Lector 1

Anuncio
Semana de la Conciencia Cultural 2015
Recursos de adoración
Los siguientes recursos de adoración pueden ser usados en su reunión de media semana o del
domingo durante la Semana de la Conciencia Cultural. Para los Cuarteles Territorial y Divisional,
podría ser usado para el culto de la capilla. Por favor, siéntase libre de adaptarlos según la
duración de su culto.
Bosquejo del programa de adoración
Llamado a la adoración
Invocación
Canción
Testimonio
Canción
Oración de confesión
Video (Departamento Viscom)
Lectura o Drama
Canción
Lectura bíblica
Sermón
Canción final
Bendición
Muestra del programa de adoración
Llamado a la adoración
Líder: Nos reunimos para adorar a Dios,
Todos: quien nos creó y nos ama;
Líder: que nos dota de diversidad y nos hace para vivir en comunidad;
Todos: que nos da a Jesucristo para mostrarnos cómo vivir;
Líder: que inspira a niños, jóvenes, jóvenes adultos y gente de toda edad,
Todos: a buscar justicia, a compartir el poder y a vivir juntos en amor e igualdad;
Líder: que nos invita a unirnos a la lucha por la integridad y el bienestar para todos,
Todos: y cuya presencia, gracia y amor nos sostienen en nuestra vida.
Líder: Nos reunimos para adorar a Dios.
Todos: ¡A Dios sea toda la gloria, el honor y la alabanza!
(Becoming the Beloved Community Resource Packet)
Invocación:
Dios nuestro Creador, te adoramos y alabamos por ser quien eres.
Venimos ante Ti con agradecimiento por la riqueza de tu diversidad.
Dios, Tú nos creaste con diversidad y sin embargo nos creaste con tierno amor.
Mientras celebramos nuestra diversidad, Señor, ayúdanos a comprender tu propósito divino
al hacernos diferentes.
Danos poder para ser instrumentos de unión y paz.
Que tu Espíritu Santo nos guíe para que podamos comprender en realidad que tu paz es tu
regalo a la iglesia y al mundo.
En medio de la diversidad, ayúdanos a recordar que somos uno en Cristo.
Ayúdanos también a recordar que tu gloria se desvanece donde hay favoritismo y
discriminación.
Ayúdanos a recordar que nuestra identidad está en Cristo en lugar de en nuestras
diferencias.
Señor Dios, somos tu pueblo, tu pueblo diferente y diverso; pedimos tu bendición sobre
nuestra comunidad, nuestra iglesia y nuestras familias.
Oramos en el nombre de Jesucristo, Amén.
(Mennonite Church of Canada, Worship Resources – Many People’s Sunday, May 5, 2013)
Canción: “Venid ante el glorioso rey” (por Keith & Kristyn Getty)
http://www.youtube.com/watch?v=dctt7Wuju68
Testimonio (Invite a una persona de diferente raza o cultura a compartir cómo ha sido
recibida por el Cuerpo)
Canción: “De qué color es la piel de Dios”
http://www.thelyricarchive.com/song/1651508-215605/De-Que-Color-Es-la-Piel-de-Dios
Oración de Confesión
Extending the Invitation [Extendiendo la invitación] por John van de Laar
Líder:
Señor Jesús, es algo vergonzoso,
mientras Tú has mandado invitaciones a todos para que vengan,
nosotros estamos parados a la puerta rechazando a la gente.
Es vergonzoso cómo encontramos manera de justificar, en tu nombre,
las líneas que trazamos entre nosotros,
las exclusiones y sospechas,
la ambición y los juegos de poder,
que hieren a los humildes,
y protegen nuestros intereses especiales.
Y por eso oramos:
Todos:
Levántanos por encima de nuestra mezquindad y autoprotección,
y úsanos como tus agentes de justicia y misericordia;
Que tu gracia abra nuestras puertas, extienda nuestros brazos
y vuelva nuestra atención a los excluidos, a los rechazados y a los ignorados.
Que tu sabiduría nos enseñe, abra nuestros corazones
y desafíe nuestra apatía
para encontrar soluciones para los conflictos y amenazas creadas por nosotros en nuestro
mundo.
Que tu amor libere nuestras energías, active nuestras habilidades e inspire nuestra acción
para sanar a quienes llevan las cicatrices del abuso, de la guerra y de la enfermedad,
para consolar a quienes lloran la pérdida de seres queridos u oportunidades,
para restaurar a quienes han fallado o caído,
para nutrir la vida quebrantada de toda persona
y cada parte de nuestro planeta.
Y haznos heraldos de tu reino
que extienden tu invitación a todos los que quieran oír.
Amén.
Video (Preparado por el Departamento Viscom. Lo recibirán a finales de noviembre)
Lectura por Scott Hawkins
Lector 1:
Señor, todo está cambiando.
Está ocurriendo muy rápido.
Es diferente, muy diferente.
Lector 2:
Sabemos que Tú dijiste: «Vayan a todas las naciones»,
pero esto es diferente.
Señor, Tú no dijiste que ibas a enviar
a todas las naciones a nosotros, ¿verdad?
Fue fácil enviar nuestros dólares a las misiones
para que los misioneros pudieran ir allí.
Pero Señor, las personas de esas naciones están
viniendo aquí a nuestros pueblos.
Están cambiando nuestras escuelas.
Están cambiando nuestros supermercados.
Están cambiando nuestros vecindarios,
¡y ahora se están uniendo a nosotros en nuestras iglesias!
Lector 3:
Son diferentes a nosotros.
Se ven diferentes.
Hablan un idioma diferente.
Piensan en cosas diferentes.
¿O somos nosotros quienes somos diferentes?
Pausa
Lector 1:
Señor, ayúdanos a quitarnos nuestros lentes egocéntricos.
Ayúdanos a ver a las otras personas desde tu perspectiva.
Ya sea que seamos amarillos o negros, morenos o blancos,
recuérdanos otra vez que todos somos bienvenidos y amados por Ti.
Lector 2:
Abre nuestros ojos para ver tu cruz
y después escuchar tu voz otra vez.
Lector 4:
Hijos, los perdono
por su egoísmo,
por sus prejuicios,
por su falta de preocupación,
por sus debilidades humanas.
Los amo y siempre los amaré
tanto como amo a todas esas personas
que están conociendo.
Lector 3:
Llena mi corazón con tu bondad y compasión, Señor.
Permite que vea a las personas con tus ojos.
Permite que las reciba como Tú las recibes.
Que pueda servir y tocar a otros como Tú me tocas.
Lectura bíblica: Isaías 56:1-8 (NVI)
Así dice el SEÑOR:
«Observen el derecho
y practiquen la justicia,
porque mi *salvación está por llegar;
mi justicia va a manifestarse.
2 *Dichoso
el que así actúa,
y se mantiene firme en sus convicciones;
el que observa el *sábado sin profanarlo,
y se cuida de hacer lo malo.»
3 El extranjero que por su propia voluntad
se ha unido al Señor, no debe decir:
«El SEÑOR me excluirá de su pueblo.»
Tampoco debe decir el *eunuco:
«No soy más que un árbol seco.»
4 Porque así dice el SEÑOR:
«A los *eunucos que observen mis sábados,
que elijan lo que me agrada,
y sean fieles a mi *pacto,
5 les concederé ver grabado su *nombre
dentro de mi templo y de mi ciudad;
¡eso les será mejor que tener hijos e hijas!
También les daré un nombre eterno
que jamás será borrado.
6 Y a los extranjeros que se han unido al SEÑOR
para servirle,
para amar el nombre del SEÑOR,
y adorarlo,
a todos los que observan el sábado sin profanarlo
y se mantienen firmes en mi pacto,
7 los llevaré a mi monte *santo;
¡los llenaré de alegría en mi casa de oración!
Aceptaré los *holocaustos y sacrificios
que ofrezcan sobre mi altar,
porque mi casa será llamada
casa de oración para todos los pueblos.»
8 Así dice el SEÑOR omnipotente,
el que reúne a los desterrados de Israel:
«Reuniré a mi pueblo con otros pueblos,
además de los que ya he reunido.»
Lector 1:
Ahora tiene sentido.
La gente dice que el mundo se está encogiendo.
Las naciones no están solamente «allá».
Miro y las veo, tu creación,
aquí a mi puerta, en mis clases, en mi grupo.
Lector 2:
Si las escuelas pueden abrir sus puertas a todos,
si los supermercados pueden abrir sus anaqueles a todos,
si los vecindarios están abriendo sus puertas a todos,
entonces, ¡cuánto más abriremos nosotros las puertas de tu iglesia para aceptarnos los
unos a los otros!
Todos los lectores:
Porque en Cristo estamos siendo edificados juntos
para convertirnos en una morada en la que Dios vive por su Espíritu.
Canción: “Somos el pueblo de Dios”
http://acordes.lacuerda.net/marcos_witt/somos_el_pueblo-2.shtml
Lectura bíblica: 2 Corintios 10:12-18
Sermón: “El Evangelio de Jesucristo Más Allá de los Límites”
Canción final: “Del oeste vendrán” (CS #72)
Bendición
Padre nuestro en el cielo, mientras nos preparamos para dejar este lugar de adoración, te
agradecemos por Jesucristo, que es nuestra paz, que ha hecho de los dos uno, y ha
destruido la barrera, la pared divisoria de hostilidad. Ya no somos extraños el uno al otro.
Sin tener en cuenta cualquier tipo de diversidad o diferencia, nosotros somos tu mucho
pueblo. El mundo sabrá que estás en nosotros, y que nosotros estamos en Ti, cuando nos
amemos los unos a los otros con corazones puros. Que la gracia del Señor Jesucristo, el
amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos nosotros.
(Mennonite Church of Canada, Worship Resources – Many People’s Sunday, May 5, 2013)
Recursos adicionales de adoración
Llamado a la adoración:
Salmo 117
¡Alaben al SEÑOR, naciones todas!
¡Pueblos todos, cántenle alabanzas!
¡Grande es su amor por nosotros!
¡La fidelidad del SEÑOR es eterna!
¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR!
Canciones:
“Cada pueblo bajo el cielo” (CA #194)
“Load el nombre de Jesús” (CS #73. Tal vez le gustaría mostrar el video de YouTube que
muestra la historia detrás de este himno):
http://www.youtube.com/watch?v=C_UhtYhhDFI
“Alzad tus huestes” (CA #39)
“Más allá del sol”
Dramas:
“La llamada”
“Alcanzando a otros”
“Como un buen prójimo”
LA LLAMADA (Cruzando nuestros límites)
por Martyn Scott Thomas
© 2009 por Martyn Scott Thomas. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.
Tema:
Escritura:
Sinopsis:
Personajes:
Utilería/Vestuario:
Escenario:
Duración:
El llamado de Dios, evangelización
Levítico 19:18
Un esposo y su esposa tratan de tener el valor de
invitar a un vecino a la iglesia.
Rodrigo Rico
Karina Rico
Dos sillas, una mesa y un teléfono (podría ser un
celular). Ropa casual.
La sala de los Rico.
4 minutos.
[Karina está sentada. Rodrigo está parado mirando a su vecino por la ventana].
Rodrigo:
[disgustado] No puedo creerlo; ya está haciéndolo otra vez.
Karina:
[desconcertada] ¿Quién está haciendo qué otra vez?
Rodrigo:
Daniel; está sacando la basura.
Karina:
Yo pensaría que eso es algo bueno.
Rodrigo:
[mirándola, explicando] Pero no tapa sus botes de basura.
Karina:
Y...
Rodrigo:
Y si tiene comida allí, eso hará que los mapaches se deleiten con un
gran festín.
Karina:
Así que los mapaches se comerán su basura, gran cosa.
Rodrigo:
[agitándose un poco] Es gran cosa. No solo se comen su basura, tiran
los botes y riegan la basura por mi jardín.
Karina:
¿En serio es tan difícil recoger un poco de basura?
Rodrigo:
Es mucho más difícil que ponerle las tapas a los botes de la basura.
Karina:
Vamos, cariño, no seas tan infantil.
Rodrigo:
¿Yo? ¿Infantil? Escucha, no soy yo quien se queja cada vez que las
hojas de nuestro manzano caen en su lado de la cerca.
Karina:
Bueno, podrías podarlo un poquito. La verdad es que nuestro árbol
se inclina hacia allá.
Rodrigo:
No escucho que se queje cuando recoge las manzanas de allí.
Karina:
Y yo no escuché que te quejaras cuando Susana nos trajo ese pastel
que hizo con ellas.
Rodrigo:
En realidad no estaba muy rico. Solo me comí tres pedazos.
Karina:
Pobrecito.
Rodrigo:
Y no me hagas hablar sobre el asunto de sus perros.
Karina:
¿Qué tienen de malo sus perros? Los mantiene en su jardín. Además,
son lindos.
Rodrigo:
¿Lindos? ¿Cómo pueden ser lindos si ladran todo el tiempo? Y ni
siquiera lo llamaría ladridos. Es más como chillidos [imita a los
perros] ¡Yip! ¡Yip! ¡Yip!
Karina:
Pensé que ibas a tratar de llevarte bien con Daniel.
Rodrigo:
Sí, pero...
Karina:
Y pensé que íbamos a invitarlos a ir a la iglesia con nosotros.
Rodrigo:
Esa fue tu idea, no mía.
Karina:
Mmm, fue nuestra idea, ¿recuerdas? Oramos durante una semana
por nuestros vecinos, y Daniel y Susana fueron quienes nos venían a
la mente.
Rodrigo:
Solo porque él no dejaba de molestarme. Hasta ahora no me ha
devuelto mis tijeras para cortar arbustos.
Karina:
Eso es porque es porque son sus tijeras para cortar arbustos. Se las
pediste prestadas y no las devolviste por más de un año.
Rodrigo:
[cambiando de tema] ¡Yip! ¡Yip! ¡Yip!
Karina:
¡No sigas! Hablo en serio, ustedes dos deben hacer a un lado sus
niñerías y actuar como adultos.
Rodrigo:
Yo lo haré cuando él lo haga.
Karina:
Eso es exactamente de lo que estoy hablando [con seriedad]. Rodrigo
Rico, hemos orado sobre esto y vamos a invitarlos a ir a la iglesia con
nosotros.
Rodrigo:
Está bien. Tan pronto como llegue la Navidad.
Karina:
No. Los invitaremos esta semana. Ahora, toma el teléfono y llámalos.
Rodrigo:
¿No podríamos simplemente tirar unas cuantas manzanas más en su
jardín?
Karina:
Rodrigo...
Rodrigo:
Está bien [levanta el auricular y marca] Hola, ¿Daniel? Te habla
Rodrigo Rico, tu vecino [pausa]. No, no necesito que me prestes
nada... [mira a Karina y se encoge de hombros] solo queríamos
invitarlos a ti y a Susana a venir a la iglesia con nosotros este
domingo.
Karina:
Y...
Rodrigo:
[hace gestos para que no hable] No, no es nada especial, es solo que
pensábamos que ustedes les gustaría escuchar una buena enseñanza
bíblica... [retractándose] no porque pensemos que son no creyentes
ni nada por el estilo, es solo que pensé que ustedes...
Karina:
Y...
Rodrigo:
[hace gestos para que no hable] Ajá, bueno, ya veo. No, no hay
ningún problema en absoluto. [pausa] Ya, hasta pronto.
Karina:
¿Entonces?
Rodrigo:
No puedo creerlo.
Karina:
¿Qué? ¿Qué dijo?
Rodrigo:
Dijo que irían. Y ahora, ¿qué hacemos?
[Se cierra el telón]
ALCANZAR A OTROS (Ensanchando nuestras fronteras)
por Martyn Scott Thomas
© 2009 por Martyn Scott Thomas. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.
Tema:
Escritura:
Sinopsis:
Personajes:
Utilería/Vestuario:
Escenario:
Duración:
Amor, hacer el bien
Lucas 6:27-28
Dos jóvenes hablan de un programa comunitario
de alcance mientras ignoran la necesidad que
tienen justo frente a ellas.
Perla: la organizadora de un programa de alcance
de una iglesia, muy extrovertida.
Sara: su amiga y ayudante renuente.
Gustavo: un hombre desamparado, sucio y
desarreglado (no habla).
Una banca o sillas para simular una parada de
autobús. Ropa casual, incluidas chamarras para
Perla y Sara. Algunos dólares en billetes para Sara.
Ropa sucia y harapienta y un pedazo de cartón
para Gustavo. Podría proyectarse un letrero de
«Parada de autobús» en la pantalla.
Una parada de autobús en la ciudad.
4 minutos.
[Gustavo está durmiendo en el piso, cubierto con un cartón. Perla y Sara entran,
caminando alrededor y casi tropezándose con Gustavo].
Perla:
[continúa su conversación, ajena a Gustavo]...y ya sabes, Sara,
tenemos una de las congregaciones más generosas. Casi todos
participan en nuestro ministerio de Ayuda al prójimo.
Sara:
Lo sé, Perla. Me lo dices todo el tiempo. Es solo que no creo ser el
tipo de persona que pueda hacer ese tipo de cosas. No soy buena
con los ancianos.
Perla:
Ah, es que no son ancianos solamente; ayudamos a gente de todas
las edades.
Sara:
[Con vacilación] Bueno, es que tampoco soy buena con los jóvenes...
ni con la gente de mediana edad; y soy terrible con los bebés.
Perla:
No hay problema. Te pondremos con un grupo ya establecido.
Puedes observar lo que los demás están haciendo e intervenir
cuando estés lista.
Sara:
Pero no quiero estar simplemente dando vueltas por ahí. Sentiré que
estoy interfiriendo.
Perla:
Tonterías. Estoy segura de que te sentirás muy a gusto en poco
tiempo. Es un ministerio muy gratificante.
[Gustavo gime y reajusta su cartón].
Sara:
[mira hacia abajo a Gustavo, y después se voltea hacia Perla
rápidamente] Espero que ese autobús venga pronto. Entonces, ¿qué
tipo de cosas hacen?
Perla:
Bueno, Ayuda al prójimo se trata de ayudar. Visitamos hogares de
ancianos y les leemos a los residentes. Entregamos latas de comida a
los bancos de comida. Ayudamos a servir comidas en la época de
festividades.
Sara:
Pero estoy segura de que ya tienes mucha ayuda. Dijiste que
participan casi todos los de la iglesia.
[Gustavo gime otra vez, un poco más fuerte].
Perla:
[ignorando a Gustavo, mirando a ver si viene el autobús] Lo hacen,
pero siempre es mejor contar con ayuda adicional. Y sé que serías la
persona ideal para esto.
Sara:
No estoy segura de lo que ves en mí, porque yo no soy ese tipo de
persona. Prefiero mantenerme aislada.
Perla:
Escucha, cuando empecé a venir a la iglesia, yo también me mantenía
aislada.
Sara:
¿Tú? ¿En serio?
Perla:
Y entonces, alguien me invitó a servir en la cena de Acción de Gracias
y, bueno, mírame ahora.
Sara:
Pero es que tú eres así. Yo no soy como tú en absoluto.
[Gustavo gime otra vez, se da la vuelta, reajusta su cartón].
Perla:
[camina apartándose de Gustavo, poniéndose ansiosa] Por lo regular
el autobús llega a tiempo. No sé qué lo estará deteniendo.
Sara:
Todavía soy muy nueva en la iglesia. Quiero decir, apenas he
comenzado a asistir a un grupo pequeño.
Perla:
Ya ves, ya vas por buen camino.
Sara:
Pero eso es en la casa de los Miranda. Definitivamente, no es un
hogar de ancianos.
Perla:
Escucha, el próximo evento de Ayuda al prójimo será en la carrera de
5K del próximo sábado. Estaremos entregando botellas de agua en la
meta. Podrías entregar agua, ¿verdad?
Sara:
¿No podría solo comprar el agua en vez de entregarla?
Perla:
Sara, este es un primer gran paso.
Sara:
Es que no creo sentirme a gusto de trabajar a nivel individual
Perla:
Pero no vas a trabajar a nivel individual. Estaremos muchos de
nosotros y habrá muchísimos corredores.
Sara:
Pero, ¿y si alguien me pregunta algo sobre lo que estamos haciendo?
Perla:
No hay problema.
[Gustavo gime otra vez].
Perla:
Oye, creo que podemos tomar un taxi a la vuelta de la esquina. Creo
que el autobús no va a llegar [toma de la mano a Sara y se van]
[Sara espera un momento y después vuelve a entrar, se quita la chamarra y la
pone sobre Gustavo, entonces saca unos cuantos billetes y se los da a Gustavo].
Sara:
[saliendo, llamando a Perla] ¡Oye, espérame!
[Se cierra el telón]
COMO UN BUEN PRÓJIMO (ABRAZANDO A OTROS)
por Martyn Scott Thomas
© 2013 por Martyn Scott Thomas. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.
Tema:
Amor por los otros
Escritura:
Lucas 10:29b-37 (NTV)
Sinopsis:
Utilería/Vestuario:
Dos personas narran y dialogan sobre la historia del
Buen Samaritano.
Lector 1
Lector 2
Dos atriles.
Escenario:
Vacío.
Duración:
4 minutos.
Personajes:
[Los lectores deberían tener los libretos en los atriles y estar de cara a la
congregación, narrando la historia].
Lector 1:
¿Y quién es mi prójimo?
Lector 2:
Un hombre judío bajaba de Jerusalén a Jericó
Lector 1:
y fue atacado por ladrones.
Lector 2:
Le quitaron la ropa,
Lector 1:
le pegaron
Lector 2:
y lo dejaron medio muerto al costado del camino.
Lector 1:
[al Lector 2] Eso no estuvo bien.
Lector 2:
[al Lector 1] Bueno, es que eran bandidos.
Lector 1:
Supongo que tienes razón.
Lector 2:
¿Podemos continuar?
Lector 1:
[a la congregación] Un sacerdote pasó por allí de casualidad.
Lector 2:
[al Lector 1] Ay, ¡qué bueno!
Lector 1:
[a la congregación] pero cuando vio al hombre en el suelo,
Lector 2:
[al Lector 1] ¡Espera! ¿Por qué dijiste «pero»?
Lector 1:
[a la congregación] cruzó al otro lado del camino y siguió de largo.
Lector 2:
[al Lector 1] Creo que leíste mal esa frase.
Lector 1:
[al Lector 2] No, estoy bastante seguro de que leí correctamente.
Lector 2:
Pero era un sacerdote.
Lector 1:
Lo sé, pero quizás estaba apurado.
Lector 2:
Pero debería haberlo ayudado.
Lector 1:
Pero no lo hizo.
Lector 2:
Pero debería.
Lector 1:
Solo estoy leyendo lo que dice aquí.
Lector 2:
Está bien. Continúa por favor.
Lector 1:
[a la congregación] Un ayudante del templo pasó y lo vio allí tirado,
Lector 2:
[al Lector 1] Por favor, dime que lo ayudó.
Lector 1:
[a la congregación] pero también siguió de largo por el otro lado.
Lector 2:
[al Lector 1] No otra vez.
Lector 1:
[al Lector 2] Lo siento.
Lector 2:
¿No era judío el hombre al que atacaron?
Lector 1:
Sí lo era.
Lector 2:
Pero, ¿no eran el sacerdote y el ayudante del templo sus prójimos?
Lector 1:
Sí lo eran.
Lector 2:
Entonces ellos deberían haberlo ayudado.
Lector 1:
Estoy de acuerdo; pero como ya te dije antes, no lo hicieron.
Lector 2:
Entonces, ¿quién lo ayudará?
Lector 1:
Bueno, sigamos leyendo.
Lector 2:
Está bien. Espero que alguien llegue pronto.
Lector 1:
[a la congregación] Entonces pasó un samaritano despreciado
Lector 2:
[al Lector 1] ¿Por qué dice despreciado?
Lector 1:
[al Lector 2] Es que los judíos odiaban a los samaritanos.
Lector 2:
¿Odiaban?
Lector 1:
Eran enemigos acérrimos.
Lector 2:
Ay, esto no es bueno.
Lector 1:
[a la congregación] y, cuando vio al hombre, [pausa] sintió compasión
por él.
Lector 2:
[al Lector 1] Espera, ¿qué?
Lector 1:
[al Lector 2] Dice: sintió compasión por él.
Lector 2:
¿Cómo puede ser?
Lector 1:
¿Qué quieres decir?
Lector 2:
Dijiste que los judíos odiaban a los samaritanos.
Lector 1:
Así es.
Lector 2:
Dijiste que eran enemigos acérrimos.
Lector 1:
Lo eran.
Lector 2:
Bueno, sigamos leyendo. Quizás la compasión significaba algo
diferente en esos días.
Lector 1:
[a la congregación] Se le acercó y le alivió las heridas con vino y
aceite de oliva, y se las vendó.
Lector 2:
[a la congregación] Luego subió al hombre en su propio burro y lo
llevó hasta un alojamiento,
Lector 1:
donde cuidó de él.
Lector 2:
Al día siguiente, le dio dos monedas de plata al encargado de la
posada y le dijo:
Lector 1:
«Cuida de este hombre. Si los gastos superan esta cantidad
Lector 2:
te pagaré la diferencia la próxima vez que pase por aquí».
Lector 1:
[al Lector 2] Ahora bien, ¿cuál de los tres te parece que fue el prójimo
del hombre atacado por los bandidos?
Lector 2:
[al Lector 1] Bueno, el último, por supuesto.
Lector 1:
Correcto.
Lector 2:
Pero no lo entiendo.
Lector 1:
Porque no hay nada que entender. El prójimo es el que lo ayudó.
Lector 2:
Ya lo sé, pero el que lo ayudó no era en realidad el prójimo del
hombre.
Lector 1:
Desde luego que lo era.
Lector 2:
Pero el hombre era un judío. El sacerdote y el ayudante del templo
eran sus prójimos.
Lector 1:
Por lo que pareces, solo de nombre.
Lector 2:
Y el hombre que lo ayudó era un samaritano, su enemigo acérrimo.
Lector 1:
Supongo que es un poco raro.
Lector 2:
¿Así que eso quiere decir que cualquiera puede ser mi prójimo?
Lector 1:
Supongo que sí.
Lector 2:
¿Hasta si es mi enemigo acérrimo?
Lector 1:
Supongo que sí.
Lector 2:
¿Y si no es como yo?
Lector 1:
Aun así puede ser tu prójimo.
Lector 2:
¿Y si habla un idioma diferente al mío?
Lector 1:
Prójimo.
Lector 2:
¿De diferente color?
Lector 1:
Prójimo.
Lector 2:
¿Y si come comida diferente?
Lector 1:
Prójimo.
Lector 2:
¿Bajito? ¿Delgado? ¿Con anteojos?
Lector 1:
Prójimo. Prójimo. Prójimo.
Lector 2:
¿Y ellos me van a ayudar?
Lector 1:
Más importante aún, tú debes ayudarlos.
Lector 2:
Espera, ¿qué?
Lector 1:
Debes ayudarlos.
Lector 2:
¿A todos ellos?
Lector 1:
Ajá.
Lector 2:
¿Como si todos fuéramos una gran familia?
Lector 1:
Idealmente.
Lector 2:
Eso podría ser difícil.
Lector 1:
Muy difícil.
Lector 2:
Entonces, ¿por qué?
Lector 1:
Ama a tu prójimo como a ti mismo.
Lector 2:
Eso es mucho amor.
Lector 1:
Lo sé.
Lector 2:
No sé si podré hacerlo.
Lector 1:
Sí puedes.
Lector 2:
¿Estás seguro?
Lector 1:
Sí, lo estoy. Yo te ayudaré.
Lector 2:
Gracias. Entonces, ¿ya terminamos?
Lector 1:
No, tenemos que terminar la historia.
Lector 2:
¿Qué falta?
Lector 1:
[señala el libreto]
Lector 2:
Ay, sí.
Lectores:
[a la congregación, juntos] Ahora ve y haz lo mismo.
[Se cierra el telón]
Descargar