In itinere y en misión los dos apellidos de la siniestralidad vial laboral Victoriano Flores Corzo 13 Nov 2014 Conductor y ocupantes Si el otro día citamos algunas pistas sobre la prevención de accidentes y mejora de la seguridad de los trabajadores, hoy, profundizaremos un poco más sobre este tema por dos cuestiones importantes: la primera, por los costes o el efecto iceberg que representa la siniestralidad vial laboral en la empresa, sociedad y administración y por otro lado, para daros a conocer el informe de accidentes laborales de tráfico de 2013 editado por el INSHT en cuanto al accidente laboral ‘in itinere’ y a aquel que se produce durante la jornada laboral por motivos de trabajo. Unos factores de riesgo claramente definidos son los causantes de la siniestralidad vial y unas líneas de actuación que deben ser la clave para reducir los riesgos de los desplazamientos relacionados con el trabajo como, por ejemplo, incorporar la cultura de la seguridad vial de la empresa, mejorar la información sobre los accidentes de tráfico relacionados en el trabajo y mejorar la seguridad en el transporte profesional y viajeros, en especial, el transporte de furgonetas debido al aumento de siniestros en los que se ven implicadas, posiblemente debido a la falta de sensibilización y formación adecuada. La formación de los trabajadores como medida de prevención Las empresas deben invertir en prevención vial, es decir, en formación de los trabajadores, por los gastos que suponen los siniestros de tráfico en el entorno laboral y que se traducen en días de baja del trabajador, pérdida de negocio ocasionado por la pérdida de capacidad productiva, desmotivación de los empleados que se han visto afectados y el aumento de las primas de seguros así como en la reparación de las flotas de vehículos. En la sociedad también repercute los costes derivados de la siniestralidad vial debido a la pérdida de años potenciales de vida respecto a la esperanza de vida media nacional sin olvidarnos de las cifras de discapacidades que adelantan las prestaciones y por tanto las jubilaciones que hacen la población menos activa. Por último, la administración también se vería afectada por las consecuencias de la siniestralidad laboral, entre otras cuestiones, por el gasto que supone mover los vehículos de emergencia tales como: ambulancias, bomberos agentes de tráfico; costes derivados de los recursos sanitarios dedicados al accidentado por hospitalización; daños producidos en la vía pública y mobiliario urbano; costes de congestión y costes ambientales debido al derrame en ocasiones de sustancias peligrosas. ¿Cuáles son los principales grupos vulnerables al accidente laboral de tráfico? Pues bien, según el informe que enlazamos más abajo y sin entrar en tipos de actividades, entre los principales grupos vulnerables al accidente laboral de tráfico dentro de la jornada de trabajo están o son más proclives a sufrir algún siniestro o incidente: hombres, menores de 25 años, conductores de vehículos y maquinaria móvil, trabajadores de servicios de protección y seguridad, contratados temporales, actividades postales y de correos y sector del transporte terrestre y dentro de los denominados ‘in itinere’ se encuentran: mujeres, menores de 30 años, empleados de oficina, trabajadores de servicios de protección y seguridad, contratados temporales, actividades relacionadas con el empleo y actividades de seguridad e investigación. Quizás, estos datos tengan que ver también con la variable: tiempo de conducción, es decir, el hecho de estar más o menos expuesto a los desplazamientos habituales ya sea en el trabajo o fuera de él. También influirá el tipo de actividad y la combinación de otros usos o tipo de transporte porque no es lo mismo desarrollar la labor de conducción, con todo lo que ello supone, que ir de pasajero, por cierto y dicho sea de paso, bastante habitual entre trabajadores del mismo gremio a la hora de compartir vehículo. No obstante, si reflexionamos un poco sobre este tema, no hace falta estudiar mucho para darnos cuenta de la importancia de las consecuencias de los siniestros de tráfico en nuestra sociedad y en concreto a nivel empresas y sistema de la seguridad social. Es más, aquí vale decir lo mismo que cuando nos referimos al fisco porque aquí estamos todos incluidos: ciudadanos, conductores y peatones, educadores, alumnos, políticos que deben tomar las decisiones, etcétera…