La inclusión social en Chile El concepto inclusión se escucha mucho en los tiempos actuales. Más cuando la Teletón comienza con la publicidad de los productos asociados a esta campaña. Lo extraño, es que si bien se habla mucho del tema, no parece existir real conciencia del cambio de paradigma que una sociedad inclusiva debe tener, para considerarse como tal. La inclusión no es considerar al otro como un ser disminuido, a quien algo le falta, que requiere de mi “ayuda” para ser parte de esa sociedad que sólo “pertenece a cierta mayoría”. La inclusión es una manera de vivir, en la cual existe un convencimiento profundo de que el ser humano de por sí, por su propia esencia, es un ser diverso. Por tanto, debemos comprender que entre todos y todas, desde las distintas experiencias de vida, condiciones físicas, religiones, etnias, género, entre muchas otras características personales, convivimos en un mismo territorio y debemos aprender a colaborar para aprender unos de otros y aceptarnos en esta gran diferencia. En comparación a países desarrollados donde la inclusión de discapacitados es plena, Chile está a kilómetros de distancia, y es que aún no se ha concientizado a la población sobre este problema. Actualmente la mayoría de los trabajadores de multitiendas están incapacitados para atender a una persona sorda-muda; también, si una persona sufre una lesión que lo deje discapacitado, son escasos los establecimientos (colegios, trabajos), donde existe accesibilidad a pisos superiores, y los que cuentan con ascensores o rampas son en su mayoría de un alto costo, alejado al bolsillo del ciudadano promedio. Si se continua sobre utilizando el término inclusión, desde una mirada asistencialista, donde con cierta superioridad incluimos al distinto, a quien debemos “darle eso que le falta”, seguiremos necesitando de la Teletón para recodarnos las falencias que tenemos al respecto como país. Lo relevante, es desarrollar desde la infancia el predominio de relaciones personales basadas en el compartir, así disminuyendo la brecha entre el “distinto” y el “normal”, para que todas las personas participen de la sociedad como actores relevantes, independientemente de su condición física, socioeconómica, género, etnia, etc, considerando a todos los individuos con la misma valoración en la construcción de una sociedad. Como se explicitó anteriormente una solución es comenzar a concientizar a los estudiantes desde la enseñanza pre-básica, para que desde pequeños sepan que la discriminación a los pueblos originarios y la exclusión social por discapacidad son una realidad de nuestro país que necesita ser solucionada. Incluir asignaturas de lenguas especiales (braille o lengua de señas), y comenzar las clases de historia y/o de formación ciudadana antes, a una edad donde lo emocional prevalece ante todo, se capacitaría a una población entera para poder relacionarse con discapacitados, y se les concientizaría de que los pueblos indígenas son parte de la sociedad y tienen los mismos derechos y deberes que cualquier otro integrante de esta. Si esto avanza en buen camino, a futuro ya ni siquiera existirá la palabra inclusión, ya que de forma natural, todos y todas vamos a convivir en un espacio común, valorando la diversidad como parte esencial del ser humano. Esto además tendría como consecuencia el aumento de la participación social, ya que aquellos marginados comenzarían a ser parte de la actualidad nacional. También, al incluirlos en la sociedad, tendrían las mismas oportunidades laborales que un ciudadano promedio, lo que promovería la equidad entre ambos. El hecho de que tengan las mismas oportunidades laborales, les permitiría crecer económicamente, lo que reduciría la pobreza en estos sectores. La cultura se ha conservado en los pueblos originarios y se ha dejado de lado por la zona urbana, por lo que hacerlos parte de nuestra sociedad haría que se retome la identidad que caracterizó en algún momento al pueblo chileno. En el ámbito económico, la mano de obra aumentaría sustentablemente; lo que unido a un aumento de empleos haría crecer la economía del país. Para labores agrícolas se contaría con mayor cantidad de expertos, ya que el pueblo mapuche se caracteriza por cuidar sus tierras y trabajarlas eficientemente. En cuanto a lo ecológico, no se perjudicaría en absoluto al medio ambiente, ya que las medidas tomadas serían ajenas a todo acto de contaminación. Claramente para llevar a cabo este proyecto se necesitaría completamente de una nueva generación, ya que es casi imposible reculturizar a un pueblo completo. Sin embargo, no se requiere de un gran tiempo para comenzar a implementar las medidas propuestas. Si bien los objetivos se ven a largo plazo, sería a corto plazo su inserción. Esto indica que hay una alta posibilidad de realización, y estaría en manos de las futuras generaciones el éxito que este proyecto consiga. La Inclusión Social en Chile Felipe Rogel 201666118-2 Visión Inmanente del quehacer Humano Profesora Ximena Iommi