LA COMPETENCIA MONOPOLÍSTICA La característica fundamental que separa la competencia monopolística respecto a la competencia perfecta es que en la monopolística existe diferenciación de producto. Existe diferenciación de producto cuando en un mismo mercado los demandantes consideran que los bienes o servicios ofrecidos por los distintos vendedores son sustitutivos imperfectos entre sí. Podemos considerar a cualquier oferente como un monopolista. Una marca es diferente de otra, un establecimiento está más próximo que otros, unas personas son más simpáticas o eficientes que otras…Todas las peluquerías ofrecen similares servicios, pero muchos consumidores acudirán siempre a su peluquero habitual, incluso aunque sea algo más caro; todos los bares tienen idénticos productos y entre los de parecidas características no tienen por qué ser los más baratos los más frecuentados; dos prendas pueden parecer idénticas pero la marca de una de ellas supone que un buen número de consumidores estén dispuestos a pagar por ella un precio considerablemente más alto…La competencia monopolística es un mercado en el que existe un elevado número de oferentes, con tanta mayor capacidad de influencia sobre el precio de sus productos cuanta mayor sea la diferenciación que consigan de los mismos. La diferenciación de producto implica que las empresas ya no son necesariamente precioaceptantes, sino que tienen un margen de actuación tanto más amplio cuanto más consigan diferenciarse de las restantes. Al existir diferenciación de producto, la demanda de cada uno de los que intervienen en este tipo de mercado no es plana, sino levemente inclinada. La elasticidad será elevada porque existen muchos sustitutivos próximos. La demanda inclinada implica un pequeño poder monopolístico. El punto de equilibrio a corto plazo se fijará con idéntico razonamiento al que hemos visto para el monopolio: la cantidad óptima será aquélla para la que ingreso marginal y coste marginal coincidan y el precio aplicado será el que determine la demanda correspondiente. Es probable que las empresas estén consiguiendo unos beneficios extraordinarios. Dado que no existen barreras de entrada, rápidamente surgirán nuevos competidores atraídos por esa posibilidad de rendimientos superiores a los normales. La entrada de nuevas empresas desplaza la demanda individual de cada empresa hacia la izquierda y, probablemente, aunque no con total seguridad, la hace un poco más elástica. El proceso se detendrá cuando desaparezca el incentivo, es decir, cuando el beneficio extraordinario se anule. En el punto de equilibrio a largo plazo, las empresas de competencia monopolística no obtienen beneficios extraordinarios, pero no se produce al mínimo coste posible, el precio es superior al de competencia perfecta y las cantidades intercambiadas son menores. La lucha por conseguir maximizar beneficios se convierte frecuentemente en el empeño por conseguir el máximo poder monopolístico en el mercado. De ahí que el Estado se plantee entre sus objetivos la defensa de la competencia. http://derecho.isipedia.com/segundo/economia-politica/-tema-6-la-competencia-imperfectaempresas-precio-determinantes