno de los establecimientos de Piedra Buena dedicado a la explotación del pingüino rey, donde Gardiner (1870) trabajó durante casi un año y describió las matanzas allí realizadas. Payró (1898) mencionó que el pingüino rey se encontraba casi extinguido debido a las matanzas realizadas por Piedra Buena. Los datos históricos sugieren que la colonia de Puerto Roca fue diezmada en unos años, pasando de unas 20 000 aves en 1870 (Gardiner, 1870) a unas 200 en 1882 (Vinciguerra, 1883) y a 12 en 1892 (Payró, 1898). La colonia de Bahía Franklin también fue base para la explotación del pingüino penacho amarillo por Piedra Buena (Vairo, 1997). Por otro lado, el personal del faro de San Juan de Salvamento (en funcionamiento entre 1884 y 1902) recolectaba regularmente huevos de pingüino penacho amarillo de la colonia de Cabo San Juan, a unos 2,5 km del faro (Payró, 1898). Esta recolección habría terminado cuando el faro se mudó a la Isla Observatorio (1902). La gran diversidad de naciones involucradas en estas actividades extractivas y el secreto que rodeaba a las mismas hace que no se cuente con una información detallada sobre la actividad y que no se pueda cuantificar la depredación realizada. Marco legal Tanto la Constitución de la Nación Argentina como la de la Provincia de T.D.F.A. e I.A.S. establecen el marco general sobre el derecho de cada ciudadano a gozar de un ambiente sano y equilibrado y el deber de preservarlo para las generaciones futuras, siendo responsabilidad de las autoridades garantizar ese derecho. A su vez, en la Constitución Provincial, el Capítulo II sobre Ecología tiene en cuenta la preservación ambiental en su Art. 54° y específicamente hace mención a la Isla de los Estados. La misma Constitución establece pautas para la prevención y control de la degradación ambiental en los Arts. 55° y 56°, sobre el turismo en el Art. 76°, y sobre política de los recursos naturales en los Arts. 81° al 87° (Gigli, 2011). Debido a que la historia del marco legal vinculado a la RPIE es profusa y cambiante se enumeran a continuación, a modo de síntesis, los instrumentos legales que tratan sobre ella (Niekisch, 1998; Ontivero, 2002): 1) 1868 – Ley Nacional Nº 269: estableció que la Isla de los Estados fuera otorgada al Capitán Piedra Buena en recompensa por su labor patriótica. 2) 1912: el Gobierno Nacional compra a los herederos de Piedra Buena la Isla de los Estados. 3) 1936 - Decreto del P.E.N. Nº 78.029: el Presidente Juan B. Justo establece en su Artículo 1º: "Resérvanse con fines de utilidad pública y con destino a las necesidades del Ministerio de Marina, la totalidad de la superficie que constituye la Isla denominada de los Estados e islotes de su litoral, adyacentes, inclusive el grupo de islas de Año Nuevo". 37 4) 1937 - Decreto del P.E.N. 104.169: el Presidente Juan B. Justo, declara a la Isla de los Estados …“reserva nacional para toda clase de fauna, sin excepción, al grupo de islas denominadas de los Estados, islotes de su litoral adyacente, inclusive al grupo de islas de Año Nuevo“.... 5) 1990 - Ley de Provincialización Nº 23.775: en su artículo 15 establece: ...“Pasarán al dominio de la nueva provincia los bienes inmuebles situados dentro de sus límites territoriales que pertenezcan al dominio público o privado de la Nación, con excepción de aquellos destinados actualmente a un uso o servicio público nacional y de todo otro cuya reserva se establezca por Ley de la Nación dictada dentro de los tres (3) años de promulgada la presente“... 6) 1991 – Ley Territorial Nº 469: establece: a. Artículo 1º.- Declárase “Área de los Estados“ a la primera unidad de conservación oceánica de nuestro país, la denominada Isla de los Estados e Islotes de su litoral adyacente, según Decreto del P.E.N. Nº 104.169/37. b. Artículo 2º.- Determínanse “Áreas de Monumento Natural o Santuarios“ a aquellas exclusivamente reservadas al acceso científico y bajo riguroso control, como base de un Destacamento Científico. Estas áreas estarán ubicadas en los sectores más representativos de la diversidad biológica de la isla. c. Artículo 3º.- Créanse “Áreas de Reservas Naturales“ con acceso humano limitado, a aquellas destinadas al aprovechamiento científico y turístico de la isla, determinándose en ellas el trazado de senderos señalizados y la construcción de centros de interpretación, pudiendo prever un pequeño alojamiento o refugio con posibilidad de anexar allí un establecimiento meteorológico. d. Artículo 4º.- Créase la Comisión Técnica Área de los Estados, la que será integrada por un representante de: i. Museo Territorial ii. Dirección de Recursos Naturales iii. Instituto Fueguino de Turismo (InFueTur) Esta comisión tendrá por objeto la administración y delimitación de la áreas creadas precedentemente. e. Artículo 5º.- Invítase a la Armada Argentina y al CADIC1 a designar un representante a fin de integrar la Comisión creada en el artículo 4º. f. Artículo 6º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo. 7) 1991: se sanciona la Constitución de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, que establece en su artículo 54: Declárase a la Isla de los Estados, Islas de Año 1 Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), organismo dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) 38 Nuevo e islotes adyacentes, patrimonio intangible y permanente de todos los fueguinos, "Reserva Provincial Ecológica, Histórica y Turística". 8) 1995 - Ley Provincial Nº 272: esta ley, sancionada por la Legislatura de la Provincia de T.D.F.A. e I.A.S., es conocida como “Ley Marco del Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas“. Define las categorías de áreas naturales, así como los objetivos de conservación de las mismas, y establece pautas para su zonificación. A la fecha de elaboración de este plan de manejo, la presente ley no ha sido reglamentada por el Poder Ejecutivo Provincial. El Capítulo I de la citada ley se refiere a las áres protegidas preexistentes, estableciendo que a la fecha de sanción de la ley podrán ser recategorizadas tal como se indica en el Título III, Capítulo I, artículo 24, a excepción de la "Reserva Provincial Ecológica, Histórica y Turística" que comprende la Isla de los Estados, Isla de Año Nuevo e islotes adyacentes, de acuerdo al artículo 54 de la Constitución de la Provincia de T.D.F.A. e I.A.S. 9) Según lo establecido por la Ley de Provincialización Nº 23.775, luego de vencido el plazo de tres años durante los cuales el Gobierno Nacional nunca dictó la ley que reservaba inmuebles, la Provincia de T.D.F.A. e I.A.S. retuvo aquellos que se encontraban destinados a un uso o servicio público nacional al momento del dictado de la Ley de Provincialización Nº 23.775. 10) Con el propósito de determinar los inmuebles que la Armada Argentina ocupaba al momento de la provincialización, se establecieron entre la Provincia y la Armada los siguientes convenios: a. Convenio registrado bajo el Nº 1311/94. Ratificado por el Decreto Provincial Nº 989/94, Resolución Legislatura Nº 049/95 y Resolución del Ministerio del Defensa Nº 1.532/94. ...“Las partes convienen mantener el actual “statu quo“ dominial de las Islas Fiscales sitas en el territorio de la Provincia. Se agrega como Anexo IV las Islas sobre las cuales la Armada posee el título dominial correspondiente y manifiesta ejercer el uso. Las partes se comprometen a celebrar un acuerdo definitivo con respecto a cada isla en particular, dirimiendo cualquier eventual controversia, con el espíritu de colaboración que anima este preacuerdo“... Dentro del Anexo IV figuran, entre estas, la Isla de los Estados, Islotes Adyacentes y el grupo de Islas de Año Nuevo. b. Convenio registrado bajo el Nº 1500/94. Ratificado por Decreto Provincial Nº 1794/94, Resolución Legislatura Nº 237/94 y Resolución del Ministerio de Defensa Nº 1532/94. Perfecciona el convenio 1.311/94 y en su último párrafo establece: ...“Con respecto a la cláusula Decimoprimera: se mantiene lo establecido en la cláusula citada“. 11) Decreto Provincial Nº 2.603/98. Se dictó en el marco de lo preceptuado en el artículo 54º de la Constitución Provincial y las actuaciones obrantes en el Exp. Nº 6.395/98 que contiene el Dictámen A.L.P. Nº 1.211/98 de fecha 16 de noviembre de 1998. Este decreto establece restricciones y prohibiciones, dado la inexistencia de un Plan de Manejo de la Reserva, delegando la autorización de investigaciones científicas en la Secretaría de Planeamiento y Desarrollo, considerada la Autoridad de Aplicación en el momento de dictada la norma. 39 12) Decreto Provincial Nº 584/15: la Gobernadora de la Provincia de T.D.F.A. e I.A.S. emitió este decreto que deroga al Decreto Provincial N° 2603/98 y permite, por lo tanto, la apertura de la RPIE para desemabarcos de turistas mediante la aprobación de los Criterios, Condiciones y Exigencias para el Uso Turístico Controlado de la RPIE que las empresas prestadoras deberán observar de manera obligatoria. En la actualidad la regulación de la actividad quedará a cargo de la Dirección General de Áreas Protegidas y Biodiversidad de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente, que es considerada la Autoridad de Aplicación al momento de entrar en vigencia dicho instrumento legal. 13) Decreto Nacional N° 929/16: crea la Reserva Natural Silvestre Isla de los Estados y Archipiélago de Año Nuevo sobre el territorio conformado por la Isla de los Estados, la Isla Observatorio e Islote Elizalde, la Isla Zeballos, la Isla Goffré, el Islote Gutierrez e islotes adyacentes. Los antecedentes enumerados precedentemente demuestran que la RPIE se encuentra en una situación difusa en lo que hace a su dominio. Pesca Comercial Las aguas que rodean a la Isla de los Estados representan actualmente áreas importantes de pesca comercial de altura (Crespo, 1997;Perrotta, 1982;Schiavini, 1997;Thompson, 1992). Las operaciones de pesca de altura se concentran particularmente en los sectores sur, sureste y este de la superficie marina que rodea a la isla, entre la milla 4 y la 12, ello en virtud de las profundidades allí encontradas y de las corrientes marinas que concentran, en determinadas épocas del año, cardúmenes de especies de interés comercial, principalmente merluza de cola (Macruronus magellanicus), polca (Micromesistius australis), merluza negra (Dissostichus eleginoides), calamar patagónico (Illex argentinus) y el calamarete patagónico (Loligo gahi). El Decreto Provincial N°_______ estableció una zona reservada para la pesca artesanal entre la línea costera de base del archipiélago asociado a Isla de los Estados y la milla 4. No obstante, mientras la pesca artesanal no se desarrolle, la normativa también contempla la posibilidad de actividad pesquera de altura, lo cual representa la posibilidad latente de un incremento de la interacción y del impacto de la actividad pesquera en ecosistemas marinos y costeros asociados al mismo archipiélago. La modalidad de pesca de altura se realiza principalmente con redes de arrastre de fondo, y se tienen indicios significativos de un fuerte impacto en las comunidades bentónicas donde operan los buques, registrándose desprendimientos y extracción de masas coralinas de agua fría (Programa Provincial de Observadores a Bordo). Se desconoce el grado de incidencia y afectación de los ecosistemas específicos de la zona por el uso de redes de arrastre de fondo, pero existe una tendencia mundial a restringir ese tipo de arte de pesca para reducir el impacto que el arrastre de fondo genera en el bentos. 40 La actividad pesquera supone también una fuerte interacción con la fauna avícola vinculada a la RPIE. Las aves se ven atraídas por las capturas expuestas durante el viraje de redes, y por los desperdicios y descartes que por pesca incidental se generan tras cada arrastre, que luego de la extracción de ejemplares a comercializar y su procesamiento en las plantas de los buques, se desechan al mar. La administración provincial ha asumido un compromiso activo para reducir el impacto de la actividad pesquera en aves, y en particular en la mortandad que genera la operación de buques de altura. En las costas de la RPIE se puede observar la acumulación de residuos persistentes y de lenta degradación procedentes de la actividad pesquera, constituidos principalmente por redes de tejidos sintéticos y cabos pertenecientes a las artes de pesca de buques de altura, los cuales son arrastrados y acumulados en las zonas costeras. Las pesquerías de esta zona pueden interactuar de modo competitivo u operacional con las aves marinas que nidifican en la reserva. Como se mencionó anteriormente los petreles gigantes comunes se alimentan en áreas donde se desarrolla pesca de arrastre y palangre (Copello, 2009). Los pingüinos patagónicos y de penacho amarillo se alimentan directamente de algunas especies de captura comercial, aunque en el segundo caso las tallas que eligen no son las comerciales (Raya Rey, 2005;Raya Rey, 2007a;Schiavini, 2005). Valores de conservación, problemas y amenazas Para la determinación de los valores de conservación del área protegida, la Dirección General de Áreas Protegidas y Biodiversidad (D.G.A.P. y B.), organizó el 1° Taller Participativo para la elaboración del Plan de Manejo de la Reserva Provincial Isla de los Estados, Isla de Año Nuevo e Islotes Adyacentes (RPIE) – FASE DE DIAGNÓSTICO, convocando a sectores vinculados con la RPIE. Es lo que se conoce como. Un informe completo de la jornada de trabajo se encuentra en el ANEXO I. Se trabajó siguiendo los lineamientos esbozados en la “Guía para la elaboración de planes de gestión de áreas protegidas” de la Administración de Parques Nacionales. La facilitación del taller estuvo a cargo de la Lic. Laura Malmierca de la Coordinación Patagonia Austral de la Administración de Parques Nacionales. Los objetivos planteados para el taller fueron los siguientes: Identificar valores de conservación del área protegida Determinar las principales amenazas y problemas que enfrenta el área protegida Valores de conservación del área protegida Los resultados detallados pueden consultarse en el Anexo I, donde se muestra el contenido de las tarjetas originales y su posterior agrupamiento. No obstante, los valores de conservación identificados pueden resumirse de la siguiente manera: Presencia de colonias reproductivas, de apostaderos y de áreas de alimentación de aves y mamíferos marinos con distinto estatus de conservación, algunos de ellos amenazados o vulnerables: petrel gigante (Macronectes giganteus), cauquén real (Chloephaga poliocephala), pingüino penacho amarillo (Eudyptes chrysocome), pingüino patagónico (Spheniscus 41 magellanicus), cormorán imperial (Phalacrocorax atriceps), lobo marino de dos pelos (Arctocephalus australis), lobo marino de un pelo (Otaria flavescens). Presencia de especies endémicas o de distribución reducida: ratón de los guindales (Abrothrix xanthorhinus llanoi), chungungo (Lontra felina) y huillín (Lontra provocax). Turbales y bosques subantárticos en situación más oceánica. Pastizales “Tussock” (Poa flabellata). Paisaje de fiordos único en Argentina que otorga un alto valor escénico y representa un atractivo turístico. Sitios de importancia patrimonial por los registros arquelógicos de la cultura yámana y la rica historia de ocupación, explotación lobera y pingüinera para producción de aceite, y naufragios ligados a la exploración de los mares del sur y de la Antártida. Entre dichos sitios se encuentran: Faro de San Juan de Salvamento, Faro de Año Nuevo, restos del Observatorio Magnético de Isla Observatorio, Presidio de Puerto Cook, Cementerios históricos de Puerto Cook y San Juan de Salvamento. Situación de insularidad y aislamiento. 42 Problemas de conservación identificados Las especies introducidas están consideradas como una de las principales amenazas para las aves que reproducen en islas, pudiendo resultar en la reducción e incluso extinción local de poblaciones a través de la degradación de ambientes y la predación (Burger, 1994; Moors, 1984). El estado de conservación de la isla se encuentra potencialmente amenazado por dos factores principales. Por un lado, el deterioro del ambiente y el efecto directo sobre la biodiversidad por parte de las especies introducidas y, por otro lado, las actividades humanas en el mar como la pesca y la extracción de petróleo. El efecto negativo de los herbívoros introducidos sobre la vegetación natural de los frágiles ambientes de islas subantárticas está ampliamente documentado en el mundo (Croxall, 1984) y referencias allí citadas (Burger, 1994). Los efectos actuales del ramoneo de los ciervos y cabras son evidentes en algunas de las zonas boscosas de la isla, como en Bahía Crossley y Bahía Franklin, donde el sotobosque está ampliamente afectado. En Bahía Franklin el ramoneo en el pasto Tussock es notable y al mismo tiempo se observó pisoteo en las colonias de pingüinos penacho amarillo. No obstante, hasta la fecha no se ha evaluado el impacto de estas alteraciones sobre las comunidades de bosque y pasto tussock, ni de qué manera esto podría afectar al desarrollo de las colonias de aves allí instaladas. También existe abundante documentación sobre el efecto negativo de las ratas (Rattus spp.) sobre algunas poblaciones de aves silvestres en islas subantárticas (Croxall, 1984; Moors, 1984). Durante la temporada reproductiva de las aves, los huevos frescos o los pichones pequeños pueden representar un importante recurso alimenticio para esos roedores. Más aún, las aves que nidifican en madrigueras, como las pardelas y los petreles zambullidores, podrían resultar especialmente vulnerables. Además las ratas representarían un factor de dispersión de enfermedades para los pingüinos como describieron Cunningham y colaboradores (1994). Massoia y Chebez (1993) citaron a la rata parda revisando nidos de Cinclodes patagonicus. Si bien, como se mencionó, se detectaron ratas en distintos lugares con presencia de aves, hasta la fecha el grado de interacción entre las ratas y las aves en la RPIE no ha sido evaluado. Los efectos indirectos que la pesca provoca en la fauna de la RPIE a través de la modificación del ecosistema no han sido estudiados hasta el momento aunque constituyen una amenaza potencial a futuro. Por último, la contaminación por hidrocarburos es un problema que ha sido detectado en la mayor parte del litoral Atlántico (Commendatore, 1996). Entre las especies más afectadas se encuentra el pingüino patagónico (Gandini, 1994), aunque otras como el pingüino de penacho amarillo, algunas gaviotas y cormoranes son regularmente observadas contaminadas por hidrocarburos en distintos sectores de la costa. Existe una creciente actividad de exploración y explotación petrolera en zonas marinas adyacentes a la RPIE (Estrecho de Magallanes e Islas Malvinas). Algunas de estas áreas se encuentran dentro del rango de alimentación de ambas especies de pingüinos que reproducen en la reserva y dentro del rango de dispersión post-reproductiva de éstas y otras especies de aves marinas de la zona (Pütz, 2006a; Pütz, 2006b; Raya Rey, 2007b y datos de Raya Rey y Schiavini no publicados). Adicionalmente se listan algunos problemas y amenazas que surgieron del 1° Taller Participativo: Potencial introducción de especies (gatos, perros, plantas) 43 Falta de control por dificultad de acceso Contaminación y generación de residuos Acceso de turismo sin control/fiscalización Procesos erosivos costeros (Cambio Climático) Vandalismo (acceso) Vacíos de información Deterioro histórico (construcciones, cementerio, lugar de emplazamiento el faro) Financiamiento CAPÍTULO II – MANEJO Para abordar cuestiones vinculadas con el manejo es necesario determinar en primer término: Objetivos de Conservación del área protegida Zonificación interna y zona de amortiguamiento Estrategias y Programas: necesidades de cada área En virtud de ello, la D.G.A.P. y B. organizó un taller que abordó la denominada FASE PROPOSITIVA según los lineamientos definidos en la “Guía para la elaboración de planes de gestión de áreas protegidas” de la Administración de Parques Nacionales. En el Anexo II puede encontrarse un detalle de la reunión de trabajo. Al igual que en el primer taller, la facilitación estuvo a cargo de la Lic. Laura Malmierca de la Coordinación Patagonia Austral de la Administración de Parques Nacionales. Objetivos de conservación Conservar la biodiversidad autóctona Conservar los bosques y turbales subantárticos de situación más oceánica Preservar sitios de nidificación (pingüino penacho amarillo, petrel gigante del sur, pingüino rey, lobos marinos, carancho austral, cormoranes) y áreas de alimentación mediante la erradicación de Especies Exóticas Invasoras (EEI), la regulación de las actividades pesqueras y en lo posible, ampliar el área protegida al mar circundante. Preservar y poner en valor sitios de valor patrimonial (yacimientos arqueológicos, lugares y edificios de importancia histórica, sitios de naufragios). Promover la investigación científica (biodiversidad, arqueológica, histórica, etc.). Favorecer la recuperación de los ecosistemas alterados por especies exóticas. Conservar cuencas hídricas. Conservar el patrimonio paisajístico natural. Conservar la biodiversidad y el paisaje del área protegida por su importancia como recurso destinado al uso turístico de bajo impacto. 44 Promover el conocimiento público del área protegida y de los valores/recursos de conservación del área protegida. Zonificación Al presente, la Isla de los Estados ha sido declarada “patrimonio intangible y permanente de todos los fueguinos, Reserva Provincial Ecológica, Histórica y Turística” por la Constitución de la Provincia de T.D.F.A. e I.A.S. y junto con las islas de Año Nuevo y los islotes adyacentes fueron incorporadas al Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas en virtud de la Ley Provincial Nº 272. Carece en consecuencia de una ley de creación específica que incluya al área protegida dentro de una de las categorías de áreas enumeradas en la citada ley. Esta es una tarea que la Autoridad de Aplicación deberá solucionar a futuro. Como en la Constitución sólo se menciona a las islas, existe una ausencia de límites precisos, más allá de las tierras emergidas propiamente dichas. A los fines prácticos se consideran como parte de la RPIE a la totalidad del archipiélago y demás islas e islotes adyacentes, que quedan circunscriptos en el polígono definido por la línea de base establecida en el Anexo A del artículo 1º de la ley que fija las líneas de base de la República Argentina (Ley Nacional Nº 23.968, 1991). Asumiendo esta deficiencia, que deberá ser corregida cuando se dicte una ley especial referida a la RPIE, se puede proponer una primera zonificación de la reserva. La Ley Provincial Nº 272 contempla en su Artículo 25 tres zonas posibles: a) Zona Intangible. b) Zona Restringida. c) Zona de Uso Controlado. Según lo acordado en el II Taller Participativo, la RPIE deberá ser dividida en zonas intangibles y restringidas. Cada una de estas categorías está definida de la siguiente manera: Ley Provincial Nº 272 - Artículo 26.- Se entenderán por Zonas Intangibles a aquellas no afectadas por la actividad del hombre, que contienen ecosistemas y especies de flora y fauna de valor científico, actual o potencial y en las cuales los procesos ecológicos han podido seguir su curso espontáneo o con un mínimo de interferencias. En la determinación de estas áreas el valor científico es prioritario respecto de las bellezas escénicas. Ley Provincial Nº 272 - Artículo 27.- Se entenderán por Zonas Restringidas a aquellas en las que su estado natural solamente podrá ser alterado el mínimo necesario para asegurar el control y la protección de la influencia externa de las Zonas Intangibles con las que lindan. Su estado natural, sólo podrá ser alterado ocasionando el mínimo impacto sobre el medio ambiente para la atención de aquellas actividades económicas no extractivas previstas en el Plan de Manejo. La Autoridad de Aplicación, por vía reglamentaria, determinará los tipos y modos de aprovechamiento económico, otorgará los permisos y concesiones para el ejercicio de las mismas, y podrá determinar la caza y pesca deportiva de especies exóticas ya existentes en la zona. 45 Ley Provincial Nº 272 – Artículo 28: En las zonas restringidas queda prohibido: a) La propiedad privada, arrendamiento de tierras y otorgamiento de concesiones de uso de tierras de dominio del Estado, y los asentamientos humanos a excepción de los necesarios para su administración; b) la exploración y explotación minera; c) la instalación de industrias; d) la explotación agropecuaria, forestal y cualquier otro tipo de aprovechamiento de los recursos naturales, a excepción de las actividades vinculadas al turismo y la pesca deportiva, que se ejercerán conforme a las reglamentaciones que a tal efecto dicte la Autoridad de Aplicación; e) la pesca comercial; f) la caza y cualquier otro tipo de acción sobre la fauna, salvo que existieran razones de orden biológico, técnico o científico que aconsejen la captura o reducción poblacional de determinadas especies; g) la introducción, transporte y propagación de flora y fauna exótica; h) la introducción de animales domésticos, salvo los que resulten permitidos por las normas reglamentarias; i) toda acción u omisión que pudiese originar alguna modificación del paisaje o del equilibrio ecológico; y j) la portación y tenencia de cualquier tipo de arma de fuego u otra que pueda provocar daño o muerte a la fauna dentro de las Áreas Naturales Protegidas. A excepción de las contempladas en la Ley Nacional de Armas y Explosivos. Una vez definido que se sólo van a existir estas dos categorías de manejo, se realizaron reuniones de trabajo específicas con investigadores del laboratorio de Ecología y Conservación de Vida Silvestre y del Laboratorio de Antropología del CADIC-CONICET, con técnicos de la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural y de la Dirección de Provincial de Museos para ajustar los mapas de zonificación (Figs. 9 y 10). Una vez que se pongan en marcha los programas de erradicación de EEI, algunos sectores de la zona insular de uso restringido podrán ser reasignados como zonas intangibles para favorecer la recuperación de los ambientes. 46 Figura 9: zonificación de la RPIE según los sitios de importancia arqueológica Figura 10: zonificación de la RPIE según los sitios de importancia para la conservación de la fauna. 47 Programas Programa de Administración Comprende la administración general del área protegida, el logro de acuerdos para su efectivo manejo, las relaciones institucionales del área protegida y los aspectos vinculados a recursos humanos y financieros. Implica: 1. Elaborar propuesta de ley que enmarque la denominación de “Reserva Provincial Ecológica, Histórica y Turística” como unidad de manejo, en la Ley N° 272, y su clasificación de acuerdo las categorías internacionales de áreas protegidas UICN. 2. Generar y fomentar la incorporación del área marina adyacente mediante la elaboración de un Proyecto de Ley. 3. Lograr acuerdos de cooperación mutua con la Armada de la República Argentina, actualmente a través de Comisión Interagencial de la Reserva Natural Silvestre Isla de los Estados (CIRNS) para realizar tareas de fiscalización, traslado de personal, capacitación, construcción y mantenimiento de infraestructura (Acuerdos firmados). 4. Lograr acuerdos con la Prefectura Naval Argentina para actividades de control de tránsito marítimo, 5. Fortalecer el vínculo interinstitucional de la Comisión Asesora de la RPIE y de la CIRNS. 6. Incorporar el área protegida al Ordenamiento de Bosques Nativos Provincial (Ley Provincial N° 869). 7. Establecer una estrategia de comunicación del área protegida. 8. Capacitación del personal (planificación, manejo de especies, idioma, etc.). 9. Incorporación de Guardaparques. 10. Establecer Planes Operativos Anuales. 11. Establecer el mecanismo de financiamiento del área protegida: propuesta de arancelamiento para distintas actividades en el marco del Fondo para la Conservación y Preservación de las Áreas Protegidas Provinciales. 12. Realizar un estudio de mercado turístico. Programa de control, fiscalización, y protección 1. Generar estrategias de fiscalización del área protegida contemplando la situación de insularidad, aislamiento, la rigurosidad de la navegación en los mares del sur y la lejanía de los centros urbanos. 2. Fiscalizar de forma coordinada e interinstitucional a través de los acuerdos de cooperación firmados. 3. Establecer un protocolo de respuesta ante emergencias. 4. Elaborar de plan de contingencia/protección. Programa de Uso Público 1. Velar por el cumplimiento de la Decreto Provincial N° 584/15 y establecer indicadores para el monitoreo del estado de conservación de los sitios habilitados para visitas turísiticas. 2. Mantener actualizado el estado de conservación de los sitios autorizados para las visitas en base a indicadores de impacto 3. Delinear nuevos circuitos de visita que permitan alternativas de uso y de recuperación del ambiente. 48 4. Elaborar un marco regulatorio de actividades recreativas actuales o que practicarse en el futuro (vela, buceo, escalada, etc.). 5. Evaluar la infraestructura necesaria para uso turístico que minimice el impacto ambiental. 6. Poner en valor distintos sitos de valor ecológico y/o patrimonial. Programas de Conservación de los recursos naturales y culturales: Las particularidades biológicas, geológicas y biogeográficas, así como también los aspectos históricos y prehistóricos, pueden despertar un fuerte interés en la comunidad científica nacional e internacional. Como elementos más importantes para programas de investigación, se proponen las siguientes líneas de investigación y de difusión del conocimiento. Estos aspectos incluyen tanto cuestiones de investigación básica como aplicada (Niekisch y Schiavini, 1998), las que deberían sumarse a acciones concretas para garantizar la preservación o recuperación de los ambientes: 1. Desarrollar, completar y actualizar, según el caso, inventarios de recursos naturales (flora, fauna, recursos hídricos), y patrimoniales (arqueológicos e históricos). 2. Estudio de los efectos de especies introducidas sobre las especies y comunidades autóctonas y sobre su posible manejo 3. Control/erradicación de fauna exótica (cabras, ciervos, ratas, conejos, etc.). 4. Estudio de la geología, geomorfología y paleontología. 5. Dinámica de bosques subantárticos y las condiciones para su recuperación. 6. Dinámica de los pastizales “tussock” (Poa flabelatta) bajo influencia de colonias de pingüinos. 7. Estudios sobre comunidades de invertebrados terrestres. 8. Prospección y levantamiento de sitios de interés histórico. 1. Estudio de los efectos de especies introducidas sobre las especies y comunidades autóctonas y sobre su posible manejo Las diversas especies introducidas representan un abanico amplio de temáticas de estudio de esta problemática en islas oceánicas. Los componentes afectados por las especies introducidas involucran tanto especies animales como vegetales, por lo que resultaría apropiado un enfoque interdisciplinario. Los primeros aspectos interesantes a estudiar son: Ajustar distribución y medir el impacto de las cabras y ciervos colorados sobre las comunidades vegetales, tanto por ramoneo como por pisoteo. Ajustar distribución y medir el impacto de la rata parda sobre el ratón de los guindales y/o las aves nidificantes en la isla. Posible interacción en el aprovechamiento del hábitat (cuevas) entre conejos y pingüinos de Magallanes en la Isla Observatorio. 5. Dinámica de bosques subantárticos y las condiciones para su recuperación 49 El bosque costero se presenta en una gran diversidad de formas y aspectos respondiendo a las características de los microhábitats. La dinámica del bosque de guindo no es tan conocida como en el caso de su especie cogenérica de interés comercial, la lenga. Con el aumento del interés del aprovechamiento sostenible de los bosques nativos subantárticos, la Isla de los Estados ofrece la oportunidad de estudiar estos procesos biológicos de importancia para el manejo forestal en áreas no intervenidas. 6. Dinámica de los pastizales “tussock” (Poa flabelatta) bajo influencia de colonias de aves y especies introducidas: Los individuos de “tussock” forman un dosel alto, debajo del cual se observa un "sotobosque" cerrado, oscuro y cubierto de material muerto de cada planta, que impide el crecimiento de vegetación por debajo de ellas, quedando los individuos separados por túneles. Los pingüinos de penacho amarillo nidifican en la isla sólo en lugares en donde prosperan estos pastizales y utilizan los túneles de esta comunidad para movilizarse. Las deyecciones de las aves enriquecen el pastizal y favorecen su crecimiento. En el caso de los pingüinos de Magallanes estas aves cortan hojas de pasto para llevar a sus nidos, por lo que pueden afectar localmente a individuos de “tussock”. En zonas de “tussock” también se registran nidos carancho austral. En la región de Bahía Franklin, esta práctica estaría siendo alterada por la actividad de especies introducidas (cabras y ciervos) que pisotean nidos y cambian la dinámica del pastizal. 7. Estudios sobre comunidades de invertebrados terrestres Las comunidades de invertebrados terrestres de la Isla de los Estados son poco conocidas, tanto en lo que se refiere a la composición de especies como a las interrelaciones entre aquellas. Se sabe que los invertebrados juegan un rol muy importante en el reciclaje de nutrientes en los bosques de Nothofagus, por lo que el conocimiento de estas comunidades tiene una relación directa con el entendimiento de la dinámica de los bosques. Este programa ofrecería una mutliplicidad de temas para estudios de carácter ecológico, sistemático y biogeográfico. No resulta improbable la existencia de diversos endemismos en este grupo. 8. Prospección y levantamiento de sitios de interés histórico El aprovechamiento (mayormente en forma indiscriminada) de mamíferos marinos y pingüinos fueron una de las causas y acompañaron la colonización de las islas de la región subantártica por los europeos. La historia tanto de Argentina como de la región subantártica en general tiene un componente importante en los cazadores, exploradores y colonizadores de esa región. Estos dejaron sus huellas, bajo forma de restos de edificios, barcos y fogones en la Isla de los Estados. Los faros de San Juan de Salvamento e Isla Observatorio, los cementerios de San Juan de Salvamento y Puerto Cook, la casa de material en Puerto Cook, los restos de edificios descubiertos por esta misión en Puerto Basil Hall y Bahía Capitán Cánepa, representan testigos visibles de una historia agitada. De muchas de estas construcciones se desconoce hasta la fecha la función que 50 tenían, sus constructores, y si debajo de sus restos visibles, o en sus alrededores, se encuentra mayor cantidad de patrimonio cultural. 51 BIBLIOGRAFÍA BOVE, G. (1883). Expedición Austral Argentina. Informes preliminares. Buenos Aires, Departamento Nacional de Agricultura. BURGER, J. & M. GOCHFELD (1994). Predation and effects of humans on island-nesting seabirds. Seabirds on Islands. Threats, case Studies and Action Plans. Cambridge, D.N. Nettleship, J. Burger & M. Gochfeld [Eds]: 39-67 pp. CABRERA, Á. L. (1976). Regiones fitogeográficas argentinas. Enciclopedia argentina de agricultura y jardinería. W. F. 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En el marco de este proceso, el día 7 de marzo de 2014, se desarrolló una reunión de trabajo en la que se conformó el Equipo Planificador integrado por representantes de distintas Direcciones de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente (S. D. S. y A.). Durante dicha jornada se delinearon acciones y se confeccionó un cronograma de actividades, dentro del cual se determinó la necesidad de realizar dos talleres participativos. El 19 de agosto de 2014 la Dirección General de Áreas Protegidas y Biodiversidad (D. G. A. P. y B.) convocó a sectores vinculados con la RPIE para desarrollar el primero de los dos talleres participativos. La jornada de trabajo se llevó a cabo en el SUM de la Estación de Piscicultura Río Olivia y contó con numerosos asistentes que se encuentran detallados en el ANEXO I al igual que las instituciones que representaban. La facilitación del taller estuvo a cargo de la Lic. Laura Malmierca de la Coordinación Patagonia Austral de la Administración de Parques Nacionales. OBJETIVOS Los objetivos planteados para el taller fueron los siguientes: Identificar valores de conservación del área protegida Determinar las principales amenazas y problemas que enfrenta el área protegida DESARROLLO DEL TALLER Luego de las palabras de bienvenida a cargo del Secretario de Desarrollo Sustentable y Ambiente, Ing. Fabián Boyeras, se inició una sesión introductoria en la que se realizaron presentaciones sucesivas a cargo de representantes de la Armada Argentina, de la Prefectura Naval Argentina y de la D.G.A.P.yB. Las exposiciones tuvieron como objetivo explicar las competencias de cada una de las instituciones en la RPIE. A continuación, el Dr. Jorge Rabassa, la Dra. Andrea Raya Rey y el Dr. Francisco Zangrando, todos ellos investigadores del CADIC – CONICET, hicieron presentaciones sobre geología, biología y arqueología de la isla para brindar a los asistentes información necesaria para abordar la segunda parte de la actividad. 57 Posteriormente la Lic. Malmierca realizó una presentación explicando el concepto de planificación, la importancia de planificar para lograr una gestión exitosa de los recursos, los pasos de un proceso de planificación y algunas consideraciones y ejemplos sobre valores de conservación, problemas y amenazas. Se consideró imprescindible transmitir estas nociones básicas necesarias para desarrollar la siguiente actividad. A continuación, los asistentes recibieron tarjetas en blanco para que colocaran los valores de conservación que pudieran identificar en la reserva. No se estableció una restricción al número de tarjetas por participante. Las tarjetas, con los valores de conservación identificados, fueron luego leídas para todos los asistentes, interpretadas en conjunto y agrupadas en un panel. Este sistema garantiza la participación y el consenso. Debido a que no se contó con tiempo suficiente para trabajar con tarjetas, la identificación de amenazas y problemas se realizó a través de una puesta en común de todos los asistentes. RESULTADOS En la Tabla 1 se muestran las tarjetas originales producidas en el taller y la manera en que fueron agrupadas en conjunto por los participantes. Posteriormente, en trabajo de gabinete, las tarjetas fueron revisadas, eliminando aquellas que contenían conceptos duplicados y unificando a las que expresaban ideas similares. También se descartaron las que no contenían valores de conservación correctamente identificados. Al reordenar las tarjetas corregidas, también se colocaron nombres a cada categoría de manera de facilitar el paso siguiente en el proceso de planificación. El resultado se muestra en la Tabla 2. A continuación, se muestra la lista con las amenazas y problemas identificados durante el taller. Especies introducidas Potencial introducción de especies (gatos, perros, plantas) Falta de control por dificultad de acceso Contaminación y generación de residuos Acceso de turismo sin control/fiscalización Potenciales accidentes: incendios, derrames de hidrocarburos Cambio climático Pesca (cantidad y forma) Procesos erosivos costeros (Cambio Climático) Vandalismo (acceso) Vacíos de información Deterioro histórico (construcciones, cementerio, lugar de emplazamiento el faro) Financiamiento Manejo (estudio de impacto ambiental asociado) 58 Tabla 1 (1/4): Primera agrupación de tarjetas elaboradas por los participantes Ausencia de castores Paisajes naturales Místico - lejanía Valor científico Turístico recreativo Mística en el imaginario popular Situación de insularidad y aislamiento para estudio de especies vegetales y animales autóctonos y exóticos Turístico (existencia del potencial - realidad vinculada a viajes en veleros "de paso") Especies endémicas Flora no arbórea Belleza paisajística Bosques y turbales en situación más oceánica (húmeda) de los bosques subantárticos Atracción que ejerce la isla por su carácter de sitio Valor escénico del paisaje distante, de difícil acceso, Valor potencial de las (fiordos, mares del sur, condiciones cabras como población etc.) meteorológicas extremas, aislada? solitario y naturaleza exhuberante Bosques subantárticos Valor del paisaje Único sitio de la provincia de Tierra del Fuego El ecosistema de la isla en especialmente citado en la su totalidad Constitución Provincial como Área Protegida Turbales - tipos Paisajes únicos en el país Significación mitológica para pueblos originarios Cultural - recreativo deportivo (trabajar sobre "reglamentaciones" que permitan que las personas interesadas puedan conocer la isla) Único lugar de Argentina a excepción de Malvinas y Valor contemplativo - valor Único lugar de Argentina "algo" en Pa. Mitre de en sí mismo con presencia de fiordos pastizales de tussock Vegetación de la Reserva Provincial Valores paisajísticos socioculturales Fiordos 59 Tabla 1 (2/4): Primera agrupación de tarjetas elaboradas por los participantes Restos del antiguo faro Biodiversidad Naufragios Su potencialidad en recursos naturales estratégicos (pesca, hidrocarburíferos, agua dulce, etc.). Amenazas?. Diagnóstico Valor y posición geopolítica Mar adyacente para conservar otros valores biológicos en tierra Ecosistemas no deteriorados ni impactados Conservación del área marina circundante Ausencia de contaminación ambiental en los recursos (aire, agua, tierra, biota) Restos de naufragios Huillín Calidad del aire representativa de niveles base de concentración de gases de efecto invernadero Cementerios históricos (Pto. Cook y San Juan de Salvamento) Especies endémicas: Huillín Importancia de preservar la zona libre de residuos y sustancias contaminantes Isla Observatorio - restos de instalaciones de la Estación Meteorológica y vinculados a la navegación a Antártida Áreas de nidificación de pingüinos y petreles Emplazamiento Faro San Juan de Salvamento Histórico (presidios hundimientos) Su valor histórico (naufragios, faro, observatorio) Asentamientos de explotación de pingüinos y lobos Riqueza de especies animales y vegetales (variedad y estado de conservación) Colonia reproductiva de cauquén real 60 Tabla 1 (4/4): Primera agrupación de tarjetas elaboradas por los participantes Naufragios Naufragios Emplazamiento del presidio Colonias de aves marinas Colonias de aves y mamíferos Área de distribución del chungungo Asentamientos y cementerios en San Juan de Salvamento y Cook Fauna amenazada como el huillín Valores históricos (navegación, edificaciones, ruinas) y arqueológicos Área reproductiva de pingüino de penacho amarillo (colonia con mayor concentración en áreas pequeñas) Sitios históricos Sitios históricos Faro del Fin del Mundo (por lo que implica en el imaginario, no en sí por la recreación del faro) Colonias reproductivs de pingüinos de magallanes Fauna endémica: ratón de los guindales Colonia de pingüino penacho amarillo Colonias de aves marinas Zona de nidificación del petrel gigante Importancia para especies vulnerables com pingüino penacho amarillo y petrel gigante del sur Su diversidad de flora y fauna Especies naturales y sus hábitat Conservación de flora y fauna 61 Tabla 2 (1/2): Reelaboración y reagrupamiento de tarjetas BIODIVERSIDAD PAISAJE Colonia reproductiva de petrel gigante común (Macronectes giganteus) Valor escénico de un paisaje único en Argentina (fiordos, bosque junto al mar, mares del sur, etc.) Colonia reproductiva de cauquén real (Chloephaga poliocefala) Valor contemplativo Apostadero de elefantes marinos (Mirounga leonina) Colonias y áreas de alimentación de pingüinos patagónicos (Spheniscus magellanicus) Colonias y áreas de alimentación de pingüinos de penacho amarillo (Eudyptes chrysocome) Colonias de lobos marinos de dos pelos (Arctocephalus australis) Colonias de lobos marinos de un pelo (Otaria flavescens) Colonias de cormorán imperial (Phalacrocorax atriceps) Fauna pelágica en general de los mares australes. HISTORIA Y CULTURA SINGULARIDAD Valor científico del ecosistema Sitio místico en el imaginario popular insular considerado como un conjunto. Atracción de la isla por su carácter de Situación de insularidad y sitio distante, de difícil acceso, aislamiento que favorece el condiciones meteorológicas extremas, estudio de especies vegetales y solitario y naturaleza exhuberante animales (autóctonas y exóticas) Valor potencial de las cabras Significación mitológica para pueblos como población aislada por un originarios largo periodo de tiempo. Especie endémica (ratón de los Faro de San Juan de Salvamento y guindales) (Abrothrix Faro Año Nuevo xanthorhinus llanoi) Pastizales de tussock (Poa flabellata) presentes además en Restos de naufragios las Islas Malvinas y algunos sectores de Península Mitre. Isla Observatorio (restos de instalaciones de la Estación Único lugar de Argentina con Meteorológica y vinculados a la presencia de fiordos navegación a Antártida) Único sitio de la provincia de Tierra del Fuego especialmente Restos del presidio de Puerto Cook citado en la Constitución Provincial como Área Protegida Bosques y turbales en la Cementerios históricos (Pto. Cook y situación más oceánica San Juan de Salvamento) (húmeda) de los bosques subantárticos Registro arqueológico de la cultura yamana. 62 Área de distribución del chungungo (Lontra felina) y huillín (Lontra provocax) Registros de explotaciones loberas, pingüineras y forestales. Tabla 2 (2/2): Reelaboración y reagrupamiento de tarjetas TURISMO Sitio apto para turismo de bajo impacto y en pequeña escala (pequeños veleros y cruceros de mediano porte que realizan viajes a Antártida). IMPORTANCIA GEOPOLÍTICA Potencialidad en recursos naturales estratégicos (pesca, hidrocarburos, agua dulce, etc.). OTROS Mar adyacente (directamente relacionado con la protección de otros valores biológicos en tierra) Ecosistemas con bajo nivel de impacto negativo Calidad del aire representativa de niveles base de concentración de gases de efecto invernadero 63 ANEXO I - LISTADO DE PARTICIPANTES NOMBRE INSTITUCIÓN CARGO E-MAIL Fabián Boyeras SDSyA Secretario [email protected] Máximo Lobo SDSyA Subsecretario [email protected] María Luisa Carranza DGAPyB Directora General [email protected] Erio Curto DGAPyB [email protected] Luis Colombo DGAPyB [email protected] Emanuel Mendieta DGAPyB [email protected] Magalí Roth DAL – SDSyA [email protected] Silvia Gigli Técnica [email protected] Directora [email protected] Patricia Vara SDSyA Lorena Olivero SDSyA Roxana Taier DGPyGA – SDSyA Directora General [email protected] Leonardo Collado SDSyA – DOTBN Director [email protected] Ricardo Hlopec SDLyPyME [email protected] Marcelo M. Davis ARA [email protected] Carlos E. Cequeira ARA [email protected] Laura Malmierca APN Coordinadora Coordinación Patagonia Austral [email protected] Jorge Rabassa CADIC Director [email protected] Martín Vázquez CADIC [email protected] Francisco Zangrando CADIC [email protected] [email protected] 64 Andrea Raya Rey CADIC [email protected] Cecilia Colombres INFUETUR capacitació[email protected] Alejandro Heis SDSyA María Victoria Ojeda INFUETUR planificació[email protected] Silvina Cárdenas INFUETUR [email protected] Lucía Pérez INFUETUR planificació[email protected] Cristina Colloca ICPA – UNTDF [email protected] Miguel Isla SDSyA Liliana Ponce COA USHUAIA Hugo A. Santos DPMPC Diana S. Méndez ECODEPORTES USHUAIA Loreto Fernández Génova Guía de Montaña Guardaparque Nacional Director [email protected] [email protected] [email protected] Jefe Dpto Patrimonio [email protected] [email protected] 15415494 [email protected] 65 66 67 68 69 ELABORACIÓN DEL PLAN DE MANEJO DE LA RESERVA PROVINCIAL ISLA DE LOS ESTADOS, ISLA DE AÑO NUEVO E ISLOTES ADYACENTES SEGUNDO TALLER PARTICIPATIVO INTRODUCCIÓN El 2° Taller Participativo para la elaboración del Plan de Manejo de la Reserva Provincial Isla de los Estados, Isla de Año Nuevo e Islotes Adyacentes (RPIE) es una continuación del proceso de planificación del área protegida que tramita mediante Expediente 3072-SD del año 2014 del Gobierno de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Dicho proceso se inició el 19 de agosto de 2014 en ocasión de realizarse el Primer Taller de Plan de Manejo. Nuevamente la Dirección General de Áreas Protegidas y Biodiversidad (DGAPyB) de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente (SDSyA) convocó a actores vinculados con la RPIE para continuar trabajando en la planificación de la reserva. La jornada de trabajo se llevó a cabo en el SUM de la Estación de Piscicultura Río Olivia y contó con numerosos asistentes que se encuentran detallados en el ANEXO I. Al igual que en el primer encuentro, este taller también fue facilitado por la Lic. Laura Malmierca de la Coordinación Patagonia Austral de la Administración de Parques Nacionales. OBJETIVOS Este taller abordó la denominada FASE PROPOSITIVA según los lineamientos definidos en la “Guía para la elaboración de planes de gestión de áreas protegidas” de la Administración de Parques Nacionales. Se fijaron los siguientes objetivos que guardan relación directa con la caracterización y el diagnóstico surgidos del primer taller: 1. Objetivos de Conservación 2. Zonificación interna y zona de amortiguamiento 3. Estrategias y Programas: necesidades de cada área DESARROLLO DEL TALLER La apertura del taller estuvo a cargo del Secretario de Desarrollo Sustentable y Ambiente, Ing. Fabián Boyeras, quien remarcó la importancia de institucionalizar el proceso de gestión de la reserva que debe ser considerada como un factor de desarrollo de la provincia. Al mismo tiempo destacó la necesidad de afianzar la DGAPyB y de desarrollar el turismo controlado en el área protegida. 70 Posteriormente, Erio Curto, de la DGAPyB realizó un repaso de los avances realizados en la planificación y una revisión del cronograma de tareas, presentó un resumen de la campaña multidisciplinaria que la SDSyA llevó adelante en octubre de 2014 y compartió con los asistentes los resultados del primer taller participativo. ORDEN DEL DÍA 1. Laura Malmierca brindó algunos conceptos teóricos antes de iniciar el trabajo grupal. Explicó aspectos a considerar a la hora de definir objetivos de conservación (frases “englobadoras” que permitan delinear la razón de ser del área) que estén asociados a los valores de conservación definidos en el primer taller. También explicó mediante definiciones y ejemplos la diferencia que existe entre los términos “conservar” y “proteger”. Conservar implica estudio y manejo en tanto que proteger es algo más específico que implica preservar algo tal como está, dentro de su contexto histórico. A continuación los asistentes se dividieron en 3 grupos de trabajo con dos consignas: determinar Objetivos de Conservación y definir Acciones-Estrategias para lograr dichos objetivos. 2. Finalizada la etapa de trabajo grupal, Erio Curto presentó las categorías de manejo previstas en la Ley Provincial N° 272/95 de creación del Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas y el alcance de cada una de ellas, para continuar con la presentación de propuesta de zonificación de la reserva en dos categorías de manejo: Zona de Uso Controlado (verde) y Zona de Uso Restringido (rojo). 3. Luego del debate en torno a la zonificación se abordó el último tema del orden del día. Se presentó una propuesta de programas de investigación a incluir en el plan de manejo, la mayoría de ellos extraídos del informe “Desarrollo y Conservación de la 71 Isla de los Estados” 2 y se solicitó a los asistentes que aportaran en ese momento, o a futuro, nuevas propuestas para ser incorporadas de manera progresiva. RESULTADOS Objetivo 1: Objetivos de Conservación Finalizado el trabajo en grupos se realizó una puesta en común cuyos resultados fueron agrupados en las tablas 1 y 2. Tabla 1: Objetivos de Conservación definidos en función de los valores de conservación detectados en el primer taller. GRUPO I GRUPO II GRUPO III Conservar la biodiversidad Conservar colonias de petrel gigante del sur y de pingüino penacho amarillo Conservar/preservar áreas con presencia de pastizales “tussok” Conservar cuencas hídricas Conservar pastizales “tussok” Conservar especies endémicas y particulares Conservar sitios con valor patrimonial Conservar bosques subantárticos Conservar bosques y turbales subantárticos de situación más oceánica Preservar sitios de nidificación Conservar y poner en valor sitios y elementos históricos y sitios arqueológicos Conservar geoformas/paisajes de fiordos más australes Proteger restos de naufragios Conservar el estado prístino de la reserva Proteger yacimientos/sitios arqueológicos, paleontológicos e históricos (valorización o no?, patrimonio histórico-cultural) Incorporar mar adyacente como parte de la reserva Conservar el mar adyacente (Ley 49/91) 2 NIEKISCH, M. & A. SCHIAVINI (1998). Desarrollo y conservación de la Isla de los Estados Tierra del Fuego, Argentina. Informe preparado para el gobierno de Tierra del Fuego. Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit (GTZ) GmbH de la República de Alemania: 71 pp. 72 Tabla 2: acciones/estrategias para cumplir objetivos de conservación. GRUPO I – II GRUPO I – III Estado de especies nativas (chungungo) Recopilación de información existente Arancelamiento de actividades Inventario de recursos naturales (flora, fauna, recursos hídricos, recursos patrimoniales e históricos) Regulación de otras actividades (vela, buceo) Estudio de mercado turístico Plan de contingencia Relevamiento de fauna exótica → manejo (control/erradicación) Delineación de circuitos Evaluar infraestructura necesaria para turismo que minimice el impacto Regulación para todas las actividades Incorporar área marina Divulgación/Difusión de información → puesta en valor Estrategia comunicacional Relevamiento de bosques → Incorporación a OTBN Gestión, control y mantenimiento Poner en valor distintos sitos (ecológicos, históricos) Objetivo 2: Zonificación interna y zona de amortiguamiento La propuesta original de definir solamente una Zona de Uso Controlado y otra de Uso Restringido no se consideró suficiente. Se propuso incorporar sectores intangibles, como las colonias de pingüinos de penacho amarillo presentes en Bahía Franklin o toda la Isla Observatorio por la riqueza y abundancia de especies que alberga. También se consideró necesario otorgar algún grado de protección superior para aquellos sitios de alto valor patrimonial, algunos de los cuales han sido declarados Monumentos y Sitios Históricos. Se concluye que es necesario redibujar las zonas propuestas y trabajar en más detalle para lo cual será necesario mantener discusiones técnicas con grupos de especialistas en diferentes temas. 73 74 Objetivo 3: Estrategias y Programas: necesidades de cada área Como se mencionara, en la introducción del taller se presentó la siguiente lista de probables programas de investigación: Estudio de los efectos de especies introducidas sobre las especies y comunidades autóctonas y sobre su posible manejo. Investigación sobre la evolución de las cabras domésticas en ambientes subantárticos con el fin de identificar posibles formas de manejo en áreas alteradas. Dinámica de bosques subantárticos y las condiciones para su recuperación. Dinámica de los pastizales de “tussock” (Poa flabelatta) bajo influencia de colonias de pingüinos. Estudios monoespecíficos sobre representantes de fauna y flora autóctonas. Estudios sobre comunidades de invertebrados terrestres. Estudios sobre la zoocenosis de los "bosques submarinos" formados por macroalgas. Prospección y levantamiento de sitios de interés histórico. Estudio de la geología, geomorfología y paleontología. Por sugerencia de los participantes, a la lista inicial se agregaron las siguientes propuestas: 1. Inventario de recursos naturales (recursos hídricos, fauna y flora) 2. Estudio de mercado turístico 3. Sistematizar relevamientos de datos biológicos, turísticos e históricos de los diferentes entes/sectores 4. Relevamiento de fauna exótica/ubicación 5. Control/erradicación de fauna exóticab(cabras, ciervos, ratas, etc). 6. Evaluar infraestructura necesaria para turismo que genere el menor impacto negativo posible. 75 ANEXO I - LISTADO DE PARTICIPANTES NOMBRE INSTITUCIÓN CARGO E-MAIL Fabián Boyeras SDSyA Secretario [email protected] Máximo Lobo SDSyA Subsecretario [email protected] María Luisa Carranza SDSyA - DGAPyB Directora General DGAPyB [email protected] Soraya Acardi SDSyA - DGAPyB [email protected] María Laura Flotron SDSyA - DGAPyB [email protected] Pamela Cuitiño SDSyA - DGAPyB [email protected] Gabriel Barreto SDSyA - DGAPyB [email protected] Erio Curto SDSyA - DGAPyB Silvia Gigli SDSyA Leonardo Collado SDSyA – DGB Mabel Vázquez SDSyA - DGRH Marcelo M. Davis ARA Capitán de Navío Alexis David Millán PNA Subprefecto - PNA Héctor Moraez PNA Ayudante de Primera – PNA (Estación SIPA) Laura Malmierca APN Coordinadora Coordinación Patagonia Austral Andrea Raya Rey CADIC [email protected] María Victoria Ojeda INFUETUR [email protected] Silvina Cárdenas Romero INFUETUR [email protected] Lucía Pérez INFUETUR planificació[email protected] María Regina Silva DGPCyM [email protected] Dir. de Planif. y Gestión de Áreas Protegidas [email protected] Dir. de Ord. Territorial de Bosque Nativo [email protected] [email protected] Luis Colombo Loreto Fernández Génova [email protected] [email protected] [email protected] [email protected] AAGM 154154 [email protected] 76 77 78 79 SUGERENCIAS Revisar la sección de geología e incorporar el material proporcionado por Federico Ponce Objetivos del Plan expresados y plazos 80