Subido por Laura Galleli

1 Obsidian - Jennifer L. Armentrout

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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Staff
Traductoras
Diseño
Mery St. Clair
Mery St. Clair
Andreani
Annabelle
Panchys
AnnaissJ
Correctoras
Elena Vladescu
Eneritz
Larosky_3
Mery St. Clair
Mimu_14
Melii
♥...Luisa...♥
Panchys
EffyLove
Chio
Mary Ann♥
Deydra Ann
★MoNt$3★
Mary Ann♥
Mali..♥♥
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Sinopsis
Empezar de nuevo apesta.
Cuando nos mudamos a West Virginia justo antes del último curso, ya
me había resignado al acento raro, a tener mala conexión a Internet y a
aburrirme como una ostra… hasta que vi al sexy de mi vecino, tan alto y
con unos ojos verdes impresionantes. Las cosas parecen ir mejorando.
Y entonces él abrió la boca.
Daemon es insufrible. Arrogante, desquiciante. No nos llevamos nada
bien. Nada, nada bien. Pero cuando un desconocido me atacó y Daemon
congeló el tiempo, literalmente, con solo mover la mano… bueno, sucedió
algo… inesperado.
El alienígena sexy que vive al lado me marcó.
Sí, han oído bien. Alienígena. Resulta que Daemon y su hermana
tienen una galaxia entera de enemigos que quieren robar sus habilidades,
y el contacto de Daemon ha hecho que parezca uno de esos carteles
iluminados de las Vegas. El único modo de salir con vida de todo esto es
mantenerme pegada a Daemon hasta que mi «luz» extraterrestre se
apague.
Eso si antes no mato a Daemon, claro.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
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Traducido por Mery St. Clair
Corregido por Eneritz
M
iré la pila de cajas en mi nuevo dormitorio, deseando que la
conexión a internet estuviera configurada. No haber sido
capaz de actualizar mi blog de reseñas desde que me mude
aquí era como perder un brazo o una pierna. De acuerdo
con mi mamá, “La Loca Obsesión de Katy” era mi vida entera. No
completamente, pero era importante para mí. Ella no apreciaba los libros
de la misma manera que yo.
Suspiré. Habíamos estado aquí dos días, y aún quedaba mucho sin
desempacar. Odió la idea de cajas cerradas alrededor. Incluso más que la
idea de estar aquí.
Al menos, finalmente había dejado de saltar ante cada pequeño
crujido desde que nos mudamos a West “Olvidada de Dios” Virginia, y esta
casa parecía sacada de una película de terror. Tenía una torre —una
escalofriante torre. ¿Que se supone que voy a hacer con esto?
Ketterman no era muy grande, lo que significa que no es realmente
una ciudad. El lugar más cercano era Petersburgo— un pueblo con dos o
tres semáforos y con algunos otros pueblos alrededor que probablemente
no tenían un Starbucks. No nos llegaría la correspondencia a nuestra casa.
Deberemos conducir hasta Petersburgo para buscar nuestro correo.
Una barbaridad.
Era como una burla en mi cara, esto me jodía. Florida desapareció—
se quedó atrás en los miles de kilómetros del loco recorrido de mamá para
comenzar de nuevo. No es que yo extrañara Gainesville, el clima, mi vieja
escuela, o siquiera nuestro departamento. Apoyada contra la pared, froté
la palma de mi mano sobre mi frente.
Extrañaba a papá.
Y Florida era papá. Allí era donde él nació, donde conoció a mi
mamá, y donde todo había sido perfecto… hasta que todo se vino abajo.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Mis ojos ardían, pero me rehusé a llorar. Llorar no cambiaría el pasado, y
papá odiaría saber que yo lloraba aún tres años después.
Pero extraño a mamá, también. La mamá antes de que papá murió,
quien se acurrucaba en el sillón a mi lado y leía una de sus novelas
románticas de mala calidad. Parecía que eso fue una vida atrás. Sin duda,
fue un medio país atrás.
Desde que papá murió, mamá había comenzado a trabajar más y
más. Ella solía querer estar en casa. Entonces, pareció querer estar lo más
lejos posible. Se dio finalmente por vencida en esa opción y decidió que
necesitábamos irnos muy lejos. Al menos desde que llegamos hasta aquí,
incluso cuando aún trabajo como un demonio, estaba determinada a
participar más en mi vida.
Decidí ignorar mi interior impulso de orden y dejar las condenadas
cajas sin desempacar hoy, cuando el olor de algo familiar me hizo
cosquillas en la nariz. Mamá estaba cocinando. Esto no era muy bueno.
Bajé las escaleras corriendo.
Ella estaba frente la estufa, vestida con un pijama de lunares. Ella
podía vestir de lunares de los pies a la cabeza y todavía arreglárselas para
verse bien. Mamá tiene un glorioso y sedoso cabello rubio y ojos brillantes.
Incluso con pijama ella me hacía parecer sencilla con mis ojos grises y mi
cabello castaño claro.
Y de alguna manera yo terminé más… curvilínea que ella. Caderas
curvilíneas, labios hinchados, y unos ojos enormes que mamá adora, pero
me hace parecerme como un bebé de plástico.
Se dio la vuelta y me saludó con la mano con la cual sostenía la
espátula, los huevos a medio cocinar salpicaban en la estufa. —Buenos
días, cariño.
Miré el desastre y me pregunté cual era la mejor manera para
sacarla de la cocina sin herir sus sentimientos. Estaba tratando de hacer
cosas de mamá. Era un enorme progreso. —Estas en casa temprano.
—He trabajado casi un doble turno entre anoche y hoy. Me puse a
trabajar de miércoles a sábado, de once hasta las nueve de la mañana.
Eso me deja con tres días de descanso. Estoy pensando en trabajar a
tiempo parcial en una de las clínicas de por aquí o posiblemente en
Winchester. —Ella sirvió los huevos a medio quemar en dos platos y colocó
uno frente a mí.
Que rico. Supongo que era demasiado tarde para detenerla, así que
busque en una caja revuelta lejos del mostrador que tenía escrita “Vajilla
& Cosas.”
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Sabes que no he podido desempacar nada, así que voy a hacerlo
pronto.
Sí, lo sé.
La mayoría de los padres probablemente preferirían romperse el
brazo izquierdo antes de dejar a una adolescente en casa casi todo el
tiempo, pero no la mía. Ella confía en mí, porque nunca le he dado una
razón para no hacerlo. No era como si me portara siempre bien. Bueno,
está bien, quizás sí.
Yo era un poco aburrida.
En mi viejo grupo de amigos en Florida, yo no era la más callada,
pero nunca me salté clases, mantuve mi buen promedio, y era más o
menos una buena chica. No porque tuviera miedo de hacer algo
imprudente o salvaje; Yo no quería darle más problemas a mamá. No
cuando…
Agarrando dos vasos, los llené con el jugo de naranja que mamá
había comprado de camino a casa. —¿Quieres que vaya a comprar
comestibles hoy? No tenemos nada.
Ella asintió y habló con la boca llena de huevos. —Piensas en todo. Ir
a comprar comestibles suena perfecto —Cogió su bolso de la mesa,
sacando dinero en efectivo—. Esto debería ser suficiente.
Metí el dinero en mis vaqueros sin mirar cuanto era; Siempre me
daba de más en primer lugar. —Gracias —murmuré.
Ella se inclinó hacia adelante con un brillo en sus ojos. —Así que…
esta mañana vi algo interesante.
Sólo Dios sabe a lo que se refiere. Sonreí. —¿Qué?
—¿Has notado que hay dos chicos de tu edad al lado?
—¿De verdad?
—No has estado afuera, ¿eh? —sonrió—. Estaba segura que ya
habrías salido a reemplazar las feas flores al jardín.
—Planeo hacerlo, pero las cajas no se desempaquetan solas —Le di
una mirada impaciente. Amo a esta mujer, pero me molestaré si no
continua con el tema—. De todas formas, regresa a la parte de los chicos.
—Bien, una chica que parece de tu edad y hay un chico, también —
sonrió mientras se ponía de pie—. Es un bombón.
Un pequeño trozo de huevo se atrapo en mi garganta. Era
seriamente asqueroso escuchar a mamá hablar sobre chicos de mi edad.
—¿Un bombón? Mamá, esto es raro.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Mamá se apartó del mostrador, recogió el plato de la mesa, y se
dirigió al fregadero. —Cariño, quizás sea vieja, pero mis ojos aún funcionan
bien. Y estuvieron funcionando muy bien hace rato.
Me encogí. Doblemente asqueroso. —¿Te estás convirtiendo en una
puma? ¿Es un tipo de crisis de la mediana edad de la cual necesite
preocuparme?
Enjuagando el plato, me miró por encima de su hombro. —Katy,
espero que hagas un esfuerzo por conocerlos. Creo que sería bueno para
ti hacer amigos antes de que la escuela comience —se detuvo, bostezó—.
Ellos podrían mostrarte los alrededores, ¿no? —Me rehusé a pensar en el
primer día de escuela, la chica nueva y todo.
Eché los huevos sin comer a la basura. —Sí, sería bueno. Pero no
quiero que vayas a tocar su puerta, suplicándoles para que sean mis
amigos.
—No sería suplicar. Si te pones uno de esos lindos vestidos veraniegos
que usabas en Florida, no tendrás que pedirlo —jaló el dobladillo de mi
blusa—. Sería como coquetear.
Bajé la mirada. Era como decir: MI BLOG ES MEJOR QUE TU VLOG.
Hay algo mal en ello. —¿Por qué no mejor presentarme en ropa interior?
Ella tocó su barbilla pensativamente. —Eso definitivamente daría una
buena impresión.
—¡Mamá! —reí—. ¡Se supone que eres responsable de mí y debes
decirme que esa no es una buena idea!
—Cariño, no me preocupa que hagas algo estúpido. Pero
seriamente, haz un esfuerzo.
No estaba segura de cómo “hacer un esfuerzo”.
Bostezó otra vez. —Bueno, cariño, me voy a dormir.
—Está bien, voy a ir a comprar las cosas a la tienda —Y quizás algo
de abono y plantas. Las flores en el jardín son horribles.
—¿Katy? —Mamá se detuvo en el umbral de la puerta, con el ceño
fruncido.
—¿Sí?
Una sombra de preocupación apareció en su rostro, oscureciendo
sus ojos. —Sé que esta mudanza es dura para ti, especialmente antes de
tu último año en el instituto, pero fue lo mejor que podíamos hacer.
Quedarnos allí, en ese apartamento, sin él… era hora de que
comenzáramos a vivir nuevamente. Tu papá no habría querido eso.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Apareció un nudo en la garganta que pensé que había dejado atrás
en Florida. —Lo sé, mamá. Estoy bien.
—¿De verdad lo estás? —Sus dedos se curvaron en un puño. La luz
solar que entraba por la ventana se reflejó en la banda de oro alrededor
del anillo en su dedo anular.
Asentí rápidamente, necesitando tranquilizarla. —Estoy bien. E iré con
los vecinos. Quizás puedan decirme donde está la tienda. Ya sabes, hacer
un esfuerzo.
—¡Excelente! Si necesitas algo, llámame. ¿De acuerdo? —Los ojos de
mamá se cerraron por otro largo bostezó—. Te amo, cariño.
Comencé a decirle que la amaba también, pero ella desapareció
subiendo las escaleras antes de que las palabras salieran de mi boca.
Al menos ella estaba tratando de continuar, y yo estoy intentando
de al menos encajar aquí. No ocultarme en mi habitación, en mi portátil,
todos los días como mi mamá temía. Sin embargo, mezclarme con chicos
que ni siquiera conozco no era uno de mis talentos. Prefiero leer un libro y
hacer reseñas en mi blog.
Mordí mi labio. Podía escuchar la voz de mi papá, su frase favorita
para animarme: “Vamos, Kittycat, no seas un espectador.”
Cuadré mis hombros. Papá nunca dejaría que su vida se estancara
por…
Preguntar por la tienda más cercana era un pretexto lo
suficientemente inocente como para presentarme. Si mamá tenía razón y
ellos eran de mi edad, quizás la mudanza no será un error épico. Esto era
una estupidez, pero iba a hacerlo. Me apresuré a cruzar el césped hacia
mis vecinos antes de acobardarme.
Salté en el amplió pórtico, abrí la puerta mosquitera y toqué, luego di
un paso atrás y alisé las arrugas de mi camisa. Soy increíble. Haré esto. No
hay nada extraño en preguntar por direcciones.
Los pasos pesados llegaron desde el otro lado, y entonces la puerta
se abrió y miré un muy ancho, bronceado, musculoso pecho. Un pecho
desnudo. Mi mirada bajó y mi respiración se… contuvo. Los vaqueros
colgaban de sus caderas, revelando una fina línea de vello oscuro por
debajo de su ombligo y desapareciendo debajo de la pretina de los jeans.
Su estómago era plano. Perfecto. Invitándote a tocarlo. No era el
tipo de estómago que yo esperaba de un chico de diecisiete años, lo cual
me hace suponer que es mayor, pero si es así, yo no me quejaba. Yo no
estaba hablando. Y sólo lo miraba.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Mi mirada finalmente viajo al norte otra vez, noté las pesadas y
oscuras pestañas casi llegando hasta sus pómulos altos y ocultando el color
de sus ojos mientras bajaba la mirada para verme. Necesitaba saber el
color de sus ojos.
—¿Puedo ayudarte? —Labios gruesos, besables, convirtiéndose en
enojo.
Su voz era profunda y firme. Del tipo de voz que está acostumbrada
a hacer que la gente lo escuche y obedezca sin cuestionar. Sus pestañas
se elevaron, revelando unos ojos tan verdes y brillantes que no podían ser
reales. Eran de un intenso color esmeralda que destacaban en contraste
de su piel tan bronceada.
—¿Hola? —dijo otra vez, colocando una mano en el marco de la
puerta mientras se inclinó hacia adelante—. ¿Eres capaz de hablar?
Contuve mi respiración y di un paso atrás. Una ola de caliente
vergüenza corrió por mi cara.
El chico levantó un brazo, apartando un mechón de cabello sobre su
frente. Miró sobre mi hombro, luego de regreso a mí. —Si no…
Por fin encontré mi voz, me quería morir. —Yo… estaba
preguntándome si sabías donde está el supermercado más cercano. Mi
nombre es Katy. Me mudé al lado —señalé hacia mi casa, pareciendo una
idiota—. Como dos días atrás…
—Lo sé.
Biiieen. —Bueno, esperaba que alguien que conoce más que yo esté
lugar pudiera decirme donde está el supermercado y quizás un lugar que
venda plantas.
—¿Plantas?
Por alguna razón, no sonó como si él me estuviera haciendo una
pregunta, pero me apresuré a contestar de todos modos. —Sí, verás, hay
unas flores muy horribles en el patio de enfrente…
Él no dijo nada, sólo arqueó una ceja con desdén. —De acuerdo.
La vergüenza fue desvaneciéndose, reemplazándose por una
creciente ira. —Bien, verás, necesito comprar plantas…
—Para el patio de enfrente, lo capté —Apoyó su cadera contra el
marco de la puerta y cruzó sus brazos. Algo brillaba en sus ojos verdes. No
era ira, pero si algo más.
Tomé una profunda respiración. Si este chico me interrumpía una vez
más…
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Mi voz tomó el tono que mi madre solía usar cuando yo era más
pequeña y jugaba con objetos afilados. —Me gustaría encontrar una
tienda donde pueda comprar comestibles y plantas.
—Eres consciente de que este pueblo solo tiene un semáforo, ¿no?
—Ambas cejas se arquearon hasta donde su cabello caía, como si él
preguntara cómo podía ser tan tonta, y fue entonces cuando noté lo que
vi en esos ojos brillantes. Él estaba riéndose de mí con una buena dosis de
condescendencia.
Por un momento, todo lo que pude hacer fue mirarlo. Era
probablemente el chico más sexy que he visto en toda mi vida, y era un
patán total. Debí imaginarlo. —Sabes, todo lo que quería eran direcciones.
Es obvio que vine en un mal momento.
Uno de los lados de sus labios se curvó. —Cualquier ocasión que
toques mi puerta será un mal momento, niña.
—¿Niña? —repetí, con mis ojos muy abiertos.
Una oscura ceja se arqueó con arrogancia otra vez. Estaba
comenzando a odiar esa ceja.
—No soy una niña. Tengo diecisiete.
—¿De verdad? —parpadeó—. Parece que tienes doce. No. Quizás
trece, pero mi hermana tiene una muñeca que me recuerda a ti. Con sus
ojos grandes y vacíos.
¿Le recordaba a una muñeca? ¿Una muñeca vacía? El fuego ardía
en mi pecho, esparciéndose por mi garganta. —Sí, que sorpresa. Lamento
haberte molestado. No volveré a tocar tu puerta otra vez. Créeme —
comencé a darme la vuelta, para marcharme antes de que cediera al
desenfrenado deseo de estampar mi puño en su rostro. O llorar.
—Oye —gritó él.
Me detuve en el escalón inferior, pero me negué a girarme,
dejándole saber lo molesta que estaba. —¿Qué?
—Ve hacia la Ruta 2 y gira hacia U.S 220 Norte, no Sur. Te llevara a
Petersburgo —dejo escapar un suspiro irritado, como si me estuviera
haciendo un gran favor—. Hay un supermercado justo en esa ciudad. No
puedes perderte. Bueno, quizás tú podrías. Hay una tienda de refacciones
al lado, creo. Allí podrías conseguir cosas para el patio.
—Gracias —dije y agregué en voz baja—, Patán.
Él rió, una risa profunda y gutural. —Eso no es muy propio de una
dama, Kittycat.
Me di la media vuelta. —No vuelves a llamarme así —espeté.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Es mejor llamar a alguien patán, ¿no? —Él salió del umbral de la
puerta—. Ha sido una visita estimulante. Me reiré por mucho tiempo.
Bien. Eso era todo. —Sabes, tienes razón. Que equivocada he estado
en llamarte patán. Porque un patán es alguien demasiado agradable en
comparación contigo —dije, sonriendo dulcemente—. Eres un imbécil.
—¿Un imbécil? —repitió—. Que encantador.
Lo ignoré.
Él rió otra vez y bajó su cabeza. Un lío de ondas cayó hacia
adelante, casi ocultando sus intensos ojos verdes. —Muy civilizada, Kitten1.
Estoy seguro que tienes una amplia lista de nombres y señas obscenas para
mí, pero no me interesa.
Tenía mucho más que decir y hacer, pero mi dignidad me lo impidió,
camine con pasos pesados de regreso a mi casa, sin darle el placer de ver
cuán realmente cabreada estaba. Siempre había evitado la
confrontación en el pasado, pero este chico sacaba lo peor de mí.
Cuando llegué a mi auto, abrí de golpe la puerta.
—¡Nos vemos más tarde, Kitten! —gritó, riéndose mientras cerraba la
puerta principal de su casa.
Lágrimas de rabia y vergüenza ardieron en mis ojos. Metí las llaves en
la ignición y eché el auto en reversa. “Haz un esfuerzo” había dicho mamá.
Esto es lo que ocurre cuando haces un esfuerzo.
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Kitten, gatita.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
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Traducido por Mery St. Clair
Corregido por Eneritz
M
e tomo todo el camino hasta Petersburgo para tranquilizarme.
Incluso entonces aún sentía una mezcla de ardiente ira y
humillación remolinando en mi interior. ¿Qué diablos le pasa?
Pensé que las personas de pequeños pueblos se suponían que
eran agradables, no que actuaran como el hijo de Satanás.
Encontré la calle principal sin ningún problema, ya que literalmente
parecía ser la calle principal. Ahí estaba la Biblioteca del Condado de
Mount View, y me recordó que necesitaba tramitar mi tarjeta de
biblioteca. Las tiendas de comestibles eran limitadas. A la tienda del
supermercado le faltaba una letra, y se encontraba justo donde el imbécil
había dicho que estaría.
Los aparadores estaban cubiertos con fotografías de una persona
desaparecida, una chica de mi edad con largo cabello oscuro y ojos
risueños. La información decía que ella había sido vista por última vez hace
más de un año. Había una recompensa, pero después de haber estado
desaparecida por tanto tiempo, dudo que la recompensa fuera
reclamada. Entristecida por ese pensamiento, me dirigí al interior.
Era una compradora rápida, no perdía tiempo paseando por los
pasillos. Lanzando los objetos en el carrito, noté que necesitaba más de lo
que había pensando, ya que sólo tenía las necesitadas básicas para el
hogar. Pronto, mi carrito estuvo completamente lleno.
—¿Katy?
Perdida en mis pensamientos, salté por la suave voz femenina y dejé
caer una caja de huevos en el suelo. —Mierda.
—¡Oh! ¡Lo siento mucho! Te tomé por sorpresa. Lo hago a menudo —
Unos brazos bronceados se agacharon para tomar la caja y colocarlo de
regreso en el estante. Ella tomó otra y la sostuvo en sus delgadas manos—.
Estos no están rotos —Levanté la mirada de la yema brillante esparcida en
el piso de linóleo y me quedé atónita por un momento. Mi primera
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
impresión fue que la chica era demasiado hermosa para estar en un super
mercado con una caja de huevos en la mano.
Sobresalía como un girasol en un campo de trigo.
Todos los demás eran pálidos en comparación. Su cabello oscuro era
rizado y más largo que el mío, llegando hasta su cintura. Era alta, delgada,
y su rostro casi perfecto contenía una cierta inocencia. Me recordaba a
alguien, especialmente esos sorprendentes ojos verdes. Apreté mis dientes.
¿Cuáles eran las probabilidades?
Ella sonrío. —Soy la hermana de Daemon. Mi nombre es Dee —
Colocó la caja de huevos en buen estado en mi carrito—. ¡Ya tienes
huevos nuevos!
—¿Daemon?
Dee hizo una seña hacia una bolsa rosa dentro de su carrito. Un
móvil estaba recostado encima de ella. —Hablaste con él hace una media
hora. ¿Te detuviste… pidiendo direcciones?
Así que ese era el nombre del imbécil. Daemon… parecía
adecuado. Y, por supuesto, su hermana era tan atractiva como él. ¿Por
qué no? Bienvenida a West Virginia, la tierra de los modelos perdidos.
Comenzaba a dudar que pudiera encajar aquí.
—Lo siento. No esperaba que alguien supiera mi nombre —me
detuve—. ¿Él te llamó?
—Sí —Apartó hábilmente su carrito del camino de un travieso niño
corriendo frenéticamente por el pequeño pasillo—. De todos modos, las vi
mudarse, y tenía la intención de conocerte, y cuando él dijo que vendrías
aquí, bueno, estaba tan emocionada por conocerte que corrí hasta aquí.
Me dijo que eras desagradable. —Podía imaginar el tono en que lo dijo.
La curiosidad se plasmó en su rostro mientras me mirada con sus
intensos ojos verdes.
—Sin embargo, no pareces nada de lo que él dijo, pero de todos
modos, me gustaría conocerte. Es difícil conocer a alguien nuevo por aquí.
—Observé a un niño sucio escalar el exhibidor del pan.
—No creo que tu hermano tenga una buena impresión de mí.
Sus cejas se fruncieron. —¿Qué?
—Tu hermano… creo que me odia. —Me giré hacia el carrito,
jugueteando con un paquete de carne—. Él no fue muy… accesible con
las direcciones.
—Oh, no —dijo, y se echó a reír. La miré bruscamente—. Lo siento. Mi
hermano estaba de mal humor.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
No me digas. —Estoy bastante segura de que él está siempre de mal
humor.
Negó con la cabeza. —Tuvo un mal día. Él es peor que una chica,
créeme. No te odia. Somos gemelos. Incluso yo quiero matarlo de vez en
cuando. De todos modos, Daemon es solo duro por fuera. No se lleva bien
con… las personas.
Reí. —¿De verdad?
—¡Bueno, me alegro encontrarte aquí! —Exclamó, cambiando de
tema una vez más—. No estaba segura si te molestaría que viniera aquí,
quizás estarías ocupada y eso.
—No, no ha sido una molestia —traté de seguir el ritmo de la
conversación. Ella pasaba de un tema a otro como alguien que toma
mucha cafeína.
—Deberías haberme visto cuando Daemon me dijo que eras de
nuestra edad. Casi corría hasta casa para abrazarlo —se movió
emocionada—. Si hubiera sabido que fue grosero contigo hubiera sido
probable que lo hubiera golpeado en tú lugar.
—Puedo imaginarlo —sonreí—. También quise golpearlo.
—Imagina ser la única chica en el vecindario y pegada a su molesto
hermano la mayor todo el tiempo —Miró por encima de su hombro, sus
delicadas cejas se fruncieron.
Seguí su mirada. El pequeño niño ahora tenía un cartón de leche en
cada mano, lo cual me recordó que necesito leche. —Regreso enseguida
—Me dirigí hacia la sección de refrigerados.
Finalmente, la madre del niño giró por una esquina, gritó: —¡Timothy
Roberts, deja eso donde estaba ahora mismo! ¿Qué estás…?
El niño le sacó la lengua. A veces ver un niño así de travieso era el
perfecto programa para la abstinencia. Por otra parte, no necesito ese
programa. Regresé con mi leche a donde Dee esperaba, mirando el suelo.
Sus dedos se retorcían sobre el mango de su carrito, apretando sus nudillos
hasta que estuvieron blancos.
—¡Timothy, ven aquí ahora mismo! —La madre agarró su regordete
brazo. Los mechones de cabello se habían caído de su severo moño—.
¿Qué te he dicho? —siseó—. No estés cerca de ellos.
¿Ellos? Esperé ver a alguien más. Excepto que éramos Dee y… yo.
Confundida, miré hacia la mujer. Me sorprendió ver sus oscuros ojos llenos
de disgusto. Pura repulsión, y detrás de eso, en la forma en que sus labios se
apretaban en una línea dura y temblaban, había también miedo.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Y ella estaba mirando a Dee.
Luego tomó al niño travieso en sus brazos y se fue, dejando su carrito
en medio del pasillo.
Me volví a Dee. —¿Qué diablos fue eso?
Dee sonrió, pero era falsa. —Pueblo pequeño. Los lugareños son raros
aquí. No les prestes atención. De todos modos, debes estar muy aburrida
después de desempacar y luego venir a hacer las compras. Es como una
combinación mortal. Quiero decir, podrías estar haciendo otras cosas.
¿Creo que te puede tomar una eternidad desempacar cajas y comprar
comestibles? —No pude evitar sonreír mientras luchaba por seguir el ritmo
de la charla sin parar de Dee y a la vez que terminábamos de cargar
nuestros carritos. Normalmente, alguien puede desgastarme en cinco
segundos, pero la emoción en sus ojos y la manera en que ella se
balanceaba en sus talones era contagiosa.
—¿Tienes más cosas que comprar? —preguntó—. Yo casi termino.
Realmente vine sólo para conocerte y de paso ir al pasillo de los helados.
Estaban llamándome.
Reí y miré mi carrito lleno. —Sí, casi he terminado.
—Vámonos entonces. Así podemos pagar juntas.
Mientras esperábamos para pagar nuestros artículos, Dee
parloteaba, y olvidé el extraño incidente en el pasillo de leche. Dee creía
que Petersburgo necesita otro super mercado—porque aquí no venden
comida orgánica—y ella quería pollo orgánico para hacerle la cena a
Daemon. Después de unos minutos de difícilmente seguir el ritmo de su
conversación, comencé a relajarme. Ella era burbujeante, simplemente…
viva. Esperaba no contagiarme.
La fila de la caja se movió más rápido del tiempo que tomaba en las
grandes ciudades. Una vez afuera, ella se detuvo al lado de un nuevo
Volkswagen y quitó la alarma.
—Lindo auto —comencé. Ellos tenían dinero, obviamente, o Dee
tenía un trabajo.
—Me encanta —dio unas palmaditas en el parachoques trasero—. Es
mi bebé.
Moví mis compras en la parte de atrás de mi Sedan.
—¿Katy?
—¿Sí? —Giré las llaves alrededor de mi dedo, esperando que no
fuera un comentario sobre el imbécil de su hermano, ella quería pasar el
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
rato más tarde. No había manera de despertar a mamá ahora que
finalmente se fue a dormir.
—Me disculpo por mi hermano. Conociéndolo, estoy segura de que
él no fue nada agradable.
En cierto modo sentí pena por ella, estaba emparentada con un
patán. —No es tu culpa.
Sus dedos se retorcieron alrededor de su llavero, y sus ojos se posaron
en los míos. —Él es muy sobreprotector, por lo que no se lleva bien con los
extraños.
¿Cómo un perro? Casi sonreí, pero sus ojos estaban muy abiertos y
parecía realmente asustada de que no la perdonara. Teniendo un
hermano tan odioso. —No fue gran cosa. Quizás él tuvo un mal día.
—Quizás —sonrió, pero pareció forzado.
—En serio, no te preocupes. Estamos bien —dije.
—¡Gracias! No soy una acosadora. Lo juro —me guiñó un ojo—. Pero
me encantaría pasar el rato esta tarde. ¿Tienes algún plan?
—En realidad, estaba pensando quitar las flores que hay en el jardín
de enfrente. ¿Quieres ayudarme? —Tener compañía sería divertido.
—Oh, suena grandioso. Déjame llevar esta comida a casa, e iré
directamente a la tuya —dijo—. ¡Es emocionante hacer jardinería! Nunca
antes he hecho eso.
Antes de que pudiera preguntarle qué clase de infancia tuvo para
no incluir sembrar una planta de tomate obligatoriamente en clases, ella se
había escabullido en su auto y salía del estacionamiento. Me obligué a
moverme y dirigirme al lado del conductor. Abría la puerta del auto y me
subía en él cuando la sensación de ser observada se apoderó de mí.
Mis ojos volaron por el estacionamiento, pero sólo había un hombre
en un traje negro y gafas de sol oscuras mirando la fotografía de una
persona desaparecida en el periódico mural del pueblo. Todo lo que pude
pensar fue Hombres de Negro.
Lo único que necesitaba era ese pequeño dispositivo que borra la
memoria y un perro que habla. Podría haberme reído, excepto que nada
en el hombre era gracioso… especialmente ahora que él está mirando
directamente hacia mí.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Un poco pasada la tarde, Dee tocó en la puerta principal. Cuando
salí, la encontré cerca de los escalones, moviendo los talones en sus
zapatillas veraniegas. Yo no consideraría el atuendo perfecto para la
“jardinería”. El sol proyectaba un halo alrededor de su oscura cabeza y
tenía una sonrisa pícara en su rostro. En ese momento, me recordó una
princesa de hadas. O quizás a la loca de Campanilla, considerando su
hiperactividad.
—Hola. —Di un paso fuera del pórtico, cerrando la puerta sin hacer
ruido detrás de mí—. Mi mamá está durmiendo.
—Espero no haber despertado a tu mamá —musitó en voz baja.
Negué con la cabeza. —Nah, ella no se despertaría ni aunque
viniera un huracán. De hecho ya sucedió.
Dee sonrió mientras se sentó en el columpio. Parecía tímida,
abrazando sus codos. —Tan pronto como llegué a casa con la comida,
Daemon se comió la mitad de una bolsa de mis papas fritas, dos de mis
barras de chocolate, y luego la mitad de un frasco de mantequilla de
maní.
Comencé a reír. —Wau. ¿Cómo le hace para seguir tan…? —Sexy—.
En forma.
—Es increíble —Subió sus piernas y envolvió sus brazos alrededor de
ellas—. Come tanto que por lo general tenemos que ir de comprar tres
veces en una semana a la tienda —Me miró con una mirada maliciosa en
sus ojos—. Por supuesto, yo puedo comer a fuera de casa y en casa
también. Supongo que no deberíamos estar hablando.
Mi envidia era casi dolorosa. No estaba bendecida con un rápido
metabolismo. Mis caderas y trasero pueden dar fe de ello. No tenía exceso
de peso, pero realmente odiaba cuando mi madre se refería a mí como
“curvilínea”.
—Eso no es justo. Yo como una bolsa de papas fritas y aumento un
kilo.
—Tenemos suerte —su sonrisa parecía forzada—. De todos modos,
tienes que contarme todo sobre Florida. Nunca he estado allí.
Me apoyé contra la barandilla del pórtico. —Piensa en un montón
de centros comerciales y estacionamientos. Oh, pero la playas… vale la
pena las playas —Amo el calor del sol en mi piel, los dedos de mis pies
hundiéndose en la arena mojada.
—Wau —dijo Dee, su mirada fue hacia su casa como si estuviera
esperando a alguien—. Te tomara mucho tiempo acostumbrarte a vivir
aquí. Adaptarse puede ser… difícil cuando estás fuera de tu ambiente.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Me encogí de hombros. —No lo sé. No parece tan malo. Por
supuesto que cuando me enteré de esto fue como, tienes que estar
bromeando. Ni siquiera sabía que existía esté lugar.
Dee rió. —Sí, mucha gente no sabe de este pueblo. Nosotros
estuvimos en shock cuando vinimos aquí.
—Oh, ¿Entonces ustedes tampoco son de aquí?
Su risa se desvaneció mientras su mirada esquivó la mía. —No, no
somos de aquí.
—¿Tus padres se mudaron aquí por trabajo? —Aunque yo no tenía
idea de qué tipo de trabajo podrían tener en este lugar.
—Sí, trabajan en la ciudad. No los vemos mucho.
Tuve la impresión de que era más que eso. —Debe ser duro. Pero…
tienes muchas libertades, supongo. Mi mamá raramente esta aquí,
también.
—Entonces, supongo que tu lo entiendes —una mirada extraña llenó
sus ojos—, el tipo de vida que llevamos.
—Y uno pensaría que nuestras
emocionantes que esto, ¿verdad?
vidas
no
podrían
ser
más
Ella me miró anhelante. —¿Alguna vez has escuchado eso de ten
cuidado con lo que deseas? Solía pensar eso —se balanceó hacia atrás y
hacia adelante, ninguna de nosotras llenó el silencio que siguió. Sabía
perfectamente lo que quiso decir. No puedo recordar cuantas veces me
he quedado despierta en la noche y esperado que mamá llegara y
quisiera seguir adelante—y ahora estamos en West Virginia.
Oscuras nubes aparecieron de la nada, proyectando una sombra
en el patio. Dee frunció el ceño. —¡Oh, no! Parece como si vayamos a
tener uno de nuestros famosos aguaceros de la tarde. Por lo general
tardan horas.
—Que mal. Supongo que será mejor hacer jardinería mañana.
¿Estarás libre?
—Claro —Dee se estremeció por el repentino aire frío.
—Me pregunto de donde vino la tormenta. Parece que salió de la
nada, ¿no? —pregunté.
Dee saltó del columpio, limpiándose las manos en sus pantalones. —
Eso parece. Bueno, creo que tu mamá se despertó, y tengo que ir a
despertar a Daemon.
—¿Está durmiendo? Es un poco tarde.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Él es raro —dijo Dee—. Regresaré mañana, y podremos ir a la
tienda de jardinería.
Riendo, me aparté del pórtico. —Suena bien.
—¡Fantástico! —Corrió hasta los escalones de su pórtico y se dio la
vuelta—. Le diré a Daemon que dijiste ¡Hola!
Sentí mis mejillas arder. —Uh, eso no es necesario.
—Confía en mí, ¡Lo es! —rió y luego entró en la casa de al lado.
Mamá estaba en la cocina, con el café en la mano. Mientras ella
me daba la cara, el humeante líquido marrón se derramaba en el
mostrador. La mirada inocente en su rostro no me la creí.
Agarrando una toalla, me acerqué al mostrador. —Vive al lado, su
nombre es Dee, y me encontré con ella mientras estaba en el super
mercado —Deslicé la toalla sobre las manchas de café—. Tiene un
hermano. Su nombre es Daemon. Son gemelos.
—¿Gemelos? Interesante —sonrió—. ¿Dee es agradable, querida?
Suspiré. —Sí, mamá, es muy agradable.
—Estoy tan feliz. Ya era hora de que salieras de tu caparazón.
No noté que estuviera dentro de un caparazón.
Mamá sopló suavemente y luego tomó un sorbo, mirándome por
encima del borde. —¿Has hecho planes con ella mañana?
—Lo sabes. Estabas escuchando.
—Claro —me guiñó un ojo—. Soy tu madre. Eso es lo que tengo que
hacer.
—¿Escuchar conversaciones ajenas?
—Sí. ¿Cómo se supone que sabré en que estás metida? —preguntó
inocentemente.
Rodé mis ojos y me giré para regresar a la sala. —Privacidad, mamá.
—Cariño —gritó desde la cocina—. Aquí no hay tal cosa como
privacidad.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
3
Traducido por Mery St. Clair
Corregido por Eneritz
E
l día que mi conexión a internet estuvo configurada fue mejor
que tener a un chico sexy mirando mi trasero y pidiendo mi
número telefónico. Dado que era miércoles, escribí una rápida
entrada de “Waiting On Wednesday”2 en mi blog sobre un libro
YA3 con un chico caliente que poseía un toque mortal—esa era la trama—
me disculpé por mi larga usencia, respondí los comentarios, y visité algunos
otros blogs que me encantan. Era como volver a casa.
—¿Katy? —gritó mamá subiendo las escaleras—. Tu amiga Dee está
aquí.
—Voy —grité de regreso y cerré la tapa de mi portátil.
Bajé saltando los escalones de la escalera, y Dee y yo nos dirigimos a
la tienda de herramientas, la cual no estaba cerca del super mercado
como Daemon había dicho. Tenían todo lo necesario para quitar las
horrorosas flores del patio.
De regreso a casa, cada una agarró un lado de una bolsa y la
sacamos del maletero. Las bolsas eran ridículamente pesadas y para
cuando las sacamos del coche, el sudor nos empapaba.
—¿Quieres algo de beber antes de comenzar con el verdadero
trabajo? —ofrecí, con mis brazos doloridos.
Ella se secó sus manos una contra la otra y asintió. —Necesito hacer
ejercicio. Mover estas cosas me agotó.
Nos dirigimos al interior y tomamos té helado. —Recuérdame unirme
al gimnasio local —bromeé, enseñándole mis enclenques brazos.
Waiting On Wednesday, sección en los blogs de reseñas de libros que consiste en
publicar información de un libro que aún no ha salido a la venta y desees leer.
3 YA, Young-Adult, género literario para gusto de jóvenes.
2
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Dee rió y apartó su cabello empapado de sudor de su cuello.
Todavía se veía hermosa, incluso con la cara roja y cansada. Estoy segura
de que yo parecía un asesino en serie. Al menos ahora sabíamos que yo
era demasiado débil para hacer un daño real. —Umm. Nuestra idea de
hacer ejercicio será arrastrar el bote de basura hacia el final del camino o
limpiar la casa. —bromeé sobre mi poco genial vida pueblerina.
Únicamente estuvimos dentro por diez minutos, pero cuando
volvimos a salir, todas las bolsas de tierra y abono estaban apiladas junto al
pórtico.
La miré, sorprendida. —¿Cómo llegaron aquí?
Cayendo de rodillas, ella comenzó a arrancar las malas hierbas. —
Probablemente fue mi hermano.
—¿Daemon?
Asintió. —Siempre es un héroe maleducado.
—Héroe maleducado —murmuré. No me gustó. Prefiero creer que
las bolsas levitaron por aquí por cuenta propia.
Dee y yo atacamos las malas hierbas con más energía de la que
pensé que teníamos. Siempre he pensado que arrancar hierbas era una
manera de desahogarme, y si los movimientos bruscos de Dee eran una
indicación, ella tenía mucha frustración dentro. Teniendo un hermano
como Daemon, no estaba sorprendida.
Después, Dee miró sus uñas quebradas. —Bueno, adiós manicura.
Sonreí. —Te lo dije, debiste haber usado guantes.
—Pero tú no estás usando nada —señaló.
Levanté mis manos sucias. Mis uñas estaban generalmente cortas. —
Sí, pero estoy acostumbrada.
Dee se encogió de hombros, se levantó y agarró un rastrillo. Parecía
graciosa con su falda y sandalias altas, las cuales ella insistió que era un
uniforme de jardinería, y comenzó a rastrillar sobre la tierra. —Esto es
divertido.
—¿Mejor que ir de compras? —bromeé.
Ella pareció considerarlo seriamente, arrugando la nariz. —Sí, es
más… relajante.
—Así es. No pienso en nada cuando hago esto.
—Funciona bien —comenzó a rastrillar el abono, esparciéndolo por
el jardín—. ¿Lo haces para no pensar?
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Echándome hacia atrás, desgarré la otra bolsa de abono. No estaba
segura de cómo responder a esa pregunta. —Mi padre… Él amaba hacer
cosas como esta. Tenía el don para las plantas. En nuestro viejo
departamento no teníamos un jardín o algo parecido, pero teníamos un
balcón. Juntos hicimos un jardín allí.
—¿Qué pasó con tu papá? ¿Tus padres son divorciados?
Apreté mis labios. Hablar de él no era algo que hacía a menudo.
Nunca. Él fue un buen hombre… un grandioso padre. No merecía lo que
sucedió.
Dee se detuvo. —Lo siento. No es de mi incumbencia.
—No. Está bien —Me levanté, sacudiendo la suciedad de mi camisa.
Cuando levanté la mirada, ella apoyaba el rastrillo contra el pórtico. Su
brazo izquierdo parecía borroso. Pude ver la barandilla blanca a través de
ella. Parpadeé. Su brazo era solido de nuevo.
—¿Katy? ¿Estás bien?
Mi corazón latía con fuerza, posé mis ojos en su rostro y después de
regreso a su brazo. Estaba entera. Perfecta. Negué con la cabeza. —Sí,
estoy bien. Umm… mi papá, él estaba enfermo. Cáncer. Era terminal… en
el cerebro. Estuvo teniendo dolores de cabeza, viendo cosas —tragué
saliva, apartando la mirada. ¿Entenderá lo que quiero decir? —, Pero
aparte de eso, él estaba bien hasta el diagnóstico. Inició la quimio y
radiación, pero todo… se fue a la mierda tan rápido. Murió dos meses
después.
—Oh, Dios mío, Katy, lo siento. —su rostro era pálido, su voz suave—.
Es terrible.
—No te preocupes —Forcé una sonrisa que no sentía—. Eso fue hace
tres años. Es por eso que mi mamá quiso mudarse. Un nuevo comienzo y
todas esas cosas.
Con la luz del sol, sus ojos brillaron. —Puedo entenderte. La perdida
no se vuelve más fácil con el tiempo, ¿no?
—No —Por la manera en que sonó, ella sabía lo que yo sentía, pero
antes de que pudiera preguntarle, la puerta de su casa se abrió. Un nudo
se formó en mi estómago—. Oh, no —susurré.
Dee se dio la vuelta, dejando escapar un suspiro. —Mira quien ha
salido.
Ya pasaba la una de la tarde, y Daemon parecía como si acabara
de salir de la cama. Sus jeans arrugados, su cabello revuelto y despeinado.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Estaba al teléfono, hablando con alguien mientras pasaba su mano sobre
su mandíbula.
Y no vestía camisa.
—¿No tiene camisas? —pregunté, agarrando una pala.
—Desafortunadamente, creo que no. Ni siquiera las usa en invierno.
Siempre está a medio vestir —gimió—. Es molesto tener que verlo tan…
desnudo. Qué asco.
Asco para ella. Y una jodida maldición para mí. Empecé a cavar
varios agujeros en lugares estratégicos. Sentía mi garganta seca. Hermoso
rostro. Hermoso cuerpo. Horrible actitud. Era la santa trinidad de los chicos
sexys.
Daemon estuvo al teléfono durante unos treinta minutos, y su
presencia tenía efecto en mí. No pude ignorarlo, ni siquiera cuando
estaba de espaldas a él, podía sentirlo observando. Mis hombros se
estremecieron bajo su pesada mirada. La única vez que miré hacia atrás
fue para comprobar que él se marchó, pero regresó segundos más tarde
con la camisa puesta. Maldición. Fue una lástima.
Estaba de rodillas en el suelo cuando Daemon llegó, dejando caer
su pesado brazo sobre el hombro de su hermana. Ella trató de liberarse,
pero él la abrazó más. —Hey, Dee.
Ella rodó sus ojos, pero sonreía. Una mirada de admiración llenó sus
ojos mientras lo veía. —Gracias por mover las bolsas.
—No fui yo.
Dee rodó sus ojos. —Como sea, cabeza de chorlito.
—No me hables así —Él la acercó, sonriendo, realmente sonriendo, y
le hizo verse más atractivo. Debería tratar de hacerlo más seguido.
Entonces, me miró y sus ojos se entrecerraron, como si apenas notara que
yo estaba aquí, en mi jardín. La sonrisa desapareció por completo.
—¿Qué estás haciendo?
Me miré a mí misma. Parecía bastante obvio teniendo en cuenta
que estaba cubierta de tierra y había varias plantas dispersas alrededor de
mí. —Estoy…
—No estaba preguntándote a ti —se giró hacia la cara colorada de
su hermana—. ¿Qué estás haciendo tú?
No iba a dejar que él me molestara de nuevo. Me encogí de
hombros y recogí una planta en su maceta. Saqué la planta de su maceta
y arranqué algunas raíces.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Estoy ayudándola con el jardín. Sé bueno —Dee lo golpeó en el
estómago antes de liberarse de él—. Mira lo que hemos hecho. Creo que
tengo un talento escondido.
Daemon llevó sus ojos a mi obra de arte en el jardín. Si tuviera que
escoger un trabajo ideal ahora mismo, estaría trabajando al aire libre y
haciendo arreglos florales. Sí, me llenaba el cuerpo de tierra, pero me
sentía mejor con mis manos hundidas en la tierra. Me encanta todo sobre
ella. La sensación relajante que esto me traía, la manera en que olía a
tierra y humedad, y cómo con un poco de agua y tierra fresca podría
regresarle la vida a algo que se estaba terminando y muriendo.
Y era buena en eso. He visto todos los programas sobre las plantas.
Sabía dónde colocar plantas que necesitan más sol y las que prosperan
en las sombras. Como podarlas, como hacerlas crecer más rápido, más
altas y con las hojas verdes, y como decorar jardines. Todo lo que tenías
que hacer era darme algo de tierra ¡Y listo!
Daemon arqueó una ceja.
Mis entrañas se revolvieron. —¿Qué?
Él se encogió de hombros. —Es lindo. Supongo.
—¿Lindo? —Dee sonó tan ofendida como yo me sentí—. Es mejor
que lindo. Quedo increíble. Bueno, Katy lo hizo increíble. Yo sólo le
entregaba las cosas.
—¿Esto es lo que haces con tu tiempo libre? —me preguntó,
ignorando a su hermana.
—¿Qué…? ¿Estás decidido a hablarme
ahora? —sonreí
forzadamente, agarré un puñado de abono y lo tiré. Repetí el proceso—.
Sí, es un tipo de pasatiempo. ¿Cuáles son los tuyos? ¿Patear cachorros?
—No estoy seguro de sí debería decirlo en frente de mi hermana —
contestó, su expresión se volvió malvada.
—Qué asco —Dee hizo una mala cara.
Las imágenes que vinieron a mi mente no eran aptas para menores
de edad, y pude saber por su expresión que él lo sabía. Agarré más abono.
—Pero no es tan ñoño como el tuyo —agregó.
Me congelé. Las ramas del cedro rojo se quebraron en mis dedos. —
¿Por qué es ñoño?
Su mirada decía, ¿Realmente tengo que explicártelo? Y sí, la
jardinería no era algo impresionante. Ya lo sabía. Pero no era ñoño. Porque
me agradaba Dee, cerré mi boca y comencé a esparcir el abono.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Dee empujó a su hermano, pero él no se movió. —No seas un idiota.
¿Por favor?
—No estoy siendo un idiota —negó él.
Arqueé mis cejas.
—¿Qué pasa? —dijo Daemon—. ¿Tienes algo que decir, Kitten?
—¿Aparte de que me gustaría que nunca me llames Kitten? No —
terminé de esparcir el abono, luego me levanté, admirando nuestro
trabajo. Eché una mirada a Dee, sonriendo—. Creo que lo hicimos bien.
—Sí —empujó a su hermano una vez más, en dirección a su casa. Él
todavía no se movió—. Lo hicimos bien, no es soso ni nada de eso. ¿Y
sabes qué? Creo que soy una ñoña.
Daemon miró fijamente las flores recién plantadas, casi como si fuera
un experimento científico.
—Y creo que necesitamos esparcir nuestra ñoñez en el jardín de
nuestra casa —continuó, sus ojos estaban llenos de emoción—. Podemos ir
a la tienda, conseguir las cosas y puedes…
—Ella no es bienvenida a nuestra casa —espetó Daemon, girándose
a su hermana—. En serio.
Sorprendida por el veneno de sus palabras, di un paso atrás.
Dee, sin embargo, no lo hizo. Sus delicadas manos se cerraron en
puños. —Estaba pensando que podríamos trabajar en el lecho de flores, el
cual estaba afuera —no dentro— la última vez que lo vi.
—No me importa. No la quiero allí.
—Daemon, no hagas esto —susurró Dee, sus ojos llenos de lágrimas—
. Por favor. Ella me agrada.
Algo notable ocurrió. Su rostro se suavizó. —Dee…
—¿Por favor? —pidió ella de nuevo, saltando como una niña
pidiendo un juguete nuevo, fue extraño dado que ella era bastante alta.
Quería patear a Daemon por convertir a su hermana en una chica
claramente hambrienta de amistades.
Él maldijo en voz baja, cruzando sus brazos. —Dee, tienes amigos.
—No es lo mismo, y tú lo sabes —Ella imitó sus movimientos—. Esto es
diferente.
Daemon me miró, sus labios curveados. Si todavía sostuviera la pala
probablemente se la hubiera lanzado a la cabeza.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Son nuestros amigos. Son como tú. No necesitas ser amiga de
alguien… alguien como ella —Me quedé en silencio porque no sabía si
debía inmiscuirme y no quería decir algo que pudiera molestar a Dee. Ese
imbécil era su hermano, después de todo, pero esto, esto era pasarse de la
raya.
—¿Qué quiere decir, alguien como yo?
Él inclinó su cabeza hacia un lado y dejó escapar un largo suspiro.
Los ojos de su hermana se movieron entre nosotros con nerviosismo.
—Él no lo dijo en serio.
—Pura basura.
Ahora mis manos estaban hechas puños. —¿Cuál es tu jodido
problema?
Daemon me encaró. Había una extraña mirada en su rostro. —Tú.
—¿Yo soy tu problema? —Di un paso hacia adelante—. Ni siquiera te
conozco. Y no me conoces.
—Ustedes son todos iguales —Un músculo apareció
mandíbula—. No es necesario llegar a conocerte. Y no lo quiero.
en
su
Levanté mis manos, frustrada. —Eso es perfecto para mí, amigo,
porque yo no quiero conocerte tampoco.
—Daemon —dijo Dee, agarrándola del brazo—. Detente.
Él sonrió mientras me miraba. —No quiero que seas amiga de mi
hermana.
Dije lo primero que me vino a la mente. Probablemente no lo más
inteligente, y normalmente no soy del tipo de personas que habla sin
pensar, pero este chico me molestaba tanto que me hacía ver todo rojo.
—Y a mí me importa una mierda lo que tú quieras —Un segundo él
estaba al lado de Dee y al siguiente justo enfrente de mí. Y quiero decir,
justo enfrente de mí. Él no podía moverse tan rápido. Eso era imposible.
Pero él estaba allí, casi encima de mí y bajando la mirada.
—¿Cómo… cómo te moviste tan…? —Di un paso atrás, las palabras
me fallaban. La intensidad en sus ojos envió escalofríos a mis brazos.
Mierda…
—Escucha con atención —dijo, dando un paso adelante. Di uno
hacia atrás, y él emparejó mis pasos hasta que mi espalda estuvo pegada
a uno de los altos árboles. Daemon inclinó su cabeza hacia mí, sus verdes
ojos innaturales tomaron posesión de mi mundo. El calor salía de su
cuerpo—. Únicamente voy a decírtelo una vez. Si algo le ocurre a mi
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
hermana yo… —se detuvo, tomando una profunda respiración mientras su
mirada caía a mis labios entreabiertos. Contuve mi respiración. Algo brilló
en sus ojos, pero se entrecerraron de regreso, ocultando lo que había
estado en ellos.
Las imágenes regresaron. Nosotros dos. Calientes y sudorosos. Mordí
mi labio y traté de que mi expresión estuviera en blanco, pero mientras
trataba de ocultar lo que estaba pensando su expresión se volvió de
molesta a arrogante. Más allá de arrogante.
—Eres un poco sucia, Kitten.
Parpadeé. No puede ser. No puede ser. No puede ser. —¿Que has
dicho?
—Sucia —repitió, su voz tan baja que sabía que Dee no pudo
escucharlo—. Estás cubierta de suciedad. ¿Qué pensaste que significaba?
—Nada —dije, deseando que él se fuera de una maldita vez.
Daemon estaba tan cerca que no estaba precisamente cómoda—.
Estaba plantando flores. Te ensucias cuando haces eso.
Sus labios temblaron. —Hay maneras más
ensuciarte. No es que yo vaya a mostrarte como.
divertidas
para…
Tuve la sensación de que él me conocía de manera intima. Un
sonrojo se esparció desde mis mejillas hasta mi garganta. —Prefiero rodar
entre el estiércol que dormir contigo.
Daemon arqueó una ceja y luego se dio la vuelta. —Tienes que
llamar a Matthew —dijo a su hermana—. Justo ahora y no dentro de cinco
minutos.
Me quedé apoyada contra el árbol, con los ojos muy abiertos y sin
moverme hasta que él desapareció dentro de su casa, la puerta
cerrándose detrás de él. Tragué saliva, mirando a una angustiada Dee.
—Bueno —dije—. Eso fue intenso.
Dee se dejó caer en los escalones, sus manos cubrieron su rostro. —
Realmente lo amo, de verdad. Es mi hermano, mi único hermano —Hizo
una pausa, levantando su rostro—. Pero es un imbécil. Sé que lo es. No
siempre fue así.
Sin habla, la miré. Mi corazón estaba corriendo, mi pulso estaba
acelerado. No estaba segura de si era el miedo o la adrenalina lo que me
estaba haciendo marearme, pero finalmente me aparté del árbol y me
acerqué a ella. Y si yo tenía miedo, me preguntó si debería tenerlo.
—Es difícil tener amigos con él cerca —murmuró, mirando sus
manos—. Aleja a todos.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Vaya, me preguntó por qué —Realmente me lo preguntaba. Su
posesividad parecía un poco fuera de lo normal. Mis manos estaban
temblando, y aunque él se había ido, todavía podía sentirlo —el calor que
él emanaba. Había sido… emocionante. Tristemente.
—Lo lamento tanto, tanto —Saltó desde los escalones, juntando y
separando sus manos—. Es algo sobreprotector.
—Entiendo que lo sea, pero no es como si yo fuera un chico tratando
de aprovecharme de ti o algo así.
Una sonrisa se asomo en sus labios. —Lo sé, pero se preocupa
mucho. Sé que él… se calmara, una vez que te conozca.
Lo dudo.
—Por favor, dime que él no te ha asustado, también —se puso
enfrente de mí, con el ceño fruncido—. Sé que probablemente piensas
que pasar el rato conmigo no vale la pena…
—No. Está bien —Pasé una mano por mi frente—. Él no me ha
asustado… no lo hará.
Pareció tan aliviada que pensé que se desmayaría. —Bien. Me tengo
que ir, pero arreglaré esto. Lo prometo.
Me encogí de hombros. —No hay nada que arreglar. Él no es tu
problema.
Una expresión extraña cruzó en su rostro. —Pero no está bien como
se comporto. Te veré más tarde, ¿De acuerdo?
Asentí, la observé dirigirse de regreso a su casa. Agarré las bolsas
vacías. ¿Qué demonios había sido todo esto? Nunca en mi vida alguien
me había disgustado tanto. Negando con la cabeza, tiré las bolsas en la
basura.
Daemon era sexy, pero era un idiota. Y un patán. Y fue en serio lo
que le dije a Dee. Él no iba a asustarme para no ser amiga de su hermana.
Tendría que lidiar con eso. Llegué aquí para quedarme.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
4
Traducido por Mery St. Clair
Corregido por Eneritz
M
e salté la habitual publicación del lunes en mi blog,
principalmente porque se trataba del tema, “¿Qué estás
leyendo?” y yo no estaba leyendo nada nuevo en este
momento.
En cambio, decidí que mi pobre auto necesitaba una lavada. Mamá se
sentiría orgullosa cuando lo supiera, vería que estuve afuera durante el
verano y no encadenada a mi portátil. Aparte de mi temporada
ocasional de jardinería, normalmente estaba en línea.
El cielo estaba despejado y el aire traía un olor almizclado de luz con
pino. Poco después de que comenzara a limpiar el interior de mi auto, me
sorprendió la cantidad de bolígrafos y ligas para el cabello que encontré.
Ver mi mochila en el asiento trasero me provocó un escalofrió. En un par
de semanas comenzaría en una nueva escuela, y sabía que Dee estaría
rodeada de amigos—amigos que Daemon probablemente aprobaría, lo
cual no era mi caso, porque él obviamente pensaba que yo era una
vendedora de drogas.
Luego, saqué una cubeta y una manguera y enjaboné la mayor
parte del coche, pero cuando llegué a la cima del techo, terminé
totalmente mojándome a mi misma y remojé la esponja una docena de
veces. No importaba de qué lado tratara de limpiar el techo, no podía
limpiarlo por completo. Maldiciendo, quité un puñado de suciedad y de
hierba de la esponja. Quería lanzarla en el bosque más cercano. Frustrada,
terminé arrojando la esponja en la cubeta.
—Parece que necesitas un poco de ayuda.
Salté. Daemon estaba a unos metros de mí, con las manos en los
bolsillos de sus jeans desgastados. Sus ojos brillaban con la luz del sol.
Su repentina aparición me había sorprendido. Ni siquiera lo había
escuchado. ¿Cómo alguien podría moverse tan malditamente silencioso,
especialmente cuando eres tan alto como él? Y bueno, traía una camisa
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
puesta. No estaba segura de sí debería sentirme agradecida o
decepcionada. Si abría la boca, se me caería la baba. Me alejé,
preparándome para la inevitable pelea verbal.
Él no sonreía, pero al menos no parecía como si me quisiera matar
en este momento. En todo caso, su expresión adquirió una máscara de
educación a regañadientes, probablemente como yo me vería cuando
leo un ansiado libro y descubro que no llenó mis expectativas.
—Te vi mientras lanzaste esto otra vez —Con el brazo señaló hacia la
esponja flotando en la cima de la espuma—. Pensé en hacer mi buena
acción del día e intervenir antes que todas las esponjas inocentes pierdan
la vida.
Aparté un mechón de mi cabello fuera de mis ojos, no muy segura
de que decir.
Daemon se inclinó rápidamente y apretó la esponja, exprimiéndola
del exceso de agua. —Parecía como si estuvieras haciendo algo más que
lavar un auto. Nunca pensé que lavar un coche podría ser tan difícil, pero
después de observarte por estos últimos quince minutos, estoy convencido
de que debería ser un deporte olímpico.
—¿Has estado observándome? —Que escalofriante. Que halagador.
¡No! No es halagador.
Se encogió de hombros. —Podrías haber llevado el auto a un lavado
automático. Sería mucho más fácil.
—Los lavados de autos son un desperdicio de dinero.
—Es cierto —dijo lentamente. Se arrodilló y comenzó a limpiar una
mancha que no había notado en la defensa, cerca de una llanta, antes
de concentrarse en el techo del auto—. Necesitas neumáticos nuevos.
Estos son lisos y el invierno es una locura aquí.
No me importaban mis neumáticos. No podía entender porque
estaba aquí, hablando conmigo, cuando la última vez que hablamos él
actuó como si yo fuera el anticristo, y prácticamente me acorraló contra
un árbol, hablando de la manera en que él se podía ensuciar. ¿Y porque
no cepillé mi cabello está mañana?
—De todos modos, me alegro de que estés aquí —terminó de limpiar
el techo en un tiempo récord, y cogió la manguera. Esbozó una pequeña
sonrisa hacia mí y comenzó a rociar con agua el carro, la espuma corría
por todos lados como un vaso desbordándose—. Creo que debería
disculparme.
—¿Crees que deberías?
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Daemon me encaró, sus ojos estaban entrecerrados para protegerse
del brillante sol, y yo apenas esquivé un chorro de agua mientras él
rociaba el lado opuesto del auto. —Sí, de acuerdo con Dee tengo que
traer mi trasero hasta aquí y ser amable. Murmuró algo sobre que asesinó
sus oportunidades de tener una amiga “normal.”
—¿Una amiga normal? ¿Qué clase de amigas tiene?
—No normales —contestó.
¿Prefería llamar a las amigas de su hermana “no normales”?
—Bueno, disculparte y no sentirlo arruinan tu plan de pedir disculpas.
Asintió. —Es verdad.
Lo miré. —¿Hablas en serio?
—Sí —arrastró la palabra, trabajando alrededor del auto mientras
seguía enjuagando la espuma del jabón—. En serio, no tuve elección.
Tengo que ser amable.
—No pareces una persona que hace algo que no quiera hacer.
—Normalmente no —se movió alrededor de la parte trasera del
coche—. Pero mi hermana tomó las llaves de mi auto y hasta que sea
amable contigo no las tendré de regreso. Estoy tan malditamente molesto
por no tener repuestos.
Traté de evitarlo, pero reí. —¿Tomó tus llaves?
Frunció el ceño, regresando a mi lado. —No es divertido.
—Tienes razón —reí—. Esta para morirse de risa.
Daemon me lanzó una mala mirada.
Crucé mis brazos. —Bien, lo siento. No acepto tu no-tan-sincerasdisculpas.
—¿Ni siquiera cuando estoy limpiando tu auto?
—No —sonreí mientras él entrecerraba sus ojos—. Nunca verás esas
llaves otra vez.
—Bueno, maldita sea, mi plan no funcionó —Una sonrisa curvaba
tenuemente las comisuras de su boca—. Pensé que si realmente me
portaba bien, entonces al menos estaría perdonado.
Una parte de mi estaba molesta, pero había una parte de mi que le
hacía gracia verlo esforzarse a regañadientes. —¿Eres normalmente así de
cálido y encantador?
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Pasó a mi lado y cerró el agua. —Siempre. ¿Normalmente te quedas
mirando fijamente a los chicos que les pides direcciones?
—¿Siempre abres la puerta medio desnudo?
—Siempre. Y no respondiste mi pregunta. ¿Siempre te quedas
mirándolos?
El calor se esparció por mis mejillas. —No estaba mirándote
fijamente.
—¿De verdad? —preguntó. Esa media sonrisa estaba allí otra vez,
haciendo alusión a sus hoyuelos—. De todos modos, me despertaste. No
soy una persona mañanera.
—No era mañana. —señalé.
—Estaba durmiendo. Es verano, ya lo sabes. ¿No duermes hasta
tarde?
Aparté un mechón de cabello que había escapado de mi coleta. —
No. Siempre me despierto temprano.
Gimió. —Suenas igual que mi hermana. No me extraña que ella ya te
ame tanto.
—Dee tiene buen gusto… a diferencia de otros —dije. Sus labios
temblaron—. Y ella es grandiosa. Realmente me agrada, así que si estás
aquí en plan del gran y malvado hermano, olvídalo.
—No, no es por eso que estoy aquí —Él levantó la cubeta y varios
productos de limpieza. Probablemente debería ayudarle con algunas
cosas, pero era fascinante verlo tomar las riendas de mi pequeño proyecto
de limpieza. Aunque él me seguía lanzando esa extraña media sonrisa, me
di cuenta de que este intercambió era incómodo para él. Qué bien.
—Entonces, ¿Por qué estás aquí, además de tu porquería de
disculpa? —No podía dejar de mirar su boca cuando hablaba. Apuesto a
que él sabe cómo besar. Besos perfectos, no esos que son babosos y
asquerosos, del tipo que hace que se enrosquen los dedos de tus pies.
Necesitaba dejarlo de mirar.
Daemon colocó todos los suministros en los escalones del pórtico y se
enderezó. Estirando sus brazos sobre su cabeza, su camisa se levantó,
revelando un poco de sus músculos. Su mirada se detuvo en mi rostro, y el
calor se esparció en mi vientre. —Quizás sólo estoy curioso de porque ella
te quiera tanto. No se lleva bien con extraños. Ninguno de nosotros lo
hace.
—Una vez tuve un perro que tampoco se llevaba bien con los
extraños.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Daemon me miró un momento, luego rió. Fue un sonido profundo y
retumbante. Lindo. Sexy. Oh, Dios, debo alejarme. Él era el tipo de chico
que rompía corazones y dejaba atrás una larga fila de corazones
destrozados. Era un problema. Quizás del tipo de problema que podría ser
divertido, pero era un idiota, también. Y no me gustan los idiotas. No es que
me gustara alguien.
Aclaré mi garganta. —Bueno, gracias por lo del auto.
Repentinamente, él estuvo justo en frente de mí. Tan cerca que sus
pies casi tocaban los míos. Contuve fuertemente el aliento, queriendo dar
un paso atrás. Él tenía que dejar de hacer esto.
—¿Cómo te mueves tan rápido?
Ignoró la pregunta. —A mi pequeña hermana pareces gustarle —
dijo, como si no entendiera el por qué.
Me ericé y eché la cabeza hacia atrás, pero centré mi mirada sobre
su hombro. —¿Pequeña? Son gemelos.
—Nací cuatro minutos con treinta segundos antes que ella —se
jactó, sus ojos se encontraron con los míos—. Técnicamente, ella es mi
hermana menor.
Mi garganta se sentía seca. —¿Es la bebé en la familia?
—Si, por lo tanto, yo soy el hambriento de atención.
—Supongo que eso explica tu pésima actitud, entonces —repliqué.
—Quizás, pero las personas me encuentran encantador.
Iba a responder, pero cometí el error de mirar sus ojos.
Inmediatamente estuve atrapada por ese innatural color, me recordaba
las partes más profundas en el Everglades. —Encuentro… difícil creer eso.
Sus labios se curvaron. —No deberías, Kat —tomó un mechón suelto
de cabello que se había escapado de mi coleta, lo giró alrededor de su
dedo—. ¿Qué tipo de color es este? No es castaño o rubio.
Mis mejillas ardían. —Lo llaman castaño claro.
—Hmm —dijo, asintiendo—. Tú y yo tenemos planes que hacer.
—¿Qué? —Me aleje de su gran cuerpo, tomando una profunda
respiración mientras adquiría algo de distancia. Mi corazón latía con
fuerza—. No tenemos planes.
Daemon se sentó en los escalones, extendiendo sus largas piernas y
apoyándose sobre sus codos.
—¿Cómodo? —Espeté.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Mucho —Levantó la mirada hacía mí—. Sobre esos planes…
Me quedé a unos metros de él. —¿De qué estás hablando?
—Recuerdas eso de “traer mi trasero hasta aquí y ser amable”, ¿No?
¿Eso que involucra las llaves de mi auto? —Cruzó sus tobillos mientras su
mirada se deslizaba hacia los árboles—. Esos planes involucran tener mis
llaves de regreso.
—Necesitas darme algo más de explicación que eso.
—Claro —suspiró—. Dee escondió las llaves. Es buena para esconder
cosas, también. Ya he buscado por toda la casa, y no puedo encontrarlas.
—Entonces, oblígala a decirte dónde están —Gracias a Dios por no
tener hermanos.
—Oh, lo haría si ella estuviera aquí. Pero dejó la ciudad y no
regresará hasta el domingo.
—¿Qué? —Nunca mencionó tener que salir de la ciudad. O tener
familiares cercas—. No lo sabía.
—Fue algo de último minuto —Descruzó sus tobillos y tamborileó un
pie rítmicamente—. Y la única manera de que ella me diga dónde están
ocultas las llaves son con puntos. Mira, mi hermana tiene un sistema de
puntos desde el jardín de niños.
Comencé a sonreír. —¿Y…?
—Tengo que ganar puntos para tener mis llaves de regreso —
explicó—. La única manera en que puedo ganar esos puntos es haciendo
algo bueno por ti.
Me eché a reír de nuevo. La expresión en su cara era asombrosa. —
Lo siento, pero esto es muy gracioso.
Daemon respiró hondo, disgustado. —Sí, muy gracioso.
Mi risa se desvaneció. —¿Que vas a hacer?
—Se supone que debo llevarte a nadar mañana. Si hago eso,
entonces ella me dirá donde están escondidas mis llaves… y yo tengo que
ser bueno.
Tenía que estar bromeando, pero cuando más lo miraba, noté que
él hablaba en serio. Mi boca se abrió. —¿Así que la única manera de
recuperar tus llaves es llevándome a nadar y siendo amable conmigo?
—Wau. Eres muy inteligente.
Reí otra vez. —Sí, bueno, puedes dale un beso de despedida a tus
llaves.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
La sorpresa estuvo reflejada en su rostro. —¿Por qué?
—Por qué no iré a ninguna parte contigo —Le dije.
—No tenemos opción.
—No. Tú no tienes opción, pero yo sí. —Miré la puerta cerrada detrás
de él, preguntándome si mamá estaba en algún lugar tratando de
escuchar—. Yo no soy quien tiene las llaves perdidas.
Daemon me observó por un momento, y luego sonrió. —¿No quieres
pasar el rato conmigo?
—Uh, no.
—¿Por qué no?
Rodé mis ojos. —Para empezar, eres un idiota.
Asintió. —Puede ser.
—Y no pasaré tiempo con un chico que está siendo obligado a
hacerlo por su hermana. No estoy desesperada.
—¿Segura de que no lo estás?
La ira llegó de golpe, y di un paso adelante. —¡Largo de mi porche!
Él pareció considerarlo. —No.
—¿Qué? —escupí—. ¿Qué quieres decir con no?
—No me iré hasta que aceptes ir a nadar conmigo.
Estoy segura de que salía vapor de mis orejas. —Bien. Quédate
sentado allí, porque prefiero comer vidrio antes de salir contigo.
Rió. —Eso suena drástico.
—No tanto —repliqué, subiendo las escaleras.
Daemon se giró, atrapando mi tobillo. Su agarre era flojo, su mano
increíblemente cálida. Bajé la mirada hasta él, y me sonrió, tan inocente
como un ángel. —Me sentaré aquí todo el día y toda la noche. Acamparé
en tu porche. Y no me iré. Tenemos toda una semana, Kitten. O bien
acabamos de una vez mañana y sales conmigo, o estaré justo aquí hasta
que aceptes. No podrás salir de la casa.
Lo miré boquiabierta. —No puedes hablar enserio.
—Oh, claro que sí.
—Sólo dile que salimos y que la pasé muy bien —Traté de liberar mis
pies, pero él se aferró más—. Miente.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Sabrá si estoy mintiendo. Somos gemelos. Sabemos esas cosas —Se
detuvo—. ¿O eres demasiado tímida para nadar conmigo? ¿La idea de
estar casi desnuda cerca de mi te incómoda?
Agarré la barandilla y tiré de mi pie. Él cabeza de chorlito sólo me
sostenía ligeramente, pero mi pie no se movía. —Vengo de Florida, idiota.
Pasé la mitad de mi vida en un traje de baño.
—¿Cuál es el problema?
—Yo no te gusto —Dejé de tirar y me quedé allí. Su mano parecía
hormiguear en mi piel. Era la misma extraña sensación de siempre—.
Suelta mi tobillo.
Muy lentamente, levantó cada dedo mientras sostenía mi mirada. —
No me iré, Kitten. Vas a hacer esto.
Mi boca se abrió al mismo tiempo que la puerta detrás de nosotros.
Mi estómago se revolvió, me di la vuelta para ver a mamá allí en toda su
gloria con su pijama de conejos. Oh, por el amor de Dios.
Sus ojos iban de mí a Daemon, malinterpretando todo. La alegría en
sus ojos me daba ganas de vomitar sobre la cabeza de Daemon. —¿Eres el
vecino?
Daemon le sonrió. Tenía dientes perfectamente blancos y rectos. —
Me llamo Daemon Black.
Mamá sonrió. —Kellie Swartz. Un gusto en conocerte —me miró—.
Puedes entrar si quieres. No tienes que sentarte afuera con este calor.
—Es muy amable de su parte —Él se puso de pie y me codeó, no
muy suavemente—. Quizás deberíamos entrar y terminar de hablar sobre
nuestros planes.
—No —dije, mirándolo fijamente—. No va a ser necesario.
—¿Qué planes? —preguntó mamá, sonriendo—. Yo apoyo los
planes.
—Estoy tratando de convencer a su encantadora hija de ir a nadar
conmigo mañana, pero creo que le preocupaba que a ti no te guste esa
idea —Él me jaló del brazo y casi me caí en la barandilla—. Y creo que ella
es tímida.
—¿Qué? —Mamá negó con la cabeza—. No tengo ningún
problema en que vaya a nadar contigo. Creo que es una gran idea. He
estado diciéndole que tiene que salir. Pasar el rato con tu hermana es muy
bueno, pero…
—Mamá —Le entrecerré los ojos—. No es cierto…
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Le estaba diciendo a Katy la misma cosa —Daemon dejó caer su
brazo sobre mis hombros—. Mi hermana salió de la ciudad y llegará hasta
la próxima semana. Pensé que podría salir con Katy.
Mi mamá sonrió, complacida. —Es tan dulce de tu parte.
Envolví mi brazo alrededor de su estrecha cintura, enterrando mis
dedos en su costado. —Sí, eso es dulce de tu parte, Daemon.
Él contuvo la respiración y la dejó salir lentamente. —Sabes lo que
dicen sobre los chicos de al lado…
—Bueno, sé que Katy no tiene planes para mañana —Me miró, y
pude prácticamente verla imaginando a Daemon y a mi futuros hijos. Mi
mamá no era normal—. Es libre de ir a nadar.
Bajé mi brazo y me aparté de Daemon. —Mamá…
—Está bien, cariño —Comenzó a entrar, dándole a Daemon un
guiño—. Fue un placer conocerte finalmente.
Daemon sonrió. —Lo mismo pienso.
En el momento en que mi mamá cerró la puerta detrás de ella, me di
la vuelta y empujé a Daemon, pero él era como una pared de ladrillos. —
Idiota.
Sonriendo, bajó de regreso los escalones. —Te veré al mediodía,
Kitten.
—Te odio —siseé.
—El sentimiento es mutuo —Miró sobre su hombro—. Veinte dólares a
que te pones un traje de baño de una pieza.
Era insoportable.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
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Traducido por Mery St. Clair
Corregido por Eneritz
C
uando los primeros rayos de luz entraron por la ventana, rodé
de costado, todavía medio dormida.
Gemí.
Hoy tenía que pasar el día con Daemon. Y me pasé toda la noche
dando vueltas, soñando con un chico con impactantes ojos verdes y un
bikini que no dejaba nada a la imaginación. Agarrando de mi buró la
última novela que estaba leyendo, pasé la mañana recostada en la cama
y leyendo, tratando desesperadamente de pensar en otra cosa que no
fuera nuestra próxima aventura.
Cuando el sol estuvo casi en lo más alto del cielo, dejé el libro al
lado, quité las sábanas y me dirigí a la ducha.
Un par de minutos después, estaba de pie envuelta en una toalla y
mirando mis opciones de traje de baño. El horror me embargó. Daemon
tenía razón. La idea de estar medio desnuda cerca de él me hacía querer
vomitar mis papas fritas. A pesar de que no lo soportaba, y de hecho creo
que podría ser la primera persona que odió, él era… un dios. Quien sabe
los tipos de trajes de baños que usan las chicas con las cuales se rodea.
A pesar de que yo no lo tocaría ni por todo el dinero del mundo, soy
lo suficientemente madura como para admitir que hay una parte de mi
que quiere que él me deseé.
Sólo tenía tres trajes de baño que podrían ser considerados
aceptables: uno de una sola pieza. Simple y aburrido. Uno de dos piezas
que era un top y un short, y el tercero era un bikini rojo de dos piezas.
Podría elegir una tienda de campaña y todavía me sentiría
incómoda.
Lanzando al fondo del armario el traje de una pieza, tomé los otros
dos. Mi reflejo me devolvió la mirada, un bikini a cada lado, y me
inspeccioné duramente. Mi cabello castaño llegaba a la mitad de mi
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
espalda, y estaba nerviosa de siquiera cortarlo. Mis ojos eran de un gris
claro—no magnéticos o intensos como los de Dee. Mis labios eran llenos,
pero no tan expresivos como los de mi mamá.
Eché una mirada al bikini rojo. Yo era siempre reservada, más
prudente de lo que mi mamá nunca lo sería. El bikini rojo no tenía nada de
prudente. Era coqueto, incluso sexy. Algo que claramente yo no era y,
bueno, eso me molestó. La reservada, práctica, aburrida y segura Katy. Esa
es quien yo era. Era la razón por la que mi mamá se sentía bien por
dejarme sola todo el tiempo, porque nunca hacía algo que la hiciera
parpadear dos veces.
El tipo de chica que Daemon espera fácilmente poder ordenarle e
intimidar. Él probablemente espera que use el traje de una pieza y no me
quite para nada mis shorts y mi blusa. ¿Qué había dicho la primera vez que
nos conocimos? ¿Qué parecía una niña de trece años?
Una caliente sensación de ira se esparció dentro de mí.
Al diablo con él.
Quiero ser excitante y audaz. Quizás no es siquiera para
demostrárselo a Daemon, ni para probarle que está equivocado. Sin
pensarlo dos veces, tiré el bikini sencillo en una esquina y dejé el rojo en mi
pequeño escritorio.
La decisión fue tomada.
Me puse los pequeños trapos en tiempo record, y un par de shorts de
mezclilla y una camisa con un hermoso estampado de flores que
escondían mi audacia. Una vez que encontré mis tennis, agarré una toalla
y bajé las escaleras.
Mi mamá ya estaba moviéndose en la cocina, tenía una taza de
café en la mano. —Te acostaste tarde. ¿Dormiste bien anoche? —
preguntó expectante.
Algunas veces me preguntó si mamá es una psíquica.
Encogiéndome de hombros, caminé hasta su lado y tomé el jugo de
naranja. Me concentré demasiado en preparar unas tostadas mientras ella
continuó mirando mi espalda. —Estuve leyendo.
—¿Katy? —dijo después de lo que pareció una eternidad.
Mi mano temblaba ligeramente mientras untaba mantequilla en mi
tostada. —¿Sí?
—¿Esto… todo esto está funcionando para ti? ¿Te gusta estar aquí?
Asentí. —Sí, es bonito.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Bueno —Tomó una profunda respiración—. ¿Estás emocionada
hoy?
Me estómago se revolvió mientras la encaré. Una parte de mí quería
estrangularla por ayudar a Daemon en sus planes, pero ella no sabía lo
que hacía. Sabía que le preocupaba que la odiara por alejarme de todo
lo que yo quería e insistir en que nos mudáramos aquí. —Sí, supongo que sí
—mentí.
—Creo que pasaras un rato agradable —dijo ella—. Sólo ten
cuidado.
Le lancé una mirada conocedora. —Dudo que nadar me meta en
problemas.
—¿A dónde irán?
—No lo sé. No lo dijo. Estoy segura de que a algún lugar cerca de
aquí.
Mi mamá se dirigió a la puerta. —Tú sabes lo que quise decir. Es un
chico guapo —Luego ella me dirigió una mirada de me quedaré aquí a
esperarte antes de irse.
Dejé escapar un suspiro de alivio, lavé su taza de café. No pensé que
pudiera soportar otra charla de los pájaros y las abejas, especialmente no
ahora. La primera ya había sido bastante traumática.
Me estremecí ante el recuerdo.
Estaba tratando de no revivir ese horrible recuerdo de unión madrehija que salté cuando alguien tocó en la puerta principal. Mi corazón se
aceleró mientras miré la hora.
11:46 a. m.
Después de tomar una profunda respiración para relajarme, obligué
a mis pies a moverse hasta la puerta. Daemon estaba allí con una toalla
lanzada casualmente sobre su hombro.
—Llego algo temprano.
—Puedo verlo —dije, mi voz plana—. ¿Cambiaste de opinión?
Siempre puedes intentar mentir.
Él arqueó una ceja. —No soy un mentiroso.
Lo miré fijamente. —Sólo dame un segundo para agarrar mis cosas.
—No esperé su respuesta. Cerré la puerta en sus narices. Fue infantil, pero
me sentí como si hubiera ganado una pequeña victoria. Fui a la cocina y
agarré mis tennis y cosas antes de regresar y abrir la puerta. Daemon
estaba justo donde lo había dejado.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Una nerviosa excitación revoloteaba en mi vientre mientras cerré la
puerta y seguí a Daemon por la calzada. —De acuerdo, ¿A dónde me
llevas?
—¿Qué habría de divertido si lo supieras? —preguntó—. Luego no te
sorprenderías.
—Soy nueva en la ciudad, ¿Recuerdas? Todo aquí será sorprendente
para mí.
—Entonces, ¿Por qué preguntas? —Arqueó una ceja con aire
satisfecho.
Rodé los ojos. —¿No conduciremos?
Daemon rió. —No. A donde vamos no podemos llegar conduciendo.
No es un lugar muy conocido. La mayoría de los locales no saben ni
siquiera sobre ello.
—Oh, entonces soy especial.
—¿Sabes lo que pienso, Kat?
Lo miré y lo pillé observándome con intensa seriedad. Me sonrojé. —
Estoy muy segura de que no quiero saberlo.
—Creo que mi hermana te encuentra muy especial. Estoy
comenzando a preguntarme si está en lo cierto.
Sonreí. —Pero aquí hay todo tipo de cosas especiales, Daemon.
Él pareció sorprendido de escuchar su nombre. Después de que la
mirada intensa desapareciera, me dirigió por el camino y cruzamos la
carretera principal. Despertó mi curiosidad cuando entramos en la densa
línea de árboles al otro lado de la carretera.
—¿Estás intentando meterme dentro del bosque para tenderme una
trampa? —pregunté, medio en serio.
Me miró por encima de su hombro, las pestañas ocultado sus ojos. —
¿Y qué harías si te trajera aquí para eso, Kitten?
Me estremecí. —Las posibilidades son infinitas.
—¿Lo son? —Se abrió camino fácilmente entre los arbustos y
enredaderas en el suelo del bosque.
Estaba teniendo mucha dificultad para no romperme el cuello con
las raíces expuestas y las muchas piedras cubiertas de musgo. —¿Podemos
pretender que no tenemos que hacer esto?
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Créeme, yo no quiero hacer esto tampoco —saltó sobre un árbol
caído—. Pero quejarte no hará que el camino sea más fácil —Girándose,
me ofreció su mano.
—Siempre dices cosas tan románticas —Consideré ignorarlo, pero
coloqué mi mano sobre la suya. La estática pasó de su piel a la mía. Mordí
mi labio mientras él me ayudó a subir por el árbol caído antes de soltar mi
mano—. Gracias.
Daemon apartó la mirada
emocionada por la escuela?
y
continuó
caminando.
—¿Estás
¿Qué? ¿Él estaba emocionado por eso? —No, no es emocionante
ser la chica nueva. Ya sabes, sobresales entre los demás. No es divertido.
—Lo entiendo.
—¿De verdad?
—Sí, lo entiendo. Sólo tenemos que caminar un poco más para
llegar.
Quería preguntarle más, ¿Pero para que intentarlo? Él me daría otra
respuesta vaga o escueta. —¿Un poco más? ¿Cuánto tiempo hemos
estado caminando?
—Unos veinte minutos, quizás un poco más. Te dije que estaba
bastante escondido.
Siguiéndolo sobre otro árbol caído, vi un claro más allí de los árboles.
—Bienvenida a nuestro pequeño pedazo de cielo —Hubo una
mueca irónica en sus labios.
Ignorándolo, caminé en el claro. Me quedé sorprendida. —Wau. Este
lugar es hermoso.
—Así es —Estuvo a mi lado, con una mano arriba de sus ojos para
evitar el fuerte resplandor del sol rebotando en la superficie lisa del agua.
Noté por la rigidez de sus hombros que este lugar era especial para
él. El hecho de saber eso hizo que mi estómago revoloteara. Alargué mi
mano y la puse sobre su brazo, y él se giró hacia mí. —Gracias por traerme
—Antes de que Daemon pudiera abrir su boca y arruinar el momento, dejé
caer mi mano y deliberadamente aparté la mirada.
Un arroyó atravesaba el claro, creando un aspecto de un lago
natural. Corría una suave brisa. Las rocas surgían del medio, de aspecto
planas y lisas. De alguna manera, la tierra en el claro hacía un perfecto
círculo alrededor del agua. Grandes áreas de hierba y flores silvestres
florecían a pleno sol. Era pacifico.
OBSIDIAN
43
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Fui a la orilla del agua. —¿Qué tan profundo es?
—Unos tres metros en la mayoría del lago, unos seis al otro lado de las
rocas —Estaba justo detrás de mí, caminando espeluznantemente
tranquilo—. A Dee le encanta venir aquí. Antes de que llegaras, ella
pasaba casi todos los días aquí —Para Daemon, mi llegada fue el principio
del fin. El apocalipsis.
—Sabes, no voy a provocarle problemas a tu hermana.
—Eso ya lo veremos.
—No soy una mala influencia —intenté de nuevo. Las cosas serían
mucho más fáciles si pudiéramos llevarnos bien—. Nunca me he metido en
problemas antes.
Se deslizó a mí alrededor, sus ojos en el agua tranquila. —Ella no
necesita una amiga como tú.
—No hay nada mal conmigo —espeté—. ¿Sabes qué? Olvídalo.
Suspiró. —¿Por qué te gusta la jardinería?
Me congelé, mis manos se hicieron puños. —¿Qué?
—¿Por qué la jardinería? —preguntó otra vez, aún mirando hacia el
lado—. Dee dijo que tú haces eso para no poder pensar. ¿Qué es lo que
evitas pensar?
¿Ahora estaba preocupado y queriendo conocerme? —No es
asunto tuyo.
Daemon se encogió de hombros. —Entonces, vayamos a nadar.
Nadar era la última cosa que quería hacer. ¿Ahogarlo? Quizás. Pero
después él comenzó a patear sus tennis y a deshacerse de sus jeans.
Debajo, él tenía su traje de baño. Luego se quitó su camisa en un
movimiento rápido. Maldición. He visto chicos sin camisa antes. Viví en
Florida, donde cada hombre sentía la necesidad de caminar a medio
vestir. Caray, incluso antes he visto a este chico medio desnudo. Esto no
debería ser un problema. Esto no debería ser un gran problema.
Pero joder, yo estaba muy equivocada.
Él tenía una construcción grande, no demasiado grande, pero más
músculos que cualquier chico de su edad tendría. Daemon se movió con
una fluida gracia hacia el agua, los músculos se flexionaban y estiraban
con cada paso.
No estaba segura de cuánto tiempo me quedé allí mirándolo
después de que él finalmente se lanzara al agua. Mis mejillas ardieron.
Exhalé, notando que estuve conteniendo la respiración. Necesitaba
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
controlarme. O quizás conseguir una cámara para memorizar este
momento, porque apuesto que podría ganar dinero con un video de él.
Podría hacer una fortuna… Siempre y cuando él no abriera la boca.
Daemon salió a la superficie a varios metros de distancia desde
donde se lanzó, el agua brillaba en su cabello y en las puntas de sus
pestañas. Su cabello oscuro estaba peinado hacia atrás, dejando sus
intensos ojos verdes más llamativos. —¿Vas a entrar?
Recordé el bikini rojo que decidí usar, deseé poder correr lejos. La
confianza de antes se había evaporado. Me quité mis zapatos con
lentitud, pretendiendo disfrutar de los alrededores mientras mi corazón
golpeaba contras mis costillas.
Me observó durante un par de segundos, curioso. —Eres muy tímida,
¿No es así, Kitten?
Me quedé quieta. —¿Por qué me llamas así?
—Porque hace que tu vello se erice, como un gatito —Daemon
estaba riéndose de mí. Él nadó lejos, el agua chapoteaba en su pecho—.
Entonces, ¿vas a entrar?
Buen Dios, él ni siquiera iba a girarse para no verme, ni nada. Y había
un reto en su mirada, como si él esperaba que yo fuera una gallina. Quizás
esto era lo que él quería… lo que esperaba. No hubo dudas en mi mente
de que él era consciente del efecto que tenía en las chicas.
La práctica y aburrida Katy hubiera entrado en el lago con la ropa
puesta.
No quería ser ella. Ese era el propósito del bikini rojo. Quería
demostrarle que no me dejaba intimidar fácilmente. Estaba decidida a
ganar esta ronda.
Daemon parecía aburrido. —Te daré un minuto para entrar.
Resistí la tentación de darme la vuelta y respirar hondo. No era como
si fuera a quedarme desnuda, no del todo. —¿O qué?
Se movió más cerca de la orilla del lago. —O iré y te meteré.
Le fruncí el ceño. —Me gustaría verte intentándolo.
—Cuarenta segundos —Me observó con intensidad, penetrándome
con la mirada mientras se acercaba a la orilla.
Frotando mi mano en mi rostro, suspiré.
—Treinta segundos —Se burló ahora a una distancia más cerca.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Jesús —dije, tirando fuera mi camisa. Lo pensé dos veces antes de
tirarla fuera de mi cabeza. Corrí para deshacerme de mis shorts cuando él
dijo que el tiempo se había acabado.
Di un paso hacia la orilla con mis manos en mis caderas. —¿Feliz?
Daemon perdió su sonrisa y me miró. —Nunca estoy feliz a tu
alrededor.
—¿Qué dijiste? —Mis ojos se entrecerraron antes su expresión en
blanco. Él no dijo lo que yo creo que dijo.
—Nada. Será mejor que entres antes de que el sonrojo llegue hasta
tus pies.
Me sonrojé más bajo su escrutinio, me di la vuelta y caminé hacia la
orilla del lago donde la profundidad era menor. El agua se sintió muy bien,
alivió el incómodo calor que cosquilleaba en mi piel.
No encontré nada que decir. —Es hermoso aquí afuera.
Me observó por un momento y luego afortunadamente desapareció
bajo el agua. El agua caía por su rostro cuando apareció nuevamente.
Necesitando refrescar mi cara, me hundí. El agua fría fue vigorizante,
aclaro mis pensamientos. Emergiendo, empujé los mechones de cabello
largo de mi rostro.
Daemon me miró a unos metros de distancia, sus mejillas por encima
del borde del agua, y su aliento creaba un grupo de burbujas que de vez
en cuando rompían la tensión superficial. Algo en su mirada me decía que
me acercara.
—¿Qué? —pregunté después de un rato de silencio.
—¿Por qué no vienes aquí?
No había ninguna posibilidad de que fuera a su lado. Ni siquiera si
colocaba una galleta en su mano. Confianza y su nombre no van de la
mano. Me di la vuelta, sumergiéndome bajo el agua, dirigiéndome hacia
las rocas que había visto en medio del lago.
Llegué en unas pocas brazadas y emergí del agua, sobre una
superficie cálida y dura. Comencé a exprimir el agua de mi cabello. Él
seguía donde lo vi por última vez. —Pareces decepcionado.
Daemon no respondió. Una mirada curiosa, casi confundida cruzó
por su rostro. —Bueno… ¿Qué tenemos aquí?
Colgué mis pies en el agua e hice una mueca. —¿De qué estás
hablando ahora?
—De nada —Nadó más cerca de mí.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Dijiste algo.
—¿Lo hice?
—Eres extraño.
—Tú no eres lo que yo esperaba —dijo en voz baja.
—¿Qué significa eso? —Pregunté mientras él agarraba mi pie, y moví
mi pierna lejos de sus manos—. ¿No soy lo suficientemente buena para ser
amiga de tu hermana?
—No tienes nada en común con ella.
—¿Cómo lo sabes? —Cambié de lugar mientras él trataba de
agarrar mi otra pierna.
—Lo sé.
—Tenemos mucho en común. Y ella me gusta. Es agradable y
divertida —Me eché hacia atrás, afuera completamente de su agarre—. Y
tú deberías dejar de ser un imbécil y ahuyentar a sus amigas.
Daemon estaba quieto, y luego rió. —Realmente no eres como ellos.
—¿Cómo quienes?
Pasó otro largo rato. Él agua golpeaba sus hombros, creando
pequeñas ondas en su pecho con cada golpe.
Negando con la cabeza, lo observé desaparecer bajo el agua otra
vez. Me incliné hacia atrás y cerré mis ojos. La manera en que los rayos del
sol caían sobre mi rostro, y la manera en que el calor de la roca se filtraba
a través de mi piel me recordó como era quedarse dormido en la playa. El
agua fría me hacía cosquillas en los pies. Podría quedarme aquí todo el
día, disfrutando del sol. Sin Daemon, esto podría haber sido perfecto.
No tenía idea de lo que él quería decir con la cosa de que yo no era
como ellos, o que ella no necesitaba una amiga como yo. Tenía que
haber algo más en él que un hermano sobreprotector psicópata.
Poniéndome de pie y cuidadosa de la superficie de la roca, examiné el
lago, estudiando la superficie en busca de una masa de cabello negro y
ondulado.
Giré en la roca mientras un malestar burbujeaba en mi estómago.
¿Me estaba jugando una broma? ¿Pero por qué no lo veo?
Esperé, pensando que en cualquier momento él iba a emerger en el
agua, con sus pulmones respirando con dificultad, pero los segundos se
convirtieron en un minuto, y luego en otro. Seguí buscando en su superficie
tranquila en busca de cualquier señal de Daemon, cada vez más frenética
al pasar el tiempo.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Coloqué un mechón de cabello detrás de mis oídos, acunando mi
mano contra el fuerte sol. No había manera de que él pudiera contener la
respiración por tanto tiempo. De ninguna manera.
Dejé de respirar, y luego la frialdad entró en mi pecho. Esto estaba
mal. Me moví a través de las rocas y miré hacia el agua inmóvil.
—¡Daemon! —grité.
No hubo respuesta.
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Traducido por Andreani
Corregido por Mery St. Clair
¡
Daemon!
Cientos de pensamientos cruzaron rápidamente mi mente. ¿Cuánto
tiempo había estado abajo? ¿Dónde lo había visto por última vez?
¿Cuánto tiempo me tomaría conseguir ayuda? No me agrada
Daemon y sí, yo pude haber considerado brevemente la idea ahogarlo,
pero no deseaba realmente al chico muerto.
—Oh mi Dios —susurré—. Esto no puede estar pasando.
No podía permitirme pensar más. Tenía que hacer algo. Justo
cuando di un pequeño paso para sumergirme en el agua, la superficie se
movió y Daemon emergió del agua. Sorpresa y alivio me inundo por
dentro, seguido por las intensas ganas de vomitar. Y luego golpearlo.
Él se sujetó la roca, los músculos de sus brazos sobresalían debido al
esfuerzo. —¿Está bien? Luces un poco exaltada.
Recuperándome, sujeté sus resbaladizos hombros en un esfuerzo
para asegurarle a mi revuelto estómago que estaba vivo y sin ningún daño
cerebral por la falta de oxígeno. —¿Está bien? ¿Qué pasó?
Entonces le di un golpe en el brazo. Muy fuerte. —¡No vuelvas a
hacer eso!
Daemon levantó sus manos. —Wau, ¿Cuál es tu problema?
—Estuviste bajo el agua por mucho tiempo. ¡Pensé que te habías
ahogado! ¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué me asustaste así? —Me puse de
pie, tomando una profunda respiración—. Estuviste bajo el agua toda una
eternidad.
Él frunció el ceño —No estuve allí abajo tanto tiempo. Estaba
nadando.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—No, Daemon, estuviste allí mucho tiempo. ¡Fueron por lo menos
diez minutos! Te busqué, te llamé. Yo… pensé que estabas muerto.
Se puso de pie. —No pudieron haber sido diez minutos. Eso no es
posible. Nadie puede contener la respiración tanto tiempo.
Tragué. —Al parecer tú puedes.
Los ojos de Daemon buscaron los míos. —Estabas realmente
preocupada, ¿Verdad?
—¡¿En serio?! ¿Qué parte de “Pensé que te habías ahogado” no enti-en-des? —Estaba temblando.
—Kat, yo salí. No debiste haberme visto. Volví a sumergirme.
Él estaba mintiendo. Lo sabía con cada parte mí ser. ¿Era sólo que
era capaz de contener su respiración durante un tiempo muy largo? Pero,
si es así, ¿Por qué no lo diría?
—¿Esto sucede muy a menudo?
Mi mirada volvió a encontrarse con la suya. —¿Qué?
—Imaginar cosas. —agitó su mano—. O tienes un problema horrible
con eso de contar el tiempo.
—¡No estaba imaginando nada! Y sé cómo contar el tiempo, idiota.
—Entonces no sé qué decirte. —Avanzó, lo cual no estaba muy lejos
de la roca—. No soy yo quien imagina que estaba bajo el agua durante
diez minutos cuando fueron como dos minutos. ¿Sabes qué?, Tal vez te
compre un reloj la próxima vez que este en la ciudad, cuando tenga mis
llaves de vuelta.
Por alguna estúpida razón, una que probablemente nunca sabría,
me había olvidado de la razón por la cual estábamos aquí. En algún lugar
entre verlo medio desnudo y, luego pensar que estaba muerto, había
perdido mi mente.
—Bueno, asegúrate de decirle a Dee que nos divertimos muchísimo
para que puedas recuperar tus estúpidas llaves —dije, encontrando sus
ojos—. Entonces no necesitaremos repetir este día.
Una sonrisa presumida se plasmó en todo su rostro. —Eso depende
de ti, Kitten. Estoy seguro de que ella te llamara más tarde y preguntara.
—Tendrás tus llaves. Estoy lista… —Mi pie resbaló sobre la roca
mojada. Haciéndome perder el equilibrio, agité mis brazos en el aire.
Moviéndose tan rápido como un relámpago, alargó su mano y
agarró la mía, jalándome hacia adelante. La siguiente cosa que supe fue
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
que yo estaba contra su cálido y húmedo pecho y su brazo estaba
alrededor de mi cintura.
—Cuidado, Kitten. Dee se enfurecería
golpeándote la cabeza y te ahogas.
conmigo
si
terminas
Comprensible. Ella probablemente pensaría que lo hizo a propósito.
Empecé a responder, pero no pude. No había mucho que separara
nuestra piel en términos de ropa. Mi sangre bombeaba demasiado rápido.
Tenía que ser todo lo del incidente del casi ahogamiento.
Un extraño nerviosismo me había inundado cuando nos miramos, el
viento acariciaba la húmeda piel que no estaba presionada contra la del
otro.
Ninguno de nosotros habló.
Su pecho se levantó y bajó, el profundo verde botella de sus ojos
cambiando de ángulo. Fue una sensación poderosa, casi eléctrica, que
curso a través de mí. ¿Debía responder a ella?
Bueno, eso fue extraño, absurdo e ilógico. Él me odiaba.
Entonces, Daemon libero mi cintura y dio un paso atrás. Aclaró su
garganta, su voz gruesa. —Creo que es hora que volvamos.
Asentí, decepcionada y ni siquiera estaba segura de porqué eso me
ha decepcionado. Sus cambios de humor me hacían sentir como si yo
fuera uno de esos apestosos juegos de los parques de diversiones donde
giras en círculos encima de una taza, de esos que no terminan de dar
vueltas, pero ahí… ahí había algo oculto.
No hablamos mientras nos secábamos y vestíamos. Nos dirigimos a
casa en silencio. Parecía que ninguno de los dos tenía algo que decir, lo
cual fue realmente agradable. Él me agradaba más cuando perdía la
capacidad de hablar.
Pero cuando llegamos a la calzada, maldijo bajo su aliento. Sentí
como si una ráfaga de aire ártico hubiera pasado entre nosotros. Seguí su
mirada preocupada. Había un coche extraño en su camino, uno de esos
Audis caros que cuesta el salario de mi mamá. Me pregunté si serían sus
padres y si esto se iba a convertir en la segunda ronda del Kat-Apocalipsis.
La mandíbula de Daemon se flexionó. —Kat, yo…
Una puerta se abrió y se cerró, golpeando el lado de la casa. Un
hombre entre casi finales de los veinte y principios de los treinta salió al
porche. Su cabello castaño claro no se parecía al ondulado y oscuro de
Daemon y Dee. Quien quiera que fuera, era guapo y vestía muy bien.
Y también lucía molesto.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
El hombre bajó los escalones de dos en dos. Ni siquiera me miró. Ni
una vez. —¿Que está pasando aquí?
—Absolutamente nada. —Daemon cruzó sus brazos—. Dado que mi
hermana no está en casa, tengo curiosidad del por qué estás aquí.
Muy bien. Definitivamente no era familiar.
—Me concedí el permiso entrar —contestó—. No me di cuenta de
que sería un problema.
—Lo es ahora, Matthew.
Matthew. Reconocí el nombre de la llamada telefónica que Dee
tuvo que hacer. Finalmente, el hombre dirigió su mirada sobre mí. Sus ojos
se ampliaron ligeramente. Eran de un azul brillante, sorprendente. Su labio
se curvó mientras me miraba de arriba a abajo. No de una manera en la
que me estuviera considerando, si no como si estuviera evaluándome.
—De todas las personas, creí que tú sabías que es lo mejor, Daemon.
Oh joder, aquí vamos de nuevo. Comenzaba a preguntarme si
estaba ondeando una bandera de fenómeno. El aire estaba plagado de
tensiones y todo por mí. No tenía ningún sentido. Ni siquiera conocía a este
chico.
Los ojos de Daemon se entrecerraron. —Matthew, si valoras la
capacidad de caminar, yo no lo haría.
Llegando al máximo de lo extraño, dio un paso al lado. —Creo que
debo irme.
—Creo que Matthew debe irse —dijo Daemon, dando un paso
delante de mí—. A menos que tenga otro propósito que no sea meter su
nariz donde no pertenece.
Ni siguiera Daemon podía imitar la repulsión en la mirada del
hombre.
—Lo siento —dije, voz titubeante—, pero no sé qué está pasando
aquí. Sólo estábamos nadando.
La mirada de Matthew se movió a Daemon, quien enderezó los
hombros. —No es lo que piensas. Dame un poco de crédito. Dee escondió
mis llaves, obligándome a salir con ella para devolvérmelas.
Me sonrojé. ¿Realmente necesita contarle a ese tipo que tenía una
cita por lástima?
Y entonces el hombre se rió. —Esta es la pequeña amiga de Dee.
—Esa soy yo —dije, cruzando mis brazos.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Pensé que tenías esto bajo control. —Me señalo, sonando como si
yo fuera una homicida de pie junto a Daemon—. Qué tú harías que tu
hermana lo entendiera.
—Sí, bueno, ¿Por qué no intentas hacerla entender tu?—replicó
Daemon —. Hasta ahora, no he tenido mucha suerte.
Los labios de Matthew formaron una sonrisa sarcástica. —Los dos
saben más que eso.
Un estruendo de un trueno me asustó mientras se miraban fijamente
el uno al otro. El rayo surcó el cielo, cegándome momentáneamente. Una
vez que la luz pasó, oscuras y tumultuosas nubes llegaron en abundancia.
La energía tronaba a mí alrededor, destellando en mi piel.
Luego, Matthew se dio la vuelta, lanzando su oscura mirada en mi
dirección antes de dirigirse hacia dentro de la casa de Daemon. En el
momento en que la puerta se cerro de golpe tras él, las nubes se
dispersaron. Miré a Daemon, mi boca colgaba abierta.
—¿Que... que acaba de pasar? —Le pregunté.
Él ya caminaba hacia la casa, la puerta golpeó el marco una vez
más, como un disparo de un cañón. Allí me quedé, no muy segura de que
había sucedido. Levanté mi mirada al cielo claro. Ni un rastro de la violenta
tormenta. Había visto eso pasar cien veces en Florida, pero lo que ocurrió
se vio mucho más aterrador. Y recordando lo del lago, no estaba segura
de lo que había sucedido, pero supe que Daemon había estado
demasiado tiempo bajo el agua. También sabía que había algo que no
era normal en él.
En todos ellos.
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Traducido por Andreani
Corregido por Mery St. Clair
D
ee llamó esa noche, y a pesar de que quería decirle que mi
tiempo con Daemon no había sido todo cachorros y arco iris,
mentí. Le dije que él era genial. Él se había ganado sus llaves. De
lo contrario, ella podría hacerlo que me llevara a otra excursión.
Casi me sentí mal por mentir cuando ella sonó tan feliz.
La siguiente semana pasó. Tuve una cantidad de tiempo
interminable para temer el hecho que sólo faltaba una semana y media
para el comienzo de la escuela. Dee no había regresado de visitar a sus
familiares todavía o lo que fuera que ella estaba haciendo. Dejándome
totalmente sola y aburrida, haciendo que me reencontrará con el Internet
íntimamente.
Era sábado por la tarde temprano cuando Daemon,
inesperadamente, apareció en la puerta de mi casa, con sus manos
metidas en los bolsillos de sus jeans. De espaldas a mí, inclinó la cabeza
hacia atrás mientras miraba fijamente el cielo azul despejado. Unas pocas
estrellas comenzaban a aparecer, pero el sol no se iba a ocultar realmente
hasta dentro de otro par de horas.
Sorprendida de verlo, caminé hacia fuera. Su cabeza bajo tan
rápido que pensé que le iba a dar un tiraron muscular. —¿Qué haces? —Le
pregunté.
Sus cejas se arquearon. Pasaron varios segundos y luego su labio se
curvó en una esquina. Aclaró su garganta. —Me gusta mirar el cielo. Hay
algo con él. —Volvió su mirada al cielo—. Es interminable, ya sabes. —
Daemon casi sonaba profundo.
—¿Algún tipo loco va a salir corriendo de tu casa y gritarte por
hablar conmigo?
—No en este momento, pero siempre hay un después.
Yo no estaba segura de si él estaba hablando en serio o no. —Estoy
bien sin el “después”.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Sí. ¿Ocupada?
—Además de jugar con mi blog, no.
—¿Tienes un blog? —Se puso frente a mí, apoyándose contra el
poste. La burla invadía sus facciones.
Dijo blog como si fuese un hábito dañino. —Sí, tengo un blog.
—¿Cuál es el nombre de tu blog?
—No te incumbe —dije, sonriendo dulcemente.
—Un nombre interesante. —Respondió a mi sonrisa con una media
sonrisa—. Así que, ¿Sobre qué es tu blog? ¿Tejer? ¿Rompecabezas? ¿Estar
sólo?
—Ja. Ja, sabiondo. —Suspiré—. Hago reseñas de libros.
—¿Te pagan por ello?
Solté una carcajada por ese. —No. Para nada.
Daemon parecía confundido —Entonces, ¿Haces reseñas sobre libros
y no te pagan si alguien compra un libro basado en tu opinión?
—Yo no hago reseñas para que me paguen ni nada. —Aunque eso
sería dulce, lo cual me recordó que necesitaba obtener una tarjeta de la
biblioteca—. Lo hago porque me gusta. Me encanta leer y me gusta
hablar de libros.
—¿Qué tipo de libros lees?
—De todos los diferentes tipos. —Me recargué contra el poste
enfrente de él, estiré mi cuello para encontrar su mirada—. Principalmente
prefiero las cosas paranormales.
—¿Vampiros y hombres lobo?
Hombre, ¿Cuántas preguntas podría hacer? —Sí.
—¿Fantasmas y extraterrestres?
—Las historias de fantasmas están bien, pero no sé sobre
extraterrestres. ET realmente no me gustan, ni a mí ni a muchos de los
lectores.
Arqueó una sola ceja. —¿Qué te gusta?
—No las criaturas verdes y babosas del espacio —Respondí—. De
todas formas, disfruto también novelas gráficas, cosas de historia…
—¿Lees novelas gráficas? —La su tono se tiño de incredulidad—-. ¿En
serio?
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Asentí. —Sí, ¿Y qué? ¿Se supone que a las chicas no deberían de
gustarles los cómics y las novelas gráficas?
Él me miró durante un largo momento, entonces apuntó con su
barbilla hacia los bosques. —¿Quieres ir a una dar caminata?
—Uh, sabes que no soy buena con todas esas cosas del senderismo.
—le recordé.
Una sonrisa apareció. Ruda. Sexy. —No te voy a llevar a escalar. Sólo
a un pequeño e inofensivo sendero. Estoy seguro de que puedes con eso.
—¿Dee no te dijo dónde estaban tus llaves? —Le pregunté,
desconfiada.
—Sí, lo hizo.
—Entonces, ¿Por qué estás aquí?
Daemon suspiró. —No tengo una razón. Pensé que sólo podría pasar
por aquí, pero si vas a cuestionar todo, entonces puedes olvidarlo.
Lo vi bajar los escalones mientras me mordía los labios. Esto era una
locura. Había estado muriéndome de aburrimiento durante días. Rodé mis
ojos, y lo llamé: —Bien, hagámoslo.
—¿Estás segura?
Dije que sí, con una cantidad considerable de agitación. —¿Por qué
vamos detrás de mi casa? —Pregunté cuando era evidente que me
guiaba—. Las montañas Seneca Rocks queda en esa dirección. Pensaba
que había más senderos comenzando allí. —Señalé hacía el frente de mi
casa, donde las monstruosas puntas de las estructuras de piedra arenisca
sobresalían por encima de todo.
—Sí, pero hay senderos aquí que llevan alrededor y es más rápido —
explicó—. La mayoría de la gente aquí sabe que todos los caminos
principales están abarrotados. Solía tener un montón de días aburridos, y
encontré un par de senderos fuera del camino.
Hice una mueca. —¿Qué tan lejos del camino hablamos?
Él rió. —No tanto.
—¿Entonces es un sendero pequeño? Apuesto que esto va a ser
aburrido para ti.
—Cada vez que puedo salir y caminar es bueno. Además, no es
como si fuéramos a caminar todo el camino al Smoke Hole. Es una
caminata bastante larga desde aquí, así que no te preocupes, ¿Está bien?
—De acuerdo, guíame.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Nos detuvimos en la casa de Daemon para agarrar un par de
botellas de agua y luego partimos. Caminamos en silencio durante unos
minutos y luego él dijo: —Eres muy confiada, Kitten.
—Deja de llamarme así. —Era un poco difícil seguir el ritmo de sus
largas zancadas, por lo que camine a unos pasos detrás de él.
Me miró sobre su hombro sin perder el paso. —¿Nadie nunca te ha
llamado así antes?
Esquivé un arbusto grande y espinoso. —Sí, las personas me llaman
Kitten todo el tiempo. Pero tú lo haces sonar tan…
Sus cejas se levantaron. —¿Sonar tan qué?
—No sé, como un insulto. —Redujo su velocidad, y ahora yo
caminaba junto a él—. O algo sexualmente pervertido.
Giró su cabeza, riendo. El sonido puso mis músculos tensos.
—¿Por qué siempre te ríes de mí?
Sacudió su cabeza, sonriéndome. —No sé, simplemente porque me
haces reír.
Pateé una roca pequeña. —Lo que sea. Así que, ¿Qué pasó con ese
tipo Matthew? Actuó como si me odiara o algo.
—No te odia. Sólo no confía en ti. —Murmuró las últimas palabras.
Negué con mi cabeza, desconcertada. —¿Confiar en mí qué? ¿Tu
virtud?
Soltó una gran carcajada, y le tomó unos segundos responder. —Sí. Él
no es un fan de las chicas guapas que se sienten atraídas por mí.
—¿Qué? —Tropecé con una raíz expuesta. Daemon me atrapó
fácilmente, devolviéndome sobre mis pies en un instante. El breve contacto
tenía a mi piel hormigueando a través de la ropa. Sus manos
permanecieron en mi cintura apenas unos segundos antes de que las
retirara—. Es broma, ¿Verdad?
—¿Qué parte?—preguntó.
—¡Todo eso!
—Vamos. Por favor, no me digas que no crees que eres bonita —
Considero mi silencio—. ¿Ningún hombre te ha dicho alguna vez que eres
guapa?
No era la primer persona que me decía algo agradable, pero
supongo que nunca me había importado antes. Mis novios anteriores me
dijeron que era bonita, pero nunca pensé que eso fuera una razón para
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
que no le gustara a alguien. Desvíe mi mirada y me encogí de hombros. —
Por supuesto.
—¿O…Tal vez no eres consciente de ello?
Me volví a encoger de hombros mientras centraba mi atención en
los troncos de árboles, a punto de cambiar de tema y negar la otra parte
de su declaración. Definitivamente me sentía atraída por este chico
arrogante.
—¿Sabes lo que siempre he creído? —dijo suavemente.
Todavía estábamos parados en la ruta, sólo los sonidos de algunas
aves hacían eco a nuestro alrededor. Mi voz se alejo en una tenue brisa. —
No.
—Siempre he encontrado que las personas más bellas, realmente
bellas por dentro y por fuera, son las que en silencio desconocen su efecto.
—Sus ojos buscaron los míos atentamente, y por un momento nos paramos
allí, frente a frente—. ¿Por qué si eres bello debes pasártelo presumiéndolo?
Su belleza sólo es pasajera. Es sólo una cáscara ocultando nada, excepto
las sombras y el vacío.
Hice la cosa más inapropiada posible. Me reí. —Lo siento, pero fue la
cosa más reflexiva que jamás te había oído decir. ¿Qué nave extraterrestre
se llevo al Daemon que conozco, y puedo pedirles que se lo queden?
Frunció el ceño. —Estaba siendo honesto.
—Lo sé, pero es que fue realmente… impresionante. —Y aquí estaba
yo, arruinando probablemente lo más bonito que nunca me dirían.
Se encogió de hombros y comenzó a conducirme por el sendero
nuevamente. —No vamos demasiado lejos —dijo después de unos
minutos—. Así que ¿Te interesa la historia?
—Sí, sé que me hace una nerd. —También estaba agradecida por el
cambio de tema.
Sus labios curvaron. —¿Sabías que esta tierra fue una vez recorrida
por los indios Seneca?
Di un respingo. —Dime por favor que no caminamos sobre
cementerios.
—Bueno… Estoy seguro de que hay cementerios por aquí en algún
lugar. Aunque ellos sólo viajaron por esta área, no sé si alguien haya
muerto en este preciso lugar y…
—Daemon, no necesito conocer esa parte. —Le di un suave
empujón en el brazo.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Tenía esa mirada extraña nuevamente y sacudió su cabeza. —Está
bien, te cuento la historia y dejo algunos de los más escalofriantes pero
hechos naturales fuera.
Una rama larga se extendía a través del sendero, y Daemon la
levanto para que yo pasara debajo de ella, mi hombro rosó contra su
pecho cuando pasé antes de que dejara caer la rama y tomó la
delantera nuevamente. —¿Qué historia?
—Ya verás. Ahora presta atención… Hace tiempo, esta tierra estaba
formada por bosques y colinas, que no es muy diferente a hoy en día, con
la excepción de algunos pueblos pequeños. —Su dedo se desplazó sobre
las ramas colgantes más bajas mientras caminamos, empujando a las más
bajas a un lado para mí—. Pero imagina este lugar, tan escasamente
poblado, que podría tomar días, incluso semanas, antes de llegar a tu
vecino más cercano.
Temblé. —Eso parece tan solitario.
—Pero tienes que entender que esa era la forma de vida de cientos
de años atrás. Los agricultores y los hombres de las montañas vivían a unas
cuantas millas de distancia uno de otro, pero la distancia era recorrida a
pie o a caballo. No suele ser la forma más segura de viajar.
—Puedo imaginarlo —respondí suavemente.
—La tribu de los indios Seneca viajó a través de la parte del este de
los Estados Unidos, y en algún momento, pasaron por este camino, hacia
las Rocas Seneca. —Su mirada se reunió con la mía—. ¿Sabías que este
pequeñísimo camino detrás de tu casa lleva a la base de ellas?
—No. Siempre parecen estar tan lejos en a la distancia que nunca
pensé de que pudieran estar tan cerca.
—Si sigues por este camino un par de kilómetros más te encontraras
en la base. Es una zona bastante rocosa, de la cual incluso los más
experimentados escaladores permanecen alejados. Veras, las Rocas
Seneca están distribuidas desde el condado de Pendleton hasta el de
Grant, el punto más alto es Spruce Knob y una formación cerca de
Seneca, llamada Rocas Champe. Ahora, es algo difícil llegar a ellas, ya
que generalmente involucra invadir la propiedad de alguien, pero puede
valer la pena si logras escalar más allá de novecientos pies de altura —
terminó con nostalgia.
—Suena divertido. —No. No pude evitar el sarcasmo de mi voz, por lo
que ofrecí una sonrisa angustiada. No quería estropear el estado de ánimo.
Esta era probablemente la conversación más larga que Daemon y yo
habíamos tenido sin algún comentario que le hiciera ganarse el dedo.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Lo es si no tienes miedo de caerte. —Se rió de mi expresión—. De
todas formas, las Rocas Seneca están hechas de cuarcita, que es parte
arenisca. Por eso a veces tiene un tinte rosado en ellas. La cuarcita es
considerada un cuarzo beta. Las personas que creen en… poderes
sobrenaturales o poderes de… la naturaleza, como muchas tribus lo
hicieron en su tiempo, creen que cualquier forma de cuarzo beta permite
que la energía pueda ser almacenada y transformada, incluso
manipulada. Puede manejar la electricidad y otras cosas extrañas—cosas
ocultas.
—De acuerdo. —Me lanzó una mirada severa, así que decidí no
interrumpir más.
—Posiblemente el cuarzo beta atrajo a la tribu Seneca a esta área.
Nadie sabe, ya que no eran nativos de West Virginia. Nadie sabe cuánto
tiempo acamparon aquí, si fue por comerció o por guerra. —Se detuvo
durante unos instantes, observando el terreno, como si pudiera ver allí
sombras del pasado—. Pero tienen una leyenda muy romántica.
—¿Romántica? —Pregunté mientras él me llevó alrededor de un
pequeño arroyo. No podía imaginar nada romántico acerca de algo que
se eleva a novecientos pies de altura.
—Veras, había una bella Princesa India llamada Snowbird, quien
había pedido a siete de los guerreros más fuertes de la tribu que
demostraran su amor haciendo algo que sólo ella había sido capaz de
hacer. Muchos hombres querían estar con ella por su belleza y su rango.
Pero ella quería a un igual.
—Cuando llegó el día para que eligiera a su marido, ella impuso un
reto, de esta manera sólo el más valiente y más dedicado Guerrero
ganaría su mano. Pidió a sus pretendientes que escalaran la roca más alta
con ella —Continuó suavemente, caminando más lento, así que ahora
íbamos caminando lado a lado en el estrecho camino—. Todos
comenzaron, pero cuando se hizo más difícil, tres regresaron. Un cuarto se
desalentó y un quinto se encogió en agotamiento. Sólo permanecieron
dos, y la hermosa Snowbird se mantuvo a la cabeza. Finalmente, alcanzó
el punto más alto y se giró para ver quién era el más valiente y más fuerte
de todos los guerreros. Sólo uno quedaba a unos metros detrás de ella y
mientras ella observaba, él comenzó a caer.
Rápidamente fui atrapada en la leyenda. La idea de hacer que siete
hombres lucharan y se enfrentan posiblemente a la muerte para ganar tu
mano era inimaginable para mí.
—Snowbird se detuvo sólo por un segundo, pensando que este
valiente guerrero obviamente era el más fuerte, pero no era su igual.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Podría salvarlo o podría dejarlo caer. Era valiente, pero aún tenía que
alcanzar el punto más alto como ella lo había hecho.
—¿Pero él estaba justo detrás de ella? ¿Cómo podría simplemente
dejarlo caer? —Decidí que esta historia apestaría si Snowbird dejaba caer
al chico.
—¿Qué harías tú?—preguntó curiosamente.
—No es que alguna vez le pediría a un grupo de hombres que
demostraran su amor haciendo algo increíblemente estúpido y peligroso
como eso, pero si alguna vez me encontrara en esa situación, algo
improbable…
—¿Kat?— Reprendió.
—Llegaría a donde él esta y lo salvaría, por supuesto. Yo no podía
dejarlo caer hasta su muerte.
—Pero él no se probó a sí mismo.
—Eso no importa —defendí—. ¿Él estaba justo detrás de ella y que
tan hermosa realmente podrías ser si dejas un hombre caer a su muerte
sólo porque él se resbalo? ¿Cómo podría incluso ser capaz de amar o ser
digno de él, de hecho, si dejas que eso suceda?
Él asintió. —Bueno, Snowbird pensaba como tú.
Aliviada, sonreí. Si ella no lo hubiera hecho, esta habría sido una
historia de romance bastante mala. —Bien.
—Snowbird decidió que el Guerrero era su igual, y con eso su
decisión había sido tomada. Ella agarró al hombre antes de que él pudiera
caer. El jefe los encontró y quedó muy satisfecho con la elección que su
hija había hecho. Concedió su matrimonio e hizo al guerrero su sucesor.
—¿Así que es por eso que las rocas se llaman Rocas Seneca?
¿Después de los Indios y Snowbird?
Él asintió. —Eso es lo que dice la leyenda.
—Es una bonita historia, pero creo que todo eso de escalar varios
cientos de metros para probar tu amor es un poco excesivo.
Sonrió. —Estoy acuerdo contigo en eso.
—Así lo espero o te encontraras jugando con coches en una
autopista interestatal para demostrar tu amor en la actualidad. —Quería
morder mi lengua el minuto que salieron las palabras de mi boca. Espero
que él no creyera que significaba por mí.
Me miro fijamente. —No preveo que ocurra.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—¿Puedes llegar a donde los indios subieron desde aquí?—Pregunté
curiosamente.
Él sacudió su cabeza. —Se podría llegar al cañón, pero eso sería
senderismo. No es algo que sugeriría que hicieras tu sola.
Me reí ante la idea. —Sí, no creo que tengas que preocuparte por
eso. Me pregunto por qué los indios vinieron aquí. ¿Buscaban algo? —
Caminé alrededor de una gran roca—. Es difícil creer que un montón de
rocas les trajo aquí.
—Nunca se sabe. —Sus labios se fruncieron y él estuvo callando por
un momento antes de hablar de nuevo—. La gente tiende a mirar las
creencias del pasado como primitivas y poco inteligentes, sin embargo,
estamos viendo más verdad en el pasado cada día.
Lo miré, intentando descifrar si él estaba hablando en serio. Sonaba
mucho más maduro que cualquier chico de nuestra edad. —¿Qué fue lo
que hizo que las rocas fueran importantes nuevo?
Él me miró. —Es el tipo de roca… —Sus ojos se ampliaron
repentinamente—. Kitten…
—Deja de llamarme…
—Silencio —Siseó, con su mirada fija sobre mi hombro. Colocó su
mano sobre mi brazo—. Prométeme me que no enloquecerás.
—¿Por qué enloquecería? —Susurré.
Atrayéndome hacia él, pillándome desprevenida. Puse mis manos
sobre su pecho para evitar que me cayera. Su pecho parecía… producir
un zumbido bajo mis manos. —¿Alguna vez has visto un oso?
El temor a travesó mi calma e incrementó. —¿Qué? ¿Hay un oso…?
—Salí de su alcance y miré a mi alrededor.
Ah, sí, había un oso. A no más de quince metros de nosotros, un oso
grande, negro y peludo, inhalaba el aire con su largo hocico bigotudo. Sus
orejas se crispaban al sonido de nuestra respiración. Por un momento
estuve algo aturdida. Nunca había visto un oso, no en la vida real. Había
algo majestuoso acerca de la criatura. La forma en que sus músculos se
movían bajo el pesado abrigo de pieles, cómo sus ojos oscuros nos
observaban tan atentamente mientras lo veíamos.
El animal se acercó, dando pasos bajo los rayos de luz que pasaban
entre las ramas. La piel cambió a un brillante negro en la luz del sol.
—No corras —susurró.
Como si pudiera siquiera moverme si lo deseaba.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
El oso hizo un sonido mitad ladrido, mitad gruñido mientras se levanta
sobre sus patas traseras, alcanzando por lo menos casi los 2 metros de
altura. El sonido siguiente fue un rugido el cual juro que envió escalofríos a
través de mí. Esto no era bueno en absoluto. Daemon comenzó a gritar y
agitar sus brazos, pero eso no perturbó al oso. El animal se colocó en
cuatro patas, sacudiendo sus enormes hombros. El oso se apresuró hacia
nosotros.
Incapaz de respirar a través la bola de miedo que me asfixiaba,
cerré mis ojos con fuerza. Ser comida viva por un oso estaba tan mal.
Escuché a Daemon maldecir y aunque mis ojos estaban cerrados, un flash
de luz cegadora atravesó mis delgados párpados. Hubo una explosión
acompañada de calor que sopló mi cabello hacía atrás. Y luego volvió el
flash, pero la oscuridad lo siguió esta vez, tragándome por completo.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
8
Traducido por Andreani
Corregido por Mery St. Clair
C
uando abrí los ojos nuevamente, había un extraño sabor metálico
en mi boca. La lluvia chipoteaba y un trueno se escucho a la
distancia. Un rayo cayó en algún lugar cercano, llenando el aire
con una fina corriente de electricidad. ¿Cuándo comenzó a llover?
El cielo había estado claro, azul y perfecto que yo recordara.
Solté un ligero suspiro, confundida.
Mi hombro se presionaba contra algo duro y cálido. Girando mi
cabeza, sentí que el objeto se levantaba bruscamente y luego lentamente
volvía a bajar. Me tomó un segundo para darme cuenta que era un pecho
lo que mi mejilla presionaba. Estábamos en el columpio, y su brazo
alrededor de mi cintura me mantenía segura a su lado.
No me atreví a moverme. Cada centímetro de mi cuerpo era
consciente del suyo. Cómo su pierna se amoldaba a la mía. Incluso sentía
el movimiento de las respiraciones de su estómago bajo mi mano. Cómo su
mano se curvaba alrededor de mi cintura, su pulgar moviéndose
perezosamente, trazando círculos tranquilizantes en el dobladillo de mi
blusa. Cada círculo levantaba el material un poco, exponiendo mi piel
hasta que su pulgar estaba contra la curva de mi cintura. Carne contra
carne. Sentía calor y tenía escalofríos. Un sentimiento con el que tenía
poca experiencia.
Su mano se detuvo.
Levantándome, miré un par de sorprendentes ojos verdes. —¿Qué…
que pasó?
—Te desmayaste —dijo, quitando su brazo de mi cintura.
—¿Lo hice? —Puse distancia rápidamente entre nosotros mientras
retiraba mi cabello enmarañado de mi cara. El sabor metálico todavía
estaba dentro de mi boca.
Él asintió. —Supongo que el oso te asustó. Tuve que traerte de vuelta.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—¿Todo el camino? —Joder. ¿Me perdí de eso?—: ¿Que…que ha
ocurrido con el oso?
—La tormenta lo asustó. Un rayo, creo. —Frunció el ceño mientras me
miraba—. ¿Te sientes bien?
De repente, un rayo brillante de luz nos cegó por un momento.
Momentos más tarde, el retumbar del trueno eclipsó la lluvia. La expresión
de Daemon fue arrojada en las sombras.
Negué con mi cabeza. —¿El oso tuvo miedo de una tormenta?
—Supongo.
—Tenemos suerte entonces —susurré, echando un vistazo hacia
abajo. Estaba tan bañada como Daemon. La lluvia caía con más fuerza, lo
que dificulta ver más de un par de metros frente a nosotros, dando la
sensación de que estábamos en nuestro propio mundo privado—. Aquí
llueve igual a como lo hace en Florida.
No sabía qué más decir. Mi cerebro se sentía frito.
Daemon empujó mi rodilla con la suya. —Creo que puede que estés
pegada a mí durante unos minutos más.
—Estoy segura de que parezco un gato ahogado.
—Te ves bien. El aspecto mojado funciona para ti.
Fruncí el ceño. —Ahora sé que estás mintiendo.
Cambio de posición a mi lado, y sin una palabra, sentí sus dedos
levantar mi barbilla hacia él. Una sonrisa torcida elevó sus labios por
completo. —No mentira acerca de lo que pienso.
Deseaba tener algo inteligente que decir, quizá incluso un poco
coqueto, pero su mirada intensa dispersó cualquier pensamiento
coherente.
La confusión brilló en sus ojos, se inclinó hacia adelante, sus labios
ligeramente separados. —Creo que lo entiendo ahora.
—¿Entender qué? —Susurré.
—Me gusta verte sonrojar. —Su voz era apenas un murmullo, mientras
su pulgar trazaba círculos sobre mi mejilla.
Bajó la cabeza, descansando su frente contra la mía. Nos sentamos
de esta manera, los dos, atrapados en algo que no había estado allí antes.
Creo que dejé de respirar. Mi corazón parecía dar varios pasos
tartamudeando y luego se congelaba, sintiendo dentro de mí la
anticipación del llanto, que amenaza con desbordarse en cualquier
momento.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Ni siquiera me agradaba. Yo no le agradaba. Esto era una locura,
pero estaba pasando.
Un relámpago golpeó de nuevo, esta vez mucho más cerca. El
siguiente trueno ni siquiera nos sobresaltó. Estábamos en nuestro propio
mundo. Y entonces su sonrisa torcida cayó de su rostro. Sus ojos estaban
confundidos y desesperados, pero seguían buscando en los míos.
El tiempo pareció alentarse, cada segundo se alargaba ante mí,
tentándome y torturándome con cada respiración que él tomaba. Esperé,
deseando que se decidiera mientras sus ojos se oscurecieron en un verde
profundo. Su cara estaba tensa, como si él librara una batalla interna. Algo
en sus ojos me hizo sentir muy insegura.
Supe el segundo en que se decidió. Tomó una respiración profunda y
sus bellos ojos se cerraron. Sentí su aliento contra mi mejilla, moviéndose
lentamente hacia mis labios. Sabía que debía retirarme. Él era malas, malas
noticias. Pero mi propia respiración quedó atrapada en mi garganta. Sus
labios estaban tan cercanos a los míos, desesperadamente quería
reunirme con él a la mitad del camino, darme prisa en acercarme para
probar si sus labios eran tan suaves como una almohada, así como lucían.
—¡Hola chicos! —gritó Dee.
Daemon se alejó, deslizándose en un solo movimiento fluido y
poniendo una sana distancia entre nosotros dos sobre el columpio.
Aspiré una gran bocanada de aire, la sorpresa y decepción se
agitaban en mi estómago. Mi cuerpo aun estaba hormigueando como si
se hubiera visto privado de oxígeno. Habíamos estado tan absortos en
nosotros, que ninguno de los dos había notado que la lluvia había parado.
Dee subió los escalones, su sonrisa desapareció cuando su mirada
pasó de su hermano a mí. Ella entornó sus ojos. Estaba segura de que mi
rostro estaba rojo sangre, haciendo evidente que había interrumpido algo.
Pero ella sólo miró a su hermano, sus labios formando una gorda y perfecta
O.
Él le sonrió. La misma sonrisa desequilibrada que daba la impresión
de él estaba riendo secretamente. —Hola, hermanita. ¿Qué pasa?
—Nada —dijo, entrecerrando sus ojos—. ¿Tú qué estás haciendo?
—Nada —Contestó, saltando del columpio. Me miró sobre su amplio
hombro—. Solo ganaba puntos extra.
Sus palabras azotaron a través de la neblina agradable mientras él
saltó fuera del porche y trotó hacia su propia casa. Miré a Dee, queriendo
perseguir Daemon y patearlo.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—¿Casi besarme era una parte de la operación para recuperar sus
llaves o para tenerte contenta? —Mi voz estaba tensa. Mi piel me dolía.
Dee se sentó a mi lado en el columpio. —No. Nunca fue parte del
trato. —Parpadeo lentamente—. ¿Estaba a punto de besarte?
Sentí mis mejillas arder aún más caliente. —No sé.
—Wau —Murmuró, abriendo aun más sus ojos—. Eso fue inesperado.
Y esto era incómodo. No quería siquiera pensar lo que habría
sucedido si no hubiera aparecido y definitivamente no mientras ella estaba
sentada aquí. —Uh, ¿Fuiste a visitar a tu familia?
—Sí, tuve hacerlo antes de que iniciara la escuela. Lo siento, no tuve
la oportunidad de decírtelo. Como que sucedió de repente. —Dee hizo
una pausa—. ¿Qué hicieron Daemon y tú temprano…antes de la parte del
casi beso?
—Fuimos a dar un paseo. Eso es todo.
—Eso es extraño —Continuó, mirándome atentamente—. Tuve que
robar sus llaves, pero las consiguió de vuelta.
Bajé mi cara. —Sí, gracias, por cierto. No hay nada como un chico
siendo chantajeado para salir contigo para aumentar la autoestima.
—¡Oh, no! ¡No fue así en absoluto! Pensé que él necesitaba…
motivación para ser más agradable.
—Realmente debe valorar su coche —murmuré.
—Si…lo hace. ¿Pasó mucho tiempo contigo mientras estaba fuera?
—No hemos pasado mucho tiempo juntos. Fuimos al lago un día y
luego solo hoy. Eso es todo.
Una mirada curiosa cruzó su rostro, y entonces sonrió. —¿Se
divirtieron?
Sin estar segura de cómo responder, me encogí de hombros. —Sí, de
hecho estuvo bastante bien. Es decir, tiene sus momentos, pero no fue tan
malo. —Si no cuento el hecho que lo forzaron a pasar tiempo conmigo y
casi haberme besado por puntos extra.
—Daemon puede ser agradable cuando quiere. —Dee nos empujo
hacia atrás en el columpio, con un pie en el piso para mantenerlo en
movimiento—. ¿A dónde fueron de paseo?
—Seguimos uno de los senderos y hablamos, pero luego vimos un
oso.
—¿Un oso? — Sus ojos se ampliaron—. Santa mierda, ¿Qué pasó?
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Uh, como que me desmallé o algo.
Dee me miró. —¿Te desmallaste?
Me sonrojé. —Sí, Daemon me trajo de vuelta al porche y sí, bueno, el
resto no importa.
Me estaba mirando con los ojos entrecerrados nuevamente, con
curiosidad. Entonces negó con su cabeza. Cambiando de tema, me
preguntó si se había perdido algo más mientras había estado fuera. La
puse al tanto mientras mi mente estaba completamente en otros lugares.
Dee mencionó algo acerca de ver una película más tarde antes de que se
fuera. Creo que dije que sí.
Mucho tiempo después de que yo hubiera entrado y puesto unos
pantalones deportivos, seguía confundida sobre Daemon. Él había
parecido casi simpático, antes de volver a convertirse en el señor cretino.
Frustrada me metí a la cama y me quede mirando el techo.
Había una red de pequeñas grietas en el yeso. Mi mirada las recorrió
mientras mi mente reproducía los acontecimientos previos al "casi beso." Mi
estómago se revolvió pensando en que tan cerca sus labios habían estado
de los míos. Lo que lo hacía peor, era el hecho de que yo quería que me
besara. Los gustos y la lujuria no deben de tener nada en común.
—Déjame ver si entendí. —Dee frunció el ceño desde la silla
reclinable donde se había acomodado—. ¿No tienes idea donde deseas ir
a la Universidad?
Gemí. —Suenas como mi mamá.
—Sí, bueno, estás por entrar a tu último año. —Dee se detuvo por un
segundo—. ¿No empiezan a aplicar tan pronto como comienza la
escuela?
Dee y yo estábamos sentadas en el salón de mi casa ojeando
revistas cuando mi mamá se le había ocurrido entrar a la sala, y dejar un
montón de folletos de la Universidad en la mesa de café. Gracias, mamá.
—¿No deberías estar aplicando? También eres uno de “nosotros”. —
El interés que había estado brillando en sus ojos disminuyo
—Sí, pero estamos hablando de ti.
Rodé los ojos y me reí. —No he decidido lo que quiero hacer. Así que
no veo la necesidad de elegir una escuela.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Pero cada escuela ofrece lo mismo. Podría elegir un lugar…
cualquier lugar al que quieras ir. California, Nueva York, Colorado… ¡Oh,
incluso podrías ir al extranjero! Sería increíble. Eso es lo yo que haría. Me
gustaría ir a algún lugar en Inglaterra.
—Puedes hacerlo. —le recordé.
Dee bajó sus ojos. Se encogió de hombros. —No, no puedo.
—¿Por qué no? —Levante mis piernas y las crucé. No parecía como
si el dinero fuera un problema para ellos, no cuando miraba los autos que
conducían o la ropa que llevaban. Le había preguntado si trabajaba, y
ella dijo que tenía un subsidio mensual que la mantenía a flote. El
remordimiento de sus padres por estar siempre lejos y todo eso. Algo
agradable si eres materialista.
Mamá era grandiosa al darme dinero si lo necesitaba, pero
sinceramente dudaba de que ella me diera trescientos dólares mensuales
para un nuevo y lujoso auto para mí. Tendría que seguir amando mi
pequeño sedán, oxidado y todo. Del punto A al punto B, siempre me
recordaba a mí misma.
—Puedes ir a donde quieras, Dee.
La sonrisa de Dee se tiñó de tristeza. —Probablemente permaneceré
aquí cuando me gradué. Probablemente me inscriba en una de esas
universidades por internet.
Al principio pensé que estaba bromeando. —¿Hablas en serio?
—Sí, estoy algo así como estancada aquí.
Yo estaba intrigada por la idea de que alguien estuviera estancado
en cualquier lugar. —¿Qué te está estancando?
—Mi familia está aquí —dijo tranquilamente, levantando la mirada—.
De todas formas, esa película que vimos anoche me dio pesadillas. Odio la
idea de una casa embrujada con fantasmas, vigilándote mientras
duermes.
Su rápido cambio de tema no me pasó inadvertido.
—Sí, esa película fue bastante escalofriante.
Dee hizo una cara. —Me recuerda a Daemon. Solía quedarse
encima de mí cuando yo estaba durmiendo, porque pensaba que era
gracioso. —Sus delicados hombros se estremecieron—. ¡Me enfurecía tanto
con él! No importa que tan profundamente estuviera dormida, aun así
podía sentir su mirada fija sobre mí y me despertaba. Él reía y reía.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Sonreí ante la imagen de Daemon como un niño pequeño que
fastidia a su gemela. Esa imagen fue reemplazada completamente por el
Daemon adulto. Suspiré, más que frustrada y cerré la revista.
No lo había visto desde la noche en mi pórtico, pero apenas era
lunes. Dos días sin verlo parecía ser algo habitual. Y no era como si quisiera
verlo.
Levantando la mirada, observe a Dee pasar hacia el final de su
revista. Ella siempre hacia eso, iba a los horóscopos en la parte de atrás.
Mantuvo su mano derecha contra su barbilla, tocando sus labios con una
uña pintada de morado.
El dedo se veía borroso, casi desapareciendo. El aire al alrededor de
ella parecía zumbar.
Parpadeé varias veces. El dedo todavía estaba allí. Grandioso.
Estaba alucinando nuevamente. Tiré la revista a un lado. —Tengo que ir a
la biblioteca. Necesito nuevos libros para leer.
—Podemos planear un viaje y comprar libros. —Saltó en su silla,
emocionada otra vez—. Quiero darle un vistazo a ese libro del que
comentaste en tu blog la semana pasada de que te mudaste aquí. Ese de
los chicos con superpoderes.
Mi corazoncito hizo un baile felicidad. Lee mi blog. Ni siquiera
recuerdo decirle el nombre.
—Eso sería divertido, pero estaba pensando en ir a la biblioteca esta
noche. No puedo resistirme cuando es gratis. ¿Quieres venir conmigo?
—¿Esta noche?—preguntó ella, sus ojos se ampliaron—. No puedo
esta noche, pero puedo ir mañana en la noche.
—No hay problema si no puedes ir. He pensando en ir desde hace un
par de días, pero lo sigo posponiendo, y necesito dulces para el cerebro
antes de que tenga que leer cosas de la escuela.
Su cabello oscuro osciló alrededor de su rostro travieso cuando
sacudió su cabeza. —Oh, no es la gran cosa. No me molesta no ir contigo.
No puedo ir esta noche. Ya tengo planes. Si no lo hiciera, iría.
—Está bien, Dee. Puedo ir a la biblioteca sola, y podemos ir de
compras luego. Estoy segura de que conozco el camino por la ciudad
ahora. No es como si me pudiera perderme o algo. Son sólo como… cinco
cuadras. —Hice una pausa y luego rápidamente le pregunté acerca de
sus planes para la noche, tratando de cambiar el tema.
Los labios de Dee estaban rígidos. —Nada, sólo unos amigos que
volvieron al pueblo.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Mi inocente pregunta obviamente la puso sobre evidencia y ella
parecía renuente a decir lo que realmente iba a hacer. Se acomodó en el
sillón reclinable, enfocándose en sus uñas. Sentí como si estuviera
entrometiéndome, pero no entendía cómo esa pregunta podría haberla
hecho ponerse incómoda. También había una parte de mi herida y
decepcionada de que ella no estaba incluyendo.
—Espero que se diviertan esta noche, —mentí. Bueno, no era una
verdadera mentira. Pero era al menos la mitad de una mentira. No estoy
orgullosa de eso, pero ahí lo tienen. Bien o mal, me sentía excluida.
Dee se retorció en su asiento mientras me veían. Sus ojos se
entrecerraron, tanto como lo habían hecho el día del porche.
—Creo que debes esperar hasta que yo pueda ir contigo. Ha habido
un par de chicas que han desaparecido recientemente.
Ir a la biblioteca no era ir a una casa que prepara metanfetamina,
pero recordé el cartel de “se busca” que había visto el otro día y me
encogí de hombros.
—Está bien, lo pensaré.
Dee se quedó hasta que casi era la hora en que mi mamá se fuera a
trabajar. En el camino de salida, se detuvo al borde del pórtico.
—De verdad, espera hasta mañana por la noche, iré a la biblioteca
contigo.
Le dije que si una vez más y le di un abrazo rápido. La extrañe en el
instante que se fue. La casa estaba demasiado tranquila sin ella.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
9
Traducido por Mery St. Clair
Corregido por Panchys
D
espués de cenar con mamá, decidí salir. No me tomó mucho
tiempo adentrarme en el pueblo y encontrar la biblioteca
nuevamente. Las calles, las cuales durante las pocas veces
que había estado en el pueblo siempre estaban pobladas,
ahora estaban casi desérticas. Mientras conduje, el cielo comenzó a
nublarse, también, dándole al pueblo entero un aspecto misterioso de
pueblo fantasma.
A pesar de las cosas extrañas en mi vida en este momento y la
persistente sensación de que Dee se avergonzaba de mí por no invitarme
a salir con sus amigos, sonreí mientras caminé hacia la biblioteca. Los
pensamientos de los gemelos y todo lo demás se desvaneció mientras
doblaba en la esquina de la tranquila biblioteca y veía los estantes de
libros llenando las paredes. Al igual que con la jardinería, en la tranquilidad
de la biblioteca, me sentía en paz.
Deteniéndome en una de las mesas vacías, dejé escapar un
pequeño suspiro de felicidad. Siempre era capaz de perderme leyendo.
Los libros eran un escape necesario siempre que quería dejar de pensar.
El tiempo transcurrió más rápido de lo que pensé, y la biblioteca
adquirió un aura sombría. Las bibliotecas siempre eran sombrías cuando la
luz del día acababa, pero el natural oscurecimiento del cielo añadía una
sensación espeluznante. No supe lo tarde que era hasta que la
bibliotecaria apago la mayor parte de las luces, y estaba teniendo
problemas para hacer mi camino de regreso hasta la recepción. Para
entonces, no podía esperar estar fuera del solitario y espeluznante lugar.
Un relámpago iluminó las estanterías y los truenos se veían a través
de las ventanas. Esperaba poder entrar en mi auto antes de que
comenzara a llover. Apretando contra mi pecho los libros, me apresuré a
recepción. Llegué en tiempo récord, justo antes de que la bibliotecaria se
diera la vuelta y fuera a cerrar.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Justo a tiempo —murmuré en voz baja.
La inminente tormenta había convertido el atardecer en noche,
haciendo que pareciera mucho más tarde de lo que era. Afuera, las calles
aún seguían solas. Miré detrás de mí, pensando en quedarme hasta que la
lluvia pasara, pero la luz en la biblioteca estaba apagada.
Apreté mis dientes y guardé mis libros en mi mochila antes de salir.
Apenas di un paso en la acera, y el cielo se abrió en un torrencial
aguacero, empapándome en cuestión de segundos. Hice mi mejor
esfuerzo para mantener mi mochila seca mientras rebuscaba mis llaves y
me tambaleaba de adelante a atrás. ¡La lluvia estaba congelándome!
—¿Perdone, señorita? —Una voz ronca interrumpió mi búsqueda—.
¿Esperaba que usted pudiera ayudarme?
En el intento de abrir la puerta y que los libros no se mojaran, no
escuché a nadie aproximarse. Metí mi mochila en el auto y apreté la
correa de mi bolso mientras me giré hacia la voz. Un hombre salió de las
sombras y se paro debajo del farol. La lluvia corrió bajo su cabello claro,
aplastando los mechones a su cabeza. Sus gafas se deslizaron por el
puente de su nariz torcida, mientras se abrazaba a sí mismo, su cuerpo
delgado temblaba ligeramente.
—Mi auto esta allí a la vuelta —señaló detrás de él, gritando un poco
para hacerse oír por encima de la lluvia contra el capó—, tiene una rueda
pinchada. Esperaba que tuviera una llave de cruz.
Tengo una, pero cada fibra de mi cuerpo me dice que diga no. A
pesar de que el hombre parecía ser un debilucho.
—No estoy segura. —Mi voz es más pequeña de lo que pretendí.
Empujé mi cabello mojado y aclaré mi garganta. Grité de regreso—: No sé
si tengo una o no.
El hombre me dio una sonrisa cansada. —No pude escoger un mejor
momento, ¿eh?
—No. —Cambié de un pie a otro.
Una parte de mi quería dejarlo allí con una disculpa, pero había otra
parte de mi —una enorme parte de mí— que nunca fue buena para
decirle que no a la gente. Mordí mi labio inferior mientras rodeé la puerta.
No podía dejarlo en la lluvia. El pobre hombre parecía a punto de
derrumbarse. La lástima por él echó fuera la sensación de temor que
siempre llega cuando te enfrentas a lo desconocido.
No podía dejarlo en la lluvia, no cuando yo podía ayudarlo. Al
menos la lluvia comenzaba a ceder.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Tomé una decisión, forcé una sonrisa débil. —Puedo checar. Quizás
tenga una.
El hombre sonrió. —Serías mi salvadora si la encuentras.
Se quedo donde estaba,
sintiendo mi desconfianza inicial.
no acercándose más, probablemente
—La lluvia comienza a ceder, pero por esas nubes tan oscuras pensé
que quizás estábamos en medio de un huracán. —Cerré la puerta del lado
del conductor y me dirigí a la parte trasera del auto. Abriendo la cajuela,
pasé la mano por el alfombrado, buscando la llave de cruz cerca de la
llanta de repuesto—. Creo que tengo una, para ser honesta —Solo me
distraje por unos cuantos segundos cuando sentí una corriente de aire frío
mover el cabello en la nuca de mi cuello. La adrenalina corrió por mis
venas, mi corazón golpeó contra mis costillas y mi estómago se revolvió.
—Los humanos son tan estúpidos, tan crédulos. —Su voz era tan fría
como el viento en mi cuello.
Antes de que mi cerebro pudiera registrar sus palabras, una mano
helada y húmeda se cerró sobre la mía en un agarré doloroso. Su
respiración era pegajosa contra mi cuello. Ni siquiera tuve una oportunidad
de responder.
Usando mi mano, él me forzó a darme la vuelta. Un grito escapó de
mi garganta mientras el dolor se esparció por mi brazo. Estaba cara a cara
con él ahora, y no parecía tan débil como antes. En realidad, parecía ser
más alto.
—Si… si quieres dinero puedes tomar todo lo que tengo. —Quería
lanzar mi bolso para que se marchara.
El desconocido sonrió y luego me empujó. Duro. El impacto del fuerte
asfalto sacó el aire de mi cuerpo y sujeté mi muñeca por el ardiente dolor.
Con la mano buena, agarré mi bolso y se la ofrecí. —Por favor —rogué—.
Sólo tómalo. No diré nada. Sólo tómalo. Lo prometo.
Mi atacante se agachó delante de mí, sus labios se curvaron en una
mueca mientras tomaba mi bolso. —¿Tu dinero? No necesito tu dinero. —
Arrojó la bolsa a un lado.
Lo miré mientras pequeños jadeos entraban y salían de mis
pulmones. No podía comprender lo que estaba sucediendo. Si él no iba a
robarme, ¿Entonces que quiere? Mi menté redujo posibilidades, al instante
hizo un eco de terror: No, no, no.
No podía pensar con claridad con el torrente de pensamientos e
imágenes que me inundaba. Pero mi cuerpo estaba moviéndose, y quería
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
alejarse de él, arrastrándose por la acera. El miedo me inundó. Sabía que
necesitaba gritar. Sentí las palabras subiendo en mi garganta. Abrí la boca.
—No grites —advirtió, su voz era una orden.
Sentí los músculos de mis piernas tensarse. Me removí, levantando mis
rodillas, lista para correr. Podía hacerlo. Él no lo esperaría. Podía hacerlo.
¡Ahora!
Sus brazos se movieron en un borrón, agarrando ambas piernas y
jalándolas. Mi brazo izquierdo y el lado de mi rostro golpeó el pavimento,
mi piel rasguñándose contra el cemento áspero me hizo cegarme del
dolor. Mis ojos comenzaron a hincharse en cuestión de segundos y la
sangre corrió por mi brazo. Mi estómago se revolvió. Traté de liberar mis
piernas de su agarré, lo pateé pero fallé. Él gruñó, pero mantuvo el agarré.
—¡Por favor! Déjame ir. —Traté nuevamente de patearlo con mi
pierna libre. El pavimento raspaba mis brazos, enviando más dolor y algo
más fuerte.
La ira me atravesó, apartando mi miedo, tratando de luchar. La
combinación me puso en acción. Lo pateé y empujé, una y otra vez, pero
nada pareció moverle. Ni un centímetro.
—¡Suéltame! —grité esta vez, el sonido desgarrador de mi garganta
fue crudo.
Él se movió con rapidez, su rostro desvaneciéndose y volviendo a la
normalidad como lo había visto con la mano de Dee. Y luego estaba
encima de mí, su mano cubriendo mi boca. Su peso era insoportable a
pesar de que él había parecido pequeño antes, tan débil. No pude
respirar, no pude moverme. Estaba aplastándome, pero la idea de lo que
vendría después casi me destruyó.
Alguien tenía que ayudarme. Esa era mi única esperanza.
Él bajó su cabeza, olfateando mi cabello. Un escalofrío de repulsión
me atravesó.
Siseó: —Tenía razón. Tienes su rastro. —Movió su mano de mi boca y
agarró mis hombros—, ¿Dónde están ellos?
—Yo… no te entiendo —dije, tartamudeando.
—Claro que no. —Su rostro se contrajo de disgusto—. No eres más
que un estúpido mamífero caminante. No vales la pena.
Apreté mis ojos cerrados. No quería mirarlo. No quería ver su rostro.
Quería ir a casa. Por favor…
—¡Mírame! —Cuando no obedecí, mi cabeza crujió contra el suelo.
Un nuevo dolor fresco me sobresaltó y mi único ojo bueno se abrió en
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
contra de mi voluntad. Él agarró mi barbilla con su mano helada. Mi
mirada se reflejó en su rostro y finalmente se detuvo en sus ojos. Eran
enormes y vacíos. Nunca había visto nada igual.
Y en esos ojos vi algo peor. Peor que ser asaltada, pero que ser
humillada y abusada. Vi muerte en ellos —mi muerte— sin una pizca de
remordimiento.
—Dime dónde están. —Cada palabra fue escupida.
Su voz sonaba apagada, como si hablara debajo del agua, o quizás
fue mi imaginación. Quizás yo estaba ahogándome.
—Bien —espetó—. Quizás necesite un poco de ayuda.
En un segundo, sus manos estuvieron alrededor de mi garganta y la
apretó. Antes de que tuviera una oportunidad, mi respiración fue
interrumpida. El pánico rasguñaba en mi pecho mientras yo intenté quitar
sus dedos de mi cuello, mis piernas pataleaban en un vano intento de
liberarme. Su agarré apretaba mi frágil tráquea.
—¿Estás lista para hablar? —retó—. ¿O no?
No sabía de lo que estaba hablando. Mi muñeca no parecía doler
más; los rasguños de mis brazos y rostro no parecían arder con fuerza,
como antes, porque un nuevo dolor reemplazaba el viejo. No tenía aire,
nada de aire. Mi corazón latía en mi pecho, demandando oxigeno. La
presión en mi cabeza amenazaba con estallar. Mis piernas estaban
entumecidas. Pequeñas luces atravesaban mi visión.
Iba a morir.
No volvería a ver a mi madre nuevamente. Oh Dios, ella quedaría
devastada. No podía morir de esta manera, por ninguna razón. Rogué en
silencio, recé porque alguien me encontrara antes de que fuera
demasiado tarde, pero todo estaba desvaneciéndose. Me deslicé dentro
de un oscuro abismo. La presión no era tan mala ahora. El dolor en mi
garganta parecía más débil. El dolor estaba yéndose. Yo estaba
yéndome, desvaneciéndome en la oscuridad.
Repentinamente, sus manos se habían ido, y hubo un sonido de un
cuerpo golpeando el camino en la distancia. Se sentía como si estuviera
en el fondo de un pozo profundo y el ruido proviniera desde muy lejos.
Pero podía respirar otra vez. Comía con gula cada respiración,
aprovechando el hermoso aire que bajaba por mi adolorida garganta,
alimentando mis hambrientos órganos. Comencé a toser mientras
respiraba.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Alguien gritó en un lenguaje suave y musical que nunca escuché
antes, y luego hubo otra maldición y un golpe siendo lanzado. Un cuerpo
cayó junto a mí, y rodé ligeramente. El dolor me hizo hacer una mueca,
pero fue bienvenida. Quería decir que estaba viva.
Estaban peleando en las sombras. Uno de ellos —un hombre—
agarró a otro, sujetándolo a varios centímetros en el aire. Su fuerza era
impresionante, brutal. Inhumano. Imposible.
Rodando, me sentí sacudida por otra ronda de tos. Me incliné,
poniendo el peso en mi muñeca, y grité.
—¡Maldición! —Estalló una voz profunda.
Hubo un intenso flash de luz amarilla. Las farolas en la calle
explotaron, dejando la cuadra en total oscuridad. Me acurruqué. La grava
crujía y pasos de botas se acercaron. Acaricié mi brazo lastimado.
—Tranquila. Él se ha ido. ¿Estás bien? —Una gentil mano estuvo en mi
hombro, estabilizándome. Una parte distante de mi cerebro pensó que su
voz sonaba familiar—. Sólo quédate quieta. —Traté de levantar mi cabeza,
pero los mareos casi hicieron que dejara de respirar. Mi visión era borrosa y
luego se aclaró. Mi ojo izquierdo estaba hinchado y palpitaba con cada
aceleración de mi pulso—. Todo está bien.
Un calor comenzó en mi hombro, bajando por mi brazo y
deteniéndose en mi muñeca, aliviando el dolor muscular y relajándome.
Recordé esos días, yo tumbada en las playas blancas, disfrutando del sol.
—Gracias por… —Mis palabras se desvanecieron mientras reconocí
el rostro de mi salvador. Altos pómulos, nariz recta y unos labios carnosos
que conocía. Un rostro que era sorprendente y tan frío que no podía
pertenecerle el mismo calor que lentamente entraba por todo mi cuerpo.
Unos vibrantes ojos verdes se encontraron con los míos.
—Kat —dijo Daemon. La preocupación estaba grabada en su
frente—. ¿Todavía estás conmigo?
—Tú —susurré mientras mi cabeza se ladeaba. Vagamente noté que
ya no llovía.
Él arqueó una ceja negra como el carbón. —Sí, soy yo.
Aturdida, bajé la mirada, donde él sostenía mi muñeca. No estaba
doliendo más, pero su toque estaba haciendo algo más. Tiré de mi brazo
hacia atrás, confundida.
—Puedo ayudarte —insistió, alargando su brazo hacia a mí.
—¡No! —grité y eso dolió.
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Él lo pensó por un momento más y luego bajó su mano, sus ojos
miraban mi muñeca. —Como sea. Llamaré a la policía.
Traté de no escucharlo mientras habló con la policía en el teléfono.
Eventualmente, fui capaz de recuperar el aliento. —Gracias. —Mi voz era
ronca, y dolía hablar.
—No me des las gracias. —Pasó sus dedos a través de su cabello—.
Maldición, esto es por mi culpa.
¿Cómo esto podía ser por su culpa? Mi cerebro no estaba
trabajando correctamente, porque eso no tenía mucho sentido común.
Me incliné hacia atrás con cuidado, levanté la mirada e inmediatamente
deseé no haberlo hecho. Él parecía feroz. Y protector.
—¿Ves algo que te guste, Kitten?
Bajé mi mirada… a sus manos hechos puños. Sus nudillos no tenían ni
un rasguño.
—Luz… vi luz.
—Bueno, dicen que hay una luz al final del túnel.
Alejé el recordatorio de que casi había muerto esta noche.
Daemon se agachó. —Maldición, lo siento.
¿Qué tan mal herida estas?
Eso fue imprudente.
—Mi garganta… duele. —La toqué suavemente y me estremecí—. Lo
mismo sucede con mi muñeca. No estoy… segura de si está rota. —
Levanté mi brazo con cuidado. Estaba hinchada y se volvía de un
atractivo color morado y azul—. Pero hubo un destello de luz.
Él estudió mi brazo. —Puede estar rota o torcida. ¿Eso es todo?
—¿Todo? El hombre… él trató de matarme.
Sus ojos se entrecerraron. —Entiendo eso. Tenía la esperanza de que
no te hubiera roto algo importante —se detuvo por un segundo,
pensando—. ¿Y tu cabeza?
—No… estoy bien.
Dejó escapar un suspiro. —Bien, bien. —Se levantó y miró a su
alrededor—. ¿Por qué estabas aquí, de todas formas?
—Yo… quería ir a la biblioteca —Tuve que detenerme porque mi
garganta aún dolía—. No era tan… tarde. No estamos… en un pueblo con
alto índice de criminalidad. Él dijo que necesitaba ayuda… una llanta
pinchada.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Sus ojos se abrieron con incredulidad. —¿Un extraño se acerca
pidiendo ayuda en un estacionamiento oscuro y lo ayudas? Es una de las
cosas más descuidadas que he escuchado en mi vida. —Cruzó sus brazos y
bajó la mirada hacia mí.
—Apuesto a que crees que hago cosas como esas, ¿verdad?
¿Acepto dulces de extraños y entro en camionetas que tienen un letrero
que dice “gatitos gratis”?
Comenzó a levantarse. —Lo siento, no fui de ayuda al venir, ¿O sí?
Ignoré la última declaración. —Entonces, ¿Por qué estás aquí? —Mi
garganta finalmente estaba sintiéndose un poco mejor. Aún así dolía
como el infierno, pero al menos no dolía con cada palabra.
Daemon se detuvo y corrió una mano sobre su pecho, por encima
de su corazón. —Sólo pasaba.
—Caray,
encantadores.
pensé
que
los
hombres
debían
ser
agradables
y
Frunció el ceño. —¿Qué hombres?
—Ya sabes, los caballeros en brillantes armaduras y que salvan a la
damisela del peligro. —Me detuve en ese punto. Debí de haberme
golpeado la cabeza.
—No soy tu caballero.
—De acuerdo… —susurré. Poco a poco levanté mis rodillas y apoyé
mi cabeza sobre ellas. Todo dolía, pero no tanto como lo hacía cuando
ese hombre tenía sus manos alrededor de mi garganta. Me estremecí ante
el pensamiento—. ¿Dónde está él ahora?
—Se fue. Se fue por ahora —aseguró Daemon—. ¿Kat…?
Levanté mi cabeza. Su cuerpo fornido se cernió sobre mí mientras él
me miraba. Su mirada era inquietante, penetrante. No sabía que decir. No
me gustaba cómo el cuerpo de Daemon se proyectaba con la luz de la
luna. Hice un movimiento para tratar de ponerme de pie.
—No creo que deberías levantarte. —Se arrodilló otra vez—. La
ambulancia y la policía deberían llegar en cualquier momento. No quiero
que te pase nada.
—Nada va a… pasarme —negué, finalmente escuchando las sirenas.
—No quiero tener que cargarte si te desmayas. —Examinó sus nudillos
por un par de momentos—. ¿Él te dijo algo?
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
No quería tragar saliva, pero dolió demasiado. —Dijo… que había un
rastro en mí. Y no dejaba de preguntar… ¿Dónde están ellos? No sé por
qué.
Él apartó la mirada, respirando fuerte. —Suena como un lunático.
—Sí, ¿Pero que quería?
Daemon se volvió hacia mí, frunciendo el ceño. —¿Una chica tan
estúpida como para ayudar a un maníaco homicida con su neumático tal
vez?
Mis labios se apretaron en una línea dura. —Eres un imbécil.
¿Alguien… alguna vez te lo ha dicho?
Esbozó una genuina risa divertida. —Oh, Kitten, todos los benditos
días de mi vida.
Lo miré con incredulidad una vez más. —Ni siquiera sé qué decir.
—Puesto que ya me diste las gracias, creo que nada es la mejor
manera de proceder en ese punto. —Se levantó con una fluida gracia—.
Sólo no te muevas. Eso es todo lo que pido. Quédate quieta y trata de no
causar más problemas.
Le fruncí el ceño y eso dolió.
Mi no-tan-encantador caballero se puso sobre mí, sus piernas
separadas y brazos a sus costados como si estuviera listo para protegerme
de nuevo. ¿Y si el hombre regresa? Eso debía tener a Daemon
preocupado.
Mis hombros comenzaron a temblar, mis dientes rápidamente
siguieron. Daemon se sacó su camisa y pasó el algodón caliente sobre mi
cabeza, con cuidado de que la tela no tocara las áreas dañadas de mi
rostro. Su olor me envolvió, y por primera vez desde el ataque, me sentí
segura. Con Daemon. ¿Quién lo imaginaría?
Como si mi cuerpo reconociera que no tenía que luchar más,
comencé a caer hacia un lado, y sabía que iba a tener mi otro ojo negro
cuando mi cabeza golpeó el pavimento, estaba casi definitivamente a
punto de desmayarme por segunda vez en un par de días. Por un breve
momento me pregunté si estaba condenada a parecer siempre débil
frente a Daemon, y luego me doblé en el suelo como una bolsa de papel.
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Traducido por Annabelle
Corregido por Mery St. Clair
N
o era una costumbre para mí frecuentar hospitales. Los odiaba
tanto como odiaba la música country. En mi opinión, olían a
muerte y desinfectante. Me recordaban a papá, y al tiempo
que había pasado mientras el cáncer opacaba sus ojos y la
quimio acababa con su cuerpo.
Este hospital no era para nada diferente, pero la visita era un poco
más compleja.
Envolvía a la policía, una madre frenética, y mi hosco salvador de
cabellos oscuros, el cual todavía se mantenía cerca de la habitación
donde me habían metido. Hacía mi mayor esfuerzo por ignorarlo, tan
maleducado e ingrato como sonaba.
Mi mamá, quien había estado de turno en el hospital para el
momento en que la ambulancia me había llevado con la policía de
escolta, seguía estirando la mano y acariciando mi brazo o mi cara—la
parte buena, al menos. Como si ese movimiento le recordara que yo
seguía viva y respirando, y que solo tenía moretones. Comenzaba a
molestarme, y me odiaba a mí misma por eso.
Estaba sintiendo el grado de irritación más alto.
Mi cabeza y espalda dolían demasiado, pero el dolor de mi muñeca
y brazo eran lo peor. Luego de muchos toqueteos, pinchazos, y media
docena de rayos X, se llegó a la conclusión de que nada se encontraba
roto. Tenía un esguince en la muñeca y un tendón rasgado en mi brazo,
más numerosos moretones y cortadas. Una abrazadera ya se encontraba
envolviendo mi mano izquierda y antebrazo.
También había una elusiva promesa de medicamento para el dolor
que nunca llegaba.
Los oficiales de policía eran amables, pero un poco bruscos, y
preguntaron todo tipo de preguntas que se pudieran imaginar. Sabía que
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era importante que les dijera todo lo que recordaba, pero el shock
comenzaba a desvanecerse y hacía rato que la adrenalina me había
abandonado. Todo lo que quería era irme a casa.
Pensaron que había sido un intento de robo que había salido mal,
hasta que les dije que no había pedido nada de dinero. Luego que les
conté lo que me había dicho, creyeron que tal vez había estado enfermo
o posiblemente era un drogadicto al que se le estaba terminando el
efecto.
Cuando la policía terminó de hacerme preguntas, se volvieron hacia
Daemon. Parecían estar agradecidos con él. Incluso, uno le palmeó la
espalda y sonrió. Eran amigos. Que dulce. No tuve oportunidad de
escuchar lo que les decía, porque mi mamá se apoderó de la
interrogación.
Quería que todos se fueran y me dejaran sola.
—¿Señorita Swartz?
Sorprendida de escuchar mi apellido, fue sacada de mis
pensamientos. Uno de los oficiales más jóvenes se encontraba junto a mi
cama de nuevo. No podía recordar su nombre, y me encontraba muy
cansada como para buscar su identificación. —¿Sí?
—Creo que ya terminamos por esta noche. Si recuerda algo más
llámenos inmediatamente, por favor.
Asentí y deseé no haberlo hecho. Hice una mueca cuando el dolor
atravesó mi cabeza.
—Cariño, ¿estás bien? —preguntó mamá, preocupada.
—Mi cabeza, duele.
Se levantó. —Iré a buscar al doctor para así ponerte esos
medicamentos —sonrió gentilmente—, entonces no sentirás nada.
Eso era lo que necesitaba, lo que me encantaría.
El oficial se volteó para irse, pero se detuvo de nuevo. —No creo que
tengas nada de qué preocuparte. Yo…
La interferencia de su radio interrumpió cualquier cosa que fuera a
decir. La voz del locutor se oyó sobre la estática:
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—Todas las unidades disponibles, tenemos código 18 en Well Springs
Rode. La víctima es una mujer de aproximadamente dieciséis o diecisiete
años. Posible DOA4. Paramédicos en la escena.
Wau. ¿Cuáles eran las probabilidades de que yo fuera atacada la
misma noche en la que una adolescente muere en tan pequeño pueblo?
Debía ser coincidencia. Miré hacia Daemon, sus ojos se encontraban
entrecerrados, también había escuchado.
—Jesús, —dijo el oficial, luego le dio al botón de su radio—. Unidad
414 saliendo del hospital y en camino. —Se giró, todavía hablando por la
radio y se fue.
La habitación estaba vacía, con la excepción de Daemon apoyado
contra la pared junto a la cortina. Levantó una ceja hacia mí. Mordí mi
labio inferior y aparté la cabeza, causando que otra ráfaga de dolor
atravesara en mi sien de un lado al otro. Me quedé así hasta que mi madre
volvió corriendo hasta mi cama con el doctor siguiéndola.
—Cariño, el Dr. Michaels tiene buenas noticias.
—Como ya sabes, no tienes huesos rotos y también parece que no
tienes concusión. Una vez te demos de alta, puedes ir a casa y descansar.
—dijo, acariciando el área donde manchas de gris se asomaban por su
cabello. Miró a Daemon antes de enfocarse en mí, nuevamente—. Ahora,
si comienzas a sentir nauseas o mareos, problemas de visión o pérdida de
memoria, debemos traerte de inmediato otra vez.
—De acuerdo. —dije, mirando las pastillas. A este punto aceptaría
cualquier cosa.
Después que el doctor se fue, mamá se sobresaltó cuando le quité el
pequeño vaso plástico y las pastillas, tragándolas rápidamente. Ni me
importaba lo que fueran.
Al borde de lágrimas nuevamente, estiré y busqué la mano de
mamá, pero fui interrumpida por una exaltada voz en el pasillo.
Dee entró a la habitación, su cara luciendo pálida y preocupada. —
Oh, no, Katy. ¿Estás bien?
—Sí. Solo un poco golpeada. —subí mi brazo y le brinde una débil
sonrisa.
—No puedo creer que eso haya sucedido. —Se volteó a su
hermano—. ¿Cómo pudo pasar? Pensé que tú…
—Dee —advirtió Daemon.
D.O.A. Es el término médico utilizado cuando el paciente ya había fallecido
previamente al llegar a los servicios de asistencia médica.
4
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Se alejó de su hermano, y se apoyó a un lado de mi cama. —Siento
tanto esto.
—No es tu culpa.
Asintió, pero pude notar que se ahogaba en culpa.
El nombre de mi madre fue llamado por los altavoces. Su cara
decayó, se excusó y prometió regresar en unos pocos segundos.
—¿Puedes irte pronto? —preguntó Dee.
Arrastré mi atención de vuelta hacia ella. —Supongo —me detuve—.
Tan pronto como mi madre regrese.
Asintió. —¿Viste… al tipo que te atacó?
—Sí, dijo un montón cosas locas. —Cerré los ojos, y me pareció como
si me costara un poco más abrirlos de nuevo—. Algo sobre “encontrarlos.”
No lo sé. —Cambié de posición en la dura cama, los moretones no dolían
tanto—. Fue raro.
Dee palideció. —Espero que puedas irte pronto. Odio los hospitales.
—Yo igual.
Arrugó la nariz. —Tienen… un olor tan extraño.
—Es lo que siempre le digo a mamá, pero ella cree que lo invento.
Dee sacudió la cabeza. —No, no eres solo tú. Tienen este olor…
mohoso.
Mis párpados se abrieron de nuevo y me concentré en Daemon.
Tenía los ojos cerrados al inclinar su cabeza contra la pared, pero sabía
que estaba escuchando todo. Dee habló sobre llevarme a casa si mamá
no podía irse. Estuve impactada de nuevo por los gemelos. Daemon y Dee
no pertenecían aquí, pero yo sí. Podía perderme fácilmente entre las
blancas paredes y las cortinas verde pálido. Yo era simple como el linóleo,
pero esos dos parecían alumbrar la habitación con su perfecta belleza e
impotente presencia.
Ah, la medicina hacía efecto. Ahora estaba poética. Y drogada.
Dicha pura.
Dee se movió, bloqueando mi visión hacia Daemon.
Inmediatamente sentí el pánico inundarme, y me moví incomoda hasta
que pude verlo de nuevo. Mi pulso se calmó al momento en que mi mirada
se encontró con él. No me engañaba. Trataba de actuar como si estuviera
relajado, apoyado contra la pared así con los ojos cerrados y todo, pero su
mandíbula estaba tensa, y sabía que se encontraba como el inicio de la
primavera, vibrante de energía.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Estás contendiéndote bien. Yo estaría completamente aterrada,
meciéndome en una esquina por ahí. —sonrió Dee.
—Me aterraré. —murmuré—. Dame tiempo.
No estaba segura cuanto tiempo paso antes que mi madre
regresara con una molesta expresión en su lindo rostro. —Cariño,
perdóname por abandonarte. —dijo deprisa—. Hubo un accidente
bastante fuerte, y están trayendo a muchas víctimas. Tendrás que
permanecer aquí un rato. Tengo que quedarme, al menos hasta que
determinemos si hay que moverlos a un hospital más grande. Un montón
de enfermeras no están, y el hospital no está capacitado para este tipo de
crisis. —la miré incrédula. Sentí la molestia invadirme, de nuevo. Que se
jodan todos los demás. Casi muero hoy, y quería a mi mamá.
—Sra. Swartz, nosotros podemos llevarla a casa, —dijo Dee—. Estoy
segura que quiere irse. Sé que yo quisiera, y no es problema para nosotros
llevarla.
Le rogué con los ojos a mamá para que me llevara a casa ella
misma. —Me sentiría mejor si está aquí o conmigo, en caso de que sí tenga
una concusión y, bueno, no quiero que nada más suceda.
—Nunca dejaríamos que nada sucediese. —La mirada de Dee era
firme—. La llevaremos directo a casa y nos quedaremos con ella. Lo
prometo.
Pude notar como mamá luchaba con la necesidad de mantenerme
cerca y su responsabilidad hacia aquellos lastimados en el accidente. Me
sentía mal por ponerla a elegir. Además, sabía que verme en el hospital
debía ser un doloroso recuerdo de papá. Mis ojos volaron hacia Daemon, y
la molestia se evaporó de mis hombros. Le brindé una débil sonrisa a
mamá. —Está bien, mamá. Me estoy sintiendo mucho mejor, y estoy segura
que nada más está mal. No quiero quedarme aquí.
Mamá suspiró, jugando con sus manos. —No puedo creer que esto
ocurriera esta noche, precisamente. —Su nombre fue llamado por los
altavoces, nuevamente. Hizo algo no muy característico, maldijo—,
¡Demonios!
Dee saltó, inmediatamente. —Podemos hacerlo, Sra. Swartz.
Mamá me miró y luego a la puerta. —De acuerdo, pero sí ocurre
algo fuera de lo normal, —se volteó hacia mí—. O si tu cabeza comienza a
doler más, llámame inmediatamente. ¡No! Llama al 911.
—Lo haré —aseguré.
Se inclinó y me besó suavemente en la mejilla. —Descansa un poco,
cariño. Te quiero. —Entonces se fue, corriendo por el pasillo.
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Dee me sonrió ampliamente. —Gracias —dije—. Pero no tienes que
quedarte conmigo.
Frunció el ceño. —Sí, lo haré. Sin discusiones. —Se alejó de mi lado—.
Veré que puedo hacer para sacarte de este lugar.
Parpadeé y ya se había ido, pero Daemon se movió más cerca. Su
expresión era estoica y se detuvo al pie de mi cama. Cerré los ojos. — ¿Vas
a insultarme de nuevo? Porque no estoy dispuesto a… tolerar eso.
—Creo que te refieres a soportar.
—Tolerar, soportar. Como sea. —abrí mis ojos y lo encontré
mirándome—. ¿De verdad estás bien?
—Estoy genial. —bostecé audiblemente—. Tu hermana actúa como
si fuera su culpa.
—No le gusta cuando la gente se lastima, —dijo suavemente—. Y las
personas tienden a lastimarse a nuestro alrededor.
Un frío caló mi interior. Incluso aunque su expresión era seria, sus
palabras estaban impregnadas de dolor. — ¿Eso qué significa?
No respondió.
Dee regresó entonces, con una gran sonrisa en su cara. —Estamos
listos para irnos, con órdenes del doctor y todo.
—Ven, vamos a llevarte a casa. —Daemon se movió al lado de mi
cama y, sorprendentemente, me ayudo a sentarme y luego a levantarme.
Me tropecé unos cuantos pasos, teniendo que detenerme. —Wau,
me siento dormida.
La cara de Dee se tornó comprensiva. —Creo que las pastillas ya
están haciendo efecto.
—¿Estoy… hablando mal ya? —pregunté.
—Para nada. —rió.
Suspiré, exhausta al punto de casi caerme. Mi cuerpo fue elevado en
el aire e inclinado hacia pecho de Daemon, antes de ser depositada
suavemente en una silla de ruedas.
—Reglas del hospital, —explicó Daemon y luego me rodó,
deteniéndose únicamente para permitirme firmar un par de formas antes
de llevarme al estacionamiento.
Me ayudó a subir al auto de Dee cuidando de mi brazo, me levantó
y me puso en el asiento. —Puedo caminar, sabes.
—Lo sé. —Rodeó el auto y se sentó a mi lado.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Intenté mantenerme en mi lado del asiento y con la cabeza arriba,
porque dudaba que él apreciara que me tirara encima, pero una vez que
Daemon se sentó junto a mí, mi cabeza simplemente cayó a su pecho. Se
tensó por un momento, pero luego puso un brazo sobre mis hombros. La
calidez rápidamente coló mis huesos. Se sintió bien en ese momento, estar
acurrucada contra él. Me sentía segura, y me recordó el calor que había
salido de su mano antes.
Hundí la parte sana de mi cara contra la suave tela de su camisa y
creí sentir su brazo apretándose a mí alrededor, pero eso pudo haber sido
el efecto de las pastillas. Para el momento en que el auto arrancó ya me
estaba quedando dormida, pensando en una cosa y en otra sin mucho
sentido.
No estaba segura si soñaba o no cuando Dee comenzó a hablar, su
voz sonaba baja y lejana. —Le dije que no fuera.
—Lo sé. —Hubo una pausa—. No te preocupes. No voy a permitir
que nada suceda esta vez. Lo juro.
El silencio fue seguido de más susurros silenciosos. —Hiciste algo,
¿cierto? —preguntó—. Es más fuerte ahora.
—No fue… mi intención. —Daemon se movió ligeramente, alejando
mi cabello de mi cara—. Solo pasó. Mierda.
Pasaron largos minutos, y yo luchaba por mantenerme despierta.
Pero los eventos de la noche hacían mucho peso sobre mí, y finalmente
sucumbí a la calidez de Daemon y a la dicha de la noche.
Cuando abrí los ojos nuevamente, la luz del día se abría paso por la
gruesa cortina de la sala, captando pequeñas partículas de polvo que
hacían deformes diseños sobre la pacífica cabeza de Dee. Ella estaba a
unos pocos pasos, en el mueble, curvada en profundo sueño. Sus
pequeñas manos se encontraban acomodadas bajos su mejilla, y su boca
ligeramente abierta. Parecía más bien una muñeca china que una
persona real.
Sonreí e inmediatamente hice una mueca.
Una chispa de dolor se apoderó de mi cabeza, y el miedo de la
noche anterior colmó mis venas de agua helada. Me quedé allí por unos
momentos, respirando hondo para calmarme y así ganar el control de mis
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locas emociones. Estaba viva —gracias a Daemon, quien aparentemente
también se encontraba en mi almohada.
Mi cabeza estaba en sus piernas, y una de sus manos descansaba
sobre la curva de mi cadera. Mi corazón se aceleró. No podía estar
cómodo, sentado toda la noche.
Daemon se estiró. —¿Estás bien, Kitten?
—¿Daemon? —Murmuré, tratando de controlar mis emociones—.
Yo… lo siento. No fue mi intención dormir encima de ti.
—Está bien. —me ayudó a sentarme. La habitación giraba un
poco—. ¿Te sientes bien? —preguntó de nuevo.
—Sí. ¿Te quedaste aquí toda la noche?
—Sí. —fue todo lo que dijo.
Recordaba a Dee ofrecerse, pero no a él. Despertarme con la
cabeza en sus piernas fue lo último que esperaba.
—¿Recuerdas algo? —preguntó quedito.
Mi pecho se apretó. Asentí, esperando que doliera más de lo que lo
hizo. —Fui atacada anoche.
—Alguien trató de asaltarte. —dijo.
No, no fue así. Recuerdo a un hombre tomando mi bolso, luego
tirándolo, pero él no quería mi dinero. —No intentaba asaltarme.
—Kat…
—No. —Intenté levantarme, pero su brazo regresó a mi alrededor,
formando una banda de hierro que no podía romper—. Él no quería mi
dinero, Daemon. Los quería a ellos.
Daemon se tensó. —Eso no tiene ningún sentido.
—¿En serio? —fruncí el ceño al mover mi brazo y darme cuenta que
la férula pesaba—. Pero seguía preguntando donde estaban y sobre un
rastro.
—Ese tipo estaba loco —dijo, en voz baja—. Te das cuenta de eso,
¿verdad? Que no estaba bien de la cabeza. Que nada de lo que haya
dicho significa algo.
—No lo sé. No parecía loco.
—¿No es lo suficientemente loco para ti tratar de golpear a una
chica hasta el cansancio? —su ceja se levantó—. Tengo curiosidad por
saber lo que es locura según tú.
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—No es a lo que me refiero.
—Entonces, ¿a qué te refieres? —Se movió, cuidando de no
lastimarme, lo cual me sorprendió—. Era un lunático cualquiera, pero tú vas
a hacerlo más grande de lo que en realidad es, ¿verdad?
—No estoy haciendo nada. —Inhalé para calmarme—. Daemon, ese
no era un lunático normal.
—Oh, ¿eres experta en gente loca ahora?
—Un mes contigo y siento que ya tengo una maestría sobre el tema.
—solté. Lo miré mal, y me aparté. Mi cabeza dolió.
—¿Estás bien? —se inclinó, poniendo su mano en mi brazo bueno—.
¿Kat?
Sacudí su mano. —Sí, estoy bien.
Sus hombros se tensaron, y miró hacia delante. —Sé que
probablemente estés afectada por lo que pasó anoche, pero no vuelvas
esto en algo que no es.
—Daemon...
—No quiero que Dee se mortifique porque haya un idiota allá afuera
atacando chicas. —Su mirada era tensa. Fría—. ¿Me entiendes?
Mi labio tembló. Parte de mí quería llorar. Otra parte quería
golpearlo. Entonces, ¿toda esta preocupación era por su hermana? Que
tonta yo.
Nuestras miradas se encontraron. Había tanta intensidad en sus ojos,
como si tratara de obligarme a entender.
Dee bostezó audiblemente.
Me aparté, rompiendo el contacto primero. Por supuesto, primer
punto para Daemon.
—¡Buenos días! —Chilló Dee mientras una o ambas de sus piernas
cayeron al piso, sonando sorprendentemente fuerte para alguien tan
delgado como ella—. ¿Están despiertos desde hace mucho?
Otro suspiro salió de los labios de Daemon, más audible y molesto
que el primero. —No, Dee, nos acabamos de levantar y estábamos
conversando. Roncabas tan alto que no podíamos seguir dormidos.
Dee resopló. —Lo dudo. Katy, ¿te sientes… bien esta mañana?
—Sí, estoy un poco adolorida y tensa, pero en general bien.
Sonrió, pero sus ojos aún brillaban llenos de culpa. Lo cual no tenía
sentido. Trató de alisar las ondas de su cabello, pero en seguida se
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enrollaron de nuevo en cuanto apartó su mano. —Creo que voy a hacerte
desayuno. —Antes de poder responderle, corrió a la cocina y pude
escuchar numerosas puertas abrirse y cerrarse, al igual que utensilios y
sartenes golpeándose entre sí.
—De acuerdo.
Daemon se levantó y estiró, los músculos de su espalda me tentaron
bajo su camisa. Miré a otro lado.
—Mi hermana me importa más que cualquier otra cosa en el
universo —dijo suavemente. Cada palabra dicha con determinación—,
haría cualquier cosa por ella, por cerciorarme de que está feliz y segura.
Por favor, no la preocupes con historias locas.
Me sentí infinitamente pequeña. —Eres un idiota, pero no le diré
nada. —cuando miré hacia arriba, me costó concentrarme cuando sus
ojos brillaban tanto como lo hacían—. ¿De acuerdo? ¿Contento?
Algo se reflejó en su rostro, y se fue igual de rápido como había
llegado. ¿Rabia? ¿Remordimiento? —En realidad no. Para nada.
De nuevo nos miramos fijamente. El aire era tenso, palpable.
—¡Daemon! —Llamó Dee desde la cocina—. ¡Necesito tu ayuda!
—Deberíamos ir a ver qué está haciendo antes que destruya tu
cocina. —Se frotó la cara con las manos—. Es posible.
Manteniéndome en silencio, lo seguí por el pasillo donde la luz se
filtraba por la puerta abierta. Me estremecí ante la abrupta claridad y de
repente recordé que no me había cepillado el cabello ni los dientes
todavía. Salté lejos de Daemon. —Creo que tengo que… irme.
Levantó una ceja. —Irte… ¿A dónde?
Sentí mis mejillas calentarse. —Arriba. Necesito una ducha.
Sorprendentemente la puerta que había dejado abierta no se había
cerrado. Asintió y desapareció dentro de la cocina. En el borde de las
escaleras, inconscientemente mis dedos se fueron hasta mis labios y otro
escalofrío recorrió mi cuerpo. ¿Cuán cerca estuve de morir anoche?
—¿De verdad va estar bien? —escuché a Dee preguntar.
—Sí, va a estar bien. —Respondió Daemon, pacientemente—. No
tienes nada de qué preocuparte. Nada va a suceder. Todo estaba
arreglado cuando regresé.
Me mantuve cerca de las escaleras.
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—No pongas esa cara. Nada te va a pasar. —Esta vez, Daemon
exhaló con evidente frustración—. O a ella, ¿Vale? —Se mantuvieron en
silencio un rato más—. Debimos haber esperado algo así.
—¿Tú lo hiciste? —Dee preguntó molesta—. Porque yo trataba de no
pensar en eso, tenía la esperanza de que tal vez podríamos tener un
amigo, uno de verdad, sin que ellos…
Sus tonos se disminuyeron, volviéndose ininteligibles. ¿Hablaban de
mí? Tenían que estar hablando de mí, pero eso no tenía ningún sentido. Me
quedé allí totalmente confundida, tratando de descubrir de qué podrían
estar hablando.
La voz de Daemon se alzó. —¿Quién sabe, Dee? Ya veremos cómo
van las cosas. —Hizo una pausa y luego se rió—. Creo que estás quemando
esos huevos. Ven, dámelos.
Antes de moverme de mi lugar escuché un poco más mientras ellos
iban de acá para allá normalmente. Sin advertencia, otra conversación
robada me vino a la mente. La noche anterior en el auto, mientras entraba
y salía de la inconsciencia, los había escuchado murmurar
preocupaciones que no pude entender.
Quería sacudirme el incesante presentimiento de que ocultaban
algo. No había olvidado la aversión de Dee hacia mí yendo a la
biblioteca. O la extraña luz que había visto en la biblioteca y me
recordaba tanto a la luz en el bosque cuando vi al oso y me desmayé,
algo que nunca había hecho en toda mi vida. Y también estaba el día en
el lago, donde Daemon se había convertido en Aquaman.
Caminé entumecida hasta mi baño y encendí la luz, esperando ver
mi cara arruinada. Moví la cabeza a un lado, y un jadeo escapó de mi
garganta. Sabía que mi mejilla había sido rasgada anoche. Recordaba el
dolor y a mi ojo hinchado sin poder abrirse. Pero ahora, mi ojo solo se
encontraba un poco morado, y mi mejilla roja como si nueva piel ya
hubiese comenzado a crecer. Mi mirada viajó hasta mi cuello. Los
moretones ahí eran casi visibles, como si el accidente hubiese ocurrido días
atrás, y no apenas anoche.
—¿Qué demonios? —murmuré.
Mis heridas estaban casi curadas, con la excepción de mi brazo….
Pero eso también apenas dolía. Otro recuerdo pasó por mi mente, de
Daemon inclinándose sobre mí en el camino con las manos calientes. ¿Sus
manos habían…? No podía ser.
Sacudí la cabeza.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Pero mientras me examinaba a mí misma no podía sacudir la
sensación que me decía que algo sucedía aquí, y los gemelos sabían.
Nada tenía sentido.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
11
Traducido por Mery St. Clair
Corregido por Melii
E
l domingo antes de que la escuela fuera a comenzar, Dee me
llevó al pueblo para comprar mis cuadernos, mientras que ella
reemplazó casi todos sus útiles escolares. Sólo tendríamos tres
días de escuela y luego el Día del Trabajo. Ya estaba
anhelándolo. Antes de regresar a casa, Dee estaba hambrienta como
siempre, y nos detuvimos en uno de sus lugares favoritos.
—Es un… restaurante pintoresco —dije.
Dee sonrió, el tacón de su sandalia constantemente tocando el piso.
—¿Pintoresco? Es pintoresco para una chica de ciudad como tú, pero aquí
es el lugar más popular.
Eché otra rápida mirada alrededor. El Smoke Hole no era tan malo;
de hecho era un lugar con colores tierra, y me gusto los grupos de rocas y
piedras que sobresalían de los bordes de las mesas.
—Está mucho más lleno en la tarde y después de la escuela —
agregó entre sorbo y sorbo—, Hace imposible conseguir un asiento.
—¿Vienes aquí a menudo? —Encontré un poco difícil imaginar a la
hermosa Dee pasando el rato aquí, comiendo un sándwich de pavo y
malteadas.
Pero ella estaba aquí, con su segundo sándwich de pavo y su
tercera malteada. Desde que conocí a Dee, había estado
constantemente sorprendida por la cantidad de comida que consumía en
una sola sesión. En realidad, era un poco preocupante.
—Daemon y yo venimos aquí al menos una vez a la semana por
lasaña. ¡Está para morirse! —sus ojos se iluminaron con una mezcla de
emoción y nostalgia.
Reí. —Tú amas cualquier comida, pero gracias por invitarme a salir
hoy. Me alegra poder salir de casa sin mamá. Se la pasa cada segundo
sobre mí.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Ella está preocupada.
Asentí, jugueteando con la pajita. —Especialmente después de
enterarse sobre la chica que murió la misma noche. ¿La conocías?
Dee bajó la mirada a su plato, sacudiendo su cabeza. —No mucho.
Cursaba un grado inferior que nosotros, pero mucha gente la conocía.
Pueblo pequeño y todo eso. Creo que leí que no están seguros de que
fuera asesinada, parece que fue un ataque al corazón —se detuvo, sus
labios se fruncieron mientras miraba sobre mi hombro—. Qué extraño.
—¿Qué? —pregunté, girándome para ver lo que ella estaba mirando
y volteando mi rostro tan pronto como pude. Era Daemon.
Dee inclinó su cabeza, su cabello oscuro cayó descuidadamente a
su alrededor. —No sabía que él vendría aquí.
—Oh, él aparece con solo ser nombrado.
Dee estalló en risas, llamando la atención de todos en la habitación.
—Ah, eso fue divertido.
Me hundí en mi asiento. Después de la mañana en que él y su
hermana me prepararon el desayuno, él me ha evitado y eso estaba bien.
Sin embargo, quería darle las gracias por salvarme la vida. Un
agradecimiento adecuado que no termine en insultos, pero las pocas
veces que fui capaz de verlo, él se tomó el tiempo suficiente para
advertirme con la mirada que no quería que me acercara.
Daemon podría ser el hombre más físicamente perfecto que había
visto —su rostro era algo por el cual un artista moriría por tener una
oportunidad de dibujar—nunca parecía verse mal. Pero también podría ser
el mayor imbécil del planeta.
—No va a sentarse aquí, ¿verdad? —susurré a Dee, quien parecía
muy divertida.
—Hola, Dee.
Contuve la respiración ante el sonido de su ronca voz. Deslicé mi
brazo vendado debajo de mi mesa. Estaba segura de que si él lo veía,
podría recordarle el inconveniente que he sido.
—Oye —dijo Dee mientras descansaba su barbilla en su mano—.
¿Qué estás haciendo aquí?
—Tengo hambre —respondió él secamente—. Aquí es donde la
gente viene a comer, ¿no?
Miré mi hamburguesa a medio comer y papas fritas, jugando con mi
plato, rezando a quien sea que pudiera escuchar mis plegarias poder
desvanecerme en mi asiento hasta que él se fuera. Me obligué a mi misma
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
a pensar en todo tipo de cosas—libros, programas de televisión, películas,
Daemon, el césped afuera de…
—Todos menos tú, ¿Viniste a jugar con tu comida?
Oh, maldición. Plasmé la sonrisa más brillante que pude fingir y me
armé de valor. Mi sonrisa vaciló en el momento en que lo miré a los ojos. Él
me miró expectante, como si supiera lo que realmente estaba pensando,
quería que peleara contra él. —Sí, verás, mamá normalmente me lleva a
Chuck E. Cheese para cenar, así que me siento un poco fuera de lugar.
Extraño al ratón tomando mi pedido y todo eso.
Dee resopló y levantó la mirada a su hermano. —¿No es ella
grandiosa?
—Sencillamente encantadora —cruzó sus brazos, su voz en un tono
tan seco como siempre—. ¿Qué tal tu brazo?
Su pregunta me tomó por sorpresa. Mi brazo se sentía bien. Quería
deshacerme de la férula, pero mamá se rehusaba a dejarme bañar sin
ella. —Mejor. Estoy bien. Gracias…
—No lo hagas —me interrumpió, pasando una mano a través de sus
mechones negros—. Tu cara se ve mucho mejor, por cierto.
Inconscientemente coloqué una mano en mi mejilla. —Bueno…
gracias, creo —Miré a Dee con incredulidad y musité las palabras: ¿Tengo
algo en mi cara? Hacia ella.
Ella intercambió una mirada divertida conmigo antes de regresar la
atención a su hermano. —¿Te unes a nosotras? Estábamos terminando.
Fue el turno de Daemon de resoplar. —No, gracias.
Volví a juguetear con la comida de mi plato. Como si la idea de
comer con nosotras fuera la cosa más absurda.
—Bueno, eso es tan triste —Dee no se ofendió en absoluto.
—¡Daemon, ya estás aquí!
Levanté la mirada hacia el sonido de una chica demasiado
emocionada. Una pequeña y linda rubia saludaba desde la entrada.
Daemon le regreso el saludo, no muy alegremente, y observé como ella
prácticamente rebotó hasta nuestra mesa. Cuando estuvo frente a
Daemon, lo besó rápidamente en la mejilla antes de abrazarlo
posesivamente.
Una fea y ardiente sensación se esparció en mi vientre. ¿Tenía novia?
Eché una mirada a Dee. Su hermana no parecía feliz.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
La chica finalmente puso atención en nuestra mesa. —Hola, Dee,
¿Cómo has estado?
Dee le regresó la sonrisa en un tono muy contenido. —Grandioso,
Ash, ¿Y tú?
—Excelente —Le dio un codazo a Daemon como si estuviera
hablando de una broma entre ellos.
No pude respirar.
—¿Pensé que te habías ido otra vez? —preguntó Dee, sus ojos por lo
general cálidos se convirtieron en fríos—. ¿Tus hermanos decidieron
regresar antes de que comenzara la escuela?
—Cambiamos de opinión —Levantó la mirada hacia Daemon
nuevamente, quien comenzaba a verse incómodo.
—Mmm, interesante —respondió Dee, su expresión asumió una
máscara felina—. Oh, que grosera soy. Ash, ella es Katy —me señaló—. Es
nueva en nuestro excitante pueblo.
Forcé una sonrisa hacia la chica. No había razón para estar celosa o
molesta, pero maldición, esta chica era muy linda.
La sonrisa de Ash se desvaneció. Dio un paso hacia atrás. —¿Esta es
ella?
Mis ojos fueron hasta Dee.
—No puedo hacer esto, Daemon. Quizás ustedes estén de acuerdo,
pero yo no —Ash sacudió su cabello rubio con una mano—. Esto es un
error.
Daemon suspiró. —Ash…
Sus labios se fruncieron. —No.
—Ash, ni siquiera la conoces —Dee se puso de pie—. No seas
ridícula.
El tráfico en la cena, literalmente, se detuvo. Todo el mundo nos
miraba.
Sentí un calor, una mezcla de vergüenza y de ira, subiendo por mi
rostro mientras veía a Ash. —Lo siento, ¿Te he hecho algo?
Los extraordinariamente ojos azules brillaron fijos en mí. —Sí, ¿Qué te
parece respirar para comenzar?
—¿Disculpa? —dije.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Ya me has oído —replicó Ash. Luego se volvió a Daemon—. ¿Es por
esto que todo lo que hemos logrado se irá a la mierda? ¿Por esto mis
hermanos han tenido que moverse por el país…?
—Es suficiente —Daemon agarró el brazo de Ash—. Hay un
McDonald una calle abajo. Te conseguiremos tu Cajita Feliz. Quizás eso te
tranquilice.
—¿De qué va todo esto? —exigí. El impulso de levantarme y
arrastrarla por el cabello era difícil de ignorar.
La ardiente mirada de Ash era como dos rayos láser. —Todo se irá a
la mierda.
—Bueno, esto fue muy divertido —Daemon arqueó una ceja a su
hermana—. Te veré en casa.
Los observé marchándose, hirviendo de ira. Sin embargo, debajo de
esa ira también me sentía herida.
Dee ese dejó caer en su asiento. —Oh, Dios mío, lo siento. Es una
completa perra.
La miré mientras mis manos temblaban. —¿Por qué dijo esas cosas
de mí?
—No lo sé. Parecía estar celosa —Dee jugueteó con su paja, pero
evito mis ojos—. Ash tiene algo con Daemon, siempre lo ha tenido. Solían
salir antes.
Mi cerebro quedo atrapado en las palabras “Solían salir” por un
segundo.
—De todos modos, se enteró de que él te rescató la otra noche. Por
supuesto que ella te va a odiar.
—¿De verdad? —No le creía—. ¿Todo esto porque Daemon me
salvó de ser asesinada? —Frustrada, golpeé mi férula sobre la mesa e hice
una mueca—. Pero si Daemon me trata como si fuera una terrorista. Es
ridículo.
—Él no te odia —contestó en voz baja—. Creo que quiere hacerlo,
para ser honesta. Pero no puede. Por eso actúa así.
Eso no tenía sentido para mí. —¿Por qué quiere odiarme? No quiero
odiarlo, pero no me lo pone fácil.
Dee levantó su mirada, sus ojos llenos de lágrimas. —Kat, lo siento. Mi
familia es un poco rara. Así es en este pueblo. Así es Ash. Verás, su familia
es… es amiga de la nuestra. Y todos nosotros tenemos mucho en común.
—La mire, esperando que ella se explicara que en común podría tener con
esa arpía de Ash.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Ellos son trillizos, ¿Sabes? —Dee se recargó contra el respaldo,
mirando con indiferencia su plato—. Tiene dos hermanos, Adam y Andrew.
—Espera —La mire boquiabierta—. ¿Me estás diciendo que hay unos
trillizos aquí y ustedes son gemelos?
Frunció el ceño mientras asentía.
—¿En una ciudad como de quinientas personas?
—Sé que es raro —dijo, mirándome—. Pero tenemos cosas en común
y todos somos muy unidos. A los pueblos pequeños no les agradan los
extraños. Y yo estoy saliendo con su hermano Adam.
Abrí mi boca. —¿Tienes novio? —Cuando ella asintió, negué con mi
cabeza—. Nunca lo has mencionado antes.
Se encogió de hombros, apartando la mirada. —No es algo que me
guste contar. No nos vemos mucho.
Cerré mi boca de golpe. ¿Qué chica no habla de su novio? Si yo
tuviera uno, hablaría de él, al menos lo mencionaría una vez. Quizás dos.
Miré a Dee con nuevos ojos, preguntándome cuando más no me estaba
diciendo. Echándome hacia atrás, mi mirada se desvió más allá de Dee, y
fue como si un interruptor se encendiera.
Comencé a notar cosas—pequeñas cosas.
Por ejemplo, cómo la camarera pelirroja con un lápiz clavado en su
peinado no dejaba de mirarme y tocaba una brillante piedra negra de su
collar. Luego, estaba el viejo hombre sentado en el bar, su comida sin
tocar, nos miraba mientras murmuraba por lo bajo. Parecía estar un poco
loco. Mis ojos recorrieron la habitación. Una mujer en traje de negocios
llamó mi atención. Ella dijo algo y regresó su atención a su compañero. Él
miró sobre su hombro, y su rostro palideció.
Rápidamente, me giré hacia Dee. Ella parecía ajena a todo, o quizás
estaba tratando fuertemente de ignorarlos. La tensión se cortaba en el
aire. Era como una línea invisible que se había dibujado y debía saltar
sobre ella. Podía sentirlos a todos, decenas de ojos, fijos en mí. Todas esas
miradas llenas de desconfianza y una emoción mucho más peor.
Miedo.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
La última cosa que quería usar en mi primer día en una escuela
nueva era una férula, pero dado a que mi mamá insistía en que esperara a
mañana, cuando sería mi primer chequeó, estaba atrapada entras los
susurros, “¡Mira, una chica nueva!” cuando entré en los pasillos de la
escuela. Y a eso le agregas, “¡Mira, una chica nueva que ha sido
asaltada!”, también.
Todos me miraban como si yo fuera un extraterrestre con dos
cabezas caminando por la escuela. No estaba segura de sí debería
sentirme como una celebridad o un paciente escapado de un manicomio.
Nadie me hablaba.
Por suerte, la escuela era pequeña y fue fácil encontrar las clases.
Estaba acostumbrada a escuelas con al menos cuatro pisos de alto, con
múltiples alas, y campos abiertos. La escuela tenía un par de pisos, pero
eso era todo.
Encontré mi salón de clase fácilmente y me senté ignorando las
miradas curiosas y un par de suaves sonrisas. No vi a mis vecinos hasta el
segundo periodo, y fue Daemon quien se paseaba por los pasillos antes de
que sonara la campana, con una sonrisa en sus labios llenos. Las
conversaciones habían prácticamente cesado. Varias chicas a mi
alrededor incluso dejaron de garabatear en sus cuadernos.
Daemon era una especie de estrella de rock, entraba con una
arrogancia mortal. Tenía la atención de todo el mundo, especialmente
cuando cambió su libro de trigonometría de una mano a otra, y pasó sus
dedos entre su alborotado cabello, dejándolo caer de vuelta a su frente.
Sus vaqueros colgaban de sus caderas, así que cuando levantó su brazo,
una línea de piel dorada hizo las matemáticas mucho más interesante.
Una chica de cabello rojizo suspiró a mi lado y dijo en voz baja: —
Dios, lo que no daría por un trozo de eso. Un sándwich de Daemon debería
estar en el menú.
Otra chica rió. —Eso sería terrible.
—Junto con los gemelos Thompson como plato principal —respondió
la pelirroja, ruborizándose mientras él se acercaba.
—Lesa, eres una tonta —dijo riendo la morena.
Me apresuré a ignorarlo observando mi cuaderno, pero sabía que él
se sentó detrás de mí. Mi espalda entera hormigueaba. Un segundo
después, sentí que picaban en mi espalda. Mordiéndome el labio, miré
sobre mi hombro.
Su sonrisa era ladeada. —¿Cómo está tu brazo, Kittykat?
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
La emoción y el miedo peleaban en mi interior. ¿Escribió en mi
espalda? No me sorprendería si lo hiciera. Sentí mis mejillas enrojecer ante
el brillo en sus ojos verdes. —Bueno —dije, echando mi cabello hacia
atrás—. Me quitaran la férula mañana, creo.
Daemon colocó su pluma en el borde del escritorio. —Eso ayudara.
—¿Ayudar con qué?
Él jugueteó con el bolígrafo, aparentemente ajeno a confusión. —
Con eso que llevas allí.
Mis ojos se entrecerraron. No quería saber a lo que estaba
refiriéndose. No había nada malo con mis jeans o mi blusa. Me parecía
igual que a todos los demás en el aula, con excepción de los chicos que
tenían sus camisas fajadas en sus pantalones. No había visto un sombrero
vaquero o acentos extraños. Estos chicos parecían como los chicos de
Florida, solo con menos potencial al cáncer de piel.
Lesa y su amiga dejaron de hablar, observando a Daemon y a mí
con la boca abierta. Le rogué a Dios para que Daemon no dijera nada
estúpido, porque sí no lo golpearía hasta sacarlo de la clase. Mi férula era
lo suficientemente pesada como para hacerle daño.
Inclinándose hacia adelante, su cálido aliento bailó a lo largo de mi
mejilla cuando habló: —Menos personas te mirarían si no trajeras la férula,
es todo lo que digo.
No creí ni por un segundo que eso era todo de lo que estaba
hablando. Además de eso, con él estando tan cerca de mi cara, todo el
mundo estaba mirándonos. Y nosotros no estábamos apartando la mirada
del otro. Estábamos atrapados en una pelea épica de miradas que me
negaba a perder. Algo pasó entre nosotros, recordándome a la extraña
corriente que había sentido con él.
Un chico al otro lado de Daemon silbó. —Ash va a patearte el
trasero, Daemon.
Daemon sonrió con superioridad. —No, le gusta demasiado mi
trasero como para lastimarlo.
El chico rió.
Con los ojos fijos en los míos, él se acercó aún más. —¿Adivina qué?
—¿Qué?
—Revisé tu blog.
Oh. Querido. Jesús. ¿Cómo lo encontró? Espera. Más importante que
el hecho de que lo encontró. ¿Busco en Google mi blog? Era como
echarle más sal a la herida.
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—Acosándome otra vez, ya veo. ¿Necesito conseguir una orden de
restricción?
—En tus sueños, Kitten —sonrió—. Oh, espera, ya soy el protagonista
de ellos, ¿no?
Rodé mis ojos. —Pesadillas, Daemon. Pesadillas.
Él sonrió, sus ojos brillaban, y casi le devolví la sonrisa, pero por suerte
el profesor comenzó a llamar nuestra atención, forzando a terminar nuestra
platica, bueno, lo que sea que pasaba entre nosotros. Me giré a mi
asiento, dejando escapar un lento suspiro.
Daemon rió suavemente.
Cuando la campana sonó, señalando el final de la clase, salí lo más
rápido que pude. Lo hice sin mirar atrás para ver lo que Daemon estaba
haciendo. Matemáticas sería mucho más difícil de lo normal si él se sienta
detrás de mí en cada clase, todos los días.
En el pasillo, Lesa y su amiga me alcanzaron. —Eres nueva aquí —dijo
la morena. Que observadora.
Lesa rodó sus oscuros ojos. —Eso es obvio, Carissa.
Carissa ignoró a su amiga, empujando sus gafas por encima de su
nariz mientras ella se abría paso entre el pasillo lleno de gente. —¿Cómo
conoces a Daemon Black tan bien?
Teniendo en cuenta de que estas chicas hablaban conmigo solo
porque estuve hablando con Daemon, eso no me emocionaba. —Me
mudé a su lado a mediados de junio.
—Ah, estoy celosa —Lesa frunció sus labios—. A la mitad de la
población en esta escuela les encantaría cambiar lugar contigo.
Felizmente cambiaría de lugar con ellos.
—Por cierto, me llamo Carissa, y ella es Lesa, por si no lo sabías
todavía. Hemos vivido aquí toda nuestra vida —Carissa esperó.
—Me llamo Katy Swartz, de Florida —Curiosamente, ella no tenían los
marcados acentos que yo había esperado.
—¿Viniste aquí, a West Virginia, de Florida? —Los ojos se Lesa se
agrandaron—. ¿Estás loca?
Sonreí. —Mi mama lo está.
—¿Que le paso a tu brazo? —preguntó Carissa mientras me seguían
por las escaleras.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Había tanta gente en las escaleras que yo no podía hablar de lo
ocurrido, pero Lesa aparentemente lo sabía. —Ella fue asaltada en el
pueblo, ¿Recuerdas? —Le dio un golpe a Carissa con una cadera—. La
misma noche que Sarah Butler murió.
—Oh, sí —dijo Carissa, frunciendo el ceño—. Le harán un homenaje
mañana durante el evento de bienvenida. Es tan triste.
No muy segura de que responder, asentí.
Lesa sonrió mientras llegamos a la segunda planta. Tenía Inglés en el
extremo del pasillo y estaba segura de que compartiría esa clase con Dee.
—Bueno, fue un placer conocerte. No conocemos a mucha gente nueva
aquí.
—Nop —concordó Carissa—. No hay chicos nuevos desde que los
trillizos llegaron aquí en primer año.
—¿Te refieres a Ash y sus hermanos? —pregunté, confundida.
—Y a los Black —respondió Lesa—. Los seis legaron aquí con unos
días de diferencia. Toda la escuela se volvió loca.
—Espera —Me detuve en medio del pasillo, ganándome unas
miradas desagradables de algunas personas que chocaron conmigo—.
¿Qué quieres decir con los seis? ¿Y todos llegaron aquí al mismo tiempo?
—Pues eso —dijo Carissa, levantando sus gafas—. Y Lesa no está
bromeando. Fue una locura los siguientes meses. ¿Puedes creerlo?
Lesa se detuvo en la puerta de un aula, su frente arrugada. —Oh,
¿No sabías que aquí estuvieron tres Black?
Sintiéndome incluso más confundida, negué con mi cabeza. —No.
Sólo son Daemon y Dee, ¿Verdad?
La campana sonó, y Lesa y Carissa miraron como el salón comenzó
a llenarse. Fue Lesa quien me explicó: —Eran trillizos, también. Dee y sus dos
hermanos, Daemon y Dawson. Eran completamente idénticos, como los
chicos Thompson. No podrías distinguirlos ni aunque tu vida dependiera de
ello.
Las miré, con mis pies sembrando raíces en el suelo.
Carissa sonrió con tristeza. —Es muy triste. Uno de ellos, Dawson,
desapareció un año atrás. Casi todo el mundo cree que él está muerto.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
12
Traducido por Annabelle
Corregido por Melii
I
ba tarde a clases, por lo que no tuve tiempo de preguntarle a
Dee sobre su otro hermano en Inglés Avanzado. Y todavía estaba
muy dolida para tocar ese tema con ella. No podía creer que
tuvieran otro hermano y no lo hubieran mencionado ni siquiera
una vez. Ni hubieran mencionado a sus padres, su novio, o lo que hacía
cuando se iban por uno o dos días.
¿Él había desaparecido? ¿Muerto? Mi corazón se encogió por ellos
incluso aunque, obviamente, no me habían contado todo. Yo sabía lo que
era perder a alguien. Y encima de todo eso, había algo completamente
extraño en el hecho de que dos familias diferentes con trillizos se hubieran
mudado al mismo pueblito en cuestión de días, pero Dee había dicho que
los Thompson eran amigos de la familia. Quizás fue planeado.
Después de clases, Dee fue detenida por Ash y un chico de cabellos
dorados que parecía modelo. No se necesitaba ni un poco de esfuerzo en
la imaginación para darse cuenta de que era uno de sus hermanos. Y
cuando se fueron, antes de que saliéramos corriendo a nuestra próxima
clase, lo único que Dee pudo decir fue que nos encontráramos en el
almuerzo.
Mi próxima clase era Biología, y Lesa estaba allí. Se sentó en la mesa
frente a mí, sonriendo. —¿Cómo te está yendo en tu primer día?
—Bien. Normal. —Normal con la excepción de todo de lo que me he
enterado—. ¿Y el tuyo?
—Aburrido y solitario ya. —respondió—. No puedo esperar a que se
termine este año escolar. Estoy lista para largarme de aquí y mudarme a
un pueblo normal.
—¿A un pueblo normal? —reí.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Lesa se inclinó hacia atrás, descansando los brazos sobre la mesa. —
Este pueblo es el epicentro de la rareza. Algunas personas aquí, bueno…
simplemente no actúan correctamente.
Se me vino a la mente un campesino de tres dedos, pero de alguna
manera, dudaba que era eso a lo que ella se refería. —Dee dijo que
algunas personas aquí no eran amistosas.
Rió. —Lo dijo.
Fruncí el ceño. —¿Eso que se supone que significa?
Sus ojos se abrieron y sacudió la cabeza. —No lo digo de una mala
manera, pero alguno de los chicos de aquí y las familias del pueblo no son
amistosos con ella, ni con los otros como ella.
—Los otros como ella…
saber lo que eso significa.
—dije lentamente—. No estoy segura de
—Yo tampoco, —se encogió de hombros—. Como dije, la gente es
extraña por aquí. El pueblo es extraño. Las personas están siempre
afirmando ver hombres de negro corriendo por ahí, en trajes negros, no los
actores. Pienso que son del gobierno. De hecho, yo misma los he visto.
También están las otras cosas que la gente afirma haber visto.
Recordé al hombre de la tienda. —¿Cómo qué?
Sonriendo, Lesa miró hacia el frente del salón. El profesor no había
llegado todavía. Se arrimó más cerca y bajó su voz hasta susurrar. —Vale,
esto va a sonar loquísimo, y aclaremos una cosa. Yo no creo en nada de
esta mierda, ¿De acuerdo?
Sonaba jugoso. —De acuerdo.
Sus ojos se encogieron. —La gente de por aquí aclama haber visto
unas masas de luz allá arriba, cerca de las montañas Seneca. Como
unas… cosas de luz en forma de personas. Algunos creen que son
fantasmas, o extraterrestres.
—¿Extraterrestres? —Rompí a reír, atrayendo unas cuantas miradas—.
Lo siento, pero, ¿Es en serio?
—En serio —repitió, sonriendo—. Yo no lo creo, pero de hecho por
aquí hemos tenido tráfico de gente buscando evidencias. No bromeo.
Somos como en Point Pleasant aquí.
—Oh, vas a tener que contarme de eso.
—¿No has escuchado nunca del Hombre Polilla? —rió al ver mi cara—
. Es otra cosa extraña sobre una criatura gigante que vuela y advierte a las
personas antes de que algo malo suceda. Allá en Point Pleasant, algunos
han reportado haberlo visto antes de que el puente colapsara y matara un
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
montón de gente. Y días anteriores a eso, reportaron haber visto hombres
en trajes caminando por allí.
Abrí la boca para contestar, pero nuestro profesor entró. Al principio
no lo reconocí. Su cabello castaño claro estaba recogido hacia atrás, y el
polo se pegaba a su cuerpo, nada como la camisa gastada y los jeans en
que lo había visto la última vez.
Matthew era el Sr. Garrison, mi profesor de biología. El mismo chico
que había estado en la casa de Daemon cuando regresamos del lago.
Él recogió papeles de su escritorio y subió la mirada, escaneando la
clase. Sus ojos se detuvieron en mí, y sentí como la sangre abandonaba mi
cara.
— ¿Estás bien? —susurró Lesa.
El Sr. Garrison sostuvo mi mirada un segundo más y luego la retiró. Solté
el aire que estaba conteniendo. —Sí, —susurré, tragando seco—. Estoy
bien.
Me senté en mi silla, mirando al frente distraídamente mientras el Sr.
Garrison empezaba su clase, hablando sobre la materia que cursábamos y
los laboratorios en los que íbamos a participar. La autopsia de animales
obligatoria ya tenía fecha, para mi muy mala suerte. La idea de cortar
animales, vivos o muertos, me daba escalofrío.
Pero no tan malo como el escalofrío que me provocaba el Sr.
Garrison. Durante la clase podía sentir su mirada fija en mí, y era como si
viera directamente dentro de mí. ¿Qué diablos estaba ocurriendo por
aquí?
La cafetería de la escuela se encontraba cerca del gimnasio, un largo
y rectangular espacio que olía a comida sobrecosida y desinfectante.
Mesas blancas ocupaban el lugar y la mayoría de ellas ya estaban llenas
para el momento en que entré. Reconocí a Carissa en la fila.
Ella se volteó, me vio y sonrió. —Hay espagueti en el menú, o al menos
lo que ellos consideran espagueti.
Haciendo una mueca, puse un poco en mi bandeja. —No se ve tan
mal.
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—No luego de que hayas visto el pastel de carne. —agregó fideos a
su plato, junto con un poco de ensalada. Luego escogió su bebida—. Lo
sé. La leche con chocolate y el espagueti no van juntos.
—No, no van. —reí, tomando una botella de agua—.
comer a cualquiera fuera del campus?
¿Permiten
—No, pero no nos detienen cuando lo hacemos. —Carissa le tendió
un par de dólares a la señora del almuerzo, luego se volteó hacia mí—.
¿Tienes a alguien con quien sentarte?
Sacando mi dinero, asentí. —Sí, me siento con Dee. ¿Y tú?
—¿Qué? —dijo.
Subí la mirada. Carissa me estaba viendo con la boca abierta. —Me
voy a sentar con Dee. Estoy segura que también puedes.
—No, no puedo. —Carissa tomó mi brazo y me sacó de la fila.
Arqueé una ceja. — ¿En serio? ¿Por qué? ¿Son leprosos sociales o algo
así?
Se acomodó los lentes sobre su nariz y rodó los ojos. —No. Son muy
geniales y todo, pero la última chica que lo hizo, solo… desapareció.
Se me formaron nudos en el estómago, y solté una risita nerviosa. —
Estás bromeando, ¿cierto?
—No. —dijo solemnemente—. Desapareció alrededor del mismo
tiempo que su hermano.
No lo podía creer. ¿De qué más me iba a enterar? ¿Extraterrestres?
¿Hombres de negro? ¿El hombre Polilla? ¿El hada de los dientes sería real
también?
Carissa miró hacia una mesa llena de amigos. Algunos puestos
estaban libres. —Su nombre era Bethany Williams. Se transfirió a esta
escuela a la mitad de su segundo año, poco después de que ellos llegaran
aquí. —Se inclinó un poco hacia el fondo de la cafetería—. Se involucró en
una relación con Dawson, y ambos desaparecieron al principio del tercer
año.
¿Por qué ese nombre me sonaba familiar? ¿Importaba? Había
muchas cosas que desconocía de Dee.
—De igual manera, ¿Quieres sentarte con nosotros? —preguntó
Carissa.
Sacudí la cabeza, sintiéndome mal por rechazar su oferta. —Le
prometí a Dee que me sentaría hoy con ella.
Carissa sonrió débilmente. —Bueno, entonces, ¿tal vez mañana?
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—Sí. —sonreí—. Mañana definitivamente.
Reajustando mi bolso, tomé mi plato de comida y me dirigí al fondo
de la cafetería. Inmediatamente vi a Dee. Estaba conversando con uno
de los hermanos Thompson mientras enredaba su cabello oscuro alrededor
de su dedo. De frente al chico de cabellos dorados estaba otro, medio
sentado en la mesa con su espalda hacia mí. Me preguntaba cuál era el
“algo así” novio de Dee. La mesa estaba llena, con solo dos puestos libres.
Entonces vi la capa de cabello rubio ultra brillante de Ash frente al
chico en la mesa. Extrañamente, ella se encontraba más alta que todos los
demás. Un momento después me di cuenta el porqué.
Estaba sentada en las piernas de Daemon. Sus brazos se envolvieron
alrededor de su cuello, y la vi presionar su pecho contra él, riendo de lo
que decía.
¿Él no había tratado de besarme en el porche? Estaba bastante
segura que no había imaginado eso. Daemon era un cretino de los
mejores.
—¡Katy! —exclamó Dee.
Todos en la mesa subieron la mirada. Incluso uno de los gemelos se
volteó en su silla. Sus ojos color cielo se abrieron al verme. El otro gemelo se
inclinó hacia atrás, cruzando los brazos. Su ceño fruncido era toda una
pieza de arte.
—Siéntate —dijo Dee, golpeando el lado de la mesa frente a ella—.
Estábamos hablando sobre...
—Espera, —dijo Ash. Sus labios pintados de rojo se torcieron en una
mueca—. ¿La invitaste a ella a sentarse con nosotros? ¿Es en serio?
Los nudos regresaron a toda velocidad, dejándome sin habla.
—Cierra la boca, Ash —murmuró el gemelo que se había volteado—.
Vas a hacer una escena.
—No voy a hacer nada. —Su brazo se apretó alrededor del cuello de
Daemon—. No necesita sentarse con nosotros.
Dee suspiró. —Ash, deja de ser una perra. Ella no está tratando de
robarte a Daemon.
Mis mejillas se encendieron mientras estuve allí, incómoda. La ira
descendió de Ash en olas, viajando alrededor de la mesa y chocando
contra mí.
—No es de eso de lo que me preocupo —gruñó Ash, me miró y curvó
su labio—. De verdad.
OBSIDIAN
107
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Mientras más tiempo estuve parada allí, más estúpida me sentía. Mis
ojos saltaban de Dee a Daemon, pero su mirada estaba fija en el hombro
de Ash.
—Solo siéntate —dijo Dee, indicándome que me acercara—. Se le
pasará.
Empecé a poner mi plato en la mesa.
Daemon murmuró algo y Ash lo golpeó en el brazo. Bastante fuerte,
por cierto. Él enterró la cara en su cuello, y aquel oscuro e indeseado
sentimiento se abrió paso dentro de mí.
Quité la mirada de ellos, y me concentré en Dee. —No sé si deba.
—No deberías. —soltó Ash.
—Cierra la boca. —dijo Dee, y luego se dirigió a mí con voz dulce—.
Discúlpame que conozca a perras tan insoportables.
Casi sonreí, pero había un calor en mi cuerpo que subía hasta mi
garganta, bajando por mi espalda. —¿Estás segura? —me escuché decir.
Daemon levantó la cabeza del cuello de Ash y me dirigió una mirada
confundida. —Creo que es obvio si eres bienvenida aquí o no.
—Daemon —siseó Dee, sus mejillas se encendieron. Se volteó hacia mí
con lágrimas en los ojos—. No habla en serio.
—¿Estás hablando en serio, Daemon? —Ash se volteó en sus piernas,
con la cabeza inclinada hacia un lado.
Mi corazón ya saltaba en mi pecho para el momento en que sus ojos
se encontraron con los míos. Su mirada era oscura.
—De hecho, sí, hablaba en serio. —Se inclinó sobre la mesa,
mirándome a través de sus gruesas pestañas—. No eres bienvenida aquí.
Dee habló de nuevo, pero yo ya no podía escuchar nada más. Mi
rostro se sintió como si estuviera prendido en fuego. Las personas a nuestro
alrededor comenzaban a mirar. Uno de los chicos Thompson sonreía,
mientras el otro parecía como si quisiera arrastrarse debajo de la mesa por
mí. El resto de los chicos en la mesa miraban sus platos. Uno de ellos rió.
Nunca en mi vida me había sentido tan humillada.
Daemon volteó, y se concentró en el hombro de Ash nuevamente.
—Puedes irte. —soltó Ash, moviendo sus largos y esqueléticos dedos
hacia mí.
Todas aquellas caras mirándome, con las miradas mezcladas entre
lástima y pena ajena, todo aquello me llevó de nuevo a tres años atrás. A
OBSIDIAN
108
FORO’ LIBROS DEL CIELO
aquel primer día que regresé a la escuela luego de la muerte de mi padre.
Me quebré en la clase de inglés cuando me enteré de que íbamos a leer A
Tale of Two Cities, el libro favorito de papá. Todo el mundo me miraba.
Algunos se sintieron mal. Otros se veían apenados.
Me recordó aquellas miradas que me dieron los oficiales de la policía
y las enfermeras en el hospital la noche que me atacaron, recordándome
de lo indefensa que estuve.
Odié esas miradas en aquel tiempo.
Y las odiaba ahora. No hubo excusa para lo que hice a continuación,
excepto que era lo que quería hacer, lo que necesitaba hacer…
Mis manos se tensaron alrededor de la bandeja plástica, me incliné
sobre la mesa y vertí mi plato sobre las cabezas de Daemon y Ash.
Pedazos de fideos y salsa para pasta cayeron. La mayoría de la parte roja
cayó sobre Ash, mientras que los fideos adornaban los anchos hombros de
Daemon. Un fideo largo y pastoso cayó sobre su oreja, quedándose
colgado, y balanceándose allí.
Se escuchó un fuerte jadeo proveniente de las mesas cercanas.
La mano de Dee voló hacia su boca, sus enormes ojos llenos de una
risa apenas contenida.
Ash chillando saltó de las piernas de Daemon, llevó sus manos hacia
arriba, con las palmas abiertas. Cualquiera pensaría que le había echado
sangre encima por la expresión de horror en su rostro.
—Tú…. Tú… —escupió, limpiándose con el dorso de la mano una de
sus mejillas llenas de salsa.
Daemon tomó algunos fideos de su oreja y los inspeccionó antes de
tirarlos al suelo. Luego, hizo lo más extraño que pudo haber hecho.
Se rió.
Una verdadera risa. Una carcajada profunda proveniente de su
estómago, que alcanzó hasta sus ojos y los relajó, haciendo que brillaran
como los de su hermana.
Ash bajó sus manos, envolviéndolas en puños. —Voy a acabar
contigo.
Daemon saltó, enredando su brazo alrededor de la pequeña cintura
de la chica. Cualquier rastro de diversión desapareciendo completamente
de su cara.
—Cálmate —ordenó suavemente—. Hablo en serio. Cálmate.
OBSIDIAN
109
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Ella se presionó contra Daemon, pero no llegó muy lejos. —Juro por
todas las estrellas y soles que voy a acabar contigo.
—¿Eso qué significa? ¿Has estado viendo demasiadas caricaturas de
nuevo? —Estaba ya tan cansada de esta perra. Inspeccioné el peso de mi
brazo y consideré seriamente golpear a alguien por primera vez en mi vida.
Por un segundo, pude jurar que sus ojos cambiaron a un brillante
ámbar alrededor del iris. Y entonces, de la nada apareció el Sr. Garrison,
de pie junto a la mesa. —Creo que ya es suficiente.
Como si de un enchufe se tratara, Ash se sentó en su silla. El borde de
su ira disipándose, mientras me miraba y tomaba un puño de servilletas de
la mesa.
Daemon lentamente tomó un poco de los fideos de sus hombros y los
arrojó en el plato sin decir una palabra. Yo seguía esperando que
explotara contra mí, pero al igual que su hermana, parecía que trataba de
no reírse de nuevo.
—Pienso que debes buscarte otro lugar para comer —dijo el Sr.
Garrison en una voz tan baja, que solo las personas en nuestra mesa
podían escuchar—. Hazlo ahora.
Sorprendida, tomé mi bolso y esperé que me mandara a la oficina del
director o al salón de profesores para hablar con ellos, pero eso nunca
vino. El Sr. Garrison me miraba fijamente. Esperando. Y ahí lo capté. Él
esperaba que me marchara. Al igual que el resto de ellos.
Asintiendo tontamente, me volteé y caminé fuera de la cafetería. Las
miradas me siguieron, pero mantuve la calma. No me quebré cuando
escuché a Dee llamarme. Y no me quebré cuando pasé al lado de unas
muy sorprendidas Lesa y Carissa.
No me iba a quebrar. Ya no más. Estaba cansada ya de esta mierda
con la… bueno, lo que ella fuera de Daemon. No le había hecho nada
malo para que me tratase de esta manera.
La ingenua Katy se había terminado.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
13
Traducido por Annabelle
Corregido por Melii
M
e había hecho un nombre para el final del día. Me había
convertido en “La Chica que le Lanzó Comida a Ellos.”
Esperaba un contraataque en cada pasillo y cada clase,
especialmente cuando vi a uno de los chicos Thompson en mi
clase de Historia y a una frescamente vestida y malhumorada Ash en su
casillero.
Nunca ocurrió.
Dee se disculpó efusivamente antes de que la clase de gimnasia
comenzara, y luego me abrazó por lo que hice. Trató de hablarme cuando
nos alineábamos para jugar Volleyball, pero yo me encontraba…
entumecida. No había manera de mal interpretar el hecho de que Ash me
odiaba. ¿Por qué? No podía ser por Daemon. Era más que eso. No sabía lo
que podía ser.
Luego de clases manejé hasta casa, tratando de entender todo lo
que había ocurrido desde que me había mudado. El primer día sentí algo
en el porche y en la casa. El día en el lago a Daemon le habían brotado
escamas. El destello de luz con el oso y la librería tenían que ser lo mismo. Y
toda esa basura que Lesa había dicho.
Sin embargo, una vez que llegué a casa y vi varios paquetes en mi
pórtico, toda la mierda del día desapareció. Algunos tenían caritas felices
en ellos. Chillando, recogí las cajas. Adentro habían libros, libros recién
publicados que había pre ordenado varias semanas atrás.
Subí al piso de arriba a toda velocidad y encendí mi portátil. Revisé la
reseña que había publicado anoche. No había comentarios, la gente
apestaba. Pero había ganado cinco nuevos seguidores, la gente era
genial. Cerré la página antes de empezar a rediseñar todo. Luego busqué
en Google “personas de luz” y después de que los primeros resultados me
mostraran varios grupos que estudiaban la biblia, busqué “El Hombre
Polilla.” Oh. Santo. Dios.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
La gente de West Virginia estaba demente. En Florida de vez en
cuando alguien afirmaba ver a Pie Grande en los claros, o al
Chupacabras, pero no a una gigante cosa voladora o lo que sea que
fuera. Parecía una inmensa mariposa satánica.
¿Por qué demonios estaba yo viendo esto?
Era una locura. Me detuve a mí misma antes de empezar a buscar
extraterrestres en West Virginia. Tan pronto como llegué abajo, tocaron la
puerta. Era Dee.
—Hola, —dijo—. ¿Podemos hablar?
—¿Seguro? —Cerré la puerta y caminé hacia adentro—. Mamá aún
duerme.
Asintió mientras me sentaba en la mecedora. —Katy, lo siento tanto,
tanto, por lo de hoy. Ash es una completa perra a veces.
—No es tu culpa que ella haya actuado así. —dije—. Pero lo que no
entiendo es por qué ella y Daemon actuaron así. —Me detuve, sintiendo
ese estúpido ardor en la garganta—. No debí haberles arrojado la comida,
pero nunca me había sentido tan avergonzada en mi vida.
Dee se sentó a mi lado, cruzando los tobillos. —Creo que en realidad
fue gracioso, lo que tú hiciste, no lo que ellos hicieron. Si hubiera sabido
que iban a hacer tan terribles con todo, me hubiera encargado de que no
lo hicieran. —Agua pasada, supuse.
Suspirí. —Ash no es novia de Daemon. Ella quiere serlo, pero no lo es.
—No me pareció así.
—Bueno, ellos si… salen.
— ¿La está usando? —sacudí la cabeza, asqueada—. Que imbécil.
—Creo que es mutuo de ambas partes. Honestamente, el año pasado
sí salieron por un tiempo, pero luego todo se enfrió. Eso es lo máximo que le
he visto a él prestarle atención en meses.
—Ella me odia, —dije luego de unos minutos, suspirando—. Eso no me
importa ahora mismo. Quería hacerte una pregunta.
—De acuerdo.
Mordí mi labio. —Somos amigas, ¿cierto?
—¡Por supuesto! —Me miró con los ojos abiertos—. Honestamente,
Daemon ahuyenta a todos y tú eres la que más ha durado, y bueno, yo
creo que tú eres como mi mejor amiga.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Estaba aliviada de escuchar eso. No la parte que yo haya sido la que
más había durado, porque eso sonaba raro. Como si se deshiciera a sus
amigos o algo así. —Es igual para mí.
Sonrió ampliamente. —Bien. Porque me hubiera sentido estúpida
diciéndote esto si hubieras decidido no ser más mí amiga.
La sinceridad en su voz golpeó algo dentro de mí. De repente, no
estaba tan segura de preguntarle. Quizás era algo de lo que no le gustaba
hablar por ser muy doloroso. En el poco tiempo que llevábamos de
conocidas, nos habíamos hecho cercanas, y no quería molestarla.
—¿Por qué preguntas? —soltó.
Lancé mi cabello hacia atrás, mirando el piso. —¿Por qué nunca me
contaste sobre Dawson?
Dee se congeló. Honestamente, pensé que ni siquiera respiraba.
Luego, tragando, deslizó una mano arriba y abajo por su brazo. —Supongo
que, ¿alguien te contó sobre él en la escuela?
—Sí, me contaron que desapareció con una chica.
Asintió, presionando los labios. —Sé que probablemente piensas que
es extraño que nunca lo he mencionado, pero no me gusta hablar de él.
Incluso, intento ni pensar en él. —Me miró con los ojos llenos de lágrimas—.
¿Eso me hace una mala persona?
—No —dije ferozmente—. Yo intento no pensar en mi papá porque a
veces duele demasiado.
—Dawson y yo éramos unidos. —Deslizó una mano por su cara—.
Daemon siempre era el más callado, apartado, haciendo las cosas por su
cuenta, pero Dawson y yo éramos súper unidos. Hacíamos todo juntos. Él
era más que un hermano. Era mi mejor amigo.
No sabía que decir. Pero de alguna manera, explicaba el sentido de
desesperación en mi amistad con Dee, y ese sentimiento común que
reconocíamos en la otra. La soledad.
—Lo siento. No debí mencionarlo. No entendía y… Estaba siendo una
perra chismosa.
—No, está bien. —Se volteó hacia mí—. Yo estaría curiosa también. Lo
entiendo completamente. Y debí haberte dicho. Soy tan mala amiga que
tuviste que enterarte de mi otro hermano por los chicos de la escuela.
—Estaba confundida. Ha habido tanta… —me detuve, negando con
la cabeza—. Nada. Cuando estés lista para hablar de él, estoy aquí, ¿De
acuerdo?
Dee asintió. — ¿Ha habido tanta qué?
OBSIDIAN
113
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Hablar con ella de la mierda rara no sería bueno, y le prometí a
Daemon no hablar del ataque. Forcé una sonrisa. —No es nada. Entonces,
¿crees que debería protegerme la espalda ahora? ¿Entrar en el Programa
de Protección de Testigos?
Dejó salir una risa vacilante. —Bueno, yo intentaría no hablar con Ash
por algún tiempo.
Me lo supuse. —¿Qué hay de Daemon?
—Buena pregunta. —dijo, mirando a lo lejos—. No tengo idea que
hará él.
El siguiente día me encontraba asustada del segundo período. Mi
estómago se retorcía, y no pude comer mi desayuno sin tener náuseas. No
había duda que Daemon creía que la venganza era un plato que mejor se
servía a cara.
Tan pronto como Lesa y Carissa llegaron a clases, demandaron saber
qué me llevó a tirarle mi plato de espagueti a las cabezas de Daemon y
Ash.
Me encogí de hombros. —Ash estaba siendo una perra. —Estoy
segura que me veía mucho más segura de lo que me sentía. En realidad
quería poder devolver el tiempo y evitar todo el asunto. Seguro, Ash había
sido grosera y me había humillado, pero, ¿no le había hecho yo lo mismo?
Si yo era la chica que le había echado espagueti a ellos, entonces, ella
había sido a la que le habían echado el espagueti, y eso debió haber sido
más embarazoso.
Me sentía avergonzada. Nunca antes había hecho algo que hiciera
sentir mal a alguien. Era como si la desagradable personalidad de
Daemon se me estuviera pegando, y eso no me gustaba para nada.
Decidí que lo mejor para todos era que me mantuviera alejada de él a
partir de ahora.
Con los ojos abiertos, Lesa se inclinó a través del pasillo. —¿Y qué hay
de Daemon?
—Él es un idiota siempre. —les dije.
Carissa se quitó los lentes y rió. —Honestamente, desearía haber
sabido que ibas a hacer eso. Lo hubiera filmado.
Pensé en ese video subido a YouTube, y me encogí al mirar la puerta.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—El rumor que anda rondando por la escuela es que tú y Daemon
salieron durante el verano. —Lesa pareció esperar que confirmara el rumor.
Nunca en esta vida.
—La gente es ridícula.
Sostuve sus miradas hasta que Carissa tosió y preguntó: — ¿Vas a
sentarte con nosotras hoy? —volvió a ponerse los lentes y los empujó sobre
su nariz.
Sorprendida, parpadeé. —¿Todavía quieren que me siente con
ustedes luego de lo de ayer? —Me estaba haciendo a la idea de comer
en los baños por el resto del año.
Lesa asintió. —¿Estás bromeando? Pensamos que eres genial. Nosotras
no tenemos ningún problema con ellos, pero estoy segura que hay unos
cuantos que habían querido hacer eso.
—Y fue bastante increíble, —añadió Carissa, sonriendo—. Fuiste como
una ninja de la comida.
Reí, aliviada. —Me encantaría, pero solo voy a estar aquí hasta el
cuarto período. Voy a quitarme la férula hoy.
—Oh, vas a perderte la reunión de bienvenida —dijo Lesa—. Pobre de
ti. ¿Vas al juego de esta noche?
—No. El fútbol no es lo mío.
—Tampoco lo de nosotras, pero igual deberías ir. —Lesa saltó en su
asiento, moviendo sus rulos perfectos alrededor de su cara en forma de
corazón—. Carissa y yo solo vamos por salir y hacer algo. No hay mucho
que hacer por aquí.
—Bueno, también están las fiestas luego de los juegos, —Carissa
apartó el flequillo de sus lentes—. Lesa siempre me arrastra a ellas.
Lesa rodó los ojos. —Carissa no toma.
—¿Y? —dijo Carissa.
—Y no fuma, no tiene relaciones, ni hace nada interesante. —Lesa se
apartó de la mano alzada de Carissa—. Aburrido.
—Discúlpame si tengo estándares. —miró mal a Lesa—. No como
otras.
—Yo si tengo estándares. —Lesa me miró, divertida—. Pero por aquí,
como que tienes que bajarlos.
Me comencé a reír.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Y entonces, Daemon entró a la clase. Me enterré en mi asiento,
mordiéndome el labio. —Oh, Dios.
Sabiamente, las dos chicas dejaron de hablar. Levanté mi pluma
fingiendo estar concentrada en las notas que había tomado ayer. Resultó
ser que no había tomado muchas, así que escribí la fecha lentamente en
mi cuaderno.
Daemon tomó asiento detrás de mí, y el estómago se me subió hasta
la garganta. Iba a vomitar. Justo aquí, en la clase, frente a…
Me pinchó la espalda con su pluma.
Me congelé. Él y su maldita pluma.
Me pinchó de nuevo, esta vez con un poco más de fuerza. Me volteé
con los ojos entrecerrados. — ¿Qué?
Daemon sonrió.
Todos a nuestro alrededor nos miraban. Era como una repetición del
almuerzo. Apostaba que se preguntaban si iba a lanzarle mi bolso en la
cabeza. Dependiendo de lo que dijera había una gran posibilidad de que
eso ocurriese. Sin embargo, dudaba que me saliera con la mía ésta vez.
Bajando su mentón, me miró a través de sus endemoniadamente
largas pestañas. —Me debes una camisa nueva.
Mi mandíbula golpeó el espaldar de mi silla.
—Curiosamente —continuó lentamente—. La salsa de espagueti no
siempre se sale de la ropa.
De algún modo, encontré mi voz. —Estoy segura que tienes suficientes
camisas.
—Las tengo, pero esa era mi favorita.
—¿Tienes una camisa favorita? —arqueé una ceja.
—Y también creo que arruinaste la blusa favorita de Ash. —Empezó a
sonreír de nuevo, creando un profundo hoyuelo en una de sus mejillas.
—Bueno, estoy segura que tú estuviste allí para consolarla en tan
traumática situación.
—No estoy seguro que vaya recuperarse. —respondió.
Rodé los ojos, sabiendo que debía disculparme por lo que hice, pero
sin encontrarlo en mí. Sí, me estaba convirtiendo en una terrible persona.
Comencé a voltearme.
—Me debes. De nuevo.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Lo miré fijamente por un largo momento. La campana de advertencia
sonó, pero parecía lejana. Mi pecho se sacudió.
—No te debo nada. —dije, lo bastante bajo para que solo nosotros
dos escuchásemos.
—Estoy en desacuerdo. —Se inclinó más cerca, apoyándose en el
borde de su escritorio. Solo había unos pocos centímetros en medio de
nuestras bocas. Una cantidad de espacio totalmente inapropiado, en
realidad, sobretodo porque estábamos en clases, y ayer él había tenido
una chica en sus piernas—. No eres para nada lo que esperaba.
—¿Qué esperabas? —Estaba un poco emocionada por el hecho de
haberlo sorprendido. Extraño. Mis ojos se fueron hacia sus labios. Un total
desperdicio de boca.
—Tú y yo tenemos que hablar.
—No tenemos nada de qué hablar.
Su mirada decayó, y el aire se tornó húmedo de repente.
Insoportable.
—Sí —dijo en voz baja—. Sí tenemos. Esta noche.
Una parte de mí quería decirle que olvidásemos todo eso de hablar,
pero tensé la mandíbula y asentí. Sí teníamos que hablar, aunque sea para
yo decirle que no debíamos hablar más. Quería encontrar a la linda Katy
que él había apartado y tirado a la esquina.
El profesor se aclaró la garganta. Parpadeando rápidamente, vi que
teníamos a toda la clase enfocada en nosotros. Acomodando mi cabello,
me volteé y agarré con fuerza el borde de mi escritorio.
La clase comenzó, pero el calor en el aire estaba allí todavía,
abrazando mi piel en anticipación. Podía sentir a Daemon detrás, con sus
ojos fijos en mí. No me atreví a moverme. No hasta que Lesa se estiró a mi
lado y dejó una nota en mi mesa.
Antes de que el profesor pudiera darse cuenta, abrí la nota y la
deslicé dentro de mi libro. Cuando se volteó a la pizarra, levanté el borde.
¡Santa atracción, Batman!
La miré, sacudiendo la cabeza, pero había un revoloteo profundo en
mi pecho, una asfixia que no debía estar allí. Él no me gustaba. Era un
idiota, malhumorado. Pero hubo un breve momento cuando estuve con él,
un nanosegundo, en donde creí haber visto al Daemon real. Al menos, un
Daemon mejor. Y esa parte me daba curiosidad. Pero la otra parte, la
parte idiota, si, esa parte no me ponía curiosa.
Como que me excitaba.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
14
Traducido por Annabelle
Corregido por Melii
T
raté de prestar atención en mis clases, pero mi mente se
encontraba centrada en Daemon y en lo que quería hablar
conmigo esta noche. Afortunadamente, solo tuve que soportar
medio día antes de que fuera tiempo de ir a retirarme la férula.
Como esperaba, mi brazo se encontraba completamente bien.
Camino a casa, me detuve en la oficina de correos. Había un montón
de correo basura en nuestra caja, pero también unos cuantos sobres
amarillos, lo que puso en una gran sonrisa. En ellos estaba pegado el sello
de Media Mail. Recogiendo mi correo, me dirigí a casa y caminé por ahí.
Por mi cuerpo recorría una molesta energía llena de ansiedad, como si
hubiera bebido una de esas bebidas energéticas de bajo precio.
Me cambié de ropa varias veces, y me decidí por un vestidito de sol
luego de buscar en mi closet y no encontrar nada que me quisiera poner.
Cambiarme de ropa no hizo nada para cambiar mi ansiedad.
¿De qué quería hablar Daemon?
Terminé cambiando el diseño de todo mi blog tratando de pasar el
tiempo. Y eso solo me puso más ansiosa, porque estoy segura que arruiné
el cabecero y el banner del final. Solo cuando el conteo de la publicación
de un libro desapareció completamente, perdiéndose en la faz del
internet, fue cuando me forcé a mí misma a apartarme de la
computadora.
Resultó que tenía que esperar un rato y ver. Fue un poco después de
las ocho que Daemon se apareció en mi puerta, unos minutos luego de
que mi madre se hubiera marchado para Winchester. Estaba inclinado en
la barandilla, mirando al cielo como de costumbre. Parecía irreal con la luz
de la luna alumbrando una parte de su rostro, y el resto escondido en las
sombras.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Entonces, Daemon se giró hacia mí, su miraba deslizándose abajo por
mi vestido y luego de nuevo hacia arriba. Parecía como si fuera a decir
algo, pero lo pensó dos veces.
Reuniendo coraje, caminé y me detuve junto a él. — ¿Está Dee en
casa?
—No. —regresó a observar la noche. Había unas mil estrellas
titilando—. Fue al juego con Ash, pero dudo que se quede mucho. —
Daemon se detuvo y me miró—. Le dije que iba a estar contigo esta
noche. Creo que va a regresar a casa pronto para cerciorarse que no nos
hemos matado el uno al otro.
Miré hacia otro lado, escondiendo mi sonrisa. —Bueno, si tú no me
matas, estoy segura que Ash estará más que dispuesta a hacerlo.
—¿Por el asunto del espagueti o por otra cosa? —preguntó.
Lo miré de reojo. —Ayer te veías muy cómodo con ella en tus piernas.
—Ah, ya veo. —Se apartó de la barandilla y se detuvo a mi lado—.
Tiene sentido ahora.
—¿Lo tiene? —continué.
Sus ojos brillaban en la oscuridad de noche. —Estás celosa.
—Como sea. —forcé una risa—. ¿Por qué estaría yo celosa?
Daemon me siguió por las escaleras hasta que estuvimos en mi
entrada. —Porque pasamos tiempo juntos.
—Que pasemos tiempo juntos no es una razón para estar celosa,
especialmente cuando fuiste forzado a pasar tiempo conmigo. —Me di
cuenta lo tonto que era el hecho de que si me encontrara un poco celosa.
Ugh—. ¿Es de esto de lo que necesitamos hablar?
Se encogió de hombros. —Ven. Vamos a caminar.
Viéndolo, deslicé las manos sobre mi vestido. —Es un poco tarde, ¿no
crees?
—Pienso y hablo mejor cuando camino. —Estiró una mano en mi
dirección—. Si no, me convierto en el Daemon idiota del cual no eres muy
amiga.
—Ja, Ja. —miré su mano. Había un gran revoloteo en mi estómago—.
Sí, pero no voy a tomar tu mano.
—¿Por qué no?
—Porque no voy a tomarte de la mano cuando ni siquiera me caes
bien.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Ouch. —Dolido, Daemon llevó una mano hasta su pecho—. Eso fue
duro.
Si, y él necesitaba mejores clases de actuación. —No vas a llevarme al
bosque y dejarme ahí, ¿verdad?
—Suena como un buen tipo de venganza, pero yo no haría eso. Dudo
que dures mucho sin que nadie te rescate.
—Gracias por el voto de confianza.
Me lanzó una gran sonrisa y caminamos en silencio por unos minutos,
cruzando el camino de la entrada principal. El viento era definitivamente
helado a como estaba cuando me puse el vestido, y estaba empezando
a desear haberme puesto mallas. El otoño estaba llegando.
Muy pronto nos adentrábamos en lo profundo del bosque, donde la
luz de la luna luchaba por espacio entre los gruesos árboles. Daemon
buscó en su bolsillo trasero una pequeña linterna que sorprendentemente
alumbraba bastante. Cada célula de mi cuerpo estaba consciente de lo
cerca que nos encontrábamos, adentrándonos por la oscuridad, con la luz
saltando frente a nosotros con cada paso. Odiaba a cada una de mis
células con pasión.
—Ash no es mi novia. —dijo, finalmente—. Antes salíamos, pero ahora
somos amigos. Y antes de que preguntes, no somos esa clase de amigos,
aunque ella estuviera sentada en mis piernas. No puedo explicar porque
estaba haciendo eso.
—¿Por qué se lo permitiste? —pregunté, queriendo cachetearme. No
era de mi incumbencia y tampoco me interesaba.
—Honestamente, no lo sé. ¿Ser un chico es razón suficiente?
—No, realmente. —dije, mirando hacia abajo. A penas podía ver mis
pies.
—Eso pensé, —respondió. No podía ver su expresión y lo necesitaba,
porque nunca podía saber lo que pensaba, y a veces, bueno, sus ojos
estaban en guerra con sus palabras—. De todos modos, yo… Yo lo siento,
por lo del almuerzo.
Sorprendida por su disculpa, me tropecé con una roca. Me agarró
fácilmente, su aliento tibió chocó contra mi mejilla antes de separarse. Mi
piel hormigueó, pero me solté. Daemon disculpándose por el episodio del
almuerzo fue como si me cayera un balde de agua fría. No sabía qué era
peor: Él no sabiendo que había sido un idiota, o él estando totalmente
consciente lo que me hacía.
—¿Kat? —dijo suavemente.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Lo miré. —Me humillaste.
—Lo sé.
—No, no creo que lo sepas. —Comencé a caminar, abrazando mis
codos—. Y me hiciste molestar. No puedo entenderte. Un minuto no eres
malo, y luego al siguiente eres el mayor imbécil del planeta.
—Pero tengo puntos extras. —Me alcanzó, siempre alumbrando lo
suficientemente lejos para que yo distinguiera las rocas y raíces—. Los
tengo, ¿verdad? ¿Puntos extras por lo del lago y nuestra caminata? ¿No
obtuve nada por salvarte aquella noche?
—Tuviste muchos puntos por tu hermana. —sacudí la cabeza—. No
por mí. Y si fueran mis puntos extras, ahora ya los hubieras perdido.
Estuvo callado por unos segundos. —Eso apesta. En serio lo hace.
Me detuve. —¿Por qué estamos hablando?
—Mira, siento todo eso. En serio. —Dejó salir una gran bocanada de
aire—. No te merecías la manera en cómo te tratamos.
No sabía que responder a eso. Sonaba honesto y casi triste, pero no
era como si no tuviera opción en como actuaba. Buscando algo que
decir, dije lo que probablemente no iba a caer muy bien. —Siento lo de tu
hermano, Daemon. —Él se detuvo por completo, casi escondido entre las
sombras.
Hubo un espacio de silencio tan grande que no estaba segura si iba a
llegar a responder.
—Tú no tienes ni idea de lo que le pasó a mi hermano.
Mi interior se tensó. —Todo lo que sé es que desapareció.
La mano de Daemon se abrió y cerró a su lado, con la otra dejó
guindada la linterna hacia abajo. —Eso fue hace un tiempo.
—Fue el año pasado, —dije gentilmente—. ¿Cierto?
—Oh, sí., tienes razón. Es solo que parece más tiempo. —Miró hacia
otro lado, la mitad de su rostro saliendo de las sombras—. Entonces, ¿cómo
te enteraste de él?
Temblé por la helada brisa. —Los chicos estaban hablando de eso en
la escuela. Tenía curiosidad de por qué nadie lo había mencionado, o a la
chica.
—¿Teníamos que hacerlo? —preguntó.
OBSIDIAN
121
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Mirándolo, traté de descifrar su expresión, pero todo estaba muy
oscuro. —No lo sé. Parece un gran acontecimiento del que todos
hablarían.
Daemon comenzó a caminar de nuevo. —No es algo de lo que nos
gusta hablar, Kat.
Eso era entendible, supuse. Me costó mantener su paso. —No es mi
intención curiosear.
—¿No lo es? —su voz era tensa, al igual que sus movimientos—. Mi
hermano no está. Alguna pobre familia probablemente nunca verá a su
hija de nuevo, y ¿tú quieres saber porque nadie te dijo nada a ti?
Me mordí el labio, sintiéndome como una idiota. —Lo siento. Es solo
que todos son tan… misteriosos. Es que, yo no sé nada de tu familia. Nunca
he visto a tus padres, Daemon. Y Ash me odio sin ninguna razón. Es raro
que haya dos familias con trillizos que se hayan mudado aquí al mismo
tiempo. Lancé comida a tu cabeza ayer y no me metí en problemas. Eso
ya es suficientemente raro. Y Dee tiene un novio que nunca ha
mencionado. Este pueblo…es extraño. La gente se le queda mirando a
Dee o como si fuera una princesa o como si le tuvieran miedo. La gente
me mira a mí. Y…
—Suenas como si esas cosas tuvieran algo en común.
Apenas podía mantener su paso. Nos movíamos cada vez más
adentro en el bosque, casi cerca del lago. — ¿Lo tienen?
—¿Por qué lo harían? —Su voz era baja y llena de frustración—. Quizás
estás siendo un poco paranoica. Yo también lo estaría si hubiera sido
atacada justo al llegar a un nuevo pueblo.
—¡Ves, lo estás haciendo ahora mismo! —puntualicé—. Poniéndote
todo a la defensiva porque estoy haciendo una pregunta, y Dee hace lo
mismo.
—¿No piensas que es porque sabemos que has pasado por mucho y
no queremos añadir más a eso?
—¿Pero cómo puedes añadirle?
Caminó más despacio. —No lo sé. No podemos.
Sacudí la cabeza cuando se detuvo junto al lago y apagó la linterna.
En la noche, el agua brillaba como un onyx pulido. Cientos de estrellas se
reflejaban en el agua, pero menos infinitas. Parecía como si pudiera estirar
la mano y tocarlas.
—Aquel día en el lago, —dijo Daemon luego de unos minutos—.
Hubieron unos pocos minutos en donde de verdad me divertí.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Escuchar eso me quitó el aliento. Hubo unos momentos que también
yo había disfrutado. Tiré mi cabello hacia atrás. — ¿Antes de que te
convirtieras en Aquaman?
Daemon estaba callado, sus hombros se encontraban raramente
tensos. —El estrés hace eso, hace que pienses que pasan cosas que no
están ocurriendo.
Al mirarlo no parecía real, con sus rasgos fascinantes alumbrados por
la pálida luz de la luna. Sus ojos exóticos, la curva de su mandíbula, todo
parecía más definido aquí. Damon miraba el oscuro cielo, con expresión
amenazante y pensativa.
—No, no lo hace. —dije, finalmente—. Hay algo… raro aquí.
—¿Aparte de ti? —dijo.
Varias respuestas se alinearon, pero las aparté. Discutir con él en
medio del bosque no estaba de primero en mi lista de cosas que hacer. —
¿Sobre qué querías hablar, Daemon?
Llevó una mano a su nuca. —Lo que pasó ayer en el almuerzo va
solamente a empeorar. No puedes ser amiga de Dee, no el tipo de amiga
que quieres ser.
Un caliente rubor subió hacia mis mejillas, esparciéndose sobre mi
cuello. — ¿Hablas en serio?
Daemon bajó su mano. —No estoy diciendo que tienes que dejarle de
hablar, pero disminúyelo un poco. Todavía puedes ser amable con ella,
hablarle en la escuela, pero no te sobrepases. Solo lo vas a empeorar todo
para ella y para ti misma.
Cada vello en mi cuerpo se erizó. —¿Me estás amenazando,
Daemon?
Nuestras miradas se encontraron. Sus ojos llenos de… ¿qué?
¿Remordimiento?
—No, te estoy diciendo como van a ser las cosas. Deberíamos
regresar.
—No. —solté, mirándolo fijamente—. ¿Por qué? ¿Por qué es malo que
sea amiga de tu hermana?
Un segundo pasó, y su mandíbula se tensó. —No deberías estar aquí
afuera conmigo. —soltó una gran bocanada de aire con los ojos abiertos,
y dio un paso hacia adelante. Una brisa tibia pasó, levantando hojas
caídas y revolviendo mi cabello. La ráfaga pareció venir de atrás de
Daemon, como si él la provocara con su incipiente ira—. Tú no eres como
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
nosotros. No eres para nada como nosotros. Dee merece más que tú,
gente igual que ella. Así que déjame en paz. Deja a mi familia en paz.
Fue como una bofetada en la cara, solo que peor. De todo lo que
esperaba que me dijera, se fue por lo más grave. Aspiré profundo, pero el
aire se detuvo en mi garganta. Di un paso hacia atrás, y parpadeé para
alejar las repentinas lágrimas provocadas por la rabia.
Daemon no apartó sus ojos de mí. —Querías saber el por qué. Por eso.
Tragué en seco. — ¿Por qué… por qué me odias tanto?
Por un breve segundo, su máscara falló y el dolor adornó sus rasgos.
Fue tan rápido, que no estaba segura de haberlo visto en realidad. No
contestó.
Las lágrimas en mis ojos amenazaban con derramarse por mis mejillas.
Me rehusaba a llorar frente a él, de darle esa clase de poder. — ¿Sabes
qué? Jódete, Daemon.
Miró hacia otro lado. —Kat, no puedes…
—¡Cierra la boca! —grité—. Solo cierra la boca. —Rodeé a Daemon y
comencé a caminar. Mi piel se sentía fría y caliente, mi interior quemaba
con fuego y hielo. Iba a llorar. Lo sabía. Allí estaba la sensación de ahogo
en mi garganta.
—Kat —llamó Daemon—. Por favor, espera.
Aceleré el paso hasta casi correr.
—Vamos Kat, no camines tan lejos. Te vas a perder. ¡Al menos toma la
linterna!
Como si le importara. Quería deshacerme de él antes de quebrarme.
Era muy probable que lo golpeara. O llorara, porque me guste o no, lo que
dijo dolió. Como si hubiera algo mal conmigo.
Me tropecé con unas ramas y rocas en el suelo que no pude ver, pero
sabía que podía encontrar el camino hacia la carretera. Podía escucharlo
detrás de mí, sus pisadas rompiendo ramitas mientras trataba de mantener
mi paso.
Dolor puro se abrió paso en mi pecho. Me tropecé hacia adelante,
necesitando llegar a casa para llamar a mamá y de alguna manera
convencerla de que necesitábamos mudarnos, pero, mañana.
Escapar.
Mis manos se encerraron en puños. ¿Por qué debía escapar? ¡No
había hecho nada malo! Molesta y repugnada conmigo misma, tropecé
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
con una raíz sobresaliente en el camino. Casi caigo sobre mi cara. Me
quejé.
—¡Kat! —Daemon maldijo detrás de mí.
Me levanté y caminé rápidamente, aliviada de ver la carretera
delante. Casi comienzo a correr. Podía escuchar sus pisadas ahora,
haciendo eco en la distancia. Llegué a la carretera, limpiándome el rostro
con el dorso de la mano. Mierda. Estaba llorando.
Daemon gritó, pero su voz fue absorbida por el par de luces de un
camión que venía en mi dirección, a no más de quince metros. Estaba
demasiado sorprendida para moverme.
Me iba a golpear.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
15
Traducido por Annabelle
Corregido por Melii
U
n fuerte sonido de trueno —solo que más poderoso— se
escuchó por entre los árboles. Fue como una explosión que me
sacudió todo el cuerpo. No había tiempo para que el
conductor me viera ni se detuviera, el agudo rugido del
camión filtraba mis oídos. Me preparé a mí misma para el impacto que me
rompería los huesos, mi último pensamiento fue hacia mi mamá y lo que mi
mallugado cuerpo le causaría, pero el impacto nunca llegó.
El parachoques se encontraba tan cerca que podría besarlo, y mis
manos a solo centímetros de la parrilla. El conductor se encontraba inmóvil
detrás del volante, con los ojos abiertos y vacíos. No se movía, ni
parpadeaba. Ni siquiera estaba segura si respiraba.
En su mano derecha estaba una taza de café, congelada a la mitad
del camino hacia su boca. Congelado, todo se encontraba congelado.
Un sabor metálico llenó las esquinas de mi boca. Mi mente en blanco.
El motor todavía encendido vibraba en mi rostro.
Retiré la vista del conductor congelado y me enfoqué en Daemon.
Parecía estar concentrado, con su respiración acelerada y las manos
contraídas a sus lados.
Sus hermosos ojos estaban distintos. Erróneos. Di un paso atrás, ahora
fuera del camino del camión, y estiré una mano hacia adelante, como
impidiéndole que se me acercara.
—Oh Dios mío… —susurré, con mi ya acelerado corazón funcionando
por un mero latido.
Los ojos de Daemon brillaban iridiscentes en la noche, encendidos
desde el interior. La luz parecía intensificarse y sus puños comenzaron a
sacudirse, el temblor subió por sus brazos hasta que todo su cuerpo parecía
moverse en pequeñas, minúsculas ondas.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Y luego Daemon comenzó a desvanecerse, su cuerpo junto con su
ropa desapareciendo y siendo remplazados por una intensa luz rojizaamarillenta, tragándolo por completo.
Personas hechas de luz.
Santa mierda…
El tiempo pareció detenerse. No, el tiempo se había detenido ya.
De alguna manera, él impidió que ese camión me golpeara. ¿Detuvo
a un camión de siete mil kilogramos romper cada hueso de mi cuerpo con
qué? ¿Una palabra? ¿Un pensamiento?
Tanto poder…
Causó que el viento vibrara de manera poco natural a nuestro
alrededor, y el suelo tembló debido a su súbita fuerza. Sabía que si lo
intentaba de verdad, podría inclinarme y sentirlo temblar.
En la distancia podía escuchar a Dee, llamándonos con su voz llena
de confusión. ¿Cómo nos había encontrado?
Cierto. Daemon alumbraba toda la calle—era así de brillante.
Volví mi vista hacia el camión, y no solo él estaba temblando, sino
también el conductor. Trataba de romper la barrera invisible que parecía
que lo mantuviera congelado en el tiempo. La bestia de metal se
estremecía y el motor rugía, con el pie del conductor aún en el pedal de
aceleración.
Corrí, no fuera de la calle, pero más allá. Escuché vagamente el
aullido del camión al pasar, y corrí por el camino que llevaba hacia
nuestras casas. Brevemente vi a Dee correr hacia mí, pero la esquivé. Lo
único que sabía era que ella tenía que ser como él.
¿Qué eran ellos? No podían ser humanos. Lo que vi no podía ser
posible. Ningún humano podía hacer eso.
Ningún humano podía detener un camión andando, ni permanecer
dentro del agua por varios minutos, ni desvanecerse y volver a aparecer.
Todas las cosas extrañas que había estado notando parecían tener sentido
ahora.
Seguí corriendo y pasé mi entrada, sin tener ni idea hacia donde
corría o por qué. Mi cerebro no estaba funcionando, y mi instinto había
tomado el mando. Las ramas se enredaban en mi cabello, y en el lindo
vestido que me había puesto. Tropecé con una gran roca, pero me
levanté apoyándome en las rodillas para seguir moviéndome.
OBSIDIAN
127
FORO’ LIBROS DEL CIELO
De repente, había pasos alcanzándome. Alguien me llamó, pero no
me detuve, moviéndome más rápido dentro del oscuro bosque frente a mí.
A este punto no estaba pensando, solo quería escapar.
Una maldición sonó a mi espalda, y luego un cuerpo rígido chocó
contra mí. Fui hacia abajo, rodeada de calor. De alguna manera, fue
capaz de soportar la caída con su propio cuerpo al voltearse en el aire
antes de caer. Luego se volteó sobre mí, atrapándome.
Golpeé su pecho y traté de patearlo, nada funcionó. Cerré los ojos,
demasiado asustada de ver si su mirada aún tenía aquel brillo misterioso. —
¡Quítate!
Daemon agarró mis hombros, y sacudió un poco. —¡Detente!
—¡Aléjate de mí! —le grité tratando de apartarme, pero me sostuvo
firme.
—¡Kat, detente! —Gritó de nuevo—. ¡No voy a lastimarte!
¿Cómo podía creerle? Una pequeña parte de mi cerebro que
todavía pensaba, me recordó que él me había salvado. Dejé de
sacudirme.
Daemon se tensó sobre mí. —No te lastimaré, Kat. —Su tono era más
suave, pero todavía impregnado de furia, mientras trataba de controlarme
sin causarme ningún daño—. Nunca podría lastimarte.
Mi estómago se retorció antes sus palabras. Algo dentro de mí
respondió, creyéndole aunque a mi mente aún no le gustaba la idea. No
sabía que parte de mí era tan tonta, pero parecía que esa era la parte
que ganaba. Traté de calmarme, aún con mi respiración acelerada. Él
aflojó su agarre, pero manteniéndose todavía encima de mí. Su aliento era
desigual sobre mi mejilla.
Separándose, Daemon puso un dedo bajo mi barbilla y volteó mi
cara hacia él. —Mírame, Kat. Tienes que mirarme ahora mismo. —mantuve
mis ojos cerrados, no quería saber si sus ojos aún eran raros. Daemon se
movió, llevando sus manos de mis hombros hasta mis mejillas. Debería
haber hecho mi escape en ese momento, pero desde el momento en que
sus tibias manos tocaron mi cara, no pude moverme. Cuidadosamente, sus
dedos acariciaron mi rostro.
—Por favor. —su voz había perdido la rabia.
Vacilante, dejé salir una bocanada de aire, y abrí los ojos. Su miraba
buscó la mía, y sus ojos aún tenían ese raro tono intenso de verde, pero
eran los suyos. No los que había visto hace unos minutos. El pálido
resplandor de la luna pasaba por entre los árboles, lentamente
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
deslizándose sobre sus altos pómulos, y revotando sobre sus labios
separados.
—No voy a lastimarte, —dijo suavemente de nuevo—. Quiero hablar
contigo. Necesito hablar contigo, ¿entiendes?
Asentí, sin ser capaz de hacer funcionar mi garganta.
Cerró los ojos brevemente, y desde el alma dejó escapar un suspiro. —
De acuerdo. Voy a dejar que te levantes, pero prométeme que no
correrás, por favor. No me siento capaz de perseguirte por ahí otra vez. La
última vez casi me deja muerto. —Se detuvo, esperando mi respuesta. Su
rostro si se veía fatigado—. Dilo, Kat. Prométeme que no saldrás corriendo.
No puedo dejarte que corras por aquí tu sola. ¿Entiendes?
—Sí. —apenas logré articular.
—Bien. —Lentamente, me dejó salir y se inclinó hacia atrás, su mano
izquierda se movió hacia abajo en mi mejilla, un gesto del que parecía
inseguro. Me mantuve tiesa en el suelo hasta que él se puso de pie.
Bajo su cansado escrutinio, me arrastré hasta que mi espalda estuvo
apoyada en un árbol. Una vez que él estuvo seguro que no iba a escapar,
se sentó frente a mí.
—¿Por qué tenías que dirigirte hacia el camino del camión? —
preguntó, pero no esperó por una respuesta—. Traté hasta lo imposible
mantenerte fuera de esto, pero tenías que venir y arruinar todo mi duro
trabajo.
—No lo hice a propósito. —levanté una temblorosa mano hasta mi
frente.
—Pero lo hiciste. —Sacudió la cabeza—. ¿Por qué viniste aquí, Kat?
¿Por qué? Yo… nosotros estábamos muy bien, y luego tú apareces y todo
se va al infierno. No tienes ni idea. Mierda. Pensé que tendríamos suerte y
te irías.
—Siento todavía estar aquí. —alejando las piernas de él, las abracé
contra mi pecho.
—Siempre estoy empeorando esto. —Sacudió la cabeza, y me
pareció como si quisiera maldecir de nuevo—. Somos diferentes. Creo que
ya te diste cuenta de eso.
Recosté la frente contra mis rodillas. Me tomé un momento para
recolectar lo que había quedado de mis pensamientos y levanté la
cabeza. —Daemon, ¿qué eres?
Me sonrió con tristeza y se restregó la cabeza con el dorso de su
mano. —Eso es difícil de explicar.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Dime, por favor. Tienes que decirme porque estoy a punto de
enloquecer. —le advertí. Y no estaba mintiendo. El control que había
obtenido comenzaba a resbalarse mientras más silencio él mantenía.
La mirada de Daemon era intensa al hablar. —No creo que quieras
saber, Kat.
Su expresión, su voz eran tan sinceras que me llenaron entera de una
sensación de temor. Sabía que lo que fuera que me dijera iba a cambiar
mi vida para siempre. Sabía que no había vuelta atrás una vez supiera lo
que él y su familia eran en realidad. Yo cambiaría inexplicablemente.
Incluso sabiendo todo eso, ya había cruzado la línea de no retorno. La
antigua Katy seguiría escapando, estaba segura de ello. Ella preferiría
hacer como si nada de eso hubiera ocurrido. Pero yo era diferente ahora,
y tenía que saber. — ¿Eres… humano?
Daemon rió sin humor. —No somos de por aquí.
—¿Tú crees?
Sus cejas se alzaron. —Sí, supongo que ya probablemente te diste
cuenta que no somos humanos.
Tomé una bocanada de aire. —Esperaba que estuviera equivocada.
Se rió de nuevo, pero había muy poco humor en su risa. —No. Somos
de muy, muy lejos.
Mi estómago cayó a mis pies, y mis brazos se tensaron alrededor de
mis piernas. —¿A qué te refieres con “muy, muy lejos”? Porque
repentinamente estoy teniendo visiones de La Guerra de las Galaxias.
Daemon me miró tenso. —No somos de este planeta.
De acuerdo. Ahí estaba. Dijo lo que ya había imaginado era la
verdad, pero eso no me decía nada. —¿Qué eres? ¿Un vampiro?
Rodó los ojos. —¿Es en serio?
—¿Qué? —La frustración se abrió paso dentro de mí—. ¡Dices que no
eres humano y eso limita las opciones de lo que puedas ser! Detuviste un
camión sin siquiera tocarlo.
—Lees demasiado. —Daemon exhaló lentamente—. No somos
hombres lobo, ni brujos, ni tampoco Zombies, o lo que sea.
—Bueno, estoy aliviada por lo de los zombies. Me gusta pensar que lo
que queda de mi cerebro está a salvo. —murmuré—. Y yo no leo
demasiado. No hay tal cosa como eso. Y no hay tal cosa como los
extraterrestres, tampoco.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Daemon se inclinó hacia mí rápidamente, colocando sus manos en
mis rodillas dobladas. Me congelé ante su toque, mis sentidos volviéndose
calientes y fríos al mismo tiempo. Su mirada me penetró, atrapándome a
él.
—¿Crees que la tierra —este lugar— es el único planeta con vida en
este enorme e infinito universo?
—N-no. —tartamudeé—. O sea, que ese tipo de cosas son normales
para los de… Demonios, ¿Cómo se llaman a ustedes mismos?
Inclinó su cabeza hacia atrás al pasar los segundos, y mi corazón
dobló sus latidos en espera de su respuesta. Él parecía luchar con lo mucho
que podía decirme, y estaba segura que lo que sea que dijera, no me iba
a gustar…
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
16
Traducido por Larosky_3
Corregido por Chio
É
ste era uno de esos momentos en mi vida en los que no sabía si
reír, llorar o salir corriendo lo más rápido posible.
Daemon sonrió estrechamente.
—Puedo decir lo que estás pensando. No es que pueda leer tu
mente, pero está escrito por toda tu cara. Piensas que soy peligroso.
Y un idiota… y sexi, pero no iba a admitir eso. ¿Y un extraterrestre?
Sacudí mi cabeza.
—Esto es loco, pero no te tengo miedo.
—¿No?
—No —Me reí pero sonó un poco loco, no convincente—. ¡No te ves
como un alienígena!
Parecía importante señalar eso.
Él arqueó una ceja —¿Y cómo se ven los extraterrestres?
—No… no como tú —balbuceé—. No son guapos.
—¿Crees que soy guapo? —sonrió.
Le disparé una mirada sucia.
—Cállate. Como si no supieras que todos en este planeta piensan
que eres apuesto —Hice una mueca, sorprendida de estar teniendo esta
conversación—Los extraterrestres, si es que existen, son hombrecitos verdes
con grandes ojos y brazos delgados o… o insectos gigantes o algo como
una pequeña criatura grumosa.
Daemon soltó una carcajada. —¿ET?
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—¡Sí! Como ET, idiota. Estoy tan feliz de que encuentres esto divertido.
Que quieras joder mi cabeza más de lo que ya la jodieron. Quizás me
golpeé la cabeza o algo. —Empecé a pararme.
—Siéntate, Kat.
—¡No me digas que hacer! —Él se paró fluidamente, con los brazos a
los costados. Ese brillo raro llenó sus ojos, como dos órbitas de pura luz.
—Siéntate.
Me senté. Con el saludo de un dedo, por supuesto. Él ahora podría
querer compartir su extrañeza conmigo, Señor alíen malo, pero
instintivamente sabía que no me lastimaría.
—¿Me mostrarías como te ves en realidad? ¿Brillas, no? Y por favor
no me digas que casi bese a un gran insecto come cerebros, porque en
serio voy a…
—¡Kat!
—Perdón —murmuré.
Daemon cerró los ojos e inhaló. Una luz apareció en el centro de su
pecho y como antes en el camino, empezó a vibrar y se desvaneció hasta
que nada salvo esa luz amarillo-rojiza lo rodeaba. Luego la luz tomo forma.
Dos piernas, un torso, brazos, y una cabeza hecha de nada salvo luz. Una
luz tan intensa que iluminó todo lo que nos rodeaba, convirtiendo la noche
en día. Cubrí mis ojos con una mano temblorosa.
—Mierda.
Y cuando habló, no fue en voz alta. Fue en mi cabeza.
—Así es como nos vemos. Somos seres de luz. Incluso en nuestra
forma humana podemos controlar la luz a nuestra voluntad. —Hubo una
pausa —Como puedes ver no luzco como un insecto gigante. Ni… brillo. —
Incluso en mi cabeza pude oír el disgusto de su voz en esto último.
—No —susurré. De todos los libros paranormales que leí y reseñé,
ninguno resplandecía así. Algunos brillaban en la luz. Otros tenían alas.
Ninguno era un maldito sol gigante.
—O una pequeña criatura grumosa, cosa que encuentro ofensiva,
por cierto —estrechó un brazo hecho de luz hacia mí. La mano con dedos,
con la palma hacia arriba—. Puedes tocarme. No duele. Imagino que es
agradable para los humanos.
¿Para los humanos? Santo. Niño. Jesús. Tragando nerviosamente,
levanté una mano. Parte de mi no quería tocarlo, pero ver esto, estar al
lado de algo tan… tan, bueno, fuera de este mundo, tenía que hacerlo.
OBSIDIAN
133
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Mis dedos rozaron los suyos y una sacudida de electricidad viajo por mi
mano, subiendo por mi brazo. La luz zumbó por mi piel.
Respire fuertemente. Daemon tenía razón. No dolía. Su toque era
cálido, embriagador. Era como tocar la superficie del sol sin ser quemado.
Curvé mis dedos alrededor de los suyos, mirando como la luz crecía hasta
que ya no pude ver mi mano. Pequeñas luces salieron de su mano,
lamiendo mi muñeca y mi antebrazo.
—Pensé que te gustaría —Liberó su mano y dio un paso hacia atrás.
Las luces se desvanecieron lentamente y Daemon estaba parado enfrente
mío, el Daemon humano. Sentí la pérdida de su calor inmediatamente.
—Kat —dijo en voz alta. Todo lo que pude hacer fue mirarlo. Quería
la verdad, pero escucharla y verla, era algo diferente.
Daemon pareció entender mi expresión, porque lentamente se
volvió a sentar. Se veía relajado, pero supe que era como un animal
salvaje, listo para saltar en caso de que hiciera un movimiento
equivocado.
—¿Kat?
—Eres un alienígena —Mi voz era débil.
—Sip, es lo que estuve tratando de decirte.
—Oh…oh, vaya —Curvé la mano sobre mi pecho, mirándolo—. ¿Así
que de donde son? ¿Marte?
Él se rió. —Ni siquiera estas cerca —cerró sus ojos brevemente—. Voy
a contarte una historia. ¿Está bien?
—¿Vas a contarme una historia?
Asintiendo, pasó sus manos por su pelo despeinado.
—Todo esto te va a parecer loco, pero trata de recordar lo que viste.
Lo que sabes. Me viste hacer cosas imposibles. Ahora, para ti, nada es
imposible —hizo una pausa, parecía que trataba de recobrarse—. Somos
de un lugar pasando Abell.
—¿Abell?
—Es la galaxia más lejana a la tuya, a unos trece billones de años luz
de acá. Y nosotros estamos más o menos a otros diez billones. No hay
telescopio o transbordador espacial lo suficientemente poderoso para
viajar a nuestra casa. Nunca lo habrá. —Miró sus manos abiertas, sus cejas
bajaron—. No es que importe si lo hubiera. Nuestro hogar ya no existe. Fue
destruido cuando éramos chicos. Es por eso que nos tuvimos que ir, buscar
un lugar que se pareciera a nuestro planeta en términos de comida y
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
atmósfera. No es que necesitemos respirar oxígeno pero no duele. Ahora lo
hacemos más por hábito que otra cosa.
Otro recuerdo cobró sentido.
—¿Así que no necesitas respirar?
—No realmente —se veía un poco tímido—. Lo hacemos como un
hábito, pero a veces nos olvidamos. Como cuando estamos nadando.
Bueno, eso explicaba como hizo Daemon para permanecer bajo del
agua tanto tiempo.
—Sigue.
Me miró por un momento y asintió.
—Éramos demasiado jóvenes para saber el nombre de nuestra
galaxia. O incluso si nuestra especie sentía la necesidad de tenerlo, pero
me acuerdo del nombre de nuestro planeta. Se llamaba Lux. Y nosotros nos
llamamos Luxen.
—Lux —suspiré, recordando una de mis clases de primer año—. Eso
en latín significa luz.
Se encogió de hombros. —Vinimos acá en una lluvia de meteoritos
hace quince años con otros como nosotros. Pero muchos vinieron antes,
probablemente por los últimos miles de años. No todos vinieron a este
planeta. Algunos fueron más lejos. Otros debieron haber ido a planetas en
los que no pudieron sobrevivir, pero cuando se descubrió que la Tierra era
perfecta para nosotros, más vinieron acá. ¿Me estas siguiendo?
Lo miré —Creo que sí. Estas diciendo que hay más como tú. ¿Los
Thompson son como tú?
Daemon asintió. —Todos estamos juntos desde entonces —Eso
explicaría el por qué Ash era tan territorial, supuse—. ¿Cuántos de ustedes
hay?
—¿Aquí? Al menos un par de cientos.
—Cientos —repetí. Y me acordé de las extrañas miradas en la
ciudad, la gente en el restaurante me miraba porque estaba con Dee, un
alienígena—. ¿Por qué aquí?
—Nosotros… vivimos en grandes grupos. No es… bueno, eso no
importa ahora.
—¿Dijiste que viniste durante una lluvia de meteoritos? ¿Dónde está
tu nave espacial?—Me sentí estúpida por decir eso.
OBSIDIAN
135
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Levanto una ceja, mirándome como el Daemon que conocía. —No
necesitamos naves espaciales para viajar. Somos luz, podemos viajar con
la luz, es como conseguir quien te lleve.
—Pero si tu planeta está a millones de años luz y viajas a la velocidad
de la luz… ¿Te tomo millones de años llegar hasta acá? —Mi antiguo
maestro de física estaría orgulloso.
—No. De la misma forma que te salve de ese camión, podemos
desafiar el espacio-tiempo. No soy científico, así que no sé cómo funciona,
solo que podemos. Algunos mejor que otros.
Lo que dijo no tenía sentido, pero no lo detuve. Como él había
señalado, lo que había visto antes no tenía sentido así que quizás ya no
podía juzgar que tenía sentido y que no.
—Podemos crecer como un ser humano, lo que nos permite
mezclarnos. Cuando llegamos acá, elegimos nuestra… piel —notó mi
mueca de dolor con otro encogimiento de hombros—. No sé cómo
explicarlo sin asustarte, pero no todos podemos cambiar como nos vemos.
Estamos estancados con lo que elegimos cuando vinimos aquí.
—Bueno, eligieron bastante bien.
Las esquinas de sus labios se elevaron mientras pasaba sus manos
sobre el pasto enfrente de él. —Copiamos lo que vimos. Eso solo funciona
una vez para casi todos nosotros. Y como nos vemos mientras crecemos,
bueno, nuestro ADN se debe haber encargado del resto. Siempre
nacemos tres al mismo tiempo, en caso de que te preguntes. Siempre fue
así —Hizo una pausa, levantando la mirada—. En mayor parte somos como
los humanos.
—¿Con la excepción de ser una gran bola de luz que puedo tocar?
—Dejé escapar un suspiro.
Sus labios temblaron de nuevo. —Sí, eso y somos mucho más
avanzados que los humanos.
—¿Cuán avanzados? —pregunté.
Sonrió un poco, volviendo a pasar sus manos sobre el pasto. —
Digamos que si estuviéramos en guerra con los humanos, ustedes no
ganarían. Ni en un billón de años.
Mi corazón se estremeció fuertemente y se volvió a acomodar, sin
darme cuenta de que había estado inclinándome hacia delante, hacía él.
—¿Qué cosas pueden hacer?—Los ojos de Daemon sacudieron los
míos.
—Entre menos sepas es probablemente mejor.
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136
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Sacudí mi cabeza. —No. No puedes decirme algo como esto y no
contarme todo. Tú…tú me lo debes.
—Del modo en que yo lo veo, tú me debes a mí. Como tres veces —
replicó.
—¿Cómo tres veces?
—La noche que fuiste atacada, justo ahora y cuando decidiste que
a Ash le quedaban bien los fideos —Lo fue contando con los dedos—. Es
mejor que no haya una cuarta.
—¿Me salvaste de Ash?
—Oh si, cuando dijo que podía acabar contigo, lo dijo en serio—
suspiró, inclinando su cabeza hacia atrás y cerrando los ojos—. Demonios.
¿Por qué no? No es como si no supieras ya. Todos nosotros podemos
controlar la luz. La podemos manipular de forma que no nos puedan ver si
no queremos. Podemos disipar las sombras, lo que sea. No solo eso, sino
que podemos dominar las luces y usarlas. Y créeme cuando te digo que no
quieres que te golpeen con algo como eso. Dudo que un humano pueda
sobrevivir.
—Está bien…—apenas estaba respirando—. Espera. Cuando vimos al
oso vi una luz.
—Ese fui yo y antes de que preguntes, no mate al oso. Solo lo asuste.
No estoy seguro de porque te desmayaste. Estabas muy cerca de mi luz.
Creo que tuvo algún efecto en ti. Como sea, todos tenemos alguna
especie de propiedades sanadoras, pero no todos somos buenos con ellas
—continuó, bajando su barbilla—. Soy bueno en eso, pero Adam, uno de
los Thompson, prácticamente puede sanar cualquier cosa mientras siga
viva. Y, prácticamente somos indestructibles. Nuestra única debilidad es si
nos atrapas en nuestra verdadera forma. O quizás cortar nuestras cabezas
humanas. Supongo que eso serviría.
—Si, cortar cabezas usualmente sirve. —Mi mente estaba en blanco
y solo era capaz de procesar lo que me estaba diciendo y un pensamiento
coherente por minuto. Mis manos se deslizaron por mi cara y se quedaron
ahí, sosteniendo mi cabeza.
—Eres un alienígena—Él levantó sus cejas.
—Hay muchas cosas que podemos hacer, pero no hasta que
alcanzamos la pubertad e incluso ahí tenemos problemas para controlarlo.
A veces, lo que podemos hacer se sale un poco de control.
—Eso debe ser… difícil.
—Sí lo es.
OBSIDIAN
137
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Baje mis manos curvándolas sobre mi pecho.
—¿Qué mas puedes hacer?
Me miró detenidamente mientras hablaba. —Promete que no vas a
salir corriendo otra vez.
—Si —acepté, pensando, no es como si pudiera asustarme más.
—Podemos manipular objetos. Cualquier objeto que se pueda
mover, animado o no. Pero podemos hacer más que es —Agarró una hoja
y la sostuvo entre nosotros—. Mira.
Inmediatamente empezó a salir humo de la hoja. Brillantes, llamas
naranjas salieron de la punta de sus dedos, curvándose sobra la hoja. En
unos segundos la hoja se había ido pero el fuego seguía saliendo de sus
dedos.
Me deslicé hacía adelante, acercando mis dedos al fuego. Calor
salía de sus dedos, retiré mi mano, mirándolo.
—¿El fuego no te lastima?
—¿Cómo puede lastimarme algo que es parte de mí? —Pasó sus
dedos llenos de fuego por el pasto. Ascuas salían de su mano pero el suelo
no se quemó. Sacudió su mano—. Ves. Ya está.
Con los ojos abiertos me incline más cerca. —¿Qué más puedes
hacer?
Daemon sonrió y luego ya no estaba. Retrocediendo, miré
alrededor. Estaba apoyado contra un árbol bastante lejos.
—Como… ¡espera! Ya lo hiciste antes. Esa cosa de moverte en
silencio. Pero no es que seas silencioso —Me volví a sentar contra el árbol,
aturdida—. Te mueves así de rápido.
—Rápido como la velocidad de la luz, Kitten —reapareció en frente
mío y lentamente se volvió a sentar—. Algunos de nosotros podemos
manipular nuestros cuerpos a parte de la forma que elegimos
originalmente. Como cambiar a cualquier cosa viva, persona o criatura.
Lo miré.
—¿Es por eso que Dee ese desvanece a veces?—pestañó.
—¿Viste eso?
—Sí, pero pensé que estaba imaginando cosas —estiré un poco mis
piernas—. Ella lo hacía cuando se sentía bien o eso parecía. Solo su mano,
el contorno de su cuerpo se desvanecía y volvía a aparecer.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Daemon asintió. —No todos tenemos control sobre lo que podemos
hacer. Algunos luchan contra sus habilidades.
—¿ Tú lo tienes?
—Soy así de impresionante.
Rodé mis ojos, pero luego me senté derecha. —¿Qué hay de tus
padres? Dijiste que trabajaban en la ciudad, pero nunca los vi.
Volvió a mirar al suelo.
—Nuestros padres no lograron llegar acá —Una sensación de dolor
por él y Dee llenó mi pecho.
—Lo… lo siento.
—No lo hagas. Fue hace mucho tiempo. Ni siquiera los recordamos.
Eso parecía triste. Aunque mis recuerdos de mi padre parecían
deteriorarse con los años, todavía los tenía. Y tenía tantas preguntas sobre
como sobrevivieron sin padres, alguien que los cuidara cuando eran
chicos.
—Dios, me siento tan estúpida. Ya sabes, pensé que trabajaban en la
ciudad.
—No eres estúpida, Kat. Creíste lo que quisimos que creyeras. Somos
muy buenos en eso —suspiró—–. Bueno, aparentemente no tan buenos.
Alienígenas… Vaya, esa gente loca de la que Lesa estaba
hablando tenía razón. Probablemente habían visto a alguno de ellos. Por
ahí el Hombre Polilla era real. Y el Chupacabras en realidad estaba ahí
afuera tomando sangre de cabras.
Los ojos de Daemon brillaron por un momento y luego se
estancaron en mi cara.
—Estas manejando esto mejor de lo que esperaba.
—Bueno, estoy segura que voy a tener tiempo suficiente para entrar
en pánico y tener un mini ataque después. Probablemente voy a pensar
que me volví loca. Después de que hablé tuve una idea. —¿Puedes…
puedes controlar lo que otros piensan? ¿Leer mentes?
Sacudió su cabeza. —Nuestros poderes tienen origen en lo que
somos. Quizás si nuestro poder, la luz, fuera manipulado por otra cosa,
quien sabe. Todo es posible.
Mientras lo miraba, enojo y desconfianza corrían dentro de mí.
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—Todo este tiempo pensé que me estaba volviendo loca. En
cambio, me decías que estaba viendo cosas o inventándolas. Es como si
me hubieras hecho una lobotomía alienígena. Lindo.
Sus ojos se abrieron, la ira brilló en ellos junto con algo más que no
pude descifrar. —Tenía que hacerlo —insistió—. Nadie puede saber sobre
nosotros. Solo Dios sabe que nos va a pasar sino.
Forzándome a dejar el tema, pregunté: —¿Cuántos… humanos
saben sobre ustedes?
—Hay algunos locales que creen que somos solo Dios sabe que —
dijo—. Hay una sección del gobierno que saben de nosotros, dentro del
Departamento de Defensa, pero eso es todo. Ellos no saben sobre nuestros
poderes. No pueden saberlo —casi gruñó, encontrando mis ojos—. El DOD
cree que somos fenómenos inofensivos. Mientras sigamos sus reglas, nos
dan dinero, nuestras casas y nos dejan solos. Así que cuando cualquiera de
nosotros se vuelve loco con sus poderes, son malas noticias por muchas
razones. Tratamos de no usar nuestros poderes, sobre todo cerca de los
humanos.
—Porque expondría lo que son.
—Eso y... —se frotó la mandíbula—. Cada vez que usamos nuestros
poderes cerca de los humanos, bueno, deja un rastro en esa persona que
nos permite ver que estuvo cerca de otro como nosotros. Así que tratamos
de no usar nuestras habilidades cerca de humanos, pero tú… bueno, las
cosas nunca van de acuerdo al plan contigo.
—¿Cuándo detuviste el camión, eso dejo un… rastro en mí?
Él pestañó y miro hacia otro lado.
—¿Y cuándo asustaste al oso? ¿Así que los Thompson y cualquier
otro extraterrestre cerca saben que fui expuesta a tu luz alienígena?
—Más o menos —dijo—. Y no están exactamente contentos por eso.
—¿Entonces por qué paraste el camión? Obviamente soy un gran
riesgo para ustedes.
Lentamente Daemon se giró hacia mí. Sus ojos estaban protegidos,
cerrados. Otra vez, no contestó. Respiré profundamente lista para correr,
pelear. —¿Qué vas a hacer conmigo?
Cuando habló su voz vaciló. —¿Qué voy a hacer contigo?
—Ahora que sé lo que son, eso me hace un riesgo para ustedes…
puedes prenderme fuego y Dios sabe que otra cosa.
—¿Por qué te habría contado todo si te iba a lastimar?
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Buen punto. —No lo sé.
Se movió para adelante y cuando me alejé, se detuvo a punto de
tocarme. —No te voy a hacer nada. ¿Está bien?
Me mordí el labio. —¿Cómo puedes confiar en mí?
Hizo otra pausa y finalmente acunó mi mentón con su mano. —No lo
sé. Solo lo hago. Y honestamente, nadie te creería. Y si haces un gran
escándalo traerías al DOD5 y no quieres eso. Ellos harían lo que sea para
asegurarse de que los humanos no están conscientes de nosotros —Me
quedé quieta mientras Daemon todavía me tenía en su suave agarre.
Muchas emociones pasaron por mí. Mirándolo ahora, mientras su
presencia me encerraba, era muy fácil caer en algo de lo que sabía que
probablemente nunca iba a volver a salir. Me alejé.
—¿Es por eso que dijiste todas esas cosas antes? ¿No me odias?
Daemon miró hacia abajo, a su mano todavía alargada. La bajó.
—No te odio, Kat.
—¿Y es por esto que no querías que fuera amiga de Dee?, ¿Por qué
tenias miedo de que descubriera la verdad?
—Eso y porque eres humana. Los humanos son débiles. Traen más
que problemas.
Mis ojos se estrecharon. —No somos débiles. Y estás en nuestro
planeta. Que tal un poco de respeto, amigo.
Sus ojos esmeraldas brillaron con diversión —Buen punto —Hizo una
pausa, sus ojos recorrieron mi cara—. ¿Cómo estas llevando todo esto?
—Estoy procesando todo. No lo sé. No creo que vaya a tener otro
ataque.
Daemon se puso de pie. —Bueno, entonces volvamos antes de que
Dee piense que te maté.
—¿De verdad pensaría eso? —Una mirada oscura se formo en su
cara—. Soy capaz de lo que sea, Kitten. Matar para salvar a mi familia no
es algo que dudaría, pero no tienes que preocuparte de eso.
—Bueno, es bueno saberlo.
Inclinó su cabeza hacia un costado. —Hay otras personas allá afuera
que darían lo que fuera para tener el poder de los Luxen, especialmente el
mío. Y harían lo que fuera para atraparme a mí y a mi especie.
5
DOD: Department of defense. (Departamento de defensa)
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
La ansiedad hizo su camino hacia mi pecho. —¿Y qué tiene eso que
ver conmigo?
Daemon se agachó enfrente mío, su mirada recorría el denso
bosque que nos rodeaba. —El rastro que deje en ti cuando pare el camión
puede ser rastreado. Y justo ahora eres tan luminosa como un cuatro de
julio —Contuve el aliento—. Te van a usar para llegar a mi —Daemon se
acerco sacando una hoja de mi pelo. Su mano permaneció cerca de mi
mejilla por un segundo antes de caer junto a su rodilla. —. Y si te atrapan…
la muerte sería un alivio.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
17
Traducido por: Mimu_14
Corregido por: Deydra Ann
L
a luz brillante se abrió paso a través de las ventanas, perforando
la oscuridad que había sido tan cómoda. Gemí y empujé la
cabeza en la almohada. Tenía la boca seca y mi cabeza latía
violentamente. Sin embargo, no me quería despertar. No podía recordar
exactamente por qué pensé que era mejor que yo me quedase dormida
tanto como fuese posible, pero yo sabía que debía ser una buena razón.
Me dolían los músculos mientras me di la vuelta y forcé mis ojos a
abrirse. Dos vibrantes ojos verdes miraban intensamente los míos. Me
atraganté con un grito y salté en sorpresa. En mi asombro, mis piernas se
enredaron en la ligera sábana y tropecé fuera de la cama.
—Santa madre... —dije con voz ronca.
Dee me agarró, poniéndome en posición vertical mientras que
desenredaba mis piernas. —Lo siento, no quise asustarte.
Empujé la sábana hasta que se estableció en un charco
desordenado a mis pies. Mis piernas estaban desnudas. Y la camisa de
gran tamaño no era la mía. Mis mejillas se pusieron rojas cuando me
acordé de Daemon lanzando la camisa en la habitación. Tenía su olor, una
mezcla exuberante de especias y aire libre.
—¿Qué estás haciendo aquí, Dee?
Las puntas de sus mejillas se sonrojaron mientras se sentaba en el
diván, al otro lado de la cama grande. —Estaba viéndote dormir.
Hice una mueca. —Bueno, eso es raro.
Se veía aún más avergonzada. —No era como si estuviera mirando.
Era más como esperando a que te despertaras. —Ella se apartó el pelo
despeinado—. Quería hablar contigo. Necesitaba hablar contigo.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Me senté en la cama. Dee se veía cansada, casi como si no hubiera
dormido en toda la noche. Había manchas oscuras bajo sus ojos y sus
brazos colgaban sin vida a su lado.
—Aun así, fue un poco inesperado. —Hice una pausa—. Y todavía
espeluznante.
Dee se frotó los ojos. —Quería hablar contigo... —su voz se fue
apagando.
—Bueno, yo... necesito un momento.
Ella asintió y apoyó la cabeza contra los cojines pálidos, cerrando los
ojos. Después de una rápida mirada alrededor de su habitación de
huéspedes, me dirigí al cuarto de baño. Encontré mi cepillo de dientes,
además de otras cosas personales en su lavabo que había recogido de mi
casa cuando Daemon me había traído de vuelta.
Abrí la llave del agua hasta que fue ahogando todos los sonidos a mí
alrededor. Terminé de cepillarme los dientes y comencé a lavarme la cara.
Una mirada en el espejo me dijo que no parecía más descansada que
Dee. Tenía un aspecto horrible. Mi pelo era un lío enredado. Había una
línea roja grabada en mi mejilla como un fino rasguño. Ahuequé las manos
bajo el agua caliente, salpicando mi cara. El rasguño picó.
Es curioso cómo una pequeña chispa de dolor, desata algo más
poderoso que el dolor fugaz que causó. Los recuerdos de la última noche
chocaron a través de mí. Me acordé de todo.
Y me sentí mareada.
—Oh, Dios mío. —Agarre el frío mármol del lavabo hasta que mis
nudillos palpitaron—. Mi mejor amiga es una alienígena.
Dando la vuelta, abrí la puerta. Dee estaba en el otro lado, con las
manos cruzadas detrás de la espalda. —Eres una alienígena.
Ella asintió lentamente.
La miré fijamente. Tal vez debería haber sentido miedo o más
confusión, pero eso no era lo que ardía dentro de mí. Curiosidad. Intriga. Di
un paso adelante. —Hazlo.
—¿Qué?
—La bombilla de luz alienígena —le dije.
Los labios de Dee se extendieron en una amplia sonrisa. —¿No tienes
miedo de mí?
Negué con la cabeza. ¿Cómo podría tener miedo de Dee? —No.
Quiero decir, estoy un poco asombrada por todo, pero eres un maldito
OBSIDIAN
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alienígena. Eso es genial. Raro, pero definitivamente en el lado guay de las
cosas.
Le tiemblan los labios. Las lágrimas vuelven a su mirada en joyas
brillantes. —¿No me odias? Me gustas y no quiero que me odies, o que
tengas miedo de mí.
—Yo no te odio.
Dee apareció adelante, moviéndose más rápido de lo que mis ojos
humanos pudieran registrar. Ella me dio un abrazo sorprendentemente
fuerte y se apartó, sollozando. —Estuve tan preocupada durante toda la
noche, sobre todo porque Daemon se negó a dejarme hablar contigo.
Todo lo que podía pensar era que había perdido a mi mejor amiga.
Ella seguía siendo la misma Dee, alienígena o no. —No me has
perdido. Yo no iré a ninguna parte.
Un segundo después de que ella me abrazara con fuerza, me dejo
respirar. —Está bien. Me muero de hambre. Te cambias y yo hago el
desayuno.
Ella desapareció de la habitación en un abrir y cerrar de ojos. Me
llevará algún tiempo acostumbrarme. Agarré el cambio de ropa que había
tomado ayer por la noche, después de decirle a mi mamá que me estaba
quedando en casa de Dee. Me cambié rápidamente y me dirigí escaleras
abajo.
Dee ya estaba preparando el desayuno y charlando en su teléfono
celular. El ruido de las ollas y el suave atractivo del agua corriendo, silenció
la mayor parte de lo que estaba diciendo. Al cerrar el teléfono, se dio la
vuelta.
Entonces ella estaba frente a mí, empujándome a la mesa de la
cocina. —Con todo lo que pasó anoche, lo único que podía pensar era
que debías creer que somos un montón de monstruos.
—Bueno... —empecé—. ¿Estás segura de que no son normales?
Ella se rió. —Sí, pero lo normal es tan aburrido a veces.
Me estremecí ante su elección de palabras y fue a sacar una silla. Se
movió antes de que pudiera tocarla, retrocediendo varios centímetros.
Sorprendida, miré hacia arriba.
—¿Tú? —Dee sonrió—. Bueno, eso fue muy útil. —Me senté
lentamente, con la esperanza de que no se moviera de nuevo—. Así que,
¿eres más rápido que la luz?
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Creo que puedo ser un poco más rápida. —Fue hacia la cocina.
Puso la mano sobre la sartén y de inmediato comenzó a crujir bajo su
mano. Por encima del hombro, sonrió.
La estufa no estaba encendida, pero el olor de tocino cocido
llenaba el aire.
Me incliné hacia delante. —¿Cómo haces eso?
—Calor —dijo—. Es más rápido de esta manera. Me toma segundos
freír el tocino.
Y realmente fue sólo minutos, cuando me entregó un plato de
huevos con tocino. Entre el movimiento súper rápido y la mano
microondas, estaba empezando a tener un caso grave de envidia
alienígena.
—Entonces, ¿Qué te mostró Daemon anoche? —Se sentó, con una
montaña de huevos en el plato.
—Él me mostró algunos de sus trucos alienígenas. —La comida olía
deliciosa y yo me moría de hambre—. Gracias por el desayuno, por cierto.
—No hay de qué. —Se recogió el pelo hacia arriba en un moño
complicado—. No tienes idea de lo difícil que es estar fingiendo ser algo
que no somos. Es una de las razones por las cuales no tenemos una gran
cantidad de amigos que son... humanos. Por eso, Daemon cree que
“humano es igual a ningún amigo” o lo que sea.
Jugué con el tenedor, mientras ella devoraba la mitad de su plato
en cuestión de segundos. —Bueno, ahora no tienes que fingir más.
Levantó sus ojos, brillantes. —¿Quieres saber algo bueno?
Viniendo de ella sólo pude imaginar lo que iba a ser. —Sí.
—Podemos ver cosas que los humanos no pueden. Como la energía
que ustedes aplazan a su alrededor. Creo que la gente de la Nueva Era lo
llama auras o lo que sea. Esto representa su energía, o unos podrían
llamarle la fuerza de vida. Cambia cuando sus emociones lo hacen, si ellos
se sintieran enfermos.
Mi tenedor se detuvo a medio camino de mi boca. —¿Puedes ver la
mía ahora?
Negó con la cabeza. —Hay una huella que te rodea en estos
momentos. No puedo ver tu energía, pero era de un rosa pálido cuando te
conocí, que parece normal. Solía hacerse realmente de color rojo cuando
hablabas con Daemon. —El rojo probablemente representaba la ira. O la
lujuria—. Sin embargo, no soy buena leyendo. Algunos poderes vienen más
fáciles que otros, pero Matthew es genial en la lectura de energías.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—¿Qué? —Muevo mi tenedor hacia abajo—. ¿Nuestro profesor de
biología es un alienígena? Mierda... todo lo que puedo pensar es en
aquella película The Faculty6. —Sin embargo era lógico; la forma en que
había actuado cuando nos vio a Daemon y a mí juntos, las miradas
extrañas en la clase.
Dee se ahogó con su jugo de naranja. —Él no te hará daño.
Espero que no. —Wau. Entonces ustedes tienen como trabajos
normales.
—Sí. —Saltando de su silla, miró a la puerta—. ¿Quieres ver en que
soy buena?
Cuando asentí, ella se apartó de la mesa y cerró los ojos. El aire a su
alrededor parecía tararear en voz baja. Un segundo después, se pasó de
adolescente a una forma hecha de luz y luego a un lobo.
—Umm —aclaré la garganta—, creo que he descubierto cómo la
leyenda de los hombres lobo se inició.
Al pasar junto a mí, empujó mi mano con su nariz caliente. Insegura
de lo que debía hacer, le di una palmadita en la parte superior de su
peluda cabeza. El lobo dejó escapar un ladrido que sonó más como una
risita y luego dio marcha atrás. Unos segundos más tarde, fue Dee nuevo.
—Y eso no es todo. Mira. —Ella sacudió sus brazos—. No te asustes.
—Está bien. —Apreté el vaso de jugo de naranja.
Cerrando los ojos, su cuerpo se desvaneció en la luz, y luego, se
convirtió en alguien totalmente diferente. Pelo castaño claro cayó de sus
hombros y su cara era un poco más pálida. Sus cejas arqueadas sobre
unos ojos grandes, gama, y sus labios de color rosa formaron una media
sonrisa. Ella era más baja, con un aspecto un poco más normal.
—¿Yo? —chillé. Yo me estaba mirando.
—Hey —dijo Dee—, ¿Puedes decirnos qué nos diferencia?
Con el corazón acelerado, empecé a ponerme de pie, pero no
pude. Mi boca se movía, pero no salían las palabras.
—Esto es... raro. —Entrecerré los ojos—. ¿Mi nariz se ve realmente así?
Date la vuelta. —Ella lo hizo. Me encogí de hombros—. Mi trasero no se ve
mal.
6
Película del año 1998, dirigida por Robert Rodríguez, donde los estudiantes
descubren que sus maestros son extraterrestres.
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La réplica exacta de mí se echó a reír y luego se desvaneció. Por un
momento pude ver la silueta de un cuerpo, pero podía ver el refrigerador a
través del centro. Un segundo más tarde estaba Dee. Ella se sentó de
nuevo.
—Puedo parecerme a cualquier persona, excepto a mi hermano.
Quiero decir, puedo parecerme a él, pero eso sería asqueroso. —Ella se
estremeció—. Todos podemos cambiar, pero puedo mantener la forma
durante una eternidad. La mayoría de nosotros sólo puede simular una
parte superior unos pocos minutos. —Su pecho se hinchó de orgullo.
—¿Has hecho alguna vez eso? ¿Has sido otra persona que me
rodea?
Sacudió la cabeza. —Daemon se pondrá como loco si sabe que
hago esto. No dejaría un gran rastro en ti, pero ahora estás tan brillante
ahora, que no importa.
—Entonces, Daemon, ¿puede hacer eso también? ¿Transformarse en
un canguro si quisiera?
Dee se río. —Daemon puede hacer casi cualquier cosa. Él es uno de
los más poderosos de nosotros. La mayoría de nosotros puede hacer una o
dos cosas con facilidad, el resto es una lucha. Todo es fácil para él.
—Él es tan impresionante —murmuré.
—Una vez, realmente movió la casa un poco —dijo Dee, con la nariz
arrugada—, y rompió totalmente los cimientos.
—Dulce Jesús... —Tomé un sorbo de mi jugo—. ¿Y el gobierno no
sabe qué puede hacer algo de eso?
—No. Al menos, no pensamos que ellos lo saben —dijo Dee—,
siempre hemos escondido nuestras capacidades. Sabemos que asustaría a
los seres humanos saber que podemos hacer cosas. Y también sabemos
que la gente tomaría ventaja de eso. Así que tratamos de no correr el
riesgo de exposición.
Absorbí la información mientras tomaba otro trago. Mi cerebro se
sentía como si estuviera a dos segundos de estallar. —Entonces, ¿por qué
ustedes vienen aquí? Daemon dijo algo que le sucedió a su casa.
—Sí, ocurrió algo. —Dee recogió los platos y se dirigió al lavabo. Tenía
la espalda rígida mientras limpiaba los platos—. Nuestro planeta fue
destruido por los Arum.
—¿Los Arum? —Entonces lo entendí—. ¿Oscuros? ¿No? ¿Son esas las
personas que se encuentran fuera y les gusta robar sus habilidades?
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Sí. —Miró por encima del hombro, asintiendo con la cabeza—. Ellos
son nuestros enemigos. Casi los únicos enemigos de los Luxen además de
los humanos, no dejaron de seguirnos aun cuando llegamos aquí. Los Arum
son como nosotros, sólo lo contrario, vienen de nuestro planeta hermano.
Destruyeron nuestra casa. Mi madre solía contarme un cuento para dormir
que cuando se formó el universo estaba lleno de la luz más pura, brillando
tan intensamente que hizo que las sombras se sintieran envidiosas. Los Arum
son los hijos de las sombras, celosos y decididos a sofocar toda la luz en el
universo, sin darse cuenta que por uno existe el otro. Muchos Luxen sienten
que cada vez que un Arum es asesinado, una luz en el universo se
desvanece. Es lo único que recuerdo de mamá.
—¿Y tus padres murieron en esta guerra? —le pregunté,
arrepintiéndome inmediatamente de hacerlo—. Lo siento. No debería
haber preguntado.
Dee dejó de lavar los platos. —No, está bien. Debes saber, pero no
debe asustarte.
Yo no sabía cómo la muerte de sus padres podría asustarme, pero yo
había empezado a sentirme alarmada por lo que podría saber.
—Hay un Arum aquí. El gobierno cree que son Luxen. Tenemos que
seguir así o hay posibilidad de que el DOD pueda aprender de nuestros
poderes a través del Arum. —Dee me enfrento, poniendo sus manos en el
borde del fregadero—. Y ahora, eres como un faro para ellos.
Mi apetito desapareció y aparte mi plato. —¿Hay alguna forma para
poder apagarlo?
—Va a desaparecer con el tiempo. —Dee forzó una sonrisa—. Hasta
entonces sería bueno que te quedaras con nosotros, sobre todo con
Daemon.
Que dulce sorpresa. Pero podría ser peor. —De acuerdo, así que se
desvanece… eventualmente. Puedo tratar con eso si es mi único
problema.
—No lo es —dijo—. Tenemos que asegurarnos que el gobierno no
sabe que tú conoces la verdad. Su trabajo es asegurarse de que nosotros
no nos expongamos. ¿Te imaginas si la población humana supiera que
existimos?
Imágenes de disturbios y saqueos parpadearon en mi cabeza, que
sería la forma en que todos reaccionarían a todo lo que no entendieran.
—Y harán cualquier cosa para asegurarse de que permanezcamos
en secreto. —Los ojos de Dee estaban fijos en los míos—. Nunca le puedes
decir a nadie, Katy.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Yo no lo haría. Nunca haría eso. —Las palabras se precipitaron de
mí—. Nunca traicionaría a cualquiera de ustedes así. —Y lo decía en serio.
Dee era como una hermana para mí. Y Daemon era... bueno, era lo que
sea, pero nunca los traicionaría. No después de que me confiaran algo tan
increíble—. No se lo diré a nadie.
Dee se arrodilló a mi lado y puso su mano sobre la mía. —Yo confío
en ti, pero no podemos permitir que el DOD averigüe sobre ti, porque si
alguna vez lo hacen, entonces desaparecerás.
OBSIDIAN
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18
Traducido por Mimu_14
Corregido por Melii
K
aty, has estado muy callada hoy. ¿Qué hay en tu mente?
Hice una mueca, deseando que mi mamá no fuera tan buena
para leerme. —Sólo estoy cansada. —Forcé una sonrisa para su
tranquilidad.
—¿Estás segura?
La culpa me comió. Rara vez pasó tiempo con ella, y deseé no
haber estado pensativa. —Lo siento, mamá. Creo que estoy un poco
distraída hoy.
Ella empezó a lavar los platos de la cena. —¿Cómo están las cosas
con Daemon y Dee?
No habíamos hablado en todo el día de ellos. —Están bien. Creo que
iré a ver una película con ellos más tarde…
Sonrió. —¿Vas con los dos?
Estreché mis ojos. —Mamá, por favor.
—Mi amor, soy tu madre. Tengo derecho a preguntar.
—No estoy segura, de verdad. No sé si vamos a estar los tres. Era sólo
una idea. —Agarré una manzana del frutero y le di un mordisco—. ¿Qué
vas a hacer en la noche?
Ella trató de parecer indiferente. —Saldré a tomar un café con el Sr.
Michaels.
—¿Sr. Michaels? ¿Y quién es?—Le pregunté entre mordiscos—.
Espera. ¿Es aquel doctor atractivo del hospital?
—Sí, él.
—¿Es esto una cita? —Me apoyé en el mostrador, con una sonrisa
alrededor de la manzana—. Vaya, mamá.
Mi madre se ruborizó. —Es sólo un café. No es una cita.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Eso explicaba por qué estuvo eligiendo vestidos hoy, por lo que me
hizo elegir al menos dos de las cosas más bonitas de su armario.
—Bueno, espero que te diviertas, pero suena como una cita.
Riendo, ella habló sobre sus planes de la noche y luego de un
paciente que tuvo ayer. Antes de irse para prepararse, me trajo un par de
vestidos que había encontrado en la parte posterior de su armario.
—Bueno, si vas a salir esta noche, ¿por qué no te pones uno de
estos? Te verás muy bonita en ellos. Se ven demasiado juveniles para que
yo los uses. —Arrugó la nariz.
—Mamá, yo no soy la que tiene una cita esta noche.
Ella se burló. —Yo tampoco.
—¡Lo que sea!—Grité mientras corría escaleras arriba.
No tardó mucho para prepararse y salir. Ya que no era
técnicamente una cita, su encuentro sería en un restaurante pequeño de
la ciudad. Esperaba que ella lo pasara bien, merece divertirse. Desde que
papá había muerto no ha mirado dos veces a un hombre. Lo que
significaba el Sr. Michaels debe ser especial.
Aparte de señalar que me reuniré con Dee, no había ningún plan
para la noche. Sabía que Daemon mantenía un ojo sobre mi desde su
casa todo el día, pero me negó a dejarle entrar en mi casa. Me habían
dicho que los Arum son más fuertes en la noche y prefieren atacar
entonces. Me sentía bastante segura durante el día. Quería pasar un día
normal leyendo y viendo blogs y estando con mi mamá.
Pero era extraño hacer cosas normales después de saber tan gran
secreto. Sentí que ellos debían detener los accidentes, curar el hambre del
mundo, y salvar los gatitos atrapados en los árboles.
Lanzando el corazón de la manzana en la basura, jugueteé con el
anillo en mi dedo mientras miraba los vestidos sobre la mesa. No estaría
usandolos en una cita a corto plazo.
Un golpe seco en la puerta de atrás me sacó de mis pensamientos.
Fui a la puerta y Daemon estaba allí. Incluso vestido con pantalones
vaqueros y una camisa informal blanca que se tensaba contra su torso, se
veía totalmente magnífico. Era inquietante. Y lo que era aún más
desconcertante fue la forma en que estaba allí y me miraba. Su mirada
brillante jade era intensa y me consumió.
—¿Qué? —dije.
Él asintió con la cabeza, sin darme una idea de qué tipo de humor se
encontraba.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Oh, hombre. —Umm, ¿Quieres entrar?
Negó con la cabeza. —No, ¿pensé que tal vez podríamos ir a hacer
algo?
—¿Hacer algo?
La diversión brilló en sus ojos. —Sí. A menos que haya una reseña que
publicar o un jardín que necesitas atender.
—Ja. Ja. —Empecé a cerrar la puerta en su cara.
Metió la mano, fácilmente deteniéndola sin tocarla. —Está bien.
Déjame intentarlo de nuevo. ¿Te gustaría hacer algo conmigo?
En realidad no, pero sentía curiosidad. Y una parte de mí estaba
empezando a entender por qué Daemon era tan distante. Tal vez —sólo
tal vez— nosotros podríamos hacer algo sin querer matarnos entre sí.
—¿Qué tienes en mente?
Daemon se aparto de la puerta y se encogió de hombros.
—Vamos a ir al lago.
—Veré la carretera antes de cruzar esta vez.
Le seguí, evitando su mirada divertida. Metí las manos en los bolsillos
de mis pantalones cortos y decidí no andar con rodeos. —No me estás
sacando en el bosque porque cambiaste de opinión y decidiste que tu
secreto no está a salvo conmigo, ¿verdad?
Daemon rompió a reír.
—Estás muy paranoica.
Resoplé. —Bueno, eso viene de un alienígena que al parecer puede
mover las cosas sin tocarlas.
—No te has encerrado en alguna habitación o mecido en una
esquina, ¿verdad?
Rodé mis ojos y empecé a caminar de nuevo. —No, Daemon, pero
gracias por asegurarte de que estoy mentalmente sana y todo.
—Oye —Levantó sus manos—. Es necesario asegurarme de que no te
volviste loca y posiblemente le dirás a todo el pueblo lo que somos.
—No creo que debas preocuparte sobre eso por varios motivos —le
contesté secamente.
Daemon me dirigió una mirada puntiaguda. —¿Sabes cuánta gente
ha estado cerca? Quiero decir, muy cerca de acusarnos.
OBSIDIAN
153
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Hice una cara. No era difícil imaginar a qué se refería. Curiosamente,
vi que no me gustaban esas imágenes.
Su risa era profunda y ronca. —Luego, una niña nos descubre y
puede exponernos. ¿Puedes ver lo difícil que es para mí... confiar?
—Yo no soy una niña, pero si pudiera volver atrás en el tiempo y
hacer todo lo más, no me hubiera atravesado frente a ese camión.
—Bueno, eso es bueno saberlo —respondió.
—Pero no me arrepiento de descubrir la verdad. Esto explica tanto.
Espera, ¿puedes retroceder en el tiempo? —Le pregunté en serio. La
posibilidad no se me había pasado por la cabeza antes, pero ahora yo me
lo preguntaba sinceramente.
Daemon suspiró y sacudió la cabeza. —Podemos manipular el
tiempo, sí. Pero no es algo que nosotros haríamos, y solamente en el
presente. Por lo menos yo nunca he oído hablar de nadie que fuera capaz
de volver al pasado.
Mis ojos se sentían como si se fueran a salir hacia fuera.
—Jesús, ustedes hacen que Superman parezca aburrido.
Sonrió mientras bajó la cabeza para evitar una rama baja. —Bueno,
al menos nuestra debilidad no es la kriptonita.
—¿Puedo hacerte una pregunta? —Le pregunté después de un par
de momentos de silencio mientras caminamos por el sendero cubierto de
hojas. Cuando él asintió con la cabeza, tomé una respiración profunda—.
La chica Bethany, que desapareció, ella se involucró con Dawson,
¿verdad?
Me interrumpió con una mirada de reojo molesta.
—Sí.
—¿Y ella se enteró de ustedes?
Pasaron varios segundos antes de responder. —Sí.
Le eche un vistazo otra vez. Su rostro era estoico mientras miraba
fijamente hacia adelante. —¿Y es por eso que desapareció?
Una vez más, hubo un vació de silencio. —Sí.
De acuerdo. Él solamente me iba a dar respuestas de una sola
palabra. Agradable. —¿Ella quiso contarle a alguien? Quiero decir, ¿por
qué... desapareció?
Daemon suspiró pesadamente. —Es complicado, Kat.
Complicado significaba un montón de cosas. —¿Está ... muerta?
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Él no respondió.
Me detuve, buscando una piedra que se adentró en mi sandalia. —
¿Simplemente no vas a decirme?
Me sonrió con una facilidad exasperante.
—Entonces, ¿por qué has querido venir aquí?—Saqué la piedra y me
puse la sandalia de nuevo—. ¿Por qué quisiste salir a caminar si estarás
evasivo?
—Bueno, es divertido ver tus mejillas obtener todo ese color rosa
cuando te sientes frustrada.
Lo fulminé con la mirada.
Daemon sonrió y comenzó a caminar de nuevo. No dijo nada hasta
que llegamos al lago. Él fue a la orilla y me observó mientras me detuve
unos metros detrás de él.
—Además del hecho retorcido que te gusta obtener todas las
respuestas, me imaginé que tendrías más preguntas.
Bueno, era enfermo que le gustaba fastidiarme. Incluso más enfermo
era el hecho de que observarlo conseguía enojarme, también.
—Las haré.
—Algunas no responderé. Algunas sí. —Daemon se detuvo,
pensativo—. Más vale que hagas todas tus preguntas. Así no tendremos
que hacer todo esto de nuevo, pero piensa bien en esas preguntas.
¿Nunca sacar a colación el hecho de que eran alienígenas otra
vez? Ja. Bueno. —¿Comienzo ya?
—Vayamos a la roca. —Se volvió hacia el lago y se quitó los zapatos.
—¿Qué? No estoy usando un traje de baño.
—¿Y? —Se dio la vuelta con una sonrisa—. Te puedes desnudar
descendente.
—No va a suceder. —Crucé los brazos.
—Me lo imaginé —respondió—. No sé ¿Alguna vez has ido a nadar
en ropa interior antes?
—Sí. ¿Quién no lo ha hecho? Pero era cuando hacía calor. ¿Por qué
tenemos que ir a nadar para que pueda hacer las preguntas?
Daemon se quedó mirándome un momento, luego bajó sus
pestañas, avivando sus mejillas. —No es por ti, pero si por mí. Parece una
cosa normal hacerlo. —Las puntas de sus mejillas se volvieron rosadas al
sol—. ¿Recuerdas el día que nos fuimos a nadar?
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Sí —dije, dando un paso adelante.
Levantó la vista, sus ojos se encontraron con los míos. El verde se
opacó lentamente, dando un aspecto de la vulnerabilidad. —¿Te la
pasaste bien?
—Cuando no estabas siendo un idiota, y si ignoro el hecho de me
llevaste porque era una obligación, entonces claro que sí.
Una sonrisa tiró de sus labios cuando miró hacia otro lado. —Me
divertí más ese día de lo que puedo recordar. Sé que suena estúpido, pero
así es.
—No es estúpido. —Mi corazón se sacudió. De alguna manera lo
entendía mejor. Debajo de todo eso, creo que quería ser normal—. Está
bien. Vamos a hacer esto. Eso sí, no te sumerjas en el agua durante cinco
minutos.
Daemon rió. —Trato.
Me quité las sandalias, mientras que él se quitó su camisa. Traté de
no mirarlo, sobre todo porque me miraba como si él esperaba que yo
cambiara de opinión. Dándole una sonrisa rápida, me acerqué a la orilla
del agua y metí los dedos de los pies. —¡Oh mi Dios, el agua está fría!
Me guiñó un ojo a mí. —Mira esto.
Sus ojos tomaron aquel misterioso resplandor, todo su cuerpo vibró y
convirtiéndose en una bola de fuego de luz... él voló hacia el cielo y se
sumergió en línea recta, alumbrando el fondo del lago como una luz de
una piscina. Él se movió alrededor de las rocas del centro, por lo menos
una docena de veces en unos segundos. Fanfarrón.
—¿Poderes alienígenas?—Pregunté, castañeteando los dientes.
El agua corrió por su cabello cuando se inclinó sobre el borde de la
piedra. —Adelante, está un poco más caliente ahora.
Apreté los dientes preparándome para el agua helada, me sorprendí
al descubrir que su temperatura no estaba mal. No estaba caliente, pero
no estaba helada tampoco. Él subió arriba de una roca. Y me ofreció su
mano.
—¿Algún otro talento interesante?
—Puedo hacer cosas sí que tu ni siquiera me puedas ver.
Tomé su mano y él me sacó del agua y me puso sobre la piedra, mi
ropa mojada y todo. Me soltó, alejándose rápidamente. Temblando, me
dio la bienvenida la calidez de la piedra quemada por el sol.
—¿Cómo puedes hacer las cosas sin que yo te vea?
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Apoyó sus codos sobre la roca, se veía cómodo.
—Estamos hechos de luz. Podemos manipular los diferentes espectros
que nos rodea, usándolos a nuestro favor. Es como si fracturáramos la luz,
si eso tiene algún sentido.
—En realidad no. —Necesitaba poner más atención en clase de
ciencias.
—Me has visto en estado natural, ¿verdad? —Cuando asentí con la
cabeza, continuó—: Yo creó una especie de vibración hasta que me
separo en pequeñas partículas de luz. Bueno, podemos eliminar de
manera selectiva la luz, lo que nos permite ser transparentes.
Tiré mis rodillas a mi pecho. —Eso es algo increíble, Daemon.
Sonrió hacia mí, mostrando un hoyuelo en la mejilla antes de que
recostara en la piedra, cruzando las manos detrás de la cabeza. —Sé que
tienes dudas. Pregunta.
Tenía tantas preguntas que no estaba segura sobre con cuál
empezar. —¿Ustedes creen en Dios?
—Parece un buen tipo.
Parpadeé, sin saber si reírme de eso o no. —¿Ustedes tienen un Dios?
—Recuerdo que era algo así como una iglesia, pero eso es todo. Los
ancianos no hablan de ninguna religión —dijo—. Por otra parte, no vemos
a ningún anciano.
—¿Qué quieres decir con "anciano"?.
—Lo mismo que me refiero. Una persona mayor.
Hice una mueca.
Él sonrió. —¿Siguiente pregunta?
—¿Por qué eres tan gilipollas? —Las palabras salieron antes de que
pudiera pensarlo dos veces.
—Todo el mundo tiene que sobresalir en algo, ¿verdad?
—Bueno, estás haciendo un gran trabajo.
Abrió los ojos, encontrándose con los míos por un segundo antes de
cerrase. —Te disgusto ¿no?
Vacilé. —No me disgustas, Daemon. Es que eres difícil de... no lo sé.
Es difícil de conocerte.
—Así que... —dijo con los ojos cerrados, la cara relajada—. Has
aceptado lo imposible. Eres amable con mi hermana y conmigo, aunque
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admito que he sido un imbécil contigo. Podías haber corrido directamente
hacia tu casa ayer y le decirle al mundo sobre nosotros, pero no lo hiciste.
Y no soportas ninguna de mis tonterías —agregó con una risa suave—. Me
gusta eso de ti.
Wau. Espera. —¿Te gusto?
—¿La siguiente pregunta? —dijo.
—¿Está permitido salir con humanos?
Se encogió de hombros. —Permitido es una palabra extraña.
¿Sucede eso? Sí. ¿Se aconseja? No. Así que podemos, pero qué sentido
tendría. No es como que pudiéramos tener una relación duradera cuando
tenemos que ocultar lo que somos.
—Entonces, ustedes son como nosotros, en otros, eh, ¿aspectos?
Daemon se sentó, arqueando una ceja. —¿Venga otra vez?
Sentí el rubor en mis mejillas. —Tú sabes, como… ¿el sexo? Quiero
decir, ustedes son todos de luz y esas cosas. No veo cómo ciertas cosas
pueden funcionar.
Los labios de Daemon se curvaron en una media sonrisa, y esa fue la
única advertencia que me dio. Moviéndose increíblemente rápido, yo
estaba sobre mi espalda y él estaba encima de mí en un instante.
—¿Estás preguntando si me atraen las chicas humanas —preguntó.
Oscuras ondas, húmedas de cabello cayeron hacia delante. Pequeñas
gotas de agua cayeron de los extremos, salpicando contra mi mejilla—. ¿O
estás preguntando si me siento atraído por ti?
Con sus manos, se agachó lentamente. No había un centímetro de
espacio entre nuestros cuerpos. El aire huyó de mis pulmones con el
contacto de su cuerpo contra el mío. Él era masculino y fuerte en todos los
lugares donde yo era suave. Estar tan cerca de él fue sorprendente, causó
una serie de sensaciones de chispas a través de mí. Me estremecí. No por
el frío, sino de cuan cálido y maravilloso se sentía. Podía sentir cada respiro
que él daba, y cuando movió sus caderas, mis ojos se agrandaron y jadeé.
Ah, sí, ciertas cosas definitivamente funcionaban.
Daemon rodó sobre mí, acostándose sobre su espalda a mi lado.
—¿Siguiente pregunta?—Pidió, con voz profunda y gruesa.
Yo no me moví. Me quedé con mis ojos muy abiertos mirando el cielo
azul. —Solo podrías habérmelo dicho, ¿sabes? —Me fijé en él—. No tenías
que demostrármelo.
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—¿Y qué habría de divertido si te lo hubiera dicho? —Volvió su
cabeza hacia mí—. ¿Siguiente pregunta, Kitten?
—¿Por qué me llamas así?
—Me recuerdas a un pequeño gatito confundido, con garras y que
no muerde.
—Bueno, eso no tiene sentido.
Él se encogió de hombros.
Busqué en mis pensamientos dispersos otra pregunta. Había tantas,
pero él había roto mi concentración en mil pedazos. —¿Crees que hay
más Arum alrededor?
Sólo la más ligera pista de sus emociones se dibujó en su rostro.
Inclinó la cabeza hacia atrás, estudiándome mí. —Ellos siempre están
cerca.
—¿Y te están cazando?
—Es lo único que les importa. —Volvió a mirar al cielo—. Sin nuestros
poderes, ellos son como... los seres humanos, pero viciosos e inmorales. Ellos
quieren destruir todo a cualquier precio.
Tragué con fuerza. —¿Has... luchado con mucho de ellos?
—Sí. —Relajó su expresión, usando su mano para apoyar su cabeza.
Un mechón de pelo le caía sobre los ojos—. He perdido la cuenta de
cuántos me he enfrentado y matado. Y a como estas iluminada ellos
vendrán.
Mis dedos se morían de ganas de apartar el mechón de cabello
hacia atrás. —Entonces, ¿por qué detuviste el camión?
—¿Hubieras preferido que permitiera que te hiciera un panqueque?
Ni siquiera me moleste en responder a eso. —¿Por qué?
Un músculo apareció en su mandíbula mientras su mirada se desvió
de mi rostro hacia arriba. —¿La verdad?
—Sí.
—¿Voy a obtener puntos extras? —Preguntó en voz baja.
Conteniendo la respiración, levanté la mano y peiné hacia atrás el
mechón de cabello. Mis dedos apenas le rozaron la piel, pero él contuvo el
aliento y cerró los ojos. Saqué mi mano, no sé por qué hice eso. —Depende
de cómo contestes a la pregunta.
Daemon abrió los ojos. Las pupilas eran blancas, extrañamente
bellas. Se recostó sobre su espalda una vez más, su brazo contra el mío.
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—¿Siguiente pregunta?
Junté las manos, por encima de mi estómago. —¿Por qué el uso de
tus poderes deja un rastro?
—Los seres humanos también brillan como nosotros. Cuando usamos
nuestras habilidades a tu alrededor absorbes nuestra luz. Con el tiempo, el
brillo se perderá, pero mientras más poderes ejerzamos, más energía
usamos, más brillante deja el rastro. Dee borrosa no dejaría nada de nada.
El incidente del camión y cuando asusté al oso, deja una marca visible.
Algo más poderoso, como curar a alguien, deja un rastro más visible.
Aunque uno débil, nada grande, así me han dicho, pero persiste más
tiempo por alguna razón. Debí haber sido más cuidadoso a tu alrededor—
continuó—. Cuando asuste al oso empleaba una ráfaga de luz, que es
como una especie de láser. Esto dejo un rastro lo suficientemente grande
para el Arum pudiera verlo.
—¿Quieres decir que esa noche fui atacada por eso? —Susurré, mi
voz ronca.
—Sí. —Llevó una mano su cara—. Los Arum no vienen mucho por
aquí, ya que no creen que ninguno Luxen esté aquí. El cuarzo beta en las
rocas esconde nuestra firma energética, nos oculta. Esa es una de las
razones por las que hay muchos de nosotros aquí. Pero debe haber sido
uno que tiene mucha experiencia. Vio tu rastro y sabía que debía de haber
uno de nosotros cerca. Fue mi culpa.
—No fue tu culpa. No fuiste quien me atacó.
—Pero, básicamente, lo lleve a ti—dijo, con voz tensa.
Al principio no podía hablar. Había un terrible puñetazo en mi
estómago, todo tipo de sentimientos se extendían desde la punta de mis
dedos hasta los dedos del pie. Sentí la sangre drenarse fuera de mi cara
tan rápido que me dejó mareada. De repente, lo que el hombre había
dicho tenía sentido. ¿Dónde están ellos? Él me había estado preguntando
por ellos.
—¿Dónde está ahora? ¿Sigue ahí? ¿Va a volver? ¿Cómo…?
La mano de Daemon encontró la mía y la apretó. —Kitten, cálmate.
Te va a dar un ataque al corazón.
Mis ojos se posaron en nuestras manos. No puse distancia. —No voy a
tener un ataque al corazón.
—¿Estás segura?
—Sí. —Rodé los ojos.
—Él no es un problema más —dijo después de unos segundos.
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—¿Tu... tu lo mataste?
—Sí, claro que lo hice.
—¿Cómo lo hiciste? No vi que lo matarás.
—Bueno, sí, yo lo maté. —No había una sola onza de duda o
remordimiento en su voz, como si matar a alguien ni siquiera le afectara.
Debería tener miedo, mucho miedo. Daemon suspiró—. Somos enemigos,
Kitten. Él me hubiera matado a mí y a mi familia después de absorber
nuestras habilidades si no lo detenía. No sólo eso, él ha traído a más aquí.
Otros como nosotros han estado en peligro. Tú has estado en peligro.
—¿Qué pasa con el camión? Soy más brillante ahora. —No hice
caso al apretón de mi estómago—. ¿Habrá otro?
—Esperemos que no hay ninguno cerca. Al menos hasta que tu
rastro desaparezca. Estarás a salvo.
Él movió su dedo en silenciosos círculos sobre mi mano. Fue algo
calmante y reconfortante. —¿Y si no?
—Entonces, tendré que matarlos, también. —No dudó—. Por un
tiempo, vas a tener que permanecer cerca de mí, hasta que se
desvanece el rastro.
—Dee dijo algo así —Me mordí mi labio—. Así que, ¿No quieres que
me permanezca lejos de ustedes más?
—No importa lo que yo quiero. —Miró su mano—. Pero si por mí fuera,
no deberías estar cerca de nosotros.
Tomé una respiración fuerte, aparté mi mano. —Vaya, que honesto.
—No entiendes —Respondió Daemon—. En este momento, puedes
llevar un Arum directo hacia mi hermana. Y tengo que protegerla. Ella es
todo lo que me queda. Y tengo que proteger a los demás. Soy el más
fuerte. Eso es lo que hago. Y mientras lleves mi rastro en ti, no quiero que
vayas a ninguna parte con Dee si no estoy contigo.
Sentada, miré hacia la orilla. —Creo que es hora de regresar.
Sus dedos se enredaron en mi brazo. Mi piel se estremeció. —En este
momento, no puedes andar allí sola por tu cuenta. Tengo que estar
contigo hasta que se desvanezca el rastro.
—No te necesito de niñera. —Me dolía la mandíbula de lo mucho
que apretaba los dientes. Todo lo de mantenerme alejada de Dee me
molestó, pero le entendía. Eso no significa que sus palabras no me
dolieran—. Voy a estar lejos de Dee hasta que esto desaparezca.
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—Todavía no he terminado —Su agarre no apretaba, pero tenía la
sensación de que quería sacudirme, aunque sé que él nunca lo haría—. Si
un Arum se adueña de ti, no te van a matar. El de la biblioteca estaba
jugando contigo. Iba a llegar al grado de que tú le rogaras por tu vida y
luego te obligaría a llevarlo a uno de nosotros.
Tragué saliva. —Daemon…
—No tienes elección. En este momento, corres un gran peligro con el
rastro. Eres un peligro para mi hermana. No voy a dejar que le pase nada a
ella.
Su amor por su hermana era admirable, pero no hizo nada para
detener el flujo de la ira corriendo por mis venas. —¿Y después de que se
desvanezca? Entonces, ¿Qué?
—Preferiría que te mantuvieras lo más lejos posible de todos nosotros,
pero dudo que vaya a pasar. Y mi hermana se preocupa por ti. —Dejó ir mi
brazo y se echó hacia atrás, apoyándose en los codos—. Mientras no
tengas el rastro, entonces yo no tengo ningún problema con que seas su
amiga.
Apreté mis manos en puños.
—Estoy tan agradecida de tener tu aprobación.
Su sonrisa no alcanzó sus ojos. Su sonrisa esta vez era rara. —Ya perdí
a un hermano por lo que sentía por un humano. No voy a perder a otro.
La ira todavía estaba latente en mí, pero sus palabras me llamaron la
atención.
—Háblame de tu hermano y Bethany.
Se produjo una pausa y luego dijo: —Mi hermano ser enamoro de
una humana... y ahora los dos están muertos.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
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Traducido por Mery St. Clair
Corregido por Melii
C
omo si él apagara mi interruptor para ser una perra, todo lo
que pude hacer fue mirarlo. Había un sentimiento en mi interior
que me decía que yo ya sabía que había algo entre nosotros,
pero no quería reconocerlo. Dios, él era in idiota, pero mi ira se
apagó, reduciéndose y dejando una sensación de incertidumbre.
—¿Qué ocurrió? —pregunté.
Él estaba mirando por encima de mi hombro, concentrado en los
árboles detrás de mí.
—Dawson conoció a Bethany, y te juro, fue como amor a primera
vista. Para él, su vida era ella. Matthew —Sr. Garrison—le advirtió. Yo le
advertí que eso no iba a funcionar. No había manera de que pudiéramos
tener una relación con un humano —Presionando sus labios juntos, él se
detuvo un momento—. No sabes cuan duro es esto, Kat. Tenemos que
ocultarnos todo el tiempo, e incluso con los de nuestra propia especie
tenemos que ser cuidadosos. Hay muchas reglas. Al DOD y a los Luxen no
les gusta la idea de relacionarnos con humanos —Hizo una pausa,
negando con su cabeza—. Es como si ellos pensaran que somos animales,
inferiores a ellos.
—Pero no son animales —dije. Definitivamente no son como nosotros,
pero no eran inferiores.
—¿Sabes que cualquier movimiento es rastreado por ellos? —Me
miró, sus ojos turbios. Enojados—. La licencia de conducir, lo saben. Una
aplicación a la universidad, lo ven. ¿Una licencia de matrimonio para un
humano? Olvídalo. Tenemos un registro que llenar si queremos mudarnos.
Parpadeé. —¿Ellos pueden hacer eso?
Rió sin humor. —Es su planeta, no el nuestro. Incluso tú lo dijiste. Y ellos
financian nuestras vidas. Tenemos chequeos al azar, por lo que no
OBSIDIAN
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podemos escondernos o nada. Una vez que ellos saben que estamos aquí,
eso es todo.
No muy segura de que decir, permanecí en silencio. Todo en su vida
parecía controlado, planeado. Era espantoso y triste.
—Y eso no es todo. Cuando encontramos a otros Luxen, debemos
permanecer allí.
Una sensación de alarma se encendió en mi sistema. ¿Estaba
obligado a estar con Ash? Parecía un mal momento para preguntar.
—Eso no parece justo.
—No lo es —Daemon se sentó en un movimiento fluido, dejando
caer sus brazos sobre sus rodillas dobladas—. Es fácil sentirte humano. Sé
que no lo soy, pero quiero las mismas cosas que todos los humanos desean
—Se detuvo, sacudiendo su cabeza—. De todos modos, algo pasó entre
Dawson y Bethany. No sé qué. Él nunca lo dijo. Se fueron de excursión un
sábado y regreso más tarde, su ropa estaba rasgada y cubierta de sangre.
Estaban más unidos que nunca. Si Matt y los Thompsons no tenían
sospechas antes, las tuvieron entonces. El siguiente fin de semana, Dawson
y Bethany salieron al cine. Nunca regresaron.
Apreté con fuerza mis ojos.
—El DOD lo encontró al día siguiente en Moorefield, su cuerpo fue
arrojado como basura —su voz era baja y áspera—. No tuve una
oportunidad de despedirme. Se llevaron su cuerpo antes de que pudiera
verlo, debido al riesgo de exposición. Cuando nosotros morimos o somos
heridos, recurrimos a nuestra forma verdadera.
Me dolía la noticia… por él y Dee.
—¿Estás seguro de que él… está muerto, a pesar de que nunca viste
su cuerpo?
—Sé lo que un Arum le hizo. Drenó sus habilidades y lo asesino. Si él
estuviera vivo, encontraría una manera de contactarse con nosotros. Tanto
su cuerpo como el de Bethany fueron retirados antes de que alguien
pudiera verlos. Sus padres nunca sabrán lo que le ocurrió. Y todos sabemos
que él había hecho algo para dejar un rastro en ella, permitiendo que el
Arum lo encontrara. Esa es la única posibilidad. Ellos no pueden sentirnos
aquí. Él tuvo que haber hecho algo importante.
Mi pecho se apretó. No podía imaginar lo que él y Dee debieron
haber sentido. La muerte de mi padre fue algo que se esperaba. Me dolió
—Había sentido su enfermedad y finalmente la muerte llevándoselo— pero
él no fue asesinado.
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—Lo siento —susurré—. Sé que no hay nada que pueda decir. Sólo lo
siento.
Él se removió un poco, levantando su cabeza hacia el cielo. En un
segundo, la máscara que usaba cayó. Y allí estaba el Daemon real. Siento
un total idiota, pero tenía dolor dentro de él, unas líneas vulnerables en su
rostro que dudaba que alguien más llegara a ver. Y repentinamente, me
sentí como una intrusa, siendo testigo de este momento. Ser yo, de todas
las personas, quien viera debajo de esas capas de actitud no me parecía
bien. Debería ser alguien por quien se preocupara, alguien importante
para él.
—Yo… lo extraño —dijo, con voz entrecortada.
Mi corazón se apretó. El dolor en su voz me atravesó. Sin pensarlo,
me di la vuelta y llegué a él, envolviendo mis brazos alrededor de todo su
cuerpo rígido. Lo abracé tan fuerte como pude. Y luego me alejé antes de
que él me apartara y me lanzara de la roca.
Daemon aun así no se movió. Me miró, sus ojos muy abiertos, como si
nunca hubiera sido abrazado antes. Tal vez los Luxen no creían en los
abrazos.
Bajé la mirada. —Extraño a mi papá, también. Nada hace que eso
sea más fácil.
Su respiración fue expulsada con dureza. —Dee dijo que estuvo
enfermo, pero no que estaba mal con él. Lamento… tu perdida. Las
enfermedades no son algo a que nosotros estemos acostumbrados. ¿Qué
fue?
Le dije sobre el cáncer de mi papá, fue sorprendentemente fácil de
hablar. Y luego le dije sobre las mejores cosas —cosas que papá y yo
compartíamos antes de que enfermara. Como creamos un jardín juntos y
pasábamos los sábados por la mañana durante la primavera buscando
nuevas plantas y flores.
Y él compartió sus recuerdos de Dawson. La primera vez que
subieron a las montañas Seneca. Y la primera que Dawson se había
transformado en alguien más y no podía cambiar de regreso. Y allí
estábamos nosotros, de alguna manera encontrando paz hablando de
ellos hasta que el sol comenzó a desaparecer y las rocas perdieron su
calor. Y éramos solo yo y él, en el atardecer, mirando las estrellas llenando
el cielo.
Estaba renuente a irme, no porque el agua estuviera fría, sino porque
sabía —yo sé— que esta pequeña pieza de mundo que creamos, donde
no estábamos discutiendo u odiándonos el uno al otro, no iba a durar.
Parecía que Daemon necesitaba habla con alguien, y ocurrió que estoy
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aquí. Yo hice las preguntas correctas. Y él hizo lo mismo conmigo. Él estaba
aquí. Al menos, eso es lo que me estaba diciendo a mí misma, porque sé
que mañana no sería diferente a como fue una semana atrás.
Teníamos que regresar al mundo real. Y Daemon desearía nunca
haberme conocido.
Ninguno hablo hasta que estuvimos en mi pórtico. La luz estaba
encendida en la sala, así que cuando hablé, mantuve mi voz baja: —¿Qué
pasara ahora?
Las manos de Daemon eran puños a sus lados mientras aparto la
mirada, sin responder.
Comencé a darme la vuelta, pero en lo que me tomó parpadear,
Daemon ya se había ido.
—¿No hiciste nada el Día del Trabajo? —Lesa señaló detrás de ella—.
Vives una vida tan emocionante como Carissa.
No era como si pudiera decirles que tuve un emocionante fin de
semana, uno que envolvía a un camión casi golpeándome y probándome
la existencia de la vida extraterrestre, así que me encogí de hombros y
garabateé en mi cuaderno. —Sólo estuve en casa.
—Puedo ver por qué —Lesa levantó la barbilla hacia el frente del
salón de clases—. También lo haría si viviera en la casa de al lado.
—Debiste haber nacido como hombre —comentó Carissa, y disimuló
una sonrisa. Ellas dos eran una contrariedad; discutían pero eran muy
unidas. Siempre me sentía como si estuviera observando un loco partido
de tennis entre un ángel a mi izquierda y un demonio a mi derecha.
Pero no necesité levantar la mirada para ver que ellas estaban
hablando de Daemon. Anoche casi no había dormido. La única cosa de
la que estaba segura era que cuando llegara el martes por la mañana, yo
debía actuar indiferente. Lo ignoré, lo cual hubiera podido seguir
haciéndolo si él se hubiera sentando muy, pero muy lejos.
Y hubiera funcionado bien, pero se sentó detrás de mí y sentí su
pluma presionando contra mi espalda. Lentamente, bajé mi pluma y
casualmente me di la vuelta. —¿Sí?
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Bajó sus pestañas, pero no antes de que pudiera ver el brillo en sus
ojos. —Mi casa. Después de la escuela.
Lesa dejo escapar un suspiro audible que me avergonzó.
Sabía que tenía que pasar el rato con Daemon hasta que ese
maldito rastro se desvaneciera, pero no me venía bien que me lo
ordenara. —Tengo planes.
Su cabeza se movió un centímetro a un lado. —¿Disculpa?
Una pequeña y malvada parte de mí se deleitaba con su sorpresa.
—Dije que tengo planes.
Pasó un segundo de silencio, y luego sonrió. No fue tan devastadora
como yo esperaba, pero fue malditamente cerca. —No tienes planes.
—¿Cómo puedes saberlo?
—Lo sé.
—Bien, pues estás equivocado. —No lo estaba. No tenía planes.
Su mirada se deslizó a las chicas. —¿Estarás con ellas después de la
escuela?
Carissa abrió su boca, pero Lesa la interrumpió. —Nop.
Que buenas amigas. —Quizás mis planes no son con ellas.
Daemon se inclinó sobre su escritorio, cerrando el espacio entre
nosotros. —Además de ellas y Dee, ¿Qué otros amigos tienes?
Le disparé una mirada de muerte. —Tengo otros amigos.
—Sí, nombra alguno.
Maldición. Me lanzó una trampa. —Bien. Como sea.
Me dio una sonrisa sexy y se acomodó en su asiento, dando
golpecitos con la pluma sobre el escritorio. Lanzándole una vez más una
mirada de puro odio, me giré de regreso. Sí, nada había cambiado.
Daemon me siguió a casa después de la escuela. Literalmente. Él me
siguió en su nueva Infiniti SUV. Mi viejo Camry, con el tubo de escape
echando mucho humo no era competencia para la velocidad con la que
él quería ir.
OBSIDIAN
167
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Frené para ver qué es lo que él quería en varias ocasiones.
Tocaba el claxon fuertemente.
Eso me hacía sentir entre confundida y bien.
Tan pronto como di un paso fuera de mi auto, él estaba en frente del
lado del conductor. —¡Jesús! —Llevé mi mano a mi pecho—. ¿Podrías
dejar de hacer eso?
—¿Por qué? —inclinó su cabeza más abajo—. Eres como nosotros
ahora.
—Sí, pero eso no quiere decir que no puedas caminar como un ser
humano normal. ¿Qué pasa si mamá te ve?
Sonrió. —Me encantaría hacerle creer que está viendo cosas.
Pasé a su lado. —Tengo que cenar con mamá.
Daemon apareció delante de mí, haciéndome gritar. Lo empujé,
pero él se movió a un lado. —¡Dios! Creo que te gusta hacerme cabrear.
—¿Quién? ¿Yo? —Sus ojos se abrieron de inocencia—. ¿A qué hora
es la cena?
—Seis —Pisoteé subiendo los escalones—. Y no estás invitado.
—Como si yo quisiera comer contigo —replicó.
No me moleste en mirar atrás, levante mi dedo medio.
—Tienes hasta las 6:30 para estar en mi casa, o vendré por ti.
—Sí. Sí. —Me adentré en el interior sin mirarlo.
Mamá estaba de pie junto a la ventana de la sala, quitándole el
polvo a un retrato que sostenía. Era su foto favorita de nosotros. Ella había
detenido a un adolescente que pasaba y le preguntó si podría tomarnos
una fotografía mientras estábamos en la playa. Una sonrisa y el chico no
pudo negarse. Recordé cuan avergonzado había dejado al chico. Aparté
la mirada con frustración. Odio esa imagen.
—¿Cuánto tiempo has estado allí?
—El suficiente para verte mostrándole a Daemon el dedo medio.
—Se lo merecía —me quejé, dejando caer mi mochila en el suelo—.
Iré con él después de cenar.
Ella arrugó su nariz. —¿Hay algo que debiera saber?
Suspiré. —Ni en un millón de años.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Cuando me presenté en la puerta de al lado, a las 6:34, parecía
como si la Tercera Guerra Mundial hubiera estallado en la casa. Me permití
entrar una vez que nadie abrió la puerta.
—¡No puedo creer que te hayas comido todo el helado, Daemon!
Me estremecí y me detuve en el comedor. De ninguna manera iba a
entrar en la cocina.
—No me comí todo.
—Ah, entonces, ¿Se comió solo? —Dee gritó tan fuerte que vi las
vigas del techo vibrar—. ¿La cuchara se lo comió? Oh, espera, lo sé. El
cartón se lo comió.
—En realidad, creo que el congelador se lo comió —respondió
secamente Daemon.
Sonreí cuando escuché el sonido de un envase vacío golpeando lo
que sospechosamente parecía un cuerpo.
Girándome, regrese a la sala y me quedé allí hasta que escuché
pasos detrás de mí.
Daemon descansaba contra el marco de la puerta que conducía
de la sala al comedor. Lentamente lo observé. Su cabello estaba
despeinado y la débil luz de la lámpara rebotó sobre sus pómulos altos. Sus
labios se curvaron en una media sonrisa, e incluso con una simple camisa y
jeans, él parecía… bueno, no había palabras.
Absorbía todo en la habitación, y ni siquiera lo sabía.
Arqueó una ceja mientras esperaba. —¿Kat?
Me pateé a mi misma mentalmente, aparté la mirada. —¿Te
golpearon con un cartón de helado?
—Sí.
—Maldición. Me lo perdí.
—Estoy seguro de que a Dee le encantaría hacer una repetición
para ti.
Sonreí un poco por eso.
—Oh, crees que es divertido —Dee llegó explotando a la sala, las
llaves de su auto en su mano—. Debería hacer que vayas a la tienda y me
OBSIDIAN
169
FORO’ LIBROS DEL CIELO
traigas helado, pero porque quiero a Katy y valoro su bienestar, voy a ir yo
misma.
Eso significa que me dejara sola… Oh, diablos, no. —¿No puede ir
Daemon?
Daemon me sonrió.
—No. Si un Arum está por ahí, él únicamente vería tu rastro —Dee
cogió su bolso—. Necesitas estar con Daemon. Es más fuerte que yo.
Mis hombros cayeron. —¿No puedo irme a mi casa?
—¿Te das cuenta que dejas un rastro desde afuera? —Daemon se
apartó del marco de la puerta—. Sería tu funeral, sin embargo.
—Daemon —espetó Dee—. Todo esto es culpa tuya. Mi helado no
era tu helado.
—Ese helado debió de haber sido muy importante —dije.
—Era mío —Dee trató de golpear a Daemon con su bolso, pero él lo
esquivó—. Y él se lo comió.
Daemon rodó sus ojos. —Solo ve y compra más.
—¡Sí, señor! —Hizo un saludo militar—. ¿Quieren ustedes algo?
Negué con mi cabeza.
En un parpadeó Daemon desapareció y volvió a aparecer. Ahora
estaba junto a Dee y abrazándola rápidamente. —Cuídate.
No había duda en mi mente de que Daemon amaba y adoraba a
su hermana. Alegremente daría su vida por ella. La manera en que él
siempre estaba protegiéndola era más que admirable. No había una
palabra suficientemente buena para esto. Y eso me hizo desear tener un
hermano.
—Como siempre —sonrió ella, despidiéndose de mí con su mano, y
dirigiéndose a la puerta.
—Wau. Recuérdame nunca comerme su helado.
—Si lo haces, ni siquiera yo seré capaz de salvarte —Me dirigió una
sonrisa sardónica—. Entonces, Kitten, si voy a ser tu niñera durante la tarde,
¿Qué vamos a hacer?
Mis ojos inmediatamente se entrecerraron. —En primer lugar, yo no te
pedí ser mi niñera. Y tú me hiciste venir hasta aquí. Y no me llames Kitten.
Daemon echó su cabeza hacia atrás y rió. El sonido envió una onda
de temblores a través de mí, recordándome como desperté con él, mi
cabeza en su regazo. —¿No has planeado nada?
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—No me conoces nada aún.
Sin dejar de reír, se dirigió a la cocina. —Te creo. Nunca tengo un
momento aburrido cuando estás cerca. —se detuvo—. ¿Vendrás o no?
Tomé una profunda respiración y exhalé lentamente. —¿Ir a donde?
Él abrió la puerta de la cocina. —Tengo hambre.
—¿No te comiste todo el helado?
—Sí, pero todavía tengo hambre.
—Dios mío, los extraterrestres comen tanto —Me quedé donde
estaba.
Daemon me miró sobre su hombro. —Tengo una fuerte inclinación
de necesitar tener un ojo sobre ti. Donde yo voy tu vienes —Esperó a que
me moviera, y cuando no lo hice, su sonrisa se volvió malévola—. O puedo
forzarte a moverte.
Estaba bastante segura de que yo quería saber cómo planeaba
hacer eso. —Muy bien, vamos —Pasé a su lado y me dejé caer en una silla
al lado de la mesa.
Daemon agarró un plato con sobras de pollo. —¿Quieres un poco?
Negué con la cabeza. A diferencia de ellos, yo no comía diez
comidas al día.
Estuvo en silencio mientras se movía alrededor de la cocina. Desde la
noche en la roca, no habíamos estado peleando. No era como si nos
estuviéramos llevando bien, pero me parece que existía una tregua no
declarada. No tenía idea de que hablar con él ahora que no estábamos
discutiendo.
Apoyando mi mejilla contra la palma de mi mano, me costó mucho
apartar mi mirada de él. Era alto y grande, pero se movía como un bailarín.
Cada paso era suave y flexible. Incluso el más simple movimiento parecía
una forma de arte.
Luego estaba su rostro.
En ese momento, levantó su mirada del plato. —Entonces, ¿Cómo lo
llevas?
Aparté mi mirada de él y me centré en el plato de comida a medio
comer. ¿Cuánto tiempo había estado observándolo? Esto se estaba
volviendo ridículo. ¿Este rastro me estaba convirtiendo en una hormona
caminante?
—Estoy bien.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Él tomó un bocado de pollo y masticó lentamente. —Lo haces bien.
Estás aceptado esto con normalidad. Estoy sorprendido.
—¿Qué pensaste que haría?
Daemon se encogió
posibilidades son infinitas.
de
hombros.
—Con
los
humanos,
las
Mordí mi labio. —¿Crees que de alguna manera somos más débiles
que tu, solo porque somos humanos?
—No es que crea que eres débil, sé que lo eres —Me miró por
encima de su vaso de leche—. No estoy tratando de ser desagradable por
decirte eso. Eres más débil que nosotros.
—Quizás físicamente, pero no mental o… moralmente —repliqué.
—¿Moralmente? —sonaba confundido.
—Sí, por ejemplo, yo no voy gritándole al mundo como ustedes
consiguen dinero. Y si fuera capturada por un Arum, yo no los traería de
regreso a ti.
—¿De verdad?
Ofendida, me eché hacia atrás y crucé mis brazos. —No. No lo haría.
—¿Incluso si tu vida está en peligro? —La incredulidad coloreaba su
tono.
Negando con mi cabeza, reí. —Sólo porque soy humana no quiere
decir que soy una cobarde o traicionera. Nunca haría nada que pusiera
en peligro a Dee. ¿Por qué mi vida es más valiosa que la de ella? Ahora, si
hablamos de la tuya… es debatible. Pero no Dee.
Me miró por un par de segundos, luego siguió comiendo. Si estaba
esperando una disculpa, no iba a conseguirla. Qué gran sorpresa.
—Entonces, ¿Cuánto tiempo tomara que el rastro se desvanezca? —
Mis ojos se encontraron con los suyos. Muy molesta.
Los ojos de Daemon eran intensos y brillantes, el verde parecía arder
a través de mi. Él tomó un largo sorbo a su bebida.
Tragué saliva, mi garganta seca.
—Probablemente una o dos semanas, quizás menos
entrecerrando sus ojos—. Ya ha comenzado a desvanecerse.
—dijo,
Era extraño que él hablara de una luz alrededor de mil que yo no
podía ver. —¿Qué aspecto tiene? ¿Parezco una enorme bombilla o algo
así?
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Él rió entre dientes, sacudiendo su cabeza. —Es un suave resplandor
blanco alrededor de tu cuerpo, como una especie de halo.
—Oh, bueno, eso no parece tan malo. ¿Has terminado? —Cuando él
asintió, tomé su plato como de costumbre. No para lanzárselo a él, pero
para tener algo que hacer—. Al menos no parezco un árbol de navidad.
—Pareces la estrella encima del árbol. —Su respiración movió mi
cabello alrededor de mi mejilla.
Jadeando, me di la vuelta.
Daemon estaba directamente detrás de mí. Nuestros cuerpos
separados sólo por unos centímetros. Colocando mis manos en el borde
del mostrador, tomé una profunda respiración. —Odio cuando haces esa
cosa de la super-velocidad-alienígena.
Sonriendo, él inclinó su cabeza a un lado. —Kitten, ¿Qué vamos a
hacer?
Un millón de imágenes pasaron por mi mente. Gracias a Dios, leer la
mente no era uno de los poderes de los extraterrestres. Una extraña
pesadez invadió el aire a mí alrededor, y este deseo abrumador despertó a
la vida.
—¿Por qué no me entregaste al DOD? —escupí.
Daemon dio un paso atrás, sorprendido. —¿Qué?
Desearía no haberlo dicho, pero lo hice, y no había manera de
regresar atrás. —¿No sería todo más fácil para ti si me hubieras entregado
a otras personas? Así no tendrías que preocuparte por Dee ni nada.
Daemon permaneció en silencio. El color de sus ojos incremento,
llegando a ser brillante. Quería dar un paso atrás, pero no sabía a dónde ir.
En voz baja, él dijo: —No lo sé, Kitten.
—¿No lo sabes? ¿Estás arriesgando todo y no sabes por qué?
—Eso es lo que dije.
Lo miré fijamente, desconcertada por el hecho de que él arriesgara
tanto y pareciera no tener idea de por qué. Esto era una locura para mí.
Absurdo. Admitiéndolo, era desconcertante, porque eso significaba
muchas cosas.
Cosas que yo no me atrevía a reconocerlas.
Sus brazos rápidamente me atraparon, cayendo pesadamente
contra el mostrador. Las bandas de músculos crearon con éxito una
trampa, acorralándome sin tocarme. Él bajó su cabeza y los mechones
oscuros cayeron sobre sus ojos. —De acuerdo. Sé por qué.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Al principio no tuve idea de qué estaba hablando. —¿Lo sabes?
Daemon asintió. —No sobrevivirías un día sin nosotros.
—Tú no sabes eso.
—Oh, lo sé —Echó su cabeza a un lado—. ¿Sabes a cuantos Arum
me he enfrentado? Cientos. Y ha habido ocasiones en que apenas he
podido escapar. Un humano no tiene ninguna oportunidad contra ellos, o
el DOD.
—Bien. Como sea. ¿Puedes quitarte?
Recobrando la compostura, Daemon sonrió. Dios, él era
exasperante. Podía quedarme aquí, mirándolo como una idiota, o
apartarme de él. Opte por lo último. Mi plan era empujar sus brazos tan
fuerte como pudiera.
No alcancé a moverme mucho.
Él era como una pared de ladrillos que únicamente un tren podría
moverlo. Él sonrió ampliamente, entretenido por mi falta de progreso.
—Imbécil —murmuré.
Daemon rió. —Tienes una boca sucia. ¿Con eso besas a los chicos?
Mis mejillas ardieron. —¿Besas a Ash con la tuya?
—¿Ash? —su sonrisa desapareció y sus ojos rápidamente se
ensombrecieron—. ¿De verdad quieres saberlo?
Una irracional chispa de celos se encendió en mí, pero la ignoré.
Sonreí. —No, gracias.
Daemon se inclinó aún más. Su aroma picante y masculino me
rodeó. —No eres una buena mentirosa, Kitten. Tus mejillas se sonrojan cada
vez que mientes.
¿En serio? Oh, diablos. Traté de empujarlo otra vez, pero él se
acercó, agarrando mi brazo. No era un fuerte agarre, pero podía sentirlo
hasta los huesos. Su mano ascendió. Un hormigueó le seguía, pero
placentero. No quería mirarlo, pero no parecía capaz de detenerme.
Estábamos demasiado cerca y había demasiada tensión entre
nosotros. Su mirada ardió mientras se encontraba con la mía. Bajó su
cabeza, y olvidé cómo respirar. Fascinada, observé sus labios curvarse
lentamente en una sonrisa. Era difícil ponerle atención a sus palabras
cuando hablaba, pero de alguna manera pude escucharlo a través de la
neblina que envolvía mi mente
—Tengo una extraña idea de que debería probar esto.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—¿Probar qué? —Mis ojos se posaron en sus labios. Me sentí a mi
misma acercarme.
—Creo que te gustaría saberlo —se acercó más, sus manos se
deslizaron por mi brazo y descansó con cuidado en mi nuca—. Tienes un
cabello hermoso.
—¿Qué?
—Nada —sus dedos se extendieron a lo largo de mi nuca, tocando
lentamente los mechones de mi cabello.
Sus dedos hábiles llegaron a la base de mi cráneo. Mis labios se
entreabrieron, y esperé.
Él dejó caer su mano mientras yo me quedaba allí, ansiosa —quizás
demasiada ansiosa— descubriendo que él sentía el mismo dolor
inesperado que yo. Si estaba tan afectado como yo.
En su lugar, Daemon tomó una botella de agua del mostrador.
Me apoyé contra la barra. Diablos.
Sus ojos bailaban con burla mientras se daba la vuelta hacia la
mesa. —¿Qué es lo que preguntabas, Kitten?
—Deja de llamarme así.
Tomó un trago. —¿Dee dijo algo de una película?
Asentí. —Sí, lo mencionó temprano en clases.
—Bueno, vamos. Veamos una película.
Me aparté del mostrador y lo seguí. Me detuve en la puerta mientras
él tomaba un DVD y fruncía el ceño. —¿De quién fue la idea de esto?
Me encogí de hombros y luego vi sus cejas arquearse a medida de
que leía la propaganda en la parte de atrás. —Como sea —murmuró.
Aclarando mi garganta, di un paso dentro de la sala. —Mira,
Daemon, no tienes porque sentarte y ver una película conmigo. Si tienes
otras cosas que quieres hacer, estoy segura de que estaré bien.
Levantó la mirada de la película y luego se encogió de hombros. —
No tengo nada que hacer.
—De acuerdo —Aún estaba insegura. Imaginarlo disfrutando de una
película conmigo era más descabellado que la idea de que los
alienígenas viven entre los humanos.
Atravesé la habitación y me senté en el sofá mientras él ponía la
película. Después de introducir el disco, fue al sofá y se sentó en el otro
extremo. Luego, la televisión se encendió, y juraría que el mando a
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
distancia estaba al lado de la T.V. Probablemente era una buena cosa
que yo no tuviera esos poderes. Me volvería una perezosa.
Él me miró, y yo inmediatamente encaré la televisión.
—Si te duermes durante la película, me las pagaras.
Me volví hacia él con el ceño fruncido. —¿Por qué?
Daemon me dirigió una sonrisa lobuna. —Sólo ve la película.
Hice una mueca, pero permanecí en silencio. Daemon se removió.
La gran distancia en el sofá pareció estrecharse entre nosotros. Contuve la
respiración hasta que necesite el aire. Él no parecía notar nada cuando los
créditos comenzaron a mostrarse en la pantalla.
Observé su perfil y me pregunté por enésima vez lo que él podría
estar pensando y, como siempre, no pude adivinarlo. Frustrada, me volví a
la película y decidí que mi extraña atracción que sentía por él era mi
imaginación. No podía ser otra cosa. Tesan y sin saber lo que estaba
sintiendo, conté los minutos hasta que Dee regresó.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
20
Traducido por Elena Vladescu.
Corregido por Melii
S
orprendentemente, Daemon estaba tranquilo en la clase de
matemáticas el miércoles. El inevitable golpeteo de su bolígrafo
contra mí lo hizo solo una vez, y era para recordarme que los
únicos planes que tenía después de la escuela eran con él.
Sí, lo que sea, como si pudiera olvidarlo.
En clase de biología, como el día anterior, la mirada aguda del Sr.
Garrison seguía yendo hacia mí. Sabía que él vio el rastro, y no tenía ni idea
de en qué estaba pensado.
Daemon no había mencionado si él y Dee le habían dicho a los otros
Luxen. A lo largo del día anterior, varios profesores me habían dado
miradas raras. Hoy, pasé junto al entrenador en mi camino a la cafetería, él
paró en el medio del pasillo y me miró de arriba abajo. O era un pervertido
o era un alienígena. O ambos, lo que nos daría una combinación
ganadora.
Mientras estaba en la cola del almuerzo, hice todo lo que estaba en
mi poder para no mirar hacia atrás en la cafetería. Mirando la comida,
caminé hacia adelante y casi reboté en la espalda de una montaña
andante.
Simón Cutters se dio la vuelta y miró hacia abajo. Sonrió cuando me
vio.
—Hola, Katy.
Le pasé mi dinero a la cajera y me giré hacia Simón.
—Lo siento por eso.
—No hay problema.
Me esperó al final de la cola con su plato lleno de comida. Él comía
casi tanto como Dee.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—¿Tienes alguna idea de sobre qué estaba hablando Monroe en
trigonometría? Juro que era un idioma diferente.
Considerando que pasé la mayor parte de la clase ignorando al
chico que estaba detrás de mí…
—Ni idea. Espero que alguien haya tomado notas —moví mi plato—.
¿Tenemos un examen la próxima semana, verdad?
Simón asintió.
—Justo antes del juego, también. Creo que Monroe hace eso a…
Alguien se interpuso entre nosotros para agarrar una bebida,
forzándonos a separarnos un paso el uno del otro, lo cual no era necesario
ya que cualquiera podría haber caminado fácilmente alrededor nuestro.
Cuando inhalé el aroma fresco, me di cuenta de quién era.
Daemon cogió un cartón de leche fuera del mostrador y lo pasaba
de una mano a la otra. Dándome una mirada indescifrable, se giró hacia
Simón. Los dos tenían la misma altura, pero Simón era mucho más fornido.
Pero aún así, Daemon daba más vibras de chico malo.
—¿Cómo estás Simón? —le preguntó, pasando el cartón de nuevo
Parpadeando mientras retrocedía, Simón se aclaró la garganta.
—Bien. Estoy bien, dirigiéndome a mi eh, mi mesa —me miró
nervioso—. Te veo en clase, Katy.
Con el ceño fruncido miré a Simón tropezándose con sus propios pies
para llegar a su mesa. Volteé hacia Daemon.
—¿Y bien?
—¿Estabas planeando sentarte con Simón? —preguntó, cruzando los
brazos sobre su pecho.
—¿Qué? No. —reí—, estaba planeando sentarme con Lesa y Carissa.
—Al igual que yo —intervino Dee, apareciendo de la nada. Ella
balanceaba un plato en una mano y dos bebidas en la otra—. Eso es si
crees que seré bienvenida.
—Estoy segura de que lo serás —miré a Daemon, pero él ya se
estaba dirigiendo a su mesa. Me quedé parada ahí por un momento,
confundida. ¿Qué diablos había sido todo eso? Ahí estaban los gemelos
Thompson y Ash, todos apiñados. Algunos de los otros chicos estaban
hablando. No tenía ni idea de si eran alienígenas o no. Daemon se sentó
junto a ellos, sacó un libro y empezó a hojearlo. Ash levantó la vista y no
parecía muy emocionada.
—¿Crees que a alguien más le importará? —pregunté finalmente.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—No. Odié no sentarme ayer contigo. Y creo que es momento para
un cambio —Dee se veía tan esperanzada que no pude contradecirla—.
¿Verdad?
Lesa y Carissa se sorprendieron quedándose en un aturdido silencio
durante unos cinco minutos después de que Dee se hubiera unido en su
mesa, pero se las ganó y todos se relajaron con bastante rapidez. Todos
menos yo.
La mitad de la cafetería me miraba, seguramente esperando que
me enzarzara en otra pelea de comida épica con Barbie. Ya había
pasado una semana y todavía todos me consideraban una ninja de la
comida.
De vez en cuando, Ash miraba hacia nuestra mesa, con un profundo
ceño fruncido en su rostro. Vestía un top de un azul eléctrico que
combinaba con sus ojos. La camisa blanca que tenía encima estaba
desabotonada, revelando que tenía un cuerpo matador. ¡Dios! ¿Qué
pasaba con el ADN alienígena? Ya entendí que son de otro mundo, pero
Jesús, ¿eso incluía pechos perfectos también?
Dee me dio un codazo mientras Carissa y Lesa charlaban con un
chico pecoso al final de la mesa.
—¿Qué? —pregunté.
Ella se inclinó sobre mi hombro, de manera que solo yo la escuchara.
—¿Qué está pasando entre tú y mi hermano?
Le di un mordisco a mi pizza, reflexionando sobre cómo responder a
eso.
—Nada, ya sabes, lo de siempre.
Dee arqueó una ceja perfectamente delineada.
—Sí, él estuvo fuera todo el domingo. Al igual que tú. Y mientras él no
estaba cierta persona vino a buscarlo.
Mi porción se resbaló de mi mano.
Ella agarró su bebida, sonriendo levemente.
—No llegué a decírtelo ayer porque él estuvo con nosotras todo el
día, pero no vayas a decirme que no has notado como Ash te lanza
cuchillas con los ojos.
—Yo lo noté —Lesa la interrumpió, poniendo los codos en la mesa—.
Se ve como si te deseara muerta.
Hice una mueca.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Caramba. Eso es bueno.
—¿Y no tienes idea del por qué? —Dee me preguntó, volteándose
para estar de espaldas a la mesa de ellos—. Finge que me estás mirando.
Ahora mismo.
—Te estoy mirando ahora mismo —apunté, tomando otro bocado
de mi pizza. Lesa rió.
—Mira sobre su hombro, genial. Hacia su mesa.
Rodé mis ojos mientras hacía lo que me dijeron. Primero, noté que
uno de los chicos rubios estaba volteado en su asiento, hablando con un
chico de la mesa que estaba enfrente de la suya. Luego moví mi mirada y
mis ojos se encontraron con los de Daemon.
A pesar de que varias mesas nos separaban, se me cortó la
respiración. Había algo… malvado en esos ojos color esmeralda.
Atrapantes. No podía desviar la mirada, y él tampoco lo hizo. La distancia
entre nosotros parecía haberse evaporado.
Un segundo después, él sonrió y se dio la vuelta, concentrándose en
lo que Ash le estaba diciendo. Tomando una respiración rápida, me
concentré en mis amigas.
—Sí —murmuró Leah soñadoramente—, ese es el por qué.
—Yo… no hay una razón —sentí mi cara arder—. ¿Pueden verlo? El
solo se burla de mí.
—Esa cosa de burlarse es sexy —Lesa miró a Dee—. Lo siento. Sé que
es tu hermano y todo eso.
—Está bien. Estoy acostumbrada —Dee apoyó el mentón en su
mano—. ¿Te acuerdas de ese día en el porche?
Entrecerré los ojos hacia ella.
—¿Qué pasó en el porche? —preguntó Lesa, lo suficientemente
curiosa como para que sus ojos oscuros brillaran
—Nada —dije.
—Ellos estaban como así de cerca —Dee levantó el índice y el
pulgar de modo que solo quedara casi un centímetro entre los dos—. Y
estoy segura de que han estado más cerca.
Mi boca cayó abierta.
—Claro que no, Dee. Ni siquiera nos llevamos bien, ni en un nivel
básico de llevarse bien.
Carissa se sacó los lentes y los sopló.
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—¿Qué está pasando?
Lesa le contó todo, para mi horror.
—Sí —Carissa asintió—. Ellos estaban mirándose súper intensamente
en clase el viernes. Era bastante caliente, toda la cosa de “te estoy
desvistiendo con los ojos” que estaban haciendo.
Me atraganté con mi bebida.
—Eso no era lo que estábamos haciendo. ¡Estábamos hablando!
—Katy, claro que lo estabas haciendo —Lesa tomó una servilleta y
empezó a enrollarla—. No es nada de lo cual estar avergonzada. Yo lo
haría si él siguiera el juego.
La miré por un segundo y luego rompí a reír.
—Ustedes chicas están locas. No hay nada entre nosotros —miré a
Dee—, y tú deberías saberlo.
—Sé muchas cosas —dijo ella inocentemente.
Fruncí el ceño.
—¿Qué se supone que significa eso?
Ella se encogió de hombros y señaló mi segunda porción.
—¿Vas a comerte eso?
La tomé y se la pasé. Ella ignoró mi mirada mientras devoraba
felizmente mi porción extra de pizza.
—Oh, chicas, ¿escucharon lo de Sarah? —Carissa cerró su celular
mirando hacia arriba—. Casi lo olvido.
—No.
Lesa me miró.
—El hermano mayor de Carissa, Ben, es amigo del hermano de
Sarah. Van juntos a la WVU7.
—Oh —giré mi bebida y empecé a despegar la etiqueta. Cuando
pensé en Sarah, pensé en el hospital y en cómo había escuchado de su
muerte. Y pensé en los Arum, y en cómo ellos estaban por ahí.
—Robbie le dijo a Ben que la policía no cree que haya sido un
ataque del corazón o una causa natural —Carissa miró alrededor de la
mesa, bajando la voz—, O al menos no una causa natural de la que ellos
fueran consientes.
7
West Virginia University, en español: Universidad de Virginia del Oeste.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Dee bajó la piza de su boca. Así es como supe que esto era serio.
—¿A qué te refieres?
—Aparentemente, había tanto daño en el corazón que no había
ninguna manera de que pudiera estar viva, independientemente de si
tenía problemas del corazón o no —explicó Carissa.
Dee se encogió.
—Lo sé, ¿pero qué más pudo haber sido?
Miré a Dee teniendo una idea de qué o quién pudo haber sido.
Después del almuerzo, la aparté hacia un lado.
—¿Qué tal si fue uno de ellos? —pregunté—. ¿Uno de los Arum?
Dee se mordió el labio y luego me tiró lejos de las puertas de la
cafetería y de su hermano, quien estaba saliendo de la habitación. Más
abajo en el pasillo, se detuvo.
—Ellos fueron, pero Daemon se hizo cargo de él.
Dudé.
—¿Fue el mismo que me atacó?
—Sí —Dee miró detrás de ella, presionando los labios—. Daemon
piensa que fue puramente una coincidencia, que el Arum tropezó con
ella. Ella no nos conocía. Lo juro.
Eso no tenía ningún sentido para mí.
—¿Entonces por qué?
Dee encontró mi mirada.
—Ellos no necesitan una razón, Katy. Los Arum son malvados. Nos
asesinan por nuestros poderes —hizo una pausa—. Y matan humanos por
diversión.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
21
Traducido por ♥...Luisa...♥
Corregido por ★MoNt$3★
S
orprendentemente, las cosas estaban ahora en una especie
de... normalidad. Mi rastro se desvaneció en una semana y
media. Daemon había actuado como si hubiera sido liberado
de una pena de prisión de veinte años, y ya nunca estaba
cuando me encontraba con Dee.
Septiembre y la mayor parte de octubre transcurrieron sin que
ocurriera nada. Mamá siguió trabajando en sus dos puestos, y tenía un par
de citas con el Sr. Michaels. A ella le gustaba, y estaba feliz por ella. Había
pasado tanto tiempo desde que había visto su sonrisa, sin que estuviera
teñida de tristeza.
Carissa y Lesa ambas habían estado en mi casa, y muchas veces
habíamos ido al cine o al centro comercial en Cumberland con Dee. A
pesar de que había pasado tiempo cerca de las dos chicas humanas y
teníamos en común muchísimas más cosas, me sentía más cercana a Dee.
Lo hacíamos todo juntas, todo menos hablar de Daemon. Lo intentó, en
varias ocasiones.
—Sé que le gustas. —Había dicho una vez, mientras se suponía que
estábamos estudiando—. Veo la forma en que te mira. Se pone tenso,
incluso si sólo te menciono.
Suspiré y cerré el cuaderno.
—Dee, creo que la razón por la que me mira es porque está
pensando en la manera de matarme y ocultar mi cuerpo.
—Eso no es lo parece.
—Entonces, ¿cómo es la mirada, Dee? —Arrojó su libro en la cama y
subió sus rodillas, colocando las manos sobre su pecho.
—Es la mirada “te odio pero te quiero”.
Me reí tontamente.
—Eso es terrible.
OBSIDIAN
183
FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Es verdad. —Bajó sus manos—. Podemos tener citas con humanos
si queremos, ya sabes. Es algo sin sentido, pero podemos. Y yo nunca le ha
prestado atención a cualquier otro ser humano.
—Ha sido obligado a prestarme atención, Dee. —Dejé caer mi
espalda sobre la cama. Mi estómago tenía un nudo al pensar en que
Daemon secretamente quiere estar conmigo. Por supuesto, sabía que se
sentía atraído por mí. Lo sentí, pero la lujuria es diferente a gustar—. ¿Y tú?
¿Qué pasa con Adam?
—Absolutamente nada, en absoluto. No sé cómo Ash se siente
atraída por Daemon. Hemos crecido con ellos, y Adam es como un
hermano para mí. No creo que él se sienta diferente tampoco. —Hizo una
pausa, su labio inferior temblaba—. No me gusta nadie de mi especie.
—¿Hay un chico... humano que quieras? —Sacudió la cabeza.
—No. Pero si lo hubiera, no debería tener miedo de él. Tengo
derecho a ser feliz. No debería importar si es gracias a uno de los de tu
clase o a uno de los de la nuestra.
—Completamente de acuerdo. —Dee se acostó a mi lado,
acurrucándose.
—Daemon se volvería loco si me enamorara de un ser humano.
Casi sonreí ante eso, pero luego recordé a su hermano. Tenía toda la
razón, Daemon enloquecería. Tal vez con razón, porque si su hermano no
se hubiera enamorado de una humana, todavía estaría vivo. Espero por el
bien de Dee que nunca se enamore de uno. Daemon definitivamente se
volvería loco.
A mediados de octubre, parecía que hubiéramos regresado en el
tiempo. Quería encontrar la pluma de Daemon y destruirla. Había perdido
la cuenta de cuántas veces se había metido conmigo después de que el
rastro se borrara de mí. Parecía que vivía para meterse debajo de mi piel.
Y había una parte de mí que medio lo esperaba, sólo porque era
entretenido... hasta que uno de nosotros se enojaba en serio, sobre todo
cuando yo estaba siendo francamente antisocial. Al igual que el viernes en
clase, Simón me había preguntado si quería estudiar para nuestro examen
de trigonometría. Antes de que pudiera responder, la mochila de Simón
había volado de su escritorio, su contenido se había dispersado por el suelo
como si alguien hubiera extendió el brazo sobre el escritorio. Con la cara
roja y confusa, Simón había estado absolutamente avergonzado por la
clase riendo mientras él recogía sus cuadernos y lápices dispersos.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Mire por encima del hombro a Daemon, sospechando que era el
responsable de la mochila voladora, pero lo único que hizo fue sonreírme
perezosamente.
—¿Cuál es tu problema? —le pregunté en el pasillo después de
clase—. Sé que hiciste eso.
Él se encogió de hombros. —¿Y? —¿Y? Me detuve en mi casillero,
sorprendida al encontrar que Daemon me había seguido hasta allí.
—Eso fue grosero, Daemon. Lo avergonzaste. —Después bajé la voz
hasta que fue un susurro—. Y yo que pensaba que no usarías tus… cosas
para atraerlos aquí.
—Eso era apenas un punto en el mapa. Que no deja huella en
cualquier persona.
Bajó la cabeza hasta que los bordes de sus oscuros rizos me rozaron
la mejilla. Estaba atrapada entre el deseo de gritar en mi casillero o gritarle
a él.
—Además, te estaba haciendo un favor. —Me reí.
—¿Y cómo es que me hiciste un favor? —Daemon me sonrió y luego
bajó la mirada para que sus gruesas y oscuras pestañas le cubrieran los
ojos.
—El estudio de las matemáticas no era lo que él tenía en mente.
Eso era discutible, pero decidí seguir el juego. No retrocedía ante él,
ni aun sabiendo que podía tirarme al aire con un solo pensamiento.
—¿Y que si fuera el caso?
—¿Te gusta Simón? —Irguió su barbilla, la ira brillando en sus ojos
esmeraldas—. No es posible que te guste. —Dudé.
—¿Estás celoso? —Daemon miró hacia otro lado. Y aproveché la
oportunidad de finalmente tener una cosa para restregarle en la cara y di
un paso hacia adelante. No se movió ni respiro.
—¿Estás celoso de Simón? —Bajé la voz—. ¿De un ser humano? ¡Qué
vergüenza, Daemon! —Respiró fuertemente.
—No estoy celoso. Lo único que estoy tratando de hacer es ayudarte
a escabullirte. Los tipos como Simón sólo quieren conseguir meterse entre
tus piernas. —Mis mejillas se encendieron mientras lo miraba.
—¿Por qué? ¿Crees que es la única razón por la que podría gustarle
a un chico? —Daemon sonrió con complicidad mientras poco a poco
retrocedía.
—Simplemente digo.
OBSIDIAN
185
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Se fue después de eso, desapareciendo en la sala llena de gente. Lo
cual fue bueno, porque si se hubiera quedado un rato más, le habría dado
un puñetazo. Cuando me di la vuelta, vi a Ash de pie fuera de su clase. Su
mirada casi me fríe en el acto.
Nadie hablaba de Sarah. No es que en la escuela la hubieran
olvidado. Era sólo que habían continuado, como la mayoría lo hizo. Saber
cómo y por qué murió era algo en lo que yo trataba de no pensar.
Cuando lo hice, mi estómago se agrió como la leche cuajada. Murió
porque Daemon me salvó y el Arum había necesitado a alguien para
desahogar su ira.
Y por la noche, he soñado con el estacionamiento detrás de la
biblioteca. Vi su cara, la frialdad y la rabia en sus ojos mientras él me
arrancaba la vida. Esas noches, me despertaba con un grito pegado en la
garganta, cubierta de un sudor frío. Aparte de las pesadillas y el ocasional
abuso de poder alienígena por de parte de Daemon, no había nada más
fuera de lo normal.
Era como vivir al lado de adolescentes normales. Adolescentes que
no tienen que levantarse para cambiar el canal de televisión y que se
ponen un poco tensos después de una lluvia de meteoritos.
Dee me había explicado que el Arum utiliza los despliegues
atmosféricos como una forma de bajar a la Tierra sin ser detectado por el
gobierno. No entiendo cómo, y ella no me explica pero unos pocos días
después de la lluvia o incluso de una estrella fugaz, los hermanos
quedaban al borde. También desaparecían, a veces teniendo un fin de
semana de tres días o faltando un miércoles sin previo aviso. Dee
finalmente me explicó que habían estado siendo checados por DOD.
Continuó diciéndome que el problema no era un Arum, pero no les creí.
No cuando se toman tantas molestias para evitar hablar de ellos.
Sin embargo, Dee estaba al borde por una razón completamente
diferente en la clase del jueves. El baile de bienvenida era el próximo fin de
semana y ella no había encontrado aún un vestido. Tenía una cita con
Andrew. ¿O era Adam? No podría decir a la distancia con cuál de los dos
increíbles rubios.
Todo el mundo estaba emocionado por el baile, al parecer.
Serpentinas colgaban de los pasillos. Mantas anunciando el partido contra
la otra escuela y el baile. Las entradas se vendían por todas partes. Lesa y
Carissa también tenían citas. Ninguna de ellas tenía vestidos, según la
conversación del almuerzo de ayer.
Yo, en cambio, no tenía una cita.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Trataron de convencerme ayer de que ir sola no era lo más alto en el
desastre social, y lo sabía, pero estar de pie junto a la pared durante toda
la noche o jugar a ser la tercera entre una pareja no era para mí.
Todos se conocían en una escuela tan pequeña como PHS. Parejas
que habían estado juntas durante toda la secundaria. Amigos que se
juntaban entre ellos para ir al baile. Y yo, que no tengo una conexión real
con nadie, parecía más como una sin pareja. Asesinato total de mi
autoestima.
Después de pasar la clase de matemáticas ignorando los intentos de
Daemon para fastidiarme, Simón apareció en mi casillero, mientras
cambiaba un pesado e inútil libro, por otro pesado e inútil libro.
—Hola —le dije, sonriendo. Tenía la esperanza de que Daemon no
estuviera cerca, porque sólo Dios sabía lo que haría—. Te veías como si te
estuvieras quedando dormido en clase hoy.
Se echó a reír.
—Como que lo hice. Y estaba soñando con formulas. Todo fue muy
aterrador. —Me reí, empujando el libro de texto en mi mochila y cerrando
la puerta de mi casillero con un empujón de mi cadera.
—Me imagino.
Simón no era feo. No, si te gustan los deportistas grandes y
corpulentos que se veían como si pudieran lanzar balas de heno en el
verano. Tenía los brazos del tamaño de troncos de árboles y una sonrisa
suficientemente encantadora. Ojos azules, también, y cuando sonreía, la
piel alrededor de ellos se arrugaba. Pero sus ojos no eran verdes, sus labios
no eran poéticos.
—Nunca te he visto en cualquiera de nuestros juegos —dijo, su piel
haciendo la cosa de las arrugas—. ¿No eres una fanática del fútbol?
Simón era el defensa, o el apoyador8. Honestamente, no tengo idea.
—Fui a uno —le dije. Y me había ido en el medio tiempo con Dee.
Las dos nos habíamos aburrido más allá de lo soportable—. El fútbol no es
lo mío. —Esperaba que se fuera después de eso, debido a que el fútbol era
como una religión por aquí, pero se apoyó en el casillero de al lado,
cruzando los brazos sobre el pecho.
—Así que… me preguntaba si tenías planes para el próximo sábado.
—Mis ojos se dirigieron a la bandera roja y negra sobre su cabeza. El
próximo sábado era el baile de bienvenida. Tenía la garganta seca, como
un animal acorralado, y mis ojos se abrieron.
8
Linebacker: Los linebackers son miembros del equipo defensivo.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—No. No tengo planes en absoluto.
—¿No vas a ir al baile? —me preguntó. ¿Debo decirle que no tengo
cita, o eso suena muy patético? Me decidí por sacudir mi cabeza. Simón
parecía aliviado.
—¿Te gustaría ir? ¿Juntos?
Mi primer pensamiento fue decirle que no. Apenas si conocía al tipo,
y supongo que él ha estado saliendo con una porrista flexible, y no estaba
interesada en él. Pero ir con Simón no significaba que nos íbamos a casar.
O si quiera a salir juntos. Simplemente iría a bailar con él. Y un horrible
pensamiento apareció en mi cabeza. No podía esperar para ver la cara
de Daemon cuando se enterara de que tenía una cita.
Le dije que sí, e intercambiamos números y eso fue todo. Iba a ir al
baile de bienvenida, y ahora también necesitaba un vestido. Mamá
estaría emocionada con esto. En el almuerzo, le di la noticia a Dee,
pensando que estaría emocionada.
—¿Simón te pidió que fueran al baile? —La boca de Dee cayó
abierta. Incluso paró de comer durante cinco segundos enteros—. ¿Le
dijiste que sí?
Asentí con la cabeza.
—Sí, ¿Y qué?
—Simón tiene una reputación —dijo Carissa, mirándome por encima
del borde de sus gafas—. Como si quisieras que él pedaleara tu bicicleta.
—Quiere montar a todo el mundo —aclaró Lesa
encogimiento de hombros—. Pero es lindo. Me gustan sus brazos.
con
un
—Sólo porque tenga una reputación, no significa que me vaya a
añadir. —Empuje mi ensalada alrededor de mi plato. El pastel de carne
había estado en el menú de hoy. Así que no me esforcé demasiado—. Y
fue un poco como lindo cuando me lo pidió.
—Kimmy y él terminaron hace como una semana —dijo Carissa—.
Supuestamente la había estado engañando con Tammy. —Ah, Kimmy. Ese
sí que era un nombre de porrista flexible.
—¿Cuál es su problema con los nombres que terminan en Y? —
resopló Lesa.
—Aw, justo como tú, Katy. Es una mezcla hecha por el cielo. —Puse
mis ojos en blanco.
—Bueno, como sea. Tienes una cita. Ahora todas podemos ir a la
tienda a comprar vestidos este fin de semana. —Carissa aplaudió—. ¡Oh! Y
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
podemos ir en el mismo auto juntas, suena divertido ¿no? ¿Qué me dices
Dee?
—¿Eh? —Dee parpadeó. Carissa le repitió la pregunta, y Dee asintió
con una lejana mirada en sus ojos—. Estoy segura que Adam estará bien
con eso.
Hicimos planes para ir a Cumberland el sábado, Lesa y Carissa
estaban prácticamente saltando en sus asientos. Dee no se veía
emocionada. Ni siquiera se veía feliz. Y la cosa más extraña de todas, ni
siquiera terminó su almuerzo ni se comió la mitad del mío.
Cuando dejé la escuela, tuve que hacer todo el camino hacia la
parte posterior del estacionamiento. Esa mañana había llegado tarde. El
espacio estaba alineado con la pista y el campo de futbol, que estaba
desocupado. Era una mierda aparcar aquí. El frío aire, azotado desde las
montañas volaba por toda el área.
—¡Katy!
Me giré, reconociendo la profunda voz. Mi corazón subió a mi
garganta. Ya no sentía más el viento. Apretando la correa de mi bolso,
esperé a que me alcanzara. Daemon se detuvo en frente de mí y extendió
la mano, arreglando la torcida correa.
—Tú sí sabes cómo elegir un lugar para estacionar. —Sorprendida por
el gesto, me tomó un momento responder.
—Lo sé.
Caminamos hacia mi auto, y mientras arrojaba mi mochila en el
asiento trasero, Daemon espero detrás de mí, sus manos en sus bolsillos.
Había una oscura mirada en sus ojos, una opresión en sus labios. Sentí un
pequeño vacío.
—¿Está todo bien?¿No es…?
—No. —Daemon se pasó una mano por su cabello—. Nada… uh,
cósmico-relacionado.
—Bien. —Respiré en señal de alivio, apoyándome en el coche junto
a él—. Me asustaste por un segundo. —Se volvió hacia mí, y de esa
manera, sólo quedaban unos pocos centímetros entre nosotros.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Escuché que iras al baile con Simón Cutters. —Me aparté un
mechón de pelo que había soplado hacia mi cara. El viento lo golpeó de
regreso.
—Las noticias viajan rápido.
—Sí, así es por aquí. —Extendió la mano de nuevo, pero esta vez,
atrapó el mechón de pelo y lo puso tras mi oído. Sus nudillos acariciaron mi
mejilla. El toque ligero me produjo un extraño cosquilleo, junto con un
escalofrió que nada tenía que ver con el frío—. Creí que no te gustaba.
—No está mal —dije. Los chicos estaban rodeando la pista que se
extiende, preparándose para correr—. Es algo amable, y me lo pidió.
—¿Iras con él porque te lo pidió? —¿No es así como funcionan las
cosas? Asentí. No me respondió inmediatamente, mientras yo jugaba con
las llaves de mi coche.
—¿Y tú, iras al baile? —Daemon se acercó, sus rodillas acariciaban
mis muslos.
—¿Acaso importa? —Me tragué una cadena de maldiciones.
—No realmente. —El ángulo de su cuerpo hacia mí.
—No deberías ir con alguien, sólo porque te lo pide.
Bajé mi mirada hacia las llaves, preguntándome si podría sacarle los
ojos a alguien con ellas.
—No veo porque esto tiene algo que ver contigo.
—Eres la amiga de mi hermana, por lo tanto tiene que ver conmigo.
Lo miré boquiabierta.
—Esa es la cosa más ilógica que he escuchado. —Empecé a rodear
el auto, deteniéndome en el capo—. ¿No deberías estar más concentrado
en lo que Ash hace?
—Ash y yo no estamos juntos. —A una estúpida parte de mí le
agradó la idea de ellos dos separados. Sacudiendo mi cabeza, caminé
hacia la puerta del conductor.
—Guarda tu aliento, Daemon. No voy a dar marcha atrás sólo
porque tú tienes un problema con eso.
Maldiciendo bajo, me siguió.
—No quiero verte metida en ningún tipo de problema.
—¿Qué clase de problema? —Abrí bruscamente la puerta de mi
coche. Él la atrapo. Una oscura ceja se arqueo.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Conociéndote, no puedo ni comenzar a imaginarme en cuantos
problemas te puedes meter.
—Oh, si claro, porque Simón va a dejar una huella en mí, que atrae
vacas asesinas en lugar de aliens asesinos. Suelta la puerta de mi auto.
—Eres tan frustrante —espetó, sus ojos se dilataron con irritación—.
Tiene una reputación, Kat. Quiero que tengas cuidado.
Me quedé mirándolo por un momento. ¿Estaría Daemon
genuinamente preocupado acerca de mi bienestar? Tan pronto como el
pensamiento salto a mi mente lo alejé.
—Nada va a suceder, Daemon. Puedo cuidar de mí misma.
—Bien. —Soltó la puerta de mi coche tan rápido que rebotó de
regreso—. Kat…
Demasiado tarde. La puerta había atrapado mis dedos. Grité
cuando el dolor se disparó a través de mi mano hacia mi brazo.
—¡Ouch!
Sacudí mi mano, tratando de aliviar el dolor en mis dedos. El dedo
índice estaba sangrando. El resto estaban definitivamente golpeados y se
verían como una salchicha por la mañana. Las lágrimas ya corrían por mis
mejillas.
—¡Cristo! Eso me dolió. —Sin previo aviso, o decir una palabra, su
mano se disparo, envolviéndose alrededor de la palma de mi mano. Un
destello de fuego pasó por mis manos, hormigueó, extendiéndose desde
las puntas de los dedos hasta el codo. En un instante el dolor había
desaparecido. Mi boca cayó abierta—. ¿Daemon?
Nuestros ojos quedaron atrapados. Soltó mi mano como si le
estuviera quemando.
—Mierda…
—¿Dejaste… hay otro rastro en mí? —Limpié la sangre de mi dedo.
La piel estaba rosa, pero estaba sellada—. Mierda. —Él trago saliva.
—Es débil. No creo que haya ningún problema, apenas si puedo
verla, pero deberías…
—¡No! es débil. Nadie la vera. Estoy bien. No más hacer de niñera.
Dibujé una respiración superficial. Nudos se formaron en mi
estómago.
—Puedo cuidarme a mí misma. —Daemon me miró por un momento.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Tienes razón. Obviamente puedes, siempre y cuando no implique
puertas de autos. Has durado más de lo que cualquier humano que sabe
de nosotros lo ha hecho.
Las palabras de despedida de Daemon se cernían sobre mí como
una nube espesa, presagiando el resto de la noche y hasta bien entrado el
sábado. Había durado más que cualquier otra persona que había
conocido la verdad sobre ellos. No podía dejar de preguntarme si mi
tiempo se acabaría.
Fui con Dee, y recogimos a las chicas después del almuerzo. No pasó
mucho tiempo para llegar a Cumberland y encontrar la tienda de ropa a
la que ellas habían querido ir. Había esperado no encontrar ningún vestido
para escoger desde el momento en que entramos en el Dress Barn, pero
sus bastidores estaban llenos.
Carissa y Lesa ya tenían una idea de lo que querían: algo apretado.
Dee parecía inclinarse hacia el color rosa y con volantes. Yo quería un
vestido que no pareciera que había sido encandilado por una abuela o
tragado por una fábrica de lazos. Dee terminó eligiéndome un vestido rojo
de estilo griego que se ceñía a mi cintura y se soltaba alrededor de mis
caderas y piernas. Tenía un escote en v, un poco atrevido, pero nada
como en lo que Lesa y Carissa se pavoneaban.
—Lo que haría por un pecho así —murmuró Lesa, disgustada
mientras miraba el pecho de Carissa saliéndose de su vestido—. No es
justo. Tengo culo y no tetas.
Carissa se miró en el espejo de la pared, mientras que Dee se
probaba un vestido de color rosa hasta la rodilla que había encontrado.
Recogiendo su pelo hasta sus hombros, Carissa sonrió a su reflejo.
—¿Qué piensan ustedes?
—Te ves ardiente —le dije. Y así se veía. Tenía la figura perfecta.
Dee salió, viéndose absolutamente impresionante en color rosa. Su
vestido tenía pequeñas correas y abrazaba su estructura esbelta. Se echó
una mirada, asintió con la cabeza, y volvió al cambiador. Intercambié una
sonrisa con Lesa.
—Nuestra opinión no era necesaria.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Sí, porque no hay nada en el mundo en lo que Dee no se vea bien.
—Ella puso sus ojos en blanco, agarrando su vestido para ponérselo.
Cuando llegó mi turno de probarme el vestido, tuve que
agradecerle a Dee. Tenía un ojo extraordinario para la moda. El vestido se
ajustaba a mi cuerpo como si hubiera sido hecho para mí. Con el sujetador
incorporado, me hizo sentir que podía estar al lado de Carissa y no
sentirme como una niña pequeña. Me volteé frente al espejo, mirando la
parte de atrás. No está mal.
—Deberías recoger tu cabello —dijo Dee, apareciendo a mi lado—.
Se acercó, artísticamente recogió mi pelo largo encima de mi cabeza—.
Tienes un cuello tan largo. Muéstralo. Lo puedo hacer por ti si quieres y tu
maquillaje, también.
Asentí con la cabeza, pensando que sería divertido.
—Gracias. Nunca habría pensado que me vería bien en este vestido.
—Te ves bien en cualquiera de estos vestidos. —Dee soltó mi
cabello—. Ahora lo que necesitas son zapatos. —Señaló hacia los estantes
de zapatos—. Cualquier cosa de color rojo o claro funcionará. Entre más
tiras, mejor.
Hurgué todos los zapatos, pensando en un par de tacones de tiras
que tenía en casa. Dios sabe que este vestido me iba a costar hasta el
último centavo que mi mamá felizmente me había entregado esta
mañana. Tomé un par de tacones rojos, sin embargo.
Eran divinos.
Una sensación desagradable corrió a través de mí mientras estaba
parada allí. Miré a mi alrededor. Las chicas estaban en la parte de atrás,
mirando los bolsos de mano, y el empleado estaba detrás del mostrador.
La puerta se abrió, haciendo un sonido con el repiquetear del viento. No
había nadie allí. El empleado miró con el ceño fruncido. Sacudiendo la
cabeza, volvió a leer su revista.
Me estremecí cuando mi mirada se arrastró por la puerta a las
ventanas en la parte delantera de la tienda. Más allá de los maniquíes
vestidos, un hombre estada parado en la acera, mirando hacia adentro.
Su pelo oscuro peinado hacia atrás sobre su rostro pálido. La mayoría de
sus rasgos estaban cubiertos con un par de grandes gafas de sol que
parecían fuera de lugar en un día tan nublado. Llevaba unos vaqueros
oscuros y una chaqueta de cuero.
Y me produjo escalofríos.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Me fui detrás de los estantes y pretendí mirar otros vestidos.
Causalmente, levanté la cabeza y miré por encima del estante. Todavía
estaba allí.
—¿Qué demonios? —dije. O estaba esperando a alguien aquí o era
un completo acosador. O un Arum. Me negaba a considerar la última.
Echando un vistazo por la tienda casi vacía, me dirigí hacia el acosador.
—¿Qué estás haciendo? —Salió Lesa, tirando de la cremallera de un
vestido de color rosa trompeta que le daba curvas a su figura infantil—.
¿Ocultándote detrás de los estantes?
Empecé a señalar al acosador, pero cuando miré por la ventana, se
había ido.
—Nada. —Me aclaré la garganta—. ¿Están listas?
Asintió con la cabeza y me dirigí de nuevo a los vestuarios para
cambiarme rápidamente. Desde el momento en que nos fuimos, no dejé
de mirar por la ventana. Esa extraña sensación todavía estaba allí,
siguiéndonos hasta donde Dee había estacionado. Esperaba que el tipo
saltara y nos asustara sacando la mierda de vida fuera de mí en cualquier
momento.
Doblamos nuestros vestidos cuidadosamente y los colocamos en el
maletero, mientras que Carissa y Lesa subieron al asiento trasero. Cerré el
maletero, Dee ese volvió hacia mí. Una pequeña sonrisa en su rostro.
—No te dije esto porque estoy segura de que habrías cambiado de
opinión sobre el vestido.
—¿Qué? —Fruncí el ceño—. ¿Hace que mi trasero se vea grande?
Se río.
—No. Te ves impresionante en él.
—Entonces, ¿cuál es el problema? —Su sonrisa se volvió francamente
maliciosa.
—Oh, tu sabes, sólo que el rojo es el color favorito de Daemon.
OBSIDIAN
194
FORO’ LIBROS DEL CIELO
22
Traducido por Panchys
Corregido por ★MoNt$3★
L
a noche del baile estaba llena de nervios. Una gran parte de mí
quería llamar a Simón y disculparme, especialmente desde que
rechazó la idea de compartir el viaje con las chicas, pero ya mi
mamá había comprado el vestido y Dee había hecho un excelente
trabajo haciéndome ver linda.
Mi cabello había sido rizado y recogido en un moño, exponiendo mi
cuello. Unos pocos rizos estratégicamente puestos colgaban por mis sienes
y descansaban sobre mis hombros desnudos. Incluso había rociado esta
cosa brillante con esencia de vainilla en mi cabello, así que cuando giré mi
cabello brillaba. Mis ojos eran de un marrón cálido, debido a la delineada
que ella les había dado. También estaba bastante segura de que había
aplicado pestañas postizas, porque mis pestañas nunca habían sido tan
largas o gruesas. Su toque final antes de salir corriendo a reunirse con Lesa
fue el brillo que pintó en mis labios, volviéndolos una perfecta sombra de
rubí.
Me inspeccioné en el espejo antes de bajar. Era como mirar a una
extraña, e hice una nota mental para usar maquillaje con más frecuencia.
Mamá se puso a llorar en el momento que me vio. —Oh, Dios mío,
cariño, te ves tan hermosa. —Fue a abrazarme, pero se detuvo—. No
quiero arruinar nada. Déjame tomar mi cámara fotográfica.
Aunque no la envidiaría en este momento. Esperé hasta que regresó
y tomó una docena de fotos. Vestida con su bata de enfermería, se vio un
poco divertida tomando fotos.
—Ahora bien, este tipo Simón —comenzó, con arrugas en la frente—.
Nunca hablaste de él.
Oh, Señor. —Somos amigos. Nada más, así que no tienes nada de
qué preocuparte.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Me lanzó una mirada maternal. —¿Qué pasó con el chico de al
lado, Daemon? Saliste con él un par de veces, ¿verdad?
Me encogí de hombros. Esa era una conversación que no podía ni
siquiera comenzar a abordar con mi mamá. —Uh, estamos enemistados.
—¿Qué? —Su entrecejo se frunció.
—Nada —suspiré, mirando mi mano. No había una sola marca en mis
dedos. Había un rastro, sin embargo, aún permaneciendo débilmente,
según dijo él—. Somos amigos.
—Bueno, es una pena. —Se estiró, alisando un rizo errante—. Parecía
un buen chico.
¿Daemon? ¿Un buen chico? Mmm, no. Un alto sonido de motor
desde el exterior terminó nuestra conversación. Me acerqué a la ventana,
echando un vistazo. Buen Señor. El camión de Simón era del tamaño de un
submarino.
—¿Por qué no van a cenar como Dee estaba diciendo? —preguntó
mi madre, preparando la cámara para otra ronda de disparos.
Desde que Simón había vetado la idea de compartir el viaje, yo veté
la cena. Simón pasaría por mí aquí, por lo cual
no estaba muy
emocionada, pero encontrarnos en el baile parecía estúpido. Por no
hablar de que él tenía las entradas.
No le respondí mientras iba a la puerta y la abría. Simón estaba allí,
vestido de esmoquin. Estaba una poco sorprendida de que tuvieran uno
que le encajara. Sus ojos, que parecían un poco nublados, viajaron por mí
de una manera que convirtió mi piel en el color de mi vestido.
—Te ves caliente —dijo, sacando un ramillete que fue alrededor de
mi muñeca.
Hice una mueca, oyendo a mi mamá aclararse la garganta.
Tomando el ramillete, me hice a un lado y dejé entrar a Simón. —Mamá,
este es Simón.
Simón dio un paso adelante, sacudiendo la mano extendida de mi
madre. —Ahora me doy cuenta de dónde sacó Katy su forma de verse.
Mi madre arqueó una ceja, convirtiéndose en la reina del hielo.
Simón no había hecho un fan. —No eres amable.
Me escabullí a su lado mientras me deslicé mi ramillete, agradecida
de que no era uno que tenía que ser puesto. Simón tomó las cantidades
épicas de fotografías con buen humor, envolviendo sus brazos alrededor
de mi cintura y sonriendo para la cámara.
OBSIDIAN
196
FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Oh. Casi se me olvida. —Mamá desapareció en la sala, volviendo
con un chal negro de encaje. Ella cubrió mis hombros—. Esto va a
mantener el calor.
—Gracias —dije, abrazándola más cerca, más agradecida por la
cobertura de lo que ella jamás podía imaginar. El vestido parecía estar
bien antes, pero ahora con Simón prácticamente babeando en mi escote
me sentí incómoda dejando al descubierto tanta piel.
Mamá me llevó a un lado mientras que Simón esperó fuera.
—Asegúrate de llamarme cuando llegues a casa. Si ocurre algo,
llámame. ¿De acuerdo? Estoy trabajando en Winchester esta noche. —
Miró hacia la puerta, con el ceño fruncido—. Pero puedo dejarlo de ser
necesario.
—Mamá, voy a estar bien. —Me incliné, besándola en la mejilla—. Te
amo.
—Yo también te amo. —Me acompañó a la puerta—. Te ves
hermosa.
Antes de que las lágrimas pudieran llenar de nuevo sus ojos, huí de
casa. Entrar en el camión requirió una escalada estratégica. Me sorprendió
que no necesitara una escalera.
—Hombre, si que te ves caliente. —Simón se metió una pastilla de
menta en la boca antes de retirarse del largo camino de entrada.
Esperaba que no estuviera planeando utilizar las pastillas para el
aliento después. —Gracias. Te ves bien, también.
Ese fue el punto de nuestra conversación. Resultó que Simón no era
un conversador ingenioso. Impactante. El viaje a la escuela fue largo y
difícil, y estaba agarrando el borde de mi chal, como si no hubiera
mañana. Varias veces miró, sonrió y se metió otra pastilla de menta.
No podía esperar para llegar al baile.
Cuando llegamos, en el estacionamiento me enteré de por qué
estaba comiendo tantas mentas para el aliento. Simón sacó una petaca
de plata desde el interior de su traje y tomó un largo trago. Me lo ofreció a
continuación.
Estaba bebiendo. Esto ya estaba empezando a lo grande. Rechacé
la oferta, ya haciendo planes para encontrar otro aventón a casa. Que
bebiera no me molestó. Terminar con un conductor ebrio lo hizo.
Pareciendo no importarle, lo empujó hacia atrás en su chaqueta.
—Un momento. Te ayudaré a bajar.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Bueno, eso estaba muy bien por su parte, porque me preguntaba
cómo en el mundo se suponía que tenía que bajar. Abrió la puerta y sonreí.
—Gracias.
—¿Quieres dejar tu cartera aquí? —preguntó.
Oh, claro que no. Negué con la cabeza y dejé que la pequeña
bolsa colgara de mi muñeca. Simón tomó mi mano y me ayudó a bajar del
camión. Tiró un poco demasiado duro, y choqué contra su espeso pecho.
—¿Estás bien? —preguntó, sonriente.
Asentí con la cabeza, tratando de ignorar el repulsivo sentimiento
edificándose en mi estómago.
Fuera, podía escuchar el constante latido de la música del gimnasio.
Nos detuvimos frente a las puertas empañadas, y Simón me atrajo hacia él
en un abrazo incómodo.
—Me alegro de que quisieras ir al baile conmigo —dijo, su aliento de
menta y teñido con el olor áspero del licor.
—Lo mismo digo —dije, tratando de sentirlo. Puse mis manos sobre su
pecho fornido y empujé hacia atrás—. Deberíamos entrar.
Sonriendo, deslizó sus brazos fuera de mí. Una de sus manos se deslizó
por mi espalda, a lo largo de la curva de la cadera. Me puse rígida y me
dije que fue un accidente. Tuvo que serlo. Seguramente no tenía un
sentimiento así. No hemos bailado hasta el momento.
El gimnasio se había convertido en un baile de tema de otoño. Las
cadenas de follaje de otoño colgando de los techos y cubriendo las
puertas. Había cuernos y calabazas llenas de hojas apiladas en las
esquinas y paredes del escenario.
Tan pronto como entramos, estábamos rodeados de amigos de
Simón. Algunos de ellos me miraron y le dieron a Simón un, no tan discreto,
“dame esos cinco” o palmadas en la espalda. Era como si ahora que ellos
podían ver que tenía tetas, de pronto era genial. Los chicos pueden ser tan
inmaduros. Mientras pasaron la botella que Simón había traído, yo
intercambié tensos saludos con las citas de los otros chicos. Todas ellas
eran porristas. Bostezo.
Recorrí la multitud, espiando a Lesa con su cita. —Ya vuelvo.
Antes de que Simón pudiera detenerme, salí corriendo hacia ella. Se
dio la vuelta cuando su cita asintió con la cabeza en mi dirección. Sonreí.
—Te ves hermosa. —Tuve que gritar para hacerme oír por encima de
la música.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—¡Tú también! —Me dio un rápido abrazo y luego se echó hacia
atrás—. ¿Se está comportando?
—Hasta ahora. ¿Te importa? —Puse el chal y el bolso en la mesa
mientras ella sacudió la cabeza—. Hicieron un buen trabajo con el lugar.
Lesa asintió con la cabeza. —Sigue siendo un gimnasio, sin embargo.
—Se rió—. Tiene ese olor.
Eso era cierto. Carissa rápidamente se unió a nosotros, tirando de las
dos a la pista de baile, lejos de los chicos. No me importaba. Bailamos con
las demás, riendo y siendo normal-estúpido. Lesa bailaba como una puta
con convulsiones, y creo que Carissa se volvió atrevida en un momento
dado.
Cogí un vistazo de Dee hablando con Adam cerca del escenario.
Dando a las chicas un rápido ademán, me dirigí a ellos. —¡Dee!
Se volvió hacia mí, sus ojos brillando bajo las luces deslumbrantes.
—Hola.
Me detuve en seco, con los ojos saltando entre ellos. Adam me dio
una sonrisa forzada antes de desaparecer entre la multitud de bailarines.
—¿Está todo bien? —Le tomé la mano, apretándola—. ¿Has estado
llorando?
—No. ¡No! —Borró debajo de su ojo con la mano libre, usando su
dedo meñique—. Es sólo que… creo que Adam no quería venir conmigo, y
no estoy segura de querer incluso estar aquí. Y es… —Sacudió la cabeza y
tiró de su mano liberándose—. De todos modos, ¡te ves muy bien! ¡Ese
vestido es para morirse!
Mi corazón se fue hacia ella. No me parece justo que se limitara con
quien pudiera salir. Especialmente teniendo en cuenta que todos los
hombres Luxen que conocía eran unos tontos. Ya que todos ellos crecieron
juntos, debe ser como ir al baile con tu hermano.
—Oye —le dije, teniendo una idea—. Podemos rescatarte en esto si
lo deseas. Ver películas y comer helado usando nuestros hermosos vestidos.
Suena divertido, ¿verdad? Podemos alquilar Corazón Valiente. Te encanta
esa película.
Dee se echó a reír, sus ojos llorosos de nuevo mientras me tiró en un
fuerte abrazo. —No. Vamos a disfrutar de esto. ¿Cómo está tu cita?
Miré a mí alrededor, sin verlo. —Probablemente borracho en alguna
parte.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—¡Oh, no! —Cepilló un mechón de pelo hacia atrás. Llevaba el pelo
suelto y liso de forma que cayó sobre sus hombros como una ola de agua
oscura—. ¿Va mal?
—Todavía no, ¿pero me preguntaba si podía irme a casa con
ustedes?
—Por supuesto. —Comenzó a tirar de mí hacia la pista de baile—.
Probablemente vamos a la fogata después. Puedes venir con nosotros o
podemos ir a dejarte.
Simón no había mencionado una fiesta. Tal vez tendría suerte y se
olvidaba de mí. Dee y yo bordeamos la pista, de la mano. Casi me había
dado por vencida en detectar a Lesa entre la multitud, pero luego llegué a
un punto muerto.
Había una pequeña vela cubierta de vidrio sobre una mesa blanca.
Envió un suave resplandor sobre los altos pómulos y labios carnosos de
Daemon. Ash no estaba a la vista, y honestamente no me importaba
dónde estaba.
La mirada de Daemon estaba tan concentrada así que tomé un
intencional paso atrás, pero no rompimos el contacto visual. Un deseo
profundo desplegó en mi estómago, disparado a través de mí como un
caliente relámpago, y esa… esa era la clase de sentimiento que no podías
forzar, ni siquiera podías replicar si querías.
Y entonces Simón estaba delante de mí, atrapando mi mano y
tirando de mí lejos de Dee y saliendo a la pista de baile. No era un baile
lento, pero cubrió su brazo fornido alrededor de mi cintura y me tiró contra
su pecho de todos modos. El borde duro de su botella cortando en mis
costillas.
—Desapareciste —dijo, sus labios rozando mi oído, rociando mi cuello
con los humos del alcohol—. Pensaba en ti y me dejaste.
—No, salude a mis amigas. —Intenté retroceder, pero estaba
pegada a él—. ¿Dónde están tus amigos?
—¿Ah? —gritó, sin poder escucharme mientras la música
incrementaba—. Hay una fiesta esta noche en el campo. Todo el mundo
va. —Una de sus manos fue bajando en mi espalda, con el dedo apoyado
en la curva de mi trasero—. Deberíamos ir.
Maldita sea. —No sé. Toque de queda —le grité de vuelta, tratando
de maniobrar su mano de mi trasero.
—¿Y? Regresas a casa y después escapas.
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200
FORO’ LIBROS DEL CIELO
No me molesté en responder. Estaba demasiado ocupada evitando
sus manos, que estaban por todas partes. Nos pusimos a bailar otra
canción antes de que pudiera salir con éxito, y la única razón fue porque
Carissa me salvó.
Las cosas estaban por todas partes entonces. Me fijé en Ash sentada
en la mesa, mirando enojada mientras Daemon miró el suelo. Varios
descansos al cuarto de baño y bailes más tarde, terminé de nuevo con
Simón.
Para un ser humano, él sí que sabía sorprender a alguien.
No olía a alcohol en esta ocasión, pero maldita sea, sus manos
estaban súper amables a medida que avanzábamos en un estrecho
círculo. Podía sentir cada centímetro de él, y no parecía importarle. Estaba
empezando a sudar cuando una de sus manos bajó de mi hombro,
apenas evitando mi pecho.
Me eché hacia atrás, mirándolo. —Simón.
—¿Qué? —Se veía inocente—. Lo siento. Mi mano se deslizó.
Su mano se deslizó por mi trasero de color rojo. Aparté la vista,
debatiéndome en qué hacer. Tenía que desaparecer. Rápido.
—¿Te importa si interrumpo? —preguntó una voz profunda detrás de
mí.
Los ojos azules de Simón se abrieron mientras me volvía. Daemon
estaba allí de pie, una mirada dura en su rostro. No me miraba. Sus ojos
estaban centrados en Simón en desafío. Como si retara al muchacho a
decir que no.
Después de un breve segundo, Simón me soltó. —Justo a tiempo.
Necesitaba conseguir una bebida de todos modos.
Él arqueó una ceja a Simón y luego me miró. —¿Bailas?
Sin tener idea de lo que estaba haciendo, con cautela puse mis
manos en sus hombros. —Esto es una sorpresa.
No dijo nada mientras envolvió un brazo alrededor de mi cintura y
extendió la mano, apoderándose de una de las mías. La música se
desaceleró hasta que pareció arrastrarse por una melodía inquietante
sobre un amor perdido y encontrado de nuevo. Miré hacia arriba a esos
extraordinarios ojos, sorprendida de que me podía sostener así tan…
tiernamente. Mi corazón dio un vuelco mientras la sangre se agolpó en
todos los puntos de mi cuerpo. Tenía que ser el baile, el vestido… la forma
en que él llenó su traje.
Me tiró más cerca.
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201
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Emoción y temor luchaban dentro de mí. Las deslumbrantes luces de
arriba se reflejaban en su pelo de medianoche. —¿Estás pasando un buen
rato con… Ash?
—¿Estás pasando un buen rato con Manos Felices?
Me mordí el labio. — Te crees muy listillo, ¿eh?
Se rió en mi oído, enviando escalofríos a través de mí. —Los tres
vinimos juntos, Ash, Andrew y yo. —Su mano se posó sobre mi cadera,
teniendo un impacto totalmente diferente en mí. Mi piel se estremecía
debajo de la gasa. Daemon se aclaró la garganta mientras miraba lejos—.
Tú… te ves hermosa, por cierto. Realmente demasiado bien para estar con
ese idiota.
Un rubor se apoderó de mi piel, y bajé la mirada. —¿Estás drogado?
—Desafortunadamente, no, no lo estoy. Sin embargo, tengo
curiosidad por qué preguntas.
— Nunca dices nada agradable de mí.
—Buen punto —suspiró. Daemon se acercó un poco más y volvió un
poco la cabeza. Su mandíbula rozó mi mejilla y salté—. No te voy a morder.
O bien, manosearte. Puedes relajarte.
Mi réplica ingeniosa murió en mis labios cuando movió su mano en
mi cadera y guió mi cabeza a su hombro. En el momento en que mi mejilla
tocó el hombro cubierto con esmoquin, hubo una avalancha de
sensaciones de vértigo. Su mano se posó en mi espalda baja nuevamente
y nos movimos lentamente con la música. Después de un tiempo, él
comenzó a tararear en voz baja, y cerré los ojos. Esto… esto no era
agradable. Era emocionante.
—En serio, ¿cómo va tu cita? —preguntó.
Sonreí. —Es un poco amistoso.
—Eso es lo que pensaba. —Volvió la cabeza, y por un momento su
barbilla descansaba sobre mi cabello, y luego levantó la cabeza—. Te
advertí sobre él.
—Daemon —dije en voz baja, esperando que no arruinara el estado
de ánimo. Había algo pacífico acerca de esto, adormecedor—. Lo tengo
bajo control.
Soltó un bufido. —Claro que parece eso, Kitten. Sus manos se movían
tan rápido que me estaba empezando a preguntar si era humano o no.
Me puse rígida, abriendo mis ojos. Conté hasta diez. Lo hice hasta
tres antes de que él volviera a hablar.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Debes escapar de aquí y volver a casa mientras está distraído. —
Su mano se apretó alrededor de la mía—. Incluso puedo hacer que Dee se
transforme en ti si es necesario.
Sorprendida de que iría a ese extremo, me eché hacia atrás y lo
miré. —¿Está bien si él manosea a tu hermana?
—Sé que ella puede cuidar de sí misma. Estás fuera de tu liga con
ese tipo.
Habíamos dejado de bailar, haciendo caso omiso a las otras parejas.
La incredulidad corría por mí. —¿Perdón? ¿Estoy fuera de mi liga?
—Mira, conduje hasta aquí. Puedo dejar que Dee vuelva con Adams
y llevarte a casa. —Sonaba como si lo tuviera todo planeado. Luego sus
ojos se entrecerraron—. ¿Estás realmente pensando en ir a la fiesta con ese
idiota?
—¿Tú vas a ir? —pregunté, tirando de mi mano para liberarla de él.
Mi otra mano estaba sobre su pecho y su brazo aún alrededor de mi
cintura.
—No importa lo que estoy haciendo. —La frustración puntuaba cada
una de sus palabras—. No vas a ir a esa fiesta.
—Tú no puedes decirme qué hacer, Daemon.
Sus ojos se estrecharon, pero pude ver el misterioso resplandor
comenzando a tomar forma en sus ojos, eclipsando sus pupilas.
—Dee te llevará a casa. Y te juro, si tengo que tirarte por encima del
hombro y sacarte de aquí, lo haré. —Mi mano se curvó en un puño inútil
contra su pecho.
—Me gustaría ver que lo intentes.
Sonrió, sus ojos empezando a brillar en la oscuridad. —Apuesto a que
sí.
—Lo que sea —dije, haciendo caso omiso de las miradas que
empezaban a llegar de todo el mundo. Encima de su hombro, vi al Sr.
Garrison mirándonos, lo que trabajó para mi beneficio—. Tú eres el que va
a causar una escena al llevarme de aquí. —Daemon hizo un ruido que
sonaba realmente como un gruñido.
Cualquiera en su sano juicio habría estado aterrorizado, y debería
haberlo estado, teniendo en cuenta que yo sabía de lo que era capaz. No
lo estaba.
—Porque tu profesor alienígena nos está viendo en estos momentos.
¿Qué crees que va a pensar cuando me tires por encima del hombro,
OBSIDIAN
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amigo? —Cada centímetro de él se puso tenso. Sonreí como el gato que
se comió un acuario repleto de peces—. Ya me parecía.
Sorprendentemente, me devolvió la sonrisa. —Sigo subestimándote,
Kitten.
Simón en modo-sigilo apareció antes de que tuviera la oportunidad
de regodearme con la gran victoria.
—¿Estás lista? —preguntó Simón, mirando entre Daemon y yo—.
Todo el mundo se está yendo a la fiesta.
La mirada de Damon me retó a no irme, y eso fue el por qué acepté.
No controlaba mi vida. Yo lo hacía.
OBSIDIAN
204
FORO’ LIBROS DEL CIELO
23
Traducido por Panchys
Corregido por ★MoNt$3★
E
l campo era de unos dos kilómetros a las afueras de
Petersburgo, en la dirección opuesta de mi casa. Era
literalmente un enorme campo de maíz cosechado. Enormes
fardos de heno cubrieron el paisaje hasta donde podía ver, iluminado en
color naranja y rojo. No podía dejar de pensar que la combinación de
heno seco y fuego no terminaría bien.
Alguien golpeó un barril.
Corrección: la combinación de heno, fuego, y cerveza barata no
podía terminar bien.
Simón había mantenido sus manos para sí todo el camino hasta aquí,
así que me sentía muy bien con mi decisión, con la excepción del
inmediato problema anterior. Me llevó a través de los tallos de maíz
pisoteados hacia el fuego.
—Las chicas están ahí. —Señaló al otro lado del fuego, donde varias
chicas se agruparon juntas, compartiendo vasos rojos de plástico—.
Deberías ir a saludar. Mezclarte un poco.
Asentí con la cabeza, sin tener intención de ir allí.
—Voy a conseguirnos un trago. —Se inclinó, apretando mis hombros
antes de salir. En el momento en que llegó al barril, le dio a tipo corpulento
otro “dame esos cinco” y dejó escapar un fuerte—: ¡Hurra!
Una gran multitud se estaba reuniendo en torno al fuego,
retrocediendo a los bosques de los alrededores. Alguien había acercado
una camioneta, encendió la radio, y dejó las puertas abiertas, por lo que
era casi imposible oír nada. Sosteniendo el chal sobre mis hombros, me
trasladé a lo largo de los bordes, en busca de un rostro familiar. Aliviada, vi
a Dee de pie con los trillizos Thompson. Junto a ellos, Carissa y Lesa
compartían una manta. Daemon no estaba por ninguna parte.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—¡Dee! —llamé, moviéndome de la misma forma que una niña
balanceándose con tacones altos—. ¡Dee!
Se dio la vuelta, y luego segundos después, saludó con la mano
violentamente. Di un paso en dirección a ella, y Simón apareció de la
nada, dos vasos en la mano.
—Oh, Dios mío —dije, dando un paso atrás—. Me asustaste.
Simón se rió, y me entregó una copa. —No veo cómo. Estaba
diciendo tu nombre.
—Lo siento. —Tomé la bebida, arrugando la nariz por el distintivo olor.
Tomando un trago, me enteré de que no sabía mucho mejor de lo que
olía—. Es un poco difícil escuchar con todo el ruido.
—Lo sé. Y no hemos tenido la oportunidad de hablar en absoluto. —
Simón pasó el brazo sobre mi hombro, tropezando un poco—. Y eso es
horrible. He querido hablar contigo toda la noche. ¿Te gustó el ramillete?
—Es hermoso. Gracias otra vez. —Era muy lindo, una combinación de
rosas rosadas y rojas—. ¿Lo conseguiste en la ciudad?
Asintió con la cabeza y luego se bebió el contenido de su vaso a
medida que nos alejamos de la camioneta. —Mi mamá trabaja en una
florería local. Ella lo hizo.
—Wau. Eso está muy bien. —Me alejé de él, con cuidado de no
derramar la cerveza—. ¿Trabaja tu padre en la ciudad?
—No, conmuta en Virginia. —Tiró la copa a un lado y sacó su
petaca—. Es un abogado —se jactó, desenroscando la tapa con una
mano—. Maneja los reclamos por lesiones personales. Su hermano es
médico en la ciudad, sin embargo.
—Mi mamá, es enfermera y trabaja en Virginia, también. —Todos sus
movimientos estaban tirando de mi chal. Estaba a mitad de camino en mis
hombros—. ¿Sabes a dónde vas a ir la universidad hasta ahora? —
pregunté, luchando por algo que decir. Manos amistosas a un lado, él era
algo agradable.
—Iré a la universidad del estado con los chicos. —Frunció el ceño
hacia bebida intacta—. ¿No bebes?
—Oh, no, lo hago. —Tomé un sorbo para demostrarlo. Sonrió y miró,
hablando de cuáles de sus amigos estaban planeando en ir a Marshall en
lugar de la WVU. Cuando no estaba mirando, tiré la mitad de mi vaso.
Simón seguía haciendo preguntas, interrumpido cada pocos minutos
cuando uno de sus amigos se daban una vuelta. Me deshice de más de mi
bebida, lo que me valió varias recargas. Simón me dijo que nos paráramos
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
donde quiera que fuera mientras se balanceaba hacia atrás y adelante
entre el barril. Por mi tercer vaso fingiendo, Simón estaba probablemente
pensando que estaba exuberante pero al menos él estaba teniendo un
gran entrenamiento.
Antes de darme cuenta, estábamos a una buena distancia de la
hoguera, entre el primer cultivo de árboles. Cada paso se hizo más difícil.
En parte debido al terreno accidentado y mis tacones, y hasta el más
mínimo peso de Simón era difícil de soportar.
Simón se enderezó y tiró de su brazo sobre mis hombros, llevándose el
chal con él. Lo agitó en alguna parte detrás de mí, rápidamente
mezclándose con la tierra oscura y la espesa maleza.
—Mierda —dije, dando la vuelta, entrecerrando los ojos.
—¿Qué? —Arrastró las palabras un poco.
—Mi chal… se me cayó. —Tomé un par de pasos hacia el fuego.
—Mmm, te ves mejor sin él —dijo—. Ese vestido… ¡¡Demonios!!9
Le dirigí una mirada molesta por encima del hombro antes de volver
a mirar a… todo se veía negro. —Sí, bueno, pertenece a mi mamá, y me
va a matar si lo pierdo.
—Vamos a encontrarlo. No te preocupes de eso ahora.
De repente, envolvió su brazo alrededor de mi cintura, tirando de mí
hacia atrás. Sorprendida, se me cayó el vaso con cerveza y dejé escapar
una risa nerviosa mientras me torcía fuera de su alcance. —Creo que
tengo que encontrarlo ahora.
—¿No puede esperar? —Simón dio un paso más cerca de mí, y di
uno hacia atrás. Estaba de pie delante de mí, y me di cuenta de que
estaba atrapada entre él y un árbol—. Estábamos hablando, y hay una
cosa que quería hacer. —Miré hacia la hoguera. Parecía demasiado lejos
ahora.
—¿Qué?
Puso una mano enorme en mi hombro, y su agarre era fuerte. La
sensación que se apoderó de mí era algo más que el factor de puajj. Era
otra cosa. Era más poderosa, dejando un sabor extraño en mi paladar,
como cuando el Arum me había hablado fuera de la biblioteca. Se inclinó,
tirando de mí hacia adelante al mismo tiempo, sumergiendo su cabeza.
Me quedé inmóvil por un segundo, y eso fue todo lo que tomó. Su
boca estaba en la mía, degustando la cerveza y pastillas de menta. Hizo
9
En el original Dayum: que es una versión más enfatizada de “demonios”
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207
FORO’ LIBROS DEL CIELO
un sonido y empujó hacia delante. Mi espalda estaba contra un árbol
antes de que pudiera empujarlo hacia atrás, y todavía siguió empujando
hacia adelante, besando mis labios bien cerrados. No podía respirar.
Poniendo mis manos sobre su pecho, empujé hasta que fui capaz de
liberar mi boca.
—Guau, Simón, eso es demasiado —dije, arrastrando el aire. Traté de
liberarme, pero era inamovible.
—Oh, vamos, no es demasiado. —Su mano se abrió paso entre mí y
el árbol, hasta que estaba contra mi espalda, sosteniéndome en el lugar.
Empujé de nuevo contra su pecho, enojada. —¡No he venido aquí
para esto!
Simón se rió. —Todo el mundo viene aquí para esto. Mira, los dos
estamos tomando, divirtiéndonos. No hay nada malo en ello. Ni siquiera
voy a decirle a alguien si no quieres. Todo el mundo sabe que lo hiciste con
Daemon durante el verano.
—¿Qué? —chillé—. Simón, déjame…
Sus descuidados, húmedos labios cortaron mis palabras. Su lengua se
deslizó en mi boca, y quería vomitar. Mi ritmo cardíaco se triplicó, y en un
instante, deseé haber escuchado a Daemon, que hubiera aceptado su
oferta de ir a casa, porque esto estaba fuera de mi liga.
Me las arreglé para conseguir liberar mi cabeza. —Simón, ¡detente!
Y entonces Simón se detuvo. Me apoyé contra el árbol, aturdida y sin
aliento. Se escuchó el sonido de alguien golpeando el suelo y luego un
grito herido.
Alguien se inclinaba sobre un tendido Simón, acercándose hacia
abajo y levantándolo por la piel de su cuello. —¿Tienes un problema de
comprensión de simple Inglés?
Reconocí ese profundo barítono. Era la misma voz que Daemon
había utilizado el día en que había estado en el jardín. Mortal silencio,
peligrosamente bajo. Respiraba con dificultad, mientras miraba al
muchacho encogido.
—Hombre, lo siento. —Simón arrastró las palabras, agarrando la
muñeca de Daemon—. Pensé que ella…
—¿Pensaste qué? —Daemon lo levantó sobre sus pies—. ¿Qué no
significaba sí?
—¡No! ¡Sí! Pensé…
Daemon levantó la mano, y Simón sólo… sólo se detuvo. Brazos
alzados, las manos extendidas en el aire delante de su cara. La sangre que
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
había estado goteando de su nariz, se detuvo en su boca abierta. Los ojos
muy abiertos y sin pestañear. Una expresión de miedo y confusión de
borracho fue congelada en su rostro.
Daemon había congelado a Simón. Literalmente.
Di un paso adelante. —Daemon, ¿qué… qué hiciste?
No me miró, sus ojos entrenados en Simón. —Era esto o lo mataría.
No había duda en mi mente de que era capaz de matarlo. Agarré el
brazo de Simón. Se sentía real, pero rígido. Como un cadáver. Tragué.
—¿Está vivo?
—¿Debería? —preguntó.
Una mirada pasó entre nosotros, pesada con comprensión y
arrepentimiento.
La mandíbula de Daemon se tensó. —Está bien. En este momento, es
como si estuviera durmiendo.
Simón parecía una estatua, una estatua borracha y pervertida.
—Dios mío, qué desastre. —Retrocedí, envolviendo mis brazos
alrededor de mí—. ¿Cuánto tiempo se quedará así?
—Tanto como yo quiera —respondió—. Podría dejarlo aquí. Dejar
que los ciervos mearan en él y los cuervos lo cagaran.
—No puedes… hacer eso, ¿lo sabes? ¿No?
Daemon se encogió de hombros.
—Debes traerlo de vuelta, pero en primer lugar, me gustaría hacer
algo.
Daemon levantó una ceja con curiosidad.
Tomando una respiración profunda, que todavía sabía a cerveza
barata, mentas, y a la lengua de Simón, le di una patada entre las piernas
rectas. Simón no reaccionó, pero lo sentiría mas tarde.
—Wau. —Daemon soltó una carcajada medio estrangulada—. Tal
vez debería haberlo matado. —Frunció el ceño cuando vio la expresión en
mi cara. Se volvió hacia Simón y agitó su mano.
El chico se dobló en dos, ahuecando las manos entre sus piernas.
—Mierda.
Daemon empujó a Simón hacia atrás. —¡Lárgate de mi vista!, y te
juro que como la mires de nuevo, será la última cosa que hagas.
OBSIDIAN
209
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Simón estaba tres tonos más blanco mientras se limpiaba con la
mano la nariz ensangrentada. Sus ojos se movían de mí a Daemon.
—Katy, lo siento…
—Vete De. Aquí. —Daemon se alejó un poco, dando un paso
amenazador hacia adelante.
Simón se dio vuelta y se fue, tropezando y cojeando sobre los
arbustos. Un silencio mortal cayó entre nosotros. Incluso la música parecía
haber enmudecido. Daemon se volvió lentamente y se alejó. Me quedé
allí, temblando.
Daemon me iba a dejar aquí.
No lo culpo. Me advirtió varias veces, y no había escuchado.
Lágrimas de rabia y frustración me quemaban los ojos.
Pero luego volvió, sujetando mi chal en sus manos. Me lo entregó,
maldiciendo en voz baja. Con las manos temblando, tomé el manto y vi
que sus ojos brillaban. ¿Cuánto tiempo habían estado así? Podía sentir sus
ojos en mí, fuertes e intensos.
—Lo sé —susurré, sosteniendo la manta en la parte delantera de mi
vestido desgarrado—. Por favor, no lo digas.
—¿Decir qué? ¿Qué te lo dije? —Parecía disgustado—. Ni siquiera yo
soy tan idiota. ¿Estás bien?
Asentí con la cabeza y respiré profundo. —Gracias.
Daemon maldijo de nuevo y entonces estaba moviéndose más
cerca, dejando caer algo caliente que olía a él sobre mis hombros.
—Aquí —dijo con brusquedad—. Ponte esto. Te… cubrirá todo.
Miré hacia abajo. El manto de encaje no hacía nada para ocultar el
desastre de mi vestido. Sonrojándome, deslicé mis brazos en su chaqueta
del esmoquin. Las lágrimas estaban obstruyendo mi garganta ahora.
Estaba enojada con Simón, conmigo misma, y avergonzada. Una vez
puesta la chaqueta, me abracé y el chal se cerró. Daemon nunca iba a
dejar pasar esto. En este momento quizás no esté tirándomelo a la cara,
pero siempre hay un mañana.
Los dedos de Daemon rozaron mi mejilla, apretando un mechón de
pelo que me caía suelto detrás de la oreja. —Vamos —susurró.
Alcé mi cabeza. Había una suavidad inesperada en sus ojos. Me
tragué el nudo en la garganta. ¿Ahora sería amable?
—Te voy a llevar a casa.
OBSIDIAN
210
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Esta vez no fue una orden arrogante o presunción. Fueron palabras
simples. Asentí con la cabeza. Después del desastre que ha ocurrido y el
hecho de que me imagino que hay otro rastro en mí, no iba a discutir.
Entonces se me ocurrió.
—Espera. —Parecía que estaba dispuesto a venir con su amenaza
anterior y tirarme encima de sus hombros.
—Kat.
—¿Simón no tiene una huella en él, como yo?
Si el pensamiento cruzó su mente, no parecía que le molestara. —La
tiene.
—Pero…
Daemon estaba delante de mi cara en un abrir y cerrar de ojos.
—No es mi problema ahora.
Entonces me tomó del brazo. Su agarre no era estricto, pero se
mantuvo firme. No hablamos mientras me conducía a través del aire de la
noche a paso ligero hacia su auto estacionado cerca de la carretera
principal. Varios de los coches que pasábamos estaban empañados.
Algunos estaban incluso en movimiento. Cada vez que lo miré, sus ojos se
estrecharon y apretó la mandíbula.
La culpa masticaba a través de mi interior, como el ácido. ¿Qué
pasa si Arum todavía estaba alrededor, y veía el rastro de Simón? Sí, era un
violador a la fecha, pero ¿qué le haría un Arum? No podía dejarlo ahí,
dando vueltas con un rastro en él.
Me soltó el brazo y abrió la puerta de su camioneta. Me metí en ella,
moviendo la correa del bolso en mi muñeca y colocándola junto a mí. Lo
vi rodeando el coche, escribiendo en su teléfono.
Daemon se metió en el asiento del conductor, dándome una mirada
protectora. —Le hice saber a Dee que te llevaré a casa. Cuando llegue
aquí, me dijo que te vio, pero no pudo encontrarte.
Asintiendo con la cabeza, empecé tirando el cinturón de seguridad,
pero no se movió. Toda mi frustración se levantó y lo tiré fuerte. —¡Maldita
sea!
Daemon se inclinó sobre mí y quitó mis dedos. En un espacio tan
pequeño, no había mucho espacio para moverse y antes de que pudiera
protestar, él ya estaba tirando en el cinturón de seguridad. Su mandíbula
rozó mi mejilla y después siguieron sus labios. Fue un toque rápido,
accidental, pero me encontré con dificultades para respirar, no obstante.
OBSIDIAN
211
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Daemon consiguió que el cinturón de seguridad se despegara y
como lo llevó a través de mi estómago, la parte posterior de sus nudillos
rozaron la parte delantera del vestido. Me sacudí en el asiento.
Él levantó la cabeza, sobresaltado. Y estaba tan sorprendida.
Nuestras bocas se estaban casi tocando. Su aliento era cálido y dulce.
Intoxicante. Su mirada cayó en mis labios, y mi corazón empezó a hacer
toda clase de cosas locas en mi pecho.
Ninguno de los dos se movió durante lo que pareció una eternidad.
Y luego el cinturón hizo click y regresó a su asiento, respirando con
dificultad. Agarró el volante durante varios minutos tensos mientras yo
trataba de recordar lo importante que era respirar normal y no bocanadas
de aire.
Sin decir una palabra, salimos a la calle. Se hizo un silencio espeso,
tenso en el coche. El viaje a casa estaba cerca de la tortura. Quería darle
las gracias y preguntar acerca de lo que pensaba hacer con Simón, pero
tenía la sensación de que no iría bien.
Terminé apoyando mi cabeza en el respaldo, fingiendo dormir.
—¿Kat? —dijo, más o menos a la mitad del camino.
Hice como que no le oí. Infantil, lo sé, pero no sabía qué decir. Era un
completo misterio para mí. Cada acción estaba en contradicción con otra
acción. Podía sentir sus ojos en mí, y era difícil hacer caso omiso de eso.
Tan difícil como lo fue ignorar lo que estaba entre nosotros.
—¡Mierda! —explotó Daemon, presionando fuertemente los frenos.
Mis ojos se abrieron de golpe, sorprendida al encontrar a un hombre
en el medio de la carretera. La camioneta patinó hasta detenerse,
lanzándome hacia adelante y luego el cinturón de seguridad mordió
dolorosamente en mi hombro y tirando de mí hacia atrás. A continuación,
el coche simplemente se apagó, motor, luces, todo.
Daemon habló en un idioma que era suave y musical. Lo había oído
antes, cuando un Arum me había atacado en la biblioteca.
Reconocí al hombre en frente de nuestro coche. Llevaba los mismos
jeans oscuros, gafas de sol y chaqueta de cuero que había visto el día
fuera de la tienda de ropa. Y entonces apareció otro hombre, casi idéntico
a él. Ni siquiera podía ver de dónde venían. Eran como una sombra,
saliendo de los árboles. Luego un tercero apareció, sumándose a los otros
que estaban detrás del primer chico. No se movieron.
—Daemon —susurré, mi corazón saltando en mi garganta—.
¿Quiénes son?
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Una luz intensa, un blanco deslumbrante, se encendió en sus ojos.
—Son Arums.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
24
Traducido por Panchys
Corregido por Mary Ann♥
E
l miedo se levantó tan rápido que me dejó mareada, casi
entumecida. Y, ¿cómo podía estar tan insensible, cuando
debería estar sintiendo una docena de emociones?
Daemon se agachó y tiró de su pantalón. Hubo un sonido rasgado,
como velcro. Él sostuvo algo largo y oscuro, y brillante. Sólo cuando lo
metió en mis manos temblorosas que me di cuenta que era una especie
de cristal negro en forma de una daga con una punta afilada en un
extremo y una encuadernación de cuero en el otro.
—Esta es la obsidiana, vidrio volcánico. El borde es fuerte y
cortará cualquier cosa —explicó rápidamente—. Es la única cosa en este
planeta, además de nosotros, que puede matar a un Arum. Esta es su
kriptonita. —Lo miré mientras mis dedos se envolvían alrededor de la funda
de cuero.
—¡Vamos, niño bonito! —gritó el Arum en la parte delantera, su voz
aguda, como maquinillas de afeitar y gutural. Tenía un grueso acento
extranjero—. ¡Vamos a jugar!
Daemon no le hizo caso y me agarró las mejillas, con manos firmes y
fuertes. —Escúchame, Kat. Cuando te diga que corras, corre y no mires
hacia atrás sin importar qué. Si alguno de ellos, cualquiera, te atrapa, todo
lo que tienes que hacer es darles puñaladas en cualquier lugar con la
obsidiana.
—Daemon…
—No. Corre cuando te diga que corras, Kat. Di que entiendes.
Había tres de ellos y sólo un Daemon. Las probabilidades no eran
buenas. —¡Por favor, no hagas esto! Corre conmigo…
—No puedo. Dee se encuentra en esa fiesta. —Sus ojos se
encontraron con los míos por un segundo—. Corre cuando lo diga.
OBSIDIAN
214
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Y luego se volvió, dejando escapar un suspiro de resignación, y abrió
la puerta del coche. Encuadró los hombros, y su arrogancia estaba llena
de confianza. Esa sonrisa engreída, que yo había querido golpear muchas
veces en su cara, apareció en sus labios.
—Guau —dijo Daemon—. Ustedes son más feos como seres humanos
que en su verdadera forma. No pensé que eso era posible. Parece que has
estado viviendo bajo una roca. ¿Ves mucho el sol?
El de la parte delantera, presumiblemente su líder, gruñó. —Tienes tu
arrogancia ahora, como todos los Luxen. Pero, ¿dónde estará tu
arrogancia cuando absorbamos tus poderes?
—En el mismo lugar que mi pie —respondió Daemon, con las manos
en puños.
El líder parecía confundido.
—Tú sabes, metida en tu trasero. —Daemon sonrió y los dos Arum
silbaron—. Esperen. Ustedes me parecen familiares. Sí, lo sé. He matado a
uno de sus hermanos. Lo siento mucho. ¿Cómo se llamaba? Ustedes son
todos iguales para mí. —Sus formas comenzaron parpadear, pasando de
humano a sombra y viceversa. Alcancé la manija de la puerta, apretando
la daga en mi mano. La sangre bombeaba a través de mi cuerpo de
manera rápida, todo más lento.
—Voy a arrancarte la esencia de tu cuerpo —gruñó el Arum—, y
rogaras por misericordia.
—¿Al igual que tu hermanos lo hizo? —respondió Daemon, voz baja y
fría—. Porque él pidió, lloró como una niña antes de que pusiera fin a su
existencia.
Y eso fue todo. Los Arum gritaron al unísono; como el sonido de los
vientos huracanados y la muerte. Me cortó la respiración en la garganta.
Daemon levantó las manos y un gran rugido comenzó en el coche,
sacudiendo la carretera, y los árboles. Un fuerte chasquido sonó como una
explosión de un trueno, seguido rápidamente por varios más en
sucesión. La tierra parecía temblar y retumbar.
Me volví hacia la ventana y abrí la boca. Los árboles eran
arrancados fuera de la tierra, sus raíces gruesas y retorcidas goteaban en
grupos en la tierra húmeda. Un olor a tierra llenó el aire.
Oh, Dios mío, Daemon estaba arrancando árboles.
Uno golpeó directo en la parte trasera de un Arum, lanzándolo a
varios metros por el camino. Árboles derribados. Algunos aterrizaron en la
carretera, cortando la posibilidad de que cualquier conductor inocente
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
viera la escena. Las ramas se rompieron, volando por el aire como
dagas. Los otros dos Arum las evitaron, parpadeando a medida que
avanzaban hacia Daemon, las ramas pasaban a través de su forma de
sombra sin resistencia.
El suelo debajo de la camioneta se estremeció. A lo largo de la orilla
de la carretera, pedazos de asfalto se liberaron de la carretera. Grandes
secciones de asfalto giraban en el aire, volviéndose de color naranja
brillante, mientras se calentaban desde dentro, e iban directo a los Arum.
¡Buen Dios! Lo pensaría dos veces antes de hacer enojar a Daemon
la próxima vez.
El Arum esquivó el asfalto y los árboles, echando hacia atrás con lo
que parecía como gotas de aceite. Cuando las cosas turbias aterrizaron, el
camino humeó. El alquitrán quemado llenó el aire.
Luego Daemon no era más que una luz blanca cegadora, un ser
que no era humano, sino de otro mundo, hermoso y aterrador al mismo
tiempo. El brillo aumentado en torno a sus miembros extendidos, formando
una bola chisporroteante de energía que se rompió. La luz caía sobre la
carretera. Las líneas de alta tensión se rompieron y luego explotaron. El
Arum parpadeó, pero su sombra no podía ocultar la luz de Daemon. Pude
ver que avanzaba hacia él todavía. Uno salió corriendo hacia un costado,
dispuesto a atacarlo.
Daemon juntó sus manos y siguió una explosión que sacudió el
coche. Luz brotó de él, zumbando directamente al más oponente más
cercano, enviando al Arum girando en el aire, donde por un momento
estuvo en forma humana. Sus gafas de sol oscuras destrozadas. Piezas
flotando en el aire, suspendidas. Otro aplauso seguido y el Arum explotó en
una serie de luces brillantes que cayeron como un millar de estrellas
brillantes.
Daemon tiró de su brazo, y el otro Arum voló varios metros, girando y
revolviéndose en el aire, pero cayó en cuclillas.
Corre. La voz se oyó en mi cabeza. Corre ahora, Kat. No mires hacia
atrás. ¡Corre!
Tiré la puerta del coche y salí a trompicones. Cayendo de rodillas,
bajé por la cuneta, dando un respingo al oír los aullidos de los Arum. Llegué
al primer árbol que estaba todavía en pie y me detuve. El instinto me dijo
que siguiera corriendo, para hacer lo que Daemon instruyó, pero no podía
dejarlo allí. Yo no podía huir.
Con el corazón saltando en mi garganta, me di la vuelta. Los dos
restantes Arum estaban rodeándolo, desapareciendo a nada más que
sombras y luego de nuevo en sus formas altas, imponentes.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Grumos gruesos de aceite de la medianoche dispararon a través de
Daemon, casi perdiendo el halo de luz que le rodeaba. Una de las
corrientes oscuras se estrelló contra un árbol al otro lado de la carretera,
partiéndolo en dos.
Daemon respondió lanzando bolas de luz contra ellos, rápidas y
mortales. Que pasaron zumbando por el aire, formando paredes de llamas
que se esfumaron cuando se estrellaron contra los Arum. Los Arum no eran
tan rápidos como Daemon, pero se las arreglaron para evitar cada uno de
sus misiles. Después de unos treinta que lanzó, me di cuenta que los
movimientos de Daemon se volvían lentos, el tiempo entre bombas se
extendía más y más. Me acordé de lo que había dicho después de que
había dejado la camioneta. Usar sus poderes lo dejaban fuera de
juego. No podía seguir así.
El terror corría a través de mí mientras los vi acercarse a Daemon, su
oscuridad casi envolviendo su luz. Una bola de fuego brillante de color rojo
se formó y salió disparado hacia el Arum, pero Daemon falló. La bola de
fuego se deslizó por la carretera, burbujeando sin causar daño.
Uno de los Arum se apagó por completo, mientras que el otro se
mantenía lanzando bombas aceitosas a Daemon una y otra vez, nunca
más lento. Daemon titiló, volviendo a aparecer unos metros de distancia
de cada proyectil. Se movía tan rápido, la escena empezó a verse como si
estuviera viendo bajo luces estroboscópicas.
Daemon se centró en el Arum que lanzaba las bombas de aceite y
no vio aparecer al otro detrás de él. Los brazos de la sombra se envolvieron
alrededor de lo que parecía ser la cabeza de Daemon, llevándolo hasta
las rodillas en el lado de la carretera. Grité, pero el sonido se perdió en la
risa del Arum.
—¿Listo para mendigar? —Se mofó uno de los Arum delante de él,
tomando forma humana—. Por favor. Significaría mucho para mí oír la
palabra “por favor” saliendo de tu boca mientras tomo todo de ti.
Daemon no respondió, pero su luz era intensa y crujiente.
—El silencio hasta el final, ¿eh? Que así sea. —El Arum dio un paso
adelante, levantando la cabeza—. Baruck, es el momento.
Baruck obligó a Daemon a levantarse. —¡Hazlo ahora, Sarefeth!
Una parte de mi cerebro se apagó. Yo estaba en movimiento, sin
pensar, corriendo hacia la misma cosa de la que Daemon me había
ordenado huir. La obsidiana se calentó en mi mano mientras me precipité
al barranco, ardiendo como brasas. Un tacón de mi zapato se desprendió
cuando se enredó en las ramas caídas, pero seguí adelante.
OBSIDIAN
217
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Yo no era valiente. Yo estaba desesperada.
Sarefeth se convirtió en una sombra, metiendo un brazo hacia
delante, en el centro del pecho de Daemon. El grito de Daemon rompió a
través de mí, aumentando el temor, mezclándose entre ira y la
desesperación. La luz de Daemon estalló, cegado y concentrado. La tierra
se sacudió con un temblor gigante.
Sólo unos metros detrás de Sarafeth ahora, tiré mi brazo hacia atrás,
la obsidiana en la mano, y salté hacia adelante y lo dejé caer con toda la
fuerza que tenía. Yo esperaba encontrar resistencia, de carne y hueso,
pero la obsidiana cortó a través de la sombra, como Sarefeth fuera nada
más que humo y aire, y me encontré en mis rodillas.
Sarefeth se echó hacia atrás, tirando de su brazo libre de la luz de
Daemon. Se dio la vuelta, con los brazos oscuros para alcanzarme. Yo me
escabullí
hacia atrás, cayendo. La obsidiana brillaba en mi mano,
zumbando con energía.
Y luego Sarefeth se detuvo. Pedazos de él se liberaron de su forma,
grupos de oscuridad fueron a la deriva en el cielo, oscureciendo las
estrellas hasta que todo él estaba allí un minuto y luego flotando al
siguiente.
Baruck liberó a Daemon, dando un paso atrás. Por un momento, él
estaba en forma humana, jeans oscuros y una chaqueta, su expresión de
horror, la mirada clavada en la obsidiana brillando en mis manos. Sus ojos
se encontraron con los míos sólo un segundo. La venganza se había
prometido en esa mirada. Y entonces él era una sombra, tirando de la
oscuridad dentro de él, huyendo hacia el otro lado de la carretera como
una serpiente enroscada y desapareciendo en la noche.
Me hundí en las ramas y grietas del pavimento en una loca carrera
para llegar a lado de Daemon. Todavía era nada más que luz, y yo no
tenía idea de dónde tocarle o que tan mal estaba herido.
—Daemon —susurré, cayendo sobre mis sangrientas rodillas delante
de él. Mis labios, mis manos, todo, se estremeció—. Demonios, por favor, di
algo.
Su luz estalló, lanzando una ola de calor, pero no hizo ningún ruido o
movimiento, ni siquiera un susurro de palabras en mis pensamientos. ¿Qué
pasaba si alguien se acercaba por el camino? ¿Cómo en el mundo podría
explicar algo de esto? ¿Y si estaba herido, muriendo? Un sollozo se levantó
en mi garganta.
¡Mi teléfono celular! Podría llamar a Dee. Ella sabría qué hacer. Tenía
que hacerlo. Empecé a levantarme cuando sentí una mano sobre mi
brazo.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Me di media vuelta y ahí estaba Daemon en forma humana, de
rodillas en el suelo, la cabeza inclinada y un fuerte agarre.
—Daemon, oh Dios, ¿estás bien? —Me arrodillé, poniendo mi mano
en su mejilla caliente—. Por favor, ¿dime que estás bien? ¡Por favor! —Poco
a poco, levantó la cabeza, colocando la otra mano en la mía.
—Recuérdame —hizo una pausa, elaborando un tartamudeante
jadeo—, que nunca más te cabree. Cristo, ¿eres en secreto un ninja?
Me reí y lloré en el mismo aliento. Entonces tiré mis brazos alrededor
de él, casi tirándolo de espaldas. Enterré mi cara en su cuello, inhalando su
olor a tierra. No tenía otra opción que abrazarme de vuelta. Sus brazos se
envolvieron a mí alrededor, una mano ahondó profundamente en mis rizos
sueltos que habían caído.
—No me escuchaste —murmuró contra mi hombro.
—Nunca te escucho. —Lo apreté con fuerza. Tragando, retrocedí un
poco, buscando en su rostro cansado pero hermoso—. ¿Te has hecho
daño? ¿Hay algo que pueda hacer?
—Ya has hecho suficiente, Kitten. —Se puso de pie, llevándome con
él. Elaborando una respiración, miró a su alrededor—. Tenemos que salir de
aquí antes de que alguien venga.
Yo no estaba segura de cómo podría ayudar. Parecía como si un
tornado hubiera pasado por aquí, pero luego Daemon dio marcha atrás y
agitó su mano. Todo lo largo de la carretera, los árboles se levantaron de la
carretera y rodaron hacia los lados, dejando libre el camino. La acción
apenas le inmutó.
—Vamos —dijo Daemon.
En el camino de vuelta al coche, me acordé de que todavía tenía la
obsidiana en mi puño. El coche encendió tan pronto como Daemon dio
vuelta a la llave, tanto para nuestro alivio mutuo.
—¿Estás bien? ¿Herida de ninguna manera? —preguntó.
—Estoy bien. —Yo estaba temblando—. Es sólo… mucho, ¿sabes?
Se echó a reír, pero luego golpeó el volante con el puño. —Yo
debería haber sabido que habrían más en camino. Viajan en grupos de
cuatro. ¡Maldita sea!
Sostuve su obsidiana más cerca, mirando al frente. La adrenalina se
estaba desvaneciendo y yo estaba tratando de procesar todo lo que
había sucedido esta noche. —Había sólo tres de ellos.
—Sí, porque yo maté al primero. —Sacó su teléfono de su bolsillo—. Y
estoy seguro de que se molestaron por eso.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Mataron a dos más, así que pensé que eso significaba que el
restante estaría realmente molesto. Alienígenas enojados. Una risita
histérica burbujeó, y sujeté mi boca cerrada.
Él llamó a su hermana después, ordenando a Dee buscar a los
Thompson y quedarse con el señor Garrison hasta que ya fuera de
día. Mientras que los Arum eran más fuertes en la noche, con la oscuridad
para pasar desapercibidos y se alimentan de las sombras, los Luxen eran lo
opuesto, más fuerte durante el día. Daemon les dio más detalles al
descubierto de lo que había sucedido, y le oí decir a Dee que yo estaba
bien.
—Kat, ¿estás
preocupado.
bien? ¿En
serio?—preguntó
después
de
colgar,
Asentí con la cabeza. Yo estaba con vida. Él estaba vivo. Estábamos
bien. Pero yo no podía dejar de temblar, no podía olvidar el sonido del
grito de Daemon.
Daemon quería que me pasara la noche en su casa. Su
razonamiento era la pura verdad. Había otro por ahí, y hasta que
supiéramos donde estaba el Arum, era más seguro estar con él. Por
segunda vez esa noche, no discutí. No me engañe con que la invitación
era más que preocupación por mí. Era más de necesidad.
Después llamé a mi mamá y le dije que pasaría la noche con Dee,
protestó, pero finalmente cedió, Daemon me llevó hasta la habitación en
la que había despertado en la mañana después de enterarme sobre
ellos. Parecía toda una vida atrás.
Daemon había estado en silencio desde que llegamos a su casa, sus
pensamientos un millón de kilómetros a distancia. Me dejó en la habitación
de invitados con un par de desgastados pantalones de franela y una
camisa de pijama que parecía pertenecer a Dee. En el baño de visitas,
rápidamente me quité el vestido en ruinas, lo enrollé y lo arrojé en su bote
de basura. Nunca quería volver a verlo.
El agua caliente no podía calmar el dolor en mí. Nunca me había
sentido como lo hacía ahora. Cada músculo gritó, y mi mente estaba
cansada por el agotamiento. Salí de la ducha, me temblaban las piernas,
e incluso en el calor del baño de vapor sentí frío.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Poco a poco limpié el vapor del espejo, sorprendida por el reflejó
que vi de mí. Mis ojos estaban muy abiertos. Tenía las mejillas de un
espantoso pálido y demacrado sobre mis pómulos. Me parecía más a un
alienígena de lo que mis amigos lo hacían.
Me reí y luego me encogí de inmediato. Sonaba ahogada y feo,
chocante en la silenciosa habitación.
Baruck iba a volver. ¿No era por eso que Daemon había estado
tranquilo? Sabiendo que el Arum buscará venganza contra su familia, no
había nada que pudiera hacer. O que incluso pudiera esperar.
—¿Estás bien ahí dentro? —Daemon llamó través de la puerta
cerrada.
—Sí. —Rápidamente me pasé los dedos por mi cabello húmedo,
presionando las secciones gruesas de mi cara—. Sí —susurré de nuevo. Me
puse la ropa que me había traído, y se sentía caliente, con un olor
ligeramente a detergente y hojas crujientes.
Estaba sentado en el borde de la cama, cuando volví, con aspecto
cansado y joven. Ya se había cambiado a un par de sudadera y camisa.
—¿Estás bien? —pregunté.
Él asintió con la cabeza. —Cada vez que usamos nuestros poderes,
es como… perder una parte de nosotros mismos. Se tarda un poco en
recargar. Una vez que salga el sol, voy a estar bien. —Hizo una pausa,
mirándome a los ojos—. Siento mucho que tuvieras que pasar por todo
esto. —Me detuve frente a él. Sentirlo, no era algo que estaba en su
vocabulario a menudo. Tampoco fueron sus siguientes palabras, sospeché.
—No te di las gracias —dijo, mirándome fijamente—. Deberías haber
corrido, Kat. Ellos te habrían… matado sin pensarlo dos veces. Pero me
salvaste la vida. Gracias.
Las palabras se atascaron en mi respiración. Lo miré fijamente. —¿Te
quedarás conmigo esta noche? —Froté mis brazos—. No tienes que
hacerlo, pero…
—Lo sé. —Se puso de pie, su frente arrugada—. Déjame ver la casa,
y ya vuelvo.
Me metí en la cama, tirando de las sábanas hasta la barbilla,
mientras miraba el techo. Cerrando los ojos, conté en silencio hasta que oí
los pasos de Daemon. Cuando abrí los ojos, él estaba parado en la puerta,
mirándome.
Me deslicé hasta el borde de la cama, dejándole mucho
espacio. Un pensamiento extraño pasaba por mi mente cuando vi que me
OBSIDIAN
221
FORO’ LIBROS DEL CIELO
observaba. ¿Alguna vez había estado en una cama con una chica
humana? Parecía una cosa tan estúpida para pensar. Las relaciones con
los seres humanos no estaban prohibidas. Ellas simplemente tienen poco
sentido. Y después de todo lo que había sucedido, ¿por qué estaba
pensando en eso?
Daemon cerró la puerta, comprobó los grandes ventanales, y luego
sin decir palabra se instaló en la cama, con los brazos cruzados sobre el
pecho, al igual que los míos. Nos quedamos allí, mirando hacia el techo. Y
mi corazón estaba acelerado. Podría haber sido todo lo que había
sucedido o el hecho de que Daemon estaba allí, tan cerca y con vida,
pero yo estaba hiper-consciente de todo. De su respiración lenta y
constante. El calor que irradia fuera de su cuerpo. Y mi propia necesidad
de ser envuelta en esa calidez.
Un tenso silencio descendió mientras pasaba los dedos por el borde
de la manta. Entonces, en contra de mi voluntad, lo miré. Daemon me
devolvió la mirada, una sonrisa torcida en su rostro.
Una risa burbujeo fuera de mí. —Esto… esto es tan incómodo.
La piel alrededor de sus ojos se arrugó mientras sonreía. —Lo es, ¿no?
—Sí. —Jadeé para recuperar el aliento, riendo. Me pareció mal reír
después de todo lo que había sucedido, pero no podía evitarlo. Una vez
que empecé, no pude parar. Me enfrenté a una posible cita con un
violador y un alienígena empeñado en absorber la esencia de
Daemon. Salsa de locos.
Su risa se unió a la mía hasta que pequeñas lágrimas siguieron por
mis mejillas. El sonido de su risa se desvaneció mientras se acercaba,
persiguiendo las gotas con el dedo. Me calmé, mirándolo fijamente. Sus
dedos dejaron mi mejilla, pero su mirada permanecía fija en mí.
—¿Lo que hiciste allí? Fue un poco increíble —murmuró.
Una dulce emoción me sacudió. —Igualmente. ¿Seguro de que no
estás lesionado?
La sonrisa torcida de Damon regresó. —No. Estoy bien, gracias a ti. —
Se giró, apagó la lámpara junto a la cama antes de volverse de nuevo.
Busqué algo que decir en la oscuridad. —¿Estoy brillando?
—Al igual que un árbol de Navidad.
—¿No sólo la estrella?
La cama se movió un poco, y sentí su mano rozar mi brazo. —No. Eres
muy brillante. Es un poco como mirar al sol.
OBSIDIAN
222
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Ahora eso era extraño. Yo levanté la mano, apenas capaz de ver el
contorno de la misma en la oscuridad. —Va a ser difícil para ti dormir,
entonces.
—En realidad, es una especie de consuelo. Me recuerda a mi propia
gente.
Volví la cabeza, y él estaba acostado sobre su lado, mirándome. Un
alboroto se formó en mi pecho. —¿Toda la cosa de la obsidiana? Nunca
me hablaste de eso.
—No pensé que fuera a ser necesario. O al menos yo esperaba que
no lo fuera.
—¿Puede hacerte daño a ti?
—No. Y antes de que preguntes que puede, no tenemos la
costumbre de decirle a los seres humanos lo que nos puede matar —
respondió de manera uniforme—. Ni siquiera el Departamento de Defensa
sabe lo que es mortal para nosotros. Sin embargo, la obsidiana niega los
puntos fuertes de los Arum. Al igual que el cuarzo beta en las rocas lanza
una gran cantidad de la energía fuera, pero con la obsidiana, todo lo que
necesita es un corte y… bueno, ya sabes. Es la cosa de la luz, la forma en
que la obsidiana rompe.
—¿Son todos los cristales perjudiciales para los Arum?
—No, sólo este tipo. Supongo que tiene algo que ver con el
calentamiento
y
enfriamiento. Matthew
me
lo
explicó
una
vez. Honestamente, no estaba prestando atención. Sé que puede
matarlos. Llevamos una nosotros mismos cada vez que salimos, por lo
general oculta. Dee lleva una en el bolso.
Me estremecí. —No puedo creer que haya matado a alguien.
—Tú no has matado a alguien. Has matado a un alienígena, un
demonio que te habría matado, sin pensarlo dos veces. Que me iba a
matar —añadió en el último momento, ausente frotando su pecho—. Me
salvaste la vida, Kitten. —Aún así, sabiendo que el hombre había sido
malvado no cambiaba la forma en que lo apuñalé en el estómago.
—Eras como Snowbird —dijo Daemon, finalmente.
Tenía los ojos cerrados, la cara relajada. Era posiblemente la primera
vez que lo había visto así… abierto—. ¿Cómo lo sabes?
Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios. —Podrías haberme
dejado allí y correr, como había dicho. Pero en su lugar regresaste y me
ayudaste. No tenías que hacerlo.
OBSIDIAN
223
FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Yo… yo no podía irme —Evité mirarlo—. No habría sido justo. Y yo
nunca habría sido capaz de perdonarme a mí misma.
—Lo sé. Duerme un poco, Kitten.
Estaba cansada, agotada, pero se sentía como si el hombre del
saco estuvuera esperando en la puerta—. ¿Pero qué pasa si el último
regresa? —Hice una pausa, dándome cuenta de un nuevo temor—. Dee
está con el Sr. Garrison. Él sabe que yo estaba contigo cuando
atacaron. ¿Qué pasa si él se molesta? ¿Qué pasa si el Departamento de
Defensa…?
—Shh —murmuró Daemon, su mano encontrando la mía. Sus dedos
rozaron por encima de los míos. Como un simple toque, pero lo sentí todo
el camino hasta los pies—. Él no va a volver, todavía no. Y no voy a dejar
que Matthew te moleste.
—Pero…
—Kat, no lo dejaré. ¿De acuerdo? Te lo prometo. No dejaré que te
pase nada.
El aleteo estaba allí de nuevo, pero ahora se sentía como una
docena de mariposas que se habían dado a la fuga a la vez. Traté de
sellar el sentimiento. Negocios alienígenos a un lado, Daemon y yo…
bueno, éramos como imanes que se repelían el uno al otro. Sentir algo que
no fuera molestia hacia él no era posible, pero ese maldito aleteo estaba
allí.
No dejaré que te pase nada.
Mi pecho se hinchó. Su contacto me quemó. Esas palabras me
llenaron de un anhelo que era abrumador e inesperado. Y se sentía bien
estar al lado de él. Mi cuerpo se relajó. Segundos, quizás minutos más
tarde, me quedé dormida al lado del chico que yo no podía soportar.
Justo antes de que el sueño me reclamara, mi último pensamiento
fue si me despertaría en la mañana al lado de este Daemon o del Daemon
idiota.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
25
Traducido por Annaiss
Corregido por Mary Ann♥
C
uando desperté a la mañana siguiente, el sol iluminaba las
montañas que rodeaban el valle. Ya no estaba en el lado de
mi cama. Diablos, ya no estaba en la cama. La mitad de mi
cuerpo estaba sobre el pecho de Daemon. Nuestras piernas
estaban entrelazadas debajo del edredón. Uno de sus brazos estaba
alrededor de mi cintura como una banda de acero. Mi mano sobre su
estómago. Podía sentir su corazón latiendo en mi mejilla, constante y
fuerte.
Me quedé allí, mi respiración atorada en mi garganta.
Había algo íntimo en la manera en que estábamos sobre el otro en
la cama. Como amantes.
Un fuego dulce y ardiente se apoderó de mi piel y apreté mis ojos
cerrados. Cada centímetro de mí estaba súper consiente de él. De cómo
mi cuerpo encajaba con el suyo, la forma en que sus muslos presionaban
contra los míos, la dureza de su estómago en mi mano.
Mis hormonas se apoderaron de mí como una patada en el
estómago. Rayos de fuego atravesaron por mis venas. Por un momento,
pretendí. No que no éramos de dos especies diferentes, porque yo no lo
veía así, pero que realmente nos gustábamos.
Y luego él se movió y rodó. Estaba sobre mi espalda y él aún seguía
moviéndose. Enterró su cara en el espacio de mi cuello y hombro,
suspirando. Dulce niño Jesús… Su aliento cálido bailaba sobre mi piel,
enviando millones de escalofríos por mi cuerpo. Su brazo era firme contra
mi estómago, su pierna entre la mía, empujando más y más arriba. El aire
abandonó mis pulmones.
Daemon murmuró algo en un idioma que no entendí. Fuera lo que
fuese, sonaba hermoso y suave. Mágico. Sobrenatural.
OBSIDIAN
225
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Podría haberlo despertado, pero por alguna razón no lo hice. La
sensación de él tocándome era mucho más fuerte que cualquier otra
cosa.
Su mano estaba en el dobladillo de la camisa prestada, sus largos
dedos acariciando la piel expuesta entre el dobladillo de la camisa y la
banda de los pantalones de pijama. Su mano se deslizó debajo de la
camisa, a través de mi estómago, donde disminuyó ligeramente. Mi pulso
se disparó a un ritmo cardíaco. Las yemas de sus dedos rozaron mis
costillas. Se movió, su rodilla presionada contra mí.
Solté un gritito ahogado.
Daemon se detuvo. Ninguno de los dos nos movimos. El reloj de la
pared marcó la hora.
Y me estremecí.
Él levantó la cabeza. Sus ojos como verde hierba líquida me miraron
con confusión. Éstos rápidamente se aclararon, volviéndose filosos y duros
en cuestión de segundos.
—¿Buenos días? —chirrié.
Usando sus poderosos brazos, se levantó. Sus ojos nunca dejaron los
míos. Daemon tomó una respiración profunda. Y no estaba segura si la
dejó escapar. Algo pasó entre nosotros, silencioso y pesado. Sus ojos se
estrecharon. Y tuve la extraña sensación de que estaba analizando la
situación y que de alguna manera yo sería la culpable de sus —muy, muy
agradables— caricias.
Como si nada de esto fuera mi culpa.
Sin decir palabra alguna, su peso abandonó mi cuerpo. La puerta se
abrió y se cerró de golpe detrás de él sin que tuviera la oportunidad de
vislumbrarlo.
Me quedé allí, mirando el techo, el corazón palpitando
enloquecedoramente. Las mejillas enrojecidas y mi cuerpo muy, muy,
acalorado. Sin saber cuánto tiempo había pasado, la puerta se abrió de
nuevo a una velocidad humana.
Dee se asomó con los ojos muy abiertos. —¿Ustedes dos…?
Era gracioso que de todo lo que había sucedido en las últimas
veinticuatro horas, esa era la pregunta que tenía que cuestionar.
—No —dije, apenas reconociendo mi propia voz. Me aclaré la
garganta—. Quiero decir, dormimos juntos, pero no dormimos, dormimos
juntos.
OBSIDIAN
226
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Me di la vuelta, enterrando la cara en la almohada. Ésta olía como
él —crujiente y cálido. Como hojas de otoño. Gruñí.
Si alguien me hubiese dicho que algún día yo me encontraría
sentada en una habitación junto con una media docena de alienígenas
un sábado por la tarde, le hubiera dicho que dejara de consumir drogas.
Sin embargo, aquí estaba yo, sentada en un sillón reclinable en la casa
Black, con las piernas dobladas debajo de mí pero lista para correr hacia
la puerta si era necesario.
Daemon estaba sentado en el brazo del sillón, con sus brazos
cruzados sobre el pecho. El mismo pecho en el cual había dormido. El
rubor llegó hasta mi garganta. No habíamos hablado. Ni una sola palabra,
lo que estaba de perlas para mí.
Pero su posición actual había sido notada por todos. Dee parecía
extrañamente feliz. Ash y Andrew tenían sus ceños fruncidos, pero el
hecho del por qué Daemon estaba jugando al perro guardián
ensombrecía cualquier razón.
El Sr. Garrison se había quedado mudo. —¿Qué está haciendo aquí?
—Ella está iluminada como una jodida bola de discoteca —dijo Ash
con tono acusador—. Tal vez podría verla desde Virginia.
De alguna manera, ella hacía que todo eso de la luz extraterrestre
sonara como si estuviera cubierta de ampollas en lugar de luz. La fulminé
con la mirada.
—Ella estaba conmigo ayer por la noche cuando los Arum atacaron,
—Daemon respondió con calma—. Ustedes saben. Las cosas se pusieron
un poco… explosivas. No había manera de que pudiera inventar una
excusa para lo que pasó.
El Sr. Garrison pasó una mano por su pelo castaño. —Daemon, tú, de
todas las personas, esperaba que fueras más cuidadoso.
—¿Qué rayos se suponía que debía de haber hecho exactamente?
¿Noquearla antes de que los Arum atacaran?
Ash arqueó una ceja. La expresión de su rostro decía que esa no era
una mala idea.
OBSIDIAN
227
FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Katy ha sabido sobre nosotros desde el comienzo de la escuela—
dijo Daemon—. Y créanme cuando les digo que hice todo lo posible para
evitarlo.
Uno de los chicos Thompson contuvo la respiración. —¿Ella ha sabido
acerca de nosotros todo este tiempo? ¿Cómo pudiste permitirlo, Daemon?
¿Nuestras vidas están a manos de una humana?
Dee puso los ojos en blanco. —Obviamente, ella no ha abierto la
boca, Andrew. Relájate.
—¿Relajarme? —El ceño de Andrew era la misma perfección que el
de Ash. Y ahora sabía quién era Andrew, ahora sí podía distinguirlos.
Andrew tenía un arete en la oreja izquierda. Adam, quien hasta el
momento aún seguía en silencio, no lo tenía—. Ella es una estúpida…
—Ten cuidado con lo que digas después. —La voz de Daemon era
baja, pero furiosa—. Porque lo que no sabes y lo que no puedes
comprender te ganará un rayo de luz en el rostro.
Mis ojos se abrieron, al igual que los demás. Ash tragó fuerte y volteó
su rostro, dejando que su cabello rubio cubriera su semblante.
—Daemon —dijo el Sr. Garrison, dando un paso adelante—.
¿Amenazando a uno de tu especie por ella? No esperaba eso de ti.
Sus hombros se tensaron. —No es así.
Tomé una respiración profunda. —No le diré a nadie sobre ustedes.
Sé los riesgos que eso conlleva para ustedes y para mí si lo hiciera. No
tienen nada de qué preocuparse.
—¿Y quién eres tú para que podamos confiar en ti? —preguntó el Sr.
Garrison, sus ojos entrecerrados en mi dirección—. No me malinterpretes.
Estoy seguro que eres una buena chica. Eres inteligente y pareces tener los
pies sobre la tierra, pero esto es de vida o muerte para nosotros. Nuestra
libertad. Confiar en un humano no es algo que podemos pagar.
—Ella me salvó la vida ayer en la noche. —dijo Daemon.
Andrew rió. —Oh, vamos, Daemon. Los Arum debieron haberte
pegado duro. No hay manera de que un humano pudiese haber salvado
nuestras vidas.
—¿Cuál es tu problema? —Le espeté, incapaz de contenerme—. Te
comportas como si nosotros no fuéramos incapaces de hacer algo. Claro,
ustedes son lo que sea, pero eso no quiere decir que nosotros somos
organismo unicelulares.
Una risa ahogada escapó de la garganta de Adam.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Ella sí me salvó la vida. —Daemon se puso de pie, atrapando la
atención de todos—. Eran tres Arum los que atacaron, los hermanos del
que maté. Fui capaz de aniquilar a uno, pero los otros dos me dominaron.
Me tenían atrapado y ya habían comenzado a absorber mis poderes. Era
un hombre muerto.
—Daemon, —dijo Dee, palideciendo—. No nos dijiste nada de esto.
El Sr. Garrison aún parecía tener sus dudas. —No veo cómo pudo ella
haberte ayudado. Ella es humana. Los Arum son poderosos, indiferentes y
viciosos. ¿Cómo puede una chica hacerles frente?
—Le había dado la navaja de obsidiana que llevo y le dije que
corriera.
—¿Le diste la cuchilla cuando tú podrías haberla utilizando? —Ash
sonaba sorprendida—. ¿Por qué? —Sus ojos me observaron—. Ni siquiera te
gusta.
—Ese puede ser el caso, pero no la iba dejar morir por el hecho de
que no me agrade.
Me estremecí. Boom. Un dolor se instaló en mi pecho, como un
carbón encendido, a pesar de que no me importaba.
—Pero podías haber sido lastimado. —protestó Ash. El miedo tiñendo
su voz—. Podías haber sido asesinado porque le diste tu mejor defensa a
ella.
Daemon suspiró, regresando a su posición antigua en el brazo del
sillón. —Tengo otras maneras de defenderme. Ella no. No corrió como le
indiqué. En su lugar, volvió y mató al Arum que estaba a punto de
terminarme.
Un orgullo renuente brilló en los ojos de mi profesor de biología. —Eso
es… admirable.
Puse los ojos en blanco, sintiendo un dolor de cabeza abrirse paso.
—Eso fue mucho más que admirable —intervino Dee, mirándome
atentamente—. Ella no tenía por qué hacerlo. Eso cuenta por algo más
que admirable.
—Es valiente —dijo Adam silenciosamente, mirando a la alfombra—.
Es algo que cualquiera de nosotros hubiera hecho.
—Pero eso no cambia el hecho de que ella sabe sobre nosotros, —
contraatacó Andrew, lanzando una mirada de desprecio a su gemelo—. Y
se nos prohíbe decírselo a un ser humano.
—No se lo dijimos —dijo Dee, removiéndose en su lugar—. Sólo fue
algo que sucedió.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Oh, como sucedió la última vez. —Andrew rodó los ojos y se volvió
hacia el Sr. Garrison—. Esto es increíble.
El Sr. Garrison negó con la cabeza. —Después del fin de semana del
Día del Trabajo, me dijiste que algo ocurrió, algo de lo cual te habías
encargado.
—¿Qué pasó? —Preguntó Ash, claramente esta era la primera vez
que oía sobre ello—. ¿Están refiriéndose a la primera vez que estaba
radiando?
Al parecer, era como una luciérnaga.
—¿Qué sucedió? —preguntó Adam, curiosamente.
—Me puse frente a un camión. —Esperé por la inevitable mirada
“duh,” la cual recibí.
Ash miró a Daemon, sus ojos azules lanzándole dagas. —¿Detuviste el
camión?
Él asintió con la cabeza.
Una expresión de derrota apareció en su rostro mientras miró hacia
otro lado. —Obviamente eso no podía explicarse. ¿Desde entonces ha
sabido?
Pensé que ese no era el momento para decirles que tenía mis
sospechas desde mucho tiempo atrás.
—Ella no se asustó. —dijo Dee—. Nos escuchó, entendió por qué es
importante y eso es todo. Hasta anoche, ni siquiera habíamos tenido un
solo problema.
—Pero me mintieron, ambos, —dijo el Sr. Garrison recargándose
contra la pared, entre el espacio de la televisión y una estantería
abarrotada de libros—. ¿Cómo debo confiar en ustedes nuevamente?
Un dolor agudo punzó detrás de mis ojos.
—Miren, entiendo el riesgo. Más que ninguno de ustedes en la
habitación —dijo Daemon, frotándose el pecho donde el Arum había
metido su mano oscura—. Pero lo hecho, hecho está. Tenemos que
continuar.
—¿Te refieres a contactar al Departamento de Defensa? —Preguntó
Andrew—. Estoy seguro de que ellos sabrían que hacer con ella.
—Me gustaría verte intentarlo, Andrew. Realmente me gustaría,
porque incluso después de anoche y todavía no estoy completamente
cargado, aún así puedo patearte el culo.
OBSIDIAN
230
FORO’ LIBROS DEL CIELO
El Sr. Garrison se aclaró la garganta. —Daemon, las amenazas no son
necesarias.
—¿No lo son? —Preguntó Daemon.
Un silencio pesado llenó la habitación. Creo que Adam estaba de
nuestro lado, pero estaba claro que Andrew y Ash aún no lo estaban.
Cuando el Sr. Garrison finalmente habló, me costó mucho encontrarme
con su mirada.
—No creo que esto sea correcto, —dijo—. No con lo que… con lo
que sucedió antes, pero no voy a echarte de cabeza. No a menos que me
des una razón para hacerlo. Y tal vez no lo harás. No lo sé. Los humanos
son… criaturas volubles. Lo que somos, lo que podemos hacer, tiene que
ser protegido a toda costa. Creo que entiendes eso. —Hizo una pausa,
aclarándose la garganta—. Tú estás a salvo, pero nosotros no.
Andrew y Ash no parecían estar muy contentos con la decisión del
Sr. Garrison, pero no objetaron. Después de intercambiar miradas entre sí,
avanzaron a buscar la manera más firme de atacar al último Arum.
—Él no esperará. No son conocidos por tener paciencia, —dijo el Sr.
Garrison, sentándose en el sofá—. Podría avisar a los otros Luxen pero no
estoy seguro que sea la decisión correcta. Nosotros podemos confiar en
ella, pero ellos no lo harán.
—Y además está el problema de que ella ahora parece ser una
bombilla radiactiva en este momento —añadió Ash—. No importa que no
digamos nada, en cuanto ponga un pie en el pueblo sabrán que algo
sucedió de nuevo.
Fruncí el entrecejo. —Vale, no sé qué hacer al respecto.
—¿Tienen algunas ideas o sugerencias? —dijo Daemon—. Porque
entre más pronto deje de tener la luz, mejor.
Sí, porque apostaba a que él moría de ganas de cuidarme otra vez.
—¿A quién le importa? —dijo Andrew, poniendo los ojos en blanco—.
Tenemos al Arum para preocuparnos. Él la verá sin importa el lugar dónde
la pongamos. Todos nosotros, en este momento, estamos en peligro.
Cualquiera de nosotros que esté cerca de ella está en riesgo. No podemos
esperar. Tenemos que encontrar al último Arum.
Dee sacudió la cabeza. —Si podemos borrar el rastro de ella,
entonces ganaremos tiempo para encontrarlo. Deshacernos de su luz
debe ser nuestra prioridad.
—Yo digo que la llevemos a un lugar lejos en medio de la nada y
dejemos su trasero allí. —musitó Andrew.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Gracias —dije, frotándome las sienes—. Estás realmente aportando
al tema.
Él me sonrió. —Hey, sólo estoy ofreciendo mis sugerencias.
—Cállate, Andrew, —dijo Daemon.
Andrew rodó los ojos.
—Una vez que el rastro desaparezca de ella, estará a salvo, —insistió
Dee, colocando un mechón de su cabello detrás de su oreja—. Los Arum
no se meten con los humanos, de verdad. Sarah… ella estaba en el lugar
equivocado, en el momento equivocado.
Después todos se enfocaron en otra discusión sobre que era más
importante: encerrarme en algún lugar, lo cual no tenía sentido puesto que
la luz se podía ver a través de todo, o buscar alguna otra manera de
eliminar el rastro sin tener que matarme. Y Andrew realmente lo
consideraba una opción válida. Idiota.
—Tengo una idea —dijo Adam. Todos lo miraron—. La luz alrededor
de ella es un subproducto de nuestros poderes, ¿verdad? Y nuestros
poderes se concentran en la energía. Y nosotros nos debilitamos entre más
usamos nuestros poderes y usamos más energía.
El Sr. Garrison parpadeó, sus ojos brillando con interés. —Creo que te
entiendo.
—Pues yo no —murmuré.
—Nuestros poderes se desvanecen más cuando los usamos, entre
más energía ejercemos —Adam se volvió a Daemon—. Debería ser igual
con nuestros trazos, ya que la huella es la energía residual que le dejamos
a alguien. Tenemos que ejercerle su propia energía; y la luz que está a su
alrededor desaparecerá. Tal vez no del todo, pero sí a un nivel al cual no
atraerá a cada Arum en la Tierra hacia nosotros.
Eso no tenía sentido para mí, pero el Sr. Garrison estaba asintiendo
con la cabeza. —Puede funcionar.
Daemon se rascó el pecho, su expresión dudosa. —Y cómo vamos a
conseguir que ejerza su energía.
Andrew sonrió desde el otro lado de la habitación. —Podríamos
llevarla a un lugar desierto y perseguirla con nuestros coches. Eso suena
divertido.
—Vete a la mie…
La risa de Daemon me interrumpió. —No creo que esa sea una
buena idea. Divertido, pero no una buena idea. Los seres humanos son
frágiles.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Ah sí, tal vez debería meter mi frágil pie en tu trasero —le dije,
irritada. La cabeza me latía con fuerza y no encontraba ninguna de sus
ideas divertidas. Empujé a Daemon del brazo del sillón y me levanté—. Iré a
beber algo. Avísenme cuando se les ocurra algo que probablemente no
me mate en el proceso.
La conversación continuó mientras me apresuraba fuera de la
habitación. No tenía sed. Sólo tenía que salir de aquí, lejos de ellos. Tenía
los nervios de punta. Entrando a la cocina, me pasé las manos por el pelo.
El preciado silencio alivió algo del dolor de cabeza. Apreté los ojos
cerrados hasta que los puntos pequeños bailaron detrás de mis párpados
cerrados.
—Sabía que estarías escondiéndote en la cocina.
Solté un grito ante el sonido tranquilo de la voz de Ash.
—Lo siento —dijo, apoyándose contra el mostrador—. No era mi
intención asustarte.
No estaba segura de creerle. —Está bien.
De cerca, Ash era del tipo de chica de las cuales me hacían querer
bajar diez kilos y correr hacia el departamento de maquillaje más cercano.
Y ella lo sabía, también. Había confianza en la inclinación de su
barbilla. —Esto debe ser mucho para ti, comprender todo lo que somos y
luego enfrentarte a lo que hiciste anoche. —Me miró con recelo.
A pesar de que no estaba tratando de arrancarme la cabeza, no
me iba a relajar. —Ha sido diferente.
Una pequeña sonrisa cruzó sus labios carnosos. —¿Qué decía ese
programa de televisión? “La verdad está ahí afuera.”
—Los expedientes secretos X —le dije—. He querido ver Encuentros
cercanos del tercer tipo desde que me enteré de la verdad. Parece ser la
película más realista sobre extraterrestres que hay.
Otra pequeña sonrisa se dibujó en su rostro y luego me miró. —No
voy a pretender que vamos a ser mejores amigas o que confío en ti. No lo
hago. Tiraste pasta sobre mi cabeza. —Hice una mueca ante eso, pero ella
continuó—. Y sí, tal vez me estaba comportando como una perra, pero tú
no lo entiendes. Ellos son todo lo que tengo. Haré todo lo que esté a mi
alcance para mantenerlos a salvo.
—Nunca haría nada para ponerlos en peligro.
Ella se acercó, y luché con cada uno de mis instintos para
enfrentarla. Para mantenerme segura. —Pero ya lo has hecho. ¿Cuántas
veces Daemon ha intervenido por ti, corriendo el riesgo de exponer lo que
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
somos y lo que podemos hacer? Estás poniendo a cada uno de nosotros
en peligro.
La ira atravesó dentro de mí como un fuego. —Yo no estoy haciendo
nada. Y anoche…
—Anoche le salvaste la vida a Daemon. Bravo. Bien por ti. —Ella
colocó un mechón súper-liso tras su oreja—. Por supuesto, la vida de
Daemon no hubiera estado en juego si no hubieses atraído a los Arum a él.
Y lo que pienses que tienes con Daemon, no lo haces.
Oh, por el amor de todos los bebés del mundo.
tenga nada con Daemon.
—No creo que
—Te gusta Daemon, ¿no?
Sonriendo, tomé una botella de agua del mostrador. —En realidad,
no.
Ash inclinó la cabeza a un lado. —A él le gustas.
Mi corazón no dio un salto estúpido en mi pecho, por supuesto que
no. —No le gusto. Incluso tú misma lo has dicho.
—Estaba equivocada. —Se cruzó de brazos mientras me miraba con
atención—. Siente curiosidad por ti. Tú eres diferente. Nueva. Brillante. A los
chicos, incluso los de nuestra especie, les gustan los juguetes nuevos y
brillantes.
Tomé un largo trago de agua. —Bien, este es un juguete con el cual
él no tiene intención de jugar. —Cuando está despierto, obviamente—. Y
realmente, los Arum…
—Los Arum terminarán matándolo. —Su tono no había cambiado.
Era sin emociones—. Gracias a ti, pequeña humana. Él terminará
matándose a sí mismo por ti.
ti.
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Traducido por Annaiss
Corregido por Mary Ann♥
C
ariño, ¿estás segura que te sientes bien? —preguntó mamá,
inclinándose sobre el sofá, su ceño fruncido—. ¿Necesitas
algo? Sopa de pollo. ¿Abrazos? ¿Besos?
Me reí. —Mamá, estoy bien.
—¿Estás segura? —preguntó nuevamente, tirando de la sábana
sobre mis hombros—. ¿Sucedió algo en el baile?
—No. No pasó nada. —Nada si no contaba el millón de mensajes de
texto que Simón me había enviado pidiéndome disculpas por la forma en
que había actuado, o el ataque de alienígenas. Nah. Nada en absoluto—.
Estoy bien.
Estaba cansada de pasar la mayor parte del sábado en una casa
llena de extraterrestres discutiendo. Dos de ellos no confiaban en mí. Uno
de ellos pensaba que sería la muerte para Daemon. Adam no parecía
odiarme, pero no era mi “amigo.” Había huido antes de que la pizza que
ordenaron llegara. Ash tenía razón. Ellos eran una familia. Todos ellos, y yo
simplemente no encajaba.
Cuando mamá se fue a trabajar, me acurruqué en el sofá y traté de
ver una película en SyFy10, pero, obviamente, resultó ser una sobre invasión
alienígena. Los extraterrestres no eran seres de luz, eran insectos gigantes
que comían a humanos.
Cambié el canal.
Estaba lloviendo afuera—con tanta fuerza que muy apenas podía
escuchar sobre el ruido. Sabía que Daemon estaría cerca, sobre todo
porque aún no sabían qué hacer para extraer mi energía, lo suficiente
Syfy: Es un canal temático internacional, dedicado mayoritariamente a la
emisión de series y películas ciencia ficción, si bien, también dedica espacios a los
géneros de fantasía, horror y fenómenos paranormales.
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como para que el rastro desapareciera. Todas sus sugerencias eran al aire
libre y un esfuerzo físico extremo, lo que no sucedería el día de hoy.
El sonido de la lluvia era arrullador. Después de unos minutos, mis ojos
era demasiado pesados como para mantenerlos abiertos. Cuando estaba
a punto de dormirme, un golpe en la puerta me sobresaltó.
Tiré la manta a un lado y me dirigí a la puerta. Dudando que los
Arum tocaran la puerta, abrí. Daemon estaba frente a mí, apenas con
unas gotas de lluvia sobre él a pesar de que ésta caía pesadamente
detrás de él. Apostaba a que usó su súper-velocidad-alienígena. ¿Quién
necesitaba un paraguas? ¿Y por qué diablos estaba en pantalones
deportivos?
—¿Qué sucede?
—¿Vas a invitarme a entrar? —Preguntó.
Presioné mis labios, haciéndome a un lado para que entrara. Él entró,
escaneando la habitación. —¿Qué buscas?
—Tú mamá no está, ¿verdad?
Cerré la puerta. —Su coche no está afuera.
Sus ojos se estrecharon. —Tenemos que trabajar en desvanecer tu
rastro.
—Está lloviendo. —Me dirigí a tomar el control remoto para apagar el
televisor. Daemon se me adelantó. Lo apagó antes de que yo tuviera la
oportunidad de pulsar el botón—. Presumido —murmuré.
—Me han llamado peor —Frunció el ceño y después se echó a reír—.
¿Qué llevas puesto?
Miré hacia abajo, mis mejillas encendiéndose. Una cosa que no
estaba usando era un sujetador. Jesús, ¿cómo pude olvidarlo? —Cállate.
Se rió de nuevo. —¿Qué son? ¿Los elfos de Keebler11?
—¡No! Son los duendes de Santa. Me encanta este pijama. Mi padre
la compró para mí.
Su sonrisa petulante se desvaneció. —¿Los usas porque te recuerdan
a él?
Asentí con la cabeza.
Él no dijo nada. Al contrario, metió las manos en los bolsillos de sus
deportivos. —Mi gente piensa que cuando uno de nosotros muere, nuestra
esencia es la que da luz a las estrellas en el universo. Parece infantil creer
11
Keepler es una marca de panaderías, su publicidad se carateriza por usar duentes horneando pan.
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en algo así, pero cuando miro al cielo por la noche me gusta pensar que al
menos dos de las estrellas son mis padres. Y una más es Dawson.
—No es estúpido. —Hice una pausa, sorprendida por esa fe. ¿No era
lo mismo para nosotros, creer que nuestros seres queridos están en el cielo
velando por nosotros?—. Tal vez una de ellas es mi padre.
Sus ojos se encontraron con los míos. —Como sea, los elfos son sexy.
Y un momento serio y profundo se redujo a nada. —¿Encontraron
otra manera de desvanecer el rastro?
—En realidad, no.
—Estás pensando que haga ejercicio, ¿no?
—Sí, esa es una manera de lograrlo.
Me senté en el sofá, rápidamente enfadada. —Bien, no hay mucho
que podamos hacer hoy.
—¿Tienes algún problema en salir bajo la lluvia?
—Cuando son los últimos días de octubre, sí. —Agarré la sábana y la
puse sobre mi regazo—. No voy a salir allá afuera y correr todo el día.
Daemon suspiró. —No podemos esperar, Kat. Baruck está por ahí
afuera y cuanto más esperamos, más peligroso es.
Sabía que tenía razón, pero aún así, ¿correr bajo la fría lluvia y
congelarme el trasero? —¿Qué pasa con Simón? ¿Les comentaste a los
demás sobre él?
—Andrew está echándole un ojo. Ayer tuvo un juego, por lo que la
mayoría parte del rastro desapareció. Es muy débil ahora. Lo que de
alguna manera demuestra que esta idea va a funcionar.
Le eché un vistazo. En lugar de ver la expresión impasible, vi la
mirada de ayer. La expresión en sus ojos antes de que se diera cuenta que
estaba con él en la cama. Mi cuerpo se calentó. Estúpidas, estúpidas
hormonas.
Estiró la mano a su espalda y sacó la cuchilla de obsidiana. —Esto es
otra razón por la que vine.
La obsidiana era de un color negro brillante mientras él la dejaba
sobre la mesa de café. No era de un color rojo brillante como lo había sido
cuando estaba cerca del Arum.
—Quiero que lo lleves contigo, por si las dudas. Ponlo dentro de tu
mochila, bolsa o lo que sea que lleves.
Miré la navaja por un momento. —¿En serio?
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Daemon evitó mi mirada. —Sí, incluso si logramos eliminar la huella,
mantenlo contigo hasta que nos encarguemos de Baruck.
—¿Pero no lo necesitas tú más que yo? ¿Dee?
—No te preocupes por nosotros.
Más fácil decirlo que hacerlo. Me quedé mirando la obsidiana,
preguntándome cómo en el sagrado mundo escondería algo así en mi
bolsa. —¿Crees que Baruck aún está aquí?
—En los alrededores, sí, —afirmó—. El cuarzo de energía desvanece
nuestra presencia, pero él sabe que estamos aquí. Él sabe que yo estoy
aquí.
—¿Piensas que vendrá detrás de ti? —Por alguna razón, mi
estómago se contrajo ante ese pensamiento.
—Maté a dos de sus hermanos y te di la razón para matar al tercero.
—Él estaba totalmente tranquilo discutiendo el hecho de que había un
extraterrestre loco depuesto a matarlo. Él tenía agallas. Me gustaba eso
de él—. Los Arum son vengativos, Kitten. No se detendrá hasta que me
tenga. Y él te utilizará para encontrarme, especialmente porque
regresaste. Ellos han estado en la Tierra lo suficiente como para saber lo
que puede significar. Qué tú serás una debilidad para mí.
—No soy una debilidad. Puedo defenderme.
Él no respondió, pero la intensidad de su mirada me llegó hasta la
médula. Mi seguridad se desmoronó pedazo por pedazo. Para él yo era
una debilidad, y tal vez para Dee, también. El resto de los Luxen también lo
pensaban.
Pero maté a un Arum… mientras estaba de espaldas a mí. No fue
como si hubiese sido un ninja.
—Basta de charla. Tenemos cosas que hacer —dijo mirando a su
alrededor—. No sé qué podamos hacer aquí que pueda hacer una
mínima diferencia. ¿Tal vez saltos de tijera?
Saltos de tijera sin un sujetador no iba a ocurrir. Ignorándolo, abrí mi
portátil sobre la mesa de café y revisé mi última publicación. Filmé un “In
My Mailbox12” después de regresar de su casa, necesitaba la comodidad
de los libros y mi blog para recordar como lo “normal” se sentía. Era corto
ya que sólo había adquirido dos libros. Y yo parecía una mierda. ¿Y qué
demonios me había poseído para hacerme trenzas?
12
Sección en blog dedicados a reseñas que consiste en grabarse a sí mismos mientras muestran sus
nuevas adquisiciones literarias.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—¿Qué estás mirando? —preguntó.
—Nada. —Iba a cerrar la tapa, pero ésta no se movió—. Deja de
usar tus malditos poderes en mi portátil. La vas a romper.
Él arqueó una ceja divertidamente y se sentó a mi lado. Aún no
podía cerrarla. Y el ratón ni siquiera se movía. No podía tan siquiera cerrar
la maldita página web. Inclinándose hacia adelante, Daemon inclinó la
cabeza hacia un lado. —¿Eres tú?
—¿Qué parece? —Susurré.
Una lenta y sensual sonrisa se apoderó de su rostro. —¿Te filmas a ti
misma?
Tomé una respiración lenta y profunda. —Haces que suene como si
estuviera haciendo un show porno o algo así.
Daemon hizo un sonido desde la parte de atrás de su garganta. —
¿Es eso lo que estás haciendo?
—Esa fue una pregunta estúpida. Puedo cerrarla ahora, ¿por favor?
—Quiero verlo.
—¡No! —La idea de que él me mirara toda friki sobre libros que
compré la semana pasada me horrorizaba. No había manera de que él
entendiera.
Daemon me lanzó una mirada de soslayo. Mis ojos se estrecharon
cuando miré la pantalla nuevamente. La flecha pequeña se movió por la
página, haciendo clic en el botón de reproducir.
—Te odio a ti y a tus poderes alienígenas —murmuré.
Unos segundos después, el video comenzó y allí estaba yo, en toda
mi gloria nerd, mostrando libro tras libro delante de la jodida. Mostré
algunos marcadores. Gracias a Dios que no estaba cantando en este
video.
Me senté allí con los brazos cruzados, esperando inevitablemente un
motón de comentarios sabihondos de Daemon. Nunca en mi vida odié
más a Daemon que en esos momentos. Nadie que yo conociera había
prestado atención a mi blog antes. Los libros eran una pasión que
compartía con mis amigos virtuales. No con Daemon. Me frustraba que él
estuviera viendo esto.
El video terminó. En voz baja, dijo: —Incluso en el video brillas.
Con la boca cerrada, asentí. Y esperé.
—Realmente te gustan los libros. —Cuando no respondí, cerró el
portátil sin tocarlo—. Es lindo.
OBSIDIAN
239
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Mi cabeza se giró hacia él. —¿Lindo?
—Sí, es lindo. Tu entusiasmo —dijo, encogiéndose de hombros—. Es
lindo.
Creo que mi mandíbula golpeó el suelo.
—Pero por muy linda te veas con coletas, no ayudará a desvanecer
la huella en ti. —Se puso de pie y se estiró. Por supuesto, su camisa se tenía
que subir, atrayendo mi mirada—. Tenemos que eliminar ese rastro.
Aún estaba en shock por el hecho de que él no se había burlado de
mí, dejándome con la boca abierta y aturdida. Él acaba de ganarse unos
cuantos puntos extra.
—Entre más pronto desaparezcamos el rastro de ti, menos tiempo
tenemos que estar juntos.
Y allí se fueron los puntos. —Sabes, si no te gusta la idea de estar
cerca de mí, ¿por qué uno de los demás no viene aquí y hace esto?
Realmente preferiría cualquier otro a ti, incluso a Ash.
—Tú no eres su problema. —Sus ojos se encontraron con los míos—. Tú
eres mi problema.
Mi risa fue sarcástica. —No soy tu problema.
—Pero sí lo eres —razonó animosamente—. Si hubiera sido capaz de
convencerte de que te alejaras de Dee, nada de esto hubiera pasado.
Puse los ojos en blanco. —Bien, no sé qué decirte. No hay mucho
que podamos hacer aquí que pueda hacer una diferencia, así que por
qué no contamos el día como perdido y nos ahorramos a ambos el hecho
de tener que respirar el mismo aire.
Él me lanzó una mirada suave.
—Oh, sí, es cierto. Tú no necesitas respirar oxigeno. Mi culpa. —Me
puse de pie, deseando que se fuera de mí casa—. ¿No puedes volver
cuando deje de llover?
—No —Daemon se apoyó contra la pared, cruzando sus brazos—.
Quiero terminar con esto cuanto antes. Preocuparse sobre el Arum y tú no
es divertido, Kitten. Tenemos que hacer algo al respecto ahora. Hay cosas
que podemos hacer.
Apreté mis manos en puños. —¿Cómo qué?
—Bueno, los saltos de tijera por… una hora o así debería funcionar. —
Deslizó su mirada por mi pecho. Algo brilló en sus ojos—. Aunque, tal vez
primero deberías cambiarte.
OBSIDIAN
240
FORO’ LIBROS DEL CIELO
El impulso de cubrirme era fuerte, pero me rehusé. No me iba a
acobardar frente a él. —No saltaré por una hora.
—Entonces podrías correr por la casa, subiendo y bajando las
escaleras. —Hizo una pausa y su sonrisa malvadamente petulante creció
cuando sus ojos se encontraron con los míos—. Podemos tener sexo. He
oído que eso consume mucha energía.
Mi boca se abrió. Una parte de mí deseaba reírse en su cara. Había
una parte de mí ofendida por sugerir algo tan ridículo, pero también había
otra parte a la que le gustó la idea. Lo que era tan, tan malo que no era
divertido.
Daemon esperó.
—Eso no sucederá ni en un millón de años, amigo. —Di un paso
adelante, apuntándolo con el dedo—. Ni aunque fueras el último, espera,
ni siquiera puedo decir que el último hombre sobre la faz de la Tierra.
—Kitten —murmuró perezosamente. Una clara advertencia en sus
ojos.
Lo ignoré. —Ni aunque fueras lo último que parece ser humano sobre
la faz de esta Tierra. ¿Entendiste? ¿Capiche?
Daemon ladeó la cabeza hacia un lado, y varios rizos de pelo
cayeron sobre su frente. Daemon sonrió, una cantidad de peligro en la
línea de su sonrisa, pero yo estaba en una buena racha.
—Ni siquiera estoy atraída a ti. —Mentira. ¡Ding! ¡Ding! Mentira—. Ni
siquiera un poco. Eres, eres…
Daemon estaba frente a mí en un abrir y cerrar de ojos, a un
centímetro de mi cara. —¿Soy un qué?
—Ignorante —le dije dando un paso atrás.
—¿Y? —Avanzó hacia mí.
—Arrogante. Controlador. —Di otro paso atrás, pero él aún estaba en
mi burbuja personal y algo más—. Y eres… eres un cabrón.
—Oh, vamos, sé que puedes hacerlo mejor, Kitten. —Habló en voz
baja mientras avanzaba hacia mi dirección. Apenas lo oía ante la fuerte
lluvia y el latido de mi corazón—. Porque realmente dudo que no te sientas
atraída a mí.
Forcé una risa. —No me atraes para nada.
Un paso más de Daemon hacia adelante y mi espalda estaba
contra la pared. —Estás mintiendo.
OBSIDIAN
241
FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Y eres demasiado confiado. —Respiré, pero todo lo que olí fue a él
y eso hizo cosas raras en mi estómago—. Sabes, toda esa arrogancia que
mencioné antes. No es atractivo.
Daemon puso sus manos en cada lado de mi cabeza y se inclinó.
Una lámpara estaba a un lado y la TV por el otro. Estaba atrapada. Y
cuando él habló, su aliento bailó sobre mis labios. —Cada vez que mientes,
tus mejillas se sonrojan.
—Nuh-uh. —No era lo más inteligente que podría haber dicho, pero
fue lo mejor que se me ocurrió.
Sus manos se deslizaron por la pared, deteniéndose a un lado de mis
caderas. —Apuesto a que piensas en mi todo el tiempo. Sin parar.
—Estás loco. —Presioné mi espalda contra la pared, dejando
escapar mi respiración.
—Probablemente sueñas conmigo. —Su mirada se movió a mi boca.
Separé mis labios—. Apuesto a que escribes mí nombre dentro de un
corazón una y otra vez en todos tus cuadernos.
Me reí. —En tus sueños, Daemon. Tú eres la última persona en el que
pensa…
Daemon me besó.
No hubo un momento de vacilación. Tenía su boca en la mía y dejé
de respirar. Se estremeció e hizo un sonido desde atrás de su garganta;
mitad gruñido, mitad gemido. Pequeños estremecimientos de placer y
pánico se dispararon a través de mí cuando él profundizó el beso,
separando mis labios. Dejé de pensar. Me alejé de la pared, acortando la
pequeña distancia entre nosotros, presionando mi cuerpo contra él,
hundiendo mis dedos en su cabello. Era suave, sedoso. Aún cuando nada
de él se sentía de esa manera. Regresé a la vida, mi corazón estaba a
punto de estallar. El torrente de sensaciones arrastrándose por mi cuerpo
era enloquecedor. Espeluznante. Apasionante.
Sus manos estaban en mis caderas y me levantó como si estuviera
hecha de aire. Mis piernas envolvieron su cintura, y nos movimos hacia la
derecha, golpeando la lámpara. Se vino abajo, pero no me importó. Una
luz se encendió en algún lugar de la casa. El televisor se encendió y se
apagó, una y otra vez. Nuestros labios permanecían sellados. Era como si
no pudiéramos conseguir suficiente el uno del otro. Estábamos
devorándonos uno al otro, ahogándonos en nuestro aliento.
Habíamos estado esperando y deseando esto por tanto tiempo, y,
¡Dios, sí que valió pena la espera! Y quería más, deseaba más.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Deslizando mis manos, tiré de su camisa, pero estaba atrapada entre
mis piernas. Me removí hasta que mis pies tocaron el suelo. Entonces, tomé
su camisa y tiré de ella hacia arriba. Daemon se separó lo suficiente para
quitársela y echarla a un lado.
Sus manos se movieron alrededor de mi cabeza, tirando de mí a su
boca. Se oyó un crujido en la casa. Una fisura de electricidad atravesó por
la habitación. Algo olía a quemado. Pero no me importaba. Nos
estábamos trasladando hacia atrás. Sus manos se movían hacia abajo, por
debajo de mi camisa, sus dedos acariciando mi piel, enviando un torrente
de sangre a cada rincón de mi cuerpo. Y mis manos siguieron su camino.
Su estómago era duro y ondulado en todos los lugares indicados.
Y luego mi camisa le siguió a la suya en el suelo. Piel contra piel. Él
zumbaba, lleno de poder. Recorrí mis dedos por su pecho hasta llegar al
botón de sus pantalones. Mis piernas golpearon en el sofá y ambos caímos
sobre él, una maraña de piernas y manos explorando el uno al otro.
Nuestras caderas se moldeaban juntas y nos movimos al unísono. Creo que
susurré su nombre, y después sus brazos se envolvieron alrededor de mí,
apretándome contra su pecho y sus manos se deslizaron entre mis piernas.
Y yo estaba ahogándome en las crudas sensaciones.
—Tan hermosa —murmuró contra mis labios hinchados. Y entonces
me besó de nuevo. De ese tipo de besos que dejaban muy poco espacio
para pensar o reflexionar. Sólo había deseo y ganas de más. Eso fue todo.
Envolví mis piernas alrededor de sus caderas, tirando de él más cerca,
diciéndole lo que quería con mis suaves gemidos.
Nuestros besos disminuyeron, llegando a ser tiernos e infinitamente
más. Era como si nos estuviéramos preparando para llegar a conocernos a
un nivel más íntimo. Estaba sin aliento y aturdida, sin estar preparada para
todo esto, pero mí cuerpo deseaba algo más que besos y caricias—más
de él. Y sabía que él también lo hacía. Su poderoso cuerpo temblaba al
igual que el mío. Era fácil de perderse en él, perderse en esta conexión
entre nosotros. El mundo —el universo— dejó de existir.
Y después Daemon se detuvo, su respiración áspera y jadeante,
levantando su cabeza. Mis ojos se abrieron lentamente, deslumbrados. Sus
pupilas eran blancas, brillando desde el interior.
Daemon respiró hondo. Una eternidad pareció pasar mientras me
observaba, sus ojos muy abiertos, y luego retomó su control. La luz se
apagó. Su mandíbula se endureció. Una máscara se deslizó por su rostro.
La sonrisa arrogante que tanto odiaba apareció en una esquina de sus
labios hinchados. —Ya casi no brillas.
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243
FORO’ LIBROS DEL CIELO
27
Traducido por Annaiss
Corregido por Melii
O
diaba a Daemon Black—si es que ese era su nombre—con
una fuerza que igualaba la energía de mil soles. Ya casi no
brillas. Él se fue después de eso, agarrando su camisa del suelo
y saliendo de mi casa.
Ese hijo de puta quemó mi portátil.
Eso era lo que olía a quemado. Resulta que su extraño mojo tenía un
efecto importante en las luces y electrodomésticos. Ahora tenía que usar
las computadoras de la escuela para actualizar mi blog. Ugh. Y además,
después del episodio en el sofá, duré una hora remplazando las bombillas
por toda la casa. Por suerte, la televisión no se había frito.
Pero mi cerebro sí. ¿Qué diablos estaba pensando? ¿Haciendo?
Tenía que haber sido el argumento entre nosotros. Esa era la única
explicación de por qué comenzamos a besarnos. Y él no estaba tan
inafectado como pretendía. Nadie podría fingir eso.
Lo odiaba.
No sólo por el hecho de que me había probado de ser una
mentirosa, o que ahora tenía que esperar hasta mi cumpleaños para un
nuevo ordenador portátil, o el hecho que Dee sospechaba el cómo mi luz
había desaparecido, pero lo odiaba por lo que me hacía sentir, por
hacerme admitirlo en voz alta.
Y si me codeaba en la espalda con ese jodido bolígrafo una vez
más, yo misma lo tiraría delante de un Arum.
Mi celular sonó en mi mochila mientras me dirigía hacia mi coche,
agachada para evitar el viento implacable de las Rocks. Sin mirar, sabía
que era un texto de Simón. Durante la última semana había estado
enviándome mensajes de texto disculpándose una y otra vez. No se
atrevía a dirigirme la palabra en clase o en público, mucho menos con la
amenaza de Daemon colgando sobre su espalda. No lo perdonaría
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
pronto. Borracho o no, no era una excusa por ser un jodido idiota que no
entendía la palabra “no.”
—¡Katy!
Salté ante el sonido de la voz de Dee. Reajustando mi bolso, me volví
y esperé.
Como siempre, Dee estaba increíblemente hermosa. Hoy se había
puesto jeans oscuros y un jersey ligero. Con su cabello negro sedoso y sus
ojos brillantes, ella era impresionante. Su sonrisa era amplia y amable, pero
se desvaneció rápidamente mientras se acercaba.
—Hola, pensé que no te ibas a detener, —dijo.
—Lo siento. Estaba perdida en mis pensamientos. —Empecé a
caminar de nuevo, mi mirada en mi coche—. ¿Qué pasa?
Dee se aclaró la garganta. —¿Estás evitándome, Katy?
Había estado evitando a todos, lo que era difícil. Vivían al lado.
Estaban en mis clases. Se sentaban conmigo en el almuerzo. Y extrañaba a
Dee. —No.
—En serio, porque no has charlado mucho desde el sábado, —
señalo—. El lunes ni siquiera te sentaste con nosotros en el almuerzo,
alegando que tenía que estudiar para un examen. Ayer, creo que no me
dirigiste ni dos palabras.
Mis entrañas se revolvieron de culpa. —He estado… ocupada.
—Es demasiado, ¿no? ¿Lo qué somos? —Su voz era pequeña e
infantil—. Tenía miedo de que esto sucediera. Somos unos bichos raros.
—No son raros, —le dije, lo cual era verdad—. Ustedes son… más
humanos de lo que ustedes creen.
Dee parecía aliviada al oír eso. Se acercó a mí. —Los chicos, ellos
aún siguen buscando a Baruck.
La esquivé y abrí la puerta de mi coche. La navaja de obsidiana
rebotaba en el compartimiento en el lado de la puerta. Llevándola en la
mochila me hacía sentir como si en cualquier momento fuera a herir a un
estudiante o algo así. Así que la dejé en el auto. —Eso es bueno.
Ella asintió. —Los chicos seguirán buscando y se mantendrán listos a
cualquier cosa, y además Simón y tú apenas tienen el rastro en ustedes. —
Dee hizo una pausa—. A lo que aún me gustaría saber cómo ocurrió tan
rápidamente.
Se me revolvió el estómago. —Uh, sí, hubo mucha... actividad física.
Sus cejas se elevaron. —Katy…
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—De todos modos, —dije rápidamente—. Eso es genial, el rastro
desvaneciéndose de Simón, especialmente porque él no tiene idea de
nada de esto, así que estoy feliz.
—Estás diciendo incoherencias. —dijo ella, sonriendo.
—Sep, algo así.
—Entonces, ¿Qué vas a hacer mañana? —Preguntó, esperanzada—.
Es sábado y Halloween. Pensé que tal vez podríamos alquilar algunas
películas de terror.
Negué con la cabeza. —Le prometí a Lesa que repartiría dulces con
ella. Ella vive en una subdivisión, así que… —Una expresión de dolor cruzó
por la cara de Dee. ¿Qué estaba haciendo? ¿Evitando a una amiga
porque su hermano era un patán? Esa no era yo—. Pero puedo ir después,
¿y podemos ver películas si quieres?
—¿Tú quieres? —Susurró.
Inclinándome, abracé sus delgados hombros. —Por supuesto que
quiero. Sólo asegúrate de comprar toneladas de palomitas de maíz y
dulces. Esos son un requerimiento.
Dee me abrazó de vuelta. —Eso sí lo puedo hacer.
Me retiré con una sonrisa. —De acuerdo. Nos vemos mañana por la
noche, ¿entonces?
—Espera. —Me tomó del brazo, sus dedos fríos—. ¿Qué sucedió entre
Daemon y tú?
Mantuve mi cara en blanco. —No pasó nada, Dee.
Sus ojos se estrecharon. —Yo sé más de esto que tu, Katy. Debiste
haber estado corriendo mucho tiempo para eliminar la mayor parte del
rastro en una sola tarde.
—Dee…
—Y Daemon ha estado más gruñón de lo normal. Algo pasó entre
ustedes dos. —Se apartó el pelo de la cara, pero sus rizos se deslizaron
enseguida—. Sé que tú me dijiste que no sucedió nada entre ustedes
aquella vez, pero…
—En serio, no sucedió nada. Lo prometo. —Me metí en el coche,
forzando una sonrisa—. Te veré mañana por la noche.
Ella no me creía. Diablos, tampoco yo lo creía, ¿pero que podía
decir? Admitir que algo pasó entre Daemon y yo no era algo que quisiera
compartir con su hermana.
OBSIDIAN
246
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Cada Halloween extrañaba ser un niño, disfrazarme y comer
toneladas de caramelos. Lo único que hoy en día llegaba a hacer era…
comer las toneladas de dulce. Lo que no estaba mal del todo.
Lesa rió cuando saqué otra caja de Nerds. —¿Qué? —Le di un
codazo—. Amo estas cosas.
—Y las mini barras de chocolate, Kit Kats, goma de mascar,
Starbursts…
—¡Mira quién habla! —Hice un gesto al montón de envolturas en las
escaleras a un lado de sus pies—. Eres un monstro como dulces.
Nos detuvimos cuando un niño pequeño arrastró los pies por las
escaleras, vestido como un integrante de Kiss. Una elección extraña.
—¡Dulce o Truco! —Exclamó el niño.
Lesa le dio varios dulces. —Tú no estás aquí por los niños, —dijo ella,
mirando al niño correr de nuevo junto a sus padres.
Metí un pedazo de dulce en la boca. —¿Qué te dio esa idea?
—¿Crees que ese niño era lindo? —Lesa retiró el tazón de dulces lejos
de mí.
Me encogí de hombros. —Supongo que sí. Quiero decir, él olía a…
No sé. Niño.
Lesa se echó a reír. —¿Te gustan los niños?
—Los niños me dan miedo. —Una momia y un vampiro se acercaron
a nosotros. Lesa revoloteó sobre ellos hasta que salieron corriendo—. Sobre
todo los más pequeños, —continué, frunciendo el ceño cuando vi que
todos los Nerds se habían terminado—. Hablan si parar y esas cosas, y no
tengo idea de lo que están diciendo, pero tu hermano pequeño es lindo.
—Mi hermano pequeño se hace popo.
Me reí. —Bueno, tal vez es porque, tiene como, ¿un año?
—No importa, es igual de asqueroso. —Le dio unos cuantos
caramelos a un vaquero con una flecha en la cabeza. Dulce—. ¿Cuál es
tu asunto?
—¿Mi asunto? —Como un ninja, mi mano salió disparada y tomó un
rollo de Smarties—. No tengo ningún asunto.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Eres tan obvia. —Estaba tan oscuro que no podía ver sus ojos. Su
vecindario no creía en las farolas—. Has estado deprimida, al igual que
todas las chicas en los libros que he leído, toda la semana.
Puse mis ojos en blanco. —No es cierto.
Ella me dio un codazo en la rodilla. —No le has dirigido la palabra a
nadie, especialmente a Dee. Y eso es raro, ustedes son como uña y mugre.
—Aún lo somos. —Suspiré, entrecerrando mis ojos en la oscuridad. Las
figuras de los padres y sus hijos caminaban por el lado de las calles—. No
estoy enojada con ella ni nada. Iré a su casa después de aquí.
Lesa acunó el tazón. —¿Pero?
—Pero algo sucedió con su hermano, —le dije, cediendo a la
necesidad de contárselo a alguien.
—¡Lo sabía! —Gritó—. ¡Oh, Dios mío, tienes que decírmelo todo! ¿Se
besaron? Espera. ¿Tuvieron relaciones sexuales?
Un padre de un hada le lanzó una mirada de desprecio mientras
alejaba a su hija del porche de Lesa.
—Lesa, en serio, relájate.
—Como quieras. Tienes que decírmelo todo. Te odiaré para siempre
si lo hicieron, pero no me digas. ¿Cómo huele?
—¿Cómo huele? —Arrugué la nariz.
—Tú sabes, él parece que huele bien.
—Oh. —Cerré mis ojos—. Sí, huele bien.
Lesa suspiró soñadoramente. —Detalles. Ahora.
—No llegó a tanto. —Recogí una hoja del suelo, haciéndola volar.
Mis labios hormiguearon, recordando el beso—. Fue a casa el domingo
pasado y nos besamos.
—¿Eso es todo? —Ella sonaba decepcionada.
—No dormí con él. Por Dios. Pero… sí fue demasiado fuerte. —Dejé la
hoja y me pasé una mano por el pelo—. Estábamos discutiendo y al
momento siguiente, ¡BAM! Estábamos el uno sobre el otro.
—Carajo, eso es... ardiente.
Suspiré. —Sí, algo así. Pero luego él se marchó abruptamente.
—Por supuesto, porque ustedes tienen esta pasión ardientemente
explosiva y él no pudo aguantar el calor.
Le di una mirada burlona. —No tenemos nada.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Lesa no me hizo caso. —Me preguntaba cuánto tiempo iban a durar
antagonizándose entre sí.
—No lo antagonizo, —murmuré.
—¿Qué es lo que siempre están discutiendo?
¿Cómo podía explicarle? ¿Qué sólo nos habíamos incitado
mutuamente a hacer algo porque le dije que no me sentía atraída a él y
que él tenía que eliminar el rastro? Sep, eso nunca sucedería.
—¿Katy?
—No creo que haya sido su intención darme un beso, —dije
finalmente.
—¿Qué? ¿Se resbaló y cayó en tu boca? Esas cosas son comunes en
suceder.
Me reí. —No. Es sólo que él parecía molesto después de eso. No, él
estaba enojado.
—¿Le mordiste la lengua o algo? —Lesa echó su cabello hacia atrás,
su ceño fruncido—. Tiene que haber una razón para que se molestara.
Dado a que estaba oscureciendo y los niños cada vez eran menos,
tomé el tazón de sus manos y comencé a buscar entre las sobras. —No sé.
Me refiero a que no hemos hablado de ello. Él literalmente se fue después
y todo lo que ha hecho es codearme con su pluma.
—Probablemente porque quiere codearte con otra cosa, —dijo
secamente.
Mis ojos se desorbitaron. —No puedo creer que hayas dicho eso.
—Lo que sea. —Agitó su mano en el aire—. Él no regresó con Ash,
¿no? Es decir, esos dos son…
—Sí y no, lo sé. No lo creo. No importa. —Abrí un caramelo. A este
paso, me iría rodando del porche de Lesa—. Es sólo que…
—Te gusta, —terminó por mí.
Me encogí de hombros, tomando una barra de Snickers. ¿Me
gustaba? Tal vez. ¿Estaba atraída a él? Obviamente. Había estado a
segundos de estar con el trasero de fuera con él.
—Es la cosa más loca. Nadie en este planeta me molesta más que él,
pero… ¡Ah, no quiero hablar de esto! —Cogí una bolsita de Skittles—. De
todas maneras, ¿Cómo van las cosas con Chad?
—Estás cambiando el tema. No me estás engañando.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Sin levantar la vista, hurgué en el tazón. —Salieron ayer por la noche,
¿verdad? ¿Te besó? ¿Huele bien?
—En realidad, Chad huele bien. Creo que usa la nueva versión de
Old Spice. No del tipo que mi padre usa, porque eso sería desagradable.
Me eché a reír. Charlamos por un rato más y luego me fui a casa.
Dee tenía toda la casa adornada con calabazas talladas que no estaban
allí antes. Ella me llevó adentro, un olor extraño en el aire.
—¿Qué es eso? —Arrugué mi nariz.
—Estoy horneando semillas de calabaza, —exclamó—. ¿Las has
probado?
Negué con la cabeza. —No. ¿Cómo saben?
—Igual que una calabaza.
Y, por supuesto, ella en verdad las estaba cocinando. Las semillas
estaban en una bandeja para hornear, pero eran las manos de Dee las
que las horneaban y no la estufa. El interior de la calabaza estaba
esparcido por toda la mesa cubierta de periódicos.
—Pediré prestadas tus manos durante el invierno, cuando el hielo
haya congelado mi parabrisas.
Dee sonrió. —No tengo ninguna objeción con eso.
Sonriendo, me deslicé a la pila de películas sobre el mostrador. Leí los
títulos, echándome a reír. —Oh, Dios mío, Dee estas películas son
impresionantes.
—Pensé que te gustaría la combinación de Scream y Scary Movie. —
Movió sus manos sobre la bandeja. Las semillas se estallaron y saltaron. El
olor a canela llenó el aire—. Dejaremos las películas de Halloween hasta
más tarde.
Miré hacia la puerta. —Umm, ¿está Daemon aquí?
—No. —Ella agarró la bandeja, vaciando las semillas en una bola
decorada con murciélagos y calaveras—. Está fuera con los chicos,
tratando de que Baruck los enfrente.
Llevando nuestros bocadillos y películas a la sala de estar, pensé en
lo que dijo. —¿Están intencionalmente tratando de que Baruck los
enfrente? ¿Quieren luchar contra él?
Un DVD voló de la pila a su mano. Ella asintió con la cabeza. —No te
preocupes. Daemon y Adam están revisando en la ciudad. Matthew y
Andrew están verificando los alrededores. Van a estar bien.
La inquietud me revolvió el estómago. —¿Estás segura?
OBSIDIAN
250
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Dee sonrió. —Esta no es la primera vez que hacen algo como esto.
Saben lo que están haciendo. Todo estará bien.
Sentándome en el sofá, intenté no preocuparme. Era realmente
difícil, especialmente porque yo había visto la mirada en los ojos de Baruck.
Dee se acomodó a mi lado y probé unas cuantas semillas de calabaza. No
estaban mal. Estábamos a la mitad de la película de Scream cuando su
móvil sonó.
Levantando su mano, Dee lo encendió y el celular voló de la mesa y
cayó en su mano. Respondió con los ojos en blanco. —Más vale que esto
sea importante, Daemon, porque… —Sus ojos se abrieron como platos. Se
puso de pie, apretando su mano libre—. ¿Qué quieres decir? —Mi
estómago se contrajo cuando la vi rodear la mesa de café—. Katy está
conmigo, ¡pero su rastro es casi imperceptible! —Hizo una pausa y luego su
rostro palideció—. Está bien. Ten cuidado. Te amo.
Tan pronto como arrojó el teléfono en el sillón, me puse de pie. —
¿Qué está pasando?
Dee me enfrentó. —Vieron a Baruck. Se dirige hacia aquí.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
28
Traducido por EffyLove
Corregido por Melii
P
or supuesto que eso no significaba que iba a venir justo aquí,
pero si había una posibilidad —una gran posibilidad —de que
él lo hiciera. Suficiente como para que Dee anduviera por la
sala como un tigre enjaulado. Ella no tenía miedo, pero estaba lista para
dar batalla.
—Si Baruck viene aquí, ¿Puedes pelear con él? —pregunté.
Dee me dio una mirada dura. Ella era una persona totalmente
diferente, parecía una ruda princesa guerrera. ¿Cómo es que nunca vi
este lado de ella?
—No soy tan rápida ni tan poderosa como Daemon, pero si puedo
detenerlo por mi propia cuenta hasta que Daemon llegue. —Mi estómago
cayó. Detenerlo por su cuenta no era suficiente. ¿Qué pasaba si Daemon
no llegaba aquí a tiempo? Dee se detuvo frente a la ventana, sus
delgados hombros se cuadraron. Me golpeó de una vez. Todo por lo que
Daemon había estado preocupado se estaba volviendo realidad. Yo era
una debilidad —una responsabilidad para Dee. Yo no podía— no dejaría
que eso pasara.
—¿Es mi rastro lo suficientemente fuerte para que él me vea dentro
de tu casa?
Ella se detuvo. —No realmente.
—¿Qué hay del camino principal? ¿El bosque?
Hubo otra pausa. —No lo sé, Katy, pero lo detendré antes de que
llegué a ti.
—No. Tengo una idea. —Caminé hacía adelante, casi chocando
con el estante de películas—. Es algo loco, pero podría funcionar.
Sus ojos se entrecerraron. —¿Qué?
OBSIDIAN
252
FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Si tú haces mi rastro más fuerte, puedo definitivamente guiarlo
lejos de aquí. No vendrá aquí y Daemon…
—Absolutamente no —dijo, dando vueltas a mi alrededor—. ¿Estás
loca?
—Tal vez —dije mordiendo mi labio—. ¡Mira, es mejor que sentarte
aquí conmigo cuando yo muy bien podría guiarlo justo a tu casa! ¡Y
entonces ellos sabrían dónde viven! ¿Entonces qué? Nunca estarás a salvo,
necesito llevarlos lejos de tu casa.
—No. —Dee negó con la cabeza—. No puedo hacer eso. Puedo
pelear…
—¡No hay nada más que puedas hacer! Yo no puedo luchar contra
él. ¿Qué pasa si se escapa? ¿Qué tal si les dice a los otros dónde vives? —
Las palabras de Daemon vinieron a mí.
Tú serás una debilidad para mí. Excepto que no estaba siendo su
debilidad. Estaba siendo la de Dee. No podía vivir con eso.
—Y yo seré una responsabilidad. Baruck lo sabrá. Tú tienes que
quedarte aquí. Si Baruck nos encuentra juntas me usará para destruirte. El
mejor plan es atraer a los Arum lejos y dejar que los chicos me encuentren
en el campo y lo destruyan juntos.
—Katy…
—¡No tomaré un no como respuesta! ¡No tenemos mucho tiempo! —
Me moví hacía la puerta, tomando mis llaves y el celular—. Ilumíname. Haz
esa cosa loca de las bolas de luz. Parece que eso funciono la última vez.
Yo iré... ¡Iré a dónde fue la fiesta en el campo! Dile a Daemon que es ahí
donde iré. —Cuando ella se quedó ahí, solo mirándome, grité—: ¡Hazlo!
—Esto es una locura. —Dee negó con la cabeza, pero ella dio un
paso hacia atrás, balbuceando. Un segundo después tomo su verdadera
forma, su hermosa silueta se lleno de luz. Esto es una locura, su voz susurro
en mis pensamientos.
Deje de pensar. —¡Apúrate!
Dos bolas de luz chisporroteantes se formaron en sus ante brazos.
Ellas se dispararon alrededor de la habitación, haciendo que explotara la
TV y las luces, termino por rebotar en las paredes si hacerles ningún daño.
Los vellos de mi cuerpo se levantaron por la estática en el aire.
—¿Estoy brillando?
Como el sol.
Bien, esto funcionó. Tomando una respiración profunda, asentí. —
Llama a Daemon y dile a dónde iré.
OBSIDIAN
253
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Ten cuidado. Por favor. Las luces comenzaron a desvanecerse.
—Tú también. —Me di la vuelta y me apresuré a salir de la casa
hacía mi auto antes de que pudiera pensar dos veces lo que estaba a
punto de hacer.
Porque era una absoluta locura —la cosa más loca que jamás había
hecho.
Más que conocer a un actor, más aterrador que pedir una entrevista
con el autor de un libro favorito o ir a almorzar con él, más estúpido que
besar a Daemon.
Pero esto era todo lo que podía hacer.
Mis manos estaban temblando cuando metí las llaves en el contacto
y salí de la calzada, perdiendo de vista el Volkswagen de Dee, aceleré,
haciendo ruido en la calle principal, estaba apretando el volante como
una abuela pero manejando como si estuviera en una prueba para el
NASCAR.
No dejaba de mirar el espejo retrovisor mientras volaba por la
autopista, esperando encontrar al Arum persiguiéndome. Pero cada vez
que checaba, el camino estaba vació.
¿Tal vez esto no estaba funcionando? Oh Dios, ¿Que si Baruck fue a
la casa y encontró a Dee? Mi corazón subió hasta mi garganta. Esto era
estúpido, una estúpida idea. Mi pie fallo sobre el pedal del acelerador. Por
lo menos él no podrá usarme para llegar a Dee.
Mi celular sonó desde el asiento de pasajero. ¿Número
Desconocido? ¿Ahora? Casi lo ignoraba, pero lo tome de todas maneras y
contesté de todas formas. —¿Hola?
—¿Estas loca?—Daemon me grito por el teléfono. Me encogí—. Esta
debe ser la cosa más estúpida que…
—¡Cállate Daemon!—chillé. Los neumáticos se desviaron un poco
hacia la otra línea—. Está hecho. ¿Vale? ¿Está bien Dee?
—Si, Dee está bien. ¡Pero tú no! Lo perdimos y desde que Dee dijo
que tú brillas como una maldita luna llena ahora, estoy apostando a que él
está justo detrás de ti.
El miedo disparó mi ritmo cardíaco. —Bueno, ese era el plan.
—Juro por cualquier estrella en el cielo, que voy a estrangularte
cuando tenga mis manos sobre ti. —Daemon se detuvo, su respiración
pesada en el teléfono—. ¿Dónde estás?
Mire por la ventana. —Estoy casi en el campo. No lo veo.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Claro que no lo ves. —sonaba disgustado—. Él está hecho de
sombras… de la noche, Kat. No lo verás hasta que él lo quiera.
Oh. Bien. Mierda.
—No puedo creer que hayas hecho esto. —dijo él.
Mi temperamento bajo el miedo. —¡No empieces conmigo! Tú dijiste
que era una debilidad. Y era una responsabilidad para Dee. ¿Qué pasa si
él llegaba ahí? Tú dijiste que él me usaría en contra de ella. ¡Esto era lo
mejor que podía hacer! ¡Así que deja de ser un maldito idiota! —Hubo tal
brecha de silencio que pensé que me había colgado, pero cuando él
hablo, su voz era tensa.
—No quería decir que tu hicieras esto, Kat. Nunca que hicieras algo
como esto.
Su voz envió escalofríos por mi cuerpo. Mis ojos veían las sombras
borrosas de los arboles. Tome una respiración profunda pero se quedo
atascada. —Tú no me hiciste hacer esto.
—Sí, lo hice.
—Daemon…
—Lo siento, no te quiero lastimada, Kat. No puedo—no puedo vivir
con eso.
Otra brecha de silencio pasó mientras sus palabras se hundían en mí
y luego agregó: —Quédate en el teléfono, voy a encontrar un lugar para
dejar el auto y luego te encontraré ahí. No me tomará más de unos
minutos llegar. No salgas del auto ni nada de eso.
Asentí mientras estacionaba el auto en una parada del campo. La
luna rodaba atrás de las nubes haciendo que todo se pintara de negro. No
podía ver nada.
Un horroroso y enfermo presentimiento se instalo en mi estómago. Me
incliné y alcancé la hoja de obsidiana y la sostuve con fuerza. —De
acuerdo. Tal vez esta no fue la mejor idea.
Daemon soltó una risa dura y corta. —No jodas.
Mis labios temblaron cuando vi por el espejo retrovisor. —Así que,
umm, eso de no vivir con tu…
Había una sombra en la oscuridad... más solida que el resto. Se
movió a través de aire, espeso como el petróleo, cayendo sobre los
árboles, esparciéndose por el suelo. Llegando a la parte trasera del coche.
Mi garganta se secó y mis labios se entre abrieron.
La hoja calentaba mis manos. —¿Daemon?
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—¿Qué?
Mi corazón dio un vuelco. —Yo creo que…
Los seguros automáticos se desactivaron y la puerta del conductor
salió volando. Un grito salió de mí. En un segundo yo estaba sosteniendo el
teléfono y al siguiente estaba volando hacía el piso, mis dedos a punto de
perder el control sobre la hoja. El dolor atravesó mi brazo de un lado
mientras escondía la daga tras de mí.
Levanté mis ojos. Mi vista viajo por unos pantalones negro y los
bordes de una chaqueta de cuero. Un rostro pálido. Una fuerte mandíbula
y un par de lentes oscuros cubriendo sus ojos aunque fuera de noche.
Baruck sonrió. —Nos encontramos de nuevo.
—Mierda. —susurré.
—Dime —dijo él, inclinándose y levantándome por un mechón de
cabello. Su cabeza giro hacía a un lado mientras hablaba, de un lado a
otro como un pájaro—. ¿Dónde está él?
Tragué pesado. —¿Quien?
—¿Vas a jugar a hacerte la tonta conmigo? —Dio un paso hacia
adelante, quitándose sus gafas de sol, deslizándolas dentro de su
chaqueta. Sus ojos eran dos orbes negras—. ¿O todos los humanos son
estúpidos?
Mi pecho subía y bajaba bruscamente. La hoja era solo buena en su
verdadera forma.
Y estaba quemando la piel de mi mano.
—Quiero al que mató a mis hermanos.
Daemon. Mi cuerpo entero estaba temblando. Abrí mi boca pero
nada salió.
—Y tú... tú mataste a uno de ellos, protegiéndolo a él. —Él se detuvo.
Ahí estaba mi oportunidad, pero antes de que me pudiera mover él se
solidifico en frente de mí—. Llévame a él o te haré rogar por la muerte.
Negué con la cabeza, apretando mi mano.
—Vete al diablo.
Se desvaneció, convirtiéndose en una masa de sombras retorcidas y
oscuras. Lanzándose a mis pies, dejo salir un grito digno de una batalla, e
hizo mi brazo torcer.
Mi golpe nunca aterrizó.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Una mano humeante tomo mi brazo. El toque era helado. Su voz era
un insidioso susurro sobre mis pensamientos, como una serpiente dentro de
mi cabeza. ¿Crees que iba a caer en la trampa? Por favorrr...
Él se retorció. Escuché un crujido antes de sentir el dolor. Mis dedos se
retorcieron y la hoja cayó al suelo, rompiéndose en una docena de
fragmentos como si no fuera más que un frágil cristal, grité cuando una
oleada de dolor paso por a través de mí.
Essoo fuee por mi hermanooo.
Una mano oscura rodeo mi cuello y me levanto hasta que mis pies
no tocaban el suelo. Y estoo ess porquee tú me molessstaas.
Baruck me tiró hacía atrás. Golpeé el suelo y luego me deslicé varios
metros sobre el maíz pisoteado. Aturdida, miré hacia el cielo nocturno
oscuro.
Dime dónde está él.
Jadeando por aire, rodé sobre mis pies levantándome y salí de los
arboles. Corrí.
Sosteniendo mi brazo como protección sobre mi pecho, corrí lo más
rápido que podía, mis tennis golpeando duro contra el suelo, la hierba y las
hojas caídas. No miré hacia atrás. Mirar hacia atrás sería malo. Rompí a
través del bosque, golpeando las ramas bajas. El dejá vu flotó a través de
mi, mientras tropezaba con las raíces expuestas del terreno irregular.
Baruck llegó de la nada, moviéndose en un torbellino de sombras. Él
se solidifico frente a mí, lanzándome. Patiné hasta detenerme, giré
alrededor. Y él estaba ahí, y me tiro al suelo.
—¿Aún no lo has entendido ? —Una cruel sonrisa se formo en sus
pálidos labios—. ¿O quieres correr más?
Me arrastré en la tierra y tragué saliva en cada forzada respiración
que podía. El horror se formo con fuerza sobre mi sentido de control.
Estaba fuera de tiempo.
Baruck arremetió contra mí. Sus brazos no me golpearon, pero su
fuerza me echo hacía atrás y aterricé con un ruido sordo en el piso. El aire
salió de mis pulmones. Pequeñas rocas se clavaron dolorosamente en la
tela de mis jeans.
Él se agachó, hundiendo sus manos en mi cabello y tomándolo en un
puño. Mordí mi labio para detener el llanto que iba a salir mientras me
arrastraba tras él.
Materia alrededor de mis rodillas hizo que se rasguñaran. El dolor
irradió a través de mí, amenazando con consumirme. Estaba segura que
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
iba a tirar de cada hebra de mi cabello mientras se rasgaba la piel de mis
rodillas.
Me dio otro doloroso tirón y yo grité.
—Oops. —se detuvo—. Siempre olvido que tan dolorosamente frágil
son los de tu tipo. No quiero accidentalmente arrancar tu cabeza. —Luego
de eso rió de su propio comentario—. No todavía. Por lo menos.
Tomé sus brazos con mi mano buena, tratando de disminuir la fuerza
con la que jalaba, pero no fue de mucha ayuda. Me llevo por el camino
lleno de ramas, raíces y rocas, mis músculos estaban gritando en protesta y
me encorve, comenzando a sentirme mareada y a pocos momentos de
sucumbir al dolor.
—¿Cómo vas haya abajo? —pregunto haciendo conversación.
Baruck jaló abruptamente mi cabeza levantándola. Un dolor agudo se
disparo en mi cuello y espalda—. Vas bien por lo que veo —Él se detuvo, y
sentí la pequeña distancia del suelo.
Estábamos cerca del borde del bosque de nuevo. Se cernió sobre
mí. —Dime dónde está él.
Puse mi mano en el suelo jadeando. —No.
Su bota se levanto, golpeando uno de mis costados. Sabía que algo
se había roto. Algo malditamente malo, porque había algo húmedo y
caliente corriendo por dentro de mí camiseta.
Dime.
Con una mueca de dolor, me encorve. El frió de su verdadera forma
enfriaba mi alma.
Él se acercó. Hay cossass peoress que lo físico, tal vess eso te
motivee.
Baruck me agarró de la garganta de nuevo, levantándome en las
puntas de mis pies.
Él se inclino y rudamente me jalo hacía él. Su rostro estaba a nada
del mío. Consumiendo mi mundo.
Puedo tomarr tu escenciaa; drenarte hasta que tu corazónn se
detengaa. No es nadaa para mí, peroo solo imaginaa el lentoo dolor.
Dime dónde está.
No era valiente, pero no iba a lanzar a Daemon hacía él. Si Baruck lo
derrotaba, iría tras de Dee después. Nunca podré vivir conmigo misma. No
era una persona débil. No era una responsabilidad de ellos.
No dije nada.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Se echó hacia atrás y metió su mano en mi cintura. Podía sentirlo —
su oscura mano dentro de mí, volviendo cada célula fría. El pequeño
espacio de aire entre nosotros se estrecho. El aire en mis pulmones salió
rápida y dolorosamente.
Y solo así, no pude respirar más.
Mis pulmones se cerraron mientras el continuaba respirando mi aire.
El ardor en mi garganta y pulmones se convirtió rápidamente a un fuego
abrasador mientras un dolor agudo irradio a lo largo de todo mi cuerpo.
Cada célula en mi cuerpo grito. Rogando por alivio, y en protesta mi
corazón latió de manera irregular. No era el preciado oxigeno lo que él me
estaba robando, si no la energía que me mantenía viva. Estaba perdiendo
rápidamente la fuerza, y el pánico que estaba consumiéndome no me
estaba ayudando. Mis manos estaban entumecidas y mi buen brazo
colgaba a mi lado. Todo se hizo lento y el dolor bajo un poco. Vagamente
sentí la mano dejar mi garganta, pero no me podía mover. Sus poderes me
tenían atrapada a él mientras se alimentaba.
Él dijo algo, pero no podía distinguir las palabras. Estaba tan
cansada, tan pesada, y solo el fiero dolor en la boca de mi estómago
evitaba que desfalleciera. Mis ojos se estaban cerrando según su acuerdo,
y lo sentí tomar otra inhalación profunda y el dolor apareció de nuevo.
Algo se rompió dentro de mí, como una cuerda estirada hasta
hacerla demasiado delgada. Lo partió y retrocedió a una velocidad
implacable. Un destello de luz brillante azul exploto tras mis ojos cerrados, y
quede momentáneamente ciega. Un sonido rugiente invadió mis oídos. La
muerte había llegado por mí.
La muerte parecía dolorosa, con furia y desesperada. No era
pacifica. Pensé que no era justo. Después de todo lo que había pasado,
¿No podría la muerte recibirme con brazos cálidos y visiones de mi padre
esperando por mí?
Sin calidez, una figura choco contra nosotros y me mando en una
espiral hacía el piso contra un montón de tierra desordenada. Con intenso
esfuerzo, abrí los ojos y lo vi agazapado como un animal delante de mí.
Daemon gruño con furia mientras se levantaba, quedando frente a
mí como un ángel vengador, envuelto en luz.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
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Traducido por EffyLove
Corregido por Melii
L
a risa molesta y enloquecida de Baruck hizo eco alrededor de
mi cráneo. —¿Has venido a morir con ella? Perfecto. Esto lo
hace mucho más sencillo, porque creo que la he roto.
La sombra de Daemon seguía los salvajes movimientos de Baruck,
desvaneciéndose y tomando su forma real—la forma en la que él podría
ser asesinado.
—Tiene buen sabor, también. Diferente de alguna manera —se
burló—. No como Luxen, pero valió de pena al final.
Lanzándose contra Baruck, Daemon se lanzó a si mismo varios
metros de distancia con una poderosa explosión de luz con su brazo
extendido. —Voy a matarte.
Baruck rodó sobre su espalda, casi ahogándose con su risa.
—¿Crees que puedes conmigo, Luxen? He devorado algunos más
fuertes que tú.
Daemon aulló con coraje, la ira ahogo cualquier cosa que Baruck
podría haber dicho, envió otra ráfaga de luz hacía él. Sentí el suelo debajo
de mí temblar, me las arregle para levantarme sobre mis codos. Cada
movimiento, no importa cual pequeño, enviaba un dolor agudo a través
de mí, podía sentir mi corazón luchar. Rayos de luz danzaban en la
oscuridad del Arum. Ellos intercambiaban golpes, sin tocarse.
Brillantes bolas naranjas de fuego se formaban en las puntas de los
dedos de Daemon. Ellas se dispararon a través de Baruck, serpenteando
hasta chocar contra los arboles. El mundo se convirtió en color ámbar y
oro.
El calor me golpeó, brasas en el aire, flotaron antes de mandarme de
nuevo al suelo.
Cada golpe hizo la tierra temblar, dejándome de nuevo en el suelo,
cayendo de bruces en la hierba húmeda con un gruñido, me levanté, vi un
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
rayo de luz moviéndose por el campo, como si fuera una estrella fugaz,
pero a través del suelo con una velocidad vertiginosa.
La luz se disparó entre Daemon y Baruck, serpenteando hasta
alcanzarme.
Manos cálidas tomaron mis hombros y me levantaron. —Katy, habla
conmigo —rogó Dee—. ¡Por favor háblame!
Nada paso cuando traté de hablar. Ninguna palabra salió.
—Oh, mi Dios. —Dee estaba llorando, sus lágrimas caían de su
hermoso rostro y aterrizando en mi pecho en silencio.
Me jalo a sus delgados brazos mientras gritaba por su gemelo.
Daemon se apartó de la batalla, al mismo tiempo que Baruck lo hizo.
En un pestañeo un rayo de oscuridad se disparó directamente hacía
nosotros, golpeando a Dee en la espalda. Ella gritó de dolor y cayó en sus
rodillas. Miro hacia arriba, sus ojos brillando en un blanco intenso.
Se levantó en cuclillas, su forma humana borrosa envuelta en luz
brillante.
Daemon devolvió el golpe con más fuerza y retumbo en el suelo.
Baruck esquivo el ataque de Daemon y fue después hacía Dee que
gritando con furia, se abalanzó contra Baruck.
Él la agarró de nuevo. Por un segundo la oscuridad la trago, luego
ella se derrumbo en el suelo retorciéndose. Daemon fue hacía Baruck,
tacleándolo y tirándolo al suelo en un ataque que fue tan potente que
ilumino todo alrededor. De las ramas se sacudieron las hojas secas, como
una lluvia macabra y muerta que cayó al suelo. El aire estaba cargado de
poder.
Lo sentía en mis huesos. Gruñendo. Me levanté en mis pies y tome un
respiro. No iba a morirme de esta manera. Mis amigos no iban a terminar
de esta manera.
Dee estaba de pie, balanceándose de un lado a otro. Sangre salía
de su nariz.
Ella sacudió la cabeza, se tambaleó y camino hacia adelante.
Vi lo que iba a ocurrir continuación a través de una vista muy
estrecha. Las cosas parecían pasar en cámara lenta, me apresuré hacía
adelante, Daemon miro sobre su hombro a su hermana. Baruck saco su
brazo hacía atrás, preparándose para otro ataque. La imagen del árbol
partiéndose a la mitad paso como un flash frente a mí.
Corriendo hacia adelante, choque contra la luz que era Dee en el
momento en que Baruck libero la explosión de energía. La oscuridad me
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
rodeó, y escuche un grito —un grito penetrante que no era mío. Y luego
estaba volando —realmente volando. El cielo daba vueltas, estrellas y
oscuridad, una y otra vez. El mundo entero brillaba.
Golpeé el suelo con fuerza, ya sabiendo que era muy tarde.
Un cuerpo choco contra el mío. Un brazo blando cayó contra mí.
Dee. No fui lo suficientemente rápida. El brazo caliente estaba contra mí,
convirtiéndose menos... solido. Su luz sobre mí. La pena me cortaba como
miles de hojas de navaja. Ella no se estaba moviendo, pero podía ver su
pecho moviéndose, lentamente y con poca profundidad.
Distraído, Daemon se dio la vuelta e hizo un error fatal. Tú lograrás
que él sea asesinado. Ash lo había dicho. Baruck hizo sus brazos hacia atrás
y soltó la explosión en la espalda de Daemon. Él se levantó, rodando por el
aire, pasando a su forma humana. Aterrizó a solo unos metros de nosotros.
Baruck rió y cambió a su forma de sombra. Tres por uno essspecial.
Las lágrimas quemaban mis ojos, mientras mi mejilla se situaba en el
abrigo que me daba la hierba húmeda
Daemon trato de incorporarse, pero él solo colapso en su espalda, su
rostro se contorsiono de dolor.
Se acaboo. Todos ustedes morirán. Baruck avanzó.
Daemon volteó su rostro hacía mí. Nuestros ojos se encontraron.
Había mucho arrepentimiento en su mirada. Su rostro se desvaneció,
borroso e irreconocible. Él no podía mantener su forma humana. Segundos
después, él era, su verdadera forma.
La forma de un hombre encerrado en la más hermosa e intensa luz.
Un brazo se extendió hacía mí. Sus dedos se formaron. Con el
corazón roto lo alcancé y mis dedos desaparecieron en su luz. Calidez
rodeó mis dedo, la ligera presión de la mano de Daemon alrededor de la
mía.
Él la apretó, como tratando de tranquilizarme, y un sollozo se atoró
en mi garganta.
La luz de Daemon parpadeó pero continuó subiendo por mi brazo,
abrazándome con la intensidad de su calor. Como el día del primer
ataque del Arum, en el despertar de su calidez, mi cuerpo comenzó a
recuperase, a unirse.
Daemon estaba utilizando su última fuerza para salvarme.
—¡No! —grité, pero salió más como un susurro ronco. Traté de alejar
mis manos, pero Daemon se rehusaba a dejarme ir. Y él no entendía lo que
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
había hecho... yo estaba demasiado herida para ser salvada. Debió haber
tomado su última fuerza para salvarse. O salvar a Dee...
Le rogué con mis ojos pero él apretó mi mano con más fuerza.
Esto no era justo. No estaba bien. Ellos no merecían esto. Yo no
merecía esto. El dolor y odio broto en mí. Me iba a morir, mi madre estará
perdida, y Daemon... no podía ni entender el propósito tras todo esto. ¿El
Arum codiciaba poder? ¿Valían la pena todas estas vidas? La injusticia de
todo me caló y con eso surgió la energía que vino de muy dentro de mí,
sacudió todo mi cuerpo.
No iba a morir de esta manera. Ni Daemon ni Dee, no en un campo
abandonado en West Virginia.
Usando la fuerza que Daemon me había dado, me obligue a
sentarme y tomar el caliente brazo de Dee, teniendo aún el agarre de
Daemon, jalándolos para levantarlos, para luchar.
Baruck se movió hacía la luz de Daemon. Por supuesto, iría primero
con el más poderoso. Él no iría tras de mí de inmediato, yo no estaba ni un
poco en su radar a este punto.
La mano de Daemon tembló y su luz estalló en el borde de la sombra
de Baruck que ondulaba sobre él.
Y algo inesperado paso.
Un pulso de luz fue a través de él, brillando con tanta fuerza que me
hizo dar un respingo. Se arqueó alto en el aire, crujiente y potente. Se
encontró a la mitad, reconociendo la otra forma al lado de mí. Lo mismo
estaba pasando con la luz de Dee incluso aunque estaba inconsciente. Su
luz brillante, se conecto con la de Daemon, la luz de Baruck se detuvo.
El arco de luz pulso hacía arriba para caer abajo, justo en el centro
de mi pecho. El impacto me envió profundamente al suelo... fui levantada
del suelo, cabello volando a mi alrededor. El poder construido entre los
tres. Brillaba, y por el rabillo del ojo vi a los dos regresar a su forma humana.
Dee se desplomo en el suelo, gimiendo suavemente, Daemon se puso
sobre sus rodillas, volteando hacía mí.
Pero yo... yo estaba flotando. Por lo menos eso es lo que sentía. No
me concentré en eso o incluso en lo que Daemon estaba haciendo. Solo
éramos Baruck y yo.
Quería que se fuera, que desapareciera, quería que su sola
presencia se limpiara de la tierra. Deseé eso más de lo que había deseado
nunca. Cada fibra de mi ser se había centrado en él. Saque todo lo que
había dentro de mí: Cada miedo, cada lágrima que derramé por papá, y
cada momento en mi vida.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
El poder colaciono dentro de mí, desde mi centro. Con un salvaje
grito de batalla, lo deje ir. La fuerza estalló y salió de mí.
El cielo sobre nosotros estallo en un rayo blanco. Lo sentí irse, y
escuché a los viejos arboles alrededor romperse y gruñir cuando los
alcanzó. El fuerte roble, sin lugar para esconderse, se rindió al poder. Los
flashes de luz siguieron a su objetivo, viniendo desde Daemon y Dee,
golpeando a Baruck en el pecho.
Su sombra cayó. Se escuchó un ruidoso golpe y la luz exploto una
vez más, envolviendo completamente.
Daemon se tambaleó hacía atrás y se protegió de la explosión. La luz
quemaba, luego rápidamente cedió, y sin una sola palabra, Baruck no
existía más. Daemon lentamente bajo sus brazos y miro en blanco el lugar
vació. Él volteó hacía mí antes de darse cuenta. Su voz fue prácticamente
un susurro. —¿Kat?
Estaba en mi espalda antes de que me diera cuenta. El cielo oscuro
sobre mi comenzó a borrarse. No sabía que estaba pasando o que es lo
que había hecho, pero podía sentir el poder resbalándose fuera de mí, y
junto con él, algo más importante.
No sentí nada y deje salir un respiro cansado. Hice ese extraño ruido
que sabía debía de preocuparme, pero no me importo. Había oscuridad
de nuevo, pero era diferente a la de los Arum. Esta era más suave, me
adormecía.
Daemon cayó en sus rodillas al lado de mí. Jalándome a sus fuertes y
sólidos brazos.,
—Kat, di algo que insulte. Vamos.
Fuera en la distancia podía escuchar a Dee, su agitación mientras se
ponía de pie, el pánico llenaba su voz. Sin mirar hacia atrás, Daemon
movió suavemente sus dedos por mi rostro y hablo: —Dee, ve a la casa
ahora. Trae a Adam, él está por ahí en algún lado.
Los brazos de Dee estaban envueltos alrededor de su cintura, y ella
se inclinaba en un ángulo que indicaba que tenía rotas una costilla o dos.
—No quiero irme. ¡Ella está sangrando! Tenemos que llevarla a un
hospital.
¿Estaba sangrando? Uh, no lo sabía. Sentí humedad en mi rostro:
bajo mis labios, mi nariz, y había una extraña humedad también en mis
ojos, pero no me dolía. ¿Estaba llorando? Podía sentir a Daemon
alrededor de mí, pero todo parecía muy lejano.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—¡Ve a la casa ahora! —gritó Daemon, y su agarre alrededor de mí
se hizo más fuerte, pero su voz se suavizo—. Por favor, déjanos. Ve. Ella está
bien... solo necesita un minuto.
Tan malditamente mentiroso. Yo no estaba bien.
Daemon le dio la espalda, quitando el cabello de mi rostro. Solo
después de que ella se fuera, él me hablo suavemente: —Kat, no te vas a
morir. No te muevas o hagas nada. Solo relájate y confía en mí. No luches
con lo que está a punto de pasar. —miré mientras Daemon bajo su
cabeza. Él descansó su frente contra la mía. Su forma se desvaneció y
volvió a su verdadero cuerpo. Mis ojos se cerraron contra la intensidad de
su luz. El calor casi era demasiado. Estaba muy cerca de él.
Espera, no te dejes ir. Su voz me llegó. Solo espera.
Sentí que me hundía más profundo, y su mano acunaba mi cabeza.
Daemon exhalo por largo tiempo y firme sobre mis labios. Calidez se
esparció de él hacía mí, lentamente, llegando a mi garganta, luego a mis
pulmones, llenándome con tan glorioso calor que sabía que no había
mejor manera de irme que está.
Como un balón que se inflaba lentamente, comencé a levantarme.
Mis pulmones se llenaron mientras su calor se esparcía por cada vena y mis
dedos comenzaron a cosquillear. La presión en mi cabeza comenzó a
ceder. Mis sentidos comenzaron a procesar las cosas a mi alrededor, y no
estaba más en el mundo insensible y débil.
Él continuó hasta que pude mover mi brazo, me levanté agarrando
sus brazos con fuerza, siguiéndolo mientras me sacaba del abismo oscuro,
lo alcancé a ciegas. Mis labios rozaron los suyos y mi mundo exploto en
sentimientos. Ellos cambiaron hasta que pude comprenderlos. Y no eran
todos míos, no enteramente.
¿Que estoy haciendo? Si ellos se dan cuenta lo que he hecho... pero
no puedo perderla. No puedo.
Me faltaba el aire, rodeada con el conocimiento de que estaba
escuchando los pensamientos de Daemon. Él estaba hablando conmigo—
no como antes cuando estaba en su verdadera forma. Esta vez era
diferente, como si sus pensamientos y sentimientos estuvieran bailando
alrededor de los míos. El miedo me golpeó, algo más suave, incluso más
poderoso que el miedo.
Por favor. No puedo perderte. Por favor abre tus ojos. Por favor no
me dejes.
Estoy aquí. Abrí mis ojos. Estoy aquí.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Daemon se levantó, su luz desvaneciéndose lentamente fuera de mí,
sobre mi piel y de vuelta a él.
—Kat —susurró, mandando escalofríos a través de mí. Se sentó
conmigo aún contra su pecho. Sentí su corazón latiendo violentamente,
latiendo al mismo ritmo que el mío, en perfecta sincronía.
Todo a nuestro alrededor parecía... aclararse. —Daemon ¿Que fue
lo que hiciste?
—Necesitas descansar. —Se detuvo, su voz cansada y ronca—. No
estás al cien por ciento. Te tomará un par de minutos. Creo, no he curado
nada en este nivel antes.
—Lo hiciste en la biblioteca —murmuré—. Y en el auto...
Bajo su cabeza junto a la mía. —Eso era solo para curar un esguince
y moretones. Nada era como esto.
El brazo que había sido quebrado ya no dolía cuando lo levantaba.
Volteé mi cabeza hacía él, mi mejilla rosando la suya, miré con asombro
mientras los arboles nos rodeaban en un perfecto circulo. Mi vista cayó en
el suelo dónde había estado Baruck. La única pista que él estuvo aquí fue
un montón de tierra que dejo atrás.
—¿Como hice eso?—susurré—. No lo entiendo.
Él enterró su cabeza en el hueco de mi cuello, respirando
profundamente, —Tal vez hice algo en ti cuando te cure, no sé que fue,
no lo sé, no tiene sentido, pero algo paso cuando nuestras energías se
unieron. No debería haberte afectado, tú eres humana.
Estaba comenzando a preguntarme eso.
—¿Cómo te sientes?—preguntó.
—Bien, algo adormilada, ¿tú?
—Igual.
Mire en silencio como sus curiosos ojos siguieron su pulgar sobre mi
barbilla, y él lo llevó a mi labio inferior.
—Creo que por ahora, sería lo mejor, si dejamos esto entre los dos,
todo lo de la curación ¿De acuerdo?
Asentí, pero me quede quieta mientras su mano se deslizo alrededor
de mi rostro, removiendo la suciedad que dejo la batalla.
Mechones de ondas negras cayeron por su frente y una sonrisa se
extendió por su rostro, alcanzando sus ojos, profundizándolos a un verde
brillante. Sus dedos se extendieron a través de mis mejillas y su cabeza se
inclino y no pude evitar pensar en lo que había escuchado cuando su
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
boca rosó la mía. Había una infinita ternura en su suave beso. Alcanzó lo
más profundo de mí, acelerando a mi corazón. Era inocente, intimo, hizo
mi alma arder mientras eché mi cabeza hacia atrás y exploraba mis labios
como si fuera la primera vez que nos besamos. Y tal vez lo era—un beso
real.
Cuando él finalmente se alejo, se rió inestable. —Estaba preocupado
de que te hubiéramos roto.
—Ni de cerca—mi vista se movió por cada centímetro de su rostro
cansado—. ¿Tú te rompiste?
Bufo. —Casi.
Tome una respiración profunda, un poco mareada. —¿Ahora qué?
Una lenta y cansada sonrisa se extendió por sus labios. —Vamos a
casa.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
30
Traducido por EffyLove
Corregido por Melii
L
iteralmente dolió muy profundamente no poder publicar mi
Waiting On Wednesday, pero aún tenía bastantes semanas
antes de mi cumpleaños. He incluso aunque Dee me dejo
prestada su computadora, no quería usarla para eso. Con mala cara,
tome la lata de soda del refrigerador de Dee y regresé a la habitación.
Los Aliens pueden con seguridad comer mucha comida.
—¿Quieres más pizza? —Dee me ofreció, mirando la última
rebanada con tal anhelo que estaba comenzando a pensar que ella y
Adam necesitaban revaluar su relación.
Negué con la cabeza. Dee había comido lo suficiente como para
alimentar una pequeña villa y francamente, yo no tenía hambre. Comer
mientras Dee y Adam me miraban se estaba volviendo algo tedioso e
incomodo. Dee no piensa que me doy cuenta, y Adam hacía casi siempre
una pausa para hacer otra pregunta sobre que paso esa noche con
Baruck.
Por lo que todo el mundo sabía, Daemon lo había matado y yo no
había estado tan mal herida como Dee había pensado. De alguna
manera Daemon la había convencido que solo estaba en shock.
Pero lo que yo sabía —había matado a alguien. De nuevo.
Sorprendentemente, la idea no llenaba con la misma cantidad de
terror y enfermedad con la que lo había hecho inicialmente.
Durante el último par de días, llegue a una cierta aceptación de mis
actos. Era un nivel de temblorosa aceptación que lo hacía mucho más
sencillo de tragar, incluso aunque nunca lo olvidara.
Era él o yo y mis amigos.
El extraterrestre tenía que irse.
Todo el mundo me seguía mirando. Adorable.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Dee se sentó a mi lado y tomo un trago de su soda. Convincente o
no, Dee sabía que algo había pasado cuando yo regrese con Daemon
esa mañana... y algo había sucedido.
Ella golpeó mi rodilla con la suya, llamando mi atención. —¿Te estás
sintiendo bien?
Si tuviera un dólar por cada vez que ella me hacía esa pregunta, ya
tendría una nueva laptop. No era como si no supiera lo afortunada que
era de estar viva, y debería estar sufriendo estrés-post traumático, pero me
sentía bien. Nunca me sentí físicamente mejor, para ser honesta, me sentía
como si pudiera ir y correr un maratón o escalar una montaña. No quería
mirar las razones muy de cerca.
Suficientes cosas ya me habían asustado demasiado.
Alguien aclaro su garganta, sacándome de mis pensamientos. Miré
hacia arriba para ver a Dee y Adam mirándome expectantes. No podía
recordar que era lo que querían. —¿Qué?
Dee sonrió un poco demasiado brillante. —Nos estábamos
preguntando como estabas manejando las cosas, si estas preocupada de
que haya más Arum.
—Oh. ¿Crees que haya más?—contesté inmediatamente.
—No —contesto Adam. Desde la batalla con Baruck, él comenzó
hablar conmigo. Era un buen cambió. Ash y Andrew eran otra historia—.
No creemos eso.
Me moví incómodamente y me picaba la piel. No estaba segura de
cuánto tiempo podía estar sentada aquí con ellos mirándome como si
fuera un experimento que estaba yendo mal.
—¿Pensé que dijiste que Daemon estaría aquí pronto?—Adam se
acomodó en el declinable.
Los ojos de Dee se posaron en Adam y luego en mí. —Daemon
debería estar aquí en cualquier momento.
No había visto a Daemon desde la mañana en la que le había
preguntado a Dee muchas veces dónde había ido, pero ella siempre me
contestaba. —Regresara pronto. —así que me rendí en estar persistiendo.
Los dos comenzaron a hablar, haciendo planes para el receso de
Día de Gracias que estaba a unas cuantas semanas. Yo deje de poner
atención, como lo había estado haciendo los pasados tres días. Era algo
extraño. No me podía concentrar. Me sentía fuera, como si una parte de
mí estuviera perdida.
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
El calor se deslizo por mi piel, como una brisa cálida. Vino de ningún
lado. Miré hacia arriba, viendo si alguien había notado lo que yo había
sentido. Ellos seguían hablando. Me acomode en el sillón cuando el
sentimiento incremento.
La puerta de enfrente se abrió, y mi respiración se atoró en mi
garganta.
En segundos, Daemon entró a la casa. Su cabello era un desastre y
había sombras bajo sus ojos. Sin decir una palabra, se dejo caer en el sofá,
sus pesadas pestañas escondían sus ojos, pero podía sentir su mirada.
—¡¿Dónde has estado?!—pregunté y mi voz sonó chillona en mis
oídos.
El silencio cayó, mientras dos pares de hermosos ojos me miraban.
Sentí mis mejillas sonrojarse y me incline, sintiéndome idiota. Crucé las
manos y mantuve la vista fije en ellas. Qué manera de llamar la atención
hacia mí.
—Bueno, hola, cariño, he estado afuera emborrachándome y con
prostitutas. Mis prioridades son bastante importantes.
Mis labios temblaron por su respuesta sarcástica. —Idiota —murmuré.
Dee gruño. —Daemon, no seas idiota.
—Sí. Mami, estuve con otro grupo, buscando por todo el maldito
estado para asegurarnos que no hubiera ningún Arum por ahí —dijo
Daemon, su voz era profunda y suave, un extraño dolor vino a mí. Quería
estar con él y golpearlo al mismo tiempo.
Adam se inclinó hacia adelante. —¿No hay ninguno verdad? Porque
le dijimos a Katy que ella no tenía nada de qué preocuparse.
Sus ojos me dejaron por un breve momento. —No hemos visto ni uno.
Dee grito feliz y aplaudió. Ella se dio la vuelta hacia mí, su sonrisa era
genuina esta vez. —Mira, nada de qué preocuparse. Todo se ha
terminando.
Le sonreí. —Es un alivio.
Escuché a Adam hablar con Daemon sobre su viaje, pero era difícil
poner atención. Cerré los ojos. Cada célula de mi cuerpo estaba al tanto
de su presencia, como aquel día en mi sala de estar pero a un nivel
diferente.
—¿Katy? ¿Estás aquí?
—Creo que sí. —forcé una sonrisa para el bien de Dee.
OBSIDIAN
270
FORO’ LIBROS DEL CIELO
—¿Están volviéndola loca?—pregunto
¿Bombardeándola con millones de preguntas?
Daemon,
suspirando—.
—¡Nunca! —lloró Dee. Entonces ella rió—. Vale, quizás…
—Figúrate. —murmuró Daemon, estirando sus largas piernas.
Sin poder detenerme, me di la vuelta hacía él. Nuestros ojos se
encontraron. El aire entre los dos parecía estrecharse con calor y
electricidad. La última vez que lo había visto, nos habíamos besado. Y no
tenía ni la menor idea de dónde nos dejaba eso.
Dee se sentó a mi lado, aclarando su garganta. —Aún estoy
hambrienta, Adam.
Él rió. —Tú eres peor que yo.
—Es cierto —Dee se levantó—. Vamos a Smoke Hole. Creo que hoy
tienen pastel de carne hecho en casa. —Ella me rodeó, inclinándose y
dándole un beso a Daemon en la mejilla—. Estoy feliz de que hayas vuelto.
Te extrañaba.
Daemon sonrió a su hermana. —Te extrañé también.
Cuando la puerta se cerró tras de Dee y Adam, deje salir un suspiro
que estaba aguantando. —¿Todo está bien? —pregunté.
—En gran parte —Alargo una mano y paso sus dedos por mi mejilla.
Daemon dio un fuerte respiro—. Infiernos.
—¿Qué?
Se levanto para acercarse a mí, sus piernas presionadas contra las
mías. —Tengo algo para ti.
No era lo que estaba esperando. —¿Va explotar en mi rostro?
Echándose hacia atrás, él río y saco algo del bolsillo de sus jeans.
Saco una pequeña bolsa de cuero y me la entrego.
Curiosa tiré de la cadena y con cuidado vacié lo que estaba dentro
de la bolsa en la palma de mi mano. Levanté la vista, él sonrió. Sentí mi
corazón dar un vuelco. Era una pieza de obsidiana de tres centímetros,
pulida y en un colgante. El vidrio era de un negro brillante. Parecía que
zumbaba contra mí piel, frío al tacto. La cadena plateada de la que se
colgaba era delicada. Había una espiral en la parte superior del pendiente
y terminaba en una punta.
—Lo creas o no —dijo Damon—. Incluso algo tan pequeño como
eso puede cortar la piel de un Arum y matarlos. Cuando se pone muy
caliente sabrás que un Arum está cerca incluso aunque no lo veas. —
Cuidadosamente tomo la cadena y la sostuvo por los broches—. Me tomo
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
siglos encontrar una pieza como esta dado que la otra se volvió mierda.
No quiero que te lo quites, ¿Vale? Por lo menos no cuando... bueno, la
mayor parte del tiempo. —En shock, hice mi cabello a un lado y lo retorcí,
dejándolo ponerme el collar en el cuello. Una vez que estaba asegurado,
lo miré.
—Gracias, quiero decir, por todo.
—No es gran cosa, ¿Te ha preguntado alguien acerca de tu rastro?
Negué con la cabeza. —Creo que ellos esperan ver uno debido a
todo lo de la pelea.
Daemon asintió. —Infiernos, eres tan brillante como un cometa
ahora. Tendrá que desaparecer o volveremos al punto de partida.
Un calor lento se construyo dentro de mí. No el de los buenos.
—¿Y qué punto de partida exactamente?
—Ya sabes, nosotros estando... atorados juntos hasta que el maldito
rastro desaparezca. —Su mirada parpadeó a otro lado.
¿Atorados juntos?
Mis dedos se enterraron en mis rodillas. —Después de todo lo que he
hecho, nosotros estando juntos ¿Es estar atorados?
Daemon se encogió de hombros.
—¿Sabes qué? Que te den, amigo. Por mí, Baruck no encontró a tu
hermana. Debido a lo que hice, casi me muero. Tú me curaste. Es por eso
que tengo el rastro. Nada de esto es mi culpa.
—¿Y es mía? ¿Debía dejarte morir? —Sus ojos ardían ahora, como
dos piscinas color esmeralda—. ¿Es eso lo que quieres?
—¡Eso es una pregunta estúpida! No me arrepiento de que me
hayas curado, pero no voy a lidiar más con esta actitud tuya de frío a
caliente, ya no más.
—Yo creo que protestas mucho con eso de que me gustas. —una
sonrisa irónica se torció en sus labios—. Suena como si tratarás de
convencerte a ti misma.
Tomé una respiración profunda y la deje salir lentamente. Por mucho
que me molestará decir esto, porque había una parte de mí que lo quería,
lo hice. —Creo que será lo mejor si te mantienes alejado de mí.
—No puedo hacerlo.
—Cualquiera de los otros Luxen puede vigilarme o lo que sea. —
protesté—. No tienes que ser tú.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Sus ojos se encontraron con los míos. —Tú eres mi responsabilidad.
—No soy nada para ti.
—Tú eres definitivamente algo.
Mis palmas picaban por tener un encuentro cercano con su rostro. —
Te desagrado demasiado.
—No. No lo haces.
—De acuerdo. Necesitamos quitar este rastro de mí. Ahora.
Una sonrisa perversa jugaba sobre sus labios. —Tal vez podemos
besarnos otra vez. Veamos que hace eso con el rastro. Parece que sirvió la
última vez.
A mi cuerpo le gustaba esa idea. Sin embargo, no lo hice. —Eso no
volverá a pasar.
—Era solo una sugerencia.
—Una que nunca sucederá —dije lentamente, deliberadamente—.
De nuevo.
—No actúes como si no te hubieras divertido…
Le di un golpe en su duro pecho con fuerza. Él solo río, y lo comencé
a empujar pero... espera. Presione mi mano contra su pecho mientras lo
miraba.
Daemon arqueó una ceja. —¿Me estas sintiendo, Kat? Me está
gustando hacia donde se están dirigiendo las cosas.
Era —un buen pecho y todo eso—pero ese no era el punto. Su
corazón latía contra mi palma, un fuerte latido que estaba ligeramente
acelerado. Thump. Thump. Thump. Thump. Puse mi otra mano contra mi
pecho. Thump. Thump. Thump .Thump.
Lo miré sintiéndome algo mareada. —Nuestros latidos... son iguales.
—Nuestros corazones comenzaron a acelerarse ahora, completamente
sincronizados—. Oh Dios mío, ¿cómo es eso posible?
Daemon comenzó a ponerse pálido. —Oh, mierda.
Mis pestañas se levantaron. Nuestros ojos se encontraron. El aire
parecía sacar chispas a nuestro alrededor, lleno de tensión. Oh mierda.
Pensaba lo mismo.
Él puso una mano sobre la mía y la apretó. —Pero no es tan malo,
quiero decir, estoy bastante seguro que te convertí en algo y toda esta
cosa del corazón prueba que estamos conectados. —Sonrió—. Podría
haber sido peor.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
—¿Que podría haber sido peor exactamente?—Le pregunté
sorprendida.
—Nosotros estando juntos. —Se encogió de hombros—. Podría haber
sido peor.
Una parte de mí no estaba segura de haberlo escuchado bien. —
Espera un segundo. ¿Crees que deberíamos estar juntos porque alguna
clase de extraño alienígena mojo nos ha conectado? ¿Pero hace dos
minutos estabas quejándote sobre estar atorado conmigo?
—Sí, bueno, no me estaba quejando. Estaba señalando que los dos
estábamos atorados juntos. Esto es diferente... y tú estás atraída hacía mí.
Mis ojos se entrecerraron. —Volveré a la pasada afirmación en un
segundo, pero ¿Tú quieres estar conmigo porque ahora te sientes...
forzado?
—No diría forzado exactamente, pero...pero me gustas.
Lo miré fijamente. Fue muy fácil recordar lo que escuché cuando él
me curó. Parte de mí había pensado que tal vez lo que él sentía era real.
Pero tal vez era producto de lo que fuera que él había hecho. Eso tenía
sentido considerando lo que él había dicho.
Daemon frunció el ceño. —Oh, no, conozco esa mirada, ¿Que es lo
que estas pensado?
—Esta es la más ridícula declaración de atracción que he
escuchado —dije, levantándome—. Esto es tan mediocre, Daemon. ¿Tú
quieres estar conmigo debido a las cosas locas que pasaron?
Él rodó los ojos mientras se paraba. —Nos gustamos. Lo hacemos. Es
estúpido negarlo.
—Oh, ¿Esto viene del chico que me dejo en el sofá en topless?—
Negué con la cabeza—. Nosotros no nos gustamos.
—Vale, debería disculparme por eso. Lo siento —Daemon dio un
paso adelante—. Nosotros nos atraíamos antes de que te curará. No
puedes decir que eso no es verdad, porque siempre... he estado atraído
hacia ti.
Di un paso hacia atrás.
—Estar atraído hacia mí es la más pobre excusa para estar conmigo,
tanto como el hecho de estar atorado conmigo.
—Oh, tú sabes que es más que eso —se detuvo—. Sabía que serías
un problema desde el principio, desde el momento en que tocaste mi
puerta.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Reí secamente. —Este pensamiento es definitivamente mutuo, pero
eso no excusa la doble personalidad que tienes.
—Bueno, estaba como que esperando eso, pero obviamente no —
Una rápida sonrisa se dibujo en su rostro—. Sé que te gus…
—Sentirme atraída a ti no es suficiente. —dije.
—Nos llevamos bien.
Le di una mirada inexpresiva.
Otro flash de sus dientes apareció cuando se separaron sus labios. —
A veces lo hacemos.
—No tenemos nada en común —protesté.
—Tenemos más en común de lo que te das cuenta.
—Como sea.
Daemon atrapo un poco de mi cabello y enredo sus dedos en él. —
Sabes que quieres.
El recuerdo del dulce beso que habíamos compartido en el campo
volvió. Frustrada, sacudí mi cabello y lo hice hacía atrás. Me concentré.
—Tú no sabes que es lo que quiero. No tienes ni una pista. Quiero a
un chico que quiera estar conmigo porque realmente lo quiera. No porque
este forzado a estar por algún torcido tipo de responsabilidad.
—Kat…
—¡No!—lo corté, haciendo mis manos puños.
—Vamos, Kittycat, no seas así.
No iba a soportar eso, no más. Lo cual significaba no ceder a
Daemon. No cuando sus razones para quererme eran tan pobres que
podía enumerarlas. —No, lo siento. Tu haz pasado meses siendo el idiota
más grande del mundo conmigo. No puedes decidir que me gustes un día
y que olvide todo eso. Quiero a alguien que se preocupe por mí como mi
papá lo hacía con mamá. Y tú no eres él.
—¿Como sabes eso? —Sus ojos se iluminaron, volviéndolos dos
brillantes joyas.
Negando con la cabeza me di la vuelta hacía la puerta. Daemon
apareció bloqueando la salida. —Dios, ¡Odio cuando haces eso!
Él no se río o sonrió como normalmente lo haría. Sus ojos estaban muy
abiertos y brillantes, consumidos. —No puedes seguir fingiendo que no
quieres estar conmigo.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Podía... trataría, incluso aunque muy adentro, quería estar con él.
Pero quería que él me quisiera, no porque estamos atorados juntos o
porque estábamos conectados, a mí siempre me gusto su Yo real. El
Daemon que podía ser... que podría amar. Pero él Daemon que siempre
aparecía era el presionado con los temas de su familia y su raza.
Tristemente por eso, presioné mis labios juntos.
—No estoy fingiendo —dije.
Sus ojos buscaron los míos. —Estas mintiendo.
—Daemon.
Puso sus manos en mis caderas y tiro de mí hacia adelante
cuidadosamente. Su respiración se aceleró alrededor de mi cabello, por mi
sien.
—Si quiero estar...—Comenzó, sus manos intensificaron su agarre—. Si
quisiera estar contigo ¿Me lo pondrías difícil cierto?
Levanté mi cabeza. —Tú no quieres estar conmigo.
Sus labios se torcieron en una sonrisa. —Creo que si quiero.
A partes de mi cuerpo les gustaba eso. Mi pecho se hinchó, por
dentro se hicieron nudos. —Pensar y creer no son lo mismo que saber.
—No, no lo es, pero es algo —sus pestañas se bajaron, protegiendo
sus ojos—. ¿No es así?
Pensé en el amor que tenían mamá y papá de nuevo. Lo empuje,
negando con la cabeza. —No es suficiente.
Los ojos de Daemon se encontraron con los míos. —Vas a hacer esto
difícil.
No dije nada. Mi corazón estaba latiendo con fuerza cuando pase a
su lado, dirigiéndome a la puerta del frente.
—¿Kat?
Tomando una respiración profunda, lo enfrente. —¿Qué?
Una sonrisa apareció en sus labios. —¿Te das cuenta de que amo los
desafíos?
Reí bajo mi aliento y me di la vuelta de la puerta de frente dándole
un lindo saludo con mi dedo. —También yo, Daemon. También yo.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Escenas
Extras
OBSIDIAN
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Espagueti
Traducido por Mary Ann
Corregido por Mali..♥
E
n el momento en que entre en clase de trigonometría, vi a Kat.
Era un poco difícil de no reconocerla con esa luz brillante a su
alrededor. Noté un par de pupitres vacíos en el otro extremo
del aula y decidí que ese era el lugar donde debería sentarme.
En su lugar, cambié mi cuaderno a mi otra mano y me dirigí a donde
ella estaba sentada. EMantuvo sus ojos pegados en su cuaderno, pero
sabía que era consciente de mí. El ligero rubor en sus mejillas la delataba.
Sonreí.
Pero luego mi mirada se deslizó sobre la férula cubriendo su delgado
brazo, y mi sonrisa se desvaneció. Una rabia potente se deslizó a través de
mi ante el recuerdo de cómo ella estuvo a punto de convertirse en el
juguete de un Arum. Mis dientes rechinaron mientras los recuerdos me
acechaban y me senté en el asiento detrás de ella.
Me asaltaron imágenes de cómo ella se veía después del ataque del
Arum —estremeciéndose, aterrada y tan pequeña en mi camisa mientras
esperábamos a que la inútil policía llegara. En todo caso, eso debió de
haber servido para recordarme levantar mi trasero y cambiarme de
asiento.
Saqué mi bolígrafo afuera del espiral de mi cuaderno y le di un
codazo en la espalda.
Kat miró por encima de su hombro, mordiendo su labio.
—¿Cómo está tu brazo, Kittykat? —pregunté.
Su cara estaba cansada, y luego levantó sus pestañas, sus ojos claros
encontraron mi mirada. —Bueno —dijo ella jugando con su cabello—. Me
quitaran la férula mañana, creo.
Aproveché y coloqué mi bolígrafo en el borde de la mesa. —Eso
ayudara.
—¿Ayudar con qué? —Su tono de voz con cautela.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Jugueteé con la pluma. — Con eso que llevas allí.
Sus ojos se entrecerraron, y recordé que ella no era capaz de ver
que se iluminaba como un árbol de navidad. Debería haberle aclarado las
cosas, pero era muy divertido molestarla. Cuando parecía que estaba a
punto de golpearme en la cabeza con su férula, no pude evitar lo que iba
a hacer.
Me incliné hacia adelante, mirando la llamarada de sus ojos. —
Menos personas te mirarían si no trajeras la férula, es todo lo que digo.
Sus delgados labios se presionaron en incredulidad, pero no apartó
la mirada. Kat se encontró con mi mirada y la mantuvo. No retrocedió —
nunca ha dado marcha atrás. Me encontraba reacio a lo que continuaba
creciendo dentro de mí, pero debajo de eso, algo más surgía. Estaba a
dos segundos de besarla para quitar esa expresión cabreada de su rostro.
Me pregunté qué haría ella. ¿Golpearme? ¿Responder el beso?
Apostaba por la parte de golpear.
Billy Crump dejó escapar un silbido de alguna parte detrás de
nosotros. —Ash va a patearte el trasero, Daemon.
Los ojos de Kat se entrecerraron tanto que parecía estar celosa.
Sonreí. Sólo necesitaba cambiar mi juego. —No, le gusta demasiado mi
trasero como para lastimarlo.
Billy rió entre dientes.
Inclinándome en mi escritorio, nuestras bocas respiraron en el mismo
espacio. Un rápido flash de calor pasó cerca de sus ojos, y yo lo disfrute. —
¿Adivina qué?
—¿Qué? —murmuró, deteniendo su mirada en mi boca.
—Revisé tu blog.
Sus ojos me fulminaron nuevamente. Por un segundo se abrieron de
sorpresa, pero luego relajó su expresión. —Acosándome otra vez, ya veo.
¿Necesito conseguir una orden de restricción?
—En tus sueños, Kitten —Sonreí —. Oh, espera, ya soy el protagonista
de ellos, ¿no?
Puso los ojos en blanco. —Pesadillas, Daemon. Pesadillas.
Sonreí, y sus labios se curvaron. Maldita sea. Si yo no la conociera
mejor, pensaría que le gustan nuestras peleas, también. El maestro
comenzó a pasar lista, y Kat se dio la vuelta. Me senté otra vez, riendo en
voz baja.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
Varios chicos aún continuaban mirándonos, lo cual no me traía de
regreso al sentido común. No es que estuviera haciendo algo malo.
Burlarme de ella no traería al Arum a nosotros o la pondría a ella en peligro
— O a mi hermana. Cuando el timbre sonó, Kat salió corriendo del aula.
Negando con la cabeza, recogí mi cuaderno y me dirigí a la multitud de
estudiantes.
Durante un cambio de clases después, me encontré con Adam
quien cayó al lado mío. —Necesitamos hablar.
Arqueé una ceja. —¿Hablar de qué? ¿Cómo todos aquí conducen
camionetas? ¿O cómo las vacas pasan el tiempo? ¿O cómo mi hermana
nunca, nunca, va a ir en serio contigo?
Adam suspiró. —Hablar sobre Katy, listillo.
Ocultando mi sorpresa, miré hacia delante mientras caminábamos
por los pasillos. Ambos éramos inteligentes, al menos más que la mayoría.
Éramos como gigantes en la isla de los humanos.
—Billy Crumps dijo…
—Clase de trigonometría, sí, ya sé.
—Él estuvo hablando en historia acerca de tu flirteo con la chica
nueva —dijo Adam mientras se deslizaba por un grupo de chicas que nos
miraban abiertamente—. Ash lo escuchó.
Con cada segundo que pasaba, mi enfado llegaba a un nuevo
record.
—Sé que tú y Ash no se están saliendo más.
—Sí —Apreté los dientes.
—Pero sabes cómo se pone —Adam continuó rápidamente—. Es
mejor que tengas cuidado con tu pequeña humana…
Me detuve en medio pasillo, a dos segundos de lanzar a Adam a la
pared. Chicos caminaba alrededor de nosotros mientras hablaban en
susurros.
—Ella no es mi pequeña humana.
La mirada de Adam fue inflexible. —Bien. Lo que sea. No me importa,
no me importa si la llevas a la sala de vestuario, y lo hacen, pero ella esta
brillando… tan brillante como tus ojos. Y esto es muy familiar. —Mierda. Esto
no debía pasar. Luchando contra una paciencia que yo no tenía
comencé a caminar, dejando atrás a Adam. La necesitaba, para
mantener lo más lejos posible a Kat. Y mantenerla lejos del resto de los
Luxen, es decir de Ash.
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FORO’ LIBROS DEL CIELO
¿Cuándo fue el momento en que Kat se convirtió en algo diferente
de la manada —del resto de los humanos? ¿Alguien que quería conocer?
Adam tenía razón. Todo esto era tan familiar, excepto que nosotros tuvimos
esa conversación con Dawson sobre Bethany.
Maldición. Esto no estaba pasando.
Me deslicé hacia el resto de mis clases aburridas, volviéndome loco.
En muchas ocasiones, traté de convencer a Matthew de conseguirme el
diploma de secundaria. No hubo suerte. El DOD probablemente pensaba
que la escuela era un privilegio para nosotros, pero sus enseñanzas no
podían mantener mi interés. Aprendíamos a un ritmo acelerado, dejando a
los humanos hechos polvo. Y el DOD podría aprobar mi solicitud si decidía ir
a la universidad. Prefería encontrar un trabajo al aire libre, afuera —algo
que no incluyera pequeñas paredes.
Cuando la hora de almuerzo llegó, me sentí tentado a terminar el
día. La escuela no era lo mismo sin Dawson. Su entusiasmo por todo, hasta
lo mundano, había sido contagioso.
Sin hambre, agarré una botella de agua y me dirigí a la mesa. Me
senté al lado de Ash y me eché hacia atrás, quitando la etiqueta de la
botella.
—Sabes —dijo Ash, apoyándose en mí brazo—. Dicen que es algún
signo de frustración sexual.
Le guiñé un ojo.
Ella sonrió y se volvió hacia su hermano. Esto fue lo que pasó con Ash.
A pesar de que salimos por años, ella podría ser genial…cuando quería
serlo. Ninguno de nosotros estaba enamorado del otro, no como Dawson
lo estuvo con Bethany, como debería ser.
Levantando mis ojos, encontré rápidamente a Kat en la fila de
almuerzo. Estaba hablando con Carissa —la más tranquila de las chicas en
la clase de trigonometría. Mi mirada tropezó con sus zapatillas y poco a
poco más arriba.
Creo que amo esos vaqueros. Apretados en los lugares correctos.
Fue realmente increíble —cuan largas las piernas de Kat se veían con
cualquier cosa corta.
No podía entender cómo.
La mano de Ash cayó sobre mi muslo, llamando mi atención. Señales
de alarma se dispararon. Estaba tramando algo. —¿Qué? —pregunté.
Sus ojos brillantes fijos en los míos. —¿Qué estás mirando?
OBSIDIAN
281
FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Nada. —Centrándome en ella, cualquier cosa para quitar su
interés en Kat. A pesar de lo luchadora que era Kitten, no se comparaba
en absoluto con Ash. Coloqué la botella a un lado, balanceando mis
piernas hacia ella—. Te ves bien hoy.
—¿Cuándo no? —Ash sonrió—. Pero tú siempre estás como para
comerte —Echó un vistazo por encima del hombro, luego volteó otra vez,
deslizándose más rápido de lo que debería.
Un par de chicos parecían como si cambiarían a sus madres para
estar en mi lugar. —¿Qué estás haciendo? —Mantuve mis manos en mí.
—¿Por qué piensas que tramo algo? —Presionó su pecho contra mí,
hablándome al oído—. Te extraño.
Sonreí. —No. No lo haces.
Poniendo mala cara, juguetonamente me golpeó el hombro. —De
acuerdo. Pero hay cosas que echo de menos.
A punto de decirle que tenía idea de que cosas eran, el grito jubiloso
de Dee me interrumpió.
—¡Katy! —gritó ella.
Maldiciendo en voz baja, sentí la rigidez de Ash volver a mí.
—Siéntate —dijo Dee, golpeando la parte superior de la mesa—.
Estábamos hablando sobre...
—Espera —Ash torció el gesto. Me podía imaginar su cara. Labios
volviéndose abajo, ojos entrecerrados. Igualaban a mal, malos tiempos—.
¿La invitaste a ella a sentarse con nosotros? ¿Es en serio?
Me concentré en la pintura de la mascota de la escuela —un rojo y
negro Vikingo, con cuernos. Por favor no te sientes.
—Cierra la boca, Ash, —dijo Adam—. Vas a hacer una escena.
—No voy a hacer nada. —Ash apretó el brazo alrededor de mi cuello
como una boa constrictora—. No necesita sentarse con nosotros.
Dee suspiró. —Ash, deja de ser una perra. Ella no está tratando de
robarte a Daemon.
Mis cejas se alzaron, pero mantuve mi oración. Por favor no te sientes
aquí. Mi mandíbula apretada. Por favor, no te sientes aquí. Ash se la
comería viva de puro resentimiento. Nunca entiendo a las chicas, Ash no
me quería más, no en verdad, pero el cielo se volvería infierno si alguien
más quería.
El cuerpo de Ash comenzó a vibrar suavemente. —No es de eso de
lo que me preocupo. De verdad.
OBSIDIAN
282
FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Solo siéntate —dijo Dee a Katy, su voz tensa con exasperación—.
Se le pasará.
—Sé buena. —susurré al oído de Ash, demasiado bajo para que solo
ella oyera. Ash golpeó fuerte mi brazo. Me dejará un moretón. Apreté mi
mejilla en su cuello—. Lo digo en serio.
—Haré lo que yo quiera —dijo otra vez entre dientes. Y lo haría. Peor
de lo que estaba haciéndolo ahora.
—No sé si deba. —dijo Kat, sonando increíblemente pequeña e
insegura.
Cada estúpido, estúpido pensamiento me decía que sacará a Ash
de mi regazo, y me llevara a Kat lejos, lejos de lo que seguramente
terminaría en algo horrible.
—No deberías. —espetó Ash.
—Cierra la boca —dijo Dee—. Discúlpame que conozca a perras tan
insoportables.
—¿Estás segura? —preguntó Kat.
El cuerpo de Ash tembló y se calentó. Su piel era demasiado caliente
de lo que debería ser, incluso si un humano la tocara notaría que había
algo diferente, muy diferente. Exponerse a ella misma no era muy
probable, pero parecía demasiado loca como para hacer algo.
Voltee la cabeza hacia Kat por primera vez desde que la vi en la
línea. Y sé que probablemente me odie por lo que voy a decir, ella no lo
merecía. —Creo que es obvio si eres bienvenida aquí o no.
—¡Daemon! —Los ojos de mi hermana se llenaron de lágrimas, y fue
oficial. Irrevocablemente fui un hijo de perra—. No habla en serio.
—¿Estás hablando en serio, Daemon? —Ash se retorció en mí.
Mi mirada se detuvo en Kat, y quise acabar con todo. Ella tenía que
salir de toda esta mierda. —De hecho, sí, hablaba en serio. No eres
bienvenida aquí.
Kat abrió su boca, pero no dijo nada. Sus mejillas ardiendo en rosa —
como a mí me gustaban, pero el color desapareció rápidamente. Ira y
vergüenza llenaron sus ojos grises. Que brillaban debajo de las luces de la
cafería. Algo perforaba mi pecho, y tuve que mirar hacia otra lugar —
porque yo puse eso en sus ojos. Apreté la mandíbula, me enfoque
nuevamente en el hombro de Ash, en la estúpida mascota otra vez.
En este momento, quería darme un puñetazo en la cara.
—Puedes irte. —dijo Ash.
OBSIDIAN
283
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Unas cuantas risas sonaron y la ira azotó a través de mí, quemando
mi piel. Era ridículo que estuviera cabreado con las personas que se
estaban riendo, cuando fui yo quien la avergoncé, hiriéndola más que
nadie.
El silencio cayó sobre la mesa, y el alivio era apremiante. Ella tenía
que irse. No había forma…
Cosas frías y húmedas cayeron sobre mi cabeza. Me quedé inmóvil,
consciente de no abrir la boca si no quería comer… ¿Espagueti?
¿Acaso ella...? Fideos con salsa cubierta se deslizaron por mi rostro,
cayendo sobre mi hombro.
Uno colgaba en mi oreja, golpeando contra mi cuello.
Mierda. Me quedé sin habla mientras poco a poco me volví a
mirarla. Una parte de mi estaba completamente sorprendido…
Ash saltó de mis rodillas, gritando mientras levantaba sus manos
arriba. —Tú…. Tú…
Cogí una de las pastas de mi oído y la dejé caer en la mesa,
mirando por debajo de mis pestañas a Kat. La risa llegó antes de que
pudiera detenerla. Bien por ella.
Ash bajó sus manos. —Voy a acabar contigo.
Mi humor se desvaneció. Saltando arriba, pase el brazo alrededor de
la cintura de Ash. —Cálmate. Hablo en serio. Cálmate.
Se puso en mi contra. — Juro por todas las estrellas y soles que voy a
acabar contigo.
—¿Qué significa eso? —Kat jugó con sus manos, mirando a la chica
más alta que ella, no tenía miedo ni un poco, debería. La piel de Ash fue
abrasadora, vibrando bajo la superficie. En ese momento, realmente
empecé a dudar de que ella no hiciera nada estúpido y nos revelara a
nosotros en público—. ¿Has estado viendo demasiadas caricaturas de
nuevo?
Matthew asechó nuestra mesa, sus ojos conectando con los míos por
un momento. Hablaríamos más tarde.
—Creo que ya es suficiente. —dijo.
Sabía que no discutiría con Matthew, Ash se sentó en su asiento, y
cogió un puñado de servilletas. Trató de limpiar el desastre pero fue inútil.
Casi me reí otra vez cuando comenzó apuñalar su camisa. Sentándome,
me encontré con fideos en mi hombro.
OBSIDIAN
284
FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Pienso que debes buscarte otro lugar para comer—Le dijo
Matthew a Katy, su voz sonando demasiado baja para que solo las
personas en nuestra mesa pudieran escucharla—. Hazlo ahora.
Levantando la mirada, miré a Kat coger su bolsa de libros. Ella vaciló,
y luego asintió con la cabeza, como vacilando. Volviendo con su rigidez,
salió de la cafetería. Mis ojos la siguieron todo el camino, y ella mantuvo la
cabeza bien alta. Matthew se apartó de la mesa, probablemente fuera a
hacer algo con el control de los daños. Me pase el dorso de mi mano por
mi mejilla pegajosa, incapaz de evitar reír en voz baja.
Ash me golpeó de nuevo. —¡No es divertido! —Estaba temblando,
sus manos temblaban—. No puedo creer que pienses que fue divertido.
—Lo fue. —Me encogí de hombros, agarrando la botella de agua.
No es como si no lo mereciera. Mirando al otro lado de la mesa, me
encontré que mi hermana observándome—. Dee…
Lágrimas aparecían en sus ojos mientras se levantaba. —No puedo
creer que hicieras eso.
—¿Qué esperabas? —exigió Andrew.
Ella le lanzó una mirada de muerte, y luego volteo los ojos a mí. —
Apestas. De verdad eres un jodido imbécil, Daemon.
Abrí mi boca, ¿pero que podía decirle? Apestaba. Me comporté
como un cabrón, y no podía defenderme de ello. Dee tuvo comprender
que era lo mejor, pero cuando cerré los ojos, vi el dolor en los ojos de Kat y
no estaba tan seguro de que hice lo correcto…por lo menos lo correcto
para ella.
OBSIDIAN
285
FORO’ LIBROS DEL CIELO
El Baile
Traducido por Mery St. Clair
Corregido por Mali..♥
A
justando mi corbata, salí de la SUV y agarré la chaqueta del
esmoquin del asiento trasero, poniéndomela. Prácticamente,
era el último lugar en la Tierra que quería estar. Una noche
observando a sudados y desgarbados adolescentes humanos unos sobre
otros, esa no era mi idea de una noche de diversión. Pero no tenía muchas
opciones.
Miré a Ash. Al lado de su hermano, usando un vestido blanco,
realmente se veía grandiosa. Lástima que nunca, nunca funcionaría algo
entre nosotros. Nuestros sentimientos, incluso si ella se negaba a admitirlo,
se habían transformado en algo más familiar.
Andrew me miró mientras abrochaba sus puños. Sus cejas se
arquearon. —No sé porque viniste aquí, hombre.
Su hermana hizo un ruido impaciente. —Estoy de acuerdo, ¿Pero
podemos tener esta conversación adentro? —Ondeó una mano hacia la
escuela—. Tengo personas esperando a tenerme celos.
Sonreí. —¿Que quieres decir?
—Mi vestido —Dio una vuelta, y juro que pude ver a través de él por
un segundo. Andrew apartó la mirada, pero no antes de que lo viera
palidecer. Sip, el vestido era casi transparente—. Mi vestido podría
alimentar un pueblo pequeño durante un año, lo que significa que esas…
personas no han visto nunca tanta belleza y perfección.
Negando con la cabeza, reí. Ash… bueno, tenía un buen gusto.
Mientras nos dirigíamos dentro, sabía que ellos no me creerían si les dijera la
razón porque estaba aquí.
Tenía que ver con una sudorosa y torpe humana en particular.
Después de enterarme de que Kat había aceptado la petición de venir al
baile con ese idiota, no había manera de que me quedara en casa. El
instinto estaba gritándome que ella iba a necesitarme. O era una mala
necesidad territorial de… ¿De hacer qué?
OBSIDIAN
286
FORO’ LIBROS DEL CIELO
¿De venir aquí, golpear hasta el cansancio a Simón y reclamar a mi
chica?
Uh, no, porque eso de golpear hasta el cansancio a los humanos
terminaría en muerte y ella no era mi chica. De ninguna jodida manera lo
sería.
Ash desapareció entre un grupo de chicas que estaban chillando y
gritando sobre su vestido. Me obligué a respirar y parecer casual mientras
observé la habitación, vi todos los globos que probablemente les tomó un
día entero inflar en el techo, hasta que encontré una mesa vacía y me
senté. Siguiendo mi ejemplo, Andrew hizo lo mismo. Él comenzó a hablar
sobre un juego de futbol que yo no había visto y fingí escucharlo.
Y esperé.
Y esperé un poco más.
Y entonces vi al imbécil de Simón dirigirse hasta la puerta y supe que
significaba que Kat estaba aquí. Echándome hacia atrás en mi silla, miré
casualmente por encima de mi hombro.
Algo inesperado ocurrió en mi pecho. Se sintió como si alguien
hubiera caminado hasta mí y me golpeara. Dejé de respirar. Justo allí,
rodeado de humanos, frente al aún hablante Andrew.
—Oh, Dios mío —murmuré.
Kat estaba en la puerta, sus manos cerradas en pequeños puños
mientras sus ojos vagaban alrededor del gimnasio, nerviosa. El vestido…
hombre, ese vestido debería ser ilegal. Apretado alrededor de su cuerpo y
cintura, luego caía sobre sus caderas como un río de seda carmesí. Su
cabello estaba recogido, revelando un largo y grácil cuello que no sabía
que tenía.
Rojo.
Rojo era mi color favorito.
Kat no era linda. Ni siquiera era sexy. Ella era hermosa…
absolutamente e impresionantemente hermosa.
Lo observé mientras iba hacia Lesa y una sonrisa de aprobación se
extendió por mis labios. Eso es, Kitten, pensé, mantente alejada de Simón.
Él no merece estar en el mismo lugar que tu.
No tengo idea de cuánto tiempo la observé, pero eventualmente la
perdí de vista en la multitud. Una parte de mi quería levantarse, golpear a
Andrew en la boca para callarlo, e ir a buscarla. Pero eso levantaría
sospechas, así que me quedé allí, agarrando mi silla tan fuerte que crujió
de la presión.
OBSIDIAN
287
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Luego, ella reapareció con mi hermana, cerca de la pista de baile.
Se detuvo, girando con gracia hasta que su mirada se posó en mi mesa,
como si ella hubiera estado buscándome. Algo dentro de mí rugió en
aprobación masculina.
Nuestros ojos se encontraron, y ahí estaba esa sensación de golpe
sacando el aire de mis pulmones, excepto que esta vez la sensación viajo
a mi estómago. Estaba fascinado, hechizado. Sus labios se entreabrieron
y…
Y Simón se abrió paso entre la multitud, ocultándola de mí. Cada
músculo en mi cuerpo se tensó mientras un impulso primario me atravesó.
Comencé a levantarme, pero al último momento, me obligué a mí mismo
a sentarme.
Unos momentos más tarde, Ash llegó a la mesa. Estaba diciendo
algo, pero no la escuchaba. Luego, Andrew se inclinó, chasqueando sus
dedos en mi rostro.
—Hombre —dijo—. ¿Qué te tiene así?
—Cállate.
—Bien —Andrew se apartó—. Iré a conseguir algo de beber.
Por fin paz, pensé. Mantuve mis ojos en Simón… y en las manos de
Simón. No me gustaban.
—¿Quieres bailar? —Preguntó Ash—. ¿O quieres quedarte aquí
sentado y fruncir el ceño? —Cuando no respondí, resopló mientras se
levantó—. Como sea. Que aburrido.
Apenas noté que ella se había marchado y que estaba sentado solo
en la mesa, como un idiota. Mi mirada seguía en la pareja. ¿Pareja? Dios.
Era un insulto para Kat referirme a ella y Simón como una pareja.
Pero yo debía dejar de observarlos. Lo que Kat hiciera no era de mi
incumbencia. En realidad, ella puede hacer lo que quiera. Si eso significa
bailar…
Las manos de Simón se deslizaron por la parte delantera de su
vestido, causando que Kat se apartara. Su expresión molesta se perdió en
un mar de caras y… bueno, eso fue todo. Estaba de pie antes de que yo lo
notara, moviéndome entre los bailantes, mis manos cerradas en puños.
Me acerqué a ellos, deteniéndome detrás de Kat. —¿Te importa si
interrumpo?
Los ojos de Simón se ampliaron, y debió de haber visto su inminente
muerte en mi cara, porque bajó sus brazos y dio un paso atrás. —Justo a
tiempo. Necesitaba conseguir una bebida de todos modos.
OBSIDIAN
288
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Arqueé una ceja y luego me giré hacia Kat, deshaciéndome del
idiota. —¿Bailas?
Me regresó la mirada por un momento, luego cuidadosamente puso
sus manos sobre mis hombros. —Esto es una sorpresa.
Maldición, claro que lo era. Pasé un brazo alrededor de su cintura y
tomé una de sus manos entre la mía. Y maldición, ella se sentía tan bien en
mis brazos, realmente perfecto.
Trajo un pensamiento estúpido y extraño.
Sus increíblemente largas pestañas se elevaron y sus ojos buscaron
los míos. Un bonito sonrojo se esparció por sus mejillas y bajó a su garganta.
Iba a hacer algo terrible para saber lo que ella estaba pensando. Tiré de
ella más cerca.
La confusión y una… placentera emoción marcó sus rasgos. —¿Estás
pasando un buen rato con… Ash?
—¿Estás pasando un buen rato con Manos Felices?
Chupó su labio inferior, y tragué un gemido. —Te crees muy listillo,
¿eh?
Reí y ella se estremeció en mis brazos. —Los tres vinimos juntos, Ash,
Andrew y yo. —¿Por qué estaba diciéndole esto? Mi mano se deslizó a su
cadera y aclaré mi garganta, mirando por encima de su cabeza—. Tú… te
ves hermosa, por cierto. Realmente demasiado bien para estar con ese
idiota.
Sus ojos se abrieron. —¿Estas drogado?
—Desafortunadamente, no, yo no lo estoy. Sin embargo, tengo
curiosidad por qué preguntas.
—Nunca dices nada agradable de mí.
—Buen punto —maldición, era un imbécil a veces. Bueno, la mayoría
de las veces. Bajé mi barbilla y ella saltó cuando mi mandíbula rozó su
mejilla—. No te voy a morder. O bien, manosearte. Puedes relajarte.
Se quedó en silencio, así que lo tomé como una buena señal.
Actuando por instinto, guíe su cabeza a mi pecho y luego coloqué mi
mano en su espalda. Bailar con ella parecía algo normal. Nadie podía
arruinar el momento, incluyéndome a mí.
Respirando el aroma a melocotones de ella, cerré mis ojos y dejé
que la música nos guiara. Había algo extrañamente íntimo en bailar lento.
No del mismo tipo de restregarte y frotándote hasta dejar poco a la
imaginación, pero esto —dos cuerpos juntos, moviéndose al mismo ritmo,
tocando en todo los lugares correctos. Era íntimo.
OBSIDIAN
289
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Bueno, quizás si estaba drogado.
Mi mano se curvó contra su espalda. —En serio, ¿cómo va tu cita?
Kat sonrió. —Es un poco amistoso.
—Eso es lo que yo pensaba —Lo busqué en la multitud, queriendo
golpearlo—. Te advertí sobre él.
—Daemon —dijo—. Lo tengo bajo control.
Solté un bufido. —Claro que parece eso, Kitten. Sus manos se movían
tan rápido que me estaba empezando a preguntar si era humano o no. —
Ella se tensó en mis brazos Debes escapar de aquí y volver a casa mientras
está distraído. Incluso puedo hacer que Dee se transforme en ti si es
necesario.
——¿Está bien si él manosea a tu hermana?
Bueno, no, pero… — Sé que ella puede cuidar de sí misma. Estás
fuera de tu liga con ese tipo.
Habíamos dejado de hablar completamente en ese momento. Una
tormenta estaba creciendo y tenía un nombre: Kitten. Casi sonreí.
—¿Perdón? —dijo—. ¿Estoy fuera de mi liga?
¿Por qué ella no lo entendía?
—Mira, conduje hasta aquí. Puedo dejar que Dee vuelva con Adams
y llevarte a casa. —Sonaba como un buen plan para mí, pero la mirada en
su cara decía que no lo era—. ¿Estás realmente pensando en ir a la fiesta
con ese idiota?
—¿Tú vas a ir? —tirando de su mano para liberarla.
—No importa lo que estoy haciendo —Y no estaba listo para dejarla
irse aún—. No vas a ir a esa fiesta.
—No puedes decirme qué hacer, Daemon.
La frustración me consumió. ¿Es que no entendía que estaba
tratando de cuidar de ella?
No era un concurso de “Quien manda aquí”. —Dee te llevará a
casa. Y te juro, si tengo que tirarte por encima del hombro y sacarte de
aquí, lo haré.
Su mano golpeó contra mi pecho. —Me gustaría ver que lo intentes.
Sonreí. —Apuesto a que sí.
—Lo que sea. Tú eres el que va a causar una escena al llevarme de
aquí.
OBSIDIAN
290
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Hice un sonido bajo en mi garganta, pero ella me sonrió, una mezcla
de presunción e inocencia.
—Porque tu profesor alienígena nos está viendo en estos momentos.
¿Qué crees que va a pensar cuando me tires por encima del hombro,
amigo?
Maldición.
—Ya me parecía. —dijo.
Todavía estaba seriamente considerando lanzarla sobre mi hombro y
sacarla de aquí con toda la escuela observándonos. Creo que también
quería besarla… con toda la escuela observando. Probablemente hacer
cosas que deberían hacerme sonrojar.
Su mirada se volvió desafiante y maldición, a una parte de mi,
realmente le gusto eso.
Una sonrisa se formo en mis labios. —Sigo subestimándote, Kitten.
OBSIDIAN
291
FORO’ LIBROS DEL CIELO
La Mañana
Después
Traducido por Mery St. Clair
Corregido por Mali..♥
N
o estaba seguro de si estaba soñando, pero si lo estaba, no
quería despertar. El aroma de melocotón y vainilla me
envolvía, me rodeaba.
Kat.
Sólo ella olía tan maravilloso, a verano y a todas las cosas que quería
y nunca tendría. Su cuerpo estaba presionado contra el mío, con su mano
apoyada en mi estómago. El ritmo constante de su pecho subiendo y
bajando se volvió mi mundo entero, y en este sueño —porque debía ser un
sueño— sentí mi propio pecho emparejarse con su respiración.
Cada célula de mi cuerpo se despertó y ardió. Si yo estaba
despierto, seguramente tomaría mi forma verdadera. Mi cuerpo estaba en
llamas.
Sólo era un sueño, pero se sentía real.
No pude resistir deslizar mi pierna sobre las suyas, descansando mi
cabeza entre su cuello y su hombro, e inhalé profundamente. Divina.
Perfecta. Humana. Respirar se volvió más difícil de lo que había imaginado.
La lujuria crecía dentro de mí, pesada y consumiéndome. Probé su piel —
Un pequeño toque de mis labios, un poco de mi lengua. Ella se sentía
perfecta debajo de mí; suave en todos los lugares que hacía duro
controlarme. Moviéndome sobre ella, contra ella, amé el sonido que hizo
—un suave murmullo femenino que hizo que todo dentro de mí ardiera en
pedazos.
—Eres perfecta para mí —susurré en mi propio idioma.
Ella se removió, y soñé que ella respondía, queriéndome en vez de
odiarme.
Bajé mis manos, deslizándolas debajo de su camisa. Su piel se sentía
como satín debajo de las yemas de mis dedos. Preciosa. Apreciada. Si ella
OBSIDIAN
292
FORO’ LIBROS DEL CIELO
fuera mía, adoraría cada centímetro de ella. Y quería hacerlo. Ahora. Mi
mano subió, subió, subió.
Kat jadeó.
La nube de ensueño se disipó mientras el sonido hizo un camino
hacia mí.
Cada músculo se tensó. Muy lentamente, me obligué a abrir mis ojos.
Su esbelto y agraciado cuello estaba frente a mí. Una sección de piel
estaba rosa de la barba de mi mandíbula…
El reloj en la pared sonó.
Mierda.
La sentí levantarse, en mi sueño.
Levanté mi cabeza y bajé mi mirada. Kat me observaba, sus ojos
eran de un ahumado y maravilloso gris y me cuestionaba. Doblemente
mierda.
—Buenos días —dijo, su voz ronca por el sueño.
Usando mi brazo, me empujé hacia arriba y aun así, sabiendo que
nada de esto había sido un sueño, no podía apartarme de ella, no quería
hacerlo. Una necesidad infinita estaba allí, en ella, en mí. Exigiendo que me
arrodille ante el sentimiento, y yo quería—maldición, ni siquiera sé lo que
quiero.
La única cosa que llegó a mí, después de que las capas de lujuria e
idealista estupidez se desvanecieran de mi mente, fue el rastro de luz
alrededor de ella. Parecía una estrella brillante.
Ella estaba en peligro. Era un peligro para nosotros.
Con una última mirada, me levanté para cruzar la habitación con
una velocidad inhumana, cerrando la puerta detrás de mí. Cada paso que
me alejaba de esa habitación, de esa cama, era tenso y doloroso. Al
doblar la esquina, casi choque con mi hermana.
Dee me estudió, sus ojos se entrecerraron.
—Cállate —murmuré, pasando a su lado.
—Yo no he dicho nada, idiota —Su rostro traicionaba sus palabras.
Una vez dentro de mi dormitorio, rápidamente me cambié en un par
de sudaderas y amarré mis tennis. Casi haber chocado con mi hermana,
casi me había calmado, pero había algo en mis nervios que no
desaparecía y tenía que estar fuera de esta casa, lejos de ella.
OBSIDIAN
293
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Sin molestarme siquiera en cambiarme mi camisa, tomé más
velocidad, saliendo disparado a través de la casa y atravesando la puerta
principal. En el momento en que mis tennis tocaron el pórtico, me los quité
y me adentré en el bosque aumentando la velocidad. El cielo era gris y
sombrío. La llovizna golpeaba mi cara como un millón de pequeñas
agujas. Lo tomé como una bienvenida, adentrándome y adentrándome
en la profundidad del bosque.
Luego me deshice de mi piel humana, tomando mi verdadera forma
mientras corría entre los árboles, moviéndome hasta que no fui nada más
que un rayo de luz.
Esto estaba mal. Piensa en Dawson. Mira lo que pasó con él.
¿Quieres correr el mismo riesgo? ¿Dejar a Dee totalmente sola? Pero aún
ahora podía sentir su piel, su sabor—dulce y azucarado como un
caramelo. Escuchar ese maravilloso sonido que hizo una y otra vez, que no
haya ni un centímetro de distancia entre nosotros.
Una idea comenzó a formarse —Una que Dee posiblemente odiará,
pero no tenía ninguna otra opción. Podría ir al DOD y pedirles mudarnos a
una de las otras comunidades. Estaríamos renunciando a nuestra casa,
dejando atrás a nuestros amigos y Matthew, pero sería lo mejor. Sería lo
correcto. Dee estaría a salvo.
Kat estaría segura.
Porque Dee no podía estar alejada de ella, tanto como yo tampoco
podía. Pero no importa a donde fuera, estaba huyendo de algo que
estaba conmigo, de Kat.
Ella no estaba en esa cama cuando regresé a la casa.
OBSIDIAN
294
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Laptop
Traducido por Larosky_3
Corregido por Mali..♥
K
at estaba a dos segundos de perder el control, y me
encantaba. Sus manos se curvaron en pequeños puños.
—¿Cómo qué?
—Bueno, los saltos de tijera por… una hora o así debería funcionar. —
No estaba hablando en serio cuando hice la sugerencia, pero luego mi
mirada cayó al frente de su camisa. De repente no quería más que verla
saltando alrededor—. Aunque, tal vez primero deberías cambiarte.
Ella respiró hondo. —No saltaré por una hora.
Y eso era una pena. Las puntas de sus mejillas se tiñeron de rojo. Un
signo de que estaba enojada. No evitar seguir.
—Entonces podrías correr por la casa, subiendo y bajando las
escaleras. —Encontré sus ojos y sonreí—. Podemos tener sexo. He oído que
eso consume mucha energía.
Su boca cayó abierta. —Eso no sucederá ni en un millón de años,
amigo. —Dio un paso hacia atrás levantando el dedo del medio hacia
mi—. Ni aunque fueras el último, espera, ni siquiera puedo decir que el
último hombre sobre la faz de la Tierra.
—Kitten —murmuré.
—Ni aunque fueras lo último que parece ser humano sobre la faz de
esta Tierra. ¿Entendiste? ¿Capiche?
Incliné mi cabeza hacia un lado y sonreí. Ella realmente estaba
molesta ahora. Ojos brillosos y cara sonrojada. Una parte de mi odiaba
admitirlo, pero se veía increíble cuando se ponía así. Absolutamente
increíble.
—Ni siquiera estoy atraída hacia ti. Ni siquiera un poco. Eres…
Estaba en su cara antes de que pudiera pestañear. —¿Soy qué?
—Ignorante. —dijo dando un paso atrás.
—¿Y? —Igualé sus pasos, obligado. ¿Obligado por qué? No sabía.
OBSIDIAN
295
FORO’ LIBROS DEL CIELO
—Arrogante. Controlador. —Dio otro paso hacia atrás, pero no la
deje alejarse. Oh no, estaba sobre su cara, compartiendo el mismo aire—.
Y eres… eres un cabrón.
—Oh, vamos, sé que puedes hacerlo mejor, Kitten. —Y sabía que
podía. Kat tenía una gran boca. Mi mirada calló hacia ella. Sus labios se
separaron. Maldita sea—. Porque realmente dudo que no te sientas
atraída a mí.
Ella se rió —el sonido era bajo y ronco. Sexi. —No me atraes para
nada.
Di un paso más y su espalda estaba contra la pared. Mirándola, creo
que quizás olvide respirar. —Estas mintiendo.
—Y eres demasiado confiado. —Humedeció sus labios, y la energía
golpeó mi cuerpo—. Sabes, toda esa arrogancia que mencioné antes. No
es atractivo.
Hombre, ella estaba llena de eso. Diría lo que sea para seguir
discutiendo. Poniendo mis manos a cada lado de su cabeza, me incliné,
mi boca estaba tan cerca de la de ella que casi podía saborearla.
Dudaba que sus labios fueran dulces. Serían más como esos dulces rojos
picantes, como una bola de fuego.
Realmente me gustan esos dulces.
—Cada vez que mientes, tus mejillas se sonrojan.
—Nuh-uh—dijo.
Deslicé mis manos hacia abajo por la pared, parando al lado de sus
caderas. —Apuesto a que piensas en mi todo el tiempo. Sin parar.
Tanto como yo pensaba en ella, que se había convertido en… sin
parar, así que parecía justo que ella hiciera lo mismo.
—Estás loco. —Se presiono contra la pared, su pecho subiendo y
bajando bruscamente.
—Probablemente sueñas conmigo. —Mi mirada volvió a caer en su
boca. Bola de fuego—. Apuesto a que escribes mí nombre dentro de un
corazón una y otra vez en todos tus cuadernos.
Ella rió, sonaba sin aliento. —En tus sueños, Daemon. Tú eres la última
persona en el que pensa…
Cansado de discutir, la bese… solo para callarla. Y si, me seguía
diciendo eso. Solo seguía con ese pensamiento. Pero cuando nuestros
labios se tocaron, un escalofrió recorrió mi cuerpo y mitad gruñí mitad
gemí. Porque tenía razón—ardiente como una bola de fuego.
OBSIDIAN
296
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Kat ya no discutía. No, ella estaba temblando. Besarla ya no era
realmente necesario pero luego ella se alejó de la pared, encajando su
cuerpo con el mío. Sus dedos se hundieron en mi pelo y gimió contra mi
boca.
Esto ya no era sobre callarla.
Algo se trastornó en mí. Como si se hubiera abierto una puerta. O se
hubiera reventado una presa. O, demonios, era como ser golpeado por un
rayo, atropellado por un camión y luego volver a la vida. Me estaba
moviendo sin pensar.
Mis manos agarraron sus caderas, y la levanté. Sus piernas rodearon
mi cintura y ella me devolvía el beso con una pasión que casi me
asombraba, y esperaba que ella no notara el temblor de mis manos.
Demonios, todo mi cuerpo estaba temblando. Había un fuego bajo mi piel,
y estaba fuera de control. Estaba a segundos de volverme Luxen sobre ella
y… ¿Qué bien haría eso?
Ah… no importaba. No cuando me presione contra ella e hizo esos
sonidos hermosamente femeninos que tenían a mi sangre golpeteando. Y
pude sentirlo creciendo en mí. Puro poder que no tenía a donde ir excepto
afuera. Habíamos estado construyendo esto por meses. Quizás siempre
dirigiéndonos hacia esto.
Y luego nos estábamos moviendo a lo largo de la pared. Una
lámpara se cayó. A Kat pareció no importarle, gracias a dios, porque
estaba más allá del punto de preocuparme por nada que no fuera lo que
tenía en mis brazos.
Kat.
Estaba vagamente consiente de la TV prendiéndose y apagándose.
Traté de refrenarlo, pero sus manos bajaron por mi camisa y luego ella
estaba balanceándose hacia abajo tirando de mi camiseta. Solo pude
obedecer su comando silencioso. Me alejé y la deje sacarme la camisa.
Más o menos la dejaría hacer lo que sea en este punto. Daba un
poco de miedo… y todo tipo de calor.
Capturé sus mejillas, tirándola de vuelta hacia mi boca. Hombre, no
podía tener suficiente de su sabor, de cómo me devolvía todo. Sus manos
fueron al botón de mis jeans.
Hubo un sonido en la casa. Como si algo se estuviera incendiando.
Pero nos estábamos moviendo hacia el sofá y luego estábamos en él,
nuestras manos en todos lados, tirando de nuestras ropas. Nuestras caderas
fueron moldeadas junta como nuestros labios.
OBSIDIAN
297
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Kat suspiró mi nombre, y yo estaba estrujando con ella un segundo y
al siguiente, estaba dándonos espacio para explorar —dándome espacio
para explorar. Deslizándome sobre su brazo, bajando por el frente de su
camisa y más abajo, y su camisa no estaba. No sé cómo, pero no estaba.
—Tan hermosa —dije, porque era hermosa. Y luego la volví a besar.
La bese hasta que supe que necesitaba aire, reclamando su boca tanto
como pude.
Mi cuerpo tomo el control completamente, rodando contra el suyo,
pero algo más hizo clic dentro de mí. Otra puerta escondida estaba
abriéndose. Me desaceleré, tomándome mi tiempo. Donde antes todo
había sido tan frenético y alocado, ahora era más tierno y controlado.
Todavía estaba temblando aunque estaba al borde de… De no ser
capaz de parar —de no querer hacerlo, de necesitarla más de lo que
debería.
Me calmé y forcé a mis pulmones a trabajar como los de ella.
Respirando irregularmente lo que no era suficiente, levante la cabeza y
abrí los ojos. Sabía que estaban brillando, diciendo miles de cosas que no
podía decir y que ella nunca entendería. Probablemente no las quisiera oír
tampoco.
Nuestras miradas se encontraron. La mirada en sus ojos, la forma en
que su cuerpo se derretía con el mío, supe que ella me dejaría hacer… lo
que sea. Pero si no paraba ahora, no lo haría nunca. Y aunque era
propenso a tener momentos de ser un “gran idiota” como diría Kat, no
estaba bien. No en estas condiciones. No en un maldito sofá. No cuando
su vida estaba en mis manos.
Así que dije la única cosa que se me vino a la mente. Lo único que
supe que nos iba a devolver a la fría realidad.
Forcé mis labios en la media sonrisa que sabia siempre se mete bajo
su piel y dije: —Ya casi no brillas.
OBSIDIAN
298
FORO’ LIBROS DEL CIELO
SHADOWS
Lo último que Dawson Black
esperaba era Bethany Williams. Como
un Luxen, una forma de vida
alienígena en la Tierra, las chicas
humanas eran… bueno, divertidas.
Pero dado a que los Luxen debían
mantener sus verdaderas identidades
en secreto, enamorarse de una sería
una
locura.
Peligro.
Tentador.
Innegable.
Bethany no puede negar la
inmediata conexión entre ella y
Dawson. Y a pesar de que los chicos
son una complicación que no quiere,
no puede estar lejos de él. Sin
embargo, cada vez que cierra los ojos
piensa en él. Cautivador. Atractivo.
Encantador.
Dawson guarda un secreto que
podría cambiar su existencia… y
poner su vida en peligro. Pero ni siquiera él puede dejar de arriesgar todo
por una humana. O su destino es tan inevitable como su amor.
21 de Febrero del 2012
OBSIDIAN
299
FORO’ LIBROS DEL CIELO
Traducido, Corregido
y diseñado por:
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OBSIDIAN
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