Peregrinación y Encuentro "Nuestra Señora de Guadalupe, Estrella

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Peregrinación y Encuentro "Nuestra Señora de Guadalupe, Estrella de la Nueva Evangelización en
el continente americano"
Más de 300 personas entre cardenales, obispos, oficiales de la curia romana, sacerdotes y laicos
de todo el Continente Americano: Canadá, Estados Unidos, México, Centro y Sudamérica y el
Caribe, peregrinaron al Santuario de Guadalupe en la Ciudad de México del 15 al 19 de noviembre
donde celebraron un encuentro en el que reflexionaron sobre los principales desafíos a la Nueva
Evangelización, a los pies de nuestra Madre Bendita del Tepeyac. En ese contexto juntos
agradecieron la aparición de Santa María de Guadalupe al inicio de la evangelización del
Continente en el que la Santísima Virgen quiso “mostrar su amor-persona a los moradores de
estas tierras”. Al respecto el Cardenal Marc Ouellet recordó que cuando nuestra Señora de
Guadalupe se apareció al indio Juan Diego no existían fronteras en el Continente por lo que se
puede afirmar sin duda que Ella vino a anunciar a Jesucristo a todos los habitantes del Continente.
De este modo ella es la puerta de todos los santuarios marianos del Continente y su corazón
espiritual. En este marco se renovó el patrocinio de Santa María de Guadalupe sobre todo el
Continente subrayando su unidad en la fe, más allá de sus diferencias culturales. Ella es la estrella
de la Nueva Evangelización y su pedagogía “de evangelización perfectamente inculturada”
constituye una luz potente para la misión continental.
El encuentro transcurrió en un ambiente de fuerte comunión eclesial y de intensa oración, en el
que los asistentes intercambiaron opiniones y aportes desde sus propias realidades, a través de
grupos de trabajo interdisciplinares. Las relaciones principales estuvieron a cargo de los
Cardenales Oscar Rodríguez Maradiaga (Honduras), Marc Ouellet (Presidente de la Comisión
Pontificia para América Latina y Prefecto de la Congregación de los Obispos), Sean O’Malley
(Boston, USA), Francisco Robles Ortega (México), junto con los obispos Oraní Tempestá (Arzobispo
de Río de Janeiro,Brasil), Carlos Aguiar Retes (Presidente del CELAM), Gérald Lacroix (arzobispo de
Quebec), Daniel Di Nardo (Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos),
Leonardo Steiner (Secretario General de la Conferencia Episcopal Brasileña), el Canónigo Eduardo
Chávez (Director del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos) y el Doctor Rodrigo Guerra del
Centro de Investigación Social Avanzada.
Entre los temas importantes que se reflexionaron se abordó la colaboración y comunión entre las
Iglesias locales de América entera, cultura y sociedad, así como una referencia a María como
Madre de la Iglesia en el contexto de los cincuenta años de la clausura del Concilio Vaticano II.
En los grupos interdisciplinares se trabajaron temas como la religiosidad popular, la llamada
"emergencia educativa", el matrimonio y la familia, la formación de la clase dirigente en el
Continente, la formación del clero, las misiones, el ecumenismo, los catequistas y las acciones
socio-caritativas en la Iglesia, entre otros.
El Reverendo José Guillermo Gutiérrez quien asistió en representación del Dicasterio, participó en
el grupo de trabajo sobre matrimonio, familia y defensa de la vida, que fue coordinado por el
Cardenal Juan Luis Cipriani. La introducción corrió a cargo de S. E. Mons. Thomas Olmsted, obispo
de Phoenix, quien fuera hasta hace poco director de la oficina para Laicos y Vida Familiar de la
Conferencia Episcopal de los Estados Unidos; fungió como relatora la Dra. Zelmira Bottini de Rey,
Directora del Instituto de Familia de la Universidad Católica Argentina. En ese grupo participaron
también S. E. Mons. Giancarlo Petrini, responsable de la Comisión Episcopal de Familia de la
Conferencia Episcopal Brasileña y los consultores del Dicasterio John Klink y Timothy O’Donell,
además de otros sacerdotes y laicos comprometidos en la pastoral familiar y en la promoción y
tutela de los derechos de la familia y de la vida.
Entre las conclusiones del grupo se subrayó la necesidad de trabajar en red en todo el continente,
de propiciar una colaboración norte-sur y entre las conferencias episcopales para favorecer la
formación de agentes de pastoral (sacerdotes, religiosos y laicos) en matrimonio y familia,
propiciando una mayor vinculación entre los Institutos Universitarios de Familia y la Pastoral.
Asimismo se insistió en la necesidad de compartir prácticas exitosas de pastoral familiar y a este
respecto se habló del proyecto sobre la Familia cristiana como sujeto de evangelización que el
Pontificio Consejo para la Familia lleva a cabo, poniendo en circulación diversas experiencias de
pastoral familiar, a través del sitio web del dicasterio. Otro de los temas fuertemente mencionado
fue la necesidad de profundizar la preparación y acompañamiento del matrimonio mediante
itinerarios de reiniciación cristiana y formación al amor y de acompañamiento de los matrimonios
jóvenes. El Cardenal Cipriani insistió en dos puntos: en la necesidad de revisar cuál es la razón por
la que a pesar de los treinta años que tenemos luchando concientemente en la promoción y
defensa del matrimonio, de la familia y de la vida, pareciera que no logramos hacer pasar el
mensaje y la agenda que relativiza el matrimonio y la familia gana cada día más terreno; y en la
toma de consciencia de que en la promoción de la familia en la esfera pública deben ser los laicos
quienes estén en la primera línea, sostenidos por los pastores, quienes les dan sobretodo un
apoyo espiritual y de formación doctrinal. D. Guillermo Gutiérrez compartió los resultados
obtenidos hasta ahora de la investigación internacional sobre la familia como recurso de la
sociedad, indicando en este tipo de trabajo un modelo de colaboración entre las Iglesias locales de
tipo propositivo y en diálogo con la cultura. Todos coincidieron en que el punto nodal es presentar
la belleza de la propuesta cristiana sobre el matrimonio y la familia, resaltando la santidad
matrimonial y familiar.
Momentos significativos de la peregrinación y encuentro estuvieron constituidos por la liturgia.
Las Eucaristías estuvieron presididas por los Cardenales Norberto Rivera Carrera, Marc. Ouellet,
Timothy Dolan y Nicolás López Rodríguez. Memorable fue la meditación mariana que el Cardenal
Ouellet dirigió la noche del 18 de noviembre ante la Sagrado Original de la Imagen de la Virgen de
Guadalupe.
El Santo Padre estuvo muy presente durante todo el Encuentro tanto a través del bello e
iluminador Mensaje Videograbado con que inició el Encuentro como a través del homenaje que
quiso hacer a la Patrona del Continente Americano a través del envío de una rosa de oro.
Estaba prevista la participación del Presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, Mons.
Padilla, arzobispo de Cebú, quien además de compartir una relación, refrendaría el patrocinio de
Guadalupe sobre las Islas Filipinas. Sin embargo, debido a la catastrofe provocada por el Tifón que
golpeó de manera particular su región, no pudo asistir, pero los participantes le enviaron una carta
junto con el producto de una colecta, signo de comunión y participación solidaria.
Se puede afirmar sin duda, que esta reunión tendrá una importante repercusión en la promoción
de un estilo nuevo de colaboración y comunión eclesial, reafirmando según la voluntad del Beato
Juan Pablo II en “Ecclesia in America” la unidad de todo el continente Americano. Una sola
América y no “las américas”.
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