Planta x Receta Instituto Tecnológico Metropolitano ITM “Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina” Hipócrates El uso de plantas medicinales tradicionales remite a escudriñar en el pasado, en aquellas costumbres que han trascendido generación tras generación, dejando un legado inmaterial que hoy en día es menester mantener vivo y seguir fomentando su conocimiento e implementación. Desde antaño, la acepción griega Pharmakon aludía a los remedios, drogas, bebidas curativas, alucinógenos y hasta venenos, los cuales operando como múltiples entramados de significados se ven reflejados en las costumbres y tradiciones antiguas (algunas aún operativas en el presente), donde las plantas constituían una vía de acceso a la sanación y curación del alma, la mente y el cuerpo, además de que estaban dotadas de un valor ritual y espiritual que les otorgaba un carácter simbólico. Estas prácticas que están asociadas más con el ámbito rural en el contexto urbano, tienen tendencia a la desaparición, puesto que las nuevas alternativas para la salud, la belleza y el bienestar han sido acaparadas por las industrias farmacéuticas, las cuales centran su investigación, y en consecuencia su producción, en objetivos lucrativos, es decir, en sus propios beneficios económicos. Así los fármacos y los supuestos métodos de curación que los acompañan van relegado paulatinamente aquellas prácticas y tradiciones que vienen de antaño, haciendo aún más evidente que el capitalismo está en contra de la salud. Ante tal panorama es que comunidades, movimientos, colectivos, agrupaciones, etnias, pequeñas asociaciones y entidades proponen volver a empoderar los conocimientos en torno a las plantas, sus propiedades, beneficios físicos, energéticos y espirituales para reconectar con nuestro pasado, con la tierra, con nuestro cuerpo y establecer otras dinámicas que nos vuelvan a centrar y a concientizar sobre el hecho de que la salud realmente está en nuestras manos, en nuestra tierra y de manera potencial y exponencial en nuestras casas. Con la instalación participativa Planta x Receta se pretende activar un intercambio de saberes, la reciprocidad en el compartir y reempoderar los métodos alternativos de autocuración. Mediante un recorrido e intercambio de diferentes plantas medicinales que a lo largo de la historia han fungido como alimentación, métodos de sanación, belleza y superstición, se busca retomar buenas costumbres del pasado, fomentar de nuevo su uso y compartir los conocimientos que tenemos de ellas. El tópico central de la instalación es la creación de un recetario colectivo para restaurar la memoria y activar antiguos conocimientos que con su permanencia en el tiempo nos han indicado que sí funcionan. Laura Carolina Zapata, María Alejandra Builes, Gustavo Alberto Gómez, Jeison Daniel Castañeda, Margarita Pineda + todas las personas participantes cuya colaboración quedará plasmada y registrada en la publicación del recetario colectivo. A todas ellas desde ya, gracias. Cultivo de tierra Cultivo de tierra se presenta como una escultura concebida desde los conceptos de resistir y romper con las olas y la firmeza de los modelos contemporáneos de consumo a partir de nuestra actual y frágil relación con la tierra. Pretende ser una reinterpretación del arquetipo del campesino en un entorno urbano pero desde un modelo sociocultural de práctica costera, la cual evidencia la resistencia a las fuerzas de la naturaleza, como lo es en este caso las olas del mar, las cuales junto con el impulso del viento, se convierten en una permanente amenaza para quienes habitan estos lugares; quienes dan respuesta a ello apropiándose de las aguas por medio de construcciones con conchas de caracoles reutilizadas después de haber sido consumidos como alimentos, generando así una práctica estética peculiar a partir de la función de resistir y renovar el territorio habitado. Por medio del elemento tierra se pretende dialogar con el observador acerca del hacinamiento que enfrentan las comunidades indígenas, en donde su territorio está siendo violentado por el interés en los recursos naturales que contiene. De manera paralela la pieza se construye a partir del acercamiento a técnicas precolombinas de alfarería, las cuales generación tras generación transmiten mensajes a través de cada forma, memoria de la tierra que conserva su estado natural, pero ahora reinterpretada a través de la reflexión de cómo es nuestra relación con el territorio y cómo respondemos a lo que sucede en este hoy en día. Gustavo Alberto Gómez Vergara Estudiante Artes Visuales Instituto Tecnológico Metropolitano (ITM) Relato oral: reconexión con las narraciones orales indígenas de Colombia Serie de cuatro dibujos basados en diferentes fragmentos de relatos orales de distintas etnias indígenas de Colombia. En cada fragmento se evidencia una forma de vida y de pensamiento que sirve para perdurar esa memoria ancestral, que en cada relato se manifiesta y se resiste al olvido. Los dibujos muestran imágenes significativas para cada narración, con la idea de reconectarse con el entorno natural que de ellas surge. Ante todo, hay una insistencia en la figura del abuelo, aquel líder indígena que logra impartir con su sabiduría gran conocimiento a distintas comunidades. El respeto a ellos resulta relevante, ya que por medio del relato oral han logrado llegar a otros y proponer reflexiones a través de las metáforas que elaboran y en las cuales adaptan elementos o fenómenos de la naturaleza, por lo tanto, concede un imaginario visual de toda esta cosmogonía que indica el origen y formación de todas estas culturas. El dibujo se convierte aquí en un gesto de resistencia, donde cada línea y pincelada recorre caminos y paisajes que permitirán, por medio de la percepción, sensibilizar al otro, como forma de acercamiento a estos relatos y lo que ellos simbolizan. Laura Carolina Zapata Berrio Estudiante Artes Visuales Instituto Tecnológico Metropolitano (ITM) LAB 60 MEDICINAS ANCESTRALES Con la ayuda del Taita Mario Izquierdo de La Casa Madre Zaku Kwariwan, un lugar dedicado a la enseñanza de saberes ancestrales de diferentes culturas originarias del país y de Latinoamérica, los participantes del laboratorio tienen la oportunidad de preguntarse por sus orígenes en un taller que ahondó en las siguientes temáticas: Origen (kunsujina), interferencia (niwi kasaykuma), Sanación (tanakunu jina) y protección (niwinkwuya)1. Estos temas se conectan con una pedagogía del vientre, donde se examinan nuestros orígenes asociados a lo femenino y a que todos tenemos una madre común a quien le debemos agradecimiento y retribución. En este sentido, el laboratorio pretende apelar a la conciencia de cada uno de nosotros acerca de nuestro cuerpo, su bienestar y su conexión con el entorno natural. Deyanira Valdez Martínez, experta en saberes ancestrales afrocolombianos, aporta desde su conocimiento una conversación que nutre las reflexiones de los participantes. Cuatro artistas visitan en calidad de talleristas a las instituciones educativas de la ciudad para desarrollar espacios de creación artística enfocados en las enseñanzas de Zaku Kwariwan y Deyanira Valdez Martínez. Así mismo, ocho artistas en formación de la universidad de Antioquia y el ITM realizan obras que exploran nociones de ancestralidad y bienestar a través de sus reflexiones y gestos simbólicos en sala. Laboratorio 60 Medicinas Ancestrales es una experiencia que facilita el entendimiento sobre salud desde otras perspectivas, más allá de la enfermedad y sus síntomas. 1 Lengua arahuaca de la Sierra Nevada de Santa Marta. VÉRTEBRA A partir del tejido esta pieza va formando caminos que vienen moldeando un proceso de sanación donde estos construyen una columna de pensamiento que integra las esferas del cuerpo, la mente y el espíritu con el líquido de la vida, la sangre, suministrándonos una inmensidad de conocimiento sobre nuestros antepasados y nosotros mismos. Este entramado establece un mapa de identidad que se conecta con la naturaleza sagrada para conceder la protección a nuestras raíces. Estos tejidos y mapas son el resultado de varios hilos o caminos que tejen y destejen las historias de las experiencias sobre un espacio colectivo al que pertenecemos, donde convivimos con varias estructuras de vida como plantas, animales y minerales, que son parte en la construcción de la sociedad que habitamos. Ana María Maza Ríos Estudiante Maestro en Artes Plásticas Universidad de Antioquia EBBÓ La comprensión del mundo es una de las tareas más difíciles para el ser humano. Los patrones, las normas y las cosmogonías son la manera más precisa para comprender y regir el entorno que nos envuelve. Estas cosmogonías son el conjunto de creencias que nos rigen y que de una u otra manera logran darle un sentido a la existencia. Desde que estamos en el vientre materno tomamos las creencias de nuestros padres. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo y vamos creciendo, cada ser humano va formando su propio criterio y va confrontando sus ideas con las creencias con las que fue educado, hasta encontrarle un sentido a su propia existencia. Aunque estamos unidos al pasado ancestral del cual procedemos, hay en nosotros una necesidad de indagar en aquello que realmente nos configure, aquello que realmente forme parte esencial y existencial de nuestro propio ser, llegando a construirse una cosmogonía individual que ataña a cada persona que la habita, llegamos a una introspección en la cual nos desprendemos de las creencias madre y comenzamos a transitar otras formas de habitar y comprender el mundo. Es aquí donde lo ancestral se nos presenta como algo alternativo, eso otro que, al comenzar a habitarlo, nos permite comprender nuestro entorno de una manera distinta y con mayor sentido. Los migrantes procedentes de África que fueron despojados de su identidad y creencias, al igual que el pueblo indígena, camuflaron sus tradiciones y sus saberes al adaptarlos a formas cristianamente aceptadas, formaron dioses con sus deidades y con los santos católicos creando el concepto de santería. De ahí se desprenden rituales de sanación como el Ebbó, el cual tiene entre sus funciones proveer salud física, emocional o mental, así como también el de facilitar el bienestar económico de las personas que lo realizan con la intención de entender su propio mundo y su manera de habitarlo. Lizeth Vanessa Martínez Palacio Estudiante Licenciatura en Educación Artes Plásticas Universidad de Antioquia SUEÑOS COMPARTIDOS “No es posible despertar a la consciencia sin dolor. La gente es capaz de hacer cualquier cosa, por absurda que parezca, para evitar enfrentarse a su propia alma. Nadie se ilumina fantaseando figuras de luz, sino haciendo consciente su obscuridad” Carl Gustav Jung. El formato en que se presenta esta obra es una instalación artística que consta de tres objetos a modo de catalizadores “mágicos” u “objetos oraculares” que están inspirados en mis sueños nocturnos y el I Ching o gran libro sapiencial de la antigua China. Este se basa en la observación de los elementos de la naturaleza, agua, tierra, fuego, aire, madera los cuales son fuerzas que trazan mutaciones continuas en el devenir de la existencia, cumpliendo una función de activación que moldea la experiencia humana. Desde el arte relacional y la simbología, estos objetos serán intervenidos a través de una experiencia guiada con el cuerpo como principal modo de estar en el mundo desde tres dimensiones: cuerpo mental, cuerpo emocional y cuerpo físico. Para esto se proponen unos dispositivos tomados de algunas disciplinas corporales que apuntan a develar aspectos desconocidos de nosotros mismos y así llevarlos a una lectura colectiva que pueda iluminar posibles rutas de acción y/o reflexión. Los objetos guardan semejanza con los ocho trigramas del I Ching: Ch´ien lo creativo. Es el cielo, el padre (Sur) K´un lo receptivo. Tierra, madre (Norte) Chen lo suscitativo. Es movimiento, trueno, el hijo mayor (Nordeste) K´an lo abismal. Es peligro, agua, es el hijo del medio (Oeste) K´en el aquietamiento. Montaña, es el hijo menor (Noroeste) Sun lo suave. Es penetración, viento, la hija mayor (Sudoeste) Li lo adherente. Es luminoso, fuego, la hija del medio (Este) Tui lo sereno. Es alegría, el lago, la hija menor (Sudeste) Cada lado del espejo alude a un trigrama por ambos lados formando un hexagrama. Tiene la posibilidad de ser movido en las distintas direcciones, lo cual plantea diversas lecturas oraculares. Este es un pretexto para pensarnos posibles caminos en la búsqueda de la armonía, la salud y el bienestar desde el reconocimiento de nuestras partes más ocultas, sombrías, desatendidas o desconocidas, quizá en ellas estén nuestras más grandes fortalezas y potencialidades para traerlas a la consciencia. Eliana Marcela Fernández Vanegas Magister en Artes Psicóloga Junguiana SABIDURÍA ANCESTRAL Para los indígenas la naturaleza ha jugado un papel fundamental en la historia de la humanidad. Uno de sus grandes aportes ha sido la especialización acerca de las plantas medicinales, permitiendo con su sabiduría, dedicación y esfuerzo, definir las posibles combinaciones de éstas para preparar infusiones, baños, jarabes y cremas, para ser utilizadas en la curación de diferentes dolencias. Para estos pueblos la salud y la sanación han estado estrechamente vinculadas al mundo espiritual y a la conexión con todo lo existente, considerando que nada podría sanar, ni física, ni emocional, ni espiritualmente si no hay un equilibrio en la vida que lleva cada individuo. Recorrer los pensamientos indígenas, su herencia cultural, su posición frente a la vida misma, a la existencia, a nuestra relación con el otro y con el entorno ha permitido cuestionarme por el papel que estamos desempeñando en comunidad; nuestros actos reflejan lo alejados que estamos de la construcción de una sociedad más consiente y en conexión con la naturaleza, hemos olvidado nuestro origen, nos hemos desconectado de la espiritualidad, hemos construido barreras entre cuerpo y mente, limitando nuestra capacidad como creadores de bienestar. Estamos enfermos de egoísmo, de odio, de miedo; nos urge tomar conciencia para volver a lo ancestral, hace falta cuestionar nuestra existencia, reevaluar nuestros actos y reconocernos como seres generadores de cambio. Sabiduría ancestral permite hacer una reflexión que invita a desintoxicar, sanar y limpiar nuestra conciencia, modificar nuestro modelo actual de vida para que prevalezca nuestro ser por encima del ruido que causa lo material y superficial del mundo actual. La palabra conciencia se crea con pigmento vegetal que se extrae al machacar las hojas de algunas plantas medicinales, conocidas por su utilidad para curar enfermedades tanto físicas como energéticas y espirituales. Estefany Gallego Giraldo Estudiante Maestro en Artes Plásticas Universidad de Antioquia Institución Educativa: Barrio Santa Cruz Tema: LAB. 60 Medicinas Ancestrales SENTIR EL MUNDO Posiblemente nuestro ADN ha viajado por todo el planeta, dejando de lado etiquetas que dividen como la raza, el idioma, las costumbres y nacionalidades. Los saberes ancestrales como los rituales, los remedios, los amuletos o la música son el reflejo de que tenemos más cosas que nos unen que las que nos separa, sin necesidad de recolectar evidencia genética. La falta de instituciones de salud o su complejo acceso, dio origen a la recursividad y la experimentación y el descubrimiento de plantas medicinales. Desafortunadamente el distanciamiento con la naturaleza generado por la necesidad de inmediatez, ha hecho que se normalice la transgresión por la tierra y sus recursos, teniendo como consecuencia su desnaturalización. Es bastante probable que caminemos por nuestro barrio sin darnos cuenta que nuestros pies pisan las plantas que puede curarnos mientras nos dirigimos a la farmacia. Es hora de reflexionar sobre lo que nos rodea y abrir los ojos ante la manipulación de las grandes industrias para las que solo somos clientes a los que se les ofrece métodos paliativos que llevan a otra serie de padecimientos. La medicina ancestral no tiene codicia, la tierra no ambiciona, nuestro deber es retribuir lo que nos ofrece para que lo siga brindando. Alrededor de estas reflexiones los estudiantes del grado 10°A de la Institución Educativa Barrio Santa Cruz, indagan por sus orígenes, costumbres, amuletos y la música que los hace vibrar, preguntando en sus hogares acerca de las medicina ancestral han usado sus familiares. A partir de las respuestas obtenidas han decidido plasmar con la técnica de punta seca sobre acrílico dichas plantas con su respectivo uso. Catalina Vanegas Tamayo Maestra en Artes Plásticas Universidad de Antioquia Institución Educativa: La Independencia Tema: Lab 60 “Medicinas Ancestrales” KEROS: SÍMBOLOS DE SANACIÓN Con Cal Gustav Jung se entiende que cuánto más apto somos para ser consiente lo inconsciente, más grande es la cantidad de vida que integramos. Actualmente el hombre contemporáneo está en constante proceso de entender sus símbolos para no dejarse manipular de manera inconsciente por estos, dado que en tiempos anteriores los hombres no reflexionaban sobre los símbolos, los vivían y estaban inconscientemente animados por sus significados. Ahora el hombre ha disociado la medicina de los cánticos y los ritos, creyendo que estos son meramente supersticiones del hombre primitivo, pero, ha olvidado que los ritos y ceremonias cumplen la función de carga emotiva que potencia y/o complementa la medicina; medicina que cura un cuerpo que padece dicha enfermedad y alivia el alma a través del rito, ceremonias y cánticos. En este sentido, los estudiantes de la Institución Educativa la Independencia de la ciudad de Medellín, Barrio San Javier, a través del imaginario interpretan los saberes ancestrales, que no solamente es conocimiento de una sustancia, es decir, saber qué plantas usar, sino también recrear ritos mediante la construcción de vasijas ceremoniales (keros), con esto aportando la carga simbólica al acto de sanación. Danny Vásquez Hernández Artista Visual Instituto Tecnológico Metropolitano (ITM) Colegio de María Tema: Plantas ancestrales paradigma entre usos y abusos de las plantas medicinales Aproximarse a los usos medicinales y terapéuticos de ciertas plantas en el contexto colombiano es siempre una pequeña transgresión a lo que se da por sentado. En nuestro imaginario se encuentran consignas como “la mata que mata”, por lo que se hace necesario retomar los conocimientos que nos han sido legados por muchas generaciones atrás y darle un giro a ese entendimiento. En el proceso creativo desarrollado con el Colegio de María se brindó la posibilidad a los participantes de conocer, no solo sobre plantas ancestrales, sino también sobre las plantas medicinales que crecen en la calle y en los lugares comunes de habitan cotidianamente. Igualmente se exploró el uso que tienen algunos objetos y elementos rituales, generando diálogos con sus propios familiares, en torno a las múltiples maneras que tenemos para curar una enfermedad, e incluso de prevenirla, entendiendo nuestro cuerpo como un sistema de interrelaciones internas y externas. Como resultado de este ejercicio artístico y las múltiples visiones de los estudiantes, se generaron propuestas de medicina y sanación desde las plantas, en contraposición con el uso de medicamentos químicos, propendiendo ante todo por el cuidado de sí mismos. La formalización de este laboratorio ha dado como resultado la creación de un botiquín lleno de saberes almacenados en pequeños frascos, que permiten sanar el cuerpo cuando éste lo solicita, sin necesidad de consumir fármacos. De forma creativa los participantes abordaron la problemática y la transformaron en símbolo y naturaleza. Bajo este contexto, se define entonces que nuestra tarea y la de los participantes del Lab 60 Medicinas ancestrales es y será replicar estos saberes a otras generaciones. Giovanny Sáenz Tejada Maestro en Artes Plásticas Universidad de Antioquia Institución Educativa: La Milagrosa Tema: Nativos de la Ciudad EL JAI CITADINO Simón Bolivar en la Carta de Jamaica presenta a los habitantes de América Latina como seres sumidos en un “estado de servidumbre”, posición que se mantiene hasta el sol de hoy y que poco ha cambiado, puesto que observamos con cierta lástima e incertidumbre a aquellos indígenas que nos encontramos por la calle, pero nuestras sonrisas se expanden al pasar frente a rubios y altos europeos y norteamericanos; conocemos a Napoleón Bonaparte pero ignoramos a Manuel Quintín Lame, podemos tararear sonatas de Beethoven pero el nombre Totó la Momposina” jamás lo hemos pronunciado, la estatua del David es reconocida inmediatamente y sin embargo la estatua del Cacique Niquía es desconocida aunque los bellanitas pasemos por su lado varias veces a la semana. Con miras a iniciar un proceso de descolonización y apropiación cultural, los estudiantes de la Institución Educativa La Milagrosa de Bello, se embarcaron en una odisea que los llevó a encontrarse con la realidad de que poseen, ciertamente, ADN indígena y afrodescendiente. Basándose en este hecho científico los estudiantes comenzaron a sentir como suyo todo lo que la educación y la historia europeizante alejaron de ellos. Fue allí donde entraron en contacto con la medicina ancestral, que más allá de ser un compendio de plantas curativas ya olvidadas, es un reencuentro con las raíces y la madre tierra, comprendiendo de este modo que cuidar la tierra es cuidarse a ellos mismos; ayudar a la tierra a sanar es en realidad una terapia médica para erradicar el origen de los males que nos aquejan hoy en día. Para elaborar su propuesta los estudiantes se apropiaron de la espiritualidad y la cosmogonía Emberá, tomando como inspiración la figura del Jaibaná nombre con el que se conoce al chamán en las etnias indígenas de Colombia, quien carga con el conocimiento de las plantas y se comunica con los jais espíritus de la naturaleza. Los jóvenes se fijaron especialmente en el bastón que el Jaibaná usa para extraer el jai que está enfermando al paciente, siendo el proceso de creación de éste bastante especial, pues el bastón debe representar el jai de la persona a quien se quiere liberar. Por esta razón, a diferencia de los elementos naturales que adornan estos artefactos de la comunidad Emberá, el grupo procuró incluir elementos de la ciudad que habitan, poniendo todas sus energías para que este bastón les ayude a recuperar sus fuerzas y su salud, y por demás, rendir un sentido homenaje a las formas de sanación y liberación de este grupo étnico indígena colombiano. Giuliana Ramírez Montoya Licenciada en Educación: Artes Plásticas Universidad de Antioquia Institución Educativa La Independencia KEROS: SÍMBOLOS DE SANACIÓN Con Cal Gustav Jung entiendo que cuánto más apto somos para ser consiente lo inconsciente, más grande es la cantidad de vida que integramos. Ahora el hombre contemporáneo está en capacidad de entender sus símbolos y no dejarse poseer de manera inconsciente por ellos. En nuestros días el hombre ha disociado la medicina de los cánticos y los ritos, creyendo que éstos son meramente supersticiones del hombre primitivo; ha olvidado que los ritos y ceremonias potencian y complementa la medicina, dando lugar a una medicina que cura el cuerpo, al mismo tiempo que alivia el alma. Errores y aciertos han forjado los conocimientos fitoterapéuticos con los que contamos en la actualidad. A partir de algunos de ellos, los estudiantes de la Institución Educativa la Independencia de la ciudad de Medellín Barrio San Javier, a través del imaginario interpretan los saberes ancestrales, los cuales no solamente consisten en el reconocimiento de las sustancias usadas, sino también en incorporar ritos mediante la construcción de utensilios ceremoniales, entre los que se encuentra el Kero, antiguo vaso Inca hecho usualmente de madera y usado para consumir bebidas alcohólicas como la chicha, aportando una carga simbólica al acto de sanación de quienes los empleaban. Este taller surge a partir de la necesidad de recuperar el uso de las metodologías de la medicina tradicional y de fortalecer la formación personal, comunitaria y social. En este orden de ideas se buscó impulsar la investigación y adquisición de conocimientos empíricos sobre nuestros antepasados y descendencia, lo que permitió la exploración de los keros y su aplicación en el contexto propio de la institución y sus estudiantes. Danny Vásquez Hernández Artista Visual Instituto Tecnológico Metropolitano (ITM) Hago este bastón para liberarme del espíritu de la pereza, el mal genio y los dolores corporales - Jaider Quiceno. Hago este bastón para que me libere del espíritu de la pereza y el sueño - Juan José Mesa. Hago este bastón para que me libere del espíritu del tiempo - José Julián Espinoza. Hago este bastón para que me libere del espíritu de las lesiones y me dé fortaleza - Juan Felipe Villada. Hago este bastón para que me libere del espíritu de la soledad y la tristeza - Edwin Cadavid Gómez. Hago este bastón para que me libre del espíritu del phothink - Julián David Osorio. Hago este bastón para que me libere del espíritu de la indiferencia - Dubán Felipe Betancur. Hago este bastón para que me libere de las alergias - Julián Andrés Muriel. Hago este bastón para que me libere del espíritu del odio - Mateo Gutiérrez Arias. Hago este bastón para mejorar la economía en mi hogar - Stefanya Madrid. Hago este bastón para que me libere del espíritu de Kioth - Andrés Gallego (Kioth). Hago este bastón para que me ayude a sanar, a ver, a decir y a oír - Salomé Quintero Mora. Hago este bastón para que me libere del espíritu de la ansiedad - Kevin Montoya Flórez. Hago este bastón para que me libere de mi pecaminosidad - Juan Pablo García. Hago este bastón para que me libere del espíritu de mi mejor amigo que no me deja en paz desde que se fue - María Camila Gómez. Hago este bastón para que me libere del espíritu del peso - Juan Manuel Bermúdez. Hago este bastón para que me libere del espíritu de la crueldad hacia los animales - Evely Úsuga. Hago este bastón para que me libere de la enfermedad mental y la ansiedad Juan José Bernal. Hago este bastón para que me libere del dolor y la ruptura - Mayra Romero. Hago este bastón para que me libere del espíritu de la columna - Edwar Agudelo. Hago este bastón para liberarme del espíritu de la drogadicción - John Fredy Zapata. Hago este bastón para que me libere de las malas energías y alguna lesión Jeison Echavarría. Hago este bastón para que me libere del espíritu de la desesperación, los problemas emocionales y la nostalgia por el pasado - Gabriela Cuello. No creo en cosas de los indígenas, el que me libera de los espíritus malignos es Dios y el Espíritu Santo - Edwin Corrales Pérez. Hago este bastón para recordar a Bello, porque comía zanahoria para llenarme y no tener hambre - Jaider Vargas. Hago este bastón para que me libere del espíritu de la pereza - Juan Diego López. Hago este bastón para que me libere del espíritu de la razón - Stiven Gutiérrez Arias. Hago este bastón para que me proteja y no se pierda mi conocimiento - Sebastián Murillo. Hago este bastón para que me libere del espíritu del pasado - Verónica Osorno Cardona. Hago este bastón para tener un recuerdo de Bello - Brayan David Páez. Hago este bastón para que me libere del dolor de cabeza y otros dolores - Jeremis Jaramillo. Hago este bastón para que me libere del espíritu del tiempo que llevo lesionado del pie y para que me recupere pronto - Andrés José Durango.