Subido por Emiliano Romero

choques

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Shock Hipovolémico o
hemorrágico
SHOCK HIPOVOLÉMICO O HEMORRÁGICO
Causa más común de
choque en el paciente
quirúrgico o
traumatizado
Es la pérdida de
volumen
circulante por una
hemorragia.
La pérdida aguda de sangre:
de la estimulación barorreceptora de receptores de
estiramiento en las grandes arterias
acentúan la vasoconstricción y la
resistencia arterial periférica.
de la inhibición de los centros vasoconstrictores en el tallo encefálico
de la estimulación de quimiorreceptores de los centros vasomotores
del gasto por receptores auriculares de estiramiento.
La hipovolemia:
conduce
 induce estimulación simpática
o liberación de epinefrina y norepinefrina
o Activación de la cascada de renina-angiotensina
o mayor liberación de vasopresina.
La vasoconstricción periférica es notable, la falta de
efectos simpáticos en los vasos cerebrales y coronarios y
la autorregulación local promueven la conservación del
flujo sanguíneo cardiaco y del sistema nervioso central
(SNC).
FISIOPATOLOGÍA FASES DEL CHOQUE HEMORRÁGICO
• Fase I. Vasocostricción o anoxia isquémica estrechamiento arteriolar cierre de esfínter pre y postcapilar
apertura de shunt arteriovenoso produce disminución de la presión hidrostática capilar.
• Fase II. Expresión del espacio vascular, la necesidad de oxígeno celular determina la apertura de los capilares,
esto determina menor sangre circulante que lleva a una disminución de la presión venosa central y por ende
disminución del gasto cardíaco. El metabolismo celular pasa de aerobio a anaerobio comenzando la
acumulación de ácido láctico y potasio en el espacio intersticial.
• Fase III. La acidez del medio, más, el enlentecimiento circulatorio, llevan a un aumento de la viscosidad
sanguínea que favorece la coagulación intravascular con consumo de factores de coagulación y liberación de
enzimas líticas que llevan a la autolisis.
• Fase IV. Choque irreversible. Se secretan fi brinolisinas que llevan a la necrosis con falla orgánica en relación a
la extensión del proceso
Diagnóstico
1.- asegurar las vías respiratorias e iniciar administración de volumen para restablecer la
presión arterial al tiempo que se investiga la causa de la hipotensión.
En un sujeto traumatizado y un enfermo posoperatorio
choque se debe a hemorragia.
signos clínicos de choque:
• Agitado
• extremidades frías y pegajosas
• taquicardia
• Ausencia o debilidad de pulsos
periféricos
25 a 30% perdida del
• hipotensión
vol sanguíneo
taquicardia o hipotensión, representa una
pérdida importante de sangre y una
descompensación fisiológica.
Las respuestas clínica y fisiológica a la hemorragia se clasifican según sea la
magnitud de la pérdida de volumen.
Una presión sanguínea menor de 110 mmHg es una
definición de hipotensión e hipoperfusión.
El lactato sérico y
déficit de base
mediciones útiles para
calcular y vigilar la magnitud
de la hemorragia y el choque.
Cantidad de lactato que produce la
respiración anaeróbica es un marcador
indirecto de hipoperfusión hística, débito
celular de oxígeno y gravedad del estado
de choque hemorrágico.
Los valores de déficit de base derivados del
análisis de gases sanguíneos arteriales dan
un cálculo indirecto de la acidosis hística
causada por hipoperfusión.
• leve (−3 a −5 mmol/L)
• moderada (−6 a −9 mmol/L)
• grave (< −10 mmol/L)
relación entre el déficit de base al
momento del ingreso con las necesidades
de transfusión, desarrollo de insuficiencia
de múltiples órganos y muerte
En el tratamiento de personas con traumatismos:
• Conocer los patrones de la lesión del enfermo en estado de choque ayuda a dirigir la valoración y el
tratamiento.
• Es simple identificar el origen de una hemorragia en quienes presentan heridas penetrantes, ya que
los sitios de pérdida sanguínea se localizan a lo largo de la vía conocida o posible del objeto que
infligió la lesión.
• Los pacientes con lesiones penetrantes que presentan choque necesitan intervención quirúrgica.
• Pacientes con lesiones multisistémicas por un traumatismo cerrado tienen muchos sitios de posible
hemorragia.
Una pérdida de sangre
para causar choque es
de gran volumen.
sitios que pueden alojar un volumen sanguíneo extravascular para causar
hipotensión (p. ej., hemorragias externas, intratorácicas, intraabdominales,
retroperitoneales y fracturas de huesos largos)
En pacientes no
traumatizados,
siempre debe
considerarse el
tubo digestivo
como sitio de
hemorragia.
Las lesiones de
arterias o venas de
grueso calibre con
heridas abiertas
concurrentes
pueden
provocar hemorragia
masiva con rapidez.
Una hemorragia
persistente de vasos
más pequeños no
controlada puede
precipitar
choque si no se trata
de manera
adecuada.
Cada
cavidad
pleural puede
alojar 2 a 3 L
de sangre
Cuando no es
visible una
pérdida de sangre
mayor,
sospecharse
hemorragia
interna
(intracavitaria).
En individuos inestables
En paciente más estable
indicada una toracostomía con sonda diagnóstica y
terapéutica basada en los datos y sospecha clínicos.
radiografía de tórax en busca de pruebas de hemotórax.
La hemorragia retroperitoneal mayor
se relaciona con fracturas pélvicas, que se
confirman mediante radiografía de la pelvis
Los datos en una hemorragia
intraabdominal incluyen
distensión del abdomen e
hipersensibilidad o heridas visibles
abdominales.
causa más común de una pérdida de
sangre que causa choque
Es posible identificar con rapidez una hemorragia
intraperitoneal mediante ecografía o lavado peritoneal
El abordaje y tratamiento de un paciente con choque hipovolémico debe seguir el
orden del ABCDE de trauma.
Principio de Fick:
• primero se debe tener adecuada disponibilidad de oxígeno (vía aérea permeable)
• difusión de oxígeno a la sangre (buena respiración)
• perfusión (circulación)
Forma fácil de abordarse es la mnemotecnia «VIP»:
 Ventilar (administración de oxígeno)
 Infundir (reanimación con líquidos)
 Pump» o bomba (administración de agentes vasoactivos).
Una vez asegurada la vía
aérea con administración
de oxigeno
suplementario para
mantener SpO2 >95%.
Se canaliza al paciente
de inicio con dos vías
periféricas con catéter
de 16 Ga para la
infusión rápida de
grandes volúmenes de
liquido
iniciar reanimación con líquidos
para restaurar el volumen
vascular; se utilizan soluciones
intravenosas.
• coloides o cristaloides
En hemorragia masiva y
de hipotensión severa
utilizar calentadores de
liquidos y bombas de
infusión rápida
La ventilación mecánica está indicada en
px con disnea severa, hipoxemia o
academia. Reduce la demanda de oxígeno
a los músculos respiratorios y disminuye
la sobrecarga del VI.
la administración exagerada
de cristaloides promueve la
dilución de los componentes
hemáticos, lo que origina
discrasias sanguíneas
mortales y aumenta la
hemorragia.
Terapia inicial con líquidos
Se deben utilizar soluciones electrolíticas isotónicas como:
• Ringer Lactato
• Solución fisiológica normal
Se administra inicialmente un bolo de líquidos tibios
• 1 a 2 litros para un adulto
• 20 ml/kg para pediátricos
Durante la evaluación inicial del
paciente, es difícil predecir la
cantidad de líquidos y de sangre
que se requiere para la
reanimación.
Permiten una expansión intravascular
transitoria que estabiliza el vol vascular.
Es importante evaluar la respuesta del paciente a la reanimación con líquidos y tener evidencias de una
perfusión y oxigenación adecuadas (a través del gasto urinario, el nivel de conciencia y la perfusión
periférica).
La decisión de iniciar una transfusión sanguínea se basa en la respuesta del paciente.
Los pacientes de respuesta transitoria o nula, aquellos con hemorragia clase III o clase IV
requerirán de paquetes de glóbulos rojos y productos sanguíneos en la fase temprana de su
reanimación
Pacientes con lesiones graves van a requerir
una transfusión masiva
más de 10 unidades de paquetes de
glóbulos rojos dentro de las primeras 24
horas de admisión.
minimizar la administración agresiva de
cristaloides, puede resultar en mejor
sobrevida en este grupo de pacientes.
Caso Clínico
Paciente masculino de 41 años que ingresa a la sala de emergencias, el 26 de julio de 2008, aproximadamente a las 6
de la mañana, por presentar trauma múltiple por accidente de tránsito. Paciente, quien conducía una moto, recibe el
impacto de un auto liviano en su costado derecho, ocasionando la pérdida de equilibrio y su posterior caída en el lado
derecho, arrastrándolo por varios metros desde el lugar del accidente
Es traído en una ambulancia a la sala de emergencias del hospital en mención, en estado conciente, orientado y alerta
en tiempo, espacio y persona. Refiere dolor intenso en tórax y región dorso lumbar derecho con múltiples equímosis,
con extremidades frias. Se encuentra además, deformidad y edema de muslo derecho que compromete rodilla del
mismo lado con intenso dolor. Sus signos vitales son frecuencia cardíaca 110 por minuto, frecuencia respiratoria 22 por
minutos, temperatura 37 grados centígrados, presión arterial 120/70mm/hg y saturación de oxígeno por encima de
95%.
Los resultados de laboratorio iniciales son los siguientes: glóbulos blancos 9890, hemoglobina 14.3g/dl, hematocrito
41.6%, glicemia 160mg/dl, urea 40mg/dl, creatinina 1.08mg/dl, AST 605U/L, ALT 671 U/L, TP 13.1 segundos, TPT 28.9
segundos, INR 1, sodio 138meq/l y potasio 4meq/l. En radiografía de extremidad inferior derecha se observó una
fractura de fémur derecho con afectación de la meseta tibial y múltiples fracturas en costillas inferiores. No se
evidenciaron al momento sitios de sangrado activo por imágenes.
¿Qué es lo primero que debemos hacer ante este caso clínico?
Paciente, recibe por medio de una mascarilla facial simple, oxígeno suplementario a razón de 8 litros por
minutos
En la reanimación con líquidos para restaurar el volumen celular ¿que tipo de soluciones usamos?
Paciente, recibe por medio de una mascarilla facial simple, oxígeno suplementario a razón de 8 litros por
minutos y una infusión de 1 litro de solución cristaloide.
Es llevado de inmediato al área de quirófano donde es intervenido para una osteosíntesis de rodilla derecha con
colocación de tutores externos por fractura de fémur y limpieza quirúrgica por laceración dérmica moderada en brazo
derecho. El procedimiento tuvo una duración de 4 horas aproximadamente y aparentemente sin complicaciones luego
fue trasladado al área de cuidados intensivos para su observación.
Durante el postoperatorio, el paciente se halla bajo efecto de sedación y analgesia con soporte ventilatorio.
Presenta una presión arterial en promedio de 100/60mmHg con una frecuencia cardiaca de 122 latidos por
minutos. Exámenes de laboratorio de control demuestran un hematocrito de 19.2%, hemoglobina 6.5g/dl, urea
24.4mg/dl, creatinina 0.58mg/dl, calcio 1.9meq/l, cloro 119meq/l, sodio 144meq/l, potasio 2.2meq/l, tiempo de
protrombina 36.9 segundos, tiempo de tromboplastina mayor a los 3 minutos e INR de 3.81. Se realiza una
gasometría arterial con un PH 7.29, PCO2, 30.5mmHg, PO2 144mmHg, HCO3 19.3mol/l, base exceso -3.9 y
saturacion de O2 con 99.1%.
¿Qué medida terapéutica tomamos a la falta de respuesta a la reanimación con líquidos?
Se administran 2 litros de solución cristaloides, 1 litro de gelfusine y dos unidades de glóbulos rojos
concentrados, el paciente evoluciona con una mejoría leve de sus parámetros hemodinámicos.
A la mañana siguiente del día 27 de julio, el paciente se halla despierto, orientado, alerta y respondiendo
adecuadamente con comandos verbales, por lo que es extubado sin presentar novedad alguna y con una valoración
posextubación de Glasgow de 15/15. Durante el examen físico no se halló alteración alguna de importancia y con una
buena tolerabilidad oral a los líquidos a las pocas horas.
Shock neurogénico
Definición:
Se define como una presión arterial sistólica < 100 mmHg asociado a una
frecuencia cardiaca < 80 lpm en el contexto de un trauma medular, con
pérdida súbita del tono autonómico resultante de dicha lesión debido al
daño en el sistema nervioso simpático (TRM cervicales o torácicos altos).
La lesión aguda de la médula espinal da lugar a la activación de múltiples
mecanismos de una lesión secundaria:
• a) alteración vascular de la médula espinal con pérdida de la
autorregulación, vasoespasmo y trombosis
• b) pérdida de la integridad de la membrana celular y deterioro del
metabolismo energético
• c) acumulación de neurotransmisores y liberación de radicales libres
Fisiopatología :
El trauma mecánico produce una compresión directa
de los elementos del SNC y periférico por las estructuras
osteoligamentosas, además se produce lesión de vasos,
axones y ruptura de membranas de células nerviosas.
Secundario al proceso inflamatorio desencadenado
se presenta isquemia de la médula espinal
Posteriormente la regulación del flujo sanguíneo del
tejido cesa conduciendo a la hipotensión sistémica,
exacerbando la isquemia y la progresión de la lesión
espinal
Mecanismos que pueden contribuir al shock
neurogénico:
1.El choque distributivo desde una alteración autonómica con compromiso
de las vías simpáticas en asoció a la excitación parasimpática con la
consiguiente vasodilatación y bradicardia. Como se observa en casos de
lesión medular traumática y en enfermedades como el síndrome de
Guillain-Barré.
2. Choque cardiogénico usualmente observado en hemorragia
subaracnoidea con la presencia del miocardio contundido después de
una liberación de catecolaminas en infarto cerebral que comprometen la
ínsula derecha.
3. La insuficiencia renal y el hipopituitarismo también pueden conducir a
choque neurogénico.
Cuadro clínico :
•
•
•
•
•
Bradicardia
Hipotensión
Arritmias cardiacas
Disminución del gasto cardiaco
Reducción de la resistencia vascular periférica
La gravedad de la lesión de la médula espinal se correlaciona con
la magnitud de la disfunción cardiovascular.
• Si la lesión es superior a C4, se presenta lesión del nervio frénico, lo que puede
desencadenar una parada respiratoria.
• Si la lesión se presenta entre C5 y T10, la función de los músculos respiratorios
disminuye, lo que puede causar hipoxia, hipercapnia y congestión bronquial.
• Las complicaciones cardiovasculares se encuentran principalmente a un nivel de
la lesión medular superior a T5.
Diagnóstico :
• La descripción típica del estado de choque neurógeno
incluye disminución de la presión arterial acompañada de
bradicardia (ausencia de taquicardia refleja por alteración
de la descarga simpática)
• Extremidades calientes (pérdida de la vasoconstricción
periférica)
• Déficit motores y sensoriales que indican una lesión de la
médula espinal
• Prueba radiológica de una fractura de la columna vertebral
Tratamiento :
• Una vez que se aseguran las vías respiratorias y es adecuada la
ventilación, la reanimación con líquidos y la sustitución del volumen
intravascular mejoran la perfusión en el choque neurógeno.
• La utilización de solución salina hipertónica es una estrategia de osmoterapia de primera línea en estos casos.
• Casi todos los pacientes en este estado responden a la sustitución del
volumen intravascular sola, con mejoría satisfactoria de la perfusión y
resolución de la hipotensión.
La
administración
de
fluidos
transitoriamente el retorno venoso
aumenta
Al presentarse interrupción de la inervación simpática al
corazón y al predominio de tono parasimpático, el gasto
cardíaco permanece bajo debido al deterioro de la
contractilidad cardíaca y disminución de la frecuencia
cardíaca
Por lo que si después de administrar de uno a dos
litros de líquidos endovenosos, la presión arterial no
ha mejorado, los vasopresores están indicados.
El suministro de vasoconstrictores mejora el tono vascular periférico, atenúa la
capacitancia vascular e incrementa el retorno venoso, pero sólo debe
considerarse tras excluir hipovolemia como causa de la hipotensión y establecer el
diagnóstico de choque neurógeno.
vasoconstrictores por 24 a 48 h
• El restablecimiento rápido y apropiado de la presión arterial y el riego mejoran la
perfusión de la médula espinal, previenen isquemia progresiva de ésta y reducen
al mínimo una lesión secundaria de la médula.
• El restablecimiento de la presión arterial normal y la perfusión hística adecuada
deben anteceder a cualquier intento quirúrgico de estabilizar la fractura
vertebral.
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