Documento 881923

Anuncio
2. MEDITACIÓN: ¿Qué me dice el texto?
¿Mi vida se mueve entre la esperanza y la desilusión? ¿Trabajo
desde la fe para que las cosas vayan mejor? ¿Mantengo viva mi fe,
apoyándome en la fortaleza de Jesús?
¿Cómo veo el presente a la luz del futuro? ¿Tengo miedo por mi
futuro y el de mi familia? ¿Cuáles son los motivos de ese temor?
¿Será por falta de confianza en el Señor?
3. ORACIÓN: ¿Qué le digo al Señor? ¿Qué le decimos?
Señor Jesús, te damos gracias porque nuestro fin como cristianos
no es el fracaso o la catástrofe, sino un tiempo nuevo, una nueva
etapa en nuestras vidas. Te damos gracias porque Tú mismo te has
hecho templo, y nos has compartido ese templo por medio del
Espíritu Santo, por eso te damos gracias. Gracias Señor, gracias
Señor.
Te pedimos perdón por las ocasiones en que hemos pretendido
que mejore nuestra vida y le de nuestra comunidad poniendo
nuestra confianza en lo bonito y no en lo profundo, en lo que nos
satisface y no en lo que nos edifica, por eso te pedimos perdón.
Perdón Señor, perdón Señor.
4. CONTEMPLACIÓN:
 A Jesús que enfrenta con serenidad la persecución y la muerte.
 A ti mismo que enfrentas las dificultades y problemas, y pones
tu confianza total en el Señor.
5. ACCIÓN:
Propuesta personal
La intención general del apostolado de la oración del Papa para el
mes de noviembre es: “Que los sacerdotes que experimenten
dificultades sean confortados en sus sufrimientos, sostenidos en
sus dudas y confirmados en su fidelidad”.
En las dificultades y problemas me deje conducir por el Señor y
me ayude a mantenerme fiel en las pruebas, y me haga perseverar
día tras día.
Propuesta comunitaria
Misionera: Qué como fruto de la Misión Continental, las Iglesias en
América Latina envíen misioneros a otras Iglesias.
Que en mis pequeñas comunidades sea capaz de llevar el
mensaje con valentía, capaz de explicarlo sin miedos ni titubeos, y
así ayude a los hermanos a comprender el mensaje de salvación.
LECTIO DIVINA
COMISIÓN DIOCESANA DE ANIMACIÓN
BÍBLICA
17 de noviembre de 2013. Domingo XXXIII Ordinario.
¨En la Diócesis de Texcoco, nos reconocemos, valoramos y
aceptamos como personas para ser casa y escuela de comunión¨
ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Espíritu Santo dador de vida, enséñanos a ubicarnos en la realidad
de nuestra existencia y danos la capacidad de mirar los signos de
los tiempos, centrados en la Palabra que es vida. Que nos haga ser
fuentes de amor y consuelo, y no personas que veamos las cosas
con pesimismo y eso nos aleje de tus enseñanzas. Te lo pedimos
por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
1. LECTURA DEL TEXTO BÍBLICO (Lc 21, 5-19)
¿Qué dice el texto?
En aquel tiempo, como algunos ponderaban la solidez de la
construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que lo
adornaban, Jesús dijo: "Días vendrán en que no quedará piedra
sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será
destruido".
Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto y
cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?" Él les
respondió: "Cuídense de que nadie los engañe, porque muchos
vendrán usurpando mi nombre y dirán: 'Yo soy el Mesías. El tiempo
ha llegado'. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar de
guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso
tiene que acontecer, pero todavía no es el fin".
Luego les dijo: "Se levantará una nación contra otra y un reino
contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos,
epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas
y terribles. Pero antes de todo esto los perseguirán y los apresarán,
los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer
ante reyes y gobernadores, por causa mía. Con esto ustedes darán
testimonio de mí.
Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su
defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá
resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes.
Los traicionarán hasta sus propios padres, hermanos, parientes y
amigos. Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por
causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se
mantienen firmes, conseguirán la vida". Palabra del Señor.
Pistas de reflexión
Contexto bíblico
“Como los otros evangelistas sinópticos (Mt 24-25; Mc 13), san
Lucas concluye la predicación de Jesús en Jerusalén con un discurso
acerca de los acontecimientos finales.
Al evocarlos, el evangelista trasmite su visión de la historia de la
salvación, en tres momentos: 1) Destrucción de Jerusalén, 2)
tiempo de la misión de la Iglesia; 3) la venida del Hijo del hombre,
que traerá la plenitud del Reino.
Desde la perspectiva de los que estaban ponderando la
construcción majestuosa del templo, su destrucción sería el fin, sin
embargo desde la perspectiva de Jesús que había criticado
duramente que el Templo hicieran que aquella viuda echará todo
lo que necesitaba, lo que tenía para vivir, su destrucción significaba
el comienzo de una nueva etapa, no sólo en la relación con Dios
sino también con las relación entre las personas.
Este nuevo tiempo que pide Jesús que las personas no se dejen
engañar, no apartarse de la verdad y de la fidelidad a pesar de las
adversidades. Y todo esto nos tiene que llevar a la perseverancia
que nos permitirá pasar de las adversidades.
San Lucas no pretende describir estos acontecimientos, sino dar a
los cristianos la fuerza y el coraje para que sigan ofreciendo el
testimonio de fe y de esperanza en Jesús, soportando las
persecuciones y pruebas, y recordándoles el valor del tiempo
presente. (Recuérdese que san Lucas escribió sus obras - Evangelio
y Hechos - hacia el año 81).
B. La destrucción del templo. Es uno de los signos que más resalta
san Lucas, para indicar, sobre todo, que aquel magnífico signo del
Antiguo Testamento daba paso a otros signos propios del Nuevo
Testamento, sobre todo, al auténtico signo, que es Jesús. En el
Reino de Dios, que inaugura Jesús, ya no se necesitará templo, ni
ciudad santa, ni sacrificios de animales. Toda la humanidad será el
templo donde Dios quiere habitar.
C. Mensajes de Jesús para seguir viviendo. Jesús va a lo esencial:
la vida presente hay que aprovecharla con fortaleza y con
esperanza:
No dejarse engañar (v. 8). Entonces, como hoy, hay fanáticos que
aprovechan la ingenuidad de algunos creyentes para confundirlos
y volverlos histéricos, afirmando que el mundo se acaba. Esos
embaucadores, tal vez, son lo que pretenden sacar provecho (casi
siempre, económico). Por tanto, hay que aprender a discernir
quiénes son los verdadero y falsos profetas.
No se asusten (vs. 9-12). Las guerras, terremotos, hambres,
pestes y grandes señales en el cielo no son para asustar a los
discípulos de Jesús. La fiebre del fin de la historia no depende de
esos signos, que siempre han existido y seguirán dándose. Como
las persecuciones a los seguidores de Jesús, es una realidad que se
repite constantemente. Esto será ocasión para dar testimonio (v.
13). Es el testimonio de fidelidad al Evangelio. Y al final aconseja
que no se preocupen por su defensa y permanezcan en la fidelidad.
Texto bíblico
A. El anuncio profético de Jesús sobre la destrucción del templo y
de la ciudad de Jerusalén es signo del final de los tiempos y de la
historia. Esto sucedió hacia el año 70, bajo los golpes de las
legiones romanas. Las comunidades cristianas de esos tiempos
recuerdan las palabras de Jesús. Estaban esperando que el final de
los tiempos viniera después de la destrucción del templo.
Preguntas para la lectura:
¿Qué dijo Jesús a los que ponderaban la solidez del templo?
¿Qué le preguntan a Jesús?
¿Qué les contesta Jesús?
¿Qué tendrán que sufrir los discípulos a causa de Jesús?
¿Qué es lo que pide Jesús al final?
Descargar