1 NICARAGUA 1. Rasgos generales de la evolución reciente En 2011, la economía de Nicaragua creció un 4,7%, con lo que consolidó el crecimiento del 4,5% observado en 2010. Este repunte está apoyado en el aumento de la demanda interna, resultado de un incremento del ingreso disponible y del crédito al sector privado, que facilitaron el crecimiento del consumo y la demanda de vivienda. La inflación se situó en un 7,9%, frente al 9,2% de 2010. Por su parte, el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos se ubicó en un 17,8% del producto, frente al 14,7% de 2010. Dicho déficit fue financiado, en parte, por el significativo aumento de la inversión extranjera directa (IED), que prácticamente se duplicó en 2011 al aumentar un 90,5% y alcanzar un 13,2% del PIB. Esto permitió el cumplimiento del programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y para 2012 se estima que el crecimiento económico podría situarse en torno al 5%. 2. La política económica a) Política fiscal Las reformas a la Ley de equidad fiscal (aprobadas a fines de 2009), que tuvieron un impacto completo en 2011, y la política fiscal contemplada en el programa económico financiero del gobierno permitieron que el gobierno central cerrara con un superávit del 0,5% del PIB después de donaciones (frente a un déficit del 1% en 2010). El aumento de los ingresos tributarios equivalente al 2,9% del PIB se destinó, entre otras cosas, a cancelar adeudos con el sector eléctrico. Ello permitió el cumplimiento de los acuerdos con el FMI en todas sus metas cuantitativas y un avance importante en las medidas de reestructuración de la economía. La mejora de los resultados de las finanzas públicas se reflejó en que el resultado del sector público no financiero después de donaciones pasó de un déficit del 0,5% en 2010 a un superávit del 0,5% a fines de 2011 (-1,9% en 2009). En el aumento del 24% de los ingresos tributarios fue importante el alza del 33,4% de los tributos directos, seguido por un incremento del 29% en los ingresos por impuestos al comercio exterior, incluido el IVA por importaciones y el 14,3% del IVA interno. Por su parte las empresas públicas dieron a conocer incrementos del 15,2% en sus ingresos, principalmente como resultado de aumentos en los ingresos de la Empresa Nicaragüense de Energía Eléctrica y la Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica, del 44% y el 9,3% respectivamente. La mejora en la recaudación permitió aumentar el presupuesto orientado a la reducción de la pobreza en un 16%, lo que posibilitó que se sitúe en un 12,9% del PIB a fines de 2011. Por su parte, el gasto del sector público no financiero tuvo un aumento del 15,8% al reflejar el incremento del gasto corriente del gobierno central del 17,4%, en particular como 2 consecuencia de los gastos relacionados con el proceso electoral y los aumentos salariales en el sector público. Otro rubro importante fue el orientado a la inversión pública del gobierno central, que se ejecutó en un 95,7% al situarse en 7.263,1 millones de córdobas (13,1% superior a lo ejecutado en 2010). Las empresas públicas ejecutaron el 91,3% de lo programado (2.260,8 millones de córdobas), es decir, un monto un 99,4% mayor al de 2010. En cuanto al comportamiento de la deuda, en consonancia con los objetivos de largo plazo, se continúo desarrollando el mercado interno de deuda, lo que permitió que el aumento del saldo de la deuda externa fuera de solo un 5,1% en términos nominales al alcanzar los 4.072,6 millones de dólares (un 55,8% del PIB). Esto posibilitó, además, dar cumplimiento a los acuerdos con el FMI. También se contó con el apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial y el Banco Centroamericano de Integración Económica. Al finalizar 2011, la deuda pública total se situó en un 71,8% del PIB, frente al 78% en 2010. b) Política monetaria, cambiaria y macroprudencial Con el propósito de mantener la credibilidad del régimen cambiario como ancla de la estabilidad de precios —deslizamiento nominal del 5% del tipo de cambio— se fijó como meta un nivel de reservas internacionales de al menos 2,5 veces la base monetaria. Para cumplir con este objetivo, el gobierno central trasladó un monto mayor de depósitos al banco central (resultado del incremento de la recaudación tributaria y de un gasto prudente), al tiempo que se programó una salida de depósitos de los bancos por concepto de liberación de reservas de encaje a fin de promover la actividad productiva. Por otra parte, el banco central continuó realizando operaciones de mercado abierto, pero buscando reducir los costos operacionales. Como se indicó, este esfuerzo fue apoyado por la política fiscal mediante el aumento de los depósitos del sector público no financiero en el banco central. Ello hizo posible reducir las colocaciones netas del Banco Central de Nicaragua en alrededor de 672 millones de córdobas. Con un enfoque de aplicación de políticas macroprudenciales, la mejora en la administración de la política monetaria se complementó con mejoras a la administración del riesgo de liquidez en las instituciones bancarias a través del fortalecimiento de la norma de encaje bancario, que permitió, además, reducir la tasa del 16,25% al 15%, pero con un mejor control sobre las posiciones medias de las instituciones. Como resultado de la mejora en la administración de la política monetaria, la tasa de interés activa medida por el rendimiento implícito de la cartera se redujo del 15,9% al 14,4%, lo que además fue resultado de la menor participación de los créditos de consumo en el total de cartera. Por su parte, los costos de captación se redujeron 0,9 puntos porcentuales, lo que provocó un descenso del margen de intermediación de 0,4 puntos porcentuales al situarse en un 12,8%. La política de las autoridades al aumentar la liquidez tuvo los resultados esperados y se reflejó en un aumento del 18,9% del crédito al sector privado, frente al 2,4% de 2010. En cuanto al destino de los créditos, los orientados al sector industrial crecieron un 37,5%, mientras que los 3 dirigidos a la agricultura aumentaron un 31,8% y los destinados al comercio se elevaron un 19,8%. Los créditos personales, incluido el crédito para vivienda, aumentaron un 34%. Este aumento se dio con un incremento de los niveles de adecuación de capital bancario a un 14,8% (frente a un 10% requerido), a pesar de que se registró un crecimiento de los activos de riesgo. El mayor nivel de participación de los activos crediticios permitió además una mejora en los niveles de rentabilidad bancaria, lo que da sostenibilidad al proceso y mejora la perspectiva de estabilidad financiera. La rentabilidad sobre activos totales pasó del 1% en 2010 al 1,7% en 2011, mientras que el rendimiento sobre el patrimonio aumentó del 19,2% en 2010 al 34,3% en 2011. c) Política comercial y de inversión En 2011, Nicaragua continúo el proceso de desgravación establecido en el Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y los Estados Unidos. El principal logro fue la suscripción del Tratado de Libre Comercio Único entre México y Centroamérica, que permite la utilización de la cláusula de acumulación de origen, aspecto que favorece el comercio intraindustrial en la región. Dicho tratado fue firmado el 22 de noviembre y entrará en vigor cuando sea ratificado por las asambleas de los países miembros. Otro avance importante en materia de apertura comercial fue la firma del Protocolo Bilateral Nicaragua-Chile y del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Chile, aprobados el 31 de agosto por la Asamblea Nacional (solo quedó pendiente la aprobación del Parlamento chileno). 3. Evolución de las principales variables a) La actividad económica Después de alcanzar un crecimiento económico del 4,5% en 2010, la economía nicaragüense creció un 4,7% en 2011. Contrario a la expectativa de una reducción en su tasa de crecimiento como resultado de la desaceleración externa, la economía se vio impulsada por el consumo y la inversión. Esto fue resultado del aumento del ingreso disponible como consecuencia del incremento de las remesas del exterior, el ajuste al salario mínimo, el aumento de las transferencias a los trabajadores del sector público y el aumento del crédito. El sector de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca registró un crecimiento de solo un 2,5% en 2011, frente al 6,5% de 2010. Entre otras cosas, esto se explica por la contracción en la actividad agrícola debido a reducciones en la producción de café, caña de azúcar y soja. Un factor positivo fue el aumento en la producción de granos básicos (maíz, arroz y sorgo), impulsado por las diferentes políticas sectoriales de apoyo financiero. 4 Por su parte, las actividades pecuarias mostraron un comportamiento positivo, producto de la continuidad en la demanda de carne por parte del mercado centroamericano, especialmente de Guatemala, México y Puerto Rico, así como de la apertura y consolidación de nuevos mercados como China, la Federación de Rusia y Venezuela (República Bolivariana de). La industria manufacturera, por su parte, creció un 7,6%, frente a un 7% en 2010, en particular por el aumento de la IED, que permitió atender la mayor demanda interna y externa. Pese a haber registrado un crecimiento más bajo que en 2010, cuando llegó al 18%, el principal rubro en el crecimiento de la industria manufacturera continuó siendo el de textiles, al crecer un 12,5% y continuar aportando fuentes de trabajo importantes. El sector de la construcción repuntó con un crecimiento del 17% en 2011 tras una caída del 12,5% en 2010, mientras que las actividades de comercio, restaurantes y hoteles tuvieron un leve repunte al 4% (frente al 3,8% de 2010), impulsado por el aumento del ingreso disponible. b) Los precios, las remuneraciones y el empleo La tasa de inflación alcanzó el 7,9% a diciembre de 2011 (frente al 9,2% a fines de diciembre de 2010). En este resultado fueron determinantes el aumento de los precios del petróleo y los alimentos, así como la escasez de oferta de alimentos generada por la depresión tropical 12-E en el tercer trimestre de 2011. Un factor importante para contener la inflación fueron los subsidios, principalmente al gas licuado y la energía, con los cuales los precios de los bienes administrados mostraron una variación del 6,2%. El índice de precios de los productos industriales se vio afectado por el aumento de precios de las materias primas y en particular de los derivados del petróleo (el índice presentó una variación acumulada del 16,3%, frente al 13% de 2010). Según la encuesta continua de hogares, la tasa de desempleo abierto muestra una reducción del 7,4% en 2010 al 6,3% en 2011. Este resultado coincide con el aumento de afiliados al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (8,1%), el mayor en los últimos cuatro años. Las actividades que concentran este aumento son la manufactura, el sector de comercio, hoteles y restaurantes, y el sector financiero. Sin embargo, conforme los datos del Ministerio de Trabajo, el salario medio real del empleo formal sufrió una contracción del 3,2%, aun después de considerar los aumentos del salario mínimo del 7% en el primer semestre y del 6% en el segundo semestre (frente al 8% registrado en el año para los trabajadores de zona franca). c) El sector externo El resultado de la balanza de pagos fue positivo y se reflejó en un aumento de 93,4 millones de dólares de las reservas internacionales brutas respecto de 2010, al situarse en 1.892,2 millones de dólares (2,4 veces la base monetaria). Esta mejora se debió a una combinación de factores entre los que resaltan la recuperación de los ingresos por remesas familiares (10,8%), el aumento de la IED (90,5%) y los desembolsos de los organismos multilaterales, incluido el FMI. 5 La balanza comercial, por el contrario, continuó mostrando resultados negativos que se agravaron como consecuencia del deterioro de los términos de intercambio. Como resultado, el déficit comercial se incrementó un 28,6% respecto del observado en 2010, al situarse en 2.599,5 millones de dólares (un 35,5% del PIB). El déficit de la cuenta corriente alcanzó los 1.302,1 millones de dólares, equivalentes al 17,8% del PIB (frente al 14,7% de 2010). Los principales productos exportados continuaron siendo el café, la carne, el oro y el azúcar, que en conjunto aportaron el 60,3% del total exportado, y los productos manufacturados, que mostraron un leve crecimiento del 3,4%, impulsado por las ventas de azúcar, textiles y arneses para vehículos, y que alcanzaron los 88,4 millones de dólares. Por su parte, las importaciones alcanzaron un valor de 5.203,7 millones de dólares, un 24% superior al monto registrado al cierre de 2010, sobre todo como resultado del aumento de la factura de combustibles y sus derivados, que se incrementó un 61,9%. Le siguieron en importancia las importaciones de bienes de capital, que aumentaron un 23,2%, y los bienes intermedios (19,2%). Las compras de bienes de consumo aumentaron un 10,5%. La orientación de la política comercial y un ambiente macroeconómico estable, apoyado con políticas monetarias y fiscales favorables al crecimiento, así como las condiciones de seguridad interna, posibilitaron la atracción de inversión extranjera. La IED en 2011 prácticamente duplicó las cifras de 2010 y superó los flujos de remesas familiares al alcanzar un monto de 967,9 millones de dólares (un 90,5% superior a 2010 y equivalente al 13,2% del PIB). En lo que respecta al destino de esta inversión, fundamentalmente se orientó a los sectores de la energía, la manufactura y la construcción. En cuanto al origen de las inversiones, se destacó la participación del Canadá (26,4%), seguida de los Estados Unidos (16,4%) y España (11,9%). Los sectores más beneficiados por el aumento de la inversión fueron el de energía y minas, el industrial y el de comunicaciones, con participaciones del 34,2%, el 23,4% y el 16,6%, respectivamente. El crédito externo al sector privado también mostró un crecimiento importante al situarse en 3.557 millones de dólares (un 21,9% por encima del valor registrado en 2010 y equivalente al 48,7% del PIB). De este saldo, un 57,3% correspondió al sector privado financiero. En el rubro de crédito externo al sector privado se incluye el apoyo de Venezuela (República Bolivariana de), que continuó siendo importante al alcanzar en 2011 un flujo de 609 millones de dólares y se concentró en el rubro de préstamos al sector privado (557,7 millones de dólares). 4. Rasgos principales del primer trimestre de 2012 De acuerdo con estimaciones de la CEPAL, en 2012 el crecimiento económico podría rondar el 5% a causa del impulso de la demanda interna, debido al aumento del crédito al sector privado, entre otros factores. Al 31 de marzo de 2012, el crédito al sector privado muestra un crecimiento 6 interanual del 25,9%, canalizándose principalmente al comercio, la industria y el consumo privado. A fines de marzo, las exportaciones exhiben un crecimiento interanual del 5,9% impulsadas por las exportaciones de manufacturas. Por su parte, las importaciones también tienen un comportamiento más dinámico, que sitúa su crecimiento en un 13,7%. Dicho aumento se concentra en las compras de bienes intermedios y de capital, así como de equipos de transporte y materiales para construcción. Como consecuencia, el déficit de la balanza comercial se amplió un 20% con respecto al mismo período del año anterior. El balance monetario al cierre de marzo de 2012 presenta un saldo de 1.932,2 millones de dólares en las reservas brutas, 217,7 millones de dólares más que al cierre de 2011 y equivalente a 2,59 veces la base monetaria. La inflación interanual a esa fecha fue del 8,5%, lo que muestra un ligero repunte como consecuencia del aumento del crédito al sector privado. Por su parte, la deuda pública a marzo de 2012 se situó en 5.284,1 millones de dólares (un 67,5% del PIB), lo que significó una reducción respecto del cierre de 2011 cuando alcanzó el 71,8% del producto. Para 2012, el gobierno se encuentra avanzando en una propuesta de programa económico financiero que busca continuar con el fortalecimiento de las finanzas públicas y la focalización en el gasto para reducir la pobreza. Ese programa será la base para las conversaciones con el FMI, con vistas a iniciar un nuevo acuerdo en el tercer trimestre de 2012.