ASIER TECHADA LANCHA 6ºB Beethoven Ludwig van Beethoven, nació en Bonn, Alemania, el 16 de diciembre de 1770, murió en Viena, el 26 de marzo de 1827. La verdadera vocación musical de Beethoven no comenzó en realidad hasta 1779, cuando entró en contacto con el organista Christian Gottlob Neefe, quien se convirtió en su maestro. Él fue, por ejemplo, quien le introdujo en el estudio de Johann Sebastián Bach, músico al que Beethoven siempre profesaría una profunda devoción. Fue miembro de la orquesta de la corte de Bonn desde 1783, En 1787 Ludwig van Beethoven realizó un primer viaje a Viena con el propósito de recibir clases de Mozart. Sin embargo, la enfermedad y el posterior deceso de su madre le obligaron a regresar a su ciudad natal pocas semanas después de su llegada. A Ludwig van Beethoven se le considera uno de los más grandes músicos de la música barroca. El himno a la alegría fue compuesto durante un largo período que va de 1814 a 1824, constituye el cuarto y último movimiento de su Sinfonía N° 9, en re menor, habitualmente conocida como “Coral” (por la inclusión de coros que realiza, inédita para ese momento), llevando por número de catalogación el Opus 125. Interpretada en innumerables versiones, escuchada en los más diversos ambientes, conocida como pocas obras musicales, el Himno a la Alegría constituye una de las obras de la mal llamada “música clásica” (en realidad: música académica europea) más célebre, quizá la más célebre entre todas. En 1985 fue adoptado como Himno de la Unión Europea, siendo interpretado por primera vez de manera oficial el 29 de mayo de ese mismo año. Y el 12 de enero de 2003 la UNESCO lo declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad. Entre las principales obras que compuso Beethoven destacan fundamentalmente: Sus nueve sinfonías, de las cuales las más célebres son la tercera -conocida como Heroica-, la quinta y la novena. Sus diez oberturas, escritas para ballets, obras de teatro y óperas. Sus conciertos, que comprenden cinco para piano y orquesta -entre los que sobresale especialmente el número cinco o Emperador- y uno para violín y orquesta. Su música de cámara, que incluye dieciséis cuartetos de cuerda, siete tríos, diez sonatas para violín y piano. Sus treinta y dos sonatas para piano. Así como también su música vocal Lieder (canciones) y la ópera Fidelio; entre otras composiciones. Beethoven se sintió terriblemente golpeado por el destino en el momento en que apareció el comienzo su sordera. Por ese motivo mantuvo su dificultad auditiva secreta durante mucho tiempo. La primera gente con la que se confió, fue justamente aquella que se encontraba más lejos geográficamente de él. Y seguramente la que sentía más cerca de su corazón y en los que confiaba plenamente: sus amigos de Bonn. Himno a la alegria traducido al castellano Letra de luwing van beethoven ¡Oh amigos, dejemos esos tonos! ¡Entonemos otros más agradables y más alegres! Alegría, hermosa llama de los Dioses, hija del Eliseo. Entramos, oh celeste deidad, en tu templo ebrios de tu fuego. Tu hechizo funde de nuevo lo que los tiempos separaron. Los hombres se vuelven hermanos allí por donde reposan tus suaves alas. Quien haya tenido la dicha de poder contar con un amigo, quien haya logrado conquistar a una mujer amada, que su júbilo se una al nuestro. Aún aquel que pueda llamar suya siquiera a un alma sobre la tierra. Más quien ni siquiera esto haya logrado, ¡que se aleje llorando de esta hermandad! Todos los seres beben de la alegría del seno abrasador de la naturaleza. Los buenos como los malos, siguen su senda de rosas. Ella nos da besos y vino y un fiel amigo hasta la muerte, al gusano le concedió la voluptuosidad, al querubín, la contemplación de Dios. Volad alegres como sus soles a través del inmenso espacio celestial, seguid, hermanos, vuestra órbita, alegres como héroes en pos de la victoria. ¡Abrazaos millones de hermanos! Que este beso envuelva al mundo entero! Hermanos! Sobre la bóveda estrellada habita un Padre bondadoso! ¿Flaqueáis, millones de criaturas? ¿No intuyes, mundo, a tu Creador? Búscalo a través de la bóveda celeste, ¡Su morada ha de estar más allá de las estrellas