Subido por petroglifo1

PERSONALIDAD PATOLÓGICA: Características típicas de los patrones clínicos de la personalidad

Anuncio
PERSONALIDAD PATOLÓGICA: Características típicas de los patrones
clínicos de la personalidad.
LA SEVERIDAD Y LA FUNCIONALIDAD DE LAS PERSONALIDADES
PATOLÓGICAS.
La primera característica de los patrones típicos de la personalidad es la débil
estabilidad (de la misma) bajo condiciones de estrés subjetivo. Al igual que todos
los sistemas eficientes, las personalidades normales exhiben una integración
funcional-estructural entre sus distintos aspectos. las personalidades no patológicas,
por ejemplo, llevan a cabo un comportamiento que minimiza la incompatibilidad
entre las necesidades del organismo y las demandas del ambiente, un proceso de
retroalimentación negativa que mantiene la integridad de sus sistemas psíquicos.
Las así llamadas personalidades patológicas, sin embargo, practican estrategias que
inadvertidamente
producen
retroalimentación
positiva,
incrementando
sus
dificultades de adaptación. Al final, dada la facilidad con que los individuos ya de
por sí trastornados se vuelven vulnerables a los eventos que reactivan el pasado, y
dadas su inflexibilidad y la escasez de mecanismos efectivos de afrontamiento, se
vuelven susceptibles a nuevas dificultades y alteraciones. Enfrentados con fracasos
recurrentes, ansiosos por conflictos antiguos sin resolver que vuelven a emerger, e
incapaces de adoptar nuevas estrategias adaptativas, pueden retroceder a unas
formas patológicas de afrontamiento, a un control menos apropiado de sus
emociones y, al final, a percepciones cada vez más subjetivas y distorsionadas de la
realidad ya la producción de síntomas clínicos.
La segunda característica que distingue los patrones patológicos es su inflexibilidad
adaptativa. Los sistemas de personalidad son sistemas abiertos en interacción
dinámica con su ambiente físico, familiar, social y cultural. Para las personalidades
dentro del rango normal, esto significa la flexibilidad del rol, a veces tomando la
iniciativa para modificar el ambiente y a veces adaptándose a lo que el medio
ofrece, de acuerdo con la polaridad activa-pasiva de la teoría evolutiva. Los
individuos normales exhiben una flexibilidad en estas interacciones, de tal forma
que sus iniciativas o reacciones son proporcionadas y apropiadas a las demandas de
la situación. Cuando ya no existen la adecuación y la proporcionalidad, se podría
decir que la interacción está impulsada por la persona. las estrategias alternativas
que emplea el individuo para relacionarse con los demás, para alcanzar metas y
para afrontar el estrés normalmente son pocas y se practican de forma rígida. A
menudo el individuo no es capaz de adaptarse efectivamente a las circunstancias de
su vida y empieza a manejar el ambiente para evitar eventos objetivamente
neutrales que percibe como estresantes. Como consecuencia, las oportunidades del
individuo para poner a prueba y adquirir estrategias nuevas y mas adaptativas se
reducen y las experiencias vitales se vuelven aún más limitadas.
La tercera característica que distingue los patrones patológicos de los funcionales es
una consecuencia de su rigidez e inflexibilidad: la tendencia a fomentar círculos
viciosos. las múltiples limitaciones que los individuos con un trastorno de
personalidad traen a su medio social inevitablemente resultan en procesos de
retroalimentación que perpetúan e intensifican las dificultades ya existentes. La
constricción protectora, la distorsión cognitiva y la sobregeneralización son
ejemplos de procesos por los que los individuos restringen sus oportunidades para
nuevos aprendizajes, malinterpretan eventos esencialmente positivos y provocan
reacciones en los demás que reactivan problemas pasados. En efecto, pues, los
patrones patológicos de personalidad son patogénicos en sí mismos, generan y
perpetúan dilemas, provocan nuevos problemas y ponen en marcha secuencias con
los demás que están predestinadas al fracaso, que hacen que sus dificultades ya
establecidas no sólo persistan sino que se agraven aún más.
Fuente: MCMI-III. Inventario Clínico Multiaxial de Millon III.
Ignacio González Sarrió.
Doctor en Psicología Jurídica.
Perito judicial y forense.
Miembro del Turno de Peritos Forenses del Ilustre Colegio Oficial de Psicólogos.
Coordinador Grupos de Trabajo en Psicología Jurídica.
http://psicolegalyforense.blogspot.com
NºCol.cv06179.
696102043
Valencia.
Descargar