Subido por raulhern3

PEC GEOPOLÍTICA UNED

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PRUEBA DE EVALUACIÓN CONTINUA:
GEOPOLÍTICA CURSO 2015-2016
PEC Geopolítica 2015 UNED
Actividad
1:
(Fuente:
https://www.bp.com/content/dam/bp/pdf/energy-economics/statistical-review-2015/bp-
statistical-review-of-world-energy-2015-full-report.pdf
)
a) Qué cinco países son los principales productores de petróleo del mundo.
País
Pos*
Total anual crudo (millones de toneladas)
Barriles diarios (en miles)
% sobre total**
1º
Arabia Saudí
543,4 mt
11505
12,9
2º
Federación Rusa
534,1 mt
10838
12,7
11644
12,3
3º
USA
519,9 mt
4º
China
211,4 mt
4246
5
5º
Canadá
209,8 mt
4292
5
*Posición en función del total producido anual en mt.
**Relación percentual sobre el total producido anual en mt
b) Seguidamente elaborará un gráfico que refleje producción total de los mismos en el
año 2014.
(mt)
600
550
500
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
600
500
400
300
200
100
0
Arabia Saudí
1º
Federación
Rusa
2º
USA
China
Canadá
3º
4º
5º
Eje abcisas (X)
Arabia Saudí
543,4
2º
Federación Rusa
534,1
3º
USA
519,9
4º
China
211,4
5º
Canadá
209,8
x: posición mundial y País productor
y: producción anual en millones de toneladas
1
Eje ordenadas (y)
1º
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c) A continuación, en un mapa, mundo reflejará el porcentaje total de las reservas
probadas de dichos países con respecto a las reservas mundiales totales probadas.
País
2
% ratio reserva sobre total
Arabia
Saudí
15,70%
Canadá
10,20%
Rusia
6,10%
Usa
2,90%
China
1,10%
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2.- Seguidamente el alumno comentará los dos textos que se adjuntan, haciendo especial
hincapié en los posibles efectos que, sobre la geopolítica global, está teniendo el
Fraking.
Igualmente analizará los efectos que, sobre la política Saudita y su propagación del
integrismo religioso, puede tener el fraking.
También reflexionará sobre los efectos económicos que en Arabia Saudí tiene la bajada
de los precios del crudo como consecuencia del fraking.
ARTÍCULO PRIMERO
La producción estadounidense de petróleo supera ya a las importaciones y
en cinco años será la primera del mundo, por delante de Rusia. EE.UU. se acerca a
la independencia energética gracias al «fracking»
Más que en el conflicto sirio, las negociaciones nucleares con Irán o la
expansión marítima de China, es en Dakota del Norte y Texas donde se está operando el
mayor cambio geopolítico de esta década. La técnica de la fracturación hidráulica o
«fracking», que permite extraer hidrocarburos atrapados entre rocas, ha convertido ya a
Estados Unidos en el primer productor de gas del mundo.
Hacia 2019, EE.UU. será el máximo productor de petróleo del planeta, por
delante de Rusia, a la que pasará este año, y de Arabia Saudí. Para 2035 habrá
alcanzado la independencia energética (su dependencia es hoy del 75%). Con ello
presumiblemente disminuirá su interés estratégico en Oriente Medio y podrá ayudar a
que la Unión Europea esté menos expuesta al juego de Moscú, como destacaba el
último informe geoestratégico del «think-tank» de la CIA.
Esto sucede cuando muchos pronosticaban que «el mundo se aproximaba
rápidamente a un punto de máxima producción de petróleo, y avisaban de una crisis sin
precedentes en el horizonte», escribe Daniel Yergin, autor de un reciente libro («The
Quest») sobre cómo la energía está cambiando los presupuestos estratégicos mundiales.
Las cifras son incontestables. A finales del año pasado, la producción de
petróleo estadounidense alcanzó los 7,74 millones de barriles diarios, superando por
primera vez en mucho tiempo las importaciones de crudo. Estados Unidos, que es el
mayor consumidor de petróleo del mundo, tuvo su pico de producción en 1970, con 9,6
millones de barriles diarios. Desde entonces la cifra fue disminuyendo hasta bajar a los
5 millones en 2008. Entonces la experimentación del «fracking» comenzó a estar
madura y la crisis económica, que llevó a un alza de precios del crudo, hizo rentable la
nueva tecnología, basada en una extracción horizontal que fractura las rocas para atrapar
el hidrocarburo atrapado entre ellas.
Desde 2008, la producción de petróleo con ese sistema en Estados Unidos ha
crecido de 600.000 a 3,5 millones de barriles diarios. Eso ha supuesto un incremento de
la producción total en un 30%. En 2012, EE.UU. extrajo 8,9 millones de barriles
diarios, acercándose a los 10,6 millones de Rusia y los 11,5 millones de Arabia Saudí.
De aquí a 2020, el petróleo y el gas pizarra permitirán un aumento del PIB de entre un
2% y un 4%.
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Para 2020 el «boom» energético de este método no convencional habrá creado
1,7 millones de puestos de trabajo en EE.UU., según estimación de la consultora
McKinsey. Dakota del Norte, que es junto con Texas donde existe una mayor aplicación
del «fracking», utilizado también en otros estados, tiene el nivel de paro más bajo de
todo el país: solo un 3%.
El «fracking» también ha transformado la producción eléctrica, con el uso
creciente del gas natural para la generación de energía en las centrales eléctricas. De
acuerdo con la consultora energética IHS, las centrales de gas producirán el 33% de la
electricidad nacional en 2020, comparado con el 21% actual. También el gas está
alimentando un mayor número de plantas industriales. Todo esto ocurre gracias al
abaratamiento del precio del gas en EE.UU, que es tres veces menor de lo que paga la
industria europea. Ello permitirá que además de los empleos dedicados a su extracción,
el gas soporte también medio millón de puestos de trabajo en la industria de
transformación hacia 2025.
La suficiencia energética también viene acelerada por el menor consumo de
combustible por parte del parque automovilístico. De las cadenas de montaje de la
industria del automóvil están saliendo modelos con un consumo más eficiente, lo que ha
llevado a algunos analistas, como el citado Daniel Yergin, a predecir que el petróleo
alcanzará un tope en el mundo, pero no motivado por la falta de pozos o reservas, sino
por un declive del consumo. «The Economist» profundizaba en este asunto hace unos
meses, y aventuraba que comenzará un descenso de consumo global hacia 2030 ó 2040.
De los 90 millones de barriles al día que hoy se producen en el mundo se llegará en ese
horizonte a los 104 ó 113 millones, empujado por los países hoy emergentes y en
desarrollo. Para entonces estos también comenzarán a necesitar menos combustible.
Al acercarse a la independencia energética, EE.UU. está relajando sus
restricciones de exportación de energía. Lo ha hecho en el mercado gasístico, pero aún
mantiene grandes restricciones en la exportación de petróleo, lo que es herencia de la
crisis de mediados de la década de 1970, a partir de la cual el país optó por asegurar sus
reservas mientras que compraba crudo a otros productores.
No todo, sin embargo, es viento de cara para EE.UU. La industria del «fracking»
no tiene un futuro asegurado. Si el precio del barril desciende por debajo de 80 dólares
el barril, los márgenes de beneficio comenzarían a ser escasos para la extracción de
petróleo pizarra. Además, los pozos explotados con esta nueva técnica tienen un declive
más rápido que los explotados de modo convencional. Pero las compañías de «fracking»
advierten que su tecnología también está progresando y que los dos inconvenientes
mencionados pueden perder importancia en los próximos años.
Fuente: http://www.abc.es/economia/20140224/abci-eeuu-independencia-energetica-fracking-201402241322.html
ARTÍCULO SEGUNDO
El petróleo barato pone en peligro la revolución mundial
del ‘fracking’
El crudo se ha mantenido en los últimos años de manera sostenida por encima de
los 100 dólares, lo que ha hecho posible hacer comercialmente rentables la explotación
de yacimientos con nuevas técnicas (fracking) y en nuevas áreas (aguas ultra
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profundas). En las últimas semanas el crudo ha caído a cerca de los 80 dólares por
barril, lo que pone en aprietos el futuro de los fenómenos que transformarán el sector
global.
Proyecto de explotación de 'fracking' en Dakota del Norte.
El petróleo ha perdido en apenas cuatro meses una cuarta parte de su valor. La
cotización del petróleo se ha desplomado un 25% desde junio, hasta marcar mínimos de
los últimos cuatro años: el barril Brent, el de referencia en Europa, ha llegado a caer este
mes hasta los 83 dólares, mientras que el West Texas, de referencia en EEUU, llegó a
perder intradía el soporte de los 80 dólares.
Los analistas coinciden, con carácter general, en que las causas del desplome de
los precios del crudo son una demanda que ya no crece al ritmo esperado por el temor a
una tercera recesión en Europa y del enfriamiento de la economía china; una escenario
de sobreoferta por el aumento de la producción de petróleo no convencional en Estados
Unidos (que a la vez le permite reducir sus importaciones), y por la constatación de que
la inestabilidad tanto en Oriente Medio como en el Norte de África no se está
traduciendo en una menor producción.
Más allá de las explicaciones más macroeconómicas, tras la subida parece estar
la mano de Arabia Saudí, el mayor productor mundial de crudo. Riad ha reconocido en
conversaciones con inversores no tener interés en que se recupere la cotización y que se
siente cómodo con un contexto de petróleo barato que se alargue uno o dos años. Un
escenario con el que Arabia podría castigar a sus rivales geopolíticos (Irán, Irak, Siria...
y también Rusia, por su apoyo al régimen sirio) y también económicos (Estados Unidos
y su creciente protagonismo en el mercado mundial petrolero por el boom de
hidrocarburos no convencionales en que se ha instalado).
El propio presidente de la OPEP, Abdalla Salem el-Badri, reconoció ayer en una
conferencia en Londres que el actual contexto no tiene por qué generar situaciones de
pánico y que la producción del cártel se mantendrá más o menos en los niveles actuales
también el próximo año. A pesar de que algunos países de la OPEP (con Venezuela a la
cabeza) han reclamado rebajar la producción para conseguir que remonten los precios,
Arabia no tiene ninguna prisa, con el objetivo de poner en jaque a sus rivales y así
recuperar cuota de mercado -en especial en Asia-, aunque sea a costa de sacrificar parte
de sus ingresos por exportaciones a corto plazo.
Jaque al 'fracking'
Este posible escenario de precios moderados durante uno o dos años que pone en
serios aprietos a las que se habían convertido en dos revoluciones paralelas en el sector
petrolero global. Todos los analistas prevén que Estados Unidos y Brasil hagan sombra
durante unos años a las potencias de la OPEP. Las estimaciones de la Agencia
Internacional de la Energía (AIE) apuntaban a que Estados Unidos se convertirá en
2015 en el mayor productor mundial de crudo gracias al boom de los hidrocarburos no
convencionales (shale oil) y que Brasil podría ser ya exportador también el próximo año
gracias a la explotación de sus yacimientos en aguas ultra profundas. Pero el petróleo
barato pone en duda la rentabilidad de parte de los proyectos de petróleo de esquisto en
EEUU y de las explotaciones pre-sal de Brasil.
"Las consecuencias geopolíticas y geoeconómicas [de la caída del precio del
petróleo] pueden ser importantes", sostiene Gonzalo Escribano, director del Programa
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de Energía del Real Instituto Elcano, en un artículo publicado en EXPANSIÓN en
Orbyt. Un crudo barato puede "acotar la expansión del fenómeno del petróleo no
convencional: aunque una parte importante de la producción estadounidense ya es
viable por debajo de esos precios, en ocasiones hasta una franja discutida de 50-70
dólares, los campos menos rentables no", sentencia.
La extracción de un barril de petróleo convencional en Arabia Saudí tiene un
coste de entre apenas cuatro y seis dólares, mientras que utilizando la fracturación
hidráulica (el polémico fracking) en Estados Unidos cuesta de media entre 50 y 70
dólares, según estimaciones de diferentes consultoras. Según diferentes casas de
análisis, algunos campos de petróleo no convencional norteamericanos pueden ser
rentables si el precio del barril se encuentra apenas por encima de los 50 dólares, gran
parte necesitan que esté por encima de los 75-80 dólares y algunos incluso requieren
una cotización más allá de los 100 dólares para alcanzar el equilibrio financiero. En el
actual contexto de caída de precios, parte de los proyectos de shale oil están en un serio
riesgo y la posibilidad de captar inversiones para nuevos proyectos se reduce.
La utilización del fracking (una técnica que implica inyectar en la tierra a alta
presión agua con una mezcla química para romper la roca y liberar petróleo o gas
atrapado en ella) requiere que la perforación sea continua. Con esta tecnología se
necesita abrir permanentemente nuevos pozos para mantener la producción, dado que un
pozo de explotación no convencional reduce su producción entre un 50 y un 70% en su
primer año, mientras que uno convencional pierde poco más del 50% en dos años. Y
perforar de manera continua implica, claro, invertir permanentemente. Según reconoció
ayer el presidente de la OPEP, con el petróleo "al precio actual, el 50% del petróleo no
convencional estará fuera del mercado".
Incertidumbre sobre proyectos futuros
"Si la OPEP, ante la falta de acción, permite que el precio del petróleo vaya aún
más a la baja, la atención podría girarse rápidamente hacia Estados Unidos, donde los
productores de petróleo de esquisto podrían comenzar a sufrir", apunta Ole Hansen,
estratega de materias primas de Saxo Bank. "Aunque muchos productores, de acuerdo
con la AIE, mantienen la rentabilidad, incluso con los precios por debajo de 60 dólares
por barril, la pregunta sigue siendo qué impacto tendrá la caída de los precios sobre la
confianza de los inversores y los bancos que ofrecen préstamos para operar el negocio".
Y es que la incertidumbre puede suponer que se cierre el grifo de la financiación
para algunos proyectos pendientes y, sobre todo, para proyectos futuros. "Está claro que
la caída del petróleo desde los 100 a los 85 dólares por barril desincentiva la inversión
en nuevos proyectos petrolíferos", explica Mariano Marzo, catedrático de Recursos
Energéticos de la Universidad de Barcelona.
"El suelo está en los 80 dólares por barril. Por debajo de ese precio puede
empezar a caer la producción mundial, pueden empezarse a cancelar algunos proyectos
y se va a frenar la inversión en otros nuevos", indica Marzo, que entiende que un
contexto de caídas del precio "ralentizaría de la expansión de la explotación de
hidrocarburos no convencionales fuera de Estados Unidos, en países como México,
Argentina o también Rusia. Afectaría mucho a la rapidez con que se puede expandir el
know how tecnológico de Estados Unidos a otras regiones".
Las estimaciones de la AIE ya apuntaban desde hace tiempo que el boom actual
de los hidrocarburos no convencionales tiene un recorrido relativamente limitado. Las
estimaciones apuntan a que el actual pico de producción de crudo no convencional,
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protagonizado singularmente por EEUU, se moderará en la próxima década para
mantener un crecimiento sostenido de en torno a un 6% anual. En apenas diez años, la
centralidad de Oriente Medio en el sector energético mundial previsiblemente volverá a
hacerse evidente en la década de 2020 y se mantendrá a largo plazo. "La visión general
es que el boom del shale se mantendría hasta 2020, luego habría una meseta de
producción y empezaría a declinar en 2030. Si los precios moderados de mantienen,
quizá se abra un nuevo escenario en que se adelanta la caída de producción", argumenta
el catedrático Mariano Marzo.
Las aguas ultra profundas de Brasil
En paralelo, el petróleo barato podría matizar el esperado protagonismo que se le
asigna a Brasil en el mercado mundial y podría posponer la exploración en el Ártico. El
gigante sudamericano dispone de gigantescas reservas de crudo, pero la mayoría se
encuentra en aguas ultra profundas y bajo una densa capa de sal, lo que encarece mucho
su extracción y sólo con precios del crudo altos se garantiza su rentabilidad.
Si los proyectos de shale oil ven cuestionada su viabilidad, "algo semejante pasa
con los pozos marginales convencionales y los yacimientos en aguas ultra-profundas:
los primeros simplemente dejarían de producir, los segundos verían ralentizado el ritmo
inversor en nuevos proyectos y la rentabilidad de los que están en marcha", sostiene
Gonzalo Escribano, del Real Instituto Elcano. Y "a la competencia geopolítica por los
recursos energéticos del Ártico podría ocurrirle lo que a la rivalidad China-Estados
Unidos en África: desvanecerse (por el momento)", augura.
Para Mariano Marzo, "da la impresión de que en el caso de Brasil se ha vendido
la piel del oso antes de cazarlo. Y la política de gastos, junto a la política de fastos, que
se ha ejecutado en el país puede que genere una situación complicada". En el actual
contexto de precios moderados, se abre un nuevo escenario geopolítico en que un nuevo
actor puede redoblar sus intereses en la región. "Si Brasil no puede afrontar las
inversiones necesarias para extraer el crudo, va a necesitar capital extranjero para
hacerlo. Y en esa tarea China puede acabar jugando un papel importante. Las petroleras
estatales chinas tienen una concepción más geoestratégica y de captación de recursos, y
no necesitan convencer a sus accionistas, como hacen las petroleras privadas, con
garantías de retorno económico".
Fuente: http://www.expansion.com/2014/10/29/empresas/energia/1414604272.html
Puntos Articulo I:
[Precio Barril Brent 1/12/15 ]
01-12-2015
44,27
Ideas principales:

Indepedencia energética

Mercados. Margenes de beneficio

Empleos, directos y derivados del la nueva tecnología.
Frases clave: [Subrayadas el texto]
7
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Palabras clave: Cambio geopolítico, Estados Unidos, Dakota Norte, Texas, Fracking,
independencia, energética, técnica, interés estratégico, Oriente Medio, Unión Europea,
Moscú, "think-thank", 1970, petróleo, gas, empleos, consumo eficiente, reservas,
restrcciones, exportación, crisis [1973].
Puntos Artículo II:
Ideas principales:

El petróleo barato pone en peligro las nuevas técnicas de extracción (petróleo
pizarra[shale oil], fracking, etc...)

Intencionalismo de Arabia Saudía, a pesar de sus socios en la OPEP, en
mantener los precios bajos para aniquilar a sus rivales geopolíticos (vecinos regímenes
chiíes) y económicos (EEUU, Rusia y futuros competidores emergentes)

Incertidumbre en las inversiones en las nuevas tecnologías por su escaso
rendimiento en caso de mantener los precios bajos del petróleo.
Frases Clave: [Subrayadas en el texto]
Palabras clave: shale oil, fracking, aguas profundas, paises emergentes, OPEP, Arabia
Saudí, precio, materias primas, petróleo (convencional-no convencional), rendimiento,
inversiones, reservas, viabilidad.
Comentario:
Haciendo especial hincapié en los posibles efectos que, sobre la geopolítica global, está
teniendo el Fraking.
Igualmente analizará los efectos que, sobre la política Saudita y su propagación del
integrismo religioso, puede tener el fraking.
También reflexionará sobre los efectos económicos que en Arabia Saudí tiene la bajada
de los precios del crudo como consecuencia del fraking.
De los textos se puede extraer tanto directa como inderectamente que Arabia Saudí es
un peso pesado a escala mundial, tanto en el ámbito económico, sin ser una zona
puntera en tecnología, como en el geopolítico, su poder se basa exclusivamente en las
inmensas reservas de petroleo y gas que posee la zona y en una situación geoestratégica
de gran importáncia por su situación entre Occidente y Oriente. Volviendo la vista al
pasado debemos recordar que la zona de Mesopotamia, cuna de civilización, ha sido
desde siempre una región de gran inestabilidad tanto militar como política, presa de
diversas civilizaciones foráneas no solo por el mero control del territorio (Asiria) sino
por sus importantes recursos hídricos (las llamadas civilizaciones [autóctonas] hídricas,
que florecen al amparo de abundantes reservas de agua dulce, en este caso el Tígris y
Éufrates)y, mucho más recientemente, despues de la disolución del Imperio Otomano,
que si bien no controlaba toda la Península Arábiga por la gran dificultad que, debido a
su clima árido y hostíl, dilapidaba los recursos de la Puerta Sublime para intentar
dominar en centro y sur la Península, pues en esa época, el centro era poblado por
tribus de pastores nómadas con poco interes estratégico por parte del Imperio, sí poseía,
en cambio, un ferreo control de sus puertos y zonas costeras (en realidad, el proceso de
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remodelación y sedenterización urbana comenzó a partir del fin de la II Guerra
Mundial). Cuando el ya débil Imperio Otomano fue disuelto (1922), la monarquía saudí
tuvo las manos libres para anexionarse vastas zonas de la región y, en este contexto, se
descubrieron los primeros pozos petrolíferos (finales años 30 del s. XX) con lo que
comenzaba un extraordianario proceso de pseudomodernización dentro de su versión
ortodoxa y conservadora del islamismo suní, el washabismo; y es aquí donde hemos de
deternernos para comprender la muy complicada situación actual de la región y su
influencia en todo el mundo, tanto religiosa como política y económica.
Dentro del islamismo existen diversas facciones, las dos más importantes son el chiísmo
y el sunísmo, los primeros promulgan, a grandes rasgos, un estado teocrático gobernado
por un 'clero' (no en el sentido occidental, sin autoridad nominal, más bien se refiere a
expertos en derecho islámico) a cuya cabeza se situaría el Ayathola como lider políticoespiritual de una nación, de caracter restrictivo y con una actitud hermética respecto a la
influencia occidental. En el lado opuesto encontramos al sunísmo, mayoritario con una
cota del 80% dentro del islam, y con total seguridad, por influencia del expansionismo
otomano de los siglos XV-XIX. Dicha influencia desembocó en situaciones inusuales,
como la de Irak o Bahrein, que una clase gobernande suní domine una población
mayoritariamente chií , este sistema que se estableció durante la época del sultanato
otomano, fue continuada despues de la Gran Guerra por británicos y franceses como
dueños de los antíguos territorios del Imperio Turco, esta singularidad es,
probablemente, germen de la tensión actual en la zona. Dentro de esta rama, el sunismo,
encontramos dos corrientes opuestas, el wahabismo, nacido en la propia Península
Arabiga, instransigente y convervador, enfrente del hanafismo que, de las cuatro
escuelas principales, tiende a ser mucho más heterodoxo y permisivo que el anterior,
mayoritarimente profesado en la actual República de Turquía, a estas insalvables
diferencias religiosas habrá que sumarle, el establecimiento en 1948 del Estado de
Israel, el perído de descolonización de los años 60 y 70 que acrecentará los
resentimientos de la población autóctona del antiguo Imperio hacía los administradores
británicos y franceses que habrán explotado la región en busca de materias primas a
bajo costo para superar la crisis económica consecuente de la II Guerra Mundial y las
constantes tensiones políticas del período de la Guerra Fría.
El papel de Arabia Saudí:
En 1960 se crea la OPEP (Organización de Paises Exportadores de Petróleo), esta
organización se creó en el marco de una necesidad de regular y controlar tanto la
producción como el précio del crudo, a partir de este momento y como se verá durante
la crisis del petróleo de principios de los 70, Arabia Saudí empezará a atesorar una
influencia muy considerable en el ámbito internacional, al ser, en resumen, la decana de
la producción mundial de hidrocarburos y, por tanto, el combustible del motor
económico mundial. Esta situación de dependencia ha ido creando situaciones de
internvencionalismo permanente occidental en un afán de controlar el precio del
combustible (p.e entronización de la dinastía Palhevi en Persia -Iran-, establecimiento
de la 5ª flota en la base de Bahréin como protección de sus refinería y como protección
de los monarcas saudíes, intervención militar autorizada por la ONU en 1991 como
respuesta a la invasión Iraquí de Kwait, caída del régimen de Hussein en la primera
mital del s. XXI, etc...), el resultado de todo esto ha sido, hasta la fecha, nefasto, el
intervencionismo americano del s. XXI ha sido del todo contraproducente y solo ha
producido resentimientos hacia el mundo occidental, lejos de facilitar el control sobre el
precio de los recursos energéticos fósiles (hidrocarburos) en este contexto y también
como respuesta al dominio sobre la liberación del gas a Europa (crisis de Ucrania del
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2005) por parte de Moscú, se idearon varias iniciativas, tanto de países emergentes
como desarrollados, e incluso con apoyo gubernamental o sin él, comenzaron a poner en
práctica otro tipo de sistemas para extraer el combustible fosil, bien de aguas profundas
(Brasil) bien modernos sistema no asociados al tradicional bombeo del pozo petrolífero
(p.e Petroleo de pizarra, que utiliza un sistema de altas temperaturas para disociar
aceites utilizados posteriormente como combustible del resto de escoria) o el polémico
fracking, que, como el texto, utiliza la presión hidráulica para que el combustible (gas o
petróleo) ejerza presión suficiente como para abrirse paso a traves de la roca, formando
una fractura artificial hasta la superfície. Esta técnica, conocida desde hace casi un siglo,
no ha sido económica hasta que en el 2008 los precios del pretóleo subieron hasta rozar
los 100$ el barril en el 2012 (160 dm3 aprox.), la OPEP ante la demanda de países
emergentes (Brasil, China, etc..) decidió, en una maniobra púramente especulativa,
mantener la producción disparando la demanda y por tanto el precio, lo que sumió en
una grave recesión a los países más dependientes del petróleo (sobretodo la UE),
tendencia que se ha mantenido hasta ahora, la desaceleración económica de China, la
busqueda de motores más eficientes y la investigación de alternativas en Brasil han
provocado una caída en la demanda de petróleo. La respuesta de Arabia no se ha hecho
esperar, respondió bajando los precios muy por debajo de la caída de la demanda
manteniendo la producción, con esto consigue dos cosas, por un lado disparar las
desinversiones en la extracción de petróleo no convencional al dejar de ser rentable y,
por tanto desproveer a USA y la EU de una alternativa para solucionar su dependecia
energética de Oriente Medio; y por el otro castigar a los paises de la OPEP que
dependen de los ingresos derivados de la venta de crudo y que son, tanto a nivel
religioso como geopolítico, adversarios de Arabia Saudí, los regímenes Chiíes (la gran
perjudicada, a corto plazo y como hemos visto recientemente, es Venezuela).
El caso de la propagación del integrismo religioso esta ligado inequívocamente a un
tema económico, probablemente Arabia Saudí al mantener los ingresos bajos por la
venta del crudo en países de mayoría suní pero de clase dirigente chií (p.e Síria) está
forzando indirectamente su caída, o por lo menos un levantamiento popular en regiones
donde las necesidades económicas sean acuciantes; no se ha de menostener el
proselitísmo del islam radical, que podría convencer a una juventud sin vistas de un
futuro mejor en verdaderos portavoces del radicalismo yihadista.
Bibliografía:
Geopolítica, claves para entender un mundo cambiante. Ed. Universitaria Ramón
Areces
Webgrafía:
http://www.cusnc.navy.mil/ (web de la 5ª flota de la armada de los Estados Unidos con
base en Bahréin)
Fuentes:
Fuente mapa original: Http://www.freepik.es/
10
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