TALLER EDAD CONTEMPORANEA – REVOLUCIÓN INDUSTRIAL El feudalismo dio paso al mercantilismo, al que llamábamos antesala del capitalismo. En el mercantilismo, el objetivo principal era acumular ganancias por el comercio. En cambio, en el capitalismo la producción de bienes va a ser un elemento fundamental. En efecto, el capitalismo es el sistema económico por el que los medios de producción (tierra, maquinaria y tecnología) están en manos privadas, es decir, de quienes tienen capital y contratan mano de obra asalariada (proletarios, obreros) para producir. Los capitalistas buscan, principalmente, el beneficio económico y, por lo tanto, intentan rebajar sus costos, competir en un ámbito de libre mercado y maximizar sus ganancias. Según Carlos Marx, el economista alemán del siglo XIX (1818-1883), en este “modo de producción” predomina el capital sobre el trabajo, como elemento de producción y creación de riqueza. La acumulación originaria La entrada en Europa de ingentes cantidades de metales preciosos provenientes de América y las ganancias del tráfico de esclavos y del comercio en el sistema mundial, produjeron en los países del norte lo que Marx llamaba “la acumulación originaria”, es decir, el crecimiento del capital disponible para el desarrollo del capitalismo. Entre ese grupo de comerciantes y banqueros regados por Europa occidental, surgieron los empresarios que, según Joseph Schumpeter, economista austríaco-estadounidense (1883-1950), son los individuos que asumen riesgos económicos no personales. Un elemento clave del capitalismo es la iniciación de una actividad con el fin de obtener beneficios en el futuro. Y puesto que este es desconocido, hay la posibilidad de obtener ganancias o sufrir pérdidas. Por ello, el papel del empresario consiste en asumir ese riesgo. Pero, además, la acumulación originaria va a consistir en otro proceso: la expulsión de campesinos de las zonas rurales, que se inició cuando los señores feudales empezaron a vender sus tierras. El proceso se aceleró a lo largo del Renacimiento. En Inglaterra, las tierras compradas fueron cercadas para criar en ellas grandes manadas de ovejas, lo que requería pocos peones. Sin trabajo ni tierra, el campesinado se vio forzado a ir a las ciudades. Reforma Protestante Además de los cambios sociales, científicos y tecnológicos traídos por el Renacimiento y la Revolución científica, que vimos en la unidad anterior, fue muy importante el cambio producido por la Reforma Protestante –la separación de la Iglesia católica de centenares de miles de cristianos, sobre todo en el centro y norte de Europa occidental, que establecieron iglesias particulares sin obediencia al Papa. En este proceso tuvo papel protagónico el alemán Martín Lutero (1483-1546). Él cuestionó al papado y la corrupción en Roma por la práctica de vender indulgencias, mientras que, según afirmaba, la salvación depende solo de la gracia de Dios y no de ningún perdón de los hombres. El movimiento se extendió rápidamente. Se destacaron otros reformadores como el francés Juan Calvino (1509-1564), el suizo Ulrico Zuinglio (1484-1531) y el rey Enrique VIII (1491-1547), quien decidió separar a toda la Iglesia de Inglaterra de la obediencia del papa. Este fenómeno religioso cambió de forma drástica la sociedad y profundizó la práctica de la frugalidad y el ahorro, junto con la convicción de que el éxito económico era bueno e incluso signo de bendición divina. La Revolución Industrial La Revolución Industrial es el cambio experimentado en las condiciones de producción debido a la introducción de maquinarias, movidas inicialmente a vapor, que reemplazaron al trabajo manual. La Revolución Industrial es comparable a la revolución agrícola del Neolítico, por la profundidad de los cambios sociales, económicos y culturales de la humanidad. De ella surgirán la sociedad de masas, el crecimiento inusitado de las ciudades, la lucha del proletariado por mejorar sus condiciones laborales, la competencia internacional y muchos otros cambios. Este proceso histórico ocurrió entre mediados del siglo XVIII y principios del XIX. De Inglaterra, se extendió a la Europa occidental y a EE. UU. Otros países se incorporaron mucho más tarde a la Revolución Industrial, pues, a causa de la división internacional del trabajo, impuesta por los países más ricos, quedaron relegados a ser proveedores de materias primas y no a producir bienes industrializados. Podemos diferenciar dos etapas: una Primera Revolución Industrial (1760-1870), originada en Inglaterra y más tarde difundida a Europa Occidental, cuyo invento eje será la máquina a vapor de James Watt (1769). Esta nueva fuente de energía potenciará la industria textil y la extracción de carbón y hierro. La división del trabajo buscará la productividad, desplazando al taller por la fábrica, es decir, pasando de las manufacturas a la mecanización. En la Segunda Revolución Industrial (1870-1914), los avances de la química permitirán reemplazar el carbón por nuevas formas de energía, el petróleo y la electricidad; a la vez que el acero desplaza al hierro. Las grandes fábricas de producción en cadena distribuirán las labores de los obreros en un sistema denominado “fordismo”. Un rasgo distintivo de esta etapa es la aparición de nuevas naciones industriales fuera de Europa Occidental, como Estados Unidos y Japón. La expansión del ferrocarril y las nacientes fábricas resultarán en una creciente urbanización. Gracias al barco a vapor, Europa puede conectarse de manera más eficiente con los territorios americanos y agilizar las rutas hacia Asia, provocando la apertura de nuevos mercados. Así cambiará la economía mundial, basada en un pensamiento liberal que defenderá la iniciativa privada y la consecuente acumulación de capital (capitalismo). Producto de una distribución desigual de la riqueza, la sociedad se divide en nuevas clases sociales, cada vez más apartadas entre sí: la burguesía y el proletariado. Los primeros eran en su mayoría comerciantes dueños de los medios de producción, acumulando capital y reinvirtiéndolo en las fábricas; mientras los obreros eran quienes vendían su trabajo a cambio de un salario. Las miserables condiciones de vida de los obreros recibirán el nombre de “cuestión social”. Surgirán propuestas para remediar esta situación, como el Socialismo Utópico, el Socialismo Científico y el Anarquismo. Hierro, vapor y máquinas La mecanización de las industrias textiles, el desarrollo del procesamiento del hierro y la introducción de la máquina con motor de vapor fueron tres pilares de la Revolución Industrial. Desde 1733 se había empezado a mecanizar el telar. El primer paso fue la lanzadera volante, patentada ese año por el inventor británico John Kay, que aumentó considerablemente la velocidad de tejido. La Spinning Jenny, una máquina de hilar con ocho bobinas, inventada alrededor de 1764 por el inglés James Hargreaves, redujo drásticamente la cantidad de trabajo requerida, ya que daba a un solo trabajador la capacidad para producir hilo en ocho carretes a la vez. Otro inventor británico, Edmund Cartwright, patentó el primer telar mecánico en 1786. En los años que siguieron, se hicieron constantes mejoras. Cuando estas mecanizaciones se unieron con la fuerza motriz producida por la máquina de vapor (inventada por James Watt y construida en 1774 y que consistía en un motor de combustión externa que transformaba la energía térmica del vapor de agua en energía mecánica), ocurrió un crecimiento exponencial de la producción textil. El desarrollo de maquinarias para otras industrias en las dos primeras décadas del siglo XIX facilitó los procesos y el aumento de su producción en otras ramas. Con ello, se incrementó la cantidad de productos y se disminuyó el tiempo en el que se fabricaban, lo que dio paso a la producción en serie. Los avances en la fundición de hierro provocaron el nacimiento de la locomotora y el ferrocarril. El motor de vapor, utilizado para mover la máquina, transformó por completo el transporte de personas y mercancías. También a los buques se les puso máquinas de vapor. El crecimiento de la capacidad de producción pudo, así, combinarse con el crecimiento de la capacidad de transporte. Esto dio como resultado la expansión del comercio. El desarrollo del capitalismo Este crecimiento fue posible gracias a la acumulación originaria de capital y a la reinversión de las ganancias de los empresarios privados, con lo cual ampliaban sus instalaciones para generar mayor crecimiento. La industrialización fue así generalizándose. La mano de obra que requerían las industrias estaba disponible en las grandes barriadas de las principales ciudades. A los obreros se les impuso jornadas de trabajo larguísimas, de 14 o 16 horas, con salarios bajos. Se empleaba a niños y mujeres para pagarles aún menos. Las condiciones de trabajo y la falta de higiene y de descanso causaron estragos. Poco a poco surgió la organización obrera para luchar por mejores condiciones laborales; empero, sus conquistas fueron muy paulatinas y demoraron décadas. Resuelve: ¿Cuál es la principal diferencia entre mercantilismo y capitalismo? Defina capitalismo ¿A qué se considera la acumulación originaria? ¿En qué consistió la Reforma Protestante y quién fue su mentalizador? ¿Qué situaciones históricas y eventos sociales aceleraron la Revolución Industrial? Nombra tres. ¿Cuáles fueron los principales cambios que realizo la revolución industrial?, realiza un escrito de mínimo 15 renglones. Realice un mapa conceptual de la primera y segunda revolución industrial. Dibuja en tu cuaderno las principales maquinas que se usaron en la revolución industrial. Según lo que entendiste del tema, realice un escrito de 10 renglones sobre las condiciones de vida en la revolución industrial. Dibuja el invento de la revolución industrial que crees cambió más la vida como conocemos e investiga la bibliografía de su inventor. Actividad. Lee las siguientes fuentes y responde las preguntas a continuación. “Gran Bretaña era, en efecto “el taller del mundo” (…) La Revolución Industrial iniciada en aquellas islas por y a través de los comerciantes y empresarios cuya única ley era comprar en el mercado más barato y vender sin restricción en el más caro, estaba transformando al mundo”. (HOBSBAWM, Eric. “La Era de la Revolución, 1789-1848”. Editorial Crítica, 1997, p.60). 1. ¿Por qué la Revolución Industrial se originó en Inglaterra? 2. ¿A qué sistema económico hace mención el texto? Explique sus características. “Los más pobres viven en las bodegas y desvanes…En tan sombríos y tristes alojamientos comen, duermen e incluso trabajan un gran número de obreros… En varias de estas camas de las que acabo de hablar, he visto reposar juntamente individuos de los dos sexos y edades muy diferentes, la mayoría sin camisa y de una suciedad repugnante. Padre, madre, viejos, niños y adultos se apelotonan allí, se aprietan”. (HACHETTE, Documents et civilisation) 3. Según lo leído, ¿Qué características tenía la “cuestión social? 4. ¿Por qué afectaba tanto a niños como adultos y ancianos? “Esta división de tareas provocó un aumento de la velocidad y una monotonía del trabajo absolutamente exasperante: el obrero que colocaba un bulón no ponía la tuerca y el que ponía la tuerca no la fijaba (...) Pero cada gesto quedaba regulado de modo que el obrero no dispusiera de un segundo menos del que necesitaba, ni de un segundo más. La fabricación del automóvil se convirtió así en la obra de un cinco por ciento de obreros 'realmente especialistas' y de un noventa y cinco por ciento de peones, o —como lo definió el mismo Ford— 'de obreros especializados en una sola operación que el individuo más estúpido puede aprender a realizar en dos días (...)”'. (ROMANO, Ruggiero. “Henry Ford”. En: Alonso, María E.; Vázquez, Enrique C. y Giavón, A. “Historia. El mundo contemporáneo. Documentos y testimonios”. Buenos Aires, Aique Grupo Editor, 1999.) 5. ¿Qué valor tiene el trabajo obrero para empresarios como Henry Ford? 6. En tu opinión, ¿Qué beneficios y perjuicios generó el “Fordismo”? “Mas la desolación intelectual producida por la transformación de personas inmaduras en simples máquinas para la producción de plusvalía, que debe distinguirse bien de esa ignorancia natural que deja en barbecho la mente sin echar a perder su capacidad de desarrollo, su propia fertilidad natural, forzó por fin al mismo parlamento inglés a convertir la enseñanza elemental en condición legal del consumo "productivo" de niños memores de catorce años en todas las industrias sometidas a la ley fabril. El espíritu de la producción capitalista resplandece claramente en la desaliñada redacción de las llamadas cláusulas educacionales de la ley fabril, en la falta de aparato administrativo, que en gran parte la convierte en algo ilusorio, en la misma oposición de los fabricantes contra la ley de enseñanza, y en las artimañas y subterfugios para eludirla" (MARX, Karl. El capital. Libro I, Tomo II. Ed. AKAL, Madrid, 1976. p.117) 7. ¿Qué problema buscaban solucionar las cláusulas educacionales? 8. ¿Por qué crees que los empresarios se oponían a la educación de los niños menores de 13 años?