CRITERIOS DIAGNÓSTICOS PARA LA SIMULACIÓN DEL DAÑO COGNITIVO (Adaptado de Slick, Sherman e Ivenson, 1999) 1º. SIMULACIÓN DE DISFUNCIÓN NEUROPSICOLÓGICA DEFINITIVA. 1.1.- Presencia de incentivos externos sustanciales. 1.2.- Definitivo sesgo de respuesta negativo, entendido como la ejecución por debajo del azar (p<0,05) en una o más medidas de función cognitiva de elección forzosa. 1.3.- La conducta del sujeto no puede ser explicada por factores psiquiátricos, neurológicos o del desarrollo. 2º. SIMULACIÓN DE DISFUNCIÓN NEUROPSICOLÓGICA PROBABLE. 2.1.- Presencia de incentivos externos sustanciales. 2.2.- Dos o más tipos de evidencia de los test neuropsicológicos (Criterio A); un tipo de evidencia de los test neuropsicológicos (criterio A) y uno o más tipos de evidencia de lo referido por el sujeto (criterio B). 2.3.- La conducta del sujeto no puede ser explicada por factores psiquiátricos, neurológicos o del desarrollo. 3º. SIMULACIÓN DE DISFUNCIÓN NEUROPSICOLÓGICA POSIBLE. 3.1.- Presencia de incentivos externos sustanciales. 3.2.- Uno o más tipos de evidencia de los referido por el sujeto (criterio B). 3.3.- La conducta del sujeto en el criterio B no puedes ser explicada por factores psiquiátricos, neurológicos o del desarrollo; de no poder destacar alguna de estas etiologías, ésta ha de ser específica. CRITERIO A. a) Posible sesgo de respuesta; la ejecución es consistente con la simulación en uno o más de los test psicométricos o índices bien validados de simulación. b) Discrepaciancia entre los datos de los test y los patrones de funcionamiento cerebral. c) Discrepancia entre los datos de dos o más tst neuropsicológicos de un dominio y la conducta observada. d) Discrepancia entre los datos de dos o más test neuropsicológicos de un dominio e informes colaterales. e) Discrepancia entre los datos de dos o más test estandarizados de función cognitiva para un dominio y la historia antecedente documentada. CRITERIO B. a) la historia referida es discrepante con la historia documentada. b) los síntomas referidos son discrepantes con los patrones conocidos de funcionamiento cerebral. c) los síntomas referidos son discrepantes con las observaciones conductuales. d) los síntomas referidos son discrepantes con la información obtenida de informadores colaterales. e) evidencia de exageración o fabricación de disfunción psicológica. Por ejemplo, indicada por escalas o índices bien validados de medidas de ajuste psicológico (por ejemplo, MMPI). Fdo. Ignacio González Sarrió. Doctor en Psicología Jurídica. Psicólogo. Psicoterapeuta y Perito Forense. [email protected] 696102043. Colegiado en Valencia.