Subido por Juan Camilo Ochoa

42. Manejo de la Floracion en el Cultivo de Aguacate

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Manejo de la Floración en el
Cultivo de Aguacate
El manejo de la floración inicia, incluso antes de que
pueda observarse alguna flor en las ramas de los
árboles. En aguacate, como en otros tantos frutales,
el manejo de su floración es la clave para obtener
elevadas producciones. Para poner en contexto la
importancia que tiene el manejo de la floración, los
siguientes datos pueden vislumbrarlo, ya que se
menciona que un árbol de aguacate puede llegar a
tener hasta un millón de flores, produciendo por
cada inflorescencia de 200 a 900 flores. Se ha
reportado que sólo de 1 a 3 frutos se cosechan por
cada mil flores producidas. Es a partir de estos datos
que puede apreciarse la gran área de oportunidad
para mejorar la productividad de las huertas de
aguacate mediante la aplicación adecuada de
prácticas que ayuden a lograrlo.
Figura 1. Cada inflorescencia llega a producir
entre 200 a más de 900 flores.
Fuente: Aparicio, 2017.
Factores que afectan el proceso de floración y polinización
Señal inductiva. Todo proceso dentro de las plantas es regulado por genes, quienes al activarse o
desactivarse generan reacciones en cadena que conducen a un resultado determinado. De forma general
puede mencionarse que cada uno de los genes es activado o desactivado por alguna señal, sobre todo del
tipo ambiental; como puede ser el fotoperiodo o estrés abiótico. En el aguacate la falta de agua (estrés
hídrico) o bajas temperaturas (estrés térmico) inhiben o bloquean la acción de un gen represor de la
floración (PaFLC), el cual permanece activo de no presentarse estas condiciones. Asimismo, el exceso de
carga frutal y/o la cosecha tardía de los frutos favorece que se active este gen represor. De no existir una
señal que inhiba o bloque al gen PaFLC, el meristemo será vegetativo. El gen PaFLC inhibe la activación
del gen PaFT, el cual anteriormente se consideraba era la hormona llamada FLORIGEN y que actualmente
se sabe que es un gen ubicado en las hojas. El gen PaFT al activarse forma proteínas que se trasladan hasta
el meristemo (yema) donde señalizan la activación de otros genes para que se inicie la formación de las
estructuras florales.
Energía. Cada actividad metabólica de las plantas requiere de energía. La forma de energía en las plantas
son los carbohidratos (azúcares), por ello la disponibilidad de estos compuestos es indispensable para
lograr la inducción, división, elongación y diferenciación celular dentro de los meristemos que darán lugar
a las flores de aguacate, así como para la fecundación de flores, cuajado y crecimiento de los frutos. La
producción de carbohidratos, así como su transporte a los puntos de interés (yema y frutos) depende de
distintos factores:
Nutrición. El balance nutricional es importante para garantizar el transporte de los carbohidratos a las
yemas y frutos, donde el magnesio y potasio juegan un papel indispensable. Excesivas fertilizaciones
potásicas pueden afectar el transporte de azúcares dado que evita la absorción de magnesio por el
antagonismo que se genera. De igual manera, niveles adecuados de zinc, boro y manganeso favorecen
una adecuada floración y cuajado de frutos.
Demanda de carbohidratos. Los distintos órganos del árbol de aguacate ejercen cierta demanda de
carbohidratos para su desarrollo y ejercen una competencia diferencial entre ellos. En este sentido, los
frutos y flores son competidores primarios, mientras que la raíz es un competidor secundario. Por otro
lado, los brotes vegetativos en primavera, que crecen a partir de las inflorescencias indeterminadas,
suelen ser competidores primarios; sin embargo, para verano su fuerza de demanda se reduce y pasan a
ser competidores secundarios (sólo en caso de que se tenga un considerable número de frutos cuajados).
Las hojas de estos brotes vegetativos tardan de 38 a 45 días en producir excedentes. Esta competitividad
y la necesidad de tener por más tiempo los frutos en el árbol para tener un buen precio de mercado
ocasionan que se reduzca la cantidad de carbohidratos para la floración, reduciendo la cantidad de flores
y de frutos cuajados para el siguiente ciclo. Los frutos recién cuajados demandan gran cantidad de
carbohidratos, los cuales en su mayoría son utilizados en la transpiración, pues estos frutos tienen una
alta tasa respiratoria hasta 12 semanas después de la cuaja.
Figura 2. Los frutos representan la mayor competencia por carbohidratos de la
floración, por lo que determinar la carga frutal es indispensable para evitar la
alternancia productiva.
Fuente: Fichet, 2017.
Luminosidad. La luz juega un papel fundamental en la producción de carbohidratos; por lo tanto, una baja
luminosidad difícilmente dará lugar a yemas reproductivas, por el contrario se tendrán yemas vegetativas
con el propósito de alimentar los frutos que se tengan en el árbol u otras estructuras que lo requieran.
Temperatura. La temperatura también afecta al proceso de floración, ya que bajas temperaturas pueden
prolongar cada uno de los procesos fisiológicos (inducción y diferenciación floral, brotación de las yemas
florales, cuaje y crecimiento de frutos). Asimismo, las bajas temperaturas ocasionan a menudo la
producción de frutos partenocárpicos (sin semilla), lo cual decrece la producción. Además, se ha
cuantificado que cuando se tienen temperaturas por debajo de los 15 ºC o por encima de los 40 ºC, la tasa
de fotosíntesis neta es de sólo un 33 % de la observada cuando las temperaturas son las adecuadas; con
lo cual, puede concluirse que la temperatura afecta directamente en la producción de carbohidratos.
Morfología floral. El aguacate tiene una flor hermafrodita con
dicogamia protoginia con complementariedad sincronizada
diariamente. Esta condición ocasiona que la apertura de la
estructura femenina (estigma) y masculina (anteras) no estén
sincronizadas simultáneamente, sobre todo en condiciones
templadas o frías, donde la apertura diferida es más
acentuada que en condiciones más cálidas en donde incluso
se puede llegar a tener un traslape que conlleva a la
autopolinización. Es de destacarse que existen dos tipos de
floración en aguacate, clasificándose como tipo A y tipo B a
los distintos cultivares que existen (Cuadro 1).
Cuadro 1. Cultivares de aguacate de
acuerdo al tipo de floración.
Fuente: Fichet, 2017.
Floración tipo A
Floración tipo B
Hass
Bacon
Gwen
Edranol
Esther
Zutano
Nabal
Fuerte
Prácticas para manejo de la floración
A través de distintas investigaciones y reportes han quedado de manifiesto algunas de las prácticas que
favorecen o mejoran la floración y cuajado de frutos. Entender el fundamento de cada una de ellas es
necesario para realizarlas en el momento y forma más adecuados.
Anillado. El anillado consiste en solo una incisión en la corteza de la rama sin desprenderla. Esta práctica
se hace sobre todo cuando se sabe que se tendrá una baja floración y con ello evitar una excesiva floración
que desgaste al árbol. Entre los meses de octubre a noviembre (abril-mayo en el Hemisferio Sur) se realiza
el anillado o rayado en algunas ramas preseleccionadas y no en todas para evitar acentuar la alternancia
de producción. Con esto aseguramos una mejor redistribución de carbohidratos a las yemas de estas
ramas, mejorando su inducción y diferenciación floral, así como el posterior cuaje de frutos. Las ramas
anilladas deben ser asperjadas con citocininas antes de que florezcan, durante la etapa de coliflor y
nuevamente cuando se tengan los primeros frutos cuajados para evitar alguna clorosis y la senescencia
del follaje, mejorando la tasa fotosintética de las hojas.
Poda de producción. Realizada hacia finales de verano y
principios de otoño, entre los meses de septiembre y
octubre (febrero-marzo en el Hemisferio Sur) en ramas que
no serán anilladas para generar un crecimiento débil en
otoño. Esta poda dirigida favorece el crecimiento de ramas
laterales, y el crecimiento de las mismas no es tan fuerte
como en primavera. A estas mismas ramas se les puede
aplicar un inhibidor de giberelinas, cuando tienen
aproximadamente de unos 20 a 30 cm de longitud en el
mes de octubre. El objetivo principal es mejorar la
inducción y diferenciación floral de estas ramas.
Reguladores de crecimiento
Inhibidor de giberelinas. Reduce largo de entrenudos de
nuevos crecimientos, además de inducir la floración en las
Figura 3. Con la poda de producción se
yemas al reducir el efecto bloqueador de la inducción y
obtienen crecimientos de brotes poco
diferenciación floral que ejercen las giberelinas. Los
vigorosos y que ofrecen mayor número
triazoles, como el uniconazol, además de inhibir a las de yemas potencialmente florales.
giberelinas ayudan a reducir el efecto de especies reactivas Fuente: Fichet, 2017.
de oxígeno, evitan la degradación de la clorofila,
mejorando la tasa fotosintética del árbol. La aplicación de uniconazol se realiza en el mes de octubre a
una concentración de entre 0.5 a 1 %, dependiendo del vigor del crecimiento de las ramas que crecen
después de la poda de producción.
Citocininas. Las citocininas favorecen la floración, aunque el mecanismo mediante el cual lo realizan aún
no es claro. De igual manera, las citocininas favorecen la ramificación o brotación lateral de las yemas, y
su acción es bloqueada por las giberelinas. Además, se ha comprobado que el tamaño del fruto está
determinado más por el número de células que por el tamaño de las mismas, por lo cual la aplicación de
citocininas es lo mejor. También mejoran el cuaje de frutos y retrasan la senescencia de las hojas,
mejorando la carga frutal (número de frutos). Los momentos de aplicación son durante el estado de
coliflor de la yema y cuando se tienen los primeros frutos cuajados antes de la primer caída natural de
frutos. Los productos que pueden utilizarse son benciladenina a razón de 60 ppm o CPPU en una
concentración de 5.0 a 7.5 ppm.
Micronutrientes. Es bien conocido el papel que desempeñan algunos micronutrientes sobre el proceso
de floración y polinización de las mismas flores. En aguacate se hace hincapié en tres micronutrientes, los
cuales son zinc, boro y manganeso. La aplicación de estos nutrientes puede realizarse vía foliar o al suelo.
Polinización. Gracias a la dicogamia que presentan las flores de aguacate, los cultivares son clasificados
de acuerdo al tipo de floración A y B (Cuadro 1). El aguacate ‘Hass’ es un cultivar con dicogamia tipo A y
en este caso el árbol que se deberá utilizar como polinizante debe tener una dicogamia tipo B, por ejemplo
‘Bacon’ o ‘Fuerte’. Es importante aclarar que el cultivar empleado como polinizante no debe de ser menos
del 11 % del número total de árboles, siempre procurando que los arboles de ‘Hass’ estén en contacto
con alguna rama del árbol polinizante. El empleo de polinizadores, como las abejas, es importante para
una adecuada polinización de las flores. Suelen utilizarse de 4 a 6 grupos de colmenas y separadas por no
más de 50 m por hectárea.
Esquema de manejo
Para ejemplificar el esquema de manejo, se tomará en cuenta un árbol con cuatro ramas primarias; sin
embargo el esquema puede realizarse para arboles con más ramas.
Año 1. Se anilla la rama 1 entre octubre y noviembre.
Antes de anillar la rama 1, las ramas 2, 3 y 4 son
podadas entre finales de verano o inicios de otoño
(agosto-septiembre) para favorecer un crecimiento
débil. Asimismo se asperjan inhibidores de giberelinas
en las ramas 2, 3 y 4 cuando los brotes alcanzan entre
20 a 30 cm. Previo a que las yemas florales (estado de
coliflor) de la rama 1 broten en primavera, se asperja
citocininas y una segunda aplicación cuando se tengan
los primeros frutos cuajados (antes de la primera
caída natural de frutos). Asimismo, en primavera se
pueden aplicar micronutrientes como zinc,
manganeso y boro en todo el árbol. Las ramas 2, 3 y 4
aunque producen frutos estos no llegan a compararse
con el número de frutos en la rama 1.
Figura 4. Esquema sobre la distribución de
polinizantes en un huerto de aguacate.
H=Hass; B=Bacon.
Fuente: Fichet, 2017.
Año 2. Las ramas 3 y 4 se podan entre finales de verano a inicios de otoño y se aplica un inhibidor de
giberelinas cuando estos crecimientos de otoño tengan de 20 a 30 cm. En este año la rama 2 se anilla
entre los meses de octubre y noviembre, la cual nos dará la mayor floración de la primavera siguiente.
Antes de que broten las yemas florales (estado de coliflor) en primavera, al igual que en el año 1, se
asperjan citocininas sobre la rama 2 y una segunda aplicación al tener los primeros frutos cuajados. Por
otro lado, la rama 1 no se toca y se cosechan sus frutos en primavera. Posteriormente a la cosecha se
poda la rama 1 en caso de que se encuentre muy debilitada y se deja recuperando todo el año, de lo
contrario no se poda y se deja sin labor alguna. En primavera también pueden aplicarse zinc, boro y
manganeso.
Año 3. Para este año las ramas 1 y 4 se podan entre finales de verano a inicios de otoño, aplicándole un
inhibidor de giberelinas cuando los brotes que surgen a partir de esta tienen entre 20 a 30 cm. En este
año, la rama 3 es anillada entre los meses de octubre y noviembre. En primavera la rama 3 es asperjada
con citocininas antes de que broten sus yemas florales (estado de coliflor) y posteriormente una segunda
vez al tener los primeros frutos cuajados. En primavera de este año se cosechan los frutos de la rama 2 y
al igual que la rama 1 en el año 2, se podará o no dependiendo si esta se encuentra debilitada y se dejará
este año recuperándose. De igual manera, en primavera se pueden aplicar micronutrientes como el zinc,
boro y manganeso.
Año 4. Ahora las ramas 1 y 2 son las que se podan entre finales de verano e inicios de otoño, y a las cuales
se le aplica un inhibidor de giberelinas cuando los brotes de otoño alcanzan de 20 a 30 cm. La rama 4 se
anilla entre octubre y noviembre. En primavera la rama 4 es asperjada con citocininas en dos ocasiones
(en estado de coliflor y al tener los primeros frutos cuajados) y se cosechan los frutos de la rama 3, así
como aplicar boro, manganeso y zinc. Después de la cosecha se poda la rama 3, sólo si está debilitada; en
caso contrario se deja sin labor para que se recupere para el año siguiente.
Para el año 5 se repite el esquema del año 1, para el año 6 se repite el del año 2 y así subsecuentemente.
Se conforma un ciclo que busca uniformizar la producción año tras año, evitando con ello la alternancia
productiva del aguacate. Es importante resaltar el anillado no debe volver a realizarse en la misma rama
por al menos 3 años para evitar un agotamiento en sus reservas.
Cita correcta de este artículo
INTAGRI. 2018. Manejo de la Floración en el Cultivo de Aguacate. Serie Frutales. Núm. 42. Artículos
Técnicos de INTAGRI. México. 6 p.
Fuentes consultadas
- Fichet, L. T. 2017. Manejo de la Floración en Aguacate. Curso Internacional del Aguacate. Intagri.
México.
- Díaz, M. D. H. 2002. Fisiología de Árboles Frutales. AGT editor S.A. Distrito Federal, México. 390 p.
- Agustí, M. 2010. Fruticultura. Mundi-Prensa. España. 507 p.
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