APARTADO ANTROPOLOGIA AÑO III, VOL. III, N* UNICO, 1965 Centro de Estudios Antropológicos / Departamento de Ciencias Sociales Universidad de Chile Informe de la primera fase del proyecto Mario Orellana R. arqueológico Río Salado INFORME DE LA PRIMERA FASE DEL PROYECTO ARQUEOLOGICO RIO SALADO por Mario Orellana I. tió construir algunas hipótesis de trabajo, que a su vez, hicieron posible la confección del proyecto. D i s p o n í a m o s de los siguientes datos: 1) El río Salado se ofrecía c o m o una zona privilegiada de arte precolombino y también postcolombino: gran n ú m e r o de »petroglifos y pinturas rupestres«, sobre todo, en el sector de A y q u i n a ; 2) El río Salado presentaba gran cantidad de construcciones situadas en las paredes del cañón, que provisoriamente l l a m a m o s »nichos«; se ofrecía la ocasión de hacer u n análisis estructural y funcional de estas construcciones sillares; 3) Los talleres líticos (con ausencia de cerámica) presentaban materiales diferentes a los estudiados en otras zonas (especialmente San Pedro y zona precordillerana del departam e n t o del L o a ) ; INTRODUCCION A. En el mes de j u l i o de 1965 se efectuó la primera fase del »Proyecto Arqueológico R í o Salado«. Este proyecto forma parte de los trabajos arqueológicos del Centro de Estudios Antropológicos en el N o r t e de Chile, y tiene por finalidad f u n d a m e n t a l investigar los yacimientos y los restos arqueológicos que se encuentran en la zona del río Salado, afluente principal del río Loa. La extensa y variada zona del río Salado, con sus 80 kilómetros de largo, n o había sido investigada en forma sistemática, conociéndose sólo algunos yacimientos y c o n j u n t o de restos arqueológicos que, las más de las veces, habían sido obtenidos por aficionados. H a c e n excepción los trabajos de G. Mostny (en T u r i ) , de C. Spanhi (en T u r i ) de I. Gómez (cerca de Chiu-Chiu) y de M . Orellana (cerca de A y q u i n a ) 1 . E n R . L a t c h a m y en G. Le Paige 2 también se encuentran algunos datos. La misión científica j u n t o con estudiar los diversos yacimientos arqueológicos (»talleres líticos«, »sitios habitacionales«, »petroglifos y pinturas rupestres«, etc.) inició la investigación geomorfológica del río Salado y, en especial, la evolución del relieve. 4) Los fragmentos de cerámica recogidos en sitios habitacionales mostraban también diferencias con el Complejo Cultural Agroalfarero San Pedro de Atacama, a u n q u e algunos fragmentos permitían algunas relaciones, n o solamente con lo encontrado en San Pedro d e Atacama sino con otras zonas arqueológicas, y La investigación hecha en j u l i o de 1965 corresponde a la primera d e las tres fases que se h a n programado e n el terreno, con el fin de reunir los materiales que servirán de base para la elaboración de las futuras monografías. B. Elaboración trabajo. del proyecto. Hipótesis R. 5) Las terrazas agrícolas en gran abundancia e n ciertos sectores del río sugerían una ocupación intensa. Este c o n j u n t o de datos nos permitió establecer provisoriamente: a) q u e la zona del río Salado era una zona arqueológica »diferente«, que se caracterizaba culturalmente por u n conjunto de restos, por l o menos, distintos en parte a los conocidos en San Pedro de Atacama; de El c o n o c i m i e n t o que tenemos, desde hace años, de la zona en estudio, la observación y el análisis preliminar de algunos conjuntos de restos y yacimientos arqueológicos permi- b) q u e en río Salado existían varios períodos culturales: unos pertenecientes al »precerámico» y otros al »agroalfarero«, y c) q u e en la zona del río Salado deberían existir subzonas culturales, ya que en ciertos sectores se ofrecían unos tipos de restos que n o se encontraban siempre a l o largo del río Salado. En los materiales líticos de la zona de confluencia del río Salado con el río Loa se presentaba u n material q u e n o aparecía en los yacimientos del sector Ayquina. 1 Vcr G. Mostny: Ciudades Atacameñas, 1948; C. Spahni: Fouilles archéologiques dans deux cimentieres indigents de Turi, Desert d'Atacama, 1964; I. Gómez: Taller Utico en Chiu-Chiu, 1963; M. Orellana: Las Pinturas Rupestres de Ayquina, 1963. 'Ver R. Latcham: Arqueología Atacameña, 1938; G. Le Paige: El Precerámico en la Cordillera Atacameña y los Cementerios del Periodo Agroalfarero, de San Pedro de Atacama, 1964, y Antiguas Culturas Atacameñas. en la Cordillera Chilena, 1958. E n los restos agroalfareros, y por lo conocido en Caspana (cerca de A y q u i n a ) , se per- Si a n t r o p o l o g í a / publicación del Centro de Estudios Antropológicos gica. Mediante la instalación de dos campamentos, u n o situado en la confluencia del río Salado con el Loa (campamento N ? l) y el otro, u b i c a d o en el sector de Ayquina (campamento N<? 2) (ver mapa, zona achurada) , fue posible estudiar restos y yacimientos arqueológicos separados entre sí por 4o kilómetros. Los integrantes del campamento N 9 1 estudiaron u n a m p l i o sector, cuyos límites eran: por el N . E . la laguna de Chiu-Chiu, y por S.O. la u n i ó n del río Salado con el río Loa. La primera labor fue de reconocimiento general del sector ya señalado (10 km. de largo por 3 km. de ancho); posteriormente los diferentes miembros del c a m p a m e n t o levantaron los artefactos d e los talleres líticos, recogieron cerámica, analizaron j u n t o al geomorfólogo los accidentes del m e d i o geográfico que se relacionaban c o n los restos arqueológicos, por e j e m p l o las tumbas hechas en »abruptos de cárcavas«, la situación d e los talleres líticos en las terrazas fluviales, etc. El trabajo de tod o el grupo 3 permitió conocer 20 yacimientos arqueológicos y 3 paleontológicos. En especial se levantaron dos grandes talleres líticos (Confluencia N ? 1 y N ? 2) con alrededor d e 9.000 artefactos líticos. cibía la influencia d e T i a h u a n a c o Expansivo, lo que conectaría esta zona c o n San Pedro de Atacama. Era posible, entonces, suponer u n p o b l a m i e n t o c o n t e m p o r á n e o al Tiahuanaco Expansivo (Horizonte M e d i o ) , que los pocos fragmentos de cerámica analizados en otros lugares del Salado n o sugerían. Insistiendo en la problemática »agroalfarera« parecería importante observar la alfarería para detectar (o no) la presencia de los tipos »San Pedro« en río Salado. Se ofrecían varias posibilidades: 1) una incorporación de parte o de toda la zona de río Salado (en l o que se refiere a la cultura —o culturas— agroalfareras) al C o m p l e j o Cultural Agroalfarero San Pedro; 2) la existencia de influencias (o contactos) entre las culturas a estudiar con el C o m p l e j o de San Pedro, y 3) la ausencia total (o casi total) de contactos entre las dos zonas culturales. T a m b i é n el conjunto variado y a b u n d a n t e de restos agroalfareros permitía u n a reconstrucción científica más ambiciosa de la cultura material y espiritual de los habitantes de río Salado. Especialmente algunos tipos nuevos de restos (construcciones-nichos; petroglifos y pinturas; terrazas d e agricultores; sitios habitacionales) mostraban u n rostro cultural diferente al conocido, por ejemplo, en la zona de San Pedro de Atacama, en donde los restos f u n d a m e n t a l m e n t e procedían de tumbas, es decir, eran »selectivos«. C o n este c o n j u n t o de hipótesis q u e eran posibles por los antecedentes reunidos e n viajes nuestros —efectuados entre 1959 y 1964— se confeccionó el Proyecto A r q u e o l ó g i c o río Salado. C. Componentes queológica. y trabajos de la Misión Los integrantes del campamento N<? 2 también investigaron u n a m p l i o sector, que tenía c o m o límite E. la confluencia del río Salado con el río Caspana, y c o m o límite O., el sifón del agua potable (a 3 km. al O. del p u e b l o de A y q u i n a ) . Los primeros días transcurrieron recorriendo todo el sector señalado (más de 10 km. de largo por 4 km. de a n c h o ) . L u e g o de estos primeros reconocimientos se trabajó en levantar los artefactos que constituían los talleres líticos, en recoger los fragmentos d e cerámica en las terrazas d e agricultores y e n varios aleros, en dibujar la gran cantidad de conjuntos de petroglifos, en excavar parcialmente u n alero con pinturas rupestres, e n examinar las »construccionesnichos«, situados en las paredes del Cañón, etc. El trabajo de t o d o el gTupo 4 hizo posible conocer 4 talleres (con u n total de 3.000 artefactos) , 40 construcciones-nichos sobre 50 conjuntos de petroglifos, nuevas pinturas ru- Ar- Sumario general de yacimientos y restos arqueológicos. U n g e o m o r f ó l o g o (Inv. R . S a n t a n a ) , u n arqueólogo (quien escribe estas líneas) de la Universidad de Chile, dos ayudantes de arqueología (profs. M. Rivera y G. A m p u e r o ) , dos topógrafos (Srtas. S. Q u e v e d o y J. Palma) y cuatro estudiantes de arqueología, Srta. J. F. Beausire, Sres. I. Mascayano, dibujante, B. Subercaseaux, C. Urrejola; más dos estudiosos argentinos, profesor P. Sacchero y Srta. A. Ruiz, fueron los miembros de la Misión Arqueológica. En el mes de j u l i o se investigó horizontalmente parte de la extensa zona arqueoló- S E1 campamento N<? 1 de Confluencia fue dirigido por el prof. R. Santana y lo integraron el prof. M. Rivera (ayudante), las Srtas. J. Palma y S. Quevedo y los señores C. Urrejola y B. Subercaseaux. 'Componían el campamento N<? 2 el prof. P. Sacchero, las Srtas. A. Ruiz y J. F. Beausire y los Sres. G. Ampuero, J. Mascayano y quien escribe el presente informe. 82 Mario Orellana R. Informe de la primera fase del proyecto arqueológico R i o Salado pestres, amplios conjuntos de terrazas agrícolas, actualmente en desuso, y a veces, tapadas completamente por arbustos, etc. D. Agradecimientos. Antes de exponer, con cierto detalle, los conjuntos de restos arqueológicos levantados (restos líticos y alfareros), dibujados y fotografiados (terrazas de agricultores, petroglifos, etc.), deseamos agradecer al Ejército de Chile representado por el R e g i m i e n t o Motorizado N1? 15, de Calama, y m u y especialmente a su distinguido Comandante, Sr. Roberto V i a u x Marambio, y al Cuerpo de Carabineros, representado por su Director General, Sr. Vicente Huerta y por el Mayor de la Comisaría de Chuquicamata, Sr. Víctor Guzmán, y oficiales, por la importante ayuda otorgada. La Universidad de Chile de Antofagasta con su Director y demás miembros fueron muy amables y resolvieron los problemas más urgentes que se presentaron. La Dirección del Centro d e Estudios Antropológicos —es justo reconocerlo— estuvo siempre atenta a la preparación de la primera fase de trabajo y n o s alentó constantemente. Merece también especial m e n c i ó n el profesorado de la Escuela de Ayquina, encabezado por su Director, Sr. José Chacana, que nos prestaron desinteresada ayuda. Por último, los miembros de la Misión, argentinos y chilenos, hicieron posible, con su ejemplar trabajo, que la primera fase alcanzase los objetivos propuestos. II. O B S E R V A C I O N E S GEOMORFOLOGICAS Y P A L E O N T O L O G I C A S : Relaciones con los datos arqueológicos 5 . El río Salado se origina e n una zona de geysers, d e n o m i n a d o s del T a t i o , situados en una h o n d o n a d a crateriforme de unos 4 kilómetros de diámetro, a los pies del cordón a n d i n o que constituye el límite entre Chile y Bolivia. Corre hacia el N . y a la altura de los 69°13' longitud O. tuerce hacia el O. bajando por un gran p l a n o i n c l i n a d o de estructura volcánica con dirección S.O. A la altura de Chiu-Chiu, 69°39' longitud O. vacia sus aguas salobres en el río Loa. Antes de entregar sus aguas al Loa, más arriba de Ayquina, había recibido las aguas del río T o c o n c e y del Caspana. El río Salado tiene sus fuentes a una altura media de 5.000 m. s.n.m. y concluye por afluir en el Loa a una altura media de 2.500 m. s.n.m. Este solo dato de altitud nos señala una característica geomorfológica fundamental: la existencia de un sector de gran p l a n o inclinado que se encuentra a lo largo de toda la zona andina del departamento del Loa. El río Salado que tiene 80 km. de largo y 2.400 k m 2 de hoya hidrográfica, afluye en la margen E. del río Loa con u n o s 2.400 litros de agua por segundo, cantidad suficiente para descomponer parcialmente las aguas de este río. E n el río Salado se presentan dos regiones morfológicas: A) u n gran plano inclinado con estructura volcánica conforme, y B) un sector m i x t o de plano inclinado superior de terrazas inscritas. A) Dentro del »gran p l a n o inclinado« existe u n área de volcanismo terciario y d e rampa volcánica. Los materiales volcánicos (lavas riolíticas, dacítica, liparxticas, etc.) producidos por u n volcanismo de grieta, de edad Terciaria, se extendieron en el antipaís y fueron posteriormente afectados por u n movimiento general de flexura que generó una morfología simple de grandes planos inclinados en ios cuales se inscribieron, i n m e d i a t a m e n t e después, los ríos andinos tallando grandes gargantas (los »cañones«). Este es el caso del río Salado, el cual cortó en abrupto tajo la morfología plana de las »mesas«. El ejemp l o más notable de este e n c a j o n a m i e n t o lo tenemos en el puente del Diablo, a m e d i o c a m i n o entre Ayquina y Chiu-Chiu. El sector de Ayquina ofrece, justamente, una morfología de cañón, en d o n d e una cornisa superior, subvertical, se ha formado a expensas de la formación liparítica. En los planos de estratificación se observan cavidades (los aleros) que corresponden a segmentos o áreas de sedimentación floja o a sectores de escurrimiento de napas acuíferas. Otros se habrían formado por la erosión producida por las aguas corrientes en el m o m e n t o en q u e se produjo el encajonamiento de la vaguada. En la pared liparítica, cerca de la u n i ó n con la formación brechosa, se encuentran los conjuntos de petroglifos. Muchos ale- s La mayoría de los datos pertenecen al Informe Geomorfalógico del Inv. R. Santana (M. S.), 1966. Otros datos han sido obtenidos del Diccionario GeoCráfico de Chite, de L. Riso Patrón, 1924. 83 a n t r o p o l o g í a / publicación del Centro de Estudios Antropológicos En la gran morfología plana de las »mesas« al O. de Ayquina se encontraron 3 talleres líticos acerámicos. Raras veces se localizó material lítico dentro del cañón, y cuanto ocurrió fue cerca de antiguas »sendas« que permitían la bajada desde la »mesa«, al río. N o debe descartarse que algunos artefactos hayan caído por la acción de los elementos. B) En el »sector m i x t o de plano inclinado y terrazas inscritas« se combinan elementos estructurales volcánicos y una cubierta sedimentaria. En la confluencia del río Salado con el Loa se observa, en primer lugar, u n plano superior (meseta calcárea) aproximadamente a 40-50 m. sobre el lecho del río, que parece ser una simple prolongación morfológica de la rampa volcánica (Terraza i ( ? ) ) . Bajo este plano superior aparece una superficie extensa situada más o menos a 15 m., en algunos casos alcanza a 20 metros sobre el nivel del río, que posee una estructura sedimentaria detrítica levemente inclinada compuesta de Kieselguhr, arenas pumicíticas y conglomerados que son coronados por una capa caliza compacta. Esta caliza tiene un aspecto cariado en cavidades verticales rell e ñas de una arcilla de descomposición amari lio-verdoso. Los fragmentos tienen una sonoridad semejante a la del vidrio. En gran parte esta capa está erosionada por profundas cárcavas. Dentro de esta terraza (Terraza II (?)) e n 1960 encontramos un cuneiforme derecho de macroauquénido, que fue determinado por el paleontólogo profesor R. Pascual, del Museo de La Plata, Argentina (ver »Apéndice p a leontológico«). El geomorfólogo R . Santana localizó una serie de colmillos atribuidos, luego de una observación preliminar por el prof. H. Fuenzalida, a u n »equus curvidens«. Igualmente se detectaron materiales óseos sumamente frágiles, que en gran parte habían sido digeridos por las arenasj que correspondería a u n esqueleto de ave (no identificado). Finalmente, se encontraron materiales microfósiles que están en estudio 7 . El borde de esta terraza es fácilmente identificable en el terreno, ya que en ella se aloja un rosario de tumbas-nichos (son las tumbas hechas en abruptos de cárcavas): en esta terraza se encontró el Taller Lítico denominado Confluencia N9 1. A una altura aproximada de 5-8 m. sobre el lecho del río se encuentra una terraza fluvio-lacustre (Terraza m ( ? ) ) . Esta terraza nace aproximadamente unos 1.500 m. aguas arriba de la u n i ó n de los ríos. Su aparecimiento físico está acompañado de una discordancia de sedimentación (existe una capa blanca que sirve de referencia) : está coronada por una capa de color azul de estratificación concordante inclinada formada por capas finas. Posee microfósiles (diatomeas y caracoles) que están siendo estudiados. Bajo esta terraza se encuentra una pseudoterraza, lecho mayor (?) del río, que se inunda solamente bajo la acción de grandes crecidas (Terraza iv (?)) 8 . Las terrazas señaladas y la planicie mayor aparecen en el sector de La Laguna y en el de Confluencia, estando estos sectores separados por una pequeña garganta. Ambas zonas aterrazadas aparecen en el paisaje c o m o cuencas que alojan las terrazas que han sido mencionadas más arriba. Con relación a la evolución del relieve •Véase M. Orellana R. (obra citada, 1963) y G. Le Paige, Antiguas Culturas Atacameñas en la Cordillera Chilena U. C. V. 1959. T E1 micropaleontólogo Sr. R. Martínez, de la Escuela de Geología de la U. de Chile, efectúa los análisis. "La enumeración de las terrazas es tentativa. ros fueron habitados por el hombre y presentan restos de ocupación. En varios subsectores de Ayquina se observa un talud de escombros formado por materiales de destrucción de la cornisa que desciende en forma de grandes bloques y también fragmentos menores por simple »creeping«. Estos materiales forman un talud de 30° a 32° y son fácilmente identificables, ya que sobre ellos se encuentran construidas las terrazas de cultivos (ver foto N ? 1 ) . D e b a j o de la cornisa y a expensas de la formación brechosa, se han formado también algunos aleros: u n o de ellos, a 3 km. al E. de Ayquina, ofrece la particularidad de tener pinturas rupestres; el alero con estas pinturas conocidas ya por los especialistas 6 , fue parcialmente excavado. T a m b i é n en el límite de la formación liparítica con la brechosa, se encuentran construcciones, aprovechando cavidades naturales, que hemos denominado provisionalmente »nichos«. La altura del cañón en el sector d e Ayquina alcanza los 50 m. En el f o n d o del valle surge la »vega« en parte pantanosa debido al mal drenaje que posee el río. 84 hirió Orella»a r H Ji - Informe de la primera fase del proyecto arqueológico Río Salado FOTO Xtf 1 : .•jjjP «1 / » V» -tí .á- » ' j\> i" • w , a 11 t r o p o 1 o g í a / publicación del Centro de Estudios Antropológicos medad en la alta montaña permite crear una primera comunicación entre las cuen cas testimoniada por las brechas sediment-i lias y rodados pumicíticos que no pueden provenir sino de la erosión de las lavas pu micíticas de aguas arriba. En la evolución de estas cuencas parece constatarse la existencia de un régimen <fe humedad discontinuo que vuelve siempre a la aridez, a excepción del fondo de los valles en donde corre de manera casi continua en el tiempo geológico una cantidad de agua que ha permitido la fijación de algunos grujios humanos, primero con economía de caza y de recolección y posteriormente de agricultura. Los talleres Uticos que descubren la presencia de cazadores y recolectores se sitúan —como ya se ha expresado para el sector de Ayquina— en las »mesas«, es decir fuera del cañón mismo, pero cerca de él. En el sector atenazado de Confluencia se detectaron: el taller N^ 1 en la terraza n (15-20 m.) y el taller N? 2 en el plano superior (Terraza i?). (Téngase, sin embargo, presente la nota N<? 2 3 ) . La situación de ambos talleres, a diferentes alturas, libraba a sus ocupantes de imprevistas inundaciones de los ríos Loa y Salado. Los materiales agroalfareros, en el sector de Ayquina se encuentran tanto arriba (zona de Turi y Vegas de Ayquina) como en el cañón mismo. La terraza de 15-20 m. contiene gran cantidad de tumbas agroalfareras. En el sector ele Confluencia, la terraza de 5 M. (III) se caracteriza, también por los restos »agroalfareros« y líticos e igualmente en la pseudoterraza (la más baja) se encuentran abundantes materiales alfareros y agrícolas. podemos anotar que los elementos anteriores al cuaternario, corresponden fundamentalmente a las efusiones de lavas que llegan a la superficie, a través de grandes grietas, durante el Plioceno. Esta gran fase eruptiva terciaria es la explicación de la llegada de las riolitas y de la formación liparítica. Estas formaciones volcánicas, de fuerte potencia, son afectadas a fines del Terciario por un movimiento ascensional que afecta al bloque d? la Puna. Las formaciones volcánicas van a resultar suficientemente dúctiles para adaptarse a la deformación y se van a flectar, como una rodilla, generando una gran superficie estructural inclinada que caracteriza todo el piedemonte de la puna atacameña. A medida que se solevantaba el sector andino los ríos preexistentes se inscribían en los materiales volcánicos. Así se generaba toda una familia de formas sumamente abruptas que ahora conocemos con el nombre de cañones. En el sector inferior de esta rampa existía, al parecer, un sistema de cuencas tectónicas de mediana dimensión que formaban un rosario. La primera en lo que es hoy el eje del Loa serían La Laguna y la confluencia del Salado-Loa. Dos episodios principales caracterizan el Cuaternario: el volcanismo y la glaciación. A. El volcanismo. Las lavas del volcanismo cuaternario se escurren utilizando tanto la superficie de las mesas como las cavidades de los cañones. Sin embargo, su extensión está circunscrita al área de influencia del cráter y a la fluidez de la lava. Ellas se manifiestan en el terreno como una superficie tabular con un reborde abrupto cuando son basálticas y con un color claro sin forma definida cuando son pumicíticas. B. La 111. ESTUDIO DE LOS YACIMIENTOS Y MATERIALES ARQUEOLOGICOS glaciación. A. En esta región la glaciación compromete solamente las más altas cumbres. En la parte inferior la acción del cuaternario glacial sólo se manifiesta a través de aguas de fusión (y tal vez de precipitación) que se alojan en las cuencas cerradas que existían aguas abajo. Estas aguas se estancan y crean un medio lagunar donde prosperan las colonias de diatomeas que van a caracterizar gran parte de la sedimentación de esta región. LOS TALLERES UTICOS. En el área de estudio del campamento N1? 1 se detectaron varios talleres caracterizados fundamentalmente por sus artefactos líticos. I) Frente Chiu y en taller que por la Srta. al cementerio moderno de Chiulos alrededores se encuentra un fue recolectado principalmente I. Gómez. Los artefactos que se conservan »in situ« tanto al Sur como al Norte del cementerio no fueron levantados por la misión. La permanencia de las condiciones de hu- 86 Mario Orellana R. d arqueológico R í o Salado Informe de la primera fase del prc tantes cuadrículas. Por l o tanto, t o d o el yac i m i e n t o constituye u n a u n i d a d q u e n o ha sido destruido por cuadrículas artificiales. D e los 6.000 artefactos l e v a n t a d o s f u e r o n considerados instrumentos, q u e p o d í a n ser inc l u i d o s en diferentes tipos, alrededor del 30% d e los materiales (1.800 i n s t r u m e n t o s ) . El resto del material f u e considerado atípico, a u n q u e m u c h a s laminillas y l á m i n a s poseían retoques. Es decir u n criterio m e n o s estricto habría, sin dudas, considerado c o m o tipológico alrededor del 50% d e t o d o el c o n j u n t o lítico. Los tipos más característicos d e este taller son los siguientes: II) A l lado Oeste del río L o a a 1 Km. al Sur de Chiu-Chiu en el descenso suave de la terraza de 15 metros, y detrás d e u n a casa actualmente o c u p a d a por pastores se localizó u n taller lítico. Este taller c o m o otros situados en los alrededores n o se levantaron. III) U n o de los principales talleres estudiados por la m i s i ó n se descubrió en la bajada de la terraza n, al Oeste del rio Salado, a u n o s 400 m. de la u n i ó n de los ríos Salado y Loa. La terraza II se levanta a q u í aislada formand o u n cerrito o m o n t í c u l o . L a parte más alta d e este cerrito supera los 15 metros, alcanzando a p r o x i m a d a m e n t e 18 metros. E n el sector E. del cerrito m i r a n d o al río Salado se encontró el taller. Es posible señalar q u e el sitio en d o n d e se u b i c ó el taller (Confluencia N 9 1) sea el sitio original, ya q u e él d e b i ó permitir a sus ocupantes defenderse del viento. a. Tipos de Puntas de Proyectiles. P r e d o m i n a la p u n t a T i p o 5 (hoja d e laurel y d e sauce) detectado p o r nosotros 9 e n los y a c i m i e n t o s precordilleranos del departamento d e l Loa. D e n t r o de este t i p o se observan e n los materiales del río Salado las siguientes características: la mayoría de las p u n t a s tien e l i m b o aserrado, sus bordes son curvos t e r m i n a n d o en p u n t a aguzada; su base term i n a e n forma redondeada; sin embargo, alg u n o s ejemplares tienen base semirrecta. Alg u n o s d e estos instrumentos t i e n e n sección p l a n o convexa, sin embargo p r e d o m i n a la lenticular. En la sección m e d i a d e la ladera del montículo, j u n t o al taller en superficie, se ubicaron algunos fogones. T a m b i é n e n la parte superior, i n m e d i a t a m e n t e b a j o la planicie, se encontró u n alero casi c o m p l e t a m e n t e tapado por arena y trozos d e piedra provenientes d e la cornisa superior q u e hacía las veces de techo. El alero tenía e n u n a parte q u e se mid i ó 3 metros de p r o f u n d i d a d . Cerca de este alero se encontraron restos d e cerámica y de tejido (Cuadrícula A - 8 ) . La inspección del taller mostró q u e se trataba de un y a c i m i e n t o c o n a b u n d a n t e material d e lascas finas, láminas, laminillas retocadas f i n a m e n t e e i n s t r u m e n t o s altamente especializados (perforadores, pseudoburiles, puntas de proyectiles), etc. Este material lítico estaba esparcido p r i n c i p a l m e n t e en u n a zona de 50 metros d e largo p o r 30-40 m. de ancho. Esta concentración fue l e v a n t a d a m e d i a n t e el sistema d e cuadrículas. P r i m e r a m e n t e los topógrafos efectuaron el l e v a n t a m i e n t o y dividieron toda el área a estudiar e n cuadrículas d e 4 metros X 4 metros (excepto la cuadrícula A-I, q u e tenía 4 X 5 m.) D e Oeste a Este las cuadrículas f u e r o n n o m i n a d a s con letras mayúsculas (A-H) y Sur a N o r t e por números (1-8). La m a y o r recolección se efectuó e n la parte superior, cuadrículas A-B y C, y n ú m e r o s 2 a 8 (véase l e v a n t a m i e n t o topográfico) . El t a m a ñ o de estas p u n t a s varía entre 4 y 8 cm. de largo. L a técnica, e n algunos ejemplares, muestra q u e a partir d e u n n ú c l e o prismático se h a n o b t e n i d o láminas d e sección r o m b o i d a l , las q u e h a n sido trabajadas por r e t o q u e a presión, las huellas de los sacados son alarg a d o s y paralelos. Otros ejemplares, e n cambio, h a n sido hechos de lascas, q u e n o perm i t e n averiguar la técnica d e separación del núcleo, y el r e t o q u e es semiabrupto. D e n t r o d e las p u n t a s n o aparecen ejemplares con pedúnculos. b. Tipos de instrumentos con puntas. pseudomicrolíticos L o q u e caracteriza a este taller e n c u a n t o a instrumentos-herramientas, son los miles d e herramientas c o n p u n t a s cortas y largas. Se trata ele u n material a l t a m e n t e especializado d e t a m a ñ o reducido, pseudomicrolítico. Este Las cuadrículas c o n m a y o r cantidad d e artefactos f u e r o n B-5, B-6 (1.650 artefactos). Los materiales d e estas dos cuadrículas n o ofrecen diferencias con los otros d e las res- »M. Orellana y J. Kaltwasser (1964), Las Industrias Líticas del Departamento del Loa (Revista Antropología. A ñ o II, Vol. II, No 2, 2« semestre). 87 a n t r o p o l o g í a / publicación del Centro de Estudios Antropológicos LAMINA N? 1 „ „ Mario Orellana n. terial h a b í a Informe de la primera fase del proyecto arqueológico R í o Salado sido, P - ^ e n t e dan la impresión de ser raspadores, tanto de lado c o m o de punta. Su tamaño varía, sobre todo, porque los ejemplares n o están completos: generalmente tienen 3 a 4 centímetros de largo. Varias m a n o s y »molinos« fueron encontrados en el taller. Otros artefactos d a n la impresión de ser machacadores. Impresiona la gran cantidad de láminas y laminillas que fueron levantadas. A l g u n o s núcleos poliédricos fueron t a m b i é n recogidos. Los artefactos fueron hechos especialmente de rocas silíceas y lavas silicificadas, de colores claros, que van desde el blanco con ligero tinte café amarillento a crema. T a m b i é n se encuentran materiales hechos a partir de traquita silicificada, basalto, andesita, aplita granítica y diorita cuarcífera 1 1 . Los fragmentos de cerámica encontrados cerca del alero en la cuadrícula A-8 están m u y erosionados; sin embargo, se distinguen, sin lugar a dudas, 2 fragmentos del T i p o San Pedro N e g r o P u l i d o (negro-plomizo). Se trata de dos fragmentos de paredes delgadas con antiplástico f i n o (se observan partículas de m i c a s ) . detectado ma r ^ i n C h i u , p o r I . CrOmez . en P r o d o r i a m e n t e p r e s e n t a m o s l o s s i g m e n t e s „pos: r , ^ 1• d e l >P° n forma piramidal, grueso, individualizado. b i e n E^ws^i'nstrumerftos tienen sección triangular retoque es generalmente f i n o y cubre S o el cuerpo- El largo varía entre 2 y 3 centímetros. , Tipo T a m b i é n de forma piramidal, aunque eñ algunos ejemplares la característica e la punta aguzada y larga que le da al instrumento un largo de 3,5 cm. Se trata de un tipo más esbelto, menos grueso y con sección triangular alta y baja. Tipo 3: De cuerpo alargado y las menos veces triangular, que termina en una punta también alargada. Estos instrumentos fueron hechos, sin lugar a dudas, de laminillas desprendidas de núcleos poliédricos: en el cuerpo de la herramienta se conservan las huellas de la lámina o laminilla. Algunas de las puntas están trabajadas por todos sus lados y caras, en cambio, la mayoría de ellas lo está por su cara superior y sus lados, y n o por la cara inferior. El largo de este tipo varía entre los 2 y 4 centímetros. La sección es romboidal, a veces plano-convexa y m u y pocas veces triangular baja. IV) E n la mesa aterrazada de aproximadam e n t e 40 metros, al Oeste del río Loa, a 300 m. pasada la confluencia con el río Salado se encontró u n taller lítico (Confluencia N9 2). Este taller tiene alrededor d e 40 metros de largo (de N o r t e a Sur) y unos 25 m. de a n c h o (de Oeste a Este). Los materiales se presentan sin interrupciones, y los límites del taller están bien definidos. Se trata, por lo tanto, de una concentración lítica homogénea, que n o presenta microconcentraciones. Tipo 4: De forma rectangular y a veces triangular, con la característica fundamental de tener la punta a u n l a d o dejando una especie de muesca, en el otro: ocurre que el cuerpo entero n o termina en la punta aguzada y larga, sino que la p u n t a se forma en u n lado, formándose en el otro una especie de hombro. La punta, en algunos casos, está trabajada por todas sus caras, en la mayoría n o está trabajada la cara inferior. El largo varía de los 2 a 3,5 centímetros. La sección es romboidal. La función de este c o n j u n t o de instrumentos de puntas largas y cortas n o es conocida; sin embargo, es posible que hayan servido para perforar, taladrar, picotear, grabar, etc. c. Otros Se levantaron alrededor de 3.000 artefactos, la recolección fue completa y n o se cuadriculó. A l centro del taller se observan varias depresiones m u y próximas unas a otras de aprox i m a d a m e n t e 30 cm. de profundidad. Las formas de estas depresiones varían desde circular a longitudinal, con diámetros aproximados de 2 m . y largos que f l u c t ú a n entre 2 y 4 metros. Sus bordes o límites sobresalen escasamente sobre el nivel natural d e la superficie de la mesa. D e n t r o de estas depresiones se levantaron también artefactos líticos. Parece posible que se trate de antiguos restos habitacionales. Entre el material distinguimos: materiales. Son abundantes los artefactos que presentan forma alargada, que poseen 3 caras, con sección triangular alta, retocada en sus aristas y que están quebradas, algunos terminan en una especie de punta. Los artefactos completos MI Gómez n E l análisis fue hecho por el geólogo Augusto Schultz O., del Instituto de Geogratía de la U. de Chile. (1964), ob. citada, véase Lámina 3. 89 X 8Óff<Z¿/£2. M. 90 r Informe de la primera fase del proyecto arqueológico Río Salado FOTO No 2 91 a n t r o p o l o g í a / publicación del Centro de Estudios Antropológicos FOTO N<> 3 92 diario Orellana R. Informe Mario Orel!ana R. <" de la primera fase del proyecto arqueológico R í o Salado FOTO N? 4 a n t r o p o l o g í a / publicación del Centro de Estudios Antropológicos A) Tipos de puntas de proyectiles 1 y 2, y Fotos N.os 2 y 4 ) . a. Tipos T i p o 4 1 5 o triangular con base escotada. 3) Tip o 7 1 6 u oval. Los ejemplares estudiados son pequeños, con u n largo de 3,2 centímetros v podrían ser considerados un subtipo del N"? 7. (ver Láms. pedunculados. B) Otros Llama la atención la presencia numerosa de los tipos pedunculados, que n o se presentaban en el taller Confluencia N<? 1. Estas puntas con p e d ú n c u l o pertenecen a los siguientes tipos: 1) Tipo i>12: de forma oblonga con ped ú n c u l o grande e insinuado por angostamiento de la base. Los bordes del instrumento son casi rectos y paralelos, convergiendo hacia la punta. T o d o el limbo e incluso el pedúnculo, es aserrado. La sección es lenticular alta. La técnica a presión es delicada y paralela. 2) Tipo 1: también llamada tetragonal 1 3 . El n ú m e r o de ejemplares es escaso. 3) T i p o pedunculado grande con notable diferenciación entre cuerpo y pedúnculo. Pertenecen a este tipo nuevo piezas de 6 a 8 cm, de largo. En algunos casos, se ha hecho expresamente un estrechamiento en los dos bordes basales, creando dos hombros. La técnica de presión es relativamente fina. La sección de los artefactos es lenticular (baja y alta). Podría considerarse este tipo un subtipo del T i p o 3 detectado anteriormente, ya que la forma del instrumento es bastante parecida: la diferencia mayor se encontraría en la discontinuidad de los bordes del cuerpo con los del pedúnctdo y la formación de hombros. 4) T i p o p e d u n c u l a d o de tamaño medio con cuerpo aproximadamente triangular isósceles (alargado) que terminan en punta aguzada y p e d ú n c u l o algo estrecho y alargado (aproximadamente el p e d ú n c u l o ocupa más de í/g d e la pieza total). U n o de los ejemplares de obsidiana posee una acanaladura muy bien hecha en el pedúnculo. b. Tipos Lám. 1) . no pedunculados tipos de instrumentos. En primer lugar, tenemos u n c o n j u n t o de cuchillos (con bisel bifacial y formando ángulo muy cerrado, inferior a los 4 5 ° ) , de formas irregulares y de tamaños diferentes. Los diferentes tipos de raspadores (circulares, de morro, laterales, de muesca, etc.) son abundantes y conjuntamente con algunas raederas, más los cuchillos señalados, muestran que estamos frente a un conjunto típico de instrumentos-herramientas que servían para cortar, raer y raspar (ver Lám. 2 y Foto N"? 4). El taller ofrece también grandes núcleos y lascas de t a m a ñ o intermedio que permiten suponer que las técnicas de percusión (directa e indirecta) han sido frecuentemente utilizadas. Sin - embargo, lo anterior no significa que otras técnicas (como la b i p o l a r ) , a veces, n o hayan sido utilizadas. Igualmente se encuentra un número no despreciable de láminas, con escasos retoques. J u n t o al material enumerado se encontraron percutores, manos y morteros, que hacen pensar en economías propias de recolectores. Fueron, por último, encontradas varias cuentas pequeñas hechas en rocas silíceas (ver Foto N<? 3 ) . La materia prima está compuesta de rocas ."•¡Uceas y lascas silicificadas, aunque, también, se encuentran obsidiana, basalto y otros tipos de piedras. Para terminar con la presentación general de los yacimientos de confluencia señalemos, antes de pasar a los encontrados en el sector de Ayquina, que los dos talleres (y habitat (?)) presentan diferencias m u y claras,) que analizaremos, en detalle, en las conclusiones. Aquí mencionaremos sólo dos características del taller de Confluencia N<? 2: n o poseen i n g ú n instrumental p e q u e ñ o (pseuclomicrol í t i c o ) , especializado c o m o el que se encuentra en el taller de Confluencia N<? 1 y en relación a los tipos de puntas tiene, entre otras, gran cantidad de puntas pedunculadas, que en el taller de Confluencia N ? 1 n o fueron detectadas. (ver Foto 3 y D e n t r o de estos tipos encontramos: 1) T i p o 5 1 4 que puede ser subdividido, según los ejemplares que trabajamos, en un subtipo piriforme y otro lauriforme, algo alargado. 2) "Véase Orellana-Kaltwasser (1964) , ob. cit., Lámina ii, figs. 1, 2 y 3. "Véase Orellana-Kaltwasser (1964) , ob. cit., Lámina i, figs. 1 y 2. 1 »Véase Orellana-Kaltwasser (1964), Lámina ni, figs. 5 y 9. ls Véase fig. 7. '"Véase fig. 4. 94 Orellana-Kaltwasser (1964), Lámina Orellana-Kaltwasser (1964), Lámina H. ¡o O relian a R- V) Talleres Informe de la primera fase del proyecto arqueológico Río Salado del sector de principal papel; se encuentran núcleos, raspadores, raederas, lascas grandes y gruesas, etc. Junto a lo anterior se individualiza un c o n j u n t o (menor en tamaño y cantidad) de artefactos que generalmente también han sido hechos por técnicas de percusión, pero que, en algunos casos presentan una técnica más fina (presión?) ; especialmente se trata de un conjunto de puntas, cuchillos y raspadores. Ayquina. En el sector del c a m p a m e n t o N ? 2 se locilizaron 3 talleres líticos: dos en el subsector de Ay<]uina-Sifón, al S.E. del río y, un tercero, el más grande e importante, en el mismo subsector, pero al N . O . del río. Estos talleres se encontraron tanto al Noroeste como al Sureste del ¡Salado, más o menos a 100 metros de la orilla de la planicie alta que se precipita al Salado en la gran planicie denominada »mesa«, que tiene con relación al f o n d o del cañón del Salado una altura de 50 m. Los dos talleres situados al S.E. son reducidos (uno tiene 350 y el otro 530 ejemplares) . El taller situado al N.O., en cambio, presenta un número importante de artefactos (alrededor de 2.000 piezas). A este taller lo denominamos »Taller Lítico de Ayquina N'? 1« y a los dos situados al S.E. »Taller Lítico de Ayquina N ? 2«, d e b i d o a que no presentan diferencias entre sí (aunque están separados v bien delimitados). El Taller N<? 1 se encuentra junto a un antiguo sendero (ver Foto 5) y alrededor de un círculo de piedras que presentan las características de un refugio (»paradero de viento«) ; también más al N.E. hay otros círculos de piedras (ver levantamiento topográfico) . La extensión del taller es de alrededor de 30 m. de largo (Norte a Sur) y 25 m. de ancho (Este a Oeste) . Parece probable que los refugios o paraderos no se relacionen con el taller, ya que dentro de ellos, y especialmente en el círculo que está dentro del taller, se encontró cerámica (10 fragmentos), de los cuales 2 pertenecen al tipo San Pedro Negro Pulido. También más al Norte, a 120 metros, se encontraron escasos 6 fragmentos, pintados con dibujo lineal vertical paralelo, y con zonas separadas de colores; el antiplástico es semifino y las paredes, de la parte basa] de tiesto, son gruesas, adelgazándose en la parte superior. Los fragmentos parecen pertenecer a un tipo Inca local, el tiesto parece ser de forma globular con cuello que termina en bordes abiertos. A primera vista y considerando sólo el aspecto tipológico, se podría intentar una separación entre estos dos conjuntos de artefactos, llegando a considerarlos c o m o pertenecientes a dos tiempos culturales y cronológicos diferentes. Sin embargo, debe tomarse en cuenta que el taller se presentaba sin subdivisiones internas, sin acumulaciones de materiales en subgrupos, y que, por lo tanto, l i continuidad y la homogeneidad de distribución de los artefactos eran las dos características fundamentales. Los tipos que preliminarmente individualizamos son: a. Tipos Lám. 3 ) . de puntas de proyectiles (ver En primer lugar se encuentra una serie importante de instrumentos que p u e d e n ser situados dentro del tipo 5 de puntas detectadas para la zona del Departamento de El Loa 1 7 ; tipo que ha sido también d e n o m i n a d o »hoja de laurel y de sauce«. Encontramos, por supuesto, variaciones, que n o permiten la creación de nuevos tipos, pero que p u e d e n servir para crear subtipos. Así observamos que: 1) varios instrumentos son de doble p u n t a y con trabajo en sus dos caras, un largo que oscila entre los 4 y 6 centímetros; el l i m b o es aserrado. Algunas escasas puntas tienen 8 centímetros, recordando las puntas que se encuentran en Ghatchi 1 8 . La sección es lenticular alta. 2) Otras puntas tienen base redondeada, tendiendo el instrumento a la forma piriforme. El largo es de a p r o x i m a d a m e n t e 4 a 5 centímetros; la sección también es lenticular alta. 3) Se encuentra un grupo de puntas trabajadas en una sola cara con sección planoconvexa. El contorno (o limbo) es, en algunos casos, aserrado. El material lítico del taller NT|? 1 presenta una primera característica (que también se encuentra, aunque en forma menos clara, en el taller N<? 2) ; la gran mayoría de los artefactos son grandes, de confección burda, en donde la técnica de percusión ha jugado el 17 Véase Orellana-Kaltwasser (1964) , ob. citada. "Véase Orellana (1962) , Descripción Uticos de Ghatchi, figuras 1, 2 y 3. 95 de Artefactos a n t r o p o l o g í a / publicación del Centro de Estudios Antropológicos O H O 96 Mario O re llana r Informe de la primera fase del proyecto arqueológico Río Salado L A M I N A N9 3 97 a n t r o p o l o g í a / publicación del Centro de Estudios Antropológicos LAMINA N? 4 F.CAIUUA» 98 \lario Orellana k Otros R. Informe de la primera fase del proyecto arqueológico R í o Salado L o s raspadores (laterales, de morro) y las raederas (sencilla, recta y d o b l e convergente) , también son frecuentes. E n general el taller presenta dos conjuntos d e instrumentos: u n o s de tamaño más reducido, en donde se encuentran las puntas y el otro con artefactos más grandes, que se caracteriza por sus núcleos y lascas (con algunas l á m i n a s ) . Llam a n la atención las lascas triangulares y algunos núcleos que tienen forma de toscas »hachas de mano«. Sin embargo, fuera de esta diferencia de tamaño, nada más invita a diferenciar los dos conjuntos. instrumentos. La variedad de raspadores es importante: algunos ejemplares están extraordinariamente bien trabajados. T a m b i é n se encuentran algunas raederas. Los cuchillos, algunos trabajados con técnica de presión, c o m p l e t a n el conjunto de instrumentos que sirven para cortar, raer y raspar. Algunos artefactos son piezas únicas que merecen destacarse (ver L á m . N<? 4 ) . 1) Gran instrumento e n forma de pirámide triangular, alargado, terminado en punta, trabajado con técnica de percusión y de sección triangular alta. T i e n e 14 centímetros de largo por 4 cm. de ancho e n su parte basal, y 3,5 cm. de alto. Parece ser u n instrumento que sirve para excavar (especie de »cuña* o »pico«). La materia prima tanto del taller N 9 1 c o m o d e l N ? 2 es principalmente de basalto, existiendo, también, otras rocas c o m o lavas silicificadas, etc. B. ESTRUCTURAS. En la zona del C a m p a m e n t o N<? 1 se ubicaron en abruptos de cárcavas de la Terraza n (15-20 metros) una serie de construcciones que provisionalmente deben ser divididas en dos tipos: 2) Gran »punta d e lanza«, trabajada por una cara y parcialmente por la otra, en donde conserva parte de su corteza. T i e n e exactamente forma de una almendra. Su largo es de 10,5 centímetros por 5,5 de ancho, y 3 centímetros de alto; la sección es plano-convexa. a) »Construcciones-nichos«. b) » T u m b a s en abruptos de cárcavas«. Las »construcciones-nichos« son concavidades d e aproximadamente 1,70 X 2,50 mts. y de altura 1,30 mts. con una entrada rectangular y a veces cuadrada, de aproximadamente 0,40 X 0,30 cm. Esta entrada está enmarcada c o n sillares de piedra bastante bien terminados; se tapaba igualmente c o n u n a piedra rectangular bien trabajada. A su alrededor hay fragmentos de cerámica y en el interior, a veces, restos de mazorcas de maíz. N o se encuentran restos óseos humanos. 3) Gran instrumento d e forma triangular, trabajado especialmente e n u n a cara, con sacados paralelos y abruptos que constituyen en los dos bordes de la cara biseles bien identificables. T i e n e 10,5 centímetros de largo, por 8 centímetros de a n c h o basal, y 2 centímetros de alto; su sección es lentibular baja. Los núcleos (en gran cantidad) presentan huellas claras de sacados de lascas y láminas; algunos de ellos tienen forma poliédrica (muy diferente a los encontrados en T a l l e r Confluencia N ? 1, q u e son de t a m a ñ o r e d u c i d o ) . Los grandes núcleos lasqueados y las lascas espesas, algunas retocadas e n sus bordes, fueron trabajadas principalmente por técnicas de percusión, siendo posible, además, el uso de la técnica de »yunque dormido« y, en escasos ejemplares, las de preparación de núcleo y el uso de percusión indirecta. Este tipo de estructura fue estudiada también e n el sector de Ayquina. Las tumbas-nichos son cavidades hechas en los abruptos de la Terraza n, q u e a veces, t a m b i é n tienen una abertura enmarcada por sillares de piedras, pero q u e generalmente h a n sido confeccionadas sin mayores terminaciones. Su n ú m e r o es grande en todo este sector y lamentablemente h a n sido abiertas y saqueadas. Muchas veces en el piso de la Terraza n y sobre la tumba se descubre u n círculo d e piedra o una depresión circular que muestra la entrada de la tumba. Las dos entradas muestran que, posiblemente, estas cavidades h a n sido reutilizadas, ya que la abertura p e q u e ñ a (en algunos casos de 0,30 X 0,30 cm.) n o permite el paso de nadie; así quedaría la posibilidad de haber servido de El taller N<? 2, q u e f u e cuadriculado, presenta algunos materiales q u e p u e d e n ser asignados a tipos ya conocidos e n el departamento de El Loa; instrumentos de puntas de los tipos N ° 1 (tetragonal), N<? 5 (sauce), N ? 7 (oval) i». "Véase Orellana-Kaltwasser LAS (1964), ob. citada. 99 100 Mario Orellana R. Informe de la primera fase del proyecto arqueológico Río Salado a n t r o p o l o g í a / publicación del Centro de Estudios Antropológicos \lario Orellana R. Informe de la primera fase del proyecto arqueológico Río Salado f) en algunos casos se p u d o observar fuera de la estructura una especie de terraza construida sobre el talud, conformada por sillares calzados, recubierto por un piso de pedreg u l l o de arrastre; entrada a un silo. Varios esqueletos destruidos, fragmentados, mostraban que estas construcciones fueron tumbas. Se trataría, entonces, de un cementerio c o n un tipo especial de tumbas que no era conocido científicamente hasta el momento. Con relación a cementerios se puede decir que en la terraza III (de 5 a 8 metros, al N.E. de la terraza n, que contiene el taller lítico N1? 1), se sitúa un posible cementerio con entierros en la tierra; en la superficie de esta parte de la terraza m que tiene u n o s 80 mts. de Norte a Sur y unos 200 de Este a Oeste, se encuentran restos líticos (núcleos, puntas de proyectiles, azadas, instrumentos microlíticos de puntas, morteros, cerámica utilitaria). En el sector Ayquina se efectuó un análisis de las estructuras situadas en las paredes del cañón del Salado 2 0 . Con excepción de una sola estructura, que es la que se encuentra en el alero de las pinturas, todas las demás se encuentran ubicadas en la cornisa que forma la brecha compacta con la pared liparítica, o bien en las cavidades de la brecha compacta, al borde del talud. En mayor proporción, las estructuras se encuentran en la cornisa y en la pared sur. Se han contado en el sector Ayquina-Sifón pared sur 35 estructuras contra 4 de la pared norte. En las cercanías de las bocas de algunas estructuras se recogió material cerámico del tipo »San Pedro Rojo-Violáceo«, pero no se ha encontrado material lítico. Además, en muchos casos en el interior de la estructura se observaron elementos modernos intrusivos (muchas de las estructuras se encontraban violentadas). En todos los casos, la estructura está compuesta de los siguientes elementos: (ver Lám. N<? 5 y Fotos N . o s 6 y 7 ) . g) en buena parte de las estructuras se encuentran divisiones internas formadas por lajas colocadas de canto con formas distintas, en herraduras, semicirculares, cuadrangulares, etc. h) en menor escala, las estructuras se encuentran tapizadas por un piso de laja sin argamasa. Si bien no tienen una forma definida, la planta del interior de las estructuras se acerca a la forma elíptica, la altura por lo general es baja, alrededor de 1,30 término medio. En algunos casos se ha excavado el piso de tal lorma que una persona puede permanecer de pie. La entrada se cerraba por una laja cuadrangular que se ajustaba muy bien a la forma de la abertura. En un caso estaba sellada la laja al marco, por medio de una argamasa muy compacta. Existen 2 tipos de argamasa: a) una de color marrón claro y otra gris. La de tipo claro es más abundante que la otra, pues en general se presenta como remiendos y sello de la estructura, por lo que consideramos provisoriamente que la argamasa clara es anterior a la oscura. En la composición de la argamasa obscura se observó gran cantidad de ceniza, en algunos casos pequeños trozos de carbón e inclusive fragmentos de cerámica. C. Estructuras y Lám. 6) . a) una cavidad o p e q u e ñ o alero naturalmente hecho; atenazadas (ver Fotos 8 y 9 Se estudiaron las situadas en el sector Ayquina-Sifón en la margen Norte del río Salado sobre el talud de escombros. I)) una pared de sillares sobre el trente de piedra, por lo general, liparítico. Estructura N ? 3 21 . Se presenta c o m o terrazas de cultivo, sin embargo, el talud es muy pronunciado tal vez por la cantidad de sedimentos. Medidas globales 35 a 40 mts. de largo por 25 a 30 mts. de alto. En la parte superior, es decir, donde comienza el talud (que coincide con el inicio de la brecha) se encuentra una cavidad semidestruida cons- c) una abertura enmarcada con piedras lajas de m e d i a n o tamaño que en algunos casos se parecen a una mesa. d) revestimiento interior de piedra laja; e) la existencia de una especie de argamasa como elemento de u n i ó n de los sillares. ""El estudio preliminar de campo lo efectuó el investigador argentino Pablo Sacchero, de la Universidad de San Juan. 21 Las estructuras atenazadas N.os 1 y 2 son modernas y son las más cercanas al pueblo de Ayquina. IOS \lario Orellana R. Informe de la primera fase del proyecto arqueológico Río Salado que tienen la característica de que la pared de contención está compuesta por una laja colocada de canto. Su extensión aproximada es de 40 m., su ancho de 20 m. y el andén de 1,70 m. Se encuentra muy poca cerámica. Se notan las hijuelas perpendiculares a los andenes. triiida con una pared frontal debajo del nivel del acarreo actual de forma subelíptica; la paite más redondeada se encuentra orientada hacia el oeste mientras que mirando hacia e l Este termina casi en una punta. Se aprovechó un alero de la capa para que sirviera de techo y de pared posterior. Esta pared posterior llega a media altura de la cavidad mientras que el resto de la pared se encuentra en la capa de conglomerado que posiblemente haya sido arreglada para dar más lugar a la cavidad. En la pared frontal los sillares se encuentran unidos con una especie de argamasa muy friable del m i s m o color del sedimento exterior, sin embargo, en un p u n t o superior de la pared se encuentra argamasa (mezcla de arena, ceniza y c a r b ó n ) . En el interior se encuentran fragmentos de lajas, restos de argamasa, algunas hojas de carrizo, algunas plumas de gallina, pequeños tallos vegetales, dos quiscos pequeños y un hueso de animal compuesto de un hueso largo y dos dedos con 3 falanges. En la pared posterior hay u n pequeño nicho compuesto de dos cuerpos con las siguientes medidas: 47 cm. de largo, 30 cm. de ancho, 55 cm. de alto el l.er cuerpo, y 20 cm. de alto el 2"? cuerpo, n o se observan rastros de fuego ni cenizas en el exterior. Estructura Se encuentra a continuación de la 4, se trata de 15 andenes y son en un todo similares a la estructura 3 con la única diferencia de que en este caso la pared de contención es más baja. Se h a n aprovechado modernamente los aleros que se encuentran en la capa brechosa densa c o m o canales. En el extremo Oriente entre la capa de liparita y el conglomerado brechoso se encuentra un »nicho«. Estructura 6. Esta estructura tiene una longitud de alrededor de 250 mts. y en un principio pertenecía a una sola unidad mientras que hoy, por el trabajo de erosión parecería dividida en tres secciones. En este sistema de terrazas se pueden apreciar .tres tipos de muros de contención: altos (mayor de 1 m t . ) , medianos (0,50 rat.) y pequeños (compuestos de una sola laja) . La altura de la pared de contención parecería a primera vista que no responde a un cambio de técnica de construcción, lo cual podría dar indicios de épocas distintas, sino a una relación directa de la inclinación del talud. Se puede observar 6 niveles de terrazas de cultivo, los muros de contención tienen una altura que oscila entre 1 m. y 1,70 m. La construcción de las paredes como asimismo en fisonomía n o varían con las terrazas de cultivo actuales. El acarreo cjue los cubre proviene del material que se encuentre en la »mesa« en gran parte y de bloques de la cornisa brechosa en m e n o r grado. Los muros de contención construidos con argamasa presentan una coloración clara, lo cual nos da la idea de una ruptura relativamente moderna. La cerámica m u y escasa se encuentra en la superficie en su mayoría en las terrazas bajas, pero consideramos que fue arrastrada de las partes altas a los planos más horizontales que caracterizan la parte baja. N o se encontró ningún material lítico cultural. Sintetizando: cuanto más p r o n u n c i a d o es el talud, más altas son las paredes de contención. Reforzaría este argumento el hecho de que las hijuelas que van perpendiculares a los andenes son, en todos los casos, del m i s m o tipo, es decir, dos hileras de lajas colocadas de canto. E n el caso particular de esta estructura, la erosión ha destruido los andenes cubriendo en parte totalmente los andenes bajos. La erosión se ha producido por la caída de a b u n d a n t e agua desde la mesa y en el centro de la estructura se ha originado una especie de torrentera que ha cortado (es muy visible) los andenes. Ratifica esta afirmación (la caída de agua desde la mesa) el hecho de que la cornisa ele la brecha compacta q u e d ó sepultada bajo el material acarreado. Se pueden observar las hijuelas que conducen el agua cortando perpendicularmente las terrazas. Sobre el costado Este y a la altura de la cornisa se encuentra un »nicho«. Estructura 5. 4. Se encuentra en las cercanías de la 3 y se tr ata de una serie de 4 a 5 terrazas de cultivo 105 106 \larioOrellana Estructuras R. Informe de la primera fase del proyecto arqueológico Río Salado 7 y 8. pacta sobre la cual se encuentran bloques de piedra. Al Oeste de Ayquina, frente a la terraza N<? 6 de la pared norte, se encuentra un alineamiento semejante al último descrito, el cual aparentemente no cumple ninguna función. Suponemos que el alineamiento correspondía al muro de contención de la terraza más elevada que por ser baja está construida por una sola laja puesta de canto. Los andenes inmediatamente inferiores fueron destruidos por una avenida del río como lo puede atestiguar la gran cantidad de canto rodeado que actualmente existe. Algunos metros más hacia el Oeste se encuentra el mismo tipo de alineamiento pero en este caso se nota una terraza sobre la hilera de piedras grandes. Semejantes a las anteriores. Estructura 9. Se halla ubicada en el sitio donde existe la calzada que conduce a la mesa en el sector denominado »gorro frigio«. Se trata de una estructura muy destruida de unos 80 mts. en la que aparecen los muros de contención en forma aislada debido a la gran erosión y derrumbes. El muro tiene la particularidad de estar constituido por una gran cantidad de piedras bajas. Los andenes han desaparecido. Inmediatamente al borde superior de la cornisa en la pared de liparita a 30 mts. al Oeste de la calzada existe un grupo de petroglifos. Este mismo sistema se prolonga hasta el frente mismo del alero con pinturas. Estructura C. (ver Láms. N.os 7-8-9-10) En el sector de Ayquina, en las paredes o en los trozos de pared desprendidos de formación liparítica del cañón del río Salado, tanto al S.O. como al N.E., se dibujaron y fotografiaron varias docenas de conjuntos de petroglifos y algunas pinturas. Solamente en el Subsector Ayquina-Sifón, pared Norte, se descubrieron, en la mayoría de los casos, 31 conjuntos de petroglifos. En la pared Sur, en cambio, se individualizaron 10 conjuntos, incluyendo uno de pinturas. En el subsector de Ayquina-Caspana y especialmente en la unión ele los ríos Salado y Caspana se iniciaron los estudios de gran cantidad de conjuntos de petroglifos y pinturas. En el presente informe presentamos algunos ejemplos de estos conjuntos; insistiendo sólo en algunos aspectos*: 10. La podemos situar frente al alero con pinturas comenzando la terraza frente al extremo Oeste del alero. El sistema de terrazas es similar a los anteriores, pero tiene la particularidad que desde la cornisa comienzan los andenes y adosados a la pared de liparita se extiende una acequia de lajas colocadas de canto de 25 cm. de ancho de promedio por 35 cm. de profundidad. La acequia se extiende aproximadamente unos 25 mts. Esta acequia está constituida polla pared de liparita como primer muro o muro de fondo y por las lajas como muro frontal. Sobre la terraza superior y el talud se encontraron restos alfareros. Estructuras Los petroglifos 1) En el subsector Ayquina-Sifón, en la pared Norte del cañón del Salado, sobre la roca liparita se grabó un área de 2,65 mts. X 1,50 mts. Se dibujaron dos grandes llamas lineales empleando una técnica de percusión continuada, en el contorno de las figuras. Dentro del cuerpo de las llamas se observa un punteado (siempre usándose la técnica de percusión) que cubre gran parte de él (en algunos casos cuellos y patas). Las colas de estas llamas están enroscadas formando espirales. 11, 12 y 13. Comprenden 3 terrazas de las cuales la última se aproxima unos 200 m. al cruce que el camino hace con el río (sector Sifón). Estas estructuras se encuentran sobre la pared sur del cañón. En general la brecha llega hasta las mismas orillas del río y los taludes muy empinados no favorecen la construcción de terrazas. Hacia el Este de Ayquina se pudo observar un alineamiento de grandes piedras que colindan con el curso del río, el problema que se presenta es que si consideramos a este alineamiento como una defensa, actualmente no vemos ningún objeto ya que el terreno supuestamente difundido es una capa brechosa com- Entre estas dos llamas de grandes proporciones que se miran, se dibujó una llama más pequeña con la misma técnica, con cola enroscada, pero conformando dentro del cuerpo •Se encuentra en preparación un estudio dedicado a los Petroglifos y Pinturas Rupestres del Río Salado. 107 a n t r o p o l o g í a / publicación del Centro de Estudios Antropológicos diario Orellana R. Informe de la primera fase del proyecto arqueológico Río Salado ? Z « Z Ü <Ü •J a n t r o p o l o g í a / publicación del Centro de Estudios Antropológicos ramente una figura pentagonal que en la parte superior tiene doble línea de trazos paralelos que terminan en ángulos rectos también paralelos. especies de triángulos que tienen algunos punteados. A la derecha de las llamas grandes y confundiéndose parcialmente con una de las llamas grandes se observa otra figura de llama con cola enroscada y cuerpo l i n e a d o formando un rectángulo. Otros animales más pequeños (zorros, llamas) rodean a las llamas descritas y parecen estar superpuestas a ellas. Por último, se distinguen: primero, debajo de la gran llama de la izquierda una figura zoomorfa, con cola enroscada en un estilo diferente, trazado con línea más fina —y menos geométrico—, y segundo, en el extremo superior derecho del conjunto una figura zoomorfa con astas (?) que da la impresión de u n cérvido (?). Otros ejemplares de llamas con cuerpo cubierto de puntos y colas constituyendo espirales aparecen en los petroglifos que están exactamente sobre las construcciones aterrazadas Nf-' 3, que se han estudiado en capítulo aparte. 3) Del subsector de la unión del río Salado con el río Caspana presentamos dos conjuntos: a) En una área de 2,65 m. X 1»67 m. en la pared liporítica S.E., se grabaron un gran felino con el cuerpo relleno de puntas (hilos de técnica de percusión) y rayas cortas y gruesas, una figura central antropomorfa (un hombre?) y una llama en estilo lineal (en la lámina de este c o n j u n t o n o aparece la llama)- 2 . D e b a j o de estas figuras se alcanzan a distinguir, prácticamente borrados, restos de pinturas. Luego, sobre ellas, se observan figuras percutidas difíciles de individualizar de carácter a n t r o p o m o r f o y zoomorfo. Sobre éstas están el f e l i n o y la figura antropomorfa. El felino se caracteriza por el punteado que llena el interior de su cuerpo, por su cola larga, y por la posición vertical en que está dibujado, de espalda a la figura central. Esta figura, por su parte, está enmarcada en por lo menos tres líneas paralelas que hacen resaltar su contorno. En la parte superior se observa un círculo, con otro más pequeño dentro de él, y sobre este círculo aparecen trazos que dan la impresión de adornos de plumas. La figura es armoniosa y se caracteriza por sus líneas curvas y suaves. 2) En la pared liparítica Sur, también del Subsector Ayquina-Sifón, dentro de un numeroso conjunto de petroglifos a estudiar se encuentra un área de grabados de 1,50 m. X 0,90 m. en d o n d e predomina la figura inconclusa de una llama grande dibujada mediante una técnica de percusión continuada que da la impresión de trazos lineales. A su alrededor se sitúan figuras pequeñas zoomorfas, figuras geométricas, la figura de u n hombre y en la parte inferior derecha del conjunto una figura zoomorfa n o identificada que da la impresión de un animal recostado. La llama situada al lado derecho es de estilo subgeométrico; b) Cerca del c o n j u n t o anterior se distingue un conjunto de pinturas de figuras antropomorfas y geométricas. En primer lugar llama la atención u n d i b u j o geométrico formado por cuatro triángulos que se aproximan en la unión de los catetos formando una figura parecida a la cruz d e malta. Sobre el triáng u l o superior y partiendo de la hipotenusa está dibujado u n trazo vertical que se abre a la derecha e izquierda en una doble línea ondular, que da la impresión de cuernos. Sobre el lomo de la figura de la llama grande están dibujados una llamita, una figura geométrica y un hombre cubierto con una especie de camisón (?). La figura geométrica está formada por dos líneas que se inician paralelas y que terminan en dos especies de rectángulos inconclusos que se cierran d a n d o la impresión de espirales. D e n t r o del cuerpo de la llama grande, además de varios dibujos de llamas, se distinguen dos figuras geométricas: a) en la parte superior del interior del cuerpo hay una figura que constituye especies de rectángulos inconclusos que están unidos en parejas; estas formas semirrectangulares están relacionadas por dos trozos que forman una especie de cruz. Las figuras semirrectangulares opuestas (de arriba y ele abajo) se cierran hacia adentro; b) en la parte inferior se distingue cla- Prácticamente rodeando a estas figuras geométricas, a m a n o izquierda se observan 3 dibujos: u n trozo, una figura antropomorfa (un hombre) y un paralelogramo; al lado derecho se distinguen cinco figuras antropomorfas: cuatro mujeres (?) f o r m a n d o parejas y vestidas con especies de polleras y un a A mano izquierda del felino se observa una figura antropomorfa que parece sostener por las orejas al felino. 110 \lario Orellana R. Informe de la primera fase del proyecto arqueológico Río Salado L A M I N A Ní> 8 111 a n t r o p o l o g í a / publicación del Centro de Estudios Antropológicos LAMINA N'9 9 112 \lario Orellana R. Informe de la primera fase del proyecto arqueológico Río Salado L A M I N A Ní> 10 113 a n t r o p o l o g í a / publicación del Centro de Estudios Antropológicos güedad para el yacimiento de »Confluencia N ° 2« 23 ; b) Igualmente en los talleres del área de Ayquina distinguimos diferencias entre los talleres situados al N. y al S. del río Salado, en el subsector de Ayquina-Sifón. Mientras el taller N<? 2 se inscribe en las tradiciones Medias y Tardías de los otros conjuntos líticos del área cordillerana del departamento del Loa, los materiales del Taller N9 1 aparecen, excepto los ejemplares de puntas del T i p o N9 5, bastante atípicos. hombre con una especie de piel de animal que le cubre cabeza y cuerpo. Parece ser la figura de u n »chamán« o »brujo«. Sobre la cabeza tiene, c o m o se encuentra en otros dibujos antropomorfos, una especie de adornos de p l u m a s (?). El color ele la pintura es un ocre rojo bastante pálido. IV. RESUMEN Y COMENTARIOS. Lo expuesto en el presente informe ser resumido así: puede De acuerdo al análisis tipológico y comparativo, postulamos una mayor antigüedad para los materiales del Taller N ? 1. 1) Se reunió un conjunto de datos, mediante observaciones de campo, que permiten, provisoriamente exponer las características principales de las estructuras geomorfológicas, tanto del pasado como del presente, en la zona del río Salado. El área de la u n i ó n del río Salado con el río Loa, desde la laguna de Chiu-Ghiu hasta la confluencia de los dos ríos, se presenta principalmente c o m o una zona aterrazada; en cambio el sector de Ayquina se inscribe dentro de u n gran plano inclinado con estructura volcánica. En esta gran rampa el río Salado talló una gran garganta (el c a ñ ó n ) . 3) En el área de Ayquina, dentro del cañón del río Salado, y especialmente en el estrato liparítico, se estudiaron los petroglifos, que ya algunos autores habían mencionado, sin analizarlos sistemáticamente. Con los elementos presentados y haciendo uso de otros que están en estudio, postulamos una cronología relativa de los petroglifos: a) Algunos petroglifos deben pertenecer a la tradición cultural del llamado »Horizonte Medio«, que se caracteriza, entre otros ele mentos, por la influencia cultica-religiosa (?) de la cultura (?) Tiahuanaco. b) Otros petroglifos deben pertenecer al Horizonte T a r d í o y al período Inca, y c) Sólo algunos, al período de la Conquista y Colonia. En estas dos áreas geológicas, sobre las cuales se calcan dos regiones morfológicas, se detectaron yacimientos y un gran número de restos arqueológicos. 2) En el área de confluencia (Campamento N<? 1) se descubrieron dos grandes talleres: u n o situado en la terraza II, de 15 a 20 m. (?) y otro en el gran plano superior (posible terraza i, de 45 metros). En el área de Ayquina, sobre la gran morfología plana de las mesas se encontraron varios yacimientos líticos, al O. de Ayquina, tanto en el subsector N . c o m o S. del río Salado. Algunos motivos geométricos que caracterizan los petroglifos estudiados, y la presencia del felino, p u e d e n ser considerados tentativamente c o m o perteneciendo a la tradición del »Horizonte Medio«. Varios de los motivos mencionados en nuestra descripción se encuentran, tambiéh, en restos arqueológicos (cerámica del tipo San Pedro Inciso, tabletas para rapé, calabazas pirograbadas) que han sido situados en la fase San Pedro II (6501100) D. C. Estos datos permiten señalar de acuerdo al análisis tipológico efectuado, lo que sigue: a) Existen diferentes tipos de yacimientos líticos acerámicos. El taller de Confluencia N ? 1 se diferencia claramente del taller Confluencia N ? 2; el primero n o tiene puntas de proyectiles pedunculadas, presenta un gran c o n j u n t o de instrumentos-herramientas muy especializado de tamaño pequeño (»pseudomicrolítico«); en cambio, el taller N ? 2 tiene u n importante n ú m e r o de ejemplares de puntas de proyectiles pedunculados y n o se caracteriza por el material pseudomicrolítico. Estos dos talleres están situados a diferentes alturas. Postulamos una mayor anti- N o es posible, de acuerdo a nuestros estuc ó l o el estudio a efectuar en la 2? fase permitirá sostener la presencia de una "meseta calcárea", de 40 mts. aproximados de altura y una terraza de 15 a 20 metros. Es posible que esta "terraza" de 15 a 20 mts. sólo sea parte del complejo morfológico calcáreo. Igualmente es discutido señalar que la meseta calcárea sea la continuación de la gran mesa, que se identifica hacia el sector de Ayquina. De todos modos se sostendría la presencia de talleres líticos sobre la "mesa calcárea" (que tendría diferentes alturas) y en la teraza de 5 a 8 metros, como también en zonas intermedias (es decir en las pendientes de la planicie calcárea) . 114 \lario Orellana R. Informe de la primera fase del proyecto arqueológico Río Salado 5) Las estructuras aterrazadas agrícolas, que se encuentran en gran abundancia a lo largo del talud de desmoronamiento en el sector de Ayquina, presentan varios problemas relacionados con su cronología: algunas de las estructuras aterrazadas están más destruidas y, en algunos casos, apenas se distinguen; en cambio, otras, parecen haber sido abandonadas hace menos tiempo. Parece que cuando los cambios climáticos (microcambios?) provocaron un a u m e n t o de sequedad, d i s m i n u y e n d o el algua que era trasladada por los canales, las terrazas n o continuaron utilizándose. Es un hecho que c u a n d o más se aleja u n o del pueblo de Ayquina, más abandonadas aparecen las terrazas. El hallazgo de cerámica del tipo San Pedro rojo-violáceo y del tipo negro-sobre-rojo permite postular la existencia de estos andenes ya en el Período T a r d í o agroalfarero. 6) C o n relación a la presencia de la cerámica tanto en los sectores de confluencia com o de A y q u i n a se puede decir que: a) Existen escasos fragmentos del tipo San Pedro negro pulido que muestran »contactos« débiles con el área de San Pedro de Atacama. b) Son numerosos los fragmentos del tipo San Pedro rojo-violáceo, especialmente en el sector de Ayquina. La popularidad de este tipo permite postular una difusión desde San Pedro d e Atacama, en el Período Tardío, que debe ser investigada tomando en cuenta, también, otros restos culturales. dios, considerar a todos los petroglifos situados al O. de Ayquina, hasta el Sifón, como pertenecientes al período cultural »Colonial« 2 4 . U n o de los argumentos que se emplea, la presencia del perro, n o es válido, puesto que el perro ha sido detectado en el período prehispánico. En cambio parece posible asignar algunos petroglifos al período hispánico cuando encontramos dibujos de caballos y de hombres montados. 4) Es innecesario insistir en la importancia de las sepulturas-nichos detectadas en la zona de Confluencia del río Salado con el Loa, c o m o también de las estructuras-nichos que n o son tumbas. Igualmente, en Ayquina, la presencia de las estructuras-nichos presenta u n serio problema de interpretación. La cerámica encontrada dentro y en los alrededores de estas estructuras pertenece al tipo San Pedro rojo-violáceo. En las futuras investigaciones se intentará solucionar estos problemas. D e todos m o d o s con lo estudiado hasta el presente se postula q u e estas estructuras-nichos de Ayquina debieron ser reutilizadas, c u m p l i e n d o así diferentes funciones (habitación, tumba (?), silo). Corresponde investigar si estos diferentes usos pueden ser relacionados a períodos culturales diferentes. "'Véase G. Le Paige (1958) , ob. citada. 115 a n t r o p o l o g í a APENDICE / publicación del Centro de Estudios Antropológicos PALEONTOLOGICO. Con relación al resto fósil encontrado en la zona de confluencia del río Salado con el río Loa, en la terraza de 15 metros, el paleontó- »Se trata del cuneiforme (piramidal o cubital) derecho de un Macraucheniidae (ver Fotos) . logo de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata, Dr. Rosendo Pascual, nos informó: queños caracteres diferenciales podrían indicar que correspondió a un animal distinto de este género Cuaternario, quizá de alguna forma del Plioceno. Theosodon, del Santacruciano ( M i o c e n o inferior), presenta 1111 cuneiforme de estructura muy similar, pero es aún más pequeño. De cualquier forma este solo resto no es suficiente para una precisa determinación de edad, pues aún existe la posibilidad de que corresponda a alguna forma cuaternaria más pequeña de distribución regional afín a Windhmtsenia, por ejemplo. C o m o es conocido los Macraucheniidae son una familia del orden Litopterna, característico de Sudamérica. Casi todos los autores modernos están de acuerdo en admitir que este orden de mamíferos sudamericanos se diferenció ya en el Paleoceno superior (Riochiquense) a partir de los Condylarthra, inmigrantes de fines del Cretácico o principios del Terciario del continente norteamericano. El nombre Macrauchenia fue d a d o por el paleontólogo inglés O w e n al estudiar el primer resto que se conociera, obtenido en Patagonia por D a n v i n en su viaje ya famoso. Owen pensó que se trataba de un gran guanaco (Anchenia a n t e a ) , de ahí el origen del nombre«. El tamaño es poco más p e q u e ñ o que el correspondiente de Macrauchenia patachonica Owen, del Pleistoceno; algunos otros pe- 116 \lario Orellana R. Informe de la primera fase del proyecto arqueológico Río Salado B I B L I O G R A F I A M O N R E A L , Inés. 1963. Taller litico de Chiu-Chiu, prov. Antofagasta. Memoria de la Fac. de Fil. y Ed. de la U. de Chile. Santiago. GÓMEZ LATCHAM, R i c a r d o . 1938. Arqueología de la región atacameña. Prensas de la Universidad de Chile. Santiago. MOSTNY, G r e t a . 1948. Ciudades atacameñas. Boletín del Museo Nacional de Historia Natural, xxiv. Santiago. , ORELLANA Descripción Mario. 1962. de artefactos Uticos de RODRÍGUEZ, Ghatchi. Notas del Museo de La Plata, xx. Antropología N? 79. La Plata, Argentina. ORELLANA Mario. 1963. rupestres del alero Mapocho N? 3. San- RODRÍGUEZ, Las pinturas de Ayquina. tiago. Mario y Jorge. 1 9 6 4 . Las industrias liticas del departamento de El Loa. Antropología. Año ii, vol. ii, N? 2, 2 ' semestre. ORELLANA RODRÍGUEZ, versidad Católica de Valparaíso. PAIGE, G u s t a v o Le. 1964. El Precerámico en la cordillera atacameña y los cementerios del periodo agroalfarero de San Pedro de Atacama. Anales de la Universidad del Norte, N? 3. Antofagasta. KALTWASSER, Riso PATRÓN, Luis. 1924. Diccionario geográfico de Chile. Imprenta Universitaria. Santiago. PAIGE, G u s t a v o L e . S I ' A H N I , Jean-Christian. 1964. Fouilles archéologiques dans deux cimentiéres indigenes de Turi, Desert d'Atacama. Société Suisse des Américanistes, N? 27. Geneve. 1958. Antiguas Culturas atacameñas en la cordillera chilena. Anales Uni- 117