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LOS ORIGENES DE LA PRETENSIÓN CRISTIANA

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LOS ORÍGENES DE LA PRETENSIÓN CRISTIANA
Introducción
El factor religioso y la vida
El sentido religioso es ese carácter original dela naturaleza del hombre que hace que este se exprese en la
forma de ciertas preguntas “ultimas”. Es la búsqueda del ¿por qué? de la existencia.
Una nota sobre la palabra Dios: A lo largo de la historia de la religiosidad humana la palabra “Dios” o
“Señor”, define el deseo ultimo del hombre, en el sentido de deseo de conocimiento del origen y sentido
de la existencia. Es aquello por lo que la vida vale, consiste, dura, etc. Sin embargo no se puede preguntar
que representa la palabra "Dios" a quien dice no creer en Dios.
Nota sobre la pregunta que plantea una búsqueda atenta: Dios es una presencia en el horizonte humano;
pero que, al mismo tiempo, se sitúa siempre más allá de él y cuanto más se apura uno en encontrarlo, más
se aleja este horizonte. Esto es así porque el objeto al que el hombre tiende esta fuera de todo alcance, de
manera que solo el hombre ignorante cree que pueda llegar.
La vertiginosa condición humana
El hombre vive su existencia en la prisión de un horizonte al cual se asoma una gran incógnita: el
Misterio.
El hombre conciente se da cuenta que la razón solo puede llegar a captar la existencia de ese misterio,
pero no puede ir más allá.
Es por tanto, una condición vertiginosa tener que obedecer a algo cuya presencia intuyo pero no puedo
ver.
Así, es como se ha llegado a pensar que los hombres son juguetes de los dioses, ya que se cree que ningún
hombre ha conocido ni conocerá la verdad en relación con los dioses, pues son numerosos los obstáculos
a tal conocimiento: la oscuridad de la cuestión y la brevedad de la vida humana.
La razón en busca de la solución
sin embargo, un impulso empuja a la razón a buscar una solución. Es más, la razón, por su propia
naturaleza, implica la existencia de la solución. Aun así, el hombre no consigue en la practica de la vida
recordar la existencia de Dios y le sustituye por un deseo por un deseo de doblar el destino a su propia
voluntad dándole el significado o el valor como le plazca.
Capitulo 1 - La creatividad religiosa del hombre
¿Qué es la creatividad religiosa? Es un intento imaginativo que realiza el hombre para explicar su vinculo
con el misterio. Ante el enigma último el hombre ha intentado imaginar el misterio en relación consigo
mismo; ha intentado concebir una forma de relación con él. Este esfuerzo humano que está estrictamente
en función del vínculo con lo real, y es por consiguiente una expresión razonable.
Desde tiempos inmemoriales el hombre ha intentado imaginar la relación que mediaba entre su existencia
y el significado total de ésta. Esta “imaginación” es obra del dinamismo natural de la razón y por tanto
fruto y expresión cultural del sujeto. Una religión depende de la situación histórico-ambiental y
temperamental de las personas.
Por consiguiente, la religión es el conjunto expresivo de este esfuerzo imaginativo, razonable en su
impulso, y verdadero por la riqueza que puede alcanzar, aunque se degenera en la distracción y en la
voluntad de posesión del misterio.
Teóricamente toda persona podría crear su religión. Sin embargo, en la en la historia hay siempre un
papel que es creador de sociedades: el papel del genio. El genio religioso es aquella persona carismática
que expresa, en medio de la compañía humana, los factores que esta misma siente. Y por eso, las persona
se sienten expresadas en la creatividad del genio.
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Un abanico de hipótesis
1) Al darse cuenta de la existencia de muchas religiones, el hombre tiene la impresión de que, para estar
seguro del acierto de su elección, debiera comenzar por estudiarlas todas, compararlas entre sí y escoger.
Sin embargo esto no es un ideal, sino una utopía porque sugiere un trabajo irrealizable.
Esta utopía es a menudo pretexto para escapar o para forzar la realidad. Suponer que hay que conocer
todas las religiones que la historia humana con el fin de poder realizar una elección racionalmente honesta
es un criterio cuyo carácter abstracto coincide con la imposibilidad de aplicarlo, seria imposible e ilógico.
2) Podríamos entonces replegarnos al criterio de intentar conocer al menos las religiones más importantes,
las más seguidas desde un punto de vista numérico, por ejemplo el cristianismo, el Islam, el budismo.
Pero cómo saber ¿cual es la religión más importante? Por tanto, debemos rechazar esta hipótesis.
3) Tomar lo mejor de cada una: Crear una especie de religión universal que poco a poco fuese tomando de
todas las religiones lo mejor. Pero no se tiene en cuenta que lo mejor para uno puede no ser lo mejor para
otro. Nos hallamos ante la clásica presunción de una sociedad en la cual el pueblo debiera estar sometido
a la voluntad de un grupo de ilustrados. Aparte, seria una locura porque no sabríamos que es lo mejor.
4) Por ultimo, tenemos la hipótesis de ir al fondo de la tradición que me llevo: y este es el método
correcto ya que debo compararla con la realidad y observar si llena las exigencias de mi corazón
(corazón: es el conjunto de exigencias que tienen todos los hombres), es la llamada por Giussani
"solución empírica". El hombre nace en un determinado ámbito, en un determinado momento histórico; la
religión que expresa su ambiente tiene grandes probabilidades de ser la expresión religiosa menos
inadecuada a su temperamento.
Capitulo 2 - La exigencia de la Revelación
La única ayuda adecuada para la reconocida impotencia existencial del hombre es lo divino mismo, el
misterio, que de alguna manera se comprometa con el esfuerzo del hombre, iluminándolo y sosteniéndolo
en su caminar.
Si la razón pretendiese imponer una medida a lo divino, si llegase a la negación de la revelación, sería “la
ultima y extrema forma de idolatría, seria imponer a Dios una imagen propia” y por lo tanto un gesto
supremo de irracionalidad.
Ante una pretensión inimaginable
En el noble esfuerzo racional, moral y estético que expresan las religiones por establecer el nexo con el
misterio todas son verdaderas y el hombre debe realizar este esfuerzo y tener por tanto una religión.
Por otro lado, esta la exigencia de una revelación que haya raíz en sus intentos y que vale para las más
diversas experiencias religiosas. Pero, en la libertad y pluralidad de formas de todos estos intentos y
mensajes, si hay un delito que una religión puede cometer es el de decir “yo soy la religión, el único
camino”. Seria delito en cuanto que resultaría una imposición moral de la propia expresión a los demás.
Aun asi, es exactamente lo que pretende el cristianismo y es justo sentir repugnancia ante tal afirmación,
pero, seria injusto no preguntarse el porque de dicha afirmación, el motivo de esta gran pretensión.
Capitulo 3 - El misterio como hecho en la trayectoria humana
En cada momento de su trayectoria historica, la humanidad ha intentado entender la relacion que existe
entre su propia existencia y el misterio. Pero, ¿Cual es la diferencia, en este sentido, que tiene el
cristianismo con las otras religiones? La diferencia radica en que el hombre siempre espera la revelación
y precisamente el origen de nuestra religión es cristo que se revela cuando encarna en hombre. De esta
manera, en vez de que el hombre trate de conocer a el misterio, este se presenta ente nosotros.
Por eso afirmamos que si la revelación hubiere sucedido este camino seria el único, no porque los demás
fueren falsos, sino porque lo habria trazado Dios. Sin embargo, la iglesia católica nada rechaza de lo que
estas religiones hay de verdadero y santo.
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Un cambio radical de método religioso.
En la hipótesis de que se haya producido la revelación, la relación hombre destino ya no se basara en el
esfuerzo humano, sino que sera dar con alguien presente.
El dar con una persona presente, no requiere de genialidad y de capacidad iniciativa, sino que requiere
sencillez y amor. Decimos entonces, que el problema ahora no se trata de creatividad religiosa, sino de
libertad de rechazar o no la presencia de Cristo en nuestras vidas. Aun asi, todavía queda lugar para un
solo escape: negar la posibilidad del hecho”.
Una hipótesis que no es ya solo hipótesis
Tratemos de imaginar que un gran numero de ingenieros junto con sus obreros, intentan construir un
puente que comunique la tierra con el cielo. En un momento determinado aparece un hombre que dice ser
el camino. La reacción de esas persona seria diversa: unos lo seguirían y otros lo considerarían un loco y
por ende continuarían con su trabajo. Esta forma fantástica nos demuestra lo que en la historia ha
sucedido, lo que sucede hoy en día.
El problema que ahora se plantea es el siguiente: aceptar o rechazar que es un hecho acaecido en el
tiempo o no, que a su vez lleva a formularse otra pregunta ¿Quién es Jesús? y el cristianismo surge como
respuesta.
Un problema que debe ser resuelto.
El hecho de que el Cristianismo te haya sido anunciado significa que debes tomar una postura ante Cristo;
ya que el hombre esta obligado a decir si o a decir no.
En este sentido se impediría a si mismo ser hombre todo aquel que inmediata o lentamente no se
formularse una opinión personal acerca del problema de Cristo.
Por otro lado, también esta el problema de que se ha hecho posible la difusión de una vaga idea del
cristianismo como discurso, moraleja, doctrina, fábula, etc. que es una equivocación. Porque es
cristianismo es ante todo un hecho, un hombre que ha entrado en la categoría de los hombres.
Un problema de hecho.
Es necesario tener bien presente que el problema se refiere a una cuestión de hecho. El método lo impone
el objeto, no el sujeto y en este sentido el sentido religioso es un fenómeno de la persona y por eso el
método para abordarlo es reflexionar sobre nosotros mismos. De esta manera, es que nos preguntaremos
¿Por qué este hecho pese histórico todavía me afecta? Este es el desafió que se analiza en el texto de los
orígenes y nos lleva a preguntarnos que es el cristianismo que con su lectura entendemos por tal el
encuentro con Cristo, y dejamos de concebirlo como una moral o una doctrina o fábula.
Capitulo 4 – Como surgió el problema en la historia
El hecho como criterio
Los evangelios son el surgimiento del problema ya que la naturaleza de éste documento ha planteado
algunos problemas a la investigación histórica. Por eso es necesario aclarar que los evangelios no son un
libro de historia. A pesar de que su valor histórico podrá ser captado siempre que no se desconozca lo que
los caracteriza que es que en ellos se quiere relatar el recuerdo de un hecho excepcional.
Por otro lado, los autores sagrados compusieron los cuatro evangelios acogiendo datos de la vida de Jesús
adaptándolos a la situación que ellos vivían y por tanto las diferentes vivencias fueron relatadas de
acuerdo a sus condiciones personales. De esta manera, quedamos advertidos de que no nos hallamos
frente a todos los hechos acaecidos, pero sí ciertamente ante unos hechos acaecidos.
¿Qué son los evangelios entonces? Para entenderlos debemos saber que se trata de una memoria y un
anuncio. La Biblia nace: a) como un anuncio; y b) como una memoria: para mantener vivo el mensaje de
Cristo. La Biblia fue hecha para propagar el anuncio y que se tenga memoria de él.
Ahora bien, la convicción nace siempre de un hecho demostrable o que se demuestra por sí. La
demostración de la que estamos hablando se nos brinda en el encuentro evidente con un hecho, al entrar
en contacto con un acontecimiento. Uno de los principios de la comprensión es aceptarla dado tal como
realmente se da. Si se practican cortes o reducciones en el evangelio, ya no se respeta el fenómeno en su
integridad y deviene incomprensible.
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Un requisito de método
Situarse ante el testimonio de un encuentro tan excepcional constituye un desafio intelectual y debemos
escoger un metodo razonable en relación con el objeto.
a) Sintonía con el objeto en el tiempo.
El método para conocer a Cristo es el de la certeza moral; o sea, compartir, convivir y por lo tanto es
necesario un tiempo y, por otro lado, humanidad, ya que a mayor humanidad mayor capacidad de llegar a
certezas (human.: sencillez de conocer, a corazón abierto, es tratar de conocer la realidad sin prejuicios).
Yo seré más capaz de tener certeza en relación a ti cuanto más atento esté a tu vida, es decir, cuanto más
comparta tu vida. Por eso, ¿quién pudo tener más confianza en aquel hombre? Los apóstol, quienes le
siguieron y compartieron su vida y no la masa de hombres.
Por otro lado, el método de la certeza moral no esta fuera de la razón, sino dentro y es la forma de
conocer que mas usamos.
b) La comprensión de los indicios. Camino de la certeza.
Sin embargo, la fe a la que insta Jesús nada tiene que ver con la credulidad. Esa fe es precisamente el
acceso de la inteligencia a la verdad, el reconocimiento de ésta verdad, el sí de la inteligencia convencida.
Pero... ¿Por qué usamos este método para conocer a cristo? Porque nos permite conocer a un hombre y
darnos cuenta de que el hecho histórico todavía nos afecta. Por eso es que la Fe y la razón van juntas.
Podríamos preguntarnos entonces cual es el problema. Bueno, el problema se plantea en la soberbia, la
libertad y sobre todo en no querer ir al fondo; ya que si decido hacerlo se me presentan indicios y así es
que conozco por la razón usando la certeza moral. Una inteligencia que reconoce los indicios a fin de
hallar la certeza existencial sobre algo fundamental para su existencia, es mucho más abierta que la que
niega a priori el poder hacerlo.
El punto de partida
El misterio eligió entrar en la historia del hombre con una historia idéntica a la de cualquier hombre;
entró, por consiguiente, de forma imperceptible.
El episodio de Juan el Bautista fue la primera percepción.
Hasta la edad en que comenzó a hablar en público, Jesús había vivido como cualquier otro muchacho y
también observaba rigurosamente los ritos religiosos de su pueblo. Juan Bautista era el nombre de la
persona que toda Judea y Galilea iban a oírle hablar; hoy diríamos que era objeto de algo parecido a una
peregrinación y también Jesús fue a oírle.
La página nos relata lo siguiente: “Jesús fue a oír a Juan Bautista, en determinado momento hace ademán
de irse. Juan grita: “he ahí el cordero de dios, quien quita los pecados del mundo”. Todo su público
acostumbrado a las palabras de los profetas, no prestan atención. Sin embargo, dos pescadores de Galilea
lo siguen. Jesús se volvió, y al ver que lo seguían les dice ¿Qué buscáis? Ellos le respondieron ¿Dónde
vives?. Les respondió “venid y lo veréis”. Fueron y se quedaron con el aquel día”. Cuando Cristo les dice
"vengan y vean" les esta dando a entender que sigan su camino de forma libre, lo que implica que no solo
se necesita verificar algo sino también seguir.
Las personas van a casa de un desconocido, pasan allí media jornada y no se nos cuenta ni que han hecho.
Lo que sabemos es que uno de los dos, al volver a casa, dice a su hermano “hemos encontrado al Mesías”.
Sin embargo, podemos decir que Juan y Andrés se encontraron convencidos de que esa persona era
Cristo, pues, No, pero decimos que en ese momento comienza a nacer una certeza moral que con el
tiempo se ratifica.
Esta página tal como fue formulada nos da testimonio de la modalidad profunda y sensible con que el
hombre ha entendido, entiende y entenderá quien es Cristo. Sin embargo, podemos decir que Juan y
Andrés se encontraron convencidos de que esa persona era Cristo, pues, No, pero decimos que en ese
momento comienza a nacer una certeza moral que con el tiempo se ratifica. (Ver características del
encuentro en la fe).
Capitulo V - Con el tiempo la certeza adquiere profundidad
La trayectoria de la convicción
Jesús, tras los encuentros que va teniendo, continuó viviendo como todos, pero aquellos a los que tanto
impresionó se habían convertido en sus amigos, iban a visitarlo y él iba a pescar con ellos.
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El capítulo 2° del evangelio de Juan habla de la invitación a una boda a la que asistió Jesús, María y sus
cuatro amigos. Ahí se produce el milagro de la boda de Caná, que es una de las paginas mas significativas
de la importancia que tiene Jesús en la vida porque demuestra cualquier aspecto de la existencia es digno
de su intervención; y, a su vez, es el comienzo de una etapa progresiva de autorevelación de Jesús.
Todo se desarrollo en una boda en la cual la anfitriona estaba desesperada dado que el vino se había se
acabado (el vino no debía faltar en ninguna boda). Maria, madre de Jesús, se percato de esta situación y se
la comunica a Jesús y el interviene. El relato de este episodio finaliza así: “y creyeron en el sus
discípulos”. Frase que se repite muchas veces, cada vez que termina un episodio. Esta frase nos demuestra
que solo la convivencia hace entrar “a la certeza” cada vez mas radical y profundamente en nosotros.
Por eso decimos que con el tiempo la certeza adquirio profundidad; pero tampoco debemos olvidar que se
debio a que la pedagogía de Cristo no fue repentina, el no dijo, "Yo soy Dios", sino que empezó de a
poco. El emprendió un camino, paso a paso, demostrando indicios de su excepcionalidad. De esta manera,
los que lo siguieron se fueron convenciendo.
a) El descubrimiento de un hombre incomparable.
Todos los actos de justicia llevados a cabo por Jesús, todas las enseñanzas dadas a sus discípulos,
demuestran la excepcinalidad de su persona. Con sus milagros el obtenía lo que quería con la
manipulación de la realidad totalmente natural, como de quien es dueño de la verdad misma.
Pero no era esto lo mas impresionante. Ni tampoco su inteligencia, capaz de confundir y de poner contra
la pared a la proverbial astucia de los Fariseos.
El mayor milagro es una mirada reveladora de lo humano a la que nadie puede sustraerse, Jesús veía
dentro del hombre nadie podía esconderse de él, nada que esta en la conciencia de otro es secreto para él.
“Mirada capaz de cautivar el corazón del hombre, eso o ello es el mayor milagro”.
b) El poder y la bondad.
Es difícil que una persona poderosa sea realmente buena. Parece imposible que un poder tan grande este
dentro de un horizonte de profunda bondad. Sin embargo, Dios se mostró poderoso por sus milagros, pero
a la vez humilde y bondadoso haciendo las cosas por los demás. Mediante su inteligencia y dialéctica nos
hablara de la vida como nadie nunca hasta ese momento lo había hecho.
Pero, ¿Por qué Dios hacia milagros? Para revelarse y mostrarnos que podía tener dominio sobre la
naturaleza. Como también expresar su importancia por tos los aspectos de la vida (hasta el mas pequeño),
tanto en el ámbito espiritual como en el material. Un ejemplo de ello: Cuando en una ciudad se encuentra
en medio de un cortejo fúnebre y se entera de que el muerto es el hijo único de una madre viuda. Se
conmueve del dolor de la mujer y le devuelve a su hijo vivo.
Jesús acepta con agrado del hombre lo que este le pueda dar, y no pone resguardos de ninguna naturaleza,
ni política, ni cultura, ni social para ésta acogida. Un ejemplo de esto, se nos muestra en aquel episodio de
la cena en el que una prostituta ingresa y comienza a rodear de atenciones a Jesús, lo que provoca la
indignación del dueño de casa, al que Jesús le hace ver que acepta los besos y lagrimas de la mujer como
prueba de la fe en él.
Pero no solo esto movía a la gente a seguirlo... la trayectoria de Cristo va a ser concreta y cotidiana y a lo
largo del tiempo. Todo esto afianzo la creencia de los apóstoles ayudando a la razón a creer en él. Es por
eso que el encuentro fue excepcional, debido al tiempo de convivencia que en este caso duro 3 años
(desde conocerlo hasta la cruz). Pero esto no es todo porque la certeza en Dios se logra también porque
ningún indicio se mostró contrario a su existencia, y por tanto la mirada de Dios provocaba que las
personas se conozcan mas a si mismas.
El surgimiento de la pregunta y la irrupción de la certeza.
Al margen de la excepcionalidad de aquel hombre que era tan grande, surgió una pregunta ¿Quién es?,
esta pregunta surge en sus amigos y mucho después en sus enemigos. Solo podemos constatar que es un
hombre muy diferente de cualquier otro.
De modo que se le pregunto a él quien es. Solo que, cuando el dio la respuesta sus amigos creyeron en Su
palabra, por las señales indiscutibles que imponían confianza, y sus enemigos, que no aceptaron la
respuesta, deciden eliminarlo.
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Muchas veces se trato de eliminar a Jesús, la ocasión especial fue en aquella misa realizada en la
sinagoga, en que Jesús empleo estas palabras: Vosotros me buscáis porque os he dado pan, pero yo os
daré mi carne para comer y mi sangre para beber; frase utilizada por los políticos, fariseos, periodistas,
etc, para tratar a Jesús de loco.
Jesús, entonces, pregunta a sus discípulos: ¿también vosotros queréis marcharos? Y pedro dice: Señor,
tampoco nosotros comprendemos lo que dices; pero, si nos separamos de ti ¿Con quien vamos a ir? Solo
tu tienes palabras que explican y dan sentido a la vida
Un caso de certeza moral.
La frase de pedro; su actitud, es profundamente razonable. Por eso Jesús, para responder a la pregunta que
le hicieron tanto los amigos como los enemigos: ¿Quién eres? Espero a que el tiempo afianzara a sus
discípulos en la certeza de su adhesión, y a los enemigos en su hostilidad.
“Aunque Pedro no pudo entender la palabra de Jesús, él estuvo convencido de que era el único camino”.
“La certeza moral es muy utilizada por nosotros, consiste en aceptar verdades no comprobadas por
nosotros, por ejemplo el relato de un libro de historias; y si no aplicáramos este método la vida no
progresaría.”
Capitulo 6 – La pedagogía de Cristo al revelarse
La pedagogía de la que nos habla el capitulo 6 es implícita, o sea la da a entender; mientras que el
capitulo 7 nos cuenta sobre la explicita que ocurres después de la crucifixión. El método aplicado por
Jesús respeta la libertad de los hombres ya que nos lo podría haber demostrado de una manera mas
simple para él.
La excepcionalidad del comportamiento de Jesús era tal que ni la evidencia de su contexto familiar ni su
historia personal bastaban para definirle. Por eso, surgió la pregunta “Y éste ¿quién es?” y quienes por
primera vez se la plantearon fueron aquellos que lo conocian bien, sus amigos; o sea, los apostoles. Ahora
bien, Cristo no dio de inmediato una respuesta a ésta pregunta porque de haberlo hecho habría evitado
morir en la cruz ya que lo habrían tenido por loco.
Por eso, Jesús empleó una pedagogía inteligente para definirse. Lo hizo lentamente para provocar una
asimilación gradual, mediante procesos destinados a facilitar la convicción por una especie de osmosis.
Así, si Jesús se hubiera definido rápidamente y explícitamente, habría producido una reacción que
descalificaría toda posibilidad de confiar en él (ejemplo del rey de Portugal en el exilio).
Para que ello no ocurriera, Jesús siguió una línea educativa en la que al principio tradujo en expresiones
implícitas y concretas, esa idea que al final expresaría abiertamente. Lo concreto (la idea de que se
encarna) y lo implícito son la línea educativa más natural y eficaz. “Era necesario para ello la
convivencia".
Las líneas esenciales de la pedagogía reveladora
a) El maestro a seguir: Jesús pide ante todo que se le siga. Así el primer modo que Jesús tiene de
presentarse es comprensible para la gente y aceptable. Ejemplo: cuando Jesús le dijo a Andrés, Juan y
Simón “Venid conmigo”.
b) La necesidad de una renuncia: la llamada a seguir no sólo significa la pronta disposición a reconocerle
como justo y digno de confianza, sino que va unido a la necesidad de “renunciar a sí mismo”. De modo
que pide a sus discípulos que lo sigan aún a costa de separase de sus bienes, su familia, etc.
c) Frente a todos: Jesús no sólo pretendía que se le siguiera separándose de lo que poseían, sino que
también estuvieran “por él” frente a la sociedad. Pide que el hombre lo siga incluso exteriormente,
socialmente (testimonio). “La adhesión no será total si no se está con él frente a los demás”.
Por su causa: el centro de la libertad
Los pasos descriptos son como un primer aspecto de las relaciones de Jesús con los suyos. Podemos
hablar de una segunda etapa, en que dirige su llamado al fondo del corazón. Este paso va dirigido a
impresionar fuertemente a quien le sigue de cerca: “Jesús comienza a usar la formula por mi causa”. Pero
sobre todo hay que registrar el dato y tomar conciencia de que al obrar “por su causa” hay riesgo de
chocar con la mentalidad común.
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Ahora bien, el aspecto fundamental y el más impresionante de este “por mi causa” es que lentamente
Jesús va poniendo su persona en el centro de la afectividad y de la libertad del hombre. Y esto se
convierte en un latigazo cuando llega hasta ponerse en comparación con los afectos más íntimos del
hombre. “El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama más a su hijo
que a mí, no es digno de mí… El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la
encontrará”.
Por su causa, significa darse cuenta que el misterio de mi vida no soy yo, sino Dios, que él es el centro de
todas las vidas.
El momento de la identificación
Es en una tercera etapa cuando Jesús afronta la respuesta a la pregunta “Tu ¿quién eres?”. En esa epoca,
un judío no podía ni pronunciar la palabra Dios, pues la mancharía; por eso los fariseos insistían en que
sólo debía nombrarse a dios mediante circunlocuciones.
Entonces Jesús respondió a la pregunta identificándose con Dios. Haciendo cada vez más contundentes
sus afirmaciones, Jesús se apropia de actitudes reservadas a lo divino, aplica el método de atribuirse lo
propio de dios.
Esta identificación se dio en tres aspectos:
a)El origen de la ley: ante todo Jesús se identificó con el origen de la ley. La palabra ley era el sinónimo
que más utilizaban los fariseos para referirse a lo divino. Decir que algo era según la ley, que ría decir que
no era según Dios. Jesús se identifica de este modo a sí mismo con la fuente de la ley. Ejemplo: "Habéis
oído que se dijo: no cometerás adulterio. Pues yo os digo”.
b)El poder de perdonar los pecados: En el episodio de la curación del paralítico, cuando Jesús se atribuye
el poder de perdonar los pecados, y se le atribuye con hechos además de palabras (levantate y camina).
c)La identificación con el principio ético: Quien hace el bien sin siquiera darse cuenta de Jesús, hace el
bien porque establece, aun sin saberlo, una relación con él. Esto se debe a que es él a quien se quiere amar
al querer hacer el bien.
Capitulo 7 – La Declaración Explicita
De la trayectoria seguida hasta ahora para describir como se planteo el problema cristiano, es importante
subrayar el aspecto metodológico, el dinamismo que lo puso en marcha. Al recordar el concepto de
certeza moral nos dimos cuenta que la naturaleza nos permite obtener la certeza acerca del
comportamiento humano mediante la intuición de la convergencia de muchos indicios hacia un punto. Por
eso, cuanto mas comparte uno la vida de otra persona, mas capaz es de tener certeza moral acerca de ella,
ya que el cúmulo de indicios se multiplica. Así fue con Jesús. Sus indicios que poco a poco se multiplican
y ganan profundidad provocan una pregunta a la que no se sabe responder, pero se debe responder.
Ante la pregunta, Jesús da respuestas, pero lentamente, pedagógicamente, con cautela, para no apagar la
mecha humeante. Por ello, dio pasos introductorios a su respuesta explicita. Pero una vez llegado a los
últimos tiempos su declaración se hará explicita. Cristo finalmente se presenta como Dios de manera
abierta. Pero esto solo ocurre cuando las conciencia que le rodeaban habían asumido una posición
decidida con respecto a él. Veamos tres momentos característicos en los que Jesús se pone de manifiesto
explícitamente:
El 1º asomo de una actitud explícita.
En el ultimo periodo vemos a Jesús casi instalado en el pórtico del templo desafiando a los Fariseos de la
mañana a la noche. En cuanto a Jesús, las opiniones estaban divididas aunque solo se mencionaban
sumariamente. A un reconocimiento decidido pero incoloro (“es bueno”) se opone la acusación de que
“seduce al pueblo”. El derecho penal judío establecía la lapidación para los seductores. El pueblo no se
arriesga a decir lo que piensa “por temor a los judíos”.
Jesús, en cambio de huir, ahora va a Jerusalén decidido. La situación era tal que esta decisión suya
provoca la reacción de sus amigos (Pedro tomándole aparte, se puso a protestar, a reprenderle). Pero Jesús
reacciona: “tus pensamientos no son los de Dios, sino los de un hombre”. Jesús toma además la iniciativa
de atacar a los Fariseos por medio de la interpretación de las escrituras, de las que ellos conocían hasta lo
mas sutil.
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Jesús les preguntó: ¿Qué pensáis a cerca del Mesías? ¿De quien es hijo? Y ellos le respondieron: “de
David”. Jesús replicó, si David le llama señor, ¿Cómo puede ser hijo suyo?
Aunque parecía que las escrituras no tenían secretos para ellos, su capacidad de interpretación no bastaba
para replicarle a Jesús, y desde ese día no le hicieron más preguntas. Se había dado un comienzo de
respuestas explicitas: La naturaleza de cristo se desvela como divina.
Un contenido provocador.
El evangelio advierte a menudo que algunos judíos al escuchar a Jesús “creían en él”. Probablemente eran
personas que consideraban que Jesús dice cosas que hacen pensar y las justifica. En una de estas
circunstancias Jesús se dirige a los que simpatizaban con él y les dice: “Si os mantenéis fieles a mi
palabra, series verdaderamente mis discípulos, conoceréis la verdad y ella os hará felices”. Pero pese a
toda la opresión política, ellos se saben hijos libres de Abraham, por eso le replican a Jesús que siempre
han sido libres, ¿Cómo puede hacer depender de él la libertad de ellos? Jesús les responde “ Todo el que
comete pecados es esclavo. Y el esclavo no se queda en casa para siempre; mientras el hijo se queda para
siempre; si pues el hijo os da la libertad, seréis realmente libres”. Lo que quiere decir es que quien se
equivoca es como un esclavo de sus limitaciones. Un esclavo no pertenece todavía a la familia en cambio,
un hijo está adentro, en la familia de la libertad. Por ello, es como si Jesús dijera que será el hijo el que os
debe tomar y os debe hacer entrar como libres en la casa.
Jesús vio el resentimiento en los presentes e insisten en provocarlos. Lo hace negando a los judíos su
filiación abrahamica; éstos lo consideran como un ataque a su fidelidad a Dios.
Al sentir atacados en su orgullo religioso van dando la razón a los que ya habían negado a Jesús y le
acusan de estar poseído por un demonio. Pero Jesús recorre firmemente el camino de la autorevelación:
Yo os aseguro si alguno guarda mi palabra no verá la muerte jamás. La reacción es violenta ¿Cómo se
puede prometer librarse de la muerte? Todos los grandes hombres de la historia (Abraham, profetas, etc)
la sufrieron. Es por ello que la gente le pregunta ¿Por quien te tienes? Pretendes equipararte a Dios, solo
él es eterno viviente, vivificador. Pero la verdad es que cuando Jesús hablo de la gloria, él no se glorifico
a si mismo, sino que fue su padre quien lo hizo. Las palabras de Jesús eran religiosamente intolerantes,
obsérvese que no es Dios quien las pronuncia, sino un hombre, por más que Dios hable a través de él.
Jesús vuelve a llevar hasta un extremo su provocación al decir que: “Vuestro padre Abraham regocijo
pensando en ver mi día; lo vio y se alegró”. Ahora ya es clara a sus enemigos la insensatez de lo que Jesús
está diciendo. Ellos objetaron diciendo que cuando Abraham murió Jesús todavía no existía. Pero Jesús
les dijo: “Antes de que naciese Abraham Yo soy”. Ellos tomaron piedras para arrojarlas pero Jesús se
ocultó.
“Con palabras claras… Jesús certificó su superioridad sobre Abraham… Jesus incursa en un ser eterno
divino”.
La declaración final.
Tras de mucho vigilarle y seguirle para controlar sus enseñanzas, los jefes religiosos se deciden a decretar
su peligrosidad. No responde a la imagen del Mesías que se espera. En resumen: deciden atraparlo, se
arresta a Jesús y se le lleva ante el Sanedrín para juzgarle. El Sanedrín era el gran consejo judío que
habría sido competente para juzgar y condenar a Jesús.
Jesús fue objeto de muchas acusaciones, a las que se habían presentado testigos falsos y que finalmente
terminaron por contradecirse. Hasta que dos testigos dijeron: este dijo: yo puedo destruir el santuario de
Dios, y en tres días levantarlo. Se trata evidentemente de una trangiversación de una expresión que en
efecto Jesús había empleado unos días atrás, es por eso que cuando se le pide a Jesús que lo explique el
decide callar. El sumo sacerdote se encuentra en aprietos, sabe que debe encontrar algo mas o menos
formal para condenarlo, es así que le pregunta si es o no el hijo de Dios. Pregunta a la cual Jesús responde
con un si rotundo.
Entonces el consejo grita ante la blasfemia y lo condena a muerte. Entre los muchos que en aquella época
se habían declarado Mesías, de ninguno se había dicho que blasfemaba. La condena de Jesús ante el
Sanedrín fue por blasfemia, tal como se explico ante el gobernador romano. Aunque ante Pilato se
subrayo también la pretensión de Jesús de ser rey de los judíos, apelativo que podía molestar al
representante del imperio.
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La discreción de la libertad.
Quedan así planteados los términos para decidir a cerca de la pretensión cristiana. Cualquier otro
elemento incluso el grandioso que seguirá a la muerte de Jesús, el testimonio de muchos que le volvieron
a ver vivo, no hará mas que develar “los pensamientos de muchos corazones”.
El problema cristiano se resuelve en los mismos términos con que se plantea: o se encuentra uno ante una
locura, o aquel hombre que dice ser Dios, es Dios. El problema de la divinidad de Cristo se reduce a esto:
una alternativa en la que cuenta más que en ninguna otra ocasión la decisión de libertad. Una decisión que
tiene raíces ocultas y ligadas a una cierta actitud de cara a toda la realidad. La libertad no está
representado por opciones clamorosas; estás no dan razón del drama de nuestra vida. La libertad es lo más
discreto que existe. El espíritu asume una posición primordial frente a lo real, luego desarrolla, y solo
después toma conciencia de ella.
Capitulo 8 - La concepción que Jesús tiene de la vida
Este capitulo nos enseña que nos revelo Dios. Esta revelación tiene el sentido de enseñarnos que es la
vida, su sentido, que es el hombre, etc. Cristo se pone como camino hacia la felicidad, o sea, Dios.
Premisa: Una educación en la moralidad necesaria para comprender
1) El valor de una persona no lo captamos directamente, como si lo viéramos. La intimidad de una
persona solo se deja comprender en la medida en que se revela, y esto es a través de gestos y signos. Para
captar y juzgar el valor de una persona a través de sus gestos hace falta una “genialidad”. Se trate de una
capacidad psicológica más o menos desarrollada o más o menos favorecida. Se compone de tres factores:
La sensibilidad natural, una educación realmente completa y la atención.
2) Para comprobar la plausibilidad (felicitar, aplaudir) de un hecho inherente a una personalidad moral y
religiosa, hay que tener una genialidad moral o religiosa que nos permita interpretar los gestos de esa
persona. Pero ¿qué es la moral? La moralidad es la relación entre el gesto y todo lo que este implica (sus
consecuencias). Se trata de una actitud original de disponibilidad y de dependencia, no de autosuficiencia;
y, se sitúa en las profundidades de nuestro ser: es una elección entre autosuficiencia y disponibilidad.
3) Jesús advierte continuamente en el evangelio de la necesidad de eso que hemos llamado genialidad
moral, para poderle comprender, y observa como el habito de una actitud autosuficiente, no disponible,
hace imposible percibir el valor revelador de lo que él es.
Igualmente, para afrontar la concepción moral de Jesús y para valorar la personalidad de la que emana,
tiene que darse una cierta humanidad, una posibilidad de correspondencia humana con él.
4) Eso que hemos llamado genialidad religiosa aunque sea a partir de dotes naturales distintos en cada
uno de nosotros, es algo en lo que tiene que comprometerse continuamente la persona. La responsabilidad
de la educación es grande; pues esa capacidad de comprender, aunque sea connatural, no es algo
espontáneo.
La estatura humana
¿Quién es Jesús? La pregunta se hizo y él respondió. Respondió desvelándose a través de todos los gestos
de sus personalidad. Solo lo divino puede salvar al hombre; es decir, la dimensión verdadera y esencial de
la figura humana y de su destino solo pueden ser conservadas, es decir, reconocidas, proclamadas y
defendidas por aquel que es en su sentido ultimo. Solo lo divino puede definir la moralidad de una
persona. En la concepción de la vida que Cristo proclama, es donde el corazón moral capta el signo de la
presencia de su señor.
1. El valor de la persona
La persona humana mas pequeña vale mas que el mundo entero; no tiene nada que se le pueda comparar
en el universo desde el primer instante de su concepción hasta el ultimo día de su vida. La persona goza
de un valor y de un derecho en si misma que nadie puede atribuirle ni quitarle. Ser fuente de valores
significa para la persona tener en si misma la finalidad del propio obrar. Debido a esto Jesús demuestra en
su existencia una pasión por el individuo, un impulso hacia la felicidad de cada uno, que nos lleva a
considerar el valor de la persona como algo inconmensurable. Sin embargo, el motivo ultimo que nos
lleva a querernos y querer a los demás es el misterio del yo; cualquier otra razón remite a entrar en esta.
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2. La dependencia original
Cristo viene a enseñarnos la palabra de Dios y nos revela que dios es padre. El misterio de nuestra vida es
reconocer algo evidente: que yo no surjo de la nada, no me hago, que dependo de otro. El problema aquí
es que no elegimos nada de lo que somos y debemos decidir de que dependemos.
Es la relación misteriosamente personal que llega hasta el ser humano mas pequeño. El amor, expresión
suprema de la autoconciencia y de la autoposeción del hombre, es decir, la libertad, es también la
expresión adecuada de esa relación. El sentido de la vida humana, el destino absolutamente único y
personal que en ella se juega depende de ese amor absolutamente único y personal.
Una relación de este tipo, única, en cuanto es reconocida y vivida se llama religiosidad. Sin esa relación,
el individuo no tiene posibilidad de ser persona
Es el descubrimiento de la persona lo que entra en el mundo con Jesús: la pasión por ella es lo que hace
de Jesús un mensajero apasionado de la dependencia única y total del hombre respecto del padre (Padre
nuestro que estas en los cielos…).
La religiosidad cristiana no brota del placer de filosofar, sino de la constante insistencia de Jesucristo que
veía en esa relación la única posibilidad de salvaguardar el valor de la persona concreta. La elección del
hombre radica en concebirse como libre de todo el universo y solo dependiente de Dios, o como libre de
Dios, y entonces se hace esclavo de cualquier circunstancia.
La existencia humana
La insistencia en la religiosidad es el primer deber absoluto del educador, es decir, del amigo, del que ama
y quien ayuda al ser humano en el camino hacia su meta. Y no se puede pensar en comenzar a entender el
cristianismo, sino partiendo de su origen como pasión por la persona concreta. Sin la religiosidad no le
queda nada al hombre, es una vaciedad total.
La religiosidad, en cuanto tiende a hacer vivir todas las acciones como dependientes de Dios, se llama
moralidad y la conciencia es el lugar donde se percibe la dependencia, un lugar donde aparecen las
directrices de otro.
Una autoconciencia que se expresa en suplica
La expresión de la religiosidad y de la moralidad se llama oración.
a) La oración es la conciencia ultima de nosotros mismos, como conciencia de una dependencia
constitutiva. Jesús decía a su gente: el hijo no puede hacer nada por su cuenta, si no lo que ve hacer al
padre; lo que él hace, eso también lo hace igualmente el hijo… He bajado del cielo, no para hacer mi
volunta, sino la voluntad del que me ha enviado… Yo le conozco, porque vengo de él y él es el que me
ha enviado… lo que mi padre me ha enseñado es lo que yo les hablo…
b) En la oración resurge y toma consistencia la existencia humana. La dependencia del hombre es
continua, en cada instante, en cualquier aspecto de nuestro obrar.
Se llega así a la constatación de que el hombre no solo no existía antes, sino que tampoco existiría si
dependiera de si mismo, el hombre no se hace por si mismo en ningún momento.
La vida se expresa ante todo como conciencia de relación con el que la he a hecho, y la oración es
reconocer que en este momento la vida es hecha por otro. El secreto de la oración es el reconocer a Dios
como padre.
c) Pero la expresión plena de la oración es la de ser pregunta, súplica. Y, por tanto, la expresión original
de la existencia humana es también súplica.
La oración es solo pregunta, pedir, suplicar, a partir de cualquier cosa. El fenómeno de nuestra necesidad
nos recuerda nuestra dependencia. Jesús no desconoció ningún tipo de pregunta, de petición. Por eso es
justo pedir cualquier cosa.
La ley de la vida
1. El don de nosotros mismos:
Si bien el hombre como ser (persona) es algo mas grande que el mundo como existente es parte del
cosmos; y, en cuanto parte del mundo el hombre ha de servirlo (Jesús nos dice: yo soy el pan de la vida.
El que venga a mi, no tendrá hambre, y el que crea en mi no tendrá sed…”). La existencia humana se
desenvuelve en un servicio al mundo; el hombre se completa a si mismo entregándose, sacrificándose.
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Por eso, esta es la grandeza del hombre: el igual que al ser que le ha creado, su vida consiste en ser don,
es semejante a Dios.
La ley de la existencia humana es el amor, es el ofrecimiento, el don de uno mismo. Como había dicho
Jesús: “quien quiere salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mi, ese se salvara”.
En este punto hay que observar que el objetivo dela existencia humana se persigue con los medios de que
se dispone. Por eso señalaremos dos factores del dinamismo humano:
a) Lo instintivo: es un conjunto de datos de los que no puedo prescindir. Justamente esto es lo que pone
al hombre al servicio de la realidad.
b) Esa atracción, ese estimulo contingente tiene una finalidad. Por eso el segundo factor es la conciencia
de la finalidad propia del haz de instintos.
Ordenar el instinto a su fin ( al todo) es el don fundamental de nosotros al todo: es el llamado deber, es
decir, la entrega de uno mismo. Pero no es humano entregarse más que a una persona, no es humano amar
sino a una persona. Por tanto, cualquier deber es conciencia de la voluntad de Dios.
2. El desorden del hombre:
Sin embargo, el hombre es, en la practica, incapaz de vivir en plenitud la gran dependencia en que
consiste su verdad; vive en un extraño egocentrismo que lo lleva a orientar el todo hacia sí. Jesús nos ha
enseñado que quien quiera aceptar su mensaje de salvación no podrá eximirse de afrontar este problema
con sinceridad consigo mismo: uno no puede llegar por si solo a ser él mismo. “Nadie va al padre sino
por mi”. La compañía, eso que después se llamara comunidad cristina es esencial para su andadura.
3. La libertad:
La redención no se produce automáticamente: es esencial aceptar la ayuda que Jesús nos ha ofrecido y
colaborar activamente. Esto se hace mediante un amor lleno de libertad. Pero ¿Que es la libertad?
Para llegar a una definición de libertad hay que observar nuestra experiencia. Esta nos produce una
impresión de libertad cuando obtenemos la satisfacción de un deseo. Es por consiguiente amor, porque es
capacidad de algo que no somos nosotros.
Durante la vida la libertad no dispone enteramente de su objeto. Cuanto mas intensa es la vida de la
libertad, más atractivas resultan todas las cosas. Pero, o logra acercarse a su finalidad o se queda con la
que momentáneamente más la sacia. Pero de este modo se contradice, pues está hecha para la plenitud.
Esta contradicción equivale al concepto de mal. Quien obra el mal se hace esclavo de una medida que no
es para lo que fue hecho.
Sintetizando, podemos decir que la libertad es la capacidad que el ser conciente posee para realizarse por
completo. Pero al aferrarse a las cosas, la libertad no se realiza plenamente, surge así la posibilidad de la
elección: una libertad imperfecta, en vías de realización.
Así es como el hombre se encuentra en tentación: más atraído por lo que esta lejos de su interés final y
que por eso le pone en contradicción consigo mismo. Si no resiste a la tentación su elección es nada.
Conclusión
Jesús vino al mundo para llevar al hombre hasta el fondo de todas sus preguntas, a su estructura
fundamental y a su condición real. Pues todos los problemas que el hombre está llamado a resolver en la
prueba de la vida, se complican en vez de resolverse sino se salvan ciertos valores fundamentales. Jesús
vino a llevar al hombre a la religiosidad verdadera.
No es incumbencia de Jesús resolver los distintos problemas, sino invitar a que el hombre adopte la
posición en la que pueda tratar de resolverlos concretamente.
La concepción que Jesús tiene de la vida es esencialmente una tensión, una lucha (no he venido a traer
paz sino la espada); es un caminar, es una búsqueda de la propia plenitud, es decir, del verdadero uno
mismo.
El seguir a cristo (fe) crea así una actitud existencia característica en la que el hombre es un caminante
erguido e incansable hacia una meta no alcanzada pero cierta (esperanza), actitud siempre en lucha con el
vació del riesgo, pues la lejanía de la meta crea siempre una tentación de incertidumbre, superada más allá
de los propios criterios en el abandono y en la adhesión a Jesús (caridad), lo que crea una experiencia de
paz, la experiencia fundamental de la vida que esta en marcha.
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