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Göbekli Tepe

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Raúl Yanini Alcalde
Metodología Arqueológica
3ºC Historia (UV)
GÖBEKLI TEPE
EL PRIMER TEMPLO DEL MUNDO
El yacimiento de Göbekli Tepe fue descubierto por el arqueólogo alemán Klaus Schmidt en 1994, tras
las correspondientes labores de expedición y reconocimiento del terreno en el sur de Turquía. Göbekli
Tepe está situado a 15 kilómetros al noreste de la ciudad turca de Sanliurfa, en la Alta Mesopotamia.
Una situación geográfica que podríamos incluir dentro del llamado Creciente Fértil (Ilustración 1).
Antes de comenzar las labores de excavación, el yacimiento presentaba un montículo sobre la
superficie, a partir del cual se pudo identificar la existencia de este, aunque en expediciones anteriores
se le restó importancia, debido a interpretaciones prematuras.
Para datar el yacimiento, hay que
tener en cuenta que este cuenta con
diferentes capas o estratos. Una
primera capa, la más antigua (III),
data del PPNA o Neolítico PreCerámico A. Presenta estructuras
ovaladas y monolitos en forma de
T. La posterior fase (IIA), ha sido
datada dentro del periodo PPNB o
Neolítico
Ilustración 1: mapa del Próximo Oriente, incluyendo el Creciente Fértil y yacimientos de
especial importancia del noveno y décimo milenio a.C. (Mapa elaborado por: Thomas
Zachmann, Badisches Landersmuseum Karlsruhe, Tübingen). (Schmidt, K. 2007)
incluye
Pre-Cerámico
edificios
B,
e
más
rectangulares. En este caso, la
capa IIB sería más superficial que las anteriores, las cuales se han considerado de mayor importancia.
Por lo tanto, se puede determinar que Göbekli Tepe es un yacimiento perteneciente al décimo, noveno
y octavo milenio a.C. Se han barajado varias fechas en cuanto a la cronología del lugar, pudiendo
establecer una entre el 9.000 a.C. y el 7.500 a.C. (National Geographic España, 2012)
Sin tener en cuenta otro tipo de consideraciones, parece que la interpretación más aceptada sobre
Göbekli Tepe es la de que se trataba de un santuario de la Edad de Piedra. Este yacimiento ha sido
descartado como asentamiento poblacional por parte de Klaus Schmidt, enfocando su significado al
ámbito religioso. Una interpretación que viene, en buena medida, apoyada por la numerosa simbología
que aparece en el lugar, como veremos. Se ha llegado a plantear que Göbekli Tepe fue el primer templo
del mundo, una postura que ha sido defendida por el ya mencionado Schmidt (Curry, A. 2008).
1
Göbekli Tepe se ha interpretado como un centro
de actividades culturales periódicas, por lo que
se
sostiene
que
esta
clase
de
centros
ceremoniales o templos fueron anteriores a los
pueblos y ciudades. Un centro ritual que atrajo
a grupos de cazadores-recolectores de una
extensa área. Esta hipótesis es reforzada por la
presencia de materiales procedentes de lugares
lejanos, poniendo como ejemplo la obsidiana.
Según Klaus Schmidt, la monumentalidad y las
esculturas allí presentes hacen pensar que las
estructuras del yacimiento sean interpretadas
como templos. Göbekli Tepe consta de grandes
monolitos en forma de T (Ilustración 3), los
Ilustración 2: vista superior de la principal área de excavación de
Göbekli Tepe. (Fotógrafo: Becker, N.) (Dietrich, O.; Heun, M.; Notroff,
J.; Schmidt, K. & Zarnkow, M. 2012)
cuales contienen numerosos relieves de animales. Esto nos evidencia el sustancial esfuerzo que se
debió realizar para la construcción del lugar, así como el gran número de individuos que tuvieron que
involucrarse en la obra. Este aspecto demuestra que el esfuerzo requerido para construir estas
estructuras es mayor que el utilizado para realizar estructuras domésticas, y también va más allá de la
capacidad de pequeños grupos. Para Schmidt, la cooperación de diferentes grupos habría sido necesaria
para hacer posible la construcción de este lugar de culto. Por otra parte,
las imágenes que aparecen en los pilares han sido interpretadas por el
propio Schimdt como arte o símbolos religiosos.
Estas construcciones tampoco se asemejan a las típicas casas neolíticas,
y presentan similitudes con otros edificios que podrían interpretarse
como rituales o culturales. Además, la falta de restos domésticos en los
edificios demuestra que las comunidades que utilizaron este yacimiento
no presentaban características de una sociedad agricultora. La falta de
propiedades morfológicas propiamente domésticas de plantas
Ilustración 3: monolito en forma de T
de Göbekli Tepe (Fotógrafo: Becker,
N.) (Dietrich, O.; Heun, M.; Notroff,
J.; Schmidt, K. & Zarnkow, M. 2012)
y
animales entre los restos nos lleva a considerar que las sociedades del
lugar fueron cazadoras-recolectoras en este periodo.
Estos edificios no presentan chimeneas o restos que puedan hacer pensar que allí se desarrolló algún
tipo de vida doméstica. Es más, Schmidt ha considerado que estos pilares no cumplirían una función
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estructural. Además, el desnivel que presentan las construcciones hace del complejo un lugar
inadecuado para la domesticidad.
En otro orden de cosas, la ubicación
geográfica del yacimiento dificulta, en
cierta medida, el posible asentamiento en
este lugar, debido, entre otras cosas, a la
falta de recursos hidrológicos o fuentes
naturales. En definitiva, la posibilidad de
que
se
tratara
de
un
centro
de
peregrinación o ritual para cazadoresrecolectores de una amplia región es
defendida por el arqueólogo alemán.
Ilustración 4: monolito en forma de T parcialmente excavado con
representaciones zoomorfas en relieve. (Fotógrafo: Musi, J. V.) (Curry, A. 2008)
Pero encontramos otra postura alternativa a los planteamientos de
Klaus Schmidt. Este es el caso de Banning, quien piensa que las
evidencias
de
arte
inusual
o
características
arquitectónicas
inusuales no son sintomáticas, únicamente, de la existencia de un
santuario, y que hacer esta afirmación resulta problemático. Según
Radcliffe-Brown, no siempre hay una clara separación entre los
elementos religiosos y seculares (Banning, E. B. 2011). Banning se
apoya en aspectos como que hay probabilidad de que las personas
del Neolítico Pre-Cerámico del suroeste de Asia no hicieran
Ilustración 5: representación de un
depredador en altorrelieve (Fotógrafo:
Schmidt, K.) (Schmidt, K. 2007)
distinción entre lo sagrado y lo profano, o el día a día y lo que les
rodeaba adquiriría un sentido religioso. Estos aspectos serían
fundamentales para plantear una hipótesis diferente a la de Schmidt.
De hecho, esta relación entre aspectos sagrados o religiosos y ámbitos domésticos o profanos no se
inscribe únicamente a los cazadores-recolectores. La propia casa contaría con sus rituales o actividades
de consagración del hogar. Incluso, para este autor, sí que existe una considerable inversión decorativa
en las estructuras y espacios domésticos.
Por lo tanto, la muestra de un simbolismo y de actividades rituales no siempre tiene que depender de
un espacio exclusivo. De este modo, la existencia de estos aspectos no sería suficiente para determinar
que el lugar se trate de un santuario o espacio público. En consecuencia, la posibilidad de que estas
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estructuras se traten tanto de espacios rituales como de espacios domésticos sería una hipótesis a
valorar.
Es muy probable que las casas neolíticas del Cercano Oriente presentaran actividades rituales, con una
profunda simbología religiosa. Además, el nivel III presenta pilares centrales más altos, mostrando la
posibilidad, según Banning, de que sí que sirvieron de pilares centrales de aguante, por lo tanto, como
elementos arquitectónicos que sostuviesen una techumbre.
Banning plantea que las estructuras del nivel IIA no se diferencian, en gran medida, de las estructuras
domésticas de ciertos lugares más occidentales. Son comparables, en cuanto al tamaño, con algunas
casas halladas en ciertos lugares de Anatolia durante el PPN. Puede incluso que Schmidt
sobredimensione la cantidad de trabajo necesario para colocar los monolitos y construir el complejo.
Además, asegurar que no hay ninguna evidencia en cuanto a actividades domésticas es problemático,
ya que hay evidencias de morteros transportables en los alrededores, entre otros. Incluso podríamos
dudar del hecho de que el lugar sea de difícil asentamiento o sobre si no había una buena fuente de
recursos acuáticos o si los campos no fueran demasiado fértiles.
Con las consideraciones que ya hemos comentado, y las interpretaciones que de Göbekli Tepe se han
hecho, en especial, las más próximas a Schmidt, podríamos pensar que este posible centro ritual
formaría parte de un sistema de comunicación iconográfica, anterior al uso de la escritura, a través del
cual se puede salvaguardar cierto conocimiento cultural. Esto demostraría la existencia de una amplia
red de contactos suprarregionales, la cual se mantiene de una forma más o menos regular.
Por lo tanto, este yacimiento es de una importancia fundamental para poder argumentar que, antes de
la transición a los modos de vida propios de una sociedad agricultora, ya se habían producido cambios
determinantes en las relaciones sociales de los grupos cazadores-recolectores. Además, la simbología
que presenta Göbekli Tepe se englobaría, posiblemente, en una región mucho más extensa que la que
corresponde al propio yacimiento y otros más cercanos, como Nevali Çori.
Un yacimiento que presenta unas estructuras a tener en cuenta, debido a su monumentalidad y su
simbolismo, considerando especialmente a las grandes columnas en forma de T. Algo que podríamos
poner en relación con la números industria lítica hallada en Göbekli Tepe, con la que se podrían haber
realizado las labores pertinentes para conseguir la construcción de este lugar.
Desde que las excavaciones comenzaron, en el año 1995, se han aplicado diferentes técnicas y
metodologías para el estudio de Göbekli Tepe. Una de ellas son las prospecciones geomagnéticas, las
cuales permitieron determinar la existencia de quince estructuras megalíticas en el nivel III, además
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de las ya excavadas, lo que nos lleva a determinar una cantidad de alrededor de 200 pilares en forma
de T en el yacimiento. También es importante destacar el recurso que se hace del escáner láser, a través
del cual, se ha podido saber la altura de algunas piezas que no se han conservado hasta la actualidad.
El uso de las prospecciones geofísicas también ha resultado de gran ayuda, en este caso, para saber
que las construcciones más antiguas, las que presentan una planta redondeada, no estaban en un único
punto del yacimiento, sino que podríamos encontrar un mayor número. De hecho, el montículo que
cubriría estas construcciones sería el resultado del relleno intencionado de las mismas. Además,
técnicas menos comunes, como la prueba de Feigl o de rodizonato de sodio, también han sido
utilizadas, en este caso, para estudiar los restos que se encuentran en los vasos.
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5.- Bibliografía
 Banning, E. B. (2011). So fair a house Göbekli Tepe and the identification of temples in the
Pre-Pottery Neolithic of the Near East. The University of Chicago Press Journals, 52(5), 619660.
 Curry, A. (2008). Göbekli Tepe: The World’s First Temple?. Recuperado el 24 de marzo de
2017, de http://www.smithsonianmag.com/history/gobekli-tepe-the-worlds-first-temple83613665/
 Dietrich, O.; Heun, M.; Notroff, J.; Schmidt, K. & Zarnkow, M. (2012). The role of cult and
feasting in the emergence of Neolithic communities. New evidence from Göbekli Tepe,
south-eastern Turkey. Recuperado el 24 de marzo de 2017, de
https://www.cambridge.org/core/journals/antiquity/article/div-classtitlethe-role-of-cult-andfeasting-in-the-emergence-of-neolithic-communities-new-evidence- from-gobekli-tepe-southeastern-turkeydiv/A1AA4FB20657599F859860D94CCD090E
 National Geographic España (2012). Göbekli Tepe: el primer templo de la historia.
Recuperado el 25 de marzo de 2017, de
http://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/gobekli-tepe-el-primertemplode-la-historia_6363/3
 Scham, S. (2008). The World’s First Temple. Recuperado el 22 de marzo de 2017, de
http://archive.archaeology.org/0811/abstracts/turkey.html
 Schmidt, K.1 (2007). Göbekli Tepe: santuarios de la Edad de Piedra en la Alta Mesopotamia.
Boletín de arqueología PUCP, 1(11), 263-288.
1
Traducción del alemán al castellano: Peter Kaulicke.
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