El programa de Maestros Comunitarios surge en el marco de las pautas de política educativa de la Anep proyectadas para el quinquenio y explicitadas en el texto del “Proyecto de presupuesto de sueldos, gastos e inversiones 2005- 2009” El PMC comienza a implementarse el 5 de Agosto de 2005 y se plantea como un conjunto de estrategias pedagógicas, canalizadas a través de la figura del maestro comunitario, además busca contribuir a la equidad y calidad de la educación primaria y surge como un esfuerzo conjunto del Consejo de Educación Primaria (CEP) de la Administración Nacional de Educación Publica (Anep) y el Programa Infamilia del Ministerio de Desarrollo Social (Mides). El PMC se guía por dos objetivos básicos: 1) Mejorar la interrelación entre la escuela y la comunidad de forma de reducir la deserción escolar. El maestro comunitario desarrolla con las familias una serie de estrategias de manera de aumentar el capital social familiar 2) Brindar apoyo pedagógico específico a los niños con bajo rendimiento escolar. El maestro comunitario tiene la tarea de otorgar un espacio de enseñanza abierto y flexible, basado en metodologías activas y variadas, que permitan atender la diversidad en los distintos ritmos de aprendizaje y promuevan el mayor grado posible de interacción y participación de los alumnos. LAS ESCUELAS Y LOS MAESTROS COMUNITARIOS Cada año, en el mes de febrero, la Inspección Técnica y la Coordinación de Infamilia de CEP comunican a las Inspecciones Departamentales el número de maestros comunitarios asignados a su jurisdicción. El Acuerdo de Inspectores resuelve las escuelas a las que se asignan estos maestros entre las seleccionadas de nivel de requerimiento 1, 2 o 3, de acuerdo a la última recategorización. Los directores de las instituciones ofrecen a los maestros de su escuela, en primera instancia, la posibilidad de desempeñar el rol de maestro comunitario de acuerdo a los pasos establecidos en el “Reglamento para proveer la función de maestros comunitarios” Los niños de PMC En el año 2005, momento de instalación del programa, una de las fuertes preocupaciones la constituyó el poder identificar acertadamente el grupo de alumnos que pasaría a trabajar con el maestro comunitario. Aun hoy los maestros reconocen este momento del PMC como una instancia en la que las coordinaciones y los acuerdos entre los actores institucionales resultan sustantivos. Lo son también los indicadores que aluden al desempeño escolar y a los factores sociales y culturales que se tiene en cuenta en el proceso de selección. Si bien hoy podemos decir que todos los alumnos de la escuela son potencialmente los niños beneficiarios del programa también es cierto que a lo largo del año cada maestro comunitario llega a trabajar con alrededor de cuarenta niños. Asimismo, la primera selección realizada, fruto de la coordinación entre maestros, comunitarios y directores no deberá significar el cierre de la posibilidad de que en cualquier momento del año se incorporen otros niños. Cada MC trabaja con hasta veinte alumnos simultáneamente quienes ingresan y egresan de acuerdo a la evaluación de sus logros. La primera mejor forma de transitar el camino para una elección de alumnos requiere una mirada global de la realidad institucional por parte del todo el colectivo docente. El conocimiento acerca de los desempeños académicos del alumnado irá acompañado por el acceso a información acerca de los porcentajes de repetición en todos los grados, de los casis de extraedad, de los niños con dificultades de integración y de quienes registran problemas en la asistencia a la escuela. También importa tomar en cuenta los factores extraescolares que aluden a situaciones familiares, sociales y culturales que dan cuenta de condiciones vinculadas a los bajos desempeños escolares de algunos alumnos. Luego de establecido el primer contacto con la familia y con lo acordado con el maestro de clase, es el momento de definir la o las líneas del programa a las que se integrará cada uno de estos niño. Si bien los principales protagonistas son los niños en quienes se espera logran mejoras en su aprendizaje, es interesante la orientación hacia la intervención en la familia que propone el PMC. En este sentido la tarea involucra a la familia, y su relación con el conocimiento, ofreciendo un estímulo para que los niños aprendan al tiempo que los adultos se transformen en referentes de las tareas escolares.