Subido por Maria Elizabeth Osorio Ruiz

UNA REFLEXIÓN SOBRE LAS APROXIMACIONES METODOLÓGICAS AL DISEÑO CURRICULAR

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UNA REFLEXIÓN SOBRE LAS APROXIMACIONES METODOLÓGICAS AL
DISEÑO CURRICULAR
Hablar de currículum ha sido cada vez más importante al interior de las instituciones del
país en su contexto cotidiano, motivada por una intencionalidad o finalidad de cambio que
se vea reflejada en las acciones concretas, pero cuán difícil ha sido en las instituciones
reflejar esta transformación.
Es común escuchar cada año en las instituciones, sobre la necesidad de realizar cambios y
adecuaciones curriculares en los programas y planes educativos, se le da vital
importancia a esta tarea. Pero, ¿realmente se reflexiona sobre el currículo? ¿se reconoce
su repercusión en: los métodos de enseñanza, las interacciones sociales de la comunidad
educativa, la utilización de las tecnologías y materiales de apoyo, el papel de la Institución
educativa en el contexto y la mismas visión y misión o filosofía institucional que se proyecta
a la comunidad?
Díaz Barriga (1993) expresa que:
Dado que la teoría curricular surge en el contexto de los planteamientos de la tecnología
como una concepción eficientista y pragmática del acto educativo, es cierto que los
modelos curriculares imponen requisitos formales a las instituciones de enseñanza, los
cuales deben analizarse a la par que el mismo modelo para ubicarlos en el plano político y
económico. (Díaz Barriga. 1993. Pág. 11).
Aún se evidencia que las instituciones se encuentran permeadas por los enfoques clásicos
del currículo, donde todo está debida y rigurosamente planeado, y el papel del docente es de
un dictador de contenidos que deben ser aprendidos de manera que
puedan seguirse transmitiendo, estando ausente la reflexión y la construcción de nuevos
saberes; y sin tener en cuenta características diversas de los que aprenden. Está
influenciado por el paradigma conductista, donde educar es condicionar respuestas de
conductas más deseadas y se realiza un proceso evaluativo para verificar su logro.
Identificado así, el currículo, sólo como un cúmulo de contenidos donde se encuentra
sistematizado el accionar del maestro y elaborado por agentes externos a la institución “los
expertos”. Desde esta mirada la adquisición de conocimientos se comprende como algo
finito, dividido en temas y subtemas con mucho contenido pero carentes de reflexión y por
ende carentes de sentido para quien lo prende. Es más bien una acción de incorporar una
información y en lo posible lo más fiel a la lección o temática dictada y para reproducirla
como una copia sin ninguna intencionalidad de darle sentido y utilidad de aquello que se
incorpora y permea.
Es necesario retomar entonces, metodologías curriculares clásicas para comprender lo
planteado anteriormente:
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Desde la teoría de Tyler, es imprescindible la delimitación de metas y objetivos
educativos los cuales son reflejados en el material instruccional que se selecciona, los
contenidos, procedimientos y el examen que para Díaz Barriga (1984), está ubicado
en una línea de pensamiento pragmática y utilitarista.
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Taba resalta la necesidad de elaborar programas escolares que tengan una propuesta
metodológica que surja de la investigación de las demanda de la cultura que permita
seleccionar objetivos, contenidos y actividades de aprendizaje. Díaz Barriga (1984),
critica la visión funcionalista de dicha propuesta porque ve que está reducida a
políticas utilitaristas y en detrimento de la formación teórica.
Johnson también es un clásico del currículo el cual concibe este como algo
estructurado e intencionado con unos criterios delimitados siguiendo un orden en la
cual la función es guiar la enseñanza y cuya evaluación es enfocada a identificar los
errores estructurales de estos; aunque su enfoque empieza a dar una mirada a la
formación ciudadana.
El atribuírsele gran importancia al cambio de contenidos educativos, como la posibilidad de
generar mejores desempeños en los estudiantes, ha sido un error en el modelo seguido, y ha
dejado corto el potencial del currículum, ha estado lleno de buenas intenciones, pero distante
de la realidad, donde los que deben de reflexionar el currículum es la comunidad educativa,
puesto que, corresponde a su diario vivir, a todas las prácticas planeadas y no planeadas, a
los acuerdos y desacuerdos, a los aciertos y errores que se puedan dar en las prácticas
cotidianas académicas y no, y que hacen parte de la identidad de la comunidad educativa.
El cambio curricular adquiere una gran importancia, para realmente generar procesos de
enseñanza y aprendizaje, que no sólo apunten a generar soluciones a los bajos índices en
la calidad educativa, a la baja retención y alto índice de repitencia escolar.
Por ello la necesidad de continuar la reflexión sobre el impacto de las propuestas curriculares
que han surgido, identificándose que poco a poco se han ido introduciendo nuevas visiones
sobre el deber ser del currículo, dentro de estas se encuentran las metodologías curriculares
desde un abordaje tecnológico y sistémico:
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Propuesta Curricular de Glazman e Ibarrola: se enfocan en diseños de planes de
estudios para la formación profesional adaptándolos al contexto latinoamericano
Haciendo énfasis en que estos deben ser verificables, sistemáticos y continuos.
Propuesta Curricular de Arnaz: Propone que el currículo debe ser elaborado por
cuatro fases: Primera fase, de formulación, la cual tiene objetivos curriculares, plan
de estudios y sistema de evaluación y descripciones de cada curso. La segunda fase
incluye la instrumentación de la aplicación del currículo concerniente al
entrenamiento de docentes y recursos. La tercera fase es la aplicación del currículo,
y la cuarta fase es la evaluación global del proceso.
Propuesta Curricular de Arredondo: Está emparentada con un enfoque sistémico y
planteamientos clásicos aunque se centra considerablemente al estudio de una
problemática social y un ejercicio profesional; también contempla una evaluación
externa.
Desde el abordaje de una metodología curricular crítica y sociopolítica se empieza
a reclamar la autonomía desde las instituciones en la creación de su currículo, sin desconocer
lo global, pero si en contra de una camisa de fuerza a la que los botones no cierran o queda
demasiado ancha puesto que desconoce el contexto y las particularidades de éste,
específicamente el de su diversidad y potencial humano. Dado que el enfoque crítico y
sociopolítico rechaza los enfoques tecnológicos y la visión psicologista del currículo.
Surgen propuestas como:
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Stenhouse; Rechaza la currícula enciclopédica, manifiesta la necesidad de plantearse
problemas para que los sujetos elaboren su currículo, estrategias y procesos
requeridos para la solución de estos. Es decir, que el diseño es racional y
fundamentado en la especificación de contenidos y principios de procedimiento.
Reconceptualista: (Apple, Giroux, McLaren y Schwab)
Su propósito principal consiste en la resolución de problemas prácticos de la vida
cotidiana. El proceder de esta forma no implica un abordaje intuitivo o del sentido
común; debe descansar en la utilización del conocimiento científico, pero bajo los
supuestos de una pluralidad teórica, tolerancia a la ambiguedad y coexistencia de
posiciones eclícticas. Pueden considerarse los elementos curriculares que preocupan
a los otros enfoques (objetivos, contenidos, secuencias, métodos, etc.), pero en esta
postura no son los actores principales y, más bien, quedan subordinados al proceso
de solución de problemas actuales de cada institución y cada aula. Por otro lado,
las soluciones son vistas como provisionales, circunstanciales y tentativas. (Díaz
Barriga 1993, p.18)
Modular por objetivos de transformación: Considera que en vez de realizarse un
diagnóstico de necesidades, se parta de un marco de referencia de la evolución
histórica de las prácticas profesionales. Critica que se enseñe de acuerdo a la demanda
ocupacional y el diseño curricular por asignaturas por caracterizarse por positivista,
desarticulado y fragmentado. Propone el diseño curricular modular que es objeto de
transformación integrando los contenidos a un problema global para explicarlo
mediante el estudio interdisciplinario; además, la elaboración de un programa
analítico donde el docente pueda interpretarlo de acuerdo al contexto particular.
Para Diaz Barriga esta propuesta curricular aun no logra sustituir las propuestas curriculares
clásicas y sigue para America Latina la propuesta norteamericana teniendo mucho peso
en sus diseños curriculares.
De ahí la necesidad de seguir reflexionando sobre otras propuestas curriculares como lo es
la metodología curricular desde un enfoque constructivista donde Cesar Coll es uno de sus
mayores exponentes.
Considera conveniente disponer de un modelo de diseño curricular base,
unificado para toda la enseñanza obligatoria (desde preescolar hasta secundaria, en
las modalidades normal y especial) que responda a principios básicos y adopte una
misma estructura curricular en dichos niveles. Por supuesto, se acepta que a la par
debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse a cada situación particular.
El marco de referencia del modelo lo constituyen los enfoques cognitivos en sentido
amplio, destacando los siguientes: la teoría genética de Jean Piaget: la teoría del
origen sociocultural de los procesos psicológicos superiores de Vygotsky: la
psicología cultural de Michael Cole: la teoría del aprendizaje verbal significativo
de David Ausubel: la teoría de la asimilación de Mayer: Las teorías de los
esquemas inspiradas en el enfoque del procesamiento humano de información, y la
teoría instruccional de la elaboración de Merrill y Reigeluth. (Díaz Barriga 1993,
p.21)
La intención es permitir la discusión y reflexión, de que el currículo es más que esa
perspectiva instrumental didáctica , que se puede ver como un a hipótesis de enseñanza
aprendizaje que debe ser indagada, discutida, analizada, reflexionada, por los involucrados
directamente en el contexto educativo, es decir que apunte a discernir sobre los elementos
de carácter social, cultural, subjetivo, que convergen en los diferentes espacios, teorías y
prácticas educativas de la vida institucional.
Aún queda la tarea de crear un currículo factible de cuestionarse, de investigarse, de indagar
desde diferentes perspectivas conceptuales y metodológicas, por sus actores y teniendo en
cuenta las particularidades de cada institución, que se vislumbre como un currículo más
real, humano que permita reconocer sus límites en el campo educativo y su capacidad de
intervención en el conocimiento, lo científico, la tecnología , y tenga en cuenta lo cultural
y social como principal agente potencializador, el cual genere conciencia en el ser ,
autonomía, libertad de actuar responsablemente, conciencia ciudadana, sentido de
pertenencia, identidad cultural, memoria histórica de los acontecimientos y hechos que
transformen su cultura y su ser.
El empobrecimiento del papel docente y su desvalorización hacen más ardua la tarea, pero
a su vez obliga a asumir el reto de replantear el acercamiento del currículo desde un
aspecto investigativo, a la reflexión e intervención generando teoría, contando con
comunidades de aprendizaje, permitiendo indagar sobre sus problemas y plantear soluciones
contextualizadas. “Por eso, es necesario recuperar la voz del educador en un escenario de
formación para la vida y en la vida, como actor social en compromiso con su
comunidad…Una voz creativa, líder dispuesta a alimentar un proyecto histórico y cultural
en el que se reconozcan las inter-subjetividades humanas. La formación requiere pensarse
desde procesos continuados que no se queden en la forma sino que se vayan a la esencia,
de tal manera que lo humano se reconozca verdaderamente como comprensión y
reconocimiento a la diversidad de la especie humana, con sus maneras de sentir, pensar
y soñar” (PORTELA, 2006).
REFERENCIAS
Díaz B. F. “Aproximaciones metodológicas al diseño curricular hacia una propuesta
integral”, en Tecnología y Comunicación Educativas, No. 21, México, Instituto
Latinoamericano de la Comunicación Educativa, 1993, 19-39.
PORTELA, Henry. La racionalidad técnica… una huella que condiciona el sentido de la
formación en los procesos educativos. En: Revista Iered: Revista Electrónica de la Red de
Investigación Educativa [en línea]. Vol.1, N°1 (Julio –Diciembre de 2004).
PORTELA, Henry. La Instrucción y la Formación en la Educación…entre retenciones,
herencias y tradiciones. Paulo Freire. Revista de Pedagogía Crítica. Año 7, N° 6, Diciembre
2008.
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