Actuando desde la prudencia Un compromiso con nosotros Mery María Martínez “Las penas y privaciones agudizan la inteligencia y fortalecen la prudencia” Confucio Sabiduría popular “En boca cerrada no entran moscas” "más vale pájaro en mano que cien volando" “Más vale malo conocido que bueno por conocer” “Bueno es pan duro cuando es seguro” ¿Conoces algún otro refrán? Conocer la prudencia El término prudencia proviene del latín prudentia, que es una cualidad que consiste en actuar o hablar con cuidado, de forma justa y adecuada, con cautela, con moderación, con previsión y reflexión, con sensatez y con precaución para evitar posibles daños, dificultades, males e inconvenientes, y respetar la vida, los sentimientos y las libertades de los demás. Conocer la prudencia Antiguamente, los egipcios solían representar a la prudencia como una serpiente con tres cabezas (de león, de lobo y de perro). Se decía que un individuo era prudente cuando tenía la astucia de las serpientes, el vigor y la fuerza de los leones, la agilidad y la rapidez de los lobos y la paciencia propia de los perros. Conocer la prudencia La prudencia requiere un buen sentido, un buen juicio, templanza, cordura, sabiduría, discernimiento, aplomo y ser precavido. Si no se tiene una buena conducta o no se actúa con prudencia, por ejemplo, conduciendo, se coloca en peligro o en riesgo la vida de otras personas y la suya propia. Conocer la prudencia En el catolicismo, la prudencia es una de las cuatro virtudes cardinales, junto con la justicia, la templanza y la fortaleza, que consiste en discernir y distinguir lo que está bien de lo que está mal en cada circunstancia y actuar en consecuencia, siguiendo el bien o huyendo del mal. ¿Quién es prudente? Una persona prudente es aquella que puede medir de forma acertada las consecuencias de sus actos, evitando cometer errores que puedan traerle dificultades en los procesos de su vida o hacer que hiera a alguien por decir algo inapropiado.. ¿Quién es prudente? Esto para nada signifique que la persona prudente no cometa errores como humano que es, pero la práctica de este valor hará que pueda evitarlos en la medida de lo posible, obteniendo por el contrario resultados positivos por actuar asertivamente en el momento indicado. Importancia de la prudencia La Psicología ha indicado que en la medida en que una persona tenga integrado este valor dentro de su estructura de pensamiento y acciones, será un individuo que tienda a ser comedido y justo en sus comentarios hacia y de otras personas, lo que a la larga lo hará ser percibido por su entorno como una persona confiable y prudente, situación que se traducirá en el establecimiento de relaciones interpersonales sólidas, basadas en sentimientos de respeto, admiración y fraternidad. Importancia de la prudencia Puede abrir puertas laborales y profesionales, pues una persona considerada como prudente siempre será mucho más considerada para cargos de confianza, pudiendo contar entonces con mucho más prestigio para ir subiendo distintas escalas laborales. Importancia de la prudencia la intuición para advertirle a la persona que actitudes o decisiones pueden ponerlo en riesgo, por lo que contar con este valor dentro de su esquema de virtudes, hará que el individuo se mantenga en la medida de lo posible lejos de posibles peligros y perjuicios. Esto para nada significa dejar de actuar o atreverse, simplemente significa tener la capacidad de saber cuándo debe hacerse. Tomar decisiones prudentes Es la habilidad de usar la razón, la sabiduría, la precaución y el buen juicio para tomar la mejor decisión en medio de cualquier circunstancia. Para ser prudente, necesitas convertirte en alguien que ejercite ¿Cómo ser prudente? Cultiva otras virtudes. La virtud engendra la virtud, por lo que practicar otras virtudes también puede facilitar practicar la prudencia. Desde una perspectiva teológica y filosófica, la prudencia es la primera de las cuatro virtudes cardinales. Las otras tres son justicia, templanza y coraje. Puedes practicar otras virtudes a parte de estas, pero representan una base sólida por lo que son una buena opción para comenzar. Virtudes del prudente justo Ser requiere que actúes imparcialmente frente a todas las partes involucradas en una situación específica. templanza Tener requiere que practiques el dominio propio y la moderación para evitar caer en excesos que puedan dañar a otros o a ti mismo. coraje Tener de esto. implica que confrontes temores e incertidumbre y actúes a pesar ¿Cómo ser prudente? Considera las lecciones del pasado. La prudencia es más fácil de practicar con madurez. Puedes aprender de una serie de principios intangibles estudiando, pero aprender cómo aplicarlos en la vida real requiere de pruebas y errores. Aprendiendo del error Piensa en algunas decisiones difíciles que hayas tenido que tomar en el pasado, incluyendo tanto las correctas como las equivocadas. Cuando tomaste las decisiones correctas, considera como los sacrificios hechos justificaron el resultado final. Cuando has tomado las decisiones equivocadas, considera lo mucho que perdiste al final comparado con lo que hubieras obtenido por haber hecho lo correcto. Enfócate en las consecuencias negativas de mayor impacto dejando a un lado los pequeños placeres que obtuviste al tomar esa decisión. ¿Cómo ser prudente? Examina el objetivo de cada situación. Tanto el objetivo final como los pasos que tengas que dar para alcanzar ese objetivo deben ser prudentes. Definir un objetivo prudente es lo principal porque no puedes encontrar la manera de llegar a un lugar antes de elegir el destino propio. ¿Cómo ser prudente? Medita. Examina tus opciones y pregúntate a ti mismo cuál te permitirá cumplir el objetivo deseado de la mejor forma y de la manera más justa que sea posible. ¿Cómo ser prudente? Equilibra el fin y los medios. En ocasiones puedes escuchar cuando dicen “el fin justifica los medios”, pero para realmente ejercitar la prudencia, tanto el fin como los medios, deben apegarse a la base de tus principios. Cometer un error para alcanzar el bien sigue estando mal. ¿Cómo ser prudente? Busca consejo. A pesar de que la prudencia requiere autorreflexión y examinación, debes considerar buscar consejos externos cuando la situación lo amerite. Asegúrate de obtener consejos de una fuente que te guíe a tomar decisiones basadas en principios. ¿Cómo ser prudente? Actúa a conciencia. Seguir tu conciencia requiere que pienses en lo que es correcto. Si actúas acorde a tus creencias en lo que es correcto, entonces actuarás con prudencia basándote en tus principios fundamentales. ¿Cómo ser prudente? Retrasa la toma de decisiones cuando sea necesario. Existen momentos en los que debes examinar con honestidad el estado de tus pensamientos y preguntarte si puedes hacer un juicio claro logrando distinguir qué es correcto y qué no. Cuando tu mente esté saturada, lo mejor es posponer la toma de decisiones hasta que sientas mayor claridad para pensar las cosas correctamente. ¿Cómo ser prudente? Haz un juicio. Cuando logres tener todos los aspectos considerados, necesitarás evaluar toda la información relevante y obtener una conclusión para determinar qué camino debes tomar. Para tomar una decisión prudente, tu juicio debe estar basado en lo que es correcto para la situación. Prudente en el trabajo Piensa antes de actuar Prudente en el trabajo Ante dudas, mejor preguntar Prudente en el trabajo No dar respuestas a preguntas que no conoces Prudente en el trabajo Aprende de los errores de otros Prudente en el trabajo Asume y corrige tus errores Prudente en el trabajo Ante un problema es mejor buscar soluciones que culpables. Prudente en el trabajo Nunca intentes hacer solo lo que puede salir mejor en equipo Prudente en el trabajo Respeta tu puesto, como esperas que valoren tu esfuerzo El éxito en las labores radica en controlar lo que dices, lo que hablas y como actúas; el criterio colectivo de la empresa debe siempre estar primero que el propio