Subido por mirandajorgefermin

La carga del cristiano

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¿Cristianos o discípulos? El costo de ser discípulo de Jesús
Mateo capítulo 10 Este capítulo da instrucciones a los apóstoles de ese
momento (vv. 1-15), a los apóstoles del futuro mediato del año 70 (vv. 16-23) y
a los siervos de Dios de hoy (vv. 24-42)
Mat 10:24-28 El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor.
25 Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre
de familia llamaron Belcebú, ¿cuánto más a los de su casa? 26 Así que, no los
temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que
no haya de saberse. 27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís
al oído, proclamadlo desde las azoteas. 28 Y no temáis a los que matan el cuerpo,
más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma
y el cuerpo en el infierno. 29 ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo,
ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. 30 Pues aun vuestros cabellos están
todos contados. 31 Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.
32 A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le
confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. 33 Y a cualquiera que me
niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está
en los cielos.
Este pasaje contiene estímulo e instrucciones para sus seguidores de hoy. Somos
aprendices (discípulos) y obreros (siervos). Advierte en contra de temer al hombre
(vv. 25-31). Nos asegura que los hombres lo trataron de la misma manera y que es
un privilegio para nosotros sufrir por la causa de Cristo (véanse Flp_1:29;
Hch_5:41).
Flp 1:29 Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis
en él, sino también que padezcáis por él
Hch 5:41 Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos
por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre.
El versículo 28 no nos habla acerca de Satanás, porque no tiene poder para destruir
el cuerpo y el alma en el infierno. Dios lo tiene, y Cristo nos dice que le temamos a
Él y solamente a Él. Cuando tememos a Dios, no necesitamos temerle a nada más.
Cristo asegura que el Padre nos cuida, porque Dios cuida aun las aves del campo
que tienen hambre.
En los versículos 31-33 indica la importancia de confesar abiertamente a Jesucristo.
Esto se aplicaría a los siervos y a los convertidos (véanse Rom 10:9-10; 2Ti 2:12).
La confesión no salva, pero es el resultado natural de la salvación.
Luc 14:26-27 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e
hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi
discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi
discípulo.
Y el que no lleva su (propia) cruz. ¿Qué simboliza la cruz? Es el emblema del
sacrificio y sufrimiento supremos.
Cuando algún criminal era condenado a ser crucificado una parte de la sentencia
era que debería llevar al lugar de la ejecución la cruz sobre la cual había de morir”
Luc 14:33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee,
no puede ser mi discípulo.
Mat 16:24-25 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos
de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera
salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
Cuando se trata de la salvación Dios quiere que todo el mundo venga; pero cuando
se refiere al discipulado, quiere nada más a los que están dispuestos a pagar el
precio.
Después de «entrar» y hallar salvación, debemos «venir» a Él y tomar nuestra cruz,
y entonces «ir en pos» de Él en obediencia a su voluntad.
¿Cuál es la diferencia entre un cristiano y un discípulo?
Los términos discípulo y cristiano están relacionados pero no son sinónimos.
Jesús usó el término discípulo pero nunca el término cristiano.
El término griego para "discípulo" es mathetes, que significa algo más allá que un
simple "estudiante" “aprendiz” o "alumno".
Un discípulo es un "seguidor", es alguien que se adhiere completamente a las
enseñanzas de su maestro, haciendo de éstas su regla de vida y conducta.
Los fariseos estaban orgullosos de ser discípulos de Moisés (Juan 9:28).
A los seguidores de Jesús se les llamó "discípulos" mucho antes de que se les
llamara "cristianos". Su discipulado comenzó con el llamado de Jesús y se necesitó
que ellos ejercieran su voluntad para seguirle (Mateo 9:9).
Jesús fue muy explícito acerca del costo de seguirlo.
El discipulado requiere una vida totalmente entregada:
"Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede
ser mi discípulo" (Lucas 14:33).
Se espera el sacrificio: Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir
en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. (Mateo 16:24).
No todos los seguidores de Jesús fueron capaces de hacer semejante compromiso.
Hubo muchos que abandonaron a Jesús después de un tiempo.
Jua 6:64-66 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde
el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. Y dijo: Por
eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre. Desde
entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
La primera vez que se usa la palabra cristiano se encuentra en el libro de los Hechos
11:26: "… los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía".
La mayoría de estudiosos de la Biblia están de acuerdo en que es poco probable
que los propios creyentes hubieran pensado en el nombre de "cristianos". La iglesia
primitiva usó otros nombres para sí mismos, palabras como "discípulos" (Hechos
13:52; 20:1; 21:4), "santos" (Romanos 1:7; 1 Corintios 16:1; Efesios 1:1) y
"hermanos" (1 Corintios 1:9; 1 Pedro 3:8).
El nombre "cristiano", significa "seguidor de Cristo", parece haber sido inventado
por aquellos que están fuera de la iglesia. Es muy probable que haya querido
significar un término despectivo.
Tácito, que escribía a fines del primer siglo, dice, «El vulgo les llama cristianos.
Sólo en dos oportunidades aparece la palabra en el nuevo testamento (Hechos
26:28 y 1 Pedro 4:16).
Hch 26:28 Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano.
La idea de que el término cristiano fue originalmente un peyorativo encuentra su
base en 1 Pedro 4:16: Pero, si alguien sufre por ser cristiano, que no se
avergüence, sino que alabe a Dios por llevar el nombre de Cristo.
Desde el segundo siglo en adelante, el término fue aceptado por los creyentes como
un título de honra.
Bíblicamente hablando, un cristiano es un discípulo de Cristo.
Un cristiano es alguien que ha puesto su fe en el señor Jesucristo (Juan 1:12).
Un cristiano ha nacido de nuevo por el poder del Espíritu Santo (Juan 3:3).
Un cristiano "pertenece a Cristo" y diariamente está siendo transformando en la
semejanza de Cristo (2 Corintios 3:18).
Un verdadero cristiano (y no solamente de nombre) también tendrá que ser un
discípulo de Cristo. Es decir, él está consciente del costo y ha decidido dedicado
su vida a seguir a Jesús.
Acepta el llamado al sacrificio y va a donde sea que el señor lo dirija.
El discípulo cristiano se adhiere a la enseñanza de Jesús, hace de Cristo su
prioridad número uno, y vive como corresponde. Está activamente involucrado en
hacer otros discípulos cristianos (Mateo 28:19-20).
Un verdadero discípulo cristiano es un creyente en Cristo y posee una nueva vida
a través del Espíritu Santo que vive en él.
Debido a su amor a Cristo, un cristiano será también un discípulo obediente
Juan 14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Pablo describe la realidad de ser un discípulo cristiano:
Gálatas 2:20 He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive
en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quie n me
amó y dio su vida por mí.
Muchos cristianos podemos caer en el error de abusar de la gracia de Dios.
Gál 6:7-9 No crean ustedes que pueden engañar a Dios. Cada uno cosechará lo
que haya sembrado. Si seguimos nuestros malos deseos, moriremos para siempre;
pero si obedecemos al Espíritu, tendremos vida eterna. Así que no nos cansemos
de hacer el bien porque, si seguimos haciéndolo, Dios nos premiará a su debido
tiempo. BLS
Podemos conocer de Dios, sin ser hijos de Dios.
Una cosa es saber de Dios intelectualmente, pero otra cosa es tener una relación
espiritual con él y obedecerle. El conocimiento, sin arrepentimiento y sin negarnos
a nosotros mismos, tomar nuestra cruz cada día y seguirle, no produce frutos de
justicia.
Juan 1:12-13 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les
dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre,
ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
1Juan 1:3 lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también
vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es
con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.
El cristiano que se porta bien sólo cuando lo están viendo, no sólo vive
engañando a los demás, sino que se engaña a sí mismo.
1Juan 1:5-10 Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es
luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y
andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en
luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de
Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado,
nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos
nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos
de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su
palabra no está en nosotros.
Como la novia de Cristo que somos, Dios nos ha llamado a salir del mundo
para consagrarnos a él.
¿Qué es el mundo? todo aquello que es contrario a la voluntad de Dios.
El que se consagra a un deporte piensa en ello en todo momento. Cada decisión la
toma pensando en su deporte y en su meta final. Lo mismo debe ocurrir con todo
cristiano.
Todo cristiano no por fuerza es un discípulo, pero todo discípulo de Jesús es
por fuerza un cristiano.
La diferencia no está en llamarse, sino en que cómo nos llaman, porque reflejamos
a Jesús. No está en decir, está en hacer.
Cristiano puede llamarse cualquier persona, pero vivir como si no lo fuera,
niega el título que ostenta.
De hecho, hay personas que se llaman cristianas y cuando uno les pregunta a
dónde asisten, responden que son cristianos, pero de nombre. Si somos
fisicoculturistas, enseñemos los músculos. Si somos programadores, mostremos
nuestros programas. Si somos cristianos, seamos santos siempre.
¿Qué debo yo crucificar, para ser verdaderamente un fiel discípulo de Jesús?
Mateo 16:24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de
mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Gál 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y
deseos.
Cualquiera puede llamarse cristiano, pero un discípulo de Jesús, vive como vivió el
Maestro.
1 Juan 2:4-6 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es
mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste
verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que
estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
Cuando Jesús llamó a Sus primeros discípulos, simplemente les dijo a cada uno:
«Sígueme» (Mc 1:17; 2:14; Jn 1:43).
Un discípulo es un seguidor, uno que confía y cree en un maestro y sigue sus
palabras y ejemplo. Por lo tanto, ser un discípulo es estar en una relación íntima,
instructiva e imitadora con el maestro.
En consecuencia, ser un discípulo de Jesucristo es estar en una relación con Él y
desear ser como ÉL.
Nadie puede realmente llamarse a sí mismo un discípulo de Jesús si no está
dispuesto a:
1. Un discípulo escucha a Jesús
2. Un discípulo aprende de Jesús
3. Un discípulo obedece a Jesús
Así que arrepentimiento, oración, lectura de su Palabra y poder del Espíritu
para vivir y ser testigos. Adelante en su caminar cristiano…
CARACTERISTICAS DE UN VERDADERO DISCIPULO DE JESUCRISTO
1.- El creyente suele esperar panes y peces; el discípulo es un pescador.
2.- El creyente lucha por crecer; el discípulo por reproducirse.
3.- El creyente se gana; el discípulo se hace.
4.- El creyente depende en gran parte de los pechos de la madre; el discípulo está
destetado para servir. 1ª Samuel 1:23,24.
5.- El creyente gusta del halago; el discípulo del sacrificio vivo.
6.- El creyente entrega parte de sus ganancias; el discípulo entrega parte de su
vida.
7.- El creyente puede caer en la rutina; el discípulo es revolucionario.
8.- El creyente busca que le animen; el discípulo procura animar.
9.- El creyente espera que le asignen tarea; el discípulo es solícito en asumir
responsabilidades.
10.- El creyente murmura y reclama; el discípulo obedece y se niega a si mismo.
11.- El creyente suele ser condicionado por las circunstancias; el discípulo
aprovecha las circunstancias para ejercer su fe.
12.- El creyente reclama que le visiten; el discípulo visita.
13.- El creyente busca en la Palabra promesas para su vida; el discípulo busca vida
para cumplir las promesas de la Palabra.
14.- El creyente es yo; el discípulo es ellos.
15.- El creyente se sienta para adorar; el discípulo Le anda adorando.
16.- El creyente pertenece a una institución; el discípulo es una institución él mismo.
17.- En el creyente la unión del Espíritu Santo es confirmación y meta; en el
discípulo es medio para lograr la meta de ser testigo eficaz a toda criatura.
18.- El creyente vale para sumar; el discípulo para multiplicar.
19.- Los creyentes aumentan la comunidad; los discípulos aumentan las
comunidades.
20.- Los discípulos de la iglesia primitiva trastornaron el mundo; los creyentes del
siglo XX están trastornados por el mundo.
21.- Los creyentes esperan milagros; los discípulo obran milagros.
22.- El creyente es un ahorro; el discípulos una inversión.
23.- Los creyentes destacan llenando el templo; los discípulos se hacen para
conquistar el mundo.
24.- Los creyentes suelen ser fuertes como soldados acuartelados; los discípulos
son soldados invasores.
25.- El creyente cuida de las estacas de su tienda; el discípulo ensancha el sitio de
su cabaña.
26.- El creyente hace hábito; el discípulo rompe los moldes.
27.- El creyente sueña con la iglesia ideal; el discípulo se entrega para lograr la
iglesia real.
28.- La meta del creyente es ganar el cielo; la meta del discípulo es ganar almas
para el cielo.
29.- El creyente maduro se hace discípulo; el discípulo maduro asume los
ministerios del cuerpo.
30.- El creyente necesita de campañas para animarse; el discípulo vive en campaña
porque está animado.
31.- El creyente espera un avivamiento; el discípulo es parte de él.
32.- El creyente agoniza sin morir; el discípulo muere y resucita para dar vida.
33.- El creyente aislado de su congregación se lamenta de no tener ambiente; el
discípulo crea ambiente para formar una congregación.
34.- Al creyente se le promete una almohada; al discípulo una cruz.
35.- El creyente es socio; el discípulo es siervo.
36.- El creyente se enreda con la cizaña; el discípulo supera las escaramuzas del
diablo y no se deja confundir.
37.- El creyente es espiga; el discípulo es grano lleno en la espiga.
38.- El creyente es “ojalá”; el discípulo es “Heme aquí.”
39.- El creyente, quizá predica el Evangelio; el discípulo hace discípulos.
40.- El creyente espera recompensa para dar; el discípulo es recompensado cuando
da.
41.- El creyente es pastoreado como oveja; el discípulo apacienta los corderos.
42.- El creyente recibió la salvación por la cruz de Cristo; el discípulo toma su cruz
cada día y sigue a Cristo.
43.- El creyente espera que oren por él; el discípulo ora por los demás.
44.- El creyente se congrega para encontrar al Señor; el discípulo trae la presencia
del Espíritu Santo.
45.- Al creyente le es predicada la salvación por la Sangre de Cristo; el discípulo
toma la Santa Cena y anuncia a las potestades de los aires la victoria de Cristo en
él, para gloria de Dios.
46.- El creyente sigue intentando limpiarse para ser digno de Dios; El discípulo no
se mira más y obra en la fe de que Cristo le ha limpiado.
47.- El creyente espera que le interpreten las escrituras; el discípulo conoce al
Señor y habla de Él.
48.- El creyente no se trata con miembros de las diferentes denominaciones; el
discípulo se hace como los demás para ganar a algunos de ellos para Dios.
49.- El creyente busca consejos de los demás para tomar una decisión; el discípulo
ora a Dios, lee la Palabra y en fe toma una decisión.
50.- El creyente espera que el mundo se perfeccione; el discípulo sabe que este no
es el Reino de Dios y espera su venida.
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