Subido por Juan Manuel Buenaventura

lodos actviados problemas

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PR O BLEM AS D E EXPLO TAC IÓ N D E LO S
FANGOS ACTIVADOS
E. Ronzano y J. L. Dapena
La explotación de una planta de depuración que utiliza fangos activados suele presentar
algunos problemas de explotación inherentes al propio sistema de depuración.
A lo largo de este estudio vamos a intentar definir y explicar estos problemas, y
proporcionar algunos consejos, para atenuar sus efectos sobre la calidad del agua y del
medio ambiente. Contemplaremos por orden de importancia:
- Modificaciones de la sedimentabilidad de los fangos (Bulking).
- Espumas nocardia.
- Detergentes.
- Aerosoles.
- Olores.
- Ruidos.
MODIFICACIONES DE LA SEDIMENTABILIDAD DE LOS FANGOS
Formas de crecimiento de los microorganismos
Esquemáticamente, los microorganismos pueden crecer de tres formas:
- Crecimiento disperso: Ocurre cuando la concentración de sustrato es muy baja o muy
alta. En estas condiciones, las bacterias ocupan el mayor espacio posible, y la superficie
de la membrana celular posee cargas eléctricas negativas que facilitan la dispersión.
- Crecimiento floculento: Es el caso de un funcionamiento normal. La concentración de
sustrato es media, y es empleada por las bacterias para sintetizar proteínas y reservas,
formando un mucílago que rodea la bacteria. Este mucílago tiene gran importancia en la
floculación, puesto que modifica las cargas eléctricas facilitando su aglomeración,
también ayudada por una acción química.
- Crecimiento filamentoso: El crecimiento y la multiplicación de los microorganismos
se efectúa según una dirección privilegiada, teniendo como origen una célula libre o
fija.
En la realidad, las tres formas de crecimiento cohabitan en el licor; para conseguir una
buena calidad de agua, hay que disminuir las formas dispersas y filamentosas, y facilitar
el desarrollo de la forma aglomerada o floculante. Los organismos filamentosos y
floculantes se diferencian por:
- Metabolismo distinto:
· Con los organismos floculantes el sustrato se metaboliza a reservas nutritivas, que son
principalmente azúcares polimerizados de alto peso molecular. En condiciones límites
pueden llegar a formarse lactatos. Los azúcares y lactatos necesitan mucha energía para
su síntesis, pero después constituyen una buena reserva energética para el desarrollo de
las bacterias.
· Los organismos filamentosos, en condiciones límites, sintetizan PHB (Poli-BHidroxibutirato), que no necesita energía de síntesis y en consecuencia no constituye
una reserva para su crecimiento, sino únicamente para su respiración.
- Morfología distinta: los organismos filamentosos tienen una superficie relativa
(superficie/volumen) más alta que los floculantes.
En resumen, los dos tipos de microorganismos se diferencian, esquemáticamente, por:
- Reservas: los organismos floculantes tienen la posibilidad de crear reservas para su
crecimiento; los filamentosos, no.
- Superficie relativa: la mayor superficie relativa de los filamentos les facilita la
adsorción de sustrato y de oxígeno, cuando éstos están en concentración límite. Pero
debido a su mayor superficie, son más sensibles a los oxidantes y alcalinizantes.
Bulking
El bulking es actualmente un fenómeno suficientemente conocido a causa de los
problemas que causa en el tratamiento del agua, y su nombre puede considerarse
internacional, sin necesidad de traducirse a otros idiomas.
Estudios estadísticos (Ref. 65) demuestran que el 40% de las plantas de depuración
padecen bulking durante períodos de tiempo muy variables, y a veces en continuo. En la
industria agroalimentaria la situación es peor, y casi todas las plantas han sufrido el
bulking, en alguna ocasión.
Figura 15.1. Fangos activados. Influencia de los filamentos en la floculación.
La fuga de materias en suspensión es la responsable del 90% de los casos de
degradación de la calidad del agua, y casi siempre estas fugas son la causa de la
elevación del índice de fangos.
Puede considerarse que el bulking empieza cuando comienzan los problemas de
decantación, debido a una insuficiente velocidad de sedimentación de los flóculos.
Generalmente, los fangos activados se suponen en bulking cuando el índice de fangos
supera los 200 cm3/g.
En la figura 15.2 puede verse la gran influencia de la longitud de los filamentos sobre:
- La velocidad inicial de sedimentación.
- La reducción de volumen, que indica la aptitud del licor para su espesamiento.
Figura 15.2. Fangos activados. Relaciones entre la longitud de los filamentos y:
· La velocidad de decantación.
· El índice volumétrico IVF:
· El volumen final (origen 10.4 l en 60 mm.)
- El índice de fangos IVF.
Factores que afectan al crecimiento relativo de los microorganismos filamentosos y
floculantes
Existen más de 20 tipos de organismos filamentosos, morfológicamente distintos (Ref.
57), con una sensibilidad propia a la influencia de diversos factores, es decir, que
solamente pueden darse algunas ideas generales, complicadas además por la interacción
de unos factores sobre otros. Por orden de importancia podemos mencionar:
A. CARGA MÁSICA O EDAD DEL FANGO
La relación entre carga másica (o edad del fango) e índice de fangos parecía clara hasta
hace 10 ó 15 años, y en muchos manuales se encontraban curvas del tipo de la de la
Figura 15.3 (curva CHAO). Cuando una planta de fangos activados de media carga se
calcula con cargas másicas de 0,3 a 0,5 kg DBO · kg MS-1 · d-1, en operación, el índice de
fangos puede variar entre 100 y 600 cc · g-1.
Figura 15.3. Fangos activados. Relaciones entre:
· Carga másica.
· Índice de fangos.
Otros estudios, como los de Chudoba (Ref. 59), muestran una relación muy diferente
con una influencia muy alta, función del tipo de flujo hidráulico en la cuba de aeración.
La Figura 15.3 muestra estas relaciones; las dos rectas deben interpretarse como
indicación de tendencia y no como valor absoluto.
Es decir, que no es posible calcular una planta con una carga másica que permita
obtener índices de fango favorables. De todas formas, aunque fuese posible, las
condiciones de carga reales son, generalmente, distintas de las previstas.
Veremos a continuación que, en lugar de la carga másica, es más adecuado el concepto
de concentración de sustrato.
B. CONCENTRACIÓN DE SUSTRATO
La concentración de sustrato influye considerablemente en el crecimiento relativo de los
dos tipos de microorganismos: filamentosos y floculantes, como muestra la Figura 15.5.
La consecuencia inmediata de esta influencia es que el tipo de flujo hidráulico en la
cuba de aeración es muy importante.
- Con mezcla integral: El sustrato disponible tiene la misma concentración que la del
agua tratada, es decir, muy baja: esta situación favorece el crecimiento de los
organismos filamentosos.
- Con flujo pistón: A la entrada y en una parte importante del recorrido del licor, el
crecimiento de los organismos floculantes es superior al de los filamentosos, y después
baja hasta igualarse, e incluso hacerse inferior.
En cabeza de un flujo pistón, o en una cuba selector (ver Capítulo 9, pág. 196), el bajo
tiempo de retención y la elevada concentración de sustrato no influyen en el
crecimiento, pero permiten que los organismos floculantes se aseguren un buen
almacenamiento de sustrato, que después pueden utilizar cuando las condiciones de
concentración se ponen a favor de los filamentosos.
C. CONCENTRACIÓN DE OXÍGENO
Debido a que su superficie es relativamente mayor, los organismos filamentosos
aprovechan mejor el oxígeno que los floculantes cuando su concentración es baja.
En los organismos filamentosos, el oxigeno disuelto penetra fácilmente hacia el interior
de las bacterias. En los flóculos, la penetración es mucho más difícil, y el doctor Jenkins
(Ref. 3) descubrió que, para que el oxígeno no sea demasiado bajo en el centro de los
flóculos, su concentración en el licor debe tener un valor que depende de las
necesidades de O2: cuanto más elevadas sean éstas, mayor será la dificultad de
penetración, y se necesitará una mayor concentración de oxígeno. Así, para una cierta
carga másica, corresponden unas necesidades de oxígeno determinadas, y a éstas una
concentración de oxígeno límite en el licor que permita su utilización por las bacterias
en las mismas condiciones que con los organismos filamentosos.
Figura 15.4. Fangos activados. Factores que afectan al crecimiento
relativo de los microorganismos filamentosos y floculantes.
La Figura 15.6 (Ref. 3) representa la relación entre la concentración limite de oxígeno y
la carga másica. Esta relación experimental debe considerarse variable según el tipo de
agua residual, y no podemos adoptarla como general. Además, este gráfico es muy
«decepcionante», puesto que indica un gasto importante de energía: a 15º C, mantener
una concentración de oxígeno de 5 mg · l-1 en lugar de 2 mg · l-1 supone un 60% más de
energía. Sin embargo, la curva obtenida es interesante, ya que indica claramente la
importancia fundamental de la concentración de oxígeno en la lucha contra el bulking.
Figura 15.5. Fangos activados. Influencia de la concentración de DBO en el
crecimiento relativo de los organismos filamentosos y floculantes (Ref 3).
D. EQUILIBRIO NUTRICIONAL
Por razones todavía desconocidas, un desequilibrio en nutrientes favorece el
crecimiento de los organismos filamentosos. Según diversos autores, y dependiendo de
la edad del fango, se considera un agua desequilibrada cuando:
- N/DBO es inferior a: 0,035 a 0,050.
- P/DBO es inferior a: 0,007 a 0,010.
Normalmente, un agua residual urbana tiene siempre concentraciones de N y P
superiores a los mínimos necesarios.
Una deficiencia de hierro puede dar origen a algunas formas de bulking (Ref. 3). En
estos casos, se recomienda una concentración mínima de Fe = 2 mg/l (Ref. L11).
Figura 15.6. Fangos activados. Concentración límite de oxígeno
para evitar el Bulking en relación con la carga másica.
E. pH
Un pH ligeramente bajo, de 6 a 6,5, favorece el bulking; alto, de 8,5 a 9,5, disminuye el
riesgo.
La influencia del pH sobre el bulking es una razón más para realizar una desnitrificación
cuando hay nitrificación. Una pequeña disminución de pH, de 7 a 6,5, puede tener gran
influencia en el crecimiento de los microorganismos filamentosos.
Una adición de cal del orden de 10 g por m3 de agua, en algunos casos produce una
disminución del índice de fangos.
F. OXIDANTES
Debido a su gran superficie específica, los microorganismos filamentosos tienen una
sensibilidad a los oxidantes mayor que los floculantes.
El cloro puede emplearse con dosis de 2 a 5 g por kilogramo de materia seca. El agua
oxigenada, en dosis de 100 a 400 g por kg de MS, da también buenos resultados, pero a
un precio prohibitivo.
En una fábrica de puré de patata se utilizó cloro con buenos resultados para luchar
contra un bulking muy fuerte, con IVF de 600 a 1000 cc · g-1. Pero para su empleo es
necesario tomar muchas precauciones. Es similar a la quimioterapia. Deben emplearse
dosis suficientes para eliminar los organismos nocivos, pero sin producir daños
excesivos a los organismos útiles. Las dosis deben corregirse con oscilaciones muy
suaves:
- Aumentando, cuando la proporción de microorganismos filamentosos sobrepasa el
limite tolerable para la decantación.
- Disminuyendo, cuando en el examen microscópico baja la movilidad de los protozoos.
G. INHIBIDORES
El H2S produce, aparentemente, un efecto inhibidor más importante en los
microorganismos floculantes que en los filamentosos (Ref 60). Pero, en realidad, la
producción de H2S causa una concentración de oxigeno insuficiente. El aumento de los
organismos filamentosos, coincidente con una mayor concentración de H2S, en realidad
se debe a una baja oxigenación.
El hierro tiene efecto inhibidor sobre cinco formas de organismos filamentosos (Ref.
66), y en especial sobre Sphaerotilus. Dos de estas formas (1701 y 0041) se encuentran
en las tres más frecuentes.
En Alemania se obtienen buenos resultados con dosis de 20 a 50 g de Fe por m3 de agua.
Generalmente se utiliza en forma de sulfato ferroso, que es la de suministro más
económico.
Resumen de las posibles soluciones
PLANTA NUEVA
Prever un flujo pistón con una oxigenación suficiente, especialmente en cabeza de la
cuba de aeración.
PLANTA EXISTENTE
- Si las cubas de aeración son de mezcla integral, o con un efecto pistón insuficiente,
construir un reactor anóxico selector de fangos utilizando una parte de las cubas
existentes o realizando una nueva.
- Si no es posible la modificación, o si el bulking persiste después de realizarla, hacer
pruebas con los productos químicos siguientes, y en el orden indicado:
· Sulfato ferroso: de 20 a 50 g de Fe por m3 de agua.
· Cal: l0 a 30 g por m3.
· Cloro: 2 a 5 g por m3 a utilizar solamente con un bulking alto (IVF > 600 cc · g-1) y
persistente.
ESPUMAS NOCARDIA
Descripción del problema
Algunos fangos activados pueden producir, de forma continua o intermitente, unas
espumas persistentes, viscosas y de color marrón. Son completamente distintas de las
espumas blancas que aparecen, principalmente, en las caídas de agua tratada; no es
posible eliminarías, como éstas, con un simple chorro de agua.
Estas espumas llegan a cubrir las cubas de aeración con espesores de hasta 1 m, en
casos extremos (Ref. 68), produciendo los siguientes inconvenientes:
- Pueden permanecer en las cubas durante mucho tiempo, y al estar constituidas
únicamente por materias orgánicas, se desarrollan fermentaciones ligeramente ácidas
con producción de malos olores, del tipo «leche cortada» o «leche agria».
- Pueden llegar hasta las pasarelas, lo cual las hace resbaladizas y peligrosas para el
personal. Una vez desaparecidas, las paredes y pasarelas quedan sucias, con una costra
seca muy difícil de eliminar.
Cuando la cantidad de espumas es importante, una parte de ellas puede pasar a la
decantación secundaria, donde sobrenadan, perjudicando la calidad del agua tratada.
Formación de espumas
Existe una correlación muy estrecha entre la cantidad de espumas y la concentración en
la biomasa de algunos actinomicetos del género Nocardia; el más común es una nueva
especie descubierta por Lechevalier (Ref. 69 y 70), denominada Nocardia Amarae. Este
microorganismo no es fácilmente detectable en un estudio microscópico, ya que
necesita un aumento de 1 · 1.000 y una técnica especial de preparación (Ref. 69).
El Nocardia Amarae se presenta en formas muy cortas, con muchos filamentos de color
blanco o gris.
Los Nocardia segregan una sustancia líquida, el Nocardomyco/ate, que favorece la
aglomeración de los microorganismos con el aire, de forma que sobrenadan en la
superficie formando espumas. Como los Nocardia son predominantes en este tipo de
espumas, a falta de un nombre específico, hemos adoptado, para caracterizarlos, la
denominación de Espumas Nocardia».
Factores que favorecen el crecimiento de los Nocardia
La primera observación de espumas Nocardía se hizo en 1969, en una planta de
Milwaukee, en Wisconsin (Ref. 68). Los primeros estudios serios fueron los de
Lechevalier en 1975 (Ref. 69). Actualmente, todavía se conoce poco sobre este tema.
El problema se complica, ya que, por un lado, tenemos el del crecimiento de los
Nocardia y, por otro, el de la producción de Nocardomycolate. Este puede segregarse
en cantidades distintas con las mismas cantidades de Nocardia, lo cual también produce
efectos variables.
Se conocen pocos factores influyentes, y, como ocurre con el crecimiento de los
organismos filamentosos, algunos factores interfieren sobre otros con posibles efectos
sinergéticos.
A. EDAD DE LOS FANGOS SRT. TEMPERATURA
El crecimiento de los Nocardia es relativamente lento en comparación con la mayoría
de los organismos heterótrofos. Se trata de un problema parecido al de la nitrificación:
para crecer, los Nocardia deben producirse en cantidades superiores a las de su
eliminación con los fangos en exceso.
Según Pipes (Ref. 68), se necesita una edad del fango de nueve días para obtener una
concentración significativa, de 100 unidades por mg. Los problemas inducidos por los
Nocardia empiezan a partir de 1.000 unidades por mg, lo cual supone una edad del
fango SRT de 12 días.
Contemplando únicamente este aspecto, el problema parece sencillo de resolver; es
decir, solamente con el control de la edad del fango. Pero aparecen otros tres problemas:
- La edad límite indicada es válida en el sentido del crecimiento; en sentido contrario,
esta edad tiene que disminuir hasta 3 días.
El efecto aparece después de 4 días, y una eliminación efectiva, sólo después de 11 días
(Ref. 7). La duración de la reducción de la edad del fango debe ser como mínimo de 3
semanas; si no, los Nocardia comienzan a crecer rápidamente con edades inferiores a
los límites anteriores, de 9 y 12 días. Los valores indicados son edades aproximadas, y,
en realidad, pueden variar de un fango a otro con la influencia de otros factores, como
por ejemplo la temperatura.
- La edad límite, de 9 y 12 días, es superior al rango normal, de 3 a 6 días, necesario
para la eliminación de la contaminación orgánica. Una disminución provisional a 3 días
aumentará la DBO soluble, pero no lo suficiente como para constituir un problema
importante.
En el caso de la nitrificación, la edad a mantener es del mismo orden que la que produce
un crecimiento de Nocardia, suficiente para dar problemas.
Como la temperatura influye más en el crecimiento de los Nocardia que en otros
organismos heterótrofos, los crecimientos de Nocardia y Nitrosomonas varían en el
mismo sentido, con relación a la temperatura. Con un crecimiento del mismo orden y
una influencia de la temperatura parecida, la purga de los indeseables (Nocardia)
acarrea la de los deseables (Nitrosomonas). Es decir, no se puede limitar la
concentración de los Nocardia sin perjudicar la nitrificación. Una parte importante de
los Nocardia se encuentra en las espumas. La disminución de la edad del fango
solamente tiene efecto sobre la fracción contenida en los fangos. Es decir, cualquier
reducción de la edad del fango debe ir acompañada por una purga de las espumas; si no,
para llegar al mismo resultado, sería necesario bajar a una edad inferior. Esta puede ser
una explicación de los 3 días señalados anteriormente (Ref. 7).
Figura 15.7. Fangos activados. Recuento de actinomicetos en relación
con la edad de los fangos SRT. (W.O. Pipes; ref. 68.)
B. GRASAS Y ACEITES
Algunos actinomicetos pueden degradar aceites y grasas más fácilmente que otros
organismos, y, de esta forma, la competición es a su favor. La experiencia en plantas
muestra que, efectivamente, altas concentraciones de grasas favorecen el crecimiento de
los Nocardia (Ref. 7).
C. SELECTOR
Como los Nocardia son aerobios estrictos, puede utilizarse con buenos resultados un
reactor anóxico. En el caso de una nitrificación no permanente, este reactor debe ser
mixto, anóxico y aerobio, y emplear el modo anóxico en períodos de nitrificación o de
problemas de Nocardia; el resto del tiempo puede funcionar como selector aerobio.
D. DIGESTIÓN ANAEROBIA
En 1975, cuando Lechevalier descubrió la nueva especie de Nocardia (Amarae),
también realizó unas observaciones muy interesantes (Ref. 69 y 70):
- El aumento de las depuradoras que tienen problemas de espumas coincide con la
aparición de instalaciones sin digestión anaerobia, que disponen de estabilización
aerobia o tratamiento directo de fangos frescos.
- Las plantas que tienen digestión anaerobia, y que envían los sobrenadantes de
digestión o los filtrados de deshidratación a cabeza de la instalación, no tienen
problemas de espumas Nocardia; mejor dicho, tienen bastantes menos problemas,
puesto que hay excepciones como la señalada por Dhaliwal (Ref. 67).
- En una planta con alta concentración de Nocardia, éstos pueden reducirse con una
ligera adición de fangos digeridos, de aproximadamente 50 a 100 kg de MS por 1.000
kg de MS del licor, de forma diaria hasta la desaparición de las espumas. Esta operación
es muy sencilla en una planta con digestión, pero en este caso, tampoco hay muchas
probabilidades de tener problemas con las espumas Nocardia. Si la planta no tiene
digestión anaerobia, y existe una próxima a ella, esta operación precisa un transporte de
10 a 20 m3 de fangos digeridos diariamente, para una instalación de 50.000 habitantes.
E. AERACIÓN
La reducción al mínimo posible de la aeración, produce dos efectos desfavorables en el
crecimiento de los Nocardia:
- Menos energía utilizada, lo que significa una menor producción de espumas.
- Como los Nocardia son aerobios estrictos, una baja concentración de oxígeno reduce
su crecimiento.
Pero, como se comprende fácilmente, este remedio es de uso muy limitado.
F. pH
Los actinomicetos son muy sensibles (como los nitrosomonas) a los pH bajos. Con un
pH de 6,5, el crecimiento es del 66%, y con un pH de 5, del 1%.
Pero esta sensibilidad tampoco es de utilidad práctica, porque la acidificación, además
de su costo, favorece los organismos filamentosos. El objetivo debe encaminarse a
suprimir un problema y no a cambiarlo por otro.
G. ADITIVOS
La adición de bacterias mutantes produce muy pocos efectos, a pesar de las promesas de
los fabricantes (Ref. 7).
Con una elevada cloración de los fangos en exceso, se han obtenido, algunas veces,
efectos nulos (Ref. 7), y otras, buenos efectos (Ref. 67), pero en estos casos es muy
difícil discernir los efectos producidos por métodos distintos empleados al mismo
tiempo.
Como el resultado es muy discutible y la aplicación difícil y costosa, la cloración no se
considera un remedio práctico.
H. SEPARACIÓN FÍSICA
La evacuación superficial de las espumas y envío a cabeza, con una fuerte dilución,
puede ser una solución si la planta dispone de un buen desengrasador.
Con cubas provistas de turbinas, esta evacuación es más fácil, ya que las espumas se
concentran en las paredes, en el eje de simetría de dos turbinas.
Resumen de posibles soluciones
PLANTAS NUEVAS
Prever un selector con posibilidad de funcionamiento aerobio y anóxico, dividido en 2
compartimientos de 8 minutos de tiempo de contacto medio efectivo cada uno.
PLANTA EXISTENTE
Hay dos remedios prácticos que deben emplearse a la vez: separación y eliminación de
las espumas; y reducción de la edad del fango hasta 3 días, durante un tiempo de 3
semanas como mínimo.
ESPUMAS BLANCAS Y DETERGENTES
En este capítulo vamos a analizar los efectos de los detergentes sobre la marcha de una
planta de depuración y sobre el cauce receptor, y, en especial, del más visible y
conocido: la formación de espumas blancas.
Los detergentes, o más exactamente su parte activa, representan solamente una pequeña
fracción (del 10 al 30%) de los productos comerciales empleados para los lavados
domésticos o industriales. El resto está formado por aditivos que pueden ser
involuntarios, como resultado de la fabricación, tales como sulfato de sodio, o
voluntarios, como polifosfatos (secuestrantes y estabilizantes), silicato de sodio
(anticorrosión), perborato (agente de blanqueo), suavizantes, etc.
Existen varios detergentes de base que, mezclados entre sí y con los aditivos, forman
centenares de productos comerciales para todos los usos. La fracción más importante de
la producción, un 80%, es la de los lavados domésticos; el resto se reparte en diversas
industrias: textil, curtidos, mecánica, papeleras, separación de minerales, farmacia, etc.
La concentración en las aguas residuales urbanas puede variar entre 5 y 30mg · l-1.
Efectos de los detergentes
A. SOBRE EL TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES
a) Oxigenación
Desde el punto de vista de la oxigenación, los tensoactivos tienen una acción muy
importante y doble:
- Positiva: disminuyen el tamaño de las burbujas, aumentando así la superficie de
contacto aire-agua, y en consecuencia, también la disolución de oxígeno.
- Negativa: por creación de una barrera a la difusión del oxigeno.
En los sistemas de turbinas de aeración o de inyección de aire por burbujas gruesas o
medias, el efecto global puede ser nulo o muy pequeño.
En los sistema de inyección de aire con burbujas finas, la influencia global es negativa.
Como no puede hacerse nada sobre estas interferencias, la única solución es tenerlo en
cuenta en la determinación del factor alfa, de transferencia de oxígeno.
b) Toxicidad sobre la masa activa
Hay algunos detergentes «antisépticos» catiónicos, pero representan una pequeña parte
de los detergentes fabricados. Para el resto, el poder bacteriano es muy bajo: algunos
empiezan a provocar una cierta inhibición bacteriana con dosis de 30 mg · l-1, y otros no
tienen influencia hasta concentraciones de 500 mg · l-1 (Ref. 72).
c) Decantación
La influencia es pequeña, pero negativa.
d) Cubas de aeración
Hemos visto, en el Capítulo 9, pág. 206, que los tensoactivos, como disminuyen la
tensión superficial, disminuyen también las velocidades. La diferencia de velocidad
relativa entre agua clara y licor es del orden del 100 al 65 %, lo cual influye sobre la
energía de agitación.
e) Espumas
Veremos este punto posteriormente.
B. SOBRE LOS CAUCES RECEPTORES
a) La parte activa de los detergentes tiene unas toxicidades, directas e indirectas,
variables de un producto a otro.
· Directa: Algunos peces quedan afectados con concentraciones de 3 mg · l-1, pero la
mayoría de las especies pueden soportar de 7 a 8 mg · l-1 (Ref.72).
· Indirecta: Los detergentes favorecen la absorción de productos por las mucosas, y, por
lo tanto, de los tóxicos o de los hidrocarburos.
b) Los aditivos conocidos también producen cierto efecto. Los polifosfatos constituyen
una de las principales fuentes de fosfatos en las aguas residuales, con los problemas ya
conocidos que representan. Los perboratos producen un efecto de acumulación en los
fangos y problemas en las aguas de consumo (Ref. 71 y 72).
Eliminación de detergentes
A. FÍSICO-QUÍMICO
- Por espumación: Empleando los equipos existentes de separación de minerales,
algunos experimentos han demostrado los buenos rendimientos del sistema: del orden
del 80 al 90% sobre los detergentes, y del 50% sobre las materias en suspensión. Pero
este sistema es inaplicable por su enorme consumo energético.
- Por floculación y cambiadores de iones, sistemas técnicamente posibles, pero
económicamente irrealizables.
B. BIODEGRADABILIDAD
Ante los problemas producidos por los detergentes, las autoridades de algunos paises,
desde 1960, consideran que la única vía para resolver estos problemas es la limitación
de los detergentes en los cauces, mediante su buena degradabilidad. Existen diversas
soluciones técnicas para producir detergentes con alta degradabilidad, pero los
productos comerciales son más caros y las nuevas fabricaciones necesitan grandes
inversiones.
Los primeros países que realizaron un gran esfuerzo fueron Alemania (Ley de 1964),
Gran Bretaña (Ley de 1966) y U.S.A. (acuerdo de 1960 a 63); otros las han seguido
poco a poco, como Francia (Ley de 1971).
El 6 de Mayo de 1968, el Consejo de Europa aprobó una Carta del Agua: todos los
países firmantes se comprometieron a respetar una biodegradabilidad del 80%.
Espumas blancas
Es curioso observar que una pequeña concentración, de 0,3 a 0,5 mg · l-1 puede producir
montones de espumas cuando las condiciones son favorables. En realidad, solamente es
necesaria una pequeña fracción de esta concentración, siempre que pueda organizarse
una concentración superficial suficiente y que algunos compuestos aseguren la
estabilidad.
Los detergentes y las grasas forman micelas cuando la concentración micelaria es
superior al valor crítico. Estas micelas pueden formar hojas constituidas por capas
sucesivas muy finas, del orden de 100 Angstrom (l00.000 capas producen un espesor de
1 mm), es decir, que una pequeña cantidad de detergentes puede producir superficies de
hojas enormes.
Los iones calcio y las proteínas facilitan la formación de las espumas, y también
aseguran su estabilidad.
Pero, para formarse, las espumas necesitan condiciones favorables: en primer lugar,
reposo para obtener una concentración superficial suficiente; en segundo lugar, un buen
contacto agua-aire-micelas, producido por una pérdida de energía del agua, con el mejor
contacto posible con aire. Estas condiciones se producen, por ejemplo, en las caídas de
los vertederos.
Las materias en suspensión del agua reducen la formación de espumas. Esta limitación
es suficiente para que, con agua bruta o decantada, y con los bajos niveles de energía
disipados, la producción de espumas no sea muy elevada.
El problema de las cubas de aeración es distinto, puesto que en ellas se produce una alta
disipación de energía:
- Cuando comienzan a formarse fangos activados, el alto nivel de energía disipada en la
cuba, llena de agua decantada, produce gran cantidad de espumas.
- Poco a poco la concentración del licor aumenta, provocando una disminución de la
producción de espumas, hasta hacerse muy baja y estable cuando la concentración llega
a 1 ó 1,6 g · l-1. Esta mejora procede, por un lado, del efecto de las materias en
suspensión del licor, y, por otro, del inicio de la degradabilidad de los detergentes.
Los vertederos de los decantadores secundarios producen una cierta cantidad de
espumas en función de la altura de caída, pero el mayor problema se presenta en la
salida de agua tratada al cauce receptor, en donde pueden ser importantes las diferencias
de nivel de agua entre el último punto fijo de la planta, es decir, los vertederos, bien de
los decantadores secundarios o bien de la cuba de cloración, y el cauce receptor.
Las caídas de 2 a 4 metros son muy frecuentes, pero en ocasiones pueden ser mayores.
Se producen grandes cantidades de espuma, muy difíciles de retener y que sobrenadan
en la superficie del cauce.
La degradabilidad de los detergentes es una posibilidad para reducir la formación de
espumas, pero, como no es suficiente, queda una concentración residual que continúa la
formación. Recordamos que una concentración de 0,3 a 0,5 mg · l-1 es suficiente para
producir espumas.
Hemos visto (Figura 15.8) que, para formar espumas, se necesita:
AGUA + DETERGENTE + ENERGÍA + AIRE
El único de estos cuatro elementos que puede reducirse completamente es el aire. Es
decir, la solución para limitar la producción de espumas consiste en perder la energía
disponible en un punto en el que no sea posible una introducción de aire.
La disposición de la Figura 15.9 permite perder la energía que corresponde a una altura
H sin que el vórtice, producido por la alta velocidad de paso por la compuerta B, pueda
producir una aspiración del aire.
Las dimensiones de la compuerta de control B se calculan para que, estando
completamente abierta, pueda pasar el caudal máximo con la mínima pérdida de carga
disponible.. La disipación de energía a la salida de la compuerta debe estudiarse
cuidadosamente.
CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA PRODUCIDA POR LOS SISTEMAS DE
AERACIÓN
Peligros para la salud
Todos los sistemas de aeración producen aerosoles muy ligeros que pueden trasladarse
fuera de las cubas de aeración, no sólo al interior de la planta, sino también al exterior, a
una cierta distancia, relacionada con la velocidad del viento.
Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte (Ref. 75), dio las siguientes
conclusiones:
- Es una realidad la producción y el transporte de aerosoles bacterianos a lugares en los
que se encuentran operadores de la planta y residentes próximos.
- Estos aerosoles contienen diversas bacterias patógenas virulentas, contenidas en
partículas de un tamaño tal que pueden ser inhaladas por las personas.
Figura 15.8. Formación de espumas.
- No se llega a una conclusión, afirmativa o negativa, sobre el riesgo sanitario de los
aerosoles de las aguas residuales.
Un estudio sueco proporcionó conclusiones similares, en los casos estudiados.
Figura 15.9. Reducción de la formación de espumas en la salida de agua tratada.
En nuestra opinión, en una planta debe reducirse al mínimo posible la producción de
aerosoles.
Emisiones de aerosoles
En 1976, el Instituto de Higiene y Fisiología del Trabajo de Zurich realizó un estudio
muy completo (Ref. 76). Las medidas se efectuaron por filtración muy fina, de 1 m de
aire, y las materias filtradas se depositaron sobre una placa de siembra. Después se
efectuó el recuento de las bacterias formadas.
Figura 15.10. Contaminación atmosférica por los medios
de aeración. Comparación de sistemas.
La Figura 15.10 presenta el resumen del estudio. Pueden hacerse algunas
consideraciones a partir del número de colonias, PC (placa de recuento):
- En todos los casos, la contaminación a 1 m por encima del nivel del agua (columna A)
es mucho mayor que a 2 m en la parte lateral de la cuba (columna B) (de 2,5 a 33 veces
más).
- La aspersión del agua tratada para la eliminación de las espumas produce gran riesgo
de contaminación.
- El sistema que produce el mínimo de aerosoles es el de difusores finos.
- Al lado de la cuba, el peor de los sistemas es el de cepillos. Sin embargo, estas
medidas se realizaron sin cubiertas de protección, mientras que actualmente es normal
su utilización.
Conclusiones prácticas
Podemos resumir las siguientes:
- Suprimir la aspersión de agua para la eliminación de las espumas; sustituirla por
chorros de gran caudal de funcionamiento intermitente.
- En el momento de seleccionar un sistema de aeración, desde el punto de vista de
emisiones de aerosoles, debemos tener en cuenta que los difusores finos son mucho
mejores que los demás sistemas.
- Los cepillos no deben emplearse sin capotas.
- Las turbinas con sistema de cubierta también presentan menores riesgos.
OLORES Y RUIDO
Deben tomarse todas las medidas necesarias para suprimir, o al menos reducir, los
malos olores y el ruido en la planta, tanto para los operadores como para los residentes
próximos, sin olvidar los visitantes.
Olores
En funcionamiento normal, el sistema de fangos activados no produce olores. Las
posibles emisiones pueden ser debidas a:
- La obra de llegada, bombeo, desbaste, desarenador y desengrase, sobre todo si el
efluente llega en estado séptico.
- Las espumas Nocardia que, al permanecer mucho tiempo en las cubas, pueden
empezar a fermentar y oler; generalmente estos olores se pueden comparar al de la leche
agria o derivados lácteos en mal estado.
- Los residuos de las espumas blancas que, una vez secos, pueden producir olores.
- En los pozos de recirculación equipados con bombas, puede producirse una
acumulación de flotantes que, si fermentan, producen malos olores. De vez en cuando
debe bajarse el nivel del pozo todo lo posible, cerrando las entradas hasta que caviten
las bombas, y, mediante un chorro de agua, ayudar al bombeo de los flotantes.
- Los sistemas de extracción, espesado y secado de fangos.
En cualquier caso, la solución mas eficaz es la de cubrir las obras en donde pueden
producirse olores y ventilar los edificios u obras de cobertura en depresión, es decir, con
flujo de aire del exterior al interior, enviando todo el aire de ventilación a un tratamiento
especial del mismo para eliminar o reducir los productos causantes del olor como los
mercaptanos, el sulfhídrico y el amoniaco.
Ruido
- Producción y transporte de aire comprimido:
El edificio de compresores se debe construir completamente cerrado, con una puerta
estanca y aislada. La ventilación debe ser adecuada, con entradas y salidas de aire,
equipadas con buenas protecciones acústicas. Cuando existe una filtración de aire, no es
necesaria la protección acústica de la aspiración de los compresores.
En un edificio con ventanas, la mejor solución será anularlas.
Es necesario impedir las vibraciones de las tuberías de aire; cuando están sobre las
cubas, es mejor ponerlas en una canaleta llena de una mezcla de arena y serrín. Las
tuberías sumergidas no producen vibraciones, o, al menos, son muy pequeñas.
- Turbinas:
Para reducir el ruido del motorreductor, éste debe instalarse dentro de un cajón aislante
con una buena ventilación. El ruido hidráulico se reduce con una cubierta sobre la zona
de acción de la turbina.
- Tornillos de recirculación:
En este caso, la mejor solución consiste en construir un edificio con puertas y ventanas
aislantes.
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