Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo IV reunión

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Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
IV reunión regional de la Comunidad de Práctica en las áreas de Objetivos de
Desarrollo del Milenio y Reducción de Pobreza en América latina y el Caribe.
Palabras del Sr. Heraldo Muñoz, Director Regional para América Latina y el
Caribe
San Salvador, 12 de diciembre de 2012
10.12.12
1. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODMs) han guiado durante los
últimos años buena parte del trabajo del PNUD y del Sistema de las
Naciones Unidas en el combate contra la pobreza en todo el mundo. El año
2015, fecha límite que la comunidad internacional se dio para el
cumplimiento de los ODM está muy cerca y es momento de iniciar una
reflexión sobre lo avanzado, sobre lo que hemos aprendido, y sobre los
retos que vienen. Así que esta reunión no podría celebrarse en mejor
momento.
En septiembre del 2010 los líderes mundiales se reunieron en Nueva York para
reafirmar su compromiso con el logro de los ODMs. En junio del presente año, en
Rio de Janeiro, la comunidad internacional reiteró su compromiso con su
cumplimiento, y la necesidad de que ellos se extiendan en una futura agenda para
el desarrollo más allá del año 2015. Sin duda, uno de los éxitos clave de los ODM
ha sido la creación de una agenda de desarrollo común que une a los países y
pueblos de todo el mundo. Sus objetivos, con plazos determinados, claros y
medibles, han concentrado la acción en los indicadores más básicos para un
desarrollo humano sostenible.
2. Según los datos del Informe del Secretario General sobre ODMs, en
promedio, América Latina y el Caribe alcanzó la meta de reducción del
hambre y avanza positivamente hacia el cumplimiento de las metas de
supervivencia infantil e igualdad de género. Sin embargo, según el mismo
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informe los avances no son favorables en otras áreas, como en reducción
de pobreza, educación y las metas relacionadas con la salud y la
sostenibilidad medioambiental.
3. Destaca en particular, lo sabemos bien, la meta de reducir, entre 1990 y
2015, la tasa de mortalidad materna en tres cuartas partes: en América
Latina, en 1990, el número de muertes por cada 100.000 niños nacidos
vivos, para mujeres de 15 a 49 años, era de 130; para el año 2010, apenas
se había reducido en poco más de la mitad, para llegar a 72. En el Caribe, el
panorama es todavía menos optimista, pues entre 1990 y 2010, la cifra
pasó de 280 a 190 –hoy el Caribe es la cuarta región con mayor tasa de
mortalidad materna después de África subsahariana, Asia meridional y
Oceanía.
4. A la fecha, en América Latina y el Caribe se han producido 7 informes de
ODM regionales interagenciales, 56 informes de ODM nacionales y más de
40 informes subnacionales. Estos son de diversa calidad y modalidad de
producción, pero en su gran mayoría representan herramientas
significativas, en muchas ocasiones fruto de una estrecha colaboración
entre el Sistema de Naciones Unidas y los gobiernos. También debemos
reconocer los programas conjuntos financiados por la Cooperación
Española a través del Fondo ODM, y ejecutados también con los gobiernos
y en colaboración interagencial. A pesar de ser un Fondo global, una
proporción muy importante de este fondo se concentra en nuestra región.
5. De un análisis que hemos hecho sobre la trayectoria de los ODM en los
UNDAF/MANUD, vemos que a partir del 2005 los ODM han tomado un
papel mucho más importante en la estructura de los programas. Mientras
que en el pasado los ODM se mencionaban tan sólo como instrumento
analítico, cada vez más se han ido incorporando en el MANUD como
herramienta para definir áreas concretas de cooperación y definir sus
indicadores de monitoreo y evaluación.
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6. Una herramienta significativa utilizada crecientemente por los países para
eliminar los obstáculos al logro de los ODM, es el Marco de Aceleración de
los ODM (conocida por sus siglas en inglés como MAF). Desarrollado por el
PNUD en 2010, obtuvo el apoyo del Grupo de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (UNDG), y ahora se está aplicando en más de 40 países,
incluyendo 8 en América Latina y el Caribe, y cubriendo toda la gama de
ODMs, contribuyendo en la consecución de aquellos objetivos que se han
quedado más rezagados.
7. El MAF ha permitido lograr identificar causas y manifestaciones de
desigualdad en la región, permitiendo proponer soluciones pragmáticas,
asequibles y con responsables empoderados en el proceso de diseño e
implementación de los respectivos planes de acción, incluso en el ámbito
subnacional: en Belice, en las áreas de agua y saneamiento y género; en
Costa Rica, en empleo para personas con discapacidad; en el Salvador,
Guyana y Perú en mortalidad materna, y en Colombia y Dominica en una
variedad de temas.
8. Si bien es cierto que conforme se avanza en el alcance de una meta, el
impacto del esfuerzo invertido puede empezar a experimentar
rendimientos decrecientes, este no ha sido el único obstáculo para alcanzar
los ODMs en la región. Cada día enfrentamos toda clase de retos:
instituciones sobrecargadas de trabajo y deficientemente equipadas,
procesos de descentralización incompletos, falta de seguridad,
discriminación contra mujeres, niñas, o población indígena, y otros tantos,
siguen siendo obstáculos para el alcance de los ODM en muchos países. El
MAF ha contribuido a avanzar a pesar de estos obstáculos y nos ha
mostrado una ruta efectiva, pero todavía queda mucho por caminar.
Sobre la agenda post-2015
9. El año 2015 representa el fin de un ambicioso ciclo en la agenda
internacional para el desarrollo, y al mismo tiempo una enorme
oportunidad para revisar los temas pendientes y mejorar la forma de
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atenderlos. Frente a ello, y en cumplimiento de los mandatos acordados
por los Estados Miembros en la Cumbre del Milenio en 2010 y la
Conferencia Rio+20 en 2012, el Secretario General ha facilitado un amplio
proceso deliberativo a nivel global, regional, y local, que llevará
eventualmente a la definición de una agenda post-2015 única y
comprensiva.
10.La entrega de este nuevo marco para la agenda-post 2015 es
responsabilidad última de los Estados Miembros. Para este propósito, el
sistema de las Naciones Unidas ofrecerá a éstos su apoyo técnico. El
Secretario General continuará liderando el proceso de elaboración de la
agenda, y presentará su visión para el post-2015 en el reporte que será
sometido a consideración de la Asamblea General en septiembre de 2013.
11.Este proceso, ya en marcha, implica una compleja arquitectura en la que
distintos actores de la comunidad internacional aportarán sus mejores
propuestas para alimentar dicha visión:
a. Un Panel de Alto Nivel, encabezado por los presidentes de Indonesia,
Liberia y el Reino Unido, y compuesto por líderes de sociedad civil,
sector privado, gobierno y el Asesor Especial del Secretario General
para la agenda post-2015, trabaja ahora mismo en una propuesta
para revisión del propio Secretario General en Mayo de 2013.
b. Tanto el Panel de Alto Nivel como el informe final que el Secretario
General presentará a la Asamblea General en septiembre de 2013, se
verán alimentados por distintos insumos, provistos por múltiples
instancias, entre las que destacan:
i. Una serie de consultas regionales, organizadas por las
comisiones económicas regionales, que en el caso de nuestra
región será coordinada de manera conjunta por la CEPAL y el
Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo en América
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Latina y el Caribe (UNDG LAC), el cual me honro en presidir
como Director Regional de PNUD.
ii. Una serie de consultas nacionales, que en nuestra región están
a cargo del PNUD, así como diversas consultas temáticas, todas
ellas con el propósito de: i) facilitar diálogos nacionales en más
de 50 países; ii) llamar a diálogos globales respecto a once ejes
temáticos; y iii) lanzar una campaña de participación amplia
con representantes de sociedad civil.
iii. Las propuestas generadas por la Red de Soluciones para el
Desarrollo Sostenible, red independiente compuesta por
centros de investigación y académicos para encontrar
soluciones a problemas ambientales, económicos, y sociales, y
liderada por el Asesor Especial del Secretario General para los
ODMs.
iv. Y las propuestas recogidas por el Pacto Mundial, que incluirán
las opiniones de empresas del sector privado y organizaciones
de la sociedad civil que participan en iniciativas de desarrollo
sostenible con la ONU en todo el mundo.
c. Aunado a lo anterior, el llamado Grupo Abierto de Trabajo, con
apoyo del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA,
por sus siglas en Inglés) y el PNUD, e informado por consultas con
Estados Miembros, elaborará una propuesta sobre los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) para revisión de la Asamblea General,
también en septiembre del próximo año.
d. La coordinación de este proceso involucra a un extenso equipo del
más alto nivel dentro del Sistema y una intensa interacción con los
representantes de los Estados Miembros y otros actores, con el
propósito de poner a consideración de la Asamblea General
propuestas que se encuentre a la altura de los retos que
enfrentamos. Esta coordinación involucra a:
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i. Un Asesor Especial del Secretario General para la agenda post2015, con rango de Secretario General Adjunto y miembro exoficio del Panel de Alto Nivel. En representación del Secretario
General, este Asesor Especial coordinará la búsqueda de
consensos entre Estados Miembros, actores de la ONU y
audiencias externas clave.
ii. Un Grupo Informal de Coordinación Ejecutiva, a cargo de
facilitar la coordinación y coherencia de recursos y flujos de
trabajo dentro de Naciones Unidas en este tema, y que
consiste en cuatro funcionarios con nivel de Secretario General
Adjunto (SGA), incluyendo al Asesor Especial del Secretario
General antes mencionado, el SGA para el Desarrollo
Económico del Departamento de Asuntos Económicos y
Sociales (DESA), el SGA para Políticas de Desarrollo de PNUD, y
el SGA para Políticas y Programas de ONU-Mujeres.
iii. Un Secretariado para la agenda 2015, que con el fin de
procurar la coordinación y la coherencia de todo el proceso,
apoya de manera transversal a los distintos grupos de trabajo
que participan en la coordinación de esta compleja tarea.
12.Como parte de esos esfuerzos, y en el marco de esta estructura, el PNUD y
la OPS estamos coordinando la construcción de una visión conjunta de las
agencias que conforman el UNDG LAC, y que contenga lo mejor de nuestro
aprendizaje en el terreno durante los últimos años. La próxima semana
habremos de reunirnos en Nueva York con ese propósito, y el producto de
nuestra conversación será nuestro aporte a la consulta regional que junto
con CEPAL llevaremos a cabo en marzo del próximo año, en Colombia.
13.Muchos de los temas que serán propuestos en esta discusión regional son
producto de lo que hemos aprendido gracias al trabajo incansable de esta
comunidad de práctica, y será esta misma comunidad la responsable de
hacer del resultado de esa discusión una realidad en el terreno.
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14.Las posibles formas que la nueva agenda para el desarrollo tomará en
nuestra región son múltiples. Sin embargo, creemos que cualquiera que sea
el resultado, deberá considerar algunos de esos temas, a veces bien
conocidos –-y en los cuales todavía hay mucho por hacer--, y a veces
emergentes pero que ya se adivinan como retos futuros importantes, todos
ellos compartidos por una significativa mayoría de nuestros países:
a. Los retos que para el año 2015 enfrentaremos como región de países
de ingreso medio, y en algunos casos, alto, con la excepción de Haití.
Será crucial recordar que encontrarnos en esta categoría de análisis
no implica que hayamos superado las metas que tenemos
pendientes en términos de pobreza y otros temas, y también evitar
quedar excluidos de la discusión global sobre el desarrollo futuro. Es
fundamental entender lo que hace única a nuestra región en la
agenda para el desarrollo de los próximos años.
b. La desigualdad, cuya reducción en el futuro exigirá atender sus
causas estructurales mediante mayor equidad fiscal y formas cada
vez más eficientes de cooperación, sobre todo con respecto a todos
aquellos que no vieron ningún beneficio para sí como producto de
casi una década de crecimiento en la región. Este es el caso de
nuestros jóvenes: en América Latina hoy el 18.5% de personas entre
15 y 18 años de edad no estudian ni trabajan; se trata de 9.4 millones
de jóvenes, de los cuales el 54% son mujeres. Nuestra región es la
más desigual del mundo, y las expresiones de esa desigualdad se
concentran en grupos específicos.
c. El medio ambiente, particularmente luego del proceso de Río+20,
que nos enseñó que la preparación técnica es vital, pero que no
alcanza si los incentivos políticos de los actores clave no reciben la
consideración suficiente. La riqueza ambiental de la región es
innegable: contamos con seis de los países más biodiversos del
mundo (Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela), y
nuestro Cono Sur alberga a más del 40% de la biodiversidad de la
tierra y más de una cuarta parte de sus zonas boscosas.
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Conocimiento técnico e intensas negociaciones serán cruciales para
aprovechar responsablemente este potencial, estableciendo
esquemas de incentivos a la inversión pública y privada que procuren
la conservación de nuestros ecosistemas, y que promuevan de
manera sostenible los beneficios económicos de actividades como la
agricultura, la pesca o el turismo.
d. La vulnerabilidad que todavía enfrentan muchos de nuestros países
en términos de shocks económicos y asociados al medio ambiente, y
que de un golpe suelen derribar los logros acumulados con tanto
esfuerzo. En países como Bolivia, Ecuador, El Salvador, México o
Perú, se ha encontrado que fenómenos como las sequías, las
inundaciones o los terremotos, no han tenido sólo un impacto
inmediato en el capital físico, sino también un impacto de largo plazo
en el capital humano acumulado, al interrumpir, y mantener en
rezago, el acceso de grupos significativos de población (que ya se
encontraban en severa desventaja) a los servicios educativos y de
salud.
e. La seguridad ciudadana, que en nuestra región se ha convertido en
un problema grave y sumamente complejo. Las cifras son bien
conocidas: mientras que la tasa de homicidios en el mundo es de 6,9
por cada 100 mil personas, en muchos de nuestros países la cifra es
de más de 20, y en un par de ellos rebasan los 60 por 100 mil. La
inseguridad afecta los ingresos de las personas, la productividad de
las empresas y el capital social de las sociedades, y a la larga puede
afectar también la fortaleza del régimen democrático. Sobre este
tema, hemos reunido a un grupo importante de expertos que está
preparando un informe regional que publicaremos el año próximo, y
que contribuirá a la discusión sobre opciones concretas de política
pública en la materia.
f. Y finalmente, la forma en que concebimos el bienestar y el desarrollo
en general, conscientes, cada vez más, que el crecimiento económico
no es lo único que importa. Debemos ser capaces de incorporar en
nuestro quehacer cotidiano aquellas dimensiones del bienestar
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todavía ausentes y tan diversas como la calidad del empleo, el
empoderamiento, el uso del tiempo (y la experiencia vivida a partir
de ese uso del tiempo), la dignidad, el bienestar psicológico, el
bienestar, y la felicidad.
15.Con estos temas en mente, los invito a pensar y a conversar de manera
estratégica en esta reunión, con miras a fortalecer aquello que ya hacemos
bien, a identificar de manera realista y autocrítica las debilidades de
nuestro trabajo, y a tratar de generar nuevas rutas de trabajo, creativas y
eficientes. Una reflexión así contribuirá a la construcción de una agenda
regional sólida para los próximos años, y por ende a lograr un impacto
positivo cada vez más determinante en los países en los que trabajamos y
para beneficio de la gente. Les deseo el mejor de los éxitos en esta
reunión.
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