<img class="alignleft size-medium wp-image-61" style="margin: 20px;" title="Ejercicio F[isico" src="http://entrenatuvida.files.wordpress.com/2011/06/physical-training-benefits.jpg?w=300" alt="" width="300" height="199" />¿Entrenarse, es necesario? Si yo no voy a correr ninguna carrera, si no juego en ningún equipo, si no soy deportista, ¿por qué entrenarme? Bueno, quizás la pregunta no sea "por qué", sino más bien: "para qué" entrenarme. Aprovecho este "cambio" de pregunta como disparador para conversar acerca de la importancia de hacerse las preguntas adecuadas, en el momento oportuno. Es parte de nuestra herencia cultural el hacernos constantemente la pregunta ¿Por qué...? Y este comportamiento obedece principalmente a la incorporación por repetición de una fundamental: desde muy pequeños en nuestra vida aprendemos que existe un motivo para todo, una causa para un efecto, acción y reacción, etc. Seguramente, por experiencia propia, recordarán de padres, maestros, parientes ¿Fulanito, porqué hiciste tal cosa? ¿Menganita, por qué hiciste tal otra? Como si uno, a tan temprana edad, pudiera saber, el 100% de las veces, las causas que motivaron cada una de nuestras acciones... ¿Está mal preguntar el por qué de las cosas? Evidentemente, no. Necesitamos esa información para hacer frente a muchos aspectos funcionales y prácticos de nuestra supervivencia. Lo que quiero plantear ahora es la importancia de incorporar a nuestra vida la pregunta del ¿Para qué hacemos lo que hacemos...?". El "por qué" invariablemente referencia al pasado. Siempre vamos a buscar una causa al pasado para este efecto que sucede en el presente. En cambio, la pregunta "para qué" nos conecta con el futuro. Para responder a esa pregunta, necesitamos encontrar un objetivo en el futuro al que pretendemos llegar con esa acción. Y si la pregunta ¿para que hago lo que hago? tiene como respuesta un "no se", tendremos que buscar en nuestros resultados. Esos resultados están siendo el objetivo al cual se encaminan nuestros "haceres", nuestras acciones. Te propongo el <strong>entrenamiento # 1</strong>: Preguntarte ¿Para qué hago lo que hago? en cada dominio de tu vida, como por ejemplo: ¿Para qué me levanto / no me levanto cada día? ¿Para qué trabajo / no trabajo en esta empresa? ¿Para qué convivo / no convivo con mi familia ó con esta/s persona/s? ¿Para qué obtengo / no obtengo el dinero que deseo? ¿Para qué me relaciono / no me relaciono con mis amigos/clientes/proveedores/colaboradores? ¿Para qué me alimento / no me alimento de la forma en que lo hago? ¿Para qué hago / no hago ejercicios físicos? ¿Para qué dispongo / no dispongo momentos de ocio? ¿Para qué planifico / no planifico mi futuro? ¿Para qué pienso / no pienso en el día en que ya no esté en este mundo? ¿Para qué busco / no busco momentos de intimidad (conmigo mismo/con otro/s, con lo trascendente)? ¿Para qué disfruto / no disfruto de la vida? Te deseo un buen entrenamiento, para distinguir, elegir y ser feliz!