Marco teórico Antecedentes: PÉREZ DÍAZ, PATRICIA LAURA, VASQUEZ ECHEGARAY, CRISTINA. (2017), en la investigación titulada “conocimientos y mitos en la donación de sangre en estudiantes de enfermería del 2 do y 4to año de una universidad privada de Lima”. El objetivo fue Identificar el nivel de conocimiento y mitos existentes sobre la donación de sangre en estudiantes de enfermería profesional del 2 do al 4 to año de una Universidad Privada de Lima en el 2017. La metodología aplicada fue de diseño no experimental de enfoque cuantitativo, nivel descriptivo y de corte transversal. La población estuvo conformada por 52 estudiantes, se trabajó con la población total. Para la recolección de datos se aplicaron 2 cuestionarios: el cuestionario de conocimientos sobre donación de sangre y el de mitos sobre donación de sangre, ambos fueron validados a través de juicio de expertos. Los Resultados revelaron que un 42% de estudiantes de enfermería tienen un nivel de conocimiento regular y un 27% tiene un conocimiento deficiente. El mito más frecuente fue “Una persona debe estar en ayunas para donar sangre” con un 75%. El mito menos frecuente es “El donar sangre engorda” con un 10%. De las evidencias anteriores pudimos percatarnos que un 27% de los estudiantes de enfermería tienen un conocimiento deficiente respecto a la donación de sangre el cual llama la atención porque son ellos los que deben tener toda información disponible para ayudar y proporcionar conocimientos a la población donante y en general. Cochaches de la Cruz, John Alejandro. (2019), en su estudio tuvo como finalidad determinar la relación entre conocimientos y actitudes sobre la donación de sangre en los estudiantes de la Universidad Científica del Perú, sede Iquitos 2019. Su estudio fue descriptivo- correlacional. La muestra estuvo constituida por 341 estudiantes. Para medir el nivel de conocimientos se aplicó un cuestionario; y para medir las actitudes se aplicó un test tipo Likert. Los resultados abordados fueron los siguientes: el 42.5% de los estudiantes encuestados fueron varones y el 57.5% fueron mujeres. El 37.2 % trabaja y el 62,8 % no trabaja. El 41.1% no sabe qué tipo de grupo sanguíneo es, el 58.9 % sí lo sabe. Asimismo, el nivel de actitud sobre donación de sangre de los estudiantes de la Universidad Científica del Perú, el 2.1% (7) su actitud fue aceptable, el 52.5% (179) su actitud fue poco aceptable y el 45.5% (155) fue nada aceptable. También se encontró en el presente estudio que el nivel de conocimiento sobre donación de sangre de los estudiantes de la Universidad Científica del Perú, que el 2.3% (8) su evaluación del conocimiento fue muy buena, el 13.8% (47) su evaluación del conocimiento fue buena, el 22.6% (77) fue regular y el 61.3 % (209) la evaluación fue deficiente. En conclusión esta investigación aceptó la hipótesis de que los conocimientos tienen que ver con las actitudes de las personas a la hora de donar. Vásquez M, Ibarra P, Maldonado M. Conocimientos y actitudes hacia la donación de sangre en una población universitaria de Chile. Rev Panam Salud Publica. (2007). Este estudio tiene como objetivo Evaluar los conocimientos y actitudes hacia la donación de sangre voluntaria entre estudiantes, académicos y no académicos de la Universidad de Talca, Chile. El método utilizado fue una encuesta que fue hecha a 487 personas de la comunidad universitaria de chile, para indagar acerca de su percepción con respecto a algunos aspectos de la donación de sangre, tales como: conocimientos y motivaciones sobre la donación, y desmotivaciones y mitos asociados a la donación de sangre. Para el análisis de los datos se usaron estadígrafos descriptivos. Los métodos planteados nos pudieron arrojar un resultado de solo el 14 % de los encuestados habían donado sangre y correspondían mayoritariamente al grupo de académicos (43,3%). Un (88,1%) de los encuestados presentaron una intención de donar sangre en el futuro. Los investigadores llegaron a la conclusión de que la población universitaria si tenia la predisponían de donar sangre pero no tienen la información necesaria para la realización, por esto es necesario las campañas de información y motivación, para que las personas se eduquen y aprendan sobre el tema de la donación de sangre. BASE TEÓRICA CONCEPTUAL DONACIÓN DE SANGRE: ANTECEDENTES HISTÓRICOS La donación de sangre se inicia con la medicina transfusional, que se remonta a épocas muy antiguas, cuyo principio fundamental era mantener la juventud y evitar enfermedades, ya los griegos consideraban a la sangre como uno de los “humores” más importantes y cuya alteración causaba las enfermedades, los hebreos, egipcios, romanos y aztecas practicaban rituales en honor a ella, con sacrificios de animales y humanos, incluso desde el siglo XII hasta el siglo XIX se realizaban sangrías con el fin de “liberarse de malos espíritus” (Spence, 2000) (Lindegoom G 1954). En 1656 experimentos de Sir Chirtopher Wren, astrónomo y arquitecto describe la administración de medicamentos vía intravenosa a perros y es el Dr. Coger quien bajo esos principios realiza la primera trasfusión sanguínea entre animales (Oberman H, 1981) (Keynes G, 1953). El 15 de junio de 1667 en Francia, el doctor Jean Baptiste Denis realiza la primera transfusión exitosa a un joven de 15 años. A partir de ese momento y luego de una infinidad de tropiezos y descubrimientos como el grupo sanguíneo, el manejo y la conservación de sangre entre otros, es que se hace posible este procedimiento impensable en otros tiempos. (Rizzi M, 1999). En el siglo XX se realizaba las transfusiones sanguíneas como alternativa terapéutica, sin embargo en la década de 1980 con el descubrimiento del VIH Sida y de la posibilidad de contagio, ocasionó temor y rechazo por este procedimiento, con tanta repercusión que aún se mantiene. Es por ello que hoy en día todos los bancos de sangre a nivel mundial realizan diversas pruebas serológicas para disminuir a porcentajes mínimos la posibilidad de contagio. Es así que la donación de sangre se convierte en un método seguro basado en normas internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Asociación Americana de Bancos de Sangre. Por lo expuesto se considera a la donación de sangre como un acto voluntario y solidario que consiste en la extracción de una unidad de sangre equivalente a 450 centímetros cúbicos a través de una vena del antebrazo en un sistema de bolsas cerrada y estéril para su posterior fraccionamiento y obtención de los componentes sanguíneos. La sangre se puede fraccionar en 3 ó 4 componentes: plasma, plaquetas, glóbulos rojos y factores de coagulación, según la capacidad del Banco de Sangre, por lo tanto una unidad de sangre donada por un único donante puede salvar de 3 a 4 vidas. Reglamento de Bancos y trasfusiones de sangre en Panamá El 31 de julio de 1986 crearon la ley No.17 sobre los bancos y transfusiones de sangre en la República de Panamá. LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DECRETA: CAPÍTULO I DISPOSICIONES GENERALES Artículo 1. Todas las actividades relacionadas con la obtención, donación, procesamiento, fraccionamiento, conservación, transfusión y suministro de sangre humana, así como de sus componentes y derivados, incluyendo su transportación y distribución, por el hecho de constituir un servicio a la población, se declara de interés nacional. Artículo 2. La sangre humana podrá ser utilizada para el tratamiento de seres humanos y en investigaciones científicas debidamente aprobadas por la autoridad correspondiente. Jamás podría ser usada con fines de lucro. Artículo 3. El Ministerio de Salud, a través de la Dirección General de Salud y del Consejo Técnico de Salud, dictará las normas técnicas y administrativas que regularán el funcionamiento de todas las instituciones o establecimientos que se ocupen de la utilización, total o parcial, de sangre humana, en el territorio nacional. Artículo 4. El Ministerio de Salud, además de fomentar la organización y desarrollo de los Bancos de Sangre a nivel nacional, deberá establecer una política para evaluar las necesidades futuras en el campo transfusional, promover los programas de donación o transfusión necesarios para mantener esta asistencia a un nivel adecuado y velar por el cumplimiento de la presente Ley y de los reglamentos y normas que se dicten sobre la materia. Artículo 5. Los Bancos de Sangre del Hospital Santo Tomás y del Complejo Hospitalario Metropolitano de la Caja de Seguro Social, serán considerados Centros de referencia. G.O. 20614 ASAMBLEA LEGISLATIVA, REPÚBLICA DE PANAMÁ CAPITULO II DE LAS FUENTES DE APROVISIONAMIENTO DE LA SANGRE Artículo 6. El ser humano, en condiciones de salud, es la única fuente de aprovisionamiento de sangre para ser utilizada con fines terapéuticos, en forma ética y científica. Artículo 7: La obtención de la sangre y su adecuado manejo y preparación, con el fin de transfundirla a los seres humanos, es función privativa de los Bancos de Sangre legalmente establecidos y registrados. Artículo 8. Además de los Bancos de Sangre, este fluído orgánico puede obtenerse de los donantes en Centros de Donación, fijos o móviles, los cuales deberán estar debidamente calificados y registrados en el Ministerio de Salud. Artículo 9. Los Reglamentos y normas de funcionamiento de los Bancos de Sangre y Centros de Donación deberán ser dictados por el Ministerio de Salud, a cuya Dirección General de Salud le corresponde el control e inspección periódica de todos los establecimientos dedicados a la utilización de la sangre humana. Artículo 10. En los casos de urgencia y en lugares donde no haya Bancos de Sangre establecidos, la obtención y la transfusión de sangre como procedimiento de vida o muerte, deberá ser realizada por profesionales médicos y otros profesionales de la salud debidamente calificados, quienes deberán seguir fielmente las normas médicas y técnicas establecidas para estas situaciones. CAPITULO III DE LOS DONANTES DE SANGRE Artículo 11. Para los efectos de esta Ley, se entiende como "donante de sangre" toda persona comprendida entre los 18 y 65 años, quien cede, libre, voluntaria y gratuitamente, una porción de su sangre para que sea utilizada con fines terapéuticos o de investigación. Podrá haber donantes menores y mayores de estas edades, bajo condiciones e indicaciones normadas específicamente. Artículo 12. Toda persona que quiera donar sangre deberá ser sometida, antes de la donación, a exámenes médicos y de laboratorio clínico, con el fin de preservar su salud y garantizar la seguridad del receptor. Artículo 13. El proceso de selección y obtención de la sangre del donante, debe ajustarse fielmente al reglamento y normas establecidas. G.O. 20614 ASAMBLEA LEGISLATIVA, REPÚBLICA DE PANAMÁ Artículo 14. Los donantes podrán organizarse en asociaciones de hemo-donadores, las cuales deben condicionar sus actividades a las disposiciones de esta Ley y a los reglamentos y normas que sobre el particular se dicten. Artículo 15. El Ministerio de Salud debe coadyuvar al funcionamiento de las asociaciones de hemodonadores y con grupos como la Cruz Roja y el Programa Dad al Desvalido (DAD), mediante campaña de promoción, divulgación, apoyo y con licencias o becas para personas que se dediquen a estos menesteres. CAPITULO IV DE LA DONACION Artículo 16. Para los efectos de esta Ley, la donación de sangre constituye el acto mediante el cual una persona, libre y voluntariamente, cede gratuitamente una porción de su sangre para que sea utilizada con fines terapéuticos o de investigación. Artículo 17. La donación con fines terapéuticos debe realizarse altruistamente a favor de una persona determinada o indeterminada, o de asociaciones de donantes. Artículo 18. El proceso de extracción de la sangre del donante debe ser realizado por un laboratorista clínico o aquél que tenga idoneidad para efectuar dicha función. CAPITULO V DEL ACTO DE DONACION Artículo 19. El laboratorista clínico que participa en los procedimientos de extracción y procesamiento de la sangre debe tener entrenamiento en inmunohematología. Artículo 20. Las normas de funcionamiento que complementen esta Ley, deberán indicar la estructura física y equipo de los centros de obtención de la sangre, el proceso administrativo, las pruebas a que se debe someter al donante, la cantidad de sangre por extracción y la frecuencia de ésta durante el año. Artículo 21. El acto de donación deberá ser lo menos traumático y desagradable para el donante. Las normas que complementen esta Ley establecerán los requisitos de control, vigilancia y reposo; además de los cuidados que deberán ofrecerse al hemodador con el fin de asegurar su bienestar físico. ASAMBLEA LEGISLATIVA, REPÚBLICA DE PANAMÁ CAPITULO VI DE LA CONSERVACIÓN y PROCESAMIENTO DE LA SANGRE Artículo 22. La sangre debe obtenerse en condiciones ambientales adecuadas y se debe conservar en medios de esterilidad y refrigeración, de acuerdo con las normas establecidas sobre la materia. Artículo 23. Debe especificarse, al momento de la extracción, el tipo de sangre, su fecha de extracción, su fecha de vencimiento y el anticoagulante utilizado. Artículo 24. Para evitar pérdidas de la sangre almacenada, las unidades obtenidas deben ser sometidas a controles técnicos periódicos. Artículo 25. Para aprovechar al máximo su utilidad, la sangre deberá ser sometida a procesos de separación y fraccionamiento de sus componentes. Se indicará en cada caso, la fecha del procedimiento. Artículo 26. Previo a su utilización con fines terapéuticos, la sangre deberá ser sometida a los exámenes de rigor que establezcan las normas que complementen esta Ley. CAPITULO VII DE LA TRANSFUSION Artículo 27. La transfusión de sangre humana, de sus componentes y derivados con fines terapéuticos, constituye un acto del ejercicio de la medicina. Artículo 28. No podrán practicarse transfusiones sin que se hayan efectuado, previamente, las pruebas básicas de compatibilidad entre la sangre del donante y del receptor. En casos de extrema urgencia y bajo criterio médico, podrán efectuarse transfusiones sin completar los requisitos, de acuerdo con las normas que para estas circunstancias se dicten como complemento a esta Ley. Artículo 29: La transfusión se aplicará bajo la responsabilidad del médico, quien tiene la obligación de velar para que se cumplan las normas establecidas para las transfusiones y quien debe vigilar al paciente todo el tiempo que sea necesario con el fin de asegurar que no se produzcan situaciones o reacciones adversas o deletéreas para su salud y bienestar. ASAMBLEA LEGISLATIVA, REPÚBLICA DE PANAMÁ Artículo 30. El personal médico, de laboratorio, de enfermería y administrativo, que intervenga en el procedimiento transfusional con resultados catastróficos, será responsable en la medida de su participación y acción individual. CAPITULO VIII DEL SUMINISTRO Y TRANSPORTE DE LA SANGRE Artículo 31. Los requisitos para suministrar sangre, sus derivados y componentes a los centros e instituciones de salud que lo requieran, deberán estar especificados en los reglamentos y normas que complementan esta Ley. Artículo 32. Los Bancos de Sangre de carácter público podrán suministrar o intercambiar sangre con los Bancos de Sangre de centros de asistencia privada que lo soliciten. En tales casos, se cargará al paciente los costos de procesamiento de la sangre y la suma recaudada deberá ser remitida al Banco de Sangre de carácter público. Artículo 33. El transporte de la sangre, sus componentes y derivados dentro y fuera de los Bancos de Sangre y centros de donación, deberá efectuarse en condiciones que garanticen su conservación en perfecto estado. Artículo 34. Queda prohibido a organizaciones privadas la exportación de la sangre, sus componentes o derivados. CAPITULO IX DE LOS BANCOS DE SANGRE Y CENTROS DE DONACIÓN Artículo 35. Los Bancos de Sangre son centros donde se efectúan los procedimientos conducentes a la utilización de la sangre humana, sin fines de lucro, con propósitos terapéuticos o de investigación. Artículo 36. Todo centro hospitalario, público o privado, debe tener un Banco de Sangre. Este debe ser controlado y supervisado por el Ministerio de Salud, a quien corresponde otorgar la autorización para su establecimiento y vigilar para que cumpla con las normas técnicas dictadas. Artículo 37. Los centros de Donación, fijos o móviles, son unidades donde se obtiene la sangre de los donantes, siempre bajo las normas dictadas para este menester. Estos centros envían la sangre colectada a Bancos de Sangre calificados para su procesamiento y posterior uso. Artículo 38. Los Bancos de Sangre deberán contar con personal idóneo debidamente entrenado y especializado en inmunohematología y otras disciplinas y técnicas aplicables, según la función específica que a cada uno corresponda. Artículo 39. Para cumplir los requisitos médicos, técnicos, legales y éticos, los Bancos de Sangre centrales deberán tener un ( 1 ) médico Jefe, especialista en inmunohematología, con experiencia mínima de cinco (5) años de trabajo en inmunohematología, como responsable del servicio médico, y un (1) técnico Jefe que sea laboratorista clínico, con experiencia mínima de cinco (5) años de trabajo en inmunohematología y que tenga la categoría que para ser Jefe estipule la Ley que reglamenta la profesión de laboratorista. La Ley reglamentará el funcionamiento de los Bancos de Sangre a nivel nacional. Artículo 40. La responsabilidad de la condición del Banco de Sangre, debe recaer sobre la jefatura respectiva. Artículo 41. Los Bancos de Sangre deberán informar trimestralmente sobre sus actividades al Ministerio de Salud. Modelos de donación de sangre Es importante recordar, que el donante de sangre constituye el primer eslabón que determina la eficacia de este proceso que no tiene parangón en cuanto a resultados para disminuir la mortalidad y mejorar la calidad de vida en determinados pacientes, por lo tanto se han establecido criterios de selección de donantes y la aplicación de pruebas de tamizaje los cuales deben ser cumplidos en todos los bancos de sangre. Según estudios se han identificado la presencia de tres tipos de donantes a nivel de Latinoamérica (García M, Sáenz E Cruz R, 2003) y estos son: • Los de reposición o intrafamiliares • Los remunerados • Los Voluntarios altruistas. CRITERIOS DE DONACIÓN DE SANGRE Existen varios criterios a tomar en cuenta para que una persona pueda donar sangre, estos se han diseñado con el afán de que este procedimiento sea inocuo para el donador y prevenir riesgos en el receptor. (OPS, 2009) • Los donantes potenciales deben tener al menos 18 años. La edad máxima para donar sangre por primera vez y para donaciones repetidas debe ser establecida en base a las 26 condiciones de salud de las poblaciones locales. Los donantes mayores de edad o los tutores/responsables de los menores que desean ser donantes deben firmar un consentimiento informado antes de la primera donación. (según la OPS, 2009) • Deben tener un peso mayor a 50 kg. • Deben tener una presión normal (sistólica de 110-140 mmHg. diastólica de 60-90 mmHg.) como promedio 120/80 mmHg. • Su frecuencia cardiaca debe encontrarse en parámetros normales 60-90 lat. min. • Los valores de hemoglobina y hematocrito deben ser normales. • No tener antecedentes de viajes recientes a zonas endémicas de paludismo. • No realizar prácticas de riesgo de transmisión de VIH. • No tener enfermedades víricas (resfrió o faringitis) en el momento de donar, mejor aún en los últimos 7 días. (Cruz J, García M, Sanhueza D, 2006) • Si existen antecedentes de enfermedades o administración de medicamentos debe ser valorada previamente por el médico. Es importante saber que el organismo repone el plasma en 1 a 3 días y la concentración de hematíes o glóbulos rojos suele normalizarse en 3 a 6 semanas (Guyton, 2009), por esta razón se recomienda que un varón done hasta cuatro veces durante el año y una mujer debido a las perdidas fisiológicas mensuales (menstruación), en tres oportunidades durante el año. FACTORES QUE INHIBEN LA DONACIÓN El acto de donar sangre requiere un proceso que en sí mismo tiende a generar miedo y aversión e inhibe la conducta hacia la donación. Incluso hay estudios en los que se demuestra que existe una fuerte asociación negativa entre el miedo a los hospitales y la conducta de donación (Boulware et al., 2002, pag. 24). No obstante, además del miedo hacia el proceso de extracción de la sangre existen otros inhibidores que han sido ampliamente investigados. En un intento de clasificar los diferentes inhibidores hacia la donación de sangre, Nonis et al. (1996, pag. 25) distinguen entre riesgos físicos (contagios), psicológicos (miedo), sociales (responsabilidad moral) y de tiempo (falta de tiempo). Según Gallego (2000, pag. 26), los inhibidores que más inciden en la negación hacia donar sangre hacen referencia principalmente al temor a las agujas o desmayos, al contagio de enfermedades infecciosas y a la debilidad que puede traer aparejada la donación. Así mismo, Cruz Bermúdez (2010) incluyen también como inhibidor de la conducta de donación la desconfianza al proceso de esterilización. Por otra parte, García Gutiérrez (2003) considera que en algunos países persisten tabúes y mitos sobre la donación de sangre que influyen negativamente en la predisposición a la donación, tales como que la donación de sangre engorda, da hambre, adelgaza, provoca infartos, anemia, cáncer, convulsiones, debilidad u otras enfermedades. Estos autores afirman que, si bien es verdad que la mayoría de las personas tienen una actitud positiva hacia la donación y consideran que es útil para salvar vidas, las personas que manifiestan una actitud negativa se debe a su temor a la sangre, a las agujas, al contagio de enfermedades y a su creencia de que no tienen las condiciones físicas necesarias para donar sangre. Por otra parte Valdés (2002) llegó a la conclusión de que una de las principales razones por las que las personas no donan es la falta de información sobre la donación, de ahí que se considere como un factor que inhibe la conducta de donar sangre. Sobre esta base, diversos autores señalan que es necesario mejorar la información sobre las donaciones y su problemática para incrementar la predisposición hacia la donación. La importancia de la información en la predisposición a donar sangre lleva a diversos autores a recomendar la realización de campañas más informativas y educativas y menos centradas en apelar a la solidaridad. En esta línea argumental, es de considerar que las campañas promocionales deberían centrarse en la facilidad de la donación y en la posibilidad de ayudar a un mínimo coste, alejándose de mensajes dramáticos y apostando por mensajes informativos sobre la utilidad de la donación. Igualmente, Alfonso Valdés et al. (2002) señalan como 31 posibles ejes de comunicación la importancia de la sangre y de la donación, las necesidades de sangre existentes, el procedimiento de la donación, los requisitos, la frecuencia, las enfermedades que limitan la donación, los hemoderivados y las pruebas realizadas a la sangre FACTORES QUE MOTIVAN LA DONACIÓN Las motivaciones hacia la donación han sido también objeto de múltiples trabajos de investigación dada su relevancia en la adopción de conductas sociales deseadas. En los últimos años, se han llevado a cabo múltiples estudios sobre las motivaciones para donar sangre, poniéndose de manifiesto que el altruismo es una de las principales razones para donar (Ministerio de Sanidad y Consumo, 1989; Alfonso Valdés, 2002). Los donantes están más influenciados por factores intrínsecos que extrínsecos porque el ser donante de sangre llega a ser un aspecto importante de la identidad de las personas. No obstante, entre las personas que nunca han donado sangre la motivación más relevante es un llamamiento urgente de sangre o la necesidad de un familiar o amigo (Valdés, 2002). En torno al término de altruismo se han propuesto muchas y diferentes definiciones que van desde actos incondicionales de dar hasta actos recíprocos, los cuales benefician tanto al que da como al que recibe. Así, por ejemplo, en la definición que aporta Smith (1981). se percibe al altruismo como un acto incondicional al considerarlo como un aspecto de la motivación humana que está presente en el grado en el que un individuo jerarquiza la satisfacción intrínseca o las recompensas físicas al optimizar la satisfacción interna de una o más personas sin la expectativa consciente de participar en una relación de intercambio. Por el contrario, Titmuss (1997) considera que no existe ningún tipo de donante que se caracterice por un altruismo pleno, desinteresado o espontáneo, sino que están presentes otras motivaciones tales como el sentido de la obligación, la aprobación y el interés, así como el conocimiento de una necesidad social que debe satisfacerse. Por otra parte, en los últimos años el uso de los incentivos como herramienta para incrementar la efectividad del reclutamiento y la retención de los donantes ha sido bastante frecuente en Estados Unidos. Sin embargo, esta práctica ha sido objeto de un profundo debate, suscitando controversias en torno a la seguridad, la ética y el coste que ello trae. En tal sentido, uno de los principales debates se ha centrado en la idoneidad o no de pagar por la donación de sangre, ya que ello puede traer el reclutamiento de personas no aptas para la donación. No obstante, en el trabajo de Sánchez (2001) se plantea que lo que no se ha analizado es la repercusión de este incentivo financiero entre la población de bajo riesgo, sin que ello afecte a la seguridad del sistema de donación. Así mismo, se plantea que los pocos estudios que han analizado la eficacia y la seguridad de los incentivos no monetarios son contradictorios, derivado de las diferencias en las poblaciones estudiadas y en los métodos de reclutamiento utilizados. Sobre esta base, Sánchez (2001) han analizado la idoneidad de un elevado número de incentivos para estimular la donación, específicamente los relacionados con reducciones de jornada laboral, chequeos médicos gratuitos, 33 analíticas gratuitas, preferencia en la donación por el donante o por una familiar, entradas para eventos culturales, descuentos comerciales, boletos de loterías o sorteos, pequeños regalos directos como una camiseta o una gorra, pequeños objetos de reconocimiento como pins o pegatinas para el coche y dinero en efectivo. Los resultados de este estudio sugieren que: los incentivos no monetarios podrían estimular la conducta de donación; los donantes más jóvenes muestran un mayor interés por los incentivos, siendo éstos considerados como posibles herramientas para atraer al público joven; los donantes de primera vez frente a los repetidores expresan un mayor interés por recibir incentivos tangibles, lo que está en consonancia con otros estudios en los que se ha demostrado que los donantes por primera vez están más motivados extrínsecamente, que los repetidores, los cuales donan por razones internas como el altruismo; los test médicos fueron valorados positivamente tanto por los donantes de primera vez como por los repetidores, los incentivos monetarios tienden a atraer a personas de alto riesgo. Por otra parte, existen investigaciones que ponen de manifiesto que los incentivos que más estimulan la donación de sangre son de tipo médico (análisis, chequeos, etc.) y entre los donantes más jóvenes tienen mayor capacidad de motivación los incentivos compensatorios (entradas gratuitas para eventos, regalos, descuentos, sorteos, etc.) y los de tipo social (muestras de apreciación). Por lo tanto, se llega a la conclusión de que, si bien los donantes de sangre se manifiestan contrarios a compensaciones o recompensas por donar sangre, los 34 incentivos relacionados con el reconocimiento social y las compensaciones médicosanitarias gozan de una alta aceptación.