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informe de etica

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Ética de la conciencia
Existencialismo de Sartre
Integrantes: -Gerardo Rivera Pavés
-Isai Tori Inzunza
-Sergio Soto Villa
Asignatura: Ética profesional
Fecha: 11/10/2019
Profesor: Tomas Riffo
Introducción
En el presente informe se dará a conocer un poco sobre quien
es Jean- Paul Sartre. Quien fue un filósofo, Dramaturgo,
novelista y periodista político francés. Se dará a conocer un
poco del pensamiento que él tenía en cuanto a la conciencia y
el existencialismo.
Jean Paul Sartre
jean Paul Sartre fue un filósofo, dramaturgo, novelista y periodista
político francés, uno de los principales representantes del
existencialismo. Sartre nació en París el 21 de junio de 1905 y falleció
el 15 de abril de 1980.
Su padre fue militar naval y falleció a los pocos meses de su
nacimiento, Jean Paul Sartre fue criado por su madre, Anne Marie
Schweitzer, hermana de Albert Schweitzer y su abuelo.
En 1915 ingresó en el liceo Henri IV de París y al año siguiente,
debido al segundo matrimonio de su madre, se trasladó a La
Rochelle, donde continuó sus estudios. En 1920, Jean Paul Sartre
regresó a París e ingreso en la «École Normale Supérieure», donde
conoció en 1929 a Simone de Beauvoir, su compañera de toda la
vida.
Se graduó en 1929 con un doctorado en filosofía y sirvió como
conscripto en el Ejército Francés durante la Segunda Guerra Mundial
(1939-1945), durante la cual fue prisionero de los alemanes entre
1940 y 1941. Tras recuperar la libertad, Jean Paul Sartre volvió a
Francia y comenzó a trabajar como profesor de filosofía en el liceo
Condorcet y colaboró con Albert Camus en «Combat», el periódico de
la Resistencia.
En 1945 abandonó la enseñanza y fundó junto a Simone de Beauvoir
la revista política y literaria «Les temps modernes», de la que fue
editor jefe. Unos años después comienza a relacionarse activamente
con el socialismo, siendo un severo crítico durante la Guerra Fría
(1947-1991).
Jean Paul Sartre tuvo una relación fluctuante con el comunismo,
acercándose y alejándose de él. Se opuso a la Guerra de Vietnam, y
junto a Bertrand Russell y otros organizó un tribunal con el propósito
de exhibir los crímenes de guerra de los Estados Unidos.
En 1964 rechazó el Premio Nobel de Literatura, alegando que su
aceptación implicaría perder su identidad de filósofo.
Jean Paul Sartre fue una persona sencilla, sin apegarse mucho a las
cosas materiales y con un gran compromiso social, siendo el
paradigma del intelectual comprometido del siglo XX.
Existencialismo
Sartre Fue identificado con el existencialismo, aunque no fue su
creador. Nos dejó su pensamiento en obras filosóficas, pero también
expuesto en brillantes obras literarias para que dedujéramos por
nosotros mismos el medio de existencia individual del ser humano, con
su angustia, su libertad y su absurdo.
El existencialismo de Sartre rechaza la pertenencia a cualquier escuela
de pensamiento, no pacta con sistemas de creencias y no hace
concesiones a la superficialidad, al academismo y al alejamiento de la
vida caracterizado por la filosofía anterior a su época. Para el
existencialismo de Sartre, las relaciones del hombre con Dios no deben
incluirse en el marco filosófico ni a Dios tampoco. Por otra parte, el
humano cuenta como individuo centrado en su singularidad, no como
serie que acata los rasgos universales que la filosofía generalmente
trataba de presentar. Sartre arguye que la naturaleza humana no nos
determina como individuos.
El existencialismo es un desafío filosófico a pensadores morales,
según los cuales las acciones correctas son el dictado de Dios a la
naturaleza humana. No hay tal naturaleza humana, a lo que podríamos
agregar que tampoco Dios para concebirla. Para Sartre, son nuestros
actos los que determinan quienes somos y le dan significado a nuestras
vidas.
El existencialismo da sentido a la vida de cada ser humano sin contar
con sus creencias, cada uno es libre y responsable de sus actos. La
ética existencialista reconoce una libertad fundamental del individuo
que lo proyecta al futuro, rechazando por inauténticos, los prejuicios
que corresponden a los valores y convencionalismos tradicionalmente
inculcados. Dice Sartre: “El hombre es el único ser en la naturaleza que
no sólo es tal como él se quiere, sino también como él se concibe
después de existir… No es otra cosa que lo que él se hace. Es éste el
primer principio del existencialismo”.
En el ser humano “La existencia precede a la esencia.” Cuando un
artesano quiere crear una obra, primero piensa, prefigura la esencia de
su creación. Con este ejemplo explica cómo la existencia precede a la
esencia en el ser humano, porque a los seres humanos nadie los ha
diseñado y nada hay que los haga malos o buenos. Para Sartre nuestra
esencia, lo que nos define, es lo que nosotros mismos construimos con
nuestros actos.
Él considera que existimos para ir aprendiendo los inventos de los
demás humanos, las cosas abstractas, desde la idea de Dios hasta la
existencia de una esencia humana previa. Cuando hemos aprendido
nos liberamos y nos realizamos libremente, siendo ésa nuestra
esencia. Nunca somos algo fijo y acabado. O es “mala fe” o es
autoengaño considerarnos con un rol social determinado o con un
carácter que se cataloga como tímido, como atrevido, como intelectual,
etc. Siempre estamos intentando definirnos, pero siempre somos libres
para romper con lo que somos y responsabilizarnos de lo que hemos
hecho de nosotros mismos.
Sartre y Buda coinciden en este criterio y se apartan de la teoría
freudiana de la determinación inconsciente de nuestra personalidad y
comportamiento. Sartre también reconoce que es mala fe verse a uno
mismo con todas las posibilidades de ser e ignorar los hechos y
circunstancias, siempre restrictivos, que condicionan nuestras
elecciones. Para Sartre no somos libres de nuestra propia “situación”,
pero siempre lo somos para negar esta situación e intentar cambiarla.
Conciencia
La cualidad de la conciencia, en tanto que es pura y simple libertad,
está constituida por angustia, abandono o desamparo y
responsabilidad. Se dedican unas líneas a las dos primeras
constituyentes pues la tercera es tratada más abajo.
La angustia se distingue del miedo en que éste es miedo de los seres
del mundo mientras que la angustia es angustia de sí mismo; la
angustia surge cuando se siente uno consciente de la libertad. En la
angustia la libertad se angustia ante sí misma ya que nada la solicita
ni la traba jamás. Una situación que provoca miedo en tanto que
amenaza modificar, desde afuera, mi vida y mi ser, provoca la
angustia en la medida en que desconfío de que mis reacciones sean
apropiadas para la situación. El desamparo o abandono surge ante la
idea de que somos responsables de nuestra selección de acción;
estamos condenados a elegir libremente, no por el consejo o criterio
de otro, en esto estamos solos. Esta elección produce angustia. La
mayoría de las veces se rehúye la angustia en la mala fe.
Según Sartre, la conciencia es conciencia de algo, es decir que la
conciencia nace conducida sobre un ser que no es ella misma. Es un
ser que habita en el existente, pero no tiene nada de sustancial, es
apariencia, es decir, existe apareciendo. La relación entre conciencia
y cuerpo es una relación existencial, es decir, la conciencia no puede
existir su cuerpo sino como conciencia; el cuerpo es una estructura
consciente de la conciencia. Lo que se llama subjetividad es
conciencia de la conciencia. Otra característica de la conciencia es
que ninguna categoría puede habitarla y residir en ella en la manera
de una cosa; asimismo, la conciencia no puede producir una
negación sino en la forma de conciencia de negación. De esto se
desprende que el origen de la nada no es la conciencia. El hombre es
el ser por el cual la nada adviene al mundo. La nada es el lugar
común de los juicios negativos.
Es preciso ser consciente para elegir. Tener conciencia de uno mismo
y escogerse es la misma cosa. La conciencia y la elección son la
misma cosa. Amar es elegirse como amante tomando conciencia de
amar. Tomar conciencia no significa tomar conciencia del instante,
pues éste es una concepción mental.
La mala fe
Usualmente se dice que alguien actúa de mala fe cuando actúa con
mala intención; pero hay otro sentido al término de mala fe. La nada
es uno de los dos grandes temas de Sartre en su obra y la mala fe es
parte del tema de la nada. En veinticinco páginas y utilizando un
lenguaje sencillo —cualquiera puede entenderlo— el autor delinea y
explica la mala fe, uno de los temas más reveladores e impactantes,
para quien escribe, de su obra. Ante todo, la define y diferencia de la
mentira. La mentira y la mala fe son primas hermanas. La esencia de
la mentira implica que el mentiroso está completamente al tanto de la
verdad que oculta. No se miente sobre lo que se ignora; no miente el
que se equivoca. El mentiroso tiene la intención de engañar y no trata
de disimular esta intención ni de enmascarar la traslucidez de la
conciencia. La mentira tiene el objetivo de engañar al otro; el
beneficio lo recibe el mentiroso.
No es el caso de la mala fe. En la mala fe no hay otro y la mentira se
dirige al ser que la dice; en otras palabras, no hay dos seres, sino que
el mentiroso y el mentido es el mismo ser.
Hubo dificultad para entender este concepto. Surgieron preguntas,
¿qué es la mala fe? ¿Por qué una persona escoge ser de mala fe?
¿Qué relación tiene con la conciencia? ¿Cómo es posible que una
persona se engañe a sí misma? Contestando estas preguntas se
comprende un poco la mala fe. Para quien la práctica, se trata de
enmascarar una verdad desagradable o de presentar como verdad un
error agradable. La mala fe implica por esencia la unidad de una
conciencia. Uno no padece su mala fe, no está infestado por ella: no
es un estado, sino que la conciencia se afecta de mala fe. Es
necesario una intención y un proyecto de mala fe, que implica una
compresión de la mala fe como tal y una captación de la conciencia
como efectuándose de mala fe. En tanto que engañador, debo saber
la verdad que me es enmascarada en tanto que engañado; es más,
debo saber muy precisamente esta verdad para ocultármela muy
cuidadosamente. A pesar de que la existencia de la mala fe puede
ser precaria y de pertenecer al género de estructuras psíquicas que
podrían llamarse meta estable, también presenta una forma
autónoma y duradera; hasta puede ser el aspecto normal de la vida
de muchas personas. A fuerza de practicar la mala fe, se vive de
mala fe. Hay personas que adoptan muy pronto en su vida la mala fe
como estilo de vida.
Conclusión
En conclusión, se pudo apreciar quien era Sartre, a que se
dedicaba, y resaltar que era un hombre sumamente humilde y
comprometido con lo que él hacía. Cuando le ofrecieron el
premio nobel él lo rechazo ya que dijo que sería como
rechazar su título de filosofo. También se puede apreciar que
es lo que Sartre pensaba a nivel filosófico sobre el
existencialismo y la conciencia.
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