viaje en el tiempo - Amarillo verde y azul

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VIAJE EN EL TIEMPO
En la rama de un árbol vivía una pequeña hojita. Ella era feliz en su rama, pero siempre
soñó con salir de allí algún día y explorar el mundo. Le gustaba mucho hablar con su
buen amigo Buheco para que le contase las maravillas de la Tierra, ya que este pequeño
búho había visitado numerosos lugares. Buheco solía explicarle que había lugares
preciosos en el mundo, pero siempre estaba preocupado porque la gente no los cuidaba.
La hojita esperó pacientemente hasta que llegara el momento de poder abandonar su
árbol y viajar.
Un día soleado de otoño, se separó de su rama y empezó a caer. Pocos segundos
después se vio envuelta en una corriente de aire que le hizo remontar el vuelo. Se dejó
llevar por el viento, hasta que un par de días después aterrizó en una playa. Se acercó a
la orilla y vio a unos niños jugando, cuando uno de ellos lanzó una botella de agua al
mar.
-
Vaya… – Pensó la hojita – Estoy segura de que a Buheco no le gustaría esto.
Aunque pensándolo bien el mar es muy grande, no creo que pase nada porque se
tire una sola botella.
El viento volvió a levantar a la hojita hacia el cielo y llegó a un bosque gigantesco, que
estaba siendo talado. Los árboles iban cayendo uno a uno y el bosque se iba haciendo
más pequeño. La hojita pensó que aquello no estaba bien, pero no se preocupó
demasiado porque ella estaría a salvo mientras no talaran su bosque.
La última parada de su viaje le llevó hasta una gran ciudad. Recordaba que Buheco le
había hablado de las ciudades y de lo preocupado que estaba por la contaminación que
había en ellas. Su amigo llevaba razón, el aire de la ciudad estaba muy contaminado,
pero la gente se había acostumbrado a vivir así y no parecía que tuviera muchas
consecuencias.
El momento de regresar a casa había llegado. Volaba hacia su hogar tranquila, porque
había podido comprobar por si misma que el mundo no estaba tan mal como pensaba y
que no corría peligro. De repente una fuerte luz apareció justo delante de ella. Una
extraña figura salió del interior de la luz. Era un hombre que vestía unas ropas muy
raras y llevaba un sombrero muy alto.
-
Hola hojita– Dijo el misterioso hombre.
-
¿Quién es usted? – Preguntó ella asustada
-
No tengas miedo. Soy un mago, y he venido porque me gustaría mostrarte un
lugar que estoy seguro que nunca has visto. ¿Te gustaría viajar conmigo?
-
Bueno – Respondió – Me encanta viajar, así que te acompañaré.
Ambos atravesaron aquella potente luz, y un instante después se dio cuenta de que
estaba en un sitio totalmente distinto. En aquel oscuro lugar costaba respirar, y parecía
que nunca había habido vida allí. El mago la llevó a visitar aquel extraño planeta. Había
ciudades desiertas, en los bosques no se veía ni un árbol, solo montañas de basura. No
había rastro de animales ni de personas, ni agua en los ríos.
Horrorizada por lo que estaba viendo, la hojita le preguntó al mago: - ¿A dónde me has
traído?
-
Esto, querida hojita, no es más que tu amado planeta Tierra – Respondió – Te he
traído al futuro para que veas lo que puede pasarle al mundo si seguís tratándolo
así.
Entonces la hojita comprendió por qué Buheco estaba siempre tan preocupado, y le
pidió al mago que la llevara al pasado para que pudiera hablar con su amigo y juntos
ayudar a salvar el planeta.
De vuelta en su árbol, la hojita le explicó a Buheco lo que había visto y le dijo que a
partir de ese momento iba a proteger el medioambiente todo lo que pudiera.
-
Pero tu sola no puedes salvar el planeta – Le dijo Buheco – Necesitamos que
todo el mundo sea consciente de la importancia de cuidar la naturaleza.
Un gusano de seda que andaba por la rama escuchó la conversación y recordó que
cuando era pequeño su dueño lo llevó a un lugar donde los niños aprendían.
-
¡Podríamos ir a ese lugar y explicarle a todos los niños lo que has visto!- dijo el
gusanito. - ¡Yo os llevaré!
-
¡Qué gran idea! ¡Así todos los niños y niñas nos ayudaran a cuidar el planeta!
Dijo la hojita
-
Y podrán decírselo a sus familias y el mensaje llegará cada vez a más personas
y entre todos conseguiremos cuidar nuestro planeta. – añadió Buheco
A partir de ese momento, la hojita, Buheco, y el gusano de seda se dedicaron a ir de
colegio en colegio contando a los niños el mundo del futuro que habían visto. Así fue
como comenzó su plan de hacer del mundo un lugar mejor.
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