ABORTO IMPUNE Rama del Derecho: Derecho Penal. Descriptor: Derecho Penal Especial. Palabras Claves: Aborto Impune, Aborto Terapéutico, Ficha Técnica sobre el Aborto Impune, Artículo 121 del Código Penal. Fuentes de Información: Normativa, Doctrina y Jurisprudencia. Fecha: 21/05/2019. Nombre del Investigador: Simons Salazar García. Contenido RESUMEN ...................................................................................................................................2 NORMATIVA ............................................................................................................................. 2 El Aborte Impune................................................................................................................2 DOCTRINA .................................................................................................................................2 Comentarios a la Artículo 121 del Código Penal .....................................................2 Aborto Terapéutico. Causa de Justificación Especial .............................................3 Comentario de Política Criminal sobre el Aborto Impune...................................3 JURISPRUDENCIA ....................................................................................................................4 1. Constitucionalidad del Artículo 121 del Código Penal ..................................4 2. Ficha Técnica sobre el Aborto Impune y el Recurso de Amparo ...............5 3. El Aborto Impune como Limitante al Derecho a la Vida ............................... 7 1 RESUMEN El presente informe realiza una reseña sobre el tema del Aborto Impune, para lo cual se consideran los supuestos normativos del artículo 121 del Código Penal, además se aportan el criterio de la doctrina nacional y algunas resoluciones de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y el Tribunal de Casación de la Sentencia en Materia Penal. NORMATIVA El Aborte Impune [Código Penal]i Artículo 121. Aborto impune. No es punible el aborto practicado con consentimiento de la mujer por un médico o por una obstétrica autorizada, cuando no hubiere sido posible la intervención del primero, si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y éste no ha podido ser evitado por otros medios. DOCTRINA Comentarios a la Artículo 121 del Código Penal [Llobet Rodríguez, J. y Rivero Sánchez, J.M.]ii [P. 80] Aborto necesario o terapéutico. Se trata de una causa de justificación especial (así: Bustos Ramírez, P.E., p. 66; Terán, T.lll, p, 212) Algunos han considerado que no era necesaria regularla expresamente, ya que está comprendida por el estado de necesidad (art. 27 del C.P.). El criterio que ha imperado es que el aborto terapéutico es más amplio que el estado de necesidad contemplado en la parte general Así para que exista éste se requiere que el mal que se quiere evitar sea inminente, más en el aborto terapéutico no se requiere esto, puesto que el peligro para la vida o salud de la madre puede ser futuro (así Soler. T.lll, p. 105; Creus, T.l.p. 69; Laje Anaya. T.l, p. 62; Terán, [P. 81] T.ll, p. 214; Fontán. Derecho..., p. 76; Manigot, T.l, p. 277-278). Está contemplado no sólo el peligro para la salud tísica, sino también para la mental (así: Bustos Ramírez, P.E, p. 66; Tocora, p. 62. En contra: Terán, T.lll, p. 215). Mientras en el estado de necesidad no hay limitación subjetiva de los sujetos que pueden actuar basándose en esa justificante, en el aborto terapéutico sólo se permite que lo lleve a cabo un médico, y en caso de ausencia de éste una obstétrica autorizada. A diferencia 2 del estado de necesidad se necesita el consentimiento de la madre. No puede suplir la falta de consentimiento de ésta, la conformidad de los parientes de ella (así: Creus, T.l, p. 69). Si falta el consentimiento de la madre solo se podrá practicar el aborto cuando se den los supuestos del estado de necesidad. Aborto Terapéutico. Causa de Justificación Especial [Jiménez González, E.]iii [P. 24] Es preciso aclarar que, a pesar de que las causas de justificación constituyen un instituto jurídico del derecho penal general, y de esa forma se regulan en nuestro Código Penal, en el caso del aborto, el legislador decidió regular de manera específica una causa de justificación, sea la contemplada en el numeral 121 de dicho cuerpo legal y que se denomina aborto terapéutico. [P. 25] Tal y como lo señalan Llobet Rodríguez y Rivero Sánchez (1989: 196), algunos han considerado que no era necesaria la regulación expresa del aborto terapéutico, ya que su normativa está comprendida por el estado de necesidad justificante conforme a lo dispuesto en el artículo 27 del Código Penal. En términos sencillos, el aborto terapéutico regula la situación en que quien ejerza la medicina o la obstetricia se vean obligados a provocar un aborto como la única opción para evitar un peligro para la vida o la salud de la madre, por lo que es necesario el consentimiento de la mujer para proceder de esa forma. Es en razón de lo anterior, como lo consideran los autores antes mencionados, que se estima que el aborto terapéutico es más amplio que el estado de necesidad justificante regulado en la parte general del Código Penal; concretamente, por cuanto para que se pueda aplicar esta figura jurídico-penal se requiere el consentimiento de la mujer y, además, solo se contempla para quien ejerza la medicina y la obstetricia, de tal modo que se exceden los parámetros normativos generales del estado de necesidad. Comentario de Política Criminal sobre el Aborto Impune [Sanz Mulas, N. y García Chaves, A.]iv [P. 228] Lo anterior expuesto sirve para concluir que en el caso del aborto y de cualquier otra acción que conlleve manipulación de embriones, el país es rígido en cuanto a que debe ser sancionado penalmente, y su política criminal en cuanto al tema ha sido esa de manera constante. Así, en los numerales 118 a 122 del Código Penal, se regula lo relacionado con el aborto, siendo que dichos tipos no han sufrido modificación alguna desde el año 1970. Esta situación, en la que únicamente no será sancionado el aborto realizado por un médico u obstetra para evitar un peligro para la 3 vida o la salud de la madre, hace que la práctica de abortos en la clandestinidad sea constante, y además evidencia lo intrascendente de la voluntad de la [P. 229] mujer y de las situaciones particulares del embarazo (enfermedad, no deseado, producto de una violación, etc). En síntesis, y de manera escueta, puede indicarse que los cambios y regulaciones recién expuestos permiten ver la política criminal rígida (e incluso excesiva) en cuanto a protección de la vida que ha sostenido Costa Rica. JURISPRUDENCIA 1. Constitucionalidad del Artículo 121 del Código Penal [Sala Constitucional]v Voto de mayoría: VII. Otro punto discutido por el accionante es el relacionado con la figura contenida en el artículo 121 del Código Penal que recoge lo que en doctrina se conoce como el aborto terapéutico y que señala que no será punible el aborto que se practique con el consentimiento de la mujer por un médico -o por una obstétrica autorizada, cuando no hubiere sido posible la intervención del primero- si dicha acción se realiza con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y dicho peligro no pudo ser evitado por otros medios. El recurrente solamente se limita a reclamar la inconstitucionalidad de aquella parte que deja sin punir el aborto practicado para evitar un peligro en la salud de la mujer, de manera que solo sobre ella se pronuncia la Sala. Al respecto, tal y como lo señala la Procuraduría en su informe, lo que está en juego aquí es la corrección de la decisión tomada por el legislador en lo referente a la penalización de una conducta y el eje de la tesis del accionante es que se ha preferido un bien jurídico de menor jerarquía como la salud frente a otro de mayor jerarquía como lo es la vida. Sin embargo, y en consonancia con la doctrina y legislación comparada sobre el tema, debe anotarse que cuando se habla de un peligro para la salud de la madre, se trata de una amenaza grave y seria que aún cuando no pone directamente en riesgo su vida (caso en que sería de aplicación el otro supuesto normativo), representa un peligro de lesión a su dignidad como ser humano de tal magnitud que -por ello mismo- el cuerpo social no está en situación de exigirle que la soporte, bajo la amenaza de una penalización. Es necesario entender entonces que la exclusión de penalidad operará entonces en el caso de darse una confrontación de dos bienes jurídicos y dos valores constitucionales, no de diferente rango, sino de rango equivalente. En tal supuesto4 cuyas variables concretas la Sala no puede ni debe enlistar en abstracto sino que corresponde verificar y declarar a las autoridades judiciales competentes- no resulta en absoluto desacertado ni menos aún inconstitucional que el legislador se haya abstenido de sancionar la preferencia que se haga por la salud la mujer, si esta va a resultar gravemente lesionada por el embarazo al grado de verse afectado, también de forma grave, su dignidad como ser humano y eventualmente su vida. Con esta perspectiva, para la Sala resultan conciliados el texto normativo impugnado y las nociones de derecho constitucional aplicables a la función punitiva del Estado, tal y como ésta fueron descritas más arriba, de tal manera que no existe ninguna colisión irreconciliable que amerite la anulación de la norma discutida. 2. Ficha Técnica sobre el Aborto Impune y el Recurso de Amparo [Sala Constitucional]vi Voto de mayoría 1.- Por escrito recibido en la Secretaría de la Sala a las 14:10 horas del 30 de mayo de 2018, el recurrente interpone recurso de amparo contra el MINISTERIO DE SALUD, y manifiesta lo siguiente: que la ministra de Salud, Giselle Amador, informó por medio de la prensa el 29 de mayo del 2018 que la norma técnica para regularizar el abortoimpune en Costa Rica "no se va a tocar en este momento" y que "en este momento está sin prioridad para nosotros". Sostiene que dicha norma técnica regulará el artículo 121 del Código Penal, el cual indica que "no es punible el aborto practicado con consentimiento de la mujer por un médico o por una obstétrica autorizada, cuando no hubiere sido posible la intervención del primero, si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y éste no ha podido ser evitado por otros medios" . Detalla que la inexistencia de una norma técnica para regularizar el aborto impune pone en riesgo la salud de todas las mujeres embarazadas en Costa Rica. Estima que esta Sala le debe obligar al Ministerio de Salud que emita la norma técnica necesaria para regularizar el aborto en un plazo prudencial. Solicita el recurrente que se declare con lugar el recurso, con las consecuencias de ley. 2.- El artículo 9 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional faculta a la Sala a rechazar de plano o por el fondo, en cualquier momento, incluso desde su presentación, cualquier gestión que se presente a su conocimiento que resulte ser manifiestamente improcedente, o cuando considere que existen elementos de juicio suficientes para rechazarla, o que se trata de la simple reiteración o reproducción de una gestión anterior igual o similar rechazada. 5 Redacta la Magistrada Hernández López; y, Considerando: I.- El recurrente no interpone este amparo a favor de una persona concreta, ni acusa que el acto que considera ilegítimo se haya traducido en un acto u omisión específica que implique un agravio o amenaza de agravio personal, directo y cierto en perjuicio de los derechos fundamentales de una persona determinada. De hecho, según se desprende de lo indicado en el propio escrito de interposición, lo que se procura en el fondo con el amparo es que esta Sala realice un control y pronunciamiento en abstracto respecto de lo planteado por el gestionante. Ello determina el rechazo del presente amparo. Según se desprende, el recurrente impugnan las declaraciones de la Ministra de Salud respecto de la ficha técnica del aborto impune; no obstante, lo hace en abstracto, pues no alega alguna situación concreta donde se está afectando a una mujer. En este sentido, de conformidad al artículo 48 de la Constitución Política, así como los artículos 1 y 2, en relación con el 29 y siguientes, de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, el recurso de amparo ha sido instituido como un proceso sumario que tiene por propósito exclusivo garantizar o restablecer el goce de los derechos fundamentales consagrados por el Derecho de la Constitución -con excepción de los protegidos a través del hábeas corpus-, violados o amenazados, de forma directa, a su titular. Su intención no es la de servir como un instrumento genérico para garantizar el derecho a la legalidad, por medio del cual sea posible accionar contra toda clase de posibles quebrantos constitucionales o legales, a efectos de controlar la validez abstracta de cualquier norma, acto u omisión. En cuanto a este tema, esta Sala, en la sentencia número 363-91 de las 16:01 horas del 13 de febrero de 1991 , estimó: "Como puede observarse, la legitimación en este tipo de recurso no es de carácter objetivo, en el sentido de que se permita por esta vía controlar la validez abstracta de cualquier disposición de la Administración Pública. Muy por el contrario, éste es un recurso subjetivo, en cuanto sirve para la tutela de derechos fundamentales consagrados tanto a nivel constitucional como del Derecho Internacional vigente en la República. La legitimación, en consecuencia, en la acción de amparo, se mide por el perjuicio o la lesión infringida al accionante, o de la persona en favor de la cual se promovió el recurso, y no a cualquier individuo por el simple interés a la legalidad." Tales consideraciones son aplicables al caso en estudio, pues este Tribunal no encuentra razones para variar el criterio vertido en dicha sentencia, ni motivos que lo hagan valorar de manera distinta en la situación planteada. Por la sola indeterminación subjetiva, no corresponde ventilar el asunto por medio de la vía del amparo, puesto que lo reclamado no señala la violación del derecho fundamental de alguna persona, lo que implica que será ante las autoridades administrativas competentes, en donde deberán plantearse los hechos que sirven de base a este amparo y cuestionar la 6 omisión en disputa, a fin de que se resuelva lo que en derecho corresponda. Así las cosas, el presente recurso es inadmisible y procede su rechazo de plano el recurso, como al efecto se declara. II.- DOCUMENTACIÓN APORTADA AL EXPEDIENTE. Se previene a la parte recurrente que de haber aportado algún documento en papel, así como objetos o pruebas contenidas en algún dispositivo adicional de carácter electrónico, informático, magnético, óptico, telemático o producido por nuevas tecnologías, éstos deberán ser retirados del despacho en un plazo máximo de 30 días hábiles contados a partir de la notificación de esta sentencia. De lo contrario, será destruido todo aquel material que no sea retirado dentro de este plazo, según lo dispuesto en el "Reglamento sobre Expediente Electrónico ante el Poder Judicial", aprobado por la Corte Plena en sesión N° 27-11 del 22 de agosto del 2011, artículo XXVI y publicado en el Boletín Judicial número 19 del 26 de enero del 2012, así como en el acuerdo aprobado por el Consejo Superior del Poder Judicial, en la sesión N° 43-12 celebrada el 3 de mayo del 2012, artículo LXXXI. 3. El Aborto Impune como Limitante al Derecho a la Vida [Tribunal de Casación Penal de San Ramón]vii Voto de mayoría II.- SEGUNDO MOTIVO DE CASACIÓN POR TRANSGRESIÓN DE NORMAS PROCESALES (forma). Infracción a la garantía del Debido Proceso en las modalidades de "Principios de Contradictorio, Inmediación, Oralidad" y Derecho de Defensa". Como soporte legal de este reclamo se invocan los numerales 142, 175, 178, 326, 238, 333 y 334 todos del Código Procesal Penal. La parte recurrente protesta en esta hipótesis de discordia por el irrespeto al principio constitucional del Debido Proceso, concretamente en los principios de oralidad, contradictorio e inmediación, los cuales deben cobrar vigencia sin excepción alguna en todos los litigios de naturaleza penal. Se reclama la ausencia de recepción de la declaración testimonial de colaborador confidencial identificado con el alias de "T.", sujeto que según lo expresado por los agentes de la policía judicial fue quien realizó todas las compras de droga el encartado. Destaca la condición de testigo ofrecido por el ente acusador, sin embargo, ante la imposibilidad de su localización, se emite un veredicto condenatorio en contra del acusado H.. En su opinión este fallo se encuentra cimentado exclusivamente en prueba referencial, de allí que fuere necesaria la recepción del testimonio de este auxiliar de identidad protegida para permitir la examen de su versión a la luz de los principios de oralidad, inmediación y contradictorio que rigen la etapa del juicio. Asimismo el ejercicio del derecho de defensa resulta cercenado ante la imposibilidad de interrogar al colaborador confidencial. En apoyo de su posición pone en evidencia que la compraventa de droga del operativo final no pudo ser observada por la fiscal ni por la 7 defensora, y ha sido éste sujeto quien entregó la droga adquirida a la representante del Ministerio Público. Estas particulares condiciones motivan a calificar como esencial la evacuación de este testimonio sin cuya recepción estima no se podía dictar un fallo condenatorio. Concluye este enfoque de molestia al sostener que bajo estas condiciones el tribunal de juicio no ha contado con la oportunidad de analizar la información derivada de esta persona a la luz de las reglas de la sana crítica racional. No puede prosperar este supuesto de reclamo. Resulta oportuno iniciar la fundamentación de este apartado resaltando una de las características de los Derechos Fundamentales, consistente en la posibilidad de que se produzcan bajo ciertos supuestos, limitaciones. Una muestra de ello se encuentra en e l más importante de estos derechos como lo constituye “la inviolabilidad de la vida humana” regulado en el artículo 21 de la Constitución Política de la República de Costa Rica , el cual b ajo ciertas premisas puede ser transgredido, por ejemplo en los casos de legítima defensa, artículo 28 del Código Penal o también en el supuesto del aborto impune previsto en el artículo 121 del mismo cuerpo legal . Igual circunstancia se presenta con los derechos de los acusados, los que bajo supuestos excepcionales pueden ser restringidos , en este orden de ideas, pueden citarse la limitación precautoria de su libertad ambulatoria, o incluso una medida más drástica como el decreto de su incomunicación (cfr. artículos 238 y 261 del Código Procesal Penal). En la constelación de derechos que informa un ordenamiento jurídico existen múltiples principios que en algunas circunstancias chocan entre sí y obligan a su ponderación. Es así como los derechos del imputado en algunos supuestos entran en abierta contradicción con los propios de víctimas y testigos, en consecuencia, en cada caso específico se debe efectuar una ponderación para determinar la prevalecencia. El autor Robert Alexi explica esta situación al sostener que un principio es una regla, añadiendo que existen varios tipos de reglas. Agrega que la regla es el género y la norma es la especie. Un ejemplo de norma es una ley escrita. Una norma legal es un ejemplo también de norma. La norma tiene una dimensión de vigencia, la norma está vigente a partir de un momento determinado, el principio por el contrario, tiene una dimensión de validez no de vigencia, entonces un principio es válido o no, pero no vigente o no. Los principios son reglas de optimización , lo que quiere decir que hay que aplicarlos lo más posible en ponderación con otros principios y con las normas. Se debe realizar un ejercicio intelectivo para aplicar un principio sobre otro, en algunos casos hay choques entre normas escritas y principios, hay que explicar los motivos por lo que rige más uno que otro (ALEXY, Robert, Teoría de los derechos fundamentales, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1993, 607 pp). En este discurso de ideas se ha de mencionar que si bien es cierto, la etapa plenaria o de juicio es la fase esencial del proceso ordinario penal, tal y como se dispone en el numeral 326 de la ordenanza instrumental penal cuando se afirma: "Principios. El juicio es la fase esencial del proceso. Se realizará sobre la base de la acusación, en forma, oral, pública y contínua", estos rasgos característicos, al igual que todos los derechos, incluso la inviolabilidad de la 8 vida, no poseen una naturaleza irrestricta o ilimitada. De manera ilustrativa se puede citar algunas excepciones que se encuentran previstas en el Código Procesal Penal, surge el artículo 334 que prevé algunas supuestos de excepción al principio de oralidad, el artículo 330 contiene las reservas a la regla de publicidad y finalmente el numeral 336 contiene la regulación de las salvedades a los corolarios de continuidad y suspensión. Ahora bien, el motivo específico de agravio radica en la emisión de una sentencia condenatoria en la que no se recibió la declaración del colaborador confidencial, en las palabras del propio recurrente, ante la imposibilidad de su localización. Literalmente se expone en el recurso de casación esta circunstancia al indicarse: "Es así como en la etapa de contradictorio se recibe el testimonio de los investigadores antes indicados, no así el testimonio del colaborador confidencial alias "T.", pese a (sic) de acuerdo a lo declarado por los testigos de cargo que se recibieron en debate, fue quien realizó las transacciones de compra de droga al encartado A." (cfr. folio 171 vto). Retomando los argumentos plasmados sobre los principios jurídicos ha de indicarse que ante esta situación de imposibilidad de contar la declaración de un testigo determinante para profundizar en la averiguación de la verdad real de un suceso acusado, para el propio ejercicio de la defensa, coexisten otras reglas de no menor trascendencia como el principio de tutela judicial efectiva regulado en el numeral 41 de la carta magna patria, la obligación de emitir un sentencia definitiva en un plazo razonable, artículos 4 del Código Procesal Penal, 2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, 7.5 de la Convención Americana de Derechos Humanos, 10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. La imposibilidad de contar con un testigo debidamente admitido para juicio constituye una circunstancia expresamente resuelta por el legislador en el numeral 353 del Código Procesal Penal, norma jurídica que bajo el título de "Incomparecencia" establece: "Cuando el perito o testigo, oportunamente citado, no haya comparecido, quien preside ordenará que sea conducido por medio de la fuerza pública y solicitará a quien lo propuso que colabore con la diligencia. Si el testigo no puede ser localizado para su conducción por la fuerza pública, el juicio continuará con prescindencia de esta prueba". En el caso bajo estudio, el órgano jurisdiccional actúa conforme a derecho al decidir continuar el debate sin la recepción del aludido testigo, con la justificación de no poder precisar su paradero, motivo que no es cuestionado en la impugnación ensayada. Estos razonamientos conducen a la desestimación de este supuesto de casación. La necesidad de recibir el testimonio del colaborador confidencial como presupuesto indispensable para la emisión de una sentencia condenatoria es otro enfoque de impugnación promovido la defensa del acusado. Este cuestionamiento tampoco es compartido por los suscriptores de este veredicto, el grado de conocimiento requerido para la emisión de una sentencia de esta naturaleza se ha alcanzado plenamente de la evaluación sistemática y acorde a las reglas de la sana crítica racional que se desarrollado en el pronunciamiento emitido por el Tribunal de Juicio. Estas razones ya han sido abordadas en el tratamiento del motivo primero de casación de tal manera que no se pretende reiterar estos 9 argumentos en este momento pues tal labor resulta innecesaria, basta con efectuar una sinopsis de estos argumentos. Desde el inicio de la investigación, la fuentes de denuncias anónimas, señalan al aquí encartado H., añadiendo su sobrenombre "Ca." como la persona que se dedicaba a la venta de drogas en las inmediaciones de la iglesia de Cedral de San Carlos. Igualmente se informa que su método de comercialización de estupefacientes es el servicio "express" para cual cual utiliza su teléfono celular. Igualmente se han practicado tres compras previas y un operativo probatorio final mediante la utilización de un colaborador confidencial, sin embargo, las dos primeras compras han sido filmadas y estos videos se han reproducido durante el juicio oral y público, afirmando el tribunal sentenciador las razones por las que consideró que efectivamente el aquí encartado es la persona que aparece junto al colaborador confidencial en estas dos transacciones de compra-venta de drogas. Finalmente la adquisición de clorhidrato de cocaína en el operativo probatorio final fue observada por el oficial de investigación C. quien incluso pudo ver cuando el justiciable lanzó al suelo los billetes que habían sido identificados por su número de serie y que previa requisa fueron entregados al colaborador confidencial para su uso esta negociación. Adicionalmente se decomisó al justiciable el teléfono celular al que se contactaba para fijar las condiciones de estas compras y que el propio encartado reconoció como de su propiedad. Por último se ha de indicar que las evidencias recolectadas en todas las negociaciones fue analizada en el Departamento de Química Analítica del Organismo de Investigación Judicial, determinándose en todos los casos que se trataba de clorhidrato de cocaína. Bajo este panorama de mérito resulta evidente que se ha logrado obtener el grado de certeza para la emisión de una sentencia condenatoria a pesar de la incomparecencia del colaborador confidencial como testigo por lo que esta causal de agravio se rechaza. 10 ADVERTENCIA: El Centro de Información Jurídica en Línea (CIJUL en Línea) está inscrito en la Universidad de Costa Rica como un proyecto de acción social, cuya actividad es de extensión docente y en esta línea de trabajo responde a las consultas que hacen sus usuarios elaborando informes de investigación que son recopilaciones de información jurisprudencial, normativa y doctrinal, cuyas citas bibliográficas se encuentran al final de cada documento. Los textos transcritos son responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan el pensamiento del Centro. 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(1989). Comentarios al Código Penal. (Análisis de la Tutela de los Valores Fundamentales de la Personalidad). Editorial Juricentro. San José, Costa Rica. Pp 80 y 81. iii JIMÉNEZ GONZÁLEZ, Edwin. (2015). Derecho Penal Especial para Cientistas Policiales. Editorial de la Universidad Estatal a Distancia (EUNED). San José, Costa Rica. Pp 24-25. iv SANZ MULAS, Nieves y GARCÍA CHAVES, Alberto. (2017). Manual de Política Criminal. Editorial Jurídica Continental. San José, Costa Rica. Pp 228-229. v SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Sentencia 2792 de las catorce horas con cincuenta y tres minutos del diecisiete de marzo del dos mil cuatro. Expediente: 02007331-0007-CO. vi SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Sentencia 9089 de las nueve horas veinte minutos del doce de junio de dos mil dieciocho. Expediente: 18-008299-0007-CO. vii TRIBUNAL DE CASACIÓN PENAL DEL TERCER CIRCUITO JUDICIAL DE ALAJUELA, SECCIÓN PRIMERA. SAN RAMÓN. Sentencia 505 de las dieciséis horas treinta minutos del dieciséis de noviembre de dos mil once. Expediente: 10-202862-0306-PE. 11