Subido por juana segura

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De la presencia1
Pierre Tricot
Traducción Miguel Hernández Callejo y Juan Bañuls Puig
Para mí hoy en día la presencia sigue siendo un concepto lleno de misterio. Desde luego,
comprendo mejor algunas « cosas », claro, he comprendido su importancia y consigo utilizarla con
cierto criterio, pero aún sintiéndola como un « ingrediente » esencial en la relación que se establece
con el paciente (de manera más general, en cualquier relación digna de este nombre), ésta todavía
conserva hoy en día muchos parámetros incomprensibles (para mí, en todo caso).
Una de mis reflexiones en relación a ella me lleva (una vez más y como siempre) hacia la
consciencia. Hoy día, no puedo disociar presencia y consciencia. Esto, es en el plano ‘teórico’. En
relación al plano práctico (el establecimiento de la misma), experimento como esenciales los dos
parámetros sobre los cuales insistimos tanto en los cursos de formación : el enraizamiento y el soltar
lastre.
Enraizamiento
Aún cuando para el enraizamiento hablamos de materia, de densidad, tengo la sensación de que
también se trata de un soltar lastre : más que obligarse a ir hacia lo denso (lo cual necesita un
esfuerzo y genera un contra-esfuerzo igual y opuesto), yo prefiero vivirlo como un «dejar caer»,
como un «abandono», una renuncia a cargar con todo aquello que tiene un peso. Dejar que caiga
aquella parte de nosotros que pesa.
La imagen que hoy en día me viene, es la de un cuerpo pesado que baja lentamente, pero
inexorablemente hacia el fondo puesto que la atadura que lo mantenía en la superficie ha sido rota o
se ha soltado. Suelo utilizarla a menudo, no solamente en los cursos para ayudar a los participantes
a enraizarse, sino también para mí mismo, con el paciente, para asegurar mi propio enraizamiento.
Y constato que la imagen, la metáfora, funciona mucho mejor que las palabras…
Para mí el enraizamiento es esencial, puesto que me da el punto de apoyo físico y por tanto, la
potencia para intervenir en la estructura corporal del paciente. Pero también experimento
claramente que si no se completa con la otra parte de la presencia (el soltar lastre), el trabajo sigue
siendo difícil de conseguir y rápidamente conduce al agotamiento.
Soltar lastre
Si finalmente he cogido este término para calificar esta segunda parte de la presencia, es porque la
vivo así. Pero el interrogante permanece como tal : ¿ a qué corresponde realmente dicho soltar lastre
? Yo no puedo expresarlo completamente con palabras.
El soltar lastre me da la impresión de establecer un vínculo entre dos polos (lo alto y lo bajo, lo
pesado y lo ligero, la tierra y el cielo). Pero reconoceréis conmigo que las palabras aquí son muy
limitadoras para expresar aquello que se vive.
Hoy en día lo vivo como ir al encuentro de la Consciencia. Se me ocurre la idea de que aunque la
experimentemos como múltiple, la Consciencia es una sola. No es más que la manera en la cual la
vivimos, la que nos hace creer que es múltiple, mientras que de hecho, probablemente sea una sola.
Entonces, el soltar lastre es el abandono de esa « creencia » de la existencia de mi pequeño « yo »,
para dejarme llevar hacia aquello que es la esencia de las cosas, la Consciencia, se podría decir el
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Del blog de Pierre Tricot, Approche tissulaire de l’ostéopathie. Escrito el 29 de Septiembre del 2009.
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«Yo», podríamos igualmente hablar de lo Divino… Cada uno de nosotros debe utilizar su propio
referencial…Y entonces es cuando ocurren determinadas cosas en la relación que se ha establecido
entre las consciencias corporales del paciente y las mías, cosas para la inmensa mayoría indecibles,
puesto que las palabras son sumamente limitadas para describir aquello que realmente ocurre. Éstas
están limitadas en su significación (la cual, además, es extremadamente variable de una persona a
otra) y debido a la necesaria linealidad del lenguaje, el cual no me permite expresar más que una
idea, un concepto, una percepción a la vez, cuando en realidad se viven centenares, millares quizás,
al mismo tiempo.
Vínculo
Este soltar lastre solo es eficaz (para mí) a condición de estar asociado al otro, el enraizamiento, el
cual me suministra un punto de apoyo y me permite no perderme en el soltar lastre. Pero dicho
soltar lastre me da la impresión de vincularme a « algo » mucho más amplio, mucho más poderoso,
mucho más inteligente que yo y el cual « hace el trabajo » en mi lugar. Entonces, yo no soy más que
el transmisor, el vínculo. Aquí vuelvo a pensar en la frase de Becker, que éste atribuye a Sutherland
: « Más próximo de mi que un aliento está el Creador del mecanismo craneal… Más próximo del
paciente está el Creador de su mecanismo craneal… Mis dedos que piensan, sienten, ven y saben
son guiados de forma inteligente por el Gran Arquitecto que concibió dicho mecanismo. La
interpretación que doy de ello importa poco, con tal que mi trole mental permanezca en contacto
con el hilo. »2
De esta manera, enraizamiento y soltar lastre nos vincularían con dos puntos de inmovilidad, ¿tal
vez con los dos polos extremos de la Consciencia ? Ya que según nuestro modelo, para que haya
consciencia, tiene que haber separación. Luego nos corresponde a nosotros « pasearnos » entre estos
dos polos, ubicarnos, centrarnos como decimos, en función de la necesidad de nuestro paciente
para proporcionarle los puntos de apoyo de los que carece para permitir que aquello que debe y/o
puede, se libere…
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« Closer to me than breathing is the Creator of the cranial mechanism… Closer to the patient is the Creator of his or her cranial mechanism... My
thinking, feeling, seeing, knowing fingers are guided intelligently by the Master Mechanic Who designed this mechanism. It matters not what
interpretations one may apply, providing one’s mental trolley is on the wire ». Extraído de Be still and know, conferencia dedicada a William Garner
Sutherland y presentada en Filadelfia, Pensilvania, el 22 de Septiembre de 1965 por Rollin Becker. En Becker, Rollin, 1997. Life in Motion. Rudra
Press, Portland, 374 p., ISBN : 0-915801-82-5. pp. 24-38.
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