ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2015;90(3):e22–e24 ARCHIVOS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE OFTALMOLOGÍA www.elsevier.es/oftalmologia Sección histórica Historia de la cirugía de cataratas (II): desde la extracción del cristalino hasta la facoemulsificación History of cataract surgery (II): From the removal of the lens to phacoemulsification M. Nieves-Moreno ∗ , A. Asorey-García, E. Santos-Bueso y J. García-Sánchez Unidad de Neurooftalmología, Servicio de Oftalmología. Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos (IdISSC), Madrid, España Introducción La catarata es la causa más frecuente de ceguera reversible en el mundo, y su único tratamiento efectivo es la cirugía. Por eso, no es de extrañar que el hombre haya tratado de curarla desde tiempos inmemoriales, remontándose la primera cirugía de catarata hace más de 4000 años1 . En la primera parte titulada «Historia de la cirugía de cataratas (I): desde el abatimiento hasta la extracción» se trató sobre las técnicas de abatimiento y extracción del cristalino, en esta segunda parte se hablará de la historia más reciente de la cirugía de catarata. Con estos 2 artículos se pretende repasar la evolución de la cirugía de cataratas a lo largo de toda su historia. La primera técnica quirúrgica de la que se tiene constancia es el abatimiento de la catarata. Esta técnica, que consistía en empujar el cristalino con una espátula roma hasta hacerlo caer en la cavidad vítrea, estuvo vigente hasta el siglo XVIII, seguramente debido a su relativa simplicidad2 . El siguiente gran avance en la técnica quirúrgica tuvo lugar en el año 1747 que marcaría el inicio de la cirugía de catarata moderna, cuando el cirujano francés Jaques Daviel realizó por primera vez la técnica de extracción extracapsular del cristalino. Debido a su menor número de complicaciones, este método acabó imponiéndose y desplazando al abatimiento. ∗ Daviel es el padre de la cirugía de extracción de la catarata, práctica quirúrgica que, con múltiples variaciones posteriores, es el procedimiento quirúrgico más frecuentemente realizado en la actualidad. Cirugía extracapsular e intracapsular La extracción de la catarata fue perfeccionándose a lo largo del siglo XIX, junto con el inicio de la asepsia y el descubrimiento de la anestesia local con cocaína, permitiendo cirugías indoloras y más seguras, y fue durante la segunda mitad de este siglo cuando se produjo el siguiente avance en la extracción de la catarata3 (fig. 1). El cirujano vienés, Georg Joseph Beer (1763-1821), había propuesto y llevado a cabo una novedosa cirugía: la extracción intracapsular del cristalino. Esta técnica consistía en la extracción del cristalino junto con la cápsula posterior mediante una incisión corneal superior. Mediante este nuevo método, los pacientes obtenían una rápida curación y un mejor postoperatorio; evitando una complicación que aún en día es muy frecuente: la opacificación de la cápsula posterior. A pesar de sus ventajas y de ser un método más seguro que aún se realiza en la actualidad en algunos casos complicados, no se implantó hasta el siglo XIX, seguramente debido a su mayor complejidad técnica (fig. 2). Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected] (M. Nieves-Moreno). http://dx.doi.org/10.1016/j.oftal.2014.04.022 0365-6691/© 2013 Sociedad Española de Oftalmología. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados. ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2015;90(3):e22–e24 Figura 1 – Esta imagen procede del libro Traité des opérations qui se pratiquent sur l’oeil escrito por el cirujano francés Édouard Meyer en 1871. En ella podemos ver como a finales de siglo XIX la cirugía de catarata continuaba realizándose mediante sujeción activa del paciente, a pesar de que la anestesia ya estaba siendo utilizada en otras cirugías. En el año 1948 se utiliza por primera vez el microscopio quirúrgico para una cirugía ocular, marcando el inicio de la microcirugía oftalmológica3 . e23 reducir considerablemente su campo visual. Debido a estas grandes limitaciones, podemos entender la frustración que los pacientes afáquicos sentían tras la cirugía y la necesidad imperiosa de los cirujanos de ofrecerles una solución satisfactoria. Aunque fue Giacomo Casanova el primero describir la implantación de una lente intraocular (LIO) supuestamente llevada a cabo por Tadini, un oculista itinerante del siglo XVIII, no fue hasta el año 1948 cuando el cirujano Harold Ridley desarrolló, gracias a uno de sus alumnos, esta idea4 . Se dice, que observando la frustración que los malos resultados de la técnica de extracción provocaban en cirujano y paciente, uno de los alumnos de Ridley comentó que era una pena que el cristalino que había sido extraído no pudiera ser reemplazado por una lente transparente. A raíz de esta idea, Harold Ridley desarrolló las primeras LIO de polimetilmetacrilato. Tras observar que la introducción de este material en el ojo producía poca inflamación, logró implantar con éxito la primera LIO el 29 de noviembre de 1949 en el Hospital St. Thomas de Londres, iniciando así una nueva era en la cirugía de catarata2 . Las ventajas de las LIO sobre la afaquia son bien conocidas hoy en día. Un ojo con una LIO (seudofáquico) es muy parecido ópticamente a un ojo normal, es decir, el paciente con una LIO tiene una buena agudeza visual aunque puede necesitar gafas para la visión cercana o lejana. Facoemulsificación Lentes intraoculares Pese a la evolución de la cirugía de cataratas, la recuperación de visión estaba muy limitada por la afaquia. El cristalino es responsable de gran parte del poder de convergencia del sistema óptico, por ello, los pacientes afáquicos tenían muy baja agudeza visual. Unas gafas con lentes convergentes podían mejorar la agudeza visual de estos pacientes, a cambio de Figura 2 – Esta imagen, procedente de la colección de Édouard Meyer, data del año 1870. La finalidad de esta imagen era enseñar a uno de sus alumnos la técnica correcta para realizar la incisión corneal superior necesaria para llevar a cabo la cirugía de cataratas. El primer antecedente de la moderna facoemulsificación podemos encontrarlo casi 10 siglos atrás, cuando el cirujano iraquí Ammar ibn Ali, describe la técnica de succión de la catarata: mediante una incisión corneal, accedía al cristalino con una pipeta de cristal y lo extraía mediante succión. Sin embargo, este novedoso método nunca llegó a extenderse5 . En 1967, Charles D. Kelman (1930-2004), inspirado en la sonda ultrasónica de su dentista, propuso un nuevo método para extraer el núcleo de la catarata: la facoemulsificación. Mediante ondas de ultrasonido se emulsifica y, posteriormente se aspira el núcleo del cristalino, mediante una pequeña incisión corneal2 . Este nuevo método tiene grandes ventajas sobre sus predecesores, tales como disminuir la estancia hospitalaria, el dolor producido por la cirugía o el astigmatismo corneal. Pero, en cambio, es un procedimiento más caro y que requiere maquinaria sofisticada3 . Aunque está nueva técnica quirúrgica no fue aceptada e implantada hasta finales de los años 80, actualmente, la facoemulsificación e implantación de LIO es considerada la técnica de elección. La cirugía de catarata tiene más de 4000 años de historia, tal y como hemos expuesto a lo largo de estos 2 trabajos, sin embargo, el mayor desarrollo tiene lugar durante la segunda mitad del siglo pasado. La evolución de las LIO, así como la facoemulsificación han supuesto un tremendo avance de la cirugía de cataratas, consiguiendo en la gran mayoría de los casos, la recuperación de la agudeza visual en los pacientes. e24 ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2015;90(3):e22–e24 bibliograf í a 1. Kwitko M, Kelman C. The history of modern cataract surgery, 3-16. La Haya: Kugler Publications; 1998. p. 35–52. 2. Lozano-Alcázar J. La cirugía de catarata hasta 1748. Cir Ciruj. 2001;69:141–3. 3. Pesudovs K, Elliott DB. The evolution of cataract surgery. Optometry. 2001;19:30–2. 4. Husain F. The history of cataract surgery. Rijeka: InTech. 2013:75–90. 5. Lin D. A Foundation of Western Ophthalmology in Medieval Islamic Medicine. UWOMJ. 2008;78:41–5.