LOS ELEMNTOS DIDÁCTICOS CLAVES EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE JUAN MANUEL GUERRERO F. UNIVERSITARIA AGUSTINIANA FACULTAD DE EDUCACIÓN ESPECIALIZACIÓN EN PEDAGOGÍA BOGOTÁ 21 DE MAYO DE 2016 LOS ELEMNTOS DIDÁCTICOS CLAVES EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE El punto de partida de este escrito es la definición que trae Zuluaga y que permite alinearse con los conceptos vistos en clase. La didáctica es el conjunto de conocimientos referentes a enseñar y aprender que conforman un saber. En la didáctica se localizan conceptos teóricos y conceptos operativos, que impiden una asimilación de la didáctica a meras fórmulas. Los parámetros de las conceptualizaciones en la didáctica se refieren a la forma de conocer o de aprender del hombre, a los conocimientos objeto de la enseñanza, a los procedimientos para enseñar, a la educación, y a las particularidades, condiciones o estrategias bajo las cuales debe ser enseñado un saber específico. (Zuluaga, y otros, 2003, pág. 38) Como puede verse es una definición que recoge muchos elementos y que lleva a la reflexión de decir, que la didáctica es conocimiento, lo que quiere decir, que los saberes se ponen al servicio de la enseñanza y del aprendizaje no como algo que sale por azar sino que tiene una elaboración, que es lo mismo que decir que vincula la teoría con la práctica, según el planteamiento de Armando Zambrano “la didáctica se dirige más a pensar las condiciones del aprendizaje y menos a las condiciones de la enseñanza; aunque esta última sea su terreno de actuación. La finalidad de la didáctica se encuentra, precisamente, en los aprendizajes” (Zambrano Leal, 2006, págs. 172-173). Pero para que estos aprendizajes se den desde la visión de la didáctica es necesario que se tengan en cuenta los elementos: El docente o profesor, El discente o estudiante, el contexto y el contenido. El docente o profesor: Es el primer elemento, que es quien orienta el ejercicio de aprender, es decir, enseña los procesos como se debe adquirir el conocimiento, orienta las técnicas necesarias para la elaboración del ejercicio didáctico. Bien lo señala Shulman parafraseando a Fenstermacher: Un profesor sabe algo que otros no comprenden, presuntamente los alumnos. El profesor puede transformar la comprensión, las habilidades para desenvolverse, las actitudes o los valores deseados, en representaciones y acciones pedagógicas. Se trata de formas de expresar, exponer, escenificar o de representar de otra manera ideas, de suerte que los que no saben puedan llegar a saber, los que no entienden puedan comprender y discernir, y los inexpertos puedan convertirse en expertos. Así pues, el proceso de enseñanza se inicia necesariamente en una circunstancia en que el profesor comprende aquello que se ha de aprender y cómo se lo debe enseñar. Luego procede a través de una serie de actividades durante las cuales a los alumnos se les imparten conocimientos específicos y se les ofrecen oportunidades para aprender (Shulman, 2005, pág. 9) El educador debe constatar los avances del estudiante y esto es posible cuando acierta a superar o corregir sus funciones cognitivas, por medio de acciones didácticas, que llevan al estudiante a ser consciente de sus propios procesos. En otras palabras la acción didáctica que ejerce el maestro cuando selecciona con cuidado y esmero los distintos elementos del acto pedagógico y tiene claro el objetivo, es aquí cuando el proceso didáctico cobra sentido ya que esas acciones adquieren significaciones concretas y hacen que el estudiante progrese significativamente en su proceso de aprendizaje. Bien lo señala Shulman cuando dice: “Por ejemplo, algunas investigaciones habían indicado que los alumnos progresaban más cuando los profesores les daban a conocer explícitamente el objetivo de la lección, lo cual aparece como un hallazgo perfectamente razonable” (Shulman, 2005, pág. 8). El docente debe tener en propiedad los conocimientos de la disciplina a enseñar, que es la primera fuente del conocimiento y que se deben concretarse en el ejercicio de aprender de los estudiantes ya que ello, los debe llevar al saber, la comprensión, las habilidades y las disposiciones. “La docencia es, esencialmente, una profesión liberal. Un profesor es miembro de una comunidad académica. Debe comprender las estructuras de la materia enseñada, los principios de la organización conceptual, como también los principios de indagación” (Shulman, 2005, pág. 12) El discente o estudiante: Es el segundo elemento y se constituye en el objeto del acto didáctico y a este actor, es al que se le apunta con todas las fuerzas para proporcionarle las herramientas necesarias, pues él, es el protagonista principal del acto educativo y a él van dirigidos todos los esfuerzos que lo conducirán a alcanzar el conocimiento. Su tarea es el despejar los interrogantes que se dan en la clase y a través de los procesos didácticos aprender a decidir, es decir, hacer de los contenidos del currículo un aprendizaje significativo y competente. El estudiante debe ejercitarse en tomar conciencia de lo que aprende, por qué y cómo lo aprende, así mismo de sus dificultades y limitaciones, para que el acto didáctico tenga la verdadera relevancia en el aprendizaje. Un aspecto esencial de mi concepto de enseñanza lo constituyen los objetivos de que los alumnos aprendan a comprender y a resolver problemas, que aprendan a pensar crítica y creativamente y que aprendan datos, principios y normas de procedimiento. Por último, a mi juicio el aprendizaje de una asignatura no es con frecuencia un fin en sí mismo, sino más bien un vehículo al servicio de otros fines. Sin embargo, por lo menos en el nivel secundario, la asignatura es un vehículo de instrucción casi universal, cualquiera sea su objetivo último., aunque el aprendizaje en sí continúa siendo en definitiva responsabilidad de los alumnos. La enseñanza culmina con una nueva comprensión por parte del maestro y de los estudiantes (Shulman, 2005, pág. 10) Como tercer elemento el contexto que es una de las fuentes que inciden sobre los procesos de adquisición del conocimiento. Dichas fuentes se agrupan en dos grandes grupos: los factores personales y los factores ambientales o sociales. El contexto de aprendizaje incluye tanto el contexto inmediato del aula como el contexto institucional en el que se desarrolla la acción pedagógica, así como también el contexto sociohistórico en que tiene lugar el aprendizaje. Estos contextos tienen unas características que inciden directamente en el acto didáctico ya que son las variables que permiten el diseño de los elementos que se vinculan al ejercicio de aprender. Este contexto social del aprendizaje, es inseparable del proceso didáctico, pues tiene muchas variables y que ignorarlas sería un error, ya que ellas contribuyen activamente en cada uno de los individuos que participa de este proceso. El contexto social brinda mucha información de cómo este influye en los procesos de enseñanza aprendizaje y sobre todo el desconocerlo llevaría a parcializarlo, perdiendo así su objetividad. El contexto también debe ser un recurso didáctico en cuanto permite de forma práctica establecer un conocimiento de cada uno de los elementos que lo conforman. En él se vive, se aprende y se desarrolla el ser humano con lo cual se deduce que hay conocimiento, valores y experiencia de vida y todo aquello que pueda servir de referente para entender y aprehender el mundo que circunda a su alrededor. Bien lo señala Armando Zambrano Leal cuando dice: “Por ello es que la didáctica se dirige más a pensar las condiciones del aprendizaje y menos a las condiciones de la enseñanza; aunque esta última sea su terreno de actuación. La finalidad de la didáctica se encuentra, precisamente, en los aprendizajes” (Zambrano Leal, 2006, págs. 172-173). Los estudiantes solo significaran lo aprendido en la medida en que le den sentido y lo aprendido forme parte de la vida social. El cuarto elemento de este proceso didáctico es el contenido, que debe entenderse como lo refiere Bolívar citando a Wilson, Shulman y Rickert, “el conocimiento base en la enseñanza es el cuerpo de comprensiones, conocimientos, habilidades y disposiciones que un profesor necesita para enseñar efectivamente en una situación dada” (Bolivar, 2005, pág. 5). Así mismo el conocimiento profesional es necesario para determinar el quehacer didáctico en el aula de clase como qué debe conocer y hacer y que categorías de conocimiento se requieren para ser competentes, como lo refiere Bolívar citando a Shulman. (Bolivar, 2005, pág. 5). Desde este punto de vista los profesores acomodan el contenido para hacerlo comprensible y se tengan los conocimientos necesarios para que la labor docente sea cada vez más profesional, lo que se traduce en un conocimiento más profundo de la materia y la capacidad para transformar ese conocimiento en significativo y amable para los estudiantes. Lucía Iris Meretz en un artículo señala que la construcción del conocimiento escolar requiere, en cada contexto particular de enseñanza, de una serie de mediaciones pedagógicas y didácticas que transformen los saberes provenientes del campo disciplinar y cultural en contenidos susceptibles de ser enseñados, aprendidos y evaluados. (Meretz, 2013, pág. 1) Las mediaciones, referidas por esta autora, se concretan en recortes temáticos, estudios de caso o de profundizaciones singulares referidas a los temas de interés, señalando el inmenso la importancia y relevancia de este tema dentro del proceso de enseñanza aprendizaje. En este proceso de transposición didáctica, la problematización de los contenidos comienza a perfilarse como uno de los caminos más potentes para transitar esas mediaciones, atendiendo a los criterios de validez, relevancia y significatividad de los temas que se aborden en las clases. La renovación didáctica asume también la idea de que la selección de contenidos no es independiente de su tratamiento metodológico, porque ofrecer a los alumnos y alumnas contenidos problema con suficiente potencialidad pedagógica para lograr aprendizajes significativos conlleva una rigurosa elección de aquellas temáticas geográficas sobre las que la sociedad formula preguntas y dilemas de conocimiento y sobre las que el sistema educativo ensaya estrategias didácticas para su tratamiento en clase. (Meretz, 2013, pág. 11) Los elementos que se han tratado en este escrito muestran la importancia, de forma general, de la didáctica dentro del proceso de enseñanza aprendizaje y su relevancia en los procesos de mediación y significación que son aprehendidos por los estudiantes. La didáctica debe ser vista no como una mera referencia técnica sino más bien como una ciencia que permite afianzar el quehacer docente y propiciar un desarrollo sistemático más elaborado a la hora de incursionar en el arte de enseñar BIBLIOGRAFÍA Bolivar, A. (2005). CONOCIMIENTO DIDÁCTICO DEL CONTENIDO Y DIDÁCTICAS ESPECÍFICAS. Profesorado. Revista de currículum y formación del profesorado, 9, 2 (2005), 2(9). Obtenido de http://ecaths1.s3.amazonaws.com/ucb/1238488654.rev92ART6.pdf Meretz, L. I. (Diciembre de 2013). LA DIFICIL TAREA DE SELECCIONAR, ORGANIZARY SECUENCIAR LOS CONTENIDOS AL MOMENTO DE PLANIFICAR. Revista Geográfica Digital. IGUNNE. Recuperado el 20 de mayo de 2016, de http://hum.unne.edu.ar/revistas/geoweb/Geo20/archivos/meretz2013.pdf Shulman, L. S. (2005). Conocimiento y enseñanza: fundamentos de la nueva reforma. Profesorado: Revista de curriculum y formación del profesorado, 9(2), 1., 9(2), 30. Zambrano Leal, A. (2006). Los hilos de la palabra: Pedagogía y didáctica. Bogotá: Magisterio. Zuluaga, O. L., Echeverri , A., Martínez B., A., Quiceno , H., Saenz, J., & Álvarez G. , A. (2003). Pedagogía y Epistemología. Bogotá: Magisterio. Obtenido de file:///D:/Users/Juan%20Manuel/Downloads/EDUCACI%25C3%2593N%2520Y%2520PEDA GOGIA%2520DIFERENCIA%2520NECESARIA%2520-Olga%2520Lucia%2520Zuluaga.pdf