1 MECANISMOS DE DEFENSA EN VICTIMAS DE SECUESTRO: LA PRISION SUBTERRANEA Autor: Nadia Russo 2 En del presente trabajo, que he titulado “Mecanismos de defensa en víctimas de secuestro: La Prisión subterránea”; Pretendo desarrollar el modo de procesamiento psíquicos y el impacto psico-fisico- afectivo que surgen en victimas mujeres secuestradas, durante el proceso de cautiverio. Aún siendo niñas, son capturadas y condenadas a vivir durante meses, años e incluso décadas, en una celda minúscula construida a metros bajo tierra, denominado Zulo. Las mantienen allí encerradas y las visitan diariamente para violarlas, golpearlas e insultarlas; luego suben “a la superficie” y mantienen una vida completamente “normal” sin que nadie sospeche de sus actos perversos ni de su doble vida. La víctima es arrancada de su mundo e introducidas en la vida de su secuestrador, éste le roba sus afectos, sus vínculos, su identidad, y se convierte en su nueva familia. Las secuestradas padecen dos situaciones devastadoras para un ser humano: el abuso sexual y la privación de su libertad, en condiciones de aislamiento solitario y deprivación sensorial. 3 Sabemos del peso del instinto de conservación humano, que busca la supervivencia a como de lugar, entonces el interrogante que me planteo es: La victima se encuentra acorralada entre un medio ambiente físico hostil, y una angustia automática que la desborda, entonces: ¿Cómo hace la víctima para sobrevivir a semejante demolición psíquica? y ¿Cuáles son los mecanismos de defensa que implementan para mantenerse con vida a pesar de su deterioro físico y psíquico? EJEMPLOS DE CASOS: Elizabeth Fritzl Elisabeth Fritzl.- Viena. El caso fue conocido como “El Monstruo de Amstteten” Fue secuestrada y violada durante 24 años por su padre, Josef Fritzl, El hombre la encerró en el zulo que llevaba construyendo desde hacía 6 años, un espacio de 30 metros cuadrados y 1 metro 50 de alto, ubicado dos pisos por debajo de donde han vivido su padre, su madre y sus cinco hermanos, con cocina, baño y dormitorio en el que, durante el primer año, la mantuvo atada, con una cuerda que le da justo para ir al baño. Carecía de ventanas (estaba iluminado con bombillas de luz artificial) y para acceder a él era preciso atravesar un pasillo estrecho tras retirar una estantería del garaje, estaba resguardado tras ocho puertas y tenia instalados varios mecanismos electrónicos, para ingresar se debía introducir un código secreto que tan sólo el secuestrador conocía. A la primera habitación se accedía, durante los primeros nueve años, a través de una puerta que pesaba unos quinientos kilos, que tuvo que ser reemplazada posteriormente por una abertura más liviana. Producto de las violaciones Elizabeth tuvo 7 hijos- nietos con su padre. Josef Fritzl fue condenado a cadena perpetua y se encuentra en un centro de internamiento psiquiátrico. En el Juicio no mostro ni un ápice de remordimiento Testimonio: «Durante casi 24 años ése ha sido mi mayor terror cotidiano, no saber nunca cuándo mi padre aparecería por el húmedo agujero en el que estaba enterrada junto a mis hijos, a 4 tres metros bajo tierra, y qué iba a querer de mí, su esclava. Sexo fácil o palizas que le liberarán de sus frustraciones y su incapacidad para querer a nadie. Porque él sabía que tenía el control absoluto, y yo ya era una mujer rota que en lo único que pensaba era en colaborar con él para salvar mi vida y la de los niños. «Yo entonces tenía 18 años y al llegar abajo cerró la puerta y me miró. Comenzó a golpearme con dureza, me ató con una vieja cadena de hierro a una pared y me violó. Sería tan sólo la primera de las 3.000 veces que lo haría a lo largo de casi un cuarto de siglo, 8642 días. En todo este tiempo, además, me ha dejado siete veces embarazada y en el primer parto me dejó sola con una manta esterilizada, unas tijeras sucias y un manual de autoayuda para partos». Su padre le repetía: "Te he elegido a ti porque tú eres tan fuerte como yo". Natascha Kampusch En Austria, Natascha Kampusch a los 10 años de edad dejó su residencia en el para ir a la escuela, fue secuestrada por Wolfgang Priklopil Durante su confinamiento vivió en un zulo a 2 metros y medio de profundidad y sólo 5 m² en el sótano de la casa de su captor. Era cerrado, sin ventanas ni luz del día y poseía una puerta de acero, el único aire que entraba en el interior de su estancia era el de un viejo conducto de aire movido por aspas que hacía un ruido infernal y que apenas le dejaba dormir durante las horas de sueño. Priklopil le suministró libros y la educó. La amenazaba a Kampusch con matar a quien ella le pidiera ayuda y también amenazaba con suicidarse si ella escapaba. La sometió a todo tipo de abusos y vejaciones, tanto verbales como físicas con el único deseo de someterla a su voluntad. Casi al final de su cautiverio solía agredirla frecuentemente dándole fuertes palizas que la inmovilizaban durante días. Consiguió escaparse del zulo en el que la retenía su secuestrador, quien se suicidio arrojándose a las vías del tren el mismo día en el que descubrió que la joven se había escapado. Kampusch estuvo más de ocho años secuestrada. Jaycee Lee Dougard 5 EE UU fue secuestrada en camino a su colegio, a los once años de edad, por Philip Garrido y su esposa Nancy, el secuestrador la llevo a su casa, donde la mantuvo encerrada en una habitación atada por semanas, sin ropa, su raptor solo aparecía para llevarle comida. La niña sufrió violaciones constantes, en referencia al primer abuso sexual Jaycee declaro: “Me dijo que sería rápido y que sería mejor si no me resistía, porque entonces se tendría que poner agresivo". Estuvo confinada en el jardín trasero de Garrido, en un pequeño recinto oculto que tienen unas dimensiones de 1 metro 82 de altura y de tres metros cuadrados. El barracón de Garrido estaba escondido tras un cerco de árboles y su entrada estaba oculta por montañas de cubos de basura, desechos en general y una lona. No podía verse desde las casas de los vecinos. Producto de las violaciones Jaycee tuvo dos hijas, ninguna de las niñas ha ido al colegio o fueron vistas por un médico. Un día el captor le dijo que comenzarían a tener "maratones sexuales". En esas "maratones", Phillip se drogaba, con metanfetamina y marihuana, y violaba a la niña horas y horas. Le explicó que tenía un problema sexual y que la única forma de ayudarle, y evitar que atacara a otras niñas, era ofrecerse sin reparos. La ataba a la pared, la hacía disfrazarse de prostituta y la obligaba a ver películas pornográficas. Era una esclava sexual. La joven estuvo secuestrada por 18 años. Philp Garrido y su esposa Nancy fueron condenados a cadena perpetua. Cuando la policía le pregunto a Jaycee su nombre, no pudo pronunciarlo, tuvo que escribirlo en un papel. La Victima Las víctimas son capturadas y arrancadas de su vida, los secuestradores las encierran en un minúsculo habitáculo: el Zulo, estratégicamente oculto, Estas celdas encubiertas, no tienen ventanas, corriente de aire, luz solar o cualquier estimulo del mundo externo. Están privadas no solamente de su libertad, sino de toda actividad 6 posible, ¿Qué efectos trae en el ser humano cuando se encuentran aislados por tanto tiempo? En primera instancia se da el fenómeno de CONFINAMIENTO SOLITARIO, se trata de una práctica de encarcelamiento en la que un prisionero es privado de cualquier interacción humana por al menos 22 horas al día, en una celda de reducido tamaño, en la mayoría de los casos sin ningún tipo de luz natural, y dicho período de aislamiento no puede superar los 15 días, dado que en ese tiempo, es cuando comienzan a aparecer los efectos psicológicos. Estas mujeres están encerradas por años. Los síntomas que se desencadenan son: Desesperación por el sentimiento de no encontrar una salida, impotencia, tensión. Se siente enjaulada, abandonada y sofocada. Reaccionan al aislamiento solitario con impulsos de pánico rabia, terror, paranoia, y agitación; Inclusive delirios y alucinaciones. El comportamiento es impredecible, impulsivo y autodestructivo. Otra secuela que provoca el encierro, es la DEPRIVACIÓN SENSORIAL (término que hace referencia al bloqueo o reducción significativa en los estímulos sensoriales que recibe una persona: olfativos, visuales, auditivos, gustativos y táctiles), como consecuencia, si esta situación de confinamiento se prolonga, todos los sentidos se verán patológicamente alterados. La estimulación sensorial es vital para el mantenimiento de las funciones cerebrales. El mundo tiene sentido cuando se puede comparar lo almacenado en el cerebro con las percepciones. La privación sensorial induce a alteraciones que van desde la pérdida parcial de memoria, la disminución del coeficiente intelectual, alucinaciones, ataques de pánico y pesadillas. 7 Cuando al cerebro se le cortan las vías con el exterior a través de los sentidos, es capaz de crear su propia realidad al perder los puntos de referencia habituales, pueden aparecer ideas paranoicas, y pensamientos suicidas. Producto del maltrato físico y psíquico, la inadecuada e indigente alimentación e higiene, y los violentos abusos sexuales podemos identificar, distintas etapas por las que atraviesa la victima a lo largo de su secuestro. El riesgo de morir es la primera lectura que hace la víctima, este temor es lo que la hace dócil y manejable. Una vez producida la operación del secuestro, la víctima se encuentra en un ambiente totalmente desconocido, la plagiada facilita la sumisión que su captor le impone, para intentar ganarse la confianza y obtener un mejor trato. Aparece en el secuestrado momentos de confusión severa, llantos prolongados, desesperanza profunda y alteraciones graves del sueño. Señala que Durante la operación de secuestro los procesos de pensamiento tienden a paralizarse, pierde análisis objetivo de lo que sucede en el entorno, el ordenamiento de ideas y la selección de respuestas posibles para ejecutar en el momento se sustituyen por impulsos gobernados por el miedo y el terror. Aparecen respuestas automáticas y caóticas arriesgando su vida. Como se sienten amenazados en su integridad física, y temen ser asesinadas, las víctimas se encuentran en un estado de alerta constante e hipervigilancia. Una vez que la secuestrada supera la reacción inicial, puede ubicarse mejor geográficamente y en situación, comienzan a esbozar los hábitos de sus secuestradores y a adaptarse al confinamiento (este sería el comienzo, de la segunda fase), los cautivos se ajustan a la nueva alimentación, al reducido espacio, pero sobre todo, puede empezar a 8 conectar pensamientos, que le permiten salir del estado de parálisis inicial, y así empezar a elaborar estrategias que le permitan la supervivencia. Psicología del torturador Según los relatos de las ex secuestradas, los primeros días reciben por parte de su victimario, un trato humillante, esto lo llevan a cabo con el fin de vencer sus resistencias; Al comienzo de lo que se trata es de aterrorizarlas, son agredidas verbalmente, aparecen insultos, agravios, burlas, degradación, peyorativizaciones, golpes y encadenamientos. Sus plagiarios ejercen su autoridad con brutalidad para demostrar la seriedad de sus amenazas, una vez que llegan al zulo o lugar del claustro, la primera medida que toma este tipo de secuestrador sobre ellas, es la violación, así quebrantan su oposición y queda demostrada la posición jerárquica, totalmente asimétrica, el victimario es quien ejerce el control y domina, la victima es quien obedece y se somete. Las plagiadas quedan paralizadas y con un terror constante, El paso siguiente es la despersonalización, el victimario las cosifica, le cambian el nombre, le quitan sus ropas, sus pertenencias, no se les permiten la correspondencia con su familia, y las victimas terminan por quedar persuadidas de que sus seres queridos ya no las quieren, que se han olvidado de ellas, y que afuera no hay nada. Las víctimas le temen a sus victimarios, pero al mismo tiempo, estos últimos demuestran que también son en quienes deben confiar, dado que los necesitan para subsistir, de esta forma el secuestrador les impone su poder, haciéndolas sentir que esta no tiene independencia alguna, el victimario se presenta entonces como “su salvador” 9 Manifestaciones Clínicas Los síntomas físicos y psíquicos que se asocian en una víctima durante el proceso de cautiverio, están relacionados a diversos factores, tales como: el tiempo de secuestro, las condiciones alimenticias, sanitarias y emocionales, que brindan los victimarios. En relación a la sintomatología psíquica: El cautivo sufre miedo a morir desde el comienzo, insomnio, desesperación y de angustia. A veces siente ira consigo mismo por la impotencia, por no tener el control de la situación, Vive la completa incertidumbre de lo que le va a pasar, sin saber si va a sobrevivir, lo que le produce constantes cambios de ánimo. Se genera pérdida del control del tiempo, la víctima no tiene un punto de referencia que le permita ubicarse, y esto le aumenta su confusión y ansiedad, además, el control del tiempo se relaciona con el manejo del ocio, y aquí la víctima se encuentra en inactividad total, por lo cual, el tiempo transcurre lentamente. Aparecen sentimientos negativos: humillación, culpa o ira. Perdida progresiva de confianza personal como consecuencia de los sentimientos de indefensión y desesperanza. Disminución de autoestima. Hostilidad, agresividad. Dependencia emocional. T.E.P.T., Aumento de vulnerabilidad, alteraciones del ritmo y contenido del sueño y disfunción sexual. Síndrome de Estocolmo 10 El síndrome de Estocolmo es un fenómeno psicopatológico a raíz del cual la victima desarrolla una relación de complicidad y un lazo afectivo con su secuestrador. Esta se identifica de manera inconsciente con la causa de su captor, y sucede por sentirse indefensa y en peligro, se activa su instinto de supervivencia, generando un apego con su plagiado. La respuesta de la victima varia de acuerdo a la actitud de sus secuestradores, que va desde hostilidad agresiva hasta un trato mas paternalista, ésta va distorsionando la realidad, se disfuma el rol, se parte de mecanismos de Identificación como mecanismo de defensa, y adaptación inconsciente, luego aparece sentimientos ambivalentes hacia el captor, se sigue con una ausencia de resentimiento, llegando a un vinculo de atracción, terminando con un reconocimiento por haberlas colocado en una situación que le permitió reestructurar su personalidad. Este síndrome se presente en raras ocasiones en general pero en estos casos se genera con alta frecuencia, dado que el factor tiempo facilita su desarrollo, además las victimas han sido secuestradas desde la niñez y no llegan a comprender el abuso al que son expuestas, ya que proviene de la misma persona que les satisface sus necesidades materiales y afectivas. El Síndrome de Estocolmo se desencadena para evitar sufrir un shock emocional, frente a la imposibilidad de responder a la situación de agresión de su captor. La mente por instinto de supervivencia invierte valores y reinterpreta las cosas malas como positivas, suspendiendo la percepción de la realidad. En lugar de tratar de escapar su actitud es de cooperación, terminan defendiendo a sus captores, con muestras de agradecimiento por haberlas mantenido con vida. 11 El llevarse bien con sus captores, es la forma que tienen para sobrellevar ese calvario. Si bien se genera una corriente afectiva, debe quedarnos en claro, que es del carácter del terror ante el trauma. Entonces, ¿Es el Síndrome de Estocolmo un lazo afectivo por parte de la victima hacia su captor? ¿O se trata de un mecanismo de defensa? Mecanismos de Defensa Fischer (2000) afirma que “las defensas cumplen una función esencialmente adaptativa. Mediante estas técnicas el Yo lucha en varios frentes para lograr proteger la personalidad, satisfacer sus necesidades emocionales, establecer y mantener la armonía entre tendencias opuestas, controlar la angustia y modificar la realidad para hacerla mas tolerable.” Debemos considerar, que los mecanismos de defensa siguen un desarrollo evolutivo, razón por la cual, se clasifican en primarias (aparecen en los comienzos de la existencia) y secundarias (son defensas mas evolucionadas) Cuanto más primaria es una defensa, hay una mayor tendencia a negar la realidad, en cambio si es secundaria, preserva el criterio de la misma. El exceso de excitación que le provoca su nuevo entorno lo desborda, como no hay forma de simbolizar la experiencia subjetiva de la angustia que atraviesa, se bloquean las defensas secundarias y regresa a las defensas primarias, que son las que le posibilitaron confianza. Cuanto más intolerable es la realidad, más arcaicas serán las defensas implementadas. Aquí se desarrollan las siguientes: Regresión, Escisión, Negación y evitación, identificación con el agresor. Y una modalidad de procesamiento Psíquico donde se intercala la represión y el rechazo. 12 El Trauma. Siguiendo las ideas de Freud, el trauma se trata de un acontecimiento en la vida de una persona que provoca una excitación de tal exceso, que sobrepasa la posibilidad del aparato psíquico para poder tramitar y elaborar por las vías normales, por lo cual, da lugar a trastornos duraderos en el funcionamiento energético. Reacciones a nivel biológico, psicológico y social. A nivel biológico: aquí ubicamos al estrés, es la reacción de un individuo cuando es amenazado por uno o varios factores del ambiente, que son los agentes estresores (físicos, químicos, psicológicos o sociales) y son los que perturban la homeostasis interna. Con dicho mecanismo aparecerán un conjunto de respuestas inespecíficas que se ponen en marcha antes de haber podido identificar la amenaza concreta: es la lucha o la huida. A nivel psicológico: la respuesta psicológica del ser humano ante agresiones externas o amenazas (reales o fantaseadas) es la ansiedad, que a su vez desencadena mecanismos defensivos. A nivel Social: las manifestaciones anteriormente descriptas, pueden extenderse a toda una sociedad, en cuanto el caso se hace conocido, y plantea que se generara ira y hostilidad colectiva frente a los dirigentes que consideran responsables de la catástrofe y sus consecuencias. Conclusiones A lo largo del recorrido que hemos trazado en la presente establecimos que en este tipo de secuestros la victima es arrancada de su realidad, e introducida en la vida de secuestrador. Su nuevo hogar: Un Zulo, celda minúscula y tan aislada que no permite el intercambio con ningún estimulo del medio ambiente externo, generándose los fenómenos de confinamiento solitario y deprivación sensorial. 13 Se identificaron distintas etapas en los procesos intrapsíquicos de la cautiva, la primera reacción, un shock agudo; la súbita, brusca y sorpresiva captura provoca que no comprenda lo que le está sucediendo, quedando paralizada y sin concebir lo que ocurre. Inmediatamente a la llegada a su claustro, recibe por parte de su secuestrador, agresión verbal, golpes, encadenamientos y violaciones, anulándose rápidamente la posibilidad de defenderse, así se extingue cualquier idea de escape y de rebeldía, Se produce paulatinamente un resquebrajamiento de su sistema identificatorio, junto con una despersonalización, el victimario le roba su nombre, sus afectos, sus valores, queda aislada de los vínculos sociales que le dan sentido a su existencia. Como estrategia el secuestrador la manipula en dos frentes: en el plano físico (reciben escaso alimento y así se tornan débiles y sumisas) y en el psicológico, (se les hace creer que ningún familiar la busca y que el mundo exterior la ha olvidado). Hemos establecido que el vínculo con su captor es de absoluta dependencia, porque es el único que puede brindarle a su víctima, la satisfacción de sus necesidades básicas, algo de confort y sobre todo es, la única relación social con la que la plagiada cuenta. Por lo tanto termina siendo su salvador. A raíz de ello, se hacen presentes en la plagiada sentimientos intensos y contradictorios: puede sentir alegría, agradecer que sigue viva, y al mismo tiempo rabia, indignación y tristeza, por la humillación de la que es objeto; miedo y angustia acompañados de un deseo de seguridad y tranquilidad; soledad y desconfianza, en contraste con sentimientos de apego patológico hacia su captor. Todas estas emociones desencadenan el Síndrome de Estocolmo como un mecanismo más de defensa, que termina siendo parte de la sintomatología psíquica. Frente al horror de la realidad, se refugia en su vida interior, por lo cual, la libido que estaba depositada en la realidad externa, bajo el mecanismo de la regresión, es 14 redirigida al campo mental, y allí inviste a las fantasías, paralelamente a medida que va reconociendo psicológicamente su nueva realidad, sale de la parálisis de sus pensamientos y puede elaborar estrategias de supervivencia que le permiten adaptarse, y sobre todo sobrellevar su martirio, y poder canalizar la angustia y la ansiedad, llevando a cabo actividades que le permitan distraerse: leer, escribir, meditar, dibujar, rezar. Rutinas (activ. Física, calendario-le da cierto control-) Para sobrevivir a semejante aniquilamiento psíquico la victima vuelve a utilizar los mecanismos de protección psíquica que fueron eficaces en las primeras épocas de su vida, Escisión, negación, evitación e identificación con el agresor. Y las retoma porque con ellos se siente segura, y porque además las secundarias fracasaron, ya que el entorno circundante es demasiado turbio, y no le sirven para dominarla. Como no hay objeto externo para investir, recurre al único objeto que le queda: su propio Yo, huye de la realidad, se repliega y se inviste a si misma. Quiere evitar el contacto directo con la situación traumática que es su secuestro, pero de su claustro no puede escapar, tampoco, tiene manera de controlar la angustia desbordante que emerge desde su interior, se encuentran acorraladas entre dos peligros que las asechan: el contexto objetivo y su desazón interna , se ve obligada así, a forjar una realidad paralela, que la repare , su yo se escinde, uno sigue siendo el demolido y el otro , es el robustecido y solido que la va a rescatar, a salvar de esa situación , solo así puede resistir. Una parte acata el entorno y la otra crea una realidad paralela a la que puede tolerar. 15 Se enfrenta de manera constante con el instinto de muerte, por lo cual el yo deflexiona y se quiebra. Todos los mecanismos de defensa que utilizan las víctimas son el resultado de un Yo desorganizado, quebrado y disociado, producto de la terrible realidad externa que es la experiencia del secuestro, (una situación límite) resultan adaptativos y le permiten su subsistencia. La cárcel que al comienzo era solo externa, con el tiempo se suma una prisión mental impuesta por si misma, producto de la manipulación de la cual es objeto. Con su secuestrador se siente segura y ya no intenta escapar, el es el único vínculo social que tiene, el mundo externo es la nada, es caer en el abismo, la huida significa la muerte. GREEN: la muerte es inconcebible para el inconsciente, El Yo es demasiado narcisista para hacer renuncia. ROL DEL PSICOLOGO: centrarse en primera instancia en la reinserción social de la victima, durante el proceso de cautiverio ha quedado aislada del mundo externo y debe volver a comunicarse con los otros, es importante trabajar la agarofobia y la claustrofobia. Luego tratarse todos los síntomas que el cautiverio ha dejado: trastornos del sueño (pesadillas, insomnio), hipervigilancia, ataques de pánico, miedo, resignación, perdida de autoestima y de confianza en si, ataques de pánico, y sobre todo superar la culpa que el secuestrador le ha hecho creer merecer. El TEPT, Y la reelaboración del 16 trauma que ha quedado como secuela. Se trata de poder trabajar la experiencia traumática como un hecho pasado, de reconstruirla y significarla.