PRACTICA 10
SISTEMA NEUROVEGETATIVO EN OJO DE CONEJO
1. SISTEMA NERVIOSO AUTONOMICO SIMPÁTICO
EXPERIENCIA 1: Adrenalina clorhidrato en Conejo.
l . Control basal: Diámetro basal pupilar en mm.
2. Adrenalina clorhidrato sol 1/1000, dos gotas vía conjuntival. Dejar en contacto 10
minutos.
3. Control post-fármaco a los 10, 20 y 30 minutos.
2. SISTEMA NERVIOSO PARASIMPÁTICO
EXPERIENCIA 2: Neostigmina salicilato en Conejo.
l . Control basal: Diámetro basal pupilar en mm.
2. Neostigmina salicilato sol 0,5/1000, dosis cinco gotas vía conjuntival. Dejar en
contacto por 10 minutos.
3. Control post-fármaco a los 10, 20 y 30 minutos.
EXPERIENCIA 3: Atropina sulfato.
1. Control basal: Diámetro basal pupilar en mm.
2. Atropina-sulfato: Sol. 1/100, cinco gotas vía conjuntival. Dejar en contacto 10
minutos.
3. Control post-fármaco a los 10, 20 y 30 minutos.
EXPERIENCIA 4: Neostigmina - Atropina
1. Control basal: Diámetro basal pupilar en mm.
2. Neostigmina salicilato sol. 0,5/1000 cinco gotas vía conjuntival. Dejar en contacto 10
minutos
3. Control basal: Diámetro basal pupilar en mm.
4. Agregar Atropina sulfato sol 1/100. Dosis cinco gotas, vía conjuntival. Dejar en
contacto 10 minutos.
5. Control post-fármaco a los 10, 20 y 30 minutos.
Regulación pupilar
El músculo liso del iris está constituido por unas fibras de disposición circular y otras de
disposición radial. La contracción de las primeras, cuya inervación es parasimpática,
provoca miosis y la de las segundas, inervadas por el simpático, midriasis. La
inervación parasimpática del iris se origina en el núcleo de Edinger-Westphal.
Las fibras preganglionares salen de dicho núcleo acompañando al III par craneal y
siguen el trayecto de éste hasta llegar al ganglio ciliar, situado por detrás del globo
ocular. Desde el ganglio ciliar parten las fibras posganglionares que van a inervar el
músculo ciliar, responsable de la acomodación, y el músculo constrictor del iris. La
neurotransmisión a este nivel es colinérgica. Respecto a la inervación simpática, un
primer grupo de fibras centrales se originan en el hipotálamo, desde donde descienden
hasta alcanzar las astas intermediolaterales de los primeros segmentos torácicos de la
médula espinal. Aquí forman sinapsis con neuronas que envían fibras preganglionares
hasta el ganglio simpático cervical superior, donde se originan las fibras
posganglionares que van hasta el globo ocular, en el que inervan las fibras radiales
dilatadoras del iris y el músculo elevador del párpado (músculo de Müller). Estas
últimas sinapsis son adrenérgicas.
Desde el punto de vista funcional, hay que destacar que el sistema parasimpático es
constrictor y el simpático dilatador de la pupila. Esta doble inervación del iris conlleva
que una pupila miótica pueda deberse a una disminución de la actividad simpática o
bien a un aumento de la actividad parasimpática, y lo contrario en el caso de una pupila
midriática. La evaluación de la función de control pupilar puede realizarse de forma
sencilla al observar las respuestas de la aplicación local de fármacos.
Receptores autonómicos
El mecanismo de la acción de los receptores adrenérgicos se fundamenta en la molécula
acoplada al receptor en el lado intracelular de la membrana plasmática. Los ligandos
para el receptor α1 y el receptor α2 son la adrenalina y la noradrenalina. Un receptor α1
tiende a unirse a una proteína Gq, resultando en un incremento del Ca2+ intracelular
causando así la contracción de la musculatura lisa. Los receptores adrenérgicos α2, a su
vez, se unen con una proteína Gi, que reduce la actividad del AMPc, produciendo así la
contracción del músculo liso.
El receptor M3 es una proteína transmembranal, es decir, atraviesa la membrana
plasmática por medio de siete segmentos altamente conservados, cada uno de los cuales
atraviesa la membrana una vez. Los receptores muscarínicos M3 están acoplados a
proteínas G del subtipo Gq, la cual regula positivamente a la fosfolipasa C y, por ende, a
las vías de señalización del inositol trifosfato y del calcio intracelular. La cascada de
señalización intracelular del calcio incluye la activación de la proteincinasa C y los
efectos de éste sobre la célula.
Neurovegetativo
Los receptores adrenérgicos α1 son miembros de la superfamilia de receptores
asociados a la proteína G. Al ser activados por su ligando, una proteína heterotrimérica
G, llamada Gq activa a la fosfolipasa C, que causa un aumento en el Inositol trifosfato
(IP3) y el calcio. Ello onduce a la iniciación de otros efectos.Las acciones específicas
del receptor α1 principlamente incluyen la contracción del músculo liso.
El receptor M3 es una proteína transmembranal, es decir, atraviesa la membrana
plasmática por medio de siete segmentos altamente conservados—que existe poca
variabilidad en los aminoácidos de estos segmentos—, cada uno de los cuales atraviesa
la membrana una vez.
Existe una relación directa entre las funciones del receptor y su estructura, por ejemplo,
para que haya una efectiva unión del receptor a la proteína G depende de cuatro
aminoácidos del tercer segmento y otros cuatro del segundo segmento.
Al igual que los receptores muscarínicos M1, los M3 son proteínas G del subtipo Gq, el
cual regula positivamente a la fosfolipasa C y, por ende, a las vías de señalización del
inositol trifosfato y del calcio intracelular.3 La cascada de señalización intracelular del
calcio incluye la activación de la proteincinasa C y los efectos de éste sobre la célula
La neostigmina es una anticolinesterasa reversible, que ejerce su acción
parasimpáticomiméti-ca por formación de un complejo lábil con el enzima
colinesterasa, inhibiendo así la destrucción de la acetilcolina y prolongando sus efectos.
Esta inhibición se ejerce por mecanismo competitivo, con formación de un complejo
enzima-sustrato (en este caso enzima-inhibidor) produciéndose posteriormente la
partición de la molécula del inhibidor (neostigmina) con carbamilación del enzima,
regenerándose por hidrólisis la enzima acetil-colinesterasa.
Este mecanismo de acción es similar al de la fisostigmina, aunque las acciones
muscarínicas de la neostigmina son menos pronunciadas, y las nicotínicas más fuertes.
A diferencia de los demás inhibidores de la colinesterasa, tales como la neostigmina, la
piridostigmina y el edrofonium, la fisostigmina atraviesa la barrera hematoencefálica,
gracias a la ausencia en su molécula de la amina cuaternaria cuya carga positiva
convierte en dipolo las moléculas de los otros compuestos. Así, la acción
colinomimética de la fisostigmina se ejerce tanto a nivel central como periférico.