SIRANUS SVEN VON STADEN La sanación cuántica ¡Superfácil! Una explicación concisa, clara y práctica Si este libro le ha interesado y desea que le mantengamos informado de nuestras publicaciones, escríbanos indicándonos qué temas son de su interés (Astrología, Autoayuda, Ciencias Ocultas, Artes Marciales, Naturismo, Espiritualidad, Tradición...) y gustosamente le complaceremos. Puede consultar nuestro catálogo en www.edicionesobelisco.com Colección Espiritualidad, Metafísica y Vida interior La sanación cuántica ¡Superfácil! Siranus Sven von Staden 1.ª edición: septiembre de 2013 Título original: Quantenheilung kann jeder – auch Sie! Traducción: Sergio Pawlowsky Corrección: Sara Moreno Diseño de cubierta: Marta Rovira sobre una imagen de Fotolia © 2011, Schirner Verlag, Darmstadt, Alemania (Reservados todos los derechos) © 2013, Ediciones Obelisco, S. L. (Reservados los derechos para la presente edición) Edita: Ediciones Obelisco S. L. Pere IV, 78 (Edif. Pedro IV) 3.ª, planta 5.ª puerta 08005 Barcelona - España Tel. 93 309 85 25 - Fax 93 309 85 23 E-mail: [email protected] Paracas, 59 C1275AFA Buenos Aires - Argentina Tel. (541-14) 305 06 33 - Fax: (541-14) 304 78 20 ISBN: 978-84-9777-985-2 Depósito Legal: B-13.543-2013 Printed in Spain Impreso en España en los talleres gráficos de Romanyà/Valls S.A. Verdaguer, 1 - 08786 Capellades (Barcelona) Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada, trasmitida o utilizada en manera alguna por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o electrográfico, sin el previo consentimiento por escrito del editor. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Índice Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 ¿Qué es la sanación cuántica? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Todo en el universo tiene su sitio. . . . . . . . . . . . . . . . . . Todo tiene su razón de ser . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El organismo es un perfecto comunicador. . . . . . . . . . . La sanación cuántica es así de fácil . . . . . . . . . . . . . . . . El método de los dos puntos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 11 13 13 15 16 El fundamento de la sanación cuántica . . . . . . . . . . . La conciencia fuente como base. . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ejercicio: experimentar la conciencia fuente . . . . . . Sumergirse en la nada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ejercicio: dejar que se desvanezcan las palabras. . . . Ejercicio: la pregunta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Percibir la sincronización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Propósito en vez de expectativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ¿Te apetece un pequeño milagro?. . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 17 18 20 20 21 21 22 24 Conocerse a sí mismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 El caso de Marcel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 Adquirir conocimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 La comprensión lleva a la trasformación . . . . . . . . . . . . 31 Ejercicio: toma de contacto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 La prueba kinesiológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34 Sanación cuántica y salud. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ejercicio: siete días que trasforman tu vida . . . . . . . Ejercicio: activar las fuerzas autosanadoras . . . . . . . Curar el dolor físico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Curar heridas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37 39 39 41 44 Sanación cuántica y amor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ejercicio: sanar el amor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Dolor o alegría . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La ley del espejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Liberarse de temores y convicciones. . . . . . . . . . . . . . . . 47 50 51 52 53 Sanación cuántica y éxito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Las enseñanzas del éxito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ejercicio: liberar el propio potencial entumecido. . . Ejercicio: el ritual de la gratitud . . . . . . . . . . . . . . . Ejercicio: facilitar el logro de los objetivos . . . . . . . . Experimentar la riqueza. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ejercicio: reforzar los ingresos . . . . . . . . . . . . . . . . . 59 61 65 70 70 71 73 Sanación cuántica y espiritualidad . . . . . . . . . . . . . . ¿Qué deseo realmente?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ejercicio: ¿qué deseas realmente en la vida? . . . . . . . El sentido de la vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ejercicio: despertar potenciales no utilizados para reforzar el propio talento . . . . . . . . . . . . . . . . . 75 77 77 80 83 Ejercicio: experimentarse a sí mismo en la conciencia fuente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83 Experimentar la vida cotidiana de un modo totalmente distinto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84 ¿Y ahora qué? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La sanación cuántica en la vida cotidiana . . . . . . . . . . . Configurar activamente el futuro . . . . . . . . . . . . . . . . . Para terminar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87 88 89 89 Bibliografía para profundizar . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91 Prólogo Seguramente no olvidaré jamás aquel 12 de julio del 2009. Ese día me enteré, a través de una buena amiga, de que existía un método que por lo visto inducía en muy poco tiempo cambios radicales y permitía curar todos los males. Ese método se denominaba «matrix energética» y en mi amiga ya se notaban claramente sus primeros efectos. Yo ya llevaba muchos años trabajando con individuos y empresas sobre el tema de las trasformaciones, por lo que en ese momento no me creí todo lo que ella me contaba. Sin embargo, mi escepticismo inicial sucumbió a la curiosidad y me apunté al mismo seminario al que también había acudido ella, titulado «Plan de vida, vocación, carrera y dinero». Fueron dos días que acabaron convenciéndome e hicieron que a partir de entonces me empapara de toda la literatura que tuviera que ver con el trabajo energético y la sanación cuántica. No importaba si trataba del mencionado método «matrix energética» o de la «curación cuántica», de la «sanación reconectiva» o de las «nuevas terapias de los rusos», devoraba todo libro que caía en mis manos. Poco después organicé un seminario propio sobre el tema de la «sanación en el plano cuántico» y me quedé sorprendido al ver sus efectos en los y las participantes. Daba igual en qué 9 ámbito de la vida trabajara yo con estas personas, siempre se producían cambios positivos. Cuando acto seguido también me ocupé de las nuevas ciencias, que confirman estos métodos, me di cuenta de que era mi deber contribuir a divulgar este conocimiento por todas partes. Era necesario que toda persona oyera hablar de este increíble método. Al final desarrollé mi propio método, llamado «Quantum Energy» (energía cuántica). Desde entonces han trascurrido dieciocho meses y seguramente en todo el mundo ya son centenares de miles las personas que han asistido a un seminario sobre los nuevos métodos de sanación; además, ya existen numerosos libros sobre la «sanación cuántica». Con este librito pretendo mostrar todas las posibilidades que se nos ofrecen. Lo más asombroso es que cuando hayas terminado de leerlo, tú mismo serás capaz de aplicar la sanación cuántica para una vida plena, feliz y sana en la abundancia. Te deseo una lectura provechosa y sobre todo mucho éxito con la aplicación del método. Cordialmente 10 ¿Qué es la sanación cuántica? «La sanación en el plano cuántico suele ser tan rápida como sencilla». En este primer capítulo se trata de «alimentar» tu conocimiento, para que puedas entender por qué la sanación cuántica funciona tan bien y sobre todo por qué es tan sencilla de aplicar. Nunca antes de la aparición de estos nuevos métodos se había podido conseguir la trasformación y la sanación con tanta facilidad. En el pasado, sólo unos pocos sanadores eran capaces de llevar a cabo auténticos milagros. Hoy en día, esto está al alcance de casi todos, incluso tú, como verás al terminar de leer este libro. Todo en el universo tiene su sitio La física cuántica nos dice que todo en el universo está hecho de la misma «materia», es decir, de energía o, para ser más exactos, de ondas electromagnéticas. Una montaña, una mesa o el cuerpo humano se componen de energía condensada y por tanto son materia tangible. La energía sutil, como el aire, nuestros pensamientos o los sueños, no es tangible. 11 A pesar de esta diferencia, en última instancia todo es lo mismo. Todo está formado por vibraciones electromagnéticas. Cuando todo está «en su sitio», todo vibra armoniosamente. La armonía es, por tanto, el estado natural de las cosas, el orden natural. Sin embargo, pueden producirse acontecimientos que rompan la armonía de las vibraciones. En la naturaleza, por ejemplo, un aumento de la presión en el interior del planeta puede provocar la erupción de un volcán. Asimismo, cada población animal está organizada de manera que crece «armoniosamente», pero si por ejemplo se produce una intervención humana en esta armonía, puede ocurrir que una especie animal se extinga o que aumente desmesuradamente por falta de enemigos naturales. Algo parecido ocurre con los seres humanos. Si su vibración es armoniosa, diremos que una persona está sana y satisfecha. Éste es su orden natural. Así nacen todas las personas, salvo contadas excepciones. En determinadas circunstancias, esta armonía se tambalea, pero con ayuda de la sanación cuántica es posible restablecerla. Si por ejemplo una persona ha tenido una mala experiencia y siente miedo, este hecho ha perturbado su orden natural; si le duele algo o está enferma, algún acontecimiento habrá alterado su vibración. Normalmente, el cuerpo consigue, con ayuda de sus propias fuerzas autocurativas, restablecer la armonía, como por ejemplo cuando un rasguño en el brazo se cura por sí solo. Sin embargo, muy pocas veces le damos la oportunidad de sanarse a sí mismo, pues no le concedemos el sosiego necesario o echamos mano de inmediato de la aspirina u otro medicamento. 12 La sanación cuántica hace que nuestras fuerzas autocurativas latentes despierten y se ocupen de mantener el orden en el «sistema». Todo tiene su razón de ser No hay nada en el universo que suceda sin motivo. Esto nos lo dicen las ciencias desde hace tiempo: es el famoso principio de causa y efecto. Por esto, también los asuntos que influyen en nosotros negativamente tienen su razón de ser. Cualquier temor, fobia o ataque de pánico tiene su razón de ser. Cualquier dolor o enfermedad tiene su razón de ser. Si siempre estoy «sin blanca», esto también tiene su razón de ser. Incluso la pareja supuestamente «equivocada» tiene su razón de ser, del mismo modo que el jefe gruñón. Nada ocurre sin motivo. Es importante que seas consciente de ello. El organismo es un perfecto comunicador Lo explicaré con un ejemplo: el señor Franken, un alto ejecutivo, trabaja de diez a doce horas al día, no en vano ocupa un puesto que le exige mucho. El señor Franken está siempre estresado, cuando llega a casa por la noche está agotado y apenas tiene tiempo para descansar o realizar actividades de ocio. En un momento dado se resfría, aunque no por ello deja de ir a trabajar, pero poco después le «pilla» un virus que andaba por ahí y agarra una gripe. El ejecutivo va a la farmacia y compra los medicamentos habituales, que suprimen o alivian los síntomas 13 de la gripe, de modo que el señor Franken puede seguir yendo a la oficina. Aunque no está tan concentrado como es habitual y además le duelen la cabeza y las articulaciones, peores cosas se han visto. La gripe desaparece al cabo de una semana. Medio año después contrae directamente una pulmonía, aparentemente sin motivo. El señor Franken está molesto porque tiene que permanecer durante una semana en el hospital y dejar «aparcado» el proyecto sobre el que estaba trabajando. Los médicos y los antibióticos cumplen su tarea, el señor Franken se cura y dedica todo el fin de semana a su proyecto para entregarlo puntualmente. Vuelve a estar en plena forma, aunque no del todo, pues de vez en cuando nota un pinchazo en la zona del corazón cuando sube escaleras. Lo atribuye a su mala condición física y al hecho de que desde hace un año ya no practica ningún deporte. Tres meses después, el señor Franken se desmaya de repente cuando está sacando una cerveza del frigorífico. Cuando vuelve en sí, está en la clínica; su médico le comunica que ha tenido un infarto de miocardio. Durante las dos semanas siguientes tiene tiempo para reflexionar sobre su vida. Por fin entiende qué es lo que estaba tratando de comunicarle su organismo, a saber, que se lo tome todo con más calma. El señor Franken es uno de los 300.000 alemanes que sufren cada año un ataque al corazón. Nuestro organismo es un comunicador perfecto: tan pronto hay algo que no funciona en nuestro «sistema», nos lo hace saber. Dado que originalmente estaba programado para curarse a sí mismo, envía señales al cerebro, que al principio son suaves, como en el caso del señor Franken con su resfriado. Si hacemos caso omiso de estos mensajes, el cuerpo envía señales cada vez más fuertes. En casos extremos pueden llevar incluso 14 a la muerte, pero no hace falta llegar tan lejos si prestamos oído al organismo, que no pretende otra cosa que llamarnos la atención sobre algo que no va bien. Éste es uno de los principales aspectos si queremos que la sanación cuántica tenga un efecto profundo: si entendemos qué es lo que quiere comunicarnos nuestro cuerpo, habremos dado el primer paso para la sanación. Por tanto, cualquier enfermedad, cualquier dolor, cualquier bloqueo o cualquier temor encierra un aspecto positivo. Aunque al principio no lo logremos ver o no lo queramos admitir, el fenómeno en cuestión quiere llamarnos la atención sobre algo. Volveremos sobre ello. La sanación cuántica es así de fácil ¿Cómo es posible que la sanación cuántica, que es tan fácil de aplicar, no se haya descubierto antes? En realidad, el método como tal es muy antiguo, por eso no es correcto decir que se ha «descubierto» hace poco, sino más bien que se ha «popularizado» recientemente. Su origen se remonta a la filosofía huna de Hawái. Los kahunas, o sea, los chamanes, empleaban este método y lo llamaban kahi, el «contacto mágico». Esto es lo que ocurre: a través de las manos del hechicero se ponen en contacto dos puntos del cuerpo; por esta razón, la sanación cuántica también se conoce por el «método de los dos puntos». Estoy seguro de que tú también eres capaz de poner en contacto dos puntos. Quienes han popularizado este método son Richard Bartlett y Frank Kinslow, quiroprácticos estadounidenses que experimentaron este tipo de sanación durante su trabajo, inde15 pendientemente uno de otro. Después de sumar un éxito tras otro, ambos se propusieron, por separado, divulgar el método de los dos puntos lo más ampliamente posible. El método de los dos puntos Para que puedas imaginar qué ocurre cuando tu organismo se prepara para la sanación cuántica, expondré brevemente algunos aspectos de la física cuántica. Existe una ley, denominada «principio de entrelazamiento», que los científicos descubrieron y confirmaron mediante el siguiente experimento: Dividieron en dos una partícula de luz, o sea, un fotón, y trasladaron cada mitad a un lugar distinto, muy alejados uno de otro. Cuando dotaron a una de las partículas de cierta información, esa misma información aparecía instantáneamente en la otra. Era una observación revolucionaria, porque de acuerdo con la teoría de la relatividad de Einstein, nada es más rápido que la luz, pero no se observaba ninguna diferencia de tiempo apreciable entre la alteración de una partícula y otra. Éste es precisamente el tipo de trasmisión de información que se produce en el método de los dos puntos o de la sanación cuántica. Tocamos una parte del cuerpo que está «alterada» y al mismo tiempo tocamos otra parte que se halla «en orden», y al instante se pone en marcha el proceso de entrelazamiento. Ambos puntos se sincronizan y se restablece el orden. Esto es todo. Más tarde veremos que ni siquiera hace falta un contacto activo, porque en un tratamiento a distancia es difícil tocar al otro. Basta con la imaginación. Así de fácil puede resultar la trasformación o la sanación. 16 El fundamento de la sanación cuántica «La nada es todo». Al final del capítulo anterior hemos visto que la trasformación o sanación se produce poniendo en contacto dos puntos. Sin embargo, con esto no basta, pues de lo contrario siempre obtendríamos la sanación tocando simplemente dos puntos del cuerpo (una idea que, por cierto, me gusta mucho). El entrelazamiento o sincronización de ambos puntos, no obstante, no es más que un aspecto de la sanación cuántica. La base es otro aspecto. La conciencia fuente como base La sanación cuántica opera con energía, al igual que la mayoría de los otros métodos curativos energéticos. La gran diferencia es que no se trasmite energía, sino únicamente un impulso que pone en marcha las fuerzas autocurativas. Por tanto, los curanderos cuánticos no son «curanderos» en el sentido convencional. Para que se vea con qué energía opera este método, volvamos a adentrarnos brevemente en el campo de la física cuánti17 ca. Los científicos llevan investigando mucho tiempo sobre lo que es el llamado «vacío», es decir, el espacio que no contiene nada. El universo, por ejemplo, está formado en su mayor parte de «nada», al igual que nuestra atmósfera, o al menos eso parece. Pero a pesar de las apariencias, contiene oxígeno, que nos mantiene con vida, y está repleto de «ondas de móviles» y radioeléctricas, etc. Así que ¿acaso la «nada» sí es algo? Sí, porque la nada es lo más maravilloso que existe. Esta nada es el campo que lo une todo. Max Planck, el padre de la física cuántica, ya la identificó en 1944, dándole el nombre de «matrix». Este campo es el mayor tesoro y al mismo tiempo el mayor enigma que existe, del que hasta ahora sólo se ha estudiado una parte muy pequeña. Los usuarios de la sanación cuántica hablan de la «conciencia pura» o de la «percepción pura», pues este campo electromagnético relaciona todas las cosas entre sí. Este hecho es el motivo, por ejemplo, de que una persona en la que hayamos estado pensando intensamente hace un momento nos llame de pronto por teléfono: nos hemos comunicado a través del campo. Nuestro pensamiento emite una onda y la otra persona entra en resonancia. A este campo lo llamo conciencia fuente, porque es el manantial del que la sanación cuántica extrae la energía. Pero basta de teoría. Si la conciencia fuente constituye la base de la sanación cuántica, es hora de experimentarla y aprovecharla. Comprobarás que es muy fácil adquirir esta conciencia. Experimentar la conciencia fuente Cierra los ojos y concéntrate en tus pensamientos. En este preciso instante te pasa por la cabeza uno de los 60.000 pen18 samientos que tienes cada día. Observa este pensamiento, cómo aparece, permanece un instante en tu memoria y luego sigue su camino para dejar sitio a otro pensamiento. ¿O se enquista el pensamiento en tu cerebro para producirte quebraderos de cabeza? En este caso, deséchalo y percibe como poco después aparece el siguiente. ¡Alto ahí! ¿No ha habido un pequeño intervalo entre ambos pensamientos? Sí, ha habido una breve pausa. ¿La has notado? ¿No? Pues repitamos la operación. Surge un pensamiento, saluda brevemente y se va. Ahora aparece el intervalo, ¿no? ¿Lo has percibido esta vez? Repite el ejercicio varias veces para aprender a percibirlo. Este breve instante, este intervalo, es la conciencia fuente, la nada, que es capaz de provocar grandes trasformaciones y sanaciones. Nada espectacular, ¿no te parece? Precisamente. Ahora ampliemos el ejercicio. Imagina cómo puedes alargar el intervalo entre pensamientos, como si separaras con las manos, como una cortina, el pensamiento que se va y el que viene. Fíjate ahora un poco en el intervalo. ¿Cómo lo sientes? Trata de sentir directamente la nada. Cuando entro en la conciencia fuente, siempre tengo una sensación de felicidad. Así es como me doy cuenta de que estoy en ella. ¿Has percibido la conciencia fuente? Ésta es la que lo trasforma todo. Ésta es la base de la sanación cuántica. Nada más y nada menos. Tal vez esto te confunda y te parezca demasiado sencillo, pero pronto verás que realmente es muy fácil provocar trasformaciones y sanaciones espontáneas con esta energía. 19 Cuando entré en contacto por primera vez con la conciencia fuente, pensé que me estaban tomando el pelo. Sumergirse en la nada Repite el ejercicio varias veces, sumergiéndote en la conciencia fuente, hasta que aprendas a hacerlo con suma facilidad. Procura alargar el intervalo cada vez más. Cuando más adelante conectemos de la manera ya descrita los dos puntos entre sí, esta inmersión te resultará más fácil todavía, porque te concentrarás totalmente en ella y desaparecerá automáticamente el espacio que te rodea. ¿Te ha pasado alguna vez en un restaurante que estabas absorto conversando con tu acompañante sin darte cuenta de que el camarero ya ha preguntado varias veces qué queréis tomar? Eso es exactamente lo que ocurre cuando centras tu atención exclusivamente en los dos puntos. Por si acaso tienes dificultades para sumergirte de esta manera en la conciencia fuente, a continuación describo otras dos variantes. Dejar que se desvanezcan las palabras Cierra los ojos y deja que tus pensamientos vuelen libremente. Seguramente te vienen muchos a la cabeza. Entonces retén la última frase que se te haya ocurrido y colócala delante de tu ojo interior. Ahora está flotando delante de ti. Imagina cómo comienza lentamente a disolverse esta frase delante de tu ojo interior. La escritura, que hace un momento todavía se veía claramente, se desvanece progresivamente hasta que al final desaparece del 20 todo. Lo único que queda entonces es el espacio vacío. La nada. Permanece en esa nada. Te hallas en la conciencia fuente. Si apareciera –cosa que no creo que suceda– otra frase o una imagen, deja que esa frase o imagen también se desvanezca. La pregunta Deja volar tus pensamientos libremente. Acto seguido, pregúntate: «¿De qué color es un agujero?». O bien: «¿A qué sabe el primero de octubre?». Preguntas de esta clase son tan irracionales que dejan de aparecer otras palabras o imágenes, al menos ésa es mi experiencia. Percibir la sincronización En el primer capítulo he hablado de la sincronización de los dos puntos que con arreglo al método descrito tocamos con las manos o los dedos. En el momento de la sincronización, el desorden se convierte en orden. Sin embargo, ¿cómo saber qué puntos hay que tocar? Cuando se trata de aliviar un dolor, la respuesta a esta pregunta es bastante fácil: colocamos una mano o un dedo sobre el punto doloroso. Pero ¿dónde poner la otra mano? Para responder a esta pregunta hay dos posibilidades. La primera es confiar en la intuición, en la voz interior. Esto es casi siempre lo más razonable, pues la intuición sabe exactamente qué punto es el adecuado. No obstante, no todo el mundo está familiarizado con su voz interior. A estas personas les recomiendo la segunda posibilidad. 21 Busca antes que nada con la primera mano algún lugar del cuerpo de la persona que quieras tratar (incluido tú mismo). Lo mejor es elegir uno que sea cómodo de alcanzar. Puede ser el punto doloroso, pero también cualquier otra parte del cuerpo. Una vez hallado el punto, desliza la otra mano sobre todo el cuerpo, pero sin tocarlo, eligiendo también en este caso una región que se pueda alcanzar con comodidad. Por ejemplo, si pongo la primera mano sobre la espalda, comienzo a pasar la otra mano sobre el pecho o el vientre. No hace falta que hagamos contorsiones. Al deslizar la segunda mano a lo largo del cuerpo sin tocarlo notaremos una diferencia en algún lugar. Es un punto que simplemente se percibe de modo distinto que el resto de la zona. Es posible que tu mano también se detenga por sí sola: déjate sorprender. En todo caso, se trata del segundo punto y sobre él debes colocar la mano. Ahora concentras toda tu atención en los dos puntos que estás tocando con las manos. Es el instante en que se produce la sincronización. Se produce el entrelazamiento. Propósito en vez de expectativa ¿Conoces la situación en que quieres conseguir algo concreto o esperas algo y no lo logras o no se cumple? Bienvenido al club, no estás solo. Las expectativas tienden a no cumplirse. Por esta razón, no tiene sentido pretender conseguir un determinado resultado con la sanación cuántica. Mis experiencias van desde grandes milagros hasta la falta total de cambio. Puede ocurrir cualquier cosa, ya que a fin de cuentas 22 sólo se activan las fuerzas autocurativas. El organismo sabe exactamente qué es bueno en este preciso instante y qué no lo es. Así, puede suceder que no haya llegado el momento para la trasformación o la sanación. Las expectativas incrementan la presión sobre el sanador y la persona tratada. ¿Es mejor, entonces, dejar todo en manos del azar? ¡No! Es cierto que en este punto se dividen las opiniones. Muchos usuarios de la sanación cuántica consideran que el campo desde el que se produce la sanación es el que mejor sabe qué es bueno para la persona. Esto, desde luego, es cierto, pero al mismo tiempo hay que tener en cuenta la ley de la resonancia: cuando centro mi atención en algo, lo estoy creando. ¿Por qué no aprovechar esta ley natural para orientar el camino de la sanación en una dirección determinada? Estoy convencido de que un propósito firme permite concentrar adecuadamente la energía necesaria para la sanación. Es una experiencia que he tenido cientos de veces. Por consiguiente, cuando quieras inducir un cambio o una sanación, formula un propósito concreto. Ahora es posible que te preguntes cuál es la diferencia entre propósito y expectativa. Muy sencillo: un propósito marca un rumbo, pero no un resultado fijo. Una expectativa exige un resultado determinado. Veamos un ejemplo: supongamos que te dan miedo las arañas. Tu propósito podría consistir entonces en percibir a las arañas tranquilamente como animales inofensivos, por ejemplo como moscas o hámsteres. Una vez realizado el ejercicio, puede ocurrir que el miedo haya desaparecido, que haya disminuido o incluso que no haya cambiado nada. Sin embargo, tu expectativa sería seguramente que el miedo desapareciera por completo. Ésta es la 23 diferencia. Por tanto, deja de lado las expectativas y formula un propósito. ¿Qué conviene tener en cuenta al formular un propósito? En todo caso, la ley de la resonancia o de la atracción, porque si tu propósito es «que ya no me duela nada», ¿en qué centras tu atención? Efectivamente: en el dolor. Por tanto, es probable que éste aumente en vez de disminuir. También la expresión «indoloro» dirige tu atención sobre el dolor. Así que lo mejor es formular el propósito en positivo: no digas lo que no quieres, sino lo que deseas. Lo más sencillo es imaginar cómo te gustaría encontrarse al final. Volvamos al ejemplo del miedo a las arañas. La situación de llegada podría ser ésta: «Me gustan las arañas». O bien: «Cuando veo una araña me siento bien». Además, conviene formular siempre el estado deseado en tiempo presente, es decir, «me gustan las arañas», no «me gustarán», pues de lo contrario aplazas tu propósito a un futuro indeterminado. Cuanto más simple y sobre todo breve sea la formulación de tu propósito, tanto más fácilmente se producirá la trasformación. La formulación más simple de todos los propósitos es «trasformado», porque eso es lo que deseas, un cambio en sentido positivo. ¿Te apetece un pequeño milagro? Una vez llevados a cabo los primeros ejercicios y ahora que nos sentimos más seguros con la conciencia fuente y la búsqueda de los dos puntos, quiero invitarte a una primera trasformación, para que puedas experimentar la sanación cuánti24 ca en tu propio cuerpo. En realidad ya la has experimentado, porque no hace falta mucho más de lo que ya has hecho hasta ahora. Ya dije al comienzo del libro que la sanación cuántica es un juego de niños y que es muy fácil de aprender para todo el mundo. Muchas personas tensan todo el rato la nuca o tienen la musculatura de los hombros endurecida. Tal vez también tú, aunque en caso contrario seguro que conoces a otra persona que le ocurre esto. O es posible que tengas molestias en otra parte del cuerpo. No empieces de inmediato con algún pinzamiento vertebral u otros dolores fuertes, porque sin duda después querrás ir a más, ¿no? Además, conviene proceder como en el salto de altura: pongamos primero el listón en un nivel que podamos superar con facilidad, subiéndolo luego paso a paso. ¿Has encontrado un punto doloroso? Entonces procedamos. Formula tu propósito exacto: ¿cuál es la situación que deseas? En el caso de los hombros, el propósito podría ser, por ejemplo: «Los hombros están sueltos y relajados». Al formular tu propósito lo introduces en el campo, en la matriz. Ahora toca con la mano ligeramente el punto que duele y busca intuitivamente con la segunda mano el segundo punto del cuerpo. Centra tu atención en estos dos puntos y acto seguido sumérgete en la conciencia fuente, procediendo del modo que has aprendido. Permanece durante un tiempo en este estado; ya sabrás cuándo ha llegado el momento de volver a la normalidad. Si a estas alturas todavía te resulta difícil, permanece durante un minuto en la conciencia fuente. Esto bastará para este ejercicio. 25 Acto seguido, retira las manos, espera un instante y trata de percibir el dolor que sentías. Si estás tratando a otra persona, pregúntale cómo percibe ahora el dolor. ¿Se ha producido un cambio a mejor, como espero? ¡Enhorabuena, se ha producido el milagro! Si el dolor no ha disminuido, pruébalo inmediatamente otra vez. A veces tarda un rato hasta que se produce una mejora. En no pocas ocasiones he visto como primero hubo un ligero alivio y al cabo de diez minutos el dolor había desaparecido totalmente. También puede ocurrir que pase una semana o más tiempo hasta que se note un cambio efectivo. No olvides que el organismo decide qué es lo correcto. 26